Ayuntamiento de Niebla Edita: Ayuntamiento de Niebla Texto: Raquel Zapata Santos Ilustración: Mª Dolores Ruiz Ángel Diseño: Signos Comunicación y Marketing ISBN: 978-84-693-9420-5 Depósito legal: H-13-2011 Bibliografía: CAMPOS CARRASCO, J.M, GÓMEZ TOCANO, F. Y PÉREZ MACÍAS, J.A.: Ilipla - Niebla. Evolución urbana y ocupación del territorio. Universidad de Huelva, 2006. RODRIGO AMADOR DE LOS RÍOS: Huelva. Ediciones El Albir. Barcelona. 1983. PEÑA GUERRERO, Mª ANTONIA: El tiempo de los franceses. La guerra de la independencia en el suroeste español. Cuadernos de Almonte, número extraordinario I. Ayuntamiento de Almonte. 2000 En portada y contraportada Vista aérea de Niebla Iglesia de San Martín Iglesia de Santa María de la Granada Castillo de los Guzmanes Puerta de Sevilla Puerta del Socorro Estación ferroviaria Puerta del Buey Puente Romano Arrabal Muralla Río Tinto
Me
llamo
Nieblami historia y esta es
Entre mis murallas se han vivido más de cuatro mil años de historia. He sido tartésica, romana, visigoda, musulmana y cristiana. Todas estas civilizaciones me han llamado de distinta forma: Ilípula, Ilipla, Elepla, Lebla hasta que por fin los cristianos me llamaron Niebla, tal y como hoy todos me conocéis. Hoy quiero contaros mi larga historia para que podáis comprender un poquito mejor nuestro presente y sobre todo, para que me ayudéis a tener un futuro próspero.
Mis orígenes
prehistóricos
Fui fundada en la rica campiña onubense sobre una pequeña meseta y me elevo sobre el río Tinto. Los hombres comenzaron a caminar por mis tierras hace miles de años y desde aquí controlaban la producción y el comercio de las minas del Andévalo. Pero principalmente se dedicaban al cultivo del campo y al cuidado del ganado. Si os dais un paseo por las tierras que bordean la margen izquierda del río Tinto, encontraréis yacimientos que atestiguan lo que os cuento, como son los casos de Valdebellotos, Valdemorales, La Alcornocosa y Los Pilones. No sé si habéis visto alguna vez unas grandes piedras en la Lobita (Soto), la Alquería, la Ruiza, la Marquesa… Son sepulcros megalíticos construidos por las tribus que eligieron esta zona para vivir sedentariamente y así poder disponer de un lugar donde poder enterrar a sus seres queridos. Desde estos momentos hasta la actualidad siempre estaré habitada.
Tartessos, mi nacimiento Como os he dicho, mi origen como ciudad se sitúa en la
junto al río Tinto. Mi posición siempre ha sido estratécomo ciudad meseta gica. Fui elegida como enclave por diferentes civilizaciones
venidas desde distintos puntos del Mediterráneo. Es ahora cuando mis murallas comienzan a ser construidas y comienzo a crecer como pueblo. Ya en el siglo I a.C. llegan los romanos y me convierto en nudo comunicaciones. Os explico. municipio de Me transformo en el centro hegemónico de toda la zona. Para que entendáis lo importante que llegué a ser, os diré que los romanos hicieron una impresionante obra de ingeniería que aún hoy todos utilizáis. Os estoy hablando del puente que está sobre el río Tinto.
Con Roma asciendo a
Además en mi ciudad se emitieron monedas. En los anversos aparecía un jinete portando una lanza y en los reversos mi nombre entre espigas. Algunos romanos se asentaron en lo que hoy todos conocéis como la Plaza de la Feria hasta la Puerta de Sevilla; pero la gran mayoría construyeron villas rústicas. La Península Ibérica es invadida, a principios del siglo V, por visigodos (pueblos del norte de Europa, totalmente llegan a mis tierras los romanizados). Los visigodos me convierten en sede episcopal. Fui cabecera de distrito de la mayor parte de la provincia de Huelva.
Los Visigodos
La actual iglesia de Santa María de la Granada, en sus orígenes, fue el edificio de culto de los visigodos: una sinagoga. De estos momentos aún se conservan ventanas, placas de cancelas y columnas de decoración. Aunque en el año 713 los musulmanes conquistaron nuestras tierras, los visigodos no tuvieron que marcharse. Es un periodo de pactos, tolerancia y convivencia entre musulmanes y visigodos.
Los Musulmanes me
Como os he adelantado nuestras tierras fueron por los árabes musulmanes. Andaconvierten en Reino conquistadas lucía fue llamada Al-Andalus y el territorio fue dividido en coras (provincias). Yo fui capital de la cora de Lebla. Con los musulmanes seré conocida como “la roja”, Al-Hamra. Quedaron impresionados por la fertilidad de mis tierras, por la antigüedad de mi ciudad, por la existencia de importantes vestigios antiguos y sobre todo por la magnificencia de mis murallas.Como os he dicho, tras la conquista musulmana, los cristianos (mozárabes) pudieron permanecer en Al-Andalus y se les permitía celebrar el culto en sus templos y llevar a cabo los preceptos de su religión; pero tenían que pagar más impuestos. A pesar de esta tolerancia y convivencia, hubo muchas prohibiciones. Por ejemplo, un musulmán podía casarse con una cristiana, pero no al revés. Esta mezcla cultural y social provocó la existencia de dos mártires. Os hablo de María y su hermano Walabonso y ocurrió allá por el siglo IX. María y Walabonso eran hijos de un cristiano y de una musulmana que se había convertido al cristianismo. El carácter ilícito de esta relación les obligó a emigrar a Córdoba. Walabonso atacó públicamente a la religión musulmana y fue condenado a muerte en el año 851. El ejemplo de su hermano hizo que María buscara también el martirio ese mismo año. Poco a poco las buenas prácticas de convivencia fueron disminuyendo. A mediados del siglo X, yo crecía como ciudad y en mi campiña existían más de mil aldeas. La población cristiana se especializó en el cultivo de la vid y en la producción de vino, cuya práctica estaba prohibida a los musulmanes. Como ciudad volví a cobrar protagonismo y ello se aprecia en las obras de restauración de mi muralla y en la construcción de la mezquita. Mi actual ciudad amurallada fue construida entre los siglos XII y XIII. Mi villa tiene forma poligonal y mi recorrido está definido por 47 torres sobresalientes, cuadrangulares y macizas. El recinto fortificado consta de cinco puertas: la de Sevilla, la del Embarcadero, la del Agua, la del Buey y la del Socorro De la mezquita sólo se conservan el patio y la entrada, pues hoy es una iglesia cristiana (Nuestra Señora de la Granada).
Vuelvo a ser
Cristiana
Paralelamente a todos estos acontecimientos en el resto de España se producía otro suceso histórico: la Reconquista. Os explico, aunque los musulmanes conquistaron buena parte de lo que hoy es España, en el norte quedaron cristianos. Comienzan a organizarse y a reconquistar sus territorios. Por el año 1262 el rey Alfonso X el Sabio reconquista mis tierras. Los musulmanes ofrecieron una fuerte resistencia y la contienda duró nueve meses y medio, hasta que la población musulmana se rindió por hambre. Esta lucha hizo que se transmitieran de padres a hijos episodios históricos y algunas leyendas. Cuentan que desde mis murallas se arrojaban piedras, dardos y tiros de trueno con fuego. Soy conocida como la primera ciudad en la que se utilizó la pólvora en España. Otra leyenda cuenta que, el rey Ibn-Mahfoh quiso demostrar la riqueza del pueblo, para engañar al ejército cristiano, enviándoles un buey cebado. Por ello, la puerta más occidental, por donde debió salir el animal, se la denomina la puerta del Buey. El recinto amurallado se mantendrá, pues seguimos siendo ciudad fronteriza. El castillo servirá de alojamiento para las milicias y como residencia del alcaide. En el espacio religioso, la ciudad se estructura en cuatro collaciones: Santa María de la Granada, San Martín, San Miguel y Santiago. Estas dos últimas hoy no existen; sin embargo su recuerdo se mantiene en el nombre de dos de mis calles, donde se supone que se encontraban dichas iglesias. El aumento de población en mis alrededores supuso la aparición de poblaciones como Trigueros, Beas, San Juan del Puerto, Bonares o La Torrecilla (Villarrasa).
Me convierto en la
capital del Condado de Niebla
En 1369 llegan a mis tierras una importante familia noble. Os estoy hablando de los Señores de Sanlúcar de Barrameda, Condes de Niebla y Duques de Medina Sidonia. El rey de Castilla, Enrique II, recompensó a este linaje entregándoles las tierras que se conocerían bajo el nombre del Condado de Niebla. Enrique II agradeció a Juan Alonso de Guzmán su fidelidad en la guerra que aquél había mantenido contra su hermanastro por el trono. Me convertí en capital del Condado y hubo épocas en las que bajo mi jurisdicción había hasta un total de 16 pueblos de la actual provincia de Huelva. En un principio, los Condes residían entre mis murallas en el castillo. Los condes quisieron que yo tuviese un aire de grandeza por eso reconstruyeron mis iglesias, arreglaron las murallas y convirtieron el castillo en un precioso palacio. Pero estos buenos tiempos, se vieron interrumpidos cuando en 1508 entre mis murallas se vivió un episodio horrible. Recuerdo que por aquél entonces era rey de las Españas don Fernando el Católico, quien ordenó que todos los castillos le fuesen entregados. Mis moradores desobedecieron tales órdenes reales y siguieron fieles al conde. En ese año las tropas de Fernando el Católico amenazaron de asalto y tuvimos que rendirnos. Los soldados saquearon mis tierras y dieron muerte a gran parte de la población. Cuentan que este saqueo supuso mi definitivo ocaso y la mayoría de la población que se salvó, huyó. Desde el siglo XVI comencé a perder peso en el marco político y económico de la Andalucía occidental. Además los condes se trasladaron a su residencia de Sanlúcar.
Mi decadencia
en la época moderna
Como os estoy contando, yo pierdo prestigio y las aldeas de mi alrededor comienzan a ganar importancia. Muchas villas inician su independencia. En 1755 el terremoto de Lisboa derrumbó gran parte de la torre del homenaje de la fortaleza del castillo, que era una de las más altas de Andalucía, después de la Giralda de Sevilla. Las desgracias no acaban aquí. En 1808 nuestro país es invadido por los franceses que llegarán hasta nuestras tierras. Cuando las tropas francesas pasan por mis tierras y observan que soy una ciudad amurallada, y además me encuentro en un punto estratégico, no dudan en conquistarme. Me convertí en el cuartel de los franceses y en el punto de mira del bando español. Fui un pueblo maltratado, pues murieron muchos vecinos y además cuando los franceses me abandonaron en 1812 volaron con pólvora dos antiguas torres.
Llegando al
Presente
Los siglos XIX y XX, también se caracterizaron por ser un periodo de crisis y despoblamiento del interior de mi ciudad. Se suprimieron los señoríos y todas las villas que poseía se independizaron. No todo son malas noticias; a mi ciudad, en 1914, llegó una gran señora que se preocupó mucho por mí. Ella era la arqueóloga Elena Whishaw. Me excavó, me estudió y 1916 creó un museo donde exponía sus hallazgos. Gracias a ella, desperté el interés para muchos
Los fusilamientos del 3 de Mayo Autor: Francisco de Goya, 1814
investigadores y aún hoy sigo siendo estudiada, pues como os he contado entre mis murallas se han vivido miles de aventuras. La guerra de la Nuestra historia se vuelve a oscurecer con otra guerra. Se independencia y la guerra civil trata de la guerra civil española que comenzó en 1936 y española, hicieron mucho daño a mi pueblo terminó en 1939. Esta guerra enfrentó a padres, a hijos, a hermanos, a amigos... en fin; provocó una situación nunca vivida en nuestro país. Aunque os parezca una fecha lejana, para muchos la cicatriz aún no está cerrada. Antes de la guerra, España era una República democrática y en 1936 se produjo un golpe de Estado militar. Hubo miles de muertos, tanto de un bando como de otro. En mi ciudad varias familias quedaron huérfanas. Fusilaron a varios hombres y muchos otros tuvieron que dejar sus puestos de trabajo y huir. Los años de la posguerra se caracterizaron por el hambre, la miseria y la fatiga. Yo siempre he sido fuerte y nunca me he rendido. Gracias a mi grandeza, hermosura y tradición en 1945 mis murallas fueron declaradas Monumento Nacional. Poco a poco, en los años sesenta del siglo XX España comienza a crecer, a industrializarse y los pequeños pueblos como yo, quedan medio abandonados. Muchas familias marchan a las ciudades en busca de nuevas oportunidades. Hoy, ya en el siglo XXI, muchos vuelven a mis tierras buscando sus orígenes y luchando para que yo pueda seguir viviendo miles de historias y poderlas transmitir a las generaciones futuras. Pues como dijo una de mis duquesas “Debemos conocer el pasado para comprender el presente y evitar la destrucción en el futuro”.
Guernica Autor: Pablo Ruiz Picasso, 1937