OTELO, Una tragedia

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OTELO Una tragedia A partir de

OTHELLO, THE MOOR OF VENICE de William Shakespeare por Alberto Wainer


Alberto Wainer

OTELO. Una tragedia A partir de OTHELLO, THE MOOR OF VENICE de William Shakespeare

por Alberto Wainer FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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Alberto Wainer

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Nació en Zárate (Buenos Aires) en 1939. Formado con A. Alezzo, Heddy Crilla, Lee Strasberg, D. De Facio (París), D. Raftler (Madrid) entre otros, inicia su vinculación con el mundo teatral en 1956, no sólo como director sino también como autor, formador, investigador y crítico literario. En 1977 se radica en España y funda y dirige el Teatro Estudio de Madrid. En 1994 regresa a la Argentina. Desde 1996 se desempeña como Asesor Literario del Teatro Nacional Cervantes.

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Agradecimiento

La Fundación Shakespeare Argentina agradece a Alberto Wainer la autorización para reproducir aquí su dramaturgia Otelo, una tragedia. A partir de Othello, The moor of Venice de William Shakespeare.

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Olvidar a Shakespeare para encontrarse con él

Shakespeare —y después de Jan Kott parece casi una obviedad decirlo— es como el mundo y como la vida, cada época encuentra en él lo que busca y lo que quiere ver, pero, para comprobar aquello de que sigue siendo contemporáneo nuestro, es necesario rescatarlo de todas esas traducciones que, a veces, hasta por prurito de literalidad, lo traicionan y, a partir de una idea poética central, redescubrirlo jugando libremente como él hizo con los tiempos, los espacios y, sobre todo, asumiendo la provocación de su lenguaje. Éste no es, entonces, el "Otelo" de Shakespeare, es "Otelo. Una tragedia ", lo que presume infinitos Otelos e infinitas tragedias posibles que, como el "Un Macbeth”, de Orson Welles, el "Coriolano ", de Brecht y el "Lear" de Edward Bond, por citar unos pocos ejemplos, nacen, se bifurcan y se confrontan con su genial modelo.

Quise también que la obra tuviera un nítido trasfondo histórico. No me satisface la explicación de que Venecia y Chipre son, en Otelo, tan arbitrarios como la Dinamarca de Hamlet y que el Theatrum Mundi de Shakespeare, es espacialmente abstracto y temporalmente a-histórico. Creo que a este conflicto de clases y de razas, a esta tragedia política, lo estimula la precisión de su escenario, esa República Veneciana que constituyó uno de los ejemplos más perfectos de oligarquía que conoce la historia. Nunca tanto poder estuvo en manos de tan pocos: una aristocracia de comerciantes sutiles, refinados y tortuosos que disponía ya —y la lógica de Yago no se entiende sin esa precisión— del discurso político moderno.

Hay en mi versión, en su impulso quiero decir, un poco de Proust y Rilke, algo de Thomas Mann y de los Boito (Arrigo, el libretista de Verdi, y su hermano Camillo, el novelista de "Senso"), mucho del Shakespeare de los "sonetos", y el FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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espíritu, aunque no las palabras de aquel Oscar Wilde que nos decía que "todos, todos los hombres matan aquello que más aman".

Creo necesario aclarar que este texto fue escrito para la radio. El desafío consistía en no resignar teatralidad, pretendía –y entiendo que pueda sonar muy pretencioso- lograr todas las sugerencias y figuraciones de un espectáculo invisible. Si bien la visión está excluida de la radio –decía Bertolt Brecht- ello no significa que no se vea nada sino al contrario: se ven una infinidad de cosas, tantas como se quiera ver o- decimos nosotros- como el artista sea capaz de convocar y transmitir cuando la palabra queda desnuda ante el micrófono, tal como es, en su verdadero valor, sin maquillajes, ni decorados, con la ayuda, eso sí, de todo un universo de sonidos.

La sorpresa agradable resultó cuando, poco después de su estreno radial, tuve la oportunidad de ponerla en un escenario y ni la contundente fisicidad de los actores, ni la dinámica de las acciones, opacaron la música.

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OTELO. Una tragedia A partir de “OTHELLO, THE MOOR OF VENICE” de William Shakespeare, por Alberto Wainer FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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NARRADOR: Dedalo de callejas y canales, de tejados y arrabales misteriosos sobrevolada de puentes, con su telón esfumado de arquitecturas extravagantes en la campana oscura de la noche. Casi un espejismo que flota sobre las aguas de la laguna, entre nieblas cenizas, Venecia es un capricho que nadie pudo haber urdido desde la razón y es, a la vez, suprema paradoja, el corazón de un imperio marítimo, Cada año El Dux, revestido de oro, arroja al mar un anillo regalo del Pontífice romano y dice: “Te desposamos, Oh mar, como prueba de perpetuo dominio” y así El Adriático es el “Mare Veneziano”, desde Corfú hasta el Po. Ahora, furtivamente, se ha celebrado otra boda: blanca y hermosa la novia, hija de un senador de la República, el fruto más perfecto de la restringida nobleza de comerciantes pérfidos y sutiles, cuyo poder se expande casi desde el origen; el novio: un valiente guerrero africano de piel oscura y ánimo exaltado. Habitación en Casa de Otelo: Guardados en su abrazo, Desdémona y Otelo escuchan las campas de San Marco que dan la medianoche y, enseguida, como un eco, el vuelo de un ave nocturna en el cielo abrumado, fuera del apretado círculo de su amor, y él, satisfecho, susurra al oído de la novia... OTELO- Si, tu patria es hermosa amada MIA, ahora estás, por fin, entre mis brazos, y para siempre. Entonces la miro a ella y recuerdo lo que pensé la primera vez que te vi a ti: que si cerraba los ojos no ibas a estar, cuando volviera a abrirlos. Venecia ¡tanta es su belleza! parece también una ilusión de lo sentidos, sin embargo, te lo juro, si no fuera por ti, por mi amor hacia ti, jamás la serviría. Yo desciendo de reyes, de dinastías anteriores a sus leones de piedra, y mi espíritu no se somete...es libre, orgulloso y errabundo. DESDEMONA- Si, no fue el cortesano el que me arrastró a su lecho. OTELO- No, no fue el cortesano. ¿Pero ella, la delicada figurita de cristallo, que escondía en su corazón? la obsidiana volcánica, la burbuja primitiva que espera a quien la sople, la salvaje... DESDEMONA- Fui conquistada por un soldado del color de la noche y por sus historias de caníbales que se comen los unos a los otros, de pueblos que llevan sus cabezas debajo de los hombros, con que avidez bebí el relato de tus viajes, de tus guerras, de tus paisajes excesivos, y cuanto lloré por el niño desventurado, por el naufrago y por el esclavo... OTELO- No, no tiene la Serenísima República oro suficiente para retenerme, ni lo necesita, porque te tiene a ti, mi esposa, y entonces soy su siervo... GOLPES DESDEMONA- ¡Dios mío! ¿ya fue descubierta nuestra fuga? FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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(LOS GOLPES SE REPITEN) ...Tengo miedo amor mío... OTELO- ¡ Que alguien intente arrancarte de mis brazos! DESDEMONA- Mi padre es poderoso y tiene más aliados que el mismo Dux. Va a pedirle el divorcio al Senado, invocará las leyes, y si no lo consigue...¡ay!...te destruirá de cualquier modo... OTELO- Mal hará en intentarlo...¿no han de poder contra él los servicios que tengo hecho a la República? (LOS GOLPES ARRECIAN) ¿Quién llama así a mi puerta! ¡que conteste! LA VOZ DE CASIO- ¡General!. El Dux me manda que te salude, y que te informe que te espera con la mayor urgencia! OTELO- ¡Mi buen Casio!... ¿qué ocurre amigo mío? ¿porqué a esta hora avanzada y con tanta urgencia? LA VOZ DE CASIO- Hay noticias de Chipre y el peligro es muy grande. El Dux y su consejo se reunirán en el mayor secreto y dependen más que nunca de tu auxilio... OTELO – (A DESDEMONA) ¿Escuchaste mi amor?. ¿Quién podrá olvidar nunca esta noche? (FUERTE A CASIO) Mi Teniente... solo un segundo y vamos... CASIO- A la orden... MÚSICA

NARRADOR - Arrastrando ladridos y el eco de sus pasos, Yago, alférez de Otelo y Rodrigo, un caballero con menos linaje que fortuna atraviesan oscuros pasajes de tortuoso recorrido, y siguiendo la orilla izquierda del Gran Canal buscan, agitados y furiosos, la fachada de mármol y dorados del Palazzo BRABANZO. CRECE LA MÚSICA

RODRIGO.- ¿Debo renunciar entonces a mi amor y a mi esperanza? ...¡Basta Yago, es suficiente...basta!... YAGO: Por Dios! ¿no vas a escucharme? RODRIGO: ¿No dispusiste siempre de mi dinero como si fuera tuyo? YAGO: Claro que sí, claro que si... RODRIGO: ¿y que he ganado yo a cambio?...que tu patrón disfrute de lo que yo he pagado...¡ah!... ¡Me dijiste que lo odiabas! YAGO: Y lo odio. Vaya si lo odio... RODRIGO: ¿Entonces?... FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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YAGO: ¿No me sobran también razones para odiarlo? La gente más importante de Venecia le pidió que me hiciera su teniente. ¿o acaso merezco menos que eso? No, no.. sé lo que valgo...y sin embargo él, ciego y sordo, les dice que ya tiene a su oficial. ¿Y quien es ese oficial, Rodrigo? ... RODRIGO: Siendo así no comprendo... YAGO: (SIN DEJARSE INTERRUMPIR) ¿quién es ese oficial? ...¡Ja!..un tal Cassio. Un florentino, un mocoso bonito a punto de derretirse por una hembra y que además... ¡Dios lo libre! nunca ha pisado un campo de batalla. Eso sí: muchos libros y mucha teoría. Ese es el elegido y yo, yo que tantas veces le di mi sangre a la República ¡y Otelo bien lo sabe, fue testigo!... en Chipre, en Rodas y en muchos otros sitios de cristianos y de infieles...Yo...yo seré su inferior...¿quién puede imaginar tal disparate? El mocosito teniente del Moro y yo...yo sólo su alférez... RODRIGO:...a mi lo que me gustaría es ser su verdugo. YAGO. ¿Cómo, entonces, no voy a odiarlo? RODRIGO: Pero te obstinas en continuar a su servicio... YAGO: ¿Y que remedio me queda?...no, no tengo el temperamento de un criado, ni su sumisión ni su fidelidad, no me resigno a llegar a viejo como bestia de carga para después ser sacrificado, pero como no puedo ser el amo ¿qué otro remedio me queda que ajustarme bien la máscara del esclavo sumiso y servirle? Pero no por deber, no por afecto o agradecimiento ¡bien lo sabe Dios!, sino para mejor servirme a mi mismo. ¡Ah!...Si yo fuera Otelo con gusto me privaría de mi Yago. ¡Basta! ¡que mi rostro nunca refleje los pensamientos de mi alma! RODRIGO: ¿Y tendré que resignarme a que la tenga ese demonio negro de labios gruesos? YAGO: Concéntrate en el moro, envenena su dicha, ahoga en ti la compasión, amotina en su contra al padre y a los parientes de la muchacha!..haz que su paraíso le resulte, finalmente más cruel y pavoroso que el infierno! RODRIGO.- Aquí está la casa del padre de Desdémona YAGO: lDespiértalo! RODRIGO: ¿Cómo? YAGO: A gritos. Vamos ¿qué esperas? ¡grita! RODRIGO: (GRITA) ¡Eh!¡Brabanzo... YAGO: ¡Más fuerte! RODRIGO: (GRITA) ¡ Señor Brabanzo...! YAGO: ¡Mucho más fuerte!...que suene como un aullido, como el aviso de que toda la ciudad de Venecia es pasto de las llamas ! FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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RODRIGO.- ¡Señor Brabanzo! ¡Ladrones! ¡Ladrones! YAGO- Aprovechando las sombras me sumo al coro (GRITA) ¡Se llevan tu casa, se llevan tu hija, se llevan tu dinero! LOS DOS- ¡Ladrones! ¡Ladrones!

(TODA LA CASA SE ALBOROTA. SE ABREN Y CIERRAN PUERTAS Y VENTANAS. MURMULLOS, EXCLAMACIONES, QUE POCO A POCO SE ORGANIZAN Y ACERCAN)

YAGO: ¡Bien Rodrigo!...y ahora me voy. No me conviene exhibir mi odio. Además, reconozcámoslo: La República lo necesita si no quiere privarse de su joya...¿hay otro de su talla para evitar que se pierda Chipre? Entonces, paciencia, a fingirme su devoto...Adiós entonces.

Sale YAGO, estrepitosamente irrumpe BRABANZO seguido por su servidumbre BRABANZO.- ¿Qué son esos gritos terribles? ¿Qué sucede? RODRIGO.- Signiore, ¿está en casa toda tu familia? ¿están cerradas puertas y ventanas? BRABANZO.- ¿Por qué me lo preguntas? RODRIGO .- ¡Porque te han robado! BRABANZO_ ¿a mí?, ¡por Dios! ¿y qué me robaron? RODRIGO- Por lo menos la mitad del alma. BRABANZO: ¿Pero que dice este loco? VOCES DE VECINOS Y SIRVIENTES- Si ¿qué dice? - ¿la mitad de su alma? - Que hable claro... RODRIGO- En este mismo instante un macho cabrío negro y feo está topetando a tu blanca corderita... BRABANZO- ¿Pero cómo se atreve? RODRIGO: Señor ¿es que no me conoces?...Soy Rodrigo. BRABANZO: ¡Ah insolente!...ahora entiendo. ¿No te prohibí que pasarás delante de mi puerta?... RODRIGO- ¡Pero señor! BRABANZO: Te he dicho y lo repito que no te doy a mi hija. RODRIGO: Rápido ciudadanos, ayudemos a este pobre hombre, antes de que el diablo de carbón lo convierta en abuelo! VOCES- ¡Que atrevimiento! ¿lo han escuchado? FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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UNO-Está borracho y viene a alborotar. BRABANZO- Si, juntó valor en la taberna para turbar mi sueño!...pero va a encontrar lo que se está buscando...o yo no soy uno de los diez de la República.. RODRIGO: (LASTIMERO) Respetable signore...me acerco a vos con la mejor intención y .. para ayudarte y ¿que recibo en pago? ¡Amenazas! BRABANZO- ¿Y que es eso de un robo? ... Estamos en Venecia, no en un despoblado... RODRIGO- ¿Vas a dejar que monte a tu hija un semental berberisco para que una manada de potrillos arrullan tu vejez con sus relinchos? .. VOCES- ¡Que atrevido! -¿vas a permitir eso Brabanzo? -Hay que darle su merecido... BRABANZO- ¡Caro te va a costar eso, Rodrigo! RODRIGO- Entonces me disculpo. Si Desdémona tenía tu permiso para entregarse al moro, me disculpo... ESTALLIDO DE INDIGNACIÓN BRABANZO- ¡Al insolente! RODRIGO- ¡Alto! UNA VOZ- ¡Que alto ni alto!... OTRA - Hay que darle su merecido... RODRIGO- Me disculpo...me disculpo... EL VOCERIO DECRECE RODRIGO- Me disculpo. (SILENCIO). Si la muchacha contaba con la bendición paterna para saciar la lujuria del Moro con sus belleza, su linaje y su fortuna. Repito: me disculpo. (SOBRE EL VOCERIO QUE HA VUELTO A ESTALLAR PERO QUE POCO A POCO VA CEDIENDO) También me disculpo, Brabanzo, si encuentras a tu hija durmiendo o rezando, en su habitación o en cualquiera otra parte de la casa....(ULTIMO ATISBO DE CONTESTACIÓN) Si la encuentras allí donde tendría que estar a esta hora de la noche, no solo me disculparé, también sellaré mi boca, pediré que se me tenga para siempre por un difamador y que se me castigue con mayor crueldad que la exigida por las layes!.. APENAS UN MURMULLO. SILENCIO ¿y, BRABANZO? BRABANZO- (SUBITAMENTE, FUERTES ORDENES) ¡Luces! ¡luces!... ¡despierten todos! ¿que es esta pesadilla? ¡arriba parientes y vecinos! FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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¡ ¡despiértate Venecia! ¡ay, que negra traición!...Que no quede un rincón sin revisar, que no quede sin abrirse ninguna puerta ...¡tengo autoridad para derribarlas todas!...¡luces, luces...a buscar, a buscar! (RUIDO DE MULTITUD, ORDENES, ESTREPITO)

NARRADOR: Y el Señor Brabanzo, sus sirvientes, sus parientes, sus vecinos, se convierten en una correntada furiosa que se derrama por todos los estancias de la Casa, arrastra, ilumina y alborota allí por donde pasa, a ella contribuyen curiosos, rateros, y alegres trasnochadores que aprovechan la diversión inesperada. Nada en Palacio permanece oculto, limpio, a salvo...

BRABANZO- (SOLLOZA) Oh hija...hija, hijita MIA!...(FURIOSO) ¡Ay bestia inmunda...¿donde escondes a mi hija? ¿donde? ¿Es verdad, Rodrigo, que me la ha robado el Moro?...¿Conque hechizos?...¿qué padre se atreverá desde hoy a confiar en sus hijas aunque parezcan lirios virginales?...atrápenlos...¡a los dos!...traigan armas y despierten a todos los oficiales, Vamos, vamos.. ¡a palacio! ¡a palacio!... Que el Dogo y su consejo asuman como propia mi vergüenza...porque si este crimen queda sin castigo ¿que razón hay para que esclavos o paganos no sean nuestros amos o para que La República no se hunda en el mar?... LA MULTITUD- ¡Vamos!, vamos, ¡a Palacio! ¡ a Palacio!

NARRADOR: El Palacio Ducal en la Piazza San Marco. Otelo, seguido de sus hombres, cruza la Porta della Carta y atraviesa el Patio de los Senadores que, sin que importe la hora, hierve como un hormiguero. Hay inquietud, temores, los venerables patricios lo envuelven y apremian y cuando él se abre paso y encara resuelto la Escalera de los Gigantes en dirección a la Sala del Consejo Mayo, lo siguen como una estela. SENADORES - ¿Y tu que piensas, Moro? - ¿A que rumor hay que dar crédito? -Las noticias se contradicen... -Tienes ya órdenes... -No, no las dio el Consejo... -¿El Concejo? ¿Cuál consejo? -El de los diez, por supuesto... -Pero si el Dux ha convocado al Concejo Mayor ¿No es así Otelo? -Los turcos navegan hacia Rodas... FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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-No, hacia Chipre... -¿Que crees Otelo? -Se habla de cien, de ciento siete y de doscientas naves... -Para no crear alarma, la mitad de un millar, calculando por lo bajo... -¡Venecia está perdida! -¿Acaso Venecia no tiene a Otelo! UNA VOZ DESTACADA- Otelo, el Consejo espera... OTRA- (IMPERATIVA) Paso, paso... VOCES- ¡Viva Venecia! ¡Viva el Dux! ¡Viva Otelo!

NARRADOR: Sala del Consejo Mayor. El Dux y sus consejeros asisten, impacientes a la entrada de Otello y sus oficiales. Desde el friso que rodea la parte superior de los muros, asoman las sombrías imágenes de los primeros Dogos. Solo falta la de Marino Faliero, el traidor que intentó limitar el poder de las 297 familias del libro de oro, y por tal razón fue decapitado a la entrada del Palacio, en el lugar mismo en que había jurado lealtad a la República.

DUX- Valiente Otelo, bienvenido. Nuevamente te necesita la República ... OTELO- Mi corazón siempre está dispuesto para servirla, señor...¿cuáles son las noticias? UN SENADOR- Se ha notificado a este Consejo que los turcos navegan hacia Rodas. DUX- ¿Qué piensas de eso, Otelo? OTELO- Que se trata de algún ardid para engañarnos. Chipre es la verdadera joya y, encima, es más sencillo hacerse de ella... SENADOR 2°- Sin embargo se han reforzado en Rodas... OTELO- Chipre es más importante y esta, además, enteramente desguarnecida... SENADOR 3° - No lo creo así. Mis noticias son frescas y, como me lo temía, el turco está frente a Rodas. No caben dudas, ni vacilaciones... OTELO- ¡Bajo mi responsabilidad, señor! No hagamos lo que el enemigo nos propone...

GRAN DESORDEN. ENTRE UN VOCERIO SE DESTACA LA VOZ DE BRABANZO BRABANZO: ¡infame! ¡ladrón!.¿Dónde tienes a mi hija? ESCÁNDALO DUX - ¿Quién escandaliza así? FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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UN SENADOR- Es Brabanzo... EL NOMBRE ES MURMURADO Y REPETIDO DUX - ¿Brabanzo?...¿pero qué ocurre amigo mío?. Esta noche echábamos en falta tu consejo... BRABANZO- Más me faltaba a mí el tuyo...ay hija mía, desdichada, DUX Y VARIOS SENADORES- ¿Ha muerto? BRAVANZA- ¡Sí, para mí!. La pervirtieron y me la robaron con brujerías... DUX- Sea quien sea el culpable, aun mi propio hijo, sufrirá la ley en su aplicación más sangrienta...¡te lo juro Brabanzo! BRABANZO- Gracias Señor, aquí está el hombre. Es ese moro, a quien ahora, parece, recibes por asuntos de Estado. ESTUPOR, DESPUÉS SILENCIO. DUX- ¿Qué contestas, General? OTELO- Que, en efecto, yo me llevé a Desdémona de la casa de su padre. EXCITACIÓN DUX- ¿Y que otra cosa? ¿qué puedes argumentar en tu defensa? BRABANZO- ¿En su defensa? ¡Nada! OTELO- ¿En mi defensa?...pobre es mi lenguaje, conozco menos al mundo que a las armas. Puedo decir que he robado a la hija de ese hombre y que me he casado con ella...y que la amo. Ese es mi delito, mi sentimiento, y mi defensa. CONSEJEROS- ¿Y ella? -Contesta, Otelo. -¿Corresponde Desdémona a tu amor o, como dice Brabanzo, te apropiaste de su alma con magia negra? OTELO- ¡Que conteste mi esposa! VARIOS- Si, si. DUX- llamen a Desdémona y que responda. BRABANZO- ¡Enamorarse ella de un brujo de carbón a quien, cuando se lo mostré , tenía miedo de mirar! Eso, Senadores, es perverso y contranatura Insisto que le sorbió la voluntad con algún brebaje del infierno. DUX- Que busquen a Desdémona he ordenado ... quiero escuchar esta historia por su boca... SENADOR 3°- ¡Llegan noticias de ultramar! VOCES- ¡Silencio! ¡Silencio!...escuchemos. SE VA HACIENDO EL SILENCIO. MENSAJERO – Te traigo señor estos documentos... FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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DUX- (TRAS UN TIEMPO DE LECTURA) No se engañaba Otelo. La flota turca ha cambiado de rumbo. Ahora navega a Chipre con manifiesto propósito de atracarla... EXCITACIÓN CRECIENTE UNA VOZ- Tal como lo predijo el Moro. VARIOS- ¡Viva Otelo! ¡Viva! BRABANZO- ¿Cómo no iba a saberlo el brujo negro? ...¡se lo contó su amo, Satanás!... DUX- ¿Basta Brabanzo!...las conjeturas no son pruebas...¡No estemos ociosos mientras el turco nos arrebata Chipre! VOCES DE APROBACIÓN BRABANZO- (IRACUNDO) ¿Quiere decir entonces que ustedes... el Senado... los Consejeros...mis iguales....? UNA VOZ- Aquí llega Desdémona...la trae Emilia, la esposa de Yago, el alférez del Moro... EMILIO- Aquí está mi Señora. BRABANZO- ¡Mi hija! OTELO- Mi esposa... DUX- Oigámosla... BRABANZO- Si, oigámosla. Y si confiesa que ama al Moro, que caiga sobre mi la maldición del cielo!. (A DESDEMANA) A ver, hijita...y medita muy bien tu respuesta. Entre quienes estamos aquí, congregados, ¿a quien debes obediencia? DESDEMONA- ¿ Vos me lo preguntas señor?¿A quien debo el ser y la educación?... MURMULLOS ADMIRADOS BRABANZO – (FELIZ) ¡Hija!..¡hijita mía! DESDEMONA- ¿No es mi obligación , entonces, en agradecimiento respetarte y obedecerte como hija... BRABANZO- (EXULTANTE) ¿No lo decía yo? CRECE LA EXCITACIÓN DESDEMONA- Pero aquí también veo a mi esposo y entonces te pregunto ¿no antepuso mi madre el respeto a su esposo al de su padre cuando se casó contigo?...¿y está mal que en esto tome yo ejemplo de mi madre? (VUELVE A CRECER LA ADMIRACIÓN) Declaro entonces: Otelo es mi esposo y mi señor. A él entonces, antes que a ningún otro debo mi obediencia. ESTALLIDO ADMIRATIVO FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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BRABANZO – ¡Que Dios te ayude!. Escucha Otelo: si ya no la tuvieras te la daría ahora de todo corazón. ¡No tengo más hijos y, por Dios, que me alegro! DUX.- ¡Valor Brabanzo! ¿de que sirven las quejas cuando ya no hay remedio?. Ríete y algo le robarás al que te roba. BRABANZO- Entonces que el turco nos arrebate Chipre; no perderemos nada, mientras podamos reírnos DUX- Te lo ruego humildemente, Consejero, ocupémonos de los asuntos del Estado. El turco navega rumbo a Chipre bien pertrechado. Otelo, nadie conoce esa plaza como tú. Lamento interrumpir los festejos de tu boda, pero debo ordenarte que partas esta misma noche y que nos conserves Chipre, nuestra joya más amada. OTELO - Asumo entonces el deber de la victoria. Solo pido que, en mi ausencia, disponga mi esposa de vivienda y de algunos sirvientes... DUX - Puede esperarte con su padre, si él lo consiente... BRABANZO - No, no lo consiento. OTELO - Ni yo. DESDEMONA - Tampoco yo ¿conque derecho infligirle mi presencia?. Ahora...si se me permite expresar mi deseo... DUX - ¿Qué deseas, Desdémona?... DESDEMONA - Estar siempre al lado de mi esposo, en la paz y en la guerra.... Quiero partir con él... DUX - Pero eso es insensato...¿no comprendes señora los peligros a los que te expone tu pedido? DESDEMONA - ¿Porque entonces, señor, mi corazón eligió de manera tan poco sosegada? OTELO - Concédaselo el honorable Senado, ¡y si alguien piensa que por ella he de olvidar mi deber, ablandarme en la lujuria o sustraerme al riesgo, que se atreva a decírmelo! DUX - Esta misma noche deben zarpar tus barcos... OTELO – Zarparán. DUX - Ante el León alado yo proclamo que Otelo desde ahora gobierna nuestra Isla de Chipre... VOCES - ¡Viva la República Serenísima! - ¡Viva el Dux y su Consejo!. - ¡Viva Otelo! TOQUE DE TROMPETAS YAGO - A eso llamo yo subir de prisa... FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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BRABANZO - Bienvenido, Moro, a la familia...pero no te relajes ni dejes de vigilar ni un solo instante. Ella traicionó a su padre...¿que te hace pensar que no va a traicionarte? (RISA LLENA DE DOLOR Y DE CRUELDAD) OTELO- Con mi vida respondo de su fidelidad. Yago, te confío a Desdémona, que tu mujer se encargue de la mía mientras yo recibo insignias y despachos...Ve, hermosa mía... DESDEMONA - Si. Tuya, solo tuya. Vamos, Emilia... EMILIA - Vamos señora... OTELO- Salgo con Casio y te espero Yago. YAGO - Ya le sigo... OTELO SE RETIRA ENTRE ACLAMACIONES RODRIGO - ¿Y en cuanto a mi...?¿que se supone que haga? YAGO - Por ahora acuéstate y descansa. RODRIGO - Mejor me tiro de cabeza al mar. YAGO - ¡Que vergüenza Rodrigo!...Mejor junta todo tu dinero y ven con nosotros a la guerra. Si. Junta todo tu dinero ¿no es Desdémona una hembra joven y caliente? ¿Cuanto tiempo piensas que le va a alcanzar con su negro?.. Si empezó con tanto ruido tiene que terminar aún con más estrépito. No te ahogues ni te vuelvas loco...en todo caso que te ahorquen después de haberla tenido. Conjurémonos los dos para vengarnos. Recoge todo tu dinero y confía en tu amigo... RODRIGO - ¿Adonde nos veremos? YAGO - Ya embarcados. RODRIGO - Está bien. Que así sea. YAGO - Rodrigo, un momento, Rodrigo... RODRIGO - ¿sí? YAGO- No lo olvides. Junta todo, todo tu dinero...(UN TIEMPO. MIENTRAS SE ALEJA RODRIGO) Este idiota va a ser mi tesorero. ¿Que sigue ahora?. Hay tiempo, Yago, hay tiempo. Pero, veamos: Casio es hermoso, Otelo crédulo, y Desdémona...¡si, ese es el plan, simple, bello y monstruoso...lo ha dado a luz el infierno! MUSICA SOMBRIA

NARRADOR - La flota que comanda Otelo vence al turco y eso afirma el dominio de la República Serenísima sobre el Mediterráneo. En el ocaso del día de la victoria, el Puerto de Famagusta en la Isla de Chipre se recorta, entre gaviotas, sobre un cielo rojo. Va cediendo la actividad febril contigua a la FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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batalla y los soldados que sienten en la piel la sensualidad de la supervivencia , se arrancan de la memoria a los muertos, alardean de hazañas, beben y se entregan a la más exaltada camaradería.

GUITARRAS Y LA VOZ DE ANTONIO QUE CANTA O RECITA: La noche es una loca desatada que se desnuda en las tabernas sobre las mesas y se abraza a la cintura de los poetas y los marineros

Hija misteriosa de una puta y de un borracho de los perros que ladran infatigables a la luna ¡oh la luna! con ella me acuesto todas las madrugadas.

Oh noche cálida y espesa dulce noche arrancaré del cielo el lucero del alba te robaré del cielo y escaparé contigo

RISAS, BRAVOS Y APLAUSOS ENTUSIASTAS QUE SON INTERRUMPIDOS POR UN REDOBLE PREGONERO - En vista de la destrucción total de la flota turca, nuestro general y gobernador dispone que todos se alegren y la celebren, bailando y encendiendo hogueras o del modo que cada uno entienda que mejor manifiesta su regocijo. Además, el venturoso final de la guerra le permite celebrar su matrimonio y ruega a todos que se alegren con él. Esto es lo que se me ordena pregonar y que las puertas del castillo estarán abiertas desde esta hora hasta

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la campanada de la medianoche. ¡Dios guarde a Venecia, a Chipre y a Otelo, nuestro noble Gobernador. REDOBLE DE CIERRE YAGO - Y bien Rodrigo, recién ahora empieza nuestra guerra... Voy al encuentro de tu rival, de Cassio... RODRIGO - ¿Mi rival? ...ella es virtuosa. YAGO -...ella es pura lujuria, ¡Calla y déjate guiar! ¿no observaste su ardor cuando miraba al moro? Pero, ya saciada, esa misma mirada descubrirá en su cama a un incubo sombrío, se enojará primero, después lo odiará, y por fin, buscará otro fuego en el que calentarse. Así, su lascivia la arrojará a los brazos de ese teniente tan decorativo y cuanto Otelo descubra que le ponen los cuernos ¿que crees que ocurrirá?... RODRIGO - Haré todo lo que exijan las circunstancias... YAGO Vete rápido entonces y espera donde sabes, no adelantemos tu encuentro con Cassio, que precisamente se acerca.... SALE RODRIGO, ENTRA CASIO YAGO - Casio, te buscaba...¿pero en que lecho hallarte? CASSIO - Exageras... YAGO - ¿Turca o veneciana? CASIO - ¿Porqué no turca y veneciana? (RIEN) Iba a tu encuentro... YAGO - Tenemos por lo menos una hora, el General se deshizo rápido de nosotros, y lo entiendo, no ha dispuesto de mucho tiempo para disfrutar de su esposa...¿y no te parece que ella es muy disfrutable ,,,? CASSIO - Es hermosa. YAGO - Y traviesa ... CASIO - Es alegre, sí... YAGO - ¡Y cómo mira! CASIO - Si, tiene ojos muy bonitos... YAGO - Muy bonitos sí...y provocadores... CASIO - Pero llenos de castidad... YAGO - Claro, pero cuando se ríe, o cuando habla... CASIO - Toda ella es agradable YAGO - En su boca cada palabra parece una invitación...¡bendita sea esta boda!, ¡vamos, Casio, que disfruten y nosotros vaciemos un tonel de vino de Chipre a su salud! CASIO - Lo siento amigo, mi cabeza no resiste el vino... YAGO - Una botella, solo una botella... FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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CASIO - La miro y me emborracho.. YAGO - Una copa entonces, de las otras me ocupo yo. Es noche de alegría y harás feliz a un amigo

NARRADOR - Desde la habitación, en la alta torre de recia planta cuadrada del Castillo-Fortaleza, el General y su esposa contemplan a la multitud excitada que se entrecruza en el puente, sobre el foso, bajo el rastrillo, penetra las defensas del Castillo, ocupa rumorosa la plaza de armas y se extiende, en, sentido contrario, por la playa encendida de hogueras hacia el cabo rocoso. Trepan músicas, voces, carcajadas. Sobre un fondo de claro horizonte nocturno el recorte sombrío de los despojos del combate y en el Puerto, gallarda, la Nave capitana. LA VOZ DE ANTONIO (Que llega muy suave) Oh noche cálida y espesa dulce noche arrancaré del cielo el lucero del alba te robaré del cielo y escaparé contigo.

OTELO - ... Mi febril corazón se aplaca en este abrazo y se serena...cuan dulcemente nos mece la música que ha viajado a través de las hogueras... ¡pero vuelva a arder la guerra y que se hunda el mundo si a su estruendo sigue este inmenso amor!... DESDEMONA - ¿Te acuerdas?...tu me hablabas de las fieras batallas, del dolor, de la muerte...yo te escuchaba con el alma arrebatada por el horror y el deseo... OTELO - Mi palabras embellecían a tus ojos con lágrimas, a tus labios con suspiros, y sobre mis desventuras refulgían la gloria y la felicidad... Me amaste por mis sufrimientos y yo te amé por tu piedad...¡ah!...¡que venga ahora la muerte y nos tome en este abrazo!.... DESDEMONA - No, no...que el amor sea eterno... OTELO - Temo que no haya en mi futuro otro instante tan perfecto...Un beso, dame un beso...(SE BESAN)...y otro...y otro..(VUELVEN A BESARSE) Vamos Desdémona, confundámonos entre el gentío...Ven, vamos hasta el mar...Venus está brillando...

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NARRADOR: Plaza de armas, multitud, cantos, gritos, algarabía

ANTONIO – (CANTA O RECITA YLA MÚSICA LO ACOMPAÑA) Amigo terminó la batalla y estás vivo. ¡celébralo y bebe pero no te ilusiones! estás sujeto al capricho de un ángel pero ¿qué más quieres? por esta vez el ángel te sonrió.

No hay pronto No hay mañana Solo hay hoy Para gozar de la vida Y del amor Dulce embriaguez De noche, de sexo De alegría Rojo es el vino rojos son tus labios rojos como el vino ávido estoy de besos y de alcohol Amigo Si, se alejó la muerte Celébralo y bebe No, no dejes de beber hasta que Vuelva Hasta que vuelva y te mire fijo.

CASIO – Me gustó esa canción, Gracias Antonio YAGO - Si, gracias cantor. ¡Vino!, más vino para mis amigos! FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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CASIO- ¡Pero esa canción tuya me gusta más Yago querido! YAGO - No te prives entonces de ella, ¡a tu salud Casio!..Todos a uno, compañeros de juerga...¡vaciar la copa! VARIOS- A la una: Que el soldado es mortal! - A las dos: y tiene que beber hasta el final! - Hasta el final...¡y adentro! (BEBEN) CASIO - ¿Quién habla del final?....Unos se salvarán y otros se condenarán... YAGO - Eso si que es cierto. CASIO- Y, con todo respeto, yo creo que me salvaré... YAGO - Y yo... CASIO- Claro que si, pero la lógica más elemental no indica que primero me debo salvar yo?...porque, vamos...vamos a ver...¿no debe ir antes el teniente que el alférez? VARIOS- Si, - ...Eso es verdad - ¡Que bien se expresa! CASIO – Miren, aquí está mi alférez, ésta es mi mano derecha, esta otra, en cambio es mi mano izquierda RODRIGO – Clarito como el agua. CASIO- Por la sangre de Cristo...¡Chipre es un barco!...Toda la isla se mueve y baila...y mi cabeza gira, gira, gira... YAGO- Ya está, Rodrigo... CASIO- (FUERTE Y AGUARDENTOSO)¡Mírenme todos dentro del alma! YAGO- ¡Si, si, miremos todos dentro del alma de Casio! CASIO- No temo a la verdad...y bebo. ¡Salud! YAGO – Amén CASIO – No temo a la verdad..¡Mírenme dentro del alma! YAGO – Si a este el alcohol no le libera la violencia, no conozco a los hombres... ANTONIO – ¿Y Otelo se confía a un hombre al que el alcohol convierte en un guiñapo? YAGO- ¡A tus versos Antonio, que este ladra pero también muerde! CASIO – Que nadie piense que estoy borracho... VARIOS – Faltaba más.. - ¿pero con que razón alguien iría a pensar eso?(RISAS) YAGO – (EN VOZ BAJA) ¡Ahora o nunca!...estropeemos la luna de miel del Moro ¡provócalo Rodrigo! CASIO - ¿Y que verá el que se asome muy profundo en mi alma? FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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RODRIGO – A un borracho... CASIO - ¿Qué ha dicho? RODRIGO – Dije pero me retracto... CASIO- Y haces muy bien,... RODRIGO - ¿Para que asomarse a tu alma y asfixiarse en vapores etílicos si el borracho se divisa a simple vista... CASIO - ¡Repítelo! RODRIGO- ¡Borracho! CASIO - ¡Infame! ¡perverso! ¡te mataré! ANTONIO- No hagas locuras Casio, guarda ya la espada... CASIO – Suéltame o te dejo una señal en el rostro... ANTONIO – ¡Convendría hablar con el General! RODRIGO - ¡Borracho! ANTONIO- ¡Deténgase Teniente!...¡ay!...¡me ha herido! YAGO- (GRITA) ¿Pero que es esta locura?..(TUMULTO, CRUCE DE ARMAS, VOCES. GRITOS. YAGO LE HABLA BAJO A RODRIGO) Corre, corre Rodrigo, Corre y pide socorro!.... RODRIGO- (MIENTRAS HUYE)...¡Socorro!...¡Socorro!...que me mata..¡ya mató a Antonio!, ¡Socorro, ayuda!....(SE PIERDE EN EL TUMULTO) YAGO - ¡Orden! ¡orden!...Casio, no escapes...caminas a tu ruina... VOCES- ¡El General! ¡El general!..Otelo y su esposa...¡Paso al gobernador!.. ¡Paso! OTELO -. ¿Qué ocurre aquí?.... CASIO – Señor... OTELO- ¿Regresaron los turcos con refuerzos o nos destrozamos a nosotros mismos?... ATISVO DE ENCONTRADAS REACCIONES ¡Caro le va a costar al primero que vuelva a levantar un arma o de un solo paso! (SILENCIO) a ver Yago...¿por qué palideces?. ¿qué ocurrió aquí? YAGO- No lo se señor...desconozco la razón de esta pelea, todo estaba tranquilo...y de pronto... OTELO – Casio, te escucho.. CASIO – Nada puedo decirte... OTELO- ¿Nada?. Muy bien...¿Antonio? ANTONIO- Mis heridas no me dejan hablar...

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OTELO- ¡Por Dios!...¡A nadie le conviene que la ira me enceguezca! ¡Mis propios oficiales!. Una respuesta.... ¡ya! ¡inmediatamente alférez! ¡e infeliz, aunque sea mi hermano, quien provocó esto!...Te escucho Yago. YAGO – Me obliga duramente. Señor. Antes de faltar a mi amistad con Casio yo.. OTELO- ¡Yago!.. YAGO - ...El hombre es hombre y el más virtuoso alguna vez peca...Casio hirió a Antonio, pero juro que no era él mismo cuando lo hizo... OTELO- ¿Ah no? ¿Y quien era? YAGO- El vino que nubló su razón...¿pero no es eso atendible después de la tensión de la batalla? OTELO- La amistad que le tienes y tu buen corazón te mueven a disculparlo...lo siento Casio, sabes que lugar ocupas en mi corazón, pero ya no puedes ser mi teniente. DESDEMONA- ¡Otelo, te lo suplico! OTELO - Querida ¿qué puedo exigirle a mi tropa si sus oficiales no dan el ejemplo?...Yago, que se atiendan las heridas de Antonio. Procura también calmar los ánimos y, por Dios, no provoquemos más al cielo, bueno será que la fiesta concluya, en cuanto puedas ordena que toquen la campana. Vamos, Desdémona, busquemos un lugar donde no nos alcance el ruido de las armas.... SALEN OTELO Y DESDEMONA, COMENTARIOS YAGO- Ven Casio, caminemos... CASIO- ¡Ay! YAGO - ¿Estás herido teniente? CASIO - Si, y no hay cirujano que cure mi herida, he perdido la estima por mi mismo. YAGO- ¡Por Dios!...pensé que era más grave. En cuanto a lo del vino tenías razón, rápido se te sube a la cabeza... CASIO - ¡Embriagarme! ¡perder el juicio! YAGO - Pero advierto que con la misma rapidez te has despejado... CASIO- ¿Quien podría respetar a un oficial patético, a un borracho perdido?, Yago, ¿qué demonio habita el espíritu del vino? YAGO- Uno que puede resultar muy agradable...vamos, no seas tan severo. Claro, mejor sería que nada de esto hubiera sucedido, pero ya que pasó tratemos de arreglarlo.

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CASIO - Otelo, nunca me lo perdonará, y yo lo entiendo...¿cómo volver a confiar en alguien que en un instante pasa de hombre cuerdo a loco frenético... YAGO- Respira profundo la brisa del mar y escúchame: la mujer de quien nos gobierna, gobierna al gobernador, es una hechicera y él se somete muy feliz a su hechizo. Y es, además una hechicera buena, dulce, cariñosa...y llena de comprensión. ¿no crees que ella estaría muy feliz de componer tu amistad con su esposo? CASIO - ¿Y cómo hablarle? YAGO - Si se lo pides como...pero ¿quien soy yo para enseñarte cómo obtener algo de una mujer?, seguramente te arreglarás sin mi consejo... CASIO - ¿Y crees? YAGO - Estoy seguro. CASIO - Gracias Yago, Lo primero que haré por la mañana es rogarle a Desdémona que interceda por mi... YAGO- No dejes de hacerlo... CASIO- ¿Cómo puedo pagarte todo esto? YAGO- Bien pago estoy con tu amistad y tu confianza. Hasta mañana... CASIO- Hasta mañana Yago, otra vez: gracias. (SALE) YAGO- Ya veo tu final, tu demonio te empuja, y tu demonio soy yo. Pero lo primero es lo primero: convencer a mi esposa para que colabore con mi buena acción de la mañana,...pero si conozco a mi Emilia y con una noche por delante, eso está hecho ¿quien puede decir que no me guían las mejores intenciones?......Ah!...ya me olvidaba....(GRITA L A ORDEN) ¡La campana!...Guardia, ¡la campana!...Se acabó la fiesta... VOCERIO QUE DECRECE EN LA MEDIDA QUE. SUENA LA CAMPANA, HASTA QUE ESTA SE FUNDE CON EL EXTENDIDO REDOBLE DE TODAS LAS CAMPANAS VENECIANAS

NARRADOR - Los alados mensajeros, casi inacabada la batalla y sin que importen el tiempo y la distancia, ya derraman sobre Venecia el vino alegre de la victoria, Y la luz pulverizada de la tarde se impregna de redobles de campanas... ... VOCES -Las campanas festejan - Marcan la hora del triunfo... - ¿También las agujas del reloj de San Giacomo di Rialto? - No, ellas indican, como siempre, una hora engañosa... FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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- Toda Venecia es mascarada, ambigüedad, engaño... - Y por eso es eterna. - ¿porque tengo entonces la sensación de que va a morir en cualquier instante tragada por el agua o el aire? - Es que simula fragilidad... - Sea como sea ¡Viva el Moro! - Si, que viva, mientras sirva... MÚSICA Y CAMPANADAS DIANA MILITAR QUE DA COMIENZO A LA JORNADA, EL CAMPAMENTO DESPIERTA.

NARRADOR: Aún humeaban plateados los restos de los leños que ardieron en la fiesta y se disolvían en la noche húmeda , cuando el General abandonó Famagusta y cabalgó hasta Nicosia para ordenar la construcción de una nueva muralla circundante, de allí rápido a Keriña donde debían reforzarse las fortalezas existentes y, sin perder tiempo, de regreso a Famagusta donde la reparación de la flota lo aguardaba. Lo acompaña Yago, su Alférez en funciones de Teniente. Por su parte, Casio llegó al Castillo cuando las actividades del día se iniciaban y fue conducido por Emilia a presencia de la Gobernadora a quien, naturalmente, conmovió el corazón y de quien obtuvo, por fin, estas palabras.

DESDEMONA - Casio, créeme, he disfrutado mucho conversando contigo...y descuida, Emilia será tu testigo: no dejaré descansar a mi marido . No se librará de mi insistencia ni en la mesa ni, mucho menos, en el lecho...alégrate , amigo mío, tienes una buena abogada...

NARRADOR: La mañana que despertó radiante se ha entristecido, bajo un cielo oscuro, el mar estrecha agitado la isla , Casio saluda a las mujeres que lo han acompañado hasta el exterior de la muralla.. Otelo y Yago desde lo alto del ventoso macizo dominan ya el Castillo, y observan como Casio, monta su cabalgadura, atraviesa el foso, y se aleja con el corazón lleno de esperanzas... VIENTO OTELO - ¿No es Casio el que se aleja? YAGO- ¿Quién? ¿el que se escapa? OTELO- ¿Que se escapa? ¿Quién? FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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YAGO- Seguramente Casio no... OTELO - Y sin embargo es Casio... YAGO - No lo creo, ese hombre escapó como un ladrón al verlo... OTELO - ¿A mí?...¿crees que me reconoció a esta distancia? YAGO - no se pierden detalles de este alto ni desde la puerta ni desde el puente...¿No ve, General, como agitan los brazos y nos saludan? OTELO - Te has puesto pálido... YAGO - El viento que me golpea la cara... OTELO - Debía arrebatártela....¿que piensas Yago? YAGO- ¿Qué pienso? OTELO - Sí ...¿Que recelas? YAGO- ¿Qué recelo? OTELO- ¡Vamos Yago!...faltas a mi amistad, si no compartes conmigo, lo que te inquieta!...sea lo que sea... YAGO- ¿Lo que me inquieta Otelo? OTELO - ¿Lo que me inquieta? ¿lo que pienso? ¿lo que recelo?...¡Por Dios¡ qué...¿eres mi eco?. En el fondo de tu alma se oculta algo terrible... YAGO- Mi pensamiento está lleno de dudas, de confusión, pero no de malicia... OTELO- Descúbremelo entonces, sin zozobras. YAGO- Casio conoció a Desdémona antes que usted? OTELO- Si que la conocía.... YAGO- y....y... OTELO- (IRACUNDO) ¿Y? YAGO- ¿Y..supo de...quiero decir, antes que ella lo supiera, él.... OTELO- Lo supo todo desde el principio y fue el confidente, y el mensajero y... YAGO- ¡Juro que tengo a Casio por un hombre honrado! OTELO- ¿Que estás diciendo Yago, que estás diciendo? YAGO- ¡Ay señor!...no permita que los celos lo atrapen. Son como un monstruo de ojos verdes...¡más valdría morir: es como tener un cáncer en el alma! OTELO - (NO PUEDE CONTENER UN GRITO Y, ENSEGUIDA, AZOTA A SU CABALLO, QUE ARRANCA DISPARADO) ¡Vamos “Afaq”....¡Vamos!...(EL CABALLO PIAFANTE, SE PRECIPITA) YAGO- ¡Señor!...¡señor...¡General...(SE ARRANCA EN SU PERSECUCIÓN, SU VOZ SE PIERDE ENTRE LOS GRITOS, EL RUIDO DE LOS CASCOS Y EL VIENTO, HASTA QUE TODO SE FUNDE EN... CLARINES Y LAS VOCES QUE ANUNCIAN EL REGRESO DEL GOBERNADOR, GRAN AJETREO. FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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DESDEMONA - ¡Bienvenido esposo! OTELO- ¡Me arde la cabeza! (DESMONTA) DESDEMONA- ¡Rápido!...una copa de vino.... YAGO - ¿No escucharon a la Gobernadora? OTELO - ...aún es media mañana... DESDEMONA - Deja que te refresque... OTELO - ¿Era Casio el que hablaba contigo? DESDEMONA- ¿Ah, nos viste? EMILIA- ¿No le dije señora que desde ese alto el General nos veía? OTELO- ¿Qué, se supone que llegué antes de tiempo? EMILIA- Mi señora creía que la torre de flanqueo la ocultaba... OTELO- Si, llegué antes de tiempo y con muy poco ruido.... DESDEMONA - ¿Qué estás diciendo?... OTELO- Nada, nada... DESDEMONA -En cuanto a nuestro amigo... OTELO- ¿Nuestro amigo? DESDEMONA -Pero ¿ya has olvidado que Casio fue el aliado de nuestros amores?... él ha pecado más por cabeza loca, por bonomía, que por maldad...perdónalo. OTELO- ¡Conque ardor lo defiendes! DESDEMONA - Sí. Su dolor es tan sincero que yo lo he hecho mío. OTELO- O sea que debo perdonarlos a los dos... DESDEMONA - No te entiendo... OTELO- Ya te he dicho...me arde la cabeza... DESDEMONA- Si, e insisto, deja que te refresque con este pañuelo... OTELO- (VIOLENTO)¡Ya te he dicho que no lo necesito!... DESDEMONA - !0h lo rechazas!...¡lo has arrojado al suelo! EMILIA - Deje señora, yo recogeré el pañuelo. DESDEMONA- ¿Porque esa hostilidad? OTELO - ¡Solo!...¡quiero estar solo! ¡solo! DESDEMONA- Oh!. (LLORA Y SALE) OTELO- ¡Desdémona!, ¡Desdémona, amor mío! ¡espérame!....no, ¡vete! ¡vete! YAGO- Señor... OTELO - Esta bien. Está bien, Yago...(ALEJANDOSE) Está bien, está bien... EMILIA- ¿Adonde va? YAGO- A tragarse el mar o a que el mar lo trague. EMILIO - (EN UN IMPULSO) ¿Y la señora...? corro a consolarla... FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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YAGO- ¡Quieta!... no eres lo que necesita para consolarse... dame el pañuelo. EMILIA- ¿El pañuelo? YAGO- El que el Moro arrojó al suelo, el que acabas de recoger. EMILIA- No lo tengo.. YAGO- Lo escondiste, dámelo. EMILIA- Ay, me haces daño... YAGO- No te resistas y no te lastimaré EMILIA- Soy tu esposa, no tu esclava.. YAGO- Emilia ¡no estoy jugando! EMILIA- ¡Ay! ¡ cruel, inhumano! YAGO- (VIOLENCIA) Ya está, ya lo tengo, ahora vete. EMILIA- Temiendo estoy una desgracia.... YAGO- (GRITA) ¡Que te vayas!...Ja!...ya es mío lo que buscaba. Y ahora, este pañuelo, se trasladará mágicamente a la habitación de Casio...es ligero como el aire y, sin embargo, ¡cuanto pesará!. ¡Abracadabra Moro! .Mi veneno ya empieza a infeccionarte, ¿que es apenas un regusto amargo en la boca?, espera... dejémoslo que corra por tus venas y ya veremos como pronto te quema las entrañas. Ya no habrá olvido, dulces sueños, descanso...solo la muerte podrá cerrar ahora tus agotados párpados... y pese a todo, lo sé bien , él suspira por su verdugo, me espera con impaciencia...Allá voy, no quiero que te arrojes al mar, no todavía. MÚSICA

NARRADOR: Las olas se estrellan contra el roquedal escarpado y, al romperse, velan todo de neblinas.. En la pequeña cala arenosa, Otelo y Yago, ensimismados miran, sombríos, el flujo y reflujo que aún trae y lleva algunos restos de la batalla, pero ya no trofeos, sino despojos cada vez más informes ¿Que pensamientos roen sus almas mientras observan lo que saben es solo un fugaz instante en un orden monótono y eterno. De pronto, El Moro arroja una piedra contra la oscura comba del abismo y encara a Yago, suplicante.

OTELO - Yago, Yago...te lo ruego ¿qué estás pensando? YAGO - ¿Y si mi sospecha fuera infundada?...No, no, debo enturbiar el pozo de mi pensamiento. OTELO- ¡Por Dios!, tengo que saberlo. YAGO - No lo conocerá usted nunca. Ni aunque tenga mi corazón en la mano FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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OTELO- ¿Y que toda la vida sea una herida? No, ni un solo instante. si alguna vez crees que me encharco en la sospecha y no la apuro harás muy bien llamándome idiota. Que se pierda mi alma si yo no la amo , y si alguna vez dejo de amarla, que se confunda y se acabe el universo. Pero hace un momento, Yago, cuando miraste a Cassio y a mi mujer, sentí como si tuvieras en la conciencia algo monstruoso y no te atrevieras a sacarlo. Yago, para creer debo ver...y si veo ¡ay! con un soplo terrible extinguiré el amor y los celos...mientras eso no ocurra no debo poner su amor en duda... YAGO - Por Dios, no, claro que no. Un gran amor, además, por el que engañó a su padre, y cuanto más fingía y más y más lo amaba a usted... OTELO - Más me amaba, si... YAGO - Y antes de eso, señor, cuando recién lo conoció y se estremecía de miedo con cada una de sus miradas....¿no era entonces cuando más las apetecía? OTELO- Si, eso me contó ella... YAGO - Y no mentía... OTELO - ¡ay! pero cuando la naturaleza se extravía.. YAGO- ay, si ...y la suya es tan misteriosa, tan abismal, ha despreciado a todo lo que, sanamente, se tiende por naturaleza: color, patria, clase social, eso es como una anomalía del espíritu, una morbosa e inmanejable desarmonía... OTELO - (GIME) ¡que terrible tortura... YAGO - (RÁPIDO) Pero ahora le suplico: no escudriñemos más. Las palabras pueden producir catástrofes y, seguramente, estoy exagerando mis temores. Además, me debo a usted señor, en cuerpo y alma, pero Casio es mi amigo y.. OTELO - Claro, claro que sí, pero mientras tanto... YAGO - ¿Mientras tanto? (UN TIEMPO) Me obliga usted. Está bien. Mientras tanto reciba este aviso y haga uso de sus ojos...y de lo míos...No hablo aún de pruebas, Vigilarla. Simplemente vigilarla, sin celos ni confianza,...y en cuanto a él, le sobran aptitudes para recuperar su rango, pero conviene darle tiempo para que vuelva a demostrarlas y, de paso, comprobaremos como toma su señora esta tardanza. Quizás exagero, es más, eso espero. Y ahora, pido licencia para retirarme. OTELO - Esta bien, adiós Yago. YAGO- Adiós, General. OTELO- (DE PRONTO IRACUNDO) ¡Fuera, fuera, lejos de mí! YAGO- Pero señor...

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OTELO - ¿Qué me importaba lo que yo no veía, ni sabía, ni me quitaba el sueño, la alegría o el reposo?. ¿Y si toda la tropa la hubiera disfrutado? YAGO- General, me duele escucharlo... OTELO- ....¿Cómo podía afectarme lo que no imaginaba? Yo hubiera podido ser feliz. ¿te das cuenta? ¡Pruebas! ¡dame pruebas! YAGO- ¿Pruebas? OTELO - Sí, que entren por mis ojos, ¡haz que yo lo vea! YAGO- Entonces...pruebas. Quiere pruebas. OTELO- ¡Quiere!...¡claro que quiero!...Ella es honrada, estoy seguro, y estoy seguro que me engaña, sé que cuando sentí que Desdémona me amaba era porque me amaba pero también se que no me amaba y, con la misma certeza, creo y no creo en tu lealtad ...¿y me preguntas si necesito pruebas? YAGO - Muy bien. Veamos. ¿y que pruebas? OTELO- Una, solo una. Pero que no deje a la duda ni un resquicio. ¡Quiero la certeza! YAGO- ¿Alcanza, señor, si los sorprendemos fornicando? OTELO - ¡Yago! YAGO - Seguro que se esconden para hacerlo. OTELO- ¡Ah, calla! YAGO- ¿Que prueba bastará sino para convencernos?...Yo, en el campamento, he escuchado a Casio hablar en sueños... OTELO- ¿y que decía? YAGO- No me gusta el oficio de soplón, pero era algo así como “dulce Desdémona”, y después “mantengamos oculto nuestro amor”, y otro día...oh, no... ¿no es suficiente? OTELO- ¿Qué más decía Yago? YAGO- “Maldito sea el destino que te entregó a ese Moro!” OTELO- ¡Ah! ¡Culpable! YAGO- ¿Culpable? ¿de qué? ¿de haber soñado? ¿ Esa era la prueba consistente? OTELO- Sí, ya que ese sueño los descubre... YAGO- Claro, y sumado a otro indicios... OTELO- ¿Otros indicios dices? YAGO- Cierto gracioso pañuelito que alguna vez vi en manos de mi Generala, con algunos signos bordados, seguramente palabras de algún lenguaje exótico, cuyo significado se me escapa...

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OTELO- ¡Por Dios!... ese fue mi primer regalo, en cuanto vi como lo miraba fascinada... YAGO- ¡Vaya a saber como llegó a manos de Cassio! OTELO- ¡Si fuera el mismo! YAGO- Es exacto, pero vaya a saber, seguramente se ha impuesto como moda... y ahora abunda. OTELO- ¿Te burlas?...ay, ojalá tuviera él mil vidas porque con arrancarle una sola no me alcanza! VOZ DE DESDEMONA- (LEJANA) ¡Otelo! ¡Otelo! YAGO- Cálmese señor, cálmese. OTELO- ¡Pecho, llénate de víboras! ¡ríndete al monstruo del odio! ¡Sangre, Yago, sangre! YAGO- Sangre no, paciencia, General... VOZ DE DESDEMONA - ¡Otelo!...¿dónde estás? YAGO - todavía puede pensarlo con más calma... OTELO- ¡Nunca!.... contemple yo el pañuelo en la odiosa mano que creí de un amigo y si alguien puede detener este mar que detenga mi venganza! Lo juro solemnemente por el cielo que nos cubre! YAGO- Ordéneme entonces, que yo obedeceré aún la orden más feroz y sanguinaria... OTELO- Contra alguien a quien amas iría mi orden... YAGO- De por muerto a mi amigo aunque matándolo yo muera y ella viva... OTELO- ¿Ella?... VOZ DE DESDEMONA - (YA CERCANA) ¡Otelo! OTELO - ¿Ella? ¡Que vuelva al fuego la lujuriosa figurita de cristal, mi hermoso y blanco demonio veneciano. Yago: eres mi teniente. YAGO. Soy su esclavo. OTELO - Ahora vete, rápido. YAGO - Si, que no me vea... UNA GRAN OLA ESTALLA CONTRA LA ROCA. MÚSICA. DESDEMONA - (ACERCÁNDOSE) Ah, ya te veo...corro a tu lado, amor... OTELO- (PARA SÍ) ¡Que hermosa es!. Mis ojos y mi razón están en guerra mortal, pero el amor es un loco tan leal que hagas lo que hagas no encuentra mal alguno...(A ELLA) ¿Para que me buscabas? DESDEMONA - Para preguntarte si aún me amas. OTELO - Tanto que me ahoga...¿para que más? DESDEMONA - ¿Para qué más? FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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OTELO - Sí. ¿Para que más me buscabas?. DESDEMONA - Me iré para no disgustarte. OTELO - Si vete, mejor vete...Espera...No, vete, vete...(PARA SÍ) ¡Oh, el cielo es un engaño si ella me engaña!...(A ELLA) ¡Espera!...¿no querrías hablarme en favor de un amigo? DESDEMONA - Oh si, pero no ahora... OTELO - Habla, habla... DESDEMONA - Simplemente te traje las palabras y las súplicas de un hombre humillado por tu enfado... OTELO - ¿De un hombre? Vamos, nómbralo... DESDEMONA - De Casio... OTELO- ah, ..¡en su boca! DESDEMONA - ¿Que ocurre esposo mío? OTELO - Otra vez como hoy...me arde la cabeza, tengo fiebre. Enjúgame la frente...(REACCIONANDO A UN GESTO DE ELLA) No con tus manos, con el pañuelo...(A OTRA ACCIÓN DE ELLA) No con ese pañuelo...Con el que yo te regalé... DESDEMONA - No lo tengo aquí... OTELO - Desdémona ¡cuidado, no lo pierdas! DESDEMONA - Me das miedo... OTELO - ¿Lo has perdido acaso?...haz que aparezca... DESDEMONA - Luego.. OTELO - Ahora... DESDEMONA - ¿Te estás burlando? (CARCAJADA DE ÉL) ¡Ya entiendo!...era un juego...un juego para que no hablemos... OTELO - ¿Para que no hablemos? DESDEMONA - De Casio... OTELO - ¡El pañuelo! DESDEMONA - Es un amigo... OTELO - ¡El pañuelo! DESDEMONA - ¡Dios mío! OTELO- Mírame a los ojos...mírame a la cara: ¿quien eres? DESDEMONA - Tu esposa fiel. OTELO - Si mi blanca esposa, casta como las moscas del verano en el matadero que, apenas creadas, se reproducen zumbando. DESDEMONA - ¡Tu esposa fiel! OTELO - ¡Júralo y condénate! FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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DESDEMONA - ¿Porque?...Oh no, esto no es un juego... OTELO - ¿Porque en un libro tan hermoso, en una hoja tan blanca, solo hay escrito esta palabra: !Puta! DESDEMONA - ¿Porqué, oh Dios mío, porqué me ofendes así? OTELO - ¡Qué! ¿entonces no eres una puta? DESDEMONA - ¡Piedad, Dios mío! OTELO - Perdóname, perdóname...te confundí, te confundí con aquella otra, te confundí con la puta veneciana, con la esposa de Otelo...(DESDEMONA GIME. EL NO PUEDE EVITAR QUE SE LE QUIEBRE LA VOZ) Si te mirara ahora el demonio, te creería un ángel y escaparía de ti... DESDEMONA - ¿Tú también lloras? ¿y soy yo la razón de tu llanto? OTELO - ¡Oh por Dios!...vete, vete, vete. DESDEMONA - ¡Cielo, apiádate de nosotros!. MÚSICA

NARRADOR: La plaza de armas está congestionada. Un verdadero hacinamiento de razas, idiomas y gremios y en esa atmósfera áspera de mercado y cuartel, se hace vida social, se trafica, se realizan ejercicios militares y se deambula sin ninguna razón. Yago sabe que se trata solo de armarse de paciencia y acechar, que allí los encuentros, deseados o temidos, provocados o casuales, son inevitables, y, claro, a su debido tiempo, mansamente, se acerca la presa. Otelo, alertado, se esconde en un baluarte que sobresale en un ángulo de la muralla, y escucha.. . YAGO - ¡Cassio! ¡Teniente! CASIO - Ese título ya no me corresponde. YAGO - ¡Animo!...esa es una causa que tienes ganada... y no es para menos: ¡con el ardor que pone tu abogada! CASIO - Y yo se lo agradezco.. YAGO - También con mucho ardor, no me cabe duda... CASIO - Si fuera por ella... YAGO - Ni lo digas...sé que te lo has ganado... CASIO - No presumo de ello. YAGO- No, porque eres discreto. Pero todos aquí saben que eso viene de antes... CASIO - ¿La relación ? Si, eso es cierto... YAGO - De Venecia.. CASIO - Así es... FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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YAGO - Y de antes que él la conociera... CASIO - Si, antes, antes...Cuando Desdémona... YAGO - ¡Chito!...no nombremos... CASIO - Si mejor no nombremos... YAGO - En cuanto a ese pañuelo... CASIO - ...¿Cual pañuelo?... YAGO - Vamos Casio, que tengo ojos y oídos, aunque parece que no toda tu confianza... CASIO - ¡Ah el pañuelo!...¿te refieres..? ¿cómo supiste de él?... YAGO - Cómo todos en Chipre, con exclusión, quizás de quien más debería, pero no nombremos...entonces ¿otro trofeo? CASIO - Si, y de origen misterioso... YAGO - ¿Misterioso?...¿para quien? tu discreción te honra, pero conmigo sobra. CASIO - No, en serio...no podría... YAGO - ¡Casio que te conozco!...esta bien, esta bien, jugaré tu juego, se lo adjudicaremos a quien sabemos, pero sin nombrarla... CASIO - Aunque quisiera... YAGO - No podrías. Ya lo se, cada uno es como es...¡y todos en paz!. ¿Es tan original como decías? CASIO - ¿Qué? ¿el pañuelo? YAGO - ¿Qué otra cosa?...descuento que quien te lo regaló también lo es, y aún más. CASIO - Yo también lo descuento. YAGO - Tu expresión lo confirma. CASIO - Insisto... YAGO - Lo sé, lo se. Sin nombres. ¿Es como dices?... CASIO - ¿Quieres verlo? YAGO- ¡No me digas que lo llevas contigo! CASIO - Los trofeos son para exhibirlos...te lo muestro. YAGO - Es en verdad exótico... CASIO - ¿Que haces Yago? YAGO - Lo alzo, lo agito suavemente y miro como filtra los rayos del sol. Estoy pensando en alguien para quien estos signos tienen sentido... CASIO - ¿Quien? ¿el General? YAGO - Digo. Y seguramente también tu cariñosa protectora aprendió a descifrarlos... FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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CASIO - ¿Desdémona? YAGO - Sin nombres, Casio, sin nombres. Tiene que haber algo que el le haya enseñado, algo que ella no hubiera probado antes de conocerlo... CASIO - Tienes una manera de decirlo...pero ahora debo irme, alguien me espera. YAGO - ¿La autora del regalo? CASSIO - Si o no... YAGO - Clarísimo. Adiós amigo. OTELO - (REAPARECIENDO) ¿Que muerte elegiré para él, Yago? YAGO - Ya asumí yo esa tarea. En cuanto a ella... OTELO - Está perdida. Quiero un veneno para esta noche... YAGO - ¿Un veneno?. No, hay que ahogarla, y en el mismo lecho en el que pecó. OTELO - Esa es la perfección de la justicia. SUENAN TROMPETAS. ALBOROTO. VOCES - ¡Una galera ! - ¡El vigía del puerto ha avistado una nave! - Lleva en las velas al León de San Marcos! UN OFICIAL - ¡Señor, se trata de una galera Veneciana, se nos adelanta que trae embajada del Dux y del Senado! OTELO - ¿Entonces Yago?... YAGO - ¿Entonces Señor? OTELO - Solo resta hacerlo (UN TIEMPO) ¡Corro a recibir a la embajada! TROMPETAS. YAGO - Mi veneno ha hecho efecto ¿quien podrá impedirme ahora que aplaste tu cabeza con los pies? REDOBLE PREGONERO - El Dux y el Senado de Venecia saludan a su pueblo de Chipre y le informan que ha dispuesto el regreso de Otelo a la Metrópoli para que, desde allí, organice las defensas de nuestras colonias del Peloponeso, Creta y Morea, y las ponga después en obra, tal como lo hiciera en esta heroica Isla. Asimismo se comunica que lo sucederá en la gobernación de Chipre, Miguel Casio, quien luchó a su lado bajo las banderas de la República Serenísima. ¡Dios Guarde a Venecia y a Chipre! REDOBLE VOCES - ¡Viva Otelo! -¡Viva! FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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- ¡Viva Cassio! - ¡Viva! MUSICA OTELO - ...Y bien, Señor Embajador, noble Ludovico: la palabra del Dux y su Consejo, son nuestra ley... LUDOVICO - Venecia te reclama... OTELO - Yo la obedezco. Ah!...Aquí veo a Casio. CASSIO - Señor, yo... OTELO – (LO INTERRUMPE) Te entrego la guarnición, Casio, y la marinería y la flota y el castillo y...¿me olvido de entregarte algo? LUDOVICO- ¡Alégrate Otelo! Dejas Chipre en buenas manos. OTELO - Y rápidas, además, pero se quedaba corto el pregonero...con Casio hemos compartido mucho más que batallas ...¿o acaso miento, amigo? CASIO - Me honra poder decir que.. OTELO - (OTRA VEZ LO INTERRUMPE)...Mañana zarparemos. LUDOVICO - Y alegra también a tu esposa ...se la ve triste... OTELO - Tiene sus razones...y, además, ya se sabe: si el llanto de las mujeres fecundase la tierra de cada gota nacería un cocodrilo... DESDEMONA - ¿Que dices? OTELO - (SIN PODER DISIMULAR) ¡Apártate! CONMOCIÓN GENERAL LUDOVICO - ¡Otelo! DESDEMONA - Me iré para no ofenderte... EMILIA - OH, pobrecita. YAGO - (POR LO BAJO) ¡Cállate, Emilia, y acompáñala!.. LUDOVICO - Otelo, por mí, ruégale que vuelva OTELO - (FUERTE) ¡Desdémona, vuelve, vuelve! DESDEMONA - ¿Para que me llamas? OTELO - Embajador ¿para que la llamamos? LUDOVICO - ¿Yo, Otelo? OTELO - Me rogaste que la llamara. Puedo hacerla salir y llamarla otra vez, una, dos, tres veces, las que gustes, Ludovico, puede tornar y retornar, irse, hacer como que, marchar, regresar y llorar, señor, ¡llorar!..es tan obediente...a ver, llora querida, llora para el embajador...y cuando el te lo pida, no llores más... CASIO - ¡Por Dios, amigo! OTELO - ¡Amigo! (UN TIEMPO) Recibida la orden del regreso, señor... FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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LUDOVICO - Si en mi mano estuviera... OTELO - ¡Casio ocupará mi puesto, señor! LUDOVICO - Pero antes quisiera... OTELO - Y con esto señor, otra vez bienvenido a Chipre y me despido...En cuanto a ti, Desdémona... EMILIA - Por Dios, señora, vamos, salgamos... OTELO - ¡Desdémona! DESDEMONA - Aquí estoy, esposo mío. LUDOVICO- ¡(POR LO BAJO)Por Dios, que humildad admirable! OTELO - Ve a nuestra habitación y espérame, yo necesito caminar un poco, pero no tardaré... DESDEMONA - Te esperaré. OTELO - Si...¡Ah!.. ¿y podrás evitar que me tropiece con tu sirvienta? DESDEMONA - Sola me encontrarás... OTELO - Bien. Ahora, ve. Ve. UN MURMULLO ACOMPAÑA LA SALIDA DE DESDEMONA YAGO - Una palabra, señor OTELO - ¿Que? YAGO - Todo debe precipitarse, el tiempo vuela. OTELO - Si. Cada uno a lo suyo, amigo Yago. Adiós. AFUERA SONIDOS MARCIALES, ORDENES, VIVAS DE LA MUCHEDUMBRE. LUDOVICO - ¿Y ese es el altivo moro al que se rindió Venecia? YAGO - Es quien es y no estaría bien que yo hablase más, porque si hablase... en fin. RODRIGO - Yago. YAGO - Rodrigo... (A LUDOVICO) ¿me disculpa, señor? LUDOVICO - Por supuesto...¡Casio!...¡Casio!.. (SE ALEJA) YAGO - (RÍE) ¡Que buena broma, amigo!., mañana tu ángel va a estar en alta mar.... RODRIGO - Has estado jugando conmigo, creándome esperanzas... YAGO - Shhh!...baja la voz.... RODRIGO - haciéndome creer que bastaba con alargar la mano y tomarla y ahora... mira...he gastado cuanto tenía...¡inútilmente! YAGO - ¡Baja la voz te digo!...Enfrenta el problema, escúchame...mañana, en efecto, zarpa la galera con tu amor y Casio se queda como gobernador... RODRIGO - ¡Si, maldita sea mi suerte! YAGO - Pero si alguna desgracia le ocurriese...a Casio, digo.. FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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RODRIGO - ...Otelo deberá quedarse en Chipre y ella... YAGO - No grites, desgraciado, ven, apartémonos aún más. RODRIGO - ¿Será posible?...¿otra vez la esperanza? YAGO - Ahora perdámonos entre la multitud. Descuida, yo seguiré tus pasos esta noche y, además de propiciar el encuentro y guardarte las espaldas, te indicaré el momento...el resto es cosa tuya... RODRIGO - Me impulsa el amor, pero un astro oscuro señala mi camino. ¡Bah! ¡si se trata apenas de la vida de un hombre!. Hasta entonces. YAGO - Hasta entonces. Ve, ve ¡y piérdete también!

NARRADOR: Otra noche, como en la primera en Chipre, que se enciende de hogueras en la playa y se llena de músicas, voces, carcajadas.

ANTONIO - (CANTA O RECITA Y LA MÚSICA LO ACOMPAÑA) Amigo Si, recuerdo como se alejó la muerte Celebraste, bebiste el tiempo sucedió como una música y se fue silenciando Ahora el ángel que es fiel volvió y te mira fijo es inútil ¡Oh! es inútil amigo hacerse el distraído

NARRADOR La figura de Otelo, castigada por el viento, se recorta sombría en lo alto del roquedal. Atrás suyo , el confuso sonido humano que llega, desvaído, desde la playa y la plaza del castillo, enfrente, el oscuro abismo curvo y agitado y su furia irracional, aterradora. OTELO - , ¡Oh, no, no debo nombrarte, no debo nombrarte frente a las estrellas virginales!...pero no quiero derramar tu sangre, ni lastimar tu piel blanca, suave, cálida....y, sin embargo, debes morir o seguirás engañando, engañando, engañando. Puedo ordenar que se apaguen las hogueras y enseguida arrepentirme y ordenar que vuelvan a avivarlas, pero si apago tu FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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luz ¿ como volver a encenderla?. Cuando haya arrancado tu rosa ya no podré evitar que se marchite y yo aspiro tu frescura, ¡oh aliento perfumado de tu boca que debilita el impulso de la justicia y confunde sus razones! puedo cerrar los ojos y besarte, desde aquí, puedo besarte. Uno más. Otro más aún. Quédate así cuando estés muerta, como te veo ahora adentro mío, y te mataré, y después volveré a matarte y enseguida volveré a amarte...¡Otro más!. ¡El último!...nunca un beso fue tan dulce ni tan violento...¿cómo no ha de llorar el fiero Otelo? ¡pero mi llanto es salvaje y mis lágrimas son crueles...¡como la ira de Dios que hiere lo que ama! CRECEN, CONFUNDIDOS, LOS SONIDOS DEL MAR Y DE LAS VOCES Y MÚSICAS TRAÍDOS POR EL VIENTO.

DESDEMONA - Voy a acostarme Emilia y a esperar a mi esposo. ¿Has tendido la cama con las sábanas nupciales como te lo pedí? EMILIA - Si señora ¿y esa bata de un tejido tan leve? DESDEMONA - Con ella lo esperé la primera noche. Si me toca morir antes que tú, amortájame con uno de estos velos. EMILIA - ¿Que pensamientos son esos? DESDEMONA -.Ahora vete, vete, EMILIA - Buenas noches, señora DESDEMONA - Buenas noches. (EMILIA SALE) Me arden los ojos. Es presagio de lágrimas... alguien se queja, o llama... es solo el viento...(EL LAMENTO DEL VIENTO. PASOS. UNA PUERTA) ¿Otelo? OTELO - ¿Has rezado esta noche? DESDEMONA - Si, he rezado OTELO - ¿Y no recuerdas algún crimen que Dios aún no te haya perdonado? DESDEMONA - ¿Porqué? OTELO - Pide perdón si lo recuerdas, vamos, ¡rápido!...no quiero matar también tu alma... DESDEMONA - ¿Hablas de matar? OTELO - Si. DESDEMONA - Entonces que Dios se apiade de mi. OTELO - Amen. DESDEMONA - No, tú no puedes matarme, y sin embargo...sin embargo tu mirada me aterra, tiemblo ¿porque tiemblo si mi conciencia está limpia? ¿O es un pecado haber amado tanto? OTELO - SI. Y por él serás castigada. FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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DESDEMONA - ¿Por amarte? OTELO - Por amar a Casio. DESDEMONA - ¡No! ¡lo juro! OTELO - ¿No le diste a Casio, por amor, el pañuelo que yo te di como ofrenda de mi amor? DESDEMONA - ¡No es cierto! OTELO - Yo lo vi en su mano, lo exhibía como un trofeo... DESDEMONA - No soy culpable ¡te lo juro! OTELO - No jures en falso, te lo ruego, piensa que estás en tu lecho de muerte.. DESDEMONA - Entonces que Dios se apiade de mí. OTELO – Si, que él se apiade. Pero confiesa tus faltas una a una... DESDEMONA - Jamás te falté, ni aún de pensamiento... OTELO - ¡Tu quieres volverme loco y convertir en asesinato lo que es un sacrificio! DESDEMONA - ¡Socorro! ¡yo no amo a Casio!...llámalo, pregúntale... OTELO - Ya no puede contestar...Yago le ha cerrado la boca. DESDEMONA - (LLORA) ¡Cielos! OTELO - (CON FURIA) ¿Lloras? ¿lloras por tu amante? DESDEMONA - ¡Otelo, no me mates! OTELO - No, muere prostituta... DESDEMONA - Mañana, me matarás mañana... OTELO - ¡No! DESDEMONA - ¡Una hora, sólo te pido una hora!... OTELO - Ésta es tu hora...y ha llegado. DESDEMONA - Una oración al menos... OTELO - Es tarde... DESDEMONA - ¡Ah! OTELO – (MIENTRAS LA AXFICIA CON LA ALMOHADA) ¡Ah que esta almohada proteja al pobre moro de la mirada de la hechicera y de sus últimos conjuros embriagadores y que se beba su aliento y sofoque su magia !...¡aprieta! ¡aprieta! ¡aprieta!...ya está, ya está...Desdémona, Desdémona...qué pálida, que bella...(FUERTES GOLPES EN LA PUERTA) ¿Quién esta ahí?..¿quien llama? EMILIA – Ábrame señor... OTELO – Emilia ¿qué sucede? EMILIA – Señor, se lo suplico OTELO - ¿Por qué tanto alboroto? FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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EMILIA - ¡Una muerte, señor!, ¡un crimen! ¡abra! OTELO - ¿Entonces Casio ha muerto? EMILIA – Por Dios, señor. Le ruego, ábrame. OTELO - ¡Casio muerto!...¿y ella?... muerta. ¿qué haré?. Si le abro preguntará por mi mujer. ¿Mi mujer? ...ya no la tengo. ...ay, que dolor. ¡Oh Dios, si hubiera en este momento un eclipse de Sol y de Luna, y aterrada la tierra se abriese en este caos! (GOLPES) Si Emilia, te abro. Ya te abro...(ABRE) Ahí, quédate ahí, di rápido lo que tengas que decir y vete...tu ama y yo tenemos que dormir...Entonces, ¿Casio ha muerto? EMILIA - ¿Casio?...no, Rodrigo ha muerto... OTELO - ¿Y Casio? EMILIA – Casio le dio muerte... OTELO – Todo se confunde, es la luna, la luna que está ahora muy cerca de la tierra...(GRITA) ¡Casio ha muerto, lo ordeno! EMILIA – (ASUSTADA) ¡Señor! DESDEMONA – (CON VOZ DESMAYADA) ...que injusta muerte... EMILIA - ¿Y ese lamento?...¡Horror! OTELO – El nombre de su amante la devolvió a la vida... EMILIA – ¡Es mi señora!... OTELO – ¡Te ordené que no entraras! DESDEMONA – Muero inocente... EMILIA - ¡Dios mío! ¿quién ha sido? ¿quién fue capaz ...? DESDEMONA – Yo. Yo he sido. OTELO - ¿Y así, mintiendo, enfrentas a la muerte? No me quites también eso.. ¡Yo te mate! EMILIA - ¡Asesino! DESDEMONA – No, no, yo me di muerte. Que mi señor, me guarde en su recuerdo... OTELO – Por la mentira se ha condenado, y baja al infierno. EMILIA - Ella es un ángel ...¡y usted es un demonio! OTELO - ¡SÍ!...un ángel, un ángel tentador, lascivo... EMILIO - ¡Calumnias! OTELO – El ángel del engaño ... mudable como el agua que corre... EMILIA – Y usted violento como el fuego...ella siempre le fue fiel... OTELO - Fue la amante de Casio, que te lo cuente tu marido... EMILIA - ¿Yago? OTELO – Yago. FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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EMILIA - ¿Y le ha creído? OTELO – (VIOLENTO) Niégalo, niégalo y... EMILIA - ¡Ay, como la maldad se burla del amor! ¡mi marido! OTELO – ¡Sí, Yago, mi único amigo! EMILIA - Máteme también a mí...¡asesino! OTELO - ¡Calla! EMILIA - ¡Asesino! OTELO - ¡Calla, te digo! EMILIA - ¡Me río de su acero!...¡Socorro!...¡Ayuda!...¡el moro ha matado a mi señora!...¡Socorro!...¡al asesino!... (SE ALEJA) EXCLAMACIONES, ALBOROTO QUE GRADUALMENTE SE ACERCA HASTA QUE IRRUMPEN ANTONIO, CASIO Y YAGO.. ANTONIO - ¿Qué es lo que pasa señor? CASIO – Otelo...¿qué locura es esta, amigo mío? EMILIA – Aquí esta Yago... a ver, esposo mío, desmiente a ese cruel asesino... ANTONIO - ¿Pero de que habla? EMILIA – ¡Dile que nunca creíste culpable a Desdémona!... YAGO - Yo creí lo que creí...lo que importa es lo que él después comprobó... EMILIA - ¿Le dijiste que mi señora lo traicionaba?...¡habla! YAGO - ¿Cómo iba a ocultárselo? ...ese pañuelo que le había regalado, ella se lo dio a Casio... CASIO - ¿A mí? ¡que desatino! EMILIO – Ya empiezo a comprender...¡que horrible trampa! YAGO – Cállate perra... EMILIA – ¡No, lo diré todo!... OTELO – No se asombren señores, así ha sucedido, y tu, Casio, menos que nadie... CASIO – Juro que ignoro quien ... OTELO - ¿Quién puede creer ya en los juramentos?...¡Aquí Antonio, Casio, aquí está tu Desdémona! EXCLAMACIONES DE SORPRESA Y DE DOLOR CASIO - ¡Desdémona!.. ay, dulce amiga... OTELO – Si, llora, llora y después da vuelta esta hoja, ¿cuál es la próxima? ¿turca, griega o veneciana? ¿a qué marido le paso mi testigo? EMILIA – Tú, Yago, me arrancaste a la fuerza ese pañuelo! CASIO – Y a mi casa llego sin que yo sepa cómo...

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OTELO - ¡Que locura!...Yago, habla...no permitas que triunfe la mentira...(UN TIEMPO) ¿o acaso?... no.. ¡Dios mío! GENTE ARMADA QUE SE ACERCA VOZ DE LUDOVICO - ¡Aquí la guardia!...¡que nadie entre ni salga! CASIO - ¡Ludovico!... pasa, pasa...... LUDOVICO – Rodrigo, moribundo, ha revelado tu intriga Yago.. ESTUPOR GENERAL YAGO - ¡Todos mienten! LUDOVICO – Traigo una confesión por él l firmada... EMILIA - ¡Oh Dios de justicia! OTELO – (UN ESTALLIDO) ¡Monstruo!...¿es que no quedan rayos en el cielo? LUDOVICO - ¡Que lo mata! ¡deténganlo! (GRAN ALBOROTO) YAGO – (DESAFIANTE, RIENDO) ¿Qué pasa moro? ¿qué te detiene ahora? ¿qué esperas? ¡mátame! OTELO - ...No, no. Quiero que vivas...morir es una felicidad que no mereces... CASIO – Ahora perro...confiesa tu intriga...confiesa lo que acordaste con Rodrigo..como planeaste que él me acechara en la oscuridad...y como dispuso Dios que yo eludiera su trampa...(SILENCIO) ¡habla!...cuenta cómo cuando advertiste que yo lo había herido intentaste rematarlo para sellarrle la boca (SILENCIO)...¡habla, te ordeno!...¿no creíste acaso que habías matado a quien era tu cómplice y testigo? ¡habla, te digo! OTELO – ...por favor, Cassio, pregúntale que cosa horrible le hice yo sin saberlo, que guarde proporción con su venganza... YAGO – No me pregunten más. Desde ahora, y para siempre, guardaré silencio... LUDOVICO – El tormento desatará tu lengua... EMILIA - ¿No hablarás ni para pedirle a Dios misericordia?...¡habla! ¡habla! ¡por Dios, reza! CASIO – Es inútil. General, debo pedirle ahora su espada... OTELO – Y yo lo siento, Gobernador...pero ¿quién se atreve ahora a desarmarme?...si, estoy débil...un niño podría voltearme...y sin embargo, sin embargo...esta hoja ha allanado obstáculos cien veces mayores.. CASIO – Se lo suplico, señor... OTELO – Todo ha cambiado...que nadie me tema aunque me vea con armado...y en cuanto a ti, esposa...déjame ver tu rostro por última vez. Cuando los dos comparezcamos ante Dios, bastará esa mirada tuya tan amada para arrojar mi

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alma del cielo para que los demonios la recojan con sus garras afiladas... ¡Desdémona, arrástrame en tu gran remolino! LUDOVICO – Otelo, es necesario que te embarques con nosotros sin demora. El gobierno queda en manos de Cassio y en cuanto a este...Yago, aunque no respondas, créeme: si hay algún tormento que como el infierno dure eternamente, tú lo padecerás, te lo prometo... OTELO – Sólo una palabra, y luego iré contigo... He servido lealmente a la República y en retribución, Ludovico, solo te suplico que cuando relates mi historia ante el Senado digas que fui un desdichado, que tardé en recelar pero que, cuando al fin los celos me atraparon, me dejé arrastrar como un insano por sus ciegas corrientes, que arrojé al barro la joya más valiosa de mi tesoro, y te pido que les digas también que un día, allá en Alepo, cuando un infiel puso su mano sobre un veneciano y ultrajó así la majestad de la República, yo agarré por el cuello a aquel perro, y con esta espada lo mate... así...(SE HIERE) CASIO - ¡Señor, señor, mi amigo! LUDOVICO – ¡Otelo, no!...¿qué has hecho? EMILIA – Moro, ella fue honesta, moro, ella te amaba... OTELO – Esposa mía...amada, oh, amada...quise besarte allá en el roquedal, para después matarte. Ahora sí, te beso, te beso así, y así, y así muero al besarte... CONMOCIÓN GENERAL, CASIO - ¡Maldito Yago! ¡juro que borraré esa sonrisa de tu boca!... REZOS APENAS MURMURADOS, QUE FUNDEN A MÚSICA. LUEGO, SOBRE LA MÚSICA, REAPARECEN LAS CAMPANAS VENECIANAS.

NARRADOR: Los mensajeros, esta vez del luto, sobrevolaron puntuales la Metrópoli y sembraron de infaustas noticias la luz pulverizada del atardecer entre palomas y campanadas. Poco después tocó puerto la nave que regresaba el cuerpo de Desdémona que, tras un funeral en San Zanipolo, reposa junto a su padre, en el panteón familiar de los Brabanzo en el viejo cementerio de la Isla de San Michele. De Otelo, cuyas cenizas fueron confiadas al viento de Famagusta, en Chipre, pocos recuerdan sus batallas, pero todos ríen cuando en la Piazza un comediante, cuya máscara reproduce burlonamente los rasgos del Moro, es apaleado, como cuadra a un cornudo, por su bella esposa veneciana y un apuesto galán. En cuanto a Chipre, la joya tan amada de la República, fue reconquistada por los turcos. Su último gobernador resistió FUNDACIÓN SHAKESPEARE ARGENTINA.

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heroicamente durante once meses, finalmente los turcos lo apresaron y estando aún vivo, le arrancaron la piel y rellenaron su cuerpo con paja.

MÚSICA y FIN 16/9/04 -Registro 279039 *

• *Texto publicado en esta edición de la FSA con la debida autorización del autor.

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Otelo. Una tragedia. Emitida en 2004 en el Ciclo “Las dos carátula” (Radio Nacional. Argentina), con dirección de Nora Massi y adaptación de Paola Levin. Con el elenco estable del programa y, como artistas invitados, Rubén Stella y Víctor Hugo Vieyra.

El texto mereció, ese año, el Premio Argentores en el género Radio y su consecuente publicación (lamentablemente, muy defectuosa)

Estrenada en su versión teatral en el Teatro Regina de Buenos Aires, en octubre de 2005, dentro del Ciclo Teatrísimo, con dirección del autor y el siguiente elenco: Alfredo Alcón, Rubén Stella, Millie Stegman, Daniel Miglioranza, Marcela Ferradás, Sergio Surraco, Enrique Iturralde, Miguel Dao y Alberto Percia.

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