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Está bien no estar tan bien

ALEJANDRA

OROZCO-EL SIE7E

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Tuxtla.- Este domingo, nos dedicamos a estar todo el día en la casa, luego de un par de semanas y sus fines en los que nos tocó trabajar, salir o hacer mandados y no pudimos disfrutar la flojera de un fin de semana normal, les juro que estuvimos en pijama todo el día, al igual que las niñas, y nos estuvimos turnando de la cama al sillón, al comedor y viceversa, de verdad no hicimos nada “productivo”, aunque eso también depende de qué consideren productivo. El descanso es necesario, así como vivimos, con este ritmo de vida de dejar a las niñas en la escuela, ir a trabajar, hacerlo a prisa para que dé tiempo de ir por las niñas, comer, jugar con ellas, bañarlas, ir por papá, convivir un rato, cenar, dormirlas e intentar tener un ratito para nosotros, para dormirnos a una hora decente y al día siguiente, volver a hacerlo todo otra vez. Suena tedioso, verdad? Lo cierto es que para mi, cada día es diferente y la aventura es cumplir con todo en tiempos, aunque esto me ha hecho pensar que realmente hay momentos que no disfruto, por estar más preocupada por el reloj, por si ya van a dar las 6 para ir por Rodrigo, si acabaré a tiempo para llegar por Elisa a las 2, si me duermo a las 12 será suficiente para alcanzar a dormir seis horas… todo es cumplir, y muchas veces se me olvida vivir.

Así que este fin de semana: no lavé ropa -porque no nos dieron agua, mi Tuxtla mágico- pero vi dos películas. No cocinamos, pero las niñas comieron sus tres comidas sin descuidarnos tanto. Otra vez pospuse arreglar la ropa de las niñas que ya no les queda, pero pude jugar un rato con ellas. No vi a mi mamá o amigas, pero pasé dos días sin tener que manejar, descansando en casa, para mí todo eso cuenta como un fin de semana productivo.

Y es que cumplir en el trabajo y ayudar a las niñas a cumplir en la escuela, es tan importante como pasar tiempo de calidad con tu pareja, con tus hijas, saber decir no a al -

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