Será Justicia Nº 05

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PUBLICACIÓN INSTITUCIONAL DE PRODUCCIÓN INDEPENDIENTE · DISTRIBUCIÓN GRATUITA · AÑO I · NÚMERO 5 · CÓRDOBA · ARGENTINA · 30 DE NOVIEMBRE DE 2009

Con los alegatos, el Juicio ingresa en su tramo final El tramo final del juicio se inició con los alegatos de los abogados querellantes. El martes, Martín Fresneda y Claudios Orosz, representantes legales de Fernando Albareda, solicitaron penas de reclusión perpetua para Menéndez, Campos, Cejas y Britos, y seis años de prisión para Flores, por el asesinato y la desaparición de Ricardo Fermín Albareda. El miércoles, por su parte, fue el turno de María Elba Martínez y Hugo Vaca Narvaja, quienes A los ojos del público ocasional, aquellas personas que asistían a una audiencia del juicio por primera vez en esta última semana, la escena pudo haber pasado inadvertida. Como ocurre habitualmente, en el estrado, el tribunal y las partes ocupaban sus respectivos lugares mientras la sala se colmaba gradualmente. La salvedad, el detalle que rompió la rutina, fue que en el banquillo de los acusados, tras el vidrio blindado que los separa del público, sólo se podía advertir la figura robusta y canosa del “Gato” Gómez. A su izquierda, una hilera de asientos vacios confirmaba el faltazo de Menéndez, Cejas, Britos y Flores. Precisamente en la jornada en la que se daría lectura a los alegatos de la querella. Los responsables de planificar y ejecutar el secuestro y la desaparición de Ricardo Fermín Albareda, habían decidido no escuchar los fundamentos de la acusación ni sus respectivos pedidos de condena. La otra ausencia notable, menos impune y más dolorosa, fue la de la víctima y querellante Raúl Ernesto Morales, que pretendía asistir a la jornada, pero las marcas residuales de las torturas sufridas afectaron su salud, e impidieron su presencia. En los minutos previos al ingreso de la sala, el clima de tensión y expectativa que generan los alegatos invadió los pasillos de tribunales y se instaló en el ánimo de quienes esperaban en el hall de ingreso. Entre la ansiedad y el murmullo, se cruzaron las miradas silenciosas de quienes fueron los protagonistas de este juicio y esperaron por tantos años su momento de justicia. Ahí estaban los testigos y las víctimas con un brillo especial en la mirada. Ahí estaban la constancia de los militantes de derechos humanos: jóvenes que siguieron atentamente el proceso, abuelas, madres, familiares; con la firmeza y la persistencia intactas, adueñándose por un momento de la escena, contrastando esa justicia construida en años de lucha con la solemnidad de la sala.

EDITORIAL Una nueva víctima

representan a Raúl Ernesto Morales. Pidieron penas de 25 años de prisión para Menéndez y 24 para Gómez. Posteriormente, el fiscal Carlos Gonella comenzó su exposición, que finalizará este martes. Se espera para ese día el inicio del alegato de los abogados defensores. En el análisis de lo sucedido en la semana, se advierte que tanto para las querellas como para la fiscalía, han quedado ampliamente comprobados los delitos que se juzgan. PRESENCIA. Las integrantes de Familiares Córdoba, cuparon su lugar en la sala para presenciar los alegatos de las querellas.

La hora final del Caso Albareda Con el alegato de Martín Fresneda y Claudio Orosz, el juicio entró en su etapa final, previa a la última palabra de los imputados y al dictamen de sentencia. Los abogados querellantes se enfocaron en los hechos acreditados durante el juicio, solicitando la pena de reclusión e inhabilitación perpetua para Luciano Benjamín Menéndez, Rodolfo Aníbal Campos, César Armando Cejas y Hugo Cayetano Britos por el secuestro, asesinato y desaparición del subcomisario Ricardo Fermín Albareda, mientras para Calixto Luis Flores, pidieron la pena de 6 años de prisión y 12 años de inhabilitación. En todos los casos la exigencia es que la reclusión se cumpla en una cárcel común. En la fundamentación, la querella inició su pedido con el alegato de Fresneda ha-

ciendo énfasis en el contexto nacional de la última dictadura militar y en el aparato represivo que operaba en Córdoba bajo la responsabilidad absoluta de Menéndez, jefe máximo del Área 311, que nucleaba al ejército con la policía provincial y el resto de los órganos represivos. De la denominada “Comunidad Informativa” que existía entre las fuerzas, el D2 ocupó un lugar fundamental, y ese fue uno de los esquemas organizativos de la dictadura que fue saliendo a la luz en el transcurso del juicio. Claudio Orosz, a su vez, se centró en la reconstrucción del Caso Albareda, quien fue secuestrado y asesinado en septiembre de 1979 por su participación política en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Los motivos del ensañamiento de la patota del D2, estuvieron claramente ligados a este hecho, que fuera re-

El tribunal

El Caso Moyano

Cómo se compone el órgano que es la autoridad máxima en el juicio. Los antecedentes de sus integrantes. Página 2

Un sintético recorrido por uno de los casos que componen el juicio Menéndez II. El testimonio directo de las víctimas. Página 3

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Esta semana, en paralelo al inicio de la ronda de alegatos, se conocieron los motivos del suicidio de Jesús Enrique González, el testigo que se quitó la vida cinco días antes que comenzara el juicio. La investigación corrió por cuenta de la fiscalía federal Nº 2 y su conclusión confirió claridad al proceso. Sucede que González era un policía del D2 y estuvo presente en la escena del crimen de Ricardo Fermín Albareda. Por poco, no integró el banquillo de acusados, pero no logró escapar a su obligación cívica y fue ofrecido como uno de los casi treinta testigos en el juicio Menéndez II. Sin embargo, se diferenció del resto al ser el único en rechazar la cobertura de la unidad especial de protección de testigos, dispuesta para estos procesos. González era amigo de Britos y estaba decidido a no “traicionarlo”. Iba a mentir, como lo venía haciendo durante la instrucción de la causa, a los integrantes de su círculo íntimo les confió que no creyeran en todas las cosas que se iban a decir sobre él, pero que prepararan el bolso porque lo tendrían que ir a visitar a “la granja”, en alusión a la cárcel de Bouwer. Sin embargo algo sucedió en el medio, y González cambió mentira por muerte: antes de suicidarse recibió dos “sugestivas” llamadas desde un celular a nombre de Mirta Graciela “Cuca” Antón, una de las pocas mujeres que –con sólo 23 años– se destacaba como torturadora del D2. También se confirmó que en los días previos el “Flaco” llamó cuatro veces a la casa de Britos. Replicando el ritual mafioso, optó por la “lealtad” antes que por aportar a la verdad. Sabía que recordando lo sucedido condenaba a sus ex compañeros y que si mentía iba preso por falso testimonio. Esta investigación es una de las pocas que logró dilucidar un caso semejante, y con relativa celeridad. La justicia, en la mayoría de los casos, ha demostrado una gran deficiencia para esclarecer las amenazas, agresiones y desapariciones que sufren los testigos. Más allá de la cobardía de González, lo que se desnudó con su muerte es la vigencia de los pactos de sangre y la fidelidad de la patota policial. La conclusión del informe no admite dudas: la dictadura se cobró una nueva víctima.

CONTRATAPA

Preguntas El ejercicio de interrogar sobre los profundos efectos de los juicios. POR DIEGO MARTÍNEZ


Lunes 30 de Noviembre de 2009 PERFILES · QUIÉNES INTEGRAN EL TRIBUNAL latado por Charlie Moore ya en 1980, y reafirmado por las declaraciones de los familiares de la víctima y por el director de comunicaciones de la Policía de Córdoba, el Comisario Agresta. En la comprobación de los hechos sucedidos en la primavera del 79, fue clave el testimonio del guardia de la Casa de Hidráulica, Ramón Roque Calderón. Su testimonio, minucioso y preciso, abordó las últimas horas de Albareda, de las que fue testigo presencial. Del Plan Cóndor al D2 Los abogados María Elba Martínez y Hugo Vaca Narvaja, por su parte, alegaron por la querella del Caso Morales, que investiga el secuestro y las torturas que recibió Raúl Ernesto Morales. Ambos solicitaron 25 años de prisión para Menéndez y 24 para el “Gato” Gómez. María Elba Martínez, una abogada de vasta trayectoria en causas contra el terrorismo de Estado, hizo una contextualización de lo vivido en el continente americano durante la década del 60 bajo las instrucciones de los Estados Unidos, para luego hacer foco en las particularidades que ese plan adoptó en Argentina. Fue reconstruyendo pieza por pieza la comprobación de que este albañil de Santa Rosa de Calamuchita, un “militante de base” peronista, fue brutalmente torturado en el D2 del pasaje Santa Catalina, y que en esas sesiones participó el “Gato” Gómez.

El contexto represivo, amparado por colaboraciones judiciales, económicas, de la prensa y de la jerarquía eclesiástica, fue el núcleo central del alegato de Hugo Vaca Narvaja. El co-defensor de Morales hizo hincapié en cómo se fue reforzando la evidencia de estas complicidades entre fuerzas represivas y sectores civiles. Citó el ejemplo del juez federal Eudoro Vázquez Cuesta, quien demoró ocho meses en tomar declaración a Morales, mientras estuvo detenido en la Unidad Penitenciaria Nº1 de barrio San Martín en 1976, amén de que esa declaración tuvo lugar con la amenazante presencia de tres militares armados. En los tramos finales Mediando la audiencia del miércoles, el fiscal Carlos Gonella comenzó la presentación de sus argumentos para el pedido de condenas. Debido a la extensión del alegato y a limitantes temporales, debió desdoblar su exposición, que continuará esta semana con los argumentos y conclusiones para los casos Moyano y Albareda. Se estima que el pedido de condenas de la fiscalía tendrá lugar el martes hacia el mediodía. Una vez finalizado, se dará paso a los alegatos de los abogados defensores. Está previsto que esta etapa concluya el miércoles, para pasar finalmente a un cuarto intermedio hasta que el tribunal fije la fecha definitiva en la que dará a conocer el dictamen de la sentencia.

Los Fundamentos UN EXTRACTO DE LOS ALEGATOS EXPUESTOS POR LOS ABOGADOS QUERELLANTES

Martín Fresneda En nuestro país, bajo el nombre de 'Proceso de Reorganización Nacional' se reorganizó todo el poder público, con las Fuerzas Armadas a la cabeza, para hacer de nuestro Estado un Estado Terrorista, para aplicar un “Plan criminal de persecución y exterminio al opositor político”. Opositor que bajo el concepto de “delincuente subversivo”, englobaba a todo tipo de personas y organizaciones que los mismos militares definieron como “enemigos” a perseguir y exterminar. Así, diversas organizaciones políticas, gremiales, estudiantiles, artísticas, barriales, con diferentes prácticas e ideologías, fueron reprimidas y aniquiladas sistemáticamente. Ese plan derivó en el exterminio de una parte sustancial de nuestra sociedad.

María Elba Martínez Destruyeron la posibilidad de un obrero capacitado, de una sociedad activa, culturizada y solidaria. Hoy, es una sociedad que elige a sus candidatos a través del miedo, buscando la seguridad sólo en las fuerzas de seguridad y no en la organización social y solidaria. Son dos modelos, uno viene de los genocidios reiterados desde nuestro nacimiento, el otro desde la resistencia de los originarios también desde nuestro nacimiento. Dos historias, una se publica, la otra aún se desconoce en su totalidad. La una se discursea en los estrados universitarios, la otra va surgiendo en silencio desde las entrañas de la tierra propia, regada con la sangre de sus legítimos dueños.

Claudio Orosz El grupo que secuestró a Ricardo Fermín Albareda cumplía órdenes directas de Menéndez. Éste siguió teniendo el control directo y total del personal policial jerárquico y subalterno del Departamento de Informaciones de la Policía de Córdoba que funcionaba en la sede central y en Casa de Hidráulica. Por lo que en su condición de funcionario público también mantuvo a Albareda cautivo, desde su detención y traslado a Casa de Hidráulica. Menéndez, máximo jefe del Área 311, mantuvo a Ricardo Fermín Albareda en condiciones infrahumanas de vida, sometido al padecimiento de no saber cuál sería su destino. Todo este iter criminis (camino del crimen), culminó en la eliminación física de Albareda, de la forma atroz y cobarde que se relata.

Hugo Vaca Narvaja Las fuerzas represivas estaban dirigidas a ciertos sectores de la sociedad. Morales era militante de la Juventud Peronista, igual que su hermana y su cuñado. Otras víctimas eran delegados sindicales, todos con un marcado compromiso social y con plena conciencia de participación colectiva para la búsqueda de una sociedad más justa. Los policías que disentían con el terror eran también blanco de sus mismos compañeros. No es casual el paso de Raúl Morales por el D2. Se torna así una falacia la lucha contra “la subversión marxista” a la que alude Menéndez en su discurso. Morales no era marxista, ni sus familiares. Era, como él mismo dijo, “peronista de cuna”, como su padre.

El largo brazo de la Ley El Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº1 de Córdoba (TOF Nº 1) es el órgano de la justicia que juzga por segunda a vez a Luciano Benjamín Menéndez, y por primera vez el accionar represivo de la policía provincial, en la figura del Departamento de Inteligencia (D2). En julio de 2008, en el marco de la Causa Brandalisis, condenó a Menéndez y otros militares, en la primera sentencia del interior del país a un ex-jefe de área. Ese proceso sentó precedentes en la justicia nacional, al establecer que el lugar de reclusión de los represores sería una cárcel común, en este caso el penal de Bouwer. El TOF Nº 1 estaba compuesto por su presidente Jaime Díaz Gavier, los vocales Carlos Otero Álvarez y Vicente Muscará, y el secretario Pablo Bustos Fierro. Para este juicio, los vocales fueron suplantados por los jueces riojanos Sergio Grimaux y Jorge Quiroga Uriburu, en calidad de subrogantes. Esto ocurrió debido a que Carlos Otero Álvarez se jubiló antes de que avanzara en su contra una denuncia en el Consejo de la Magistratura por supuestos vínculos con la represión, en la que se cuestiona su actua-

ción como Secretario Penal durante la dictadura. Vicente Muscará, en tanto, se apartó tras ser recusado por unos de los imputados, por haber sido, décadas atrás, defensor de Gómez, acusado en este juicio. Además de estos jueces, también integra el tribunal el juez federal Carlos Lascano, miembro del TOF Nº 2 que oficia de juez suplente, disponible ante cualquier inconveniente que pudiera impedir la presencia de alguno de los miembros del tribunal. Durante el juicio, el tribunal es la autoridad máxima, desde un lugar de tercero observador, atento a la finalidad del proceso penal que es la averiguación o construcción de la “verdad real”. Las partes –querella y defensa– exponen su versión de los hechos con pruebas y testimonios. Una vez concluida la declaración de los testigos, la presentación de pruebas y los alegatos de las partes, el debate se cierra y el tribunal pasa a deliberar, resolviendo todas las cuestiones que hubieran sido objeto del juicio. Finalizada la deliberación, establece la culpabilidad o inocencia de los imputados y dicta la sentencia correspondiente.

Jaime Díaz Gavier: 59 años. Desde 1976, dos años después de egresar de la Universidad Católica de Córdoba con el promedio más alto de su promoción, comenzó a ejercer la abogacía en forma independiente. Trabajó en el ejercicio profesional hasta su asunción como Juez de Cámara del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de Córdoba en 1993. En 2008 presidió la primera causa por delitos de lesa humanidad del interior del país, denominada Menéndez I. También se encuentran en trámite ante su tribunal las causas relacionadas al campo de detención La Perla y los secuestros y fusilamientos en la UP1 de Córdoba. Se desempeñó además como Secretario de Comisión en la Legislatura de Córdoba y como asesor de bloque. Es presidente del tribunal en este juicio. Sergio Grimaux: 59 años. Actualmente preside el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de La Rioja. En 1973 finalizó sus estudios de abogacía en la Universidad Nacional del Litoral, iniciando su profesión en forma independiente. El mismo año fue asesor letrado de la Policía de La Rioja y docente en la escuela de policías. Un año después, se desempeñó como funcionario del cuerpo de abogados de la Fiscalía de Estado de la provincia. Con el regreso de la democracia es electo intendente de la ciudad de La Rioja (83/87) y en 1994 asume como Juez de Cámara del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de La Rioja. A lo largo de estos años también ejerció en forma discontinua su profesión de abogado civil y penal. En el juicio Menéndez II, integra el tribunal como Juez Subrogante. José Quiroga Uriburu: 54 años. Ejerció la abogacía en forma privada a lo largo de varios años. En 1986 asume como Secretario Relator del Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de La Rioja, hasta 1989, año en que comienza a desempeñarse como Juez de Cámara en la Justicia de La Rioja. Al igual que Grimaux, en 1994 cuando se crea el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de la provincia de La Rioja, asume como Juez de Cámara. También se ha desenvuelto en el ámbito de la docencia en la Universidad de La Rioja, en la cátedra de Derecho Procesal Penal y Derecho Minero. El año pasado obtuvo su diplomatura en Derecho Procesal Penal en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). En el juicio Menéndez II, integra el tribunal como Juez Subrogante. Carlos Julio Lascano: 63 años. Ejerce de su profesión desde 1972, año en que se recibe como abogado en la UNC, salvo entre 1999 y 2001, cuando fue Ministro de Justicia del gobierno de José Manuel De la Sota. Se doctoró en Ciencias Jurídicas y Sociales en la Universidad Nacional del Litoral. Es profesor titular de Derecho Penal I (universidades de Córdoba y La Rioja) y codirector en la carrera de especialización en Derecho Penal que se dicta en diferentes universidades del país. Desde 2003 es conjuez de la Cámara Federal de Apelaciones de la ciudad de Córdoba. Actualmente es Juez de Cámara del TOF N° 2 de Córdoba. En el juicio Menéndez II, integra el tribunal como Cuarto Juez. Pablo Bustos Fierro: 47 años. Abogado egresado de la UNC, donde se desempeña como docente de Derecho Procesal Penal y Práctica Profesional en la Facultad de Derecho. Ha ocupado diversos cargos en la institución judicial, como Secretario Relator y Secretario de Cámara de la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba. En la actualidad es Secretario del TOF N°1 de Córdoba en la Secretaría de Derechos Humanos, y encargado de Jurisprudencia. Además, es colaborador habitual de la revista Jurídica de la editorial Abeledo Perrot. En el Juicio Menéndez II, se desempeña como Secretario de Cámara.


Lunes 30 de Noviembre de 2009 EL JUICIO, DÍA X DÍA MARTES 24/11

En el hall

La primera audiencia de alegatos comienza al mediodía, dos horas después de lo previsto. La espera transcurre entre saludos, charlas, café y cigarrillos. No faltan los ávidos lectores del Será Justicia.

Símbolos

Martín Fresneda y Claudio Orosz, presentan sus alegatos por el Caso Albareda. Llevan sobre la solapa de sus sacos sendos prendedores. Fresneda, luce la sigla de la agrupación H.I.J.O.S, de la que es integrante. Orosz, por su parte, exhibe en su pecho una pequeña imagen del histórico dirigente gremialista de Luz y Fuerza, el “Gringo” Agustín Tosco.

MIÉRCOLES 25/11

Testigos en la sala

La sala de audiencias se colma de personas que aguardan el final del juicio. Entre los presentes hay testigos y víctimas del D2 que ya prestaron declaración: Carlos Moyano, Isolina Guevara con sus hijos, Manuel Nieva, Estela Maris Morales con su esposo Olegario Martínez, y su hija.

El Caso Moyano y sus protagonistas El Caso Moyano se investiga en el juicio Menéndez II, y tiene como imputados a Luciano Benjamín Menéndez y a Miguel Ángel Gómez. Involucra una serie de hechos ocurridos el 19 de enero de 1977. En tres momentos distintos, ocho personas son detenidas y trasladadas al D2, corriendo distinta suerte. Ramón Hugo Guevara, Isolina Guevara, Delia Torres, Manuel Nieva, Carlos Moyano, Carlos Hugo Antón, Manuel Reynoso y Rubén Gilli tenían vínculos diversos. Eran amigos, familiares, compañeros, colegas de trabajo, delegados gremiales... Fueron detenidos y trasladados al D2 en sus domicilios o su trabajo, sin orden judicial, por una patota sin uniforme, fuertemente armada. Durante el tiempo que estuvieron allí recibieron torturas físicas y psíquicas. En algunos casos, los interrogatorios presionaban para determinar si pertenecían al ERP o a Montoneros. En otros, para saber sus antecedentes, si eran “subversivos”. Pero ninguno de ellos encajaba en estos fundamentos de detención. Su vida transitaba el camino de la defensa de los derechos de los trabajadores en la participación gremial. Ocho detenciones, ocho historias Ramón Guevara es detenido la mañana del 19 de enero de 1977, mientras trabajaba en la oficina de la compañía “Servicio de Vigilancia Integral” de Córdoba. Isolina Guevara, su hermana, es secuestrada y trasladada al D2 a las 14hs., desde la Clínica del Niño durante su jornada como enfermera.

Cerca de las 17hs. cuando Delia Torres estaba en su casa junto a sus hijos y una sobrina, alrededor de doce miembros del D2 irrumpen buscando a Manuel Nieva, su pareja. Se quedan en el domicilio hasta su regreso. Hacia las 23hs, Manuel junto a Napoleón Ponce, ambos empleados del correo, llegan e inmediatamente son esposados y detenidos. Al día siguiente, Delia se dirige al D2 para averiguar sobre su marido. Policías le informan que “estaba demorado”. Allí mismo la detienen. La noche del 19 de enero Carlos Moyano estaba en su casa junto a Manuel Reynoso, Rubén Gilli y Carlos Antón. Alrededor de las 22hs, ingresa la patota del D2 buscando a Moyano. Se los llevan y Reynoso, Gilli y Antón son liberados treinta horas después, mientras que Carlos Moyano el 26 de enero del 77. El 28 de enero, los hermanos Guevara y el matrimonio Nieva son trasladados a la UP1. El 28 de diciembre de 1979, los Guevara y Delia Torres quedan en libertad, Manuel Nieva en febrero de 1980. Son historias de las tantas que se repiten en la memoria de las víctimas de la dictadura. Cobran nueva significación, sin embargo, al formar parte de un juicio que lleva por primera vez al estrado a integrantes de una policía provincial. La relevancia de sus testimonios no será la misma luego de este proceso, y conscientes de ello, algunos de estos compañeros aceptaron una charla con Será Justicia, de la que reproducimos aquí una pequeña síntesis de sus propias palabras.

”Batidor”

Otra vez se retrasa el inicio de la audiencia. Ante la queja de María Elba Martínez, Díaz Gavier se ataja: “no quiero ser batidor, pero la tardanza se debe a la demora de un abogado cuyo nombre lleva las iniciales C y G”, en obvia referencia a Cuestas Garzón. La sala estalló en carcajadas.

”Canalla”

María Elba Martínez, inicia su alegato con una referencia al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Luego de su reseña, Jaime Díaz Gavier arroja uno de sus ya clásicos comentarios, no falto de ironía: “¡Pero qué canalla el que es capaz de hacer eso!”. Resuenan algunas risas, pero muchos toman en serio el sarcasmo y dirigen rápidas miradas al Gato Gómez.

Delia Torres

Manuel Nieva

De mis hijos el más pequeño es el que más sufrió. Cuando salí en libertad tuve que llevarlo al psicólogo porque era muy chiquito y no entendía. Él pensó que los padres lo habían abandonado, que lo habían dejado. Era terrible como sufría yo, porque él no me decía nada. Los marcó muchísimo sobre todo a los dos más grandes. Inclusive cuando nos juntamos ahora, lloran…Es muy duro, de un día para el otro, se quedaron sin los padres. Y tres años para la vida de un niño, es casi la mitad de su vida, sobre todo en una edad en que se están formando.

Isolina Guevara

Cuando el Teniente Coronel Moreno me hace el Consejo de Guerra, hace una apología del Che Guevara: lo admiraba como militar, como hombre que murió con las armas en la mano, pero era comunista, guerrillero. Dijo eso sólo para decir que de mi casa habían sacado un afiche del Che y que por eso yo era guerrillero. Le conté que había comprado el afiche en un comercio común y que eso no era ser guerrillero. Yo admiraba al Che porque era un hombre íntegro, pero eso no significaba adherir a la lucha armada. Mi concepción era la lucha sindical y política.

El Fiscal Federal confirmó que el ex policía y testigo en el juicio se comunicó con el domicilio del imputado Britos días antes de suicidarse.

ENTREVISTA · GUSTAVO VIDAL LASCANO

«Jesús González es otra víctima de la dictadura» Jesús Enrique “el Flaco” González y Ramón Roque Calderón eran los agentes que custodiaban la Casa de Hidráulica la noche en que asesinaron a Ricardo Fermín Albareda. Cumplían tareas de guardia en el ex Centro Clandestino de Detención mientras estuvo bajo el control del D2. Citado como testigo para declarar en el caso Albareda, González se suicidó cinco días antes de iniciar el juicio, generando suspicacias e incertidumbre en torno a su controvertido testimonio, que se contradecía con el de Calderón. La investigación del caso estuvo a cargo del Fiscal Federal Gustavo Vidal Lascano, quien esta semana hizo público su informe, en el que da cuenta del estado de conmoción que vivía González ante la inminencia del juicio. En diálogo con Será Justicia, Vidal Lascano recorre los detalles de la pericia y analiza la trascendencia que tiene este hecho en el marco del juicio sobre el accionar del Estado terrorista. Será Justicia: ¿Cuáles son los resultados que arrojó la investigación realizada sobre la muerte de Jesús González? Gustavo Vidal Lascano: Esta fiscalía hizo una vasta investigación, con numerosas declaraciones testimoniales, una autopsia y la revisión de las sábanas telefónicas. A partir de estos datos, no hay duda de que Jesús González se suicidó por su propia motivación. En las declaraciones de la familia se pudo constatar que, horas antes de su muerte, su esposa y sus hijas hablaron con él mientras estaba encerrado en el baño. Cuando abrieron la puerta, González ya se había hecho cuatro cortes en la muñeca que resultaron mortales.

SJ: Según la investigación, ¿cuáles fueron las motivaciones del suicidio? GVL: González era un tipo tranquilo, de clase media. Un jubilado de la policía que no tenía armas. Da la impresión de que era buen padre de familia. Llevaba una vida muy metódica, con ocupaciones domésticas y hogareñas que lo mantenían ocupado en la tranquilidad de la familia. Todo eso se trastocó con la citación como testigo. Estaba muy conmocionado, muy preocupado por la inminencia del juicio, y lo manifestó de muchas maneras en su círculo íntimo. Le advertía a su familia que podía quedar detenido. “Van a decir cosas de mí –señalaba– ustedes no las crean. Por ahí

Lo bueno es que nos quedó humor para contar todo este infierno, seguir vivos, con espíritu de lucha, de vida. Porque hay que seguir luchando día a día, en el trabajo, en la vida misma y con alegría. Mis chicos están orgullosos de lo que hice, de lo que seguí haciendo porque me fui de acá a Tierra del Fuego, a Río Grande y seguí militando en el gremio. Incluso estando jubilada voy apoyar los paros con los chicos y mi marido. Inculqué eso de empezar a pensar defendiendo los derechos propios de uno, no uno por uno sino desde el conjunto, de todos.

Titular de la Fiscalía de Primera Instancia Nº 2 de Córdoba

me dejan detenido por falso testimonio. Calderón miente”. Sería absurdo intuir que alguien lo indujo, porque restaría valor a su propia decisión, que guarda un valor emblemático, ya que esto posiblemente le revivió recuerdos horrorosos y lo puso en la encrucijada de testimoniar en contra de su amigo Britos o ir preso por falso testimonio. SJ: ¿Es posible pensar entonces que sus motivos estarían vinculados a su pasado como guardia del D2 y a haber sido testigo de lo que allí ocurría? GVL: Sólo González supo cuáles fueron las razones para tomar esa trágica decisión. Pero hay algo que no se puede dejar de advertir, porque así lo revelan los testimonios colectados. Luego de 33 años de haber sido policía, de haber realizado aquellas guardias; la presión de ser testigo, quizás los dolorosos recuerdos, el temor a quedar encarcelado, la alteración a su tranquila vida familiar, fueron factores que ejercieron una presión de tal magnitud que González no pudo resistir. En esta valoración, adquieren importancia las sugestivas comunicaciones que realizó al teléfono fijo de Britos y en especial con la llamada recibida por un teléfono celular a nombre de Mirta Graciela “Cuca” Antón, ambos detenidos y vinculados por causas en las que se investigan delitos de lesa humanidad. Sólo González y ellos saben el contenido de estos diálogos. Por todo lo que despertó esta situación en su vida personal, creo que 33 años después, con la muerte de Jesús Enrique González la dictadura se cobró una nueva víctima.


Lunes 30 de Noviembre de 2009 CONTRATAPA · por Diego Martínez

Preguntas ¿Ven por las calles los ojos de los fusilados? ¿Leen sus nombres en las baldosas? ¿Leen “militantes populares asesinados por el terrorismo de Estado”? ¿Participan sus nietos de los homenajes? ¿De las murgas que embellecen Córdoba pidiendo castigo? ¿Toman nota de las sesenta condenas? ¿De Menéndez preso en una cárcel común? ¿De setecientos criminales de lesa humanidad procesados? ¿Ven que el carromato judicial avanza? ¿Entienden que el proceso es irreversible? ¿De verdad sueñan con otro punto final? ¿Saben que murió don Raúl Alfonsín? ¿Saben de la muerte en vida del hombre de los indultos? ¿Qué esperan para entregar las listas de masacrados? ¿Que sus hijos se cambien el apellido por vergüenza? ¿Qué esperan para devolver a los pibes robados? ¿Pueden mirar a los ojos a los nietos arrebatados? ¿Ninguno se dignará a pedir perdón? ¿No es menos patético que el suicidio? ¿No se permiten un rapto de humanidad? ¿Piensan seguir jugando a las escondidas? ¿No entienden la idea de jurisdicción universal? ¿Recuerdan la detención de Cavallo en México? ¿La condena en ausencia de Astiz en Francia? ¿La de Acosta y Febres en Italia? ¿La extradición del Nabo Barreiro desde Estados Unidos? ¿Los mil años de prisión del capitán Scilingo en España? ¿La captura de Poch por obra del Reino de los Países Bajos? ¿El juicio al insano Massera en Italia? ¿Entienden que la civilización los desprecia? ¿Acaso sueñan que los cobijará el Vaticano? ¿Que los esconderá junto a sus pedófilos? ¿Se niegan a aceptar que les soltaron la mano? ¿No vieron la condena a Von Wernich? ¿No tomaron nota del silencio de la Iglesia? ¿Aún los consuelan los torturadores de sotana? ¿Van a confesarse con sus capellanes a Punta Alta? ¿Qué esperan Sus Señorías para detenerlos? ¿Qué necesitan para apresar a los condecorados? ¿A cambio de nada les colgaron medallas? ¿Comprenden que sólo un fundamentalista justifica los vuelos? ¿Convencen a sus hijos los pilotos de la muerte? ¿Saben sus nietos de las violaciones en cautiverio? ¿Qué sienten los confesores de los asesinos? ¿Se reúnen a rezar? ¿Leen la biblia? ¿Los ayudan a burlar órdenes de captura? ¿Coordinan estrategias con los burócratas judiciales? ¿Qué les aconseja la Familia Judicial? ¿Cuántos Bisordi resisten en sus entrañas? ¿Cuántos reciclados trabajan en silencio? ¿Cuántos Gordon se formaron con repartidores de bebés? ¿Saben de la caída de Madueño, soldado de Adel Vilas? ¿Tomaron nota del presente de Brusa? ¿De verdad creen que no les llegará la hora? ¿Les da esperanzas el cardenal cuando confunde reconciliación con impunidad? ¿Será Papa el hombre que apuntaba preguntas a curas villeros en los sótanos de la ESMA? ¿Cuánto más luchará el diario La Nación por la impunidad? ¿Le presentó Escribano su pliego de condiciones al liceísta Cleto? ¿Cuánto durará la indiferencia cómplice de Clarín? ¿Dimensiona la viuda cuán rápido crece la bola de nieve? ¿Resistirá el abrazo de Felipe y Marcela con las Abuelas? ¿Imagina el cambio de apellidos recorriendo el mundo? ¿Hasta dónde puede llegar la desvergüenza? ¿Cuál es el límite de la crueldad? ¿No les alcanzó con torturar y desaparecer a miles? ¿Entienden que envejecen las Madres pero se multiplican los Hijos y se preparan los Nietos? ¿Alcanzan a ver en cada flor a las hormiguitas del capitán Hess? Será Justicia es una publicación periódica propiedad de la Asociación civil sin fines de lucro Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas de Córdoba (Personería Jurídica 234-A-1992) Tirada de esta edición: 10.000 ejemplares • Dirección: Comisión de Prensa de Familiares Córdoba, H.I.J.O.S. Regional Córdoba • Coordinación Editorial: Betty Argañaraz, para Familiares y Martín Notarfrancesco, para H.I.J.O.S. • Editor responsable: Sebastián Puechagut • Redacción: Waldo Cebrero, Pablo Luro • Asistente de redacción: Matilde Nasser • Fotografía: Manuel Bomheker Colaboradores: Diego Martínez, Rep • Diseño y Producción Gráfica: Usina Creativa · info.usinacreativa@gmail.com · Tel: 4271736 • Impresión: Comercio y Justicia Editores Cooperativa de Trabajo Ltda.

La producción de este ejemplar fue posible gracias al aporte solidario de las siguientes organizaciones:

Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) · Sindicato de Trabajadores Judiciales de Cordoba (SITRAJUCO) · Unión Obrera Gráfica Cordobesa (UOGC) · Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Sindicato de Luz y Fuerza Córdoba · Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC) · Sindicato Unión Obreros y Empleados Municipales (SUOEM) · Cooperativa Integral de Villa Carlos Paz (Coopi)

F a m i l i a r e s d e D e s a p a r e c i d o s y D e t e n i d o s p o r R a z o n e s P o l í t i c a s d e C ó r d o b a •H . I . J . O . S . ( H i j o s e H i j a s p o r l a I d e n t i d a d y l a J u s t i c i a c o n t r a e l O l v i d o y e l S i l e n c i o ) Santa Fe 11, Bº Alberdi | Córdoba, Argentina | Tel: (0351) 425 6502 | famdesapcba@yahoo.com.ar | hijoscba@hijos.org.ar | www.eldiariodeljuicio.com.ar


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