Ulises
(Zoe y Bloom llegan al vano de la puerta donde dos hermanas prostitutas están sentadas. Lo examinan curiosamente desde el alero de sus cejas de lápiz y sonríen a su apresurada reverencia. Él tropieza torpemente.)
ZOE — (Su mano oportuna lo socorre a tiempo.) ¡Upa! No te caigas escaleras arriba. BLOOM. — El justo cae siete veces. (Se hace a un. lado en el umbral.) Después de usted, como la gente educada. ZOE — Primero las damas, después los caballeros.
(Ella cruza el umbral. Él titubea. Ella se vuelve y, extendiendo las manos, lo arrastra. Él salta. Sobre la percha de astas del vestíbulo cuelgan el sombrero y el impermeable de un hombre, Bloom sonríe, preocupado. Una puerta del descansillo se abre de golpe. Un hombre en
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