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REVISTA DE FERIA 1999
230 Por Ana María Montero Pedrera
Luis Amigó y Ferrer. Fundador de los Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores. Sus primeros intentos de expansión.
Nació en Masamagrell (Valencia) el 17 de octubre de 1854, realizó estudios de”Humanidades y Filosofia” en el Seminario Metropolitano de Valencia. En 1874 se trasladó a Bayona (Francia) donde tomó el hábito de los capuchinos; poco después regresó a nuestro país (1877) y fue destinado a la comunidad de Antequera donde se ordenó sacerdote. En 1879 fue enviado al convento de Montehano (Santoña), allí, entre otros cometidos, visitó en el penal de Santander a “los encarcelados, hablando a cada uno, catequizándolos, confesándolos y ganando el afecto de todos‘’1. Quizá aquí concibió la idea de fundar “una congregación destinada a proponer métodos más humanos y evangélicos a la rehabilitación de los delincuentes, sobre todo de los menores”2 . En 1881, por motivos de salud regresa a Masamagrell como vicemaestro de novicios y comenzó la redacción de las constituciones que darían lugar a la Congregación de Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia, destinada a la protección de las niñas y jóvenes y asistir a los enfermos (1885). También por estas fechas tomará cuerpo la fundación de una “Congregación de Religiosos Terciarios que se dedicasen en los penales a los cuidados y moralización de los presos… /empezó/ a redactar unas constituciones que corresponden al fin indicado. Pero asunto de tanta trascendencia no pudo /1885/ realizarse”; por fin hacia 1887-1888 se dedicó a escribir las Constituciones y escogió como sede de la futura congregación la “Cartuja del Puig”. Al año siguiente el Padre General de los Capuchinos autoriza la nueva congregación y los cinco primeros frailes reciben el hábito el 19-mayo-1888. El Padre Amigó demostró también un gran interés por la formación cristiana de la infancia; para ello creó las Escuelas Católicas y el Colegio San Francisco de Asís en la diócesis de Solsona donde fue Obispo. Potenció las Escuelas Parroquiales regentadas por sacerdotes y finalmente propuso asegurar lo más posible la enseñanza católica. En un período en que se advierte en el país un progresivo desarrollo de la 230