EL DIARIO DE LOS JUICIOS EN CÓRDOBA ANÁLISIS
PUBLICACIÓN INDEPENDIENTE · DISTRIBUCIÓN GRATUITA
A VII · N$ 48 · J 2015
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E J C M 1976
Código de Faltas: Su aplicación desmesurada vuelve a poner en crisis su vigencia.
Página · P A O
C “No es privado: el crimen contra una mujer es un problema mayúsculo que sólo abordado desde allí tendrá resultados positivos”. P M M · Página
Mercedes Ferreyra
La mujer y los medios
INFORME ESPECIAL: NI UNA MENOS, LA CONSIGNA QUE SE HIZO MOVILIZACIÓN
Violencia de género: el cambio cultural necesario Páginas y · P C P
UNA PROBLEMÁTICA QUE QUEDÓ INSTALADA EN EL CENTRO DEL DEBATE DE LA AGENDA PÚBLICA. ANÁLISIS DE LA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES: LA DESNATURALIZACIÓN DE LO INSTALADO, POLÍTICAS DE ESTADO, Y ALGUNAS REFLEXIONES LUEGO DE LA MULTITUDINARIA MARCHA NACIONAL.
Germinar la historia Vivimos semanas de pequeñas victorias éticas y jurídicas: la nueva sentencia a Menéndez, la presentación de hábeas corpus contra el Código de Faltas y la masiva marcha del 3 de junio son algunos de los hechos que marcan un avance sin retrocesos. Se escribe así una nueva historia, cuyos primeros capítulos fueron esbozados con mucho esfuerzo y con luchas ganando las calles. Nos ha costado mucho recuperar ‘la Patria’. Fue un desafío apropiarse de sus símbolos y de plazas cubiertas de eufórica ciudadanía. Las multitudinarias manifestaciones contra la violencia y la discriminación –un tema que parecía invisible hasta ahora, cuando la sociedad lo asume como problema real– nos marcan con un sentimiento de solidaridad y pertenencia que se fue apoderando de nosotros a partir del protagonismo de jóvenes y mujeres. Los capítulos de esta historia se escriben en cada audiencia, en cada acto de recuperación de derechos, en cada elección de representantes. Sea cual fuere el resultado electoral de este año,
EDITORIAL
se trata de decisiones de ciudadanos libres y en un marco democrático. Siempre que miremos hacia adelante enfocando nuestro objetivo, apelaremos también al recuerdo de dónde venimos. Allí aparecerán el anhelo de una patria grande, de un sindicalismo comprometido con la clase obrera, de luchas sociales por igualdad de derechos; y también el recuerdo de cuánto costó llegar hasta aquí. Es este recorrido el que está en juego. No podemos mirar al costado cuando un grupo de corruptos burócratas intentan erigirse en representantes de los trabajadores. Ni podemos callar ante los reiterados actos de violencia institucional. El camino recorrido legitima nuestras demandas. Con el convencimiento de que a partir del diálogo y la confrontación de ideas y saberes se irán formando las nuevas generaciones que hoy acompañan nuestra lucha. Reconstruyendo las redes de un tejido social lastimado, hoy se siembran con entusiasmo las semillas de una sociedad más justa. Depende de nosotros su germinación.
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EL JUICIO POR DENTRO
Junio de 2015 | Será Justicia
EL SECUESTRO SE PRODUJO EL 12 DE MAYO DE 1976• PERETTI Y GALLARDO ERAN ABOGADOS DE DISTINTOS GREMIOS DE LA LOCALIDAD DE SAN FRANCISCO
Nora Peretti y Rodolfo Gallardo fueron secuestrados en la localidad de San Francisco, donde vivían con Martín, su hijo de tres años, y ejercían su profesión como abogados. “Se los llevaron a los dos la madrugada del 12 de mayo de 1976. A su hijo Martín, que en ese momento tenía poco más de tres años, lo dejaron a unas cuadras en lo de unas tías, con un bolsito que su mamá logró armarle”, relató Peretti. “Al día siguiente, mi padre fue a su casa y encontró todo revuelto. Había paredes pintadas con aerosol rojo que decían «ERP traidor»”, agregó. Nora y Rodolfo eran abogados y ejercían la profesión en el fuero laboral. Trabajaban atendiendo a distintos gremios. Asesoraban a panaderos, madereros, municipales, gráficos, etc. “El 24 de marzo, en San Francisco, detienen a unas treinta personas vinculadas al gremialismo. Ese día se lo llevan a mi cu-
ñado. Antes revolvieron toda la casa y la buscaron a mi hermana, pero ella no estaba”, explicó Guillermo Peretti. Su cuñado fue trasladado a Campo de la La Ribera, donde permaneció detenido unos días, pero luego recuperó la libertad. Al regresar a San Francisco, Nora Peretti se presentó ante las Fuerzas Armadas para aclarar su ausencia y preguntar si había alguna causa en su contra. “Le dijeron que se quede tranquila. Y poco de un mes después, se los llevaron a los dos para siempre”, expresó el testigo. U . “Una vez, una persona se presentó en el estudio jurídico donde yo trabajaba. Quería aportarme datos sobre el secuestro de mi hermana. Sinceramente, no sé con qué fin, pero concertamos una entrevista”, relató Peretti, que al igual que Nora, también optó por el estudio y ejercicio de la Abogacía.
TESTIMONIOS I · CECILIA INÉS VALDÉS
El trágico destino de los hermanos Valdés Cecilia Valdés fue citada a declarar por el trágico destino que corrieron sus dos hermanos, Luis Enrique y Oscar Valdés. Luis, conocido como ‘Ique’, es una de las víctimas de la causa. “Mi hermano trabajaba en el Banco Provincia de Córdoba. Estudiaba Ciencias Políticas en la Universidad Católica y militaba en la Juventud Peronista. Comenzó su actividad militante junto a Quito Mariani”, explicó Cecilia. Su padre era un oficial de Aeronáutica que ya estaba retirado. “Igual lo quiero diferenciar de los imputados del juicio, porque él nos cuidó mucho a mí y a mi madre”, aclaró Cecilia. Su padre se había dado cuenta de que el teléfono de la casa había sido intervenido. “Un día Ique llamó a mi papá para que lo visitara; él ya no estaba con nosotros. Después entendí que esa fue la despedida de un hijo perseguido a su padre”, reflexionó la testigo. El de abril de , un hombre le informó a la familia que el cuerpo de
Luis Enrique estaba en el Hospital Militar. En su cautiverio en La Perla, había ingerido media pastilla de cianuro. Casualmente, otra de las hermanas Valdés, estaba casada con Carlos Edgardo Monti, imputado del juicio. Durante la declaración de Cecilia, Monti mantuvo la mirada dirigida hacia el suelo. Y al día siguiente del testimonio, pidió la palabra al Tribunal y aclaró que su cuñado, “lamentablemente”, “había seguido un mal camino”, y que él mismo había tenido problemas con sus superiores por ser allegado a un militante. “Fue Monti quien me dijo que Ique había tomado el cianuro. Yo tenía años, no sabía qué era eso”, recordó la testigo. “A mi hermano Oscar también lo secuestraron junto a su mujer. Lo llevaron a La Perla, luego a la UP, y a La Plata. Algunas veces pudimos visitarlo, hasta que recuperó su libertad. Hoy padece un cuadro de esquizofrenia y paranoia, no podría declarar”, relató Cecilia.
E : Jorge Godoy, Juan Figueroa, Mariela Cruspeire, María Cruspeire, Camilo Macua, Bautista Casconi, Silvia Alejandra Monserrat.
“Esta persona me daba a entender que era un policía. Me dijo que previo al secuestro, a mi hermana la habían estado siguiendo. Pero lo que más me quedó, es que me dijo que ese mismo día se había decidido la suerte de Martín –su hijo pequeño–, había quienes querían llevarlo, y finalmente lo dejaron”, recordó. “Mi padre había sido intendente de San Francisco, por lo que lógicamente tenía muchos contactos. Intentó hacer gestiones con Frondizi, Lanusse, Primatesta. Envió cartas y presentó hábeas corpus. Las respuestas, en general, eran negativas”, explicó. En septiembre de 1983, el testigo recibe una llamada telefónica en la que le comunican que iba a recibir una carta que indicaba quiénes eran las personas que habían participado en el operativo del secuestro de su hermana Nora. “A la carta me la enviaba Carlos Noria, una persona que figuraba como personal civil en La Perla, y en el contenido se enumeraba una serie de personas que yo no conocía. Decía que el operativo del secuestro pertenecía al Batallón 141, y que había sido dirigido por Vergez. También había datos personales sobre los secuestradores: si eran altos, fla-
Acompañado por su familia. Guillermo Peretti en el hall, al finalizar su testimonio.
EL SILENCIO “El colegio de abogados de San Francisco nunca hizo nada, nadie pidió por Nora y Rodolfo, que eran dos colegas. Eran causas por delitos de lesa humanidad, nadie mostró solidaridad”, expresó Peretti. cos, gordos, si estaban casados, si les gustaba la bebida. Con el tiempo, supe que algunos de aquella lista estaban siendo juzgados”, relató minuciosamente
Peretti. Esa misma carta recomendaba a la familia contactarse con Graciela Geuna, sobreviviente de La Perla y exiliada en Suiza. “El Colegio de Abogados de San Francisco nunca hizo nada, nadie pidió por Nora y Rodolfo, que eran dos colegas. Eran causas por delitos de lesa humanidad, pero nadie mostró solidaridad, tampoco la Justicia provincial”, resaltó el testigo. “Los dos eran consecuentes con sus ideales. Para la familia fue todo muy difícil. No hay un día de estos 39 años que no me acuerde de ellos”, reflexionó.
TESTIMONIO DE MARTHA ZANDRINO • SECUELAS QUE NUNCA SE BORRARÁN DEL CUERPO
“A mis compañeras les debo la vida” Martha Zandrino fue detenida el 26 de agosto de 1976, en su quinta familiar. Aquella noche, su vida cambió para siempre. Debido a su delicada situación física, con la que convive luego de 39 años –producto de la herida de bala que sufrió al momento de su secuestro–, el Tribunal del juicio La Perla se trasladó a la localidad de Villa María para escucharla personalmente. Martha Zandrino había prestado su quinta a sus compañeros para una reunión del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Cuando más tarde se acercó para saludar, un grupo de militares allanó la vivienda. En ese mismo instante, le dispararon en la espalda y la secuestraron. La testigo quedó en estado de inconsciencia. Fue trasladada a La Perla. “Allí me hablaban de manera humillante, y tenían la costumbre de hacerse los amigos. Uno de ellos, ‘Palito’ (Romero, imputado) me dijo que era él quien me había pegado el tiro”, recordó. “Yo quería vivir, porque en el instante siguiente no sabía lo que pasaba”, reflexionó. La bala permaneció en su cuerpo varias semanas, razón por la cual su estado de salud era ex-
Mercedes Ferreyra
G P N P R G G, S F.
Mercedes Ferreyra
El terrorismo en el interior de la provincia
Acompañadas ante la Justicia. Martha Zandrino junto a su amiga Sara Waitman.
tremadamente grave. Fue trasladada a Sanidad Policial, y luego al Hospital San Roque. “Recuerdo que había muchos estudiantes. Cuando me vieron, me rodearon, querían salvarme. Me preguntaban quién era. La Policía me sacó y me esposó”, relató Martha. “Una enfermera muy joven lloraba por la noche. Le pregunté qué pasaba, y me dijo que me estaba muriendo”, recordó. EL COMPAÑERISMO. En una lucha constante por sobrevivir, Martha fue llevada a la ex Cárcel de Barrio San Martín (UP1), don-
de pudo refugiarse en el amor que le dieron sus compañeras. “Me decían «la chica del agujero en la espalda», porque podían pasar un puño por el hueco que tenía en la columna”, explicó. Sara Waitman fue una de sus compañeras, que también estaba detenida en la UP1. Como era profesora de Educación Física, “Sara me cuidó y ayudó a que mis articulaciones funcionaran”, recordó. También sobreviviente y testigo del juicio La Perla, su amiga acompañó a Martha Zandrino en la audiencia llevada a cabo en la Municipalidad de Villa María.
EL JUICIO POR DENTRO
El diario de los Juicios en Córdoba| Año VII · Nº 48
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POR EL ASESINATO DE TRES ESTUDIANTES EL 2 DE JUNIO DE 1976 • CULMINÓ EL SÉPTIMO JUICIO POR DELITOS DE LESA HUMANIDAD EN CÓRDOBA
Nueva condena a prisión perpetua para Luciano Benjamín Menéndez E J . E , , 1976. Luego de dos meses del inicio del juicio que tuvo como único imputado al ex comandante del Tercer Cuerpo de Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, llegó la sentencia. Con una sala de audiencias colmada de familiares, integrantes de organismos de DDHH, militantes y conocidos de las tres víctimas de la causa –Ana María Villanueva, Jorge Manuel Diez y Carlos Delfín Oliva– el 1º de junio el Tribunal compuesto por los jueces José Muscará, Juan Carlos Reynaga y Mario Eugenio Garzón, le dictó a Menéndez su décima condena a prisión perpetua. El crimen investigado fue el asesinato de tres estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba que militaban en la Juventud Universitaria Peronista (JUP): Ana, Jorge y Carlos. Los autores materiales del hecho, policías miembros del Comando Radioeléctrico de la Policía de Córdoba, ya fueron enjuiciados y condenados en la denominada causa Roselli, que tuvo lugar entre febrero y marzo de 2012, en Tribunales Orales Federales Nº2. En aquel momento, Menéndez –ideólogo de estos y de cientos otros de
tor, en el marco del nuevo juicio. En su relato, Tito Villanueva pormenorizó cada detalle de su búsqueda. Desde sus estudios de balística, hasta cómo se integró con Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas de Córdoba. Tito pudo demostrar que Ana, Jorge y Carlos fueron fusilados a través de un ‘operativo ventilador’.
El amor vence al odio. Angel Villanueva abrazado a su hijo mayor, Tito.
LUEGO DE LA SENTENCIA “Si bien nuestra lucha fue muy larga, está demostrado que si uno busca con empeño y paciencia, la verdad finalmente sale a la luz con la memoria y la justicia”, expresó Tito Villanueva. crímenes de lesa humanidad– había sido apartado por estar imputado en otros procesos que ya se encontraban en curso. L . Angel ‘Tito’ Villanueva, único querellante de la causa, tenía sólo dieciséis años cuando asesinaron a su hermana Ana y a su cuñado Jorge.
Su extenso testimonio ante la justicia en aquel primer juicio, donde se imputó a los autores materiales del hecho, fue el resultado de su búsqueda inquebrantable por llevar a la Justicia su historia. Menéndez se enfrentó con el crudo video de su declaración, que fue reproducido para toda la audiencia por medio de un proyec-
INSTANTÁNEA • CONVENIO DE COOPERACIÓN CON LA SECRETARÍA DE DDHH DE LA NACIÓN
“Presentes”, un software con memoria La agrupación H.I.J.O.S Córdoba firmó un convenio de cooperación con la Secretaría de DDHH de la Nación, por el cual donaron el software “Presentes” para el abordaje del terrorismo de Estado. Se trata de un sistema informático que contiene información de las causas y permite agilizar el relevamiento documental, acceder fácilmente a contenidos sistematizados, y compartir lo producido articuladamente.
L . “En Córdoba se trabajaba de manera organizada, coordinando tareas, se determinaba el desarrollo de las actividades que realizaba la Policía, la cual trabajaba mancomunadamente con las fuerzas militares”, explicó la abogada María López en su alegato. “El asesinato de estos tres jóvenes, resulta ser consecuencia de las órdenes impartidas por la cadena de mando. Menéndez era la cabeza de esa cadena. Los autores directos (los ex policías ya condenados) contaron con infraestructura, logística e impunidad, y esto sólo puede suceder porque existía un plan ordenado en el marco de un plan sistemático de represión clandestina”, alegó por su parte Orosz. Tanto la querella como la fiscalía, a cargo de Facundo Trotta, pidieron para el imputado la pena de prisión perpetua. “Menéndez tenía la responsabilidad primaria en lo que ellos denominaron lucha contra la subversión”, expresó Trotta. Y agregó: “Después de este juicio, esperamos poder seguir dándole respuestas a los familiares. Muchos están buscando los restos de sus seres queridos”. Un pedido opuesto fue expre-
sado por las abogadas del imputado, las defensoras públicas Natalia Bazán y Verenice Olmedo. Bazán cuestionó al Tribunal: “¿Cómo puede convocárselo a todas las violaciones por delitos de lesa humanidad? El delito es uno solo, y él ya fue condenado. La pena es inconstitucional. No hay reinserción social si el imputado no recupera nunca la libertad”. Además, solicitaron que se mantenga la prisión domiciliaria de Menéndez.
La Comisión de Prensa de la ECI
Los chicos de la Escuela de Ciencias de la Información no faltaron a una sola audiencia del juicio. A través de una comisión de prensa creada por Arcilla, el Centro de Estudiantes, realizaron la cobertura periodística de todo el juicio y la difundieron en internet y en El Ancla, una revista estudiantil. “Para mí fue una experiencia muy rica porque pudimos comprender cómo se trabajan y se cubren estos juicios. Aprendimos mucho, y además acompañamos en el proceso del juicio a los familiares, lo cual fue muy importante como estudiantes comprometidos”, destacó Victoria Costamagna, estudiante de º año.
TESTIMONIOS II · MIRIAM BÁEZ
La persecución estudiantil Miriam Báez pidió declarar sin la presencia de los imputados sentados en el banquillo. La testigo fue citada a prestar su testimonio por su propia detención y secuestro en , cuando tenía sólo años y era estudiante secundaria. “El de julio, estaba de vacaciones en mi casa junto a mis padres, cuando tocaron la puerta miembros del Ejército”, explicó. Miriam era estudiante del Colegio Manuel Belgrano y militaba en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). “Uno de ellos me acompañó a mi pieza a buscar ropa, mi DNI, y una frazada. Alcancé a ver a mi padre sentado en su cama, agarrándose el pecho, y esa fue la última vez que lo vi”, relató. Los captores le dijeron que eran del
Comando Libertadores de América. “Me llevaron a una casa donde había otros compañeros, como Jorge Nadra, Budini... Escuché que torturaban a un hombre a golpes. Siempre recuerdo sus gritos”, rememoró. “Me sumergieron en un balde para interrogarme, me daban golpes de karate en la garganta”, dijo. Al estar vendada, Miriam no lograba saber a qué lugares la llevaban. En La Perla sufrió varios interrogatorios y tuvo contacto con los detenidos. “Texas (represor fallecido) era muy violento y me interrogaba alcoholizado”, explicó. “He tratado de preservar todo esto sin que se contamine, hasta llegar a hoy y poder contarlo, lo cual ha sido un gran esfuerzo”, dijo la testigo a los jueces.
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VIOLENCIA DE GENERO: DEBATES SOBRE UNA PROBLEMATICA Q
Junio de 2015 | Será Justicia
INFORME ESPECIAL • EL CAMBIO CULTURAL NECESARIO, LAS RESPUESTAS DEL ESTADO Y EL PAPEL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN | Por César Pucheta
Iguales o nada El país frente a una oportunidad única de iniciar la transformación cultural que acabe con la violencia machista B "N U M", . E E, , J , , . Ilustración: Hernán Cappelletti
Como nunca antes en nuestra historia, la problemática de la violencia contra las mujeres se ubicó en el centro de la agenda pública. Las principales ciudades del país fueron testigo de manifestaciones que movilizaron a centenares de miles de personas en las que convivieron expresiones políticas y sociales representativas del variopinto abanico social de la Argentina. Las políticas de Estado vinculadas a la violencia de género se concentran en torno a la Ley de Protección Integral a las Mujeres (26.485), sancionada en 2009. En ella, se contempla la existencia de la línea 144, una línea de atención telefónica unificada que funciona en todo el país, con una guía de recursos jurídicos, sociales, de salud, para todas las provincias. A partir de su articulado, el Estado se compromete a “promover y garantizar la eliminación de la discriminación entre mujeres y varones en todos los órdenes de la vida”, así como “el derecho de las mujeres a vivir una vida sin violencia”, a “generar condiciones aptas para sensibilizar y prevenir, sancionar y erradicar la discriminación y la violencia contra las mujeres en cualquiera de sus manifestaciones y ámbitos” mediante “el desarrollo de políticas públicas de carácter interinstitucional” y “la asistencia integral a las mujeres que padecen violencia en las áreas estatales y privadas que realicen actividades programáticas destinadas a las mujeres y/o en los servicios especializados de violencia”. La norma va incluso a lo más profundo de la problemática cuando se propone “la remoción de patrones socioculturales que promueven y sostienen la desigualdad de género y las relaciones de poder sobre las mujeres”. No es menor el dato de que sólo cuatro provincias del país no han adherido aún a la aplicación de esta Ley Nacional. Córdoba es una de ellas. En ese punto, parece necesario poner el acento en los desafíos por venir en materia de prácticas y comportamientos socia-
“Lejos de haber más ataques contra las mujeres, lo que comenzó a cambiar es que las víctimas ya no lo aceptan como en generaciones anteriores” les e individuales que se naturalizan en torno a la violencia hacia las mujeres. Una marcha en contra de los femicidios sirve en tanto y en cuanto las causas que conllevan irremediablemente a ellos puedan ser atacadas de forma consciente, dejando de lado aquellos pedidos inmediatos de soluciones cortoplacistas que trabajan sobre las consecuencias y se asientan en modificaciones punitivas. Sobre finales del año 2012, el por entonces juez de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Zaffaronni, se refirió a dichas posturas al cuestionar públicamente la tipificación del “femicidio” que se discutía en el Congreso. Según el juez, “lo que tipificaron no existe. El proyecto de ley sobre la violencia de género tendrá mayor eficacia respecto de travestis y transexuales porque el homicidio por odio se produce contra minorías... En esos casos, el objetivo es tanto dañar a la víctima como dar un mensaje a toda la colectividad... Acá, en la Argentina, nadie sale a la calle a matar a una mujer porque es mujer. (Este planteo) es una locura, no existe. Creo que (la violencia de género) existió siempre. La base del conflicto es el patriarcado. Y eso no lo vamos a cambiar de la noche a la mañana, porque es un cambio cultural, no creo que haya más, creo que se desnormalizó... Esto quiere decir que lejos de haber más ataques contra las mujeres, lo que comenzó a cambiar es que las víctimas ya no lo aceptan como en generaciones anteriores. Ahora se considera un problema y es denunciado”. Aunque polémico, el planteo de Zaffaroni parece insertarse en el clima de época que se manifestó en las calles del país, que juntó a 50 mil personas en la
ciudad de Córdoba y otras cientos de miles diseminadas por más de 25 ciudades del interior provincial. La “desnormalización” del conflicto y la puesta en evidencia de la conciencia colectiva necesaria para decir “basta”, una característica constante en las luchas populares del pueblo argentino. U . Cuando la discusión se hace ancha, los márgenes se vuelven flexibles y aquello que parecía dentro de los cánones habituales en formatos de comportamientos y relaciones sociales, comienza a “desnormalizarse”. La Ley de protección integral a las mujeres (26.485) contempla las diferentes situaciones en que las mujeres son violentadas en las sociedades actuales. Entre las
más renombradas, están las tipificaciones de violencia física, que son aquellas que se ejercen contra el cuerpo de la mujer; la violencia psicológica, que trabaja en la búsqueda del daño emocional y provoca una marcada disminución de la autoestima; la violencia sexual, que se relaciona con cualquier acción que implique la vulneración en todas sus formas, con o sin acceso genital, y que se basa en la violación al derecho de la mujer a decidir voluntariamente acerca de su vida sexual. En la ley, también se contempla la existencia de la violencia económica o patrimonial, que produce un menoscabo en los recursos económicos o patrimoniales de la mujer; y la violencia simbólica, que trabaja a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos que trans-
QUE COBRA CADA VEZ MAYOR CONCIENCIA Y REPUDIO SOCIAL miten y reproducen dominación, desigualdad y discriminación. Todas estas violencias puestas de manifiesto en el cuerpo legal de la Ley de protección integral contra las mujeres fueron acompañadas por otro tipo de medidas que se diversificaron a lo largo del país, por medio de la producción de campañas y programas de concientización. Desde el Poder Judicial también se produjeron avances importantes, como la creación de la Oficina de la Mujer (OM) y la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) en el seno de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que sumaron la necesaria cuota de información y asesoramiento jurídico a las campañas centradas en la visibilización del tema. E J. En el marco de los avances generalizados en torno a la problemática, la toma de conciencia que repercute en políticas de Estado parece encontrar un flanco aún débil en el acceso a la Justicia. Según los datos relevados por el Consejo Nacional de las Mujeres, sólo en 9 de las 24 provincias argentinas relevadas en la Guía se indica la existencia de patrocinio jurídico gratuito: 21 servicios en la provincia de Buenos Aires, 5 en
la Ciudad de Buenos Aires y 1 servicio en cada una de las provincias de Chubut, Córdoba, Formosa, La Rioja, Mendoza, Salta y Tucumán. Mariana Gras, presidenta de dicho Consejo, señala que la falta de articulación con los gobiernos locales es uno de los principales problemas a la hora de analizar la aplicación plena de la norma en todo el territorio nacional. Los argumentos, cuando aparecen, parecen concentrarse en las partidas presupuestarias que los gobiernos locales deciden disponer para la lucha contra la violencia hacia las mujeres y, a partir de eso, la prioridad que la problemática ocupa en la agenda de esas administraciones. En nuestra provincia, por ejemplo, si bien existe desde hace años la Oficina de la Mujer, el presupuesto destinado al área ha disminuido de modo considerable desde su creación. Hecho que llevó a la mayoría de los legisladores opositores a plantear la necesidad de declarar la emergencia de Violencia de Género que, en palabras de la legisladora Liliana Montero, deja al descubierto el mal accionar político para abordar y dar soluciones a esta problemática. Desde el 2012, murieron en Córdoba 66 mujeres víctimas de la violencia machista.
NI UNA MENOS • MASIVAS MANIFESTACIONES EN TODO EL PAÍS | Por C. P.
Mercedes Ferreyra
La reflexión colectiva en la plaza pública
Multitudinaria. En Córdoba se manifestaron unas cincuenta mil personas.
Las marchas que se replicaron en casi todos los rincones del país (incluso en aquellas pequeñas sociedades en las que el hermetismo parece ser la constante más evidente) puso de manifiesto el problema como nunca antes había sucedido. Hasta la propia presidenta Cristina Fernández de Kirchner tomó la palabra y, en horas previas al inicio de la marcha, señaló: “Estamos ante una cultura devastadora de lo femenino. Se trata de una agresión que encuentra su última expresión en la agresión física, la violación y la muerte. Pero no son las únicas”. En el mensaje que dio a conocer a través de las redes sociales, la Presidenta habló de “violencias previas, anteriores que van creando las condiciones para el golpe final”, criticó la “naturalización de condiciones que son cotidianas y festejadas como el piropo, grosero y soez” y llamó a una reflexión colectiva en torno al tema.
Esa reflexión colectiva se manifestó luego en las calles. Sólo en Córdoba, cerca de . personas marcharon por las calles céntricas convirtiendo a la movilización en la más grande en lo que va del . En el interior, el reclamo llegó a más de ciudades y pueblos cordobeses. A las tradicionales repercusiones de las grandes ciudades como Río Cuarto, Villa Carlos Paz, San Francisco y Villa María, se sumaron otras más pequeñas como Berrotarán, Serrezuela, Altos de Chipión, San Guillermo, Porteña o Yacanto. En diálogo con Radio Nacional, la periodista Marta Dillon señaló que “una de las estrategias del patriarcado y de la cultura machista es buscar excusas y argumentos que acallan las voces que pedían ayuda y las devuelven a lo doméstico. Creo que esta apuesta en las plazas públicas de miles y miles de personas, lo que ha hecho es levantar esas voces, que aún necesitan subir el volumen un poquito más”.
El diario de los Juicios en Córdoba | Año VII · Nº 48
COLUMNA ESPECIAL DE ANÁLISIS | Por Maite Rodigou Docente e investigadora universitaria. Área Feminismos, Género y Sexualidades del Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades - Univ. Nac. de Córdoba.
¿Dónde empieza el feminicidio? Articular algunas ideas sobre la(s) violen- cha violencia no nos afecta a todas por cia(s) contra las mujeres después de la igual. Las mujeres nos constituimos y vimasiva y heterogénea marcha del de ju- vimos en las condiciones de desigualdad, nio no es tarea sencilla. Algunos interro- marcadas por discursos patriarcales y hegantes rondan mis pensamientos: ¿Será teronormativos todavía vigentes y por que hemos comprendido el carácter polí- una estructura capitalista y racista. Nos tico de la violencia contra las mujeres?, vemos atravesadas por relaciones que de¿cuáles son las fisuras del discurso hasta ben ser examinadas, en tanto nos ubican ahora predominante sobre este proble- en una posición subalterna. A su vez, los contextos en que nos movemos pueden ma que se han logrado profundizar? La violencia contra las mujeres se ha reconocer y garantizar los derechos de las constituido recién en los últimos años en mujeres, o por el contrario, vulnerarlos. Porque la violencia contra las mujeres una preocupación colectiva que demanda respuestas y que, en consecuencia, no se juega en clave de dos. Se sostiene en entramados soconfigura políticas públicas. Fueron las “La violencia contra las muje- ciales, políticos y organizaciones femi- res se sostiene cotidianamente económicos que no respetan la vida de nistas y el cada vez más amplio movi- en entramados sociales, políti- las mujeres, ni su limiento de mujeres cos y económicos que no respe- bertad o autonomía quienes pusieron en tan la vida de las mujeres, ni deEsdecidir. la violencia que la escena pública la su libertad o autonomía” se muestra también problemática, sosteen el “suicidio” de niendo que se expresa en múltiples formas: desde las violen- una adolescente (apenas años), que cias menos reconocibles, como la simbó- no pudo afrontar la ferocidad de una solica o económica, hasta el insulto o me- ciedad que impide a sus integrantes desnosprecio, el acoso y el abuso sexual, los marcarse de la heterosexualidad. Un nuegolpes y la violencia letal de los asesina- vo feminicidio, aunque no haya un varón tos, a los que hemos dado el nombre de homicida en donde poner el foco. Es la violencia que se vuelve signo y evifeminicidios. También se logró establecer que puede ser ejercida por personas, por dencia en los asesinatos de mujeres, en los cuerpos desechables. En las niñas y instituciones o por el propio Estado. No es entonces, solamente –aunque adolescentes que todavía llegan del intesea la forma más predominante–, aquella rior profundo para trabajar “cama adenque se expresa en la relación entre una tro”, en condiciones de aislamiento, para mujer y un varón, entre los que existe o realizar ese trabajo invisible y no valoraha existido alguna relación sexo-afectiva do –tanto social como económicamente– o un vínculo familiar. Ese tipo de violencia que es el empleo doméstico. En los cuerque hoy en día capta toda nuestra aten- pos de las mujeres que son explotadas y ción a partir del foco que ponen los me- esclavizadas sexualmente por las redes dios de comunicación y las políticas pú- de trata... Son sólo algunas de las formas blicas sobre el tema, es pensada como que adoptan las cadenas de servidumbre una situación puntual, que se desencade- y esclavitud en pleno siglo XXI, sobre las na en algún momento de crisis o emer- que se erige un capitalismo salvaje. Necesitaremos seguir demandando en gencia de la relación, y que responde a características especiales de ese varón el espacio público. Serán necesarias más y/o de esa mujer. Lo que algunos profe- marchas, pero también construir otras acsionales señalan como “perfiles”. Esta for- ciones en los distintos espacios en que ma de pensar la violencia ha individuali- transitamos. Un cartel que porta un grupo manifeszado y psicologizado lo que entendemos tante en una de las marchas del de jues un problema social y político. Poco a poco se ha ido abriendo otra nio, que encuentro en internet, interpela: comprensión de la violencia hacia las mu- “¿Dónde empieza el feminicidio?”. Marcejeres, como una condición que se estruc- la Lagarde nos contestaría que empieza tura a partir de las situaciones de des- desde las desigualdades sociales en que igualdades entre personas, a partir de se encuentran las mujeres, la omisión y una jerarquización de lo considerado negligencia de respuestas y responsabili“masculino”, y como contracara, el disva- dades del Estado y por la propia violencia lor otorgado a lo relacionado con lo “fe- que ejerce desde sus instituciones y sus menino”. Desde allí, es que la violencia se agentes. En una respuesta más acotada puede entender como parte de la cotidia- pero ejemplificadora, desde el cartel neidad de las mujeres, recordando que mencionado, “Luchamos por Educación hace poco más de años, en la Confe- Sexual Integral”, se desplaza el foco tradirencia de DDHH de Naciones Unidas en cional de un escenario compuesto por Viena, se enunció la frase: “La violencia dos personas, a las políticas públicas y su hacia las mujeres es una violación de los papel en la construcción de subjetividaderechos humanos”, buscando que por des y relaciones sociales. Por último, vale recalcar: Ni una menos fin se admitiera que “los derechos de las sólo será posible en una sociedad que remujeres son derechos humanos". Pero como nos señala Marcela Lagarde, conozca, respete y garantice la vida, la liuna antropóloga feminista mexicana, di- bertad y la autonomía de las mujeres.
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MEMORIAS EN PRESENTE
Junio de 2015 | Será Justicia
LA APLICACIÓN DESMEDIDA DEL CÓDIGO DE FALTAS PONE EN CRISIS SU VIGENCIA • EL HÁBEAS CORPUS QUE HABILITÓ UNA DISCUSIÓN | Por Alexis Oliva
¿Cuenta regresiva para el Código de Faltas?
La mayoría de los candidatos a gobernador de Córdoba promete derogar el Código de Faltas de la provincia en caso de triunfar en las elecciones del 5 de julio. Roberto Birri (Frente Progresista), Liliana Olivero (Frente de Izquierda y de los Trabajadores), Raúl Gómez (MST Nueva Izquierda) y Eduardo Accastello (Córdoba Podemos) ya se pronunciaron contra la norma que permite detenciones arbitrarias e indiscriminadas; Oscar Aguad (Juntos por Córdoba) no fue explícito al respecto, pero cuestionó la política de seguridad oficial que “no persigue a los delincuentes”, y en cambio, “detiene a inocentes”; y sólo el oficialista Juan Schiaretti (Unión por Córdoba) anunció la continuidad de una política que considera “pionera en el país”. No obstante, es posible que cuando asuma el próximo Gobierno provincial, el Código de Faltas haya sido inhabilitado –o al menos, debilitado– a través de una vía judicial por la que ha podido avanzar el reclamo social contra la criminalización de los jóvenes de sectores populares, sostenida por más de una década. El mismo período en que las detenciones por contravención se dispararon de 8.968 en 2005 a 42.700 en 2011 (último año del que hay datos oficiales), según el estudio Mirar tras los muros de los observatorios de derechos humanos de las universidades de Córdoba y Río Cuarto, y el Archivo Provincial de la Memoria. El tema se fortaleció en la agenda social e irrumpió en la de campaña política luego de los operativos de “ocupación territorial” del 2 y 3 de mayo (ver informe central de Será Justicia Nº 47), cuando 1.500 policías detuvieron en doce barrios de la ciudad a 441 personas –entre ellas, 109
Mercedes Ferreyra
U , , . E J.
Ni un pibe menos. Cada vez más cordobeses rechazan la aplicación del Código de Faltas que hace la Policía.
menores–, de las cuales sólo 37 fueron acusadas de haber cometido algún delito. Estos datos pudieron conocerse gracias a un hábeas corpus colectivo y preventivo presentado por Hugo Omar Seleme, investigador del Conicet y director del Programa de Ética y Teoría Política del Centro de Investigaciones Jurídicas y Sociales de la Facultad de Derecho. Al resolver el recurso, el juez Gustavo Reinaldi ordenó a la autoridad policial hacer conocer a su personal que “la privación de la libertad sólo procede con carácter excepcional y cuando resulte absolutamente necesaria”. Además, resaltó que “no hay norma alguna que obligue a los habitantes de esta provincia a tener siempre consigo el documento de identidad”; y remarcó que según la Corte Interamericana de Derechos Humanos “no constituye ‘merodeo’ el sólo hecho de estar merodeando en un lugar, (…) tener una actitud sospechosa (…), deambular en la vía pública (no estar bien vestido, mirar los comercios de forma sospechosa, caminar entre los autos o desviar la mirada cuando la policía llama)”. Por otra parte, recomendó al Gobierno de la Provincia prever “mecanismos que aseguren la defensa técnica de las personas privadas de su libertad en actuaciones contravencionales, desde el primer momento de las actuaciones”. Asimismo, exhortó a la Policía a “disponer lo que re-
sulte necesario” para que “se respeten los derechos y garantías fundamentales de los menores de edad”. Tan obvio como necesario, el exhorto rompió la pasividad del Poder Judicial frente al accionar policial y habilitó a la ciudadanía una vía jurídica para defender sus derechos. En su resolución, el juez Reinaldi no evaluó la legalidad del Código de Faltas, pero afirmó que existe “una innegable necesidad de reformarlo”. El planteo de inconstitucionalidad del código contravencional cordobés llegó en otro hábeas corpus presentado por el Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), por las “excesivas atribuciones” que la norma concede a la Policía para practicar detenciones consideradas arbitrarias. El pedido al juez Daniel Muñoz se basó en el caso de dos jóvenes que fueron apresados más de una decena de veces, a quienes el Observatorio consideró víctimas de “una persecución y acoso policial”. A fines de mayo, cinco móviles policiales ingresaron a barrio Los Cortaderos de la capital provincial en busca de una moto robada. Al intentar llevarse una moto estacionada en una vereda, un grupo de vecinos lo impidió, asegurando que pertenecía a la dueña de casa. Uno de los policías les apuntó con un arma, pero no se amedrentaron. Al retirarse, otro uniformado gritó: “¡Son todos negros, villeros y cho-
ros!”. La Asociación Civil La Minga y el Colectivo de Jóvenes por Nuestros Derechos denunciaron que el incidente es “una prueba más de la amenaza constante y el riesgo” que padecen los vecinos del barrio, donde se cometen “allanamientos sin orden judicial, persecuciones y disparos a los jóvenes, sistemáticas detenciones injustificadas y abusivas, y hasta dos casos de gatillo fácil, Matías Panetta (agosto de 2013) y Fernando ‘Güere’ Pellico (julio de 2014)”. Ante esta situación, presentaron un similar hábeas corpus preventivo y colectivo que el juez de control Nº 7, Esteban Díaz, rechazó. La decisión fue apelada y la Cámara de Acusación resolverá en los próximos días. La novedosa modalidad colectiva y preventiva quizás genere un acceso más igualitario a la Justicia, en lo relativo a una herramienta a la que raras veces podían recurrir los ciudadanos de sectores populares cuando se veía amenazada su libertad. Al mismo tiempo, puede abrir la brecha hacia la derogación de un código sistemáticamente utilizado como arma de control social de los pobres.
Los límites de una herramienta jurídica ¿Es posible frenar al Código de Faltas con el uso generalizado del hábeas? ¿Cuáles son las posibilidades y los límites de este recurso legal, que para los sectores populares resulta históricamente inaccesible? Para Rafael Ortiz, asesor letrado penal en la Justicia de Córdoba, las dificultades radican en la aplicación “masiva y sistemática” del código contravencional. En este sentido, la persona detenida, “al estar en manos de la Policía, al recibir en muchos casos presiones y al pertenecer a sectores que no tienen garantizado el acceso a la Justicia, por lo general no recurre al hábeas corpus ni apela las sanciones que se le aplican en primera instancia”, explica Ortiz a Será Justicia. Sin embargo, el funcionario judicial considera que la percepción pública y la actitud de la Justicia cambiaron a partir de los operativos masivos del y de mayo: “Esto va más allá de lo jurídico y tiene que ver con la política de seguridad del Estado, porque aún en democracia el hábeas corpus no cumple del todo la función que debería cumplir. Por eso es importante qué grado de conciencia tenga sobre sus derechos y cómo se pronuncie la sociedad, porque esto influye tanto en lo jurídico como en lo político”.
EN PROFUNDIDAD
El diario de los Juicios en Córdoba | Año VII · Nº 48
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TESTIMONIOS III · ALGUNOS DE LOS TESTIGOS QUE PRESTARON DECLARACIÓN ANTE EL TRIBUNAL ENTRE LOS MESES DE MAYO Y JUNIO
Relatos que diariamente aportan a la construcción de la historia M R L
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El testigo declaró por Marta Lizagarra, su hermana mayor, quien a fines de mayo de fue secuestrada mientras iba a trabajar. Al tiempo de ese hecho, un quiosquero de la calle de Abril, que había encontrado su cartera cerca de la zona de la Municipalidad, se la entregó a otro hermano en común. “Nosotros éramos muy chicos, estábamos en la primaria. Mi hermana Tere trabajaba en la Municipalidad y estaba embarazada de casi ocho meses. Mi mamá ya le estaba haciendo la ropa para el bebé y para ella, futura madre. La última vez que la vi tenía la panza”, recordó Marcelo. Al esposo de Marta Lizarraga, Luis Pablo Jurmuci, lo secuestraron el mismo día en el domicilio donde vivía el matrimonio. Actualmente también se encuentra desaparecido, explicó el testigo.
Su hijo, Elio Jorge Sánchez, fue privado de su libertad el de noviembre de . Esa es la razón por la que Elio Alberto fue citado a declarar. El testigo, que ya brindó su testimonio en , relató que fue la pareja de su hijo quien le contó que a Elio lo habían detenido. “Yo vivía en Embalse, y en una oportunidad me detienen a mí también y me llevan al Departamento de Informaciones. Ahí me enteré de que a mi hijo lo habían liquidado”, relató el testigo. “Habían hecho figurar que su muerte era por un enfrentamiento con la Policía, pero un médico me dijo que las balas habían sido tiradas después de fallecido”, explicó. “A mi hijo lo llevaron al cementerio de San Vicente”, recordó Elio Alberto.
El de marzo de , Edgar Elsener fue detenido en el casino de la localidad de Balnearia, donde trabajaba. “Llegaron con un papel que tenía nombres agregados abajo con lapicera. Me dijeron que la subversión se estaba salpicando a otros lugares, y que por eso me detenían”, relató el testigo. “Me llevaron junto a veinticinco compañeros a la comisaría de Balnearia. De ahí nos trasladaron a la comisaría novena, en Córdoba, ubicada en la calle Castro Barros. Ahí comenzó el maltrato: encapuchados, tirados en el piso, sin comer”, explicó. Elsener fue llevado junto a ese grupo de personas a Campo de La Ribera: “Ahí ya no figuramos en ningún libro, estábamos en carácter de desaparecidos”, recordó. “El ingreso a La Ribera fue horrible, teníamos un miedo terrible. Allí estuvimos treinta días. Estábamos encapuchados en una sala. Juntamos gramilla del patio para hacernos colchones y poder dormir”, dijo.
Fotografías: Mercedes Ferreyra
J D D B Julia fue ofrecida como testigo por la querella de Claudio Orosz en la causa Rodríguez. La testigo declaró por la desaparición de sus padres, Oscar Vicente Delgado y Dalila Matilde Bessio. “Ellos se conocieron en la Facultad de Filosofía y Letras de Rosario. Comenzaron la militancia desde muy jóvenes, en Montoneros. En julio de , recorrieron distintas provincias, y cuando llegaron a Córdoba, mi mamá se quedó embarazada de mí”, explicó la testigo. El secuestro fue en la peatonal, y la familia reconstruyó la historia a través de testimonios, como el de Teresa Mesquiati y Juan Gasparini, quien le contó a Julia que su padre había sido salvajemente torturado en la ESMA. El matrimonio también fue visto en La Perla. A Julia la devolvieron a la casa de sus abuelos, en Rosario. “Las consecuencias son un daño irreparable. El dolor me acompaña siempre”, dijo.
Será Justicia cuenta con el aporte solidario de:
M D P María declaró por el secuestro y la desaparición de su hermano Andrés Roberto Della Penna, quien fue detenido en dos oportunidades. La primera, resultó liberado. “El de mayo de estaba con él en mi casa tomando mates y un teniente, junto a personal civil, entró y se lo llevaron al D. Nos dijeron que al otro día iba a salir, y al día siguiente lo trajeron de vuelta. Mi hermano estaba contento, se sentía aliviado porque pensaba que ya no se lo iban a llevar de nuevo”, explicó la testigo. La segunda vez, el de mayo, Andrés Della Penna fue trasladado en un camión de la Policía, y ya no volvió. “Supimos por un comentario de un oficial conocido que su cuerpo estaba en la morgue, y a los días, nos entregaron el cuerpo”, agregó. “Mi hermano era afiliado al Partido Comunista. Había estado en Rusia. Ya varios de sus compañeros habían sido secuestrados. Él tenía años y estaba casado”, explicó su hermana.
H A D El testigo fue citado a declarar por la desaparición de su vecino, Alfredo Horacio López Ayllón, un adolescente de años que fue privado de su libertad en , en Carlos Paz. “Yo estaba en mi casa, era de noche. Escuché ruidos y los perros que ladraban. Golpeaban ventanas y puertas. López, mi vecino, estaba solo, y pensé que le estaban robando. Fui a buscar a otro vecino para ir a la comisaría y avisar”, recordó. “Llegamos con la Policía y nos metimos en la casa de López. Estaba todo abierto y revuelto. Al rato escucho el ruido de un auto, nosotros estábamos con la Policía. Eran los militares”, relató Domínguez. “El chico trató de escaparse, pero lo agarraron”, dijo. Alfredo L. Ayllón fue visto en La Perla y aún se encuentra desaparecido.
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CONTRATAPA
Junio de 2015 | Será Justicia
Por Mariana Moyano
Mariana Moyano es periodista de la TV Pública y Radio Nacional. Docente de Ciencias de la Comunicación en la UBA.
La huella social de la violencia machista e había salido de las tripas. Luego se disculpó y, al igual que sucedió con otro que se había ido a la banquina con la trompada a un periodista por una nota ofensiva, pareciera que ciertos pedidos de perdón no sólo eximen, sino que borran el hecho. Lo cierto es que había volcado con la afirmación. El ex gobernador de la provincia de Misiones por la UCR Ricardo Barrios Arrechea había sostenido que su candidato a la gobernación Gustavo González “tiene toda la posición para triunfar; tiene pinta y el voto bombacha está asegurado”. Eso y decir que las mujeres somos un ejército de boludas termocefálicas que metemos en las urnas el nombre de un tipo sólo porque nos parece guapo es bastante parecido. Quienes no sólo no se disculparon sino que cuando escuchan a alguien hablar de violencia simbólica miran como si vieran llover, son los de revista Noticias. A Cristina Fernández la habían usado ya como protagonista de la tapa para decir de ella que está como ausente, que lleva adelante un extraño luto, que es un enigma, que hay un negocio en ‘pegarle’ –y de paso, mediante photoshop, hacerle un desagradable ojo en compota–, que hay un diagnóstico secreto sobre ella, que irrita, que pasa por etapas eufóricas, que está deprimida, que está bajo tratamiento psiquiátrico, que está medicada y que está bajo un estado de shock. O sea, que está loca. No se privaron de mostrarla en un dibujo como una ‘chica Divito’, masturbándose bajo el título (ofensivo para decir lo menos) “El goce del poder”, efecto con lo cual, además de violar la intimidad femenina y presidencial, ridiculizan la autosatisfacción de las mujeres. Hicieron una más: salieron a la calle con otro montaje fotográfico a través del cual se la ve arrugadísima, muy vieja, canosa, y el título/espectro asustador es “¿Y si no se va? Fantasma nacional: CFK en el poder hasta 2027”. Paradojas de la impunidad
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Ilustración: Hernán Cappelletti
editorial, porque en un título apartado hacen una (correcta) condena de los dichos de Alberto Samid acerca de que “las mujeres despiertan en los hombres algo que irrita”. Línea editorial esquizoide o cinismo llevado al límite. En la Argentina tenemos varias, pero sobre todo una ley. La normativa habla de mujeres y de integralidad. Es la 26.485, la Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales. Fue sancionada en marzo de 2009 y promulgada el 1º de abril de ese mismo año y, mediante el decreto 1.011 de 2010, reglamentada. En su artículo 5, explicita los tipos de violencia contra las mujeres: doméstica, física, psicológica, sexual, económica y patrimonial, simbólica, institucional, laboral, obstétrica y mediática. Explica cada tipo con detalles y ejemplos. Por esa ley, tres diputadas nacionales le pidieron, a través de una medida judicial, al diario Clarín que se retractara por un título violento y ofensivo: “La fábrica de hijos. Conciben en serie y obtienen una mejor pensión del Estado”. Eso, aunque se hagan bien los sonsos, también es violen-
cia. La Corte, para variar, le salvó el estofado al grupo mediático. Los femicidios suelen ser considerados “noticias policiales”. Pero habría que hacer un esfuerzo y sería buen momento para que no lo hagan sólo algunos. Dar cuenta de que estos crímenes no son ni “casos”, es decir situaciones aisladas, ni “policiales”. Es parte de todos nosotros. No verlo así es colaborar, por omisión, con que sigamos con la perspectiva tabicada y con el cerebro loteado. Chiara, Daiana ahora; Melina el año pasado y Ángeles en 2013 son algunos de los nombres de esas mujeres, nuestras mujeres, que forman parte de una lamentable y mucho más extensa lista en la cual se encuentra el nombre de Giselle Páez, a quien su marido mató de 10 puñaladas delante de su hijo de 4 y cuyo crimen quedó caratulado como “homicidio agravado por femicidio”, una noción que –así como el “lesa humanidad” permitió que pusiéramos a todos los genocidas en un mismo rincón–, ayuda a que los asesinatos de mujeres por su condición de tales dejen de ser “casos” separados. La antropóloga argentina residente en Brasil Rita Segato es una de las mentes
más lúcidas a la hora de pensar la violencia contra las mujeres. Hace unos días, dijo a Página 12: “Se trata de una «pedagogía de la crueldad» imposible de disociar de la violencia mediática contra las mujeres. Es la fase actual de la explotación, que involucra un retorno al trabajo servil, (que) demanda una insensibilidad particular y la disminución de la empatía entre personas (para) acostumbrarnos al espectáculo de la crueldad”. No es privado: el crimen contra una mujer no es del ámbito de psiquis de individuos, sino un problema mayúsculo que sólo abordado desde allí tendrá resultados positivos. Y por las mismas razones que no es individual ese crimen, es que no es personal sino política cierta bronca, al escuchar o leer que la posibilidad de que miles nos encontremos este 3 de junio para darle visibilidad al femicidio, es hija de la interacción de un grupo de mujeres que chateaban y se preguntaron qué hacer. Aunque más no sea por humildad, démosle el crédito también a 60, 70 años de luchas feministas y a décadas de pelea de los movimientos de mujeres en la Argentina. Así como el crimen lo es, un gesto individual de convocatoria también nace de la historia que lo precede. Hay hilos invisibles pero sólidos que unen la historia individual de cada una de nosotras con el batallar histórico de otras y con la vida de las que no están. Como dijo María Florencia Alcaraz en una nota de Cosecha Roja: “A «Ni una menos» no la parió Twitter, ni la foto de un famoso, ni la adhesión de un candidato, ni siquiera una maratón de lectura: la parió el feminismo”. Un agotamiento que va desde sentirse agobiada por la espectacularización de un cadáver; un fastidio por tener que insistir ante algunos varones que sí existe el patriarcado; un agobio por tener que explicar que cuando un tipo habla de nuestra vagina en la calle no nos resulta halagador.
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Consejo Editor: Betty Argañaraz, María del Carmen Torres, Olga Acosta. Director: Sebastián Puechagut • Coordinadora Editorial: Agostina Parisí · Redacción: Alexis Oliva, César Pucheta • Corrección: Victoria Picatto Fotografía: Mercedes Ferreyra · Ilustración: Hernán Cappelletti · Distribución: Julia Soulier, Ernesto Torres, Rosario Rodríguez • Colaboraron en este número: Maite Rodigou, Matilde Nasser, Jacinta Burijovich, María Laura Villa Administración: Mario Toranzo • Impresión: Comercio y Justicia Editores • Producción gráfica y editorial: Usina Creativa - agencia de comunicación - Tel: (0351) 4271736 - usinacreativa.com.ar - info.usinacreativa@gmail.com
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