Edición 35

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Editorial

MedellĂ­n, noviembre 2018


Un escudo contra el estigma,

el deporte y la recreación en La 13

Los habitantes de la comuna 13 de Medellín se resisten a llevar consigo el estigma social que se ha generado por vivir en uno de los sectores con mayor índice de asesinatos de la ciudad. Por Jorge Alexander Hoyos Gómez jorge.hoyosgo@amigo.edu.co os habitantes de la comuna 13 de Medellín se resisten a llevar consigo el estigma social que se ha generado por vivir en uno de los sectores con mayor índice de asesinatos de la ciudad; estigma que quieren erradicar por medio de estrategias deportivas, educativas y lúdicas.

nos sentimos estigmatizados por vivir en este sector, y aunque sí existen combos, los buenos somos más”. Ante esto, el funcionario municipal

alternativa para no caer en ella: “me ha tocado ver muertos y presenciar balaceras, pero el deporte me sirve para mantenerme enfocado”.

Fue debido a la Operación Orión, una incursión militar y policial urbana contra grupos criminales de cuya fuerza no hay precedentes en la ciudad, realizada en octubre de 2002 en la Comuna 13 de Medellín, que este sector se visibilizó ante el país de una forma negativa y desde ese día se produjo un estigma social generalizado que hoy, 16 años después de este suceso, sigue vigente. Según cifras oficiales de la Alcaldía de Medellín, la Comuna 13 cuenta con 139.716 habitantes distribuidos en 19 barrios que la componen. En materia de seguridad, los datos no son alentadores y estimulan la percepción de los demás habitantes de la ciudad y del país, que en La 13 se respira violencia. Según fuentes policiales, entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2018, 38 personas fueron asesinadas, producto de los enfrentamientos entre los 36 combos delincuenciales que operan allí, convirtiendo a esta comuna en la segunda más violenta de la ciudad, solo superada por La10, correspondiente a La Candelaria.

La seguridad, un pilar fundamental

Andrés Felipe Tobón Villada, Secretario de Seguridad afirma que las autoridades están haciendo grandes esfuerzos para controlar y acabar con los grupos al margen de la ley que tienen actividad en el sector: “estamos dando permanentemente golpes a estas estructuras criminales; venimos realizando múltiples capturas a cabecillas de estas organizaciones lo cual ayuda a debilitarlas”. Igualmente, Tobón Villada comenta que las acciones de la fuerza pública en la zona se mantienen y que la meta es acabar con estos grupos. Por su parte Luz Miryam Usma, una residente del barrio La Pradera, de la Comuna 13, afirma que: “esta violencia que vivimos a diario en el barrio causa que cuando por ejemplo uno va a coger un taxi con dirección a la casa, los taxistas no lo lleven por afirmar que es muy peligroso, por eso

comenta que los ciudadanos que viven en La 13 son personas en su gran mayoría trabajadoras y pujantes que por ningún motivo deben sentirse estigmatizadas: “en la Comuna 13 los que se deben sentir estigmatizados son los delincuentes que son unos poco que quieren hacer daño y contra ellos es que vamos con toda la decisión para acabarlos”, explica Tobón Villada.

El Deporte y la recreación, una alternativa

Stiven Echavarría es un joven de 15 años que vive en el sector de La Pradera parte baja, cursa grado décimo y tres veces a la semana asiste con mucho entusiasmo a recibir clases de natación en la piscina de Los Alcázares, ubicada en el Barrio del mismo nombre y uno de los 58 escenarios deportivos con los que cuenta esta Comuna, según datos del Departamento Administrativo de Planeación Departamental. “Me gusta mucho la natación y el deporte, disfruto mucho las clases”, afirma Echavarría. Stiven es uno de los 10 mil usuarios que atiende el Instituto de Deporte y Recreación (Inder) de Medellín con su oferta deportiva y recreativa en la Comuna 13; como lo indica Giovanny Ruiz, Subdirector de Fomento Deportivo y Recreativo de esta entidad: “en esta zona atendemos 335 grupos de personas de todas las edades con nuestra oferta en deporte y recreación”. A Stiven le ha tocado presenciar la violencia que se ha vivido en su barrio; sin embargo, ve el deporte como una

manera logramos robarle muchos niños y jóvenes a la violencia”. La Comuna 13, según cifras brindadas por el Secretario de la Juventud, Alejandro De Bedout, tiene cerca de 35 mil jóvenes, afirma además que desde esta Secretaría se está haciendo un gran esfuerzo por medio de inversiones enfocadas en programas que se vienen realizando en la comuna: “Los jóvenes de la 13 están llenos de talentos, tienen sueños y ganas de transformar a Medellín por medio del arte, la cultura, el deporte, y por eso nosotros entramos ahí, para sacar lo mejor que tienen”. Así mismo, expresa que “los jóvenes de la Comuna 13 no son peligrosos; son jóvenes común y corriente como en cualquier otro barrio de la ciudad, es por esto que no se deben estigmatizar, por el contrario, se deben apoyar”.

En La 13 se han otorgado este año más de 300 becas para estudios Foto Jorge Alexander Hoyos Gómez de educación superior, con una inversión cercana a los 4 mil Una Ciudadela Universitaria millones de pesos, según Camila Aunque en La 13 tanto jóvenes Cardona, Vicepresidente de la Acción como adultos luchan por erradicar Comunal del Barrio los Alcázares. el estigma con el que deben lidiar a diario, es con los jóvenes donde Resiliencia toda sociedad busca las posibilidades En la comuna 13 esta palabra tiene de cambiar su presente y mejorar eco. Sus habitantes convierten las su futuro; así lo entienden los entes dificultades en oportunidades, resisten gubernamentales y las asociaciones ante las adversidades y como expresa que invierten presupuesto y Aida Correa, habitante del barrio desarrollan proyectos en su mayoría Santa Rosa de Lima: “la gente de la dirigidos a este grupo poblacional. Comuna es gente de bien, quiere salir En el corazón de la Comuna 13 está en proceso de construcción la Ciudadela Universitaria de Occidente; cuenta con una inversión por parte del Municipio de 120 mil millones de pesos y que otorgará según el Secretario de Seguridad, no solo a este sector sino a la ciudad en general, 10 mil nuevos cupos para educación superior; a uno de estos cupos podría aspirar Stiven, quien afirma que su sueño es ser ingeniero civil. El énfasis en esta población lo confirma Giovanny Ruiz, al afirmar que de la oferta institucional que esta entidad desarrolla en la zona, el 50% está dirigida a niños, adolescentes y jóvenes: “Nuestra estrategia es que a través de la actividad física, y la recreación, podamos brindar oportunidades a los niños y jóvenes, para que puedan fortalecer su proyecto de vida, de esta

adelante”. Igualmente, esta vecina del sector informa que a pesar de la inversión que se está haciendo en la zona, sigue faltando más presencia y en cuanto a los jóvenes, comenta que muchos no se enteran de los programas existentes o simplemente no se interesan p o r q u e viven en un ambiente familiar sin padres o con poca presencia de ellos, por lo tanto, sugiere que hace falta también acompañamiento familiar para no caer en la tentación del “dinero fácil” y los “malos vicios”.

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Daniel Restrepo García,

en racha de oro

El doble campeón olímpico y mundial juvenil, con 18 años de edad ha logrado cosechar victorias para el país y su vida. Por Esteban Ríos Sánchez esteban.riossa@amigo.edu.co

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ientras sonaba la primera estrofa del Himno Nacional de Colombia, con la medalla de oro en sus pectorales y el clamor de los compatriotas en las tribunas, Daniel Restrepo García vivía la emoción de ganar en las Olimpiadas de la Juventud de Buenos Aires, Argentina, el 14 de octubre de 2018, con lo que escribió otra página más para el deporte del país. Este 2018 ha sido glorioso para el clavadista: un oro mundial y dos más en Olímpicos. Ha sido el trabajo de más 13 años en la práctica de esta disciplina y en la superación de su déficit de atención y bajo rendimiento académico. Wilber Cardona, profesor del Liceo Salazar y Herrera, resaltó el entusiasmo de Restrepo García por lo que hace desde muy niño: “la perseverancia, no claudicar; buscar sus metas, superar obstáculos y tener ese ideal de vida muy claro”.

La oportunidad para el deporte

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A los cuatro años Daniel empezó a tener problemas de concentración. “Era inquieto, lo que le ocasionaba dificultades académicas”, anota su historial académico y disciplinario archivado en el colegio al que ingresó desde Jardín. A sus 4 años de edad se le diagnosticó déficit de atención e hiperactividad. Luego de realizar varios test y exámenes los especialistas enviaron varias recomendaciones a su familia. La primera fue practicar un deporte individual p a r a descargar toda la energía y tratar su desconcentración. La natación fue la primera prueba para Daniel y recuerda sus primeras clases con alegría: “Me gustaba mucho ir a “pisciniar”; no era nada competitivo, iba, la pasaba y me lo disfrutaba”. Aunque Daniel siguió las recomendaciones de los especialistas, su comportamiento no mejoraba. Desde primero a quinto de primaria tuvo contratos pedagógicos y anotaciones disciplinarias por su conducta con los compañeros y profesores.

Los clavados y la academia

Agredir a sus compañeros, quitarles

la lonchera, charlar y jugar en clase, fueron los comportamientos de Daniel en el colegio. Durante buena parte de la primaria y el bachillerato, sus padres, Carlos Mario Restrepo y Lucy García, fueron citados para hablar de la situación. “Él tuvo muchos contratos pedagógicos. Era para que lo echaran del colegio”, recuerda su mamá.

Con siete años ganó una medalla de oro en la modalidad infantil. Así encontró la motivación extra para el objetivo principal: solucionar su problema de atención e hiperactividad. Pero el acompañamiento de su familia y entrenadores

Se acostumbró a madrugar para ir a su colegio, logró ser productivo entre sus deberes y los entrenamientos. Durante más de 8 años entrenó en las tardes, pero en los últimos años, debido a la recomendación de su entrenador Wilson Molina, pasó en las mañanas, muy temprano, para luego continuar estudiando. A pesar de las dificultades, el colegio siempre apoyó su carrera deportiva. Desde los siete años, Daniel participa en competencias nacionales e internacionales y gran parte se ausentaba de las aulas, lo que afectó su proceso académico. Aun así, y como él mismo asegura, “siempre me daban los permisos para salir y me felicitaban cuando me iba bien”.

De la mano con el deporte

Lograr un subcampeonato de ajedrez a los diez años; obtener cinturón negro de Taekwondo en 2015; participar en varias clases de bicicrós —que por los riesgos que acarrea no pudo seguir practicando— son muestras de la alta competitividad y capacidad deportiva del clavadista. además de los clavados que practica como su deporte principal y por los que ha viajado por Latinoamérica y Europa representando a Colombia. Antes de ser campeón mundial juvenil, Daniel ingresó al curso Animalitos de Natación, pero pasaron varias clases para que la presidenta del Club Alcatraz de Clavados le recomendara a Lucy García pasarlo de natación a dicho deporte. Así su talento para saltar. “Lo llevé a hacerle la prueba. Ahí en clavados se quedó”, cuenta la mamá de Daniel. En pocos meses logró destacarse entre los demás niños. Dos años pasaron para su primera participación nacional en Bogotá.

Cortesía de la Liga de Natación de Antioquia. Foto Érica Espinosa Casas fueron determinantes. Como lo recalca Lucy García, “a él lo mediqué con el deporte”.

Saltos de oro

Caminando al borde de la plataforma, con una toalla que lleva en la mano izquierda, se seca la cara y hace un giro de 360° de espalda a la piscina. Son 5 metros de distancia los que lo separan del agua y la concentración es máxima en el complejo acuático de la Unidad Deportiva Atanasio Girardot. En pocos segundos su cuerpo queda recto, las manos permanecen arriba y los pies empinados. Respira profundo y tres segundos se toma Daniel Restrepo García para ejecutar su salto. Así son todos sus días, por más de dos horas. Su rutina diaria incluye precalentamiento; una hora en el gimnasio y luego entrenamiento en el agua. Wilson Molina, y también en la Liga Antioqueña de Natación y la Selección Colombia, lo han ayudado en su preparación diaria. “Daniel tiene grandes capacidades, no solo físicas, sino mentales para la práctica de este deporte. Es cuestión de saber cómo potenciar cada punto y habilidad de él”, asegura el entrenador. Por más de una vez, Daniel ha ganado las interligas de clavados y ha representado a Colombia en los juegos Sudamericanos, Panamericanos y mundiales de clavados, como el Mundial de Ucrania, en Julio de 2018. En este último se colgó la medalla de oro para Colombia, la segunda para el país en esta categoría.

En Kiev, con un puntaje de 583.35 a menos de un punto del chino Wu Luxian, hizo historia para Colombia en la rama juvenil. Por segunda vez el país obtenía dicha medalla. Daniel lo describe como un momento único para su vida: “todo el mundo ovacionándome, gritando y muy alegres. Fue un sueño y una meta más en mí proyecto de vida”. Y así obtuvo el boleto para los Olímpicos Juveniles de Buenos Aires. Dos meses pasaron para seguir su racha victoriosa, llevar en sus manos la bandera de Colombia en la inauguración de dichos Olímpicos, acompañado de otros 56 deportistas de la delegación nacional. Cargó la bandera con la ilusión de la gloria. El 14 y 17 de octubre quedarán para la historia del tricolor colombiano en unas olimpiadas. Esos días Daniel Restrepo García en la modalidad de trampolín 3 metros y equipos internacionales mixtos de clavados logró medalla de oro en ambas pruebas. De manera individual, con una puntuación de 576,05, superó a 11 clavadistas más en la fase final y con gran firmeza al clavadista Anthony Harding, de Gran Bretaña, ganador de la medalla de plata. Mientras que en su segunda participación, al lado de la china Shan Lin, ocupó la primera casilla con 391.35 puntos. El colombiano consiguió una hazaña para esta categoría. Su carrera no para aquí. Ahora piensa en Tokio 2020 para seguir con las alegrías para él, su familia y el pueblo colombiano.


La espada de Damocles de

los líderes sociales

Los líderes sociales en Colombia siguen trabajando por el país en medio del peligro para sus vidas que implica esta labor. Por Valentina Cuervo Cortés valentina.cuervoco@amigo.edu.co or qué estamos permitiendo que maten a nuestros líderes? ¿Qué nos está pasando que estamos permitiendo que maten a esos hombres y a esas mujeres que defienden la vida?” De esta manera reflexiona Lucía González, miembro de la Comisión de la Verdad, en un conversatorio titulado “Nos importan los líderes”. Naciones Unidas tiene una cifra cercana a los 175 líderes asesinados; su número es reducido, pues cuentan solo aquellos casos cuya causal de muerte fue la de ser líder, esto lo explica la Defensoría del Pueblo, quien también agrega que a la fecha existen aproximadamente unos 125 líderes amenazados o que han sufrido desplazamiento forzado. Juan David Muñoz tiene 28 años y vive en el municipio de Bello. Es un líder social que vela por defender los derechos humanos que se vulneran por parte del Estado. Lleva casi 12 años en trabajo por los derechos humanos; ha liderado proyectos en Bello, Medellín, Chocó, El Catatumbo y en el Oriente Antioqueño. Ménderson Mosquera Quinto es un hombre que residía en Venecia, Antioquia; es estudiante de Derecho, docente y líder social. “A raíz de las amenazas estoy en el programa de protección que tiene la Gobernación de Antioquia para los líderes

Foto Michael Ramírez Castrillón

amenazados”, expresó Ménderson; municipios no certificados por el departamento no tenían garantías de seguridad. Él lleva tres meses en Medellín, “Yo me vine con mi familia; eso es una situación que la desestabiliza totalmente, porque eso es lo que buscan: que el líder se calle, que no siga, que pare ahí, pero voy a ser insistente en que el Estado garantice la seguridad para que los líderes podamos seguir ejerciendo nuestros derechos y defendiéndolos en el país, en Antioquia especialmente”, expresa. Mientras tanto, Juan David ha sido golpeado o insultado alrededor de 6 veces. “Yo me fui un año de Bello, cuando me golpearon la primera vez, porque defendía el espacio de La Choza Marco Fidel Suárez. Los paramilitares sacaban a los jóvenes con choques eléctricos y a revólver.” Aunque Juan David no frecuentaba mucho La Choza, “ese día los muchachos no se dejaron sacar y así duraron varios días. El problema se extendió y luego un amigo de ese combo, me dijo: “Juancho, se tiene que ir porque lo van a matar.” Y me fui, pero al año volví a dar lidia”. Ménderson es defensor acérrimo de la Ley de Víctimas y Restitución de tierras.

“Ahora tengo a cargo 1’600.000 víctimas más o menos, en Antioquia, por las cuales pelear a toda costa. Somos un equipo de 24 personas, líderes también; cada uno representa un hecho victimizante y vela por hacerle justicia a ese desplazamiento forzado, minas antipersonas, homicidio, secuestro o reclutamiento”. Por denuncias como esta Ménderson fue amenazado.

La mirada del Estado

La Defensoría del Pueblo identifica a Antioquia, Cauca, Nariño, Valle y Santander como aquellos departamentos con los niveles de riesgo más altos, pues corresponden a los lugares de mayor escalamiento del conflicto armado. Adicional a esto, la Defensoría afirma que en Antioquia se pueden identificar 3 tipos de labores que ponen a los líderes en un riesgo mayor: en primer lugar, la labor de reclamación de tierras; en segundo lugar, el trabajo relacionado con la sustitución voluntaria de cultivos ilícitos y finalmente, la defensa territorial de los intereses económicos de empresas nacionales y extranjeras. Según Carlos Arcila, Subsecretario de Derechos Humanos de Medellín, se han aplicado rutas de acción inmediata y protección para los líderes amenazados, cuyo procedimiento opera así: al principio, los líderes ponen una denuncia ante la Fiscalía e interponen una solicitud a la Unidad Nacional de Protección (UNP), que adelanta un estudio de riesgo que tarda de 2 a 3 meses en el que se evalúa las condiciones del entorno y la seguridad del líder. Luego pasa al Comité de Evaluación de Riesgo y de Recomendación de Medidas (Cerrem). Este organismo recomienda a la UNP el otorgamiento de medidas a determinadas personas y los resultados se demoran alrededor de 1 mes: “eso es más o menos 5 meses; en ese tiempo lo matan a uno.”; dice Muñoz. Los resultados del estudio pueden ser riesgo ordinario, que es el que tienen todas las personas; riesgo extraordinario, donde se ve que hay un nivel de vulnerabilidad o amenaza, y el

riesgo extremo, en el que una persona está en una situación en la que en cualquier momento puede perder la vida. “A Bernardo Cuero, el de la Costa Atlántica, le salió riesgo ordinario y a los días lo mataron”, explica Ménderson, quien añade: “miedo tenemos los líderes de volver al territorio sin medidas de seguridad, nos estamos viendo limitados a continuar con nuestro trabajo en el territorio. Eso es cercenar nuestra participación.” La Defensoría manifiesta que “la amenaza, la integridad de las personas en Colombia y de estos grupos en especial es muy crítica. En todo el Continente Americano, en todo el hemisferio occidental el liderazgo social y los defensores de derechos humanos no tienen una situación de tanta amenaza como la tienen en este momento en Colombia.” Esto se evidencia en la misión de verificación que tiene la ONU hacia el actual proceso de paz, para la que cada tres meses hace entrega de un informe al Concejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre cómo viene la implementación de este plan en Colombia. Y ahora el Concejo, por tercera vez, hace un llamado fuerte al Estado Colombiano preguntándole qué es lo que está pasando. Por último, es oportuna la cita de Lucía González: “han sido ellos los que inventándose la vida todos los días, inventando cómo resistir, cómo existir y cómo sobrevivir los que nos han dado ejemplo y han puesto al país de cara a una salida. Nos han enseñado que vale la pena vivir, que tenemos un país hermoso y que lo más hermoso de este país, es lo que más hemos despreciado: la diferencia.” En la actualidad la Defensoría del Pueblo tiene una cifra de 343 líderes asesinados desde la firma del acuerdo de paz, en 2016, y 23 homicidios en lo que va corrido del año en Antioquia. A pesar de esto, los líderes encuentran constantemente una razón para seguir con su labor. “Es que esto se lleva en la sangre” resume Ménderson, al explicar el fundamento por el que no se rinde.

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El riesgo de tomar

justicia por mano propia

Según Raúl González, Director de Fiscalías de la ciudad, se han atendido más de 30 mil denuncias de robo en lo que va del año, situación que prendió las alarmas entre las autoridades. Por Andrés Felipe Calderón andres.calderonma@amigo.edu.co

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n Medellín el hurto a personas es un delito que se ha vuelto muy común. Según Raúl González, Director de Fiscalías de la ciudad, se han atendido más de 30 mil denuncias de robo en lo que va del año, situación que prendió las alarmas entre las autoridades. Ven con preocupación cómo aumenta este delito, a pesar de los correctivos que se han tomado para combatirlo en el Valle de Aburrá. Sus habitantes comenzaron a tomar la justicia por mano propia y esto trae consigo consecuencias como la cárcel o perder la vida al evitar el atraco. Para explicar mejor esta problemática, se contará la historia de un taxista que se defendió de un robo; hirió al delincuente y ahora deberá pagar una millonaria sanción económica para no ir a la cárcel. Es el caso de Carlos Zapata, un taxista al que se le llamará así para proteger su identidad por temas de seguridad. Este profesional del volante trabaja recorriendo las calles de Medellín en busca de pasajeros que le permitan reunir el dinero suficiente para pagar

la liquidación al dueño del vehículo y recoger su propio dinero para el sustento económico de la familia. Un día, Zapata recogió a dos hombres en el centro de la ciudad para que los llevara al corregimiento de San Antonio de Prado. Uno de ellos se sentó en la silla de adelante y el otro en la banca de atrás. La carrera fue normal durante el recorrido, hasta que llegaron a una zona poco habitada. Allí estas personas sacaron una navaja para obligar al conductor a entregar el dinero que había hecho durante el día y dos celulares con los que contactaba pasajeros por medio de las aplicaciones de diferentes empresas de taxi. En medio del forcejeo, Zapata desarmó a uno de ellos, lo hirió en la espalda, mientras su cómplice huía con el botín. Al reaccionar por lo sucedido, el taxista llamó al 123 para pedirle ayuda a las autoridades; atendieron al lesionado y comenzaron un proceso legal en contra de la supuesta víctima que ahora se había convertido en victimario, porque el hombre que recibió las heridas lo denunció por lesiones personales. La

justicia falló en contra del conductor y lo obligó a pagar una multa mayor de 4 millones de pesos para resarcirle los daños físicos que le generó al delincuente. A lo que Carlos con evidentes signos de rabia indicó “no le pagaré ni un peso a ese ladrón, todavía me roban el dinero y la herramienta de trabajo, sino que también tengo que pagarles por haberme atracado. Así me manden para la cárcel, no le daré ni un centavo”. Este taxista no solo fue condenado a pagar el dinero; tampoco podrá salir del país hasta que no solucione los problemas jurídicos, situación que agrava su problema económico, porque una de sus fuentes de ingreso era viajar a Estados Unidos a trabajar con tractomulas, donde se hacía unos pesos de más para construir la casa de sus sueños.

Las complejidades de la ley

Según Hernando Grisales, abogado especialista en derecho penal, es posible pasar de la defensa a la venganza fácilmente, porque es una delgada línea que se cruza cuando el delincuente desarmado e indefenso recibe la paliza de quien antes era el afectado y ahora es el agresor.

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Es por esta razón que Grisales recomienda colaborar con la ley poniendo la denuncia y dejar que las autoridades hagan su trabajo, para luego aplicar la justicia como corresponde.

Por Andrés Felipe Calderón

Tomar la justicia por mano propia es una práctica poco recomendada. Frecuentemente las personas que se defienden pierden la vida o terminan inmersos en delitos. Eso le pasó a Uberty de Jesús David Ospina el 22 de agosto del año en curso, quien por proteger a su hermana de un robo, fue abaleado. Según un comerciante de la zona que presenció el homicidio y quien por seguridad no quiso dar su nombre, el hoy occiso, estaba en compañía de una familiar en el barrio Boston, en pleno centro de Medellín, cuando unos hombres en

moto intimidaron a la mujer para que les entregara el dinero que acababa de retirar de una entidad bancaria. Uberty, al percatarse de la situación, i n t e n t ó impedir el atraco, pero los delincuentes accionaron el arma contra su humanidad y falleció en el lugar de los hechos, mientras que los delincuentes huyeron en la moto a toda velocidad con dirección al corregimiento de Santa Elena. Agregó que en esta zona de la ciudad es muy normal ver en horas del día o la noche este tipo de atracos; pide a las autoridades que hagan más presencia policial en este histórico barrio del Valle de Aburrá.

Posición oficial

Andrés Felipe Tobón Villada, Secretario de Seguridad de Medellín, rechazó todo tipo de accionar delictivo e invitó a la comunidad a no tomarse la justicia por mano propia, no solo porque pueden morir en el intento, teniendo en cuenta que para la mitad del mes de septiembre del 2018, se registraban 25 homicidios relacionados con el delito de hurto, sino porque pueden terminar envueltos en líos jurídicos más graves que el del propio delincuente y podrían gastar más dinero en abogados, que en reponer los elementos que puedan perder en el atraco. Por su parte Federico Gutiérrez Zuluaga, Alcalde de Medellín, creó la aplicación “Te Pillé”, una herramienta disponible para todos los sistemas operativos de los celulares; permite denunciar en tiempo real este delito, con línea directa al Centro de Monitoreo de la Policía Nacional. Consiste en activar la aplicación, poner a grabar el celular en modo video y así las autoridades podrán ver lo que está pasando para activar el sistema de seguridad. De esta manera el mandatario local busca reducir los índices de hurto en Medellín y para que a la hora de judicialización, los jueces tengan los argumentos suficientes para imponerles condenas más acordes al daño que le ocasionan a las víctimas. Finalmente, Gutiérrez Zuluaga pide a la rama judicial que trabajen de manera conjunta para fortalecer el sistema penal y en pro de hacer de Medellín un lugar más seguro para sus habitantes.


Tricentenario: 40 años de

vivencias contrastadas

El barrio Tricentenario, ubicado en el norte de Medellín en la comuna 5 Castilla, cumple este año su cuadragésimo aniversario. Por Santiago Yepes Vidal santiago.yepesvi@amigo.edu.co “

esto lo único que le falta es un ascensor”. Doña Elvia Correa de Moreno apuntaba con su mano izquierda a los peldaños del bloque 66, donde 40 años atrás y con $240.000, compró el apartamento 404 su más valiosa adquisición. Llegó en 1978 cuando inauguraron el barrio Tricentenario. Espacio que desde entonces, se convirtió en un referente histórico, pues fue construido para celebrar los 300 años de Medellín. A la par de su edificación, según el Museo Casa de la Memoria, en una exposición investigativa llamada “Medellín/es 70, 80 y 90”, el conflicto en la ciudad era inminente, la época de violencia y narcotráfico estaba en auge y la inseguridad se había convertido en una percepción cotidiana. Este complejo habitacional, que limita con la Autopista Norte, se vio afectado por esa violencia, pero a su vez, fue un nuevo aire para los ciudadanos; un sinónimo de esperanza que no erradicó todos los enfrentamientos y las discordias, pero sí propuso un comienzo más amable. Los primeros habitantes, que los fines de semana se dedicaban a vender fritos y generar ingresos para fortalecer el casco urbanístico y rural de la zona, hicieron del Tricentenario un espacio cómodo y ecológico que, según ellos, contribuyó al desarrollo sostenible del medio ambiente. De acuerdo con los datos entregados por la Alcaldía de Medellín el presente año, Tricentenario cuenta con más de 2.000 árboles y no menos de 500 arbustos, otorgándole el reconocimiento como el barrio más arborizado de la ciudad. Para Nicolás Vargas Echeverri, Administrador encargado de la urbanización, ha sido un reto y un compromiso estar al frente de la dirección general. Dice “sentirse muy cómodo a la hora de ejercer su labor, pues encuentra en la comunidad una ayuda extra para fortalecer la convivencia en el entorno”. También, resalta la valentía de los habitantes, pues el barrio tuvo que pasar por un momento crítico que fragmentó su tranquilidad, y que lastimosamente hizo de este espacio un contexto violento e inseguro.

Una tragedia inédita

Culminaba la década de los 80 cuando surgió el grupo ilegal “Amor por Medellín”, para el que el homicidio era una forma de limpieza y control social. El 26 de febrero de 1991, la comunidad de Tricentenario fue víctima de una de las masacres que efectuó dicha organización, pues el asesinato de 9 jóvenes en el complejo deportivo de la unidad cerca a la piscina, devastó a todos sus habitantes, que de una u otra forma se vieron afectados por lo que ocurrió aquella fecha. El hecho generó que algunos vecinos cambiaran de casa por temor. Según el Administrador, “el episodio no solo significó una imagen negativa, adicionalmente, los residentes intuyeron que algo malo podría pasar, y mejor tomaron otro rumbo”. “No me agrada ir a ese sector de mi barrio, quedé con miedo al ver lo que pasó ese día”, dice la señora Correa de Moreno, quien no solo atestiguó ese acto desafortunado sino también muchos otros de los cuales no quedó ningún tipo de registro. Las capturas que todos esperaban jamás llegaron. El hecho quedó impune y los ejecutores, libres. El suceso fue tan rápido que las autoridades no lograron dar con el paradero de los hombres implicados. Habitantes que vivieron los hechos, aún con un poco de temor, indican que “no sienten rencor por lo sucedido”, prefieren, con discernimiento, superar tanto la tragedia como las adversidades que los acorralaron en ese instante.

Retomar el camino por los 40 años

El Presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio Tricentenario, Manuel Torres Hernández, ha sido determinante en el desarrollo social, cultural y estructural que ha tenido la unidad en algunos aspectos: adecuación de

Foto Santiago Yepes Vidal vías, ejercicios recreativos para niños e integración lúdica de los grupos de la tercera edad. Asimismo, con el apoyo y el esfuerzo que recibe por parte de la comunidad, se propone un cambio práctico que beneficie tanto a los pobladores de la construcción como a las personas de sectores aledaños. “Acá el Presupuesto Participativo se ha ido diluyendo, todo se debe hacer mediante un Plan de Desarrollo Local, y si queremos que nuestras necesidades sean atendidas por el gobierno, debemos tomar cartas en el asunto y planificar todo muy bien antes de pedir cualquier cosa”, esclarece don Manuel con la mirada alegre y el rostro estático. En relación con el asunto, Verónica Morales, Comunicadora de la Subsecretaría de Organización Social, perteneciente a la Secretaría de Participación Ciudadana de la Alcaldía de Medellín, explica que “su labor es contribuir formativamente a los líderes de las Juntas Administradoras Locales (JAL) y Juntas de Acción Comunal (JAC), por medio de políticas públicas que sirvan como guía para un óptimo desarrollo barrial, en este caso la comunidad de Tricentenario”. Respecto a un acto que conmemore los 40 años del barrio, dice Torres Hernández que “la idea se ha venido trabajando desde el 2017 pero quizás no ha tenido la fuerza y la dedicación que requiere ese tema”; no obstante, no se descarta una celebración, que además de representar todas las historias y experiencias vividas

durante estas cuatro décadas, sería un importante despliegue para darse a conocer por las otras comunas de la ciudad. Incrementar los andenes y las aceras, reemplazar las escaleras por rampas, adecuar los parques infantiles y activar las cámaras de seguridad ya instaladas, son algunos de los detalles en los que quiere enfatizar el presidente de la Junta de Acción Comunal, y por qué no, “hacer un centro de rehabilitación para los discapacitados del Tricentenario”, un nuevo proyecto que ansía ver en ejecución.

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Sostenibilidad y proyección

El Arquitecto Constructor Julio César Durán Contreras, egresado de la Universidad Nacional, ha seguido muy de cerca la dimensión que ha tenido el barrio Tricentenario desde su infraestructura, y considera que la estabilidad de los 90 bloques y 1.810 apartamentos con los que este cuenta, es muy difícil que se vea afectada por factores climáticos o de cimentación. Sin embargo, propone medidas de precaución: pintar nuevamente los edificios con un impermeabilizante especial que proteja las viviendas de humedades; construir desagües extras y nivelar algunas de las zonas que no se encuentran en óptimo estado. A la espera de una celebración en sus 40 años, el Tricentenario y sus habitantes no desfallecen, y piensan, como Durán Contreras, que “el barrio es un patrimonio, y es para toda la vida”.

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Las áreas del páramo

no están protegidas

Este artículo seleccionado por la articulación del trabajo en alianza que viene haciendo la Red Colombiana de Medios Universitarios. Es del Periódico Datéate de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, Uniminuto, de Bogotá. Por José Miguel Sánchez Ramírez

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l día que hablé con Mario Zúñiga fue la primera y última vez que lo vi. Un hombre promedio, moreno, impetuoso, de1 con 64; prendas de jean, recordadas a mi parecer por los trabajadores de cuello azul en pro de la revolución socialista en Chile; botas robustas; unas gafas oscuras; un maletín de cuero terciado de derecha a izquierda; una boina verde, poco adecuada para su madurez; y no menos importante, una bandera tricolor, rojo, blanco y azul y en el centro las siglas M19. Él tras varios meses de una retención en la que fue torturado y dejado en el botadero distrital por promover la destitución de Peñalosa, recibió un ultimátum de 48 horas por los paramilitares al acompañar a la localidad cinco de Usme y diecinueve de Ciudad Bolívar en el cierre de Doña Juana. -Señor Zúñiga, qué problemas extractivistas hay en Ciudad Bolívar y qué multinacionales e instituciones están interviniendo en la convivencia del pueblo.

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Zúñiga: Ustedes deben saber, que además de la Alcaldía Distrital por el botadero de Doña Juana existe minería ilegal a cielo abierto en Usme y Ciudad Bolívar, y una de las empresas que está saqueando recurso es Cemex, una multinacional mexicana. Sí ustedes van y miran en toda la periferia y lo que tiene que ver con la Avenida Villavicencio y la Avenida Usme hay explotación a cielo abierto”. Es jodido que al ecosistema lo estén depredando; hemos tratado de sembrar en las zonas de deforestación y así derribar la mano asesina de los poderosos.

Cortesía Periódico Datéate, Uniminuto

Además, ahoritica se nos viene supuestamente encima el Fracking que quiere llegar a Sumapaz y lo vamos a evitar, no lo permitiremos.

Sumapaz en riesgo

Sumapaz con la jurisdicción de Parques Naturales de Colombia es un escenario codiciado y fortuna para los colombianos, no solo es uno de los más importantes del sistema montañoso, si no el ecosistema con la flora y fauna apta para la recolección del recurso hídrico, unos de los únicos en el globo. Tiene alrededor de 5.667 habitantes, 780 km2, tres corregimientos, 29 veredas y es la localidad más grande de Bogotá, aparte de estar ubicada en el páramo más grande del mundo, limita al norte con la localidad de Usme y Ciudad Bolívar; sur y occidente, departamento del Huila y al oriente, con unos de los corredores estratégicos de la guerrilla hace 50 años, la Serranía de la Macarena y el departamento del Meta. Al hablar con Nelson Londoño funcionario de la Dirección de Recursos Naturales de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, le aclaró a Datéate que “en las áreas de páramo, en especial la de Cruz Verde de Sumapaz, luego del 2015, se prohibió toda actividad minera o de extracción de hidrocarburos en áreas delimitadas como páramos por parte del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, que a su vez actúa como autoridad ambiental autónoma encargada de tramitar los permisos, que son de su competencia y así estudiar y dar todos los elementos técnicos para asegurar la conservación de todos los recursos

naturales del país. Por lo tanto, están prohibidas esas acciones extractivas. Solamente aquellos que sacaron las licencias y planes de mitigación de impacto, antes de ser expedida la ley 1753 del 2015, podrán funcionar hasta que termine su licencia, sin posibilidad de renovación”. El problema ocurre en que la ciudadanía, como dice Zúñiga, no puede estar al tanto de lo que sucede en la localidad 20, primero por el viaje, ya que se tiene que llegar al Portal de Usme, tomar un alimentador con destino al centro de la localidad, tomar un transporte que cuesta alrededor de $8000; las rutas no son constantes y el viaje desde el centro a San Juan de Sumapaz aproxima más de 1 hora, es complejo que los bogotanos se enteren de lo que sucede en esta localidad, “es un complique para llegar y devolverse, particularmente los habitantes de esta localidad no sienten ser parte de Bogotá, ni siquiera la alcaldía de Sumapaz está en Sumapaz, es cómico pero duro, esta se ubica en Veraguas Central, Localidad de Puente Aranda”. Los temas de explotación y exploración en páramos son de preocupación desde que el Instituto Von Humboldt identificara 36 complejos de páramos en el país e interviniera en la regulación de estos ecosistemas en peligro por la minería y las energías fósiles en alta montaña, debido a la ausencia de estudios previos al otorgar licencias que en su momento se denominó, en el 2009, la piñata de los títulos mineros en el gobierno de Álvaro Uribe, con vigencia de 30 años, 26 títulos actualmente están activos en los páramos del orden nacional. En el caso de Sumapaz La Alianza Colombia Libre de Fracking y Greenpeace en compañía de organizaciones ambientalistas y sindicales, s e c t o r e s académicos y procesos sociales de defensa del territorio se han pronunciaron en la Plaza de Bolívar, a lo

largo del 2017 y 2018, en contra de la técnica de fracturación hidráulica de yacimientos no convencionales de hidrocarburos, más conocida como Fracking, en exigencia de su prohibición, así como la suspensión de los proyectos de exploración y explotación de hidrocarburos en el país.“Actualmente, al menos, trescientos municipios del país están en riesgo potencial en por lo no menos 43 bloques destinados para exploración y explotación de hidrocarburos en yacimientos no convencionales. Varios de estos bloques están ubicados en las cercanías a Bogotá, algunos de ellos en los alrededores de los páramos de Chingaza y Sumapaz”, añade la Alianza Colombia Libre de Fracking en un comunicado y solicitud de moratoria al fracturamiento hidráulico dirigido al presidente de ese momento. Hay que tener en cuenta que los yacimientos no convencionales son fuente de petróleo que se extraen únicamente por medio de la fracturación de rocas gigantes en el subsuelo, generalmente bajo el proceso a profundidad del Fracking. Evidencia de esto en el mapa de tierras publicado por la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), el contrato COR 33 (Municipios Venecia, Pandi, San Bernardo, Arbeláez, Pasca, Fusagasugá) COR 11 (Municipio Cabrera) y COR 4 (Municipios de Arbeláez, Tibacuy, Pasca, Fusagasugá y Silvania) hacen parte de los 43 bloques nombrados que asigna la exploración de hidrocarburos en áreas comprendidas del departamento de Cundinamarca que alcanzan a colindar con la localidad 20 de Bogotá y que abastece de agua a al sur de la capital y el resto de sus departamentos vecinos. Varios de estos bloques tienen licencias de exploración con vigencia de 30 años a partir de su aprobación. Zúñiga al igual que los colectivos y varios, en este momento, continuarán labores para evitar que el Fracking llegue a Sumapaz sabiendo que al país le queda tan solo 4,5 años de explotación de petróleo de yacimiento convencionales y el Fracking es una alternativa económica a la exportación del crudo. Las riquezas naturales que en su momento Jaime Garzón nombró en Sumapaz están en riesgo.


Informe especial

Iniciativas ambientales

esperanzadoras para Colombia Diversas comunidades trabajan en pro del ambiente del país. Con acciones de sensibilización y pedagogía transforman las regiones y aportan para la construcción de una Colombia diferente. Por Clara Elcy Peláez clara.pelaezye@amigo.edu.co ctualmente existen diversos grupos ecológicos, espirituales, culturales, económicos, políticos y pedagógicos que plantean proyectos como alternativa a una reinvención social en el mundo. Toman fuerza las experiencias que están creando esperanza, construyendo a fuego lento una sociedad diferente con transformaciones reales y contagiosas. Muestra de ello es la ciudad de Bogotá, donde se gestionan estas propuestas.

Una rockola que recicla

Ubicado en la localidad de Engativá, al occidente de Bogotá, se encuentra el Humedal Santa María del Lago, con quince hectáreas de naturaleza. Hay al alrededor de doce humedales; este es el único que recibe presupuesto del Distrito para su mantenimiento. Con un picnic, organizado para recibir a Sextante, Alba Sandoval Dueñas, directora de la Fundación Trébola, habla del observatorio de aves que se construyó allí con el apoyo conseguido para sus actividades. Un edificio de madera de unos tres pisos de alto, con forma octogonal, es un lugar donde se reúnen con las comunidades indígenas. Un tributo al círculo de la palabra, a la entrada se puede leer: “Espacios para compartir el pensamiento, comúnmente representado con una espiral. La espiral es un símbolo universal al que se le atribuye, gran diversidad de significados: representación de la vida, movimiento cíclico de energía, rotación de las aguas y los vientos del pensamiento”. Ilustra esta leyenda una fotografía de los Mamos que participaron en el proceso de esa construcción. En Trébola no solo hacen sensibilización con educación ambiental, es un laboratorio de experiencias para la transformación de las comunidades. El año pasado se ganaron el reconocimiento como, “Tercer lugar a mejores prácticas ambientales, BIBO 2017, en la categoría desarrollo sostenible; con el proyecto “REtroCD Hasta el Origen”. Por ser pioneros en desarrollar y ejecutar activamente proyectos enfocados en la preservación y conservación de los bosques del país para las futuras generaciones.” Así se lee en su página web sobre Renata, una rockola que con un mecanismo especial se alimenta con CD reciclados para generar música. Está guardada en el humedal esperando un lugar para ser exhibida.

Su trabajo se ha extendido desde el Amazonas hasta la capital del país, pasando por bosques y páramos cercanos. “Debe ser un sentimiento colectivo más que de supervivencia de permanencia, donde volvamos a conectarnos como humanidad, […] hemos perdido la sensibilidad, la tierra habla, es volver a escuchar todo. Cada cual se reconecta a su manera”, dice Sandoval Dueñas.

Alimentación y agua saludables

Un proyecto que se va cocinando a fuego lento como el fogón de las abuelas, donde cada leño es una nueva chispa que enciende el calor de las reuniones familiares es el de Quinua Nativa. Luz Adriana Pinto, es una microempresaria enfocada en la recuperación de las semillas como alimento de vida, propietaria de Quinua Nativa, distribuye alimentos a base de quinua, amaranto, maíz y muchos ingredientes que pertenecen a las recetas de las abuelas del altiplano cundiboyacense. Ella desde su participación en redes como Raíces de la Tierra Colombia y Plataforma Continental de Cultura Viva Comunitaria, realiza un trabajo de sensibilización y recuperación de la memoria ancestral como patrimonio cultural. Su experiencia la ha llevado a países como Bolivia y Guatemala donde este tipo de acciones crece y se multiplica, por medio de círculos de mujeres emprendedoras. Otro movimiento fuerte al que pertenecen Luz Adriana y Alba es Canto al Agua, liderado por Héctor Buitrago músico y ambientalista integrante de a la banda Aterciopelados. Desde esta iniciativa buscan acciones de reconciliación con la naturaleza y basados en procesos científicos sanar el agua. Asisten regularmente a sitios donde este recurso es amenazado por la minería, la contaminación o explotación de petróleo, proponiendo acciones que van

desde su protección hasta su conservación. Han visitado lugares como los páramos de Sumapaz, de Toscana, de Cruz Verde, Guerrero y de Pisba, la Laguna de Tota y el nacimiento del Río Bogotá. Convocan a personas de la ciudad y a comunidades que viven cerca a los nacimientos de agua para ser guardianes de su conservación.

Política con visión ecológica

Cerca a la Estación del Oro de Transmilenio, en pleno centro de Bogotá, se encuentra la Universidad del Rosario. Allí Nataly Jiménez, politóloga y profesora investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas, Gobierno y Relaciones Internacionales, quien además es profesora de yoga, desarrolla con sus estudiantes el Semillero Acciones Políticas desde el Bienestar; también el proyecto de investigación Prácticas de Bienestar como Transformadores Sociales, Techo Verde y el Mercado Agroecológico. Acciones que han llevado a alianzas interinstitucionales, capacitaciones en huerta orgánica urbana, prácticas agroecológicas limpias y saludables que se van multiplicando en la ciudad. “Una forma de entender la política desde un lugar no convencional; el trabajo político desde la siembra, desde el comer, el cocinar […] logramos articular varios propósitos, y el impacto en las comunidades ha sido importante a través de las huertas que hemos ayudado a construir en los barrios.” cuenta Nataly.

Una alianza que protege las fuentes hídricas

A la Alianza Colombiana Libre de Fracking pertenece Héctor Herrera, abogado ambientalista. En la invitación a hablar sobre el tema, con un chocolate caliente explica su experiencia con el proyecto de ley que fue radicado en el Senado de la República, apoyado por la Fundación Boell Colombia. Esta propuesta busca frenar la extracción de petróleo por Fracking. “Para pertenecer a la Alianza solo se necesita voluntad”, cuenta Héctor. Más de cien instituciones, sindicatos, empresas y personas se han sumado a esta propuesta de vida. Además de divulgación han realizado jornadas educativas donde se exponen las consecuencias de estas prácticas. Con la participación de expertos internacionales se ha socializado los peligros con diferentes comunidades que viven cerca a los lagos y lagunas amenazadas. No hay que tener grandes extensiones de tierra, ni ser un profesional en el área, desde pequeños acciones de educación, sensibilización y emprendimiento se puede hacer grandes aportes a la conservación de los recursos y de la vida, y de esta forma reconocer que la casa que se habita es de todos.

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Humedal Santa María del Lago, en Bogotá Foto Clara Elcy Peláez


Profesionales que le apuesten a

la diferencia y a la alteridad

Los Terciarios Capuchinos llegan a Colombia en el año 1928, desde siempre la intención primera del Terciario Capuchino, el legado que nos deja el padre Luis Amigó, como Capuchino somos nosotros Terciarios Capuchinos

Por Juan Esteban Cock Gómez juan.cockgo@amigo.edu.co Juan David Ochoa Jiménez juan.ochoaji@amigo.edu.co

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¿Cómo llegó a la comunidad de los Terciarios Capuchinos? Les decía, yo soy ex alumno del colegio San Rafael; de los Terciarios Capuchinos; no me empieza inicialmente a pensar y a considerar la

l lunes 17 de septiembre de 2018 será una fecha inolvidable para el Padre Carlos Enrique Cardona Quiceno. Ese día tomó las riendas de la Universidad Católica Luis Amigó en calidad de Rector. Su nombramiento se había consignado en el Acuerdo Superior 09 del 04 de septiembre del mismo año, emanado del Consejo Superior de la Institución. El Padre Carlos Enrique Cardona Quiceno nació en Manizales; es el segundo de un hogar conformado por seis hermanos más y explica que vive en constante comunicación con sus padres y su familia a la que considera una compañía y facilitadora de sabiduría para entender las realidades.

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Cuenta que su infancia fue muy normal; deportista, aficionado al microfútbol, “el deporte que más se podía acceder en ese entonces”. Egresado, en 1980, del Colegio San Rafael de Manizales, que pertenece a la comunidad de los Terciarios Capuchinos. Resalta que su familia es extensa y esto “facilitó un gran bagaje en el sentido de pertenencia, por la localidad, por el entorno y en sí la ciudad de Manizales era una ciudad más chica; es un pueblo todavía, todavía se respira pueblo”.

vida como religioso yo tenia otros sueños en ese momento. Salgo del colegio en el año 1980, pago servicio militar como bachiller; como soldado regular siendo bachiller, una experiencia que yo diría, repito toda mi vida, menos el ejercito; aunque me formó bastante. Luego llega un trabajo de la Universidad de Manizales, posterior un trabajo en la Central Hidroeléctrica de Caldas, antes de entrar a la vida religiosa, o sea, ya había cierto referente y quise vivir esta experiencia; ya llevo 28 años de vivir esta experiencia y la sigo viviendo y pues aquí estamos. Ese fue el primer punto conector para yo ingresar a la vida religiosa como Terciario Capuchino; no encontraba otra diferente a la de los Terciarios Capuchinos.

Rememora que fue Scouts, formado en el escultismo desde los 7 años, “y a Dios gracias, porque como religioso tuve la oportunidad de fundar en el Colegio San Rafael un grupo, ¿Cuál fue su trayectoria inclusive ya el grupo tiene más de 80 con la comunidad y la jóvenes, niños, niñas y me parece que universidad? como estilo de vida, que En la comunidad es el escultismo es un Es la yo inicio en el año principio, un gran quicio, universidad 1990, en noviciado, una gran base que tengo de la vida la en el apostolado; en para proyectar mi vida; la formación inicial, aparte de los Scouts, mi que me ha posterior noviciado, familia y un contexto enseñado a ya después se recibe social que también fue vivir... el primer año hábitos muy grato”. y todo ello. Hay unas En diálogo con Sextante, etapas de formación inicial, posterior el Reverendo Padre narró otras llegan los votos perpetuos y es así facetas de su vida y qué significa como se dan todas las cosas; desde llegar a la Rectoría de la Universidad las etapas de formación van llevando Católica Luis Amigó. Aquí apartes de al religioso Terciario Capuchino. la entrevista. Termino y llega la primera profesión, inicio a estudiar la Filosofía; yo ya era dibujante arquitectónico antes de ser religioso.

Foto Natalia Andrea González Ochoa A partir de allí ya comienzan los estudios de Filosofía, los estudios de Teología; antes de Teología hice una Especialización en la universidad en Bogotá, posterior a ello ya vienen los estudios en una Maestría; hago otra especialización y yo creo que eso ha sido la formación académica propiamente, pero sobre todas las cosas y como lo reitera mi papá en muchos momentos en el diálogo, que se tiene todavía con él, es la universidad de la vidala que me ha llevado a vivir la vida con los ojos bien abiertos, unos 360 grados de perímetro y creo que eso ha sido una gran formación, que ha convalidado la formación en educación superior también.

¿Cuál cree usted que es el mayor aporte de los Terciarios Capuchinos en la sociedad? Los Terciarios Capuchinos llegan a Colombia en el año 1928, desde siempre la intención primera del Terciario Capuchino, el legado que nos deja el padre Luis Amigó, como Capuchino somos nosotros Terciarios Capuchinos; él funda primero las Terciarias y luego los Terciarios; era la preocupación por el pobre y la preocupación y la dignificación por el pobre, de manera particular la niñez. La inquietud simplemente para informarles del padre Luis Amigó en su momento, en su contexto en España, era que los menores estaban interactuando en las cárceles de mayores con los adultos; entonces,

como separarlos desde allí. Él no habló de la universidad, él no habló de reducación, simplemente de la dignificación. Hoy los Terciarios Capuchinos en Colombia con más de 70 años de trayectoria, pues, siempre el frente ha sido el trabajo con los menores infractores, con personas a nivel conductual que requerían en sus inicios una buena atención; y así fue entrando la comunidad de Terciarios Capuchinos. Posterior, llegan unos colegios que hay en la provincia, en el país son 4 o 5 colegios y luego ya se empieza a trabajar en las instituciones, o lo que se llamaban cárceles de menores. Hoy en día se sigue dando respuesta, está al frente de apostolado de las comunidades terapéuticas, está al frente del apostolado, como decimos de los colegios; que son comunes y corrientes, allí hay mucha luz y hay muchos aportes de nosotros con la experiencia vivida con la niñez y la juventud, más en situaciones de consumo y todo ello. Luego llega, en el año 1984, la Universidad Luis Amigó, antes Fundación Universitaria Luis Amigó; los signos de los tiempos van marcando su diferencia en cada presente. Hoy seguimos trabajando con los menores infractores, con las diferentes modalidades que se tienen a nivel de la Ley 1098, que es infancia y adolescencia; la legislación de menores, para hacerme entender más y la universidad que es un frente grande, pero sobre todas las cosas, la


¿Qué visión tiene del profesional amigoniano? Yo creo que la visin primera del amigoniano profesional es que sea realmente ese facilitador y animador donde se encuentre; pero un ser facilitador y animador con carisma amigoniano, y el carisma amigoniano es apostarle al otro a construir desde el otro, a construir desde la diferencia, se habla de la alteridad, o sea que todo ello, va convalidar de buena manera lo que la visión debe tenerse del profesional. Yo creo que el profesional tiene que marcar la diferencia; el profesional amigoniano desde donde se encuentre, ya sea dentro de la universidad, porque tenemos muchos profesionales con formación académica avanzada que son egresados de la universidad; de igual manera ahí ellos y ellas egresados que están posicionados en el medio a nivel de productividad y toda esta cuestión, es decir que sobre todas las cosas sea una visión que realmente continúe ese arrastre, pero un arrastre que sea de avanzada, que sea de productividad, que sea de proyección de los principios amigonianos y desde ese deseo de vivir desde la diferencia y siempre construyendo dignificación del hombre, dignificación de unos contextos particulares.

¿En que consiste el nuevo modelo de evaluación amigoniano? Pues yo diría que debemos continuar con el nuevo modelo amigoniano, solo que hay unos ajustes, para que el mismo cada vez más haya esa compenetración, por decirlo así, de la apuesta del docente, del profesor para con los estudiantes. De todas maneras, el modelo de evaluación amigoniano, es muy distinto al de las otras universidades. Pero, sobre todas las cosas se ha de continuar con ese modelo, pero se requiere, reitero, esa compenetración del docente con para los estudiantes, pero también la apuesta del estudiante, como receptor en este caso, para que realmente esa evaluación sea integral, y es un compromiso desde el primer día que el profesor inicia con los estudiantes hasta el último día de la sesión de ese período académico en particular. Se inician ahorita con unos trabajos, estamos hablando de un valor agregado, hay un examen

que van a presentar los mismos estudiantes a nivel interno. Se está haciendo la capacitación con los docentes para que ellos sean mucho más facilitadores y mucho más amigables, en el mejor sentido de la palabra, frente al proceso evaluativo que se tiene en la Universidad Católica Luis Amigó.

¿Cómo el mejoramiento de la infraestructura va incidir en la calidad de la formación académica? Eso hace parte de la calidad académica, incide bastante. La ampliación que se va a tener, que se estará iniciando ahora para noviembre con la demolición, pues ya hay todo un trabajo preliminar; de mucho adelanto por el padre Wilmar Sánchez, el rector anterior. Venimos teniendo reuniones con la firma que va estar al frente de este plan maestro, como lo denominamos, ¿pero cómo va incidir? Sin lugar a dudas va a posicionar más la universidad en el medio, hablemos a nivel de Medellín, a nivel nacional, desde las diferentes regiones, porque también va a salpicar; por decirlo en esos términos, a las regiones del país donde hace presencia la Universidad Católica Luis Amigó. Es una incidencia que realmente posiciona a la universidad; es una infraestructura que se hace halagadora también, para el bienestar del estudiantado, el profesorado y para el bienestar de la comunidad educativa en general. O sea que, es una incidencia muy positiva y que eso hace parte de lo que se ha construido estos últimos años, reitero, con el padre Wilmar Sánchez que ha dejado un buen quicio, por decirlo; para que cada vez más la pertinencia en educación superior, la Universidad Luis Amigó, la pertinencia de la infraestructura y su crecimiento, para que estemos realmente prestando es buen servicio, que decimos que debemos prestar.

¿Cuál es la visión que tiene usted sobre la formación investigativa?

¿Qué proyectos tiene para la Facultad de Comunicación, Publicidad y Diseño?

Dentro de este ejercicio que se ha tenido, yo vengo desde el 2010 con Es una pregunta muy puntual, por educación superior, estuve ausente lo puntual que es no voy a dejar unos años; hasta el 2015 una respuesta muy estuve en la universidad concreta, por que Es una Luis Amigó y es allí donde estamos en unas infraestructura esas responsabilidades semanas que es de que tuve, la última en la empalme, en unas que se hace Vicerrectoría académica semanas donde estoy halagadora que vi la injerencia, encontrándome con para el la importancia, lo los líderes de las bienestar del relevante que es está diferentes unidades; función sustantiva de ya me encontré estudiantado... investigación. Allí, con los decanos, en toda su dinámica y me encontraré con con el equipo de trabajo, desde la los diferentes directores de cada Vicerrectora de Investigaciones y programa de la universidad, me su equipo, pues me parece que cada encontraré de manera mucho más vez más tienen que posicionar esta personal con los Centros Regionales, función sustantiva, de que todos pero concretamente, Comunicación los docentes investigadores sean Social, me parece que es una Facultad realmente sean esos coayudantes, en y un programa que habla por sí solo, el proceso de los productos, de las que es un buen referente y es un buen revistas indexadas, de todo lo que en conductor del crecer de la universidad; investigación tiene que darse. ustedes como jóvenes, las señoritas como digo, los caballeros, pues cada Ahora hay una particularidad vez más posicionándose; y me parece respecto a la investigación en la que es seguir acompañando tanto el universidad, y es que con el carácter programa de Comunicación, como de universidad la investigación tiene todos los programas. que sumar cada vez más para que esta función sustantiva pueda hablar En concreto es, que el decano, también en el medio; pueda ser directores cobren la relevancia, corresponsal en el medio y que todo se posicionen cada vez más y que lo que se investigue cobre el impacto ustedes como estudiantes en proceso en la sociedad. Creo que vale la pena de formación, pues, como que esa hacer una cuñita en este sentido; qué parte ética, de responsabilidad y bueno que el estudiantado empiece a esa parte de principios empiece a tener el ejercicio de la investigación, reflejarse, ¿desde dónde empieza desde los semilleros y de estas a reflejarse? Con ese gran sentido convocatorias que se hacen para que de pertenencia que tienen que tener los jóvenes investigadores sean cada con la Facultad, con ese sentido de vez más y que ese más de los jóvenes pertenencia que el comunicador o la investigadores cobren la calidad y la comunicadora social deben tener con pertinencia en esta calidad sustantiva el programa, porque estos años no de investigación. son gratuitos; la apuesta del decano, de su equipo del profesorado y todo ello, desde las mismas funciones sustantivas han hecho que el programa de Comunicación Social este muy posicionada en Medellín. O sea, que más que ser obstáculo, ser facilitador para el programa de Comunicación, y que desde ese acto comunicativo que podemos tener, tanto la Facultad con la Rectoría, como la Rectoría con la Facultad, que siempre se esté sumando, para que todos salgamos adelante y hablemos de un buen servicio con calidad.

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parte misional o identitario nuestro es la dignificación de la persona; la dignificación para vivir en sociedad, para vivir en contexto, pero además de ello, esa dignificación que esté enmarcada, por decirlo así, por unos principios, de unos valores cristianos, pero que permitan cada vez más construir al hombre, construir a la familia, construir la sociedad y creo que ese es el legado que hay que seguir dando en contextos particulares.

Foto Natalia Andrea González Ochoa


Trazos de

esencia local

Andrés Chizaba Camacho, un retratista urbano que refleja en cada uno de sus trazos la realidad en las calles y cualidades inherentes de la ciudad de Medellín. Por Isabel Cristina Castillo Vergara isabel.castillove@amigo.edu.co

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on las 5:29 p.m. y el pintor se encuentra sentado en una de las baldosas que integran el tradicional pasaje peatonal de Junín. Con sus tizas para dibujo, sus obras expuestas en el suelo y a su lado un habitante de calle que parece admirar su trabajo, Andrés Chizaba Camacho sostiene un pequeño lienzo que describe a Medellín como “una ciudad con mucho arte, mucho talento y mucho para ofrecer”. Como artista urbano, Andrés se ha visto cohibido a la hora de exhibir su arte en las calles a causa de las restricciones que se implementan desde la Subsecretaría de Espacio Público. El artista ha soportado molestias a causa de esta entidad y dice que es uno de los motivos por los cuales el arte callejero ha disminuido en el centro de Medellín. “¿Cómo es que nos persiguen tanto? Un man tocando trompeta… ¡¿qué mal está haciendo?! No sé por qué nos joden tanto”, expresa Andrés mediante un gesto de indignación ante la situación que ha presenciado en más de una ocasión, en donde se ve involucrado un conflicto entre la entidad y los artistas callejeros.

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Néstor Mario Escobar Arango, abogado y experto en el tema de políticas públicas, dice al respecto que las personas que se toman el espacio público para hacer cualquier tipo de actividad deben obtener un permiso cuando se vea que esa actividad afecta a dicho espacio. Así mismo sostiene que “se debe analizar si la exposición de ese talento afecta otras actividades del día a día, por ejemplo, la movilidad, en ese caso se podría aplicar el Código de Policía y las medidas correctivas que allí se estipulan”.

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El abogado resalta el hecho de saber diferenciar entre el arte callejero y el vandalismo, debido a que el vandalismo afecta el patrimonio público y privado, además, en algunas ocasiones puede llegar a ser obsceno. También destaca que las distintas entidades gubernamentales encargadas de todo el escenario de espacio público tienen la responsabilidad de analizar cualquier manifestación que se haga en las calles y determinar si realmente afecta a la comunidad. Frente a la idea de que el arte callejero ha mermado en distintas locaciones públicas a costa de las intervenciones de la Subsecretaría de

Foto Isabel Cristina Castillo Vergara Espacio Público, otras voces apuntan a que este tipo de manifestaciones ayudan a mostrar una cara diferente de la cultura y un arte auténtico de la ciudad de Medellín. El sociólogo Carlos Restrepo afirma que el arte urbano ha ayudado a identificar que este es una forma de resistencia y caracterización ante la eventual estigmatización que se tiene de dicha población, pero también ha ayudado a darle un giro en términos turísticos, “a cambiar el imaginario de que somos una ciudad que solo produce coca, turismo sexual y violencia”. 5:41 p.m. y Andrés retoca uno de sus dibujos con tiza de color amarillo, apoyando el trabajo en sus piernas y realizando trazos con los ojos entrecerrados para ser preciso en ellos. En ese momento el artista refleja mediante palabras lo importante que es aquella manifestación encargada de interpretar lo real o lo imaginado con distintos recursos, en su caso sus lápices, tizas y lienzos, dado que, así como un negocio ambulante que va dirigido a la actividad comercial tiene su lugar en las vías tradicionales de mayor alcance turístico y transitado por un sinnúmero de personas, el arte debería tener el mismo espacio y quizás aún más. “Los turistas son grandes consumidores de actividades artísticas y culturales, igualmente buscan tener nuevas experiencias y descubrir sensaciones”, afirma Libia Marcela Rojas Estrada, tecnóloga en Administración Turística, quien destaca la relevancia del arte y la atracción que este tipo de manifestaciones callejeras en sitios estratégicos de la ciudad pueden causar en los extranjeros, una motivación añadida para visitar y conocer Medellín. Libia Rojas describe el arte callejero como una manifestación espontánea sobre las principales problemáticas que enmarcan una sociedad, por lo tanto, esto seduce a los turistas a tener un mayor acercamiento a las ideologías y costumbres que caracterizan la esencia de una ciudad. Andrés realiza una pausa en su trabajo. Son las 5:49 p.m. y él, sin finalizar un trazo que forma el rostro de un personaje animado, aún con tiza en mano, hace un gesto indicando que recordó algo, dice que en ese instante se acordó de Orito, un municipio del departamento de Putumayo. Entonces

evoca una anécdota donde menciona haber recorrido varias ciudades suramericanas encontrándose con personas que no sabían lo que era un pintor. Muchas de ellas se le acercaban y admiraban su talento puesto que creían que ese tipo de manifestaciones artísticas solo se apreciaban en la televisión, que un pintor era una creación imaginaria: “todo lo que he hecho, lo he hecho por toda Suramérica, en la calle, porque mi idea de hacer un retrato es que la persona se siente frente a mí y yo la dibuje, porque no me interesa copiar una imagen, eso lo hace cualquiera, yo soy un artista que se destaca por retratar la realidad”, relata con emoción. Andrés insiste, desde su postura como artista callejero, en que el arte debería ser más relevante para entidades gubernamentales. En la ciudad continúan surgiendo iniciativas que buscan promocionar y consolidar un espacio dedicado al arte urbano como lo hace la Secretaría de Participación Ciudadana, que trabaja con las Juntas

Administradoras Locales, de Acción Comunal y las Organizaciones Sociales. El objetivo es “fortalecer y fomentar la participación en nuestro público”, dice Verónica Morales Gómez, Comunicadora de la Secretaría de Participación Ciudadana. Además, también destaca a un sector de la ciudad en donde el arte urbano ha sido protagonista de un proceso de resiliencia, la Comuna 13. Esta comuna ofrece contenido artístico y cultural que atrae a los turistas a consumir aquellas manifestaciones que definen esa zona de la ciudad. Son las 6:07 p.m. y Andrés ubica su tiza amarilla desgastada en una pequeña caja donde guarda todas las demás. Habla una y otra vez de la necesidad de compartir el arte con el público, de mostrar el talento que late en las calles. Quizás, Medellín sea pronto conocida en el mundo como “una ciudad con mucho arte, mucho talento y mucho para ofrecer”.


El debate frente a la restricción del

uso del celular en los colegios

Si tenemos de fondo una plataforma educativa desde la familia y en todos los años de la escuela, no habría por qué restringir. Por Estefania Posada Bedoya estefania.posadabe@amigo.edu.co

Rodrigo Rojas, representante a la cámara del Partido Liberal y promotor del proyecto, aclaró a Sextante que la iniciativa se concibe hasta el grado noveno por una razón asociada al nivel de madurez de los menores sobre el entendido de que ellos no tienen la capacidad de discernir entre “información buena y aquella que podría resultar inconveniente”, es decir, que el problema radica en la falta de criterio de los niños en la selección de los datos que consumen en internet. A propósito, la psicóloga de la Universidad Católica de Colombia Sonia Ríos plantea que los cambios asociados al crecimiento no son solo de tipo físico, sino de naturaleza psicológica, por tanto, existe una relación entre la edad y el desarrollo. “La madurez es un proceso que implica transformaciones en los ámbitos biológico y psicológico; allí se da una especie de correlación en la que la edad cronológica de los niños es fundamental”. En este desarrollo, resalta Ríos, los niños entre los 12 y 18 años buscan recompensas de tipo inmediato, “esto debido a que todavía no tienen una estructura mental para inhibir una respuesta emocional, entonces tienden a ser demasiado impulsivos, a dejarse llevar por esas recompensas inmediatas y no tanto por los valores o las creencias que ya han tenido preestablecidas”. Según el documento presentado al congreso, el proyecto de ley pretende crear una medida que combata el peligro del ciberbullying, la pornografía y el sexting; así mismo, se busca reducir los trastornos psicológicos que han aumentado con el uso excesivo de los dispositivos como la ansiedad, la depresión, la falta de sueño, agresividad y los trastornos de conducta intrapersonal. “El objetivo principal de este proyecto es garantizar el desarrollo

integral de los niños y salvaguardar su salud y seguridad”, manifiesta el representante Rodrigo Rojas, quien al tiempo resalta que la iniciativa se enmarca en el artículo 44 de la Constitución Política de Colombia de 1991: “Asistir y proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos”, así como en el Código de Infancia y Adolescencia, el cual reza: “En todo acto, decisión o medida administrativa, judicial o de cualquier naturaleza que deba adoptarse en relación con los niños y los adolescentes, prevalecerán los derechos de estos”. Por su parte, el Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Mintic, sostiene que el 52% de los jóvenes entre los 12 y los 17 años siente algún grado de ansiedad si no sabe lo que ocurre en internet o si se encuentra desconectado de la red. De acuerdo con la propuesta, el proyecto de ley busca que los estudiantes estén menos horas expuestos al uso de los dispositivos, al tiempo que promueve una mayor supervisión de los adultos dado que, según MinTic el 64% de los padres en Colombia no acompaña las actividades que sus hijos realizan en internet.

Para Fecode, lo que se debe crear es una medida que regule el uso de los celulares durante las horas de clase para evitar que sea un distractor en la hora del aprendizaje, pero que se garantice el proceso a seguir dentro de la institución educativa para que estudiantes y docentes puedan hacer uso de los mismos en el descanso o al finalizar el trabajo académico, de modo que tengan la oportunidad de comunicarse, pues, en algunos momentos es algo esencial para todos. Por otro lado, Guillermo Echeverri Jiménez, decano de la Escuela de Educación y Pedagogía de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), argumenta que la discusión de la iniciativa supone un problema formativo y educativo de entrada: “no creo que la restricción sea el camino adecuado, porque hay dos espacios donde debe haber educación al respecto: el marco de la familia y la escuela. Por supuesto no se borra un uso inadecuado haciendo una restricción del móvil, debe existir un trabajo formativo”.

responsabilidad que implica el uso de las nuevas tecnologías. “Si tenemos de fondo una plataforma educativa desde la familia y en todos los años de la escuela, no habría por qué restringir, es decir, para qué creamos nuevas tecnologías si las vamos a prohibir a un rango de edad, la esponsabilidad es una construcción familiar y escolar”, declara el directivo. Así pues, el uso del celular dentro de los establecimientos educativos pone nuevamente sobre la mesa una discusión de vieja data en Colombia: la restricción de las libertades o la alternativa del acompañamiento pedagógico. La decisión final quedará en manos del Congreso de la República, quien tramita actualmente la iniciativa.

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Echeverri Jiménez expresa que primordialmente los estudiantes deben tener una formación específica frente a la

Carlos Rivas, presidente de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode), explicó que “el uso del celular dentro del aula puede restringirse de alguna manera a no ser que esté jugando un papel de carácter pedagógico como instrumento facilitador del proceso académico de los estudiantes, de lo contrario, mientras haya clase los estudiantes no deben usar el respectivo dispositivo como tampoco lo debe hacer el maestro”. El gremio de los docentes es partidario de trazar un límite en la utilización de los aparatos electrónicos dentro del aula, pero asegura que la decisión debe incluir a todos los estudiantes sin ningún condicionamiento relacionado con la edad. “Si se va a tomar una decisión debe ser generalizada, no creo que puedan tomarse decisiones parciales”, afirma la federación.

Medellín, noviembre 2018

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n nuevo proyecto de ley fue presentado a la Cámara de Representantes en el pasado mes de agosto, el Proyecto 99 de 2018, que busca la restricción del uso del celular en los colegios del país; se implementaría para los estudiantes del grado noveno y con los docentes de las instituciones educativas. Este proceso está en debate; según expertos se debería aplicar con todos los estudiantes hasta undécimo grado, pues en todas las edades podría presentarse una dependencia a los dispositivos móviles.

Foto Valentina Higuita Piedrahíta


La seguridad bancaria:

reto para entidades y usuarios

De los 542.465 ataques delictivos e los que son víctimas los colombianos cada día, un 39,56% están relacionados con el sector financiero. Por Valentina Marín Muñoz valentina.marinmu@amigo.edu.co

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omo consecuencia de las trasformaciones y retos tecnológicos que ha traído el siglo XXI, el sector bancario ha venido implementando numerosas innovaciones en sus plataformas y estrategias. Estos cambios tienen que ver, sobre todo, con la seguridad bancaria, un tema prioritario: delitos como el hurto, el fleteo, el atraco, el skimming –con el que los delincuentes instalan cámaras ocultas en los cajeros automáticos que copian la información de la banda magnética de las tarjetas– y el robo cibernético son los que se pretenden combatir y minimizar con estas innovaciones. El reto es salvaguardar el dinero y la información de los usuarios, además de facilitarles nuevas formas de pago.

Medellín, noviembre 2018

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Aldemar Arcila, trabajador antioqueño de 38 años, cayó en la trampa del “cambiazo”, esta modalidad de robo consiste en que los delincuentes se hacen pasar por usuarios y, con técnicas de persuasión, se acercan a quienes retiran dinero para engañarlos, cambiar su tarjeta por una falsa y ver su clave. El trabajador se encontraba en un cajero automático cerca al Centro Comercial San Diego cuando se le acercó una persona y lo distrajo: “sin darme cuenta, cambió mi tarjeta. Todo ocurrió muy rápido”. Arcila asegura que fueron unos segundos los que el delincuente necesitó para retirarle la suma de un millón de pesos. Karen Gómez, estudiante universitaria, víctima de una estafa por parte de personas mal intencionadas que se hicieron pasar por una entidad bancaria la llamaron a su celular, diciendo: “sabemos del buen manejo que le das a nuestras tarjetas, por eso, queremos darte una promoción, para ello necesitamos los datos de tu tarjeta”. Karen proporcionó su información personal. Al día siguiente se dio cuenta que le hurtaron 500.000 pesos. Se dirigió a la sucursal del banco, expuso su caso y no recibió ayuda alguna por parte de la entidad. John David Mejía, perdió la credibilidad en el banco porque realizó un retiro en el edificio de uno de los bancos y le entregaron billetes falsos. Mejía se percató de esto cuando ejecutó un pago ese mismo

día, de inmediato acudió a una asesora de la compañía y después de tanta espera, no le brindaron una solución rápida. Posteriormente, de tanto insistir, Mejía recibió su dinero después de dos meses. Según Asobancaria, representante del sector financiero colombiano, casos como este ocurren en el país todo el tiempo. De los 542.465 ataques delictivos de los que son víctimas los colombianos cada día, un 39,56% están relacionados con el sector financiero. Esta es la razón por la que las entidades bancarias se han sumado a la carrera de la innovación en materia de seguridad. Entre otras, también, porque los delincuentes son cada vez más ingeniosos en las modalidades de fraude. Ovidio Peláez Ospina, analista de seguridad bancaria, explica que se trata de un arma de doble filo. “Esto es una carrera en dos sentidos porque así como los mecanismos de innovación y las nuevas tecnologías traen beneficios a los clientes, también los delincuentes usan estas mismas herramientas para hacer daño”.

Innovar para la seguridad

Las organizaciones bancarias centran su inversión en optimizar los procesos transaccionales y aquellos con los que sus usuarios acceden a las plataformas virtuales. Distintas encuestas de satisfacción aseguran que los clientes valoran realizar sus operaciones por internet y, al mismo tiempo, esta práctica fomenta el comercio virtual. La Billetera móvil, que facilita el pago con el celular para no tener

que cargar efectivo y la Manilla débito, vinculada a la cuenta de ahorro del cliente para optimizar las compras pequeñas, se cuentan entre las innovaciones. Al mismo tiempo, los bancos capacitan a los clientes en el manejo de las tarjetas, el cambio periódico de sus claves de acceso y el manejo responsable de su información bancaria. Así los usuarios tienen menos posibilidades de ser víctimas de clonación de tarjetas o “paseos millonarios”.

Costos y beneficios la innovación

Los bancos invierten más del 25% de su presupuesto en tecnología. Santiago Castro, presidente de Asobancaria, afirma que las entidades financieras han aumentado un 68% las inversiones en innovación, pasando de 18.000 millones en 2017 a 30.300 millones en 2018. Y los usuarios responden, según el Informe de Operaciones y Transacciones de la Superintendencia Financiera de Colombia, entre enero y diciembre del 2017 se realizaron más de 5.400 millones de transacciones, de las cuales el 47% se hicieron a través de internet, cifra que en 2008 solo alcanzaba el 23%. Así, en los últimos nueve años, las operaciones por este canal han tenido un recimiento superior a 25 puntos porcentuales. Pero Liliana Ardila Giraldo, asesora comercial bancaria, indica que, más allá de las funciones del sistema financiero de prestar y cobrar dinero, hay que valorar su contribución al avance de una sociedad con déficit de vivienda, estudio y trabajo. “Es un sistema que da oportunidades y que dispone recursos para los más necesitados”.

Foto Michael Ramírez Castrillón

Con estas nuevas tecnologías, los bancos ofrecen a usuarios de todos los estratos la posibilidad de tener acceso al sistema financiero a través de microcréditos para emprendimientos. Asimismo, para los estratos más bajos se han creado otros programas como Ahorro a la mano, en el que solo es necesario un teléfono Android para crear una cuenta bancaria y realizar pequeños movimientos financieros.

Los retos pendientes

Bryan Aguirre, Cajero supernumerario de una entidad bancaria, indica que no todas las personas son favorables a estos cambios tecnológicos: un 40% de los usuarios asegura no saber cómo manejarlo, en especial la gente de la tercera edad. De cualquier modo, aún hay retos pendientes. Juan Carlos Mora, Presidente de uno de los bancos del país, indica que, además de la innovación en seguridad, otra tarea de las entidades financieras es mejorar los formatos tradicionales de comunicación con los clientes, así como reforzar la capacitación de los usuarios. Se trata de una responsabilidad compartida porque los usuarios deben atender las recomendaciones de los bancos en términos de seguridad. La buena educación financiera sigue siendo la prioridad.


Gastronomía,

más que cocinar

La industria gastronómica en Medellín muestra dinamismo, pero se debe fomentar la economía circular, en la que se tenga en cuenta al campesinado. Por Joan Sebastian Londoño Rosales joseloro94@hotmail.com

Durante el Glocal Food Fest, evento centrado en chefs que por primera vez se realizó en Medellín, del 28 al 30 de septiembre de 2018, se destacó el valor del producto local y la evolución de la relación entre el campo y la ciudad, donde se da mayor relevancia al primero. El sector gastronómico en Colombia registra 38 billones de pesos anuales en ventas y genera más de un millón de empleos en Colombia. De los 7.000 restaurantes y cafeterías que hay registrados en el Valle de Aburrá, 20 alcanzan a ser catalogados como de alta cocina, según cifras de la Cámara de Comercio de Medellín. La Secretaria de Desarrollo Económico de Medellín, María Fernanda Galeano, en entrevista con Sextante, informó que el programa Sabores y Saberes brinda apoyo a 35 establecimientos, mientras que a través del programa de Desarrollo de Proveedores se trata de fortalecer las relaciones clienteproveedor. “Buscamos abrir espacios de comercialización en diferentes eventos culturales y gastronómicos, para una mejor vinculación con los mercados y el desarrollo de sus capacidades empresariales”, aseguró la funcionaria. Medellín y su área metropolitana cuentan con una oferta variada de platos típicos, internacionales y fusiones creativas. Por ejemplo, un restaurante de comida amazónica, en Provenza, del barrio el Poblado, además de exquisitos platos, vende experiencias culturales. “Todo esto significa un ritual que da a conocer la alimentación de los pueblos indígenas y, a través de sus platos, las problemáticas de la región amazónica”, explicó Juan Santiago Gallego, su chef y propietario.

“Al principio, cuando abrí, fue difícil porque mi público era local. Entonces, me estaba quebrando; ya tenía fecha de cierre. Empecé a enfocarme en los extranjeros y esto fue lo que me salvó. El próximo año planeo contar con la presencia de indígenas que harán una representación de danza. Va a ser toda una puesta en escena”, contó el empresario. Precisamente, Daniel Quintero, d o c e n t e investigador de gastronomía de la Universidad Católica Luis Amigó, indicó que “no es fácil iniciar con un restaurante. Es importante empezar con una inversión pequeña, que le permita al emprendedor mantenerse estable en el primer año. No debe empezar con una inversión mayor si no se tiene el presupuesto necesario para seguir con el negocio; muchos se van a la quiebra por eso”. El presidente Iván Duque, durante el Tercer Congreso Empresarial Colombiano-74 Asamblea Nacional de la ANDI, sostuvo que el gobierno velará por una mayor estabilidad jurídica y tributaria para las empresas que estén en la economía naranja, de la cual hace parte el sector gastronómico. Sin embargo, Lorenzo Villegas, periodista gastronómico de El Colombiano, no se muestra muy optimista frente a las propuestas del gobierno nacional sobre la economía naranja, pues “el éxito para que los restaurantes prosperen es empezar a fomentar la economía circular, en la que se tiene en cuenta al campesino, se trabaja con los alimentos locales y el apoyo de todos en el gremio es fundamental”. Asimismo, conocer al comensal ayuda a direccionar las decisiones en un restaurante. “El nuevo comensal moderno es una persona hipocondríaca y narcisista, que solo se fija en la ficha técnica del producto y en cuántas calorías t i e n e , pero se olvida del sabor y

el proceso culinario tuvo para llegar a

que este la mesa.

Necesitamos entender que al comensal se lo trata como a un rey, pero no se lo puede dejar reinar”, dijo el investigador culinario Julián Estrada, en la charla “Mentiras y verdades en las historias de la culinaria”, del pasado Festival Gabriel García Márquez en Medellín. Durante la misma charla, la chef Leonor Espinosa definió al comensal contemporáneo como una persona superficial, reacia, arrogante; que intenta imitar a las culturas extranjeras y no se da cuenta de que está en Colombia .

Los productos locales marcan la diferencia

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FAO, el cuidado de los alimentos y mercados locales significa ayudar a preservar las raíces culinarias de los pueblos: sus cultivos tradicionales, recetas y culturas. En la misma línea, “Alianza por el Buen Vivir” es la nueva propuesta de la Alcaldía para fortalecer la economía de los campesinos. “Ya empezamos a realizar las primeras pruebas piloto con ruedas de negocios entre los campesinos y los comerciantes de las plazas de mercado, para eliminar los intermediarios”,

aseguró María Fernanda Galeano. Agregó que el tradicional programa Mercados Campesinos, a septiembre de 2018, había generado 9000 millones de pesos en ventas. De él se benefician 349 familias de los corregimientos San Sebastián de Palmitas, Altavista, Santa Elena, San Antonio de Prado y San Cristóbal. Para Sebastián Sánchez Alzate, estudiante de Ciencias Culinarias de la Universidad de Antioquia, la seguridad alimentaria que hace parte de la calidad de vida, se ha ido descuidando. “Desde el gobierno local y departamental le dan más relevancia a importar alimentos de otros lugares que a aprovechar y fortalecer el consumo local. Debe haber reorganización territorial, y estimularse la contracultura alimentaria, es decir, aumentar el consumo local”, opinó. Y es que hablar de gastronomía no solo es hacer referencia a las labores de preparar, fusionar, y diseñar recetas; también implica investigar las tendencias de la gastronomía; recuperar, conservar y promover la cultura. Como expresó Ocarina Castillo, investigadora en antropología culinaria, “también la gastronomía debe representar una posición ética y humanista frente a los alimentos y su forma de producción. Vivimos en una sociedad que cada día desperdicia más”.

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Medellín, noviembre 2018

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n los últimos años el sector gastronómico de Medellín ha servido como promotor de los mercados locales. El auge de se nota especialmente con marcas como Mercados del Tranvía, La Strada y Mercados del Río, que fue el primer mercado gastronómico de Colombia. Abrió el 26 de octubre de 2016, siguiendo las tendencias de formatos internacionales como el Mercado San Miguel (Madrid), Mercado Roma (México), Borought Market (Londres) y Chelsea Market (New York).

Foto Carlos Andrés Giraldo Vera


La industria textil y el impacto ambiental,

una relación problemática

El problema de la calidad del aire en Medellín no solo se asocia con la emisión de material particulado proveniente de las fuentes móviles. El sector industrial pesa también como agente contaminante que compromete los recursos ambientales de la ciudad. En ese sentido, la industria textil-confecciones, uno de los sectores más importantes de la capital antioqueña, representa un influjo determinante. Por Ana María Gómez Rincón ana.gomezri@amigo.edu.co

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as emisiones que producen las industrias influyen de manera directa no solo en la calidad del aire, sino en otros recursos del medio ambiente como los de naturaleza hídrica, por ejemplo. En una ciudad como Medellín que produce textiles y prendas terminadas que implican complejos procesos productivos, la preocupación por la incidencia contaminante de este sector industrial está al orden del día. Algunas empresas de textiles y de confección se han comprometido con la mitigación del impacto ambiental, sin embargo, aún falta camino por recorrer.

La industria textil, la segunda más contaminante del planeta

Aunque existen regulaciones y políticas de menos contaminación, “las empresas siguen haciendo muchos procesos bajo cuerda, si bien algunas de ellas tienen buenas prácticas de manufactura y que revitalizan el agua, la reciclan y la potabilizan para su consumo, hay muchas empresas que todavía no lo hacen, siendo el agua el recurso que más se afecta”, agrega Gaviria. Ana Belén Orellana Cajahuanca, ingeniera textil de la Universidad Politécnica de Cataluña, dice que dentro de la industria textil, los procesos donde se producen mayores cantidades de contaminantes son los de tintura y acabado textil, pues los colorantes utilizados crean una gran cantidad de agua residual que debe ser tratada para evitar un impacto directo al medio ambiente.

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Según Fabio Andrés Gaviria Londoño, docente en diseño de modas con maestría en desarrollo sostenible, la industria textil es la segunda más contaminante del planeta, pues es la responsable del 20% de la contaminación de las aguas, el 18% del deterioro de los suelos y el 2% de la emisión de gases de efecto invernadero.

Responsabilidad con el medio ambiente

Gloria Patricia Tobón, residente del municipio de Bello, trabaja hace 16 años con el sector textil-confecciones;

Foto Estefanía Marín Marín

asegura que el problema no es solo de la gran industria, sino de los pequeños empresarios. Dice que en la industria textil hay varias ciclos que intervienen en el proceso de producción final de una prenda: los que se encargan de hacer las telas, los responsables de la estampación y finalmente, quienes tienen la tarea de los acabados; en cada una de esas fases se requiere de compromiso en la mitigación del impacto ambiental, pero en muchos casos no ocurre así. “Soy confeccionista y a mí me llega el producto ya cortado, y las telas que sobran se las devuelvo a la dueña sin tener conocimiento de cuánto están contaminando. A pesar de que es un problema al que le están buscando solución desde hace años, la contaminación sigue ahí, porque, además, los químicos con los que trabajamos son los mismos”, asegura Tobón.

En contraste, existen prácticas que muestran el compromiso de algunas empresas con la mitigación del fenómeno contaminante. Alba Lucía Marín Henao, jefe de desarrollo humano de la empresa Fabricato, resalta la política de gestión ambiental de la organización. “Desde que firmamos en 1985 el primer convenio de producción limpia con el Ministerio

de Ambiente y con la autoridad ambiental local se ha adoptado un enfoque preventivo en el marco de una regulación, buscando minimizar el impacto como agentes contaminantes sobre las comunidades”. Marín Henao sostiene, además, que la implementación de dicho modelo ha servido a la reducción de los costos de producción, lo cual está conectado con el desarrollo de iniciativas de eficiencia ecológica en los distintos procesos. Por su parte, Laura Escobar Arango, diseñadora de la empresa Mattelsa, dice que como iniciativa de responsabilidad con el medio ambiente evitan el uso de químicos de alto impacto ambiental en los procesos de estampación y producción de sus prendas, pues consideran que la medida les permite cumplir con su misión empresarial, conviviendo armoniosamente con la especie y con la naturaleza. Escobar Arango llama la atención sobre la importancia que reviste adoptar medidas especiales de tratamiento químico a fin de reducir los efectos negativos de estas sustancias.

No todas las empresas se comprometen

María del Pilar Restrepo, subdirectora del Área Metropolitana, confirma que las emisiones producidas por las empresas de textiles representan un 20% del inventario y que existe una regulación vigente del gobierno

nacional, cuyo propósito es verificar los límites permitibles y hacer seguimiento a las frecuencias de emisión acordadas. De acuerdo con la autoridad ambiental, el Valle de Aburrá tiene 187 fuentes fijas de emisión distribuidas así: 80 ubicadas en el municipio de Medellín; 36, en Itagüí; 18, en Bello; 16, en La Estrella; 11, en Sabaneta; 10, en Caldas; 9, en Girardota y 7, en Copacabana. De otro lado, Restrepo manifiesta que en el Valle de Aburrá existen 97 empresas asociadas a textiles y solo 8 de estas tienen permiso de emisión y 2 se encuentran en trámite. Además, de este número de organizaciones textileras 81 no cumplen con la norma y algunas se encuentran con el monitoreo vencido o tienen informes no aprobados. “Nuestra labor como Área Metropolitana es realizar seguimientos constantes a estas situaciones, solicitando los requerimientos exigidos por ley”, advierte la funcionaria. La mitigación del impacto ambiental en Medellín es una tarea compleja que involucra la participación de actores diversos. En ese universo de voluntades, el empresariado, en este caso del sector textil, tiene un desafío concreto: lograr que sus políticas de gestión ambiental sean producto no solo del cumplimiento de la normatividad vigente, sino de un sentido responsable de protección del medio ambiente.


La anorexia, el dilema entre la salud y la estética

que aún preocupa en Colombia

La tasa de mortalidad de pacientes diagnosticados con anorexia nerviosa en Colombia es de 5,1 por cada 1000 al año. La situación es preocupante, pues de esta cifra una de cada cinco personas muere como consecuencia del suicidio.

Por Kelly Dahiana Arias Arenas kelly.ariasar@amigo.edu.co

er a mi mamá llorando en el hospital me hizo recapacitar de todo lo que había hecho”, así revive Laura Rodríguez su drama con la anorexia nerviosa, trastorno que padece hace más de tres años; comenzó a sufrirlo cuando tenía doce, una enfermedad que le ha costado varias hospitalizaciones. Ella nunca había sido delgada, recuerda haber tenido problemas con la comida durante toda su vida, lo que la llevó a no sentirse cómoda con su cuerpo y a someterse a las dietas que cada día la internet ponía a su disposición.

en esta etapa de sus vidas. Aunque estos no son los únicos factores responsables; el ambiente familiar, los contextos en los que se presta mucha atención a la imagen corporal e incluso la predisposición genética pueden provocar una enfermedad como la anorexia y la bulimia. Respecto a esto, Estela Pretelt, directora de la Fundación Colombiana de Anorexia y Bulimia (FUNCABU), recomienda mantenerse al margen de aquellos factores o ambientes que puedan incidir en la presencia de un TCA.

La anorexia nerviosa está categorizada dentro de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) como una enfermedad mental grave que requiere tratamiento médico debido a su alto riesgo de mortalidad. Según la más reciente Encuesta Nacional de Salud Mental en Colombia, publicada en el 2015, la tasa estandarizada de muertes por TCA es de 5,1 por cada 1000 personas al año, donde uno de cada cinco pacientes diagnosticados con anorexia nerviosa muere a causa del suicidio, mientras que los demás lo hacen por consecuencias fatales derivadas de la inanición.

En la comunidad virtual de la que hacía parte Laura había una regla: hacer control estricto de todas las calorías ingeridas y nunca pasarse del límite. Una falta a la regla tenía su respectivo castigo: cortarse, quemarse con colillas de cigarrillo, hacerse heridas con luces de bengala y luego subir una foto como prueba del pago de la penitencia. Esos fueron sólo algunos de los castigos que ella tuvo que cumplir.

“Nunca pensé en dejar de comer, la comida es rica, era bajarle un poquito a todo lo que comía”, asegura Laura. Sin embargo, todo se salió de control; de dieta en dieta terminó pasando días enteros sin comer, días que luego se convirtieron en semanas completas. Sufría de bullying por su peso y encontró refugio en las comunidades pro-Ana y pro-Mía (comunidades online dedicadas a promover la anorexia y la bulimia), donde las jóvenes que también eran parte del grupo afirmaban que dejar de comer, recurrir a las purgas con vómito, laxantes o pastillas, las hacía sentir mejor. Laura buscaba sentirse tan bien como ellas.

Myriam Restrepo Gómez, psicóloga experta en el tratamiento de trastornos del comportamiento alimentario, explica que los modelos o estereotipos a los que constantemente se exponen los adolescentes, ya sea por los medios masivos de comunicación o las redes sociales, contribuyen en gran medida al desencadenamiento de un trastorno alimenticio, debido a la influenciabilidad de los jóvenes

Su familia tardó mucho tiempo en enterarse, inicialmente su peso rondaba los 68 kilos y con 1.55 de estatura su índice de masa corporal (IMC) indicaba sobrepeso. Su madre, al verla interesada en las dietas, se emocionó al pensar que su hija alcanzaría y mantendría su peso ideal. Pero no fue así, su desorden en la alimentación y la falta de nutrientes no solamente la llevaron a pesar 24 kilos, un 9,99 en su IMC, lo que correspondía a una delgadez severa, sino que también le ocasionaron diversos problemas de salud que la condujeron a más de 10 hospitalizaciones y un ingreso en el Hospital Mental de Antioquia donde estuvo interna en tratamiento. Diego León Miranda Orozco, médico psiquiatra de la Universidad de Caldas, hace énfasis en las consecuencias graves que implican tener un TCA como la anorexia nerviosa, entre las que se encuentran afecciones cardíacas como arritmias e infartos y otras más generales como alteraciones gastrointestinales, osteoporosis, disminución de producción de estrógenos y la falta de menstruación o amenorrea.

Miranda Orozco agrega que “la hospitalización se programa cuando el paciente no logra controlar su peso de manera ambulatoria y tiene enfermedades que implican un riesgo para su vida”.

17 En su tiempo en el Hospital Mental, Laura no se hallaba cómoda: “sentía que me estaban haciendo algo innecesario, ya que, yo estaba bien, estaba comiendo bien, por lo menos eso pensaba”. Le expresaba a las enfermeras y al personal médico su disgusto, pedía a gritos que la sacaran de ahí, hablaba de sus intenciones de quitarse la vida, decía que no estaba loca, no entendía el porqué de su “encierro”. Para ella, el momento más difícil de su enfermedad lo vivió al salir del hospital cuando sus padres la llevaron a comer para celebrar. Ellos esperaban verla devorarse con gusto la comida y, aunque logró comerse todo, no fue nada fácil. Fue una experiencia muy significativa, pues sintió que estaba en capacidad de superar el problema. El especialista en nutrición Diego León López resalta el papel de los psicólogos en la intervención de los TCA: “esto no lo pide el cuerpo, lo pide la mente, la psicología es la punta angular para el tratamiento de los trastornos alimentarios”, señala. La psicóloga Myriam Restrepo, por su parte, coincide en la importancia

Foto Nicolás Castro Méndez

del acompañamiento psicológico en pacientes con anorexia o bulimia, siempre que se cumpla con el reconocimiento de los síntomas de un TCA contenidos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM5) de la Asociación Americana de Psiquiatría. Para curar un trastorno alimenticio se requiere mucha madurez con la enfermedad y compromiso para salir de ahí, pero no es imposible. Laura sigue con su lucha. A principios de este año recayó en la anorexia, pero dice que ahora tiene las herramientas para salir de nuevo; quiere hacer un llamado a la sociedad para que se comprenda que tener un TCA es estar enfermo, no es llamar la atención o tener un capricho. Nadie busca enfermarse, “uno empieza inconscientemente, uno cae poquito a poquito sin darse cuenta”.

Medellín, noviembre 2018

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Relatos de la guerra: el rostro femenino de

dos victimarias de las Farc

Susana y Claudia representan dos historias que narran el drama del conflicto armado en Colombia. Esta vez no desde la perspectiva de las víctimas, sino de otras mujeres de la guerra, aquellas que, por razones distintas, empuñaron los fusiles y abanderaron los ideales de la guerrilla más antigua del mundo. Por Marisol Aranzazu Góez marisol.aranzazugo@amigo.edu.co

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usana Martínez y Claudia Díaz, excombatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Farc -, relatan historias opuestas. Dos polos y experiencias de vida diferentes, pero con un factor común: de la guerra desde sus 12 y 16 años . Con la ilusión de ver dónde estaba sepultado su padre, asesinado tiempo atrás, Susana Martínez narra que con solo 12 años de edad fue engañada y reclutada por las Farc en la vereda Monos, de Frontino, occidente de Antioquia. Como ella, existen niños y niñas que con mentiras son reclutados y llevados a la selva; deben olvidar a su familia y aprender a empuñar un arma. “La edad más apetecida para reclutar menores eran los 14 años”, afirma Susana, aunque había niños que hacían parte de la guerrilla desde los 10 años.

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Rodrigo Martínez, campesino de 89 años y abuelo de Susana, recuerda claramente aquel día en que su nieta salió, sin saberlo, al encuentro con el horror de la guerra: “Ella se fue como siempre a las cinco de la mañana para el colegio, con su almuercito, pero en la tarde-noche no llegó, y nos pusimos a buscarla. Como a los cuatro días algo olía muy fétido y encontré al lado de una puerta el bolso de mi muchacha con más moho que comida. Nunca supimos quién lo dejó ahí”. Claudia Arias, compañera de campamento de Susana, entró a las Farc por voluntad propia: “Me fui a los 16 años porque me gustaba el tipo de mujer que había allá y quería ser como ellas; estaban cerca de mi casa, les dije que me quería ir con ellos y me subí a su camioneta”.

Medellín, noviembre 2018

La vida en el campamento

Claudia afirma que el campamento tenía un reglamento: “Es como usted en su casa, lo que digan sus papás y ya; se cumple con un turno de guardia, se aprende a cocinar y le enseñan a vestirse, le leen a uno lo que debe y no debe hacer y se sanciona hasta una palabra soez”. Allí tuvo la oportunidad de estudiar enfermería y ayudar a muchos compañeros: “Nunca se me murió ni uno y me siento orgullosa porque salvé a un compañero que pisó una mina, quedó sin piernas, pero está vivo por mí, a veces me llama y me dice que soy su segunda mamá”.

Claudia considera que quienes llegan a la guerrilla es por voluntad, que no se ve a nadie forzando o maltratando a otro: “Allá le dan a uno tres meses para adaptarse al régimen que tienen, si uno no está de acuerdo se puede ir, pero si se pasa de ese tiempo se tiene que quedar, porque para ellos uno ya sabe mucho y el riesgo de delatarlos es alto; estar en la guerrilla es como pertenecer a cualquier organización con la diferencia de que esta sí puede atentar contra la vida de una persona”. Por su parte, el testimonio de Susana es contrastante. Ella es enfática en asegurar que muchas de las mujeres fueron engañadas o forzadas a estar allí y que además fueron violadas, golpeadas y maltratadas psicológicamente. “Yo creo que a mí no me fue tan mal, porque desde los 15 años fui la mujer de uno de los comandantes, y la mayoría del tiempo la pasaba en la guardia; de todas maneras es inevitable recordar que me obligaron a abortar a mi primer hijo; hoy tendría 14 años”, revela con la voz entrecortada.

Las mujeres en la guerra

Las historias de Susana y de Claudia responden a situaciones de vida sumamente distintas; su único factor común fue haber engrosado las filas de una guerrilla que hoy dejó las armas para reinsertarse a la vida civil. Jenny Marcela Acevedo, docente de la Universidad Católica Luis Amigó e investigadora del proyecto “Trayectorias de construcción de ciudadanía en el proceso de reincorporación de mujeres excombatientes de las Farc”, asegura: “En la guerra no hay binarios, no hay buenos ni malos, blancos o negros, hay unas zonas grises, porque tanto gobierno como instituciones opinan mucho, pero, ¿qué pasa con los testimonios e historias de las mujeres excombatientes? Importa aclarar que se trata de un asunto complejo, que tiene unas raíces y situaciones diferentes que llevaron a estas mujeres a participar en la guerra”. Las mujeres durante la guerra asumen un rol muy fuerte en cuanto a sus capacidades físicas; como no existe equidad de género, todos debían trabajar por igual y estas mujeres asumían en todo momento esa exigencia. Por eso, el prototipo de la excombatiente es de una mujer robusta,

físicamente fuerte, poco expresiva y bastante ruda, dice Acevedo.

Reinserción civil

Para Susana, las ganas de tener una vida normal y el añorar en todo momento a su familia, la llevaron a tomar la decisión de fugarse de la guerrilla a sus 22 años junto a dos compañeros más: uno se devolvió por miedo, mientras que el otro siguió con ella hasta llegar a un pueblo cercano a la ciudad. Susana continuó su camino hacia Medellín sin saber muy bien adónde llegaría; tenía grabado en la mente el número telefónico de su padrastro; cuando pudo se comunicó con él: ese fue el primer contacto con su familia. “Cuando yo era pequeña, mi mamá llamaba mucho al papá de mi hermanita; me aprendí ese número y nunca lo olvidé; cuando llegué a Medellín rezaba porque ese señor no hubiese cambiado el número”. Mientras tanto, Claudia se encontraba en combate y en un momento se quedó sola; por eso, el ejército la capturó y después la justicia se encargó de hacer el procedimiento de reinserción a la vida civil. “A mí porque me capturaron y no tenía más opción que acompañar a los soldados, pero si tuviera la oportunidad de volver a las Farc lo haría; porque no es una organización mala como la pintan los canales de televisión, lo que pasaba era que como allá no había medios de comunicación, el gobierno nos hacía ver como los malos y no era así”. El fiscal John Jairo Hernández afirma que “cuando una persona de las Farc se entregaba voluntariamente, la llevaban a una guarnición militar para interrogarla y así establecer el frente del cual procedía; luego era acogida por un

grupo de ayuda humanitaria para vincularla al proceso de reinserción civil. Posteriormente se procedía con la investigación, comenta el fiscal al explicar cómo se desarrolló el procedimiento legal de Susana. Con respecto al caso de Claudia, el fiscal Hernández dice que, al ser capturada en flagrancia, ella “debió ser presentada ante un juez de control de garantías para legalizar el procedimiento como capturada; por último, la fiscalía se encargó de imputarle cargos de acuerdo con la información que esta presentó ante ellos”. Claudia confirma que de esta manera logró reincorporarse a la vida civil una vez recibió ayuda psicológica y humanitaria por parte del Estado. Tanto Susana como Claudia surtieron sus respectivos procesos legales de reinserción civil; cada una hizo su vida. Susana en la actualidad tiene un hijo de siete años, vive con él y su marido en el norte de Medellín; terminó su bachillerato y ahora trabaja en una fábrica de arepas. Entre tanto, Claudia terminó sus estudios secundarios, procura darles una crianza adecuada a sus dos hijas pequeñas y vive con su novia hace dos años en Medellín. Ambas mujeres, ya lejos de la guerra, miran con esperanza la construcción de sus propios proyectos de vida. *Los nombres protagonistas fueron para proteger su

de las cambiados identidad.

Foto Andrés Felipe Correa Londoño


Mejoramientos de vivienda en la ciudad:

un nuevo hogar, una nueva historia

Álvaro Díaz Llano, residente de la comuna 8 de Medellín, es uno de los beneficiados de los 2428 mejoramientos de vivienda que ha ejecutado la Alcaldía de Medellín en 2018. La iniciativa pretende dignificar las condiciones de habilitabilidad en aquellas viviendas construidas en zonas de alto riesgo o que requieren de intervención debido a su deterioro.

Algunos habitantes de estos asentamientos son a veces escépticos de las iniciativas de la administración municipal, y cuando ven a los funcionarios visitando a los territorios piensan que los van a desalojar de sus hogares; sin embargo, el trabajo de estos líderes, como lo expresa Luz Marina Gómez, está centrado en velar para que las instituciones cumplan lo convenido con las comunidades y de esta manera hacer que los proyectos se ejecuten de manera concertada. “Fue un cambio progresivo increíble en el barrio, se presentaron ciertos inconvenientes durante el proceso, pero ahora estamos muy felices por contar con una vivienda nueva”, concluye. Según el Isvimed, en la ejecución del proyecto de mejoramiento de vivienda desde el 2016 se han invertido más de 97 mil millones, incluyendo lo que está proyectado para el 2018. Gracias a estos proyectos se han renovado significativamente varios sectores y barrios de la ciudad que antes estaban marginados y que hoy muestran el proceso de transformación urbana y social; el proyecto ha logrado dignificar las condiciones habitacionales de muchas familias de bajos recursos, que ahora cuentan con la tranquilidad de tener una vivienda renovada.

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Medellín, noviembre 2018

comunitarios de los barrios es importante, puesto que han servido como enlace entre la comunidad y las entidades del gobierno municipal. Luz Marina Gómez, líder comunitaria y también beneficiaria de vivienda nueva del proyecto La Herrera que ejecutó la EDU, indica: “La gente no creía que se fuera a realizar el proyecto, pensamos que era mentira, no creíamos porque nadie nos volteaba a mirar, fue un proceso muy duro, pero yo reuní la gente y les fui contando lo que se iba a hacer”.



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