Será Justicia Nº 24

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E L D IARIO DEL J UICIO L A P ERLA · C ÓRDOBA · A RGENTINA P     · A V · N$ 24 · E   10  23  J  2013 · : 1853-8290

SEMANAS DE TESTIMONIOS E INSPECCIONES QUE LLEVARON LA ACTIVIDAD AL EXTERIOR DE LA TORRE DE TRIBUNALES

EDITORIAL

Tras las huellas del horror en La Perla y La Ribera

2033

Manuel Bomheker

EL JUICIO YA ENTRÓ EN SU ETAPA DE INSPECCIONES OCULARES. LOS EX CENTROS CLANDESTINOS DE DETENCIÓN LA PERLA Y LA RIBERA RECIBIERON A LOS MIEMBROS DEL TRIBUNAL. LAS RECORRIDAS ENRIQUECIERON EL APORTE DE PRUEBAS.

En el lugar de los hechos. El presidente del tribunal, Jaime Díaz Gavier, acompaña a Mario Paredes –director del Espacio para la Memoria “La Ribera”–, quien guió la inspección ocular.

REPORTAJE ESPECIAL

Crónicas de La Perla hoy

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Homenaje a Sebastián Llorens y Diana Triay

LA HISTORIA RECIENTE DEL PAÍS SE RECONSTRUYE EN EL ESPACIO FÍSICO EN EL QUE SUCEDIERON LOS HECHOS QUE SE JUZGAN.

Página 

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El recorrido de las causas, paso a paso · Página  Sebastián Puechagut

“Estamos orgullosos de todo lo que hemos conseguido. De nuestros hijos, de los treinta mil”. Así se expresaba Emi D'Ambra –secretaria ejecutiva de Familiares Córdoba– el día en que restituyeron los restos de Sebastián Llorens y Diana Triay. “Estoy orgullosa de mi generación”, afirmó, y la acompañaron calurosos aplausos. Estos hombres y mujeres transformaron el dolor en potencia renovadora para que hoy, esta sociedad, ya no mire para otro lado. “¡Somos cuarenta millones para seguir transformando esta querida patria, para que hoy los derechos humanos sean una realidad para todos!”, dijo Nelly Llorens con sus 94 años a cuestas, frente a los restos de sus hijos. Estas son nuestras ‘viejas’, tienen más de 80 años y nos siguen ayudando a soñar. Con su lucha de décadas nos indican cuán lejos estamos de la sociedad alemana de 1933. Esa sociedad empobrecida y desesperada de la que algunos medios hablaron estos días, forzando increíbles comparaciones con nuestra Argentina de hoy. Transitamos un país con leyes que amplían derechos e incluyen con intensidad –desde la fuerza del mandato legal– a amplios sectores al ejercicio pleno de una ciudadanía. Este proceso no está exento de tensiones y disputas, basta ver la reacción de la corporación judicial frente al recorte de poder que significa la elección por voto directo del órgano político del Consejo de la Magistratura. Por eso mismo creemos que la democratización del Poder Judicial es una necesidad imperiosa en esta etapa. La imagen de los niños con la presidenta nos marca un horizonte: Argentina año 2033. Estos niños serán adultos en una sociedad con calidad institucional y más participación real, con medios de comunicación plurales y, sobre todo, con una institución judicial democrática, legitimada por los desposeídos y excluidos, quienes hoy no tienen un verdadero acceso a condiciones equivalentes de ejercicio de derechos. Soñamos con un 2033 en que los niños puedan vivir el país que proyectaron sus abuelos. Miramos con alegría y optimismo ese horizonte, en el que la realización de los juicios por delitos de lesa humanidad haya contribuido ética y moralmente. Apostamos a un 2033 con “Memoria, Verdad y Justicia”, en donde los jóvenes sean auténticos ciudadanos de derecho, libres y dignos. Que puedan leer los ejemplos de Emi, Nelly y Sonia en letras de molde, sobre editoriales y contratapas de periódicos plurales y diversos.

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La Perla es una mancha eterna para Córdoba P A O · Páginas  y 

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EL JUICIO POR DENTRO

10 al 23 de junio de 2013 | Será Justicia

LILIANA CALLIZO Y CECILIA SUZZARA • DOS TESTIMONIOS CARDINALES SOBRE LOS CRÍMENES COMETIDOS EN LA PERLA

OTROS ESCENARIOS

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Voces que sobrevivieron al horror D                 . ,               “   ”.

El valor de un testimonio. Luego de años de espera, Liliana Callizo pudo contar su historia.

      La Perla “no era como eufemísticamente la llamaban: un lugar de reunión de detenidos”, sino un “campo de exterminio al que nos llevaban para sacarnos información y matarnos”. Un día, Callizo fue llevada a una casa cerca del río. “Magaldi (alias de Roberto Mañay, ya fallecido) me pateó las piernas para que entre. Pensé que me iban a matar. Me metieron a una habitación, y Herrera se tiró arriba mío y me violó”, narró Callizo mientras el aludido simulaba leer. U   . En su declaración, Cecilia Suzzara, secuestrada el mismo 24 de marzo del 76 y mantenida cautiva en La Perla hasta abril del 78, individualizó a la mayoría de los imputados y aseguró que vio al ex general Luciano Benjamín Menén-

dez al menos en dos ocasiones en el campo de concentración La Perla. “Entró vestido con traje de montar y se golpeaba permanentemente la bota con la fusta. Nos interrogó a diez de nosotros que nos habían llevado a una oficina. Otra vez, fue a La Perla y estuvo largo rato hablando con Graciela Doldán”, expresó Suzzara. La testigo se emocionó al recordar a Doldán –dirigente de Montoneros muy respetada por sus compañeros de cautiverio–, quien había pedido a los represores que cuando decidieran fusilarla lo hicieran “de frente y sin venda”, y que hasta su ‘traslado’

EL JUICIO EN LA CALLE · LA CARRERA DE MIGUEL EN RÍO CUARTO

Foto: gentileza H.I.J.O.S. Río Cuarto

Siguiendo los pasos de Miguel Cientos de personas participaron en Rio IV –el 1º de Junio–, de la tercera edición de La Carrera de Miguel, en el marco del 7º aniversario de la Casa de la Memoria. Miguel Sánchez era atleta y poeta. Fue secuestrado en 1978 y continúa desaparecido. La actividad consiste en un recorrido por distintos sitios vinculados con el terrorismo de Estado en la ciudad.

 ‘’. Callizo recordó una imagen surrealista del día de su secuestro: “Llegó a mi casa en un Falcon un grupo disfrazado con vinchas, pelucas, ponchos y crucifijos, y con armas largas. Cuando abrimos, pegaron un salto todos adentro, diciendo: «Somos el Comando Libertadores de América»”, versión cordobesa de la Tripla A. “La actividad en La Perla era del mismo Comando, que cambió de nombre para integrarse a la estructura del (Batallón de Inteligencia del Ejército) 141, con las mismas personas”, explicó la testigo. Por su parte, Suzzara refirió que el propio Vergez –entonces jefe de La Perla–, le confió que allí había miembros del Comando, y se jactaba de los crímenes del grupo paramilitar: “Contaba lo que habían hecho con la familia Pujadas (masacrada el 14 de agosto del 75); los habían metido en un pozo, lo llenaron de dinamita y los hicieron explotar”.

L “C I” Alberto Levi, militante estudiantil comunista en la Facultad de Ciencias Químicas, fue secuestrado dos veces por la dictadura militar que lo mantuvo cautivo en La Ribera y La Perla. Sobre su condición de prisionero ilegal, Levi explicó que "existía la 'Comunidad Informativa' (pertenecía al Tercer Cuerpo de Ejército y estaba coordinada por Menéndez), integrada por los miembros de las fuerzas de seguridad y del clero, vicarios castrenses y gente vinculada a la Iglesia como el Opus Dei, que participaban de esta justicia paralela y evaluaban los legajos de los presos para aplicar condenas al margen de la Justicia".

TESTIGOS • GUILLERMO ROLANDO PUERTA

Un insólito certificado U     UP1       “C  ”  L R. Guillermo Rolando Puerta fue secuestrado el 30 de octubre de 1976, y llevado a La Ribera y luego a La Perla. Mientras sus captores comenzaban a torturarlo, escuchó gritar: “¡No! ¡Él no milita, hace rato que se fue de la organización!”. La voz se refería a la Organización Comunista Poder Obrero (Ocpo), de la que hacía tiempo se había ‘descolgado’ por diferencias internas y por el acoso represivo. En abril del 77, ya en la cárcel de barrio San Martín (UP1), su ex compañero Juan Porta le reveló que quien le había salvado la vida era José Carlos ‘Bocha’ Perucca, otro militante del Ocpo que luego fue asesinado. A Puerta le otorgaron la ‘libertad vigilada’ en octubre del 82. En ese momento, quiso retomar sus estudios de medicina y tuvo la “brillante idea” de justificar su ausencia en la facultad con un certificado de su paso por la UP1: “Era tan loca mi actitud... porque estaban los mili-

Manuel Bomheker

Nicolás Castiglioni

Secuestrada el 1º de septiembre de 1976 en su casa de barrio Parque Atlántica, Liliana Beatriz Callizo fue prisionera de la dictadura de La Perla hasta comienzos del 78, cuando salió en ‘libertad vigilada’, para luego exiliarse en Brasil y España. En su extensa estadía en el campo de concentración, le tocó sufrir en carne propia las torturas y vejámenes, y ser testigo de crímenes atroces. Así relató que Ernesto Barreiro la obligó a presenciar los tormentos que causaron la muerte de Herminia Falik de Vergara, en los que también participaron Héctor Vergez, Luis Manzanelli y José Hugo Herrera: “Estaba atada a una cama metálica y le arrojaban agua, le pegaban y su cuerpo se elevaba... y las chispas. Ellos estaban mojados, sudados, fuera de sí”. Herminia suplicaba “con mis hijos no”, hasta que sus victimarios dijeron: "¡Vamos, se hace tarde para el brindis!”. Era el 24 de diciembre del 76. También recordó cómo Vergez se vanagloriaba del asesinato de Alicia De Cicco, joven militante del PRT-ERP. “Tan hermosa que era, tan linda mujer... La fue de dura, no quiso hablar y me miraba con ojos de odio. Yo mismo la ahorqué con mis propias manos hasta matarla”, le decía Vergez a la testigo y a otros detenidos.

La Sala A de la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba confirmó el procesamiento de  de los imputados en este juicio por su responsabilidad en el destino de otras  víctimas de la última dictadura, que se sumarán a los casos que ya se investigan. Entre ellas, la del gremialista René Salamanca, quien fuera Secretario General de la seccional Córdoba del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) desde  hasta su desaparición. Secuestrado el  de marzo del , es considerado el “primer desaparecido de la larga noche de la dictadura”.

mantuvo su temple y su actitud solidaria. “La Perla no era como eufemísticamente le llamaban: «lugar de reunión de detenidos». Era un campo de exterminio. Nos llevaban para arrancarnos información y matarnos. Ahí se ejerció todo el poder sobre cada uno de nosotros”, explicó Suzzara.

tares todavía. Me entregaron un papel mecanografiado que decía: «El teniente primero no sé cuánto entrega a la UP1 a los siguientes presos provenientes del campo de concentración de La Ribera»”. “No sé si usted lo tiene, doctor –le preguntó Puerta al asombrado fiscal Facundo Trotta–, porque cuando el fiscal Julio Strassera (quien ejerció la acusación en el Juicio a los Comandantes en 1985) se enteró de que yo tenía ese papel, me incluyó en la causa de los Comandantes”.


EL JUICIO POR DENTRO

El diario del Juicio La Perla| 10 al 23 de junio de 2013

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INSPECCIONES OCULARES • LOS JUECES DEL TOF1 Y LAS PARTES VISITARON LOS CAMPOS DE LA PERLA Y LA RIBERA ACOMPAÑADOS POR GUÍAS Y TESTIGOS

La huella de los crímenes de lesa humanidad en el lugar de los hechos L         III C  E   T  “    ”. A,       –   –        “  ”,  “       ”.

 “  ”. El 29 de mayo, el director del Espacio para la Memoria “La Perla”, Emiliano Fessia, guió a la comitiva por las oficinas de ingreso, la ‘cuadra’, la sala de torturas y el taller. “Es central que las partes puedan ubicarse en el lugar. Eso ancla cabalmente el relato y les permitirá a los jueces tener una mejor visión de esta maquinaria de la muerte”, consideró Fessia. Luego se realizó otra recorrida con las testigos Liliana Callizo y Cecilia Suzzara, dos de las ex prisioneras que más tiempo permanecieron en el campo de concentración. Con un acopio de memoria y de temple, las sobrevivientes volvieron a transitar los espacios de su calvario. “Recuerdo que tenía 54 pasos de largo”, dijo Suzzara al ingresar a la cuadra,

   Un emocionado Raúl Acosta recordó al prisionero César Soria que “estaba muriéndose” y a quien sus cuidados no pudieron salvar. En cambio, a Ana Mohaded sí pudo aliviarle las heridas de la tortura. Lo atestigua la foto, expuesta en una sala, de una joven y saludable Ana, tomada durante la visita de la Conadep en . Nicolás Castiglioni

Los miembros del Tribunal Oral Federal N° 1 (TOF1) encabezaron sendas inspecciones en los ex campos de concentración y exterminio de La Perla y La Ribera. Acompañados por las partes y por testigos sobrevivientes, recorrieron los distintos espacios en los que permanecieron cautivas y fueron torturadas y asesinadas las víctimas de esta causa. El presidente del TOF1, Jaime Díaz Gavier, destacó que el procedimiento “tiene una importancia mayúscula, para que el tribunal pueda ver el ámbito físico donde supuestamente han ocurrido los hechos que están siendo juzgados” y poder valorar “la certeza de los testimonios”.

La ‘cuadra’. Miembros del tribunal preceden al director del Espacio para la Memoria “La Perla” Emiliano Fessia, mientras atraviesan el ex CCD.

donde los prisioneros permanecían tirados en colchonetas. Allí Callizo describió el particular sistema de rotación: a medida que los cautivos eran desplazados hacia el fondo, “se aproximaba su traslado”, por lo general, hacia el fusilamiento y en algunos pocos casos al ‘blanqueo’. “En 1976, en la cuadra llegó a haber hasta cuatro hileras de colchonetas y 200 personas al mismo tiempo”, indicó. Al salir, los jueces invitaron a Suzzara a contar los pasos, que resultaron ser sólo dos menos de los que ella recordaba. Con similar precisión, describieron en la sala de torturas la ubicación del camastro de hie-

rro, la picana y el tacho donde practicaban los ‘submarinos’. El nutrido grupo de jueces, fiscales, defensores, secretarios y periodistas que seguía a las ex prisioneras se quedó varios segundos en silencio cuando Callizo recordó la cínica frase con que uno de los represores se refirió a los cautivos en la cuadra: “Mirá, si hasta parecen humanos”. E  ‘’. El ex campo de La Ribera, que sucesivamente fue cárcel militar, centro clandestino de detención durante el terrorismo de Estado, escuela primaria y secundaria tras la vuelta a la democracia y, en la actualidad, espacio de memoria,

ARQUEOLOGÍA PARA LA JUSTICIA · JAIME DÍAZ GAVIER, PRESIDENTE DEL TOF1

Puerta abierta a un futuro mejor “El edificio fue alterado enormemente, con una gran imprudencia. Porque al haber funcionado aquí un reconocido centro de detención y de torturas, según los testimonios, no era lo más apropiado convertirlo en una escuela”, cuestionó el juez Jaime Díaz Gavier, al concluir la inspección ocular en La Ribera. No obstante, debió luego resaltar que el testigo que acompañó a los jueces del tribunal al lugar de los hechos, reconoció los espacios con “mucha precisión”. “Tiene una enorme significación que (los miembros de) un tribunal de justicia y dentro de

un Estado de derecho estemos recorriendo estos lugares y con testigos todavía, gracias a Dios, vivos y lúcidos. Ello servirá para dictar la sentencia, que será condenatoria o absolutoria según las pruebas”, afirmó Díaz Gavier. El juez se detuvo a examinar una puerta recuperada después de que se desguazó parte del lugar. “No hay posibilidad de paz y de empezar a mirar hacia adelante, si no es sobre la base de la justicia y la memoria. Es la única forma en que la sociedad argentina podrá superar esta época dramática y mirar hacia un futuro mejor”, sentenció el presidente del TOF.

fue el escenario de una similar inspección el pasado 4 de junio. Su director, Mario Paredes, informó que desde el 10 de diciembre de 1975 hasta el 24 de marzo de 1976, el sitio frente al Cementerio San Vicente “funcionó como centro clandestino de detención y fue el segundo en el país después del de Famaillá (Tucumán). Ese es su período más oscuro porque prácticamente no hay sobrevivientes”. “Después del golpe, pasó a ser un centro derivador de prisioneros, hacia la cárcel o hacia La Perla”. El recorrido incluyó las oficinas donde se realizaba el primer interrogatorio, la contigua sala de torturas, las respectivas ‘cuadras’ para mujeres

y varones, el patio donde comían los prisioneros –y donde luego jugarían miles de escolares– y las celdas de castigo. “Hay muchos cambios”, dijo el testigo Raúl Orlando Acosta, médico y militante de la Intergremial Hospitalaria, que fue apresado en Cosquín en mayo de 1976 y estuvo cautivo en La Ribera. Sin embargo, se esforzó por reconocer, bajo las reformas, el antiguo edificio donde por ser médico fue asignado a un rol que le permitía quitarse el vendaje. “A mí me tenían para servir la comida y atender a los compañeros que tenían conjuntivitis o alguna lesión. Era tratar de curar a un compañero con nada, a veces con pasto”, narró. “Volver acá es horrible, pero obviamente que vale la pena. Hay que seguir con esta historia para saber la verdad, porque el fascismo no se corta de golpe”, declaró finalmente Acosta, al salir del lugar.

TESTIMONIOS • ANDRÉS REMONDEGUI, SOBREVIVIENTE

Volver a creer en la Justicia Además de su calvario en La Perla, Andrés Remondegui narró las peripecias de los sobrevivientes, presionados por el mismo Poder Judicial de la democracia. “No sé si se les fue de las manos (a los represores), pero siempre vieron al sobreviviente como un potencial denunciante”, reflexionó. Con ese compromiso, al recuperar la libertad “en plena dictadura”, elaboró –con su esposa María Victoria Roca y otra pareja de sobrevivientes– un informe “para echar un poco de luz sobre el campo de con-

centración”. Ya en democracia, la Justicia los defraudó: “El juez federal (Gustavo) Becerra Ferrer nos decía: «Cuidado con lo que declaran». Era tan manifiesto que lo que decíamos les llegaba inmediatamente (a sus ex victimarios), que en una citación no concurrimos”. “Nos cerramos a todo. Nos propusimos olvidar y cargar nuestra cruz”, rememoró. Sin embargo, “desde  volvimos a tener esperanza y respondimos al llamado de la Justicia. Esperemos que esta sea una justicia renovada y no se vuelva atrás”.


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INFORME ESPECIA

10 al 23 de junio de 2013 | Será Justicia

EL JUICIO, DÍA X DÍA DÍA 44 - MARTES 28/05

La barba de Vergez

El territorio recobrado por la democracia V        ,       L P    . P    ,                . Sebastián Puechagut

Durante la extensa declaración de Liliana Callizo, Héctor Vergez se levanta en tres ocasiones a pasarle papelitos a su abogada Natalia Bazán. Luego, la letrada pregunta si Vergez tenía barba al momento de los hechos. La testigo responde que lo recuerda “con y sin barba”. Bazán insiste: “¿De qué tipo era la barba?”. Finalmente, Liliana responde: “Una barba que no le quedaba muy bien”.

CRÓNICA • POR QUÉ EN UN EX CAMPO DE CONCENTRACIÓN PUEDE CELEBRARSE LA VIDA | Por Alexis Oliva

DÍA 45 - MIÉRCOLES 29/05

Fotos ‘tabicadas’ Durante la inspección en La Perla, varias veces se tomó como referencia las fotos tomadas en el sitio por la Conadep en 1984, que están exhibidas en las distintas salas. La queja de un defensor motivó que en la visita a La Ribera las imágenes de la misma serie tuvieran que ser tapadas con papel afiche.

DÍA 46 - JUEVES 30/05

La palabra correcta El fiscal Facundo Trotta pregunta a Andrés Remondegui si los obligaban a trabajar en el campo. “Ahí la opción de decir sí o no, no estaba –responde el testigo– ¡Cuánto del campo nos quedó, en los organismos de derechos humanos y en la justicia! Nosotros mismos hablamos de ‘colaboración’. Y ese era un término del campo. ¿Qué haría una persona en cautiverio, desaparecida, sometida a tortura? ¿Qué posibilidad de decisión podía tener en ese estado? Creo que la palabra correcta era esclavitud”.

DÍA 47 - MARTES 04/06

Tropezón en La Ribera Al ingresar al edificio de La Ribera para la inspección ocular, Carlos Ochoa, juez sustituto del Tribunal Oral Federal Nº1, se tropieza con un inadvertido escalón. “¿Ven? Eso mismo le pasaba a todos los presos políticos que entraban vendados y esposados”, comenta Delia Galará, del área de Investigación del Espacio para la Memoria "Campo La Ribera".

DÍA 48 - MIÉRCOLES 05/06

Rápido y furioso El testigo Guillermo Rolando Puerta afirma que Luciano Benjamín Menéndez “los obligó a todos a torturar y matar. Ese era el famoso pacto de sangre”. Incluso, “a uno de los hijos de (el fallecido dictador Jorge Rafael) Videla también lo obligó a torturar y matar”. De repente, Menéndez, quien seguía la audiencia desde una sala contigua, irrumpe en el recinto para darle una indicación a su abogada y raudamente volver a retirarse.

DÍA 49 - JUEVES 06/06

El sueño de Ana María Ana María Esteban, militante del Partido Socialista de los Trabajadores (PST) en los 70 y prisionera de la dictadura, narró que su madre recurrió al cardenal Raúl Primatesta. “Monseñor averiguó y le dijo a mi madre que yo estaba en La Perla”, reveló. Al finalizar su declaración, la testigo expresó: “Tengo un sueño: que todos los que golpearon las puertas de los cuarteles también sean juzgados”.

Puertas. El ex CCD es hoy un espacio de constantes producciones culturales, como la muestra 37 Puertas La Perla (1976-2013), de la Semana de la Memoria 2013.

Los cuatro jueces, guiados por las testigos y seguidos por el fiscal, defensores, abogados querellantes, militantes de derechos humanos y una veintena más de personas, se adentran en el edificio que fuera patrimonio del terror dictatorial. Hay un inevitable contraste entre el ajetreo del acontecimiento jurídico-mediático y el sentido profundo de lo que allí se intenta descubrir: la inspección ocular en el ex campo de concentración y exterminio de La Perla –hoy espacio para la memoria– no es sólo un acto procesal dentro de un juicio penal. Es mucho más que eso. Liliana Callizo y Cecilia Suzzara, sobrevivientes de aquel horror, comienzan a relatar y describir, y sus palabras tienen un poder evocador mucho más intenso que en la sala de audiencias de Tribunales Federales. Sus voces acercan imágenes, sonidos, dimensiones, sensaciones... Un silencio profundo acompaña la caminata de Cecilia, al contar los 54 pasos con los que recuerda haber cubierto la longitud de la cuadra, el mismo espacio donde Liliana dibuja con un ademán las filas de cuerpos yacientes en jergones de paja. Entonces, si se consigue aislar el rumor de la comitiva y sustraer el presente del rito institucional, la imaginación se despierta y es posible viajar al pasado, para contemplar y escuchar: el coraje de Graciela Doldán, la solidaridad de la enfermera Servanda Santos, el indescriptible dolor de Herminia Falik de Vergara y María Victoria Roca, la templada lucidez de Tomás Di Toffino, la estoica resistencia de Luis Honores, la fresca rebeldía de “los chicos del Belgrano”... Y también a sus victimarios. Cuando la conciencia retorna al presente, el acontecimiento resulta aún más extraño y excepcional: un tribunal de la de-

mocracia argentina está caminando un ex campo de concentración junto con sobrevivientes –todavía sanos y lúcidos– de la última dictadura. Esto –que podría haber sucedido mucho antes– es igualmente un acontecimiento acaso inédito en la historia universal. ¿Cómo fue posible? L, N     J. Aquel mediodía del 24 de marzo de 2007, León Gieco encaró el verso de La Memoria que dice “dignidad de Rodolfo Walsh” y la multitud estalló en una ovación y un bro-

te colectivo de lágrimas que se mezclaron con la lluvia. Un rato antes, el entonces presidente Néstor Kirchner les decía a las Madres, Abuelas, H.I.J.O.S. y Familiares: “Este predio es el signo de la victoria de vuestra lucha. Lo han recuperado para la memoria de nuestro pueblo”. Abajo del palco, la multitud coreaba: “¡La Perla es nuestra, la puta que los parió!”. “Esos que torturaron y mataron allí –continuó Kirchner señalando el edificio–, como ese mayor Barreiro que se escapó del país, a ellos que nos viven amenazando: no les te-

EMILIANO FESSIA • DIRECTOR DEL ESPACIO PARA LA MEMORIA LA PERLA

«El fruto de una tradición de lucha» Hijo de desaparecidos y militante de H.I.J.O.S, Emiliano Fessia, hoy director del Espacio para la Memoria de La Perla, valoró la posibilidad de “aportar, desde el trabajo colectivo en este espacio, a un juicio como este”. “Como tantos otros juicios contra el terrorismo de la dictadura cívico-militar, es un ejemplo de justicia y democracia para el mundo”, destacó. Será Justicia: ¿Qué hizo posible que tengamos estos juicios? Emiliano Fessia: Este pueblo, a pesar de venir de un genocidio, tiene una larga tradición de lucha. Los organismos (de DDHH) se hicieron fuertes porque aprendieron de esa historia de lucha y movimiento, y trajeron lo innovador, con la consigna “memoria, verdad y justicia”. Es sanador y una apuesta a futuro

poder juzgar en nuestros propios tribunales a los asesinos de nuestro pueblo. Son años de lucha inclaudicable y desde  la decisión de un gobierno de escuchar esas luchas y transformarlas en políticas de Estado. SJ: ¿Cómo sigue este camino ahora? EF: El paso lógico es la democratización del Poder Judicial. La dictadura cívico-militar usurpó el Ejecutivo y cerró el Legislativo, pero mantuvo el Poder Judicial, intentando darle visos de legalidad a lo que nunca fue legal. SJ: ¿Hay victimarios que no están en el banquillo de los acusados? EF: La dictadura no se podría haber hecho sin el apoyo de la cúpula eclesial, los empresarios y los grandes medios de comunicación, que la avalaron y se enriquecieron con ella.


AL • LA PERLA HOY

El diario del Juicio La Perla| 10 al 23 de junio de 2013

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Furtivo homenaje

Manuel Bomheker

nemos miedo, y queremos que realmente se pueda profundizar y avanzar rápidamente. Ahora la traba que tenemos es que la Justicia está lenta. Yo les puedo asegurar que empujo y empujo, pero algunos se hacen los distraídos”. Es que ya habían sido anuladas las leyes de la impunidad, pero ese “que no merece ser llamado general” seguía en su casa y para colmo el testigo Julio López –aún hoy desaparecido– había sido secuestrado el 18 de septiembre anterior. Pero al año siguiente llegó el juicio por la causa Brandalisis y hoy Menéndez acumula siete condenas a prisión perpetua. Los acotados procesos mutaron en megacausas en las que, hasta diciembre de 2012, han sido condenados por crímenes de lesa humanidad 378 represores. Desde el 24 de marzo de 2009, el predio del Tercer Cuerpo de Ejército, que fuera sinónimo de terror, se llama Espacio para la Memoria “La Perla”. Allí se ejerce esa tarea y también se sueñan futuros. Como cuando Liliana Felipe –hermana de Ester Felipe, desaparecida en La Perla junto a su marido Luis Mónaco– cantó el tango Ernestina, un inspirado desafío al poder mediático: “Argentina merece de sobra / conocer la verdad de su historia / y mandar el engaño a la mierda / sin pena ni gloria. / Por aquellos que dieron su vida / yo le-

Fiesta por la memoria. León Gieco brindando un recital en La Perla en 2012 al cumplirse los 32 años de democracia.

vanto mi copa de vino / para siempre al gran pueblo argentino / ¡verdad y salud!”. Allí también se ha trocado dolor por alegría. Así lo expresó por estos días el sobreviviente Andrés Remondegui: “En el 2009, pudimos volver en familia con mis hijos a La Perla. Aunque nos resultó en un sentido paralizante, en otro sentido fue muy vivificante ver el trabajo de memoria y concientización que allí se realiza. Y con mucho placer vemos cada 24 de marzo a jóvenes con música inundando el espacio. Nosotros, que tenemos cosas que no superamos y nos impiden disfrutar junto a ellos, hemos llorado con mi esposa viendo por televisión este tamaño cambio, de un

lugar de muerte, a un lugar de vida”. Un símbolo que une el pasado de muerte con el presente de vida, es un pequeño bolso de corderoy sobre el que Juana del Carmen Avendaño bordó en letras de lana: “Mis cositas”. Era un regalo para sus hijos, y el 21 de febrero de 1977, cuando se la llevaban para fusilarla, se lo entregó a Liliana Callizo. El bolso sobrevivió con Liliana, salió en libertad y se exilió con ella en Europa, hasta que 34 años después volvió a La Perla, donde se lo puede ver en una vitrina. Es uno de los conmovedores objetos que forman parte de la muestra ‘(Sobre)vidas’, una artesanía de vida producida en la fábrica de muerte.

EL JUICIO POR DENTRO

INFOGRAMA • LA DISTRIBUCIÓN ESPACIAL DE LA PERLA EN EL TERRORISMO DE ESTADO

Así era La Perla E C C  D, T  E,    E   M   P  D H. La Perla fue uno de los Centros de Detención más grandes del aparato represivo comandado por el Tercer Cuerpo de Ejército. Funcionó durante –e incluso antes– del período comprendido entre marzo de  y principios de . Luego de esa fecha, la tenencia del lugar fue traspasada al Escuadrón de Exploración de Caballería Aerotransportada , también perteneciente al Ejército. Se estima que La Perla llegó a albergar a entre . y . personas detenidas, la mayoría de las cuales aún permanecen desaparecidas. ESPACIO RECUPERADO Al conmemorarse  años del regreso de la democracia, se aprobó a nivel provincial la Ley ., llamada “Ley de la Memoria”. Bajo este reglamento se creó la Comisión y Archivo Provincial de la Memoria, y la preservación de los sitios que funcionaron como Centros Clandestinos de Detención. La Perla fue uno de ellos. En el año , este sitio se abrió públicamente como Espacio para la Memoria y la Promoción de Derechos Humanos. Hoy La Perla funciona como un lugar de reconocimiento histórico, cultural y de lucha social.

Vista satelital de La Perla, donde se aprecia el sector (resaltado) que se representa en el plano de la derecha.

Galpón de automotores Funcionó como depósito de vehículos en desuso y como taller de reparación. Algunos autos eran robados. En este galpón se guardaba el camión que trasladaba a los secuestrados que luego eran fusilados.

Cuando autoridades y trabajadores del espacio La Perla llegaban para recibir a los funcionarios judiciales, testigos y periodistas, observaron que en varios carteles de la colectora que une la autopista con el ex campo de concentración habían pegado carteles en ‘homenaje’ al fallecido ex dictador Jorge Rafael Videla. “El último prócer argentino. El pueblo honesto te recordará por siempre y la Patria te dice gracias”, era el texto que acompañaba una foto del genocida al lado de un crespón negro. Para Emiliano Fessia, la pegatina tuvo “una clara intención intimidatoria, que lejos de tener ese efecto, nos fortalece más y nos indica que estamos en el buen camino de la consolidación de la Justicia y la democracia”.

Sala de torturas

Baños y piletones

Los represores la llamaban “Sala de Terapia Intensiva”. Se torturaba a los detenidos bajo diversos métodos, y se les sacaba información para realizar nuevos secuestros.

Las duchas eran uno de los pocos lugares donde los detenidos podían hablar entre sí y verse las caras, ya que algunos lograban sacarse las vendas. La guardia, en permanente vigilancia, controlaba quién entraba y salía de allí.

Dormitorios

“La cuadra”

En esta área descansaba la guardia militar. También funcionaba como cocina y comedor, y en ella se elaboraban los alimentos de civiles y militares. Este sitio era desconocido por los secuestrados.

Los secuestrados pasaron la mayor parte de su cautiverio en este lugar. Llegaban gravemente heridos, luego de ser torturados con tormentos psíquicos y físicos. Permanecían en ‘la cuadra’ hasta que se les ordenaba su ‘traslado’; generalmente después de ese momento eran asesinados.

Depósito de armas

Sitio entre ‘la cuadra’ y los dormitorios. Para los detenidos era el lugar de llegada y partida del centro de exterminio.

Este se ubicaba en la base del tanque de agua. En esta habitación se depositaban el armamento y las municiones militares.

“Las oficinas”

Infografía: Agostina Parisí y Pablo Gamboa

Oficinas de Gendarmería

Patio de armas

Desde aquí se vigilaba todo el Centro de Detención. A través de una radio, la guardia se comunicaba con la patota que vigilaba y ejecutaba los secuestros. Las oficinas controlaban el interior y el exterior del predio.

Situado en las afueras El Ex Centro Clandestino se encuentra sobre la Ruta Nacional nº que une las ciudades de Córdoba y Carlos Paz. A  kilómetros de la ciudad y cercano a la localidad de Malagueño, el edificio es visible desde la ruta. De las . hectáreas que tiene el predio militar, sólo cuatro han sido destinadas para el Espacio de Memoria.

F: -Comisión y Archivo Provincial de la Memoria. -Espacio para la Memoria “La Perla”.

Plano en el que se puede observar el funcionamiento del ex Centro Clandestino de Detención “La Perla”, en los edificios que existían en esa época.

Habitación donde se sistematizaba y almacenaba información extraída mediante torturas a los detenidosdesaparecidos. Aquí figuraba la identidad y permanencia política de cada secuestrado. Los datos se comunicaban a otros destacamentos de seguridad.

E: 1:100 Medidas proporcionales reales

Foto: gentileza Espacio para la Memoria “La Perla”

VIDELA, “EL ÚLTIMO PRÓCER”


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MEMORIAS EN PRESENTE

10 al 23 de junio de 2013 | Será Justicia

INFORME • GUÍA PARA COMPRENDER LOS ALCANCES DE UN PROCESO DE DIMENSIONES INÉDITAS EN CÓRDOBA | Por Victoria Picatto y Agostina Parissí

El arduo recorrido hasta la sentencia Manuel Bomheker

L     ,        . C ,                    . H,          J. Los delitos de lesa humanidad son crímenes que, por su naturaleza, agravian a la humanidad en su conjunto. Quienes cometen estos crímenes son los Estados, o grupos con la capacidad de ejercer un dominio y ejecución análoga a estos. Son imprescriptibles debido a su naturaleza y gravedad. Presuponen un insulto al concepto mismo de ‘humanidad’. En 2005, La Corte Suprema de Justicia de la Nación decidió declarar sin efecto “las leyes 23.492 (Ley de Punto Final) y 23.521 (Ley de Obediencia Debida) y a cualquier acto fundado en ellas que pueda oponerse al avance de los procesos que se instruyan (...) por temas de lesa humanidad cometidos en el territorio" nacional. La anulación retrotrajo la situación legal a la existente en 1986, cuando se aprobó la primera de las leyes anuladas. Estas leyes habían sido derogadas en 1998, pero la figura de “derogación” no tiene validez para hechos ya ocurridos, por lo que la anulación reactivó el proceso de investigación y enjuiciamiento. Desde entonces, este es el quinto proceso oral por delitos de lesa humanidad en Córdoba. 1- L    . Homicidio calificado, privación ilegítima de la libertad, imposición de tormentos agravado, imposición de tormentos seguido de muerte, abuso deshonesto, violación y sustracción de un menor, cometidos entre 1975 y 1978 sobre 417 personas. La mayoría de ellos, en La Perla y en La Ribera.

2- I. Los organismos de DDHH y algunos particulares llevaron adelante una investigación propia, que se suma a las acciones de la institución judicial. En el caso de estas causas, la fiscalía federal de instrucción quedó a cargo de Graciela López de Filoñuk. Las víctimas son representadas por 48 querellas, cada una con procesos de investigación diferentes. 3- I. A partir de las evidencias recolectadas y bajo la sospecha de la acción delictiva, se cita a los acusados a prestar declaración indagatoria. Dentro de los diez días, el juez de instrucción de la causa debe resolver la situación procesal, optando entre las figuras de: procesamiento, sobreseimiento o falta de mérito. El Ministerio Público Fiscal. Interviene como órgano demandante en representanción del Estado durante la etapa de instrucción y como órgano de acusación durante el juicio oral. Actualmente, esta función recae en el fiscal Carlos Facundo Trotta. 4- J   . Cuando el juez considera completa la instrucción, la causa se remite a la querella para su evaluación. Si la estiman completa, corresponde sobreseer o elevar a juicio. En caso de que se decida el juicio, se informa a la parte defensora. Las actuaciones de este juicio recaen sobre el Juzgado Federal N° 3. 5- E T. El Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 se encarga de valorar

las pruebas y dictar sentencia. Está presidido por Jaime Díaz Gavier, secundado por los jueces Julián Falcucci, José Camilo Quiroga Uriburu y Carlos Ochoa. El secretario del TOF1 es Pablo Bustos Fierro. 6- E . Se prevé la citación de 983 testigos, que brindan testimonio en la concurrida sala de audiencias. Cuando el presidente del tribunal lo considera oportuno, el fiscal, las querellas y los defensores pueden formular preguntas a los testigos, peritos e intérpretes. Asistentes. Todo mayor de 18 años de edad con documentación que acredite su identidad tiene derecho de asistir a las audiencias de un juicio oral. Imputados. Siempre que aludan a su defensa, los imputados pueden hacer las declaraciones que consideren oportunas, incluso consultar a sus defensores durante la audiencia. Generalmente, la estrategia de la defensa centra su maniobra en dilatar y trabar los procesos a partir de herramien-

tas legales que el código penal les brinda, impugnando tanto actuaciones como partes actuantes en el proceso. La defensa. Los 41 imputados del juicio La Perla son defendidos por abogados públicos que ejercen de oficio –con los que el Estado garantiza el legítimo derecho de defensa de los imputados–, y por abogados particulares que son contratados de manera personal por los acusados. 7- S. Al finalizar los testimonios, defensas, querellas y fiscales presentan sus alegatos al tribunal, que debe reconocer la razón de alguna de las partes. La sentencia queda firme luego de vencidos los plazos para interponer recursos en su contra o una vez resueltos los mismos. Fuentes: • Oficina de Prensa de la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba. • Área de Legales, Investigación y Comunicación de H.I.J.O.S y Familiares.

EL JUICIO EN LA CALLE • YA LLEGA EL TERCER ENCUENTRO DEL CICLO ‘HABITAR EL GRITO’

Poesía, ese refugio necesario ‘H  ’          . U       . Gritamos desde el momento de nacer. Quizás es la forma más carnal que tenemos para expresarnos. Los testimonios de los Ex Centros Clandestinos de Exterminio están llenos de gritos, todos dolorosos. alizada el 29 de abril de 1976 en el Regimiento de Infantería Aerotransportada de La Calera, provincia de Córdoba. En este episodio ardieron libros de autores como Marcel Proust, Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Pablo Neruda, Osvaldo Bayer, Eduardo Galeano, entre otros tantos más. La propuesta de este espacio,

surgida en el año 2012, significó oponerse a esa destrucción, buscando crear y recrear a través de la reconstrucción colectiva de la cultura y la memoria. El primer ciclo tuvo como eje la reflexión y producción poéticas. Cada encuentro fue organizado en dos instancias con características diferentes: un espacio de taller de producción poética, y otro momento de formación y difusión con el formato de charla y ronda de lecturas. En ambas ocasiones, fueron convocados jóvenes relacionados a la producción poética en diferentes ámbitos culturales de Córdoba. Como resultado de este trabajo, en marzo pasado se presentó el libro Habitar el grito, que reúne las poesías producidas y compartidas en los talleres.

Palabras como arma. Fragmento de “Terquedad es virtud”, de Marcio Olmedo Villalobo ().

Obra de Fabio Egea, gentileza Habitar el grito

El tercer ciclo que propone Habitar el grito será el sábado 16 de junio a las 16:00 hs en el Espacio para la Memoria ‘La Perla’. Se trata del fruto de un trabajo conjunto de este espacio con el Programa Derecho a la Cultura de la Secretaría de Extensión de la UNC y el grupo de poetas de Córdoba ‘Pan Comido’. La temática del ciclo será la ‘Poesía en Córdoba’, con la participación de Francisco Colombo y lecturas de Marcelo Dughetti y Emanuel Rodríguez. La invitación de Habitar el grito apunta a abordar la memoria y el terrorismo de Estado a través del arte. Entre los objetivos se propone la posibilidad de llenar esos ‘ruidos’ con nuevas voces. La idea inicial del ciclo surgió en el marco de la rememoración de la funesta quema de libros re-

La garganta que canta la verdad cuando todavía no es verdad que la madura en su voz el tiempo que los tiempos le pongan que exige mandar a quemar al silencio, que manda a hablar que da voz al silencio, a los silenciados y también a los silenciadores, cría alimento para los buenos.


EN PROFUNDIDAD

El diario del Juicio La Perla| 10 al 23 de junio de 2013

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EL JUICIO EN LA CALLE • ‘ENCUENTRO CON DIANA Y SEBASTIÁN’ EN LA UNC | Por Miguel Magnasco

Encuentro y despedida E  31             S L  D T. T      .

Diana y Sebastián estudiaron en la Escuela de Artes. Dejaron obras escritas: “Esperanza de vivir de construir un mundo de vitorear la revolución de caminar, simplemente uno, en todos los demás.”

Victoria Degenaro

Un joven –veintipico de años–, con auriculares y de pie, lee atentamente un panel colgado en la pared de un pasillo de la Facultad de Artes. Ingresa de a poco en el relato de Carolina Llorens sobre la recuperación de los restos de sus padres. Sólo se detiene para quitarse los auriculares: esas palabras merecen una atención cuidada. Desde que empezó a leerlas, ya no puede escuchar otra música que la que dicta el pulso de Carolina. Él no la conoce, tampoco a Sebastián, ni a Diana. Pero afirma mientras su mirada recorre el texto. Quizá piense en la valentía necesaria para asumir el destino que allí se narra y permitir que, a través de la historia propia, otros –como él– entiendan que el presente tiene mucho de pasado. El 9 de diciembre del 75 fuerzas paramilitares secuestraron a Sebastián Llorens y Diana Triay. Permanecieron desaparecidos hasta el 8 de marzo de este año, cuando el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) anunció oficialmente a sus familiares la aparición de sus restos. Ambos eran artistas y militaban en el Partido Revoluciona-

A

rio de los Trabajadores (PRT). Fueron asesinados tres días después del secuestro, en la localidad bonaerense de Esteban Echeverría. El reencuentro con los suyos y una despedida postergada por más de 37 años, fueron el motivo de reunión. Centenares de personas se acercaron a la ceremonia en la Plaza de la Memoria de la Facultad de Filosofía y Humanidades, y más tarde a la muestra “Encuentro con Diana y Sebastián: vidas plasmadas en sus expresiones artísticas”, desplegada en el Centro de

Este ejemplar contó con el aporte solidario de las siguientes organizaciones:

· Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC) · Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) · Asociación Gremial de Empleados del Poder Judicial de la Provincia de Córdoba (AGEP) · Sindicato Luz y Fuerza - Córdoba · Unión Obrera Gráfica Cordobesa (UOGC) · Cooperativa Integral de Provisión de Servicios Públicos, Vivienda y Consumo de Villa Carlos Paz Ltda. (COOPI)

Producción e Investigación en Artes (CePIA) de la Facultad de Artes.

La jornada comenzó con la ceremonia de restitución. En ella hablaron Carolina y Nelly Llorens, madre de Sebastián. También representantes de los organismos de derechos humanos y autoridades de la UNC. “¿Cómo no íbamos a defender la vida, esa belleza que teníamos de hijos, compremetidos con esta bella nación?”, reflexionó Nelly al recordar a la pareja. Seguidamente, se realizaron actuaciones musicales a cargo del ensamble Palo y

Mano, y del grupo Rimando Entreversos. Como cierre de la primera parte de la actividad, se plantaron dos ‘árboles de la vida’ en memoria de Diana y Sebastián a un lado de la Plaza. Luego, se dio paso a la muestra. En el recorrido por el CePIA se exhibían distintos tipos de intervenciones. Había una sala especial con fotografías y cartas, y la posibilidad para familiares y amigos de despedirse de los restos de los homeajeados. Allí estaba, también, el joven veinteañero, que ahora retira la vista del panel. Está conmovido. No le interesa ocultarlo. Su expresión perdida lo desnuda: cualquier esfuerzo por dimensionar los tiempos que corren, queda corto. Detrás suyo unos niños juegan y rien pícaros. Él ríe con ellos, como agradeciendo el encuentro, y se retira.


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CONTRATAPA

10 al 23 de junio de 2013 | Será Justicia

Por Ana Mariani

Periodista cordobesa. Coautora, junto a Alejo Gómez Jacobo, del libro La Perla. Historia y testimonios de un campo de concentración

La Perla: una mancha eterna quienes destrozaron a Herminia. DESTRUIR Y DENIGRAR

“La tortura es el vaciamiento de la persona, es la despersonalización. No sos más un sujeto, y eso se construye en todos los actos, no sólo en los golpes, no sólo en la tortura. Uno queda seco por dentro y por

bas en ese pequeñito mundo, a pesar de estar totalmente obturado por los demás. Hasta estaba vedada la posibilidad de la reflexión y la posibilidad de pensarte con vos mismo, porque en cualquier momento se acercaban y te tiraban los perros encima, te golpeaban”, relató Mohaded. Pero aquel pasado de horror y muerte,

Francisco Ferreyra

Han pasado muchos días desde aquel 4 de diciembre de 2012, primer día del juicio, en el que me dirigía por avenida Hipólito Yrigoyen hacia los Tribunales Federales. Al final de la avenida, en la Plaza España, como cada año, se podía observar el armazón de lo que pronto se llenaría de luces por las noches y se convertiría en un inmenso árbol de Navidad. Al verlo, no pude dejar de recordar las palabras que una vez nos relató Liliana Callizo: “Fue una noche de pan dulce… Su cuerpo lacerado se arqueaba en lo alto, mientras sus brazos y pies permanecían atados. Combinaban picana, con golpes de garrote y fustazos, además de los baldazos de agua para que la electricidad corriera como un rayo por el cuerpo. Las chispas volaban por ‘la margarita’, mientras la mujer gritaba: «¡Con mis hijos no, con mis hijos no!». ¿Qué pasó después? Agonizó con su cuerpo invadido por las moscas. La encontró un guardia a la mañana siguiente”. ¡Una Navidad más! ¡Una muerte más! Atada a la cama de tortura, delirando, destrozada, moría Herminia Falik de Vergara. Ella y tantas otras personas agonizaban en la oscuridad de la cuadra o en la sala de tortura; solos, y apenas a 12 kilómetros de la capital de la provincia. Mientras, la ciudad festejaba. Este hecho en sí mismo simboliza lo que era La Perla en ese momento: una maquinaria de muerte y tortura. A partir de aquel 4 de diciembre hemos asistido en cada audiencia a testimonios desgarradores, atroces. Como el de María Silvia Vergara Falik –de 36 años– que en el momento en que secuestraron a su mamá y a su papá tenía tan sólo un año. “Yo necesitaba tener padres, y no los tuve. Por eso, hoy quiero ser la voz de los que no podemos superar el dolor, la voz de todos lo que hoy no tienen voz. Mi hermana no pudo venir, atravesada por el dolor. Hoy también soy la voz de mis hijos”. María Silvia es la hija de aquella mujer que asesinaron en una Navidad y que tuvo la fortaleza de declarar teniendo a sus espaldas a

fuera, sobre todo después de la picana”, escuchamos decir a Ana Mohaded. Ella también recordó, desde su silla de testigo, los nombres de muchos compañeros: “Carlos Perucca me dijo que después de la picana no aceptara agua, ya que me iba a morir si la tomaba. Un día, él se cruzó de colchoneta y me dio un pedazo de pan, creo que es el trozo de pan más rico que probé en mi vida. Compartí la mitad con Claudio Soria. Perucca me dijo consternado que a su esposa, Catalina Abad, ya la habían matado”. “La Perla te obligaba a buscar tu propia reserva y hundirte adentro, aferrarte a lo más lejano y cercano que tuvieras ahí, y aguantar lo que se pudiese. Te preserva-

el no tener siquiera derecho a pensar –por las dudas algún verdugo pudiera ingresar en el pensamiento de los prisioneros–, se transforma hoy en un grito de justicia, en este juicio que va desnudando, día a día, esa maquinaria de muerte para decirnos a todos que lo que sucedió no fue obra de la casualidad. En el juicio La Perla, emergen a la superficie las complicidades de distintos estamentos sociales que contribuyeron a nuestro ingreso en esa negra noche que duró siete años. EL FIN DE LA IMPUNIDAD

Y cómo no recordar la declaración de Sonia Torres, con los detalles de su búsqueda incansable y la certeza del nacimiento

de su nieto en cautiverio. Por mucho tiempo resonará en nosotros su pedido conmovedor que, con voz entrecortada, dirigió a los imputados: “A los señores que van a ser juzgados les pido que en un acto de terrible humanidad nos digan a qué familias entregaron a nuestros nietos y dónde están los huesitos de nuestros hijos”. Es imprescindible decirlo. Todos los testigos –sobrevivientes, familiares, amigos– unificaron un pedido: saber dónde están los restos de los desaparecidos. Este juicio viene a saldar deudas en una conjunción de pasado y presente. Para que esto ocurra, están quienes sobrevivieron y pueden dar cuenta de lo que fue el submundo del campo de concentración. La impunidad con la que contaron los represores no les resultó ser eterna como pensaban. No son dioses como lo creyeron y dijeron tantas veces. Pero sí tienen una ventaja sobre los desaparecidos: hoy pueden estar sentados en el banquillo de los acusados con el derecho que les asiste de someterse a un juicio justo. El juicio que se está realizando en Córdoba nos dice que ya no hay más tiempo. Ya no hay posibilidad de un paso atrás, aunque algunos quieran reconciliación, como si se pudiera borrar el pasado y perdonar lo imperdonable. Cuando este juicio llegue a su fin, la sentencia del tribunal será el corolario de un pasado atroz, sombrío, que servirá para mirar hacia adelante. Porque aquel pacto que se juraron los secuestrados, hoy es una realidad: “El que sale con vida tiene la obligación de contarlo”. Son ellos los que durante el tiempo que dure el juicio sentirán la obligación de detallar en qué consistió la oscuridad del campo de exterminio, de dar los nombres de las personas que subían al camión de la muerte, de revelar quiénes fueron los que los torturaron, a ellos y a quienes ya no tienen voz. Y aunque los represores quieran desacreditarlos, ya nadie les cree. Los sobrevivientes tienen a su cargo la tarea de dar a conocer a la sociedad lo que significa La Perla: una mancha eterna.

24 Consejo Editor: Por Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas de Cba.: Betty Argañaraz, Rosario Rodríguez, María del Carmen Torres, Angel Villanueva. Por Abuelas de Plaza de Mayo filial Córdoba: Lucas Fanchín Dirección General: Sebastián Puechagut • Secretaría de Redacción: Agostina Parisí · Redacción: Alexis Oliva, César Pucheta, Miguel Magnasco • Corrección: Victoria Picatto • Dir. de Arte: Sebastián Puechagut · Diseño: Pablo Gamboa Fotografía: Manuel Bomheker, Nicolás Castiglioni · Ilustración: Francisco Ferreyra · Distribución: Julia Soulier, Ernesto Torres • Colaboraron en este número: Victoria Degenaro, Soledad Soler, Mariana Bringas, Emilio Pihen Administración: Mario Toranzo • Impresión: Comercio y Justicia Editores • Producción gráfica y editorial: Usina Creativa - agencia de comunicación - Tel: (0351) 4271736 - usinacreativa.com.ar - info.usinacreativa@gmail.com

Tirada de esta edición: 30.000 ejemplares de distribución gratuita · ISSN: 1853-8290 · Será Justicia es propiedad de Familiares Córdoba (Personería Jurídica 234-A-1992) Avales y reconocimientos: Beneplácito del Concejo Deliberante de Córdoba (2010) • Declaración de Interés Legislativo por la Legislatura de la provincia de Córdoba (2010) • Declaración de Interés por el Senado de la Nación (2010) • Reconocimiento institucional del Consejo Superior de la Universidad Nacional de Córdoba (2010) • Aval Institucional de la Escuela de Ciencias de la Información (2010 y 2011). Distribución: en red de organizaciones y con los siguientes diarios y periódicos: Tribuna (Bell Ville), Sumario (Alta Gracia), Energía Positiva (Sindicato Regional de Luz y Fuerza), Megáfono (Rio Cuarto), El Despertador (Jesús María), El Ciudadano (Villa Dolores), La Mañana (Córdoba), Comercio y Justicia (Córdoba)

Santa Fe 11, Bº Alberdi Córdoba, Argentina Tel: (0351) 425 6502 famdesapcba@yahoo.com.ar abuelascordoba@gmail.com


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