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Frustración y Desorganización Reflejan Ineptitud del INE
Por Dr. Emilio García Coral
Durante el pasado 2 de junio los votantes en diversas sedes consulares fuera de México tuvieron que hacer largas filas durante más de cuatro horas, debido a que había pocos equipos de cómputo (entre 3 y 5) para poder votar, y el sistema digital para votar funcionaba de manera muy lenta.
Lo antes señalado, implicó que muchos de los votantes tuvieron dificultades para usar el sistema, lo cual generó interminables demoras para quienes esperaban en las largas filas que daban la vuelta a las esquinas en las calles de diversas sedes consulares a nivel nacional, dada la gran afluencia de personas que deseaban hacer efectivo su derecho ciudadano.
Por otra parte, el sistema cibernético usado para la votación era nuevo, y en las tabletas donde se instaló hubo continuamente problemas técnicos que volvieron el proceso de votación muy lento y complicado. El proceso resultaba frecuentemente confuso y poco amigable para las 22 mil 243 personas que acudieron directamente a alguna de las 23 sedes consulares en Estados Unidos, Canadá, España y Francia donde se habilitó el sistema.
Según el Instituto Nacional Electoral (INE) en las pasadas elecciones votaron desde fuera de México 184 mil 326 personas, equivalentes a un 71.3 % del electorado potencial en el extranjero. Cabe recordar que las personas previamente registradas pudieron votar en las modalidades postal o por Internet. Por otra parte, para las personas sin registro previo, se abrieron mil 500 lugares en cada sede consular, para que ahí pudieran depositar su voto durante esta jornada.
Se habilitó el sistema para votar en 20 sedes consulares en Estados Unidos, así como en una sede consular en Montreal, otra en Madrid y otra en París. Sin embargo, miles de personas que acudieron a las principales oficinas consulares en los Estados Unidos, como la de Los Ángeles, Washington DC, y Nueva York, así como a las sedes en París y en Madrid, enfrentaron serios contratiempos para poder ejercer su derecho al voto. En París y en Madrid las votaciones se tuvieron que prolongar hasta las 2 a.m. del 3 de junio, debido a los cientos de personas que acudieron a votar en cada sede, y que aún pasadas las 10 de la noche no habían podido hacerlo debido a las fallas y lentitud del sistema digital para votar. Es evidente que la gran concurrencia de ciudadanos mexicanos a estas sedes consulares desbordó ampliamente lo previsto por las autoridades electorales, que habían previsto tener las sedes abiertas en un horario de entre 8 de la mañana y las 6 de la tarde.
Otra dificultad al votar en las sedes consulares implicó que frecuentemente se confundía la fila de quienes ya estaban registrados previamente para votar y la fila de quienes acudían sin tal registro (que era la mayoría de quienes fueron a votar a las sedes consulares). Lo anterior entorpecía el flujo de las personas formadas, particularmente en sedes consulares ubicadas en inmuebles con poco espacio, como en el caso del consulado mexicano en Madrid.
La importancia del voto de los mexicanos en el extranjero fue un tema recurrente durante la organización previa a las elecciones del pasado domingo 2 de junio, con gran difusión y publicidad; sin embargo, la concreción del proceso reflejó aspectos que no fueron tomados en cuenta en la operación de las tabletas y el sistema para votar, además de que la abundante cantidad de personas que acudieron a votar presencialmente en cada sede consular pareció desbordar cualquier predicción al respecto por parte de las autoridades. Esto reflejó importantes niveles de desorganización para que la ciudadanía mexicana en el extranjero pudiera ejercer su derecho electoral.
* Emilio Coral García es doctor en historia (graduado con distinción) y maestro en estudios latinoamericanos por la Escuela de Servicio Exterior “Edmund A. Walsh” de la Universidad de Georgetown en Washington, DC. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, adonde participó en el proyecto El México de fuera: la comunidad mexicano-americana en los Estados Unidos. Entre diversas publicaciones, es cocoordinador, junto con Claude Heller, del libro El impacto sociocultural del fenómeno migratorio en Michoacán.También es co-autor junto con Heriberto Galindo Quiñones del libro Drama y odisea de la migración mexicana. Se encuentra afiliado al Instituto para el Estudio de la Migración Internacional (ISIM) de la Universidad de Georgetown.Ha impartido múltiples conferencias y talleres en materia de relaciones internacionales y educativa tanto en México, como en los Estados Unidos, Argentina, Brasil, Chile, Francia y Puerto Rico.
https://sites.google.com/view/sextacircunscripcion/ine-mala-organizaci%C3%B3n-extrenjero