Será Justicia Nº 44

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EL DIARIO DE LOS JUICIOS EN CÓRDOBA INFORME ESPECIAL

PUBLICACIÓN INDEPENDIENTE · DISTRIBUCIÓN GRATUITA

A VI · N$ 44 · D 2014

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Dos años de juicio: El vínculo entre los procesos de justicia y la movilización social

Páginas  y  · P C P

C “Salir, ver a mi familia, a mi hermanito, y volver a La Perla. Empecé a asfixiarme, me faltaba el aire, no podía respirar, literal y simbólicamente”. P A B I · Página 

Mercedes Ferreyra

Memorias de La Perla

UNA TESTIGO APORTÓ A LA JUSTICIA UNA LISTA CON CUARENTA NOMBRES

Mercedes Ferreyra

La reconstrucción documentada ANA BEATRIZ ILIOVICH BRINDÓ UN RELATO PORMENORIZADO DE SU CAUTIVERIO EN LA PERLA. ALLÍ LOGRÓ REGISTRAR EN SU MEMORIA Y LUEGO EN UN CUADERNO, CUARENTA NOMBRES QUE RECONOCIÓ DURANTE SU SECUESTRO. ENTRE ESE NÚMERO, FIGURAN VÍCTIMAS DEL JUICIO Y ALGUNOS DE LOS IMPUTADOS SENTADOS AL BANQUILLO. UN DOCUMENTO CLAVE. Lista de suboficiales. Figuran, entre otros, Carlos Alberto Vega, ‘Palito’ Romero y Orestes Padován.

EDITORIAL

116 razones para seguir festejando Un nuevo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Es motivo de celebración, sobre todo si podemos hacer un balance positivo de nuestra trayectoria como organización que lucha por esos derechos. El transcurso de los juicios traza un devenir identitario en este último año para la sociedad cordobesa y el país. Los testimonios que día a día se escuchan en tribunales van marcando el ADN de la represión, del plan sistemático y la inevitable certeza del horror vivido en los centros clandestinos de detención. Como en un rompecabezas, se hilvanan las palabras de quienes sobrevivieron y guardaron en su memoria, a la espera de este momento, los

más mínimos detalles, papeles y recuerdos. Todo este transcurrir de la justicia no hubiera sido posible sin estos testimonios. Y a la vez, atravesando las paredes de esa sala de audiencias donde se sostiene el llanto y se comparten los suspiros, hay un ‘afuera’. Una sociedad que ya legitimó nuestra trayectoria y acompañó nuestra lucha. Como corolario de tantos triunfos esta Democracia nos regala un nuevo nieto, el número 116. Se trata de un joven que nace con su identidad 37 años apropiada, esto nos recuerda todas las ausencias y nos empuja a seguir buscando. En este ‘afuera’ también hay una sociedad que está siendo golpeada por un gobernador que lejos de escuchar el pulso

de la democracia, profundiza un modelo represivo y económico que somete a los cordobeses. Todos quedamos atados, a merced de la violencia institucional que es marca registrada de las fuerzas de seguridad provinciales. Pero este pueblo ya reconoce la ilegalidad del Código de Faltas, festeja los derechos conquistados, reconoce los trabajos del EAAF en La Perla, se emociona ante la restitución de restos óseos de desaparecidos, acompaña la asunción de un juez que fue víctima del terrorismo de Estado. Y como la vida misma, las sociedades transitan por estas tensiones. Su resolución será una nueva tensión. De nosotros depende dar saltos hacia adelante después de cada una.


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EL JUICIO POR DENTRO

Diciembre de 2014 | Será Justicia

VÍCTIMAS DE TODOS LOS TIEMPOS • LA PERSECUCIÓN IDEOLÓGICA DE LA FAMILIA ASSADOURIÁN

El estigma de la persecución invade el árbol genealógico de los Assadourián. La historia resiste los ciclos y las linealidades a fuerza de memoria, pero algunos destinos suelen ser similares, como una suerte de actualización de los desencantos sociales. El único recurso de los pueblos es dejar en el ámbito público un registro de esos desencuentros, relatos en primera persona que den cuenta de abusos que nuestras democracias no pueden tolerar. En esa trama se inscribe el testimonio de María Sonia, una entre los diez hijos de la familia Assadourián. A los 72 años, la testi-

go relató la tragedia que rodea a los suyos, que tiene un punto en común a pesar de los lapsos de tiempo que separan cada hecho: el político. La persecución a su apellido se repite con eje en el exterminio de formas de pensamiento y acción que rompían con la desigualdad, lo injusto, con los privilegios para las minorías. L “ ”. Así llamaban despectivamente a los Assadourián en Córdoba. El padre de María Sonia, un trabajador ferroviario, había llegado a estas tierras luego de atravesar el genocidio armenio, en el cual sufrió las dolorosas pérdidas de sus padres, hermanos, tíos y tantos otros seres queridos. Con esa pesada mochila, arribó a La Docta, donde pondría una herrería como medio de subsistencia económica para la familia. Sin embargo, aquí, lejos de encontrar calma, los Assadourián serían

TESTIMONIOS I · SILVIA ESTHER ACOSTA

“Son los ojos de ella” Silvia Esther Acosta fue citada a declarar por la querella de Abuelas de Plaza de Mayo Córdoba. La testigo ofreció un dato trascendental para la causa que investiga la apropiación del nieto de Sonia Torres, presidenta de Abuelas y madre de Silvina Parodi, desaparecida desde . El  de junio de ese año, Silvia Acosta había sido internada en la Maternidad Provincial de la ciudad para dar a luz, ya que su embarazo estaba en fecha límite. “Me mandaron a caminar por los pasillos para acelerar el trabajo de parto. En una habitación había alguien esposada a la cama, con una policía en la

puerta”, afirmó. Esa mujer embarazada podría ser Silvina Parodi. Acosta recordó que el  de junio, cuando se encontraba en la sala de preparto, “ingresaron a una chica esposada, con el pelo mal cortado”. “En un momento se saca la bata y se le veía el cuerpo muy marcado. Trajeron un biombo e hicieron una barrera humana. La chica tenía dolores e insistía con que no lo quería tener. En medio de los gritos, sentí el quejido de un bebé. Luego se llevaron a los dos”, explicó. “Fueron pocos minutos, pero de su mirada no me puedo olvidar”, recordó la testigo.

TESTIMONIOS II · ALBERTO RAÚL GENOUD

Trabajadores del Azúcar Alberto Raúl Genoud fue secuestrado junto a otros compañeros el  de agosto de  en Tucumán, luego de un allanamiento a la Federación de Obreros y Trabajadores de la Industria del Azúcar. “La intervención de la organización sindical había motivado una huelga general por tiempo indeterminado por parte de los trabajadores. El conflicto se prolongó durante varias semanas, y en ese marco fui detenido junto a seis personas más”, explicó Genoud. El testigo, que declaró en el juicio La Perla - La Ribera por videoconferencia desde Buenos Aires, comentó que a partir de ese momento quedó a disposición de la Policía de Tucumán, donde fue salvajemente torturado y golpeado, junto a sus otros compañeros.

Genoud atravesó una experiencia compleja, ya que su estado de privación de la libertad duró desde  hasta , momento en el que aún se encontraba bajo libertad condicional. “Luego de Tucumán, fuimos trasladados a Coordinación Federal, en Buenos Aires, y luego a Devoto. Cuando se decretó Estado de sitio, nos llevaron a Rawson (Chubut), hasta  que nos llevaron de nuevo a Buenos Aires”. En , luego de idas y venidas por distintas cárceles, Genoud –que a lo largo de su testimonio dio declaraciones de alto valor documental, escritas por sus compañeros y presentadas a la Comisión de Familiares de Presos Políticos– fue trasladado a Córdoba, donde lo esperaban dos destinos más: La Perla y Campo La Ribera.

permanentemente avasallados por sus ideas. Desde el Cordobazo en adelante, se sucederían con cierta renuencia las detenciones, los allanamientos, los robos. Según relató la testigo, antes del Golpe, sus hermanos ya habían sido apresados en varias oportunidades, y en dos ocasiones, las fuerzas de seguridad habían entrado a su casa y secuestrado documentación familiar y 15 cajas de libros. L    . Desde una casa de barrio Villa El Libertador, el 24 de marzo de 1976, los militares se llevaron a Amanda Lidia Assadourián, que estaba embarazada. Un mes más tarde, harían lo propio con Rosa Estela. Luego de la primera desaparición, Rosa pasó a la clandestinidad y dejó de concurrir a la casa de sus padres. Intuía que la cacería humana la tenía como presa, y no se equivocaba. “La habían ido a buscar a la librería de la calle Deán Funes (donde trabajaba). Los militares entraron por una puerta, y ella salió por la otra. A partir de entonces, anduvo de un lado a otro”, afirmó la testigo. Amanda no tenía militancia orgánica, a diferencia de Rosa que lo hacía en el PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores). “Siempre tuve la impresión

María Sonia Assadourián. Junto a su hija en el hall, luego de un arduo testimonio.

L  Durante el secuestro de Rosa Assadourián, que se produjo en el curso de un operativo del Ejército, fue asesinado Eduardo Castelo, un compañero de militancia de la joven en el PRT. de que secuestraron a Amanda para saber el paradero de Rosa”, completó Sonia. Luego, lo atroz: “La tuvieron en La Perla. La torturaron muchísimo. Nos avisaron que el cadáver estaba en la morgue. Mi papá fue a reconocerla. No tenía ojos, le habían arranca-

do la nariz y no tenía boca...”. Distintos testimonios afirman que ambas hermanas fueron vistas en La Perla. E ,  . Luego del secuestro de Amanda, los militares se dirigieron a la casa de la familia Assadourián. Al no hallar a nadie, se llevaron prácticamente todos los bienes de valor que se encontraban en la propiedad: dinero, ropa, mercadería de una boutique, e incluso todos los documentos que daban cuenta de la búsqueda desesperada por conocer el paradero de Amanda (denuncias, hábeas corpus y otros trámites iniciados ante la justicia).

UNA CIUDAD CASTIGADA POR EL GENOCIDIO • EL ÚLTIMO DESAPARECIDO EN CRUZ DEL EJE

La larga lista de Cruz del Eje Perla, pero hasta el día de Era la prenda de cambio. hoy continúa desaparecido. Daniel Síntora se presentó “Supimos que lo mataron a espontáneamente ante el los 15 días, se ensañaron Tercer Cuerpo de Ejército, con él. Pero la familia lo es“auspiciado” por el cardetuvo buscando por dos o nal Raúl Primatesta y por el tres años”, contó Lesta. Redirigente radical Eduardo cién en 1983, a través de un Angeloz. Lo estaban busllamado telefónico de Ercando, y su pareja María nesto Sábato, se enterarían Hilda Lesta ya estaba detede la peor noticia. nida. Habían llevado a la joSin embargo, la de Daniel ven al Campo La Ribera, no sería la única pérdida donde le preguntaban por que la familia Síntora debela hermana de Daniel y su ría soportar. Su hermana esposo, que habían pasado María Hilda Lesta. Fue compañera de Daniel Síntora. Norma, militante del PRT, a la clandestinidad. Al prefue secuestrada en la prosentarse ante las fuerzas, Daniel quedó detenido y salió a busca de María Hilda para tratar vincia de Buenos Aires con 8 mede recomponer las cosas, pero ses de embarazo. fines de 1977. Los hermanos serían los últiEste episodio ocurrió a sólo ya era tarde: “Eso estaba agotados meses de que se mudaran do”, dijo la testigo. La última vez mos secuestrados de una larga juntos a Cruz del Eje por temor a que Lesta lo vio fue el 5 de febre- lista de personas oriundas de la las persecuciones que ya esta- ro de 1978. Ese día él la intercep- ciudad de Cruz del Eje, ubicada ban padeciendo sus seres queri- tó para pedirle que empezaran al noroeste de Córdoba. Entre dos. Allí, Daniel había empezado de nuevo. Una hora más tarde, ellos, se destacan Miguel ‘Chicaa trabajar en un negocio familiar. los padres de Daniel la fueron a to’ Mozzé de la Juventud PeroA pesar de no militar activamen- ver desesperados, diciendo que nista, José Antonio Apontes (dete en política, los genocidas tam- lo habían secuestrado unos hom- legado de la fábrica Perkins), Pebres en la ruta, donde desapare- dro Ventura Flores Zárate (también fueron detrás de él. La relación entre ambos termi- ció Daniel Síntora y su auto. Di- bién delegado) y Wenseslao Vera nó en ese lapso que Síntora per- versos testimonios afirman que Vázquez (delegado en Obras Samaneció detenido. Al salir, fue en luego de esa fecha fue visto en La nitarias), entre otros. Mercedes Ferreyra

D      T  E  76. E    M S A    :   .

Mercedes Ferreyra

Historia de una familia diezmada


EL JUICIO POR DENTRO

El diario de los Juicios en Córdoba| Año VI · Nº 44

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LA CONVIVENCIA CON EL TERRORISMO DE ESTADO • ANA ILIOVICH MEMORIZÓ Y ESCRIBIÓ LOS NOMBRES QUE ESCUCHÓ DURANTE SU CAUTIVERIO

“El verdadero horror es la cercanía con lo perverso” E   A I           . E             G   . que durante todo su testimonio definió con enorme lucidez los distintos mecanismos perversos del terrorismo de Estado, y la estrecha relación con el funcionamiento diario de los CCD. Surge de su narración un aspecto singular, vinculado a la extensión del secuestro y del hostigamiento psicológico hasta su propia casa en Bell Ville. Una noche de junio del año 1977, la sacaron de La Perla y la llevaron a su casa en dicha localidad. Todo hacía suponer que luego de un año de estar presa entre las veleidades del horror, Ana recuperaba su libertad. Pero no fue así. Aquella fue la primera vez, de un ritual que se repetiría una vez cada 15 días. Durante 48 horas, la dejaban allí, pero luego volvían a buscarla y la llevaban de regreso a La Perla. “Esa mañana fría desperté a Lisandro (su hermano menor), que tenía 6 años y lo llevé a la escuela. Él orgulloso presentándome a su maestra de primer grado como su hermana que volvía de un viaje. Después fui a ver a las viejas de la familia. A mis tíos. Había una zona de irrealidad en toda la escena. ¡Yo paseando por Bell Vi-

“Y la muerte, la omnipresencia de la muerte en mi testimonio constante, ese que aparece cuando no lo convido, que se sienta conmigo a decir lo que no voy a decir en el juicio, porque aunque lo diga, no lo digo, porque nunca alcanza, porque siempre hay más y más y más y más y más”. Las palabras de Ana Iliovich dejan todo en silencio a su paso. La sala de audiencias permanece abrumada por un relato que a la vez, son cientos. Iliovich cuenta sus propios padecimientos como víctima, pero esa lista que habita en un pequeño cuaderno Gloria naranja, la obliga a volver una y otra vez sobre los destinos de mujeres y hombres con los que compartió horas, días, meses, en el infierno de La Perla. I  . Iliovich es psicóloga y fue secuestrada el 15 de mayo de 1976 por una patota integrada por los hoy imputados Héctor Vergés, ‘Nabo’ Barreiro, Manzanelli, Lardone y Acosta. “Todos torturaban. Estaban a cargo Vergés y Barreiro, pero todos maltrataban y se ensañaron conmigo por mi apellido (de origen judío)”, explicó la testigo,

El cuaderno Gloria. Son varias hojas con nombres y apodos, incluso de los militares.

L      “Ahí estaban los nombres. Los nombres que escribí en el cuadennito Gloria. Cuaderno que resistió con esos nombres. Que guardó la memoria que yo no pude”, dijo sentida Ana Iliovich. lle como si fuera libre! Parecía que habían decidido que iba a vivir, pero me volvían a llevar”. E    . Esa práctica se volvió un ritual. Iliovich sabía que cada 15 días estaría en Bell Ville. Allí decidió comenzar a escribir. Diez nombres por cada visita a su ciudad. Debía recordar diez nombres que

EL ENSAÑAMIENTO GENOCIDA• LA VIOLENCIA PARTICULAR HACIA EL GÉNERO FEMENINO

Diana Carboni y Nora Azucena Méndez tuvieron la misma suerte en los años del terrorismo de Estado. Su condición de mujeres fue merecedora de abusos indiscriminados por parte de los genocidas. Carboni fue secuestrada en septiembre del 76 y llevada al D2, donde fue salvajemente torturada, tanto física como psicológicamente. La testigo narró que una noche de intenso frío le practicaron “el submarino” con agua helada. En varias oportunidades hacían simulacros de fusilamiento gatillándole en la cabeza. “(Mientras los realizaban) se reían y burlaban. Llegaron a hacérmelo tres veces en una noche”. Pero no sería lo único. A sus 19 años, Diana tuvo que soportar golpes de palo de manera permanente, largas sesiones de picana,

Mercedes Ferreyra

El abuso contra las mujeres

Unidas. Diana Carboni junto a su familia.

y hasta que ultrajaran su cuerpo. “Me violó alguien que no era el que torturaba. Aún con la venda, se puede ver, pero además se reconoce a la gente por el olor, por los sonidos, por el tacto”, afirmó la testigo. También comentó que quien estaba a cargo de la represión en el D2 era Miguel ‘Gato’ Gómez. Por su parte, Méndez fue se-

cuestrada el 13 de abril de 1976 junto a su pareja, Horacio ‘Cacho’ Álvarez. Ambos fueron trasladados a La Perla. Allí sufrió y escuchó todo tipo de barbaries. Según relató la testigo, en ese CCD comenzaron a interrogarlo a él mientras le pegaban a ella, para que él hablara. A ellos también los torturaron con picana y submarino. Luego de esos primeros interrogatorios, fueron separados. Tres días antes de ser liberada, le pusieron a su marido al frente. “Estaba tan desfigurado que no lo conocí. Me dijo que me iban a liberar”, afirmó dolida Nora Azucena Méndez. Horacio fue asesinado en 1977. Durante su estadía en La Perla, Azucena pudo ver en una oficina un organigrama de la Organización Popular Poder Obrero.

habían pasado por La Perla, para poder dejar sentado en algún lado lo que se estaba viviendo en ese campo del terror. Las listas de donde provenían estaban en las oficinas. Eran una especie de carpetas en las que había nombres. “Había listas desde enero de 1976, cuando La Perla aún no funcionaba como tal”. Tenían nombres, fecha de detención y

organización a la que pertenecían los detenidos. En un pequeño cuaderno Gloria naranja, “como los de la primaria”, Ana comenzó a redactar todo lo que podía. “Me encerraba en la pieza y escribía”. Esas hojas sobrevivieron a los años de plomo, y la acompañaron en su exilio al Perú. Al volver, lo llevó como documento histórico invaluable a la CONADEP. En él, la testigo recuerda a un centenar de personas que tuvieron que vivir lo inimaginable. Refleja a un Tomás Di Toffino portador de una “especial dignidad”, a José Antonio Apontes como un “pan de dios”, a Oscar Liñeira como un “jovencito muy hermoso”, a una Alejandra Jaimovich imposible de olvidar: “Iluminaba todo”. Así mismo, rememora escenas trágicas como la muerte de Herminia Falik la noche de Navidad del 76 en la sala de torturas, o la de Horacio Fernández Zamar a pesar de la asistencia y los esfuerzos de Graciela Geuna; diversos asesinatos a militantes del Partido Comunista; los abusos de todo tipo contra Claudia Husinger. Por último, también fue capaz de reconocer a toda la plana de imputados, quienes –según Iliovich– estaban directamente involucrados en la tortura y exterminio, sin excepción. ‘Gato’ Gómez, ‘Chubi’ López, Gonzalez, Anadón, Herrera y Romero; además de los ya mencionados.

TESTIMONIOS III · ANTONIO FINGER Y CARLOS FINGER

Destino de dos hermanos

Antonio y Carlos Finger prestaron declaración en el juicio La Perla-La Ribera por el secuestro de sus dos hermanos. Luis Mario y Pedro Cipriano, ambos gremialistas, fueron secuestrados en . Primero le tocó a Pedro Cipriano, que trabajaba en Grandes Motores Diesel y era gremialista del SMATA. Fue secuestrado y desaparecido el  de enero de . “Luchaban por una sociedad mejor. Sus convicciones eran solidarias, de estar en el sindicato y resolverle los problemas a los compañeros”, recordó Carlos Finger. Luis Mario, el otro hermano, dirigente sindical de los trabajadores del caucho, fue secuestrado el  de marzo del , junto a Amanda Assadou-

rián y su novio. Días después, apareció su cuerpo junto con noticias periodísticas que anunciaban su fallecimiento en un enfrentamiento en Tucumán. “Simularon un enfrentamiento subversivo”, sentenció su hermano Carlos. Antonio, el otro testigo y hermano, se dirigió a la morgue para retirar el cadáver. Allí el médico le explicó que Luis Finger había sido baleado después de su deceso, y que en su cuerpo eran evidentes los golpes y signos de tortura. “Vi sus marcas, en las manos, en su cuerpo”, expresó. La familia no pudo sepultarlo hasta tres días después, cuando el Tercer Cuerpo les dio permiso para hacerlo.


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DOS AÑOS DEL JUICIO LA PERLA: LOS JUICIOS POR DELITOS

Diciembre de 2014 | Será Justicia

INFORME ESPECIAL • LA SINCRONÍA ENTRE LOS JUICIOS, LOS ORGANISMOS DE DDHH, Y EL ESTADO | Por César Pucheta

Dos años de juicio:

Mercedes Ferreyra

La verdad como construcción colectiva

A     ,   L P-L R            C . U             :         J,  V   M. Hace poco más de dos años, esta historia comenzó su trayecto final en la sala de audiencias del TOF Nº 1. Todos supimos que faltaba un largo trecho por recorrer. Las 716 víctimas, los 53 represores acusados, los equipos de las defensas, las querellas, los jueces, los hechos, los expedientes... Eran los números duros, los primeros que teníamos en nuestras manos y la prueba fehaciente de que llegar al horizonte iba a necesitar, una vez más, del andar. La complejidad del proceso y la cantidad de casos acumulados también anticipaban un juicio –como está sucediendo– que dejaría al descubierto todo el sistema represivo cordobés, y sobre el cual se sentarían las bases de procesos futuros y de avances importantes en investigaciones aledañas. No sólo las que tienen que ver con los hechos ocurridos en los 70, sino también vinculadas a cosas nuestras, mucho más cotidianas, que encuentran aquellas explicaciones que a veces se complican tanto. L ,        . Los juicios –esos que se desarrollan puertas adentro en las salas de audiencias– estuvieron siempre acompañados por un importante número de actos, homenajes, encuentros, cargados de emotividad y alegría que llevaron esas historias –sobre las que se busca arrojar justicia– a algunos de sus puntos originarios.

A las plazas, a las escuelas, a las instituciones públicas, a las calles que en algún momento fueron andadas por quienes ya no están. Sin duda, todas esas expresiones confluyen, como lo hacen habitualmente en la marcha por el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, que este año congregó a unas 40.000 personas. También es necesario destacar que gracias a esa forma de batallar contra las violaciones a los derechos humanos es que, en una sociedad como la cordobesa, las demandas se actualizan de modo permanente. Durante este año, la 8va Marcha de la Gorra fue otra de las manifestaciones que ponen en evidencia que muchas de las prácticas que buscan ser desterradas

del escenario institucional, todavía están latentes. Más de 20 mil personas se movilizaron bajo una jornada lluviosa, donde la alegría se hizo más fuerte, en esta especie de batalla cultural frente a la concepción de “la seguridad” que prevalece en Córdoba desde finales del siglo pasado y que policializa las calles, persigue a los jóvenes, los exhibe como “trofeos” en los tristemente célebres “corralitos” y empodera a las fuerzas de seguridad de modo extremo. Una vez más, esta marcha fue la expresión más fiel contra la violencia institucional que se mantiene intacta y que, sólo en el año 2014, se pone de manifiesto con 8 casos de gatillo fácil que se investigan en la justicia.

LA MARCHA DE LA GORRA: CADA AÑO MÁS MULTITUDINARIA

Más vale gorras embrollando... Desde hace ocho años, la Marcha de la Gorra convoca a miles y miles de jóvenes interpelados con la situación crítica que atraviesa la provincia de Córdoba en materia de seguridad. Organizada por el Colectivo de Jóvenes por Nuestros Derechos, una agrupación juvenil apartidaria, este año la ª Marcha se desplegó con la consigna “Más vale gorras embrollando, que la policía matando”. Además, no escatimó

el reclamo por la derogación del Código de Faltas de Córdoba, y la justicia por las víctimas de gatillo fácil: en lo que va del año, ocho jóvenes fallecieron a causa del abuso del poder policial. Año a año, cada consigna de la marcha desmenuza la compleja trama del accionar de las fuerzas de seguridad, mostrando un escenario cada vez más endurecido para los jóvenes provenientes de los sectores humildes.

M       . Con el pasar de los años y los avances en la construcción de la memoria colectiva, ya nadie discute en Argentina que el sistema que se materializó en marzo de 1976 fue ideado y producido por una alianza entre los sectores más conservadores de la sociedad de aquellos años. El ideario de quienes ocupaban el poder tenía que ver con una concepción de la realidad y una idea de país. Y en pos de ello, arrasaron con lo que ellos creyeron necesario. En ese sentido, la incorporación a la megacausa de la apropiación extorsiva por parte del Ejército de tres empresas del grupo Mackentor significa un avance más que importante para despejar las dudas en torno al accionar planificado de los militares en pos de imponer su país ideal. El grupo estaba integrado por tres empresas: Mackentor, Horcen y Edisa. Al accionar sobre ellas, con la excusa del “financiamiento a la subversión”, los militares se quedaron con 8 mil hectáreas de campo en Santiago del Estero, una finca en San Juan –dedicada a la producción vitivinícola– y una planta de fabricación de caños de alta presión en Córdoba, además de muebles e inmuebles distribuidos en nuestra provincia y en Buenos Aires. Esas intervenciones, que derivaron en reventas de los activos y apropiaciones sobre la apropiación, tuvieron avales, fir-


DE LESA HUMANIDAD Y SU PRODUCCIÓN POLÍTICA Y SOCIAL

S, S   . Cuando el aplauso cerrado invadió el ambiente del salón de actos del Pabellón Argentina de la UNC, todos los presentes volvimos a sentir que estábamos abrazando a Sonia. Que volvíamos a abrazarla como tantas

Jóvenes en movimiento. La Marcha de la Gorra, organización y juventud para reivindicar sus derechos.

veces. Su historia, que se inmortalizaba esta vez en las páginas del libro de Mariana Romito y Griselda Gómez, volvía a conmovernos en la tarea de la búsqueda constante y la lucha permanente. La megacausa La Perla - La Ribera encuentra, entre uno de sus puntos simbólicos más fuertes, el camino más firme hasta el momento para develar qué pasó con Silvina Parodi y su hijo, el nieto de Sonia Torres. Las últimas audiencias, incluso,

“Batallar contra las violaciones a los derechos humanos significa que en una sociedad como la cordobesa, las demandas se actualizan de modo permanente”. arrojaron testimonios que dan cuenta de la presencia de Silvina embarazada en la Maternidad Provincial, lo que instó al tri-

L . Durante estos dos años, la megacausa ha ido avanzando de manera permanente para desenmascarar la trama de la represión en Córdoba, con pruebas que se convierten en certezas día a día. El 21 de octubre, por primera vez, el EAAF confirmó la presencia de restos fósiles humanos a unos pocos kilómetros de La Perla. Otra certeza que avanza sobre las presunciones históricas y aporta datos fundamentales en el camino hacia la verdad que la sociedad reclama, y sobre la que los juicios avanzan, con sus tiempos y sus formas. A la par, los organismos y las instituciones del Estado acompañan ese proceso con pasos certeros que generan saltos de una importancia superlativa en la reconstrucción de un pasado que, pese a los intentos de los hacedores del olvido, dejó sus huellas. Huellas de las que no se borran de la historia ni se esconden en la tierra. Huellas que viven en la memoria, que se reconstruyen y se resignifican de modo constante.

DEMOCRATIZACIÓN DE LA JUSTICIA • ENTREVISTA AL FLAMANTE TITULAR DEL JUZGADO FEDERAL Nº3 | Por Alexis Oliva

Miguel Hugo Vaca Narvaja: “Hay que investigar a los autores intelectuales del terrorismo de Estado”

Foto: Mercedes Ferreyra

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bunal a solicitar la remisión de pruebas documentales para analizar los días en que habría nacido el nieto de esta incansable luchadora. Una historia más de las tantas que confluyen en el trajinar diario de la lucha por memoria, verdad y justicia, pero además, una de esas que –simbólicamente– laten con más fuerza en el inconsciente colectivo de la sociedad cordobesa.

Mercedes Ferreyra

mas y sellos de la parte del Poder Judicial a la que, en aquellos años, los militares solían acudir para enmarcar algunas de sus maniobras. Esa es otra historia, que siempre aparece y que involucra a un número no menor de magistrados y funcionarios judiciales con delitos de lesa humanidad que los juicios ponen sobre la mesa. La reforma del Poder Judicial y la necesidad de avanzar frente a las complicidades de las esferas más altas del terrorismo de Estado son materias de esas que van quedando pendientes. Aunque, por lo menos en algún punto, comienzan a avanzar. El 20 de noviembre pasado, a exactos 39 años del secuestro de su padre, Miguel Hugo Vaca Narvaja asumió como juez federal, siendo el primer magistrado hijo de desaparecidos en esta parte del globo. Los festejos y la importancia de la noticia no sólo tienen que ver con la historia familiar del juez, sino con trayectorias profesionales y concepciones de la Justicia que se ponen en juego, ahora, desde un lugar con mayores expectativas (ver “Hay que investigar a los autores intelectuales del terrorismo de Estado”).

El diario de los Juicios en Córdoba | Año VI · Nº 44

Hace cuatro años, Miguel Hugo Vaca Narvaja, hijo y nieto de víctimas del terrorismo de Estado y sobrino de un ex jefe guerrillero, le contó a su colega y mentora María Elba Martínez que se había animado a presentarse al examen para titular del Juzgado Federal Nº  (JF Nº) de Córdoba. “Vas a ser juez”, vaticinó ella. Por entonces, ambos compartían la querella de la causa Videla y el abogado no tenía demasiada fe en la predicción. La abogada del Serpaj (Servicio de Paz y Justicia, Córdoba) falleció el  de agosto de  y en el libro en su homenaje Vaca Narvaja escribió un texto titulado: La bruja de los tribunales, que acaba de adquirir una justificación extra: el  de noviembre pasado, en la misma fecha en que su padre fue secuestrado en las escalinatas de tribunales federales en , asumió como juez federal Nº , designado por la presidenta Cristina Fernández tras haber aprobado aquel concurso. Días atrás, en su primera medida como juez de la nación, Vaca Narvaja admitió un hábeas corpus a favor de tres presos federales de la cárcel provincial de Bouwer sometidos a condiciones de reclusión e incomunicación. “Este aislamiento o confinamiento solitario, no sólo no contribuye a la reinserción social del interno, sino que además vulnera gravemente el principio de respeto a la dignidad del interno, y llega a constituir lo que se denomina un trato inhumano y degradante”, dice el texto de la resolución. Será Justicia: El día que juró como juez dijo que asumía el desafío de cambiar la Justicia desde adentro. ¿En qué sentido y cómo cambiarla? Miguel Hugo Vaca Narvaja: En estos 

Aire fresco en la justicia. Vaca Narvaja promete hacer esfuerzos para acortar los tiempos judiciales.

años de democracia, la Justicia fue el órgano que menos se democratizó. Al terminar la dictadura cívico-militar, en la justicia nacional quedó el  % de los jueces designados por los militares y en la justicia provincial el  %. Esos jueces hicieron escuela y todavía hoy se ven pronunciamientos con esa ideología. No digo que los funcionarios actuales tengan una ascendencia directa, pero en ciertos aspectos están sumamente influenciados por aquella impronta. Hay jueces que se desempeñaron en la dictadura y todavía son jueces; o fueron jueces y hoy son camaristas; o fueron funcionarios y hoy son jueces. Pero hoy hay un corte generacional con todo eso, gente que ya tiene otra cabeza y otra concepción de lo que debe ser la Justicia. En mi caso, imagino un tribunal al día en el trabajo, donde no haya atraso y los abogados sepan que las cau-

sas se tramitan con eficacia, eficiencia y celeridad; donde no haya juicios que duren diez años. SJ: ¿La demora a quién beneficia? MHVN: La demora beneficia siempre al deudor. Si sos un trabajador y tu patrón te adeuda salarios o la indemnización por despidos, la demora siempre va a terminar beneficiando a la parte más fuerte, porque es la que dispone del capital y puede decir: “Te pago esto ahora y si no aceptás vamos a litigar cinco o diez años”. Entonces, la parte débil tiene que ceder, y en esa cesión pierde derechos. Y en lo penal, hay personas sometidas a procesos que duran tres o cuatro años. Vamos a hacer un esfuerzo extraordinario para que los tiempos se acorten. Esto está en sintonía con lo que busca la presidenta al enviar al Congreso de leyes como la reforma del Código Procesal Penal,

el nuevo Código Civil y el nuevo Código Penal, más otras herramientas que hay a partir de resoluciones de la Corte Suprema, como las notificaciones electrónicas. Todo se va a ir agilizando de a poco. SJ: En su juzgado se instruyen las causas de lesa humanidad. ¿Qué resta por investigarse en Córdoba en esa materia? MHVN: Todavía quedan bastantes causas, muchas víctimas y desaparecidos de quienes aún no se ha investigado qué les pasó. Yo espero tomar pronto conocimiento e influir en estas líneas de investigación. Como abogado, siempre sostuve que se está juzgando a los autores materiales de los hechos, pero no se ha investigado lo suficiente a los autores intelectuales. Vamos a tratar de determinar esto, porque además surge muchísimo de los testimonios de las víctimas. Por ejemplo, la represión que se desató contra los delegados obreros. Por un lado, vino de la inteligencia realizada por los organismos del Ejército, pero también de sectores afines a las empresas. Incluso, hay otras investigaciones judiciales en el país donde se ha llamado a gerentes de empresas importantes. Hay que ver los grados de participación en las políticas represivas de sectores que en muchas causas ni siquiera se los menciona. SJ: El caso del hábeas corpus de los presos de Bouwer, ¿qué muestra sobre la situación de los DDHH en las cárceles? MHVN: Son formas de manejarse con los internos donde no se respeta la Constitución Nacional ni los tratados internacionales, y devienen de prácticas represivas que no tienen nada que ver con lo que debemos intentar: la reinserción de la persona que delinque en la sociedad.


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MEMORIAS EN PRESENTE

Diciembre de 2014 | Será Justicia

LA FAMILIA VACA NARVAJA • PERSEGUIDOS Y ASESINADOS POR EL TERRORISMO DE ESTADO | Por Gonzalo Vaca Narvaja

Cuando lo encuentren, díganle E 4    1976,   L P    S  P             26         G . E    ,            H V N           . M H V N    C  M     . Miguel Hugo, abuelo del juez, creció en un medio eminentemente político. Su vida transcurrió vivenciando, desde su adolescencia, los golpes militares y las crisis políticas a partir del año treinta. Militó en la Unión Cívica Radical desde muy joven, ocupando cargos partidarios. En la Cámara de Senadores de Córdoba, se desempeñó como secretario a los 22 años de edad. Posteriormente, fue el primer director de Municipalidades de Córdoba. La crisis de la Unión Cívica Radical lo encontró decidido a conformar la línea Lebenson como una rama progresista. Más tarde pasaría a formar parte de la UCR Intransigente, liderada en ese entonces por un joven dirigente llamado Arturo Frondizi, con quien lo unía una sólida amistad. Eran momentos de cambios, políticas frentistas y fundamentalmente con una nueva concepción hacia el peronismo, que estuvo marginado y excluido de la vida política Argentina, después de la traumática Revolución Libertadora del año 1955. La presión de los militares antes del golpe del 24 de marzo llegó a límites inimaginables. Cuando lo citaron en el Comando Militar para que repudie a su hijo Fernando –militante Montonero– en forma pública, su repuesta fue categórica: “Estoy orgulloso de todos y cada uno de mis hijos, de lo que piensan y de lo que hacen, y jamás obtendrán de mí una condena”. Sabía

que esta actitud molestó a militares que ya estaban preparando el Golpe de l976. Estaba sentenciado. En sus últimos años, lejos de pensar en la tranquilidad de la jubilación, defendió a su hijo de igual nombre y a presos políticos, entre ellos Osatinsky. Fue secuestrado el 10 de marzo de 1976, decapitado y desaparecido. “El doctor Hugo Vaca Narvaja, el padre del ahora juez, intentó fugarse”, informaba un comunicado del Tercer Cuerpo de Ejército a la prensa de Córdoba y el país. Lo que no dijo es que a los tres presos políticos los sacaron de la Unidad Penitenciaria de Córdoba el 12 de agosto de 1976 en un vehículo del Ejército. Tabicados y atados de pies y manos por oficiales en actividad al mando del teniente Quiroga y el teniente Daloia, fueron fusilados después en las proximidades del campo de deportes del Tercer Cuerpo. Así explicaron su muerte, como parte del esquema de exterminio de presos políticos diseñado por la dictadura. Curioso intento de fuga con manos y pies encadenados y un ojo arrancado, y luego, a quemarropa le hicieron estallar su cráneo. A esto sumaron algunos innecesarios balazos más para su exterminio. De la puesta en escena, quedaron testigos. Durante su etapa de estudiante de Derecho, Huguito, como le decíamos, se incorporó al periodismo. Integrante de Radio

Tres generaciones. Miguel Hugo (abuelo), junto a su hijo Miguel Hugo, y su nieto (Miguel Hugo, actual juez).

Universidad de Córdoba, se desempeñó por años en el servicio informativo. En varias oportunidades fue enviado a cubrir notas en otras provincias y en otros países. En su último trabajo en el exterior cubrió las reuniones de la famosa Alianza para el Progreso en Uruguay. En dichas circunstancias, la parsimoniosa rutina de las reuniones de los presidentes americanos, se quebró con la movilizadora presencia del Che Guevara. Tuvo oportunidad de conocerlo y conversar con él. Fue funcionario del gobierno peronista de Obregón Cano (como Procurador del Tesoro); y como joven abogado, se dedicó a defender presos políticos. Al salir de una audiencia lo atraparon policías de civil en las mismas escalinatas de los tribunales de Córdoba. Corría el año 1975. Los predecesores del actual juez cumplieron con su compromiso histórico, ambos abrazaron su profesión en defensa del justo proceso y la equidad. Ambos se des-

arrollaron en un contexto de lucha donde se debía poner el cuerpo para que el futuro fuese otro, como lo es hoy en la continuidad democrática. Al abuelo del actual juez, lo negaron, lo ningunearon, y al padre quisieron colocarlo en el marco de un intento de fuga. Ambas mentiras fueron repetidas y por muchos sectores creídas. Los juicios por la verdad, la memoria y la justicia colocaron los hechos en su justo lugar. En el exilio, cuando el actual juez era pequeño y heredero de un nombre y un apellido con toda una carga profunda, sus tíos Gonzalo e Isabel cantaban una canción de su autoría y que se refería a su padre: “Necesito encontrarte en una canción, hablar de vos cantando, hermano, y en canciones de futuro he de encontrarte; esas canciones, que hablan de victoria, de amistad, del viento que lleva tu nombre. Del perfume de la flor. En fin, de vos. Hermano, hermano, querido hermano...”.

INSTANTÁNEA • ACTIVIDADES EN CÓRDOBA POR LOS 43 ESTUDIANTES DE MÉXICO SECUESTRADOS Y DESAPARECIDOS EN IGUALA

Foto: Mercedes Ferreyra

“México lindo y qué herido” Los cuadros tienen las fotos y los nombres de cada uno de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos el 26 de septiembre en Iguala, México. Al lado de los cuadros, velas encendidas. “México lindo y qué herido” fue una actividad organizada por el Archivo Provincial de la Memoria, los espacios de Memoria y los organismos de derechos humanos, para visibilizar la lucha por la aparición de estos jóvenes. Primero se realizó un taller artístico en el APM, y luego las intervenciones fueron llevadas a la plaza San Martín, donde se exhibieron públicamente.


EN PROFUNDIDAD

El diario de los Juicios en Córdoba | Año VI · Nº 44

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INSTITUCIONAL · POSICIONAMIENTO DE LA ORGANIZACIÓN RESPECTO DE LAS DENUNCIAS CONTRA CÉSAR MILANI, ACTUAL JEFE DEL EJÉRCITO Por Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas de Córdoba

Desde la Comisión de Familiares de Detenidos Desaparecidos Por Razones Políticas de Córdoba queremos manifestar nuestra preocupación por las funciones desempeñadas en áreas del Estado por el general César Milani. Creemos, como hasta ahora, que la JUSTICIA será quien tenga la última palabra, pero mientras tanto, es nuestro deber expedirnos al respecto. El logro democrático que venimos forjando desde hace treinta años nos alienta a profundizar y defender principios que de ninguna manera estamos dispuestos a traicionar; entre ellos, aportar al proceso de democratización de las instituciones. Y en esta lógica, señalamos que ninguna persona sospechada de violaciones a los derechos humanos puede desempeñar un cargo público. Existen actuaciones judiciales y documentos públicos provinciales que merecen ser tenidos en cuenta a la hora de aplicar a Milani la premisa que resaltamos. La lucha inclaudicable de los organismos de DDHH en el país y en el exterior, junto a un gobierno que se ha destacado por una política en el tema –modelo en el mundo entero–, han permitido juzgar a los más peligrosos genocidas y promover así el esclarecimiento de la historia, con más de 400 causas por delitos de lesa humanidad ventiladas al día de hoy. Un Estado que ha sido capaz de bajar

Foto: Gentileza Natalia Mondelo

A la opinión pública

Con la bandera en lo alto. La organización Familiares en una de las marchas del 24 de marzo, junto a los demás organismos de derechos humanos.

los cuadros de los responsables del horror y ha dado muestras de reconocimiento a Madres y Abuelas, apoyando sus luchas, no debería ser manchado con nombres que opacan su sentido de justicia. El alejamiento voluntario del general Milani fortalecería esa política que nos diferencia del resto del mundo.

Será Justicia cuenta con el aporte solidario de:

No es nuestra voluntad debilitar el estado de derecho que tanto nos ha costado, sino por el contrario, creemos que gestos de esta naturaleza fortalecen el sentido de Patria. Solicitamos al Poder Judicial que esclarezca todos y cada uno de los hechos con la mayor celeridad que corresponda, haciendo uso de los elementos que obran

en su poder desde hace ya mucho tiempo. Por MEMORIA · VERDAD · JUSTICIA NI UN PASO ATRÁS (El presente posicionamiento será enviado a las familias querellantes como muestra de nuestra solidaridad y apoyo).


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CONTRATAPA

Diciembre de 2014 | Será Justicia

Por Ana Beatriz Iliovich

Sobreviviente de La Perla. Brindó su testimonio en el juicio el  de noviembre, en la audiencia Nº . Fue la testigo Nº .

Había una mujer barriendo la vereda y un hombre se acercaba caminando. Era sábado 15 de mayo con muchas hojas secas. Aparecieron dos autos cargados con hombres y armas que pararon y nos tomaron. Yo grité, grité tanto. La señora que barría quiso defenderme. Yo seguí gritando y retorciéndome hasta que una trompada en el estómago quebró mi resistencia. Me metieron al auto. Al muchacho también. Era sábado, mayo, otoño. Hojas secas, de esas que yo amaba. Allí en ese lugar, en esa calle de Alta Córdoba, frente a esa mujer que quiso ayudarme, empezó la muerte, empezó La Perla. El campo de concentración estaba instalado en esa calle de Alta Córdoba: el poder. Esa escena es el terrorismo de Estado. Es la señora que barre y no puede defender a una chica de 20 años que golpean delante de ella; son hombres apuntándola en una mañana de sábado sin ley, sin amparo. Eso es el terrorismo de Estado: el desamparo, la total intemperie. Es el desamparo, pero también es el testigo, el que vio, que quiso ayudar y no pudo porque lo mataban también y que 37 años después lo contó con alivio en este tribunal. Y la muerte. La omnipresencia de la muerte. En mi testimonio constante, ese que aparece cuando no lo convido, que se sienta conmigo a decir lo que no voy a decir en el juicio, porque aunque lo diga no lo digo, porque nunca alcanza, porque siempre hay más. En ese testimonio yo digo que lo peor fue la muerte. De mi mamá, de mi hijo, de mi compañero, de mi hermano, mía. Y también la tortura. Que estaba en la venda a los ojos, en la humillación, en la inmovilidad, en las burlas sistemáticas, en la absoluta falta de intimidad, en el hambre, en los gritos de los otros, en el terror, en el camión. Y la desolación de despertarse cada mañana con los gritos de los guardias e irse dando cuenta de que uno está en un campo de concentración. Sin límite, sin tiempo, sin salida, sin esperanza. Pero también –y sobre todo– en haber entrado en ese territorio de ilegalidad quedando sometidos a la arbitrariedad absoluta de los militares secuestradores y sus jefes.

No había reglas, horarios. Todo era inasible, impredecible. El desayuno podía llegar a las 7 de la mañana, a las 11 o nunca. La venda podía estar levantada, a media frente o ceñidísima a la cabeza. Un detenido era torturado hasta morir apenas era secuestrado y a otro lo dejaban tirado en la colchoneta durante dos o tres días sin tocarlo. Los que te quieren no saben dónde estás. ••• Ariel Dorfman, escritor chileno, escribió su cuento “Asesoría” en base a los relatos de compañeros exiliados de la dictadura que habían sufrido prisión y tortura. Él comenta y cito: “Lo absurdo de aquella situación límite (un militar mientras descansa, consulta sobre su sobrepeso, como si fuera un paciente, al médico al que está torturando), la brutal y ordinaria crueldad que acompaña el terror, así como los lazos personales que pueden establecerse entre víctimas y victimarios. El estar sumidos con tanta distancia íntima. Todo lo que sabe aquel doctor y como va empleando el mínimo poder que le da su profesión para tratar defenderse, de parar el dolor… El horror verdadero de lo que sucede al personaje principal (sin que él ni nosotros nos demos plenamente cuenta) no es su tortura física o psicológica, sino algo más siniestro e inesperado, una complicidad con lo perverso que todavía me perturba”. Y resuena este párrafo… habla del “verdadero horror” y tiene razón y se mete y está allí, con su amigo y casi lo vive con él. Dorfman roza el “verdadero horror”. Pero... ¿complicidad? ¿Es esa la palabra? ¿Hay complicidad en esa conversación? La disparidad del poder entre uno y otro lado de la tortura es tan inmensa. El verdadero horror es la cercanía con lo perverso. Esa cercanía que contamina con la sola existencia: ese es el verdadero horror. El torturador y el torturado en esa intimidad de “cuerpo presente” que acerca desde la pérdida más absoluta de la privacidad de tu cuerpo desnudo y doliente. Es apropiación. Absoluta asimetría. ••• Me llevaron a mi pueblo de noche. Me dejaban por dos días. Era la primera vez de ese ritual de “cada quince días”. Mis viejos querían que durmiera en su

Ilustración: Francisco Ferreyra

Sobrevivir para contarlo

cama. No pude. Nunca me fugué. Esa mañana fría desperté a mi hermano Lisandro que tenía 6 años. Lo llevé a la escuela, él orgulloso presentándome a su maestra de primer grado. Después fui a ver a las viejas de la familia. A mis tíos. Había una zona de irrealidad en toda la escena. Yo paseando por Bell Ville como si fuera libre. A la siesta fui al río. Hay fotos de ese primer viaje. Mis viejos me sacaron muchas fotos con toda la familia para constatar que yo había estado allí, que estaba viva. Ver esos rostros que intentan sonreír. Se lee el dolor y el miedo que hay debajo. Parecía que habían decidido que iba a vivir, pero me volvían a llevar. En la colchoneta de al lado, la chica que tomaba el desayuno y me contaba su vida, estaba condenada a muerte, ahora había un abismo entre ella y yo. Esta situación me fue enfermando cada vez más. Salir, ver a mi familia, mi hermanito, mimos... y volver a La Perla. Empecé a asfixiarme, me faltaba el aire, no podía respirar, literal y simbólicamente. Me lastimaba las manos con las uñas de tanto apretar los puños. Tomaba Valium todo el tiempo.

Y entonces empecé a escribir. Dejé de sentirme sólo una cucaracha (que es lo que habían logrado). El “efecto cucaracha” como le digo, y que mi terapeuta dice que se empieza a curar cuando puedo nombrarlo con cierta ironía (o también, piedad). Dejé de ser (o sentirme) sólo una cucaracha y pasé a ser (ahora puedo verlo) una cucaracha escribiente: Cada 15 días, en mi pueblo. Me encerraba en la pieza y escribía. Diez nombres me llevaba en la memoria. Diez nombres cada quince días. Cuadernito Gloria color naranja, como en la escuela. Mis viejos, con cuidado, con amor, lo guardaron. Fue conmigo a Perú. Iba con los documentos y los pocos libros. Cuando volví, lo llevé a la Conadep. Y allí lo dejé. Ya estaba. Ahí estaban los nombres. Los nombres que no pudieron borrar. Los nombres que hoy están en el muro frente al río. Los nombres que escribí en el cuadernito Gloria. En ese cuaderno que resistió con esos nombres. Que guardó la memoria que yo no pude. Mi primer testimonio. ••• Ahora, mi memoria falla. Dice Julio Cortázar: “La memoria nos teje y atrapa a la vez. Se asemeja a una araña esquizofrénica que teje telas aberrantes con agujeros, zurcidos y remiendos. Trabaja por su cuenta: nos ayuda engañándonos o quizás, nos engaña para ayudarnos”. Cuando empezó el 2013, el año se abrió como el juicio. Allí me cruzo con el mandato: “sobrevivir para contarlo”. Inapelable. Alrededor del juicio, en sus orillas, transcurren encuentros propiciados por los duendes que andan por allí reparando sueños: vinieron buscando el hilo que se cortó y que a lo mejor encuentran en mi relato. El interminable dolor de los otros. La hermana con sus padres, que se murieron buscando al hijo cuya foto me pregunta y no tengo respuesta. No lo vi. Sólo puedo darles el nombre porque lo copié de una lista y me lo llevé conmigo en ese cuadernito que ahora parece servir para que esa hermana pueda poner al jovencito de ojos verdes y enormes en algún lugar. Por eso vine.

E D   J    L H  C

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Consejo Editor: Betty Argañaraz, María del Carmen Torres, Angel Villanueva. Director: Sebastián Puechagut • Coordinadora Editorial: Agostina Parisí · Redacción: Alexis Oliva, César Pucheta, Miguel Magnasco Corrección: Victoria Picatto • Fotografía: Mercedes Ferreyra · Ilustración: Hernán Cappelletti · Distribución: Julia Soulier, Ernesto Torres, Rosario Rodríguez • Colaboraron en este número: Matilde Nasser, Gonzalo Vaca Narvaja Administración: Mario Toranzo • Impresión: Comercio y Justicia Editores • Producción gráfica y editorial: Usina Creativa - agencia de comunicación - Tel: (0351) 4271736 - usinacreativa.com.ar - info.usinacreativa@gmail.com

Tirada de esta edición: 30.000 ejemplares de distribución gratuita · ISSN: 1853-8290 · Será Justicia es propiedad de Familiares Córdoba (Personería Jurídica 234-A-1992) Avales y reconocimientos: Beneplácito del Concejo Deliberante de Córdoba (2010) • Declaración de Interés Legislativo por la Legislatura de la provincia de Córdoba (2010) • Declaración de Interés por el Senado de la Nación (2010) • Reconocimiento institucional del Consejo Superior de la Universidad Nacional de Córdoba (2010) • Aval Institucional de la Escuela de Ciencias de la Información (2010 y 2011). Distribución: en red de organizaciones y con los siguientes diarios y periódicos: La Mañana, Comercio y Justicia y Energía Positiva (Córdoba) · Tribuna (Bell Ville), Sumario (Alta Gracia), Megáfono (Río IV), El Despertador (Jesús María), El Ciudadano (Va. Dolores), Tortuga (Alta Gracia), El Diario (Carlos Paz), Informarte (Mina Clavero)

Santa Fe 11, Bº Alberdi · Córdoba · Tel: (0351) 425 6502 Correo electrónico: famdesapcba@yahoo.com.ar

Secretaría de Prensa y Difusión: Betty Argañaraz (3515551949) Contacto Será Justicia: info.serájusticia@gmail.com facebook.com/diarioserajusticia


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