Memoria 249

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249 DICIEMBRE 2010 - ENERO 2011 ɶ NO. 249 ɶ $30.00 ɶ

ARTE, POLÍTICA Y SOCIEDAD ALICIA PINO JOSÉ RAMÓN FABELO CORZO MAYRA SÁNCHEZ MEDINA

MARX, EL DINERO Y LA CRÍTICA • JOSÉ GANDARILLA EL PLAN DE SAN LUIS • FRANCISCO I. MADERO APUNTES DEL PASADO • PEDRO MIGUEL VARGAS LLOSA Y EL PREMIO NOBEL • DANTE CASTRO


Director Héctor Díaz-Polanco Consejo de redacción Guillermo Almeyra ■ Sergio Cabrera ■ Elvira Concheiro ■ Gerardo de la Fuente ■ Gisela González ■ Ricardo Melgar ■ Massimo Modonesi ■

DICIEMBRE 2010 - ENERO 2011

Carlos Payán Velver ■ Consuelo Sánchez ■ Pablo Yankelevich ■ Consejo editorial Barry Carr ■ Elvira Concheiro Bórquez ■ Gerardo de la Fuente Lora ■ Héctor Díaz-Polanco ■ Pablo González Casanova ■ José Ángel Leyva ■

LA NACIÓN

Luciano López Zamudio ■ Arnoldo Martínez Verdugo ■ Ricardo Melgar Bao ■ Carlos Payán Velver ■ Andrés Ruiz ■ Enrique Semo ■ Raquel Tibol ■ Gabriel Vargas Lozano ■ Mario J. Zepeda ■

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Minando México a principios del siglo XXI Despojo, saqueo y criminalización social Gian Carlo Delgado Ramos

Consejo de Colaboradores Presidente: Gerardo de la Fuente Lora ■ Javier Aguilar ■ Jorge Alonso ■ Gilberto Alvide ■ Enrique Arriola W. ■ Alberto Aziz Nassif ■ Juan

AMÉRICA LATINA

Bañuelos ■ Armando Bartra ■ Fernando Bazúa ■ Elena Beristáin ■ Guillermo Briseño ■ Tatiana Bubnova ■ Enrique Calderón Alzati ■

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La difusión revolucionaria mexicana en Guatemala y Centroamérica El papel de Vasconcelos y sus agentes (1921-1925) Arturo Taracena Arriola

19

Redes de financiamiento y think tanks en Ecuador Decio Machado

Daniel Cazés ■ Juan Luis Concheiro Bórquez ■ Arnaldo Córdova ■ Luis F. Crespo Oviedo ■ Elisabetta Di Castro ■ Mónica Díaz Pontones ■ Evodio Escalante ■ José María Espinasa ■ Carlos Figueroa Ibarra ■ Jorge Fuentes Morúa ■ José G. Gandarilla S. ■ Pablo Gómez ■ César Güemes ■ Lourdes Herrasti ■ Arturo Herrera ■ Arturo Huerta ■ Dora Kanoussi ■ Marcela Lagarde ■ Margarita León ■ Óscar Martiarena ■ Ana María Martínez de la Escalera ■ Roberto Melville ■ Edith Negrín ■ Lucio Oliver ■ Rina Ortiz Peralta ■ Gabriel Rodríguez Álvarez ■ Luis Ignacio Sáinz ■ John Saxe-Fernández ■ Daniela Spenser ■ Jaime Tamayo ■ Jussara Teixeira ■ Arturo Trejo Villafuerte ■ Gerardo Unzueta ■ Roberto Varela ■ Hugo

ALDEA GLOBAL

Zemelman ■ Felipe Zermeño ■ Sergio Zermeño ■ Coordinadora general Consuelo Sánchez ■

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John le Carré: Desenmascarando a los traidores Amy Goodman

27

El humo de los 33 que tapó a los 34 mapuches Verónica Azpiroz Cleñan

28

La huelga de hambre de los comuneros mapuches en Chile Resultado de una acumulación histórica de exclusiones Patricio Herrera González

Jefe de edición Vladimir M. Ríos García ■ Jefes de redacción Alejandro Miguel y Camila Joselevich ■ Diseño y formación digital Hernán García Crespo ■ Distribución y ventas Juan Carlos R. y Sandra Mendoza ■ Administración Nancy Arévalo Rivera ■ Servicio social Doria del Mar Vélez ■

Todos los artículos son objeto del arbitraje final del Consejo de Redacción. Las ideas y los puntos de vista vertidos en cada artículo son responsabilidad de sus autores.

Centro de Estudios del Movimiento Obrero y Socialista A. C. Presidente y Director Fundador: Arnoldo Martínez Verdugo Director General: Carlos Payán Velver

Memoria es el boletín mensual del Centro de Estudios del Movimiento Obrero y Socialista, A. C. Pallares y Portillo 99, Col. Parque San Andrés, México, D. F., C. P. 04040. Teléfono: 55 44 98 26, Fax: 55 49 02 53. Memoria en Internet: www.memoria.com.mx, e-mail: memoria@memoria. com.mx y cemos_memoria@yahoo.com.mx, Certificado de licitud de título No. 5008 (otorgado el 13 de mayo de 1992). Reserva de Título No. 11796-92. ISSN 0186-1395. Precio del ejemplar: $ 30.00. Impreso en México por Fotomontaje de portada: Vladimir Ríos

FE DE ERRATAS: El artículo de Arturo Taracena debió aparecer en el número 247 de Memoria en la sección de CENTENARIOS. Por un error en la edición se omitió dicho artículo. Ofrecemos una disculpa al autor y a nuestros lectores por la falta.


249 ARTE Y POLÍTICA

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¿Espectáculo versus información? Tres miradas Alicia Pino

37

Arte, política y sociedad de consumo El caso de Andy Warhol José Ramón Fabelo Corzo

40

Razones epistemológicas en tiempos de estetización Entre la espectacularidad y el deseo Mayra Sánchez Medina

MEMORIAL

62

La fiesta del chivo y el premio nobel Dante Castro Arrasco

64

EL ALEPH Apuntes del pasado Pedro Miguel

ENTRE-VISTAS

47

“Parte de Colombia fue robada por Roosevelt” Entrevista con Noam Chomsky Luis Ángel Murcia

HACER MEMORIA 49

Plan de San Luis Potosí Francisco I. Madero

52

La rojería. Parte VIII Óscar de Pablo Hammeken

REFLEXIONES Marx, el dinero y la crítica José Guadalupe Gandarilla Salgado

IMAGEN VIOLETA COVARRUBIAS ACOSTA

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LA NACIÓN

MINANDO MÉXICO A PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI Despojo, saqueo y criminalización social

IMAGEN VIOLETA COVARRUBIAS ACOSTA

GIAN CARLO DELGADO RAMOS

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éxico está casi completamente mineralizado, con un estimado del 85 % de sus reservas sin explotar1. Los principales minerales metálicos que se extraen, en términos de valor de la producción, son el cobre (27.6 %), el oro (21.4 %), la plata (19.1 %) y el zinc (11 %) que, en conjunto, suman el 79 % del valor minero.2 Las entidades que concentran la producción minera son Sonora (26.5 % del valor de la producción), Zacatecas (15.6 %), Coahuila (15.5 %), Chihuahua (12.7 %), San Luis Potosí (6.6 %) y Durango (5.8 %). Si bien existen dos grandes monopolios nacionales, Grupo México y Peñoles, buena parte de la actividad extractiva es hecha por o en colaboración con inversionistas extranjeros. Dada la crisis económica de fines de la primera década del siglo XXI, la inversión en los últimos años se ha focalizado en los minerales metálicos, lo que no significa que no se exploten con tendencia creciente los minerales no metálicos3. El énfasis ha sido la producción de oro y plata, misma que se concentra en manos de grandes grupos mineros, 84 % y 87 % respectivamente4. En el caso del oro, aumentó 150 % de 2003 a 2008, al pasar de 20 a 50 toneladas de producción anual5. Sólo en 2008, el incremento de 28 % se debe en gran medida al inicio de operaciones de “Peñasquito” (Zacatecas) y al aumento de productividad de “El Sauzal”, ambas propiedad de Gold Corp (Canadá)6. En el caso de la plata, el aumento en ese mismo periodo ha sido mínimo (6 %) pues pasó de 2 mil 516 a 2 mil 668 toneladas. No obstante, el grado de producción colocó al país en la segunda posición a nivel mundial7. En 2008, Peñoles fue la responsable de la mayor producción del metal afinado.8 Otros metales, como el zinc, han mantenido sus niveles extractivos desde principios de siglo al rondar las 400 millones de toneladas métricas anuales9. El cobre ha visto un descenso importante que responde tanto a la crisis de los últimos años de la primera década del siglo XXI como a las huelgas desatadas en Cananea y San Martín, de Grupo México; y es que la extracción cayó de 373 millones de toneladas en 2005 a 268 millones de toneladas en 2008. De cualquier modo, en lo que va del milenio se han extraído casi 3 mil millones de toneladas de cobre del país10. Los minerales no-metálicos registran por lo general tendencias crecientes de producción en la última década, destacando, además de la fosforita, la diatomita, el azufre o la fluorita, el (sulfato de) manganeso, que incrementó su ritmo extractivo en casi cien por ciento al pasar de 88 millones de toneladas en 2002, a 169 millones de toneladas en 2008.11 Tales ritmos extractivos se han reflejado en una captación por parte del sector minero de 3 mil 656 millones de dólares de inversión extranjera directa (IED) en 2008, cifra 70 % mayor a la de 2007 y cuatro veces mayor a la captada en 200012. Proyecciones de la Cámara Minera de México asumen que de 2009 al 2012 las inversiones serán de unos 7 mil 600 millones de dólares.13 Datos del Gobierno Federal precisan que, a junio de 2009, había en el país 263 mineras extranjeras operando 677 proyectos14. De ellas, 198 (el 75 %) son de Canadá (nueva plataforma minera mundial15); 39 (el 15 %) son de EU; siete (el 3 %), de Inglaterra; cinco (el 2 %), de Australia; y tres (el 1 %), de Japón. Además, hay otras de, por ejemplo, Suiza, Corea, China, Chile, Italia, India y Perú. Al cierre de 2009, el 85 % de los proyectos

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están* en etapa de exploración, lo que indica un futuro boom minero. Sólo el 8.3 % está en etapa de producción y 2.2 % en etapa de desarrollo16. El 64 % de dichos proyectos está asociado a metales preciosos, 18 % a polimetálicos, 13 % a cobre y 3 % a hierro17. Cubren, junto a los proyectos nacionales, el 5 % del territorio nacional (25 millones de hectáreas) y se concentran en el estado de Sonora (163 proyectos), Chihuahua (101), Durango (73), Sinaloa (73), Zacatecas (50), Jalisco (41) y Oaxaca (32).18 Esta explosión de la IED minera en México obedece a la modificación, por un lado, de la Ley de Inversión Extranjera de 1992 que permite la participación de esos capitales en un cien por ciento de la propiedad (lineamiento impulsado en esa misma década prácticamente en toda América Latina). Por otro lado, a la Ley de Minería, también de ese mismo año y con sus consiguientes modificaciones. Al día de hoy, en dicha ley se establecen, entre otras cuestiones, la “plena seguridad jurídica” a las inversiones nacionales y extranjeras; la desincorporación de asignaciones y reservas nacionales con el fin de privatizarlas (proceso impulsado desde el sexenio de Carlos Salinas en 1988-1994); un aumento en la certidumbre de las concesiones mineras en las que se establece la preferencia de uso minero del territorio y uso minero del agua sobre cualquier otro tipo de aprovechamiento; el establecimiento de 50 años como periodo de duración de las concesiones mineras con posibilidad de prórroga y de 6 años para concesiones de exploración con posibilidad de prórroga; y, a diferencia de otros países latinoamericanos, la inexistencia de pago de regalías o derechos sobre la producción (en cambio, se cobran derechos sobre la extensión de concesiones). Se suman otros aspectos relacionados con la deducción de pagos de impuestos (ejemplo: primer año de asignación minera libre de impuestos, deducción inmediata de la inversión al activo fijo), plazo de amortización de pérdidas fiscales de 10 años, o la excepción de pago por derechos o tasa de exportación. Ahora bien, a pesar de indicadores mayores en la productividad minera, la participación del sector en el PIB nacional es muy baja y además ha sufrido una reducción paulatina desde 1983 al pasar de 1.63 % a 1.1 % de PIB en 200819. Se suma el hecho de que el empleo formal ronda los 270 mil trabajadores, esto es, alrededor del 0.2 % de la población nacional y menos del 0.1 % de la población económicamente activa20. El salario mínimo profesional ronda entre los 50 y los 80 pesos diarios, dependiendo de la zona económica y el tipo de trabajo.21 Aun así, la clase política llamativamente sigue vendiendo estos proyectos como de “desarrollo”, generadores de empleo y de activación económica cuando en realidad se trata de actividades extractivas de enclave, fundamento de la transferencia de minerales hacia los países metropolitanos –principales consumidores de los mismos– y que en esencia es similar al del saqueo colonial, con la diferencia de que hoy por hoy se sostiene bajo el ropaje del comercio internacional y el “libre mercado”. El esquema claramente funciona a partir de la conformación y mantenimiento de economías netamente extractivas y de escasos encadenamientos productivos endógenos de relevancia. Esto significa que los minerales son extraídos y vendidos sin mayor procesamiento más allá del de su fundición y, en algunos casos, de algún grado de refinamiento.

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Así, en México, el grueso de la producción de pequeña y mediana escala genera mineral en polvo (extrae roca mineral y la maquila). Luego se envía a grandes fundidores nacionales para su posterior exportación. Por su parte, el capital extranjero extrae cantidades importantes de mineral que funde en México (actividad que tiene los costos energéticos y de generación de contaminantes más importantes de la cadena de valor) y que purifica y transforma en el extranjero. El gran negocio metalmecánico no es mexicano sino fundamentalmente metropolitano, sobre todo de EU, que es el que adquiere más de la mitad de las exportaciones nacionales22. Basta precisar la importancia de ese negocio que, en 2006, representó un valor añadido al PIB de EU de unos 2.1 billones de dólares23. Además, generó 1.5 millones de empleos en ese país.24 Por todo lo antes indicado, se puede afirmar que México, al igual que el resto de América Latina, se coloca como reserva estratégica de esos y otros recursos, de ahí que desde 1994 se colocara como el principal destino de gastos en exploración a nivel mundial. Sólo en 2008 AL se adjudicó el 25 % del total de inversión, siendo México, Perú y Chile los principales receptores25. El despojo, explotación y saqueo, pero también una creciente deuda ecológica y la criminalización de los movimientos opositores a la gran minería, han sido los principales resultados. IMPACTOS AMBIENTALES

La minería es una actividad que históricamente se ha caracterizado por ser agresiva con el medio ambiente y la salud de los trabajadores. Desde luego, la tecnología de “pico y pala” de la colonia no podía impactar en el modo y escala en el que lo hace la mega-minería contemporánea. Ésta sólo es posible a partir del desarrollo tecnológico de máquinas-herramientas para la perforación, excavación, el desarrollo de explosivos de alta potencia y precisión, de medios más eficientes de acarreo de material, de procesos químicos para la recuperación masiva de minerales de baja concentración, etcétera. Dado que a nivel mundial hay una tendencia decreciente en las reservas de minerales frescos de concentración alta o media, lo que se viene observando es, pues, una mayor explotación de yacimientos de baja concentración. Esto implica el uso de tecnología pero también de técnicas altamente agresivas. Ello es claro para el caso del oro, la plata y el cobre, con los que cada vez más se emplea el sistema de tajo a cielo abierto y que implica la remoción de toneladas de tierra por gramos o fracciones de gramo de material recuperable, lo que implica la devastación del ecosistema de la zona minada (biodiversidad, cuerpos de agua, etcétera) incluso hasta un perímetro de decenas de kilómetros. Se trata de un método extractivo únicamente viable gracias al uso de procesos químicos de flotación o lixiviación por cianuro, mercurio u otros químicos altamente tóxicos. Esto es, por medio de la disolución del mineral en un medio acuoso para separarlo de los “residuos” para luego ser concentrado por precipitación o galvanización. En el caso del oro, el proceso de lixiviación por cianuración es clásico en la minería contemporánea de tajo a cielo abierto. Se requieren, para disolver el oro, aproximadamente 350 mg de cianuro por litro de agua, aunque, dependiendo del caso, la proporción puede aumentar hasta 500 mg por litro.

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Por ejemplo, en el caso de Cerro San Pedro (San Luis Potosí), donde se obtienen entre 80 mil y 100 mil onzas de oro al año en un proceso de lixiviación sobre roca con una concentración de 0.55 g de oro por tonelada, se emplean diariamente unos 32 millones de litros de agua con alrededor de 16 toneladas de cianuro según un estudio de factibilidad de Metallica Resources de 200326. El cálculo del proyecto para 10 años es remover unas 194 millones de toneladas de material y procesar unas 86 millones de toneladas de roca de mineral a un ritmo de 28 mil toneladas diarias. Lo anterior quiere decir que, según cálculos del que escribe, cada gramo de oro de Cerro San Pedro trae detrás por lo menos 4 millones de gramos de desechos sólidos de diverso grado de toxicidad y 2 millones de gramos (o mililitros) de agua altamente tóxica. Desde luego, como se trata de un ciclo cerrado, el consumo de agua total del proyecto y por tanto la mochila ecológica de desechos líquidos es, en principio, de poco más de los mencionados 32 millones de litros, considerando un pequeño incremento por la pérdida de parte del líquido durante el proceso y sin considerar fugas o eventos climáticos torrenciales que eventualmente pudieran aumentar la cantidad de agua contaminada. El consumo total de cianuro, si bien se reduce, sigue siendo creciente, día a día de operación. Por tanto, considerando lo anterior, estrictamente hablando cada gramo de oro de Cerro San Pedro arrastra una muy conservadora mochila de desechos líquidos de unos 750 gramos de agua cianurada que, al final de todo, quedará ahí en el medio ambiente, ello sin contar los impactos que eso implica en el largo plazo. Números similares tienen otras minas del país. Peñasquito, una mina de recién apertura de la también canadiense Gold Corp y con un tiempo de vida de poco más de 20 años, extrae oro en una concentración de entre 0.14 y 0.52 g por tonelada y de 12.3 g y 30 g de plata por tonelada bajo un proceso similar al de Cerro San Pedro27. Procesará, para 2011, unas 130 mil toneladas al día, utilizando unos 35 millones de litros de agua diarios.28 Como se sabe, el principal problema de este sistema de cianuración es que siempre existe la posibilidad de que haya pérdida del químico, sea por la baja calidad o por rasgaduras imprevistas en los forros o geo-membranas que se utilizan para evitar la filtración del agua cianurada en las piletas de lixiviación; como producto de la filtración del mismo en los sistemas de conducción y recuperación del cianuro; como resultado de la evaporación del baño de cianuro durante el proceso de lixiviación y que usualmente se hace a cielo abierto (unos 8 millones de litros de agua cianurada se ha llegado a calcular que factiblemente se evapora diariamente en Cerro San Pedro); debido a la pérdida de sustancias tóxicas por causa de un manejo limitado de los residuos en el propio proceso de recuperación del oro y de su galvanización; o bien por accidentes en la transportación de sustancias peligrosas. Más aún, el proceso de recuperación del oro por la vía del uso de zinc (que permite recuperar el oro de la solución cianurada “preñada” y que es la técnica utilizada por New Gold) tiene inconvenientes ambientales mayores pues agrega otras sustancias tóxicas (metales pesados) al proceso, potenciando con ello la posibilidad de pérdidas de dichos tóxicos, sea por evaporación o por filtración. En este tenor, es útil subrayar que en la región de Canadá, México y EU, el 6 % de las emisiones tóxicas corresponde, según

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datos de 2005, a la extracción de metales primarios, pero 58 % a servicios o apoyo a actividades como la minería, la explotación de canteras y la extracción de gas y petróleo29. Así, si se mide sólo en relación al sector industrial, el minero (exceptuando el gas y petróleo) emitió en 2005 el 69 % de los gases de efecto invernadero de la región, siguiendo el de generación y distribución de electricidad y el de manufactura de equipo eléctrico, con 10 % cada uno30. En México, se calcula que el sector minero generó el 69 % de las emisiones tóxicas reportadas, esto es 43 millones 180 mil 503 kg de contaminantes31. El plomo contabilizó 37 millones 62 mil 729 kg; el arsénico, 6 millones 92 mil 692 kg; los cianuros, 15 mil 763 kg; el cadmio, 8 mil 826 kg; y el níquel, 289 kg32. A eso debe sumarse el monto de jales mineros abandonados en el país, mismo que se desconoce pero que debe ya rondar en los miles de millones de toneladas. Ahora bien, llama la atención que dos mineras y dos centrales eléctricas de la Comisión Federal de Electricidad se adjudiquen, según datos de 2005, el 92 % del total de emisiones informadas por México. En lo que respecta a la las primeras, se trata, por un lado, de la Compañía de Fresnillo en el Saucillo, Chihuahua que extrae plomo y zinc, y que aportó el 69.2 % de las emisiones (unos 36 millones de kg). Por otro lado, la Compañía Minera Nuevo Monte, en Zimapan, Hidalgo, contabilizó 12.9 % de las emisiones al notificar 6.7 millones de kilos de arsénico y sus compuestos33. Al costo ambiental someramente descrito debe sumarse el que corresponde a la transferencia de metales para su reciclamiento en México, un proceso que utiliza agua y energía y emite contaminantes. En 2005, por ejemplo, sólo EU transfirió para tal propósito 37.5 millones de kilos de metales, fundamentalmente zinc, plomo, manganeso, cobre y cromo.34 ASPECTOS SOCIALES

Los aspectos sociales de los proyectos mineros pueden verse desde diversas etapas. Burdamente se puede hablar de la de exploración y poco después de la de negociación de permisos diversos para explotación, incluyendo el de los pobladores de las tierras por ocupar y las negociaciones de arrendamiento de las mismas o del pago por derecho de paso para el caso de zonas aledañas al proyecto. En un tercer momento se identifican una serie de aspectos asociados a la puesta en marcha del proceso mismo y al consecuente cambio en las dinámicas socioeconómicas y culturales locales-regionales. Se suma la aparición de afectados diversos con sus formas de valoración y expresión particular. En un cuarto momento, se da el cierre de la mina con impactos socioambientales evidentes pero en un contexto de considerable laxidad en tanto a responsabilidades y toma de medidas concretas de remediación, si es que las hubiese. A la par se produce una fuerte desarticulación de todo esquema socioeconómico relacionado a la añeja actividad minera con implicaciones diversas. A continuación se enlistan los principales aspectos identificados en las cuatro etapas mencionadas, producto de investigación documental y de campo de diversos proyectos mineros que han sido visitados o revisados directamente con los actores involucrados. Los casos son representativos de los estados de Chihuahua, San Luis Potosí, Zacatecas, Chiapas, Oaxaca, Sonora, Colima

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y Guerrero. Desde luego, no todos los aspectos se encuentran necesariamente en todos los proyectos mineros, pues cada uno muestra su propia complejidad. 1) EN LA ETAPA DE EXPLORACIÓN DESTACAN LOS SIGUIENTES ASPECTOS:

• Las negociaciones de concesión de exploración son negociadas con el Gobierno Federal y las actividades exploratorias se hacen rutinariamente sin informar a las comunidades locales. • En el proceso de exploración, pero sobre todo cuando se van confirmando reservas mineras de potencial económico, se empiezan a alinear los tres niveles de gobierno a favor de la IED en un contexto de presunto uso de tráfico de influencias y presuntos esquemas de corrupción de todo tipo. Las minas y el gobierno niegan esta acusación socialmente aceptada y públicamente denunciada inclusive por medios de comunicación (caso de Cerro San Pedro). • Cuando se trata de zonas con historial minero, la anuencia de la población local suele ser más fluida y, aun más, ello se facilita porque en muchas ocasiones los derechos de explotación son adquiridos de la mano de otras empresas que ya operaban en la región. • En esos casos, y sobre todo cuando se trata de capital extranjero, se mantiene públicamente el nombre de la minera original, inclusive en la renovación de concesiones a modo de manejar un bajo perfil operativo.

DADO QUE A NIVEL MUNDIAL HAY UNA TENDENCIA DECRECIENTE EN LAS RESERVAS DE MINERALES FRESCOS DE CONCENTRACIÓN ALTA O MEDIA, LO QUE SE VIENE OBSERVANDO ES, PUES, UNA MAYOR EXPLOTACIÓN DE YACIMIENTOS DE BAJA CONCENTRACIÓN. ESTO IMPLICA EL USO DE TECNOLOGÍA PERO TAMBIÉN DE TÉCNICAS ALTAMENTE AGRESIVAS

2) EN LA FASE DE ADQUISICIÓN DE PERMISOS Y NEGOCIACIÓN LOCAL SE PUEDE MENCIONAR QUE:

• En algunos casos se identifica la compra de pequeñas minas por parte de la misma empresa en una zona dada, como sucede en algunas zonas de Zacatecas y con capital canadiense. Las especulaciones de los locales apuntan a la posibilidad de eventuales tajos abiertos y/o macroexplotaciones una vez consolidadas la compras de las tierras en cuestión. • Cuando no se compra la tierra, los terrenos son rentados por periodos largos (usualmente 30 años, con posibilidad de renovación), lo que inmediatamente los torna en la práctica propiedad privada. Para la renta de terrenos es necesaria la negociación con los ejidatarios. Esas negociaciones entre la mina, los ejidatarios u otro tipo de propietarios de la tierra y el gobierno, en sus tres niveles, son usualmente cuestionables, sobre todo en lo que tiene que ver con el valor monetario asignado. De notarse es que los derechos o concesiones de exploración y explotación minera se negocian usualmente antes de proceder con cualquier tipo de proceso de consulta

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y negociación con los pueblos locales directamente afectados pero que no son ejidatarios o dueños de la tierra. El gobierno federal acepta este modo operativo al otorgar los permisos sin corroborar el previo consentimiento de los pueblos, y es que los requisitos del gobierno son que la empresa entregue constancia de anuencia de los mismos y, sin embargo, sólo se toma en cuenta a los propietarios. Dado que muchas veces no todos quieren el proyecto, se habla de casos en los que se presentaron documentos probatorios falsos correspondientes a algunos ejidatarios y que eran necesarios para alcanzar una mayoría de aceptación. • Cuando se trata de propiedad ejidal, el comisariado tiende a negociar la letra chica del contrato con la mina, muchas de las veces sin comunicarla enteramente a los ejidatarios. Ello se refleja normalmente en problemas de representatividad de parte de los comisariados puesto que tienden a ser cooptados por la mina. El proceso de despojo se facilita aún más al ser pocos los ejidatarios que saben leer y escribir y, por tanto, al ser prácticamente inexistente la comprensión legal del contrato y de los efectos del proceso productivo minero que se presenta meramente como “escarbar en la tierra para sacar mineral”. Se suma el hecho de que las mujeres ejidatarias suelen no tener, en la práctica, el mismo poder de incidencia en las asambleas que sus homólogos varones. Las presiones se hacen por la vía de agresiones verbales y otras amenazas de tinte sexista. • Al tiempo de darse las negociaciones, comienza un retorno de “viejos” ejidatarios que emigraron para trabajar y que, cuando se sabe del proyecto minero, vuelven en espera de su parte de pago por la concesión de la tierra, así como por la potencial oportunidad de empleo en la mina. Las fricciones entre ejidatarios que permanecieron en sus tierras y los que emigraron y se mantuvieron el grueso del tiempo fuera son usuales pues los segundos siempre están a favor del proyecto minero y son rápidamente cooptados por la empresa minera

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y el gobierno local. Aunado a ello, comienza a verse una sobrepoblación y hacinamiento debido al regreso de pobladores con sus “nuevas” familias, sobre todo en relación a la infraestructura y servicios públicos existentes. La oferta por parte de la mina de ayudar a expandir esos servicios (una obligación del Estado) se torna carta de negociación. • El monto pagado en los contratos más recientes, como los de Cerro San Chicomuselo (Chiapas) o Peñasquito, varía entre 100 y 250 pesos mensuales por ejidatario (por un periodo de entre 30 y 50 años)35. La aceptación de tales montos es resultado de la ausencia de la responsabilidad social del Estado, misma que orilla a la gente a tomar la coyuntura para resolver necesidades inmediatas. Al ser zonas de alta miseria, los bajos montos son vistos en un inicio como buenas negociaciones a pesar de que son gastados en el lapso de unos cuantos meses o menos. • En ciertos casos es necesario el desalojo de pueblos enteros, pues las vetas o reservas están justo debajo. En esos casos, las mineras tienden a forzar/negociar el desalojo y a pactar lo propio con el gobierno municipal (local). Las reubicaciones toman forma concreta en nuevos pueblos tipo Infonavit, es decir de casas contiguas de 25 m2 de muy bajo coste de construcción y con un periodo de vida promedio de 25 a 30 años. Peñasquito o La Caridad (Sonora) son ejemplos representativos de la construcción de pueblos netamente urbanos en plena ruralidad y que son, por tanto, disfuncionales dado que no son aptos para las necesidades y costumbres del campo (una de las principales y típicas quejas de los afectados). • Con aquellos propietarios que se niegan a entregar/desalojar sus tierras, se opta por asfixiar sus posibilidades de manutención. Al mismo tiempo, cuando es posible, se comienza a operar sin limitar cualquier tipo de afectación a su vida cotidiana y sus medios de subsistencia (sea el agua, por explosiones, etcétera). Con ello se pretende obligar al desalojo/

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3) EN LA ETAPA DE OPERACIÓN-PRODUCCIÓN:

• Los trabajos directamente generados por la gran industria minera contemporánea son pocos y no han resuelto la situación socioeconómica de ninguno de los pueblos donde han operado en las últimas décadas. No sólo se debe al gran peso que juega la tecnología y el uso de maquinaria pesada en la liberación de los requerimientos de la fuerza de trabajo, sino también al hecho de que se requiere una buena parte de especialistas o técnicos, lo que obliga a contratarlos desde otras partes del país (o del extranjero). En lo que refiere a empleos indirectos, se identifica el contratismo de buena parte de los servicios necesarios como los de mantenimiento de maquinaria, de seguridad, incluso de operadores de maquinaria pesada o de transportistas según sea el caso, entre otros. Ello disloca toda posibilidad de establecer verdaderos encadenamientos productivos locales-regionales (más aún los de largo alcance temporal). En el mejor de los casos, hay un limitado estímulo al sector local de servicios, tanto formal como informal (hospedaje, alimentación, diversión). • En el caso de los pocos trabajadores locales empleados por las minas, los salarios suelen ser muy bajos y casi siempre con pocas o nulas prestaciones. Suelen ser trabajadores de seguridad, operadores en contados casos de cierta maquinaria pesada, de limpieza, etcétera. Se trata de trabajadores del más bajo nivel a los cuales se les prohíbe la entrada a las zonas de procesamiento de, por ejemplo, metales preciosos. Y es que, por evidentes razones, en esos casos sólo tienen acceso los directamente involucrados en su producción. • Los parámetros de seguridad en muchos casos son deleznables. Esto es típico de las minas subterráneas, en particular las de carbón como la de Pasta de Conchos (Coahuila). Los accidentes menores suelen ocultarse y sólo los muy aparatosos logran llegar a los medios de comunicación. Algunos cálculos corroboran esta realidad pues se estima que en México, tan sólo en la minería de carbón, han muerto por lo menos mil 700 trabajadores desde 1889. En el mundo son cientos los muertos anualmente. • Con la actividad minera en curso, usualmente hay un aumento del alcoholismo y la aparición y/o incremento de la prostitución. Consecuentemente, se registra mayor violencia

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intrafamiliar y ruptura conyugal/familiar, según confirman mujeres entrevistadas. También se registran fuertes cambios culturales, en particular como producto de un aumento de los ingresos y por tanto de las expectativas materiales de vida, en comparación con la situación precaria generalizada previa a la instauración de la mina. Ello lleva al mismo tiempo, sin embargo, a situaciones de prepotencia y/o violencia sobre todo entre los varones, ocasionadas por una competencia entre los locales y por la idealización de los fuereños (nacionales y extranjeros) que llegan como trabajadores calificados de la mina con niveles de vida usualmente más altos. • Después de largas y pugnadas negociaciones en cuanto al monto en juego y los plazos temporales de su desembolso, la mina construye cierta infraestructura de apoyo a las poblaciones como escuelas, clínicas o auditorios. No obstante, como se puede corroborar en el grueso de casos, se trata de construcciones de mala calidad (en cierto sentido, provisionales) y por tanto de bajo costo. Además, impulsa proyectos recreativos o de conservación que, junto con los anteriores, le permite continuar con el proyecto minero desembolsando el mínimo capital posible en esos rubros pero, al mismo tiempo, haciendo posible la “venta” de una imagen de supuesta responsabilidad social y ambiental. Todas las campañas publicitarias muestran una realidad ficticia: niños, hombres y mujeres bien presentados y sonrientes, dejando entrever que tal felicidad es producto del proyecto minero y su derrame de beneficios. • Sin embargo, y en contraste con la mencionada imagen, muchos proyectos, para arrancar o una vez operando, destruyen las tierras más aptas para sembrar o para pastoreo (caso de Real de Ángeles, en su momento, o de Peñasquito, ambos en Zacatecas) pues en muchas ocasiones emplazan justo ahí los tajos o las zonas de jales. Además, entregadas las tierras, se suele expropiar en los hechos la infraestructura existente (de

IMAGEN VIOLETA COVARRUBIAS ACOSTA

negociación “voluntaria”. Esto se observa en el caso de Cerro San Pedro, por ejemplo. • El estado de derecho tiende a ser en buena medida inoperante, pues los gobiernos locales, independientemente del partido, suelen “coincidir” con los intereses de la mina, misma que, como es regular, procura hacer donativos al erario público de esa escala del gobierno. En el caso de Cerro San Pedro, los donativos por parte de Gold Corp ascendieron a 5 millones 378 mil 424 pesos, monto que constituye el 28.7 % del presupuesto ejercido por el ayuntamiento en ese año.36 • Muchas veces, como en Mazapil, hay fuertes casos de intimidación y amenazas entre los propios ejidatarios, es decir, entre los que están a favor del proyecto y los que están en contra al momento de las negociaciones. Una vez terminadas éstas, los enconamientos permanecen e incluso se ahondan.

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agua por ejemplo; dígase de pozos y sus papalotes) con importantes afectaciones para con la población aledaña; se desaloja el ganado de las viejas zonas de agostadero que pudieran estar dentro o en el perímetro de la mina, situación que genera fricciones entre la mina y los pobladores (caso Peñasquito); se destruyen los causes naturales de agua y la biodiversidad tanto en la preparación del terreno como en la operación de la mina y su tajo (incluyendo explosiones cotidianas). Vinculado a lo anterior es de precisarse que las explosiones no sólo afectan la biodiversidad de manera directa e indirecta (asustando a los animales varios cientos de metros a la redonda y perturbando a las especies vegetales aledañas), sino que además pueden eventualmente afectar las fuentes de agua subterráneas, así como la infraestructura y monumentos históricos cercanos (caso de Cerro San Pedro). Los proyectos de conservación de biodiversidad a los que están obligados las minas son, en la mayoría de los casos, inútiles. En términos de replantación, los resultados suelen ser mínimos o negativos pues no se siembran todas las especies sino sólo las más llamativas, además de que se siembran mal, se secan y mueren a escasos meses (caso claro de Peñasquito, a dos años de consolidar el “área de conservación”). Asimismo, suele haber conflictos reales o potenciales por el agua entre las minas y la población aledaña en casi todos los casos. Por un lado, en lo referente a la calidad de la misma, y por el otro en cuanto al acceso, pues, además de las posibles modificaciones a las fuentes de agua ocasionadas por la actividad minera (ya arriba señaladas), normalmente los pozos de las poblaciones son de poca profundidad, mientras que los de las minas son de gran profundidad lo que les permite succionar y acaparar el líquido. En todos los casos se presentan problemas vinculados a la emisión de humos, aguas de desecho y alteración del paisaje. Aun más, dado que muchos de los efectos son de medianolargo plazo, no siempre es posible vincular directamente la causa con el efecto, algo que complica la pelea legal frente a tales afectaciones. Ante dichos impactos, que poco a poco van saliendo a la luz, al menos una parte de la gente suele arrepentirse de haber aceptado la mina. Las reacciones son diversas, desde renegociar los montos de indemnización, hasta el exigir el cierre y retiro de la mina de modo definitivo. Es un panorama en el que normalmente no hay asesoría a los pueblos de ningún tipo –de la academia, de las ONG ni de otros actores–. Desde luego hay excepciones, como el caso de Cerro San Pedro en el que el Frente Amplio Opositor / Pro San Luis Ecológico ha instalado una larga batalla legal en contra de Gold Corp. En muchas ocasiones se observan fricciones entre los trabajadores y el resto de los pobladores y otros movimientos sociales que apoyan a los opositores locales. En especial, los intimidantes dispositivos de seguridad, típicos de las minas, contribuyen a agudizar el problema al tiempo que salvaguardan a la empresa de cualquier tipo de evaluación o vigilancia social sobre lo que ahí sucede. Para cualquier información y visita del público en general, usualmente debe solicitarse con antelación de varios días o semanas y debe, en algunos casos,

tenerse la aprobación de la casa matriz de la empresa. Las respuestas se aplazan y en los hechos casi nunca se concretizan. • Ante la oposición, la empresa minera tiende a seguir una doble estrategia. Por un lado, ignorar, descalificar y/o criminalizar a los movimientos. Por el otro, la de estimular o dejar crecer el confrontamiento entre los propios pobladores, a favor (usualmente trabajadores de la mina) y los que están en contra. Asimismo, se apuesta por desgastar a la gente al sumirla en un proceso de negociación y/o de denuncia y pelea legal de largo plazo. Se trata de escenarios en los que muy repetidamente hay violación de derechos humanos, incluso de apartheid (caso de Las Pesada, en Colima, según testifican algunos pobladores del estado y como ha sostenido la propia Comisión Estatal de Derechos Humanos). También se incluyen acciones de desalojo violento de manifestaciones, campañas para desacreditar los argumentos de la oposición, amenazas de muerte (directas o anónimas) y presión para forzar la migración de líderes opositores fuera del estado o fuera del país (caso de Cerro San Pedro). Aún más delicado, muchos de los proyectos mineros están manchados de sangre de opositores, desde funcionarios públicos de bajo nivel como el presidente municipal de Cerro San Pedro, José Baltazar Reyes Loredo –que se negaba a firmar los permisos a la minera y que pidiera una revisión de supuestas irregularidades en la adquisición de algunos predios por parte de Gold Corp–, hasta líderes sociales de diversa índole (caso de Las Pesadas en 2008-2009; Chicomuselo en 2009 y Oaxaca en 2010). Esto es precisamente lo que MartínezAlier37 denomina como la criminalización del ecologismo popular, una tendencia que cada vez se hace más patente en torno a los procesos extractivos del país.

LOS ASPECTOS SOCIALES DE LOS PROYECTOS MINEROS PUEDEN VERSE DESDE DIVERSAS ETAPAS. BURDAMENTE SE PUEDE HABLAR DE LA DE EXPLORACIÓN Y POCO DESPUÉS DE LA DE NEGOCIACIÓN DE PERMISOS DIVERSOS PARA EXPLOTACIÓN, INCLUYENDO EL DE LOS POBLADORES DE LAS TIERRAS POR OCUPAR Y LAS NEGOCIACIONES DE ARRENDAMIENTO DE LAS MISMAS O DEL PAGO POR DERECHO DE PASO PARA EL CASO DE ZONAS ALEDAÑAS AL PROYECTO

4) FINALMENTE, EN LA FASE DE CIERRE DESTACAN LOS SIGUIENTES ASPECTOS:

• Los impactos o modificaciones/afectaciones que se hacen al territorio a lo largo de la vida del proyecto minero no pueden observarse o no aparecen del todo sino hasta tiempo después de terminado el proyecto. Muchas de las afectaciones a la salud aparecen en la fase final de los proyectos mineros o tiempo después. • Cuando se cierra la mina normalmente se acaba el futuro de las poblaciones aledañas y/o desplazadas-reubicadas. En el caso de Real de Minas –en su momento una de las principales minas de plata-zinc del mundo financiada por el Banco Mundial, el Export-Import Bank of United States (Eximbank) y Bancomer–, la zona era principalmente campesina-ganadera.

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Después se convirtió en minera para proceder en el sector servicios, migrar provisionalmente o abandonar el lugar de residencia de modo permanente. Lo que usualmente queda en las tierras arrendadas son una gran cantidad de desechos tóxicos que permanecerán afectando el entorno natural por décadas y limitarán o harán prohibitivo el desarrollo de actividades agrícolas o ganaderas. En tal sentido, se puede sostener que los pueblos afectados por la minería están, pues, lejos de tener un futuro asegurado, no así de afectaciones socio-ambientales de corto, mediano y largo plazo.

herramientas de resistencia y lucha, incluyendo los propios elementos jurídico-legales, en especial aquellos asociados a la defensa de los derechos humanos y los derechos de los pueblos indígenas. El autor es economista y doctor en Ciencias Ambientales, investigador de tiempo completo del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM e integrante del Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT. Contacto: www.giandelgado.net

NOTAS REFLEXIÓN FINAL

La profundización de los esquemas de transferencia de riqueza de la periferia hacia los países metropolitanos, así como la agudización de la devastación ambiental que éste y otros procesos generan, nos lleva a reflexionar sobre los impactos ambientales y sociales, pero también sobre sus costos en términos de la vida –no solamente humana–. El debate sobre esta cuestión, con toda la amplitud de aspectos que vincula, se perfila como un asunto de trascendencia que se mantendrá en la agenda mexicana y ciertamente latinoamericana, tanto de parte de las élites de poder extranjeras y sus socios regionales (dígase oligarquía) como de los pueblos. Con las características socioeconómicas de América Latina, los límites sociales de tolerancia ante esquemas de creciente saqueo son cada vez menores, lo que ha tornado la lucha ambiental en una lucha de clase de diversos actores y con diversos lenguajes y expresiones. Por ejemplo, hay conflictos mineros que han resultado en la construcción de redes y frentes de discusión, debate y acción pacífica y/o legal a nivel local, nacional y regional tales como el Frente Amplio Opositor en San Luis Potosí, la Red Mexicana de Afectados por la Minería, la Red de Comunidades Afectadas por la Minería en Argentina, el Frente de Defensa de Tambogrande y las organizaciones en lucha de la comarca Andino-Patagónica –ambos en contra de la minería–, la resistencia de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Esquel, en Argentina, etcétera. También es de mencionarse el trabajo de organizaciones como Acción Ecológica en Ecuador, el de Censat en Colombia o el del Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina, entre otros actores, incluyendo algunos de EU y Canadá como MineWatch (EU), Mines and Communities (EU), MiningWatch Canada o Global Response (EU). Si bien es cierto que no necesariamente todas las manifestaciones de descontento y lucha social como las antes indicadas son antisistémicas, en términos concretos, sí son una batalla contra la ideología y prácticas capitalistas porque ponen en entredicho la forma y ritmos de gestionar la naturaleza, así como el tipo de valores de uso que conforman las condiciones de producción y de vida. Ante ello, es fundamental dar cuenta de que la transferencia de recursos mineros estratégicos, con su correspondiente coste ambiental y social, de entrada se dificultará si crecientemente se continúan enlazando y coordinando esfuerzos. Abrir la posibilidad de revertir aquellos proyectos ecológica y socialmente negativos depende de qué tan sólido se construye el muro social con el que se toparán los diversos proyectos en cuestión y desde luego del tipo y habilidad con que se manejen diversas

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* El presente texto fue escrito, en efecto, a finales del año pasado. N de la R. 1 John Chadwick, “Mexican Mining”, International Mining, agosto de 2008, p. 57. 2 Gobierno Federal, Resumen de Indicadores Básicos de la Minería, México, 2009, p. 12. 3 Ello se corrobora al revisar las principales exportaciones mineras del país que son el fierro (22.7 %), oro (21.5 %), plata (14.3 % y cobre (13.4 %), Gobierno Federal, o. c., p. 16. 4 O. c., p. 27. 5 INEGI, La Minería en México 2009, Instituto Nacional de Estadística y Geografía, México, 2009. 6 Gobierno Federal, o. c., p. 13. 7 INEGI, o. c. 8 Gobierno Federal, o. c., p. 13. 9 Ib., p. 14. 10 Ib. 11 Ib. 12 En 2000 fue de 897; en el 2001 de 402 millones de dólares (mdd); en 2002, de 506 mdd; en 2003 de 428 mdd; en 2004 de 732 mdd; en 2005 de 1,168 mdd; y en 2006 de 1,923 mdd; en el 2007 de 2,156 mdd, Gobierno Federal, o. c., p. 19. 13 Cámara Minera de México, “Comportamiento Misto de la industria minera mexicana en 2009”, Boletín de Prensa, México, 10 de diciembre de 2009. 14 Gobierno Federal, o. c., p. 19. 15 Ello se debe a las facilidades fiscales y de capitalización en bolsa que permite el gobierno de dicho país; al fuerte apoyo diplomático-comercial que protege y vela por los capitales mineros canadienses operando en el exterior; al contexto jurídico-legal laxo y pro-minería; entre muchos otros elementos favorables. 16 Ib. 17 Ib., p. 20. 18 Ib. 19 Cámara Minera de México, o. c., p. 8. 20 Ib. 21 INEGI, o. c. 22 En 2008, EU succionó 60 % del total de las exportaciones mineras mexicanas o poco más de la mitad de la producción nacional, mientras que un 18 % se fue hacia Europa. Gobierno Federal, o. c., p. 204. 23 NRC (National Research Council) et al., Minerals, critical Minerals, and the U.S. Economy, The National Academies, EU, 2008, p. 6. 24 Ib. 25 Gobierno Federal, o. c., p. 10. 26 José Vargas-Hernández, “Co-operation and conflict between firms, communities, new social movements and the role of the government: Cerro de San Pedro case.” Delaware Review of Latin American Studies, Vol. 8, No. 1, EU, 30 de agosto de 2007. 27 Robert Bryson, F. Brown, Reynaldo Rivera y M. Guy Butcher, Peñasquito Project Technical Report, Goldcorp Inc, Canadá, marzo de 2009. 28 Ib., p. 31. 29 Commission for Environment Cooperation, Taking Stock 2005 North American Pollutant Releases and Transfers, Montreal, Canad, junio de 2009, p. 24. 30 Ib., p. 28. 31 Ib., p. 30. 32 Ib. 33 Ib., p. 29. 34 Ib., p. 39. 35 El pago puede hacerse en una sola exhibición o en varias. 36 Sin autor, “Más de cinco millones dona Minera San Xavier a la alcaldía de Cerro San Pedro”, La Jornada San Luis, México, 17 de agosto de 2009. 37 Joan Martínez-Alier, El Ecologismo de los Pobres. Conflictos ambientales y lenguajes de valoración, Icaria, España, 2004.

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AMÉRICA LATINA

LA DIFUSIÓN REVOLUCIONARIA MEXICANA EN GUATEMALA Y CENTROAMÉRICA EL PAPEL DE VASCONCELOS Y SUS AGENTES (1921-1925) ARTURO TARACENA ARRIOLA

A Roberto Peña y Cornelio Selle, por sus solidarias veladas familiares, in memoriam.

b il de d 1920 de d la l insurrección i ió encabezada b d por ell Partido P tid Unionista U i i t que d El triunfo en abril derrocó a Manuel Estrada Cabrera –El Señor Presidente–, luego de 22 años de gobierno, no sólo dio paso a un proyecto de unión política de Centroamérica, sino a poner fin al cerco diplomático establecido en torno a México a raíz del estallido de la Revolución de 1910. El nuevo gobierno, presidido por Carlos Herrera, puso manos a la obra en la implantación de una nueva línea diplomática unionista consciente de que la unidad centroamericana no era vista necesariamente de la misma forma por México o Estados Unidos. Este último país miraba en ella una opción poco favorable a sus intereses económicos y geopolíticos. El historiador José Antonio Serrano Ortega explica que para el gobierno de Álvaro Obregón la unificación de Centroamérica venía a favorecer la labor diplomática mexicana en miras a romper el aislamiento que EU le imponía a la institucionalización de su proceso revolucionario. Asimismo, consideraba que se vería detenido el expansionismo estadounidense en la región y México podría establecer con mayor facilidad alianzas diplomáticas, económicas e, incluso, militares con los gobiernos del istmo, especialmente con el guatemalteco. 12

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l gobierno de Venustiano Carranza había apoyado abiertamente al unionista en momentos en que EU vacilaba en mantener el respaldo al dictador guatemalteco, que tanto había hecho por la consolidación de los intereses estadounidenses en detrimento de los de otras potencias (Alemania y Francia) y de los países vecinos como México. En la cancillería mexicana se apostaba a un relajamiento sustantivo de la latente amenaza de guerra con Guatemala por razones fronterizas históricas, la cual –de darse– sin duda el país vecino terminaría siendo apoyado por EU. Por fin, el sur mexicano podía contar con la posibilidad de una frontera segura. Finalmente, podría pensarse que Centroamérica se incorporaría a la alianza latinoamericana que la posguerra mundial iba labrando en contra de EU.1 Por su parte, la investigadora Carmen Díaz Vázquez señala cómo este escenario duró poco, pues, pese a las “cordiales” relaciones y al afán del gobierno mexicano por convertirse en evaluador de los acontecimientos políticos de una Centroamérica liderada por los unionistas guatemaltecos, un golpe de Estado promovido por los liberales –con el abierto apoyo de Washington– echó por tierra la presidencia de Herrera en diciembre de 1921. En el parlamento mexicano, se dio una moción que consideraba la pertinencia de apoyar al gobierno de facto y el presidente Obregón aceptó el “ridículo inconveniente” de la misma y confirmó, por medio del agregado diplomático en Guatemala, que su país era el primero en reconocer la soberanía de la república vecina, por lo que no intervendría en la política interior guatemalteca. Esta declaración calmó las susceptibilidades de los golpistas guatemaltecos, inmediatamente reconocidos por Washington2. De esa forma, las relaciones entre México y Guatemala continuaron con normalidad. En un informe, presentado en 1923 por el Ministerio de Relaciones Exteriores guatemalteco, se señalaba la pertinencia de garantizar la tranquilidad de las poblaciones de la frontera y se convino con México la construcción del puente internacional sobre el río Suchiate, en Talismán, municipio de Tuxtla Chico, Chiapas.3 Sin embargo, en el giro dado por Obregón también han de haber pesado los contactos personales que José María Orellana había mantenido con él y con el gobierno revolucionario mexicano. El primero de ellos, cuando el general guatemalteco formó parte de la comitiva de su país, asistió a la entrevista que, como presidente electo, Obregón sostuvo con el ministro de Relaciones Exteriores unionista, Luis Pedro Aguirre Matheu, en la ciudad de Tapachula durante septiembre de 1920; hubo un segundo encuentro, cuando Aguirre Matheu viajó a México como agregado militar de la delegación diplomática guatemalteca que concurrió a las fiestas del Centenario de la Independencia, celebradas en la Ciudad de México en septiembre de 1921.4 Como señala Rocío García Rey, desde finales de 1921 Vasconcelos había dejado asentado, en la revista El Maestro, el papel que confería a México en el devenir latinoamericano, insistiendo en que el nacionalismo debía de ser desplazado por el anhelo de integración latinoamericana: “Afortunadamente México –escribía– no ha emprendido una guerra de agresión, pero si mañana gobiernos criminales pretendiesen crear un conflicto, nuestro deber será oponernos a sus resoluciones y negarnos a batir bandera de Guatemala o cualquiera de las banderas que ondeen hacia el Sur. Pues en el instante mismo que se mira hacia

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el Sur, concluye el patriotismo y nace en nuestro corazón el amor mucho más grande de la raza en el continente”.5 Dos años más tarde, su visión de lo que debía de ser la política revolucionaria mexicana hacia Guatemala y Centroamérica resultó definida en un artículo que publicó en el semanario La Antorcha. Vasconcelos señalaba que en “ningún caso (la) comunidad de intereses es más palpable que en caso de Guatemala y México”, pues el país vecino era la “clave de nuestra actitud con los demás países de Centroamérica”. Concluía afirmando que México quería “a Guatemala independiente, a Guatemala libre”, una forma de aludir a la reciente caída del unionismo a manos de los militares luego de haber puesto fin a una dictadura de más de dos décadas, que para México recordaba la de Porfirio Díaz.6 A su vez, el proyecto de institucionalización de la Secretaría de Instrucción Pública ideado por Vasconcelos partía del diseño de un programa de acción que tenía como eje central la apuesta por la educación rural y urbana, así como por la creación de bibliotecas y la publicación de libros que contribuyesen a la difusión de la cultura entre los sectores populares. EL PRIMER CONGRESO INTERNACIONAL DE ESTUDIANTES

José Vasconcelos entró en contacto en 1921 con los estudiantes centroamericanos a raíz de haber impulsado, como rector de la Universidad Nacional de México, la realización del Congreso Internacional de Estudiantes. Organizado por la Federación Nacional de Estudiantes de México, éste fue inaugurado en la Escuela Nacional Preparatoria bajo un presidium encabezado por Daniel Cosío Villegas –quien además dirigía la federación estudiantil–, la presidencia honoraria de Vasconcelos y el escritor español Ramón del Valle Inclán, el 20 de septiembre de 1921. La delegación guatemalteca que asistió estuvo compuesta por el escritor Carlos Samayoa Aguilar, como representante gubernamental, y por los estudiantes Óscar Humberto Espada Asturias y Miguel Ángel Asturias, en su papel de delegados de la recién fundada Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU). Ya en julio de 1920, la asociación había recibido la visita del estudiante en Derecho Manuel Zeceña, quien fue el que cursó la invitación para asistir al congreso a nombre de la federación estudiantil mexicana7. También asistieron delegados de Costa Rica, Nicaragua y, por Honduras Rafael Heliodoro Valle, importante colaborador de Vasconcelos en México. Más allá de los temas estudiantiles abordados, que tocaban entre otros puntos la función social del estudiante y la conveniencia de la organización de una federación internacional estudiantil, destacaba el de la discusión de las bases sobre las que deberían descansar las relaciones internacionales, tema que a México interesaba sobremanera por lo que resultaba importante hacer conciencia de ello en el seno de las diferentes delegaciones latinoamericanas que asistían.8 Durante el Congreso, Vasconcelos instó a la federación estudiantil para enviar un telegrama a los presidentes Herrera, de Guatemala; Meléndez, de El Salvador; y López Gutiérrez, de Honduras, por “convertirse en gobernadores de una patria más grande y más alta”, Centroamérica.9 Luego, ante el golpe de Estado contra Herrera, Vasconcelos reaccionó airadamente, criticando la pasividad de los gobiernos salvadoreño, hondureño y costarricense a la hora de denunciar la injerencia de los militares guatemaltecos.10

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Hizo lo anterior a pesar de que la reacción de los unionistas guatemaltecos ante las ideas desarrolladas en el congreso estudiantil de México fue la de apoyar la iniciativa lanzada en junio de ese año por la Pan American Student League (PASL) de promover en la ciudad de Guatemala el Primer Congreso Panamericano de Estudiantes, como parte de las conmemoraciones septembrinas planificadas en el 1er Centenario de la Independencia de Centro América. La PASL, fundada en 1920 en la ciudad de Nueva York, apoyaba de forma oficiosa al recién electo gobierno republicano de Warren Harding. Los temas oficiales del Congreso Panamericano se centraron en el impulso a una Liga de Estudiantes Panamericana, el papel de ésta ante la política internacional en el Continente, el del estudiante como factor de desenvolvimiento social, el del sistema universitario que debía de adoptarse en América y el de la unificación de los programas universitarios. Los dos primeros contenían una contrapropuesta a los acuerdos surgidos en México, mientras que el tercero permitiría abordar el impacto de la influencia del vasconcelismo y, el último, el impacto de los postulados de la reforma universitaria de Córdoba.11 Sin embargo, aunque el resultado organizativo resultó un fiasco al sólo presentarse delegaciones de EU, México, Guatemala, Honduras y El Salvador, no dejó de indicar la línea que el gobierno unionista guatemalteco había adoptado en el manejo de los asuntos estudiantiles, tomando en cuenta el papel activo que los estudiantes universitarios jugaron en la caída de Estrada Cabrera y la creciente influencia del vasconcelismo y de las ideas socialistas entre ellos. De hecho, la declaración final del tema “el estudiante como factor de desenvolvimiento social” señalaba que éste debía tener en la sociedad dos funciones: una interna, de mejoramiento propio, y otra externa, encaminada a orientar a la sociedad hacia la liberación intelectual, moral y física de las masas populares. Aún más, el delegado salvadoreño Alonso Argueta invitó a los gobiernos latinoamericanos a “no oponerse a la marcha del socialismo, sino, por el contrario, a tratar de encauzarla, enseñándola al pueblo desde la cátedra de la primaria, secundaria y normal”.12 Ante esa presencia cada vez más importante del espíritu que imperaba en el México posrevolucionario en suelo centroamericano, Washington reaccionó imponiendo el 7 de marzo de 1923 una revisión del contenido de “Tratados de Paz y Amistad de 1907”, los cuales habían acordado que EU y México eran los garantes de velar porque la paz reinase en Centroamérica, lo que implicaba que cualquier diferendo entre sus cinco miembros sería dirimido con la mediación de ambos países, prohibiéndose que un Estado sirviese de cobijo a movimientos desestabilizadores de otro. Los nuevos pactos, que reconocieron la sola tutela estadounidense sobre el istmo, desplazaron a México del papel de garante a cambio de nuevas inversiones en infraestructura (ferrocarriles, electricidad, puertos, etc.), la extensión de los bananales de la United Fruit Company y el otorgamiento a Guatemala de bonos por un valor de 5 millones de dólares con la Banca Federal de EU13. Asimismo, el gobierno estadounidense demandó que no se interrumpiese el proceso estabilizador de la moneda guatemalteca, que habría de concretarse –en detrimento de la plata mexicana– con la adopción del patrón oro y la creación de quetzal en 1926.14

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Al asumir la presidencia a principios de 1921, el republicano Harding se manifestó abiertamente en contra del proyecto de unidad centroamericana impulsado por los unionistas guatemaltecos, a quienes veía como abiertamente prodemócratas. Cuando el proyecto estaba siendo discutido por los diferentes parlamentos del istmo con el propósito de hacerlo realidad, la forma de presión utilizada por Washington fue la de instar al gobierno de Panamá a que declarase la guerra a Costa Rica por problemas fronterizos que, si bien el fallo arbitral internacional de 1910 había ya solucionado, resultaron una buena excusa para que los parlamentarios costarricenses dejaran en suspenso la ratificación de la unidad política centroamericana a raíz de que tropas panameñas invadieron suelo costarricense el 3 de marzo de 1922.15 El 5 de ese mes, la AEU mandó un mensaje indistinto a la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), al Partido Comunista, a la Federación de Jóvenes Comunistas, al Partido Socialista, al Partido Agrarista y al Buró de Información Comunista Latinoamericano en el que les pedía intervenir ante los obreros estadounidenses para que ejerciesen presión sobre el gobierno de Harding y, así, “evitar la continuación del derramamiento de sangre de la raza hispanoamericana” y “un nuevo atropello a la soberanía de estos pueblos y una flagrante violación de los más triviales principios del Derecho Internacional”16. El manifiesto universitario estaba firmado, entre otros directivos de la asociación estudiantil, por el salvadoreño José Luis Barrientos y por Miguel Ángel Asturias17. En abril, Barrientos fue apresado por ser miembro de la Unificación Obrera Socialista (UOS) y puesto a disposición de la Auditoría de Guerra, bajo la acusación de sedición. Poco después resultó criticado por defender ideas bolcheviques al hablar de la lucha de clases y atacar las posiciones ideológicas mutualistas18. De 1921 a 1924, Barrientos sería el alma de la revista Studium, órgano de la AEU, en donde escribió artículos antimperialistas y sobre todo divulgó las primeras ideas socialistas en el país.19 LA IMPRONTA DE LA UNIVERSIDAD POPULAR

Paralelamente, la reacción oficial de México para influir en las esferas estudiantiles del istmo tomó un nuevo giro cuando, a iniciativa del poeta colombiano Miguel Ángel Osorio (heterónimos: Ricardo Arenales, Porfirio Barba Jacob), se lanzó en Guatemala la idea de creación de la Universidad Popular (UP) tal y como lo había sugerido Vasconcelos en el Congreso Internacional de Estudiantes: “Llevar la universidad a la calle y expandir su actividad docente por medio de la denominada “extensión universitaria”. Si bien el poeta colombiano no pudo llevar a cabo la empresa propuesta por cambiar nuevamente de país de residencia, ésta fue retomada en el curso de 1922 precisamente por cuatro miembros de la AEU: Miguel Ángel Asturias, Clemente Marroquín Rojas, David Vela y Alfonso Orantes, quienes la llevaron a cabo. En el editorial de marzo de 1922 de la revista Cultura, argumentaban que la labor de toda Universidad Popular estaba basada en tres elementos: la alfabetización de las masas, la divulgación científica y la formación del “alma nacional” de cada pueblo latinoamericano, lo que la volvía una institución indispensable

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en el seno de las sociedades centroamericanas. Un año después, bajo la rectoría del doctor Carlos Federico Mora y con la asesoría de la Universidad Nacional, quedó fundada en Guatemala el 1 de marzo de 1923 esta entidad, la cual sería gratuita y sin cursos limitados en tiempo y exámenes20. En las primeras actas de la UP, se anotó que su secretaría ejecutiva debería escribir a Vasconcelos con el propósito de pedirle que le facilitara los libros que sobraran de su campaña en México y, asimismo, que diese consejos sobre cómo debía manejarse la institución.21 Díaz Vázquez indica la forma en que Vasconcelos estaba al tanto de lo que ocurría en Guatemala en relación con la fundación de la Universidad Popular. En julio de 1923, Barba Jacob había escrito a Jaime Torres Bodet, secretario de Vasconcelos, para agradecer la nota que aquél había enviado con motivo del inicio de labores, la cual había causado una buena impresión en Guatemala y se le pedía que visitara este país.22 En esa ocasión, Vasconcelos no fue, pero envió una nota de respuesta y anunció la visita de Alfonso Cravioto, como representante de la Secretaría de Instrucción Pública.23 Ese mismo año viajó a Guatemala el escritor costarricense Antonio Zelaya, quien había asistido como delegado al Congreso Internacional de Estudiantes en México y quien iba en representación de Revista de Revistas, con la misión de establecer relaciones y supervisar el trabajo de la Universidad Popular. Tuvo una junta con el Consejo Directivo de ésta para que pudiera llevar a México “una impresión exacta, viva y elocuente del noble esfuerzo que la U. P. realiza hoy en Guatemala”; enviando con él un nuevo mensaje de agradecimiento a Vasconcelos y para el grupo de intelectuales que colaboraban en la difusión de la cultura popular.24 En la discusión de “lo popular”, ocupaba un lugar privilegiado el denominado “problema indígena”, el que, a partir de las propuestas de varios intelectuales mexicanos –especialmente Manuel Gamio–25, se vería enfrentado por medio de una apuesta política por el “mestizaje”, entendida ésta como indispensable para lograr la cohesión nacional. La versión vasconceliana de la misma se centraría en el concepto de “raza cósmica”, haciendo que lo nacional fuese trascendido por lo continental indoamericano después de ver los fracasos democráticos en Latinoamérica, en especial los centroamericanos: “Despojados de la antigua grandeza, nos ufanamos de un patriotismo exclusivamente nacional y ni siquiera advertimos los peligros que amenazan a nuestra raza en conjunto.”26 Sin embargo, ésta no tendría eco entre los estudiantes guatemaltecos de la primera mitad de los años veinte, como queda probado en la tesis de licenciatura en Derecho de Miguel Ángel Asturias, Sociología guatemalteca, problema Social de Indio, defendida en 1923. La impronta del bipolarismo indio/ladino del proyecto nacional de los liberales guatemaltecos había calado muy hondo, mostrando cómo Asturias tenía más desencuentros que coincidencias con ella. Pero ¿en qué se distanciaba dicha noción de los postulados ideológicos del liberalismo guatemalteco en materia étnica expresados por su maestro Antonio Batres Jáuregui en la obra Los indios, su historia y si civilización (Guatemala, Tipografía Nacional, 1894)? El historiador y escritor liberal partía de la

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necesidad histórica de mantener dicha bipolaridad, reproductora del sistema de explotación de la mano de obra indígena sobre el que descansaba el Estado cafetalero guatemalteco. Tal lógica pasaba por mejorar la reglamentación del trabajo y la educación con el fin de garantizar el éxito de la agricultura de exportación, sin por ello sacar al indígena de “todo lo suyo” y llevarlo a una “civilización inadecuada para su raza”. Por tal razón, en su afán contestatario del sistema de explotación cafetalero, Asturias terminó por aceptar la idea de “mejorar” la raza indígena por medio de la miscegenación con población blanca, recurriendo al ejemplo histórico de la colonización germana en la Verapaz, es decir, no había lugar para el indígena como tal, con lo que debía de ser asimilado por vía del mestizaje racial.27 No es que en México no hubieran existido voces a favor de la eugenesia, pero para 1923 en ese país el mestizaje era concebido ya como una asimilación cultural. Los revolucionarios mexicanos habían llegado a la conclusión que, luego de cuatro siglos, confiarle la homogeneización nacional al mestizaje biológico era absurdo. Para ello, el Estado debía empeñarse en lograrla por medio de sus instituciones educativas, administrativas y políticas, razón por la cual el indigenismo debía cumplir una función concreta de asimilación. Sin embargo, habiendo Asturias coqueteado con el paradigma mexicano del mestizaje cultural que Vasconcelos y otros defendían, al final la receta leboniana de su maestro Batres Jáuregui terminó por arrastrarlo hacia la tramposa concepción del mestizaje racial.28 LA LABOR DE BOJÓRQUEZ Y EL TESTIMONIO DE COSÍO VILLEGAS

Detrás de la fundación de la Universidad Popular guatemalteca estaba el recién nombrado embajador de México, el ex constituyente, coronel e ingeniero agrónomo Juan de Dios Bojórquez. Su colega francés en Guatemala, Albert Ravelli, escribió al Quai d’Orsay la siguiente apreciación de él: “Mi colega mexicano… es uno de los agentes más activos del ministro de Instrucción Pública Vasconcelos: su acción de propaganda se ejerce no sólo en Guatemala, sino en El Salvador y Honduras, a donde va frecuentemente. Aquí, ha contribuido mucho a la creación de la Universidad Popular para trabajar las masas obreras. A este establecimiento, el Sr. Vasconcelos acaba de regalarle 2,000 volúmenes, más o menos impregnados de ideas bolcheviques.”29 Asimismo, en varios informes a París, Ravelli señaló que el apoyo a los centroamericanos por parte del secretario de instrucción obregonista incluía emisiones telegráficas para la prensa, conferencias y misiones culturales y la subvención de actos y publicaciones. “Vasconcelos es –apuntaba– el gran apóstol de la propaganda antiyanqui en América Central”.30 El presidente Álvaro Obregón había considerado oportuno, para facilitar la normalización de las relaciones de México con Centroamérica, nombrar a principios de 1921 a Bojórquez como ministro plenipotenciario de México en Honduras. De hecho, en este país se concentraba la principal actividad de los intereses estadounidenses en el área centroamericana. En Tegucigalpa, el ex constituyente entró en contacto con los diversos sectores sociales del país, especialmente con los obreros. De esa forma, la Federación Obrera de Honduras lo nombró su representante ante las organizaciones mexicanas, en

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especial ante la CROM. Su intervención en los locales de la FOH en mayo de 1922 marcó la tónica del discurso oficial mexicano en busca de aliados sociales en Centroamérica: “Yo afirmo que el Primero de Mayo de 1923 será celebrado en Honduras como el día del obrero (puesto que) el obrero y el estudiante marcarán los nuevos derroteros por los que se encaminan las fuerzas del universo”31. El credo vasconcelista quedaba al descubierto. Tomando en cuenta su exitosa labor en Honduras, Bojórquez fue trasladado con el mismo cargo a Guatemala en junio de 1923 con el propósito de continuar la normalización de las relaciones entre ambos países, tensas a causa de los nuevos Tratados de Washington. El presidente guatemalteco Orellana recibió sus credenciales el 26 de julio de ese año y de inmediato el embajador mexicano se dio a la tarea de desplegar su activa política revolucionaria. Al igual que en Honduras, pronto entró en contacto con la oficialista Federación de Guatemala para la Protección Legal del Trabajo (FOG) y sirvió de intermediario entre ésta y la CROM. Pronto, la legación mexicana fue elevada a nivel de embajada. Además, el gobierno mexicano hizo efectivo el envío de un avión bautizado con el nombre de Benito Juárez por parte de una comisión militar y, luego, el suceso más importante sería la inauguración en 1925 del servicio radiotelegráfico entre ambos países a raíz de la instalación que otorgó el gobierno de México. Así, la Estación Chapultepec recibía todos los días mensajes radiotelegráficos de la Estación de Guatemala y partiendo del hecho de que el control de las telecomunicaciones resultaba un elemento primordial para los intereses mexicanos en el área.32 Además de Bojórquez, el otro agente de vasconcelismo en Centroamérica fue el historiador y político Daniel Cosío Villegas, quien realizó una gira propagandística a Guatemala permaneció algún tiempo en la capital del vecino país. En compañía de su coterráneo Jaime Torres Bodet, el hondureño Rafael Heliodoro Valle y el nicaragüense Salomón de la Selva, acompañó a Vasconcelos a la Secretaría de Instrucción Pública cuando éste asumió el cargo33. Desde el Congreso Internacional de Estudiantes, el entonces rector de la Universidad Nacional de México había percibido el estado de ánimo de estos jóvenes estudiantes –mexicanos y latinoamericanos– y supo aprovecharlo. En sus Memorias, Cosío Villegas dejó constancia de sus impresiones de viaje: “En 1924 fui por primera vez a Guatemala, en donde estaba Bojórquez de ministro. Lo primero era interesarme en lo que estaba haciendo, cosa no muy difícil, por dos motivos: desde luego, porque en esa época existía una política de México en Centroamérica, particularmente en Guatemala, por razones obvias; y después, porque Bojórquez fue toda su vida un empresario o, más bien un emprendedor, hombre inquieto, movedizo como era él. Las primeras estaciones receptoras de radio que hubo en esos países fueron obsequio del gobierno mexicano; instaladas y manejadas inicialmente por técnicos mexicanos. Al amparo de ellas, se formó la Agencia Trens, que comenzó a enviar noticias de México a los cinco países centroamericanos para conocimiento de los respectivos gobiernos y de la prensa local. Adelantándose a la crítica de que esas estaciones sólo servían fines de propaganda de México, fueron transformadas en transmisoras y entonces las noticias de un país llegaban a los demás y a México, donde se recogían en boletines especiales… Las primeras bibliotecas

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modernas fueron obsequio de nuestro gobierno y se llamaron “Bibliotecas México”. Bojórquez la instaló al comenzar en un ala de la gran casa que ocupaba la legación y, cuando creció bastante, en un edificio acondicionado lo mejor posible para ese fin. Tuvo además el buen tino de nombrar director de ella a Rafael Arévalo Martínez, a quien entonces se tenía como el primer escritor guatemalteco… Bojórquez hacía un par de viajes anuales a México y nunca regresó sin traer a Guatemala algún espectáculo: una exposición de pintura, un equipo de futbol, algún pequeño grupo teatral, recitadores, cantantes y bailarines”.34 Arévalo Martínez, el afamado escritor modernista e íntimo amigo de Gabriela Mistral, quien hasta entonces había trabajado en la Secretaría General de la Oficina Internacional Centroamericana, concebida en el marco de los Tratados de Paz de Washington de 1907, se refirió al liderazgo intelectual de Vasconcelos y al miedo que el mismo ejercía en la élite guatemalteca al poner en boca de Buendía, el personaje principal de su novela La Oficina de Paz Orolandia, el siguiente parlamento: “Lea La Antorcha, que el pensador mexicano ha hecho flamear sobre su mundo, con el mote vasconcélico, ¡ay tan iluminado!, ‘Por mi raza hablará el espíritu’, su prédica mejor pide eso: higiene”.35 Si bien la política mexicana había generado simpatía entre los sectores intelectuales guatemaltecos más progresistas, también produjo desconfianza en otros, sobre todo en los oficiales, como lo demuestran los informes diplomáticos enviados por la representación guatemalteca desde México. Las causas del descontento hacia la política interior y exterior impulsada por el gobierno obregonista se resumía en los siguientes puntos: • La exagerada propaganda de la prosperidad y riqueza en recursos naturales de México, lo que hacía que muchos guatemaltecos emigrasen a este país, enfrentándose luego con serias dificultades laborales; • Las constantes huelgas y “los despojos del sistema agrarista” o “comunismo aplicado a la propiedad rural”, temiéndose que su influencia llegara a Guatemala; • El problema del no reconocimiento de los gobiernos posrevolucionarios por parte de EU; • La intención política real de las excursiones fomentadas por México para que ciudadanos guatemaltecos –en especial los intelectuales– visitasen este país; y • El desconocimiento por parte de Guatemala de las “intimidades” de México como nación, el cual quedaba evidente en las noticias y comentarios aparecidos en las páginas de los periódicos guatemaltecos.36 LA IMPORTANCIA DE GANARSE A LA PRENSA ESCRITA

Un hecho clave en el desarrollo de las relaciones entre la prensa institucional y la universitaria guatemaltecas del momento y la realidad mexicana se dio por la circunstancia de que los principales miembros de la llamada Generación del 20, a la que pertenecían Miguel Ángel Asturias, David Vela, César Brañas, Rufino Guerra Cortave, Rafael Cardona y Clemente Marroquín Rojas, no sólo escribían en sus páginas, sino que eran en gran medida sus editores. Brañas y Guerra Cortave, junto a Alejandro Córdova y Antonio y Carlos Gándara Durán, habían sido fundadores del diario El Imparcial el 16 de junio de 1922, el cual aparecía

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sin contar con subvenciones oficiales y abriendo sus páginas a los opositores del régimen orellanista. Por ello, fue suspendido temporalmente por éste. Por su lado, Marroquín Rojas había fundado La Hora el 19 de junio de 1920, como un semanario de temas políticos y variedades y vió cómo el gobierno liberal lo cerraba y encarcelaba a sus integrantes por haber criticado el desacierto del derrocamiento del presidente Carlos Herrera. En el primer diario, colaboraban el colombiano Porfirio Barba Jacob, el guatemalteco Arqueles Vela y el hondureño Rafael Heliodoro Valle, quienes, al residir en México, mantenían estrechas relaciones con los jóvenes del grupo animado por Vasconcelos. Estos mismos universitarios eran también los animadores de la prensa estudiantil, comenzando por Asturias, uno de los fundadores del semanario El Estudiante, órgano del sector universitario afín al unionismo en 1920 y editor, junto a los salvadoreños José Luis Barrientos y Moisés Castro Morales, de Studium, órgano de los estudiantes de la Universidad Nacional. Esta fue la principal revista difundidora de las ideas socialistas y del pensamiento indigenista mexicano en Guatemala. Asimismo, del 21 de diciembre de 1921 al 4 de abril de 1922 aparecieron los trece números del semanario Claridad, inspirado en el ejemplo dado por Romain Rolland, el cual fue clausurado también por Orellana. A su cargo estaba Epaminondas Quintana y Asturias también formaba parte de su consejo editorial. Finalmente, Marroquín Rojas animó el semanario Vida y la segunda época de Tiempos Nuevos, desde cuyas páginas se criticaron los empréstitos estadounidenses, los Tratados de Paz de Washington de 1923 y la corrupción del gobierno orellanista, lo que le valió salir expulsado junto a José Luis Barrientos hacia Honduras.37 Ya Díaz Vázquez ha señalado cómo los periódicos guatemaltecos progresistas expresaban una admiración hacia México por lo que significaba su revolución: ideales socialistas, impulso educativo, nacionalismo, dignificación a las letras, las artes y las tradiciones e hispanoamericanismo como tópicos de interés. A los ojos de los estudiantes y jóvenes profesionales guatemaltecos, el proceso revolucionario mexicano era visto como un modelo en el impulso a la construcción de la nación, aunque éste partiese de la idea del mestizaje, que –como se ha señalado– se enfrentaba la resistencia ideológica del consolidado sistema social bipolar guatemalteco. El Imparcial se pronunciaba por divulgar “todo lo mexicano”, aun cuando no fuera entendido por “la multitud”38, coincidiendo con la idea de Eduardo Aguirre Velásquez, decano de los periodistas y entonces representante diplomático de Guatemala en México, de propiciar el acercamiento entre ambos países a partir del conocimiento de la realidad mexicana.39 En ese afán por difundir lo mexicano, resultó significativa la edición lujosa que El Imparcial dedicó a la “República Azteca”, dando cuenta de manera global de sus hombres de acción y de progreso, ciencia, política, comercio, industria, arte, agricultura, y administración. La labor desempeñada por personajes como Alfonso Caso y José Vasconcelos se traslucía en el texto, cuando se afirmaba que se partía de considerar que la “conveniencia recíproca, provecho común, aspiración idéntica e ingente necesidad de que un íntimo conocimiento llevara a buen término esa compenetración virtual afirmada en la tradición, la raza, el idioma, la latitud y los derroteros de la humanidad en el siglo”. 40

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Por supuesto, la edición contó con el apoyo del embajador Bojórquez, la cual fue llevada a la capital mexicana para su edición41. Un año antes, el periodista liberal nicaragüense exiliado en Guatemala, Juan Ramón Avilés, expuso una síntesis del programa de gobierno de Obregón, subrayando de paso la habilidad del presidente mexicano para gobernar, lo que conllevaba en Centroamérica a tomarlo como ejemplo.42 LA LABOR CREATIVA DE BOJÓRQUEZ EN GUATEMALA

Bojórquez era también un hombre de letras. Nombró a Arévalo Martínez como encargado del importante fondo de la Biblioteca Mexicana en Guatemala, en la cual el escritor guatemalteco encontró el ambiente para escribir su mencionada novela de La Oficina de Paz Orolandia, publicada en la navidad de 1924 y dedicada al embajador mexicano. Ésta es la primera novela centroamericana antimperialista y precedió en tres lustros a la publicación de Mamita Yunai, del costarricense Carlos Luis Fallas, en la denuncia de las actividades de la United Fruit Company en Latinoamérica y del papel jugado por Washington a raíz de los Tratados de 1923. En julio de 1924, los estudiantes de Costa Rica proclamaron “maestro” a Vasconcelos, quien desde las páginas de La Antorcha les agradeció el honor e instó a seguir difundiendo el ideal que venía sosteniendo en torno a la educación y la política. Recordaba que, por ser federaciones pequeñas, las centroamericanas no tenían un papel destacado en la difusión del pensamiento y los valores de Indoamérica.43 La labor propagandista de la Revolución Mexicana por parte del propio Bojórquez se vio orientada hacia la edición de dos obras políticas y una novela de su autoría. En cuanto a las dos primeras, sus títulos explicaban el contenido y la intención: Crónicas de México. Calles (Tipografía Sánchez y De Guise, 1923), por medio de las cuales se presentaba en Centroamérica al secretario de Gobernación de Obregón, candidato oficialista a la presidencia y quien tomaría posesión el 1 de diciembre de 1924. Para esa ocasión, el gobierno mexicano dispuso que se concentraran previamente en Guatemala las delegaciones centroamericanas que asistieron a la toma de posesión, siendo testigo de ello el joven Cosío Villegas.44 Para entonces, Vasconcelos había presentado su renuncia a Obregón como secretario de Instrucción Pública con la idea de contender con Calles, decisión que tomó el 30 de junio de ese año y que fue aceptada el 2 de julio. Este gesto implicó su separación de hecho de Bojórquez. Seguidamente, éste publicó su segundo libro guatemalteco, explicando los logros de la institucionalización revolucionaria y su proximidad política bajo el gobierno del general Plutarco Elías Calles, aparecida bajo el título La Actual Situación de México, (Tipografía Sánchez y De Guise, 1924). Asimismo, con el seudónimo Djed Bórquez, dos años antes, Bojórquez había publicado en la capital guatemalteca su novela Yorem Tamehua (Tipografía Sánchez y De Guise, 1923), en la cual relata el contacto de los revolucionarios mexicanos con los indígenas yaquis explotados en una hacienda porfirista de Valle del Mayo, estado de Sonora. Van Horn Kopka concluye en su ensayo sobre esta obra que todo apunta a que el sonorense es uno de los políticos revolucionarios mexicanos que más contribuyó

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a difundir el mito de la revolución institucionalizada como el único remedio “razonable” para combatir las injusticias sociales.45 El 9 de enero de 1925, Vasconcelos le escribía a Gabriela Mistral que los vientos habían cambiado para él en Centroamérica, “donde me quieren desde lejos, pero no me tolerarían ni un mes, ni yo a sus gobiernos, porque son tierras de tiranos”46. Ese mismo año, Bojórquez se vio trasladado como embajador a Cuba, poniendo fin a su estancia en el istmo, al ser sustituido por el experimentado político y también ex constitucionalista Alfonso Cravioto. No cabe duda de que, siguiendo la línea trazada por Vasconcelos, su labor apuntó a que se viera en el experimento revolucionario mexicano un ejemplo que podía dar a los países centroamericanos elementos para defender su soberanía ante la cada vez más creciente injerencia estadounidense, aun en una coyuntura de posguerra mundial favorable, la cual habría de cambiar a raíz de la crisis mundial de 1929 y el enfrentamiento del gobierno de Calles con los de EU y Gran Bretaña a causa de la nacionalización del petróleo. Para Centroamérica, tal crisis abrió una nueva etapa de dictaduras, esta vez encarnadas por generales como Jorge Ubico, Maximiliano Martínez, Tiburcio Carías y Anastasio Somoza. Todos protegidos de Washington. Indudablemente, la llegada a la presidencia mexicana del general Lázaro Cárdenas, y su proyecto reformista, ahondó aún más la brecha. El autor es miembro del CEPHCIS-UNAM.

NOTAS 1

José Antonio Serrano Ortega, “México y la fallida unificación de Centroamérica, 1916-1922”, en Historia Mexicana, No. 180, COLMEX, 1996. 2 María del Carmen Díaz Vázquez, El proyecto político-nacional del México Posrevolucionario, su proyección y significación en Guatemala (1920-1932), tesis de Doctorado en Historia, Posgrado en Historia, Universidad de Costa Rica, 2004, pp. 40-41. 3 1923. Memoria presentada por el Ministerio de Relaciones Exteriores a la Asamblea Nacional Legislativa, Tipografía Nacional, Guatemala, pp. 14-15. 4 Juan de Dios Aguilar de León, José María Orellana. Presidente de Guatemala, 1922-1926, Ministerio de Finanzas, Guatemala, 1986, pp. 22 y 40. 5 José Vasconcelos, “Nueva ley de los tres Estados”, en El Maestro, Revista de Cultura Nacional, México, No. 2, noviembre de 1921, p. 153, citado en Rocío García Rey, “La presencia de América Latina en El Maestro, en la página electrónica, www.cialc.unam.mx/.../La_presencia_de_america_latina_en_el_maestro.pdf. 6 José Vasconcelos, “Unas palabras sobre Guatemala”, La Antorcha, No. 5, México, 1 de noviembre de 1924, pp. 1 y 2, de hecho La Antorcha se convertiría en la publicación difusora de su plataforma política a la presidencia. Véase: José Vasconcelos, “Programa”, La Antorcha, No. 1, México, 4 de octubre de 1924, p. 1. 7 Diario de Centro América, XI, 11, 208, Guatemala, 6 de julio de 1920. 8 “Resoluciones del Primer Congreso Internacional de Estudiantes reunidos en la Ciudad de México, del 20 de septiembre al 8 de octubre de 1921”, Repertorio Americano, III, 25, San José, 13 de febrero de 1922, pp. 346-347. 9 Claude Fell, José Vasconcelos, los años del águila, Instituto de Investigaciones Históricas-UNAM, México, 1989, p. 567. 10 José Vasconcelos, “La traición de Guatemala”, Boletín de la Universidad, I, México, 1 de abril de 1922, pp. 430-431. 11 Epaminondas Quintana, Historia de la Generación del 20, Tipografía Nacional, Guatemala, 1971, pp. 158-171. 12 Ib., pp. 161-170. 13 Studium, II, 10 y 11, Guatemala, octubre y noviembre de 1924. 14 Juan de Dios Aguilar de León, o. c., p. 100. 15 Ya el 22 de enero de 1922, la nueva asamblea guatemalteca, ahora dominada por los liberales a raíz del golpe de Estado del 5 de diciembre de 1921, había emitido un decreto revocatorio de lo dispuesto en materia de la Unión Centroamericana a raíz de las críticas centroamericanas al gobierno de facto encabezado por Orellana. De hecho, el nuevo hombre fuerte del país lideraba la oposición del ejército alegando razones de soberanía y el miedo de cierto sector empresarial a las reacciones estadounidenses a raíz del triunfo republicano en las elecciones de 1921. Para superar

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las protestas de varios sectores guatemaltecos, éste adelantó las elecciones al 15 de febrero, saliendo electo. Véase Juan de Dios Aguilar de León, o. c., pp. 101-103. 16 Diario de Centro América, XLI, 401, Guatemala, 5 de mayo de 1921. 17 Diario de Centro América, Año XLI, No. 11, 401, Guatemala, 5 de mayo de 1921. 18 “Los falsos socialistas”, Bandera Roja, Guatemala, 11 de junio de 1921, p. 4. 19 Véase Arturo Taracena Arriola, “El partido Comunista de Guatemala y el Partido Comunista de Centroamérica (1922-1932)”, en Pacarina del Sur, No. 5. 20 “La Universidad Popular. Tres consideraciones sobre la Universidad Clásica Cerrada. Se pugna por un sistema que alcance no a una minoría selecta, sino al pueblo mismo”, Cultura, Guatemala, marzo de 1922, en Epaminóndas Quintana, o. c., pp. 587-619. 21 Ib., pp. 614-615. 22 Expediente que contiene la correspondencia entre Porfirio Barba Jacob y Rafael Heliodoro Valle, Guatemala, 2 de julio de 1923. Clasificación: PBJ-2, FRHV, citado por Díaz Vázquez, o. c., pp. 108-109. 23 “Forma práctica en que se significa la amistad de México con Guatemala”, en El Imparcial, 11 de agosto de 1923. 24 “Importante junta celebró ayer el Consejo Directivo de la Universidad Popular”, en El Imparcial, Guatemala, 4 de junio de 1923, p. 1. 25 Desde 1917, titular de la Dirección de Antropología de la Secretaría de Agricultura. Como recuerda Fell, según Gamio, la antropología debía ponerse al servicio de la acción social o, sobre todo, de la cohesión nacional, pues debía ayudar a “forjar patria”. Claude Fell, o. c., p. 209. 26 José Vasconcelos, “Prólogo de La Raza Cósmica”, Obras Completas, T. II. México, Libreros Mexicanos, 1958, p. 903. Véase antes: José Vasconcelos, “Sobreposeemos la raza”, El Universal, México, 27 de octubre de 1924. 27 Arturo Taracena Arriola y otros, Etnicidad, Estado y Nación en Guatemala, 1808-1944. Tomo I, CIRMA, Antigua Guatemala, 2002, pp. 97-99. 28 Arturo Taracena Arriola, “Asturias polémico”, reseña de la tesis de Licenciatura Sociología guatemalteca. El problema social del indio, de Miguel Ángel Asturias, Editorial Universitaria, Guatemala, 2007, aparecida en el suplemento “El Acordeón”, El Periódico digital, Guatemala, 3 de febrero de 2008. 29 Archives du Ministère des Affaires Étrangères, Sous-Serie Centre-Amérique. Coorespondence politique. Générale 1923-1931, Vol. 22, fol. 22, París. 30 Id. 31 Excelsior, II, 315, Tegucigalpa, 2 de mayo de 1922. 32 “Informe de la Legación de Guatemala en México”, Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores, Tipografía Nacional, Guatemala, 1925, citado por Díaz Vázquez, o. c., p. 42. 33 Alberto Enríquez Perea, “José Vasconcelos y Carlos Pellicer en las jornadas educativas y políticas (1920-1924)”, Casa del Tiempo, III, 25, México, UAM, noviembre de 2009, p. 26. 34 Daniel Cosío Villegas, Memorias, Joaquín Mortiz, México, 1976, pp. 104-105. 35 Rafael Arévalo Martínez, La Oficina de Paz Orolandia, Tipografía Sánchez y De Guise, Guatemala, 1924, p. 121. Sobre ese periodo y Rafael Arévalo Martínez, véase: Arturo Taracena Arriola, “Arévalo Martínez y la Guatemala de los años diez” en Dante Liano (coord.), Rafael Arévalo Martínez, El hombre que parecía un caballo y otros cuentos, París, 1997, ALLCA XX / UCR. 36 María del Carmen Díaz Vázquez, o. c., pp. 42-43. 37 Véase: Arturo Taracena Arriola, “Miguel Ángel Asturias y las búsqueda del ‘alma nacional’ guatemalteca. Itinerario político, 1920-1933” en Miguel Angel Asturias. París, 1924-1933. Periodismo y creación literaria (Coordinador Amos Segala), UNESCO, París-Madrid (Colección Archivos 1), 1988. 38 “Iniciativas simpáticas. Acercamiento entre México y Guatemala”, El Imparcial, Guatemala, 11 de agosto de 1924, p. 3, citado por Díaz Vázquez, o. c., pp. 82-83. 39 María del Carmen Díaz Vázquez, o. c., pp. 82-83. 40 El Imparcial, Guatemala, 3 de noviembre de 1924, p. 1. 41 “Gran edición que El Imparcial dedicará a la República Mexicana. Fernando Gil marcha para prepararla a la capital azteca. El señor ministro de México ofrece su decidido apoyo a dicha empresa (Bojórquez)”, El Imparcial, Guatemala, 30 de octubre de 1924, p. 1. 42 Juan Ramón Avilés, “Los nuevos hombres de México”, en El Imparcial, Guatemala, 29 de mayo de 1923, p. 5. 43 “Proclama de los estudiantes e intelectuales de Costa Rica al licenciado José Vasconcelos”, La Antorcha, México, 25 de octubre de 1924, p. 18; José Vasconcelos, “Las tres claridades”, La Antorcha, 25 de octubre de 1924, pp. 1-2. 44 Daniel Cosío Villegas, o. c., pp. 106-108. 45 Véase Karen Van Horn Kopka, “La literatura sonorense en la década de los veinte. Caso concreto: Yorem Temegua”, Memoria del XII Simposio de Historia y Antropología, Vol. 1, Universidad de Sonora, 1987, pp. 460-472. 46 Citada por Serge I. Zaïtzeff, “Cartas de José Vasconcelos a Gabriela Mistral y Carlos Pellicer”, Casa del Tiempo, III, 25, UAM, México, 2009, p. 32.

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AMÉRICA LATINA

REDES DE FINANCIAMIENTO Y APOYO POLÍTICO EXTRANJERO A LOS THINK TANKS NEOLIBERALES EN ECUADOR

El término think tank podría ser traducido al castellano como “depósito”, “centro”, “laboratorio” o “tanque de ideas”, y podría ser interpretado como “espacio” o “área de generación y expansión de ideologías”. Quizá por esta cierta ambigüedad terminológica los think tanks han sido conceptualizados desde diferentes perspectivas y se han agrupado bajo este concepto, muy diferentes tipos de organizaciones, entre las cuales podemos referenciar las que trabajan desde la investigación académica; pasando por las que ejercen presión e intervención sobre instituciones públicas; al igual que por otras que intervienen en áreas de adoctrinamiento ideológico y cooptación de líderes; por citar algunos ejemplos. DICIEMBRE 2010 - ENERO 2011

IMAGEN VIOLETA COVARRUBIAS ACOSTA

DECIO MACHADO

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efinir a los think tanks no es tarea fácil, dada la ambigüedad terminológica anteriormente referenciada. Según el politólogo uruguayo Adolfo Garcé, son “organizaciones privadas, generalmente financiadas por empresas, especializadas en el análisis de políticas públicas”1. Tienen su origen en el Reino Unido del siglo XIX (con la fundación de la Sociedad Fabiana2) y en el siglo XX empezaron a cobrar fuerza en EU y otros países de influencia aglosajona, como Sudáfrica, Chile o India. Extendieron con el paso del tiempo sus temáticas de estudio y abordan en la actualidad áreas como la geopolítica y las relaciones internacionales, ambiente, temas económicos, seguridad y defensa nacional. De esta manera, y remontándonos a fechas más actuales, tienen un grado de influencia importante en determinados países. Por poner un ejemplo, las reformas neoliberales desarrolladas durante el gobierno de Margaret Thatcher en Gran Bretaña (1979-1990) se basaron en los estudios realizados y promovidos por el Institute of Economic Affairs; y, de igual manera, las reformas de similar perfil ideológico aplicadas por el gobierno de Ronald Reagan en EU (1981-1988) fueron desarrolladas desde la Heritage Foundation. El mayor desarrollo de este tipo de organizaciones se ha dado en el campo del pensamiento neoliberal, estando alejadas de la simple reflexión teórica, pues orientan sus objetivos a la incidencia en espacios políticos concretos. En marzo del año pasado se hizo público un trabajo desarrollado por académicos de la Universidad de Pennsylvania por el cual se levanta una cartografía de los think tanks en el planeta. En el estudio se detectan aproximadamente unos 5 mil 500 think tanks en todo el mundo, de los cuales 538 están en América Latina. El ranking de países con mayor número de este tipo de instituciones está encabezado por EU, Gran Bretaña, Alemania y Francia. Entre los países latinoamericanos, a Argentina3 le siguen países como México (54 instituciones de estas características), Brasil (con 39) y Chile (con 36). La aparición de este tipo de instituciones en Ecuador ha sido tardía y han comenzado a tomar una capacidad real de incidencia hace relativamente pocos años, habiéndose convertido hoy, en la mayoría de casos, en focos de resistencia ideológica a los procesos de cambio, así como en espacios de intervención anticorreísta sobre estructuras estratégicas en nuestra sociedad. La actividad de estos “espacios de pensamiento” se ha incrementado de forma notoria a partir de la llegada de Rafael Correa a la presidencia de la República y sobre todo a partir de la aprobación de la actual Constitución ecuatoriana por refrendo popular el 28 de septiembre de 2008. La enorme deslegitimación social de la vieja “partidocracia” ecuatoriana ha hecho que algunos de estos “centros de estudio” y “espacios de investigación” intenten ser proyectados estratégicamente como herramientas de captación de jóvenes con brillantes currícula desde el ámbito universitario, convirtiéndose en centros de adoctrinamiento del pensamiento neoliberal y plataformas para el salto a actividades políticas de nuevas figuras de la derecha ecuatoriana. En Ecuador, los partidos políticos y los think tanks están asociados, al tiempo que estos últimos generan espacios de

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interlocución y asesoramiento a organizaciones empresariales. Todo ello, con una clara intencionalidad política. FUENTES DE FINANCIAMIENTO Y APOYO POLÍTICO MÁS IMPORTANTES PARA LOS THINK TANK EN ECUADOR

En Ecuador, estas instituciones subsisten apoyadas con fuerte ayuda financiera y política provenientes de instituciones internacionales. Estas lógicas se basan en una suerte de complicidades para potenciar las ideas neoliberales. Fundación Konrad Adenauer (KAS) - Alemania. La KAS es una fundación política allegada a la Unión Demócrata Cristiana (CDU). Como cofundador de la CDU y primer canciller federal alemán, Konrad Adenauer (1876-1967) vinculó las tradiciones social-cristiana, conservadora y liberal. Es la principal financista de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (CORDES), presidida por el ex presidente ecuatoriano Oswaldo Hurtado. Además, financia actividades y eventos de formación organizados por Pablo Lucio Paredes desde la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), colaborando también con la USFQ en programas de formación de liderazgo de defensa del libre mercado. Por último, es importante señalar que apoya al Partido Sociedad Patriótica –varios de cuyos líderes están siendo investigados por la intentona golpista en Ecuador el pasado 30 de septiembre– con periódicos programas de capacitación política. National Endowment for Democracy (NED) - Estados Unidos Fundación estadounidense que se define “sin ánimo de lucro”, la cual recibe sus fondos del Departamento de Estado y del Congreso estadounidense, financiando cada año más de mil proyectos en al menos 90 países diferentes. La NED es la instancia propiciada por el gobierno de Estados Unidos para situar financiamiento (correa de transmisión) y apoyo logístico a las ONG a las que directamente no puede inyectarles sus partidas. Financia la Red Liberal de América Latina, la Atlas Economic Research Foundation, la Heritage Foundation, el International Republican Institute (IRI), el Cato Institute, la Fundación Friedrich A. von Hayek y la Freedom Foundation, entre muchas otras más. Todas estas organizaciones financian a su vez organizaciones en Ecuador, como Cato Institute, IEEP, Participación Ciudadana, Grupo Faro, Fundación Ecuador Libre, Fundación Avanti, Fundación Esquel, UCADE, SERPAJ, ACDECOM, Red de Justicia, CEDA, Corporación Líderes para Gobernar, entre otros. Red Liberal de América Latina (RELIAL) - con sede en México La RELIAL es una network que apoya política y económicamente la gestión de los think tanks neoliberales en América Latina, a la vez que los interconecta entre sí. Su “socio estratégico” y miembro oficial de la red en Ecuador es el Instituto Ecuatoriano de Economía Política (IEEP), aunque mantiene relaciones también con Cato Institute en Ecuador y apoyan la realización de diversos eventos y seminarios. La RELIAL está vinculada con otras organizaciones similares de varios continentes, entre las cuales destacan el Movimiento Mundial para la Demo-

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Políticamente, en Ecuador, mantiene relaciones con el IEEP, Cato Institute y Fundación Ecuador Libre. Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) - Estado español. Fundación vinculada al Partido Popular y presidida por el ex presidente español José María Aznar. Consideran su intervención en América Latina como eje preferencial. Aznar se caracterizó a nivel internacional, entre otras cosas, por involucrar al Estado español en el conflicto desatado por EU en Iraq y apoyar el golpe de Estado en Venezuela en 2002. En Ecuador, la FAES está estrechamente vinculada a la Fundación Ecuador Libre. Comunidad Autónoma de Madrid (CAM) - Estado español. La cooperación española tiene diferentes fuentes de financiamiento, siendo los gobiernos autónomos uno de ellos. La CAM está presidida por el Partido Popular desde hace varias legislaturas, teniendo como presidenta actual a Esperanza Aguirre, ex ministra del gobierno de Aznar y ex presidenta del Senado. Aguirre representa a los sectores políticos más reaccionarios dentro del Partido Popular y tiene una constatada vinculación con el Opus Dei. La cooperación de la CAM en Ecuador es muy diversa, apoya proyectos con enfoques muy diferentes y ejecutados por diferentes instituciones y ONG ecuatorianas. Sin embargo, es de resaltar la cooperación que la CAM establece a través de fuertes partidas presupuestarias con la Municipalidad de Guayaquil, así como la que establece con la CORDES y Fundación Ecuador Libre. IMAGEN VIOLETA COVARRUBIAS ACOSTA

cracia, el Foro Africano de la Democracia y el Foro Mundial para la Democratización en Asia. Todas estas organizaciones tienen conexión con organizaciones de la derecha y la extrema derecha mundial, vinculándolas con espacios políticos y financiamiento estadounidense, y de manera especial con la National Endowment Democracy (NED). Atlas Economic Research Foundation - Estados Unidos Su rol político fundamental, además de dar línea ideológica a los think tanks conservadores en América Latina, consiste en ser potenciador de esos espacios, lo que le convierte en una herramienta de apoyo importante a este tipo de instituciones. En Ecuador apoya a Cato Institute, al IEEP y a la Fundación Ecuador Libre (su presidente es el banquero Guillermo Lasso, quien a su vez es el presidente ejecutivo del Banco de Guayaquil –segundo banco más importante en el país–). Heritage Foundation - Estados Unidos Fundación vinculada al Partido Republicano de EU, considerado el centro del pensamiento radical “neocon”. El financiamiento inicial de esta fundación provino del político conservador Joseph Coors, copropietario de Coors Brewing Company. El financiamiento de Coors fue posteriormente incrementado por la ayuda financiera del billonario Richard Mellon Scaife. El activista conservador Paul Weyrich fue su primer director. Desde 1977, el presidente de Heritage ha sido Edwin Feulner, Jr., quien fue anteriormente el director ejecutivo del Comité de Estudios Republicanos de la Cámara de Representantes y que también se desempeñó como asistente del Congresista estadounidense Phil Crane. En Ecuador, la Heritage mantiene relaciones con Cato Institute y la Fundación Ecuador Libre. International Republic Institute (IRI) - Estados Unidos El IRI está vinculado al Partido Republicano y presidido por el senador John McCain, quien fuera el candidato republicano que perdió las últimas elecciones presidenciales en EU frente a Barak Obama y que fue promotor de la infame Ley de Arizona (SB1070), considerada como “ley antimigrantes” por las organizaciones sociales norteamericanas. Ubicados también en el Ecuador, apoyan financieramente a la ONG Participación Ciudadana y políticamente al Cato Institute. Fundación Francisco Marroquín - Guatemala. Vinculada a la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala, espacio de formación académica para las élites centroamericanas, con importante carga ideológica neoliberal.

¿CUÁLES SON LOS THINK TANKS MÁS IMPORTANTES DEL MUNDO NEOLIBERAL EN ECUADOR?

El presente artículo apenas hará referencia a algunos de los think tanks que se han creado en Ecuador en los últimos años, seleccionando a los que consideramos más importantes por su aparición mediática y capacidad de incidencia. Corporación de Estudios para el Desarrollo (CORDES) - sede en Quito Oswaldo Hurtado es el presidente de la CORDES desde su fundación en 1984 y es un destacado líder de la Democracia Cristiana –organización política que nació y se organizó con importante apoyo financiero de la Fundación Konrad Adenauer de Alemania–. Hurtado gobernó el país entre 1981 y 1984, destacando entre sus últimas actividades políticas su férrea oposición a la reforma constitucional impulsada por el presidente Rafael Correa. La CORDES fue constituida por Oswaldo Hurtado incluso antes de abandonar la presidencia, contando con el apoyo de un

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grupo de académicos y profesionales de ideología conservadora provenientes del sector público y privado. Las principales actividades de la CORDES son de capacitación, ofreciendo programas de esta naturaleza a sectores públicos y privados en temas vinculados al área económica. La CORDES publica, además, materiales como Tendencias Económicas Financieras y Políticas (semestral), Carta Económica (mensual), Ecuador Economics Weekley (semanario en inglés) y Discusión (boletín electrónico de difusión gratuita). Ha publicado 29 libros y más de 150 documentos adicionales entre “Apuntes Técnicos”, “Documentos de Trabajo”, “Cuadernos Estadísticos”, “Cuadernos sobre Descentralización”, “Temas de Economía y Política”, “Carta Económica” y “Tendencias Económicas Financieras y Políticas”. A la par, ha realizado consultorías para entidades internacionales como FAO, CEPAL, PREALC, CAF, JUNAC, AID, BID y BM, y para otras nacionales como el Banco Central del Ecuador, Superintendencia de Bancos y la Corporación Financiera Nacional. La influencia de CORDES en el país ha sido relativamente importante en estos años. Destacan sus aportes para la redacción de la Constitución de 1998, cuando Oswaldo Hurtado presidió la Asamblea Constituyente. El principal producto de la CORDES es la “Carta Económica”, un boletín que se emite de forma mensual con contenidos claramente neoliberales y críticos del actual gobierno, con la finalidad de incidir en medios de comunicación y dotar de argumentos a la oposición política y sectores empresariales. Los contenidos del pasquín son tomados como referencia para la redacción de artículos de opinión que tanto Oswaldo Hurtado como Vicente Albornoz4 –número dos de la CORDES– escriben para los diarios El Comercio y Hoy, o posicionan en otros medios comunicación. Un ejemplo de esto es el subprograma realizado por Vicente Albornoz titulado “La Economía y usted”, que se emite en el noticiero de 24 horas en Teleamazonas, en el cual la mayoría de los temas tratados son fruto de esas publicaciones, así como múltiples entrevistas radiales que le realizan semanalmente sobre estas temáticas. Entre los medios en los que la CORDES difunde sus contenidos destacan: Radio Colón y Radio de la Universidad San Francisco de Quito (este último gracias a la influencia de Sebastián Oleas, miembro de la CORDES y profesor de la Universidad San Francisco de Quito). Otros impactos mediáticos son desarrollados a título personal por miembros del directorio y del staff de la corporación. Con este sistema, la CORDES asegura como mínimo siete apariciones en medios masivos de forma semanal. En 2008 aseguran haber tenido 340 y, en 2009, un total de 390 impactos directos en prensa escrita solamente, según indica su página web. Además de Oswaldo Hurtado y Vicente Albornoz, en el directorio de la CORDES aparecen nombres como Pedro Pinto (ministro de Finanzas con el gobierno de Hurtado entre 1982 y 1984; vicepresidente en el gobierno de Gustavo Noboa entre el 2000 y 2003; y presidente de la Cámara de Industriales de Pichincha), Pablo Better (ministro de Finanzas con el gobierno de Rodrigo Borja entre 1991 y 1992, y presidente del Banco Central del Ecuador en 1999 con Jamil Mahuad), Abelardo Panchano (gerente del Banco Central con el gobierno Hurtado

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entre 1981 y 1984, y ex presidente ejecutivo de Produbanco), Patricio Ribadeneira (gerente de la Corporación Estatal Petrolera Ecuatoriana con el gobierno de Hurtado entre 1983 y 1984; gerente de EMAP Quito entre 1992 y 1993 con la alcaldía de Jamil Mahuad, y ministro de energía en el gobierno de Mahuad entre 1998 y 1999). Tan sólo en el año 2009, CORDES desarrolló 12 cursos de formación, varios de ellos dictados a periodistas económicos de TV, prensa y radio. También realiza capacitaciones para asambleístas de la oposición, de forma especial para el Partido Sociedad Patriótica, aunque ha trabajado también con socialcristianos y Madera de Guerrera. Todas las actividades anteriormente descritas tiene como principal ente financiador a la alemana Fundación Konrad Adenauer, quien les proporciona más del 50% de sus fondos, teniendo a su vez financiamiento llegado de España y otros lugares para cubrir el resto de su presupuesto, el cual anualmente se estima alrededor de los 400 mil dólares. Algunas publicaciones de la CORDES son distribuidas regularmente en las cámaras de EU y ha posicionado mensajes vinculando al presidente Correa con las FARC o la narcopolítica, al igual que fuertes críticas a las relaciones internacionales de Ecuador con los países del ALBA o Irán, criticándose también la ruptura de relaciones diplomáticas con Colombia tras los sucesos de Angostura5. Instituto Ecuatoriano de Economía Política (IEEP) El IEEP mantiene relaciones con una veintena de centros de investigación política y económica, todos ellos voceros de las “virtudes” del libre mercado y la no intervención estatal. Entre los amigos del IEEP destacan la Fundación Francisco Marroquín de Guatemala; Atlas Economic Research Foundation y la Future of Freedom Foundation, de EU; o la Fundación Ecuador Libre de Ecuador. En su página web (http://www.ieep.org.ec/) son visibles los artículos de Carlos Alberto Montaner, Manuel Ayau6, Gabriela Calderón de Burgos y Álvaro Vargas Llosa, entre muchos otros, en los cuales se expresa un claro cuestionamiento a las políticas sociales de los gobiernos progresistas en América Latina y al difuso concepto de “Socialismo del siglo XXI”, combinados con alegatos ideológicos sobre las bondades del libre mercado, la libre competencia, la libre empresa y la reducción del Estado hasta su mínima expresión. De igual manera, las críticas al Gobierno encabezado por Rafael Correa son el centro de su producción literaria. Aunque el IEEP se cuida mucho de no visualizar un apoyo político a líder o partido político alguno del tablero electoral ecuatoriano, según indican fuentes cercanas a la institución su

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apuesta es por la aparición de un outsider en el panorama político y, en ese sentido, confidencialmente expresan sus simpatías por la figura del banquero Guillermo Lasso. Fundación Ecuador Libre (FEL) - sede en Guayaquil Institución presidida por Guillermo Lasso y con Fernando Salazar Arrate como vicepresidente, se define según sus estatutos como “una entidad privada, sin fines de lucro, independiente de todo grupo político, religioso, empresarial y gubernamental, cuyo objetivo es la investigación, análisis y difusión de políticas públicas basadas en principios de libertad”. Los últimos cinco eventos auspiciados por esta fundación fueron: • El 17 de agosto de 2010, auspiciaron un foro-conferencia titulado “Descentralización y gestión municipal”, con las intervenciones del economista Auki Tituaña (primer alcalde indígena de Ecuador y políticamente cercano a las tesis del alcalde socialcristiano de Guayaquil, Jaime Nebot) y Guillermo Lasso (presidente y propietario del segundo banco más importante del país). • El pasado 30 de julio, junto con la ESPAE Graduate School of Management, la FEL realizó un acto donde honraron al ideólogo ultraliberal Milton Friedman, como parte de la campaña mundial auspiciada por sectores empresariales y espacios académicos neoliberales de EU denominada “Legado de Friedman por la Libertad”. • Un acto por el que se hizo pública la selección de los becarios (30 estudiantes) para el Programa de Liderazgo para la Competitividad 2010, en Guayaquil. • Un seminario, el pasado 5 de julio, sobre “Los Fundamentos Antropológico-Teológico-Cristianos de la Economía”, a cargo del profesor argentino Gabriel Zanotti, profesor de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino, y que es a su vez investigador económico de la Fundación von Hayek y director del Instituto Acton Argentina, ambas instituciones referentes del pensamiento neoliberal y conservador en el país del Cono Sur. • Un seminario, 18 de junio, en la Universidad Estatal de la Península de Santa Elena, bajo el título de “Los 10 Principios Básicos de la Economía” 7, dictado por el investigador económico Francisco Briones. Destacan, entre las actividades de la FEL, el Programa de Liderazgo para la Competitividad, el cual desarrolla cada dos años dando 30 becas financiadas por el Banco de Guayaquil como aporte de su programa de Responsabilidad Social. En el programa de este año, mediante convenios con la Casa Grande en Guayaquil, la PUCE en Quito, la Universidad del Azuay en Cuenca y la Eloy Alfaro de Manta, ha conseguido extender el programa a cuatro

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provincias, con un promedio de igual número de estudiantes en cada universidad en donde se ha dictado el Programa. La FEL trabaja tres temas específicos: Liderazgo, Justicia y Democracia, y Políticas Públicas. Edita publicaciones semanales sobre análisis de coyuntura económica y temas jurídico-políticos (leyes en debate o aprobadas en la Asamblea Nacional) que difunden por muy diferentes espacios mediáticos. Maneja una base de datos de 14 mil correos electrónicos generada con la información de sus socios estratégicos, a través de la cual difunden sus comunicaciones, boletines y opiniones políticas, todas de corte neoliberal. Uno de sus socios estratégicos es la Cámara de Comercio de Guayaquil, con la que mantienen una relación muy cercana generando seminarios, talleres o foros de discusión cada mes y medio o dos meses. La información que es semanalmente difundida a sus contactos es de dos tipos: un análisis de coyuntura económica y el análisis político-jurídico en que se critican duramente las leyes que son parte de la agenda del Legislativo.

LOS AQUÍ REFERIDOS TAN SÓLO SON ALGUNOS SIGNIFICATIVOS EJEMPLOS DE CÓMO EL NEOLIBERALISMO HA GENERADO, EN LAS ÚLTIMAS DÉCADAS, REDES DE CARÁCTER INTERNACIONAL QUE PERMITEN LA EXPANSIÓN DE SUS IDEAS POR TODOS LOS PAÍSES DEL PLANETA. EN EL CASO DE ECUADOR, LA SITUACIÓN EVIDENCIA UNA CLARA APUESTA DESDE EL EXTERIOR PARA AYUDAR E INCLUSO INTERVENIR AUNQUE SEA DE MANERA INDIRECTA EN LA REALIDAD NACIONAL DEL PAÍS, APOYANDO NÚCLEOS DE PENSAMIENTO E INTERVENCIÓN POLÍTICA NEOLIBERALES EN CLARA RESPUESTA A LA DESIGNACIÓN DE UN GOBIERNO SOCIALDEMÓCRATA POR PARTE DEL CONJUNTO DE LA CIUDADANÍA ECUATORIANA

Con la Comunidad Autónoma de Madrid, institución de la cual reciben financiamiento, la FEL trabaja tres temas: Fortalecimiento Institucional, PYMES (junto a la Cámara de Comercio de Guayaquil) y Gestión Municipal (con el Municipio de Guayaquil). En esta última temática, trabajaron con el proyecto ZUMAR, puesto en marcha por el Municipio de Guayaquil con financiamiento de la cooperación internacional en temas de salud y educación, y que pretende ser una alternativa a las deficiencias de las políticas emanadas desde los ministerios de gobierno implicados. “Curiosamente” ese programa recibe una fuerte financiación de la Unión Europea. Es importante significar, como en el caso español, que la FEL recibe financiamiento de la Comunidad Autónoma de

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Madrid (CAM) a la vez que ideologización e influencia política de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), ambas instituciones controladas por las alas políticas más reaccionarias del Partido Popular. La FAES participó de un evento de FEL con la de su presidente, José María Aznar, el 16 de septiembre del 2007 en la ciudad de Guayaquil. A nivel nacional la FEL está muy vinculada con el IEEP, con quienes realiza eventos conjuntos. De igual manera mantiene una relación de socio estratégico con la Cámara de Comercio de Guayaquil, donde ejerce cierta influencia política. También recibe aportes económicos de la conservadora institución española Fundación Iberoamérica Europa. La FEL ha desarrollado trabajos locales con la Confederación Nacional de Barrios y generó, entre otros, el proyecto de Playas (Guayas). En el ámbito de la comunicación, trabaja con la Universidad Católica de Guayaquil, en la estación de radio y televisión; también con Radio Morena, en alianza con el IEEP, para la emisión del programa “Contrapunto Liberal”; al igual que en Radio Centro, en el noticiero de opinión de Javier Benedetti, donde goza de espacio para la exposición de sus posicionamientos ideológicos neoliberales. Las redes de la FEL son: el Instituto Ecuatoriano de Economía Política (IEEP); Libertad y Desarrollo, un think tank neoliberal creado en 1990 en Chile, representante de RELIAL en ese país; Fundación Friedrich A. von Hayek, orientada a la promoción del neoliberalismo en Argentina; Fundación Libertad, similar a la anterior y ubicada en Brasil; Centro de Estudios EconómicosSociales (CEES), institución guatemalteca fundada y dirigida hasta su reciente fallecimiento por Manuel Ayau; América Libre Institute, think tank neoliberal conformado en El Salvador y financiado por instituciones estadounidenses; Cato Institute, think tank neoliberal estadounidense con contrapartes en diversos países de América Latina y, en particular, en Ecuador. Acton Institute, think tank estadounidense con sucursales en diferentes países latinoamericanos; The Friedman Foundation, una de las referencias de pensamiento neoliberal en el mundo; Atlas Economic Research Foundation, institución estadounidense que, además de difundir ideología neoliberal, apoya económica y políticamente a los think tanks neoliberales en América Latina; Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), uno de los aliados estratégicos más importantes del FEL. Esta fundación española está presidida por el ex presidente José María Aznar y es el centro de pensamiento ultra liberal español; Fundación Iberoamérica Europa, institución neoliberal española; Comunidad Autónoma de Madrid, presidida por el Partido Popular español y, en concreto, por su ala neoliberal más radical; Heritage Foundation, que es, junto a la FAES, el otro principal socio estratégico de la FEL. Es una institución estadounidense que recoge el núcleo dura del pensamiento más fundamentalista del Partido Republicano. Los aquí referidos tan sólo son algunos significativos ejemplos de cómo el neoliberalismo ha generado, en las últimas décadas, redes de carácter internacional que permiten la expansión de sus ideas por todos los países del planeta. En el caso de Ecuador, la situación evidencia una clara apuesta desde el exterior para ayudar e incluso intervenir aunque sea de manera indirecta en la realidad nacional del país, apoyando núcleos de pensamiento

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e intervención política neoliberales en clara respuesta a la designación de un gobierno socialdemócrata por parte del conjunto de la ciudadanía ecuatoriana. La implicación de determinados medios de comunicación nacionales (diarios, emisoras de radio y canales de televisión) en la difusión de estas ideas también evidencia la capacidad de influencia de actores externos en la realidad ecuatoriana y las herramientas básicas de información de la población. Que se hagan presentes organizaciones tan reaccionarias como la Fundación Konrad Adenauer de Alemania, vinculada al partido de gobierno de la presidenta Angela Merkel; la FAES de España, vinculada a un ex presidente español que apoyó golpes de Estado en América Latina; la Heritage Foundation, uno de los centros de pensamiento más reaccionarios del planeta y defensor del golpe de Estado en Honduras; significa un notable riesgo para la democracia interna y el principio de no injerencia internacional en asuntos internos de los Estados. También es preocupante que estos actores internacionales tengan, a través de los think tanks locales, capacidad de incidencia sobre espacios empresariales, instituciones universitarias, centros de enseñanza media y, en especial, sobre jóvenes titulados a los que ideologizan, cooptan y direccionan a las filas del neoliberalismo en busca de nuevos cuadros dirigentes tanto en el sector público como privado, en aras de encontrar nuevos líderes que puedan influir y encabezar el proyecto conservador en nuestros países. El autor es sociólogo y periodista de investigación. Fuente: ALAI, América Latina en Movimiento.

NOTAS 1

Adolfo Garcé y Gerardo Uña (comps.), Think tanks y políticas públicas en Latinoamérica: dinámicos globales y realidades regionales, Prometeo Libros, Buenos Aires, 2007. 2 La Sociedad Fabiana es una organización fundada en Gran Bretaña en 1883 por simpatizantes socialistas con el objetivo de trabajar en favor de la reforma social y una sociedad más justa, evitando la explotación y la miseria provocadas por el capitalismo. Algunos de sus nombres más notables: George Bernard Shaw, Charlotte Wilson, Emmeline Pankhurst y H. G. Wells, entre otros. 3 Entre los primeros 25 think tanks latinoamericanos, 9 son argentinos. Véase Adolfo Garcé y Gerardo Uña, o. c.: “El mayor desarrollo de los think tanks sucedieron en Argentina tras el retorno de la democracia en la década de los ochenta; los mayores cambios ocurridos en el área en la que actúan los think tanks sucedieron con los cambios ocurridos en la política. De esta manera, luego de la crisis política de finales de 2001, la fragmentación de los partidos políticos tradicionales y el reacomodamiento de los distintos sectores políticos en el año 2003, es posible esperar que sigan produciéndose movimientos y transformaciones en los think tanks en relación a sus características y al espacio que ocupan en el juego de las políticas públicas”. 4 Vicente Albornoz es economista, ABD en Economía por la Universidad de Berlín y fue diputado por Pichincha entre 2000 y 2003. 5 El primero de marzo de 2008, Ecuador sufrió una violación de su espacio territorial al ser atacado su territorio por el ejército y la policía colombiana, lo que significó el asesinato de más de una veintena de personas ubicadas en un campamento clandestino de las FARC en territorio del Ecuador. Entre los asesinados, destaca la figura del comandante Raúl Reyes, número 2 de las FARC en aquel momento, así como de Franklin Aisalla, ciudadano ecuatoriano, situación sobre la que aún se espera sentencia en los espacios internacionales de justicia. 6 El fundador de la Universidad Francisco Marroquín, Manuel Ayau, falleció a principios de agosto pasado, lo cual fue considerado como una gran pérdida para el pensamiento neoliberal latinoamericano. 7 Un habitual de estos encuentros es Carlos Alberto Montaner, fundador y presidente de la Unión Liberal Cubana y vicepresidente de la Internacional Liberal. El gobierno cubano lo vincula al terrorista Luís Posada Carriles.

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Quizá una de las más conocidas de sus últimas novelas sea El jardinero fiel, que trata de una compañía farmacéutica que utiliza, sin su consentimiento, a personas de Kenia para realizar peligrosas pruebas de una droga experimental que en ocasiones puede resultar mortal. Le Carré explica: “Las cosas que se hacen en nombre del accionista son, desde mi punto de vista, tan escalofriantes como las cosas que se hacen, permítanme decirlo, en nombre de Dios”. Como muchas de sus novelas, El jardinero fiel tuvo su traspaso al cine y se convirtió en una película muy popular, protagonizada por Ralph Fiennes y Rachel Weisz. Le Carré ha escrito con frecuencia acerca de África: “Es donde he visto la globalización en funcionamiento. Es un panorama bastante feo. Es una fantasía de reunión de directorio. Lo que significa en verdad es la explotación de mano de obra muy barata y con frecuencia también el desastre ecológico que lleva consigo, la creación de megaciudades y el fin de la cultura agraria y tribal.” Su último libro (el vigésimo segundo), Un traidor como los nuestros, se trata de una ficción sobre un conjunto de banqueros londinenses y sus protectores en el parlamento que se confabulan con la mafia rusa para apuntalar la resquebrajada economía mundial por medio del lavado de cientos de miles de millones de dólares provenientes de ganancias criminales. En 2003, antes de la invasión a Iraq, Le Carré participó en las manifestaciones contra la guerra junto a, según cifras estimativas, más de un millón de personas: “Nos detuvimos. Estábamos muy juntos y con la mirada puesta en Downing Street, donde está la residencia del primer ministro. Parecía que nadie iba a decir nada, pero la voluntad del pueblo se hizo oír en una especie de grito salvaje. Traté de imaginarme lo que debe haber sido para Blair estar sentado dentro de ese edificio y oír aquel sonido. Era como un grito inmenso, como esos que surgen de un partido de futbol o algo así, donde en realidad no se verbaliza nada, como si fuera un sonido animal. Creo que siempre se recordará que él nos llevó a la guerra, como percibe mucha gente, a fuerza de mentiras.” Le Carré me dijo que no comprará el libro de Blair, pero que tiene algunas preguntas para hacerle: “¿Vio alguna vez lo que ocurre cuando una granada cae en una escuela? ¿Realmente sabe lo que hace cuando ordena emplear la estrategia de ‘impacto e intimidación’? ¿Está preparado para ponerse de rodillas al lado de un soldado que está muriendo y explicarle por qué fue a la guerra de Iraq?” Le Carré resumió lo que considera el problema central de los poderes mundiales, especialmente del poder británico y estadounidense: “Las víctimas nunca olvidan. Los vencedores sí. Olvidan muy rápido.” Por eso, a los 80 años, John le Carré continúa escribiendo, captando el interés de los lectores en su búsqueda de lo que él llama “la gran verdad.” Fuente: Democracy now!

LE CARRÉ RESUMIÓ LO QUE CONSIDERA EL PROBLEMA CENTRAL DE LOS PODERES MUNDIALES, ESPECIALMENTE DEL PODER BRITÁNICO Y ESTADOUNIDENSE: “LAS VÍCTIMAS NUNCA OLVIDAN. LOS VENCEDORES SÍ. OLVIDAN MUY RÁPIDO.”

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El humo de los 33 que tapó a los 34 mapuches

VERÓNICA AZPIROZ CLEÑAN

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einte días antes que “los 33” fueran tapados por el derrumbe en la mina, hubo 34 presos políticos mapuches que decidieron entrar en huelga de hambre. El ayuno duró 89 días, y tenía la intención de demandar al Estado chileno que no aplique a causas mapuches la Ley Antiterrorista, el doble juicio civil y militar, impedir que testigos sin rostro, sin saber su identidad, encapuchados, realicen acusasciones de delitos de los cuales no hay otra prueba acusatoria que un testimonio sin rostro. En más de 22 mdd se estima el gasto del rescate de los 33, rescate de reality show si los hay; de los buenos, claro. Vamos a decir que nos alegró que 33 hombres pudieran salvar su vida. Lo que no nos alegró es que su humo mediático utilizado por una derecha refinada, glamorosa en su eficacia capitalista, tapara con humo las otras 34 vidas Mapuche y un menor de edad. ¿Por qué los 33 valen más de 22 millones de dólares y los 34 mapuches menos que un centavo?

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ALDE A GLOBAL ¿Habrá alguna razón humanitaria por la cual el ministro de Salud chileno, Juan Mañalich, siguió de cerca el control de la salud de los 33 y no fue ni siquiera un día a ver a los 34 mapuches en huelga de hambre en las cárceles en la Araucanía? De raza humana, parecen ser todos, los 33 y los 34. ¿Cuál es el argumento humano que elige mostrar la hazaña esplendorosa del rescate de los mineros, pero se olvida de mostrar los oscuros negocios de la minería? ¿Se le olvidó cubrir a la CNN que esta mina había sido clausurada en 2008 por razones de seguridad y se volvió a habilitar en 2009? Obvio, sin contar con las medidas mínimas. ¿Acaso el derrumbe obedeció a un enojo de la naturaleza o habrá sido la avaricia empresarial minera? Lo evidente es que, mientras unos deciden entregar su vida por el derecho a la continuidad de su pueblo para recuperar un territorio y vivir en paz con su familia, otros acuerdan millonarias sumas para filmar películas y cuanto marchadising existe por haber pasado 70 días aislados. Los nuestros no tuvieron nada de eso: ni glamour ni películas. Estuvieron 89 días en ayuno, con problemas de salud severos, paros cardiorrespiratorios, orina con sangre y problemas pulmonares. Ante tanta presión internacional, luego del día 60 de ayuno, algunos medios nacionales chilenos cubrieron pequeñas noticias de la negociación entre Mapuche y gobierno. En el mundo entero, hubo desde embajadas, consulados tomados por movimientos sociales aliados hasta oficinas de la OIT, CEPAL

y parlamentos, entre ellos el europeo, que se pronunciaron en apoyo a las demandas mapuches. Entrando en los últimos días de la huelga, la prensa internacional empezó a mirar a los mapuches con atención. Entonces, la derecha renovada saca debajo de otro derrumbe el caso Apablaza y, otra vez, el humo invisibiliza a los 34. El día 89, se bajó la huelga. Se hizo un acuerdo bastante precario entre los huelguistas y el gobierno: se levantarán las querellas caratuladas como terroristas, pero se mantiene la ley antiterrorista con maquillajes reformistas, los testigos sin identidad continúan y la zona mapuche sigue militarizada. Aprendizajes varios tuvimos: reconfiguración de fuerzas en el interior del pueblo mapuche del lado argentino y del lado chileno luego de esta heroica lucha. ¿A algún medio de incomunicación se le ocurrió investigar cuál es el destino de uso de la minería en Chile? Dicen algunos informes oficiales que el 10 % del cobre extraído está destinado a uso armamentístico en el interior de la frontera. ¿Para utilizar contra quién? Cómo me gustaría, Piñera, que así como gritaste en el rescate del último de los 33, pudieras gritar junto al pueblo chileno: ¡Viva el pueblo mapuche, mierda! Si no nos das ese gusto, escúchalo en nosotros, que por los 34 gritamos: ¡Venceremos, mierda!

La huelga de hambre de los comuneros mapuches en Chile Resultado de una acumulación histórica de exclusiones

por la vía jurídica amparar la represión de Estado y frenar todo intento de la oposición civil por restaurar un orden político democrático. Paradojicamente, esa misma ley fue celosamente administrada por los gobiernos de la Concertación (coalición de centroizquierda) entre 1990-2010 y hoy corresponde ponerla nuevamente en práctica al actual gobierno del multimillonario Sebastián Piñera, apoyado por un consorcio político electoral heredero de la dictadura y promotor del neoliberalismo, denominado Alianza por Chile. También este conflicto ha venido a reforzar la absoluta ausencia de una prensa plural en el país, dado que los medios de comunicación están controlados por unos pocos miembros de los grupos económicos de la derecha –dueños de grandes propiedades particulares en el territorio en conflicto o inversionistas que depredan los bosques de la región– , lo cual no sólo atenta contra la libertad de expresión, sino que además se tienden a presentar “silencios mediáticos” que buscan mantener desinformada a la población y, lo que es peor, manipulan las razones de fondo que tiene el conflicto, de hondas raíces, donde la huelga de hambre representa una expresión mínima de aquél. Por último, esta coyuntura exhibe que el gobierno de Piñera tiene una miopía política que abruma, carente de talante político, aquel que se necesita para que Chile pueda avanzar hacia una democracia real, con rasgos elocuentes de tolerancia ideológica, étnica y cultural. Por el contrario, el presidente-gerente Sebastián Piñera no sólo desatendió la huelga de hambre de los comuneros

PATRICIO HERRERA GONZÁLEZ

L

a huelga de hambre sostenida por 32 comuneros mapuches durante 82 días, encarcelados por su participación en incendiar camiones, malograr maquinaria pesada de empresas forestales, hostigamiento y daños en casas de algunos connotados empresarios de la región y el país, cortes de carreteras locales, provocar desórdenes en la vía pública y dañar la propiedad pública, ha finalizado por un acuerdo entre el gobierno, el poder legislativo y los representantes de los comuneros en las últimas horas del sábado 2 de octubre. Frente a este escenario de conflicto y negociación, es necesario plantearnos algunas consideraciones inmediatas y otras de fondo. En el corto plazo, la huelga demostró el anacronismo de una ley antiterrorista (Ley 18.134 sobre conductas terroristas) emanada de un gobierno ilegítimo, como fue la dictadura de Augusto Pinochet quien retuvo el poder por 17 años, buscó

DICIEMBRE 2010 - ENERO 2011

Fuente: Epu Bafkeh. Red de Salud Mapuche en Argentina.

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ALDE A GLOBAL ¿Habrá alguna razón humanitaria por la cual el ministro de Salud chileno, Juan Mañalich, siguió de cerca el control de la salud de los 33 y no fue ni siquiera un día a ver a los 34 mapuches en huelga de hambre en las cárceles en la Araucanía? De raza humana, parecen ser todos, los 33 y los 34. ¿Cuál es el argumento humano que elige mostrar la hazaña esplendorosa del rescate de los mineros, pero se olvida de mostrar los oscuros negocios de la minería? ¿Se le olvidó cubrir a la CNN que esta mina había sido clausurada en 2008 por razones de seguridad y se volvió a habilitar en 2009? Obvio, sin contar con las medidas mínimas. ¿Acaso el derrumbe obedeció a un enojo de la naturaleza o habrá sido la avaricia empresarial minera? Lo evidente es que, mientras unos deciden entregar su vida por el derecho a la continuidad de su pueblo para recuperar un territorio y vivir en paz con su familia, otros acuerdan millonarias sumas para filmar películas y cuanto marchadising existe por haber pasado 70 días aislados. Los nuestros no tuvieron nada de eso: ni glamour ni películas. Estuvieron 89 días en ayuno, con problemas de salud severos, paros cardiorrespiratorios, orina con sangre y problemas pulmonares. Ante tanta presión internacional, luego del día 60 de ayuno, algunos medios nacionales chilenos cubrieron pequeñas noticias de la negociación entre Mapuche y gobierno. En el mundo entero, hubo desde embajadas, consulados tomados por movimientos sociales aliados hasta oficinas de la OIT, CEPAL

y parlamentos, entre ellos el europeo, que se pronunciaron en apoyo a las demandas mapuches. Entrando en los últimos días de la huelga, la prensa internacional empezó a mirar a los mapuches con atención. Entonces, la derecha renovada saca debajo de otro derrumbe el caso Apablaza y, otra vez, el humo invisibiliza a los 34. El día 89, se bajó la huelga. Se hizo un acuerdo bastante precario entre los huelguistas y el gobierno: se levantarán las querellas caratuladas como terroristas, pero se mantiene la ley antiterrorista con maquillajes reformistas, los testigos sin identidad continúan y la zona mapuche sigue militarizada. Aprendizajes varios tuvimos: reconfiguración de fuerzas en el interior del pueblo mapuche del lado argentino y del lado chileno luego de esta heroica lucha. ¿A algún medio de incomunicación se le ocurrió investigar cuál es el destino de uso de la minería en Chile? Dicen algunos informes oficiales que el 10 % del cobre extraído está destinado a uso armamentístico en el interior de la frontera. ¿Para utilizar contra quién? Cómo me gustaría, Piñera, que así como gritaste en el rescate del último de los 33, pudieras gritar junto al pueblo chileno: ¡Viva el pueblo mapuche, mierda! Si no nos das ese gusto, escúchalo en nosotros, que por los 34 gritamos: ¡Venceremos, mierda!

La huelga de hambre de los comuneros mapuches en Chile Resultado de una acumulación histórica de exclusiones

por la vía jurídica amparar la represión de Estado y frenar todo intento de la oposición civil por restaurar un orden político democrático. Paradojicamente, esa misma ley fue celosamente administrada por los gobiernos de la Concertación (coalición de centroizquierda) entre 1990-2010 y hoy corresponde ponerla nuevamente en práctica al actual gobierno del multimillonario Sebastián Piñera, apoyado por un consorcio político electoral heredero de la dictadura y promotor del neoliberalismo, denominado Alianza por Chile. También este conflicto ha venido a reforzar la absoluta ausencia de una prensa plural en el país, dado que los medios de comunicación están controlados por unos pocos miembros de los grupos económicos de la derecha –dueños de grandes propiedades particulares en el territorio en conflicto o inversionistas que depredan los bosques de la región– , lo cual no sólo atenta contra la libertad de expresión, sino que además se tienden a presentar “silencios mediáticos” que buscan mantener desinformada a la población y, lo que es peor, manipulan las razones de fondo que tiene el conflicto, de hondas raíces, donde la huelga de hambre representa una expresión mínima de aquél. Por último, esta coyuntura exhibe que el gobierno de Piñera tiene una miopía política que abruma, carente de talante político, aquel que se necesita para que Chile pueda avanzar hacia una democracia real, con rasgos elocuentes de tolerancia ideológica, étnica y cultural. Por el contrario, el presidente-gerente Sebastián Piñera no sólo desatendió la huelga de hambre de los comuneros

PATRICIO HERRERA GONZÁLEZ

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a huelga de hambre sostenida por 32 comuneros mapuches durante 82 días, encarcelados por su participación en incendiar camiones, malograr maquinaria pesada de empresas forestales, hostigamiento y daños en casas de algunos connotados empresarios de la región y el país, cortes de carreteras locales, provocar desórdenes en la vía pública y dañar la propiedad pública, ha finalizado por un acuerdo entre el gobierno, el poder legislativo y los representantes de los comuneros en las últimas horas del sábado 2 de octubre. Frente a este escenario de conflicto y negociación, es necesario plantearnos algunas consideraciones inmediatas y otras de fondo. En el corto plazo, la huelga demostró el anacronismo de una ley antiterrorista (Ley 18.134 sobre conductas terroristas) emanada de un gobierno ilegítimo, como fue la dictadura de Augusto Pinochet quien retuvo el poder por 17 años, buscó

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Fuente: Epu Bafkeh. Red de Salud Mapuche en Argentina.

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mapuches, que se prolongó innecesariamente, pues a esta altura es inaudito que cualquier ciudadano chileno enfrente un doble proceso judicial cuando es incriminado por la Ley antiterrorista –justicia militar y justicia civil–, sino que además la defendió en todo momento, convencido de que los comuneros debían ser tratados como terroristas, demostrando con ello la ausencia de su compromiso para que la sociedad chilena avance hacia una consolidación efectiva de su democracia, para que de una vez deje atrás las tutelas militares y empresariales. Al observar más detenidamente la huelga de hambre de los comuneros mapuches debemos puntualizar su carácter estructural, lo que nos lleva a referirnos a aquellos aspectos medulares que permiten comprender la naturaleza de los conflictos de las comunidades mapuches, la población mestiza y los poderes políticos y empresariales. La región de la Araucanía, en el transcurso del siglo XX, sobrellevó con dificultad su articulación –socioeconómica y cultural– con el conjunto del país. El despliegue militar recurrente; la soberanía impuesta; la usurpación colonizadora; el fraude empresarial; la negligencia de las políticas públicas, de los parlamentarios y del poder ejecutivo; la ignorancia de la sociedad y las comunidades; la identidad travestida; la criminalización y etiquetación del mapuche; el fanatismo ideológico disfrazado de lumpen y la disolución de la etnicidad son sólo algunos de los complejos problemas que han marcado a la región luego de un siglo, resultado de un proceso de incorporación territorial y étnica traumático que, al finalizar el siglo XIX, tuvo un enorme costo para la etnia mapuche, la cual perdió gran parte de sus tierras, sufrió la exclusión cultural y la etiquetación de “raza inferior”. La ausencia de políticas, públicas y privadas, ha impedido a las localidades superar sus limitaciones, tales como altos índices de pobreza; carencia de infraestructura sanitaria, educativa y vial; desaceleración de la urbanización; débil mercado interno; abuso y maltrato hacia la fuerza de trabajo; banda de precios desfavorables para sus productos; altas tasas de migración mapuche de jóvenes al Valle Central y sur de Argentina. En suma, es una región que no ha podido salir del atolladero económico que padece desde hace más de sesenta años, lo que ha repercutido negativamente en materia social y cultural. La región, entre 1895 y 1930, tuvo una expansión económica e incremento acelerado de la población, como consecuencia de la “incorporación” de la región al territorio nacional. El Estado chileno, con su impronta fagocitadora de costumbre, impulsó una vasta política de obras públicas, incentivó la colonización nacional y extranjera, expropió tierras de los comuneros y vinculó la región a los mercados nacional e internacional. El resultado de la inversión, pública y privada, fue una bullante economía agroganadera y forestal, urbanización veloz en el valle, de tal manera que la provincia de Cautín, con su capital Temuco, se convirtió en un polo de atracción para la región y el país y se situó rápidamente como una de las 10 ciudades importantes de Chile en economía y población, y desplazó a la histórica ciudad de Angol. Un segundo momento, situado entre 1930 y 1960, fue un periodo de crisis y rezago en los indicadores demográficos y económicos. La región, así como el país, padeció los efectos de una economía

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exportadora de materias primas y dependiente de los mercados internacionales. La crisis mundial de 1929 y la consiguiente contracción en las economías desarrolladas exhibieron la fragilidad del aparato productivo, financiero y comercial de las naciones de América Latina. El microcosmos de la Araucanía es una escala de análisis apropiada para evaluar los estragos que enfrentaron sus habitantes y actividades económicas, como resultado de un apego contumaz a estructuras tradicionales de producción, comercialización y relaciones laborales, que hizo a la región vulnerable a las fluctuaciones del mercado internacional, luego de la crisis de Wall Street. Aunque la región siguió creciendo, por debajo de la etapa anterior, acumuló desarraigo, pobreza, marginalidad, emigración, segregación, todos antecedentes de un conflicto agazapado, que brotaría con renovadas energías desde el decenio de 1990. Desde 1960 hasta el presente, la Araucanía estuvo y está irrevocablemente permeada por un conflicto de naturaleza múltiple: étnico, pues la exigencia de respetar los derechos culturales y territoriales mapuches han puesto de manifiesto la equivocada concepción homogénea que el Estado impuso a los habitantes de Chile; empresarial, ya que existe una ausencia de ética en materia laboral, ambiental y tributaria, lo que implica cometer abusos, excesos y atropellos; político, dado que el gobierno y los partidos políticos han considerado a los habitantes de la región un botín electoral, como resultado de sus magros indicadores económicos, demográficos y de desarrollo humano, diagnosticados por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Ministerio de Planificación y Cooperación de Chile (Mideplan). El resultado de aquellas disputas no puede ser otro: ausencia de políticas públicas de largo alcance que beneficien al conjunto de la población y su territorio. Por último, el Estado es parte sustancial de este conflicto, pues ha tenido un comportamiento errático una y otra vez. Ha tolerado el abuso, utiliza con exceso la fuerza –superando a Weber y su teoría del uso legítimo de la fuerza–, permite que opere sin restricción alguna el lumpen en las movilizaciones proindígenas, otorga facilidades al capitalismo salvaje de empresarios forestales e inversionistas en energía hidroeléctrica y promueve el desarraigo cultural en los hombres y mujeres de la región, dado que no pocos habitantes –principalmente jóvenes mapuches– abandonan año con caño su territorio para buscar nuevos horizontes, olvidando sus raíces. En consecuencia, hoy la región sigue estando a la deriva y presenta un panorama poco auspicioso en el futuro inmediato, pues existe una evidente acumulación histórica de exclusiones que padece esa porción del territorio y su población de origen mapuche: política, dado que su ciudadanía es escasamente representada; económica, ya que sus tierras siguen una carrera desenfrenada de privatización y desastre ecológico, sin que existan beneficios laborales, económicos y sustentables para sus habitantes; sociocultural, pues se niega su diversidad cultural e identidad. En síntesis, es una historia cargada de paradojas que han rezagado a una región y sus habitantes. Además, reafirma que el Estado una vez más niega lo evidente: que Chile es un país diverso culturalmente. El autor trabaja en el Centro de Estudios Históricos de El Colegio de Michoacán.

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ARTE Y POLÍTICA

¿ESPECTÁCULO VERSUS INFORMACIÓN?

ALICIA PINO

El espectáculo es el capital en un grado tal de acumulación que se transforma en imagen Guy Debord ¿Qué tipo de desarrollo socioeconómico y político puede dar más sustentabilidad a la cultura? Nestor García Canclini

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La sociedad actual vive procesos de transformación estructural que existen bajo signos globales de relación; con ello se transforman las bases sobre las cuales construimos e interpretamos el saber. Esto significa la necesidad de reinterpretar y reconstruir el conjunto de nociones con las cuales entendíamos cómo ser y existir en la sociedad desde cualquier proyecto alternativo a la globalización impuesta como modo de dominación desde el capital. Se trata entonces de reanalizar la interpretación de los modos de vivir y las estrategias de formación y de cambio en tales procesos, partiendo de la actualización de los referentes contextuales.

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IMAGEN VIOLETA COVARRUBIAS ACOSTA

Tres miradas


¿

Cómo interpretar la información en esta nueva relación y mediación que establece con la cultura, la estetización, el arte? ¿Cómo existe en la relación establecida entre consumidor, producción y productor? Al mismo tiempo, ¿qué papel tiene en esta forma de ser ciudadano y su formación ideológica política, en sus ideales y valores, su sensibilidad e imaginarios, gustos y formas de significación y simbolización? Esto implica evaluar los componentes que hoy son determinantes en el espectáculo: el placer y la seducción. Nuestro propósito sería establecer un diálogo sobre el papel de la información, sus modos y formas de impacto en la construcción social opuesta y alternativa al capital, aunque esta indagación lleve más a cuestionamientos que a respuestas, pero partiendo del principio de que tales cuestionamientos componen uno de los aspectos cruciales del saber y de construir el conocer. Bajo un imperativo noble y bello asumimos con convicción que lo esencial era invisible a nuestros ojos y que sólo se ve bien o correctamente con el corazón. Hoy, al decir de Bourdieu, el sociólogo francés, para ser hay que ser en la televisión, lo que nos coloca francamente ante una paradoja. Ante esta paradoja, discutir sobre la relación entre información y espectáculo comprende, al menos, la respuesta a tres preguntas: ¿Qué peso y significación tiene para los receptores, el público o los consumidores de la información, su carácter o distinción como espectáculo? ¿Con que medios contamos en los procesos alternativos para construir-producir tal información espectacular? De acuerdo con el interés de productores y consumidores de la información, ¿qué paradigma, cuál mirada vamos a tener en cuenta para producir y trasmitir la información de forma espectacular? No producimos y consumimos descontextualizadamente. En los proyectos de construcción social opuestos al capital, lo hacemos desde principios básicos que tienen como objetivo el mejoramiento humano, la justicia social, la formación y educación, la inclusión de todos y el respeto a la diversidad. El análisis, por tanto, está contextualizado doblemente: desde nuestro proyecto y desde la propuesta hegemónica global, propuesta que domina en sentido tácito un mundo interconectado en redes y flujos de información que determinan no sólo el sostenimiento económico del capital, sino que adicionalmente, para hacerlo, construye a su manera la identidad de hombres y mujeres a través de su propuesta de ser ciudadano, un modo de producir significaciones, por tanto un consumidor diseñado por la información sobre cómo ser en el mundo de hoy, donde el espectáculo no es simple puesta en escena, sino propuesta de significación que adicionalmente debe ser vendible y dar dividendos, es decir, ser rentable. Si revisamos tanto los criterios sobre la relación del consumidor con la propuesta producida (y ésta es la relación esencial de lo que nos ocupa), como en la teoría más abstracta o las investigaciones empíricas, se da por hecho que invariablemente tres signos deben garantizar que esta relación fluya, exista, prospere, sea rentable, mejorada, sostenible, conveniente, apropiada, eficaz y otros: seducción, placer y espectáculo. A primera vista parece fácil dilucidar que, cuando hablamos de placer y seducción, nos referimos a lo que debemos lograr en

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el consumidor y el medio para lograrlo, que depende del área y de la creatividad de la producción, es decir, el espectáculo. La realidad es que de cada uno de los problemas y aspectos mencionados, sin desconocer que existen una multitud de otros pertinentes, se pueden realizar cuestionamientos y relaciones de naturaleza compleja y actual que este trabajo no puede agotar. Mantengámonos, pues, en las señaladas. El espectáculo: ¿realidad posible? Detrás de la orgía de las imágenes, el mundo se oculta, se disfraza… J. Baudrillard La vida es sólo un mandato de goce, un juego de azar, donde triunfa el rico, huelgas, miedos a guerras reales o fingidas […], el trabajo es sólo el medio de satisfacer los apetitos, el pueblo ocupado vive de lo súbito, es espectáculo la pujanza, incita a desearla y a temerla [...]. ¿Qué significa la muerte ante la prodigalidad, los banquetes pomposos, las tiendas resplandecientes, las ventanas ornadas y el regocijo? José Martí, Escenas Norteamericanas Para realizar juicios sobre algo, lo primero es ponernos de acuerdo en cuáles son las distinciones y coordenadas, los referentes y enclaves que usamos para designar ese algo, ya sea denominación o cualidad. Por tanto, el punto de partida sería intentar responder a las siguientes preguntas: ¿Qué entender por espectacularidad? ¿Es pertinente o necesaria la espectacularidad? ¿Es pertinente en un informativo alternativo, contrahegemónico? El análisis sobre el espectáculo nos coloca ante un imperativo del saber actual: su carácter ambivalente y difuso, que corresponde con lo hipotético que caracteriza al saber como construcción de sentido. El saber que permite dialogar dialécticamente con los contextos cambiantes y en construcción en que vivimos, y que se expresa en las prácticas y relaciones de los sujetos sociales. La negación de tales supuestos fue característica del pensar elitista, normativo y excluyente que intentó desde el Occidente fragmentar y establecer el mundo a su imagen y semejanza (todavía lo hace). Por tanto, desde las alternativas, el entender el pensamiento como ejercicio de liberación ante la colonización del mismo sería un excelente ejercicio. Por otra parte, al determinar “la ambivalencia” como distinción, suponemos, en el estudio y construcción del saber, el análisis crítico de los procesos que nos pertenecen en el contexto actual, la existencia y evolución de ellos en la “negatividad” y “positividad”, en el carácter regresivo y progresivo que lo estructuran en el “cambio” como procesos de identidad en la diferencia. Tanto los medios de comunicación como sus prácticas existen a un tiempo, como formas liberadoras del existir de los sujetos y actores sociales por tener “en potencia” las vías y modos de una conexión humana planetaria, una forma de discusión y comunicación soñada en las más poéticas y serias utopías del vivir e incluyen también el sentido de exclusión, fragmentación, soledad e individualización negativa de que los provee la sociedad actual de la cual son hijos. El peso de tal proceso ha dado un nuevo “valor” a la espectacularidad, una de sus “distinciones”, lo que determina que sea

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batalla y se pliega como un manto real, eso es lo herédico, y el lícito desorden, grato en la obra del hombre como en la del Universo, que no consiste en echar peñas abajo o nubes arriba la fantasía, ni en simular con artificio poco visible el trastorno lírico, ni en poner globos de imágenes sobre hormigas de pensamiento, sino en alzarse de súbito sobre la tierra sin sacar de ella las raíces, como el monte que la encumbra o el bosque que la interrumpe de improviso, a que el aire la oree, la argente la lluvia, y la consagre y despedace el rayo. Eso es lo herédico, y la imagen a la vez esmaltada y de relieve, y aquella frase imperiosa y fulgurante, y modo de disponer como una batalla la oda, por donde Heredia tiene un solo semejante en literatura, que es Bolívar”.3 La distinción de lo herédico señala una forma, en este caso de decir, en la poesía y en la literatura que va más allá de la exaltación común hacia un tema. Sus efectos suponen una empatía “expectante” hacia lo que se dice, logrado a partir de los recursos poéticos con intención de exaltación. Es esto lo que Martí señala como “recurso”. Más allá, era su propósito que tanto la poesía como los discursos políticos fueran capaces de arrastrar al “expectante” a través de tal exaltación. En este sentido habría que estudiar tal asunto, despojados de un prejuicio excluyente hacia el espectáculo. Sin embargo, hay una segunda mirada al espectáculo. Esta mirada ha tenido, sin duda un peso especial en las formas de analizar y valorar el espectáculo, lo espectacular, lo espectaculista en el mundo actual y ha sido punto de confrontación en el análisis de la información y los medios, sobre todo después de la segunda mitad del siglo XX. Los críticos, estudiosos e interesados toman como referencia el libro La sociedad del espectáculo de Guy Debord, cineasta y líder del que se denominó Movimiento Situacionista acompañante del Mayo francés; ese movimiento que propugnaba en su Manifiesto: “El desarrollo de la sociedad de clases hasta la organización espectacular de la no vida conduce, pues, al proyecto revolucionario y a ser visiblemente lo que ya es esencialmente”.4 Este Mayo francés se extendió como pólvora por el mundo incluso en nuestro continente. La película mexicana Rojo amanecer lo recuerda: los estudiantes se erigieron en grupo radical revolucionario y en nombre de la cultura revolucionaria, en contra de todo dogmatismo y, en contra del capital y su significado de dominio total, inauguraron los graffiti como armas de lucha y de información alternativa junto a las piedras y encima de las piedras5. Miguel de Certeau –el teórico de lo cotidiano– afirmaba: “En mayo del 68, nos tomamos la palabra, así como en 1789 nos tomamos la Bastilla”. Es éste el contexto convulso que acompaña al famoso libro de Debord, La sociedad del espectáculo. Sólo haré una breve síntesis de sus ideas fundamentales:

analizado como “un dispositivo privilegiado de los programas de entretenimiento, que se está transformando en la función dominante [...]. Lo espectacular es una cualidad que está impregnando todos los formatos […], lo que significa que para que haya espectáculo tiene que haber una mirada expectante del espectáculo, un ‘espectante’”.1 Sin duda esto significa no poder realizar un análisis correcto si separamos “el espectáculo” de la maraña de relaciones en las cuales existe el “expectante”, lo espectacular y lo espectaculista, e incluso quién, cuándo y en qué condiciones hay un expectante, distinción que no parece exagerada pues podremos tener espectadores, pero “el expectante” debe ser aquel que quiere, gusta, le place y decide por el espectáculo. Sin excesivas complicaciones, propongo dos miradas primeras sobre la explicación de qué es un espectáculo. La primera es la que se dice hoy más cercana al sentido común, quizá la que encontremos en algún diccionario o enciclopedia especializada y cuyo centro sería la consideración del espectáculo como la puesta en escena de una representación acentuada (exagerada, si se quiere) que busca atraer la mirada, llamar la atención del espectador con la presentación de una exhibición excesiva, aquello que se ofrece a la vista o a la contemplación intelectual y que es capaz de atraer la atención y mover el ánimo infundiéndole deleite, asombro, dolor u otros afectos más o menos vivos o más o menos nobles. Se dice también de aquello que es aparatoso, dramático, fastuoso, sensacional, grandioso, espléndido, llamativo, vistoso, lo que es una diversión, que tiene como cualidad al sensacionalismo, sofisticación, artificiosidad y la aparatosidad. En definitiva, tiene la cualidad de exhibitivo. Esto, de alguna forma, depurándolo del “todo vale”, me hace recordar la valoración martiana sobre “lo herédico”, lo relativo a la literatura de Heredia2. “Esa alma que se consuela, es movimiento a la vez arrebatado y armonioso, ese lenguaje que centellea como la bóveda celeste, ese período que se desata como una capa de

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PARA EL LIBERALISMO COMO PARA EL NEOLIBERALISMO, LA SOCIEDAD DEBE FUNCIONAR A TRAVÉS DEL MERCADO, OTROS TIPOS DE AGENCIAMIENTOS O PERTENENCIAS SOCIALES DEBEN EXISTIR POR SEPARADO DEL MERCADO, ÉSTE ES EL ÚNICO GARANTE DE LA LIBERTAD DEL CIUDADANO Y POR SUPUESTO DE SU INDEPENDENCIA

• El espectáculo es el capital en un grado tal de acumulación que se transforma en imagen. • No es un conjunto de imágenes, sino una relación social entre personas, mediatizada a través de imágenes. • Información o propaganda, publicidad o consumo directo de entretenimientos, el espectáculo constituye el modelo actual de la vida socialmente dominante. • La sociedad surge en el espectáculo y el espectáculo es real. • Es a la vez resultado y proyecto del modo de producción existente. La esencia del pensamiento de Debord sobre el espectáculo es la mercancía: el espectáculo señala el momento en que la mercancía ha alcanzado la ocupación total de la vida social. La relación con la mercancía no sólo es visible, sino que es lo único visible: el mundo que se ve es su mundo. De tal forma, la sociedad del capital es por esencia espectaculista. La conciencia del deseo y el deseo de la conciencia conforman por igual este proyecto que, bajo su forma negativa, pretende la abolición de las clases, es decir la posesión directa de los trabajadores de todos los momentos de su actividad. Su contrario es la sociedad del espectáculo, donde la mercancía se contempla a sí misma en el mundo que ha creado.6 Para Debord, es el mundo del deseo, donde el dinero es, pero el deseo lo sobrepasa. Poseer se ha convertido, a través del espectáculo, en la identidad de hombres y mujeres, en forma de vida, pero por supuesto como propuesta. Ha sido juzgado por la teoría posterior como apocalíptico. Existen otras miradas (opuestas) sobre este asunto. Parten de lo que ya adelantaba el Situacionismo, la existencia de un proyecto global de ocupación indiferenciada en clases, grupos, regiones o países, lo que supone que hemos llegado a “la sociedad de la información, a la modernidad líquida, a la sociedad de red, a la sociedad transparente, la sociedad del acceso, a la sociedad de la cultura de masas” y otras tantas denominaciones que hacen absurda la propuesta de una alternativa opuesta a esta ocupación total de las formas de existir, vivir e identificarse de hombres y mujeres en una sociedad global. Parten, entre otros, de un gran teórico liberal del siglo XIX con el cual polemizara Martí, Spencer7, y de un poeta y teórico controvertido en su época, que debe ser valorado y releído, Bataille. Para el liberalismo, como para el neoliberalismo, la sociedad debe funcionar a través del mercado, otros tipos de agenciamientos o pertenencias sociales deben existir por separado del mercado, éste es el único garante de la libertad del ciudadano y por supuesto de su independencia. Bataille encontró el concepto de “lo indecible” para caracterizar a todos aquellos valores trascendidos de la modernidad y “el exceso” para la nueva sociedad

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transformada, que al fin debía entender que “lo suntuoso” era legítimo y que por eso la economía política debería realizar estudios sobre lo que denominó “gasto improductivo”: aquel que se realiza para satisfacer el deseo y la seducción. Hijos de esta propuesta son los sociólogos franceses e ingleses que estudian sobre la soberanía y la libertad del consumidor (la libertad de salir de compras), que son a su vez las bases epistemológicas fundamentales de los denominados Estudios Culturales que a su vez son las bases teórico-críticas de las cuales parten los sociólogos y teóricos que más se citan y analizan en nuestras investigaciones continentales y nacionales, por ejemplo Canclini y Barbero, entre otros. Entre estos sociólogos franceses e ingleses podríamos citar a Mary Douglas, que declara entre sus fuentes más importantes a Spencer. Para ella, el consumismo forma parte de un estilo de vida altamente competitivo que necesita rodearse permanentemente de lujos con el propósito de exhibir recursos; Campbell, que apunta que los consumidores contemporáneos no tienen un deseo insaciable de adquirir objetos: su motivación básica es el deseo de experimentar en la realidad los dramas placenteros que ya han disfrutado en la imaginación; y Falk, que recuerda que el concepto de sujeto ha sido sustituido (no eliminado) por el concepto de cuerpo. La propuesta de este “metarrelato de sociedad posmoderna y global” es que el consumismo, el deseo y la seducción son signos de hombres y mujeres que viven una vida plena en la sociedad global, el consumo es signo de soberanía y libertad, y éste es el proyecto total; quien no se asimile está fuera.8 En ese texto paradigmático en su momento9, Eco hablaba de apocalípticos e integrados, pero hoy las imbricaciones ya son más complicadas. Hoy se oyen las afirmaciones de Debord, pero agravadas por la madurez y ahora crisis del capital, expresando su extensión y modificación a través de los medios de información que se implican como un poder. Así, Baudrillard va más allá de Debord cuando cínica pero amargamente determina, en su ensayo “El terrorismo”, que el espectáculo del terrorismo impone el terrorismo del espectáculo. Cualquier masacre le sería perdonada si tuviera un sentido, si pudiera interpretarse como violencia histórica –éste es el axioma moral de la buena conciencia–. Cualquier violencia le sería perdonada si no fuera relanzada por los medios de comunicación (“El terrorismo no sería nada sin los media”); pero todo esto es ilusorio. No hay buen uso de los medios, los medios hacen parte del evento, hacen parte del terror y juegan en uno u otro sentido10. Porque, en fin, somos sensibles a la manifestación fantástica de una sociedad capaz de rebasar la estricta necesidad de los productos en la superfluidad de las imágenes, somos sensibles a su virtud de espectáculo (que es también, a este respecto, el más democrático de todos), de juego, de puesta en escena11. Para Baudrillard, desaparece la realidad, la historia, todo es un simulacro, el mundo es sólo el mundo de las imágenes que se consumen a través del espectáculo de la pantalla. En el análisis internacional, estas posturas han sido ampliamente criticadas, pero no puedo dejar de hacer una mínima digresión. El libro la Sociedad del espectáculo es heredero del pensamiento más lúcido de finales del siglo XIX y de la mitad del XX. Sin

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En la madurez de estos signos de transformación de la sociedad en espectáculo, donde el consumo se convierte en hecho cultural, los productos existen primero como imágenes de seducción en campañas publicitarias. En las propias cadenas de producción de las industrias, las industrias son de la subjetividad y crece el sector de los trabajadores de las esferas de la subjetividad y lo simbólico que aporta sustancialmente al crecimiento económico de los países. Esta maduración –o a esta maduración– corresponde el concepto de espectáculo del que vamos conversando en esta segunda mirada, cuyo centro es Debord. Llegados aquí podríamos preguntarnos, entonces, ¿es pertinente el espectáculo en una propuesta informativa alternativa a lo que hoy conocemos globalizado desde el capital? ¿Es necesario? Veamos, pues, una posible tercera mirada que no puede tener otra naturaleza distintiva más que... El reto de las alternativas Asimilarse lo útil es tan juicioso como insensato imitar a ciegas.16 El reto supone, al menos, los siguientes cuestionamientos: ¿Tenemos que utilizar los mismos recursos que criticamos? ¿Cuál debe ser la relación entre producción y consumidor? ¿Debe ser formado el espectador, no uniformado? ¿Qué tipo de desarrollo socioeconómico y político puede hacer sostenible a la información como espectáculo? Esbocemos algunas ideas que tienen como peculiaridad entender que debemos aceptar un cambio cultural, entender que vivimos en un mundo de interconexión y de flujos de información; que no ociosamente se habla de una era de lo visual; aceptar que ni el consumo ni la información son los enemigos. Hay que buscar incansablemente alternativas de inclusión, de mejoramiento, de diversidad y de conexión en un mundo donde el 25 por ciento de la humanidad es desconectada, es decir, ni consumidor ni ciudadano para la sociedad de la información diseñada desde el capital global. No perdamos de vista que nuestro problema es el espectáculo, así que esas preguntas hoy, aquí, nos las hacemos sobre estas condiciones. La primera idea que parece interesante y hasta determinante procede de Néstor García Canclini. Él analiza que la producción

IMAGEN VIOLETA COVARRUBIAS ACOSTA

embargo, no es sólo pensamiento lo que hereda; es también acontecimiento histórico. Afirmaba la novelista Nathalie Sarraute: “¿Qué historia inventada podría rivalizar con las narraciones de los campos de concentración?” Del acontecimiento nació una generación de brillantes pensadores y críticos de posturas diversas pero unidos en el propósito de analizar qué había pasado con el desarrollo del capital durante y después de las dos Guerras Mundiales, y sobre todo cómo repercutía en la vida considerada humana. Fue la denominada Escuela Crítica. Walter Benjamin entendió la filosofía de forma peculiar: “Una filosofía que no incluya la posibilidad de adivinar a partir de la borra del café y que no pueda explicar esto, no puede ser una verdadera filosofía” (en la obra Scholem). Esto supuso la crítica de su escuela ya que, según Adorno, Benjamin pretendió mostrar el mosaico más acabado y sugerente del cambio epocal de la modernidad en su existencia de “transeúnte” por los Pasajes de París. Para Benjamin, “el pasaje es la calle sensual del comercio, hecha sólo para provocar el deseo. [...] En esta calle, las linfas vitales se represan, la mercancía prolifera a lo largo de las fachadas de las tiendas, conectándose en nuevas y fantásticas relaciones, como en un tejido ulcerado”.12 Se trata de la transformación –madura ya– de una sociedad que ha usurpado la territorialidad subjetiva al convertir “lo sagrado” en objeto de compra y venta, hablando a la sensibilidad, al placer, y seduciendo a través del espectáculo. Es la trasmutación, como se ha dicho, el fetichismo de segundo orden, a través de la colonización y desborde; el proceso de ósmosis entre lo cultural y lo económico. Es desde esta mirada con la que se refiere al espectáculo que, como judío, juzga la puesta en escena que el fascismo usa para seducir con su discurso: éste es el esteticismo de la política que el fascismo propugna –decía Benjamin–. Su autoalienación ha alcanzado un grado que le permite vivir su propia destrucción como un goce estético de primer orden13. Mucho antes, a finales del siglo XIX, el economista Veblen14 señalaba la conversión de la sociedad estadounidense en “la del consumo ostentatorio” y José Martí, nuestro Martí, cualificaba a tal sociedad como “un pueblo de astros”.15

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de espectáculos y programas para medios audiovisuales masivos requiere abultadas inversiones; que, sin duda, los países y regiones del mundo que no poseen las fuentes de inversión necesaria para esto poseen, en cambio, una rica y diversa capacidad para la propuesta a escala global de la riqueza de su cultura17. ¿Cómo resolver entonces tal paradoja? García Canclini, sin dejar de tener razón, simplifica el asunto: la clave es que las políticas garanticen la diversidad cultural e intercambios más equitativos entre las metrópolis con fuerte control de los mercados y los países con alta producción cultural pero económica y tecnológicamente débiles.18 El cuestionamiento sería cómo conseguimos esto cuando la oferta y la demanda pertenecen a racionalidades duras, según dicen otros investigadores que proponen a lo cultural y a la información como mercancías y según estas leyes.19

PLACER Y GUSTO SON UNA RELACIÓN COMPLEJA Y MULTIFACÉTICA EN EL MUNDO ACTUAL, ES DECIR QUE LO PLACENTERO ESTÁ RELACIONADO CON LAS FACULTADES APRECIATIVAS DEL ESPECTADOR. ¿SABEMOS CUÁLES SON ESAS FACULTADES APRECIATIVAS? SI LAS SABEMOS, ¿CONSIDERAMOS QUE SON LAS QUE DEBEN SER, DEBEMOS MODIFICARLAS, TRABAJAMOS PARA ESO?

No debe olvidarse lo que sentenciara Derrida: La autoridad que ejerce el Centro como facultad simbólica procede de las investiduras de autoridad que lo habilitan para operar como “función-centro”, es decir, como punto red que opera “un número infinito de sustituciones de signos” que asegura la convertibilidad y traductibilidad de los signos regulando la estructura de homologación de su valor en base a un código impuesto. La autoridad teórica de la función-centro reside en ese monopolio del poder-de-representación según el cual “representar” es controlar los medios discursivos que subordinan el objeto de saber a una economía conceptual declarada superior.20 Por su parte, Barbero afirma: “En las brechas de la televisión comercial y en las posibilidades abiertas por los canales culturales, regionales y locales o comunitarios, la televisión aparece

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como un espacio estratégico para la producción y reproducción de las imágenes que de sí mismos se hacen nuestros pueblos y con las que quieren hacerse reconocer de los demás”.21 Sabemos de las dificultades con que tropiezan iniciativas como ésta. ¿Cómo lo vamos a solucionar? El problema es que este cuestionamiento no puede ser resuelto sin la relación espectáculo-“expectante”. Es obvio que no tiene sentido sin ellos, lo cual significa una relación compleja y múltiple entre la producción y el espectador, y en esta tercera mirada existen múltiples cuestionamientos y criterios. Para Canclini, por ejemplo, un requisito es “formar públicos y formar ciudadanos”. Señala que “no se justifica separar el entretenimiento de la información, ni el negocio industrial de los servicios a la sociedad”, y agrega: “Todos quedamos implicados: economistas, promotores culturales y educadores; empresarios, Estados y consumidores-ciudadanos, comunicadores, especialistas en informática y políticos. De la manera en que articulemos nuestros derechos y compromisos dependerá que en la cultura las diferencias se conviertan para unos en privilegios y para otros en estigmas, que la competencia capaz de impulsar el desarrollo no excluya la solidaridad”.22 Podemos en general estar de acuerdo, pero ¿permiten empresarios u otros enclaves de financiación esta propuesta? ¿Pueden en realidad los procesos informativos-comunicacionales, aceptando las reglas de espectacularidad, introducir mensajes que subviertan y se abran a la reflexión crítica? Y, suponiendo que esto pueda hacerse, ¿dónde queda la promesa del placer? De alguna manera ya admitimos que nuestro “expectante” —que vive en el reino de este mundo, sujeto al aprendizaje forzoso o no, casual o como sea, de una industria del espectáculo que cuenta ya con más de un siglo de existencia—, requiere de seducción y placer. ¿Cómo le hacemos placentera la información? ¿Qué sabemos sobre lo que nuestros consumidores de la información consideran placentero? Por otra parte, ¿cómo los informamos si lo que ofrecemos no les seduce? Placer y gusto son una relación compleja y multifacética en el mundo actual, es decir que lo placentero está relacionado con las facultades apreciativas del espectador. ¿Sabemos cuáles son esas facultades apreciativas? Si las sabemos, ¿consideramos que son las que deben ser, debemos modificarlas, trabajamos para eso? Aquí aparece otro de los cuestionamientos más importantes de los analistas actuales que miran a favor de alternativas necesarias. ¿El espectador es un agente activo o una masa manipulable por formas de comunicación e información con poder? El consenso señala que en la constitución de la subjetividad del espectador ingresan las competencias culturales y simbólicas, los imaginarios y discursos sociales que la modelan y las condiciones sociales y materiales de vida que la limitan. Sin embargo, el espectador es un sujeto y debe tener la posibilidad de transformar también la propuesta de la información. Aprueba o desaprueba y tiene el derecho de participar activamente en estas propuestas. La pregunta es: ¿puede hacerlo? Los especialistas señalan que las cualidades no son propiedades de los programas, sino el resultado del encuentro de una propuesta significativa y espectacular con la imaginación del espectador en el proceso de mirar, apreciar, gustar.

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Me gustaría concluir mencionando algunas afirmaciones de investigadores cubanos sobre estos problemas. Así, Yanet Martínez se pregunta: ¿Cómo se hará posible un diálogo entre productores y receptores que intente superar los roles restringidos que han ocupado estos últimos en el proceso comunicativo propio de los medios de comunicación?23 Por su parte, Maribel Acosta, una excelente comunicadora cubana, en su tesis afirma24: “El ejercicio profesional carece de eficacia para la construcción de un discurso mediático creíble, reflejo de las complejidades de la sociedad cubana actual y que tome en cuenta las mediaciones que las nuevas tecnologías han introducido en el lenguaje audiovisual, en tanto el carácter cada vez más dialógico de la teleinformación”. Creo que de aquí se desprende el cuestionamiento más interesante. El espectáculo, lo espectacular tal y como existe, como ha sido diseñado durante décadas, ¿puede dotar a la información alternativa de seducción, placer y credibilidad al mismo tiempo? Lo cierto es que, como ciudadanos, vivimos en una época en que la globalización pesa en el existir cotidiano, en hábitos y preferencias, en la construcción de las representaciones; en la que signos y símbolos que pensábamos que eran construidos privativamente del arte o la política constituyen formas y vías del modo en que la economía usurpa la territorialidad del ciudadano, de los sujetos y de sus relaciones. Relaciones de agenciamiento y pertenencia que rebasan los enclaves tradicionales, separando por ejemplo la identidad del territorio y entendiendo el territorio a las relaciones mundiales o planetarias a las cuales pertenece. Vivimos una transformación del sentido y los valores que se construyen a escala global a partir de una maquinaria de construcción de sentido que impacta a todas las regiones del planeta, y vivimos, en fin, como parte de una estrategia que no es sólo económica o política, sino que se hace simbiótica con una cultura desbordada y un proceso de producción que se inserta en lo simbólico. Es imposible no aceptar la transformación en la formación de los sujetos sociales desde los enclaves que alguna vez el capitalismo conformó con afanes de austeridad y ahorro, hacia el placer de la suntuosidad y el consumismo que ofrecen, al parecer, soberanía sólo desde los enclaves de la elección en el consumo. Como un dios posesionado de su imperio, quita y da según un proceso que aparece invertido y subvertido en simulacro. La información, a través de los medios, es una fuerza de peso, tanto o más que la economía entendida en sentido tradicional: hoy ella asume los medios. Ante el proceso complejo y necesario de construir otro mundo no sólo posible sino necesario, que es inclusivo de todas las generaciones que habitan el planeta, no sólo las por venir, deberemos preguntarnos cómo demostrar que ese mundo necesario es placentero. Al pensar en las estrategias de cambio, ¿cómo seducir a los sujetos sociales para que juntos lo construyan? Tanto el espectáculo como la seducción y el placer pueden adquirir nuevos significados teniendo como base otra propuesta alternativa. Recordemos, finalizando ya, qué seduce e impacta en los “Conciertos para la Paz” o lo que place en las concentraciones de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, espectáculos que asumen estar con todos los excluidos del planeta.

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Quién sabe si Agamben tenga razón cuando nos habla de “La comunidad que viene” y afirma que la tarea política de nuestra generación debe ser “seleccionar en la nueva humanidad planetaria aquellos caracteres que permitan su supervivencia, remover el diafragma sutil que separa la mala publicidad mediática de la perfecta exterioridad que se comunica sólo a sí misma”.25 La autora pertenece al Grupo de Investigación sobre Estética, Cultura y Arte (GISECA) del Instituto de Filosofía de Cuba.

NOTAS 1

Hugo Berti, “La experiencia del espectador”, en http://www.ull.es/publicaciones/latina/aa2000kjl/w34oc/48s5hugo.htm 2 José Martí, Obras Completas, Editora Ciencias Sociales, T. 5, p. 36. 3 T. 5, p. 136. 4 Manifiesto del Movimiento Situacionista, publicado en el No. 4 de Fuera de Banda, “Situacionistas: ni arte, ni política, ni urbanismo”, bajo el título “Revolución y contra-revolución en la cultura moderna”. 5 Los grafittis del mayo frances: «La emancipación del hombre será total o no será», «Nuestra esperanza sólo puede venir de los sin esperanza», «El derecho de vivir no se mendiga, se toma», «Decreto el estado de felicidad permanente», «No me liberen; yo me encargo de eso», «Si piensan por los otros, los otros pensarán por ustedes», «La imaginación toma el poder», «Olvídense de todo lo que han aprendido, comiencen a soñar», «Abajo el realismo socialista, viva el surrealismo», «Viole su alma mater», «La cultura es la inversión de la vida», «La alienación termina donde comienza la de ustedes», «Las armas de la crítica pasan por la crítica de las armas», «Civismo rima con fascismo», «La barricada cierra la calle pero abre el camino», «Vuelve Heráclito. Abajo Parménides. Socialismo y libertad» 6 Debord, Guy, La Sociedad del espectáculo, Maldeojo para el Archivo Situacionista Hispano, 1998. 7 Martí, José, T. 15, p. 383. “Por su cerrada lógica, por su espaciosa construcción, por su lenguaje nítido, por su brillantez, trascendencia y peso, sobresale entre esos varios tratados aquel en que Herbert Spencer quiere enseñar cómo se va, por la excesiva protección a los pobres, a un estado socialista que sería a poco un estado corrompido y luego un estado tiránico”. 8 http://www2.uah.es/vivatacademia/anteriores/n32/sociedad.htm 9 http://comunicacion.idoneos.com/index.php/336369 10 Baudrillard, J., traducción de Bruno Mazzoldi, publicado en Le Monde, 2 de noviembre de 2001. 11 Id. 12 En http://www.cmq.edu.mx/documentos/Revista/revista6/Hiernaux_est_volII_num6_1999.pdf. 13 Benjamin, Walter, “La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica”, en Discursos Interrumpidos I, Taurus, Buenos Aires, 1989. 14 http://www.sindominio.net/ash/espect.htm 15 Ver Pino, Alicia, “De la modernidad al modernismo”. Revista Ciencias Sociales, No. 42, Instituto de Filosofía, Cuba. 16 T. 12, p. 378. 17 http://www.oei.es/noticias/spip.php?article3311 18 García Canclini, Néstor, “Todos tienen cultura. ¿Quiénes pueden desarrollarla?”, en http://www.oei.es/noticias/spip.php?article3311 19 20 grupos multimedia: ocho de Estados Unidos, dos de Alemania, dos de Japón, dos de Francia, dos de Reino Unido, uno de Australia, uno de Holanda, uno de Canadá y uno de Luxemburgo. La facturación global del sector audiovisual y su reparto según regiones: Estados Unidos, 55% del total mundial, la Unión Europea el 25%, Japón y Asia el 15%, e Iberoamérica apenas el 5%. El promedio de producción diaria de noticias de las agencias internacionales es el siguiente: AP: 17 millones de palabras por día; UPI: 14 millones; Reuters: 1,5 millones y AFP un millón. 20 http://www.jacquesderrida.com.ar/textos/universidad-sin-condicion.htm 21 Id. 22 Id. 23 Martínez Toledo, Yanet, “En busca de fisonomías de receptores para productores de televisión en Cuba”. 24 Ejercicio de Tesis para la obtención de Grado en Doctor en Ciencias, 2009. 25 http://www.scribd.com/doc/6782103/Giorgio-AgambenLa-ComunidadQue-Viene

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ARTE Y POLÍTICA

ARTE, POLÍTICA Y SOCIEDAD DE CONSUMO El caso de Andy Warhol

JOSÉ RAMÓN FABELO CORZO

A

ndy Warhol (1928-1987), considerado por muchos como el más importante y emblemático artista estadounidense, sigue despertando, a más de 20 años de su muerte, un renovado interés interpretativo, acompañado de no pocas polémicas que evidencian criterios encontrados y lecturas diversas. Siendo el principal representante del Pop Art, Warhol concentró en sí mismo y en su obra los atributos fundamentales de toda una nueva etapa del desarrollo del arte, caracterizada por una especie de salto mortal desde lo que había sido hasta los años cincuenta del siglo XX el paradigma por excelencia del buen arte y del gusto refinado, sobre todo en los medios artísticos estadounidenses: el expresionismo abstracto.

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El arte pop le devolvía un contenido figurativo al arte, pero –a diferencia de épocas anteriores– extraía ese contenido de los objetos más comunes de la cultura de masas de la sociedad de su tiempo. Los productos comerciales, las estrellas de la farándula, los personajes de los comics, las notas amarillistas, todo aquello que hasta entonces se consideraba kitsch y alejado de cualquier presunción estética, comenzaba a transfigurarse en objeto artístico, con lo cual se ponía en entredicho lo que hasta entonces se había entendido por arte. Por eso, el alcance del influjo del arte pop sobrepasa con creces la esfera estrictamente artística y penetra el ámbito de la filosofía, particularmente de la filosofía del arte, aunque también –como se verá más adelante– el de la filosofía política.

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Autores como Arthur C. Danto, George Dickie, Nelson Goodman, Jean Baudrillard o Pierre Bourdieu han dedicado importantes reflexiones al arte pop y principalmente a la obra de Andy Warhol. Uno de ellos, Arthur Danto, entre los más reconocidos teóricos y críticos de arte de la actualidad, ha construido confesamente toda su filosofía del arte a partir de la obra artística de Andy Warhol y, de manera especial, a partir de sus “Brillo Boxes” expuestas por primera vez en 1964 en la Stable Gallery de Nueva York. En ese mismo año (1964), Danto publica su primer texto de filosofía del arte, inspirado en lo fundamental en la exposición de aquellas cajas de Brillo. “El mundo del arte” fue el título de aquel ensayo. En una de sus partes, decía “El Sr. Andy Warhol, el artista pop, exhibe facsímiles de cajas de cartones Brillo, amontonados hasta lo alto, en pilas ordenadas, como en el depósito del supermercado. Suelen ser de madera, pintadas para parecer cartón, y, ¿por qué no?, para parafrasear al crítico de Times, si uno hace un facsímil de un ser humano de bronce, ¿por qué no el facsímil de una caja de cartón de Brillo hecha de madera contrachapada? El costo de estas cajas resulta ser de 2 x 103 que el de su precio equivalente en la vida real, un diferencial que difícilmente puede ser atribuible a su ventaja de durabilidad. De hecho, la gente de Brillo podría, con un pequeño incremento en los costos, hacer sus cajas de madera contrachapada sin que éstas se convirtieran en obras de arte y Warhol podría hacer las suyas de cartón sin que dejaran de ser arte. Así que podemos olvidar las cuestiones de valor intrínseco y preguntarnos por qué la gente de Brillo no puede manufacturar arte y por qué Warhol no puede menos que hacer obras de arte.”1 Lo que a Danto más llama la atención de la obra de Warhol es el hecho de que un objeto prácticamente idéntico a uno común y ordinario pueda convertirse en obra de arte, mientras que los otros similares a él que permanecen en los almacenes de los supermercados siguen siendo tan comunes y ordinarios como antes. “El mundo del arte” quiere aproximar una respuesta a esta cuestión: “Ver algo como arte requiere algo que el ojo no puede desacreditar, una atmósfera de teoría artística, un conocimiento de la historia del arte: un mundo del arte.”2 La misma pregunta sobre la transfiguración de lo ordinario en artístico ha servido de inspiración a toda la prolífera producción que en el campo de la filosofía del arte Danto ha aportado desde entonces. En textos como La transfiguración del lugar común (1981), El final del arte (1984), El desposecionamiento filosófico del arte (1986), Más allá de la Caja Brillo (2003), Después del fin del arte (1997), El abuso de la belleza (2003) y Andy Warhol (2009), Danto retoma la misma cuestión de fondo que había ya planteado en “El mundo del arte” de 1964. En todos los casos la figura central de su objeto de reflexión es Andy Warhol y la obra inspiradora principal es Caja de Brillo. Para Danto, la obra de Warhol era una especie de experimento filosófico; representaba un reto para la filosofía del arte al romper con todos los que supuestamente eran los atributos de lo artístico. Si la caja de Brillo era arte, entonces cualquier cosa podía ser arte. Había llegado la época del pluralismo radical, que habría de coincidir con el fin de los relatos excluyentes sobre lo artístico, pero al mismo tiempo ello era posible porque se había producido

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un cambio substancial en el mundo del arte, entendiendo por tal a la propia teoría acompañante del arte. La historia del arte tiene detrás, según Danto, una lógica conceptual de origen filosófico sobre lo que el arte debe ser. La propia lógica intra-artística es una especie de eco de la lógica de la filosofía del arte. Si un objeto ordinario se trasmuta en arte, es porque hay un mundo del arte dispuesto a aceptarlo y legitimarlo. En buena medida, Danto asumió como suya la misión de desarrollar esa teoría filosófica del arte que habría de servir como el “mundo del arte” requerido por el arte contemporáneo, aun cuando en su opinión el arte actual necesita cada vez menos una teoría filosófica externa porque él mismo se ha hecho filosofía y una muestra elocuente de ello es Caja Brillo de Warhol, una obra que, en su opinión, es al mismo tiempo artística y filosófica. Ese es en esencia el significado y alcance que Danto atribuye a Warhol y su obra. Ha de reconocerse que se trata de una propuesta interpretativa interesante y con una importante dosis de racionalidad, si bien presenta no pocos elementos cuestionables, como es la excesiva dependencia en la que se sitúa al arte en relación con la filosofía del arte. No hay duda de que todo arte requiere de un concepto de arte para que así sea asumido, pero no es ni con mucho ese concepto el determinante unívoco de sus características como arte. Una propuesta así resulta simplificadora y unilateral. En el caso específico que nos ocupa, llama la atención que en la propuesta de Danto apenas si hay referencia al condicionamiento del pop art por la sociedad de consumo que refleja. A pesar de considerarse a sí mismo como historicista, las historias que tiene en cuenta Danto son la del arte y la de la filosofía y casi nada la historia social que, con su trasfondo político, una y otra en buena medida expresan. Lo más revolucionario en Warhol no parece ser la trasmutación de lo cotidiano en arte -algo que ya había hecho Marcel Duchamp 50 años antes con sus ready-mades-, sino la conversión en artísticos de los objetos de la cultura de masas estadounidenses. Los objetos elegidos por Warhol para sus obras eran todos objetos-estrellas de aquella sociedad de consumo: cajas de envase de productos muy populares, la sopa Campbell's, la Coca-Cola, Marilyn Monroe, Elvis Presley, la silla eléctrica, las notas rojas sobre accidentes y muertes, el dólar. Es el de Warhol un arte conceptual, filosófico -de eso no hay duda-, pero no sólo y tal vez no tanto en el sentido ontológicoartístico que Danto le atribuye. Su preocupación filosófica fundamental no parece haber sido la asociada a la pregunta “¿qué es arte?”, sino aquella que dimana de su intención de buscar la mejor manera de expresar artísticamente la propia filosofía de vida de la sociedad que habita. El arte de Warhol penetra en las entrañas de la sociedad de consumo y eleva sus rasgos consustanciales al rango de autoconciencia artística de la sociedad. Lo hizo de un modo artístico, de manera indirecta, metafórica, con parábolas, buscando ingeniosamente que su propio arte emulara los objetos-estrellas de la sociedad de consumo. Le aplicó las mismas reglas y su propio éxito, su estrellato, en tanto artista, se hizo coincidir con el estrellato de su arte en tanto objeto-símbolo u objeto-fetiche. Todo lo que Warhol hizo estuvo en función de ello, desde

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que llegó a Nueva York y cambió su nombre original de Andrew Warhola. Su esfuerzo por construirse para sí mismo una imagen pop no estaba para nada al margen de su propia obra. Tal vez por esa razón ha levantado Warhol tantas polémicas sobre su verdadera relación de fondo con la sociedad de consumo que, como nadie, re-presentó en su arte. Cada intérprete de Warhol lee su posición desde su propia ideología, desde una postura políticamente matizada con la realidad. Danto, que es un orgulloso representante del establishment estadounidense y que dedica su último libro —titulado justamente Andy Warhol— a Barack y Michelle Obama y al futuro del arte americano3, destaca el hecho de que el carismático artista logra convertirse en un icono precisamente por alabar el modo de vida estadounidense. Como buen arte, el de Warhol es un espejo. Danto ve su propia imagen en él y atribuye a Warhol la actitud que él mismo tiene hacia la sociedad de consumo. Ciertamente, todos los juicios de valor que Warhol públicamente expresó sobre la sociedad de consumo fueron favorables a ella. Danto no hace más que una interpretación literal de lo que el propio Warhol confiesa. Totalmente opuesta es, sin embargo, la opinión de Jean Baudrillard al respecto. Para el teórico francés, hay una línea que enlaza a Baudelaire con Warhol bajo el signo de la mercancía absoluta. “Ya que el valor estético corre el peligro de que la mercancía lo aliene, no hay que defenderse de la alienación sino más bien adentrarse más en la alienación y combatirla con sus propias armas… El arte, enfrentado al reto moderno de la mercancía, no debe buscar su salvación en una negación crítica ni en el rescate de sus propios valores, lo cual daría como resultado el arte por el arte, el cual ya conocemos, es decir, una especie de espejo invertido de la condición capitalista… El arte debe… volverse más mercancía que la mercancía; ir, pues más lejos aún en lo que respecta al valor de cambio y así escapar de él radicalizándolo”.4 Ésta, efectivamente, puede haber sido la estrategia de Warhol. Mediante una especie de reducción al absurdo, se intenta levantar conciencia sobre lo que es en esencia la sociedad de consumo. Se destina cínicamente la obra a ser moneda de cambio, mercancía absoluta, ya no contenedora de valor de uso, sino sólo de valor de cambio. La multiplicación exponencial de su valor económico, sólo por el hecho de ser presentada como arte, siendo materialmente idéntica a su modelo, es el verdadero propósito del artista. Warhol juega artísticamente con los fetiches del mercado. En otra ocasión, compra latas de sopa Cambell por 15 céntimos, les estampa su firma y las vende a 6 dólares. Tenemos entonces dos posiciones encontradas, la de Danto y la de Baudrillard, en la interpretación del modo en que Warhol se relacionaba con su propia realidad, de manera aprobatoria o crítica. Aunque nos parece más plausible la segunda posición, no parece ser necesario ni siquiera un veredicto. Lo más importante tal vez no sea lo que el propio Warhol pensaba sobre la sociedad de consumo, sino el modo tan exacto en que la retrató en su arte y la personificó en su vida. Todos los atributos de este tipo de sociedad son llevados al límite, hasta tal extremo que el carismático artista los convierte en patrón de su propia cotidianeidad. Por esa razón, en la valoración del alcance de su obra parece necesario ir más allá incluso del significado que le atribuyó Baudrillard, para quien

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hay dos Warhol, uno verdaderamente original y otro que ya no lo es: “Cuando Warhol pinta sus sopas Campbell en los años sesenta, se trata de un atisbo del brillo de la simulación y de todo el arte moderno: de un solo golpe, el objeto-mercancía, el signo-mercancía se vuelve sagrado de una manera irónica: es el único ritual que nos queda, el ritual de la transparencia. Sin embargo, cuando pinta las Soup Boxes en 1986, ya no hay fulgor, ya está en el estereotipo de la simulación. En 1965 se atacaba el concepto de originalidad de una manera original. En 1986, se reproduce la inoriginalidad de una manera poco original”.5 Creo que en este caso también Baudrillard se quedó corto de miras en cuanto a lo que significó Warhol. La obra de este último no puede ser tomada fragmentariamente. Hay que asumir a Warhol en bloque porque así realmente fue su obra y su vida misma. La autorrepetición banal 21 años después busca precisamente reforzar la banalidad como (auto)atributo del arte. Demasiado sacralizada estaban sus obras originarias como para no buscar bajarlas del pedestal estético para con ello mostrar que lo del pedestal no tiene nada que ver con lo estético ni con ningún contenido, que es una especie de símbolo vacío. Aquí tenemos a un Baudrillard haciendo filosofía sobre la base de la comparación de ambas obras. ¿Acaso no es una forma de volver a sacralizarlas a pesar de permanecer desprovistas de todo contenido, a pesar de ser sólo símbolos? Warhol lo consigue. Finalmente también Baudrillard forma parte de su performance. Es que la principal obra de Warhol no fue Caja Brillo, como supone Danto, ni las sopas Campbell, como cree Baudrillard, sino su propia vida convertida en show-art, en permanente performance. Desde la concepción de su propio taller como The factory –símbolo clásico de lo que es la producción de capital y plusvalía-, pasando por las respuestas evasivas y banales a sus entrevistadores, hasta su libro Mi filosofía de A a B y de B a A, un verdadero y descarnado manifiesto de la filosofía de vida de la sociedad de consumo, todo ello es su obra. No puede haber una forma más plena de extinguir la frontera entre arte y vida. La propia vida de Warhol fue su gran aporte artístico. La sociedad de consumo había alcanzado su consumación artística, no tanto con Warhol, sino en Warhol mismo.

El autor es investigador titular del Instituto de Filosofía de La Habana. Profesor-investigador titular y coordinador de la Maestría en Estética y Arte de la Universidad Autónoma de Puebla.

NOTAS 1

Arthur C. Danto, “The Artworld”, The Journal of Philosophy, Vol. 61, No. 19, American Philosophical Association Eastern Division Sixty-First Annual Meeting, 15 de octubre de 1964, p. 580 (Traducción de Manuel Velázquez, inédita en español). 2 Id. 3 Ver Arthur C. Danto, Andy Warhol, Yale University Press, New Haven & London, 2009, p. 6. 4 Jean Baudrillard, “La simulación en el arte”, conferencia dictada en el Centro Documental de la Sala Mendoza en Caracas en 1994. Consultado en http:// www.analitica.com/va/arte/dossier/5715848.asp el 15/10/2009. 5 Jean Baudrillard, “Duelo”, Fractal, No. 7, octubre-diciembre, 1997, año 2, volumen II, pp. 91-110. Consultado en http://www.fractal.com.mx/F7baudri. html el 20/07/2009.

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ARTE Y POLÍTICA

RAZONES EPISTEMOLÓGICAS EN TIEMPOS DE ESTETIZACIÓN Entre la espectacularidad y el deseo. Razones epistemológicas para pensar el sujeto político

“…Y aquella misma muchachita vuelve a recordar su saya. Sí, es importante para un niño hasta el largo de un vestido. Los hierros se fundieron ya…” Silvio Rodríguez

MAYRA SÁNCHEZ MEDINA

Detenidas ante la pantalla del mundo, las ciencias humanas contemplan, absortas, el centellear de imágenes y flasheos fulgurantes. Mientras aguardan el desfile final –en este carnaval perpetuo en que parece haberse convertido el mundo–, les resulta cada vez más difícil retrotraerse al “núcleo duro” de sus estudios particulares, donde “seguramente” no tienen cabida el ilusionismo y la espectacularidad. Las pautas están trazadas por siglos de sapiencia: tablas contundentes y cifras, muchas cifras para los economistas; programas, fórmulas y ecuaciones para los matemáticos; métodos y valores para los pedagogos; estrategias y sondeos para los políticos... Nada que ver con las diatribas del deseo y las frivolidades que rondan los espacios de la vida cotidiana. Éste parece ser el sentido común de muchos de los académicos que opinan, describen y contemplan el paso arrollador de la comparsa desde atalayas consagradas por la tradición. Ubicarse a un lado u otro del estrado no produce demasiada diferencia. De derecha o de izquierda, encontramos aquellos que manejan un discurso trasnochado, supuestamente transhistórico, sin salirse de las carrileras que el siglo XX modeló para ellos. Adormilados, transitan por los estrechos corredores de una afortunada vida académica, enfrentándose entre sí con conceptos y problemas eternos, imperturbables a los signos cambiantes de nuestra época. Una probadita de Aristóteles por acá, un epígrafe de Bachelard o de Foucault, un paseo con Gadamer... y ya mantuvimos el estatus y las prestaciones por un año más. 40

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ambién de un lado o de otro se encuentran los que podemos llamar, siguiendo a Eco, como apocalípticos, en tanto se parapetan, demoledores, tras supuestos valores superiores para arremeter contra estos signos. Nos interesan en especial aquellos que, disfrazados con bufandas rojas y boinas abombadas, se presentan a sí mismos como paladines de un mundo nuevo al que no saben cómo es posible llegar, en medio de tanta frivolidad y falta de cultura. Imaginémosles con la nariz estirada y el gesto condolido, desde otra forma de desprecio por “los más” a los que pretenden “elevar”, “ salvar”, “representar”. A sus espaldas, el mundo sigue su curso espectacular. Amén de razones ideológicas, éticas y políticas, a unos y otros les asisten razones epistemológicas. Pensando en contribuir en la renovación del pensamiento de izquierda, enfocaremos nuestra mirada hacia estas últimas razones, en el entendido de que en ellas se sintetizan conceptualmente las raíces de todas las demás. En primer lugar, tanto el ostracismo intelectual de los inmovilistas como el hipercriticismo narcisista de los intolerantes, tienen una base común. Ellos prorrogan los principales pecados del racionalismo moderno, latentes entre nosotros en múltiples formas y texturas. Es posible que el legado más dañino que contienen se encuentre en la vocación de escindir lo real en parcelas “ontologizadas” por la razón, que asumen como realmente existentes sin la menor suspicacia. Lo histórico, lo económico, lo antropológico, se instauran como dominios reales que flotan a su vez por sobre la distante y amorfa vida cotidiana. Tan arraigado ha estado este modelo, que el solo hecho de ponerlo en sospecha parece una afrenta al sentido común. Lo mismo ocurre en lo que pudiéramos considerar como otro de sus desaciertos epistémicos de partida, el hecho de pensar lo cultural como un espacio elitista, autónomo y exonerante, territorio del gusto, desconectado de las cosas “verdaderamente” importantes de la vida. Una evidencia les ha pasado inadvertida a estos académicos: así como en otros momentos del devenir humano, la religión, el comercio marítimo o el desarrollo de la industria fueron protagonistas de las dinámicas sociales que organizan o condicionan, no se puede entender el mundo actual al margen de ese engranaje “culturalizado” que tanto perturba a unos y otros. Hoy podemos afirmar con Jameson que “resulta imposible determinar cuándo nos encontramos ante lo específicamente político o cultural o social o económico, sin olvidar lo sexual, lo histórico, lo moral y demás” [en tanto que] “desde el valor económico y el poder estatal hasta las prácticas y la propia estructura de la misma psiquis, se han tornado “culturales”.1 Si bien afirmaciones como ésta condimentaron las décadas finales del siglo XX, ciertos cientistas sociales parecen no haberse percatado de la connotación de esta emergencia de lo cultural en la escena social contemporánea. Las referencias a la cultura en espacios académicos no habituales como el de la filosofía, la economía o las ciencias políticas, siguen estando acompañadas del síndrome del mito y la extrañeza que escoltaron a lo artístico y lo cultural por más de dos siglos. Si no fuera por las implicaciones existenciales de tal secularización, se podría disfrutar el efectismo del tema y su garantía de éxito en cualquier auditorio. Muchos lo aprovechan con creces.

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Herederos de la fragmentación moderna, parcelamos la sociedad y al hombre mismo en trozos inconexos que cada saber se ocupa de estudiar. Ubicamos al gusto, el goce, el entretenimiento en parcelas exonerantes del rigor económico y la racionalidad política. Al mismo tiempo, proyectamos una imagen del poder con gafas oscuras, gesto adusto y el semblante contraído; pero así no funciona en el mundo real. Como nunca antes, la dominación sabe bien; huele espléndidamente y sólo deja ver su mejor perfil, trasmutado “camaleónicamente” para siempre agradar a quien le contempla. Es en este escenario donde debemos hablar del sujeto de la política. Tal cual un organismo vivo, la sociedad no es sólo huesos y no es suficiente que la observemos desde el visor de rayos X o como un fulgor de sombras al fondo de la caverna. Aislar factores de última instancia que sólo funcionan insertos en dinámicas sociales más complejas, sin las cuales resultan inexplicables, hace improbable un registro fidedigno de quiénes somos, así como nos impide pensar productivamente en orientar la acción política hacia un cambio efectivo en la correlación de fuerzas en favor de las mayorías. Más allá de cualquier otra reflexión posible, el asunto puede verse en su raíz epistemológica como la herencia latente de un modo simplista y mecánico de ver el mundo. Hoy, cuando la palabra “dialéctica” se presenta tendenciosamente como antigualla, la polémica filosófica en torno a la crisis de la metafísica y al descalabro de la razón instrumental nos muestra su total vigencia. Más de un siglo después de que se nos convocara a ascender “de la tierra al cielo”, a partir de los hombres “en su actividad real”2, seguimos intentando pensar el mundo y al hombre desde un modelo simplificador que invisibiliza componentes insoslayables de su existencia. Hemos divido al hombre en sus posibles roles como sujeto económico, político, psicológico y, de algún modo, construimos una imagen del mundo que cobra existencia y se refracta en la mente de nuestra época. De recurso racional, método de indagación, medio epistémico, la abstracción ha resultado una especie de demiurgo, en tanto que desde ella lo real se constituye desde la profusión de íconos y simulacros, respaldando la certidumbre de que “lo que llamamos realidad no es más que el cruzarse de interpretaciones que se componen en equilibrio siempre precarios”.3 Acertar en nuestros enfoques va más allá del debate académico. Por razones obvias, es necesario identificar coherentemente quién es el hombre actual y cuáles son sus intereses, relaciones, peculiaridades. Así lo enfoca José Luis Brea: “Nuestra relación con los discursos, con las formas de vida, con los programas éticos, con las teorías y los paradigmas críticos o científicos, todas ellas aparecen prefiguradas por la forma de la experiencia estética. El mismo sistema de los objetos se ha poblado, hasta la saturación, de elementos estetizados, de formas moduladas hasta la saciedad por el interés estético”.4 Experiencia estética, elementos estetizados, interés estético, ¿hasta qué punto son considerados por las teorías actuales sobre el sujeto político? Escasamente. Aunque se ha hablado abundantemente del fenómeno de la estetización desde sus principales síntomas: iconización5, simulación, hiperrrealidad6,

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carnavalización7, complacencia en el horror8, frecuentemente no es tenida en cuenta cuando el análisis se mueve del plano social general a los ámbitos concretos de estudio de los saberes sociales vigentes; cuando se trata del tratamiento conceptual del hombre como sujeto de estos saberes. Aun así, la estetización introduce nuevas variables a la vida y se instala como un problema para el discurso social que la toma como objeto. Aunque internacionalmente ha sido comprendida en sentidos diversos –estetización como embellecimiento, profusión de simulacros, trivialización del mundo–, epistemológicamente puede entenderse como la autoconsciencia general respecto a la presencia y significación del uso atomizado de recursos estéticos en todas las esferas de la vida social. Este reconocimiento resulta toda una novedad luego de más de dos siglos en que lo estético se mantuvo “encerrado” en los predios de la belleza y el Arte9. La especialización de la esfera artística en la primera modernidad en la creación de valores y relaciones, designados como estéticos, redunda en una visión puritana del Arte, que, en su condición de hegemonía, preserva para sí un espacio aséptico y moralizante marcado por la trascendentalidad10. Su tarea principal sería la producción de una belleza generadora de placer, de goce para ojos y oídos. En tanto la representación formal se instala como recurso y finalidad artística, lo mundano, vulgar y ordinario quedará fuera de este espacio sacralizado. La Estética jugó su papel en aquella etapa y cualificó transhistóricamente modos y relaciones que sólo eran propios de tal momento de auge del Arte en la consolidación del capitalismo. Serían los Románticos alemanes los que, al introducir la belleza libre en el arte, separan los artefactos artísticos, creados por el artista genio, del resto de las creaciones humanas. Con ello, dan vida a la plataforma teórica básica para el elitismo conceptual de la Estética11 que aún sobrevive. Aunque la Historia puede ser muy atractiva para los estudiosos, el ademán de reconstruir este suceso tiene para nosotros otro sentido. Al considerar la reducción epistemológica de la estética en el Arte, y sobre todo en aquella noción de Arte, se explica por qué determinadas actividades humanas y relaciones quedaron fuera de su atención, demasiado comprometida con una época y un hacer establecidos. Al reconsiderar esta noción y la naturaleza del concepto de Arte heredero del pensamiento alemán a partir de los románticos, salta a la vista su tendenciosidad excluyente y normativa. Este concepto, con el que, lamentablemente, aún seguimos operando no sólo a nivel cotidiano, se presenta a sí mismo desde una validez supuestamente universal, que dista mucho de poseer12. Ciertamente, “el término arte no nos remite a un objeto descriptivo: es el correlato de un ideal evaluativo”13; su extensión se restringe al Arte autónomo europeo, devenido punto de llegada en la narrativa universal al que deben “ascender” el resto de los pueblos y culturas. Por cerca de dos siglos las prácticas culturales de los pueblos y grupos sociales no hegemónicos; los procesos del arte industrial, la artesanía popular, los estilos de vida ordinaria; el diseño de útiles y espacios cotidianos; permanecieron ignorados por un corpus teórico que convirtió a la abstracción y al elitismo en instrumentos metodológicos.

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Cuando asumimos el matiz valorativo de estos conceptos, fuentes de la restricción del campo del pensamiento estético, nos es posible distinguir desde otra perspectiva su lugar en el mundo actual. Al ser entendidos como expresiones del ideal artístico de una época que convierte la exclusión en su recurso constitutivo, se iluminan zonas del acontecer actual donde conviven y circulan indistintamente junto a nociones más abiertas y emergentes. Hoy, la presencia extendida de lo estético en nuestra vida se hace reconocible a partir del énfasis, la intensidad con que, de forma más o menos consciente, hemos incorporado el ejercicio sensible a nuestra existencia cotidiana. Dada la ambigüedad intrínseca del término raíz (lo estético), es prudente aclarar que esta manera de entender la estetización no se reduce exclusivamente al culto creciente por la belleza o el “atractivo formal de los productos”14. Junto al notable afán de “embellecimiento” que imponen la tiranía de la moda, la publicidad y los tops model, entre otros fenómenos similares, pululan la violencia, el horror y la muerte como condimentos nefastos de nuestro pan de cada día. El gusto por la presentación de lo “impresentable” como un rasgo de nuestro acontecer, al que ya apuntara Lyotard15, ha desplazado el sitial hegemónico concedido a la belleza en la cultura occidental moderna y hace más complejo el análisis axiológico contemporáneo.16 Independientemente de la cualidad de esta experiencia estética incesante que nos acompaña, (belleza, horror, comicidad), podemos afirmar con Mike Featherstone que, a nivel factual, la estetización no es más que “el rápido fluir de signos e imágenes que impregnan el tejido de la vida cotidiana”.17 Al introducir la perspectiva estética en el análisis del sujeto social en su desempeño político estamos acercándonos a él en su actualidad estetizada. Se nos hace visible que, como nunca antes, ha sido conducido por la maquinaria social a dejar mayores espacios al gusto y al deseo. En sus roles de ciudadano, estudiante, creyente, productor, hijo, amante, lleva el sello de un entrenamiento sensible que responde a nuevas estrategias de comunicación e intercambio humanos nacidas de la universalización del mercado sobre plataformas tecnológicas espectaculares. Se trata de la preeminencia de lo visible, del imperio de la forma, que elevan a un rango socialmente perceptible el ejercicio del gusto y del estímulo sensorial, asociados, generando una situación de puesta en escena permanente a la existencia individual y social. Los signos estéticos, agazapados tras formas y colores, sensaciones y sorpresas, placeres y emociones están presentes para él desde el anuncio del nacimiento, la experiencia religiosa, la búsqueda de empleo o la práctica deportiva; se extienden a la morfología de los objetos; impactan a las instituciones sociales y están presentes tanto en las relaciones privadas como en las públicas, en las prácticas culturales y políticas.18 Entonces, cuando hablamos del hombre de nuestros días como sujeto estético, no le ubicamos en un universo diferente o autónomo. Lo estético pertenece a la diversidad de atributos, esferas de acción y evaluación de lo humano, y no debe ser reducido a ninguno de sus reductos. La sensibilidad constituye la materia prima que subyace en todo intercambio social y se nos descubre como un canal comunicativo que funciona espontáneamente o condicionado por mecanismos culturales intencionados.

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EL DISCURSO NEOLIBERAL SE SUSTENTA EN UN MODELO QUE SE PRESENTA “COMO UNA EXTRAORDINARIA SÍNTESIS DE LOS SUPUESTOS Y VALORES BÁSICOS DE LA SOCIEDAD LIBERAL MODERNA EN TORNO AL SER HUMANO, LA RIQUEZA, LA NATURALEZA, LA HISTORIA, EL PROGRESO, EL CONOCIMIENTO Y LA BUENA VIDA

¿Cuánto hemos pensado este canal sensible fuera de los predios publicitarios, artístico-culturales o de asistencia psicológica? Muy poco realmente. Ni siquiera la escuela puede mostrar un aprovechamiento eficaz de este conducto, apegada como está a las emergencias tecnocráticas de producir “profesionales competentes” bajo la sombrilla instrumental del racionalismo. El abuso de la oralidad de los maestros que ignora la mantenida experiencia audiovisual de los alumnos; la tendencia a imponer información de espaldas a la interactividad ejercitada desde el juego y el mercado; la desconexión escolar de los abundantes referentes culturales que proporciona el Internet o el cable, entre otros, ilustran un caudal inexplorado aún por los programas escolares. Ante nuestros ojos emerge un nuevo “sujeto estético”, lo que no significa en modo alguno que se cumplió el sueño de Joseph Beuys y que todos somos artistas. Su “esteticidad” no puede juzgarse a la ligera, como un atributo asociado al ocio, el libre albedrío o la soledad del yo. Aunque estas instancias han debido ser reconsideradas desde que el capitalismo “descubrió” el rendimiento económico del tiempo libre y las bonanzas financieras de la industria cultural, habría que extirpar esta carga de “exoneración” del contenido del concepto. Es estético este sujeto, no por artista o espectador, sino por constituirse en consumidor estetizado: sus necesidades y relaciones fundamentales están siendo “intensificadas” estéticamente desde el mercado y los medios: en la privacidad del hogar, seleccionando una herramienta o desplazándose por la ciudad; esgrimiendo un rol profesional determinado, con su utilería, gestos y poses, pone en ejercicio sus gustos, preferencias, afinidades y repudios más que en ninguna otra época anterior. Hablar de este sujeto como estético puede parecer un ataque de “pan-estetismo”, afín a otras tantas aberraciones intelectuales narcisistas. No es el caso. Nuestro propósito es llamar la atención hacia las nuevas coordenadas en que debemos pensar la política y sus dinámicas. Considerando que las dimensiones, formas, intensidades de los objetos que le rodean intervienen en sus decisiones; que despliega hábitos, costumbres y formas de vida en los que está presente el ejercicio, la saturación y explosión de determinados recursos, efectos, medios y relaciones susceptibles de ser consideradas como estético, podemos coincidir con Brea en que, “sea cual sea su construcción de personaje, su autoproducción de subjetividad, ésta sólo puede aparecérsele satisfactoria al hombre contemporáneo si logra resolverla de forma estética”.19 En la actualidad, la tendencia general es el enfoque de estos fenómenos desde su sesgo negativo. Buena parte de los contemporáneos ve en la “sociedad estetizada” o en sus atributos la plasmación del “grado ‘Xerox’ de la cultura”20, la “dulce decepción de la mirada”21, “una nueva forma de barbarie”22. Interpretarla como la llegada del ocaso, la depravación o la pérdida definitiva

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y fatal de los valores humanos, no conduce a ninguna opción constructiva y en ocasiones encubre la añoranza por escalas y jerarquías establecidas desde un orden ajeno y excluyente, aquel que se constituyó desde una lógica colonial. “Con el inicio del colonialismo en América comienza no sólo la organización colonial del mundo sino –simultáneamente– la constitución colonial de los saberes, de los lenguajes, de la memoria y del imaginario”23. La historia nos confirma el modo coherente en que estos elementos se articularon como herramientas simbólicas del poder imperial. Gracias a relaciones jerárquicas abstraídas paradigmáticamente tanto por la filosofía y demás saberes, como por el imaginario social, los valores cotidianos, la iconografía popular, las formas de gustar del europeo, poderoso y blanco, se convierten en modélicas y “universales” desde una sospechosa tendenciosidad que excluyó a los otros, a toda alteridad social, étnica, o cultural. Por estas razones, el sentimiento de pérdida que experimentan las nociones apocalípticas respecto a la sociedad contemporánea nos remite a una autoconciencia epocal del desgaste de la hegemonía simbólica del modelo cultural moderno. Al mismo tiempo, estas concepciones transpiran el escepticismo y la confusión propios de un momento transicional complejo. No obstante, los aires de inclusión, el espacio a las alternativas y la apertura a la diferencia pudieran apreciarse también desde un matiz positivo. Es preciso dudar de aquellas miradas pesimistas que hoy asumen como pérdida la superación de un imaginario que fuera construido “colonialmente”. Una advertencia nos llega implícita: el modelo civilizatorio del capital logró penetrar hasta los lugares más recónditos de la sociedad, teniendo como aliados no sólo a las ciencias sociales modernas, sino también a los sentimientos, lenguajes e imaginarios desde los que se han constituido el gusto y el sentido común. Durante varios siglos, hemos menospreciado aquello que parecía de importancia menor bajo el imperio de la razón, la objetividad, la verdad (no es casual que a los ojos de su fundador, Alexander Baumgarten, la Estética fuera considerada como gnoseología inferior). No escuchamos a Pascal cuando advertía de otras razones del corazón que la razón no conoce, pero la Historia se ha encargado de mostrarnos su agudeza. Como Lander nos ha sugerido, “en los debates políticos y en diversos campos de las ciencias sociales, han sido notorias las dificultades para formular alternativas teóricas y políticas a la primacía total del mercado, cuya defensa más coherente ha sido formulada por el neoliberalismo. Estas dificultades se deben, en una importante medida, al hecho de que el neoliberalismo es debatido y confrontado como una teoría económica, cuando en realidad debe ser comprendido como el discurso hegemónico de un modelo civilizatorio”.24 Esta noción sistémica del capitalismo neoliberal como discurso muestra la necesidad de trascender los análisis de las “últimas instancias”, que sólo resuelven una parte del asunto. El discurso neoliberal se sustenta en un modelo que se presenta “como una extraordinaria síntesis de los supuestos y valores básicos de la sociedad liberal moderna en torno al ser humano, la riqueza, la naturaleza, la historia, el progreso, el conocimiento y la buena vida25. Esto nos permite poner atención en otros elementos que

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IMAGEN VIOLETA COVARRUBIAS ACOSTA

también han garantizado su prevalencia como sistema y que por lo general pasan inadvertidos: el modo en que este “modelo” ha penetrado al interior de la individualidad, en el campo de los gustos y preferencias, accionando desde el sentido común. En este sentido, hablar de estetización, entendida como el crecimiento de componentes sensibles en nuestra vida, apunta a la identificación de aquellos resortes que hoy movilizan al ciudadano común a engrasar, con sus anhelos y apetencias sobrestimuladas, la maquinaria económica del capital. Aunque fomentada desde un emplazamiento mercantil con una apoyatura tecnológica trasnacionalizada, sería fútil que nos desgastáramos en su enjuiciamiento. Más que buena o mala, positiva o negativa unilateralmente, la estetización es… y habría que considerarla desde las posibilidades que el ejercicio sensible puede brindar al hombre26 y deplorar en ella lo que de trivialidad y banalización contiene, que es bastante, dado su emplazamiento de mercado. Es una realidad que debe ser asumida en todas las instancias, en tanto el individuo de hoy esta forjado desde ella. Asimismo, es una noción que transversaliza todo el saber social y que no compete exclusivamente a la Estética o los estudios culturales. Por mucho tiempo consideramos la estetización de lo político, tempranamente identificada por Benjamin en las estrategias fascistas, sólo desde su signo negativo27. Casi un siglo después habría que utilizar este conocimiento de manera más constructiva en tanto que no existe otra opción para lo político, ahora que la vida se ha estetizado. ¿Dónde radica la dificultad para asumir esta dinámica como legítima y necesaria? Ciertamente, el obstáculo principal es epistemológico, aunque se acompaña de otros componentes éticos, históricos, culturales. En primer lugar, pareciera que estetización no articula con términos como izquierda, justeza, revolución, emancipación. A partir de su despliegue manipulador, la posibilidad del poder de ritualizar, significar y conmemorar su proyecto de dominación

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mediante el uso de un sinnúmero de dispositivos simbólicos, ha sido enjuiciado hasta la saciedad por el pensamiento progresista. La espectacularidad de la sociedad capitalista, el uso que hace de la imagen y la publicidad, fueron centrales en la profética obra de Debord28. Para él, el “espectáculo” es la comunicación humana devenida mercancía. El líder situacionista fue capaz de vislumbrar cómo “la sociedad portadora del espectáculo no domina solamente por su hegemonía económica las regiones subdesarrolladas. Las domina en tanto que sociedad del espectáculo”. Sin embargo, atrapados por el prejuicio, poco hemos reflexionado sobre la evidencia que nos descubre la relación hegemoníadominación desde el papel de los componentes simbólicos que aporta la espectacularidad en la actual fase impositiva del capital. Uno de los pecados de las izquierdas en el último siglo ha estado signado por el candor utópico de que la justicia brilla con luz propia y no necesita escenografía en su presentación pública. No hemos estudiado suficientemente cuánto aportó la imagen mesiánica de los barbudos al aliento revolucionario de aquel enero cubano; el trasfondo estético y político de la canonización popular del Che en la Higuera; el costo político de algunos desaciertos mediáticos. “La cortina de hierro” con que se cubre el amo imperial es marcadamente cultural; la batalla ideológica por un mundo nuevo, se ha vuelto sumamente compleja entre otras cosas porque “el manto de opacidad y notoria falta de transparencia en la autocomprensión que los sujetos sociales alcanzan a elaborar sobre sí mismos, sobre sus prácticas y sobre las relaciones que constituyen en el proceso de producción y reproducción de sus vidas, obstaculizan la toma de conciencia”.29 Una posibilidad para favorecer la concientización y la autocomprensión de los sujetos sociales está en alejarnos de todo didactismo insulso y panfletario. Ya sabemos, gracias a la práctica estetizada de la vida, que no es suficiente blandir argumentos racionales en un mundo en que la gente funciona desde otros canales, que siempre

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estuvieron ahí, pero que ahora se encuentran en ejercicio permanente más allá de lo que podíamos imaginar. El hombre participa de lo político no sólo desde condicionamientos racionales. La emoción, la simpatía, el fervor, el entusiasmo, generalmente menospreciados bajo la sombrilla del racionalismo occidental, juegan un papel importante en la toma de decisiones individuales y colectivas. Podemos entender que Hollywood es superficial y nos vende sueños baratos; pero seguimos fantaseando, abiertamente o en secreto, con ser Brad Pitt o Angelina Jolie. Consumimos a mares comedias románticas y han prendido entre nosotros todos los seriales de moda. Aunque la Coca-Cola intoxica, sigue siendo un negocio próspero y no bastan los discursos contra la fast food: McDonald’s sigue en pie como una de las tantas catedrales encomendadas a los nuevos dioses del deseo. A pesar de un siglo de lucha antirracista y de la más reciente oleada de multiculturalidad, la maldad es “negra” y la policromía es kitsch, porque las normas del gusto llevan otros tantos siglos de ventaja en favor del hombre blanco, triunfador y atlético que aún proyectan los media. Si como se ha dicho, “sea cual sea su construcción de personaje, su autoproducción de subjetividad, ésta sólo puede aparecérsele satisfactoria al hombre contemporáneo si logra resolverla de forma estética”30, es preciso identificar el ámbito estético como un campo de batalla por el poder, un espacio plagado de mitos y complejidades, donde la aparente intrascendencia o la frivolidad se tornan asuntos de extrema importancia. Desde la izquierda hemos mirado estos fenómenos sólo desde la crítica y hemos perdido terreno. Toda vez que los ídolos blandos del sistema de estrellas, el pop o el rock, sigan reuniendo multitudes enfebrecidas y, al mismo tiempo, una pasmosa frialdad sea la respuesta a millones de muertes por hambre, seguimos perdiendo la batalla. Hoy debemos estudiar nuestras estrategias de comunicación, comprendiendo la naturaleza del canal por el que deben transitar los mensajes para que impacten la diana de la participación. Hemos tomado partido por el sacrificio y la austeridad, por el consumo responsable, por el amor al prójimo, por la emancipación y la solidaridad, en una época que promueve el individualismo, la superficialidad y el glamour idiotizante. Entre los riesgos de la generalización de lo espectacular sobre nuestra manera de ver el mundo, resulta especialmente problemático el hecho de que todo se proyecte como signo, en un intercambio que se produce a escala formal gracias a la viabilidad tecnológica. Alejado de su referente, el signo se aligera, se torna superfluo, lo que condiciona una “trivialización” de los mensajes que ha sido profundamente criticada desde el pensamiento de izquierda. En un mural gigantesco de la ciudad de Holguín, en el oriente cubano, se presenta un trabajo del caricaturista Tomás Rodríguez Zayas (Tomy), creado a su vez para ilustrar un escrito periodístico de la revista El Caimán Barbudo. Precisamente este artículo giraba en torno a la comercialización de la imagen del Che, utilizada en contextos y objetos que no guardan relación alguna con su lugar en la historia de Cuba y América. En el diseño de Tomy se aprecia un aliento positivo del asunto: aparecen cuatro cuadros que muestran a un joven que lleva una camiseta adornada con el rostro del Che; luego se va desvistiendo, pero, al terminar de

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hacerlo, lleva esa misma estampa grabada en la piel de su pecho31. Habría que profundizar sin prejuicios qué anima a algunos jóvenes adolescentes cuando usan estos artículos grabados con la faz guevariana, ¿el espíritu revolucionario y rebelde del eterno guerrillero o un afán segregacionista, de sentirse “diferentes” o superiores a los demás? ¿Es que acaso no existe la posibilidad de intelectualizar, resignificar, descontextualizar, símbolos y signos que circulan como imágenes separadas de sus referentes? Los atuendos rastafaris, la simbología corporal de las tribus urbanas, como también algunas frases históricas, la propia imagen del Che y de otras figuras emblemáticas, pueden ser objeto de una circulación trivializada y comercial al transitar como “elementos sueltos” en contextos altamente volátiles por la omnipresencia mediática. Ello condiciona otros signos actuales como la crisis de la historicidad y la proliferación de simulacros que atentan contra los emplazamientos del hombre de hoy que necesita saber quién es, de dónde viene y a dónde va. Dar la espalda, censurar, adoctrinar, no ha dado hasta ahora ningún resultado productivo. Se trata de asumir el reto de introducir nuestros mensajes en el canal. Nadie dijo que sería fácil. En este universo estético expandido y descentrado, pletórico de imágenes y propuestas hay que considerar como una posibilidad lo que se reconoce como una “asimetría en el poder simbólico”32. Fragmentado por la propia segmentación de los públicos y emplazado en el incesante movimiento mercantil, se hace posible la participación de nuevos actores sociales, no a partir de posturas seudodemocráticas, sino a partir de la propia lógica racionalista del capital, “donde convive la hegemonía con inéditas posibilidades de minarla, subvertirla y desplazarla”33. El asunto sigue siendo de hegemonía. Si asumimos que el hombre real piensa, siente y actúa como un todo, debemos enviar señales que impliquen no solo a la racionalidad, la lógica y la razón, haciendo notar nuestras maneras de ser y sentir, generando alternativas que impliquen a la sensibilidad. ¿Es que acaso no debiéramos aprender del modo particular en que funcionan las llamadas tribus urbanas cuyas propuestas atrapan a multitudes de adolescentes en todas las ciudades del mundo? ¿Es más “honorable” hacernos a un lado o aceptar que nos han ganado la partida ante el vacío de propuestas que encaminen, de modo más progresista, su natural rebeldía ante un mundo que los enajena? Proveer a nuestros jóvenes de acicates para encontrar su rumbo es la misión de artistas, comunicadores, maestros, políticos. El reto es revertir la liviandad de las imágenes y resignificarlas, dentro de los mismos canales en que éstas circulan. Si el poder se torna “seductor”, la resistencia debe vencer aquellos prejuicios contenidistas que nos sembró el tristemente célebre realismo socialista y plantar batalla también en el terreno de la forma. Seguramente allí no bastarán nuestras razones epistemológicas. La ética, el compromiso y la capacidad de desear serán nuestras mejores armas para crear una legítima “esteticidad” política, afín al modelo de ese mundo mejor y posible que anhelamos. NOTAS 1

Jameson, Frederic, Estética y Geopolítica. Cine y espacio en el sistema mundial, Paidós, España, 1995, p. 159.

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“En contraste directo con la filosofía alemana, que desciende del cielo a la tierra, ascendemos aquí de la tierra al cielo. Dicho de otro modo, no partimos de lo que los hombres dicen, se imaginan y representan, ni de aquello que son según las palabras, el pensamiento, la imaginación y la representación de los otros, para llegar a los hombres de carne y hueso; no es así; partimos de los hombres en la actividad real, a partir de su proceso de vida real, mostramos los desarrollos, reflejos y repercusiones ideológicas de este proceso vital”. “La ideología alemana”, en Canals, F., Textos de los grandes filósofos: Edad contemporánea, Herder, Barcelona, 1990, P.14. 3 Vattimo, G., El Arte. De la Estética a la Historia, Realidades, Montevideo, 1994. p. 7 4 Brea, José Luis, “La estetización difusa de las sociedades actuales y la muerte tecnológica del arte”, en La era Posmedia, http:// www.joseluisbrea.net 5 Ib. 6 “Todas las utopías del siglo XIX y del siglo XX, en cuanto se realizaban, ahuyentaban la realidad de la realidad; nos han dejado en una hiperrealidad vaciada de sentido ya que toda perspectiva final ha sido como absorbida, digerida, dejando una especie de residuo en la superficie, sin profundidad”, Jean Baudrillard. http:// tijuana-artes.blogspot.com/2005/03/la-ilusion-y-la-desilusion-esteticas.html 7 En A paso de cangrejo. Artículos, reflexiones y decepciones, 2000-2006, Debate, Barcelona, 2007. Umberto Eco analiza la carnavalización de la vida actual que va “a paso de cangrejo”, es decir, hacia atrás parece caminar la historia en este nuevo milenio. Todos los avances científicos y los progresos democráticos que auguraban un espléndido futuro se han convertido en conflictos e insatisfacciones. El mundo no va bien, dice Eco. 8 Ver Julia Kristeva, “Aproximación a la abyección”, Revista de Occidente, No. 201, 1998, pp. 110-116. 9 La Estética, hija dilecta de la filosofía Moderna se encaminó por el sendero de la autonomía de la mano del Arte y la Belleza, desconociendo otros terrenos que hoy se nos develan como pertinentes a su mirada. No es casual la coincidencia histórica respecto a la cristalización de la modernidad y el proceso de autonomía del arte, iniciado desde el Renacimiento en la cultura occidental. Podría decirse que en la conjugación de ambos acontecimientos radica la necesidad y posibilidad histórica del nacimiento de la Estética como saber. Por una parte, el floreciente capitalismo, con sus cambios estructurales en la distribución de la riqueza, su discurso de la libertad y la emancipación, su culto al hombre autónomo, haría posible la reflexión antropológica en ciertas facetas de la vida, recién visibilizadas. Si tomamos en cuenta que la “libre elección”, frase dilecta de los enciclopedistas, sólo era efectivamente posible en el terreno de los gustos y las preferencias artísticas, se entiende el lugar del pensamiento estético moderno en el edificio ideológico del capital. 10 El arte puede ser entendido desde tres rasgos: “1.- La dignidad estética de los temas u objetos a los que se aplicaba el arte, 2. – La categoría humanista de las facultades ejercidas en, o suscitadas por el arte; 3. – El valor “trascendental” (subjetivo, ontológico, práctico, etc.) de las experiencias formales en las que residía, a la vez, su sentido y justificación”. Ventos, Xavier, La estética y sus herejías, Anagrama, Barcelona, 1980, p. 29. 11 En esta teoría, “el discurso filosófico se apodera […] de las artes, tanto en lo que se refiere a su función como a su contenido. En ese sentido la sacralización del Arte y la génesis de una teoría especulativa del Arte son indisociables [...]. Esto explica sin duda por qué la tradición filosófica alemana, nacida de la tradición romántica, siempre se cree obligada a desarrollar también una teoría del Arte y a reservarle un lugar estratégico en la construcción metafísica global. Arte ontológico y metafísica del arte se condicionan recíprocamente”. Ver Jean Marie Shaeffer, El arte de la Edad Moderna. La Estética y la filosofía del arte desde el siglo XVIII hasta nuestros días, trad. de Sandra Caula, Monte Ávila Editores Latinoamericana, Venezuela, 1993, p. 90. 12 “Las definiciones de esencia que la teoría especulativa propone son siempre en realidad proposiciones valorativas ocultas: en vez de describir las artes, la teoría especulativa construye un ideal artístico”. Jean Marie Shaeffer, o. c., p. 53 (el subrayado es de la autora de este texto). 13 Ib., p. 453. 14 Para Vattimo, “se puede hablar de estetización general de la vida en la medida en que los medios de difusión que distribuyen información, cultura, entretenimiento, aunque siempre con los criterios generales de ’belleza’ (atractivo formal de los productos), han adquirido en la vida de cada cual un peso mayor que en cualquier otra época del pasado“. El fin de la modernidad. Nihilismo y hermenéutica en la cultura posmoderna, Gedisa, Barcelona, 1996, p. 52. 15 Ver de J. F. Lyotard, La posmodernidad (explicada para niños), trad. de Enrique Lynch, Gedisa, Madrid, 1986; Lo inhumano (charlas sobre el tiempo), Editorial Manantial, Buenos Aires, 1998.

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Al respecto se refiere la autora en “Opacidad y complejidad. Aproximativas al horizonte estético-axiológico del presente”, Revista Cubana de Filosofía, edición digital, No. 5, enero-abril de 2006, http://www.filosofiacuba.org 17 Mike Featherstone, Theory, Culture & Society, Londres, SAGE, 1996, p. 270. 18 Sobre la estetización de la política se refiere la autora en “Estética y poder. Aproximaciones a la estetización de la política”, en Duharte, Emilio (comp.), La política. Miradas Cruzadas, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2006. 19 Brea, José Luis, o. c. 20 “Se trata entonces justamente de la desaparición de esa lógica, proporcionalmente inversa a la de la producción de cultura. He empleado para ello una expresión, más bien un juego de palabras: el grado ‘Xerox’ de la cultura, que, por supuesto, es a la vez el grado cero del arte, el del vanishing point del arte y de la simulación absoluta”, Baudrillard, Jean, La simulación en el arte, http:// tijuana-artes.blogspot.com/2005/03/la-simulacion-en-el-arte.html 21 J. F. Lyotard, “Occidente actualiza su nihilismo contemplando los ideales arruinados que deja tras sí, con una satisfacción melancólica”, Moralidades Posmodernas, Colección Metrópolis, Tecnos, Madrid, 1996, p. 161. 22 “Por qué la humanidad, en vez de alcanzar un estado verdaderamente humano, se hunde en una nueva forma de barbarie”, M. Horkheimer - T. Adorno, Dialéctica del Iluminismo, Editorial Sur, Buenos Aires, 1970, p. 176. 23 “La conquista ibérica del continente americano es el momento fundante de los dos procesos que articuladamente conforman la historia posterior: la modernidad y la organización colonial del mundo.” Ver Edgardo Lander, “Ciencias sociales: saberes coloniales y eurocéntricos”, en La colonialidad del saber. Eurocentrismo y Ciencias Sociales, Clacso, 2005, p. 11. 24 Ib., p. 8. 25 Ib. 26 Desde principios del siglo XX se ha producido el “descubrimiento” del cuerpo, que se hace visible desde su imagen como estructura y presentación. El “destape”, que a simple vista impacta la moda y el espectáculo, puede ser considerado en otras dimensiones más profundas. Por ejemplo, este “enfocar” socialmente el cuerpo posibilita los regímenes de auto-cuidado corporal, que contiene sus tiranías, por ejemplo la de la delgadez, que ha tenido detrás, según M. Featherstone (ver su obra El cuerpo: proceso social y teoría cultural, Londres, SAGE, 1993), a varias industrias como Hollywood o la de los cosméticos y condiciona flagelos como la anorexia –pero también reporta algunos logros–, el cuidado de la salud, las campañas contra la obesidad, la práctica de deportes y las formas saludables de vida que ocasionalmente encuentran un espacio mediático. Sustanciales han sido las búsquedas en el territorio de la sexualidad, en la que tanto camino aún hay que recorrer, y, no menos importante, la aceptación del cuerpo como parte del propio yo y no como el sostén de la cabeza, tal cual lo proyectó la cultura occidental racionalista y puritana. 27 “El fascismo intenta organizar las masas recientemente proletarizadas sin tocar las condiciones de la propiedad que dichas masas urgen por suprimir. El fascismo ve su salvación en que las masas lleguen a expresarse (pero que ni por asomo hagan valer sus derechos). Las masas tienen derecho a exigir que se modifiquen las condiciones de la propiedad; el fascismo procura que se expresen precisamente en la conservación de dichas condiciones. En consecuencia, desemboca en un esteticismo de la vida política”. Ver el “Epílogo” de W. Benjamin, La obra de arte en la época de su reproductividad técnica, p. 55. 28 Me refiero a La sociedad del Espectáculo de Guy Debord, http://www. debord.espect.htm 29 Kohan, Néstor, Marx en su (tercer) mundo. Hacia un socialismo no colonizado, Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana, Juan Marinillo, La Habana, 2003. p. 141. 30 Brea, José Luis, o. c. 31 Publicado en Juventud Rebelde el 9 de agosto de 2008. Ver http://www. juventudrebelde.cu/cultura/2008-08-09/instalaran-mural-ceramico-dedicadoal-che-en-la-ciudad-de-holguin/ 32 Hopenhayn, Martín, “Orden mediático y orden cultural: una ecuación en busca de resolución”, en Pensar Iberoamérica, http://www.campus-oi.org/ pensariberoamerica/#la 33 “La tercera razón para no desalentarse es que actualmente los márgenes e intersticios pueden convertirse en espacios protagónicos. Es tan dinámico el movimiento interno de las comunicaciones, y tan vertiginosa su proliferación de signos y símbolos, que un movimiento periférico puede rápidamente captar audiencias masivas y devenir noticia… cada punto de entrada encuentra muchos puntos de salida. Se pierde, con ello, la proporción entre el tamaño de la puerta y el volumen de la circulación. No importa por dónde uno entre, sale por todos lados y circula en todos los espacios”…. Hopenhayn, Martín. Orden Mediático y Orden Cultural: Una ecuación en busca de Resolución En: Revista: Pensar Iberoamérica. http://www.campus-oi.org/pensariberoamerica/#la.

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ENTRE-VISTAS

“PARTE DE COLOMBIA FUE ROBADA POR ROOSEVELT” Entrevista a Noam Chomsky LUIS ÁNGEL MURCIA

El cerro El Bosque, un trozo de vida natural amenazado por la riqueza aurífera que esconde en sus entrañas, desde la semana pasada tiene una importancia de talla internacional. Esa reserva, ubicada en el centro de Cauca, muy cerca al Macizo Colombiano, es el cordón umbilical que hoy tiene a los indígenas de la región conectados con uno de los intelectuales y activistas de la izquierda democrática más prestigiosos del planeta: Noam Abraham Chomsky. Quienes lo conocen aseguran que es el ser humano vivo cuyas obras, libros escritos o reflexiones, son las más leídas después de la Biblia. Sin duda, el señor Chomsky, con 81 años de edad, es toda una autoridad en geopolítica y Derechos Humanos. Su condición de ciudadano estadounidense le da autoridad moral para ser considerado uno de los más recalcitrantes críticos de la política expansionista y militar que Estados Unidos aplica en el hemisferio. En su país y Europa es escuchado y leído con mucho respeto, se ha ganado todos los premios y reconocimientos como activista político y sus obras tanto en lingüística como análisis político han sido premiadas.

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u paso discreto por Colombia no era para ofrecer las laureadas charlas, sino para recibir un particular homenaje de la comunidad indígena que vive en el Cauca. El cerro El Bosque fue rebautizado como Carolina, que es el mismo nombre de su esposa, la mujer que durante casi toda su vida lo acompañó y quien murió en diciembre de 2008. En medio de su agenda, coordinada por la CUT y la Defensoría del Pueblo del Valle, el señor Chomsky sacó unos minutos para atender a Semana y hablar de todo.

Semana: ¿Qué significado tiene para usted ese homenaje? Noam Abraham Chomsky: Estoy muy conmovido, especialmente de ver que gente pobre que no tiene riquezas se preste a hacer ese tipo de elogios, mientras que la gente más rica no le presta atención a este tipo de cosas. ¿Sus tres hijos saben del homenaje? Todos saben de esto y del bosque. Una de mis hijas, que trabaja en Colombia contra las empresas internacionales de minería, también está enterada. En esta etapa de su vida qué le apasiona más, ¿la lingüística o su activismo político? He estado completamente esquizofrénico desde que era joven y sigo así. Es por eso que tenemos dos hemisferios en la mente.

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Por cuenta de ese activismo ha tenido problemas con algunos gobiernos, uno de ellos y el más reciente fue con Israel, que le impidió ingresar a tierra palestina a dar una conferencia. Es cierto, no pude hacerlo pese a que fui invitado por una universidad palestina, pero me encontré con un bloqueo en toda la frontera. Si la charla fuera para Israel, me hubieran dejado pasar. ¿Esa censura tiene que ver con uno de sus libros titulado Guerra o Paz en Medio Oriente? Es por cuenta de mis 60 años de trabajo por la paz entre Israel y Palestina. Realmente yo he vivido en Israel. ¿Cómo califica lo que pasa en Medio Oriente? Desde 1967 fue ocupado el territorio palestino y eso hizo de Gaza la prisión al aire libre más grande del mundo, donde lo único que les queda por hacer es morir. ¿Llegó a ilusionarse con las nuevas posturas del presidente Barack Obama? Es muy similar a George Bush, ya lo había escrito. Hizo más de lo que esperábamos en cuanto al expansionismo militar. Lo único que cambió con Obama fue la retórica. Cuando Obama fue galardonado con el premio Nobel de Paz, ¿qué pensó usted? Media hora después del nombramiento, la prensa noruega me preguntó qué pensaba del tema y respondí: “Tomando en cuenta su récord, éste no fue el peor nombramiento”. El Nobel de Paz es un chiste. ¿Estados Unidos sigue repitiendo sus errores de intervencionismo? Ha sido muy exitoso. Por ejemplo, Colombia tiene el peor récord de violación de Derechos Humanos desde el intervencionismo militar de EU. ¿Tiene alguna opinión sobre el concepto de guerra preventiva que pregonó EU? No existe ese concepto, es simplemente una forma de agresión. La guerra en Iraq fue tan agresiva y terrible que se asemeja a lo que hicieron los nazis. Si aplicáramos esa misma regla, Bush, Blair y Aznar estarían colgados, pero la fuerza se aplica a los más débiles. ¿Qué pasará con Irán? Hoy existe una gran fuerza naval y aérea amenazando a Irán y sólo Europa y EU piensan que eso está bien. El resto del mundo cree que Irán tiene derecho a enriquecer uranio. En Medio Oriente, tres países –Israel, Pakistán e India– desarrollaron armas nucleares con la asistencia de EU y no han firmado ningún tratado. ¿Cree en la guerra contra el terrorismo? EU es el mayor terrorista del mundo. No se puede pensar en algún país que haya causado más daño que éste. Para EU, terrorismo es lo que usted nos hace a nosotros y no lo que nosotros le hacemos a usted.

¿Hay alguna guerra justa de EU? La participación en la Segunda Guerra Mundial fue legítima y además entraron demasiado tarde. ¿Esa guerra por recursos naturales en Medio Oriente se puede repetir en América Latina? Es diferente. Lo que Estados Unidos tradicionalmente ha hecho en América Latina es imponer brutales dictaduras militares que no se discuten por el poder de la propaganda. ¿América Latina es realmente importante para EU? Nixon dijo una vez: “Si no podemos controlar América Latina, ¿cómo podremos controlar el mundo?” ¿Colombia juega algún papel en esa geopolítica gringa? Parte de Colombia fue robada por Theodor Roosevelt con el canal de Panamá. Desde 1990, este país ha sido el mayor recipiente de ayuda militar estadounidense y desde esa misma fecha tiene los mayores récords en violación de Derechos Humanos en el hemisferio. Antes el récord lo tenía El Salvador, el cual, curiosamente, también recibía ayuda militar. ¿Sugiere que esas violaciones tienen alguna relación con EU? En el mundo académico se ha concluido que existe una correlación entre la ayuda militar que da EU y la violencia en los países que la reciben. ¿Qué opina de las bases militares gringas que hay en Colombia? No es una sorpresa. Después de El Salvador, es el único país de la región dispuesto en dejar que se instalen. Mientras Colombia siga haciendo lo que EU le pide, éstos nunca van a tumbar al Gobierno. ¿Está diciendo que EU derroca gobiernos en América Latina? En esta década apoyó dos golpes, el fallido golpe militar de Venezuela, en 2002, y en 2004 secuestraron en Haití al presidente electo y lo mandaron para África; pero ahora es más difícil hacerlo porque el mundo cambió. Colombia es el único país latinoamericano que apoyó el golpe en Honduras. ¿Tiene algo para decir de las tensiones actuales entre Colombia, Venezuela y Ecuador? Colombia invadió a Ecuador y no conozco a ningún país que apoye eso, salvo EU. Respecto de Venezuela, las relaciones son muy complicadas, pero abogo por que mejoren. ¿Sigue siendo América Latina una región de caudillos? Ha sido una tradición muy mala, pero en ese sentido ha progresado y por primera vez el cono sur del continente se está movilizando hacia una integración para superar sus paradojas, como por ejemplo ser una región muy rica pero con una gran pobreza. ¿Es el narcotráfico un problema exclusivo de Colombia? Es un problema de Estados Unidos. Imagínese que Colombia decida fumigar Carolina del Norte o Kentucky, donde se cultiva tabaco, el cual ocasiona más muertes que la cocaína. Fuente: Revista Semana, Bogotá, julio de 2010.

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HACER MEMORIA

PLAN DE SAN LUIS POTOSÍ

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os pueblos, en su esfuerzo constante porque triunfen los ideales de libertad y justicia, se ven precisados en determinados momentos históricos a realizar los mayores sacrificios. Nuestra querida Patria ha llegado a uno de esos momentos: una tiranía que los mexicanos no estábamos acostumbrados a sufrir, desde que conquistamos nuestra Independencia, nos oprime de tal manera, que ha llegado a hacerse intolerable. En cambio de esta tiranía se nos ofrece la paz, pero es una paz vergonzosa para el pueblo mexicano, porque no tiene por base el derecho, sino la fuerza; porque no tiene por objeto el engrandecimiento y prosperidad de la Patria, sino enriquecer un pequeño grupo que, abusando de su influencia, ha convertido los puestos públicos en fuente de beneficios exclusivamente personales, explotando sin escrúpulos las concesiones y contractos lucrativos. Tanto el Poder Legislativo como el Judicial están completamente supeditados al Ejecutivo; la división de los poderes, la soberanía de los Estados, la libertad de los Ayuntamientos y los derechos del ciudadano sólo existen escritos en nuestra Carta Magna; pero, de hecho, en México casi puede decirse que reina constantemente la Ley Marcial; la justicia, en vez de impartir su protección al débil, sólo sirve para legalizar los despojos que comete el fuerte; los jueces, en vez de ser los representantes de la Justicia, son agentes del Ejecutivo, a cuyos intereses sirven fielmente; las cámaras de la Unión no tienen otra voluntad que la del dictador; los gobernadores de los estados son designados por él y ellos a su vez designan e imponen de igual manera a las autoridades municipales. De esto, resulta que todo el engranaje administrativo, judicial y legislativo obedece a una sola voluntad, al capricho del general Porfirio Díaz, quien en su larga administración ha demostrado que el principal móvil que lo guía es mantenerse en el poder a toda costa. Hace muchos años se siente en toda la república profundo malestar, debido a tal régimen de Gobierno, pero el general Díaz, con gran astucia y perseverancia, había logrado aniquilar todos los elementos independientes, de manera que no era posible organizar ninguna clase de movimiento para quitarle el poder de que tan mal uso hacía. El mal se agravaba constantemente y el decidido empeño del general Díaz de imponer a la nación un sucesor, y siendo éste el señor Ramón Corral, llevó ese mal a su colmo y determinó que muchos mexicanos, aunque carentes de reconocida personalidad política, puesto que había sido imposible labrársela durante 36 años de dictadura, nos lanzáramos a la lucha, intentado reconquistar la soberanía del pueblo y sus derechos en el terreno netamente democrático. Entre otros partidos que tendían al mismo fin, se organizó el Partido Nacional Antirreeleccionista, proclamando los principios de Sufragio Efectivo y No Reelección, como únicos capaces de salvar a la república del inminente peligro con que la amenazaba la prolongación de una dictadura cada día más onerosa, mas despótica y

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más inmoral. El pueblo mexicano secundó eficazmente a ese partido y, respondiendo el llamado que se hizo, mandó a sus representantes a una convención, en la que también estuvo representado el Partido Nacional Democrático, que asimismo interpretaba los anhelos populares. Dicha convención designó sus candidatos para la presidencia y vicepresidencia de la república, recayendo esos nombramientos en el señor Dr. Francisco Vázquez Gómez y en mí para los cargos respectivos de vicepresidente y presidente de la república. Aunque nuestra situación era sumamente desventajosa porque nuestros adversarios contaban con todo el elemento oficial, en el que se apoyaban sin escrúpulos, creímos de nuestro deber, para servir la causa del pueblo, aceptar tan honrosa designación. Imitando las sabias costumbres de los países republicanos, recorrí parte de la república haciendo un llamamiento a mis compatriotas. Mis giras fueron verdaderas marchas triunfales, pues por donde quiera el pueblo, electrizado por las palabras mágicas de Sufragio Efectivo y No Reelección, daba pruebas evidentes de su inquebrantable resolución de obtener el triunfo de tan salvadores principios. Al fin, llegó un momento en que el general Díaz se dio cuenta de la verdadera situación de la república y comprendió que no podía luchar ventajosamente conmigo en el campo de la democracia y me mandó reducir a prisión antes de las elecciones, las que se llevaron a cabo excluyendo al pueblo de los comicios por medio de la violencia, llenando las prisiones de ciudadanos independientes y cometiendo los fraudes más desvergonzados. En México, como república democrática, el poder público no puede tener otro origen ni otra base que la voluntad nacional y ésta no puede ser supeditada a fórmulas llevadas a cabo de un modo fraudulento. Por este motivo, el pueblo mexicano ha protestado contra la ilegalidad de las últimas elecciones y, queriendo emplear sucesivamente todos los recursos que ofrecen las leyes de la República en la debida forma, pidió la nulidad de las elecciones ante la Cámara de Diputados, a pesar de que no reconocía a dicho cuerpo un origen legítimo y de que sabía de ante-

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mano que, no siendo sus miembros representantes del pueblo, sólo acatarían la voluntad del general Díaz, a quien exclusivamente deben su investidura. En tal estado las cosas, el pueblo, que es el único soberano, también protestó de un modo enérgico contra las elecciones en imponentes manifestaciones llevadas a cabo en diversos puntos de la república y si éstas no se generalizaron en todo el territorio nacional fue debido a terrible presión ejercida por el gobierno, que siempre ahoga en sangre cualquier manifestación democrática, como pasó en Puebla, Veracruz, Tlaxcala, México y otras partes. Pero esta situación violenta e ilegal no puede subsistir más. Yo he comprendido muy bien que si el pueblo me ha designado como su candidato para la presidencia, no es porque haya tenido la oportunidad de descubrir en mí las dotes del estadista o del gobernante, sino la virilidad del patriota resuelto a sacrificarse, si es preciso, con tal de conquistar la libertad y ayudar al pueblo a librarse de la odiosa tiranía que lo oprime. Desde que me lancé a la lucha democrática, sabía muy bien que el general Díaz no acataría la voluntad de la nación y el noble pueblo mexicano, al seguirme a los comicios, sabía también perfectamente el ultraje que le esperaba, pero a pesar de ello el pueblo dio para la causa de la libertad un numeroso contingente de mártires cuando éstos eran necesarios y, con admirable estoicismo, concurrió a las casillas a recibir toda clase de vejaciones. Pero tal conducta era indispensable para demostrar al mundo entero que el pueblo mexicano está apto para la democracia, que está sediento de libertad y que sus actuales gobernantes no responden a sus aspiraciones. Además, la actitud del pueblo antes y durante las elecciones, así como después de ellas, demuestra claramente que rechaza con energía al gobierno de general Díaz y que, si se hubieran respetado esos derechos electorales, hubiese sido yo electo para la presidencia de la república. En tal virtud y haciéndome eco de la voluntad nacional, declaro ilegales las pasadas elecciones y, quedando por tal motivo la república sin gobernantes legítimos, asumo provisionalmente la presidencia de la república, mientras el pueblo designa conforme a la ley sus gobernantes. Para lograr este objeto es preciso arrojar del poder a los audaces usurpadores que por todo título de legalidad ostentan un fraude escandaloso e inmoral. Con toda honradez, declaro que consideraría una debilidad de mi parte y una traición al pueblo que en mí ha depositado su confianza no ponerme al frente de mis conciudadanos, quienes ansiosamente me llaman, de todas partes del país, para obligar al general Díaz, por medio de las armas, a que respete la voluntad nacional. El gobierno actual, aunque tiene por origen la violencia y el fraude, desde el momento que ha sido tolerado por el pueblo, puede tener para las naciones extranjeras ciertos títulos de legalidad hasta el 30 del mes entrante en que expiran sus poderes, pero como es necesario que el nuevo gobierno dimanado del último fraude no pueda recibirse y del poder, o por los menos se encuentre con la mayor parte de la nación protestando con las armas en la mano, contra esa usurpación, he designando el domingo 20 del entrante noviembre para que, de las seis de la tarde en adelante, en todas las poblaciones de la república se levanten en armas bajo el siguiente PLAN 1o. Se declaran nulas las elecciones para presidente y vicepresidente de la república, magistrados a la Suprema Corte de la Nación y diputados y senadores, celebradas en junio y julio del corriente año. 2o. Se desconoce al actual gobierno del general Díaz, así como a todas las autoridades cuyo poder debe dimanar del voto popular porque, además de no haber sido electas por el pueblo, han perdido los pocos títulos que

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podían tener de legalidad, cometiendo y apoyando, con los elementos que el pueblo puso a su disposición para la defensa de sus intereses, el fraude electoral más escandaloso que registra la historia de México. 3o. Para evitar hasta donde sea posible los trastornos inherentes a todo movimiento revolucionario, se declaran vigentes, a reserva de reformar oportunamente por los medios constitucionales aquellas que requieran reformas, todas las leyes promulgadas por la actual administración y sus reglamentos respectivos, a excepción de aquellas que manifiestamente se hallen en pugna con los principios proclamados en este plan. Igualmente se exceptúan las leyes, fallos de tribunales y decretos que hayan sancionado las cuentas y manejos de fondos de todos los funcionarios de la administración porfirista en todos los ramos, pues tan pronto como la revolución triunfe, se iniciará la formación de comisiones de investigación para dictaminar acerca de las responsabilidades en que hayan podido incurrir los funcionarios de la federación, de los estados y de los municipios. En todo caso, serán respetados los compromisos contraídos por la administración porfirista con gobiernos y corporaciones extranjeras antes del 20 del entrante. Abusando de la ley de terrenos baldíos, numerosos pequeños propietarios, en su mayoría indígenas, han sido despojados de sus terrenos, por acuerdo de la Secretaría de Fomento o por fallos de los tribunales de la república. Siendo de toda justicia restituir a sus antiguos poseedores los terrenos de que se les despojó de un modo tan arbitrario, se declaran sujetas a revisión tales disposiciones y fallos y se exigirá a los que los adquirieron de un modo tan inmoral, o a sus herederos, que los restituyan a sus primitivos propietarios, a quienes pagarán también una indemnización por los perjuicios sufridos. Sólo en caso de que esos terrenos hayan pasado a tercera persona antes de la promulgación de este plan, los antiguos propietarios recibirán indemnización de aquellos en cuyo beneficio se verificó el despojo. 4o. Además de la Constitución y leyes vigentes, se declaran Ley Suprema de la República el principio de No Reelección de presidente y vicepresidente de la república, de los gobernadores de los estados y de los presidentes municipales, mientras se hagan las reformas constitucionales respectivas. 5o. Asumo el carácter de presidente provisional de los Estados Unidos Mexicanos con las facultades necesarias para hacer la guerra al gobierno usurpador del general Díaz. Tan pronto como la capital de la república y más de la mitad de los estados de la federación estén en poder de las fuerzas del pueblo, el presidente provisional convocará a elecciones generales extraordinarias para un mes después y entregará el poder al presidente que resulte electo, tan luego como sea conocido el resultado de la elección. 6o. El presidente provisional, antes de entregar el poder, dará cuenta al Congreso de la Unión del uso que haya hecho de las facultades que le confiere el presente plan. 7o. El 20 de noviembre, desde las seis de la tarde en adelante, todos los ciudadanos de la República tomarán las armas para arrojar del poder a las autoridades que actualmente gobiernan. Los pueblos que estén retirados de las vías de comunicación lo harán desde la víspera. 8o. Cuando las autoridades presenten resistencia armada, se les obligará por la fuerza de las armas a respetar la voluntad popular, pero en este caso las leyes de la guerra serán rigurosamente observadas, llamándose especialmente la atención sobre las prohibiciones relativas a no usar balas explosivas ni fusilar a los prisioneros. También se llama la atención respecto al deber de todo mexicano de respetar a los extranjeros en sus personas e intereses. 9o. Las autoridades que opongan resistencia a la realización de este plan

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serán reducidas a prisión para que se les juzgue por los tribunales de la república cuando la revolución haya terminado. Tan pronto como cada ciudadano del pueblo recobre su libertad, se reconocerá como autoridad legítima provisional al principal jefe de las armas, con facultad de delegar sus funciones en algún otro ciudadano caracterizado, quien será confirmado en su cargo o removido por el gobierno provisional. Una de las principales medidas del gobierno provisional será poner en libertad a todos los presos políticos. 10. El nombramiento de gobernador provisional de cada estado que haya sido ocupado por las fuerzas de la revolución será hecho por el presidente provisional. Este gobernador tendrá la estricta obligación de convocar a elecciones para gobernador constitucional del estado, tan pronto como sea posible, a juicio del presidente provisional. Se exceptúan de esta regla los estados que de dos años a esta parte han sostenido campañas democráticas para cambiar de gobierno, pues en estos se considerará como gobernador provisional al que fue candidato del pueblo siempre que se adhiera activamente a este plan. En caso de que el presidente provisional no haya hecho el nombramiento de gobernador, que este nombramiento no haya llegado a sus destino o bien que el agraciado no aceptara por cualquiera circunstancia, entonces el gobernador será designado por votación de todos los jefes de las armas que operan en el territorio del estado respectivo, a reserva de que su nombramiento sea ratificado por el presidente provisional tan pronto como sea posible. 11. Las nuevas autoridades dispondrán de todos los fondos que se encuentren en todas las oficinas públicas para los gastos ordinarios de la administración; para los gastos de la guerra, contratarán empréstitos voluntarios o forzosos, estos últimos sólo con ciudadanos o instituciones nacionales. De estos empréstitos, se llevará una cuenta escrupulosa y se otorgarán recibos de debida forma a los interesados a fin de que al triunfar la revolución se les restituya lo prestado. TRANSITORIOS A. Los jefes de las fuerzas voluntarias tomarán el grado que corresponda al número de fuerzas a su mando. En caso de operar fuerzas voluntarias y militares unidas, tendrá el mando de ellas el de mayor graduación, pero, en caso de que ambos jefes tengan el mismo grado, el mando será del jefe militar. Los jefes civiles disfrutarán de dicho nombramiento mientras dure la guerra y, una vez terminada, esos nombramientos, a solicitud de los interesados, se revisarán por la Secretaría de Guerra, que los ratificará en su grado o los rechazará, según sus méritos. B. Todos los jefes, tanto civiles como militares, harán guardar a sus tropas la más estricta disciplina, pues ellos serán responsables ante el gobierno provisional de los desmanes que cometan las fuerzas a su mando, salvo que justifiquen no haberles sido posible contener a sus soldados y haber impuesto a los culpables el castigo merecido. Las penas más severas serán aplicadas a quienes saqueen alguna población o que maten a prisioneros indefensos. C. Si las fuerzas y autoridades que sostienen al general Díaz fusilan a los prisioneros de guerra, no por eso y como represalia se hará los mismo con los de ellos que caigan en poder nuestro, pero en cambio serán fusilados, dentro de las 24 horas y después de un juicio sumario, las autoridades civiles y militares al servicio del general Díaz que una vez estallada la revolución hayan ordenado, dispuesto en cualquiera forma, trasmitido la orden o fusilado a alguno de nuestros soldados.

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De esa pena no se eximirán ni los más altos funcionarios, la única excepción será el general Díaz y sus ministros, a quienes en caso de ordenar dichos fusilamientos o permitirlos, se les aplicará la misma pena, pero después de haberlos juzgado por los tribunales de la república, cuando ya haya terminado la revolución. En caso de que el general Díaz disponga que sean respetadas las leyes de guerra, y que se trate con humanidad a los prisioneros que caigan en sus manos, tendrá la vida salva, pero de todos modos deberá responder ante los tribunales de cómo ha manejado los caudales de la Nación y de cómo ha cumplido con la ley. D. Como es requisito indispensable en las leyes de la guerra que las tropas beligerantes lleven algún uniforme o distintivo y como será difícil uniformar a las numerosas fuerzas del pueblo que van a tomar parte en la contienda, se adoptará como distintivo de todas las fuerzas libertadoras, ya sean voluntarias o militares, un listón tricolor, en el tocado o en el brazo. CONCIUDADANOS Si os convoco para que toméis las armas y derroquéis al gobierno del general Díaz, no es solamente por el atentado que cometió durante las últimas elecciones, sino para salvar a la Patria del porvenir sombrío que le espera continuando bajo su dictadura y bajo el gobierno de la nefasta oligarquía científica, que sin escrúpulo y a gran prisa están absorbiendo y dilapidando los recursos nacionales, y si permitimos que continúe en el poder, en un plazo muy breve habrán completado su obra: habrá llevado al pueblo a la ignominia y lo habrá envilecido; le habrán chupado todas sus riquezas y dejado en la más absoluta miseria; habrán causado la bancarrota de nuestra Patria, que débil, empobrecida y maniatada se encontrará inerme para defender sus fronteras, su honor y sus instituciones. Por lo que a mí respecta, tengo la conciencia tranquila y nadie podrá acusarme de promover la revolución por miras personales, pues está en la conciencia nacional que hice todo lo posible para llegar a un arreglo pacífico y estuve dispuesto hasta a renunciar mi candidatura siempre que el general Díaz hubiese permitido a la nación designar aunque fuese al vicepresidente de la república; pero, dominado por incomprensible orgullo y por inaudita soberbia, desoyó la voz de la Patria y prefirió precipitarla en una revolución antes de ceder un ápice, antes de devolver al pueblo un átomo de sus derechos, antes de cumplir, aunque fuese en las postrimerías de su vida, parte de las promesas que hizo en la Noria y Tuxtepec. Él mismo justificó la presente revolución cuando dijo: ‘Que ningún ciudadano se imponga y perpetúe en el ejercicio del poder y ésta será la última revolución.’ Si en el ánimo del general Díaz hubiesen pesado más los intereses de la Patria que los sórdidos intereses de él y de sus consejeros, hubiera evitado esta revolución, haciendo algunas concesiones al pueblo, pero ya que no lo hizo... ¡tanto mejor!, el cambio será más rápido y más radical, pues el pueblo mexicano, en vez de lamentarse como un cobarde, aceptará como un valiente el reto, ya que el general Díaz pretende apoyarse en la fuerza bruta para imponerle un yugo ignominioso, el pueblo recurrirá a esa misma fuerza para sacudirse ese yugo, para arrojar a ese hombre funesto del poder y para reconquistar su libertad. “Conciudadanos: No vaciléis pues un momento: tomad las armas, arrojad del poder a los usurpadores, recobrad vuestros derechos de hombres libres y recordad que nuestros antepasados nos legaron una herencia de gloria que no podemos mancillar. Sed como ellos fueron: invencibles en la guerra, magnánimos en la victoria.

SUFRAGIO EFECTIVO, NO REELECCIÓN San Luis Potosí, octubre 5 de 1910. Francisco I. Madero 51


HACER MEMORIA PARTE VIII

LA ROJERÍA DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LA IZQUIERDA SOCIALISTA MEXICANA

IMAGEN VIOLETA COVARRUBIAS ACOSTA

ÓSCAR DE PABLO HAMMEKEN

Al articularse unas con otras, las 186 biografías y 29 fichas de organizaciones incluidas en este trabajo buscan constituir una red narrativa consistente, contar entre todas una misma historia. Así pues, el criterio fundamental para la elección de los personajes reseñados fue su capacidad de aportar algún dato a esa narración coral. La historia que el lector puede reconstruir a partir de esta red de pequeñas biografías es la de un intento heroico, si bien fallido: dar a la clase obrera mexicana una personalidad política coherente, propia y contrapuesta a la política dominante. La historia del siglo XX es la historia de ese intento y toda nuestra realidad actual se desarrolla bajo su signo. Experimentar la realidad objetiva de la sociedad basta para deducir el evidente conflicto de intereses que media entre sus clases y para explicar las razones que animaron, y siguen animando, este intento. No es difícil descubrir el porqué de la rebelión. Lo difícil, lo que exige un trabajo analítico que rebasa la mera experiencia, es descubrir por qué, dado su carácter objetivamente urgente y necesario, esa rebelión no ha llegado, hasta ahora, hasta el final. Explicarlo requiere sumergirse en el esotérico mundo de lo subjetivo, con todos sus factores personales y hasta accidentales. Para decirlo con una fórmula, requiere salir del campo de la historiografía económica para entrar en el campo de la biografía política. No es otro el propósito de este trabajo. 52

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Laborde, Hernán (Seudónimos: Serrano, Rojas, el Otro, González, Graf ) Nació en Veracruz el 18 de noviembre de 1896, hijo de un ferrocarrilero. Trabajando como oficinista de la compañía de Ferrocarriles Nacionales, empezó su militancia sindical en 1922. Ingresó al PCM* en 1925, reclutado por los ferrocarrileros C. Rendón* y Enrique Torres*. Formó parte del grupo ferrocarrilero del PCM conocido como El Escuadrón de Hierro. En 1925, fue editor del periódico de la Alianza de Ferrocarrileros, Alianza. A principios de 1926, fue despedido de su puesto en las oficinas centrales de ferrocarriles por su agitación entre los trabajadores. En enero de 1927, el sindicato lo envió al sureste para incorporar a los sindicatos locales a la Confederación de Sociedades Ferrocarrileras. En febrero, cuando estalló la huelga general, fue enviado a hacer propaganda a favor de esta en el norte. El 26 de febrero, fue arrestado en Altamira, Tamaulipas, y conducido al cuartel de Santiago Tlatelolco (DF). Aquí se declaró en huelga de hambre la cual duró 14 días hasta que fue liberado. Ese año fue electo secretario del comité del partido en la Ciudad de México. Durante la huelga, editó el periódico de la Confederación de Sociedades Ferrocarrileras, El Baluarte, y fundó el Partido Ferrocarrilero (frente electoral del PCM), en el que desempeño el cargo de secretario general. Postulado por ese partido, en julio de 1928 fue electo diputado federal por Orizaba, Ver. El 26 de noviembre de ese año, mostró en la Cámara de Diputados una bandera estadounidense capturada en Nicaragua por las fuerzas de Sandino. En medio de una reacción anticomunista, fue desaforado el 27 de mayo de 1929, acusado de haber apoyado la rebelión escobarista. En julio de ese año, fue electo secretario general del PCM, en sustitución de R. Carrillo, puesto que conservaría hasta marzo de 1940. Estuvo casado con la cantante izquierdista C. Michel*. Desde diciembre de 1930 vivió en la clandestinidad. El primero de agosto de 1931, tras un mitin en el cine Mina, se salvó de ser baleado por la guardia presidencial gracias a la intervención de su escolta, Benjamín Jiménez, que fue asesinado a tiros. El primero de julio de 1934, fue candidato a presidente por el Bloque Obrero y Campesino y obtuvo seis mil votos. En julio de 1935, viajó a Moscú como delegado del PCM al VII Congreso de la IC*, junto con M. Á. Velasco*, J. Revueltas* y A. González*. Junto con ellos, redactó una carta al PCM para virar del izquierdismo del “tercer periodo” a los “frentes populares”. El 3 de marzo de 1936 fue postulado a una diputación por el DF por el Frente Electoral Popular, pero declinó su candidatura en junio de 1937 para mantener “la unidad del pueblo”. En mayo de 1938, viajó a Nueva York como para participar como delegado fraterno en la X Conferencia Nacional del PC estadounidense. En la primavera de 1939, estuvo en desacuerdo, junto con V. Campa* y R. Carrillo*, con la “acción directa” contra L. Trotsky*. En mayo, viajó nuevamente a Nueva York para consultar su posición con Earl Browder y participar en un pleno del partido estadounidense. En diciembre de 1939, una comisión de la IC a cargo del argentino Vittorio Codovilla lo acusó de haber conducido al partido con una política “sectario-oportunista”. Sin embargo, se le nombró parte de la “comisión depuradora”. El 27 de febrero de 1940 fue expulsado del PCM, junto con Campa. Días después, el Congreso Extraordinario de marzo ratificó su expulsión. Fue remplazado en la secretaría general por D. Encina*. En 1945, se unió a L. Chávez Orozco*, V. Campa y M. Á. Velasco para fundar el Círculo de Estudios y Acción José María Morelos, cuya revista Tricolor él dirigió. El 4 de julio de 1946, fundó junto con V. Campa

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y Velasco, la ASU*, donde fue parte de su comité directivo. Desde su fundación en 1948, perteneció al comité editorial de la revista Noviembre. En junio de 1950 participó en la fundación del POCM*, donde fungió como secretario de Educación. Murió de un paro cardiaco el 1 de mayo de 1955. Lafarga, Gastón (Nacido: Manuel Antonio Romero Zurita. Otros seudónimos: Fernando Romero, Villa)

Escritor y abogado. Nació en Villahermosa el 11 de febrero de 1896. En 1914, el gobierno huertista lo arrestó por rebelión en la Ciudad de México. En 1926, se trasladó a Cuba, donde dio clases en la Universidad Popular José Martí. En 1927 fue detenido durante una manifestación antimperialista y expulsado del país. De vuelta a México, se unió al PCM*, que lo asignó a la sección jurídica del Socorro Rojo Internacional. En enero de 1929, integró la dirección de la CSUM* como representante de la Defensa Proletaria. Ese año, fue el electo al Comité Central del partido. A finales de 1930, fue enviado a la URSS para estudiar en la Escuela Internacional Leninista. En 1932, fue electo al Buró Político del PCM. Ese año, dirigió –junto con V. Campa*–, la huelga metalúrgica de ASARCO en Monterrey. En 1933, fue electo secretario general de la Sección Mexicana del Socorro Rojo Internacional. Vivió en Barcelona durante la Guerra Civil Española. En 1943 fundó en Tabasco el semanario Nuevo Rumbo. List Arzubide, Germán Poeta. Nació en Puebla el 31 de mayo de 1898. Participó en la revolución como carrancista y en 1920 incluso formó parte del convoy en el que Carranza huía de las fuerzas obregonistas. En 1923, fundó junto con Manuel Maples Arce, Fermín Revueltas y Arqueles Vela, el movimiento artístico estridentista y se trasladó a Jalapa por invitación del gobernador Heriberto Jara. En 1924, fue aprendido por los alzados delahuertistas y estuvo cerca de ser fusilado. En 1927, se estableció en la Ciudad de México. En esa época, se aproximó al PCM*. En 1928, combatió en Nicaragua junto a A. C. Sandino, que lo nombró capitán y le encargó llevar al Congreso Mundial Antifascista de Francfort una bandera estadounidense capturada por la guerrilla. En esa época, dirigió El Libertador, órgano de la Liga Antiimperialista de las Américas auspiciada por la IC*. En 1930, visitó la URSS como invitado de honor de los sindicatos soviéticos. En 1933, estuvo entre los fundadores de la LEAR*. Ese mismo año, fundó, junto con José Mancisidor y F. Pomar*, la Sociedad de Amigos de la Unión Soviética. En 1936, estuvo entre los fundadores de la Universidad Obrera. Expulsado del PCM a principios de los años cuarenta, el 4 de julio de 1946 estuvo entre los fundadores de la ASU*, con V. Campa* y H. Laborde*, así como del POCM* cuatro años después. En 1960, regresó al PCM* junto con Campa, C. Uranga* y otros. En 1989, el gobierno nicaragüense lo nombró capitán honorario del ejército Popular Sandinista. Murió el 17 de octubre de 1998, habiendo sobrepasado los cien años de edad. Lombardo Toledano, Vicente Abogado, filósofo y líder sindical. Nació en Teziutlán, Puebla, el 16 de julio en 1894. Estudió leyes y se doctoró en filosofía. Desde 1916 fue uno de los llamados “siete sabios”. Representando a la Escuela Nacional de Jurisprudencia, en febrero de 1917 asistió a la proclamación de la Constitución. Ese año fue nombrado secretario

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de la Universidad Popular. En 1920, fundó la Liga de Maestros del DF y se integró al ala de la CROM y al Partido Laborista de Morones; al año siguiente, participó como delgado en la III Conferencia Nacional de la CROM. En 1923, se integró al Comité Central de la CROM. A finales de ese año, fue gobernador interino de Puebla, puesto que tuvo que abandonar por la rebelión delahuertista. En 1924, fue regidor del ayuntamiento de la Ciudad de México y en el verano fue electo diputado. Representó a la CROM en la Conferencia Internacional del Trabajo reunida en Ginebra. En 1926, fue electo diputado por segunda vez. En enero de 1927 fundó la Federación de Maestros de la República Mexicana y fungió como secretario general. A finales de los años veinte, fue oficial mayor de la Secretaría de Industria, Comercio y Trabajo, bajo la dirección de Morones. En 1932, rompió con la CROM para fundar, el año siguiente, la Confederación General de Obreros y Campesinos de México. En 1933, fundó la revista Futuro. Defendió el proyecto de la educación socialista, por lo que fue expulsado de su puesto en la UNAM. Entonces fundó la Universidad Gabino Barreda. En 1934, fue director de la Escuela Preparatoria Nacional “Gabino Barreda”. Ese mismo año, se alió con cinco jóvenes líderes expulsados de la CROM (los “cinco lobitos”). Hasta ese punto, mantuvo siempre una actitud hostil respecto al comunismo. En julio de 1935, visitó la URSS* para participar en el VII Congreso de la IC como delegado de la CGOCM* y se volvió portavoz de la dirección estalinista soviética. A su regreso a México, en otoño fundó el Comité de Defensa Proletaria para apoyar a Cárdenas contra Calles. El 8 de febrero de 1936 impulsó el cambio de nombre de la Universidad Gabino Barreda por Universidad Obrera. Dos semanas después, presidió la fundación de la CTM* como central obrera de izquierda. El 30 de marzo de ese año, se salvó de morir en un atentado dinamitero contra su casa. Impuso a Fidel Velásquez como secretario de Organización de la CTM e impulsó a esta central para que se fusionara con el PRM*, de Cárdenas. Fue uno de los hombres más influyentes del país durante el cardenismo. Durante la estancia de L. Trotsky* en México (1937-1940) fue su más poderoso enemigo. En 1938 fundó el diario El Popular y la Confederación de Trabajadores de América Latina, que dirigió hasta su disolución en 1963. En 1940, fue sustituido al frente de la CTM por Fidel Velásquez y quedó encargado de su periódico, El Popular. En 1945 fue electo vicepresidente de la recién fundada Federación Sindical Mundial, de orientación prosoviética, puesto que conservó hasta su muerte. En 1947, convocó a una Mesa Redonda Marxista, en la que participó representando al grupo marxista de la Universidad Obrera. En 1948, fue expulsado de la CTM. En junio de ese mismo año, dirigió la fundación del PP* y se constituyó en su principal dirigente en adelante. En octubre de 1949, participó en el Congreso Mundial de Partidarios de la Paz, celebrado en París. En 1952, fue candidato a presidente por el PP. En 1960 cambió el nombre de su partido por el de PPS. En 1964 fue electo diputado federal por tercera vez. En 1968 condenó el movimiento estudiantil y celebró su represión. Murió el 16 de noviembre de ese año. López Moreno, Jacinto Zapatero. Nació en Banámichi, Sonora, en 1906. Siendo secretario general de la Federación de Trabajadores del Sur de Sonora, en 1934 participó en la campaña electoral de Lázaro Cárdenas. En

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1937, fue electo secretario general de la Federación Sonorense de Trabajadores, afiliada a la CTM*, puesto que conservó hasta 1941. En 1940, fue electo diputado federal por el PRM*. Formando parte del Comité Ejecutivo Nacional de la CTM, en 1947 fue expulsado de ella junto con toda la federación sonorense. En junio de 1948 participó en la fundación de PP* de V. Lombardo y fue candidato a la gubernatura de Sonora. El 21 de mayo de 1949 estuvo entre los fundadores de la UGOCM*, organización que dirigió por los siguientes decenios. Desde 1955, dirigió un movimiento de tomas de tierras en el sur de Sonora y Sinaloa que culminó en 1958. Ese año fue arrestado en Cananea y trasladado a la cárcel de Hermosillo, donde estuvo seis meses. En 1961, formó parte del MLN*, a cuyo frente estaba Lázaro Cárdenas. En 1963, fue electo diputado. Murió el 3 de mayo de 1971. Lumbreras Narváez, Alberto (Seudónimo: Pichardo) Ferrocarrilero. Nació en San Luis Potosí hacia 1910. Militando en la JC*, en febrero de 1931 fue aprehendido e inició una huelga de hambre que duró cinco días, hasta que fue liberado. Al día siguiente fue aprehendido nuevamente, por lo que reinició la huelga que duró otros seis días, cuando fue liberado definitivamente. Ese año, se trasladó a la URSS para estudiar en la Escuela Internacional Leninista de Moscú*. De vuelta a México, en 1937 estuvo entre los dirigentes de las Juventudes Comunistas Unificadas de México. En el Congreso Extraordinario de marzo de 1940, fue electo al Comité Central del PCM*. En agosto de 1942, junto con Gustavo Tovar, denunció a la tendencia de Ramírez y Ramírez y Á. Olivo Solís como una “facción antipartido”. Sin embargo, fueron Lumbreras y Tovar quienes resultaron expulsados. Entonces, se mudó a Tampico, sin romper relaciones con el partido. En mayo de 1944, durante el IX Congreso del PCM, fue readmitido. En 1945, representó al PCM en la Conferencia Pedagógica del sindicato magisterial, donde defendió la eliminación de la educación socialista (lo que luego reconocería como un error). En 1946, fue candidato a diputado por San Luis Potosí. En enero de 1947, participó en la Mesa Redonda Marxista como delegado suplente por el PCM. En febrero de 1948, intentó defender de la expulsión a C. Sánchez Cárdenas*, M. Aroche Parra* y A. Martínez Camberos*. Él mismo fue expulsado junto con ellos durante el pleno extraordinario del CC del 4 de marzo. El 31 de marzo de 1948, estuvo entre los fundadores del MRPCM*, del que fue nombrado presidente. En julio de 1950, participó en la fundación del POCM*, que lo eligió como su secretario general. En 1958, participó en el movimiento vallejista y en 1959 fue arrestado junto con otros muchos militantes y encarcelado en Lecumberri. Estando preso, formó parte del ala del POCM que en 1960 no regresó al PCM y que en 1964 se integró al PPS*. En 1965, fue trasferido a la cárcel de Santa Marta Acatitla. Fue liberado en 1967. En julio de 1968, se entrevistó con el presidente Díaz Ordaz, de quien consiguió la promesa de concederle el confinamiento a D. Vallejo*, que se encontraba en huelga de hambre. Junto con Sánchez Cárdenas, M. Á. Velasco* y Aroche Parra, en 1971 rompió con el PPS y, tras un paso por el Comité de Auscultación de H. Castillo, al año siguiente estuvo entre los fundadores del MAUS*. En 1981, estuvo entre los fundadores del PSUM*, siendo electo diputado federal por ese partido. En 1988 se sumó al FDN/PRD*.

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REFLEXIONES

MARX, EL DINERO Y LA CRÍTICA

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JOSÉ GUADALUPE GANDARILLA SALGADO

“Nadie vive porque quiere. Pero, después de que se vive, hay que querer seguir viviendo”. Ernst Bloch (1980: 4).

Shlomo Avineri piensa que la crítica a la filosofía política hegeliana que se llevó a cabo en 1842-1843 “constituye el más sistemático de los textos de Marx sobre teoría política” (Avineri, 1983: 75); lo que es más: encuentra ahí elementos para sostener que si fuera posible reconstruir el llamado “Libro sobre el Estado” (cuarto según el ordenamiento en seis libros de la obra definitiva de Marx), éste tendría que encontrar ahí su punto de partida. Esta opinión no es tan distinta en Maximilien Rubel (1980). Sin embargo, es susceptible de atender la observación del filósofo español Felipe Martínez Marzoa en el sentido de que aquella sería la estereotípica y más conocida crítica de “lo político”, pero que es posible encontrar “cierta crítica [...] que resulta [...] de la versión última y madura –no concluida– del proyecto de El capital, [crítica] mucho más esclarecedora” (Martínez, 2008: 10). Esta discursividad crítica de “lo político” que a Martínez Marzoa interesa puede ser rastreada en la primera (la de los Grundrisse de 1857-1858) y en la última redacción de El capital (la de 1867-1873). Trataremos, entonces, de discernir lo que está en juego en el “Capítulo del Dinero” de la primera obra y dejaremos para otra ocasión la que se desprende de las primeras dos secciones de El Capital.

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P

ara Hegel, la satisfacción de las necesidades de la unidad básica familiar queda en un terreno situado por fuera de la política y la economía comprometiendo, en todo caso, a una esfera abstracta del “deber ser”, de una hipotética formulación de buenos deseos: “que todos los hombres deben tener lo necesario para sus necesidades es, en parte deseo moral y, expresado con esa indeterminación, bien intencionado; pero [...] lo necesario [...] pertenece a otra esfera: la Sociedad Civil” (Hegel, 1985: 71). Lo necesario, entonces, es oferta, es disposición, no es algo normativo, que obligue. Para Marx, en cambio “la finalidad de la economía política es, evidentemente, la infelicidad de la sociedad” (Marx, 1984: 56) y las necesidades son determinación material. Mejor no lo podía haber sintetizado que del siguiente modo: “Para cultivarse espiritualmente con mayor libertad, un pueblo necesita estar exento de la esclavitud de sus propias necesidades corporales, no ser ya siervo del cuerpo. Se necesita, pues, que ante todo le quede tiempo para poder crear y gozar espiritualmente” (Marx, 1984: 61). Este asunto se verá más clarificado aún en su obra ya madura: “Al principio el efecto es más material. Se amplía el círculo de las necesidades; el objetivo es la satisfacción de las nuevas necesidades” (Marx, 1989: 195). Pareciera que Marx habla desde sus juveniles y universitarias preocupaciones a propósito de la filosofía de Epicuro, en aquello que éste llegó a expresar: “La necesidad es un mal, pero no hay ninguna necesidad de someterse a la necesidad” (citado en Domenech, 1989: 9). El vector que pareciera estar orientando las apreciaciones políticas del filósofo de Treveris es el de un principio, el de la vida humana, entendida como esquivamiento y satisfacción de la necesidad, y el de la libertad, como posibilidad de actuación ante la contingencia. Hay que vivir la libertad y no sólo pensarla y ésta no se da en un acto de conciencia solamente, sino en la procuración de la corporalidad: para crear hay que poder vivir. Es bien sabido que la vida de Marx estuvo constantemente asediada por las dificultades económicas, por un conjunto de carencias de orden material y por situaciones de ingente necesidad. Puede decirse incluso que éstas comenzaron de modo muy temprano cuando era un estudiante universitario y luego quizá se hayan agudizado. Sin embargo, ello no justifica para sacar por consecuencia, como hace Jacques Attali en su muy reciente biografía de Marx, que en ocasión de la recepción de una comunicación de su padre con fecha del 10 de febrero de 1838 (Marx para ese entonces está por cumplir los 20 años), el contenido de esa carta “va a orientar toda la vida de Karl”, pues justo en ella, en palabras de Attali, el padre de Marx “se inquieta primero de la relación de Marx con el dinero” (Attali, 2007: 43) y reprocha a su hijo su “silencio aristocrático sobre la mezquina cuestión del dinero cuyo valor, para el padre de familia, es grande, aunque tú no pareces reconocerlo. Me siento [...] resentido conmigo mismo por haberte dejado demasiado libre sobre este asunto” (Attali, 2007: 46). Las razones para ocuparse de la crítica al dinero por parte de Marx, desde sus tempranos escritos hasta los últimos, son, a diferencia de lo que se colige de lo sostenido por Attali, sin embargo, menos freudianas, menos psicoanalíticas (de un trauma irresuelto o de un conflicto con el padre, edípicas para decirlo en una palabra) y están más arraigadas en la materialidad de su

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perspectiva de análisis, pues ahí no se enfrenta al individuo Marx con el dinero, sino a la comunidad en su conjunto. Ésta aparece confrontada por tal artificio económico. En el análisis y crítica del dinero, se juega una disputa de poder y la formulación de una clara argumentación política al respecto. Por ello, los referentes de Marx a este propósito serán desde la filosofía, la arqueología, la mineralogía, la mitología, el teatro, la literatura, etc. Los Elementos fundamentales para la crítica de la economía política de 1857-1858, también conocidos como Grundrisse, son un conjunto de siete cuadernos (que dividen el texto en sólo dos capítulos, el correspondiente al dinero y el del capital) precedidos por una “Introducción”. Son cuadernos de trabajo que Marx pudo escribir de un tirón en tan sólo diez meses, presionado por la necesidad de pronunciarse ante el “diluvio” de la crisis capitalista que era vista como inminente y estallaba por igual en Estados Unidos que en la Europa de esa época y exigía del gran estratega teórico extraer conclusiones políticas que orientaran dicha práctica. Estos escritos son una muestra del modo de trabajo de Marx y una exposición de su laboratorio de investigación. El entusiasmo que le infunde ver lo que a sus ojos se presenta como una crisis de grandes dimensiones lo llevan al punto de hacerle abrigar esperanzas de, por fin, terminar y publicar la Crítica de la Economía y hasta de buscar un editor para la misma, lo que conllevaba el significado adicional de hacerse de medios económicos, ya de suyo escasos para ese entonces. Estos manuscritos, sin embargo, no fueron publicados sino hasta 1939, en que pasaron sin pena ni gloria por el estallido de la Segunda Guerra Mundial; después fueron reeditados en alemán en 1953 y hasta entrados los años sesenta se dispone del primer comentario puntual por Roman Rosdolski (1968). Posteriormente, ya desde los setenta han aparecido comentarios por Vitali Vigodski (1974), Antonio Negri (1978) y Enrique Dussel (1985), entre otros. La parte introductoria de esta obra es muy importante, pues ahí queda expuesto el proceder metodológico de Marx. Ahí se ocupa de explicitar la lógica del silogismo de la totalidad, con lo que queda desplegado lo que, metodológicamente, sólo había sido insinuado en la crítica a la filosofía hegeliana de 1843, con estas palabras: “Se trata de describir la sorda presión mutua de todas las esferas sociales” (Marx, 1987: 493). En efecto, en la Introducción general a la crítica de la economía política, de 1857, se formula la idea del silogismo de la totalidad, como un conjunto de esferas de la socialidad humana (producción, consumo, distribución y cambio), que actúan o funcionan en un despliegue de codeterminación mutua, esto es, en donde las esferas sociales son determinaciones determinadas ellas mismas determinantes. El Marx de los Grundrisse está pensando en una totalidad compleja y relacional de cada una de las esferas con las otras tres esferas restantes y ve en ello la posibilidad de recuperar el despliegue desde lo universal a lo singular (“la producción es el término universal, la distribución y el cambio son el término particular y el consumo es el término singular con el cual el todo se completa” [Marx, 1989: 9]) de lo general a lo individual: con ello, lo que Marx está eludiendo es un pensar/hacer que sea reductivo y está pronunciándose por uno que tenga de base a la “totalidad concreta” (Marx, 1989: 22), que no sea entonces

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uno que se concentre en la parte, sino que ésta refiera al todo, pero que el todo no sea el de un universalismo abstracto, sino el de lo concreto como síntesis de múltiples determinaciones. Marx no está diciendo que debe prescindirse de la abstracción; lo que está proponiendo es obrar desde “abstracciones con sentido”. Su método es el de la abstracción determinada; así, por ejemplo, cuando se habla de la “producción en general” se trata de apropiar de esos elementos que significan “lo común” a las diversas formaciones sociales, elementos desde los que se puede discernir lo esencial. Por otro lado, el énfasis está puesto en no des-historizar el análisis de lo social, esto es, no naturalizar y eternizar un modo específico de llevar a cabo la producción, como es el caso del capitalismo, que se le hace pasar como el único modo posible de producir. Con ello, está aportándose una disposición crítica del discurso, pues éste no reduce lo posible a lo dado o existente, sino que lo enmarca en las coordenadas que lo hacen posible. De igual modo, otro distanciamiento muy importante que es señalado al inicio de la “Introducción” tiene que ver con el sesgo inadecuado y el error de reducir el problema de la individualidad al modo en que opera bajo el capitalismo, esto es, al modo del individuo aislado de la relación mercantil y civil (desde su conciencia inmediata y fetichizada). Con ello, Marx está siendo consecuente en su énfasis por recuperar al “hombre real” (como le nombra en su crítica a la política de 1843), esto es, partir de considerar que “el hombre es el mundo de los hombres” (Marx, 1987: 491). Para los motivos de estas páginas, es especialmente importante hacer referencia al propósito de Marx de poner en relieve las relaciones y correlaciones que ocurren entre las esferas sociales (producción, consumo, distribución y cambio), en una estrategia metodológica que trata de recuperar cómo éstas actúan como conjuntos condicionales, son condiciones condicionadas ellas mismas condicionantes, en el paradigma relacional muy alejado de aquel en que se recuperan los fenómenos sociales para encontrar en ellos sus causas o condiciones determinantes. En el proceder de Marx se va más allá de ese determinismo sin sucumbir a la in-determinación. Pareciera que todas las esferas cuentan por igual; sin embargo, en la ontología de Marx se concede un margen de prioridad a la esfera de la producción, que no es ni la esfera de la economía, en la “ontología del ser social”, como la piensa Lukács (2007), ni la más reductiva aun del trabajo, como la piensa Habermas en su teoría de la acción comunicativa (Krahl, 1979).

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El problema de la mutua determinación queda expuesto de mejor modo en el espacio relacional en que se juega la satisfacción de las necesidades humanas, esto es, en el conjunto relacional que conecta a la producción y al consumo (aquél que Marx explicita de modo más puntual), en el marco de la conexión del sistema de las capacidades con el sistema de las necesidades. Ahí la mutua determinación opera en un vaivén que, sin embargo, se discierne en tres tipos de identidad de las esferas en relación: la inmediata (producción es consumo, consumo es producción, “determinación es negación”, llega a decir Marx con Spinoza), la mediata (la una es medio de la otra y es mediada por ella) y la absoluta (el consumo es un momento de la producción, pues ésta es punto de partida y momento predominante). Es desde este planteamiento metodológico tan novedoso como emprende la crítica a la teoría del dinero del proudhoniano Alfred Darimon, crítica que comienza por ser una crítica a dicha práctica política, pero además de ello se logra también, por esa vía, superar la teoría de David Ricardo sobre la determinación del valor por el trabajo incorporado. El problema de la crisis, el de su fenomenología, se convierte en motor de análisis; es ahí en donde se inscribe el lugar que los proudhonianos conceden al dinero; ven, en tal dispositivo el rol protagónico y, en su supresión o sustitución, la solución al problema, como el regreso a una circulación pura, a un intercambio transparente. En parte, su crítica se orienta a señalar que ahí no se encuentra la cuestión fundamental de lo político, sino en el modo en que el dinero, en su inmediatez, se autonomiza y abre el panorama para el desarrollo pleno del capital. El primer distanciamiento con esta posición es indudablemente un distanciamiento político y desde ahí leeremos la teoría del dinero que Marx ofrece, desde una aproximación política al problema del dinero, a lo que el dinero llega a significar y de lo que es síntoma. Tiene razón Negri cuando quiere derivar del comienzo no casual de los Grundrisse por el Capítulo del Dinero (figurando éste con la nomenclatura de Capítulo Segundo) el pasaje “de la crítica del dinero a la crítica del poder” (Negri, 2001: 55). Sin embargo, desde la lectura que intentamos esbozar sostendremos que esta crítica al poder del dinero-capital contempla los planos que el antihegelianismo de Negri no desea explicitar, esto es, los ángulos de una crítica que ilustra la dominación de la socialidad por la forma valor (enfocada, en este caso, desde el modo en que tal nivel esencial, el del valor, se expresa en su modo de inmediata apariencia, esto es, como dinero) en su dimensión inmediata, mediata y absoluta.

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El alegato de Marx comienza por discernir qué tan verdadero es el “socialismo verdadero” de los proudhonianos y el criterio de verdad de la proposición o del enunciado, según lo hemos señalado al inicio de estas notas, es el de la vida humana. Es así como el esgrimir una “otra política” a una política inadecuada, también por ser ineficaz, se coteja por la capacidad que tenga de oponer a la lógica de la totalidad sistémica, del orden vigente, el criterio de la producción y reproducción de la vida material. La apertura de los Grundrisse registra, en palabras de Rosdolski, “una aniquiladora polémica contra el proudhonista Darimon y contra la así denominada teoría del bono-horario” (Rosdolski, 1986: 34). Tan es así que este autor refiere dos comunicaciones del propio Marx, la primera dirigida a Weydemeyer y la otra a Engels, que no hacen sino confirmar que ése es el propósito. Dice Marx en la primera: “Se destroza al mismo tiempo en sus fundamentos al socialismo proudhoniano[...] que pretende dejar subsistir la producción privada pero organizar el intercambio de los productos privados, que quiere la mercancía pero no quiere el dinero”. Es así como Marx evidencia que el socialismo, ciertamente anarquista, de Proudhon se distancia del dinero, pero sigue declarándole su filiación, su amor, a la mercancía. En la segunda comunicación, reitera que, en esta parte de los Grundrisse (desarrollada en la Contribución a la crítica de la economía política, de 1859, y de la cual está demandando a Engels un comentario), “se aniquila al proudhonismo de raíz” y “ya en su forma más sencilla, la de la mercancía, se analiza el carácter específicamente social y en modo alguno absoluto, de la producción burguesa” (Citados en Rosdolki, 1986: 35). Con esto, se atiende a subrayar políticamente la historicidad del hecho capitalista. Póngase atención a dos cuestiones: en primer lugar, se dice, “social” al modo de opuesto a comunitario, lo social de “sociedad civil” es inmanente al capitalismo y no esencialmente distinta a él, como sería una interconexión de los productores conscientemente producida, y, en segundo lugar, se ubica a la mercancía como la “forma más sencilla” y no como lo ve Negri, para quien el pasaje de la forma-dinero a la forma-mercancía ya presente en la Contribución del 59 y consagrado en El capital, “añade únicamente abstracción y confusión” (Negri, 2001: 53). Recordemos que el texto del autor italiano compila el conjunto de lecciones impartidas en la academia francesa bajo el auspicio del grupo de Althusser, que para ese entonces aún no ha caído en desgracia y con él está suscribiéndose lo que el filósofo francés viene promoviendo al modo de “lectura previa de El capital”, esto es, la indicación de comenzar la lectura de dicha obra saltándose el tedioso y hegeliano pasaje de la teoría del valor. Interesa a Negri señalar que en el dinero queda explicitado el antagonismo sin necesidad de acudir a la mediación de la forma-mercancía; en el caso del filósofo italiano “el dinero tiene una sola cara, la del patrón” (Negri, 2001: 37). Lo que con ello se expresa es el optar, por parte de Negri, por el método de la inmanencia absoluta pues, en su enfoque, el dinero “contiene todos los dinamismos y las contradicciones del valor, desde el punto de vista tanto formal como sustancial, sin poseer la abstracción vacía del discurso del valor” (Negri, 2001: 54). Como intentamos argumentar en lo que sigue, la cuestión exige ser esclarecida en otras dimensiones de su complejidad.

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En efecto, hay un compromiso político en la exposición y crítica del dinero. Marx se ocupa de entrada por señalar en éste a “la inmediatez de la riqueza”, es decir, el dinero aparece como la constitución material inmediata de la riqueza; sin embargo, en su supresión no está garantizada la disolución del orden social capitalista. Tampoco por la vía del control de la institución que lo resguarda y lo administra. En palabras de Marx, “el banco no controla la masa de los medios de circulación” (Marx, 1989: 42). La ilusión de Darimon es que el monopolio del banco permite el control del crédito y que el bono-horario permite una transparente remuneración y equivalencia de los valores (eludiendo así, la severidad de la crisis). En efecto, el banco es una institución y como ente mediador es expresión del despliegue del Estado moderno. Aquí pareciera que Marx está apuntando a la insuficiencia de pretender la transformación social sobre la base exclusiva de la modificación de las instituciones estatales, preocupado por mostrar la limitación del modo keynesiano del Estado, por decirlo en terminología más contemporánea. Para Marx, es muy importante destacar la incomprensión política y utópica que cree posible revolucionar las relaciones de producción sólo modificando las condiciones de la circulación, pero manteniendo las condiciones de la producción; lo que ello muestra es la incomprensión de la conexión interna, del silogismo de la totalidad, además de promover con ello, por tal incomprensión, una política timorata que busca “evitar... el carácter violento de las transformaciones” y hacer de éstas “un resultado gradual de la transformación de la circulación” (Marx, 1989: 45). El asunto del dinero, por otra parte, no se refiere solamente a la deducción de la teoría del dinero desde la teoría del valor (Vigodski, s/f ) ni a una posible insuficiencia de teorización del valor en los Grundrisse, a tal punto que son asimilados en el proyecto de escritura de El Capital (Rosdolski, 1986); a mi juicio hay aquí, por parte de Marx, una incursión en términos de razón práctica, en términos de práctica política, en términos de ética política. La categoría dinero expresa una relación de producción, porque las categorías económicas son expresión de magnitudes sociales, de correlaciones de fuerzas. La teoría del dinero es una deducción necesaria del modo en que Marx va pensando su teoría del valor y, en esa medida, el dinero es necesario pues es el dispositivo que puede aspirar (bajo el capitalismo) a reconstruir el vínculo o nexo social. Por ello es que afirma: “La existencia del dinero presupone la reificación del nexo social” (Marx, 1989: 88). Es la expresión de la ruptura del nexo social; el dinero es constitución material de la riqueza, inmediatez de la riqueza y expresión de la ruptura del nexo social y, en ese sentido, también promesa de la recuperación de sociabilidad. El que tiene dinero puede relacionarse con los otros; puede potencialmente aspirar al reconocimiento general, pues dispone del símbolo que representa la relación social. El dinero, en ese sentido, aparece políticamente cargado, pues es una expresión de poder; en él se registra el dislocamiento del nexo social (pues significa el desdoblamiento de la mercancía en mercancía y dinero), su reificación y la promesa de recuperación de la sociabilidad. Es, pues, símbolo universal de la riqueza (por ello, identidad con la riqueza, promesa de sociabilidad, y no identidad con la misma,

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interés privado que niega al otro interés privado, negación de la negación quiere decir aquí no superación del desorden, sino negación recíproca. Por ello, la alternativa de Marx tiene que ser otra, la misma que viene promoviendo desde 1844, comunismo es “producción consciente de las relaciones de producción”. Para Marx, “la conexión de los individuos recíprocamente indiferentes” (Marx, 1989: 86) se va constituyendo en el elemento funcional que corona al liberalismo como la geocultura del capitalismo y ello es así porque en efecto “el interés propio es ya un interés socialmente determinado... Se trata del interés de los particulares, pero su contenido... forma y... medios de su realización están dados por las condiciones sociales” (Marx, 1989: 84). Aquí “condiciones sociales” quiere decir totalidad, de tal modo que, habiendo una imposibilidad de clase, material, para superar “tales relaciones y condiciones sin suprimirlas” (Marx, 1989: 84), se impone la alternativa funcional, una especie de seguidilla a la corriente, una elusión de la angustia que provocaría una verdadera y genuina libertad. Por lo siguiente que apunta Marx es por lo que el liberalismo aparece como altamente eficaz para el capitalismo: “El individuo [...] puede superar y subordinar a él las relaciones externas [...] su libertad parece ser mayor” (Marx, 1989: 91, el subrayado es de Marx). El capitalismo se revela, pues, como una ficción, como un simulacro, como si dijéramos, desde una jerga situacionista, como un eficaz creador de espectáculos. Nos encontramos de lleno aquí en el tema del desdoblamiento de la cosa-mercancía en mercancía y dinero, y la peculiaridad de este último es que, con él, “la relación del valor recibe [...] una existencia material y particularizada” (Marx, 1989: 65). En esta parte, Marx se permite un juego dialéctico al decir que producto como valor es distinto que valor como producto. En efecto, las mercancías se transforman en signos del valor, al hacer abstracción de su materia y de sus cualidades; en efecto, esta metamorfosis puede operar sólo mental o idealmente, pero para operar de modo social y práctico, dice Marx, hace falta “una mediación real [...] para poner en acto esa abstracción” (Marx, 1989: 67), tal mediador real es el mercado. Así, “el nexo (social) [...] es un producto de los individuos. Es un producto histórico”, pero bajo el capitalismo es un nexo reificado, secuestrado al control consciente de la verdadera individualidad, que existe de modo ajeno y autónomo a éstos. Para Marx, los individuos plenamente considerados “aún están en vías de crear las condiciones de su vida social” (Marx, 1989: 89); para ello, tendrán que someter sus relaciones de producción “a su propio control colectivo” (Marx, 1989: 89). Producir conscientemente el nexo social equivale a libre individualidad, equivale ahí sí a “negar la negación” recíproca. En el argumento de Marx, la producción social pesa sobre los individuos como una fatalidad, pues “no está subordinada [...] y controlada por ellos como un patrimonio común” (Marx, 1989: 86). En su lugar, en el marco de la totalidad del orden vigente “la totalidad del proceso se IMAGEN VIOLETA COVARRUBIAS ACOSTA

expresión de la ruptura del nexo social) y desde él se aprecia la progresión dialéctica de las categorías, la dialéctica de las formas de aparición de la contradicción, de esa contradicción apenas entredicha en la filosofía política anterior a Marx, entre el interés privado y el interés general. Kant ve en la síntesis social lo que permite superar la insociable sociabilidad. Hegel ve en la astucia de la razón el procedimiento por el que se consuma la eticidad en el Estado. Marx ve, en cambio, en el poder del dinero el nexo social, pero con el añadido de que en dicha tensión se juega “la vida de los productores”. Donde Kant y Hegel dicen “sociedad civil”, Marx dice “choque de los individuos recíprocamente indiferentes”, con lo cual la expresión no es casual; indiferentes no es lo mismo que independientes. Ser verdaderamente independientes quizá esté queriéndonos decir otra cosa. Bajo el capitalismo, el individuo lleva su poder social, su nexo con la sociedad, en el bolsillo; el dinero es poder sobre la actividad de los otros. El que posee dinero, ahí sí el dinero-patrón como dice Negri, tiene la capacidad de entablar una relación muy peculiar con aquellos carentes de tal poder de disposición sobre las cosas. El trabajo, cuyo portador aparece como carente de dinero, carente de poder de mando sobre los otros (lo cual no tendría por qué significar un elemento descalificador, pues apuntaría a una cierta reciprocidad), es dominado por la forma-valor, por la lógica de la cosa, por el sujeto-dinero, por el seudosujeto que es el capital. Marx da así con el meollo del asunto y no puede expresarlo de mejor modo cuando escribe: “Los economistas podríamos agregar, liberales [...] expresan este hecho del modo siguiente: cada uno persigue su interés privado y sólo su interés privado y de ese modo, sin saberlo, sirve al interés privado de todos, al interés general”. Después Marx, en esas mismas líneas críticas, subraya: “Lo válido de esta afirmación no está en el hecho de que persiguiendo cada uno su interés privado se alcanza la totalidad de los intereses privados, es decir, el interés general. De esta frase abstracta, se podría mejor deducir que cada uno obstaculiza recíprocamente la realización del interés del otro, de modo tal que, en vez de una afirmación general [y aquí se cita a Hobbes], “en la guerra de todos contra todos” resulta más bien una negación general” (Marx, 1989: 83-84). Marx está en tema y sugiere un modo muy distinto de encarar el problema en relación con la filosofía política anterior; a lo que apunta es al “establecimiento de un orden por el desorden”. En términos de la futura temática de la forma-valor, aquí apenas en germen, sería el asunto de la nivelación del valor de mercado “con el valor real a través de sus oscilaciones constantes” y, como para que quede más claro el modo en que Marx lo encara, a diferencia de los filósofos anteriores lo subraya parafraseando a Hegel: tal orden no puede resultar “mediante una identidad abstracta (la del interés privado y el interés general), sino mediante una constante negación de la negación” (Marx, 1989: 62), esto es, el

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presenta como un nexo objetivo que nace naturalmente, que es ciertamente el resultado de la interacción recíproca de los individuos conscientes, pero no está presente en su conciencia ni, como totalidad, es subsumido en ella. Su misma colisión recíproca produce un poder social ajeno situado por encima de ellos; su acción es recíproca como un proceso y una fuerza independientes de ellos”. A este nivel, como primera totalidad, dice Marx, “la circulación es buena para poner a la vista este problema” (Marx, 1989: 131). Los individuos bajo el capitalismo no pueden alcanzar la libre individualidad porque sufren y son afectados por la dominación, en su inmediatez, del dinero-patrón, del “sujeto-dinero”, llega a decir Marx (1982: 96). Pero ahí no termina la problemática política ni la ética política que Marx pretende anteponer a esta legalidad del orden y de la totalidad vigente. Hace falta que, por vía de entrada de la mediación, arraigue el fetichismo; encuentre y consume su base social y material. Dice Marx: “Los individuos son ahora dominados por abstracciones” (Marx, 1989: 92). Cuando Marx habla de las abstracciones, de las relaciones, de las mediaciones o de las instituciones, señala que para que éstas alcancen fijeza o arraiguen socialmente “deberán ser pensadas diferenciándolas de los sujetos que ellas producen” (Marx, 1989: 68), ellas mismas autonomizándose también, como lo hace el sujeto-dinero, “este símbolo, este signo material del valor de cambio, es un producto del cambio mismo y no la puesta en obra de una idea a priori” (Marx, 1989: 69). En ello debe, entonces, consistir la base social del fetichismo, en el modo en que bajo la simbólica cualidad social del dinero “los individuos han enajenado, bajo la forma de objeto, su propia relación social” (Marx, 1989: 88). Lo anterior deriva de que “una relación entre los hombres”, su socialidad, se exprese como “relación entre cosas”, esto es, que la socialidad se cosifique y la cosificación se socialice, se disperse y extienda socialmente, mundialmente. Marx está ya alerta y advierte las consecuencias sociales de la absoluta mercantilización de la vida. A lo largo de este proceso, dice Marx, “crece el poder del dinero... la relación de cambio se fija como un poder externo a los productores e independiente de ellos”. El sujeto-dinero se ha externalizado, se ha independizado, se autonomizó. Tiene razón Hans Georg Backhaus al intuir que es posible y queda por “examinar si es posible descubrir alguna interdependencia entre la teoría nominalista del dinero y la teoría pluralista de la sociedad” (Backhaus, 1978: 30). Sin embargo, la filosofía política que de tal interrelación se desprende va más allá del pluralismo y también del iusnaturalismo y del contractualismo: ni el dinero ni el Estado han nacido por convención, sino que son producto de la práctica social de la que se han abstraído (al modo de objetividades espectrales); no son y no serán nunca, entonces, idealizaciones (del espíritu absoluto) que se materializan.

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Sin embargo, la de Marx es una postura que va más allá de la simple negación de la negación, o negación de la “negación recíproca”; su razón práctica va más allá de la sociedad civil. La igualdad y la libertad son confrontadas desde ahí como “ideas puras” (Marx, 1989: 183). Para Marx, está muy claro que lo que está en juego es la vida humana, es ése el principio que antepone como ética política: “El individuo no produce directamente sus medios de subsistencia sino que su producto inmediato es valor de cambio, o sea, que su producto debe ser ante todo mediado por un proceso social para poder convertirse en su medio de vida” (Marx, 1989: 126); o, en otro pasaje igual de significativo, “no sólo la producción de cada individuo depende de la producción de todos los otros, sino también la transformación de su producto en medios de vida personales pasa a depender del consumo de todos los demás” (Marx, 1989: 83).

EN EFECTO, EL BANCO ES UNA INSTITUCIÓN Y COMO ENTE MEDIADOR ES EXPRESIÓN DEL DESPLIEGUE DEL ESTADO MODERNO. AQUÍ PARECIERA QUE MARX ESTÁ APUNTANDO A LA INSUFICIENCIA DE PRETENDER LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL SOBRE LA BASE EXCLUSIVA DE LA MODIFICACIÓN DE LAS INSTITUCIONES ESTATALES, PREOCUPADO POR MOSTRAR LA LIMITACIÓN DEL MODO KEYNESIANO DEL ESTADO, POR DECIRLO EN TERMINOLOGÍA MÁS CONTEMPORÁNEA

Marx llegó a escribir en sus Manuscritos de economía y filosofía que “la lógica es el dinero del espíritu” (Marx, 1984: 187); cumple, pues, una función en términos de establecerse como un dispositivo de despliegue del automovimiento que se inicia y es permitido con el desdoblamiento de la mercancía y el dinero (en este último la forma de existencia social de la mercancía, valor, se ha escindido de su forma de existencia natural, valor de uso), he ahí su característica de autonomización, que terminará por establecerlo como “el dios entre las mercancías” (Marx, 1989: 156). Si la lógica (la doctrina de la esencia) es necesariamente forma de manifestación del pensamiento abstracto, también el dinero es forma necesaria de aparición del trabajo abstracto, bajo las condiciones del capitalismo. La superación de la lógica (en la forma de doctrina del concepto) se efectúa con el concepto de capital, que rebasa la inmediatez del dinero. Aquellos que intentan rehabilitar a Marx releyéndolo desde Hegel (Arthur, 2005, Murray, 2005) establecen una muy precisa analogía entre ambos: la doctrina del ser en Hegel equivale a digresión de la dialéctica sobre la mercancía en Marx; la doctrina de la esencia, a digresión dialéctica sobre el dinero; y la doctrina del concepto, a digresión dialéctica sobre el capital: idea absoluta en Hegel se dice autovalorización del capital en Marx

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(Arthur, 2002). El ser del capital no es el ser de su inmediatez, vale decir, el dinero, sino es el de su condición mediada (la del valor y las demás formas sociales como “objetividad espectral”) y absoluta (momento en el que el capital se identifica con lo que es capital, inmediato, dinero, mediato, abstracción general, y con lo que no es capital, trabajo vivo que es subsumido por el trabajo objetivado o muerto), por ello esta tercera dimensión integra a las dos anteriores. Pero no adelantemos vísperas, esto podría ser motivo de otro ensayo, digamos tan sólo que en el capítulo del dinero se establece la conexión entre la forma-dinero y la formavalor, y este pasaje encuentra el despliegue dialéctico que lo hace ir, también, desde la inmediatez hacia la mediación y desde ésta hasta comprender a ambas (inmediatez: dinero y mediación: mercancía, mercado) como momentos de la cosa-capital. El concepto de cosa en cuanto puesta para el cambio es el de mercancía. El establecimiento de su universalidad, con la generalización del intercambio “repercute [...] en la naturaleza y la vigencia de la categoría mercancía misma” (Lukács, 1969: 92). El asunto se encara, desde ahí, atendiendo a cómo la misma categoría queda ella expresada, en su devenir, al modo de negar a la anterior y ser la base o pre-supuesto de la siguiente categoría (que repetirá también la disposición de desplegar los niveles de pre-supuesto, puesto y supuesto). La progresión categorial dibuja una espiral del modo siguiente: el producto es y deja de ser meramente producto y se convierte en mercancía, la mercancía es y deja de ser meramente mercancía y se convierte en dinero, el dinero es y deja de ser meramente dinero y se convierte en capital. Sin traicionar el argumento de Marx, podríamos decir que el capital es y deja de ser meramente capital y se convierte en capital ficticio. Sin embargo, Marx advierte lo que con ello está en juego y lo subraya: “Da la impresión de tratarse de puras definiciones conceptuales y de la dialéctica de estos conceptos” (Marx, 1989: 77). Con ello, lo que está diciéndonos es que su programa de investigación tiene en otro lado su peculiaridad; nosotros la encontramos en esa especie de guiño cuando dice: “El desarrollo de estas oposiciones y contradicciones produce el poder aparentemente trascendental del dinero “analizar la influencia de la transformación de todas las relaciones en relaciones de dinero” (Marx, 1989: 72). Si de lo que se trata es de alertar sobre los peligros de tal mercantilización absoluta, Marx enuncia el punto arquimédico epistemológico desde el que hay que colocarse para hacer la crítica, justo al inicio del capítulo del capital. En nuestra interpretación que estamos sugiriendo de la posible reconstrucción del argumento de Marx, la crítica ha de ser enunciada “desde el punto de vista del individuo vivo” (Marx, 1989: 178). Sólo desde este punto de partida, a nuestro juicio, se podrá hacer posible una política que arranque a la cosa ese poder social y vuelva a otorgarlo a las personas sobre las personas (Marx, 1989, 85).

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Este punto de vista, el de un principio de razón práctica ubicado en la vida humana, establece de tal modo un encare muy original, pues no postula un modelo universal (pues qué puede haber más diverso que las distintas posibilidades de encarar la vida humana), una teoría general ni un modelo que reside en un progresivismo del sistema. Lo que hay es un llamado a una toma de conciencia; un volver consciente a quien se erija en sujeto o el erigirse en sujeto como el ejercicio práctico de la toma de conciencia, “el sujeto de la revolución es quien hace la revolución” y no se calibra una revolución por una determinada caracterización a priori de quien la hace, esto es, por un sujeto de quien se ha establecido un patrón, un sujeto al que se ha parametralizado y con ello se le ha muerto en vida, en lugar de que en su propia vivencia experimente su despliegue y haga de él su práctica política. El autor es investigador del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades y profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Obtuvo Mención Especial en el Concurso Internacional de Ensayos organizado por CLACSO, “Los Legados Teóricos de las Ciencias Sociales en América Latina”. Su más reciente libro lleva por título El presente como historia. Crisis capitalista, cultura socialista y expansión imperialista (México, CEIICH y UNAM, febrero de 2008). Como compilador, ha publicado recientemente La Universidad en la encrucijada de nuestro tiempo (México, CEIICH y UNAM, noviembre de 2009). Obtuvo e impartió, entre agosto y noviembre de 2009, la Cátedra Florestan Fernandes de CLACSO, con el curso de Formación a Distancia “Pensamiento Latinoamericano y Sociologías del Sistema Mundial”.

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LA FIESTA DEL CHIVO Y EL PREMIO NOBEL

tas y artículos que van señalando su personal y subjetivo proceso de renuncia al socialismo. Este proceso se da por etapas y culmina en 1971, cuando –después de haber publicado el mejor análisis de la obra de García Márquez– termina liándose a golpes con el autor de Cien años de soledad. La sanción también fue subjetiva: Vargas Llosa quitó a las editoriales el derecho de seguir publicando Historia de un deicidio, veto que él mismo ha levantado recientemente en 2008. La segunda etapa fue de involución. Hay una merma en sus virtudes literarias que se nota en la producción de novelas carentes de significación. Los temas trascendentales cedieron el paso a la banalidad al mismo tiempo en que Vargas Llosa manifestaba su ajenidad con las reivindicaciones sociales de los olvidados y olvidaba su vocación crítica frente a los dueños del poder.

DANTE CASTRO ARRASCO

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IMAGEN CASA AMÉRICA

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ario Vargas Llosa ha ganado el Premio Nobel de Literatura 2010 después de ser postulante a él por más de 30 años. Durante tres decenios los medios de la derecha llenaron cuartillas quejándose porque le denegaban este galardón por razones ideológicas. Hubo incluso quienes decían que la academia sueca sólo premiaba a los “escritores rojos”. Hoy la algarabía desatada por entusiastas ingenuos puedo interpretarla como un mecanismo de compensación en la conciencia colectiva de un país que no clasifica ni para el Mundial de fútbol y hasta le roban las elecciones. Es una mayoría ciertamente desmemoriada y con ganas de celebrar algo, aunque sea irreflexivamente. El Premio Nobel no es sólo un premio a las virtudes literarias. Se trata de premiar con él al escritor que ha contribuido, mediante una obra monumental y de excelente calidad, al desarrollo de la conciencia humana. Está entonces de por medio no sólo la calidad literaria, sino también la significación de la obra. El qué se dice es más importante del cómo se dice. Por lo tanto, el Nobel no es una glorificación del significante, sino del significado. Considero que Vargas Llosa debió ganar el Nobel en 1971. Había conseguido su máximo nivel de producción y contribuido a un cambio decisivo en la literatura latinoamericana. Era el escritor crítico del poder que además revolucionaba la estructura narrativa, llevando a sus máximos niveles la incorporación de técnicas literarias antes desconocidas en nuestra tradición novelística. Esa fue su primera y brillante etapa. Escribió el libro de cuentos Los jefes en 1959 y ganó el Premio Leopoldo Alas que le permitió viajar a Europa por primera vez. Su novela La ciudad y los perros obtuvo el Premio Biblioteca Breve en 1962, el Premio Internacional de la Crítica en 1963 y fue

traducida a más de veinte lenguas. En 1966, aparece su segunda novela La casa verde, que obtuvo el Premio Nacional de la Crítica en 1966 y el Premio Rómulo Gallegos en 1967. Ese mismo año publica la noveleta Los cachorros y en 1969 aparece su novela de máximo rigor literario, Conversación en la catedral. En 1971, publica un estudio sobre la obra de su colega y amigo de entonces “Gabriel García Márquez: historia de un deicidio”. Desde 1967, sus relaciones con la revolución cubana entran en crisis y sus convicciones ideológicas, también. Ese mismo año, Aideé Santamaría, fundadora de Casa de las Américas, solicitó a Vargas Llosa la donación del dinero del premio Rómulo Gallegos a la causa de Ernesto Che Guevara, quien ya estaba luchando en Bolivia. El hasta entonces camarada y hermano de la Cuba revolucionaria se niega a hacerlo, a pesar de que Aideé le promete la devolución del importe con tal de que su gesto enaltezca la campaña guerrillera del Che. La ruptura entre el autor y Casa de las Américas completaría un extenso dossier de car-

CUANDO LO BANAL SE CONVIERTE EN MERCANCÍA El ciclo de la banalidad empieza con Pantaleón y las visitadoras (1973); le siguen La tía Julia y el escribidor (1977), las piezas teatrales La señorita de Tacna (1981) y Kathie y el hipopótamo (1983). Pantaleón… es una novela intrascendente por su temática, hecha para el solaz de señoras de clase media alta que querían leer historias de putas. La tía Julia tiene méritos estructurales que son dignos de encomio, a no dudarlo, pero se empantana en la anécdota periodística vivencial y en el amor defraudado a su tía y ex esposa. Las dos obras teatrales nombradas son brutales naufragios. Continúa este ciclo con La guerra del fin del mundo (1981) echando mano inescrupulosamente a las obras de Joao Guimaraes Rosas y Euclides da Cunha, razón por la cual no fue bien recibida por los brasileños. Historia de Mayta es una pésima novela donde busca retratar el fenómeno subversivo mediante una interpretación ajena a la realidad peruana. Se buscaba una gran novela sobre la subversión, muerto quien la prometía: Manuel Scorza (accidente aéreo de Barajas, 1983). Así lo dice Miguel Gutiérrez: “Historia de Mayta pudo ser esa novela si su autor hubiese podido dominar los demonios de rencor que lo impulsaron a escribirla”.

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Luego prosigue con El hablador (1987), novela prometedora hasta que el lector se tropieza con la confesión vivencial extraliteraria de su autor. Y vendrá un fiasco brutal: Elogio de la madrastra (1988). Lituma en los Andes (1994) sólo es una descarga de sus demonios de rencor contra el pueblo peruano. Cuando escribe La fiesta del chivo (2000), novela antidictatorial sobre el periodo del dictador Trujillo, en República Dominicana, difícilmente era concebible en un país donde la novela sobre el trujillismo había sido el objeto literario de más de 30 autores. Acoto lo siguiente: jamás la hubiera hecho sobre Somoza en Nicaragua o sobre Pinochet en Chile. EL NUEVO RAVINES Y SUS DEMONIOS DE RENCOR Fue un periodista anticomunista mordaz e incisivo, superando con creces a Eudocio Ravines. Elogió el milagro económico de Pinochet, no escatimó reconocimientos a la dictadura de Videla en Argentina y se puso al servicio del segundo belaundismo en Perú, presidiendo la Comisión Investigadora del caso Uchuraccay que absolvió de culpas a los militares que ordenaron la masacre de ocho periodistas en esa comunidad ayacuchana. El estado israelí pagó sus simpatías con el sionismo otorgándole el Premio Jerusalén. Regresó a Perú para capitanear la campaña derechista contra la estatización de la banca en 1988, la misma que fue antesala de su campaña electoral para la presidencia en 1990. El voto popular buscó un candidato alternativo y creyó encontrarlo en un ingeniero nisei, Alberto Fujimori, que prometía no aplicar el shock económico, al cual Vargas Llosa era adicto. De modo que el voto por Fujimori no fue más que un voto contra la plutocracia, que al ganarle la plaza generó una reacción infantil en el

DICIEMBRE 2010 - ENERO 2011

perdedor: demolió su residencia de Barranco y optó por la ciudadanía española, diciendo que el error de nuestras naciones fue haberse independizado de España. Aclaramos que la pataleta era sólo una simbólica ruptura: la nacionalidad española no es excluyente de la nacionalidad peruana. Se puede tener ambas. Pero en el contexto, tenía otro significado. Ese significado puede verse con mayor claridad en sus obras siguientes: El pez en el agua (1993) y Lituma en los Andes (1994). En la primera, hace una descalificación de Perú a partir de su frustración electoral, empezando por un parricidio contra su padre biológico: “la verdadera razón del fracaso matrimonial no fueron los celos ni el mal carácter de mi padre, sino la enfermedad nacional por antonomasia, aquella que infesta todos los estratos y familias del país y en todos deja un relente que envenena la vida de los peruanos: el resentimiento y los complejos sociales”. El problema racial en Perú era la causa de su derrota electoral. Ya lo venía anticipando en la primera página de su novela El hablador (1988): “Vine a Firenze para olvidarme por un tiempo del Perú y de los peruanos y he aquí que el malhadado país me salió al encuentro esta mañana de la manera más inesperada”. Convertido en intelectual orgánico del neoliberalismo, seguía postulando al Nobel, pero nunca antes estuvo tan lejos de ganarlo por las razones explicadas. PARRICIDIO Y SEPULTURA INCONCLUSA DE LA NARRATIVA ANDINA En Madrid, 2005, estalló una polémica entre escritores peruanos que prosiguió en los medios de prensa locales. Vargas Llosa inauguró el encuentro de escritores de Madrid celebrando que por fin la literatura peruana estaba libre de

condicionamientos indigenistas, neoindigenistas y reivindicaciones sociales. No sabía que el 60 % de escritores invitados eran andinos. Un optimista redactor de Caretas dijo: “Antes los escritores eran hijos de José María Arguedas, pero ahora todos somos hijos de Vargas Llosa”. Por supuesto, le salimos al frente. Vargas Llosa dice, en Historia de un deicidio y lo reitera en El pez en el agua, que el joven escritor necesita surgir a través de un parricidio, del asesinato del padre literario de la generación anterior. Esta intención, que no es patrimonio de todos los escritores, se revela en su descalificación constante de la vida y obra de José María Arguedas. El 24 de agosto de 1977, asume como miembro de la Academia Peruana de la Lengua y su discurso fue: “José María Arguedas, entre sapos y halcones”. Por más elogiosa que fuese la forma, el contenido apunta a un solo fin: Arguedas ficcionalizó una sierra que no existe. La mentira se convirtió en realidad gracias a la literatura. Esta descalificación coincide con el juicio que un grupo de intelectuales hizo a Arguedas en su último año de vida. El autor de Todas las sangres escribió dos documentos a favor de su verosimilitud: ¿He vivido en vano? y No soy un aculturado. Ya en El pez en el agua, p. 345, Vargas Llosa hace la descarga completa: “Desde entonces odio la palabra “telúrica”, blandida por muchos escritores y críticos de la época como máxima virtud literaria y obligación de todo escritor peruano. Ser telúrico quería decir escribir una literatura con raíces en la tierra, en el paisaje natural y costumbrista y preferentemente andino, y denunciar al gamonalismo y feudalismo de la sierra, la selva o la costa, con truculentas anécdotas de “mistis” (blancos) que estupraban campesinas, autoridades borrachas que robaban y curas fanáticos

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que predicaban resignación a los indios” (…) “La palabra telúrica llegó a ser para mí el emblema del provincialismo y el subdesarrollo en el campo de la literatura” (…) “ese desprecio folklórico por la forma”. En La utopía arcaica, José María Arguedas y las ficciones del indigenismo (1996), desde el rótulo manifiesta la intención del sepulturero que evidenció en su discurso de Madrid, 2005. El presente artículo no pretende un extenso análisis de dicha obra crítica. Sólo nos basta una cita: “Lo cual no significa que los escritores peruanos dejen de escribir sobre temas andinos o que desaparezcan los indios en la literatura peruana… Las excepciones –las hay– son de escasa significación literaria y, hasta ahora al menos, están allí sólo para confirmar la regla” (p.175). En un contexto histórico de grandes enfrentamientos entre comunidades campesinas y empresas mineras, con el saldo mortal de Bagua, que incluye a las naciones amazónicas, sigue produciéndose aquella literatura que pretende sepultar Vargas Llosa y no es “de escasa significación literaria”. Para no enumerar una larga lista de escritores, que no son “excepciones”, reduzco el comentario a la exitosa carrera narrativa de Sócrates Zuzunaga Huaita, ayacuchano, quechua hablante, ganador del concurso COPE de novela y antes ganador del Premio de Novela Quechua, de la UNFV. Digo bien: entre otros… UNA LÁPIDA ELEGANTE Y UNA ENORME FOSA COMÚN “La utopía arcaica” es una lápida elegante para sepultar a José María Arguedas, reconociéndole méritos y elogiando virtudes, pero sentenciando su validez y verosimilitud como testimonio de las luchas de “los de abajo”. Los encomios sólo pueden sorprender a incautos, mas no a quienes leen este ensayo atendiendo a su verdadero objetivo. La novela del desquite por el fracaso electoral de 1990 fue Lituma en los Andes (1994). Si de algo culpó Vargas Llosa a la literatura indigenista o telúrica, fue de haber impuesto una ficción que no se correspondía con la realidad, pero él mismo lleva este defecto a sus máximos desvaríos en Lituma. El poblador andino es representado en una barbarie lombrosiana indemostrable por la más burda constatación. No ficcionaliza literariamente sobre el mundo de los pobres, sino que lo caricaturiza. Desconoce incluso detalles elementales de las manifestaciones culturales del mundo andino, pero le inventa horrores que no tiene. Esta novela, escrita con todos los demonios de rencor que señalaba Miguel Gutiérrez al valorar Historia de

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APUNTES DEL PASADO PEDRO MIGUEL Las piedras asediadas en que un día el viejo rey de Ilión lloró sus males, vistas una por una, son iguales a las de Uruk, Tikal y Alejandría. Son su organización, su jerarquía y sus ubicaciones ancestrales, las que aportan indicios fantasmales que vuelve narración la arqueología. De Truva a Tiahuanaco se respira afán de vincular, de hacer un puente, una línea Manhattan-Altamira. Mas callar el bullicio del presente resulta obligación cuando se aspira a dar voz a la piedra, que es silente. Recordación de Lucy

Mayta (1985), es una gigantesca fosa común en la cual pretende sepultar vivos a los “incivilizados” que no le otorgaron el voto en 1990. Las reales fosas comunes donde fueron sepultados cientos de comuneros andinos durante la sangrienta campaña antisubversiva (1980-2000), no figuran en su narrativa. Como dijo el actual mandatario peruano, son ciudadanos de tercera categoría. Entendemos su preocupación por el Museo de la Memoria y su renuncia, para que luego caiga en manos de uno de sus más entusiastas seguidores, como un tributo a su tercera etapa: la del que quiere ganar el Premio Nobel en el invierno de su existencia. En función de ese objetivo interpretamos su reformulación del problema palestino y sus tardías críticas al genocidio sionista. Al Nobel no se podía llegar sin enmendar ese currículum que lo distanciaba de la defensa de los derechos

“Quizá la especie más famosa de australopithecus es la australopithecus afarensis, gracias al descubrimiento, en 1974 en Hadar, Etiopía, de los restos de una joven mujer de la que se encontraron 52 huesos de un esqueleto semicompleto, con una edad aproximada de 3.2 millones de años. Esta especie trepaba árboles pero también podía caminar en dos pies. Durante mucho tiempo se pensó en Lucy como la abuela de la humanidad.” “Se bebió champagne a la salud del homínido fósil exhumado de su ganga de tierra, mientras en el pequeño magnetófono del campamento sonaba la famosa canción de los Beatles Lucy in the sky with diamonds.” En la sabana de África soleada se yergue en sus dos pies y se sostiene el ínfimo primate que proviene del abismo animal y de la Nada: Lucy entre los diamantes constelada, Eva evolucionada que contiene la semilla de un vértigo perenne de amor y destrucción ensimismada. Abuela: en tus tinieblas animales qué luz te alumbra; qué calor te alienta antes del fuego, frágil y menguada. Lucy: de qué matriz, de dónde sales y antecedes al hombre que comenta “somos polvo estelar y somos nada”.

humanos y lo aproximaba expresamente a las dictaduras de derecha y a las seudodemocracias bajo las cuales se siguen perpetrando crímenes de lesa humanidad. En ese sentido, ésta es una ópera bufa. Durante 30 años de postularse al Nobel y no conseguirlo, las instituciones conservadoras y la prensa de derecha intentaron compensarlo con premios y galardones para sostener en alto el prestigio de un vocero connotado del gran capital y las transnacionales. Ahora consigue el máximo galardón, justamente cuando no lo necesita. Así como Andrés Avelino Cáceres debió haber muerto en la Campaña de la Breña, para no ser recordado por el pésimo gobierno que hizo, Mario Vargas Llosa debió haber ganado el Nobel en 1971, en el esplendor de su carrera literaria, no en su decadencia.

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