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Sergio Gebel
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Copyright Š 2012. Todos los derechos reservados. Sergio F. Gebel. Diseùado por Saek Global Ilustraciones interior: Sergio Gebel Impreso en Argentina
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INDICE
I. II. III IV. V. VI. VII. VIII. IX. X. XI. XII. XIII. XIV. XV.
Agradecimientos ......................................... Prólogo ......................................................... Introducción ................................................ La inmutabilidad de Dios .......................... Dia del Señor ............................................... Yo me levanté madre en Israel .................. Nehustan ...................................................... Títulos y credenciales ................................. Dios mira el corazón ................................... Piedras o maderas ....................................... Las discapacidades del pueblo de Dios ... Huesos, tendones, carne, piel, espíritu .... Bueyes y ovejas ........................................... Las puertas de Jerusalén ............................ El Viejo Profeta ............................................ Los Músicos ................................................. Nos robaron los escudos ............................ ¿Dónde están los pastores? ........................ Contactarse con el Autor ............................
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Los textos bíblicos utilizados en este libro fueron extraídos de la Santa Biblia antigua versión de Casiodoro de Reina (1569) revisada por Cipriano de Valera (1602) y cotejada con diversas traducciones y con los textos hebreo y griego. Por esta razón, dichos textos, nombres propios y de lugares puede tener alguna diferencia con las versiones actuales, algunas referencias se tomaron de la versión 1960, siendo la esencia de cada pasaje la misma. En la presentación de cada capítulo a fin de distender al lector y que pueda transitar por los conceptos vertidos en este volumen, me pareció oportuno una nota humorística con dibujos de mi autoría.
El autor
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AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer profundamente a todos aquellos que
creen en la necesidad de la Iglesia de recuperar la sana doctrina, los que aman la palabra y la defienden, porque
son los que me impulsan y me sostienen, desde ya a mi querida familia, comenzando por mi amada esposa Nélida
Del Carmen, y mis cuatro hijos que son parte de mi corazón, nietos amados y bisnietos que al ver la luz este libro ya cuento con tres de ellos.
Cuando Andrés Alí y la gente de Saek Global diseñaba
la tapa de este, les pedía las figuras de dos Gladiadores luchando para vencer, porque a más de ilustrar el título
y la esencia del contenido, ilustra una contienda sin precedentes en la historia de la Iglesia, y que la misma se desarrolla en las arenas de su seno, Cristianos que aman la
sana doctrina y la fidelidad a la palabra y los “liberales” que
hacen los mayores esfuerzos para convertirlos, atacándoles y catalogándolos de religiosos, legalistas, extremistas, cerrados, fariseos, reaccionarios y otros adjetivos que pretenden descalificar.
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Nunca entendí si se busca justificar la liberalidad o
es un “combate deportivo”, porque cuanto mejor si hay
cristianos que con su testimonio pueden enaltecer el evangelio y como Iglesia buscar la excelencia en todo lo que hacen.
Mi gratitud a la amada Iglesia de Cristo, esa que no
aparece en los medios masivos de comunicación, la Iglesia de las trincheras de las grandes batallas espirituales, la que está conformada por hijos de Dios ignorados por el mundo, pero conocidos de Dios.
A un querido amigo en Cristo, Andrés Alí y su gente, que
desinteresadamente se unieron a este propósito, quien con atinadas palabras realiza la introducción de este tratado.
Y claro, sobre todo y principalmente a mi Señor y
Maestro el Señor Jesucristo quien un día me honró y me contrató para trabajar en su viña, y no sé si fui digno de semejante contratación, o si mi trabajo estuvo a la altura
del salario obtenido, pero de una cosa estoy seguro, me he esforzado para lograrlo, he gastado y gastaré lo mío y aún mi vida en la obra, no conozco otra manera de servir.
Pastor Sergio F. Gebel Siervo del Señor Jesucristo
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PRÓLOGO
Aquella fresca mañana de invierno quedará guardada en mi corazón... Sergio Gebel me visitaba en la oficina, quedé sin palabras al verlo, disfruté como un niño observar sus manos arrugadas, su cabello blanco, sus profundos ojos azules y el relato apasionante de una vida llena de experiencias; una charla entre mates, risas y emociones que me llenó el alma. Una gran admiración y respeto me llevó a conocerlo y a confirmar lo que ya sospechaba... estaba frente a uno de los Generales de Dios!...la estirpe inconfundible de un conquistador que “compró la verdad y jamás vendió” me conmovió...quedan muy pocos y tengo el enorme privilegio de que sea mi Amigo. 22 de septiembre de 2011, Sergio Gebel llegaba al Estadio Único de La Plata Bs. As., su hermano Dante realizaba un evento multitudinario llamado “El Superclásico de la Juventud”, que a través de internet y tv satelital, era transmitido a millones en todo el mundo...llega a pié, camisa, sweater y saco...como siempre su humildad no tiene apellido ni credencial... lo acompaño a la platea y caminamos invisiblemente entre la gente, sus ojos lo decían todo... no sé por qué pero nos abrazamos y lloramos... seguramente por su mente pasarían aquellos recuerdos en “blanco y negro” cuando le habló a Dante de Jesús, cuando le enseñaba a dibujar, cuando compartían la mesa familiar
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o se pasaban la ropa, cuando le enseñaba los primeros pasos y corregía su andar... allí estaba el primer eslabón, quien abrazó literalmente La Palabra y llevó a los pies de Cristo a toda su familia, allí estaba quien aún conserva el ADN de la Sana Doctrina inmutable... No tardó en llegar el reconocimiento público en medio de la sorpresa y admiración de muchos; las luces del Estadio buscaban a un hombre “invisible” para todos, menos para Dios ... ”Y un silencio ensordecedor, nos invadió en el pico de esa cumbre, donde solo hay lugar para aquellos que humildemente pagaron el precio de servir sin aplausos…” Mas de 40 años de un llamado genuino que refleja su Amor por la Iglesia, la Sana Doctrina y la Senda Antigua... un niño descalzo de la selva misionera, una madre chaqueña cosechando algodón, un padre cuyas manos tienen la forma del arado...muchos de ellos han dejado de ser postales, tienen La Vida en su corazón...alguien con la esencia del Maestro, pasó por allí, un hombre simple y frontal, despojado de “modas”, “formatos” y “modelos” que vive la “Doctrina de los Apóstoles”... Su sencillez, humildad y sabiduría, abren caminos a la revelación de Dios, el mensaje claro, directo y actual, llega sin escalas al corazón; un estilo único que abre los cielos a través de la letra que da vida, deja el sello de la Pasión por Jesucristo en cada palabra de este libro. A la luz de La Biblia, Sergio llega al fondo de los temas y nos confronta con la realidad que vive La Iglesia, el contenido de esta obra de arte es tan rico, que seguramente se convertirá en un manual de consulta permanente para muchos; y cito la letra de Marcos Vidal “Cristianos” para reflexionar: No hay cristianismo verdadero detrás de una “careta”, si no reflejamos a Jesús perdemos nuestra meta,
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el que sirve a los demás es el mayor, el Sermón del Monte aún está en vigor, aún existe el buen ejemplo y la humildad de corazón, y no hay vida ni hay Iglesia si no hay perdón... ojalá el Maestro pueda decir como dijera hace años, no lloréis...sólo duerme, no está muerta...qué te pasa Iglesia amada que no reaccionas? solamente te emocionas y no acabas de cambiar... Jesús se levantó de la muerte, y acaso a tí no habrá quién te despierte!!!?? Costumbres vs Doctrinas, un libro que probablemente será catalogado como “no comercial”, un libro que “incomoda” y aunque “los popes no le den artículo”, “al que le quepa que se lo ponga”.
Andrés Alí
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INTRODUCCIÓN
Por supuesto que las sociedades cambian, mutan sus valores y costumbres, el mundo “evoluciona” (Que desde el punto de vista de Dios, en lo espiritual, involuciona), pero vamos a quedarnos con el pensamiento generalizado, evolucionamos, todo cambia, de un día para el otro, cambian los valores, la moral, los parámetros, las costumbres y las tendencias, el hombre vive en un proceso continuo de mutación, si nuestros abuelos vivieran hoy, a muchos les costaría la adaptación, se espantarían y no podrían salir de su estupor, en pocas décadas el mundo sufrió una transformación extraordinaria que no sucedió en siglos anteriores, ¿Qué sucedería si hubiese una máquina del tiempo y se pudiera trasportar a personas del siglo 16 o 17 para no ir demasiado lejos, ni hablar si nos remontamos a los primeros siglos de la Iglesia Nuevo Testamentaria… ¿Cómo reaccionarían nuestros antecesores? ¿Qué diría un Apóstol Pablo o Pedro? Dicen que la mayoría de los grandes avances en el mundo científico y los más grandes inventos del mundo moderno aparecieron en los últimos 200 años(Cumpliéndose la profecía de Daniel, “Y la ciencia se aumentará en el último tiempo”). Pero ¿Qué de la Iglesia?..¿Que del pueblo de la Biblia?... Si el “modelo” de Dios para edificar su Iglesia sirvió en el
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siglo primero, y en el siglo diez y seis, debería servir en el siglo veinte y uno. En uno de mis libros demuestro que la Iglesia es eterna, que ella no va a desaparecer con este mundo, ya que ella nació en el corazón de Dios, allá mismo después del pecado en el jardín del Edén, cuando nuestros padres Adán y Eva cayeron, allí mismo el Creador les da la promesa de un redentor, allí mismo aparece tipificadamente el primer sacrificio de una victima inocente para “cubrir” la culpa del pecador, cuando Dios les viste con aquellas túnicas de pieles, animales dieron su vida para que se cubriera “la desnudez” y se tapara la vergüenza del hombre, que había tratado insuficientemente de cubrirse (Génesis 3:7 y 21). Siempre me preocupó poder conciliar lo que se dice de la Iglesia con la Palabra de Dios, hoy el argumento es que la Iglesia tiene que evolucionar, tiene que adaptarse a los tiempos modernos, que la Iglesia ha cambiado, por otro lado el Dios de la biblia se nos presenta como inmutable, sin mudanzas, ni sombra de variación, y lo que también es indiscutible es la perdurabilidad, autoridad e inalterabilidad de su Palabra, a la cual no se le puede quitar ni agregar sin sufrir las consecuencias. (Apocalipsis 22: 18-19). Para “adaptarnos” a las costumbres y modas del momento, se han manipulado las Escrituras Sagradas, algunos le han otorgado diferentes grados de autoridad, o de inspiración, se dice: “Esto es doctrina y esto otro son costumbres”…”Esto es Palabra de Dios y esto decía Pablo para aquella época”…”Estos pasajes eran para Israel”… ”Esto era el pensamiento de Juan o de Pedro”.”Esta enseñanza era para aquella época, debido a esa cultura”.”Y era para aquel tiempo porque….”
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A veces pienso que pecamos de ignorancia espiritual, hemos interpretado antojadizamente, parcializando las Escrituras. Toda la Biblia reclama para si misma AUTORIDAD DIVINA, toda ella ha sido inspirada por el Espíritu de Dios, cercenarla, o “graduar” su inspiración es totalmente temerario y manipulador. “Toda Escritura es inspirada Divinamente y útil para enseñar, para redarguir, para instituir en justicia” (2 Timoteo 3:16). Cuando se “utiliza” la Biblia de esta manera se transita por una cornisa peligrosa ¿Quién podría evaluar correctamente?... ¿Quien sería el “corrector” de la Palabra? Allí en el corazón de Dios, en un plan redentor, restaurador, conciliador a través de un Mesías prometido, iba a nacer la Iglesia. La idea de un pueblo propio, que represente a Dios, depositario de su revelación, pregonero de su mensaje, reservorio moral y espiritual en la tierra, cuna de la fe regeneradora y atalaya para los caminos humanos, la encontramos desde toda la historia Bíblica, antes Israel de la carne, hoy el Israel espiritual, la Iglesia. Corriendo el velo también la Biblia nos muestra la trascendencia eterna de ese pueblo, cuando vemos el “destino” de la Iglesia glorificada. Siendo que la Iglesia traspasa las fronteras de los tiempos, y se extiende a la eternidad, empezando y terminando en el corazón de Dios, ese Dios que desde el principio reclama ser inmutable, el mismo ayer, hoy y por los siglos, sin mudanzas ni alteraciones, el mismo Dios de Israel, es el Dios de la Iglesia hoy, y su palabra que Jesús mismo afirmó: “Pasará el cielo y la tierra pero su palabra no pasará” (Mateo 24:35). Debemos replantearnos ¿Cómo
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estamos edificando la Iglesia?...¿Si nuestra construcción pasará el examen del dueño?..O reconocemos la Biblia completa como regla infalible de fe y de conducta o continuamos manipulando las Escrituras. Además yo quiero abordar en este tratado algunos conceptos en la “relación Creador y criatura” que trascienden las fronteras dispensacionales, como el pacto, la ley, la gracia, alguien habló de siete dispensaciones de Dios, y mucha argumentación que hoy se escucha cuando se trata de algunas enseñanzas “incomodas” (La palabrita: Incomodas, no a la moda)…Es eso era para el tiempo de La ley, esto otro era para aquella época, o esto era para los Judíos… Muchas cosas son intrínsecas a la relación hombreDios. Por ejemplo la redención por medio de la expiación por sangre, desde Génesis mismo, antes de existir la ley o el sacerdocio o la Gracia o la Iglesia ¿Cómo sabían los antiguos que era necesario sacrificar una victima inocente en el altar? (Génesis 15:8-10)…¿Cómo aprendieron a rendirle culto a Dios y a levantar sus altares?..Abraham, Isaac, Noé, Jacob, Abel y Caín ¿Como fueron enseñados a presentarle a Dios sus ofrendas, sus primicias y sus Diezmos? (Todavía tenemos cristianos discutiendo que el Diezmo y la Primicia era para el tiempo de la ley). ¿Quién les enseño a hacer pactos con Dios en sus aflicciones, a practicar la oración? Y no existía en esos tiempos ningún sacerdocio, ni templos, ni siquiera se había inventado el alfabeto o la escritura, la forma de escribir era con “pictografías” cuadros de los mismos objetos, dibujos en tablillas de barro, ni siquiera los pergaminos habían aparecido. Después a través de los siglos aparece el pueblo Hebreo, la Ley de Dios en el Sinaí, el sacerdocio Aarónico, y todo
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aquello que era “sombra” de lo porvenir, aquello que apuntaba a la consumación del plan Divino en la persona de su Hijo Jesucristo. Allí aparece la dispensación de la Gracia, aparece la Iglesia desde la cruz. En el programa de Dios es imposible dividir las épocas en Antiguo o nuevo testamento, La Ley o la Gracia, pacto nuevo o pacto viejo, ( Y aunque todo esto sea válido y tenga su propósito), nunca debemos olvidarnos que el mismo Dios que conversaba cara a cara en las mañanas con nuestros padres Adán y Eva, el mismo Dios que escribió sus leyes en las tablas de piedra en el monte Sinaí, es el mismo Dios que en el bautismo de Jesús en el Jordán, desde el cielo dijo: “Este es mi hijo amado en el cual tengo complacencia”..Un Dios infinito, inmutable sin variación y su palabra revelada, toda ella autoritativa y útil para nosotros hoy. Un pueblo propio, (La Iglesia) que Pablo en su sabiduría nos la presenta como el “Israel espiritual”, derribando los muros de separación que nos dividían, muros del tiempo y de costumbres, y donde el Espíritu Santo que lo perfecciona, lo inspira y lo prepara, atraviesa todas las épocas y culturas humanas, todas las sociedades de todos los tiempos, por eso mismo los antiguos, sin sacerdotes, ni pastores, ni reyes, sin templos, ni Biblias sabían lo esencial en su andar con Dios, sabían sobre el pecado y sobre la culpa, sobre el perdón y sobre la fe, sobre la redención y como agradar a Dios, sabían como obedecer y como honrarlo en sus bienes. Hay fundamentos indiscutibles e inseparables de la relación Dios-hombre, porque son intrínsecos al carácter de Dios y su plan de redención. Podemos suponer que aquellos principios se trasmitían de generación en generación de forma oral, es posible, pero
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también es indudable que quien conoce a Dios no discute nunca lo que se debe hacer para agradarle. Esas cosas esenciales son como un “hilo conductor” que unen todas las épocas, más halla de lo histórico o cultural, más allá de los “cambios” sociales y aún de las costumbres o idiosincrasia de los pueblos. Podríamos llamar “formas” por ejemplo orar de pié o de rodillas, sentados o postrados, cantar coros o himnos, utilizar instrumentos de cuerdas o de viento, teclados o percusión, recoger las ofrendas con una bolsa o una canasta o traerlas al altar, abrir una reunión de una forma u de otra, sentarnos aquí o allá, acompañar con las palmas un canto o sin ellas, pasar al altar o quedarse en las bancadas, saludarnos de una u otra forma, pero hay otras cosas que son ineludibles e invariables y que no las podemos desechar o cambiar llamándolas “costumbres”, ¿Porque razón? Porque están íntimamente relacionadas con el carácter y la personalidad de Dios y que los pioneros de la Iglesia, los Apóstoles utilizaron capítulos completos de la Biblia para enseñarnos y es lo que se llama la “Doctrina de los Apóstoles” , o “La sana doctrina” y que comprende todo lo que hace a la vida cristiana. “Y perseveraban (mantenerse firme y constante en un propósito o resolución ) en la doctrina de los Apóstoles” (No en la nueva visión del pastor, o en la particular interpretación de la Palabra) , en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan, y en las oraciones” (Hechos 2:42).. Cuando afirmo en mis tratados que el diablo nos ha robado la Palabra de Dios de nuestros púlpitos, que nos ha quitado la “esencia” de esa palabra me refiero precisamente a los fundamentos doctrinarios que sostienen a la Iglesia,
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y esto implica como decía Pablo a Timoteo “TODA ESCRITURA..” (2 Timoteo 3:16)…”Las cosas que antes fueron escritas, para nuestra enseñanza fueron escritas a fin de que por la paciencia y consolación de las Escrituras tengamos esperanza” (Romanos 15:4) Claro que lo que nos falta a veces es comprensión y discernimiento de los antiguos escritos y como se aplican en la Iglesia, la Biblia nos revela a Dios y su plan de redención, Dios nunca cambia, su palabra tampoco,su carácter y personalidad es inalterable (de otra manera no sería Dios)…En esos principios deberíamos poder entender cual es el “Modelo” para su Iglesia en un mundo cambiante y moderno. Con humildad pretendo recorrer ese camino a través de las páginas Sagradas, en la iluminación del Espíritu Santo y trazar aquello que Dios demandaba a su pueblo y que para nosotros hoy serían “Las sendas antiguas, cual sea el buen camino” (Jeremías 6:16)
Sergio Gebel
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CAPITULO I
La inmutabilidad de Dios 多Evoluciona Dios, la Iglesia del Se単or debiera adaptarse a los tiempos y costumbres, tenemos que actualizar la Palabra?
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Si hablamos de la honestidad, de la verdad, de la justicia, de lo moral, del orden de la familia partiendo del matrimonio y la crianza de los hijos, “las buenas costumbres” etc., etc. esto es propio al carácter de Dios y a su personalidad, por lo cual no necesitamos mucho énfasis doctrinario, para afirmar como debería conducirse un cristiano “nacido de nuevo”. A lo largo de estos 40 años que sirvo al Señor he sido testigo de los vientos y mareas que vinieron sobre la Iglesia, y creo que cualquiera que sea de mi época de conversión coincidirá conmigo, la Iglesia de hoy no se parece en mucho a la de nuestros Padres, algunas cosas fueron llevadas por esas “olas” y otras nuevas han llegado, se perdieron en nuestros cultos modernos practicas espirituales, dones y manifestaciones, perdimos santidad y reverencia, perdimos el “porte” de un cristiano que nos identificaba desde lejos, cambiamos mucho de lo sagrado por lo vulgar, la libertad de los hijos de Dios se convirtió en “Libertinaje”, nos inundamos con “mareas” de nuevas unciones y “movimientos” (La mayoría de dudosas importaciones)…Y nos fue en desmedro de la Iglesia. Argumentamos: “No se le puede limitar a Dios”…”El
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hace como quiere”…”Dios quiere hacer cosas nuevas”. Yo me convertí y crecí en la Iglesia donde había discernimiento de espíritu, donde “arreglábamos y nos poníamos a cuenta”, antes de ir a la reunión porque Dios revelaba nuestra vidas a los Siervos del Señor, (literalmente)… Hombres que no nos conocían, que nunca nos habían visto leían nuestros corazones, los mensajes proféticos no eran “del tipo de hoy”, era lo que “ El ojo no vio, y el oído no escuchó y lo que no subió en el corazón del hombre”…El pecado no podía entrar en estas Iglesias, pronto era descubierto, los demonios no podían permanecer ocultos se manifestaban y eran expulsados, fui testigo de milagros poderosos como en la Iglesia de Hechos, milagros de multiplicaciones y provisión Divina, sanidades de cáncer y tumores, resurrecciones de muertos, vimos y experimentamos como Dios volvía a la vida a personas fallecidas, creación de órganos nuevos.. Cánticos y mensajes en lenguas desconocidas que eran interpretadas no solo a nuestro idioma, sino a idiomas y dialectos que “El vaso utilizado” jamás conoció…Y lo más importante de todo CONVERSIONES verdaderas, “nuevos nacimientos” Por la Palabra y el Espíritu.. Hoy nos quedamos con “las danzas,” “las caídas”, “El soplo”, “los saltitos”, “El electroshock del Espíritu” “la tirada del saco” “la lluvia de polvo de oro o purpurina”, “La borrachera del Espíritu” “O la unción de la risa”, las “demostraciones circenses y populares”… Nunca deberíamos olvidar que el Dios Omnipotente, Omnipresente y Omnisciente se auto limita y se auto restringe en todo aquello que vaya contra su naturaleza o su carácter o su palabra revelada, El no puede contradecirse, es Santo y Justo y por ejemplo: El no puede mentir, El no
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puede cambiar, El no puede invalidar su propia palabra, por eso mismo le fue necesario enviar a su hijo a morir por los pecadores, porque su ley (su palabra) sentenciaba “El alma que pecare esa morirá”…No podía evadir esa ley, abrogarla, fue necesario la muerte de su hijo. Si llegamos a entender estos principios se terminarían muchos debates doctrinarios. Hoy cuando queremos conservar o practicar estos principios nos descalifican llamándonos de “Legalistas” o “Religiosos” o “Reaccionarios” o un poco menos agresivo “Conservadores”.. Abraham, guardando sus Diezmos porque no tenía donde llevarlos (Hasta que apareció Melquisedec) entraría en alguna de estas calificaciones. Sara que llamaba a su esposo de Señor y se ataviaba como una “santa mujer” (1 Pedro 3: 1-6) se llevaba el premio a la “religiosa del año”. Hoy podemos escuchar a “ministros” del Evangelio lanzando maldiciones y decretos de ruina desde las plataformas y no se nos mueve un pelo. Hasta en algunos círculos cristianos se ha llegado a admitir la violencia como medio de vida o como defensa en casos de agresiones personales o nacionales, cuando Jesús nos enseñó a poner la otra mejilla, y entregar la capa o caminar la segunda milla..La doctrina Cristiana es la noviolencia… (Pero si tenemos boxeadores “convertidos” que oran a Dios antes de cada pelea ¿¿??) O predicadores famosos con un séquito de guardaespaldas. No es posible ignorar que los principios Divinos son INMUTABLES, como lo son las leyes de la naturaleza, el día y la noche, el verano y el invierno, la lluvia y el viento, las leyes de la física, y así el carácter de Dios, un Dios Santo,
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tres veces santo (Padre, Hijo y Espíritu santo) y que nos reclama “Sed santos, porque yo soy santo” (1 Pedro 1:16) o como dice Pablo: “Sed pues imitadores de Dios como hijos amados” (Efesios 5:1) El carácter de Dios marca el carácter del cristiano, su conducta, sus valores, recuperando aquella imagen y semejanza perdida por el pecado…”Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza” (Génesis 1:26). Cuando tenemos que definir la conducta, llámese honestidad, sinceridad, valores morales, integridad, justicia, piedad, equidad, etc. no existe argumentación para diluir ni siquiera un poco, no hay lugar para los grises (Que tanto se dejan ver). Cuando entramos en la estructura de las sociedades basándonos en la familia humana, el orden matrimonial, familiar, esposos, hijos, vida conyugal, crianza, tampoco podemos hablar de “costumbres”. (Hoy está tornándose común las parejas disfuncionales o del mismo género o múltiples) y si nos oponemos a aceptar esto como “normal” somos acusados de discriminadores o reaccionarios. Al destacar las diferencias de géneros en el principio mismo encontramos “Varón y hembra los creó” (Génesis 1: 27), la clara distinción de los sexos es voluntad de Dios, por lo que los creo muy diferentes en su composición, no solo física, sino emocional, espiritual, y mental, muy diferentes el uno del otro y complementados maravillosamente en la unión conyugal. La distinción no solo en su conformación fisiológica, sino en sus vestimentas, en sus atavíos, sus cabellos, su porte, su expresión, sus funciones, su lugar en el hogar, en la Iglesia y aun en la sociedad. En el principio Dios mismo se encargó de vestirles (El
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fue el primer modisto de la historia) Tendrá algo que decirnos respecto a nuestras vestimentas, recordemos que El desechó la “ropa” que la bien intencionada Eva había confeccionado para ella y su marido… Y también fue Dios quien diseñó las vestiduras sacerdotales, telas, confección, adornos, colores, y aún la ropa interior del sacerdote (Pañetes de Lino sobre tus carnes, para que al subir las gradas del altar no se descubra tu desnudez), (¡OHH! Si a Dios no le interesa lo externo, el mira el corazón) A lo largo de toda la Biblia nos encontramos con una diferencia de géneros muy bien definida, en lo que hace al hombre y a la mujer, y todo lo que “mezcle” o diluya esas diferencias está estrictamente condenado Divinamente, desde Sodoma y Gomorra hasta nuestro días. Debía de haber una diferencia, no solo de personalidad y carácter, de funcionalidad y responsabilidades, sino también visual, que tiene que ver con esa “distinción” del uno y del otro, y que satanás prolijamente se encargó a través de las “modas” de arrasar en el mundo entero. ¡OH! casualidad, la mal llamada “liberación femenina”, la igualación de los sexos, las modas unisex, la competencia laboral, económica y social entre el hombre y la mujer, desdibujando aceleradamente esas diferencias dadas por el Creador. ¿Porque será? El hombre ha ido adoptando una imagen y actitudes marcadamente femeninas, incluso asumiendo algunos roles reservados a las mujeres, no se considera extraño que los hombres se depilen el cuerpo, usen cremas y esmalten sus uñas, que adopten posturas, gestos y expresiones femeninas, que se maquillen y usen “aritos”.o dejen crecer su cabello. Y la mujer contrariamente se masculiniza, no es
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raro encontrar mujeres manejando un camión, despachando gasolina, trabajando en un andamio en la construcción, o convertida en boxeadora, desde la famosa libertad sexual en adelante, se dice que son “conquistas de la mujer”, pero creo por el contrario que han sido pérdidas, perdieron de ser halagadas, cuidadas, protegidas, perdieron su femineidad, el ser cortejada y conquistada por el hombre. Esto tiene un solo propósito (Orquestado por el infierno) borrar las diferencias, mezclar, en una “pretendida igualdad”, hoy hasta se habla de una “nueva sexualidad” en el mundo, donde hasta el concepto de varón y hembra desaparecerá, y esto lo afirman los entendidos. Ahora volviendo a la Iglesia, ¿Acaso no es intrínseco al carácter de Dios y a su voluntad crear en el principio dos criaturas diferentes para complementarse armoniosamente en el seno del matrimonio? No que se mimetizaran o se confundieran hasta perder los rasgos característicos de cada uno, por lo mismo deberíamos rescatar con premura las enseñanzas apostólicas que tratan sobre esas diferencias, desde el lugar de cada uno dentro del matrimonio, dentro de la Iglesia, la vestimenta, el cabello , el porte, en el culto a Dios. Y soy conciente que dentro de algunas congregaciones esto ni siquiera ha tenido un momento de consideración, pero volvernos a los fundamentos escriturarios, es precisamente empezar a diferenciar con mucha precisión espiritual “las costumbres” de las doctrinas. Esta es la misma discusión que surge en algunos sectores evangélicos sobre los Diezmos, las ofrendas y las primicias, donde el argumento es que era una practica del Judío, que no hay mención específicamente en las Cartas apostólicas (Lo cual es discutible, porque Hebreos habla de esto), y desde el principio hemos comprobado que esta practica
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antecede incluso a la existencia del pueblo Hebreo y de la misma ley. Esta practica nace allí en el mismo principio de la humanidad y no tiene que ver con las “doctrinas de la prosperidad” o el materialismo únicamente, sino con un reconocimiento a Dios como proveedor de nuestras necesidades, tiene que ver con “Honrar a Dios” por todo lo que nos da, y no era necesario que los Apóstoles enseñaran mucho sobre esto, porque se daba por sentado en la relación Dios-hombre. Esto es igual que la comunión a través de la oración, desde el altar de Abel y Caín, hasta nuestros días, no se necesita mucho argumento para conservar esta practica que traspasa los tiempos y las culturas, desde que existió conciencia de un Creador, la criatura le adoró y le pidió. Si pudiéramos comprender la trascendencia de la Iglesia a las razas, las sociedades, las épocas, las modas, el tiempo, y las costumbres, la Iglesia debería ser la misma que la de nuestros ancestros, la misma a la que le enseñó Pablo, y Juan y Santiago, confiable, segura, firme, un bastión en medio de las tormentas igual que La Palabra y Dios. Y lo “camaleónico” dejémoslo para un mundo vacilante y sin rumbo.
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CAPITULO II
多Dia del Se単or? 多Tendremos un d鱈a para guardar los cristianos?
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Cuando estábamos en la construcción de nuestro templo, la mayoría de los varones nos convocábamos para echar mano a la obra, el único día que se podía contar con la mayoría, era los días domingos, así que por mucho tiempo, domingo tras domingo levantábamos la Casa de Dios, comíamos juntos, estrechábamos la comunión entre los hermanos involucrados, las hermanas cocinaban y nos servían para terminar el día con la reunión de la noche, en una oportunidad llegaron de visita algunos hermanos con su pastor y nos encontraron en plena faena alrededor de la media tarde, y con mucha firmeza fuimos exhortados que no deberíamos trabajar materialmente en “El día del Señor”, nunca me agradó entrar en debates , así que nos quedamos callados y continuamos nuestra tarea. “El día del Señor”, el primer día de la semana, domingo... Algunos dicen el sábado. Esto también está más allá de la Iglesia, la ley, y el pueblo Judío .Porque también nace en Dios, allí en el principio :”Seis días trabajarás y el séptimo descansarás”..Luego a través de la Biblia aparece aquel conocido “sábado” que significa literalmente reposo. Quisiera destacar antes de continuar que aquel “sábado”
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Judío o de Dios, no tiene mucho que ver con el sábado de nuestros calendarios modernos, que casualmente le tocó al séptimo día, no olvidándonos que tenemos los otros días con nombres derivados de la idolatría Griega..Lunes: Luna, Martes: Marte, Miércoles: Mercurio, Jueves: Júpiter, Viernes: Venus… Dejando las prácticas de los Adventistas, nos encontramos con los cristianos guardando el primer día de la semana (domingo) como el día del Señor, claro fue el día que el Señor resucitó, el día donde en la Iglesia Nuevo Testamentaria se realizaba el culto y se celebraba la Santa Cena, pero el “sábado” de Dios, el “reposo” de Dios transciende las fronteras de los almanaques orientales u occidentales, porque nace en Dios y termina en Dios. Nace en Dios cuando en el principio Dios mismo descansa de toda su obra el séptimo día y termina en Dios ¿Porque? Es bueno y saludable y debe practicarse, un día cada seis para descansar, aún las tierras deberían dejarse de cultivar el séptimo año, (“sábado”) para recuperar su fuerza y su riqueza y no necesitaría de agroquímicos y fertilizantes que son tan perjudiciales. El sábado literal que a tan rajatabla practicaba el pueblo Judío y que muchos evangélicos lo trasladaron al domingo tiene un significado mucho más profundo y espiritual para el hombre. Por lo mismo el escritor de la carta a los Hebreos (Cap.4 versos 1 al 3) Dice: “Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo (sábado), parezca alguno de vosotros no haberlo alcanzado .Porqué también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos, más no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.
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Pero los que hemos creído ENTRAMOS EN EL REPOSO (Sábado)…” y (Hebreos 4:10) “Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas”…. Además de estos textos tan específicos y contundentes observemos la posición apostólica sobre el tema (Ya que era una practica muy arraigada en los Hebreos)…” Uno hace diferencia entre día y día, otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté asegurado en su ánimo” (Romanos 14:5) …”Por tanto, nadie os juzgue en comida, o en bebida, o en parte de día de fiesta, o de nueva luna o de sábados. Lo cual es la sombra de lo por venir; Mas el cuerpo es de Cristo” (Colosenses 2:16-17). Por lo mismo el cristiano debería entender un concepto básico que ya fue entendido por David cuando afirmaba sin confusión “Este es el día que hizo Jehová, nos gozaremos y alegraremos en el” ( Salmo 118:24)..Debemos entender que cuando recibimos a Cristo en nuestros corazones, (aquel que se presentó como “Señor del sábado”), entró en el primer reposo de Dios, estando todos los días del año, los 365 días en “sábado” es decir en el reposo de Dios. Aunque queda adelante un reposo más especial que nos alienta a alcanzar el escritor de Hebreos…”Por tanto queda un reposo para el pueblo de Dios” (Cap.4:9) “Procuremos pues entrar en aquel reposo. Que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia” (Cap.4: 11). Está hablando de algo más transcendente, de una esperanza y tiene que ver con el milenio después del arrebatamiento de la Iglesia, donde el “día del reposo de Dios” durará nada menos que mil años. Abordo este tema, porque son aspectos doctrinarios que transcienden el fundamento de los apóstoles y aún de los
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profetas…“ Edificaos sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo” (Efesios 2:20). Se extiende a la misma esencia del carácter de la Divinidad, por lo que son cuestiones que deberían ser indiscutibles en el seno de la Iglesia, y todavía tenemos grupos “separados” por la observancia de los días, se han mal interpretado conceptos espirituales otorgándoles aplicaciones literales..Nuestro sábado es definitivamente el Señor Jesucristo. Y solo estoy tomando algunos pocos ejemplos, porque hay cosas que son inaceptables como pensar en un evangelio sin redención, un evangelio sin la sangre expiatoria, “Crear un plan de salvación que excluya la expiación sería ir en contra de todo el plan y propósito de Dios, porque esto como ya vimos antes comienza en el momento mismo de la caída del hombre, probablemente preparado desde antes, el culpable absuelto o “cubierto” por la sangre de la victima inocente. “Porque sin derramamiento de sangre no se hace remisión” ( Hebreos 9:22 )..Quitar la sangre en el plan de la Salvación es definitivamente una herejía. Así como esto es una realidad fundamental, incuestionable e insustituible para los cristianos, tenemos que recuperar otras verdades que transcienden las fronteras culturales y temporales, y vuelvo a afirmarlo con vehemencia hacen parte del carácter y personalidad del Creador, son indivisibles de la fe en el Dios de la Biblia. El sábado de Dios es un “tipo” de Cristo, no encierra solo el descanso físico, es lo mismo con la “Pascua” que significa Liberación, y que se comienza a practicar allá en Egipto la noche en que el pueblo fue sacado hacia la tierra prometida y que luego Israel seguiría celebrando por sus generaciones, cuando el Mesías aparece en escena, Juan dice
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de el : “He aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo”…Aquel corderito pascual de los Hebreos señalaba tipologicamente a Jesús el cordero “provisto de Dios”, sin embargo ¿Cuántos Cristianos celebrando las Pascuas de los Calendarios?, muy preocupados cuando llegan esas fiestas, parece que nunca leímos: …”Porque nuestra Pascua, que es Cristo , ya fue sacrificada por nosotros. Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura de sinceridad y de verdad” (1 Corintios 5: 7-8)…No es necesario un corderito, o quitar la levadura o preparar el pan, o los huevos de chocolate o los conejos. La Pascua es espiritual. (Panes de sinceridad y de verdad). Quien recibió a cristo en su corazón como “el cordero de Dios” está en Pascua los 365 días del año.
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CAPITULO III
Yo me levantĂŠ madre en Israel ÂżLa mujer en el ministerio Pastoral o en el gobierno de las Iglesias es la voluntad de Dios?
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Vamos a recorrer algunas historias Bíblicas que se sacan muchas veces del contexto para afirmar desviaciones que han ido entrando en la Iglesia moderna. “Débora” nombre que significa “Abeja laboriosa”, una jueza de Israel, dice la biblia “Y gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora profetiza, mujer de Lapidóth”. Yo argumentaba sobre el lugar preferencial de la mujer en la familia, como esposa, como madre, como compañera idónea del varón, complementándolo de una forma única, ahora nos encontramos con Débora y tantas otras mujeres de peso en la Biblia, no desconozco ni desmerezco el lugar de la mujer dentro de la Iglesia, en verdad soy deudor a muchas de ellas que me ayudaron y me ayudan en la obra de Dios, mujeres inapreciables, verdaderas compañeras y siervas del Señor. Pero tenemos que preguntarnos ¿Era el plan de Dios que Israel fuese gobernado por una mujer?.. Si miramos la situación espiritual del pueblo de Dios, encontramos una situación desesperante, casi caótica (Jueces 5: 8) “En escogiendo nuevos dioses, la guerra estaba a las puertas. ¿Se veía escudo o lanza entre cuarenta mil en Israel? .Había hombres, bastantes, en gran número, pero
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los hombres fuertes y preparados se habían echo inútiles. Si leemos un poco más adelante (Jueces 5:16-18) .Encontramos las tribus de Rubén, Galaad, Dan, Aser entre otros que estaban lejos de entender el tiempo que les tocaba vivir, algunos ocupados en sus trabajos materiales, otros haciendo sus negocios, vendiendo, comprando, algunos en la desidia espiritual, otros estaban muy “enredados” en las cosas del mundo, en sus afanes…(Galaád se quedó de la otra parte del Jordán, verso 17)…El Jordán era separación, el pueblo de Israel lo había cruzado una vez, para dejar atrás el desierto, y Egipto al entrar en Canaán , la tierra de las promesas, esta tribu estabas enredada del otro lado, la indiferencia espiritual, la idolatría, había minado las fuerzas de los hombres de Israel, los hombres no respondieron, entonces aquella mujer Débora dice: “Las aldeas habían cesado en Israel, habían decaído, hasta que yo Débora me levanté. Me levanté madre en Israel” (Jueces 5:7). MADRE uno de los oficios más nobles y puros de la mujer, nunca ella habló de reinado, de gobierno o algo parecido, “Me levanté madre en Israel”. Dice la Biblia que esa decadencia no sucedió por casualidad, “Mas los hijos de Israel tornaron a hacer lo malo en los ojos de Jehová” (Cap. 4 verso 1), así fueron subyugados y afligidos por 20 años. (verso. 3). Ahora preguntémonos si hubiera sido la voluntad de Dios de levantar a esta mujer en el gobierno y dar la victoria por medio de ella y no hubiese una situación excepcional Y esto fuera acepto en el plan de Dios, en el orden de los géneros y sus funciones ¿Porqué cuando Barác le invita a Débora a que le acompañe en la batalla, ella afirma de esta manera?...( Cap,4:9 ) “Y ella dijo: Iré contigo, más no será tu honra en el camino que vas, porque en mano de mujer
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venderá Jehová a Sísara.” Bueno Sísara era el capitán del ejercito enemigo, el que asolaba a Israel, y su muerte iba a ser causada por otra mujer valiente llamada Jael ( versos 17 al 23) En “mano de mujer venderá Jehová a Sísara”, y afirma “No será tu honra”…Era vergonzoso, humillante que las mujeres hicieran la tarea que les correspondía a los hombres, hombres entrenados, expertos y veteranos de otras batallas que se hicieron inútiles, que Dios desplazó para “utilizar” aquellas dos mujeres valientes y especiales, pero no saquemos del contexto de la excepcionalidad del caso. Y vuelvo a recalcar no desconozco que hay mujeres que ayudan extraordinariamente en la obra, que pueden liderar en las mujeres de la Iglesia y ser “maestras de honestidad”, enseñando (Como dice la Biblia) a las más jóvenes. “Las ancianas (No solo de edad sino de crecimiento y experiencia espiritual) asimismo se distingan en un porte santo, no calumniadoras, no dadas a mucho vino, maestras de honestidad. Que enseñen a las mujeres jóvenes a ser prudentes, a que amen a sus maridos , a que amen a sus hijos, a ser templadas, castas, que tengan cuidado de la casa, buenas, sujetas a sus maridos, porque la palabra de Dios no sea blasfemada” ( Tito 2:3-5 )..Ni una palabra sobre obra misionera, hacer discípulas para el ministerio, ser fieles en el seminario o capacitarse para el Pastorado. Aquí refiere una tarea de Liderazgo femenino que nunca sobrepasa el gobierno de la Iglesia por el hombre, (salvo raras excepciones de necesidad y urgencia)..Porque dice Tito “La Palabra de Dios no sea blasfemada”. Y esto sucede cuando las mujer pierde protagonismo en la familia, en el hogar como esposa y madre para desempeñar posiciones que el Señor no quiso darles y siempre será en desmedro
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de la Iglesia. Isaías profetizaba también en un tiempo de decadencia y confusión espiritual “Porqué he aquí el Señor, Jehová de los ejércitos, quita de Jerusalén y de Judá el sustentador y el fuerte, todo sustento de pan y todo socorro de agua. El valiente y el hombre de guerra, el Juez y el profeta, el adivino y el anciano, el capitán de cincuenta y el hombre de respeto, el consejero y el artífice excelente, el hábil y el orador. Y les pondré mozos por príncipes y muchachos serán sus señores”.Dios quitaría a los valientes y a los hombres de guerra, a los hombres de respeto y a los consejeros y la decadencia les llevaría a tener “mozos” (Muchachos sin experiencias, jóvenes sin madurez en el gobierno, con las consecuencias catastróficas de esto) Pero aún más adelante dice: “Los opresores de mi pueblo (Recaudadores de impuestos) son muchachos, y MUJERES se enseñorearon de el. Pueblo mío los que te guían TE ENGAÑAN Y TUERCEN el curso de tus caminos” ( Isaías 3:1-4)..(Isaías 3:12). Observemos que esto era un castigo, no una bendición, era humillante, no era lo correcto, no era el propósito de Dios que tomaran el gobierno muchachos o las mujeres. Cuando el hombre decae y pierde su vigor, deja de “ser varón” (“Portaos varonilmente” dice la Escritura).Cuando como en Israel camina en el error y la desobediencia entonces el “orden Divino” se pierde, en la familia y en la sociedad y aún dentro de la Iglesia. El diablo se ha ocupado sistemáticamente a través de los siglos ( Más en este último tiempo) de “diluir”, “mezclar”, “invertir”, y pervertir el orden Divino, es por eso que la Iglesia que tiene la Palabra de Dios debe recuperar esos bastiones caídos y no permitir que en el seno de la Iglesia
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se pierdan las “diferencias” maravillosas dadas de Dios al varón y a la mujer para que en la luz de las enseñanzas bíblicas funcionen los hogares, las sociedades y la amada Iglesia. Preguntémonos: ¿No tendrá esto que ver con tantos fracasos matrimoniales?...¿Con tantos hogares destruidos?.. Aún dentro de las filas cristianas…Algo hemos perdido en el “modelo” de Dios. Mujer Cristiana, tu lugar, tu papel, tu trabajo dentro del Reino de Dios y en el mundo es el más noble y especial de la creación, insustituible, y esto lo sabe el enemigo de Dios. Observemos algo más en la Palabra profética: “Y echarán mano de un hombre, siete mujeres en aquel tiempo, diciendo: Nosotras comeremos nuestro pan y nos vestiremos de nuestras ropas; Solamente sea llamado tu nombre sobre nosotras, quita nuestro oprobio” (Isaías 4:1) En otras palabras, parafraseando el texto “No necesitamos que nos cuides o nos proveas o nos protejas, nos cuidaremos solas, nos mantendremos con tal que seas nuestro hombre” El hombre degradado como tal, cumpliendo el rol de un semental, mujeres que lo compartirán sin reglas morales, en una independencia absoluta. ¿No tenemos acaso mujeres famosas y mediáticas que sentaron precedente y engendraron hijos sin necesidad del hombre como pareja, utilizando el esperma de los bancos , de dadores anónimos y argumentando que “Quiero que sea solo mío”,”o ” No necesito de un hombre al lado”.Soy auto-suficiente, me auto-sostengo puedo demostrar mi capacidad y superar incluso a cualquier hombre, elijo con quien quiero tener sexo y cuando quiero hacerlo.
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El deseo de Dios allá en el huerto era preparar una “Ayuda idónea” para el hombre (Génesis 2:18) ¿Dónde queda la premisa Divina que se escuchó en el Edén cuando dijo: “No es bueno que el hombre esté solo, haré ayuda idónea para el”? Ayuda: (según los diccionarios) Persona o cosa que socorre o presta su cooperación. Idónea: Que tiene suficiencia o aptitud para una cosa. ¿Cuál es la aptitud o suficiencia para las mujeres? AYUDAR al hombre, complementarlo, llenarlo, acompañarlo, completarlo como una pieza que “encaja” en la otra y hace de ambas una sola muy eficaz y útil. El modernismo superpuso, diluyó y mezcló las funciones y no fue una “evolución casual” sino algo planificado por satanás para que el ser humano concientemente o inconcientemente ofenda a Dios y transgreda sus leyes porque de esta forma se asegura el éxito futuro en su plan para arruinar la creación, muchas de las modas y tendencias, cambios o revoluciones sociales a través de los tiempos tienen una connotación espiritual, y están íntimamente ligadas a la antigua contienda entre Dios y satanás, y en la arena de esas batallas, el ser humano. Por eso no es extraño, que así como las sociedades han ido cambiando y en muchos casos mutando sus valores y costumbres, la Iglesia del Señor haya sido contaminada también. No tendría que haber sucedido, ya que tenemos fundamentos eternos e inamovibles (La Palabra). Hay una cita que explica la perdurabilidad de la Biblia: Los siglos pasan, pero la Biblia ahí está todavía Los imperios aparecen, desaparecen y son olvidados
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Pero la Biblia permanece Las dinastías suceden a las dinastías Pero la Biblia ahí está. Los Reyes son coronados y destronados Pero la Biblia ahí está. Los emperadores decretan su destrucción Pero ahí está. Los ateos la atacan Pero ahí está Los agnósticos sonríen cínicamente Pero ahí está. Los incrédulos la abandonan. Pero ahí está. Los de las altas críticas niegan su inspiración. Pero ahí está. Encienden hogueras para quemarla. Pero ahí está. Se predice que será abandonada y olvidada pronto. Pero ahí está. Los modernistas tratan de desmitificarla Pero ahí está. La Palabra de Dios ha perdurado a través de los siglos, y son los cimientos para edificar la Iglesia. No podrían, ni deberían producirse cambios.
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CAPITULO IV
Nehustan La IdolatrĂa y el misticismo dentro del Evangelio
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(2 Reyes 18:1-4) El versículo cuatro de estos pasajes dice así: “El quitó los altos y quebró las imágenes y taló los bosques, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban perfumes los hijos de Israel; Y le llamó por nombre Nehustán”, Nehustán: Significa casa de metal. Quienes conocen la historia Bíblica saben que en una oportunidad, en la peregrinación del pueblo de Israel, el ánimo de ellos había decaído y comenzaron a murmurar contra Dios y su siervo Moisés, en Números 21 encontramos esta historia. (Versos, 5 y 6) “Y habló el pueblo contra Dios y Moisés: ¿Porqué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto?, que ni hay pan, ni agua y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes que mordían al pueblo; Y murió mucho pueblo de Israel”. La protección de Dios fue retirada a causa de sus quejas e incredulidad y serpientes venenosas del desierto avanzaron sobre sus campamentos. Dice el versículo 7 al 9 “Entonces el pueblo vino a Moisés y dijeron: Pecado hemos por haber hablado contra Jehová y contra ti,
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ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente y ponla sobre la bandera y será que cualquiera que fuere mordido mirare a ella vivirá y Moisés hizo una serpiente de metal y púsolas sobre la bandera y fue que cuando alguna serpiente mordía alguno, miraba a la serpiente de metal y vivía”. Notemos que Dios no quitó de sus campamentos a las serpientes, fuentes de veneno y muerte, ellas continuaron allí, mordiendo al pueblo, pero hubo un remedio provisto de Dios, una figura de bronce sobre el asta de la bandera bien en alto, donde todos podrían verla, no importaba la distancia que les separaba, no debían hacer nada más que fijar su vista en aquella figura y el veneno no surtía efecto sobre ellos, mirando las Escrituras encontramos que esta serpiente era un tipo de Cristo (Juan 3:14-15) . “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado: Para todo aquel que en el creyere, no se pierda, sino que tenga vida eterna”… Las serpientes venenosas mordiendo a todas las personas en el campamento Hebreo, es figura del pecado en los hombres, inoculando su veneno y llevando a la muerte irremediablemente, Dios colocó “bajo condenación” a todos, “Por cuanto todos pecaron y están destituido de la Gloria de Dios” (Romanos 3:23), la muerte estaba asegurada, y entonces apareció el remedio, una simple mirada en fe a una figura similar a la que causaba la muerte, por lo mismo Jesús se hizo hombre, y en forma humana nos proveyó el remedio, en la fe, sin nada que quitar o añadir y es para todos, en donde se encuentren, no importa lo lejos que esté, ni la edad o la condición, era para el pueblo y para
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los príncipes, hombres y mujeres, todo aquel que quería “vivir” debía mirar la figura.. Pero ocurrió que Moisés olvidó destruir esta figura de bronce y el pueblo le comenzó a rendir culto de adoración, y pasaron muchos años y esta serpiente de bronce era adorada por Israel, ellos no entendieron que la imagen en sí no tenía ninguna virtud, ningún poder especial, funcionaba a través de fe y obediencia (Como todo lo que aparece en las Escrituras que sea extraño) .Dios obraba vida cuando ellos en fe dirigían su mirada a la imagen sobre el mástil, es igual a la forma en que hoy el hombre alcanza salvación mirando por fe al Cristo de la cruz. Habían pasado algunos años y ahora un hombre temeroso de Dios llamado Oseas de quien dice la Biblia “Hizo lo recto en los ojos de Jehová”…”En Jehová Dios de Israel puso su esperanza”…”Porque se allegó a Jehová y no se apartó de el” (2 reyes 18:3-6) Este varón se levantó y destruyó esta imagen que se había convertido en un objeto de idolatría…”La hizo pedazos” He tomado parte de esta historia tan particular e ilustrativa del corredor bíblico para abordar el tema del misticismo dentro del Evangelio. A través de las épocas el enemigo de nuestras almas ha ido infiltrando ciertas practicas y desvirtuado otras para ofender o afrentar a Dios, porque el conoce a la perfección lo que afrenta al Creador. Dios estableció un plan de salvación a través de la fe, creyendo, sin haber visto, sin haber sido testigos de la obra redentora, todos nosotros creímos sin ver. “Entonces Tomás respondió y díjole: ¡Señor mío y Dios mío! Dísele Jesús: Porque me has visto, Tomás creíste;
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Bienaventurados los que no vieron y creyeron” (Juan 21: 28-29).Todo el plan de Dios gira en torno a la fe, pero el hombre tiene esa inclinación arraigada al “misticismo y a la idolatría”. Parece que siempre necesitamos ver y tocar, no alcanza la fe. Notemos que Dios se ha encargado que no queden muchas evidencias materiales de la cruz, del culto Hebreo, aunque así y todo anda por allí algún sudario de dudosa procedencia que es venerado, y los lugares “santos”, santo sepulcro, camino del calvario, monte del Gólgota, jardín de las olivas. Etc. Imaginemos si hubiera quedado un trozo de la madera de la cruz, o la corona de espinas, algún clavo, se busca afanosamente el “santo Rial” (El cáliz donde dicen tomó el vino de la santa Cena el Señor)… Menos mal que el arca del pacto ya no está, las tablas de piedras de la ley o el candelero de los hebreos. Cualquiera de estos objetos serían disputados y venerados en el mundo ( A veces vemos a cuantos cristianos ahorrar y hacer esfuerzos para viajar a Jerusalén, y tener una experiencia mística, orar junto al muro de los lamentos o caminar donde caminó Jesús )…Creo que Dios con mucha sabiduría hizo que desaparecieran todos los elementos del culto Hebreo, cortinas, altar, incensarios, el arca, la fuente de metal…Si hubieran quedado se hubiera construido un gran “templo” y estarían sobre un pedestal y seguro que del mundo entero viajarían allí para hacer sus peticiones..La naturaleza del hombre es idólatra por esencia. Ahora volvamos a la Iglesia ¿Qué ha pasado con ella?. Así como el pueblo Hebreo caía una y otra vez en la idolatría, teniendo hasta hoy lugares sagrados, días y fechas, rituales y observancias, también nos sucede. Nos olvidamos de lo claro y contundente que fue Jesús en
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la conversación con la mujer Samaritana en el brocal de aquel pozo de agua, (Juan 4:19-24)…”Dísele la mujer: Señor paréceme que tú eres profeta. Nuestros padres adoraron en este monte y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde es necesario adorar: Dísele Jesús: Mujer créeme, que la hora viene cuando ni en este monte, ni en Jerusalén adorareis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis, nosotros adoramos lo que sabemos. Porque la salud viene de los Judíos. Mas la hora viene y ahora es cuando los VERDADEROS ADORADORES adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que le adoren”. Son tan esclarecedoras estas palabras del Señor, ¿Cómo confundirnos?. Hemos visto cristianos reverenciando el “altar” (El púlpito o la plataforma) como un lugar “especial” o “sagrado” (claro que es especial para quienes lo usamos para administrar las cosas santas de Dios)…Una vez en una congregación donde fui invitado a predicar, cuando ingresé al templo me arrodille en una banca para orar y me invitaron a dar el frente para “el altar” ( Yo estaba de espaldas), allí pude observar como todas las personas que iban llegando se arrodillaban allí antes de tomar su lugar. No podemos pensar que algún atril de madera, vidrio, metal o acrílico sea un “altar” a Dios, esto son elementos prácticos y útiles para apoyar una Biblia o para estar en una diferencia de altura y que todos puedan ver al predicador, ¿Será que no hemos entendido que el verdadero templo de Dios somos nosotros y nuestros altares son nuestros corazones?... Nuestras capillas tienen solo una cuestión de
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practicidad y de privacidad, claro que hay que entender también que son lugares “consagrados” (Apartados, separados, o señalados para…) para el uso del pueblo de Dios, para las cosas de Dios, tampoco caer en el extremo irreverente y profano (De noche es casa de Dios y de día un boliche bailable o para tomar copas). Salomón lo entendió, habiendo construido un templo magnífico, de oro, plata, cedros y mármoles, un templo que si hoy existiera sin ninguna duda sería una de las maravillas del mundo, que Dios no podía ser “contenido” por esas paredes. “Empero: ¿Es verdad que Dios haya de morar sobre la tierra? He aquí que los cielos de los cielos no te pueden contener. ¿Cuánto menos esta casa que yo he edificado? ( 1 Reyes 8:27)…”¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros?...Porque comprados sois por precio: Glorificad púes a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu los cuales son de Dios” ( 1 Corintios 6:1920). El altar consagrado y sagrado es el corazón, pero cuidado con los extremos, porque el texto dice: “Glorificad púes a Dios en vuestro CUERPO y en vuestro espíritu”…( Porque también escuchamos : A Dios le importa solo el corazón, el no mira el cuerpo, como nos ataviamos, que hacemos con el, si me pinto, me tatúo o me visto como quiero.) En esa onda de lo que yo llamo “Misticismo Cristiano” hemos avanzado aún más lejos. Y así otros elementos entraron dentro de la “confusión” por ejemplo: El bautismo, la unción de aceite, la Santa Cena, la Biblia, la imposición de manos, las frases usadas como “Formulas”, etc. etc. El Bautismo, nosotros como muchos por una cuestión
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práctica, porque en las grandes ciudades es imposible conseguir un afluente de agua limpia, (nuestro ríos están muy contaminados), lo realizamos en piletas preparadas para tal fin, y no niego que es más inspirativo y emotivo hacerlo en una corriente de agua, en nuestras Iglesias que están en el interior de nuestro país lo hacemos en arroyos y ríos. Pero escuché argumentar que sino se realiza en un río no es bíblico, pregunte ¿Porqué?...Porque las corrientes se llevan el pecado, escuché también decir si me bautizo me convierto en cristiano, me limpio. Si no hay una conversión verdadera en el hombre, el bautismo es solo una “remojada”, sino hubo un arrepentimiento verdadero y no aceptó a Jesús como su salvador no hay bautismo que cambie nada, ni que lo haga en las cataratas de Iguazú o del Niágara. Se puede limpiar la carne, la piel, pero nunca tu alma, lo que limpia el pecado del hombre y le transforma es la muerte expiatoria de Jesucristo. El bautismo es un símbolo que testifica lo que ha ocurrido en nuestro interior, la muerte al pecado (Cuando el bautizador nos sumerge bajo las aguas) y la resurrección a una nueva vida (Cuando nos levantan de las aguas).La palabra bautizo significa “sepultura”, por lo cual no bautizamos por aspersión y tampoco en veinte centímetros de agua. Ahora mientras se realice en la formula bíblica y la persona haya sido sumergida en el agua, lo demás no tiene sentido. La Biblia habla de bautismos masivos, en el tiempo antiguo, donde ni tuvieron que mojarse. “Porque no quiero hermanos, que ignoréis que nuestros padres (Hebreos) todos estuvieron bajo la nube y todos pasaron la mar (Mar rojo). Y todos en Moisés fueron
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bautizados en la nube y en la mar” (1 Corintios 10:1-“) El bautismo es una práctica cristiana que la persona en el ejercicio de su conciencia y voluntad determina recibirlo en señal del proceso que ocurrió en su conversión, como consecuencia de y nunca como causa. El aceite, el agua no tienen virtudes espirituales en si mismo, con una nos bañamos y bebemos y con el otro cocinamos y aderezamos nuestras comidas. En algunos círculos evangélicos hasta tiene precio, “El aceite de la unción”, “aceite consagrado” hasta se marcan días especiales para asistir y recibir la unción de aceite, algunos llevan un poco a sus hogares que utilizan como panacea para todos los males, se ungen carros y casas, calles y ciudades (En una congregación local cargaban un barril detrás de una camioneta y recorrían las calles de la ciudad “Ungiéndola”, literalmente iban derramando aceite en las calles). En una oportunidad fui llamado para despedir los restos mortales de un hermano que había fallecido, concurrimos algunos para oficiar el servicio, y se dieron cita en ese lugar creyentes de otras congregaciones, entre ellos alguno pastores también, comenzamos el servicio y todo transcurría casi normalmente, hasta que una jovencita de unos veinte años aproximadamente, familiar del occiso, comenzó a sufrir una crisis de llanto y desconsuelo, bueno procuramos consolarla y animarla en la esperanza de los hijos de Dios, oramos por ella, pero no podía calmarse y la familia le lleva a una de las habitaciones para tener un poco de privacidad e invita a los pastores a orar por ella, estábamos orando hasta que uno de los pastores le dice a la dueña de casa que le trajera una taza grande con aceite, la joven estaba muy bien vestida con ropas claras y seguía en
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su desconsuelo, este hombre al recibir su pedido comenzó a volcar sobre la cabeza de la joven grandes cantidades de aceite que corría por su cabello, su cara y sus ropas, ella no podía reaccionar, el volvía a cargar la palma de su mano y la vaciaba sobre su cabello y todo esto acompañado de expresiones a voz muy fuerte de cosas como esta: ¡Quémate Satán, frítate en el infierno Satán , te estás quemando ahora!...¡ Quémate diablo, te quemo ahora! Ect.ect. En verdad sentí tanta lástima por esta jovencita, cuando pudo reaccionar tenía aceite hasta dentro de sus zapatos, no sé como volvería a su casa, su cabello se amontonaba en grasosos manojos que goteaba aceite, el aceite le corría por los brazos y las piernas, yo me apuré para salir de esa habitación (No quería cobrar por algún enfurecido pariente) y le dejé al ungido en plena vergonzosa faena (fue una faena). Hemos visto ungir a las personas en manos y pies, en el estómago y la cabeza, los ojos y los oídos y en algunos lugares pudorosos, hemos presenciado como la gente se llevaba un frasquito de aceite, escuchamos: “Venga a buscar el aceite de la unción”, “El aceite del jardín de las olivas donde estuvo Jesús orando”…Y el aceite es simplemente aceite de maíz, de girasol, de soja o de olivas… El aceite de unción sacerdotal tenía un sentido y también era figurativo o representativo, fue instaurado por el Dios de Israel en la consagración de los Reyes, los Sacerdotes y los Profetas y era aquello “sombra de lo porvenir”… Un tipo. Hoy en la Gracia, en la dispensación de la Iglesia encontramos esta ordenanza únicamente en Santiago 5:1315. Una práctica reservada para el pueblo cristiano, estos pasajes no están dirigidos al común de la gente, sino
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para la Iglesia porque dice: ¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración (¿Podrá un inconverso o incrédulo orar?)¿Está alguno alegre? Cante salmos. (¿Puede el mundo cantar Salmos?).¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llamé a los ancianos (No los diáconos, los líderes o los miembros) de la Iglesia, y oren por el ungiéndole con aceite en el nombre del Señor: Y la oración de fe salvará al enfermo y el Señor lo levantará y si estuviere en pecados, le serán perdonados” Observemos que no es una práctica que pueda realizarse u ofrecerse públicamente y anunciar: “Mañana unción de aceite” y usarla en forma multitudinaria y masiva, la ordenanza dice “Llame” a los ancianos de la Iglesia. Y en esto no opera el aceite o la santidad o los dones que pueda tener el anciano, aquí el secreto está (Como en casi todo) en la OBEDIENCIA a su Palabra. El aceite puede ser cualquiera de la cocina, si le queremos dar un marco de “solemnidad” se puede preparar con anterioridad y hasta podemos orar por el mismo, pero suponer que este elemento físico tenga alguna propiedad (Aparte de subir el colesterol) es una total ignorancia espiritual. En mis principios, cuando comenzaba a servir a Dios, yo era un incipiente diácono de la Iglesia, Dios comenzaba a usarme y tenía mucha oración en mi vida , ayunaba y buscaba mucho a Dios, mis hijos eran chicos y nuestra Iglesia estaba a unas cuadras de mi casa, después de volver de una reunión, mi hijo varón comenzó a enfermar, levantó mucha fiebre y lloraba, hicimos lo que cualquier cristiano haría, oramos con mi esposa para que el Señor lo sanase, y lo hicimos varias veces durante la noche, cada vez se ponía peor, la fiebre subía y comenzaba a convulsionar, vivíamos en una zona rural, muy pobre, ¿A dónde ir a esa hora
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de la madrugada?. Me arrodillé en el cuarto, reprendí la enfermedad, tomé autoridad, puse mis manos sobre el, le ordené a la enfermedad que se fuera en el nombre del Señor, hasta me visitó el Espíritu Santo en ese momento…Pero… No pasó nada…Por el contrario empeoraba…Estábamos de verdad muy asustados…Hasta que mi esposa con mucho atino y sentido común me sugirió: ¡Querido ¡ Me dijo:¿ Si vas a llamar al anciano?, el anciano vivía detrás de la Iglesia a trecientos metros de mi casa, pero yo le respondí a mi esposa: ¿Acaso yo no soy también un Siervo de Dios?... Vamos a orar. Volvimos a hacerlo por undécima vez creo, y no pasó nada. Mi hijo temblaba y transpiraba, sus ojitos dados vuelta, me asusté bastante y me humillé, corrí a buscar al anciano…. Hermano querido, venga pronto mi hijo está muy mal…. El hermano ajustándose los pantalones, agarró su biblia y corrió conmigo, cuando llegamos a mi casa, mi hijo estaba sentado en la cama al lado de mi esposa y se tomaba un té, el hermano miró y dijo: “Hermanito ¿Para que me hizo venir? El chico no tiene nada, vamos a darle Gracias a Dios y me voy a dormir que mañana trabajo. ¿Qué quería Dios de mí? La obediencia, cuando me decidí a obedecer, mientras que iba, Dios lo hizo, no hay nada especial en el aceite, es simbólico, figurativo, El obra en la obediencia. Alguien puede argumentar que los Apóstoles ungían con aceite a los enfermos y eran sanados, no nos olvidemos que todavía la Iglesia no estaba establecida como tal, sus fundamentos doctrinarios no habían sido colocados y muchas prácticas tenían un fuerte arraigo en la cultura Hebrea, al conformarse la Iglesia muchas cosas iban a ser ordenadas, con sus ministerios y funcionarios,
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con sus sacramentos y enseñanzas y esta práctica iba a desaparecer, en el libro de los Hechos no encontramos ninguna referencia. También tendremos que considerar la práctica de imponer las manos, que es bíblica y fue encomendada por el Señor, pero de allí a pensar que “necesariamente” Dios va a obrar por nuestras manos es un error, en estos últimos tiempos entró la costumbre de caerse, o por la imposición de las manos o por soplar a las personas o lo último que hemos visto el electroshock que es algo así como un “golpe de corriente espiritual” que tumba a las personas como si hubieran recibido una descarga eléctrica. He sido Evangelista y he realizado cientos de campañas y cuando entró esta costumbre, venían las personas y pedían una oración especial diciendo: “No me he caído”… ”Si me caigo me voy a libertar”…Yo suelo decirles ¿Quién dijo que es necesario caerse para libertarse?....Vamos a orar y no vas a caer, no hace falta. Dicen: La unción, el poder de Dios, el toque del Espíritu… Yo pregunto ¿Cuándo fue aquel derramamiento del Espíritu Santo, el día del pentecostés, sobre los ciento veinte que esperaban la promesa, cual era la posición en que estaban?...Cuando el viento recio llenó la casa y lenguas como de fuego se repartieron sobre ellos. La Biblia dice: “Y de repente vino un estruendo del cielo como de un viento recio que corría, el cual hinchió toda la casa donde estaban SENTADOS” (Hechos 2:1-4). Ni siquiera de rodillas, no había altar, estaban sentados, ¿Qué irreverencia?...¿Como fue que no se cayeron?...Y era el primer pentecostés, la promesa profetizada por Joel, creo yo que por ser la primera “unción” que descendía sobre la Iglesia y que era para revestir de “poder” a aquella Iglesia
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que iba a ser perseguida y martirizada como ninguna fue después de ella, debiera ser algo único y extraordinario, y creo que lo fue, pero no hubo ninguno tumbado en el suelo o sacudido por estertores .( No se usaban los “camilleros” o los “ujieres” para sostener a los que se van a caer) En verdad vemos tantas cosas absurdas con un dejo de misticismo e incluso hasta de idolatría que nunca deberían haber entrado en el cristianismo, algunos cultos no se diferencian en nada a los cultos africanistas donde se incorporan “entidades” (demonios) y los espiritistas comienzan sus danzas en un paroxismo que termina con todos en el piso. Es hora! , “La hora es y la hora viene, en que los VERDADEROS adoradores, adorarán en espíritu y en verdad”. Se desarrollaba una gran reunión de evangelización, en el fragor del mensaje, una persona tomada por espíritus comenzó a manifestarse, varios siervos del Señor fueron al lugar para ministrarle, uno de ellos golpeó la cabeza de la “victima” con una pesada Biblia y comenzó a decirle: “Por la Palabra te reprendo”…”Esta Palabra te expulsa”… Con esa misma idea se deja la Biblia abierta en el Salmo 91 sobre la mesita de noche, para que Dios proteja nuestro descanso, o escuchamos decir no escribas o hagas marcas en las páginas de la Biblia, y algunos van un poquito más lejos todavía, colocan el libro sobre el dolor o la parte afectada para sanarse. También los que le piden a Dios que les hable y abren al azar sus páginas, leyendo donde ponen sus ojos… Yo tengo una historia muy graciosa sobre estos últimos…Un hermano que tenía esta costumbre estaba pasando una aflicción muy grande y le pidió a Dios que le hablara de esa forma, abrió al azar sus páginas y posó los
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ojos donde dice, acerca de Judas. “Y saliendo afuera, fue y se ahorcó” El dijo:¡Ah esto no es para mí Señor! Y cerró su Biblia, volvió a hacer un segundo intento y abriéndola puso sus ojos donde dice “Ve tu y haz lo mismo ¡OH! Señor esto no es para mi!...Y en un tercer intento al abrir su Biblia leyó el texto que dice: “Lo que tienes que hacer hazlo pronto”…. No funciona de esa forma. La Biblia es papel y cartón impresos, y que según sus calidades hacen un gran negocio a editoriales y librerías, no hay nada virtuoso en el papel y la tinta, aunque sean sus páginas de papel de seda o de arroz sigue siendo papel, lo que tiene virtud es el contenido y cuando yo lo acepto y vivo esa palabra, entonces esa palabra es poderosa en mi. “Y el dijo: Antes bienaventurado los que oyen la Palabra de Dios y la guardan” (Lucas 11:28). La Biblia como libro está en casi todas las bibliotecas, en las sedes gubernamentales, en los despachos oficiales, en las bibliotecas de jueces y abogados y médicos, la poseen los religiosos y los espiritistas, la tienen los brujos y satanistas, también ateos y agnósticos y evolucionistas, científicos y militares. Muchas autoridades cuando asumen sus cargos colocan su mano sobre ella y hacen un juramento. ¿Cuántos que la han leído y la leen como un libro más y no les produce nada?...Porque para que haya resultado primero hay que creer en el Dios de esa Biblia y segundo ponerla por obra. El diablo la conoce de memoria, procura rebatirla, desautorizarla y anularla si pudiera, y no le teme al libro, le teme al Dios de ese libro y a los que obedecen lo que dice ese libro. Una vez encontré un mendigo en la calle, atado su cuerpo con alambres, sucio y desquiciado, comiendo de
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la basura, le hablé del Señor por largo rato sentándome junto a el, luego le traje a mi casa y tomó un baño, le dí ropas limpias y se sentó a mi mesa (era para las navidades) compartió con mis hijos y esposa, también le llevé a la Iglesia y se convirtió, pero el asunto es que cuando le encontré quise saber donde pasaba las noches, caminamos junto unas cuadras y me llevó a una casa abandonada, semi destruida, en un rincón de esa casa el tenía su refugio, entré en ese lugar, las viejas paredes estaban revestidas con fotografías pornográficas de alguna revista encontrada y alternadamente páginas de una Biblia vieja, este “collage” decoraba su refugio, un hombre atado espiritualmente, pero aquellas páginas de Biblia ¿Qué habían cambiado?... NADA…grotescamente se intercalaban con imágenes obscenas. La Palabra tiene que morar en el cristiano, en su corazón, Dios no nos ha dejado ninguna “formula mágica”, palabra o elemento u objeto que podamos utilizar como antes hacíamos cuando no conocíamos. Muchas veces se saca del contexto general de las Escrituras, del tenor general de sus enseñanzas situaciones específicas y excepcionales, que no aparecen en el relato bíblico para sentar un precedente doctrinario, sino tienen un propósito específico, por ejemplo encontramos un ciego que acude a Jesús y el Señor escupe en tierra, hace lodo y lo coloca sobre sus ojos y lo envía a lavarse a cierto estanque de agua. (Juan 9:1-7) Yo he visto predicadores escupiendo el rostro de los enfermos ¿Necesitaba Jesús de esto?...¿Había algo especial en su saliva?..¿O en el polvo de las calles de Jerusalén?. ¿O acaso en el agua del estanque?...No, de ninguna manera, el que le devolvió la vista fue Dios, estas cosas
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eran necesarias para esa persona, eran particularmente para el, el Señor conoció su corazón. ¿Por qué Bartimeo (Otro ciego) es sanado en forma inmediata sin usar ningún elemento? …¿Porqué a los diez leprosos el Señor los envía a mostrarse a los sacerdotes si querían ser limpios? ( Lucas 17: 11-19) esto era una práctica religiosa que iba a ser abolida, en cambio en otra ocasión un leproso viene al Señor pidiéndole limpieza y solo hizo falta un toque del maestro (Marcos 1:40),¿ y los sordomudos?...A uno solo le dijo “sed abierto” y aquel oyó y a otro le abrió la boca y le escupió y tocó su lengua. Situaciones y personas específicas, no sentemos doctrina, ni busquemos explicaciones absurdas, el sabía en cada caso lo que se requería, primeramente para trabajar con el hombre, con su orgullo, sus preconceptos, sus razonamientos, prejuicios religiosos y culturales que el Señor tiene que “destruir”, “derrumbar” para que Dios tenga oportunidad con esas personas, de igual forma encontramos a un Naamán , leproso que Eliseo manda zambullirse siete veces en el Jordán para ser limpio, esto no quiere decir que el agua del Jordán tenga propiedades curativas y que vayamos a buscar de esa agua. Podía ser zambullirse en ese río o dar siete brincos bajo de un árbol, o seis, o diez saltos de rana en la arena…El tema era la humillación, el sometimiento y la obediencia. Veamos en Hechos 19:13-16 “Y algunos de los Judíos exorcistas vagabundos, tentaron a invocar el nombre del Señor sobre los que tenían espíritus malos diciendo: Os conjuro por Jesús, el que Pablo predica, y había siete hijos de un tal Sceva, judío, príncipe de los sacerdotes, que hacían esto: Y respondiendo el espíritu malo dijo: A Jesús conozco, y sé quien es Pablo, más ¿Vosotros quienes sois?...
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Y el hombre en quien estabas el espíritu malo, saltando en ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos” La formula era correcta, el nombre invocado era correcto, el procedimiento era correcto ¿Porqué no funcionó?..¿Vosotros quienes sois? Fue la pregunta del espíritu malo. Para terminar compartiré una experiencia, que ilustrará lo que pretendo decir. Vino a congregar a nuestra Iglesia un hermano que pertenecía a otra congregación, este hombre hoy es uno de nuestros queridos siervos del Señor y permanece con nosotros hace más de treinta años, el había sido erróneamente enseñado que era falta de fe consultar o recurrir a los médicos, si enfermaba el o sus hijos debía de orar hasta que Dios lo sanase, el nunca había consultado con un médico y lo peor tenía varios hijos pequeños que jamás había sido examinados o vacunados. Procuré de enseñarle que si bien debemos confiar en Dios también debemos ser ordenados y prudentes ya que hay leyes que obedecer y con más razón cuando hay niños. El era un buen cristiano pero equivocado, encerrado en ese pensamiento nunca sus niños tuvieron un control de salud y esto dejaba un mal testimonio alrededor. Un día enfermó mucho, no pudo ir a su trabajo por varios días, muy obediente y muy creyente me mandó a llamar a su casa para que orara por el, me dirigí al lugar en mi auto viejo, bajé del mismo, pero no bajé mi biblia, ni llevé aceite para ungirle, entré al dormitorio, estaba en cama arropado y temblando, se veía muy mal, me senté al borde de la cama, le saludé, hablé de bueyes perdidos, noté la consternación en sus ojos, me dirigí a la esposa y le
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dije poniendo mi mejor cara, “Prepare un té bien cargado, caliente y añada el jugo de un limón y póngale miel y déselo que lo tome, me despedí y subí a mi auto, no oré ni una palabra, no llevé ni leí la Biblia, no le ungí con aceite. El me contó luego pidiéndome perdón, que cuando yo salí de su casa , el se enfureció y murmuró contra mí, el le dijo a la esposa: ¡Que clase de Pastor es este!...¡Como no va a orar!...En vez de un pastor tenemos un yuyero …Limón y té por Dios!...Pero que sucedió, la fiebre y los dolores aumentaron y fue desmejorando cada vez más, cerca de la medianoche ya no pudiendo soportar más, le dijo a la esposa: Prepárame ese té que dijo el Pastor y dámelo, al otro día amaneció totalmente sano. Yo no recomiendo té a todos (Suelo orar) yo no hago siempre estas cosas, pero en esa situación específica y con esa persona, Dios necesitaba su humillación y obediencia, y nadie crea que le sanó la “infusión”, si se me hubiese ocurrido mandarle a comer una manzana asada, se hubiera sanado igual, a partir de ese día se convirtió en un cristiano obediente, hoy confía en Dios, pero asiste a la consulta médica y es un gran compañero en la obra. Desmitifiquemos el evangelio de Jesucristo y adoremos a Dios en espíritu y en verdad.
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CAPITULO V
TĂtulos y credenciales El ego, la vanagloria y el cholulismo tambiĂŠn nos afectaron
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“Y oyendo Juan en la prisión los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos: Diciendo: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? Y respondiendo Jesús les dijo: ID y haced saber a Juan las cosas que oís y veis: Los ciegos ven, y los cojos andan, los leprosos son limpiados y los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres es anunciado el evangelio” (San Mateo 11:2-5) Juan había concluido su ministerio, el había sido enviado adelante a preparar el camino del Señor, ahora estaba preso, su vida estaba finalizando, el no había logrado ser testigo de las maravillas que Jesús comenzaba a realizar, en esa obscura cárcel se llenó de dudas, ¿sería aquel el Mesías prometido?, ¿sería el que esperaban? Mandó alguno de sus compañeros para averiguarlo y el Señor mostró sus CREDENCIALES. Así debería ser para todos los hombres de Dios, adjudicarnos títulos, ministerios y honores, exponer nuestras graduaciones y credenciales no es otra cosa que arrogancia. A Jesús le precedían sus obras, sus obras eran su carta de presentación, aún hoy, a Jesús no lo vemos, no lo conocemos en persona, nunca le oímos personalmente
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pero sus obras recorren los tiempos y el mundo, vidas transformadas, pecadores rescatados, enfermos sanados por su poder, hablan tan fuerte que no se necesita otra cosa. En el sistema social nos movemos con otros parámetros, los llamados “grandes” son los que pueden ostentar un curriculum de éxitos y reconocimientos, Jesús les dijo a los suyos cuando se disputaban ¿Quién de ellos sería el mayor?.”Entre vosotros no será así” “Y hubo entre ellos una contienda quien de ellos parecía ser el mayor. Entonces les dijo: Los Reyes de las naciones se enseñorean de ellas y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores; Mas no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros, como el más joven, y el que dirige como el que sirve”. (Lucas 22:24-27) La grandeza del mundo se mide por cuantos nos sirven, la grandeza en Dios se mide por “A cuantos servimos”. El hombre cuando es “pequeño” procura ser visto y reconocido, no puede ser ignorado, ¿Cuántas veces se eclipsa el nombre del Señor Jesús por el nombre “estrella” del predicador famoso? En el último tiempo vimos aparecer en el “firmamento evangélico” tantas “estrellas” como Apóstoles, Reverendos, Doctores y Licenciados, Obispos y Profetas y hasta aparecieron algunos que se hacen llamar “arcángeles”. Que “opaco y deslucido” queda aquel que se presentó como “el hijo del hombre”, o “el hijo de Dios”, o aquel Juan Bautista que se presenta como “Una voz que clama en el desierto”...Hombres que siguieron los pasos de aquel “Que no tenía donde recostar su cabeza”, y destacaba como más privilegiadas que el, a las zorras que poseía sus cuevas y a las aves que tenían sus nidos, ahora cuando le indagaban sobre la autenticidad de su ministerio presentaba las
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“credenciales” de sus obras y maravillas, credenciales que ni sus más acérrimos enemigos pudieron ignorar. “Y el centurión y los que estaban con el guardando a Jesús, visto el terremoto y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, diciendo: Verdaderamente Hijo de Dios era este” (Mateo 27:54) El hijo de Dios no debería buscar reconocimientos del mundo porque si en verdad servimos a Dios, el reconocimiento que necesitamos es el de Dios. Juan Bautista fue un hombre de Dios que no realizó ninguna obra que perdurara después de su muerte, no realizó ningún milagro, no fundó ninguna Iglesia o seminario o fundación, no escribió ningún libro, no realizó ningún viaje misionero, nunca salió de su aldea, no obtuvo ningún doctorado, ni títulos, no tuvo familia ni descendientes que le sucedieran, no hay mención de que quedara alguno de sus discípulos, tampoco fue un hombre de “revolucionar” la Iglesia con alguna nueva unción o movimiento, muy joven perdió su vida, antes de hacerlo supo decir: “Es necesario que el crezca (Jesús) y yo mengue” . Sin embargo Jesús dijo de el: “De cierto os digo, que no se levantó entre los que nacen de mujeres otro mayor que Juan el Bautista…” (Mateo 11:11) Pensemos un momento en esta afirmación del Señor, “De los que nacen de mujeres”…Todos hemos nacido de mujeres, Abraham, Moisés, David, Salomón, Noé, Daniel, Job, Isaías, Pablo, Pedro, y la lista pudiera ser infinita. Pienso que la grandeza de Juan tiene que ver esencialmente con su actitud con el Maestro, “A el le conviene crecer y a mí menguar”, (Juan 3:26-30)…Cuanto nos cuesta menguar para que crezca Jesús o que crezca su
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obra o su Iglesia, ¿Cuántas veces Cristo tiene que sentarse a la sombra de algunos hombres?...Cuanta preocupación en los hombres de Dios por ser nombrados, presentados, por ocupar los primeros lugares, y que no pongan una cámara adelante porque puede ser vergonzoso. No es suficiente ser llamados “siervos de Dios”, es por eso que aparecen doctorados y licenciaturas, hasta el oficio de Pastor se transformó en vulgar o común, suena mejor “Apóstol”…Porqué no dejar que testifiquen nuestras obras. En vez de “levantar” al hombre levantemos a Cristo, no dijo el: “Y si yo fuere levantado de la tierra (En toda interpretación de esta expresión) a todos atraeré a mi mismo” (Juan 12:32). Claro que hacía referencia a su muerte, pero también implica que el sea puesto en alto, que el sea honrado y glorificado, Cuando se hace exhibición de talentos y capacidades, de “poder” o de “unción” estamos dando testimonio de nosotros mismos y cuando esto ocurre no es verdadero. “Si yo doy testimonio de mi mismo, mi testimonio no es verdadero” (Juan 5:31)…Y quien más autorizado para dar testimonio de si mismo que el Cristo, y no lo hizo. La humildad, el anonimato, el sentido del deber cumplido, la satisfacción de haber respondido a tan elevado llamado y a la noble vocación, fue lo que hizo de Juan un GRANDE DE VERDAD. También no nos olvidemos que fue el mismo Señor el que la noche de la Pascua, tomó el lebrillo y la toalla, después de preguntarles quien era el mayor, si el que se sentaba en la mesa o el que servía, y dijo: Porque yo estoy como el que sirve, y el mayor es el que está en la mesa, y se arremangó y se inclinó para lavarles los pies. Suelo decirle a la congregación nunca olviden que ustedes están
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“sentados a la mesa” y nosotros sirviéndoles, y para que nadie lo olvide en todas nuestras Santa Cenas los diáconos sirven el pan y la copa a la congregación y luego, yo el Pastor les sirvo al presbiterio y a los diáconos. El síndrome de grandeza ha contaminado a muchos hombres de Dios, no tienen contacto con sus fieles, nadie sabe bien donde y como viven, muy pocos tienen acceso a sus números de teléfonos, conversar con ellos es imposible, varios “filtros” te lo impedirán, algunos llegan un rato antes del mensaje custodiados y se van al terminar, los rodea un alo de superioridad, de “casta elegida” ellos y toda su familia, intocables, se presentan como seres superiores iluminados por algún rayo especial de luz, (Con las nuevas enseñanzas en boga: “No toque al ungido”…”No podemos juzgar a los Siervos de Dios”…”No hable de los Siervos de Dios” ) se han convertido en un clérigo peor que los históricos. Yo aprendí cuando Dios me llamó que un Pastor para ser un verdadero Pastor debe tener “olor a oveja”, ese olor característico de los pastores orientales lo obtenían naturalmente por el hecho que comía, caminaba, permanecía, y dormía con sus rebaños, a veces sus ovejas eran miles y cada una tenía un nombre para el, no necesitaba ningún “carnet” o identificación para saber que era un pastor genuino y experimentado. Cuando Jesús dijo: “Yo soy la puerta en el corral de las ovejas” (Juan 10:7), se refería a lo que todo el mundo en aquel tiempo sabía, el pastor oriental, al llegar la noche recogía su rebaño en rediles de piedras o de zarzas y el oficiaba de puerta, el dormía en la entrada del redil, nadie podía entrar ni salir sino a través de su persona. Hoy es difícil que los pastores conozcan donde y como viven sus
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miembros, y los miembros puedan llegar a la casa de su pastor… (OH!, hermano no se puede cuando la Iglesia crece y sus miembros se cuentan por miles)…Solo diré que conocí muchos pastores a lo largo de estos 40 años, algunos me atendieron sus secretarias, otros no me atendieron, con algunos les pude estrechar la mano al pasar, con otros almorzamos juntos. Pero me voy a referir a uno que es Pastor Presidente de una de las denominaciones más grande en Argentina, calculo que el preside alrededor de 3000 Iglesias en el país y fuera de el, he tenido el honor de predicar en sus convenciones de obreros, soy muy amigo de estas Iglesias (Me reservo los nombres propios) en estas reuniones anuales se han reunido 1500 a 2000 pastores, evangelistas y misioneros. Me ha tocado llegar a la casa de este Siervo de Dios y el mismo ha preparado un mate y lo ha compartido conmigo en sala familiar, de una casa común, sin oficinas, ni secretarias, su esposa hacía la Cena y comíamos juntos, dormía en un cuarto extra, preparado para las visitas, en su casa, nunca tuve que quedarme en un hotel de la ciudad. Y no era yo solamente, cualquiera conocía su casa y podía llegar por allí, todos tenían su teléfono. Cuando el me visitaba se quedaba en mi casa y era de la misma forma. Y quiero aclarar que conozco este hombre como Pastor desde mi conversión (Fue uno de mis primeros pastores) y he llegado a su casa no como “consiervo” he llegado a través del tiempo, como un simple miembro, luego como un Diácono y estuve luego como Evangelista y finalmente como Pastor y siempre recibí ese trato humano y personalizado…Pastores con olor a ovejas. Hoy tenemos nos guste o no un “Clero evangélico”, una casta elegida y privilegiada separada del común del pueblo.
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Recordemos que esta separación entre el pueblo y la casta sacerdotal existía antes de la Cruz, pero uno de los acontecimientos cuando Jesús muere fue la rotura del velo del templo, que separaba el lugar Santo del santísimo, (donde solo entraba una vez al año el sumo sacerdote) y se rasgo de arriba hacia abajo (Dios abrió el camino y quitó la separación) ese grueso velo era una línea divisoria entre el pueblo y los sacerdotes, desde la Cruz en adelante TODOS somos Reyes y Sacerdotes por medio de su sangre expiatoria. Y de alguna manera nos las arreglamos para volver a separar y clasificar los “ungidos” del común del pueblo. Una vez me visitó un “Siervo” y cuando se presentó sacó de entre sus papeles no menos de una docena de credenciales, de diversas denominaciones, las había azules, blancas y amarillas, alguna certificaban su pastorado, otras como evangelista y también como misionero, como maestro de la palabra, etc. Le pregunté donde estaba su Congregación, titubeó y dijo: No tengo Iglesia…No pertenezco a ninguna… Le dije: ¿Cómo puede ser Pastor sin ovejas?...Así estamos, Pastores sin ovejas, sería como un médico sin pacientes, un marino sin barco, un agricultor sin tierra.
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CAPITULO VI
Dios mira el corazón Una frase extraída de todo contexto razonable para excusarnos ante algunas enseñanzas
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Esta expresión se ha popularizado últimamente en algunos círculos evangélicos, y es una gran verdad, aunque no toda la verdad, es cierto que Dios nos conoce íntimamente, y que el corazón tiene una enorme gravitación en la relación hombre-Dios, las intenciones, las motivaciones, la sinceridad tienen un peso enorme en todo lo que hacemos para Dios. En una oportunidad Dios dice de David: “Y quitado aquel, levantóles por Rey a David, el que dio también testimonio diciendo: He hallado a David, hijo de Jessé, varón conforme a mi corazón, el cual hará todo lo que yo quiero” (Hechos 13:22). Y fue David un hombre que tuvo sus grandes fracasos espirituales, pero Dios conocía su corazón, que era un hombre genuino. Ahora enfocarnos en esto es un error, Dios nos considera en forma completa y total, “Y el Dios de paz os santifique en todo; Para que vuestro espíritu (El corazón) y el alma ( la mente, las emociones) y cuerpo sea guardado sin reprensión para la venida de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tesalonicenses 5:23). El hombre es tripartito como Dios es Trino, estamos
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conformados por espíritu, alma y cuerpo y esto es indivisible hasta la muerte. Dios no separa el “hombre interior” del “hombre exterior”…Lo interior solo Dios conoce, pero lo externo lo ve y conoce el mundo que nos rodea, y lo externo refleja lo interno, es como una casa, podemos tener muy limpias y arregladas las habitaciones, podemos adornarlas y decorarlas pero si la parte externa, el frente, está abandonado y sucio, desprolijo . ¿Cómo creerán mis vecinos que adentro no es igual? Además muchos más verán la parte de afuera que quienes tendrán acceso al interior de la misma, y esto es en ambos sentidos, porque si por el contrario me ocupo del frente, del aspecto externo y adentro amontono la basura, la suciedad y el abandono, sería una desilusión para quienes accedan al interior. La casa se considera completa, o está cuidada o está en abandono y dejadez. Nosotros somos esa casa, y nada menos que “Casa de Dios”. “¿OH ignoráis que vuestro CUERPO es templo del Espíritu Santo? (1 Corintios 6:19) y en el versículo veinte dice: …”Glorificad pues a Dios en vuestro CUERPO y en vuestro espíritu (corazón) los cuales son de Dios” Tu cuerpo le pertenece a Dios. Cuando tenemos conflictos con las enseñanzas que hablan sobre el porte del cristiano, su vestimenta, el pudor, la modestia, la decencia tanto en el hombre como en la mujer, decimos: Dios no mira esto, mira el corazón. Todos los apóstoles abordaron estos temas, y el tema de la vestimenta nace en el jardín del Edén, con Dios mismo vistiendo a nuestros padres. “Asimismo también las mujeres, ataviándose en hábito honesto, con vergüenza y modestia, no con cabellos encrespados, u oro o perlas o vestidos costosos” (1 Timoteo
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2:9). Y es tan especial la palabra de Dios que no habla de una determinada clase de ropa sino dice el texto “hábito” (lo que se acostumbra, lo que se usa) en la sociedad que sea, donde nos toque servir al Señor, porque también aparecen discusiones sobre que en los días bíblicos, o esta cultura o en aquella, esto se resuelve con tanta simpleza, con la palabra “hábito”, más adelante entraremos en esto un poco más. Dice la Palabra “honesto, con “modestia” con “vergüenza”, no exhibiendo el cuerpo, no resaltando, no provocando al otro sexo, no mostrando la desnudez, con pudor. Pedro en su primeras carta cap.3:3 dice:”El adorno de las cuales no sea el exterior con encrespamiento de cabellos y atavíos de oro, ni en composturas de ropas” y el verso 5, “Porque así también se ataviaban en el tiempo antiguo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, siendo sujetas a sus maridos” . La Biblia no dice que clase de vestido, que color o que texturas, no menciona el largo o el modelo o las formas, porque esto tendrá que ver con cada cultura y sociedad, pero la honestidad, el pudor y la vergüenza son las mismas aquí y en la China. “Un porte santo” (Tito 2:3) un porte cristiano que marque alguna diferencia, Porte significa comportamiento o conducta, aspecto de una persona. Como decía en el prólogo, hay ciertos principios que tienen que ver con el carácter de Dios, un Dios santo, puro y que aborrece la maldad y que desde el mismo origen de la creación el hizo un varón y una mujer, ya he hablado de esto, dos sexos diferentes en toda su constitución física y emocional, hasta los huesos de la mujer son más pequeños y su piel más fina que la del hombre, sus capacidades emocionales son diferentes, y están creados
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para complementarse maravillosamente en el matrimonio. Pero desde el principio cuando Dios desechó sus cubiertas de hojas de higuera y los vistió, sea con túnicas o trajes, los vistió de tal forma que se diferenciaban uno del otro, y en cualquier época o sociedad del mundo su propósito es que mediante sus “atavíos” se diferencien como hombre y mujer, y atavíos incluye arreglos, cabellos, calzados, etc. No voy a entrar en detalles que los Apóstoles usaron capítulos completos para estos temas y que los cristianos hemos ignorado y tildado de “costumbres”, enseñanzas que no deberían generar controversias porque hacen a la esencia santa de Dios. Pedro cuando toca estos temas alude a las mujeres antiguas, y por el contexto sabemos que toma a Sara esposa de Abraham como ejemplo. ¿Quién le enseñó a Sara, cuando no existía todavía la Palabra revelada, ni la ley, ni la Iglesia, ni el sacerdocio Hebreo. Entendemos por las palabras de Pedro que Sara mantenía un “porte santo” que le diferenciaba del resto de las mujeres de su época, y no hablamos de vestido o túnica, del hábito. Por ejemplo en Deuteronomio 22:5 dice “No vestirá la mujer “hábito” de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; Porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace” El asunto no está en entrar en discusiones, si el pantalón o la pollera o las túnicas o lo que fuere, lo que Dios pretende aparte de la decencia y el pudor en el cristiano es que estén bien definidos y bien diferenciados los sexos. No es algo casual las tendencias a la igualación de los géneros y que en el mundo las modas arrasen con las diferencias, y muchas veces hay que mirarle desde muy
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cerca para darnos cuenta si es hombre o es mujer. Hasta en algunas culturas tendrán que ver los colores. Es muy sencillo, solo debiéramos preguntarle a cualquier persona neutral, (Que no sea cristiano) ¿Cuál le parece que sería la ropa para un hombre?, ¿Cual le parece que sería la ropa de mujer?...La que los identifica, y podríamos preguntar también ¿Y que colores?... Tomemos una situación bíblica, en (Génesis 35:2-5) Había sucedido que los hijos de Jacob, se descontrolaron y saquearon y mataron a sus vecinos, en un acto de venganza por algo que había acontecido con una de sus hermanas, y ahora venían las consecuencias de aquellos actos, esos vecinos se juntarían y se armarían y vendrían contra la familia de Jacob, este sabía que no tenía forma de hacerles frente, estaba en desigualdad de condiciones, necesitaba la ayuda de Dios urgente, sus vidas estaban en peligro, no tenía escapatoria: “Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con el estaban: Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos. Y levantémonos y subamos a Beth-el, y haré allí altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia y ha sido conmigo en el camino que he andado. Así dieron a Jacob todos los dioses ajenos que había en poder de ellos y los zarcillos que estaban en sus orejas; Y Jacob los escondió debajo de una encina, que estaba junto a Sichém. Y partiose, y el terror de Dios fue sobre las ciudades que había en sus alrededores y no siguieron tras los hijos de Jacob.” Jacob toma algunas medidas en su casa antes de ir a orar a Dios, realiza una convocatoria familiar (Era una gran familia doce hijos), y comienza una “limpieza”, es decir quita de su casa, de sus hijos todo lo que pudiera ofender a Dios, lo que estorbara la respuesta a su oración,
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el necesitaba urgentemente que Dios le escuchara, por alguna razón había entrado en su familia muchas cosas que a Dios no le agradan. Dioses ajenos, idolatría, limpieza y cambio de ropas (no estaban vestidos como Dios quiere) “Mudaos vuestros vestidos”, y sacaron los zarcillos de sus orejas (aritos, piercing, adornos y anillos seguramente) el hizo un hoyo y los enterró debajo de un árbol, no lo dejó dentro de algún cajón en la casa, en algún placard, lo hizo desaparecer. Ahora si fueron a orar, ahora nada impedía que Dios les escuchara, y de verdad fueron oídos, Dios se las arregló para sacarles de encima esos enfurecidos vecinos. A mi me agrada tomar pasajes como este, porque esta historia está situada en una época donde todavía no existía la escritura con el alfabeto, por lo que no había Biblia, ni siquiera pergaminos (Como en los días de Jesús), y no hay textos para discutir, ni siquiera se podía decir “Esto era para el tiempo de la ley” ¿Qué ley?... No había ley, tampoco templo o Iglesia como para disentir y decir “Estos hermanitos son religiosos”, “son reaccionarios y legalistas”, ¿Cómo sabían lo que a Dios le agradaba y lo que no?, ¿Cómo no es que a Dios solo le interesa el corazón y no el cuerpo?, ¿Por qué era importante sus vestidos?...¿Porqué sacaron de sus orejas ( O narices, ahora se usa) los zarcillos?...Esto es lo que yo llamo “principios” que van asociados con todo creyente que de verdad conoce a Dios, allí no habían mandamientos o estatutos, o doctrina o leyes, todo eso vendría mucho más adelante, la fe se transmitía en forma oral de generación en generación. Y como no había teología y seminarios, lo que se practicaba era lo “primario”, lo fundamental, lo indispensable para agradar a Dios, porque son inherentes al carácter Santo de
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Dios y que debieran ser incuestionables. La comunión, la oración, la limpieza, el altar, la ofrenda y los diezmos, las primicias, el pudor, la honestidad, la verdad, la decencia, en nuestro andar y en nuestro porte, son esas cosas que encontramos en hombres y mujeres que “anduvieron” con Dios cuando no sabían escribir ni leer. Aceptémonos como Dios nos hizo, aceptemos nuestro género distinto del otro, aceptemos nuestro cuerpo como Dios quiso darnos, no corramos en la carrera de la vanidad, ni nos inclinemos ante los altares de las modas y las tendencias, el “culto al cuerpo”, aceptemos los años cuando lleguen, transitemos las diferentes edades con orgullo, seamos naturales (Si Dios hubiera querido pintarnos o adornarnos con colores, o agregarnos algún accesorio ¿No lo hubiera hecho? , si fue El quien decoró las plumas de los pájaros y las pieles de los animales, y las alas de las mariposas, y pintó las flores del campo, les dio las forma y colores que quiso)…Vistámonos como Hijos de Dios, no sobresaliendo, no provocando, no despertando pasiones y deseos en el sexo opuesto, con pudor, con honestidad, no compitiendo en la “pasarela de las apariencias”, cultivemos las virtudes de un carácter cristiano, adornémonos de valores espirituales y eso se “reflejará” en lo externo, y por cierto que podemos vestirnos y arreglarnos en un mundo moderno y tener “Muy buena presencia” sin ofender a Dios, podemos y debemos tener “una buena presencia” ante los ojos de los hombres, pero sobre todo “una buena presencia” ante los ojos de Dios. “Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas, porque limpiáis lo que está de fuera del vaso y del plato; Mas de dentro están llenos de robos y de injusticias, ¡Fariseo ciego, limpia primero lo de dentro del vaso y del plato,
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para QUE TAMBIEN LO DE FUERA SE HAGA LIMPIO” (Mateo 23:25-26). Jesús estableció un orden de prioridades en la limpieza completa del hombre, en estos pasajes el da por sentado que cuando hay limpieza “interior” también aparecerá la exterior, el no descartó ni una ni la otra. Aquellos religiosos habían cargado las tintas en lo externo “lo de fuera del vaso y del plato” y descuidaron el interior, muchos evangélicos fueron al otro extremo, siempre digo debemos viajar por la ruta, las “banquinas” son peligrosas. El hombre como un todo debe ser transformado, afuera reflejará lo que ocurrió en su interior, y es lo que primero se puede ver. ¿Cómo creer que una joven está llena de Dios y su corazón está santificado cuando los hombres no saben donde poner sus ojos cuando se sienta o cuando camina?... Faldas que no cubren, pantalones que marcan el cuerpo, escotes y transparencias, tajos y vestidos ceñidos no reflejan un corazón puro. Volvamos a Isaías en el capítulo tres que tomé anteriormente cuando me referí a los hombres que pierden sus fuerzas y sus lugares y las mujeres lo ocupan, observemos como Dios hace un reclamo por las actitudes y el aspecto de las mujeres jóvenes de Israel, las llama “Las hijas de Sión” y dice en el verso 16 al 26: “Asimismo dice Jehová: Por cuanto las hijas de Sión se ensoberbecen, y andan con cuello erguido y con ojos desvergonzados , y cuando andan van danzando y haciendo son con los pies. Por tanto el Señor raerá la cabeza de las hijas de Sión, y Jehová descubrirá sus vergüenzas. Aquel día quitará el Señor el atavío del calzado, las redecillas y las lunetas, los collares, los pendientes y los brazaletes, las cofias, los
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atavíos e las piernas, los partidores del pelo, los pomitos de olor y los zarcillos, los anillos y los joyeles de las narices, las ropas de gala, los mantoncillos, los velos, las bolsas, los espejos, el lino fino, las gasas y los tocados. Y en lugar de los perfumes aromáticos vendrá hediondez, y cuerda en lugar de cinturón, y cabeza rapada en lugar de compostura de cabellos, en lugar de ropa de gala ceñimiento de cilicio, y quemadura en vez de hermosura. Tus varones caerán a espada, y tu fuerza en la guerra “ Aquí podemos descubrir la “posición” de Dios al respecto de maquillajes y tinturas, adornos, collares, anillos y aretes. Encrespamiento o compostura del cabello.
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CAPITULO VII
Piedras o maderas Dos materiales diferentes para trabajarlos, su composici贸n requieren herramientas distintas
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“Y la casa estaba cubierta de cedro por dentro y tenía entalladuras de calabazas silvestre y de botones de flores, todo era cedro ninguna piedra se veía”(1 reyes 6:18) La casa de Dios que Salomón hubo construido tenía ese detalle artesanal, si esta construcción existiera sin duda sería “Patrimonio de la humanidad”, sus materiales eran especiales, oro, plata, bronce, mármoles, maderas nobles. Este texto habla de la madera del Cedro, la clase que crecía en el Líbano, dice que Salomón le pidió ayuda al Rey de Tiro, su vecino “Manda pues ahora que me corten cedros del Líbano, y mis siervos estarán con los tuyos, y yo te daré por tus siervos el salario que tu dijeres: Porque tu sabes bien que ninguno hay entre nosotros que sepa labrar la madera como los Sidonios” (1 Reyes 5:6). Estos vecinos de Israel fueron los que colaboraron artesanalmente proveyendo y trabajando esas maderas. De alguna forma Dios nos compara con ese tipo de árbol milenario “El justo florecerá como la palma; Crecerá como cedro en el Líbano, plantados en la casa de Jehová. En los atrios de nuestro Dios florecerán. Aún en su vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes” (Salmo 92:12-14). Uno de mis oficios es la carpintería, supe trabajar en
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carpinterías y aserraderos y fábricas de muebles, aprendí sobre maderas, las comerciales y las “nobles”, muchas ya extinguidas o a punto de desaparecer. El cedro es un tipo de árbol que posee características muy especiales que le destaca de otros árboles, por ejemplo, nunca deja de crecer, se han encontrado ejemplares de 1500 años, casi imposible de abrazar entre varios hombres, en similitud con el cristiano nunca deberíamos dejar de crecer, hasta que lleguemos a la presencia de Dios. “Creciendo en la obra del Señor SIEMPRE, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano” (1 Corintios 15:58)…Se puede crecer siempre cuando se está “plantado” como dice el Salmo: “Plantados en la casa del Señor”. Hoy los cristianos son como las “Golondrinas”, así como estas aves migratorias, ellos van de congregación en congregación, detrás de los movimientos de turno o las unciones especiales, no echan raíces, no permanecen, algunos han recorrido todas las Iglesias de su ciudad y terminan viajando a ciudades vecinas. En esos “trasplantes” como cualquier árbol ya maduro corre el riesgo de secarse. Recuerdo cuando aquí en Buenos Aires se trazaban las autopistas, había que quitar muchos árboles añosos y los vecinos llegaron a “encadenarse” a los mismos para que no los sacaran, se hicieron marchas de protesta, sentadas y reclamos al gobierno, finalmente el gobierno contrató los mejores ingenieros en forestación y vinieron del Japón, país conocido por sus cultivos, estos “expertos” con grandes escavadoras rodearon las raíces envolviéndolas con mallas especiales, luego con grúas gigantescas trasportaron a la orilla de otra autopista y los transplantaron con abonos y fertilizantes especiales, era casi una “cirugía forestal”…Los
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vecinos felices que aquellos árboles habían sido salvados… Al poco tiempo todos ellos estaban secos. No dio resultado. Solo se pueden mudar cuando son pequeños y con mucho cuidado y pericia. Muchos creyentes ni han entendido que tienen que “ser miembros” de una congregación, que deben “pertenecer” a una Iglesia local, y tener un Pastor, muchas de esas Iglesias por ese tipo de “recambio” continuo, ni acostumbran a recibir a su fieles como “miembros”, las Iglesias se convirtieron en un lugar de paso, con una puerta al frente y otra atrás, las personas vienen y van, o tienen como las entidades Bancarias antiguas una puerta giratoria. Aquellos cedros se extendían en altura sobre todos los árboles del bosque, ya que crece recto y firme, casi no tiene ramas paralelas o desviaciones, crece derecho. También es la forma de crecer como cristianos derechos… Cuando Dios mandó a Moisés a preparar aquel tabernáculo en el desierto el dijo: “Y harás para el tabernáculo tablas de madera de Acacia, que estén derechas” (Éxodo 26:15).Cuando el carpintero se encuentra con tablas torcidas es muy difícil poder enderezarlas sin perder en el proceso gran cantidad de material. Es imprescindible para cualquier elaboración contar con maderas derechas y sobre todo que permanezcan así, por eso las llamadas maderas comerciales se diferencian notablemente por sus precios de las maderas nobles, las primeras suelen torcerse y deteriorarse en poco tiempo, no poseen estacionamiento. El Cristiano no debe torcerse, debe conservar sus propiedades como el cedro, hay tantas cosas que atentan contra la madera, la humedad, el calor, la presión, hoy tenemos igualmente tantos “vientos de doctrinas”, que contribuyen a torcer la fe, engaños, ambiciones, falsos
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maestros, falsos apóstoles, falsos profetas, mercaderes de la fe, demonios solapados en el nombre de Dios. Las maderas llamadas por los profesionales “nobles” como el cedro, son llamadas así por su perdurabilidad, su resistencia al tiempo y a los parásitos, su maleabilidad, por su grano y por sus vetas que son especiales, como el roble, la acacia, el ébano, la aya, la pinotea, el viraró, maderas especiales que fueron diezmadas de la tierra y sustituidas por otras de inferior calidad, de rápido crecimiento y casi nada de resistencia al tiempo. La perdurabilidad del Cedro es legendaria, contiene un tanino de sabor amargo y urticante, que no le hace apetecible a las larvas y a los insectos, casi nada le ataca, las comerciales deben ser “curadas” con venenos porque traen las larvas en su interior. Nosotros debemos tener una “defensa” parecida, porque vivimos en un bosque lleno de parásitos que podrían atacarnos y destruirnos, destruir nuestra fe, nuestras convicciones, nuestros principios, el entorno es peligroso, cuando nos nutrimos de la Palabra de Dios y esa Palabra permanece en nosotros se producirá un “repelente” natural para lo maligno y destructivo. “No ruego que lo quites del mundo, sino que los guardes del mal, no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo” (Juan 17:15-16) Guárdalos del mal, no que seamos quitados del mundo (del bosque), aislarnos como hacen algunos sectores evangélicos. Escuelas cristianas para nuestros hijos, empresas cristianas para trabajar y si fuera posible ciudades o comunidades de solamente cristianos, el verdadero propósito de Dios se cumple cuando el Cristiano estudia, vive, trabaja en un entorno hostil a su fe, pero produciendo
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sus defensas ¿Cómo se producirá el mecanismo de defensa si nos aislamos dentro de “viveros”, “micro climas” (Muchas Iglesias son viveros). A los que nos gustan las plantas, sabemos que dentro de los viveros las plantas están hermosas, verdes, vigorosas, con flores, las compramos y las plantamos en nuestros jardines, y como esa planta no está preparada para el mundo exterior, se seca, se le caen las hojas, se marchitan y perdemos nuestro dinero. Por el contrario aquella planta que nació y creció en el jardín tiene defensas, resiste el clima, los insectos, el sol y la lluvia. “No lo quites del mundo” Tengo algo de experiencia en predicar en las cárceles, en Argentina en muchas penitenciarías hay pabellones completos de cristianos, ellos no escuchan música del mundo, no miran televisión, no tienen computadoras, no tienen contacto con el mundo exterior, oran mucho, ayunan, tienen largas reuniones, estudian la Biblia, hacen vigilias y en esos pabellones se respira un ambiente espiritual. Pero tengo comprobado que el 90 por ciento de ellos cuando salen en libertad no perseveran, cuando se “meten” en el mundo exterior no tienen defensas y caen, lo he visto con algunos que hasta fueron pastores o evangelistas en la prisión, afuera no perseveraron ni una semana. El cedro soporta las tempestades y los vientos más fuertes, las lluvias más copiosas, los climas más rigurosos, casi nunca se verá un cedro desarraigado por las tormentas, sus raíces son complejas y fuertes, se entrelazan entre las piedras del suelo, muy profundamente, nunca se le encontrará tumbado, mientras otros árboles son arrancados y partidos, desgajados y desarraigados y mueren de esa forma. ¿En donde tenemos las raíces?, ¿en las denominaciones,
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en el apóstol o el profeta popular del momento?...o las profundizamos en la Palabra de Dios, de donde tomamos los nutrientes de esas “vegas subterráneas, profundas” como lo declara el Salmo 1 con tanta claridad: “Será como el árbol plantado junto a arroyos de aguas, que da su fruto en su tiempo y su hoja no cae y todo lo que hace prosperará” y el verso 2 …”Antes en la ley de Jehová está su delicia y en su ley medita de día y de noche” Es un árbol adaptable, crece y en derredor crece el bosque libremente, tan contrario al pino por ejemplo, nada crece en derredor, su resina mata aún la grama. El gobierno paga un subsidio a los agricultores para que planten pino, mientras que la planta es joven ellos aprovechan para entremedio poner sus cultivos, como maíz, mandioca, zapallos, melones, etc. ahora cuando crece termina con todo alrededor y por 20 o 30 años en esas tierras solo permanecen los pinos. ¿Cuántos que conocemos así?..Nadie crece a su alrededor…Son individualistas, egoístas, ejercen un señorío insoportable, nadie bajo su sombra, (Tiene la unción), (Es el ungido)… Todos los demás son descartables y si pretendieran desarrollarse les matan. Son los “iluminados” (En el siglo diez y seis estaban “los iluminati”) estos son igual, se olvidan que el Señor es el dueño de la obra y que el mandó a hacer discípulos en todas las naciones. El Señor es quien levanta a quien quiere y a quien quiere humilla, pone Rey y saca Rey. El cedro tiene otras muchas propiedades, su madera tiene un grano parejo, el color pardo rojizo es uniforme, no posee contra-vetas (Vetas contrarias), hay maderas imposibles de labrarlas, sus vetas son retorcidas y rebeldes, meter alguna herramienta en ellas es casi imposible sin que
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se dañe, el cedro es sumamente maleable, muy codiciado para las entalladuras , tiene un grano parejo que lo hace fácil de desbastar y pulir, hermosos y complejos tallados se pueden lograr en este tipo de maderas, asimismo el cristiano tiene que ser “maleable”, “dúctil” por la mano del Divino artesano, ya que El quiere tallar en nosotros el carácter de Cristo su hijo…”Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe, del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:13). Cuando la madera tiene esas vetas rebeldes se astilla, se rompe, se deshilacha, algunas tienen intercaladamente vetas duras y obscuras y otras claras y blandas como la pinotea, a la cual se les desgastas con cepillos de acero las blandas y resaltan las duras obteniendo un acabado muy especial. En el cedro esto es parejo, las vetas duras en el creyente son las características del carácter viejo, del viejo hombre, iracundo, airado, impaciente, rebelde, desobediente, vetas que Dios va a eliminar de nuestra esencia, y así labrar algo valioso . Otras de las cosas destacables de esta madera es el fuerte perfume que despide cuando se la trabaja, se dice que se sacan esencias para la perfumería, incluso de sus hojas y también medicinas, otras clases de madera producen un aserrín urticante y molesto otras un aroma maloliente, tanto que los trabajadores deben cubrirse con un barbijo al cortarlas porque provocan cierta reacción alérgica, El cedro tiene un perfume intenso y agradable. El cristiano debe producir ese aroma de vida agradable a su paso, un aroma grato, “Grato olor en Cristo Jesús” (2 corintios 2:14-15), la fragancia de una vida nueva, de un
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buen testimonio, de un carácter afable. Cuantos cristianos que no cumplen su palabra, se vuelven mentirosos, engañadores, no pagan sus deudas, piden prestado y no devuelven, hacen mal sus trabajos, son incumplidores y así van dejando un “mal olor” en sus caminos. Esta fue la madera para revestir interiormente la Casa de Dios, todo debía estar cubierto ninguna piedra de los muros se veía, la piedra también simboliza la dureza del corazón, cuando aparece la piedra es cuando todavía hay áreas que no hemos rendido, de esa vida vieja, donde éramos duros, no nos humillábamos, no podíamos perder, no nos reconocíamos, impiadosos, y ese corazón Dios nos cambió en la conversión, realizó un “transplante” y nos colocó un corazón de carne (sensible), uno nuevo, diferente. “Y os daré un corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; Y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré corazón de carne” (Ezequiel 37:26). En la casa de Dios no debe de aparecer la “piedra”, no debe verse, tiene que estar revestida ( “revestíos de Cristo”). Conozco congregaciones donde los “hermanos” la emprendieron a las trompadas por ciertas diferencias y el patrullero policial tuvo que montar guardia en el templo por varios días, “Mucha piedra”. Otro de los símbolos que aparecen en estos textos son los labrados que manda a realizar Salomón, calabazas y botones de flores, seguramente este equilibrio entre las figuras le otorgaban una belleza especial a la obra terminada. Las Flores y los Frutos aparecen en todo el artesonado del Templo Hebreo, tanto el tabernáculo como en mismo Templo de Jerusalén, en el Candelero de oro, las columnas
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en sus capiteles y en las vestiduras sacerdotales, el borde de su manto era engalanado por granadas y campanitas de oro, intercaladamente, y nos habla del equilibrio (tan importante) entre nuestros frutos y los dones. Las cartas apostólicas enseñan sobre nueve manifestaciones espirituales de los dones (1 Corintios 12:710) y nueve frutos del Espíritu (Gálatas 5:22-23), (Aunque en estos últimos tiempos se “inventaron” algunos nuevos). Cuando en la Iglesia se cultivan y se practican unos y otros, produce un “sonido” agradable en la presencia del Señor, igual que cuando el Sacerdote traspasaba el velo del santuario Hebreo y comenzaba su oficio, se podía escuchar el sonido de aquellas campanitas golpeando contra las granadas cada vez que se movía de un lado a otro. Dios había ordenado en la hechura de aquellas ropas (A Dios no le interesan las ropas dicen algunos). “Una campanilla y una granada, una campanilla y una granada alrededor, en las orillas del manto, para ministrar: Como Jehová lo mandó a Moisés” (Éxodo 39:26). Frutos y Flores intercalados recorriendo los capiteles de las columnas, las molduras de la Casa de Dios, cada brazo del candelero de oro (Símbolo de la Iglesia), y el manto sacerdotal, y es igual en el cristiano, porque se pierde el equilibrio y muchos se quedan en los extremos, o los que no creen en los dones y enfatizan solo los frutos resultando un “manto sacerdotal “con solo granadas produciendo un sonido frío y metálico, un sonido ritual y religioso o los que cargan “las tintas” en los dones y resulta en solo campanas, mucho ruido, mucho emocionalismo y malos testimonios, desórdenes y un cristianismo sin efecto, que lo peor de todo es, que el Señor mismo afirmó que los suyos se reconocerían por “LOS FRUTOS”, no por los dones, ni
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los talentos, ni las capacidades, no por cuanto Dios le use o cuantas revelaciones tenga, “Por sus frutos los conoceréis” Y esto lamentablemente hoy nadie observa, porque los dones aparecen enseguida (Son como las flores) en cambio los frutos tienen un proceso de crecimientos y maduración antes de degustarlos, es decir que para que usted observe en mi los frutos de un Cristiano nacido de nuevo, tiene que convivir conmigo un tiempo y conocer mi carácter, mi trato, como me manejo con mi familia, con mis vecinos, ver si tengo amor, gozo, paz, paciencia, bondad, benignidad, etc. (Esto no se puede ver en las plataformas o en los púlpitos durante algunas horas). Es por eso que “nos tragamos” cada pescado (con espinas y todo).
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CAPITULO VIII
Las discapacidades del pueblo de Dios Nunca pod铆a un var贸n con defectos acceder al sacerdocio de Israel
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“Y Jehová habló a Moisés diciendo: Habla a Aarón y dile: Ninguno de tus descendientes por sus generaciones, que tenga algún defecto, se acercará para ofrecer el pan de su Dios: Porque ningún varón en el cual haya defecto se acercará, varón ciego, o cojo, o mutilado o sobrado, o varón que tenga quebradura de pié, o rotura de mano, o jorobado, o enano, o que tenga nube en el ojo, o que tenga sarna, o empeine o testículo magullado: Ningún varón de la descendencia del sacerdote Araón, en el cual haya defecto, se acercará para ofrecer las ofrendas encendidas para Jehová. Hay defecto en el; No se acercará a ofrecer el pan de su Dios” (Levítico 21:16-21). Quiero tomar esta ordenanza del sacerdocio y aplicarlo a las “discapacidades” espirituales de quienes sirven a Dios en la Iglesia y que por cierto no tienen nada que ver con lo físico, y se debe interpretar espiritualmente, ya que Dios no discrimina a nadie, por razas o color, capacidades o posiciones y podemos venir a Cristo con alguna característica que nos haga diferentes al común de la gente o algún impedimento corporal y el Señor estará dándonos la misma importancia y valor que cualquiera. Interpretando este pasaje a la luz del “tenor general de
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las Escrituras” entendemos que lo que Dios pide a la casta sacerdotal es la mayor perfección espiritual posible. Sabemos que el Señor nos considera a todos como sacerdotes: “Un linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios…” (1 Pedro 2:9). Por lo mismo estos requisitos se aplican a nosotros hoy. Dios no deseaba que alguien en quien se encontrara defecto (Falta dice en otra versión), se allegara para ministrar delante de Jehová, no le era permitido ofrecer el pan de su Dios. El obrero de la Iglesia es quien reparte el “pan”, ese pan de vida para quienes tienen hambre, Jesús les mandó a sus discípulos ante las multitudes con hambre:”Dales vosotros de comer” (Marcos 6:37). (No era el quien lo hiciera) eran sus discípulos los encargados de dar de comer, alimentar espiritualmente a las almas, pero no podrá hacerlo si se encontrare con “falta” o defectos. En estos pasajes encontraremos la mención de algunas de estas faltas o discapacidades que nos impiden presentarnos como obreros en la Iglesia. El primero dice: “Varón ciego” (No habla de la vista física), la persona ciega es la que no ve por donde va y que aunque tenga buena vista erró el camino y no sabe donde se dirige, es aquel que tropezará una y otra vez, esta fue la misión del ministerio de Jesús “Dar a los ciegos vista” (Lucas 4:18), por ejemplo aquellos religiosos de su época, que con todo su conocimiento y tradiciones estaban ciegos. Uno de los mensajes a las Iglesias de Apocalipsis, en especial a la Iglesia de Laodicea, que era una Iglesia rica, poderosa en recursos, sin necesidad de nada, con una estructura importante y muchos medios a su alcance y seguramente con un historial impactante en la sociedad de
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aquel entonces, para el Señor sus miembros y sus obreros eran considerados unos “desventurados, unos miserables y pobres, ciegos y desnudos” (Apocalipsis 3:14-19) El consejo del Señor era terminante y urgente: “…Unge tus ojos con colirio, para que veas…” (Verso 18) El creyente debe ver con claridad, debe discernir, debe “distinguir” las cosas espirituales de las terrenas, y los obreros del Señor con más razón puesto que guían al rebaño. Ojos que miran son comunes y abundantes, ojos que ven son raros y escasos. Dios quiere en el sacerdocio de su casa “hombres videntes” que posean ese discernimiento profundo de las cosas del cielo, que puedan ver en las montañas los carros de fuego, que puedan interpretar lo escrito por el dedo de Dios en las paredes de las conciencias de los hombres, que puedan observar en el monte el “modelo de Dios” para edificar su Iglesia, y luego descender al valle con una dirección y echar mano a la obra, hombres que puedan ver como brota agua del pedernal, que puedan “leer” en los corazones de los hombres, hombres de visión. La vista natural se gasta, y aún se puede perder y quizás necesitemos el auxilio de unos lentes, pero lo que jamás debemos perder es la visión espiritual. La historia de Ahías profeta nos da un claro ejemplo de lo que digo. “En aquel tiempo Ahías hijo de Jeroboam cayó enfermo. Y dijo Jeroboam a su mujer: Levántate ahora y disfrázate, para que no te conozcan que eres la mujer de Jeroboam y ve a Silo; Porque allá está el profeta Ahías , el que me dijo que yo habría de ser Rey sobre este pueblo…Y la mujer de Jeroboam lo hizo así: Y se levantó y fue a Silo, y vino a casa de Ahías: Y ya no podía ver Ahías porque sus ojos se
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habían obscurecido a causa de su vejez. Más Jehová había dicho a Ahías: He aquí que la mujer de Jeroboam vendrá a consultarte por su hijo, que está enfermo, y así, así le responderás, pues cuando ella viniere, vendrá disfrazada. Cuando Ahías oyó el sonido de sus pies, al entrar ella por la puerta dijo: Entra, mujer de Jeroboam ¿Porqué te finges otra?...” (1 reyes 14:1-6). Ciego de sus ojos naturales, pero con “visión” de Dios, no podía ser engañado, Dios no lo permitiría, y aún con su disfraz aquella mujer fue descubierta. ¿Cómo podrá un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?... Jesús se refería a la visión espiritual. La ceguera pasa por otro lado, Elí también era un sacerdote en los días de Samuel que había perdido la vista…”Y aconteció un día , que estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a obscurecerse de modo que no podía ver” (1 Samuel 3:2). Este sacerdote que fuera desechado con toda su descendencia delante de Dios y que va a tener un final trágico, el y su familia (1 Samuel 4:10-22) con consecuencias nefastas para todo el pueblo de Israel, ya que van a perder el arca del pacto, y esta quedaría en manos de los Filisteos, su mayor desgracia no fue su vista física, sino la pérdida de la visión espiritual como hombre de Dios. Sus hijos pecaban dentro de la misma casa de Dios, y el no lo veía, sus hijos acarreaban escándalos y vituperios y el nunca quiso verlo, así entró la decadencia en el pueblo, la escasez de la Palabra, la falta de visión, y la lámpara de Dios apagándose cada día un poco pero el no pudo verlo. (1 Samuel 3:1-3). Finalmente hay un mal que ataca la vista de los cristianos, no es la glucosa, ni las cataratas o la miopía o algo que afecta las retinas lo dice la Palabra de Dios: “Y
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atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra Jehová…” (Sofonías 1:17) El segundo defecto que se destaca como estorbo para el sacerdocio, dice el pasaje “Varón cojo”, cojo o rengo que no puede caminar bien, le es difícil caminar “derecho”, más si el camino “es angosto”, tendrá mucha dificultad para mantenerse en el. “Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que antes sea sanado” (Hebreos 12:12-13). Parece que la afección comienza en las rodillas y nos deja rengos, imposible de caminar derecho y de mantenerse en el camino. Quienes estamos en el trabajo pastoral hace tiempo, somos testigos de tantos hermanos que avanzan cojeando, son aquellos que solo permanecen por un tiempo, son los que hoy están agradando a Dios y mañana cayeron, comienzan a afectarse las rodillas (Pierden la comunión con Dios, dejan de orar o de congregar) luego sus manos pierden la fuerza, ya no ayudan, no colaboran, nunca puedes contar con ellos, comienzan a “renguear”, “antes sea sanado” si dependemos de El y buscamos su ayuda siempre tendremos buenas piernas para recorrer el camino que nos resta, por esa senda “derecha”, ese camino angosto. Yo tengo congregaciones en el interior, en lugares de reserva nacional, de montes, donde todavía hay selvas espesas, oscuras y densas, y para llegar a ciertos lugares, hay que caminar por senderos estrechos que se van abriendo paso a través de la maleza, los lugareños y los indios le llaman “trillo” apenas pasa un hombre por ellos, un pie tras otro, una persona tras de la otra, “caminos
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estrechos” es necesario tener buenas piernas, sanas y fuertes, se caminan kilómetros por esas selvas para llegar a los asentamientos ¿Podría alguien cojo avanzar en esos caminos? Y así es el camino de la salvación. Luego encontramos otras discapacidades espirituales, el mutilado o el sobrado, y tomaré ambos porque se relacionan aunque se anteponen, alguien a quien le falte o le sobre. Yo tenía un familiar que nació con seis dedos en cada pie, por supuesto tuvo que ser operado, no podía calzarse, ni caminar correctamente, algo “sobraba” y asimismo cuando algo falta, hemos visto el resultado de ciertas drogas en niños que han nacido sin brazos o sin piernas, una verdadera tragedia. En lo espiritual es de igual forma trágico para quienes quieren servir a Dios. “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe de tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno” (Romanos 12:3) Ni mutilado (falto, según otra versión de la Biblia) ni sobrado, la falsa humildad tan manifiesta a veces o la arrogancia de “creérsela”, el concepto de si apropiado, equilibrado, conocer nuestras limitaciones, saber que es lo que podemos hacer bien y lo que no. Saber que Dios nos ha dado y que siempre nos faltará aprender y crecer sin entrar en la falsa modestia de tomar lugar en alguna reunión y decir “Yo no soy predicador”, “Yo no soy cantor”, o “no preparé nada” y luego nos tienen que “desclavar” para sacarnos del púlpito. El “sobrado” es el arrogante, el orgulloso, el que se considera “imprescindible” aquel que dice:”Si yo no estoy
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no pasa nada”…”Si yo no lo hago nadie lo hará”…”Me necesitan siempre”…Me recuerda a los pavos reales, hay un lugar que suelo visitar donde abundan, es un espectáculo digno de presenciar, cuando en cierta época del año, la época del apareo, el macho se engalana con todo su plumaje, un abanico tornasolado y multicolor de hasta dos metros de diámetro, que lo despliega en todo su esplendor para atraer a las hembras, retrae su cabeza de intenso color azul y emite un canto muy peculiar y se muestra, los turistas se esmeran para obtener una fotografía, pero ese animal en la ostentación de su plumaje, se le olvida el aspecto de sus patas, sus patas están llenas de escamas, como muchas aves del corral, son feas, grises y casposas, Dios supo como hacer cuando le diseñó, le dejó una parte de su cuerpo común y ordinaria, quizás para que no se la crea. No te la creas, todo lo que tienes, lo has recibido de Dios y lo tienes prestado, no es tuyo, (Ni la vida te pertenece). Me recuerdo el burro que usó Jesús para entrar en Jerusalén, las multitudes, mujeres, niños, hombres aclamaron a su paso, arrancaban palmas y tomaban vestidos y los ponían a sus pies y se oían los cánticos y las aclamaciones ¡Hosanna…Hosanna el que viene en el nombre del Señor!!! (Lucas 19:30-38) Una historia popular cuenta, que cuando este burro regresó al corral con sus congéneres, comenzó a presumir de su importancia.¿Vieron las multitudes a mi alrededor?...¿Escucharon los cantos?... ¡Yo soy especial!...¡Ninguno como yo!....¡Ninguno de ustedes, burros grises, se comparan conmigo!...Hasta que alguien le mostró sus patas grises y escamosas….Querido burro no era por ti, era por quien iba encima de ti. Jesús el hijo de Dios.
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No lo olvidemos para no ser un “sobrado” que ande por allí. Llegamos ahora a la “quebradura de pie”, hablamos de las piernas, pero aquí se refiere al pie, el Salmo 121:3 dice: “No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda” y en 1 Samuel 2:9 dice: “El guarda los pies de sus santos”. Observamos en la consagración sacerdotal, que Moisés tenía una ordenanza, era el ungir con sangre de los sacrificios el lóbulo de la oreja derecha de Araón y el dedo pulgar de su mano derecha y sobre el dedo pulgar de su pie derecho (Levítico 8:22_23). Esto tenía el claro propósito de recordarle su consagración para el servicio del santuario, que los oídos de estos hombres de ahí en adelante debían estar consagrados, debían ser reservados y prudentes en lo oyeran, ellos presentarían a Dios las necesidades del pueblo, debían oír con justicia y equidad, así también todo lo que tocaran sus manos, sus manos estarían consagradas, no podían recibir recompensas, cohecho, no podían tocar lo profano, lo banal, y por último sus pies, los pies nos llevan, no trasportan de un lugar a otro, ellos deberían saber donde ir, que hacer, por eso Pablo escribiendo sobre la armadura de Dios decía: “Y calzados los pies con el apresto del evangelio de paz” (efesios 6:15) Los pies del cristiano tienen un calzado especial, del cual no tenemos que avergonzarnos de utilizar, son buenos y duraderos, cómodos y de uso continuo, se adaptan a toda clase de caminos, los pies que Dios considera “hermosos” son estos, ¡Cuan hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian las buenas nuevas! (Romanos 10:15).
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Quiere decir de aquel que se calzó con esta clase de zapatos, que no se avergonzará de ser cristiano que está calzado todo el tiempo (Y no solo los domingos para ir a la Iglesia). Quien tiene el pie quebrado, no puede calzarse, y el pie se quiebra cuando resbalamos, en el salmo 121:3 Dios se compromete a guardarnos del resbaladero. Cuando resbalamos es precisamente cuando pisamos fuera del camino, pisas mal, y terminas en un esquince o quebradura, la Palabra dice en Proverbios 1:15-16 “Hijo mío no andes en camino con ellos; Aparta tu pie de sus veredas, porque sus pies corren hacia el mal, y van presurosos a derramar sangre” y Proverbios 5:5…”Sus pies descienden a la muerte, sus pasos conducen al Seól (sepulcro)” Andar en esos caminos, pisar en esas veredas siempre quiebra los pies. No tenemos acaso esa clase de personas en nuestras Iglesias, nunca pueden ir a ninguna parte, no pueden ir cuando se sale a testificar, no pueden llegar cuando hay trabajo, son cristianos pero no se comprometen con nada, no desean hacer nada y tampoco ser reconocidos como cristianos, si llevan una Biblia la ocultan lo más que pueden, no se manifiestan como cristianos en ninguna parte, ni en su trabajo o vecindario, ni con sus amigos, nadie sabe que es un cristiano, son los de pies quebrados o los descalzados. Sigue la “rotura de mano”, las manos son tan importantes y necesarias en el ser humano, el evangelio de Marcos cap.3:1-5 relata:”Un hombre tenía su mano seca, Jesús se compadeció de el y le restauró aquella mano” Ya consideramos en la unción sacerdotal la implicancia de las manos, son las manos las que sirven, ayudan, sostienen, dan apoyo, brindan amistad, las manos se estrechan en
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solidaridad, con ellas se trabaja, sellamos acuerdos y firmamos compromisos, el libro de Eclesiastés les llama “Los guardas de la casa” (Cap.12:3). Las manos tienen todo un protagonismo en la adoración a Dios. “Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti. Cuando alzo mis manos hacia tu santo Templo” (Salmo 28:2) La imposición de las manos consagradas tiene una antigua historia, manos manchadas, manos limpias, manos sucias con sangre, manos santas. Pablo enseña sobre la necesidad de levantar a Dios “Manos limpias” “Manos santas sin ira ni contiendas” (1 Timoteo 2:8). La mano rota, es la mano que ya no se extiende, la que no ayuda ni sostiene, la que no trabaja y no socorre, la que tampoco se puede levantar para Dios, no sirven para el prójimo ni para ellos mismos. Cuando la barca en que viajaba Pablo prisionero rumbo a Roma con 275 personas más, naufragó contra unas piedras de la orilla y a nado llegaron a una isla llamada “Malta” (Hechos 28:1-6), los sobrevivientes estaban hambrientos, golpeados, mojados y con frío, habían atravesado en alta mar una tempestad de varios días, y para empeorar su situación estaba lloviendo y hacía mucho frío, habitantes de la isla comenzaron a encender un fuego en la playa, esa fogata les ayudaría a recobrarse y a recuperar la temperatura y sobrevivir , era vital que ese fuego encendiese, de eso dependían sus vidas. Pablo aún en su condición comenzó a ayudar, a arrimar maderas y buscando que quemar una serpiente venenosa le mordió la mano, esto produjo en los que fueron testigos del ataque una actitud juzgadora y condenatoria, nos asombra leer en el verso 6 que dice:
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“Ellos estaban esperando que el se hinchase, o cayese muerto de repente, más habiendo esperado mucho y viendo que ningún mal le venía, cambiaron de parecer y dijeron que era un dios” Estos son como aquellos que no hacen nada para ayudar, sus manos “rotas” no le permiten colaborar, encontrar soluciones a situaciones que afectan a todos, impávidos esperan, miran desde lejos, no se comprometen, no se responsabilizan, no quieren arriesgar nada y generalmente son los que juzgan y critican a los que sí hacen algo, “manos rotas”, y hasta algunos esperan que el que trabaja se canse o caiga, ( Dicen: “ya se va a desanimar, dentro de un tiempo se dará cuenta que no vale la pena”) yo no acepto ninguna critica de estos, pero si escucho atentamente la de los que hacen, Dios bendiga la mano servicial, la mano amiga, la mano piadosa, la mano que se extiende y la que sostiene. Llegamos ahora al “jorobado”, físicamente es un estigma para quien lo padece, espiritualmente se relaciona con “los lomos”, la espalda, todo peso importante se cargan sobre los hombros y la espalda, una espalda sana, recta se traduce en cierta fuerza en el hombre, y también dará el resultado al vestir nuestras ropas que estas caigan correctamente, que se ajusten al cuerpo, las personas con este problema en su cuerpo tienen dificultades con su vestimenta y al no poder andar erguidos, casi siempre se inclina su cuello y su cabeza y miran el suelo, dice el Evangelio acerca de aquella mujer que el señor sanó “…que por 18 años andaba encorvada, y que en ninguna manera se podía enderezar” (Lucas 13:1113), cuando se encontró con Jesús ella se enderezó. Al tener la espalda encorvada no es posible andar erguido, derecho, mirar de frente, vestir nuestras ropas dignamente, por eso simbólicamente la biblia se refiere a
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nuestros lomos. “Estad pues firmes, (derechos) ceñidos vuestros lomos con la verdad y vestidos con la coraza de justicia” (Efesios 6:14). Cuando no hay “joroba” en la espalda del creyente, es cuando sus “ropas” se ciñen con propiedad, y puede ceñir sus espaldas con la verdad, la espalda apunta a lo que dejamos atrás, y cuando el hombre anda con mentiras viene el descrédito, la acusación, y no puede caminar erguido, con la frente en alto, cuantos cristianos que usan la mentira “piadosa”, las “medias verdades”, las “verdades exageradas”, “la pequeña mentira para zafar”, parece que desconocemos ¿quién es el Padre de la mentira? Y por el contrario ¿Quién se nos presentó como la misma verdad? Se escuchan tantas mentiras en los púlpitos, experiencias y testimonios que se exageran o se “adornan” y que se “largan tan despreocupadamente” mentira siempre es mentira, no deja de serlo por el grado de importancia. Es como la fábula de pinocho a quien le crecía la nariz cada vez que mentía, yo creo que espiritualmente al cristiano que miente le crece la “joroba” en sus espaldas y se “desata” el cinto de sus lomos y su rostro se va inclinando a tierra. “Por tanto ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado” (1 Pedro 1:13) Ceñir los lomos, cubrir nuestras espaldas (Quiere decir), cuando el cristiano miente, o falta a su palabra, pierde credibilidad, sus “espaldas” están al descubierto, Pablo hablaba En Efesios de una armadura protectora, para la cabeza, el pecho, las piernas y por supuesto las espaldas, si nos
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han de acusar que sea mintiendo, porque finalmente la “sobriedad” tiene que ver con la palabra. Hay muchos “jorobados” que están dentro del sacerdocio y que no deberían porque no califican. Así llegamos al “enano”, un síndrome de nacimiento que afecta el crecimiento normal de las personas, el enanismo a veces es genético e impide el desarrollo físico y generalmente no afecta la cabeza y el rostro. Cuando los padres tienen un hijo sano y fuerte se espera y se supone que crezca, un seguimiento médico controlará su peso y medidas de acuerdo a su edad, pero que dolor para los padres cuando ese proceso se detiene, debe crecer, si es sano seguramente crecerá. El hijo de Dios está llamado a crecer en su vida espiritual, y es un crecimiento continuo y permanente que a diferencia del biológico nunca termina en esta vida, solo al llegar a la presencia de Dios…Físicamente a cierta edad dejamos de crecer y el ser humano comienza un proceso de deterioro. “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes CRECIENDO en la obra del Señor SIEMPRE” (1 Corintios 15:58) “siempre” firmes y constantes. El cuerpo sano crece en forma pareja, equilibradamente, no nos crece una mano más que la otra, un pie mas que el otro, un dedo diferente a los otros, cada miembro toma su aumento en los nutrientes que recibe. El enano tiene la particularidad de que su cabeza crece normalmente, pero no hace lo mismo el cuerpo, así es el cristiano que crece solo en “conocimiento”, en “teología”, e “sabiduría” y no crece en su carácter, en sus emociones, en su vida interior, porque tiene una relación con Dios a nivel “conocimiento” y no a nivel relación, algo en su desarrollo está afectado.
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Se piensa (muchos) que el “profesionalismo”, “la técnica”, “la práctica”, la “teología” nos transformará en Siervos de Dios, ¡Grueso error! Es como aquellos que van a los Seminarios y egresan con un “diploma de pastor o pastora”, ¿Y luego, ¿Será todo?...¿Se habrán convertidos en Pastores?... Dios es quien llama y levanta y envía, y luego el hombre se prepara, poner el carro delante del caballo no funciona. En alguno de mis tratados abordo ese tema, hombres que se prepararon, estudiaron y salieron a la obra y tuvieron un “estruendoso fracaso”, porque faltó algo importantísimo que es la “parte de Dios” Dios es quien llama, quien unge, quien envía y quien finalmente también “aprueba”, aprobado por Dios. Si falta esto no importa cuantos doctorados y licenciaturas en Divinidad hayas obtenido no funcionará. “Procura con diligencia, presentarte a Dios APROBADO, como obrero que no tiene de que avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15). Crecer en forma paulatina y completo, crecer interiormente, desarrollar un carácter cristiano, paciente, piadoso, humilde, sobrio, prudente, y si a esto le agregamos el conocimiento buscando siempre la “aprobación” de Dios, entonces dejaremos de sufrir el “enanismo”. Un mal que afecta a congregaciones completas. ¿O acaso no hemos visto congregaciones con 50 miembros y dos o tres pastores, quince ancianos y varias docenas de diáconos? O Templos construidos con plataformas gigantescas a un metro de altura con capacidad para cientos y salones donde apretadamente entran cien personas. “Pura cabeza” nada de cuerpo. La próxima es “la nube en el ojo”, ahora no se trata de
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alguien ciego, sino de alguien que ve, pero parcialmente o distorsionado, ve en parte, esto sucedió con aquel ciego que Jesús sanó (Marcos 8:22-25) “Vino luego a Behtsaida; Y le trajeron un ciego, y le rogaron que le tocase. Entonces tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; Y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le preguntó si veía algo. El mirando dijo: veo los hombres como árboles, pero los veo que andan. Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirara; Y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos” En el primer intento no veía correctamente, fue necesaria otra intervención de Jesús con este hombre. En ese mismo capítulo (verso 18) Jesús afirmaba: “Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís”. Cuantos que ven parcialmente, lo que quieren ver, lo que les conviene, son los de “nube en los ojos”, y si llegan a ver lo ven distorsionado, son la clase de personas que siempre están buscando una falla, la debilidad, tienen un espíritu crítico, son juzgadores, no ven lo que tienen que ver, el esfuerzo, el sacrificio, lo bueno, lo positivo, se enfocan en el “punto negro” son como aquellos exploradores que envió a Canáan, Moisés, al regreso su informe fue negativo y desalentador, no vieron nada bueno “Es tierra que traga a sus moradores…” “Y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas, así le parecíamos a ellos” (Números 13:3334) Esta clase de creyentes traen el desánimo para los que le rodean, siempre se quejan, siempre critican, no tienen la capacidad de ver las cosas buenas, las bendiciones de Dios, ellos caminaron y recorrieron la tierra junto a Josué y Caleb, cuarenta días, no es que le contaron, ellos vieron (Solo lo malo y negativo) el verso 23 dice: “Y llegaron hasta el arroyo de Escól, y allí cortaron un sarmiento con un racimo
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de uvas, el cual trajeron dos en un palo, y las granadas y los higos” y el verso 27 dice: “Y les contaron, diciendo: nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel, y este es el fruto de ella”. Eran frutos asombrosos, un racimo de uvas cargado entre dos hombres con un palo, ¿Cuánto pesaría? 30 o 40 kilos, algo extraordinario, lo llevaron como prueba, como testimonio, sin embargo la “nube en sus ojos” no le dejaron ver con equilibrio. ¿A dónde subiremos?... Nuestros hermanos han atemorizado nuestro corazón diciendo: este pueblo es mayor y más alto que nosotros, las ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo”…(Deuteronomio 1:28) ¿Sería posible muros que llegaran al cielo?... Así sucede con quienes se ocupan de atemorizar y hacer desfallecer a sus hermanos. Suelo decir los verdaderos “visionarios” de Dios, no son solamente aquellos que pueden vislumbrar el trono de Dios, los arcángeles alrededor, sino el que puede ver que hay un banco roto y necesita arreglo, o que un enfermo necesita ser visitado, o que hace falta suplir algo en la Iglesia. Cierta vez me visitó un pastor que también cantaba, estuvo en una de nuestras reuniones, predicó, canto y entregó algún mensaje. Al terminar me dejó la dirección de su Iglesia y me invitó a devolverle la visita, después de un tiempo decidí hacerlo, busqué el lugar y cuando lo encontré me sorprendí, era una casilla de madera rodeada de matorrales y pasto, sus maderas despintadas sobresalían entre las matas, y un pequeño camino que los hermanos habían hecho al entrar, pisando y aplastando esa maleza llevaba hasta la puerta, el abandono del lugar era espantoso,
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por dentro no estaba mejor, la tierra se depositaba sobre las bancas, y cada persona antes de sentarse la sacudía con su pañuelo, en las vigas del techo un inmenso nido de pájaros engalanaba el lugar, era deprimente, en ese momento perdí todo respeto por ese hombre, y pensé ¿Dónde está la visión?. ¿Cómo nadie puede ver con claridad con sentido común? Toda una congregación contagiada por su Pastor, con nubes en los ojos. Es maravilloso contar con personas espirituales que puedan ver los ángeles rodeándonos, y puedan discernir sueños y tengan visiones y reciban mensajes del cielo, pero lo espiritual no está reñido con lo cotidiano, lo espiritual y el sentido común pueden caminar juntos. Necesitamos como Jesús, ver no solo las almas pecadoras y la visión del reino de Dios acercándose a ellos, sino también ver las mujeres y niños que hace rato me acompañan y están con hambre y si les despido de esta forma desmayarán en el camino, algunos de ellos han venido de lejos.(Marcos 8:1-3) ¿Acaso no era espiritual ver esta necesidad? ¿No es espiritual limpiar y asear el templo?, ¿No es espiritual contribuir con recursos para la obra de Dios?, ¿No es espiritual darle de comer al que tiene hambre y cubrir al desnudo? Observemos que cuando el Señor habla sobre cual es el ayuno agradable (Una práctica espiritual) el afirma que solamente orar y privarse de alimentos no hacen de un ayuno que sea agradable a Dios (Isaías 58:1-12) El menciona cosas como partir el pan con el hambriento, a los pobres albergarlos en casa, cubrir al desnudo, no esconderse de tu hermano, quebrar los yugos, quitar el dedo amenazador, dejar de hablar vanidades. Casi nada sobre el sacrificio de la carne o la abstinencia
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de alimentos o sobre largas oraciones, está diciendo que un “ayuno agradable a Dios” tiene que ver con cosas prácticas y cotidianas, con actitudes, “Ver” como aquel ciego “Claramente y de lejos a todos”, ver o visión de Dios es ver la realidad, ver lo que muchos no ven, el verdadero “vidente” VE Y ACTUA , ve y hace, pero para esto hay que tener ojos sanos, sin “nubes”. Compartiré un testimonio que ilustra esto claramente. Cierta vez mi esposa entró en un cuadro de enfermedad, yo estaba pastoreando una Iglesia creciente y pujante, nuestros hijos eran todos pequeños, la enfermedad de mi esposa se extendió por algunos años (Luego Dios iba a sanarle) mi casa entró en un caos de niños que asistían a la escuela, comidas, ropas para lavar, planchar, una Iglesia que demandaba mi poco tiempo, mi esposa que necesitaba atención y cuidados, el peso era agobiante, estuve a punto de entregar mi ministerio y la Iglesia, mientras esta situación se prolongaba, llegaban por mi casa diferentes hermanos y consiervos, eran portadores de “Una palabra de Dios”, de visiones y revelaciones para mi, sueños y mensajes de lo alto, los primeros fueron recibidos, los últimos ya me molestaban y cuando la carga se fue aumentando llegué a “correr” a algunos de esos profetas de mi casa. Solo escuchaba en esos días: “Dios dijo así….” “Dios me reveló…” “El Señor me mandó” “Le traigo una palabra del Señor…” etc.etc. La situación en mi casa con una esposa en cama y tres niños pequeños era insostenible, también comenzó a faltarme económicamente y esto casi terminaba con mis fuerzas y mi fe. Un día llamaron a mi puerta, cuatro hermanas, que las conocía muy vagamente porque eran de otra congregación,
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les recibí sin muchas ganas, estaba a la defensiva, pensé otras más ¿De donde salen?, enseguida las corro de mi casa, pasaron a la sala, bajaron varios bolsos que traían y dijeron: Pastor Dios nos envió. (Yo pensé ¡no otra vez, no¡), esto es algo para usted (en los bolsos había provisiones para varios días) haga una oración por nosotras y muéstrenos luego donde está el lavadero y donde la cocina, donde está la plancha y las cosas para la limpieza. Hice aquella oración y enseguida se colocaron sus delantales, y una salió para afuera, otra fue a la cocina, otra a las habitaciones, trabajaron todo ese día, limpiaron, lavaron, cocinaron, bañaron mis hijos, atendieron a mi esposa, al caer la noche y terminada la tarea, ellas dijeron: Pastor despídanos con una oración y se fueron. No hubo mensaje, ni revelación del tercer cielo, ni palabra de Dios, ellas traían a mi casa lo que yo necesitaba, si no sabría que eran humanas hubiera pensado que los ángeles me terminaban de visitar, fue la mejor visita que tuve en todo ese tiempo, para mi fue la más espiritual de todas, la que me animó y me fortaleció, y nunca me olvidaría de esta “clase de mensaje” han pasado casi 20 años y no lo olvido, ¿Cómo olvidarlo? ¿No era acaso esto un mensaje poderoso?...Mujeres sin nubes en los ojos, con mucha visión de Dios. Ahora nos encontramos con la “sarna” (sarpullido), esta fue la sexta plaga enviada sobre Egipto, en la disputa de Faraón y Moisés. La sarna produce una intensa comezón, los animales cuando la padecen se lastiman la piel y se les cae el pelo de tanto que se rascan, por cierto es una plaga muy molesta. Sarna o empeine, estas dos se deben tomar juntas, todos conocemos que la sarna es una enfermedad cutánea,
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contagiosa, consistente en vesículas y pústulas causadas por un ácaro (parásito). El empeine es una clase de enfermedad también de la piel, que la deja áspera y descarnada, produciendo un gran escozor. Los síntomas son muy similares. A veces creo reconocer este síntoma de inquietud, de incomodidad, de intensa molestia en las personas cuando la palabra está trabajando en ellos, pareciera que les da comezón, se mueven en sus bancas durante el servicio, se inquietan, se levantan, van al baño o salen afuera, es como si tuvieran un sarpullido que les imposible de no rascarse. Por supuesto que un obrero no puede padecer de estos parásitos, suelo pretender que todos mis compañeros del ministerio guarden y practiquen las enseñanzas bíblicas, quiero ministrar sin tener algún obrero incomodado, por eso Pablo decía que el obrero debía ser “Retenedor de la Palabra fiel tal como ha sido enseñado, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen” (Tito 1:9) No hay nada más confuso, que cuando no hay acuerdo entre los obreros, cuando los encargados de ministrar al pueblo no coinciden en las doctrinas, y subimos a la plataforma y sentimos la oposición y el desacuerdo, en nuestras Iglesias yo pretendo hablar “Todo el consejo de Dios” sin barreras y encontrar en el ministerio todo el apoyo y el respaldo necesario, si predico contra el adulterio, la mentira, la fornicación, la violencia o lo que fuere que no haya obreros molestos por la “picazón”, en la congregación seguro que va a haber, pero no en el ministerio, el obrero debe ser “apto para enseñar” y esa aptitud proviene de practicar las enseñanzas Bíblicas. Cuando tenemos algún tiempo en los caminos del señor,
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ninguna enseñanza nos debería inquietar, ya tenemos que conocer los “fundamentos de la fe”. Estos padecimientos eran particularmente muy contagiosos, y se extendían muy rápidamente, por eso no debe de haber quienes lo padezcan dentro de la Iglesia, porque así como la fe, el buen ánimo, el valor, la dedicación, el optimismo, la diligencia son “contagiosas” también por contrapartida el pesimismo, la cobardía, el desaliento, la desidia, la pereza, etc. Por cierto el crítico, el opositor el incómodo contagiará a los que se le acerquen. Estas plagas atacan la piel, se encostra y se lastima, perder la piel es como perder la “sensibilidad” tan necesaria, la “sensibilidad a la Palabra de Dios”…Dice el Señor: “A quien miraré, a aquel que tiembla ante mi palabra”. Por último llegamos a una discapacidad muy “especial” “testículo magullado”. Cuando me encontré con esto en la demanda Divina, me costó entender de que se trataba, porque quienes vivimos en las ciudades no comprendemos cierta terminología de la vida rural, un día estando en nuestras Iglesias de la provincia, me encontraba hospedado en una chacra del lugar, observé entre los elementos de labranza un instrumento raro y rudimentario, y como me llamó la atención pregunté de que se trataba, literalmente era una especie de cepo pequeño, hecho de madera y poseía una hendidura por donde se deslizaba una cuña, ese cepo era articulado, se podía abrir y volver a cerrar. El granjero me explicó que ese instrumento se usaba en esa zona para “capar a los animales”, algunos como ciertos becerros que después se convierten en sus bueyes de trabajo, debido a la proliferación de insectos y parásitos
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no era conveniente hacerlo de manera tradicional, con un corte, por el alto riesgo de infestarse o agusanarse. Con ese instrumento se encepaba el escroto del animal y se golpeaba con un mazo a la cuña, la misma atrofiaba (Magullaba) los conductos espermáticos, esterilizando de esa forma a la bestia, sin quitarles los testículos. “Testículos magullados” en resumen es la condición de esterilidad, en el hombre una descalificación para la tarea sacerdotal. El hombre que sirve a Dios no debería padecer de “esterilidad espiritual”, ya que la gran “comisión” del Señor fue la de ir y hacer discípulos en todas las naciones, ser un ganador de almas, dar a luz “hijos espirituales”. Para la mujer hebrea no tener hijos era considerado una maldición, un estigma que le degradaba y la marcaba, la humillaba en su condición de mujer. Quizás era porque cada Hebrea anhelaba ser la madre del Mesías prometido, eran conocidas las profecías popularmente, cada joven de Israel se educaba en esa forma y vemos los conflictos de las mujeres ante la imposibilidad de ser madres, desde Sara, Ana y otras en muchas de las cuales Dios obró milagros en respuestas a sus oraciones y pudieron concebir. Existe una expresión de una de estas mujeres que muestra lo importante que era para ellas el quedarse embarazada, Raquel la esposa de Jacob clamó para su marido: “Dame hijos o sino me muero”. (Génesis 30:1). La vida sin hijos para ella no tenía sentido, si no podía ser madre nada importaba, nada era suficiente sin un hijo. En un paralelismo, la Iglesia del Señor no puede ser estéril, su pasión debe ser producir hijos espirituales, concebir, dar a luz, y criarlos. ¿Cuántas Iglesias estériles?, a veces no se nota a
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primera vista porque hay muchas personas que congregan, pero al profundizar un poco, vemos que la mayoría son hijos “sustitutos”, no son legítimos, propios, porque esas personas han “emigrado” de otras congregaciones, llegaron desde otros lugares, han sido “adoptados”, hay muy pocas Iglesias ganadoras de almas, que producen nuevos nacimientos en sus senos. Iglesias que han criado y formado y madurado a sus propios hijos, es toda una tarea, es mucho más sencillo no pasar por el embarazo, los dolores del parto, la espera paciente, es más práctico y sencillo los hijos sustitutos, Abraham y Sara pasaron por eso, cuando se quiere redimir tiempo y evitar algunos dolores llenamos los templos con creyentes “importados” de otras Iglesias, aún los obreros que se levantan no nacieron, no crecieron y no se formaron en esos lugares, pasado algún tiempo aparecen los conflictos (como en el hogar de Abraham y Sara). Nunca tuvimos como Iglesia un crecimiento desbordante, el proceso fue muchas veces lento y tedioso, pero algo puedo decir con toda autoridad, todo lo que Dios nos ha dado, miembros y obreros, algunos hoy son Evangelistas, pastores, ancianos, misioneros, todos son hijos en la fe. (Nos hemos embarazados de ellos, hemos pedido almas al Señor, hemos dicho como Iglesia como dijo Raquel:”dame hijos o me muero”, les dimos a luz, pasamos los dolores del parto, les vimos nacer en Dios, los vimos alimentarse y crecer, mucha veces tuvimos que cargarles hasta que alcanzaron “estatura en Cristo”. Y cuando maduraron también se convirtieron en padres, es un largo proceso, como cuando se forma una familia, yo me casé con quien es mi esposa cuando todavía no cumplía los 18 años y ella 15, transitamos un largo camino juntos
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y hoy abrazamos nuestros bisnietos, hijos, hijas, yernos y nueras, nietos y bisnietos que forman nuestra numerosa familia. En una sociedad sobre acelerada, donde todo debe ser rápido y ahora, donde nadie quiere esperar, es mucho más fácil (Como algunas mujeres famosas y mediáticas) adoptar o alquilar algún vientre sustituto, u obviar al padre y utilizar el esperma de algún donante, para eludir el tedioso proceso de la vida en el plan de Dios, esto es en lo natural, pero en lo espiritual muchos han entrado en el mismo vicio, transformándose en “pescadores de peceras”, pienso que la Iglesia respetable, es aquella que se forma con “almas ganadas” pescados en el mar de este mundo. Como relata cierta anécdota, que había una congregación que se denominaba “La Iglesia de Dios”, de allí salió un grupo que formó una nueva congregación dividiéndose y se pusieron por nombre “La única Iglesia de Dios”, pasado un tiempo otro grupo sale de esta última y empiezan otra Iglesia a la cual le ponen “La única y verdadera Iglesia de Dios”, y volvió a suceder abriéndose otro grupo que le ponen por nombre “La única genuina y verdadera Iglesia de Dios”. El clamor de la iglesia debiera ser “Dame hijos o sino me muero”, hijos nacidos de arriba, engendrados en Dios, y no recibiendo o “pescando” con ofertas y propuestas a creyentes de otras congregaciones, pensando con soberbia que nosotros somos “la Iglesia verdadera”, que tenemos lo que otros no tienen, y de esa forma se podrán llenar los templos, pero debemos saber que los que permanecen son los hijos verdaderos, así pasó con Abraham, el hijo de la carne y el de la promesa, y el que se quedó en casa fue el de la promesa.
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Además que quienes se mueven en esta forma demuestran un total falta de ética pastoral o cristiana, hay congregaciones que se han formado y han crecido a expensas de otras, con el “traslado” o la “captura” de miembros de otras congregaciones. Todo obrero y pastor al encontrarse con personas que están congregando debe animarles a continuar donde están y sujetarse a sus pastores, nunca bajo ningún aspecto debiéramos invitarles a congregar con nosotros. Esto se llama “ética” un principio que marca las relaciones entre tantos profesionales y tan escasos dentro del ambiente evangélico. Por eso encontramos cristianos “peregrinos” que han recorrido todas las denominaciones y los ministerios conocidos, y templos unos enfrente de otros o en la misma cuadra, siempre pensé si tuviera que colocar un supermercado, un almacén o una ferretería no se me ocurriría abrirlo frente a otro o a unos pocos metros. “Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno” (Romanos 15:20).
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CAPITULO IX
Huesos, tendones, carne, piel, espíritu Un poderoso ejército de Dios
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¿Quién es esta que se muestra como el alba, hermosa como la luna, esclarecida como el sol. Imponente como ejércitos en orden? (Cantares 6:10) Dios desea ver a su iglesia como un ejército poderoso, hermoso e imponente. Pero hay un proceso que obviamos, que se llama el proceso de la conversión, una palabra antipopular de nuestros días, incluso desaparecida en las liturgias, un proceso necesario para la salvación el cual encontramos como requisito en los mensajes de la Iglesia nueva testamentaria. La conversión, obrada desde lo alto en el hombre y la mujer aparece como parte del plan de Dios, la transformación del hombre “natural” en un hombre “espiritual”, lo que Jesús llamó “el nuevo nacimiento”, nacer de Dios, la vieja y la nueva criatura. En la visión del profeta Ezequiel encontramos este proceso (Ezequiel 37) “La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Y me hizo pasar cerca de ellos, por todo en derredor; Y he aquí que eran muchísimos sobre
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la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. Y me dijo: Hijo de hombre ¿Vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová tu lo sabes: Me dijo entonces: Profetiza sobres esos huesos y diles: Huesos secos: Oíd palabra de Jehová, así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros y haré subir sobre vosotros carne y os cubriré de piel y pondré en vosotros espíritu y viviréis. Y sabréis que yo soy Jehová. Profeticé pues como me fue mandado; Y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; Y los huesos se juntaron, cada hueso con su hueso. Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos, pero no había en ellos espíritu. Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza hijo de hombre y dí al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu ven de los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos y vivirán. Y profeticé como me había mandado y entró espíritu en ellos y vivieron y estuvieron sobre sus pies, un ejército grande en extremo. Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí ellos dicen: Nuestros huesos se secaron y pereció nuestra esperanza y somos del todo destruidos” (Verso 1 al 11). Vemos en estos pasajes que aquellos huesos desparramados (esparcidos) por doquier, representaban a personas que habían perdido sus esperanzas, o su fe lo que es sinónimo. Personas “sin vida”, muchísimas, el mundo que nos rodea, como estábamos nosotros, “esparcidos sobre la faz del campo”. El esqueleto humano está conformado por 206 huesos, diferentes en su mayoría, y si hubiera que ubicarlos en sus lugares dentro del esqueleto, se debe tener conocimiento de antropología o medicina, es casi como armar un rompe
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cabezas. Mis hijas cuando estudiaban trajeron a casa un esqueleto humano dentro de una caja, si quisiéramos “armarlo” nos llevaría un tiempo considerable. Observemos que le fue mandado profetizar, “Oíd Palabra de Jehová”, nuevamente tenemos que reconocer el valor y el poder de la palabra, el efecto que produce oír la palabra de Dios no es producido por ninguna otra cosa, la Palabra es espíritu y es vida, no hay nada similar, ni la música, ni los festivales, ni el teatro o las animaciones, ni la verborragia o la elocuencia de los oradores, ni el carisma o la popularidad del hombre. Le fue mandado “hablar la Palabra” y al hacerlo se produjo un ruido y un temblor, cada hueso se acomodó con su hueso. Muchos vienen a la Iglesia pero nunca terminan el proceso, se quedan a mitad del camino, vienen desordenados y esparcidos, necesitan que Dios haga algo, y El acomoda sus vidas, sus hogares, sus relaciones, y generalmente esto produce un ruido y un temblor o sacudón, y sucede porque el ser humano está acostumbrado a una forma de vida. Cuando por mucho tiempo estuvimos inmersos en el desorden del pecado, en el caos de una vida sin Dios, y de pronto las cosas comienzan a “acomodarse” en su lugar, se producen movimientos y esto genera confusión, imaginémonos los matrimonios que por años estuvieron en la apatía y la indiferencia , y Dios comienza a despertar interés del uno hacia el otro, y se recuperan esos sentimientos dormidos o perdidos, recuperan el amor, el buen trato, el respeto, ese “acomodamiento” producirá ruido. Cuando una mujer maltratada reacciona y comienza a recuperar su auto estima y empieza a hacerse respetar como mujer, cuando un alcohólico entiende su condición y comienza a valorarse y luchar contra ese vicio, cuando un
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padre ausente comienza a entender el valor de su familia, habrá ruido y sacudones, pero es Dios que comienza a colocar cada cosa en su lugar. Viendo la conformación del esqueleto humano nos asombramos en la maravilla de la creación, dándole a cada una de esas complejas piezas el acople perfecto con la que le sigue, ni el más pequeño de ellos podría ubicarse en otra parte. Los hay grandes, llamados huesos largos, (brazos y piernas), cortos los de manos y muñecas, pies y vértebras, los planos del cráneo, los pequeños del oído, (martillo, yunque y estribo), 26 conforman la columna, 62 los miembros inferiores, y la mayoría son pares, para cada lado del cuerpo. Estos le brindan al cuerpo una estructura, sostienen los tejidos blandos, protegen los órganos internos, hacen posible la locomoción. “Hueso con su hueso” En la Iglesia dijo Jesús “Que todos sean uno”, en el matrimonio “Ya no serán mas dos”. Cuando un hueso se sale de lugar, hay inflamación y dolor en el cuerpo, y cuando se quiebran, hay que inmovilizarlos para que se suelden y que la persona no sea muy vieja porque ya no tendrán arreglo, y a veces es así cuando la “quebradura” sucede en creyentes antiguos no sueldan. Es lo mismo cuando la familia no funciona o la Iglesia “no camina”, hay huesos desacomodados, hay dolor, inflamación. Hay familias y congregaciones enteras que sufren de “Osteoporosis” (Huesos descalcificados o “Apolillados”) Cuando hay quebraduras no hay arreglo posible, al rozar uno con otro se producen dolores tremendos e insoportables, ningún remedio es eficaz. Cuando vivimos lejos de Dios y perdemos la fe como
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Israel, el caos y el desorden predominan como era allá en el principio cuando fueron los orígenes de la humanidad “Y la tierra estaba desordenada y vacía” (Génesis 1:2). Dios dice en estos pasajes “Yo hago entrar espíritu en vosotros….Pondré tendones sobre vosotros…Y haré subir carne sobre vosotros” Se sobre entiende que Dios no está hablado solo de huesos sino de personas, metafóricamente aquellos esqueletos ahora acomodados y “ordenados” simbolizaban a personas. Personas que debían escuchar la palabra de Dios, la Palabra es esa energía vital que sostiene el universo la que produjo vida en el principio “Cuando Dios mandó y fue hecho” y es la que continua produciendo vida espiritual hoy, el poder regenerador se produce al abrir el corazón a la luz de esa palabra, avanzando así en el proceso de la “transformación” (conversión) que se completará cuando seamos glorificados. En este cuadro de Ezequiel en “un ejército grande y poderoso”. Como decía antes, muchos se quedan en algún escalón de este proceso, porque no perseveran, o se desaniman, o vuelven atrás se contentan con “alguna bendición” obtenida y en un claro conformismo dicen: “Dios me bendijo”… ”Dios acomodó mi hogar”…Es lo mismo desde el otro lado. “Venga a recibir un milagro”…”Deje de sufrir”…”Venga y será prosperado”…”llévese la unción”.”Encuentre la solución”. Se quedan con la bendición y pierden el bendecidor. Dios no desea solamente sacarnos de los problemas, que seamos personas felices por haber salido de una situación, Dios quiere completar su obra con el hombre. Le fue dicho a Ezequiel continua profetizando y cuando lo hizo tendones subieron y se entretejieron sobre aquellos
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huesos como una malla entrelazada que sostendrían los huesos en sus lugares, nervios, venas, arterias, dando consistencia a esos esqueletos. Ese tejido nervioso lo componen 650 músculos, se suele decir de alguien que no tiene “reacción”, no tiene “nervios”, siempre que Dios hizo algo en alguien, demandó una acción, esas reacciones están asociadas con nuestro sistema nervioso, “levántate y anda”.”Sígueme”, “Toma tu lecho y anda”, “Ve y haz.”El hijo pródigo cuando reaccionó dijo: Me levantaré e iré…El pecado inmoviliza, paraliza, neutraliza las reacciones del hombre. A veces la situación es como la de los mendigos en la calle, están tan resignados a su suerte, tan entregados, que las moscas cubren sus heridas y no atinan a espantarlas, si queremos recibir algo de Dios, lo tenemos que tomar, conquistarlo, obtenerlo, no vendrá en una caja de regalo, hay que creer y actuar, esto sucede en el proceso de la conversión, el hombre deja de aceptar el fracaso, el dolor, la resignación y sale de esa apatía o desidia y decide comenzar una nueva vida, es cuando se va formando el “nuevo hombre”. Si alguien necesita trabajar y pide a Dios en oración que le provea, pero continúa durmiendo hasta las 11 de la mañana, esperando que algún ángel del cielo venga a golpear su puerta, nunca sucederá nada. Oramos y actuamos, levántate de madrugada, compra el diario, prepara tus curriculum y en el nombre del Señor sales a obtener lo que has pedido a Dios. Si por años aceptaste la violencia en tu pareja y te resignaste a esa forma de vida, creyendo que es lo que mereces y no te levantas para cambiar esa situación, no haces algo para recuperar tu auto estima, nada sucederá.
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Una vez unos científicos realizaron un experimento, colocaron dos ranas en un recipiente con agua en el fuego (La rana es un animal de sangre fría), de a poco la llama fue subiendo la temperatura del agua, al instante una de ellas saltó afuera salvando así su vida, sin embargo la otra comenzó a adormilarse y poco a poco la temperatura siguió subiendo hasta que el animal entró en un letargo de muerte. Nunca atinó a saltar afuera de esa trampa mortal. Creer y actuar. “Pondré tendones (nervios) sobre vosotros”. Ahora esos huesos y nervios tenían que cubrirse de carne, la carne nos habla de sensibilidad, de sentir, algunos somos duros, no demostramos nuestros sentimientos, nos cubrimos con una coraza, a veces lejos de Dios, la vida, la crianza, los golpes, las desilusiones nos van insensibilizando, nos endurecemos, no sabemos de tener una expresión de amabilidad, de calidez, de amor, tenemos nuestro “carácter”, no hay lugar para la piedad o la compasión, predomina el egoísmo, y si nos quedamos a mitad del proceso Divino, somos esa clase de cristianos que no pueden amar o perdonar, que no saben soportar, ni se compadecen de nadie, cristianos como Pedro cuando todavía a mitad del camino a su madurez espiritual, sacó su espada y rebanó la oreja del soldado, ¿Cómo podía compatibilizar la Palabra y la Espada? Casi tres años andando con el Señor, aprendiendo de su maestro y todavía no había abandonado su espada, (Ni su carácter irascible) .Y ya había salido a trabajar en la obra, el Señor lo había comisionado a predicar y sanar los enfermos, era un Apóstol, tenía parte en el ministerio. Sus huesos habían sido acomodados y cubiertos de nervios pero faltaba subir carne sobre ellos. ¿Cómo
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podemos decirnos cristianos y no sensibilizarnos con el dolor o las injusticias? “Y quitaré de vosotros el corazón de piedra y os daré corazón de carne” (Ezequiel 11:19) Cuando somos crueles, impiadosos, vengativos, rencorosos no hay carne, hay piedra. Namaan capitán Sirio (Leproso) era un hombre prepotente, orgulloso, soberbio, no pudo aceptar la indicación del profeta, (demasiado ego) el tenía una carne escamosa, encostrada por la lepra del pecado, endurecida, (2 Reyes 5:14) y cuando obedeció “su carne se volvió como la carne de un niño”. A lo largo de los años que sirvo al Señor he sido testigo de tantísimas injusticias y crueldades dentro del pueblo de Dios, antagonismos, enfrentamientos, divisiones y mezquindades, lo que señala que muchos nunca completaron el proceso de su conversión, se quedaron en alguna etapa. A Ezequiel Dios le revela en aquella visión, del arroyo que salía del altar, cuatro etapas bien definidas, en un proceso de avance, el debía recorrer una distancia con el agua a los tobillos, y luego otra con el agua en las rodillas, y otra más con el agua en los lomos, y por último pasar a nado. (Ezequiel 47), muchos no avanzaron lo suficiente, se quedaron en alguna parte del camino. Cuando la carne cubrió los tendones y nervios subió la piel, la piel es la parte más sensible de todo nuestro organismo y el órgano más grande por su extensión dos metros cuadrados aproximadamente y a la vez el más fino, medio milímetro de espesor, es nuestra cubierta exterior lo que evita que bacterias y gérmenes penetren en nuestro
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cuerpo, nos protege, Cuando Dios completa el proceso con el cristiano, poseemos esa “barrera” de protección pero contra lo que contamina el corazón, rencores, amarguras, celos, envidias, odios, orgullo, etc. Regula la temperatura del cuerpo, almacena líquidos y grasas, cuando es una piel sana se reconstruye, de 30.000 a 40.000 células muertas se renuevan por minuto. La Piel representa los sentimientos, se dice “Es cuestión de piel”….”No hay piel entre nosotros”, Dios no solo quiere que tengamos reacciones positivas y sensibilidad nueva, sino también sentimientos nuevos, si antes no podíamos amar a nuestras familias, sino podíamos experimentar ningún sentimiento noble, como la amistad, el amor filial, el amor de pareja, el amor al prójimo, Dios nos “cubre de piel”, “sentimos con la piel lo que tocamos” o lo que nos toca, “dermis”, (Parte interna) y la “epidermis” (Parte externa), hasta las uñas son un tipo de piel modificada, en la naturaleza hay todo tipos de pieles, animales con un cuero duro y resistentes, algunos con placas óseas, escamas, duro pelaje, o caparazones, el ser humano posee piel, y las mujeres tienen una más delgada y frágil que la del hombre, por eso Dios demanda al varón tratar a la mujer como “vaso más frágil” y es el hombre el que protege, provee, cuida como “cabeza del hogar”. Algunos brutos tienen una piel gruesa como muchos de nosotros cuando no conocíamos a Dios, pero el hace cosas nuevas con nosotros. La piel es delicada si la sometemos a una fricción constante se producen ampollas, se lastima hasta endurecerse y formar callos y se pierde la sensibilidad, y es igual donde hubo una herida, por eso debemos cuidar siempre nuestros sentimientos, y no dar lugar a lo que
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pudiera llevarnos a un encostramiento insensible. Creo que un cristiano de verdad, “convertido” aprende a amar aún a la creación de Dios, cuantas veces encontramos signos de crueldad y de impiedad en los creyentes, llega malhumorado a su casa y se le cruza el gato, que vuela por el aire de una patada, o posee un perro como mascota y los parásitos y las garrapatas, y la pulgas se lo “devoran” en vida, un viejo Pastor que conozco solía decir: “Muéstrame el perro y te diré como es el dueño”. Así nuestros hijos se entretienen crucificando una rana, o arrancándoles las alas a los insectos, o juegan con algún pájaro que ataron con un hilo y hace de cometa. Y luego preguntamos ¿Por qué? Aprendieron de sus padres a ser duros, crueles, a no poseer sensibilidad, en vez de cultivar en ellos sentimientos nobles, nos falta piel. Cuando venimos a Dios los sentimientos deben ser encauzados, la esposa ahora conoce un nuevo marido, el hijo tendrá un padre diferente, el padre ama profundamente a sus hijos, se valora la amistad, la lealtad, el esposo se vuelve a enamorar, el vecino es ahora un buen vecino, solidario, respetuoso, y amable. Me recuerdo hace muchos años yo había sido enviado a la provincia a levantar una obra, y alquilaba una casa en un pueblito rural, permanecí allí hasta que se levantó la Iglesia, distante unos 30 Km. de donde vivía, un día tuve que entregar esa obra para partir a otro lugar, cuando comencé a preparar mi mudanza, vino una delegación de vecinos a preguntarme porqué me iba, porqué no me quedaba, ¿Cuál era el motivo de mi mudanza?, les expliqué pero insistieron: ¡No se vaya vecino!...¡Usted es un buen hombre!...El dueño de la casa me ofreció otra mejor, y dijo: “No me pague más alquiler, pero quédese con nosotros”.
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En verdad sufrí al irme de allí, y aún después de muchos años sigo regresando y me reciben en sus hogares como familia, y lo más asombroso de esto, es que alguno calculará que viví allí mucho tiempo, nos hacemos parte de un lugar y de su gente al pasar el tiempo, pero yo estuve allí solo dos años. Dios nos cambia, en todos los aspectos y también en las relaciones interpersonales. Cuanta veces nos encontramos con hombres y mujeres que profesan la fe y continúan en la “vieja manera de vivir”, que han cambiado en su aspecto y en algunas costumbres, pero no han sido afectados sus sentimientos, son rencorosos, vengativos, intratables, irascibles, iracundos, insensibles. Recordemos el ejemplo de Jesús, dice la biblia “Jesús lloró”, y no por el, por los que le rodeaban, allí frente a la tumba de Lázaro. Antiguamente nuestros pastores nos enseñaban que el cristiano debía traer tres elementos a la reunión infaltables, la Biblia, el himnario y el pañuelo. Porque Dios quiebra a los “hombres duros”, hombres que fueron enseñados a no mostrar sus emociones, terminan derramando sus lágrimas en la presencia de Dios, un corazón de piedra cambiado en uno de carne, y la carne se “cubrió de piel”. Y aún que ahora estaban allí de pié, quizás pareciendo personas completas, aquella multitud que continuaba escuchando “Palabra de Dios”, les faltaba todavía algo. Sigue profetizando le fue dicho a Ezequiel, sigue. Ahora el Espíritu vendría sobre ellos y recién en esa instancia,”Y estuvieron sobre sus pies, un ejercito grande en extremo. En este punto podemos afirmar la obra fue completada. Las palabras de Jesús a sus discípulos: “Quedaos en Jerusalén hasta que seáis investidos de poder de lo alto”
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(Hechos 1:4). “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8). No nos quedemos en alguna instancia del proceso, debemos esperar que Dios complete la obra en nosotros, la conversión debe ser completa y verdadera, y entonces la Iglesia será ese ejército imponente como lo vio Salomón.
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CAPITULO X
Bueyes y ovejas 驴Bueyes o toros de exposici贸n?...Algunos de estos animales campeones tienen un cuidado y atenci贸n que muchas personas envidiar铆an.
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En las chacras de algunas provincias de nuestro país, los colonos que carecen de recursos aún trabajan sus tierras en forma rudimentaria como lo hacían sus antepasados, la labranza se sigue realizando en forma manual en sus plantaciones, los más prosperados poseen algún animal de tiro para sus arados, que ellos cuidan con esmero por lo que le significan. Pareciera increíble en el siglo que transitamos, la era de la tecnología, que como siempre pueden acceder algunos sectores agrícolas, pero una gran mayoría están como hace cien años, azadones, horquillas y rastras, una cruda realidad de las injusticias sociales en el mundo. Entre sus animales de labranza, el más valioso es el buey, amansado para realizar las tareas rurales se ha convertido en “el tractor” del agricultor pobre, con este bruto se trasladan las cargas, se ara la tierra, se mueven los obstáculos, se arrastran los troncos del desmonte, un animal muy trabajador y sumamente dócil. En los días bíblicos se utilizaba comúnmente y encontramos varias referencias sobre el, “Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes,
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o lo dice enteramente por nosotros?. Pues por nosotros se escribió; Porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir el fruto” (1 Corintios 9:9-10). Pablo hace esta comparación para referirse a los obreros, aquellos que trabajan en la obra de Dios, los que llevan “el peso”, arando, trillando, cultivando los campos del Señor. En una chacra el colono puede ser propietario de varios animales y tendrá algunos que estarán restringidos en sus raciones de comida, quizás para que no excedan su peso, y lo lograrán colocándoles un bozal, pero el animal que trabaja, que rinde en la chacra, nunca le limitarán su comida, ya que necesita toda la energía para la labor del siguiente día, come en abundancia, y descansa lo necesario, y esta alegoría le sirve al apóstol para dejar claro que el obrero es digno de su salario, tiene “derecho” del mantenimiento porque su trabajo es duro. La figura del buey es tomada una y otra vez para referirse a los siervos de Dios. Pero esto no es argumento para que algunos tengan una vida principesca, ostentosa y desbordada de lujos. Con dignidad, expresa la escritura que no es lo mismo que las riquezas desmedidas, donde tantas veces en las congregaciones quien ofrenda o paga su diezmo es un jubilado, una viuda o una persona de humilde condición (Dice Santiago 1:9), y en la versión antigua de la biblia dice: “De escasa suerte”, y esto significa que ellos también están (A los pobres siempre los tendréis) Dijo Jesús. Y forman parte de la Iglesia. ¿Tendrá derecho el Pastor a tener un sueldo que supera al de un gobernador de un estado?, ¿o vivir en mansiones y manejar autos costosos y tener un guardarropas digno de Hollywood?, algunos enseñan que
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todos los diezmos hacen el salario de su Pastor, dicen que ellos son los “levitas” o “el sacerdocio” y que corresponde, se olvidan de principios fundamentales en este asunto, primero que en los días de Israel los diezmos del pueblo no sostenían un solo hombre sino una tribu completa, la tribu de Leví, segundo que en el templo Hebreo había un “alfolí” un Tesoro y sus tesoreros (No se colocaban los diezmos en los bolsillos del sacerdote), dice: “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa” (Malaquías 3: 10). El buey merece el cuidado y el esmero de su dueño por el servicio que le brinda, se podría decir que toda la familia del agricultor depende de la fuerza de ese bruto, pero en la chacra hay otras prioridades también importantes. Recorreremos juntos esta metáfora y veremos en esta figura la posición de los Siervos de Dios, no solamente frente al dinero, sino en otras situaciones dentro de la Iglesia de Cristo. Tomamos el pasaje de Deuteronomio 22:10 “No ararás con buey y con asno juntamente” Bien en esas tierras que mencionaba antes, para multiplicar la fuerza, (Hay veces que tienen que mover árboles que fueron cortados y pesan miles de kilos) se fabrica una madera que puede colocarse sobre el cuello del animal y que se llama “canga” y puede “enyugar” dos animales juntos y aunar sus fuerzas, en el medio está el “enganche” para el arrastre. Jesús habló del yugo y la Biblia también. “Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud” (Lamentaciones 3:27) “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón; Y hallareis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga”
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(Mateo11:29-30). Al animal se le acostumbra desde muy joven a llevar esa “canga” y la forma de amansarlo es colocándole al lado de un buey más viejo, uno manso y obediente, quien obliga al joven a seguirle el paso, por tamaño y fuerza prevalece sobre su congénere, las primeras veces el animal nuevo se resiste y quiere zafar y termina lastimándose el cuello, se resiste al trabajo, a veces cae de rodillas y le obligan a incorporarse, tras varios días se va entregando, convirtiéndose en un animal de trabajo. Por esta razón el Señor envió a sus discípulos de dos en dos, siempre alguien más experimentado acompañan a los más nuevos, y estos deben estar dispuestos a aprender de los más antiguos en el ministerio, aprenden a “llevar el yugo desde su juventud”, aprenden a “someterse” al trabajo, a trabajar juntos, a cooperar (Las lastimaduras en el cuello del buey se convierten en un resistente callo, el cuero se engrosa y se endurece, y ya no sangra). Cuando nos persiguen, se burlan, nos difaman, nos desacreditan, nos resisten y les estamos compartiendo las buenas nuevas de Dios, deseando que sean salvos y bendecidos, regresamos al principio lastimado, hasta que nos acostumbramos a este tipo de reacciones. También en este texto encontramos que Dios no permitía que se enyugaran animales de distinta especie, y esto era obvio, la diferencia de contextura, de fuerza, el porte y el peso, por ejemplo un buey y un asno, un caballo y un burro, uno terminaría lastimando o matando al otro. Dios no aprueba el “yugo desigual” para sus hijos, ni en la obra, ni en nuestros negocios, ni en lo sentimental “No unáis en yugo desigual con los incrédulos; Porque ¿Qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia?..¿Y que
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comunión la luz con las tinieblas?...¿Y que concordia Cristo con Belial?...¿O que parte el creyente con el incrédulo?” (2 Corintios 6:14-15). Y esto no solo es válido para un noviazgo o matrimonio, sino para las sociedades comerciales o laborales o espirituales. Los bueyes van juntos, los asnos también, no se puede mezclar, pero hay tanta mezcla dentro del pueblo de Dios, la Iglesia y la política, la música sacra y la música del mundo, los métodos de Dios y los métodos humanos, el liderazgo espiritual y el liderazgo secular, la psicología y la biblia, sociedades con incrédulos, bueyes y asnos, uno de los dos saldrá lastimado. Y vuelvo al principio de este tratado cuando afirmo que hay cosas que superan las épocas y las dispensaciones porque nacen en el corazón de Dios, tienen relación con su carácter y personalidad, en el mismo principio de la creación, alegóricamente decía: “Produzca la tierra seres vivientes según SU GENERO, bestias y serpientes y animales de la tierra, según SU ESPECIE. Y fue así “ Luego el hombre comenzaría a manipular las especies, experimentaría y aparecerían los híbridos, en la naturaleza y también en lo espiritual. Y observemos que cada vez que se realiza una “mezcla” el resultado tanto en plantas como en animales es un híbrido, no se vuelven a reproducir, y eso es la ley de Dios: “Mis estatutos guardarás: No harás ayuntar tu ganado con animales de otra especie; Tu campo no sembrarás con mezcla de semillas y no te pondrás vestidos con mezcla de hilos” (Deuteronomio 22:9). “No sembrarás tu viña con semillas diversas, no sea que se pierda todo, tanto la semilla que sembraste como el fruto de tu viña” (versos 11) “No vestirás ropa de lana y lino
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juntamente”. Quizás si el hombre hubiera considerado algo de esto no tendríamos una tierra enferma, ni tampoco una Iglesia debilitada y mundana. Poner en duda estos fundamentos de la palabra es desconocer la personalidad de Dios, estamos haciendo referencia al Génesis, antes de que fuese dada la Ley o apareciera la Gracia, “mezclas o misturas”. Observemos ahora otro pasaje “¿Muge el buey junto a su pasto? (Job 6:5), el pasto es el alimento natural de estos animales. ¿Cuál es nuestro alimento?. La Palabra, la palabra debe abundar, ella es nuestro sustento, déjele optar a los brutos por alimento balanceado o grama, hierba fresca, sean caballos, vacas, asnos, ovejas o bueyes, rechazaran decididamente lo artificial ¿Porqué nosotros aceptamos lo artificial? ¿Los sustitutos o lo superfluo? ¿Cuántos están gimiendo como en los días de Joel, cuando los campos estaban secos por falta de lluvia, “Como gimieron las bestias, ¡Cuan turbados anduvieron los hatos de los bueyes!, porque no tuvieron pastos, también fueron asolados los rebaños de ovejas” (Joel 1:18). Bueyes y ovejas gimiendo y turbados porque faltaron los pastos, cuando falta la palabra en las Iglesias, cuando nos alimentan con “balanceados”, chistes, shows, entretenimientos, recitales, teatro, mimos, ventrílocuos, actores, traen una consecuencia nefasta para la vida espiritual. Sabemos que puede ocurrir en una situación extrema donde falta la comida, suelen aparecer las pasiones más bajas en el ser humano, conocemos una historia donde para sobrevivir comieron carne humana, en el hambre aparece la cara primitiva del hombre, como ocurrió en Samaria en
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los días de Eliseo, habiendo sido sitiada por muchos días y no pudiendo aprovisionarse, se vendía la osamenta de los animales y el estiércol de las palomas, y aún las madres se comían a sus propios hijos. (2 reyes 6:24-30). Cuantos hijos de Dios que se alimentan con osamentas y estiércol porque falta la “comida”, (la buena palabra), en esa situación ya no importa el gusto o el paladar, no tiene valor el sabor de lo que se come. Dios quiere que tengamos un buen paladar, que sepamos distinguir la “buena comida” de la comida chatarra o de la basura que antes consumíamos lejos de Dios, ahora no podemos aceptar otra cosa que no sea la Palabra no adulterada. Cuando se llega a los extremos como aquellas madres de Samaria nos consumimos unos a otros, “Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros” (Gálatas 5:15). Bandos, divisiones, enfrentamientos, contiendas entre denominaciones o grupos es solo por falta del alimento adecuado. ¿será que gemirán las bestias junto a la grama?, ¿O estarán vigorosas y saludables?, ¿Fuertes y vitales?.Se multiplicaran seguramente y esto no introduce en otro pasaje: “El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su Señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento” (Isaías 1:3). El buey es un bruto de trabajo pesado, no se destaca por poseer mucha inteligencia, en la escala animal, no sé bien que posición ocupará, pero muchos lo superan ampliamente, ni hablar del asno o el burro, que siempre simbolizó la “no inteligencia”, antiguamente en nuestros colegios primarios al mal alumno se le colocaba un cono de cartón sobre su cabeza donde en grandes letras rezaba la palabra “burro” y así se le colocaba por un rato en un rincón del aula.
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De todos es el animal más tozudo y duro para aprender, pero aún así tiene la capacidad de saber donde está el pesebre, su comida y el abrigo, cual es la mano de su señor. Puede retozar en el campo en total libertad, pero al caer la noche emprenderá el camino al refugio, junto a su amo. Reconocerá su dueño y le obedecerá, sabe que de el recibe su alimento y cuidado ¿Y nosotros?...Tantos que han abandonado sus pesebres o no regresaron a el. (A lo mejor no había allí que comer) En esta vía de comparación dice Dios: “Mi pueblo no tiene CONOCIMIENTO” y ¿No fue esta la causa por la cual fue llevado cautivo Israel una y otra vez? (Isaías 5:13), el conocimiento que se refiere no es el que se obtiene en las escuelas, es “conocimiento de Dios” de “su palabra”. Claro que en la gama de esta figura y tratándose de estos animales, nos encontramos con buenos y mansos, obedientes y laboriosos y con otros, por ejemplo: “Si un buey acorneare a hombre o a mujer y a causa de ello muriere, el buey será apedreado, y no será comida su carne, más el dueño del buey será absuelto; Pero si el buey fuere acorneador desde tiempo atrás, y a su dueño se le hubiere notificado, y no lo hubiere guardado y matare a hombre o a mujer, el buey será apedreado, y también morirá su dueño” (Éxodo 21:28-29). Podría el animal acornear accidentalmente a alguien, pero podría ser un animal “mañoso” o “chúcaro” en cuyo caso el dueño respondería por las consecuencias. Nunca se debería usar la plataforma para debates o contiendas o alusiones personales, o para dirimir cuestiones, esto nos convierte en “bueyes acorneadores” y trae muerte en el pueblo de Dios y hasta a veces se “valen” de la Palabra..Decía alguien que se iba de una Iglesia: “Me
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voy porque el Pastor abre el culto en mi lomo y cierra el culto en mi lomo”. La palabra se puede utilizar mal, así la usó satanás en la tentación de Jesús en el desierto, cuando en aquel enfrentamiento histórico el mencionó una promesa del Salmo 91, pero usándola contenciosamente, torciendo el tenor de las Escrituras, quitándole de su contexto, y la respuesta divina llegó con contundencia: “Escrito está, no tentarás al Señor tu Dios”. Cuando tenemos hombres en nuestras congregaciones que carecen del conocimiento del carácter y del espíritu de la Palabra, entran los debates y las contiendas que tanto mal le produce a la Iglesia. La Palabra se usa siempre para impartir vida, para edificar, para liberar y para corroborar en la fe. Esto nos lleva a enfocarnos en otra práctica común dentro de las congregaciones, la emigración producida por las propuestas y las ofertas, y terminan siendo como las propuestas laborales de otros países que no se examinan demasiado y ante la tentadora oferta muchos viajan y se encuentran con una cruda realidad y ni siquiera pueden optar por el regreso , ¿Cuántos viajaron engañados, en pos de “espejismos ilusorios”?.Y generalmente se da con los obreros, se les oferta cargos y ministerios, porque es mejor “agregar” en la chacra algunos bueyes, que algunas ovejas. Por eso había también alguna ordenanza de Dios sobre el tema. “Cuando alguno hurtare buey u oveja y lo degollare o vendiere por aquel buey pagará cinco bueyes, y por aquella oveja cuatro ovejas” (Éxodo 22:1). El valor de la restitución por los bueyes era mayor que el de las ovejas, aunque la oveja se debía cuadruplicar. ¿Cuántos corrales llenos de ovejas y bueyes ajenos?.
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Claro es más difícil, criar, alimentar, amansar y preparar un animal para el trabajo que conseguirlo del vecino. Recuperemos la ética, el respeto por el otro, la consideración. “Si vieres extraviado el buey de tu hermano, o su cordero, no le negarás tu ayuda, lo volverás a tu hermano: Y si tu hermano no fuere tu vecino, o no lo conocieres, lo recogerás en tu casa, y estará contigo hasta que tu hermano lo busque y se lo devolverás” (Deuteronomio 22:1-2).Esto se llama “honestidad”, conducta cristiana, en todos los ámbitos de nuestra vida debería ser así, cuanto más en lo espiritual. “Por lo honesto y decente decía Pablo, para que sin impedimento nos acerquemos al Señor “(1 Corintios 7:35). Y hasta recomienda la Biblia “Si vieres el asno de tu hermano o su buey caído en el camino, no te apartarás de el, lo ayudarás a levantarlo” (Deuteronomio 22:4). Cooperación, amistad, solidaridad, compañerismo, estos eran valores pretendidos por Dios para las relaciones interpersonales de Israel, esto iba mas lejos que el tema de algunos bueyes y unas pocas ovejas, esto tiene que ver con la “conversión”, con haber “nacido de nuevo”, con tener valores y principios, manejarnos con parámetros diferente al común de las personas, estos valores dignifican al hombre y le “devuelven” esa imagen y semejanza con el Creador, tan diluida en este tiempo. La ética, la dignidad, la honestidad, la sinceridad, la lealtad nos debería identificar como Hijos de Dios, como Iglesia de Jesucristo y no los cárteles denominacionales o los logos o las credenciales, o el valor del templo o la cantidad de miembros que tenemos, la popularidad que alcanzamos, o si somos o no mediáticos, sino ser “conocidos
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de Dios” como sus siervos. “Sin bueyes el granero está vacío; Mas por la fuerza del buey hay abundancia de pan” (Proverbios 14:4). En otra versión Bíblica dice:”Sin bueyes el granero está limpio…” Cuando un obrero da problemas son problemas importantes, el fracaso de un siervo de Dios afecta a muchos, congregaciones enteras han sido destruidas por el enemigo golpeando en sus líderes, tener un buey en el pesebre o granero demanda trabajo, esfuerzo, y la limpieza cotidiana de su “cama”, pero por resultado hay “abundancia de pan”, necesitamos llenar los corrales de ovejas pero también de bueyes, “Bueyes y Ovejas”.
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CAPITULO XI
Las puertas de JerusalĂŠn AquĂ encontraremos todo el desarrollo del plan de Dios para su Iglesia, desde la cruz hasta la Gloria
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En la reconstrucción de Jerusalén en los días de Nehemías cuando el echa mano a la obra y levanta los muros destruidos y sus puertas, encontramos en el capítulo tres que se mencionan diez puertas, cada una con un nombre específico y a la vez el encargo para cada una de ellas les fue dado a personas específicas, y en estas encontraremos un paralelismo simbólico de la Iglesia. Las puertas además de ser un lugar de acceso a la ciudad, eran lugares estratégicos, allí se daba la afluencia de gente que iba y venía, solían colocarse los mercados en esos lugares, también allí se proclamaban los edictos de gobierno, y se daban las noticias, allí se administraba la justicia, lugares casi obligados para cualquier convocatoria pública, por supuesto eran de vital importancia para la seguridad, se cerraban durante la noche o cuando se avecinaba algún ataque, generalmente estaban franqueadas por dos torres poderosas, sus cerrojos de hierro, y barras de seguridad brindaban cierta tranquilidad a los ciudadanos. Lugar de tertulias y reuniones de todo tipo, el comercio se realizaba en las puertas, y también de allí surgían las buenas o malas reputaciones. Por eso cada una tenía su nombre que no solo destacaba
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su uso sino la individualizaba. Recordemos que las murallas recorrían todo el perímetro de la ciudad, de varios kilómetros, por lo que se hacía necesario estos lugares de acceso. La primera que se reconstruye se llama “La puerta de las ovejas” (Nehemías 3:1) y como su nombre lo indica se usaría para pasar por ella los rebaños, en cierta forma pasaban allí las ovejas del sacrificio también , esta puerta representa la cruz, donde comienza con la muerte del “Cordero de Dios” la vida cristiana, Jesús afirmó: …”De cierto, de cierto os digo; Yo soy la puerta de las ovejas”, cuando no se expone el sacrificio de Cristo, cuando no hay cruz, no se presenta el plan de Dios, arrepentimiento, perdón, conversión, será una Iglesia a la que le falta esta puerta primera y principal, y hoy muchas Iglesias han desechado hablar del pecado (No es popular, ni atractivo) . Además al faltar esta puerta entran muchas “especies” que no son ovejas, el Señor comparó a los suyos con las ovejas “Más vosotros no creéis, porque no sois mis ovejas, como os he dicho, mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen” (Juan 10:26-27). La oveja es uno de los animales más dóciles que existen, no se necesita de un látigo o de un palo para arrearlas como el ganado, no posee ninguna característica de defensa, no da coses ni muerde, y no tiene garras, huye ante el peligro, es fácil presa de los depredadores, no corre muy rápido, si hay un animal para utilizar por vía de comparación con el cristiano es este. Cuando en nuestras congregaciones tenemos “creyentes” irascibles, malhumorados, celosos, murmuradores, mentirosos, airados, “no convertidos” es porque nos faltó colocar sobre sus goznes y cerrojos la “puerta de las ovejas” y entraron otras especies junto con
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el rebaño. Otro detalle a contemplar es ¿A quien se le encomienda la tarea?, es a Eliasib y sus hermanos, Eliasib significa “A quién Dios restaura”, demás esta decir que en la cultura Hebrea los nombres propios de personas y lugares tienen una importante significación con la historia, pasada, presente y futura. “Dios restaura” Dios quería que esa puerta fuera restaurada, quiere que lo sea ahora, porque es una puerta que el enemigo derriba y prende fuego, lo hizo allá en Jerusalén y lo hace en la Iglesia ahora, consiguiendo así que se quite del mensaje la cruz, un evangelio sin la cruz no es evangelio, una Iglesia que no predique contra el pecado y llame al arrepentimiento no es una Iglesia de Dios y si estás en una por más grande y poderosa que sea sal de ella corriendo. La segunda que se reconstruye se llama “La puerta del pescado” (Nehemías 3:3), otra de las primeras y necesarias, también estaba derribada, el pescado simboliza el alma rescatada, “Lo cual viendo Simón Pedro, se derribó de rodillas a Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. Porque temor le había rodeado y a todos los que estaban con el, de la presa de los peces que habían tomado…No temas, desde ahora pescarás hombres” (Lucas 5:8-10). El Señor le enseña a sus discípulos a tirar la red en los lugares correctos y la pesca fue milagrosa. ¿Cuántos pescadores de acuarios o de peceras? No saben tirar la red, no poseen la paciencia del pescador, Iglesias como decía antes formadas de divisiones de otras Iglesias, con miembros “importados” de otras congregaciones, “enganchados” en anzuelos de “oportunidades” o de
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“propuestas”. En algunas solo un uno o dos por ciento fueron “pescados” en el mar, (Nuevos) el resto solo fueron cambiados de “acuarios”. Iglesias que no han levantado esta puerta. Ser un pescador como Jesús quería que lo fuera Pedro, requiere una “pericia” (Fui pescador por hobby antes de conocer a Cristo), se requiere conocer los climas y las marejadas, saber sobre las distintas especies, su hábitat , sus costumbres y alimentación, que carnada funciona, a que nivel en el agua se desplazan, a que hora prefieren alimentarse, y ni hablar de la paciencia, se pueden pasar días y noches enteras sin resultados, y podríamos hablar de los aparejos y herramientas para la pesca, las redes, los tramallos, su cuidado y su limpieza, cañas y cebos, anzuelos y señuelos y la pericia para usarlos. Nada fácil, por el contrario pescar en un lugar cerrado, a veces lagunas o estanques que fueron preparados, lugares de cría, donde hasta un niño puede hacerlo, hay ciertos lugares, hoy de moda, con grandes carteles que rezan así: “COMA LO QUE USTED MISMO PESCA”, el turista pasa un buen rato, le proveen el equipo, luego se lo preparan y cocinan y al final lo abona.¿Quién no pescaría en un lugar así? Todos los peces son de viveros y hay en abundancia al alcance de la mano. Ese es el motivo porque tenemos ese tipo de pescadores, pescadores de estanques, mientras en el mar hay millones que nunca han oído del plan de salvación. Una Iglesia sana debe ser una Iglesia Evangelizadora con una “puerta de pescado”. Además esta puerta habla del testimonio, de vidas cambiadas por el poder de Dios.
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¿A quién se le encomienda la reconstrucción de esta? A los hijos de Senaa, y tampoco es casual, Senaa significa “espinoso”, esto nos lleva a reflexionar sobre otra tarea del pescador, antes de poder aprovechar de su pesca. “Asimismo el reino de los cielos es semejante a la red, que echada en la MAR, coge toda suerte de peces. La cual estando llena, la sacaron a la orilla; Y sentados cogieron lo bueno en vasos y lo malo echaron fuera” (San Mateo 13:4748) La selección, la limpieza es una de las tareas que más desagrada a cualquier pescador, tediosa y paciente, cuando solíamos ir de pesca entre varios, competíamos por ver a quien le tocaba esta parte, generalmente era como una especie de castigo hacerlo. Hay peces muy sabrosos pero hay que lidiar bastante con sus espinas y escamas, es más sencillo pasar por la pescadería y comprarnos uno ya limpio y listo para cocinar, cuantos pescadores “mentirosos” que para no ser desacreditado pasan antes por la pescadería y luego cuentan como lo obtuvieron. Dios quería hacer de Pedro y de nosotros “Un experimentado pescador de hombres”, el nos enseñará como y donde tirar la red, dentro del mar de este mundo. La tercera en importancia que debía ser reconstruida se le llamaba “la puerta vieja” (Verso 6). Una que pareciera por su nombre no nos sea necesaria, muchos cristianos prescinden de ella totalmente, no nos gusta lo viejo, las cosas viejas son desechadas rápidamente, aún las personas viejas no son consideradas dentro de una sociedad “moderna” que se renueva constantemente, hay conceptos considerados “viejos”, costumbres y modas, lenguajes y valores viejos.
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Pero hay un verdadero problema en esta línea de pensamiento, porque Dios es un Dios antiguo, la Palabra de Dios es muy antigua, y la Iglesia es también antigua, (Nació allá en el principio en el corazón de Dios) por lo mismo pienso que la sociedad moderna y nuestro Dios “viejo” y su Iglesia “vieja” son irreconciliables. ¿Cómo no deberíamos tener en sus marcos esa puerta vieja?. Esta puerta en las murallas de Jerusalén les hablaría a los hebreos de su historia, nunca debían olvidarse de las grandes cosas que Dios había hecho y de las enseñanzas de sus antepasados, sus “padres”, Dios era el que les pedía “Les recordarás a tus hijos y a los hijos de tus hijos”, por eso muchos monumentos y lugares sagrados eran tan especiales para Israel, eran sus recordatorios, nunca podían perder la memoria, nunca debían olvidarse de las leyes y mandamientos antiguos. “Y Josué erigió en Gilgal las doce piedras que habían traído del Jordán. Y habló a los hijos de Israel, diciendo: Cuando mañana preguntaren vuestros hijos a sus padres y dijeren ¿Qué os significan estas piedras?... (Josué 4:20-21). “Será pues, cuando hubiereis pasado el Jordán, que levantareis estas piedras que yo os mando hoy, en el monte Ebal, y las revocarás con cal…Y escribiréis en las piedras todas las palabras de esta ley muy claramente” (Deuteronomio 27:4 y 8) Memoria, historia, recordar y aprender aquellas cosas antiguas que las generaciones mas jóvenes desconocían, “La puerta vieja”, los conceptos cristianos no pueden modernizarse, el modernismo es como un “Tsunami” arrasa con todo a su paso, todo se convierte en obsoleto y se descarta, todo debe ser renovado apresuradamente, el
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último modelo, la última onda, el último grito, la ultima tendencia, lo último que se usa, esto es muy notable en los jóvenes, la zapatilla del año pasado ya no se usa, el celular ya es viejo, la computadora esta atrasada, y así es con la ropa, el cabello, el lenguaje, algunos de otra generación no entendemos ciertos códigos y expresiones, modismos que surgen y nos quedamos desactualizados, ni hablar de la tecnología, si nos endeudamos para tener lo último de lo último en informática o en comunicación dentro de unos pocos meses será viejo, algo habrá aparecido más nuevo. Este pensamiento está establecido en muchas congregaciones, tienen que tener “El nuevo mover de Dios”, “La nueva unción”, “El avivamiento nuevo”, no importa mucho de donde y como viene o de que se trata, es lo más, lo último que Dios está haciendo y no se le ocurra oponerse porque a Dios no se lo puede limitar, y hasta toman algunos textos para apoyo “Dios quiere hacer algo nuevo”.. Esto Dios está haciendo en Corea, esto otro allá por Filipinas, y esto está siendo derramado en Dallas, o donde sea, importa que sea novedoso y que nadie lo haya conseguido todavía. Dios nos ayude a reconstruir la “Puerta vieja”, del viejo y antiguo Dios y de su antigua palabra. “Así dice Jehová: Paraos en los caminos y mirad, y preguntad por las SENDAS ANTIGUAS cual sea el buen camino y andad por el, y hallaréis descanso para vuestra alma: Más dijeron no andaremos” (Jeremías 6:16) Que actualidad que tienen estos pasajes, me parece ver a Jeremías proclamando este mensaje hoy, y el rechazo (Tan exacto) “No andaremos” ¿Por qué? Porque va contra la corriente modernista, con la idea de una Iglesia evolutiva
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como las sociedades, quedarse en el tiempo es “arcaico”, ortodoxo o fundamentalista, la transculturización o la “adaptación” que yo llamo el “síndrome camaleónico” (El camaleón tiene la propiedad de camuflarse con su entorno). El reconstructor se llamaba Joiada que significa “Jehová conoce o sabe”, y claro que el sabe que muchas veces tenemos multitudes y recursos y somos populares pero nos falta lo que le faltaba a la Iglesia en Laodicea (Apocalipsis 3:14-22) Dios le dice: “Yo conozco tus obras…” y le amonesta que se vuelvan y se arrepientan y parecía que lo tenían todo. “Porque tú dices: Yo soy rico y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de ninguna cosa; Y no conoces que eres un cuitado, miserable, pobre y ciego y desnudo” (versos 17) “No conoces”. Y por contraste la Iglesia de Filadelfia (Cap.3:7-13) “Yo conozco tus obras, he aquí he dado una puerta abierta delante de ti, la cual ninguno puede cerrar, porque tienes un poco de potencia y has guardado MI PALABRA y no has negado mi nombre”. Llegamos así a la cuarta puerta en ser restaurada, y se llamaba “La puerta del valle”. Aquí nos encontramos con la puerta que yo llamaría la puerta de la confianza y el consuelo, la que debe estar siempre “habilitada” en las congregaciones, sirve para cuando nos toca pasar aflicciones, cuando llegan los momentos difíciles en la vida cristiana, tantas veces se nos predica de éxitos, logros, prosperidad, la utopía de la felicidad, parece que cuando venimos a Cristo nunca más tendremos de que preocuparnos, todos hemos escuchado las “ofertas” del evangelio moderno, “Pare de sufrir”…”Sea feliz”…”Comience a prosperar en tu
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negocio o empresa”…”Venga y reciba una bendición”…El exitismo y el positivismo dos productos “importados del humanismo” dentro del seno de la Iglesia, por no hablar del materialismo (Que merece un tratado aparte). La vida cristiana es otra cosa, es un camino accidentado, tiene “cumbres” y tiene “valles”, quien te venda otra cosa te estará cruelmente engañando, no hay ninguna promesa de que no tendríamos que atravesar dificultades por el contrario fue Jesús mismo que dijo: “En el mundo tendréis aflicción…” (Juan 16:33). Las aflicciones vienen para el hijo de Dios y la diferencia con los inconversos, es que Dios promete estar junto a nosotros, ayudarnos, fortalecernos, acompañarnos. “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; Porque tu estarás conmigo, tu vara y tu cayado me infundirán aliento” (Salmo 23: 4). Dios está también en los valles y no solamente en las cumbres, por eso necesitamos ser concientes de que está esa puerta, para atravesarla sin perder la fe y sin turbarnos, cuando las cosas no salen bien, cuando nos parece que Dios nos ha abandonado. “Y los siervos del Rey de Siria dijeron: Sus dioses son dioses de los montes (Cumbres), por eso nos han vencido, más si peleamos con ellos en la llanura (Valle), se verá si no los vencemos. Llegándose entonces el varón de Dios al rey de Israel, hablóle diciendo: Así dijo Jehová: Por cuanto los Sirios han dicho, Jehová es Dios de los montes y no Dios de los valles, yo entregaré toda esta gran multitud en tu mano, para que conozcáis que yo soy Jehová” (1 Reyes 20:23-28). Dios no es solamente Dios de los montes, de las cumbres, sino Dios de los valles, esos valles que son parte del camino, donde a veces se pone obscuro, y hay dolor, y hay soledad, y parece que no se escucha la voz de Dios. Moisés estuvo en
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la cumbre del Sinaí y allí escuchó la voz de Dios, y recibió las tablas de la ley escritas por el dedo del Creador, la gloria había descendido allí, su rostro resplandecía luego, tuvo que taparse con un velo, pero llegó el momento que Dios le dijo que tenía que “descender al valle”, abajo estaba el pueblo disipado en la idolatría, abajo estaba la lucha , la confrontación, la decepción..Elías en el monte Carmelo, donde Dios le contestaba con fuego sobre aquel altar de allí al desierto del desánimo, de la frustración, desorientado y deprimido pidió bajo de la sombra de aquel árbol que Dios le quitara la vida. Los mismos discípulos en el monte de la transfiguración, con Jesús, Elías y Moisés (Que habían aparecido) no querían salir de allí, propusieron fabricar unas enramadas y quedarse, pero los encontramos “descendiendo” también ( Mateo 17:1-9), en los valles está la realidad cotidiana, la vida real, la de todos los días, por eso “la puerta del valle” es para la Iglesia que comprende estas realidades y acompaña a sus miembros cuanto les toca atravesarla, y no vive en “sueños ilusorios” del triunfalismo sino usando el sentido común se adapta a las realidades comprendiendo el verdadero espíritu del evangelio. Se le puede llamar también la puerta de la humillación, David escribió aquel Salmo 23, porque el mismo estuvo en ese valle de “sombras de muerte”, geográficamente es un lugar real, frente a las costas del mar muerto y se llamaba el valle de Arabá, se cree que allí estaban asentadas las ciudades de Sodoma y Gomorra que Dios destruyó con fuego y azufre, este valle es inhóspito por las cenizas volcánicas y la gran cantidad de azufre que componen su suelo, nada crece allí, nada sobrevive, posiblemente David cuando huía del Rey Saúl cruzó este desierto. Y de allí su
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inspiración. A quién se le encarga la reconstrucción de esta puerta a Hanún, que no casualmente significa “Compasivo”, porque hace falta ese “fruto del Espíritu” la compasión en las congregaciones, para “Acompañar” y no juzgar a quienes les toca transitar esos escarpados y desolados caminos, y no como sucede hoy en esa “Teología triunfalista” que a quien no le vaya bien, se quede sin trabajo, o se enferme, o no sea rico está bajo “maldición”, Dios no le bendice, porque el Dios “moderno” no es Dios de fracasos, hasta es posible que esté en pecado. Mas progreso, más Dios me bendice, mejores autos y casas tengo mas Dios está conmigo, si me enfermo o quiebra mi economía Dios se apartó de mi, si hasta la muerte hoy es una maldición, antes se le llamaba “promoción” despedíamos a nuestros hermanos con alegría diciendo “Fue promovido a la Gloria”, “Terminó su carrera y recibió la corona”, hoy es un castigo, una disconformidad Divina, y ni hablar de alguien de bajos recursos, alguien pobre, como dice Santiago :”El hermano que es de humilde condición (Pobre) , gloríese en su exaltación” (Santiago 1:9). Pero como conciliar esto cuando se enseña que Jesús mismo era muy rico, argumentan que su manto de una sola pieza era muy costoso, los soldados romanos no quisieron partirlo y lo echaron a suertes, de última ese era todo su patrimonio en la muerte. ¿Cómo entienden la Escrituras? Hasta argumentan que los apóstoles eran hombres ricos, argumentos que no resisten el más mínimo análisis, el materialismo se “tragó” todo a su paso como un gigantesco y fabuloso dragón hambriento. Y aclaro que no hago apología de la pobreza, en la Biblia
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hubo hombres muy ricos que fueron buenos creyentes, Abraham, Salomón, Job, Isaac, Jacob y otros. Dios prospera y bendice, pero no pongamos el carro delante de los caballos. “Y dijo Jesús: Las zorras tienen cuevas, y las aves de los cielos nidos; Mas el hijo del hombre no tiene donde recline la cabeza” (Lucas 9:58)..¿Como es esto? ¿Podemos espiritualizar una afirmación tan concordante con otros muchos pasajes que nos confirman esta realidad en la vida de Jesús?. Ni siquiera poseía un burro propio, pidió uno prestado para entrar en Jerusalén. ¿Y que de Pablo? Por ejemplo (Hechos 20:34-35) “Ante vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario, y a los que están conmigo, estas manos me han servido… En todo os he enseñado que trabajando así, es necesario sobrellevar a los enfermos, y tener presente las palabras del Señor Jesús: Mas bienaventurada cosa es dar que recibir” . Pobre fracasado este Pablo que trabajaba para predicar el evangelio (Con ironía). “Empero os denunciamos hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que anduviere fuera de orden y no conforme a la doctrina que recibieron de nosotros. Porque vosotros mismos sabéis de que manera debéis imitarnos, porque no anduvimos desordenadamente entre vosotros, ni comimos el pan de ninguno de balde: Antes, obrando con trabajo y fatiga de noche y de día para no ser gravosos a ninguno de vosotros: NO PORQUE NO TUVIESEMOS POTESTAD (Autoridad o derecho) sino para daros en nosotros un dechado (Ejemplo) para que nos imitaseis. Porque aún estando con vosotros os denunciábamos esto: Que si alguno no quisiere trabajar tampoco coma” (2 Tesalonicenses 3:6-10).
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“Hasta ahora hambreamos y tenemos sed, y estamos desnudos y somos heridos de golpes y andamos vagabundos y trabajamos obrando con nuestras manos: Nos maldicen y bendecimos, padecemos persecución y sufrimos” (Esta clase de Siervo de Dios hoy sería un verdadero fiasco en el “metro” con que se miden las bendiciones de Dios), (1 Corintios 4:11-12). “Y porque era su oficio, posó con ellos y trabajaba porque el oficio de ellos era hacer tiendas” (Hechos 18:3). Y por último la carta a los Filipenses 4:12: “Se estar humillado y se tener abundancia en todo y por todo estoy ENSEÑADO, así para hartura como para hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad”. Debía ser muy tonto Pablo para trabajar y padecer necesidad cuando era un hombre rico. A veces justificamos lo injustificable “torciendo” las Escrituras, haciéndole decir lo que nunca dijo, buscando textos sacados del contexto, tratando de “fundamentar” doctrinas “modernistas” “antibíblica” basadas en la exaltación del hombre, es la antiquísima sugerencia satánica “Seréis como dioses”, hay que agregar siempre a la “espiritualidad” una buena dosis de sentido común. Cuando nos toca pasar por la puerta del valle, la de la humillación, la de la soledad, y la de la prueba no significa que no somos amados de Dios o que Dios no está con nosotros, o que no somos bendecidos o que estamos en pecado o que Dios está desconforme con nosotros, o que somos unos fracasados bajo maldición Divina. Es parte del camino, es parte del “precio” por seguir a Jesús, Dios no “mide” con nuestros “metros humanos” lo que muchos llaman “bendiciones”. Veamos ahora la puerta que nunca fue reconstruida en
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las Iglesias contemporáneas y debe ser habilitada y nunca dejarla “clausurada o cerrada” se llamaba “La puerta del muladar”, se utilizaba para sacar afuera de los muros todos los desperdicios, la basura, lo desechable, que terrible puede ser la vida cotidiana si los recolectores no retiran nuestra basura, o no lo hacen en una ciudad, lo hemos experimentados cuando hicieron huelga por algunos pocos días, ¡Que terrible! Se amontonan en las puertas de las casas, en las esquinas, comienzan a amontonarse las moscas y los insectos, despide un olor nauseabundo, proliferan los roedores y los perros y gatos vagabundos, se desparrama, se hacen montañas de basura y comienza la protesta “No se puede vivir así”, “es insoportable”, “Hasta cuando tenemos que soportar”, cualquier vivienda, cualquier urbe necesita desechar sus desperdicios, es uno de los graves problemas a resolver en las grandes ciudades ¿Qué hacer con toneladas de basura diaria?, ¿Quemarla y contaminar el aire?, ¿reciclarla?, ¿Enterrarla en alguna parte?. Jerusalén tenía especialmente el “muladar” (Detrás de los muros, en las afuera de la ciudad) Jesús lo tomó como vía de comparación al referirse al infierno “Gehenna, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga” (Marcos 9:45-46) Un clásico basural, donde se quemaban los desperdicios de día y de noche, ratas, gusanos, moscas, olor fétido, cucarachas, perros y gatos vagabundos. Siguiendo esta misma línea de argumentación ¿Qué casa no produce desechos?, la casa más humilde y la mansión más lujosa, el campesino y el poderoso, el plebeyo y el palacio del Rey, todos absolutamente desechamos basura. Ahora nos debemos preguntar ¿En la Iglesia, no habrá
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en ella cosas para limpiar?, ¿No habrá cosas para desechar?, “sacar afuera la basura”. ¿Cómo lo haremos si no tenemos un mecanismo para tal propósito?, en los palacios, en las viviendas comunes están esos “contenedores” o “canastos” y “las bolsas” y luego los recolectores hacen su tarea. Esto también perdimos, y muchos lo saben, no hay un ejercicio de “limpieza” dentro de la Casa de Dios. Oímos el consejo de muchos pastores ante el pecado confeso:”Ore a Dios y pídale perdón”, “La sangre de Cristo nos limpia”, (Y es una verdad, pero no toda la verdad), esto sería lo mismo que en una casa grande dejemos por los rincones, dentro de bolsas los residuos y creamos que en algún momento “milagrosamente” desaparecerá, solo tenemos que ignorar que está allí, no hagamos caso del mal olor. Decía que afirmar que orando y pidiendo perdón se arregla todo es una verdad a medias y una verdad a medias no es la verdad. El pecado tiene diferentes “caras” porque algunos afectan a muchos, involucran a otros, algunos necesitaran de restitución o reparación, otros del proceso de restauración para el ofensor, se necesita tiempo para sanar una herida, igual para la “sanidad espiritual”, debe haber un proceso que se llama arrepentimiento (dolor según Dios) humillación, reconocimiento, etc. etc. Imposible que ciertos pecados solo se arreglen con una oración, o clamando por la sangre de Cristo. “La puerta del muladar” debe funcionar sobre sus goznes aceitadamente porque Dios reclama: “Es tiempo de que el juicio comience en la Casa de Dios; Y si primero comienza por nosotros ¿Qué será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? Y si el justo con dificultad se salva ¿A dónde aparecerá el infiel y el pecador? (1 Pedro
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4:17-18) Dios no nos dice que no habrá “basura” dentro de la Casa de Dios, nos dice que tenemos que practicar el proceso de la “limpieza”, así fue que en la Iglesia de Corintios se comenzaba a “amontonar” basura y Pablo con toda autoridad de Dios les exhorta: “De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación cual aún ni se nombra entre los gentiles; Tanto que alguno tenga la mujer de su padre. Y vosotros estáis HINCHADOS (envanecidos) y no más bien tuvisteis duelo, para que fuese QUITADO DE EN MEDIO de vosotros el que hizo tal obra. Y ciertamente como ausente con el cuerpo, más presente en espíritu, ya como presente HE JUZGADO al que esto ha cometido. En el nombre del Señor nuestro Jesucristo juntaos vosotros y mi espíritu con la facultad de nuestro Señor Jesucristo (autoridad delegada a la Iglesia para atar y desatar y no a los demonios como se practica ahora, Mateo 16:18-19.) El tal sea entregado a satanás para muerte de la carne (Excluido de la comunión de la Iglesia o excomulgado si prefiere), porque el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús” (esto significa restaurarle, sanarle, amarle para salvación, para que no se pierda, amarle de verdad), (1 Corintios 5:1-5). En una oportunidad un antiguo pastor con muchos años en el ministerio, me hizo una consulta, tenía una persona como miembro en su congregación en pecado, además era imposible de sobrellevar, le producía confrontaciones entre los hermanos, divisiones y bandos, era una persona desobediente y rebelde, recorría los hogares llevando murmuraciones y chismes, este pastor no sabía como proceder, yo le hice la primera pregunta ¿Cómo hacen? El me dijo le amonestamos, hablamos con ella, le pedimos que se arrepienta. Y luego el preguntó y ¿Tu como haces?, con
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simpleza le contesté: “Le disciplino” y me miró con asombro y me volvió a preguntar ¿Cómo es eso?, seguidamente siguió un pequeño estudio bíblico particular. Muchas Iglesias contemporáneas no conocen ni practican la disciplina, no saben lo que significa, tampoco la exclusión o excomulgar a un miembro que persiste en el pecado, no poseen “puerta del muladar” y la basura se les amontona y echa mal olor delante de Dios y en el mundo. Decía Pablo “Con la facultad de nuestro Señor Jesucristo” con la autoridad delegada a la Iglesia, esas llaves no eran para que Pedro abriera el “portón del cielo” era la capacidad de “abrir” pero también de “cerrar” atar y desatar. Y dijo será atado y desatado en el cielo (no en el infierno como cuando “atan” demonios). Y creo que no se hace necesario aclarar que esas “llaves” no le fueron entregadas a Pedro sino a Su Iglesia que Jesús fundaría o edificaría sobre “la Roca” (El mismo). Esta autoridad o potestad delegada a la Iglesia por Cristo mismo sería ejercida por el ministerio constituido o establecido en el plan Divino para el gobierno de su Iglesia. “Y El mismo (Dios) dio a unos, ciertamente apóstoles; Y a otros profetas; Y a otros evangelistas y a otros Pastores y doctores (Maestros) para perfección de los santos, para la obra del ministerio, para edificación del cuerpo de Cristo” (Efesios 4:11-12) No dice ministerios “unipersonales” del Pastor y la “pastora”. Un cuerpo de ministerio que en la Iglesia de Jerusalén funcionaba con los Apóstoles y los ancianos, (Hechos 15:2 y 4 y 6 y 22-23 y 28) Así funcionaba aquella Iglesia naciente. Además si tomamos las palabras de Juan (1 Juan 5:16) “Si alguno viere cometer a su hermano pecado no de muerte, demandará y se le dará vida, digo a los que pecan
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no de muerte. Hay pecados de muerte, por el cual yo no digo que se ruegue” Está tan clara la Palabra de Dios, no se puede orar por ciertos pecados, no le podemos decir a alguien que engañó su esposo o esposa con otra persona y cometió adulterio: “Ore al Señor, confiésele a El y El le perdonará”, dice Juan “no se ruegue”, no se ore, ahora bien si no se puede orar ¿Cómo obtenemos el perdón?, ya que la Palabra de Dios nos asegura: “De cierto de cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres y las blasfemias cualesquiera con que blasfemaren” (Marcos 3:28). Entonces tenemos que coincidir que lo varía es el “mecanismo o los pasos” para obtener el perdón, algunos orando Dios perdona, otros necesitan el tiempo de sanidad y restauración, la disciplina de la Iglesia y en casos graves y extremos la exclusión de la membresía, de los cuales hay varios casos en la Iglesia Nueva testamentaria. “Manteniendo la fe y la buena conciencia, la cual echaron de si algunos, hicieron naufragio de la fe. De los cuales son Himineo y Alejandro los cuales entregué a satanás para que aprendan a no blasfemar”, (1 Timoteo 1:19-20). La disciplina tiene que ver con la pérdida de algunos privilegios dentro de la Iglesia, no puede tomar lugar en la plataforma o en el púlpito, si predicaba o desempeñaba un ministerio se le suspende hasta que pase el proceso de restauración, si integraba la música o el coro deja de hacerlo, si cantaba igual, se le suspende de participar de la Santa Cena del Señor y deberá perseverar mostrando un fruto de arrepentimiento. A veces se hace necesario la reprensión delante de todos. “A los que pecaren, repréndelos delante de todos, para que
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los otros también teman” (1 Timoteo 5:20). Y nunca olvidarnos del camino que enseñó Jesús respecto a este tema: “Por lo tanto si tu hermano (No dice inconverso) pecare contra ti, ve y redargúyele entre ti y el solo, si te oyere has ganado a tu hermano; mas si no te oyere, toma contigo uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra, y si no los oyere a ellos dilo a la Iglesia, y si no oyere a la Iglesia, tenle por gentil y publicano”…Esto habla de un procedimiento con el tema del pecado, de varias instancias, y una última “Y sino oyere a la Iglesia”. Una Iglesia bíblica es la que juzga a sus miembros y lo hace por la Palabra de Dios, juzga las malas obras, los malos testimonios, el pecado y para quienes esgrimen el concepto de “No juzguéis”, leamos sin preconceptos 1 de Corintios 5:6: “…Porque ¿Qué me va a mi en juzgar a los que están afuera (Afuera de la Iglesia) ¿No juzgáis vosotros a los que están adentro?.Porque a los que están afuera Dios los juzgará: Quitad pues a ese malo entre vosotros” (1 Corintios 6: 1-4) Aquí Pablo condena los” escándalos” de ventilar o llevar los litigios o problemas entre cristianos a los tribunales del mundo (ante los incrédulos), pero da a entender que la Iglesia debiera juzgar sus asuntos ya que un día juzgará al mundo y a los ángeles como no podremos juzgar los asuntos de aquí. ¿Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, Y NO DELANTE DE LOS SANTOS?, ¿O no sabéis que los santos (La Iglesia) han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿Sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? (Cuestiones que llama pequeñas porque eran “asuntos de la vida cotidiana” y no asuntos espirituales que nunca
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podrían llevarse ante los tribunales del mundo), ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles?, (caídos) Cuanto más LAS COSAS DE ESTA VIDA?. Si pues, tenéis juicios sobre cosas de esta vida (Las cosas cotidianas que antes llama pequeñas) ¿Ponéis para juzgar a los que son de menor estima en la Iglesia?. “La puerta del muladar” es reconstruida por alguien llamado “Malchías” que se traduce como “Jehová es Rey”, bien sabemos que en las mansiones y palacios la limpieza y el orden son prioritarios, la pulcritud es concerniente al protocolo real, un séquito de sirvientes , mucamas y empleados están a cargo del aspecto, el brillo, la decoración del palacio, allí se mueve nada menos que el Rey y sus grandes, ¿ Y que del Rey de Reyes y Señor de Señores?, ¿Quién se mueve en la Iglesia, quien reina? “Sed Santos porque yo soy santo” este es el argumento de Dios para exigir la santidad, y la limpieza en dentro de su Casa. Que funcione esta puerta. Un detalle para tener presente, después de “la puerta del valle”, la puerta de la humillación y después de “La puerta del muladar” la de la santidad, llega “La puerta de la Fuente”, simboliza el acceso al Espíritu Santo, esta daba al “estanque del Rey” (Nehemías 2:14), y de allí fue enviado el Consolador para estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo, pero no llegamos allí sin “pasar por las anteriores”, también hoy se evita este proceso y nos encontramos que se acostumbra a orar para que Dios bautice con el Espíritu Santo a personas que todavía no han sido limpiadas ni transformadas y se está colocando “El vino nuevo en odres viejos” lo que produce la “rotura” de ese odre viejo y se desperdicia el vino nuevo, de esto habló Jesús (Mateo 9:16-17) el vino nuevo se echa
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en odres nuevos y así se conservan lo uno y lo otro, no dándole tiempo a Dios de hacer su obra con los conversos y en el afán de la “unción” (muy de moda) oramos por las personas y reciben, pero al poco tiempo no permanecen, y así como le vimos saltar y sacudirse y hablar en nuevas lenguas le vemos regresar a la vida vieja con tanta facilidad, no pudieron “manejar o conciliar con su vida lo que Dios les estaba dando” se rompe el odre y se pierde ese vino nuevo. ¿Porqué solo Jesús recibe en el Jordán el bautismo del Espíritu Santo y no los discípulos?, ¿acaso no podía Dios bautizarlos también?, pasaron tres años y medio de sus llamados y formación al lado de Jesús y luego de la ascensión les fue mandado que se quedaran quietos en Jerusalén hasta ser “investidos de poder de lo alto” y luego podría ser “testigos” hasta los confines de la tierra, un proceso que cuando se adelanta no produce el resultado deseado, todo tiene su tiempo y su lugar, el sacerdote Israelita no podía entrar al santuario sin “lavarse en la fuente de metal”, sin consagrarse y purificarse, allí estaba la presencia de Dios sobre el arca, hacerlo de otra forma le significaba la muerte irremediablemente. Noé cuando Dios le indica hacer el arca (símbolo de la Iglesia) le indica las dimensiones, la forma, los materiales que debía usar (No puede elegir a su gusto) y le indica que le haga piso bajo, medio y alto, el de abajo era el primero en entrar, en el de arriba estaba la ventana (Dice un himno donde Noé podía mirar a Dios), esta figura recorre toda la Biblia, Ezequiel en su visión Dios le manda meterse en el río unos 500metros con el agua en los tobillos, y luego otros 500metros con el agua en las rodillas y luego 500 más con el agua en los lomos para terminar nadando porque no podía hacer pié, nuevamente
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la “escala” para poder llegar a sumergirse plenamente en esas aguas (Ezequiel 47: 1-5), se necesita que el hombre pase “la puerta de las Ovejas”, luego “la del pescado” y también “La puerta vieja” para atravesar también “La puerta del valle” y “la del muladar” y entonces se encontrará con “La de la fuente” la que comunica con el estanque del Rey. Así llegamos a “la puerta de las aguas”, la número siete, siete es número completo, perfecto, en la cultura Hebrea, se dice el número de Dios, esta puerta representa la palabra, era una puerta que no necesitabas reparaciones, la Palabra no necesita “arreglos” de ningún tipo, solo tiene que estar “asegurada sobre sus bisagras y bien aceitada. El agua es el símbolo de la Palabra, cuando Jesús toma el lebrillo y lava los pies de sus discípulos, diciéndole: “Si no te lavare no tendrás parte conmigo”, cuando no somos de Dios la palabra no tiene cabida en nosotros, mencionaba antes la fuente de metal en la entrada del tabernáculo, donde el sacerdote debía lavarse, el agua de la limpieza, que es lo mismo que menciona Pablo escribiendo en Efesios 5:26 refiriéndose a la Iglesia, “…para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra”, esto mismo le dice el Señor a Nicodemo: “Te es necesario nacer del agua y del Espíritu” (Y no quiere decir bautizarse en el agua, el agua solo limpia la piel) quería decir “debes nacer de nuevo por la Palabra y el Espíritu” (ambos trabajan juntos en la conversión, la palabra es la simiente y el Espíritu es vida, y son necesarios las dos cosas para producir los “nuevos nacimientos”). Es imposible ignorar el poder transformador de la Palabra de Dios, prescindir de ella en la Iglesia es temerario, nada puede suplantarla, ni la música, ni las coreografías, teatros, shows, los conciertos y los congresos, o el carisma
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de alguien, las anécdotas, o las historias, solamente la Palabra de Dios genera nueva vida y debe ser predicada en forma completa, con todas sus enseñanzas y doctrinas, no podemos evaluarla y seleccionarla, “Toda escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar…” (2 Timoteo 3:16) Por esa puerta se proveía a la ciudad del agua necesaria, vital para la vida, como debe ser en la Iglesia. Después encontramos la restauración de “la puerta de los caballos”, esta representa la idea de las guerras, de las batallas, las tropillas pasaban por allí, y sabemos el papel importante que estos animales tenían en aquellos tiempos, se le consideraba al caballo la “mas sofisticada máquina de guerra”, muchas veces los ejércitos definían las victorias con sus caballerías. Esto nos da la idea de las “batallas del cristiano”, y debemos prepararnos para ello, porque en algún momento de nuestra vida tenemos que enfrentarnos y combatir eficazmente, “...exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido dada una vez a los santos” (Judas 3) . Quienes nos digan que la vida del cristiano es un idílico transitar sin sobresaltos ni sorpresas no te dice la verdad. Toda la Escritura nos habla de lo que tuvieron que pasar hombres y mujeres de fe (Y no porque estaban caídos o en pecado), solo basta leer Hebreos 11 para tener la perspectiva correcta. “Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna…” (1 Timoteo 6:12) y en (2 Timoteo 4:7) decía el mismo apóstol: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.” Y tantos otros pasajes que podríamos mencionar como: “tu pues sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo” (2Timoteo 2:3).
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Así tenemos la número nueve se llama “La puerta oriental”, esta nos habla de la segunda venida de Cristo, “Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente así será la venida del hijo del hombre” (Mateo 24:27). En Ezequiel también encontramos en aquella visión dada al profeta que la Gloria de Dios salía por la puerta de este y regresaba por la puerta del oriente (Ezequiel 43:1-2). También se ha eliminado en la “teología moderna” la promesa de una venida literal de Cristo después del arrebatamiento de su Iglesia o traslación a la Gloria, dicen que Cristo viene por segunda vez al corazón cuando la persona se convierte, y que lo que relata el Apocalipsis se cumplió en el primer siglo de la Iglesia, torciendo de esta forma burdamente la Palabra de Dios, porque al “materialismo” y “al exitismo, al “triunfalismo” y al “humanismo” (Y otros muchos “ismos”) no le conviene esta doctrina. Esta doctrina atenta contra la conquista de los gobiernos, de las finanzas y de la justicia que debe conseguir la Iglesia “capitalista” (Porque hasta esto es nuevo). “Para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles; Sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores andando según sus propias concupiscencias, y diciendo ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación” (2 Pedro 3:2-4). Así como Cristo vino la primera vez y se cumplieron más de 300 profecías, existen más de 600 profecías acerca
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de su segunda venida, negar esto es negar una doctrina fundamental para la Iglesia, es la “teología más diabólica que jamás haya entrado en el corazón de los predicadores”, y está tan bien orquestada que se enseña en los seminarios y Escuelas Bíblicas. Debemos abrir nuestros ojos y cuando nos encontremos en Iglesias que no predican de esto (Más ahora que transitamos la onceava hora en el reloj de Dios y que pronto dará la medianoche, vivimos en el último tiempo) deberían salir corriendo por su alma. La “puerta oriental” está abierta pero luego se cerrará para siempre. Y llegamos a la puerta número diez, la última, la que completa la serie, y se llama “La puerta del Juicio”, en hebreo la traducción indica “Citatorio” o “comparecencia”, da la idea de las tropas pasando revista, desfilando delante de las autoridades, y como hay tantas doctrinas que se cambiaron o directamente no se predican se me hace necesario recordar que si bien todos nosotros no iremos a juicio delante de Dios, porque nuestros pecados ya fueron juzgados en la cruz, sin embargo la Iglesia tendrá que comparecer (pasar revista) en lo que la Biblia llama “El tribunal de Cristo”…”Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo” (Romanos 14:10)…”Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo” Esto tiene relación con lo que le fue mostrado a Malaquías “…Y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de el para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre” (Malaquías 3:16) Apocalipsis dice “Y los libros fueron abiertos”…Además del libro de la vida existe el libro de memoria y este será abierto en el tribunal
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de Cristo, dicen que será la única vez que se derramarán lágrimas en el cielo. Nos movemos y nos comportamos como si nuca tuviésemos que dar cuenta a nadie, hacemos la obra de Dios a nuestra idea y parecer, parece que trabajamos por “cuenta propia” y nos olvidamos que Jesús se presenta como “la cabeza del cuerpo”, como el “príncipe de los Pastores”, como el “esposo de la Iglesia”, como “la vid y nosotros los pámpanos”, dijo el “Separados de mí nada podéis hacer” (Para tenerlo presente) No te olvides de esta última puerta que muchos ignoran temerariamente.
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CAPITULO XII
El Viejo Profeta El problema de los viejos creyentes cuando se pierde la sensibilidad y el temor de Dios y se quedan en la apatĂa espiritual
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(1 Reyes 13:1-32) “He aquí un varón de Dios por palabra de Jehová vino de Judá a Bethel, y estando Jeroboam junto al altar para quemar incienso, aquel clamó contra el altar por palabra de Jehová, y dijo: Altar, altar, así ha dicho Jehová…y aquel mismo día dio una señal, diciendo: Esta es la señal de que Jehová ha hablado; he aquí que el altar se quebrará, y la ceniza que sobre el está se derramará. Cuando el rey Jeroboam oyó la palabra del varón de Dios, que había clamado contra el altar de Bethel, extendiendo su mano desde el altar, dijo: ¡Prendedle! Mas la mano que había extendido contra el, se le secó, y no la pudo enderezar. Y el altar se rompió, y se derramó la ceniza del altar, conforme a la señal que el varón de Dios había dado por palabra de Jehová. Entonces respondiendo el rey, dijo al varón de Dios: Te pido que ruegues ante la presencia de Jehová tu Dios, y ores por mi, para que mi mano me sea restaurada. Y el varón de Dios oró a Jehová, y la mano del rey se le restauró, y quedó como era antes” (Versos 1-6) Que culto maravilloso, con el respaldo del cielo, el poder de Dios allí obrando, tan impactado queda este rey que le invita al joven profeta al palacio para agasajarlo y
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darle un presente, lo que recibe como respuesta, de que ni que le ofreciera la mitad del reino el comería o bebería en ese lugar. Dios le había ordenado que no compartiera como lo hacía habitualmente el “viejo profeta”. Nos encontramos aquí con una época nefasta para el pueblo de Israel, reinaba Jeroboam y su reino había acarreado la idolatría, el pecado, y una total indiferencia espiritual. Por supuesto que había hombres que conocían a Dios, sacerdotes, príncipes y hasta profetas, tal es así que dice: “Moraba en Bethel un viejo profeta…” (Versos 11), pero la apatía espiritual los había enmudecido, estancado, estaban inactivos e indiferentes a lo que sucedía. Claro que todavía tenían “el cargo” “el título”, pero ninguno estaba comprometido con la caótica situación a la que este Rey había llevado al pueblo. Así sucede con muchos cuando pasa el tiempo, se van quedando en la profesionalidad y pierden la pasión, no son ni la sombra de lo que eran, se vuelven condescendientes con el pecado (casi apóstatas), se acomodan con el poder y las influencias, no quieren “incomodar” a nadie, buscan “cultivar buenas relaciones” “Contactos especiales” (como se dice ahora) están bien con todos, no importa mucho lo que crea o lo que predique (Basta que posea influencias y poder). Así era la condición de este “Viejo profeta”, el nunca había levantado un dedo para condenar las maldades del Rey Jeroboam, (Hasta se “inventó” un nuevo altar de su corazón y fabricó dos becerros de oro y proclamó que esos eran los dioses que habían sacado de Egipto al pueblo) y el viejo profeta nunca advirtió al pueblo de lo que estaba pasando, ni una sola voz condenatoria, nunca emprendió nada para cambiar las cosas, bueno lo que sucedía que el
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era mantenido del palacio, no podía oponerse, cuantas veces era invitado con las autoridades a las fiestas que se celebraban. No hay que ser “reaccionarios”, ¿Quién dice que Jeroboam se convierta?...Además siempre son buenas las innovaciones, romper las estructuras, “la religiosidad”, “Atreverse”, “Hacer historia” “Revolucionar el evangelio”. (Cuanto nos gusta ser protagonistas) lastima que algunos escriban mal su propia historia. ¿Cuántos años sin hacer nada? Durmiendo en las glorias pasadas, recordando otros tiempos, son personas que se quedaron en los recuerdos, conformistas que no quieren “jugarse” por lo que creen, no quieren perder posiciones logradas, es como decía antes el “síndrome camaleónico” de mimetización con el entorno y así seguir seguro. Ahora el “viejo profeta” (Que no estuvo en ese culto poderoso) llama a los hijos y les pregunta ¿Qué pasó en la reunión? ¿Cómo estuvo?, ¿de que se predicó? (versos 11 y 12), y así se manejan, como perdieron la visión y el discernimiento necesitan de los chismes, se valen de los alcahuetes, de la familia y de los amigos para estar dentro de lo que sucede, el joven profeta de Judá no necesitó de cuentos, se puso en marcha “Por palabra de Jehová”, llegó a Bethel sabiendo todo lo que allí ocurría, ¡que diferencia¡. Ahora si va a combatir con furia al varón de Dios, el joven profeta que Dios envía para hacer y decir lo que el nunca hizo y dijo. ¿Como otro se va a meter en su ministerio?, más si es un joven ardiente y valiente, eso es insoportable para el, y vemos entonces como sucede tantas veces, creyentes persiguiendo a creyentes, el valor y la dedicación que nunca tuvo para enfrentarse con el poder corrupto lo iba
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a tener para perseguir al joven profeta que se atrevió a inmiscuirse en su ministerio. ¿Acaso era más que el? Que había comido y bebido por años con Jeroboam, que formaba parte de sus asesores como profeta oficial, y que ahora se convertiría en el comentario de todos en Israel, ¿Qué dirían? Y es así peleamos más contra el propio pueblo de Dios que contra nuestros verdaderos enemigos, y casi nunca los que tienen estas actitudes son “jóvenes espirituales” (Los niños no persiguen y matan a los niños) Son los viejos creyentes, obreros viejos, que se sienten heridos en su orgullo cuando Dios comienza a usar a alguien más joven, que se anima y hace lo que ellos nunca hicieron, cuando Dios manda un reemplazo, (aunque el joven no dijo una palabra en su contra). ¿Dónde fue? ¿Por qué camino? ¿Dónde está ahora? (Verso 12) se preocupó, se inquietó, parece que recupera toda esa energía desaparecida y se dispone a “ensillar” su asno, (verso 13), “ensillar su asno” (Varios lo hicieron alguna vez) esto habla de tozudez, de capricho, generalmente nunca reconocen, no dan un paso atrás, no le dan valor a otros, continúan en sus posturas, se “montan en sus asnos y burros”. Por allá le ataja al joven profeta que ya se volvía, y con tal de salirse con la suya apela a cualquier ardid, miente premeditadamente utilizando el nombre de Dios y valiéndose de su cargo “Y el otro le dijo, mintiéndole; Yo también soy profeta como tú, y un ángel me ha hablado por palabra de Jehová, diciendo: Tráele contigo a tu casa, para que coma pan y beba agua” (versos 18). Se manejan con astucia porque perdieron la Gracia, utilizan medios políticos y poder de convencimiento, se esmeran como no lo hacen por sus ministerios, cuando
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su reputación o posición peligra. El tenía que conseguir la “desobediencia” del joven profeta a quien Dios le había prohibido compartir nada en ese lugar, ni comer ni beber, el que anda mal necesita que otros le sigan, es la forma de justificarse, no pueden “caer” solos, arrastran a todos los que pueden, si son livianos procuraran contagiarte de su liviandad, si son mundanos quieren que también lo seas, y sino lo logran te combaten, te ignoran, yo siempre que me encuentro con ese tipo de actitud me pregunto si nunca leyeron aquel texto casi final de la Biblia que dice: “…y el que es justo, practique la justicia todavía; Y el que es santo, santifíquese todavía” (Apocalipsis 22:11), es decir ¿porqué combatir a quienes están mejor, más consagrados, menos mundanos, más santificados? He aprendido a respetar cuando me invitan en otras congregaciones donde no encuentro la misma doctrina que practico, suelo tener presente que allí hay un pastor quien dará cuenta por su grey, pero no sucede lo mismo cuando alguno de ellos devuelve la visita, me recuerdo de uno que acostumbraban en su Iglesia a besarse entre varones y mujeres, cuando estuve allí todos me besaron y no se me cayó nada, no era mi “casa” (nosotros no lo hacemos, nos saludamos dándonos la mano) cuando el vino utilizó hora y media dando un estudio “específico” sobre “el ósculo santo”, que entre paréntesis este saludo de Pablo concluye sus cartas, y no significa cuando en una carta ponemos:”recibe un abrazo y dale besos a los chicos” que quien la reciba literalmente abrase y bese a sus hijos de nuestra parte. Pablo decía salúdense unos a otros con ósculos santos, era un consejo de estimación y amor mutuo, tan necesario en las relaciones fraternales de los cristianos. Pero este hombre estaba empeñado con toda su
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dedicación de “convencernos” a practicar lo que el creía que era correcto. El joven profeta le creyó y su desobediencia le iba a costar la vida, al volverse un león le salió al camino y le mató, y la noticia llegó para el viejo profeta y tuvo el tupé de decir: Esto le pasó por ser rebelde al mandato de Jehová (versos 26) ¡Que perfecto caradura!..¡Que cinismo¡…El le engañó y le hizo regresar, utilizando la mentira y ahora muy suelto de cuerpo afirmaba: “No hay que desobedecer a Dios”, “esto pasa cuando somos rebeldes”, siempre tienen una “revelación tardía” (después que sucede, lo que no es revelación de Dios), dicen: “Yo sabía”, “Dios me mostró”, “así iba a terminar, yo lo sabía”, y también predican duro a veces y les creemos, nos convencen de que aman a Dios y defienden la Palabra, a veces me encuentro con ellos y me dicen: “Si porque la Palabra de Dios tiene que ser predicada”, “Porque no hay sana doctrina”, “hoy no se predica la verdad” y les miro y les vuelvo a mirar y me pregunto ¿Qué sana doctrina?, ¿Qué palabra?..La facha les descubre, tapan el pecado, comparten lo malo, viven de cualquier manera pero hablan de la “sana doctrina”. Toda una irónica contradicción. Fue buscó el cuerpo y le cargó sobre su asno y lo trajo a la ciudad para endecharle y enterrarle y lloraba y decía: ¡Ay hermano mío! Son hipócritas tienen que “mantener” una imagen pública, eso les preocupa, ¿Que pensaran las gentes?, deben impresionar, ¡Como le amaba!, ¡Que siervo ungido, mira como llora en su tumba!, y ¡que mensaje de despedida¡ llego a decirles a sus hijos: “…Cuando yo muera, enterradme en el sepulcro en que está sepultado el varón de Dios; poned mis huesos junto a los suyos” (Versos 31). Recordaba una historia que cuenta de un cocodrilo que
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a la orilla de un pantano estaba llorando amargamente, alguien le preguntó: cocodrilo ¿Porqué lloras?...Porque había dos chicos pescando y me comí a uno. ¿Y lloras por eso? No, respondió, lloro porque el más grande se me escapó. Lagrimas de cocodrilo dicen. Parece un sainete pero es real, son esa clase de gente como aquel General de David llamado Joab, que cuando lo liquida a Amasa y a Abner dos generales que le hacían sombra en su carrera militar le abraza y a uno le acaricia la barba diciéndole mientras le besa “Hermano mío tienes paz”, y entre besos y abrazos le entierra el puñal por las costillas, (2 Samuel 3:27 y 20:9). Por último como culminación de su “puesta en escena” dice: “Sin duda vendrá lo que el dijo a voces por palabra de Jehová…” (verso32) … Porque esto es otro detalle a tener en cuenta tocante a esta clase de hombres, ellos siempre terminan reconociendo después de desprestigiarte y desvalorizarte diciéndoles a todos es un “reaccionario” un “legalista”, “nunca va a crecer”, “está con cuatro gatos locos”, “es un religioso conservador” y otros epítetos, se despachan con: “Es un siervo de Dios”, “Tiene una sana doctrina”, como dijo este “viejo profeta” Sin duda se va a cumplir su mensaje, ¡Ese sí que fue un mensaje de Dios!... si algo hacen bien es manejarse con las masas, caer parados siempre, han perdido el ministerio, la unción, el temor de Dios pero no han perdido la capacidad de zafar de cualquier situación que los comprometa, saben como perdurar en sus puestos aunque hace rato estén desechados de Dios.
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CAPITULO XIII
Los Músicos ¿Podemos incluir la música de la Casa de Dios dentro de la doctrina, o nos quedamos con la transculturización de los pueblos y la adaptación de los tiempos?
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Génesis 4:21 Es donde aparece la primera mención de los músicos, mencionando a un tal Jubal de donde nacen los primeros músicos conocidos. Se hace necesario transitar este tema, porque en verdad hay mucha improvisación al respecto, y mucho desconocimiento, se trata el tema de la música en la Iglesia como costumbre de cada lugar, la idiosincrasia de los pueblos, pero hay todo un tratado en la Biblia que yo voy a tomar que tiene bastante que decirnos. La música era parte de la vida personal y nacional del pueblo Hebreo, las melodías acompañaban la vida cotidiana, niños y mujeres componían y tocaban, era algo cultural, en sus campamentos, en el campo, durante sus labores, cuando se realizaban celebraciones, cuando se marchaba a la batalla, en el culto a Dios, cuando se transportaba el tabernáculo, en las bodas y en los nacimientos, y también en los sepelios, encontramos en la Biblia la victoria sobre Jericó cuando sonaban las bocinas (los shofares) cuernos de carneros preparados para esto. David cuando tañía su arpa y los espíritus malos en el rey Saúl se calmaban, la música traía liberación de aquellos tormentos del Rey.
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En 1 Crónicas 23:5. Cuatro mil hombres formaban aquella orquesta para alabar a Jehová. Y hay que organizar y dirigir, ensayar y coordinar tamaña cantidad de hombres. ( A veces una pequeña orquesta de una docena de personas no se llevan bien). Y aquí encontramos una primera referencia que menciona y deja constancia en la Biblia el rey David cuando dice: ”…Con los instrumentos que he hecho para tributar alabanzas” Había toda clase de instrumentos musicales y los había en todas las naciones de entonces, los Sirios, los Fenicios, los Persas, los Babilónicos, los Medos, los Egipcios y otros, tenían sus músicos y sus instrumentos pero David consideró fabricar en exclusividad los “apropiados” para ejecutar la alabanza a Dios. Esto nos dice algo, que no todos los instrumentos son apropiados para tocar en la Casa de Dios. Luego en 1 Crónicas 25:1-7 vamos a encontrarnos como se organizaba la música en la adoración a Dios, y vamos a encontrar una serie de requisitos que hoy no tenemos en cuenta. “Asimismo y los jefes del ejército apartaron para el ministerio a los hijos de Asaf, de Hemán y de Jedutún, para que profetizasen con arpas, salterios y címbalos; Y el número de ellos, hombres idóneos para la obra de su ministerio” (Verso uno). Primer punto, tenían que ser hombres “idóneos” (Aptos, capacitados) con talento que se encargarían de esto. No podían ser improvisados o gente con ganas de tocar, con solo buenas intenciones debían ser Aptos. (Preparados con oficio, y vocación ) “para la obra de su ministerio” La música no es un
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“relleno” dentro de los cultos, es un ministerio espiritual, y los hombres que la ejecutan deben ser espirituales, y los músicos del templo eran tan importantes como los sacerdotes, de hecho pertenecían a la tribu de Leví (la tribu sacerdotal). “Y el número de ellos, con sus hermanos, instruidos en el canto para Jehová, todos los aptos, fue doscientos ochenta y ocho” (Verso 7). Instruidos en el canto para Jehová, en otra versión de la Biblia dice:”Instruidos en la música de Jehová”. Especifica el canto, la música para Dios, hay tantas clases, algunas fueron inspiradas y creadas en el ocultismo, en el satanismo, en las drogas alucinógenas, en la magia, el alcohol, el sexo. Música que nunca debería sonar en los atrios de Dios, hay ritmos que se utilizan para convocar a los espíritus (Umbanda, Quimbanda, Espiritismo, espiritualismo), para arengar a los deportistas, a los competidores, a los soldados cuando marchan a las guerras, cierta música exacerba los sentidos, excita las pasiones, despierta a la sensualidad, otra incita a la violencia, no toda la música es “adaptable” a la alabanza, la música para Dios debe inspirar, elevar, llenar el corazón y el alma, debe ser el conductor que nos lleve a la presencia de Dios, que nos toque las fibras intimas del alma, que tenga un contenido espiritual. “Bajo dirección” (verso 6), este es otro punto a considerar, los músicos de Dios está bajo dirección, no son peregrinos ambulantes, trovadores de paso, pertenecen a la Iglesia, son parte de la congregación, miembros, se sujetan y se someten a sus autoridades espirituales, no andan por donde quieren, tienen un pastor y agrega el texto: “…Y estaban por disposición del Rey”… No era algo antojadizo o porque sí, era una orden real que no debía desobedecerse.
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Muchos cantantes y músicos modernos cuando Dios los comienza a usar y alcanzan cierta popularidad se “abren” de la Iglesia y conforman un “ministerio particular o propio” ya no congregan en ninguna parte y dejan de estar “bajo dirección” y como decía en otros capítulos de este libro, “Todos debemos estar bajo autoridad” (Aún los pastores) no puede ejercer autoridad quien no esté bajo autoridad, todos absolutamente debemos pertenecer a la Iglesia y someternos a ella. “Para celebrar y alabar a Jehová” (el sinónimo es elogiar o ensalzar) Este era el objetivo, el propósito de ¿porqué la música en la Iglesia?, no era para lucirse en una buena actuación, un despliegue de talentos, tampoco para recibir aplausos (Como hoy se acostumbra tras la expresiones: “Que sea para Jesús”…”Si es para Jesús, fuerte ese aplauso”, como si Jesús lo recibiera en nombre del cantor o predicador). Tampoco era un “escalón” para alcanzar fama o hacer dinero. O para lograr grabar mi propio CD, (Aunque todo esto sea parte y válido) el propósito de los que forman parte de la alabanza en la Iglesia es precisamente y valga la redundancia “Alabar y Celebrar a Dios”, ¿cuantas letras cristianas que no se pueden identificar como tales?, hablan de victorias y de la vida, del amor y de la esperanza y no se sabe bien si es una alabanza o una canción de Luis Miguel o de Arjona o algún otro. Leemos en 2 Crónicas 5:12: “…vestidos de lino fino” También esto era ordenado dentro de la Casa de Dios, el músico o el cantor no podía ministrar con su vestimenta de calle o de trabajo, había una vestidura que mostraba reverencia, santidad, un porte para tener parte en el santuario.
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En Apocalipsis 19:7-8. Cuando se refiere a La Iglesia menciona el lino fino, limpio y resplandeciente como símbolo de las “acciones justas de los santos”, símbolo de consagración y limpieza, y esa limpieza se tiene que notar en el porte de los que ministran la alabanza, no mascando chicle, en shorts, en ojotas, remeras con inscripciones de cualquier tipo, haciendo señas, riéndose, jugando, conversando entre sí, saludando algún amigo o amiga, faltos de total reverencia, comienzan a templar las cuerdas de sus guitarras y bajos (Y no importa si la reunión está empezada), nunca hicieron una oración para encomendar tan noble tarea como es tocar para Dios, a veces ni siquiera cantan las letras de sus canciones, (el play back está tan de moda), no se gradúa el sonido de las consolas y se transforma la Iglesia en un escenario para los “recitales” de los grupos y bandas, el “lucimiento” de conjuntos y cantores. En los tiempos de Israel no existían los micrófonos y parlantes, hoy entregarles un micrófono a algunos se ha vuelto hasta peligroso, ¿Cuántos lugares pequeños que no necesitan parlantes, ni los decibeles de sonido a lo que nos exponen?, la mayoría de los pastores perdemos tempranamente la audición y no por la vejez, sino por sentarnos siempre en las plataformas de las Iglesias y tener que someternos a sonidos insoportables, cuando me toca visitar y estar en algunas de estas congregaciones me pregunto: ¿Cómo soportaran las madres con sus bebes y los ancianos y si hay alguien con una enfermedad o molestia?... La Iglesia debiera ser un lugar de meditación y reflexión, de adoración y alabanzas, de oración y de quietud en la presencia de Dios, un lugar para oír la voz de Dios, para “elevarnos”, para que la música y el canto llene nuestros
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corazones, nos conmueva, nos “ablande”, nuestra alma se llene, las letras nos alienten, y nos fortalezcan. El mismo texto dice: “Al oriente del altar” (Verso 12), observemos que músicos y cantores participaban del altar, un lugar consagrado, santo, por eso yo creo que cuando un músico, o cantor o corista (o Salmista como se les llama en algunos lugares) cae en pecado no puede continuar participando o ejerciendo su oficio, los que participan del “altar” deben ser personas consagradas a Dios. (He visto apagar un cigarrillo en los pasillos de afuera del templo y luego subir a tocar). Músicos y cantores que tocan en el mundo canciones seculares y luego tocan en la Casa de Dios, en algunas congregaciones se “contratan” músicos inconversos para tocar profesionalmente en la Iglesia y se les paga su participación. Se maneja la Iglesia como una empresa cualquiera, hemos perdido ciertos principios fundamentales que deben de primar en la Casa de Dios, la santidad, la consagración, la limpieza, la pureza que caracterizan a los que quieren agradar a Dios. La Gloria de Dios descendía en el culto Hebreo, ni los sacerdotes podían estar de pié, Dios hablaba y se revelaba en sus reuniones, y esto significa una sola cosa, que El se agradaba, que El aprobaba y recibía sus adoraciones. ¿Recibe Dios hoy nuestra adoración y alabanzas?. “Y cuando sonaban, pues las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová, y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque el es bueno, porque su misericordia es para siempre, entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová. Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; Porque la gloria de Jehová había llenado la casa
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de Dios” (versos 13-14). Esto solo tiene una interpretación, Dios diciendo “estoy agradado”, “Lo recibo y me satisface”, “Tomo contentamiento con mi pueblo”, “Recibo su adoración”. En el cielo no habrá más predicadores, ni maestros de la Palabra, tampoco pastores pastoreando una grey, no habrá profetas ni evangelistas, los diáconos no ejercerán sus diaconados, nadie dará conferencias ni estudios, pero si habrá músicos y cantores. “…Y todos tenían arpas…Y cantaban un nuevo cántico…” (Apocalipsis 5:8-9) “…Y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas…Y cantaban un cántico nuevo delante del trono…” (Apocalipsis 14: 2-3) Será por esto que el ministerio de la música es tan perseguido por satanás, y también será por esto que ha sido tan desvirtuado y contaminado en nuestros tiempos, no el orden de la Alabanza en la Casa de Dios no es solo cuestión de culturas y costumbres definitivamente es una doctrina, una ordenanza Divina.
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CAPITULO XIV
Nos robaron los escudos Los escudos reales eran de oro
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“Hizo también el rey Salomón doscientos paveses de oro batido, cada uno de los cuales tenían seiscientos siclos ( 8,400 Kgr.) de oro labrado; Asimismo trescientos escudos de oro batido, teniendo cada escudo trescientos siclos( 4,200 Kgr.) de oro; Y los puso el rey en la casa del bosque del Líbano” (2 Crónicas 9: 15-16). El escudo es un elemento utilizado por los guerreros desde tiempos inmemorables, desde las tribus indígenas, hasta los días modernos, donde las tropas de choque y antimotines los siguen utilizando, pasando por los pueblos primitivos de los vikingos, persas, mongoles, celtas, griegos, romanos, egipcios, babilónicos, medas, etc. Un arma defensiva dentro del equipamiento de aquellos combatientes, protegía de dardos, flechas, lanzas, piedras, espadas, y golpes del enemigo, los más primitivos se hacían de madera revestida en cuero, luego aparecen los de metal, el soldado lo sostenía con una cuerda en su brazo, esto se llamaba “Embrazar el escudo”. Los había de diversos diseños y medidas, y de distintos uso en batalla, desde los pequeños muy maniobrables hasta los más grandes que las tropas usaban como un verdadero vallado, un muro de protección.
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En la Biblia encontramos las referencias a varios, el “Rodela”, pequeño y redondo, el “Pavés” ovalado y grande que protegía todo el cuerpo, la “Tarja” de forma romboidal, el “Broquel” también pequeño y liviano, ovalado o redondo, rectangular o en forma de rombo cumplían su propósito de manera muy eficaz. El gigante Goliat tenía el suyo y era de acero, y los escuderos eran los encargados del cuidado y mantenimiento de las armas y los escudos del guerrero, David comenzó su carrera militar como escudero del Rey Saúl. El escudo tiene varios símbolos y significados espirituales, generalmente refiriéndose a protección, a cubierta, a seguridad, por ejemplo dice: “Me diste asimismo el escudo de tu salvación” (2 Samuel 22:36)…Y en Eclesiastés 7:12 se refiere a quienes creen estar seguros con escudos ineficaces como la ciencia o el dinero.. Dios le dice a Abraham : “Yo soy tu escudo y galardón sobremanera grande” (Génesis 15:1) Seguramente haciendo referencia al “Pavés” que cubría todo el cuerpo, yo quiero cubrirte, protegerte, conmigo estarás seguro. Luego encontramos en el Salmo 91:4,”Escudo y adarga es tu verdad”…Adarga era un escudo de cuero ovalado, acorazonado en metal. Cuando andamos en la verdad, nos movemos con la verdad tenemos un escudo inmejorable y así lo afirma el texto de Proverbios 2:7 “Es escudo a los que caminan rectamente”. Y no podemos olvidarnos de los textos memorables donde el Apóstol Pablo describe la “armadura espiritual del creyente” en Efesios 6:10-17…Donde dice:”Y sobre todo tomad el escudo de la fe.” (Versos 16) El creyente debe “embrazar” el escudo, no debe perderlo, debe ser diestro en su uso, hábil, en 1 Crónicas
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12:8 dice el texto: “…hombres de guerra muy valientes, para pelear, diestros con escudo y pavés, sus rostros eran como rostros de leones, y eran ligeros como las gacelas sobre las montañas”…No hace ninguna referencia a su pericia con la espada, o con otro tipo de arma, se destacaban por el uso del escudo, esta es la clase de cristianos que sobrevive a la apostasía de los tiempos finales, y no quiero dejar pasar que la “apostasía” tiene que ver con gente de fe, y no con los incrédulos. Así luego aparecen los de oro, los reales, estos eran ungidos con aceite (consagrados) (1 Samuel 1:21) “El escudo de Saúl, como si no hubiera sido ungido con aceite”. Ahora observemos unos textos en 2 Crónicas 12:9-10…”Subió, pues, Sísac rey de Egipto a Jerusalén, y tomó los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa del Rey; Todo lo llevó, y tomó los escudos de oro que Salomón había hecho. Y en lugar de ellos hizo el rey Roboam escudos de bronce, y los entregó a los jefes de la guardia, los cuales custodiaban la casa del Rey”. Aquí encontramos cuando el rey de Egipto saquea y se lleva todos los “tesoros” de la Casa de Jehová, entre ellos los escudos de oro, siempre el enemigo viene por los tesoros de la casa de Dios, lo de valor, lo precioso, no se va a llevar chatarra o baratijas, se lleva todo lo valioso, y esto nos ha sucedido en estas últimas décadas, perdimos la excelencia, la reverencia de nuestras reuniones, en aras de la “libertad de los hijos de Dios” entramos en un liberalismo descontrolado, doctrinas ancestrales de la Iglesia fueron “eliminadas” de un plumazo, catalogándolas de arcaicas o legalistas, y si encontramos a quienes las guardan y las defienden, los llamamos “religiosos”. El enemigo nos robó lo que a la Iglesia Apostólica
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le costó la sangre de sus mártires para colocar como fundamento para las generaciones futuras. “Edificaos sobre el fundamento de los Apóstoles y profetas” (Efesios 2:20). Hoy no hay ningún parámetro, ningún tipo de referencia para edificar la Iglesia moderna, no lo hay para bautizar un nuevo convertido, no lo hay para participar una Santa Cena, he visto realizar Santa Cenas en lugares públicos, con gaseosa, con jugo, con galletitas, con torta, con una copa o con copitas individuales, con vino o sin el, leyendo la Biblia o ignorando los pasajes pertinentes, pidiendo o no la bendición, he visto realizar una Santa Cena donde el “pastor” que la ministraba estaba en bermudas, musculosa y ojotas, unciones de aceite ofrecidas casi en carácter de oferta de temporada, unciones con litros de aceite sobre las personas, perdimos el “modelo” para edificar la Iglesia, algunos ejercen la disciplinas otros no las aceptan, he atendido cristianos que cayeron en pecados de adulterio o de fornicación y su pastor les dijo: “No te hagas problemas a todos nos pasa”, “Es un desliz pedile perdón a Dios”. Perdimos los requisitos para recibir un miembro en la Iglesia, sus obligaciones, su compromiso con el cuerpo de Cristo, algunos ni siquiera reciben miembros. Algunos bautizan a los niños otros no lo hacen, algunos casan de nuevo a los divorciados otros no, algunos forman un ministerio otros no, surgieron los ministerios independientes unipersonales, con el peligro de tener doctrinas particulares y administraciones individuales de acuerdo “a la visión” de su líder. De verdad el enemigo nos ha saqueado, como fue en Israel. Luego del aquel despojo el Rey de turno Roboam, hijo sucesor del Rey Salomón, la crónica lo califica como “joven
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e irresoluto” a pesar que tenía 41 años cuando comenzó su reinado y fue durante su gobierno que las tribus de Israel se dividen en dos reinos, manda a reemplazar aquellos escudos reales que había hecho su padre por escudos de bronce, quizás guardando el mismo diseño, el mismo tamaño, puliendo ese metal para que brillasen, pero no eran igual, eran una imitación de calidad inferior. Suplimos lo valioso y caro con lo inferior y barato, siempre pensé si dignifico un bautismo, una boda o una Santa Cena dignifico las cosas de Dios y por consecuencia a Dios mismo, cuando busco la excelencia en la Iglesia honro a Dios, en aras del “liberalismo” tenemos pastores ministrando en bermudas, músicos en remeras y zapatillas mascando chicles, cultos a Dios donde mientras se predica la Palabra se venden choripanes y gaseosas, golosinas y panchos, mientras se desarrolla el servicio se conversa, se ríen, se habla por celular, entran y salen, se come y se bebe. Cuando Jesús mismo no permitía siquiera que se trasportase vaso en el templo.(Marcos 11:16)…Me ha tocado predicar entre el humo de las parrillas en la puerta de los templos . Y como hemos “perdido” los tesoros de la Casa de Dios, también perdimos la honestidad del cristiano en sus negocios, en sus cuentas, en sus trabajos. La guardia real recibió los escudos de bronce, y cuando formaban aquellas tropas y la gente los observaba muchos habrán calificado de “cuarta” lo que veían. A muchos no les gustará oírlo, pero es una cruda realidad en nuestro país y en otros países del continente, el evangelio está catalogado por la sociedad como “de cuarta”, no se pide la opinión del pueblo evangélico, no se les tiene en cuenta, hasta hoy no tenemos capillas en
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las instituciones del gobierno, no hay pastores que sean convocados en la hora de necesidad (Como nuestra pasada guerra de Malvinas). Esto tiene una sola causa, nos robaron los tesoros, los escudos de oro y lo sustituimos con lo barato, y lo barato es fácil de conseguir, hay mucho, y “parece” verdadero. Dependerá únicamente de nosotros llevar el evangelio a la categoría “de primera”, recuperar los escudos ungidos, los de oro.
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CAPITULO XV
¿Dónde están los pastores? El pastor de Dios debe tener olor a oveja
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Una de las cosas que se han perdido dentro de las Iglesias modernas es el trato personalizado de los líderes con sus miembros, la profesionalidad alcanzó también a la Iglesia de Cristo y hoy se organizan las congregaciones como grandes empresas y el pastor se ha convertido en una especie de gerente inalcanzable para el común de la gente, un personaje misterioso y carismático, al que muy pocos tienen acceso, en muchos casos su domicilio y números personales de teléfonos son de alta confidencialidad, se perdió el trato humano, personal, a mi mismo me ha sucedido de visitar algún colega y ser atendido a través de un escritorio después de ser recepcionado por su secretaria. Solo se necesita un poco de popularidad y fama para que el hombre se construya su propio “pedestal” y se encarame sobre el, oficinas, escritorios, secretarios, solicitar una entrevista o pedir un turno, se ha vuelto muy común. Alguien hace muchos años cuando comenzaba en el ministerio me dijo: “Un pastor para ser pastor debe tener olor a oveja”…Porque tomando la figura del pastor oriental, de la que se vale Jesús para sus enseñanzas sobre este tema, era el hombre que podía reconocer a cada una de sus ovejas aún teniendo miles de ellas, y les ponía
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nombre y el vivía con su rebaño, durante el día y en las noches, cuando las llevaba al redil, el oficiaba de “puerta” durmiendo en la entrada del corral y velando, cargaba en sus brazos a los corderos y a las enfermas, ayudaba a las pariciones, las curaba y alimentaba, las protegía y las guiaba a los abrevaderos y a los buenos pastos. Sus ropas estaban impregnadas de ese olor característico, y como dijo el Señor las ovejas conocían su voz, el era familiar a su rebaño, conocido, parte de…, el veía nacer las crías y morir a las viejas, el estaba siempre. ¿Cómo entender ahora un oficio tan lejos de su esencia? Un músico debe tener “oído” para la música, de otra forma por más que estudie mucho y se esfuerce nunca será un buen músico, ¿Un pintor o dibujante? Debe tener “mano” algo que tiene que ver con la vocación, muchas veces se nace con ciertos talentos, ¿Un artista? …¿Un escultor? Hasta un boxeador se dice debe tener “golpe”, un pescador mucha paciencia, cada profesión u oficio necesita de la vocación, amar lo que se hace, no se entendería un carpintero que aborrezca la madera o un orfebre que odie los metales, un escultor que no valorice el mármol, esto de la vocación o “inclinación” hacia ciertos oficios ya aparece en el Génesis cuando leemos: “…Jaba, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados”….”… Jubal, el cual fue padre de todos los que manejan arpa y órgano”…”…Tubal-Caín, acicalador de toda obra de metal y de hierro…” (Génesis 4:20-22) y (Génesis 10:9),” Este fue vigoroso cazador…”, ganaderos, músicos, herreros y cazadores, vocaciones muchas veces heredadas y trasmitidas de generación en generación, ¿Cómo se puede ser un pastor y no tener la vocación del pastor? “Como pastor apacentará su rebaño, en su brazo llevará
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los corderos, en su seno los llevará, pastoreará suavemente a las recién paridas” (Isaías 40:11). El texto dice: “Como Pastor, ¿Cómo es un pastor?.¿Como es el corazón de un pastor?, es imposible pretender ser pastor y dejar el corazón a un lado, el herrero o el carpintero, el dibujante y el pintor, el escultor y el orfebre trabajan con sus manos, el cantor con sus cuerdas vocales, el atleta con su cuerpo, pero el pastor trabaja con su corazón, ama sus ovejas y las cuida y las defiende. La profesionalidad nunca puede entrar en este oficio sagrado, ¿Cuántos pastores saben donde y como viven sus ovejas?, ¿Cuantos las conocen a todas por sus nombres?, ¿Cuantos están allí en el dolor y en la necesidad?, dice el texto: “En su brazo llevará los corderos”, los cargaba literalmente, les brindaba calor, “en su seno los llevará”, sobre su regazo, sobre su pecho, y este era el propósito de Dios desde siempre, este fue el argumento que utilizó David delante de Rey como “carta de presentación” : “Tu siervo era pastor en las ovejas de su padre, y venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada; Salía yo tras el, y lo hería, y lo libraba de su boca; Y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba. Fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba…” (1 Samuel 17:34-36). Cuando Dios diseña las vestiduras Sacerdotales, las telas, los colores, los adornos y hasta la ropa interior que tenían que usar, en este diseño revelado a Moisés, el Sacerdote de Israel llevaba sobre sus hombros dos piedras preciosas (piedras ónice) y en ellas tenía que grabar los nombres de las tribus de Israel, seis en una y otra seis en la otra (Exodo 28:9-12) y decía Dios: “Y Aarón llevará los nombres de ellos delante de Jehová sobre su dos hombros
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por memorial”…Esto significaba el carácter de su oficio, esto le recordaría siempre que el llevaba al pueblo sobre sus hombros, debía tener hombros fuertes y resistentes, por eso mismo todos los elementos del santuario, el tabernáculo, aquella casa de oro, su mobiliario, sus vasos, el arca, las cortinas se debían transportar con varas sobre los hombros de los sacerdotes, cuando David colocó el arca del pacto sobre un carro nuevo para llevarla, hubo muerte, Dios se desagradó y mató a Uzza (1 Crónicas 13:7-10)… El que quiere trabajar en el ministerio deberá aprender a llevar “el peso” del pueblo de Dios sobre sus hombros. Y también Dios diseñó el pectoral del sacerdote, este colgaba sobre su pecho y tenía doce piedras preciosas, todas diferentes y cada una de ellas llevaba grabado el nombre de una tribu de Israel (Exodo 28:15-30)…Esto lo llevaba sobre su corazón (versos 29 y 30). Siempre y delante de Jehová, todo el pueblo debía estar sobre su corazón. Hoy se escriben tratados y libros enseñando como no involucrarse emocionalmente, como “despojarse” de todo al salir de la Iglesia, lo recomiendan para la salud y la privacidad del ministro, claro esto puede lograrlo un abogado con su cliente, un médico con sus pacientes, hasta un gobernante con su pueblo, pero nunca un pastor con sus ovejas. Por lo mismo Dios prometía: “Y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia” (Jeremías 3:15)…Esto significaba “Sobre su seno los llevará”, sobre su corazón. Pablo sabía esto cuando el escribía: “¿Quién enferma y yo no enfermo?, ¿Quién se escandaliza, y yo no me quemo?” (2 corintios 11:29)…Llorar con los que lloran, gozarse con los que se gozan, imposible no involucrarse porque al final nuestra herramienta de trabajo es el corazón, ¿O acaso de la
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abundancia del corazón no habla la boca? “Pastoreará suavemente a las paridas”…Que triste y doloroso es encontrarnos con tantos hombres sin esa vocación, ( Yo diría sin un llamado verdadero), hombres “enquistados” en el ministerio, autoritarios, irrespetuosos, ególatras, egoístas y desconsiderados que nunca jamás debería ocupar un oficio tan noble, me recordaba una experiencia que tuve con un comerciante una vez, fui a su negocio a realizar algunas compras y el hombre estaba tan mal humorado que sin levantar la vista de su periódico me respondió con algún monosílabo entre dientes, volví a reiterar la pregunta y la segunda vez me contestó de muy mala manera, reaccioné y le dije si no tiene humor para tratar con el público que al final son sus clientes y los que mantienen su negocio, mejor dedíquese a otra cosa donde no tenga que tratar con la gente, nunca más volví a ese negocio, y a muchos pretendidos pastores habría que invitarles a dedicarse a otra cosa. Cuenta una historia que un turista que visitaba las tierras orientales, observaba como se juntaban los hatos de ovejas de diferentes pastores a cierta hora del día en los abrevaderos, miles de ellas todas entremezcladas, no pudo resistir la curiosidad y preguntó a los pastores ¿Cómo hacen para juntar a las propias y separarlas del resto? Le respondieron es fácil, solo las llamamos con un grito y ellas reconocen la voz de su pastor, no lo podía creer y pidió si podían hacer una demostración, uno de los pastores golpeó el suelo con su báculo y dijo algo como “EAHH”…Y comenzando a caminar las ovejas le siguieron, el turista dijo : No puede ser que reconozcan la voz, si me prestan sus túnicas y turbantes yo se los mostraré, el hombre se vistió como un pastor oriental, se puso en una elevación
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del terreno, golpeó el báculo y gritó: “EAHH”, comenzó a caminar y dos ovejas salieron del rebaño y comenzaron a seguirle, solo dos, el preguntó ¿Qué sucedió? ¿Por qué estas dos me siguieron y no las otras?, Le contestaron, lo que sucede es que esas dos, son dos ovejas enfermas y cuando están enfermas no escuchan bien y siguen a cualquiera, las sanas nunca se confundirán, conocen la voz de su pastor y desconocen la voz de los extraños. ¿Acaso hoy existe esta interacción y relación entre la congregación y sus pastores? Cuando veo la Iglesia moderna observo una diferencia entre el “Clero” y los laicos como se usa en algunas religiones ancestrales, la gente de “elite” y el vulgo, y esa “separación de clases” nunca estuvo en los propósitos de Dios, Jesús durante tres años y medio caminó, comió, descansó, y durmió junto a sus discípulos, entre las gentes a las que ministraba, a veces los suyos insistían para que se apartara un poco y descansara, el se detenía a oír la petición, se interesaba de la aflicción de una viuda, y ponía la mano sobre el enfermo, tocaba los ojos el ciego y escuchaba el pedido angustiante de un padre con su hija enferma, se preocupaba de que las gentes no hubieran comido, y en Cristo tenemos el mejor y más perfecto dechado de lo que significa “servir”, nos olvidamos tan rápidamente de aquel que baja de la mesa y se ciñe la toalla y toma el lebrillo con agua y se agacha a lavar los pies de los suyos, diciéndonos: “Si yo siendo Señor y maestro les lavo los pies , así debéis haceros los unos con los otros” (Juan 13:13-17), servicio, simple y sencillo servicio identifica al hombre de Dios del resto, pero tenemos tantos “Pastores de nada”, ( Así se traduce el texto de Zacarías 11:17 en la antigua versión de la Biblia) En la versión moderna dice: ¡Ay del pastor inútil
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que abandona el ganado!. Hiera la espada su brazo, y su ojo derecho; Del todo se secará su brazo, y su ojo derecho será enteramente (entenebrecido) obscurecido.” Pastores de nada se diferencian de los pastores de Dios, los que Dios coloca sobre sus rebaños y que llevan los corderos sobre su seno, los cargan, los abrigan, los protegen y Dios fortalece su ”brazo derecho” (Esto habla de la fuerza que otros perderán), y mantendrán la visión (su ojo derecho). Creo que Dios está cansado y ya no soportará los ministros “estrellas”, que solo les interesa su imagen marketinera y el tamaño de las gigantografías de su rostro. Hombres que viven una vida principesca como si pertenecieran a algún tipo de “casta” elegida y especial, ajenos a la realidad de los que con sus ofrendas y diezmos le sostienen en el nivel donde se han colocado, aunque argumente en todas sus prédicas que fue Dios quien les colocó allí, porque son bendecidos y prosperados. Si este hubiera sido el plan de Dios Jesús nunca tendría que haber nacido en un establo y tener por padre a un carpintero de Nazaret, Pablo no hubiera pasado frío y hambre y tener que trabajar con sus manos cosiendo tiendas para predicar el evangelio, nunca el Señor alabaría a la Iglesia de Esmirna diciéndole: “Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu POBREZA (Pero tú eres rico)…” (Apocalipsis 2:9)…Y en total contraposición le dice a la iglesia de Laodicea: “Porque tu dices: Yo soy rico y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; Y no sabes que tu eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.” (Apocalipsis 3:17-18). ¿Por donde debiera pasar nuestra riqueza? Y no hago apología de la pobreza, Dios bendice y cuida de los suyos y les prospera y yo doy testimonio de esto, hablo de la ostentación y de las vanidades, de los lujos
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y el derroche cuando finalmente esos recursos se obtienen de las ofrendas y de los diezmos, y no diezma únicamente el empresario rico o el hombre de negocio, también lo hace la viuda pobre y el jubilado, el peón y el operario más humilde. ¿Pastores de nada o pastores de Dios?, al final se verá la diferencia.
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