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FINTECH THE FUTURE OF FINANCE IN LATAM

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AFRICA AKON’S

AFRICA AKON’S

El Futuro De Las Finanzas En Am Rica Latina

AS THE MARKET LOOKS OUTSIDE THE BOX FOR SOLUTIONS TO A COMPLEX FINANCIAL SYSTEM, FINTECH SERVICES AND PRODUCTS ARE RISING ACROSS LATIN AMERICA.

ETIENNE FARÍAS, CEO OF LEGAL LAB, CONSIDERS THE CHANGING FACE OF FINTECH REGULATION IN LATAM.

A MEDIDA QUE EL MERCADO BUSCA SOLUCIONES PARA UN SISTEMA FINANCIERO COMPLEJO, LOS SERVICIOS Y PRODUCTOS DE FINTECH ESTÁN AUMENTANDO EN TODA AMÉRICA LATINA. ETIENNE FARÍAS, CEO DE LEGAL LAB, CONSIDERA LA CARA CAMBIANTE DE LA REGULACIÓN DE FINTECH EN AMÉRICA LATINA.

Latin America has been a pioneer in regulating the fintech sector. This sector offers real solutions for people to access resources outside the traditional financial system in a continent that has diverse economic and financial struggles, including currency exchange restrictions and hyperinflation. Only 51% of Latin America´s population has access to a formal financial account. At the same time, digital natives demand more flexible and accessible financial products within the reach of a few clicks made with a smartphone.

Governments understand the potential that fintech startups have to achieve financial inclusion, but also prefer to be cautious and therefore prohibit or overregulate in order to prevent frauds to the general public, such as the many ICO scandals that happened in 2017.

Argentina and Venezuela are by far the best example of the popular adoption of fintech technologies to protect wealth, whether it is done with or without governmental consent. Although this phenomenon is still not widespread, it is a reality that people use alternative finance services to transfer money or pay for things with an extremely low cost. Beyond any triumphalism, fintech and cryptocurrencies do help people in difficult financial situations to bypass cumbersome regulations and avoid paying hefty bank commissions.

América Latina ha sido pionera en la regulación del sector de fintech. Este sector ofrece soluciones reales para que las personas accedan a recursos fuera del sistema financiero tradicional en un continente que tiene diversas luchas económicas y financieras, incluyendo restricciones de cambio de moneda e hiperinflación. Sólo el 51% de la población de América Latina tiene acceso a una cuenta financiera formal. Al mismo tiempo, los nativos digitales exigen productos financieros más flexibles y accesibles al alcance de unos pocos clics realizados con un teléfono inteligente.

Los gobiernos entienden el potencial que tienen las nuevas empresas de fintech para lograr la inclusión financiera, pero también prefieren ser cautelosos y, por lo tanto, prohibir o regular en exceso a fin de evitar los fraudes al público en general, como los numerosos escándalos de la ICO que ocurrieron en 2017.

Argentina y Venezuela son, por mucho, el mejor ejemplo de la adopción popular de las tecnologías de fintech para proteger la riqueza, ya sea que se haga con o sin el consentimiento del gobierno. Aunque este fenómeno aún no está extendido, es una realidad que la gente utiliza servicios financieros alternativos para transferir dinero o pagar por cosas con un costo extremadamente bajo. Más allá de cualquier triunfalismo, las tecnologías de fintech y las criptocracias ayudan a las personas que se encuentran en situaciones financieras difíciles a eludir las engorrosas reglamentaciones y a evitar el pago de cuantiosas comisiones bancarias.

On the other hand, in Latin America we also find governmental use of new financial technologies. Venezuela for example is the first country to issue a cryptocurrency. Regardless of whether a centralized governmental crypto is really a cryptocurrency according to its cypherpunk definition, the fact of having a country tinkering with technological and financial solutions outside the realm of the legacy system should be a wakeup call for everyone.

The countries with most fintech companies are Mexico, Brazil and Colombia.

Mexico is one of the first countries to have a fintech law that regulates crowdfunding, payment systems, cryptocurrencies, and open banking. It also offers a sandbox regulation for fintech products that do not fit the definitions given by the law. The sandbox allows the regulators to determine whether a new financial product or technology is safe for the public and therefore can be used without any governmental surveillance or needs an ad hoc regulation.

The clarity of the regulation has generated a quick rise in fintech services and financial products. The number of Mexican fintech startups for 2020 is over 430. The industry is booming. However, the law left out a lot of fintech services, such as insurance tech for example, thus generating asymmetries within the financial sector. At the same time, the mere fact of defining what is to be considered as a fintech service or technology leaves a lot of projects and technologies outside any kind of regulation. Therefore, lawyers can be highly creative and engage in regulatory arbitrage.

Brazil also has advanced in creating a robust fintech regulation. The fintech law permits the use of digital platforms for direct lending and peer-to-peer lending. These new financial institutions have a reduced systemic risk and therefore are subject to a more relaxed regulation. Major steps have been taken to permit open banking, allowing costumer to access all their accounts and financial services through a singe platform.

Latin America is also a thriving space for foreign fintech startups, with investments from Europe, United Kingdom, United States and Canada that specialise in remittances, technology for financial services and lending. Currently we have over 90 companies doing business in LatAm.

In conclusion, Latin America is a booming market for fintech ventures because it offers an interesting regulatory environment and has an enormous number of people with no access to traditional financial services. Therefore, Latin America is proving to be a great laboratory to determine whether fintech will be able to fulfill its promise of banking the unbanked.

Por otro lado, en América Latina también encontramos el uso gubernamental de nuevas tecnologías financieras. Venezuela, por ejemplo, es el primer país en emitir una criptodivisa. Independientemente de si una criptocopia gubernamental centralizada es realmente una criptocopia de acuerdo con su definición cypherpunk, el hecho de tener un país que está jugando con soluciones tecnológicas y financieras fuera del ámbito del sistema heredado debería ser una llamada de atención para todos. Los países con más empresas de tecnología son México, Brasil y Colombia.

México es uno de los primeros países en tener una ley de fintech que regula el crowdfunding, los sistemas de pago, las criptodivisas y la banca abierta. También ofrece una regulación de la caja de arena para los productos fintech que no se ajustan a las definiciones dadas por la ley. La caja de arena permite a los reguladores determinar si un nuevo producto o tecnología financiera es seguro para el público y, por lo tanto, puede utilizarse sin ninguna vigilancia gubernamental o necesita una regulación ad hoc.

La claridad de la reglamentación ha generado un rápido aumento de los servicios y productos financieros de fintech. El número de empresas mexicanas de fintech para 2020 es de más de 430. La industria está en auge. Sin embargo, la ley dejó fuera muchos servicios de fintech, como la tecnología de seguros por ejemplo, generando así asimetrías dentro del sector financiero. Al mismo tiempo, el mero hecho de definir lo que se debe considerar como un servicio o tecnología fintech deja a muchos proyectos y tecnologías fuera de cualquier tipo de regulación. Por lo tanto, los abogados pueden ser muy creativos y participar en el arbitraje reglamentario.

Brasil también ha avanzado en la creación de una sólida regulación de fintech. La ley sobre fintech permite el uso de plataformas digitales para préstamos directos y préstamos entre pares. Estas nuevas instituciones financieras tienen un riesgo sistémico reducido y, por lo tanto, están sujetas a una reglamentación más relajada. Se han dado pasos importantes para permitir la banca abierta, permitiendo al cliente acceder a todas sus cuentas y servicios financieros a través de una plataforma única.

América Latina es también un próspero espacio para las empresas extranjeras de tecnología financiera, con inversiones de Europa, el Reino Unido, los Estados Unidos y Canadá que se especializan en remesas, tecnología para servicios financieros y préstamos. Actualmente tenemos más de 90 empresas que hacen negocios en América Latina.

En conclusión, América Latina es un mercado en auge para las empresas de fintech porque ofrece un entorno normativo interesante y tiene un enorme número de personas sin acceso a los servicios financieros tradicionales. Por lo tanto, América Latina está demostrando ser un gran laboratorio para determinar si Fintech podrá cumplir su promesa de bancarizar a los no bancarizados.

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