E+ N°16 2016

Page 1

energía + ÓRGANO DE DIFUSIÓN INSTITUCIONAL DEL SINDICATO REGIONAL DE LUZ Y FUERZA (SiReLyF)

EDICIÓN N°16 | AÑO 2016

Bases fuertes El Sindicato Regional de Luz y Fuerza suma proyectos de formación y capacitación para sus trabajadores como un camino hacia el crecimiento laboral, personal y gremial. Para construir un futuro mejor hay que estar preparados.

personaje. menéndez

ACTUALIDAD. Embarazo adolescente

realidad gremial. LA uom



energía + sumario

Los desaparecidos nos faltan a todos

Megacausa La Perla-La Ribera-D2, el juicio por delitos de lesa humanidad más grande del interior del país. Por Manuel Bomheker

Ensayo fotográfico | pág. 38 Crónica | pág. 44

Antártida: 25 días encerrado en el hielo Por Federico Bianchini

Personaje | pág. 6 Pura sangre Por Camilo Ratti

Editorial | pág. 4 Estar preparados Por Eduardo Brandolín Actualidad | pág. 12 De la muñeca al bebé Por Florencia Gordillo Realidad gremial | pág. 16 Fortalecer los dientes del engranaje Por Soledad Soler Institucional | pág. 21 Formar para la vida y el trabajo Fitz Simon, constructora de la Historia Con el puño en alto Todas las condiciones para estudiar Una radio con los brazos abiertos Será Justicia, asentado en las organizaciones Energía HD Avenida del Trabajo Auditorio Luis Gagliano Pinceladas | pág. 51 Osvaldo Bayer Por Iván Zigarán Cuento | pág. 52 Suerte de gato Por Waldo Cebrero Humor | pág. 54 Frivolicidad con papas fritas Por Ziga

Una producción de:

Independencia 1247 - PB - Tel: (0351) 4685923 www.regardecomunicacion.com

SINDICATO REGIONAL DE LUZ Y FUERZA

JUJUY 27 | X5000KAA | CÓRDOBA Tel/Fax: (0351) 454-6400 www.regionalluzyfuerza.org facebook/sindicatoregionalluzyfuerza

RESPONSABLES EDITORIALES: Eduardo Brandolín, Máximo Brizuela, Guillermo Suppo DIRECCIÓN PERIODÍSTICA: Valeria Brandolín EDITOR: Andrés Acha REDACCIÓN PERIODÍSTICA: Matilde Nasser, Andrés Acha Colaboran en este número: Camilio Ratti, Federico Bianchini, Waldo Cebrero, Soledad Soler, Florencia Gordillo, Iván Zigarán FOTOGRAFÍA: Mateo Allende, Manuel Bomheker, Diego Trevín, Andrés Acha, Federico Bianchini, La Voz del Interior, Florencia Gordillo DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN: Diego Villa ILUSTRACIONES: Iván Zigarán COLABORACIÓN EN DISEÑO: Martín Cepa y Juan Marcos Guareschi

SECRETARIO GENERAL Eduardo Ángel Brandolín SUBSECRETARIO GENERAL Máximo Humberto Brizuela SECRETARIO DE ORGANIZACIÓN Rubén Pedro Bergesio SUBSECRETARIO DE ORGANIZACIÓN Jorge David Oviedo SECRETARIO DE VIVIENDAS Y OBRAS Arturo Carlos Cussa SECRETARIO DE HACIENDA José Alberto Rossi SUBSECRETARIO DE HACIENDA 1º Jorge Antonio Apezteguia SUBSECRETARIO DE HACIENDA 2º Raúl Marcelo Álvarez SUBSECRETARIO DE HACIENDA 3º Alberto Juan Antonio Boglione SECRETARIO GREMIAL José Antonio Vargas SUBSECRETARIO GREMIAL 1º Fernando Adrián González SUBSECRETARIO GREMIAL 2º Carlos Julio Recalde SUBSECRETARIO GREMIAL 3º Claudio Eduardo Toranzo SECRETARIO DE PREVISIÓN Marcel César Caula SECRETARIO DE SERVICIOS SOCIALES Jorge Ricardo Vachetta SECRETARIO DE TURISMO, DEPORTES Y ACTAS Raúl Rodolfo Durán SUBSECRETARIA DE TURISMO, DEPORTES Y ACTAS María Alejandra Carrillo SECRETARIO DE CULTURA, COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN Guillermo César Suppo VOCALES TITULARES José Alberto Nicolino - Robert Eraldo Caula - Víctor Hugo Camoletto - Jorge Omar Figueroa VOCALES SUPLENTES Alejandro Rubén Allende - Miguel Alberto Moyano - Carlos Diego Barrionuevo - Oscar Daniel Alba ADM. CABAÑAS DE COSQUÍN Jorge Fiorini ADM. HOTEL INTERSUR SAN TELMO, BUENOS AIRES Daniel Paván ADM. HOTEL VILLA GESELL Ricardo Sánchez COMISIÓN REVISORA DE CUENTAS Y CONTROL DE LOS EMPRENDIMIENTOS TITULARES Daniel Alberto Paván - José Luis Usandivaras - Sandra Viviana Caballero - Damián Juan Sanz - Lidia Norma Castellino SUPLENTES Graciela del Valle Canavesio - Gustavo Rodolfo Bragagnini COMISIÓN PERMANENTE DE JUBILADOS Y PENSIONADOS: PRESIDENTE Nelson José Gabrieloni SECRETARIO Juan Carlos Zanforlín VOCALES TITULARES Miguel Ángel Brewer - Walter Gustavo Luciani VOCALES SUPLENTES Dardo Ángel Giuliani - José Córdoba - Juan Federico Hernández


editorial

Estar preparados Eduardo Brandolín Secretario general del Sindicato Regional de Luz y Fuerza

T

odos los proyectos que apuntan a la capacitación y a la formación de nuestros trabajadores están dando sus frutos. Es una revolución histórica para los afiliados del SiReLyF. Apostar a la educación, a la formación y a la capacitación para los afiliados de nuestro sindicato es un compromiso muy grande, que implica mucho trabajo para llegar a los miles de trabajadores distribuidos en toda la provincia, con el objetivo de hacer que su vida personal, social y laboral mejore. Todos los proyectos que llevamos adelante han crecido y cada vez incluyen a más personas. El Plan FES permite que los trabajadores puedan finalizar el secundario con una metodología que tiene en cuenta que los afiliados trabajan, tienen familia y ocupaciones. El Plan FES incluye también hoy a las familias de los trabajadores y a otras organizaciones sociales

Superintendencia de Riesgos de Trabajo de la Nación, gracias a su trayectoria y compromiso con los trabajadores. La Comisión Mixta ya recorrió 250.000 kilómetros por la provincia, llegando a 270 seccionales y subseccionales para capacitar a 1931 trabajadores. La Casa del Estudiante, el hogar para los hijos de los trabajadores, sigue recibiendo a los chicos que llegan a la Capital de la provincia para realizar sus estudios superiores. Desde 2001 son cientos los chicos y chicas que pasaron por la residencia estudiantil para buscar un futuro mejor. Del otro lado de la trayectoria laboral, el SiReLyF propone el Programa Anticipar, que acompaña a los trabajadores en edad de jubilarse y ya jubilados, para que esta nueva etapa de la vida los encuentre con desafíos y oportunidades.

Lo que hemos logrado nos impulsa a seguir trabajando, nos obliga a pensar en el futuro y a llegar a niveles de calidad e inclusión educativa cada vez mayores. y gremiales. Ya son más de 350 las personas que terminaron el secundario y recibieron su diploma. La Fundación SiReLyF es un ejemplo de compromiso para mejorar la calidad profesional de los trabajadores, que se extendió en la provincia de Córdoba. Creó la Tecnicatura Superior en Gestión del Sector Eléctrico con título oficial de validez nacional, y se dicta en las localidades de Almafuerte, Villa María, Pilar, Isla Verde, Morteros y Villa Carlos Paz, todas abiertas a la ciudadanía. La Comisión Mixta de Higiene y Seguridad, un hito para nuestra institución, sigue recorriendo pueblos y ciudades para capacitar a los trabajadores del sector eléctrico y prevenir riesgos de trabajo. Desde hace unas semanas compone la Mesa Cuadripartita Eléctrica Nacional de la 4 energía +

Todos estos hitos reflejan no sólo la historia colectiva de nuestro sindicato, sino muchas historias individuales de logros y de superación. Cada uno de estos proyectos nacen de la manera en la que vemos nuestra tarea: el sindicalismo múltiple, una forma de trabajo irrenunciable para Gestión para el Cambio, que piensa en las necesidades humanas de sus trabajadores. Lo que hemos logrado nos impulsa a seguir trabajando, nos obliga a pensar en el futuro y a llegar a niveles de calidad e inclusión educativa cada vez mayores. No me queda más que agradecer el apoyo permanente que recibimos de cada uno de nuestros afiliados, y los invitamos a que sigan capacitándose porque la mejor manera de construir un futuro mejor para todos, es estar preparados.

e


++ee++ +

+e+e + + ++ e+ + e

e++ + noticias breves

e e+ e

Caminata por la inclusión

La Obra Social del Personal de Luz y Fuerza de Córdoba (OSPLyFC) realizó el 18 de septiembre una nueva edición de Caminata Primavera en el Kempes, destinada a personas con discapacidad y a la comunidad lucifuercista. La actividad fue organizada junto a Caminatas Aire Puro de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (Epec) y a los sindicatos de Luz y Fuerza de Córdoba, Regional y de Río Cuarto. En su tercera edición se inscribieron 150 personas. La murga El Placer de jugar abrió la jornada, el grupo Kudén realizó actividades recreativas, hubo una clase magistral de gimnasia aeróbica y la banda de cumbia

canchera Comodín puso la música para cerrar el día. No faltó el maquillaje artístico, los disfraces y los juegos. También se compartió un refrigerio con sándwiches, gaseosas y torta. Natasha Waisman, responsable del Área de Discapacidad de la OSPLYFC, dijo: “Estamos muy felices por la convocatoria que tuvimos y porque la familia de Luz y Fuerza nos acompaña. Agradecemos a todos, al doctor Andrés Chianalino, director de la Obra Social, por el apoyo para llevar adelante esta jornada, a los que fueron y a los que vendrán porque vamos a seguir con esta alegría”.

El SiReLyF en el Congreso de FATLyF Se realizó el LVIII Congreso Ordinario de la FATLyF que reúne a los 41 sindicatos lucifuercistas del país para debatir la memoria y balance de gestión y los informes de cada secretaría, entre otros temas. El encuentro se realizó del 1° al 3 de noviembre en Mar del Plata. El Sindicato Regional de Luz y Fuerza

viajó con una delegación de 15 integrantes de su Consejo Directivo. El secretario general del gremio estuvo y dijo: “Son jornadas de análisis y reflexión sobre lo que nos ha pasado este año, y para pensar qué hacer en un futuro complejo como el actual”.

+ e

+ + e++e + + e e+ + + Encuentro Nacional de la Mujer

La Secretaría de Organización e Interior de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (FATLYF) realizó el Segundo Encuentro de la Mujer Lucifuercista en la ciudad costera de Villa Gesell durante el 21 y 23 de septiembre. El encuentro fue organizado para fomentar la activa participación política y social de las militantes lucifuercistas de todo el país y para fortalecer la organización sindical. Desde los 41 sindicatos que nuclea la Federación en todo el país, viajaron 70 trabajadoras para compartir un espacio de discusión y conocimientos. Entre las actividades programadas se llevó adelante el Seminario sobre Oratoria y Comunicación. Desde el Sindicato Regional de Luz y Fuerza participó Ayelén Picallo, Lorena Palacio, Eugenia Aceretto y Rosana Altamirano. Alejandra Roldán, secretaria de Prensa y Relaciones Públicas de la FATLyF, dijo: “Hicimos el primer encuentro en abril en la ciudad de Termas de Río Hondo. Ambos encuentros produjeron algo muy profundo porque las compañeras que se presentaron desde los 41 sindicatos hermanos son compañeras militantes, dirigentes, afiliadas, que tienen un compromiso enorme con la institución. A esto lo están tomando como una capacitación, un aprendizaje del taller y de las experiencias que comparten”. De este modo, espacios como el Encuentro permiten la discusión sobre el rol de la mujer en el sindicalismo y su responsabilidad como agente multiplicador en las organizaciones gremiales y en el resto de la sociedad.

energía + 5


Pura sangre El ex general Luciano Benjamín Menéndez fue condenado una vez más el 25 de agosto en Córdoba, luego de un megajuicio histórico, y acumula catorce sentencias a cadena perpetua. Pero, ¿quién es el “Cachorro” Menéndez?, ¿cuáles son sus orígenes, su formación militar e ideológica?, ¿por qué y cómo llegó hasta donde llegó? Un recorrido por los aspectos más íntimos de uno de los militares más condenados de la historia de la humanidad. Una mirada sobre por qué su apellido encierra el fracaso de una Argentina democrática y popular. Por Camilo Ratti Fotos gentileza Archivo La Voz del Interior

6 energía +


personaje

“V

amos, tocamos la punta de los pies y subimos ¡Así, muy bien!, ahora del otro lado, derecha, izquierda, para un lado y el otro, sin detenerse niños, vamos”. El teniente coronel José María Menéndez disfrutaba como nada en el mundo ese momento con sus hijos. Al fondo del inmenso patio de la casa que tenían en la localidad de San Martín, el oficial de Caballería que había pedido el retiro del Ejército luego del golpe contra Yrigoyen, pasaba horas y horas enseñándoles a los pequeños José María, de diez años, y Luciano Benjamín, de nueve, el difícil arte de dominar el caballo. El general Agustín P. Justo gobernaba la Argentina a fuerza de fraude electoral y abstencionismo radical, y el país seguía siendo un apéndice de la corona británica. Empantanados en la nefasta “década infame”, el pequeño Luciano empezaba a cultivar el oficio al que consagraría su vida. “En lugar de salir a jugar con los chicos del barrio a las bolitas o al fútbol, mis primos se pasaban horas y horas trepados a un caballo en el picadero del fondo de la casa”, cuenta Mario Benjamín, primo hermano de Luciano, que solía visitar seguido esa casona del noroeste bonaerense, en la que se respiraba aire castrense: “El Colegio Militar funcionó ahí hasta el año 1939, hasta que se trasladó a El Palomar, por eso en San Martín se radicaron infinidad de familias militares. Me acuerdo que mi abuelo nos contaba historias militares, la campaña del desierto, las hazañas de nuestro tío abuelo Nicolás, que era agente en la frontera con Chile. En fin, somos toda una familia militar”. Como reconoce el general que pasaría a la historia por el desastre de Malvinas, los Menéndez no son una familia tradicional, como los Alzaga, Anchorena, Alvear o Zavalía, pero integran la médula ósea del Ejército que Mitre y Roca fundaron a partir de Pavón, con el objetivo de arrasar a las montoneras federales y construir la Argentina agrícola-ganadera con base en Buenos Aires. El país puerto que hipnotizado por la “culta” Europa, recibía desde Asturias, España, los primeros contingentes de Menéndez que poblarían esta aldea perdida en el confín del mundo. “En las sobremesas domingueras de esa casa en San Martín, el papá de Luciano nos contaba historias sobre la conquista de la Patagonia, y las campañas que él mismo protagonizó bajo las órdenes del teniente coronel Varela en Santa Cruz a principios del siglo XX”. Aquellas “hazañas” que el teniente coronel contaba a hijos y sobrinos, no fueron otras que las dos expediciones que el X Regimiento de Caballería emprendió hacia el sur con el mandato de reprimir los levantamientos obreros, que en 1921 y 1922 se alzaron contra los terratenientes –ingleses en su gran mayoría– para exigir mejores condiciones laborales. Lo que pasó es historia conocida, y está frondosamente documentada en la Patagonia Rebelde, de Osvaldo Bayer: mil quinientos trabajadores rurales fusilados por confiar en las palabras de sus verdugos militares. Sin embargo, lo que Luciano Benjamín escuchaba de su padre eran “heroicas batallas emprendidas contra elementos comunistas y anarquistas que bajo la dirección del imperialismo soviético querían arrebatarnos pedazos

de nuestra tierra para entregársela a oscuros intereses de Moscú”. Con esa impronta hormonalmente castrense y liberal, el “Ñato” se preparaba para ser parte del “glorioso e invicto Ejército argentino” y luchar contra el “comunismo internacional”.

Caballerazo

En marzo de 1943, cuando el golpe de Estado contra el presidente Castillo ya había sido puesto en marcha por un puñado de coroneles nacionalistas, el adolescente Luciano Benjamín cumplió el primer sueño de su vida: entrar al Colegio Militar de la Nación. La “sagrada” profesión de las armas era considerada de gran prestigio y los cadetes se cotizaban entre las muchachas de las familias ricas, en el marco de un Ejército que formaba a sus cuadros para ser presidentes del país. Luego de un año en infantería, pasó a caballería, el arma “aristocrática” del Ejército, que alimentó el aire de superioridad que es su sello de fábrica. “Había que fomentar el espíritu del guerrero. La caracterización de lo telúrico, del hombre a caballo, y el ‘Chupete’ Menéndez representaba a la perfección esa figura gauchesca, siempre con el breche y las botas de montar”, lo describe el coronel José Luis García, compañero suyo en el Colegio Militar, en alusión al uniforme que lo hará popular durante su reinado en el Tercer Cuerpo treinta años después. “Para nosotros era el ‘Chupete’, por su aspecto aniñado y lampiño”, agrega sobre el esforzado caballero, que no dejará de cosechar elogios y recomendaciones en su formación castrense: “De sobresalientes condiciones morales y militares. Se caracteriza por el entusiasmo y empeño con que trabaja. Serio, respetuoso, íntegro en sus procedimientos, es un verdadero soldado. Sus excelentes condiciones naturales a las que une su arrojo y decisión le han permitido destacarse nítidamente. Muy buen jinete, excelente camarada, es un cadete de gran porvenir”, estamparon sus jefes en un legajo impecable, que hacía honor a sus antepasados guerreros. El 11 de mayo de 1945 recibió su diploma junto a sus compañeros de la promoción número 74: Albano Harguindeguy, Ramón Genaro Díaz Bessone, Héctor Romanutti, Santiago Omar Riveros, Carlos Dalla Tea, Carlos Bernardo Chasseing y Carlos Laidlaw, futuros jefes de la dictadura genocida. Con el título de subteniente de caballería, Luciano Benjamín encaró el otro gran desafío de su vida: formar una familia. El 20 de noviembre de 1948 se casó con su novia de juventud, Edith Angélica Abarca, hija de un general auditor del Ejército, militante del partido radical que dos años antes había integrado la Unión Democrática, un frente electoral que perdió con el general Perón en los primeros comicios libres y transparentes desde el golpe de Uriburu. Al año siguiente llegó el primogénito, que por tradición se llamó como el padre: Luciano Benjamín, y dos años después Mariano Jorge, noticia que anticipó otra que tendría nuevamente a un Menéndez en escena, y no precisamente para garantizar la democracia: el 28 de septiembre de 1951, el retirado general Benjamín Menéndez, energía + 7


Estado Mayor argentino en 1957, la amenaza no era ya un país extranjero –Chile o Brasil–, sino que el problema estaba acá, entre nosotros. “Cualquiera con alguna inquietud social podía ser un subversivo, por eso con Luciano no hablamos nunca más”, dice el coronel y primo segundo Agustín Rattenbach, otro de los que frecuentaba en la niñez la casona de San Martín para andar a caballo. Y para destruir el virus comunista había que extirparlo de raíz, sin detenerse en los métodos, que implicaba secuestro, tortura, muerte y desaparición del enemigo. La teoría se hizo carne con la aparición de la guerrilla, primero en el campo, luego en la ciudad. Con el diploma de experto antisubversivo bajo el brazo, el ya coronel Menéndez, padre de seis hijos luego del nacimiento de María Victoria y José Mariano, aterrizó en Tucumán, “el lugar donde comenzó la guerra revolucionaria en la Argentina, en 1959, con los Uturuncos”, como tan pedagógicamente lo explicó el mismísimo condenado en el primer juicio que enfrentó en esa provincia, en agosto de 2008.

El comandante todopoderoso

y su hijo Rómulo, coronel, intentaron un golpe cívico-militar que fue rápidamente desbaratado. Evita pidió pena de muerte a los insurrectos, pero la formación castrense del líder de los trabajadores, y su arrasadora hegemonía política del momento, les salvó el pellejo a los golpistas. Lo que no pudo fue evitar el cáncer fulminante de la “abanderada de los humildes”, quien el 26 de julio de 1952, en el cenit de su vida biológica y política, dejó este mundo para tristeza de millones de argentinos y una íntima felicidad para quienes la veían como la encarnación del infierno, Luciano Benjamín entre ellos.

El fantasma subversivo

El ingreso triunfal de Fidel Castro y el Che Guevara aquel enero de 1959 pateó el tablero de la política mundial y la cabeza del mayor Menéndez, oficial de Estado Mayor, padre de cuatro hijos luego del nacimiento de Martín Horacio y María Edith, y entusiasta defensor del mundo “occidental y cristiano”. Tanto, que en septiembre de 1960 viajó a perfeccionarse en el Ejército norteamericano. Los resultados no pudieron haber sido mejores: “El mayor Menéndez ha sido el prototipo del oficial profesional del Ejército. Alumno sobresaliente que estudiaba con mucha dedicación, ha sido un privilegio tener un representante tan destacado del pueblo argentino aquí en Fort Lee”, escribió el teniente coronel Bryce J. Torrence, jefe de estudios en el fuerte de Virgina. Dividido el mundo en dos, con la guerra fría más caliente que nunca, Luciano Benjamín era un cuadro del capitalismo y del partido militar que gobernaba la Argentina, que decidía hasta cuándo duraban los presidentes, radicales todos, porque el peronismo estaba proscripto por decreto presidencial. Así pasaron Frondizi, Guido y el “Viejo” Illia, hasta que llegó el general Onganía. Todos, incluido Menéndez, eran a esa altura cuadros formados en la “doctrina francesa”, que inventaron un monstruo propio: el “enemigo interior”. Como aprendieron de Trinquier, Lacheroy y Aussareses, entre muchos otros oficiales franceses que llegaron en secreto al 8 energía +

“Con Menéndez nos conocíamos de toda la vida, inclusive nuestros padres fueron también militares y contemporáneos. Así que después de cruzarnos en distintos momentos, en 1970 yo dejo la comandancia de la V Brigada de Tucumán y el que me reemplaza es él”, confiesa Jorge Rafael Videla en el living de su casa, en noviembre de 2007. El Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y Montoneros ya se habían presentado en sociedad, y la rutina de Menéndez pasó a ser una: de la casa al cuartel, del cuartel al monte, del monte a la ciudad, para volver al cuartel. “Su vida era el Ejército”, dice el suboficial Pedro Giamberardino, que sería su ayudante privado entre 1975 y 1979. Tanto, que en 1972 Luciano Benjamín fue ascendido a general de Brigada, uno de los más jóvenes de la historia. Parecía que había llegado a la cima, cumplido el sueño del abuelo Benjamín y del papá José María: ser general del Ejército argentino. Pero había más, porque la vertiginosidad de su carrera iba de la mano de los cambios y transformaciones políticas, que en cinco años provocaron la sucesión de tres dictadores –Onganía, Levingston y Lanusse–, y tres presidentes constitucionales –Cámpora, Perón, Isabel–. Todavía de bajo perfil político, pero de notable ascendencia y prestigio puertas adentro del Ejército, Menéndez tendrá una activa participación en la represión al ERP en los montes tucumanos, que le servirá para escalar en la jerarquía castrense. Integrante de una dinastía con peso específico en el mundo militar, sus pergaminos lo trajeron al centro de gravedad de la revolución argentina: Córdoba. Aterrizó en mayo de 1975 y en secreto, mientras la viuda de Perón se carcomía entre la inoperancia y la corrupción, fue una pieza clave de la conspiración que primero tomó el control de la fuerza, y luego del país entero. Su nombre empezó a ser conocido, su accionar a copar las tapas de los diarios. El cruzado antisubversivo venía por todo. En la Argentina se había terminado el tiempo político y empezaba el terror. Un terror desconocido. Consumado el 24 de marzo con Menéndez desalojando de madrugada al gobernador Bercovich de su despacho, el comandante concentró en su figura un gigantesco aparato represivo, que incluía


diez provincias y siete millones de personas. Cada secuestro, asesinato y desaparición pasaba por sus manos. Estaba al tanto de cada detalle, que incluía recorrer los campos, hablar con sus prisioneros, elaborar las listas de futuras víctimas y hasta viajar a Buenos Aires a las reuniones de la Junta. “Él recorría las unidades, realizaba ejercicios en el terreno, en la oficina no estaba mucho, lo aburría, y eso lo diferenciaba del resto, no era un general de escritorio, al contrario, era un tipo calentón, impulsivo, de agallas, pura fibra y acción”, describe Pedro Giamberardino, su ayudante privado. Este, como el general Fernando Santiago, que fue su segundo comandante, como el primo Mario Benjamín y hasta el propio Videla, reconocen que “nadie tenía el temperamento ni el liderazgo de Luciano Benjamín”, el “mejor comandante de cuerpo que tuve”, aseguró Jorge Rafael. “Todos le tenían un respeto y una admiración total”, confiesa el ayudante privado, que recibía de manera cotidiana a infinidad de visitantes en el comando de camino a La Calera. “Menéndez almorzaba con todos los industriales y hombre de negocios de Córdoba. Iban a verlo los Roggio, los Tagle, los Verzini de Corcemar, un tal Sánchez de Fiat, Pío Astori, Urquía, el de la aceitera General Deheza, y por supuesto Angeloz, con quien se reunía una o dos veces por semana”, coinciden Giaberardino y Santiago. “Venían a hablar con el general Menéndez, una institución, palabra mayor”, suelta su secretario, suboficial que no puede ocultar su admiración por el ex jefe hoy caído en desgracia. Según el hombre que lo acompañaba a sol y sombra, la rutina del comandante arrancaba bien temprano: “A las siete de la mañana ya estaba en su despacho. Él vivía en el barrio militar, cerquita del cuartel, y en verano o cuando estaba lindo se venía a caballo. En el comando estaba hasta la una de la tarde, después se volvía a su casa a dormir una siesta y a las cinco ya estaba de vuelta en el comando, donde se quedaba hasta las diez y media u once de la noche. Por supuesto, yo también me quedaba hasta ese horario”. En una exquisita crónica del periodista Waldo Cebrero sobre quien fuera uno de sus empleados en el barrio militar, éste recuerda que el general “me hacía cambiar los plantines de flores de su jardín todos los días. No quería flores marchitadas o secas”. La escena huele maquiavélica, pero las flores que les negaba a los familiares de sus víctimas, el comandante las quería para “colorear” su jardín. Sus colaboradores más íntimos cuentan también que “los fines de semana los trataba de disfrutar en familia. También jugaba al polo en el predio de El Galpón y era de organizar asados los sábados en su casa, donde invitaba tanto a oficiales como a suboficiales”, un ritual poco común en una institución clasista como el Ejército.

La “sagrada” profesión de las armas era considerada de gran prestigio y los cadetes se cotizaban entre las muchachas de las familias ricas, en el marco de un Ejército que formaba a sus cuadros para ser presidentes del país.

Aunque cueste imaginar esa faceta del hombre que comandó cincuenta campos de concentración en un tercio del país, Menéndez “era una persona que disfrutaba las reuniones sociales, un tipo festivo”. Es más, según Santiago, “si vos sos amigo de él, en una reunión social tiene ocurrencias y es muy gracioso para contar cuentos, y sabe muchos eh, es un tipo alegre en el buen sentido de la palabra, no es un tipo seco. Era un clásico que en las reuniones sociales hiciera de bromista, cargando a todo el mundo. Con la señora de él, que es muy ocurrente, tenían esas chispa española para contar cuentos”. Sí, Menéndez, el general de gesto fruncido, a quien el imaginario colectivo recuerda como “la cara” de la represión, el símbolo del Terrorismo de Estado, el responsable de cinco mil desapariciones, también contaba cuentos en asados y reuniones sociales. Y no era un mal chiste, sino la prueba más contundente de que no eran monstruos, sino el engranaje más perverso y cínico de un aparato estatal que asaltó el poder con un objetivo concreto: aniquilar la cultura política de la organización popular más poderosa de América Latina y truncar así el sueño de la revolución socialista.

El otoño del patriarca

Cuando todo parecía encaminarse al olimpo, la tragedia tocó el timbre del general: el 15 de julio de 1976, mientras realizaba una inspección de rutina, su hijo José Mariano, de 9 años, se asfixió en la bañera de su casa. “El chico estaba jugando al fútbol y se entró a duchar. Y como no salía la mamá entró al baño y lo encontró tirado, se había intoxicado con el monóxido de carbono del calefón, que antes estaba en los baños. Fue un golpe durísimo para Luciano, porque ese niño era su debilidad, lo acompañaba todo el tiempo a jinetear, era fanático de los caballos”, recuerdo el general Santiago. “Esa muerte lo destrozó, fue un impacto muy fuerte en su vida, llevó mucho tiempo que pudiera recuperarse de esa pérdida”, agrega Giamberardino. El testimonio de tres médicos describió ese momento, con un Menéndez descolocado entrando corriendo de madrugada al Hospital de Urgencias para intentar revivirlo. Pero fue imposible. Ya estaba muerto cuando llegó al nosocomio. “Menéndez se negaba a que lo abriéramos para hacerle la autopsia, y así poder conocer el motivo de su muerte y firmar el certificado energía + 9


de defunción, que recién se pudo hacer a la madrugada cuando un tipo que era ministro de Salud llegó y firmó”, reconstruye Galoppa, jefe de guardia del Urgencias. Ni siquiera esa pérdida aflojó la represión que asolaba su comarca, e inclusive es posible que hasta haya brindado cuando cuatro días después de la muerte de su hijo predilecto, el enemigo público número uno de la dictadura, Mario Roberto Santucho y su segundo, Benito Urteaga, cayeron abatidos a balazos en un departamento de Villa Martelli, al norte del gran Buenos Aires, precipitando el fin de la guerrilla marxista. Derrotada en poco más de un año todo tipo de resistencia armada y desarmada en la inmensa jurisdicción a su mando, Menéndez se concentró en el frente interno, con el objetivo de reemplazar a Videla al frente del Ejército. Pero no pudo, la habilidad política de Viola y la estrategia del dictador argentino lo sacaron de pista, inaugurando la curva descendente en su vida. Derrotado en el frente interno, boicoteando el plan de Videla de construir su propio proyecto político aprovechando la euforia del Mundial, “Cachorro” intentó reposicionarse nacionalmente como el portavoz de la guerra con Chile, pero esa aventura también fracasó por la decidida y audaz intervención del Papa Juan Pablo II y el gobierno de “Jimmy” Carter, que no querían saber nada con una guerra en el Cono Sur entre dos países aliados en su lucha contra el comunismo soviético. Desprestigiado como el “loco de la guerra”, acorralado por la astucia de Viola, que armó un Ejército con hombres de su confianza, Menéndez jugó su última carta el 28 de septiembre de 1979, sublevándose en contra de su comandante en jefe. “En la cara, frente a él, todos sus subordinados le decían que lo iban a acompañar, pero después, cuando las papas quemaban, lo dejaron solo”, revela Giamberardino, testigo privilegiado de aquel intento fallido. “Menéndez decía que Viola manipulaba a Videla y que iban a chocar el Proceso, por eso se sublevó. Nada de lo que nos habíamos propuesto en marzo del 76 se estaba cumpliendo”, cuenta Santiago. El primo Mario Benjamín agrega: “En las reuniones con hombres del poder económico cordobés, éstos le calentaban la cabeza en contra de Martínez de Hoz. Y mi primo, por orgullo, por vanidad, por aferrarse a su prestigio, se envalentonó”. Sin lugar en el Ejército, con Viola y Galtieri conspirando para suceder a Videla, Menéndez se refugió en su Córdoba adoptiva y con 10 energía +

la excusa del problema limítrofe con Chile organizó un grupo político, el Movimiento de Afirmación por la Soberanía (MAS) pero según Santiago, que participaba del proyecto, “no pudimos entrar en Buenos Aires, y la cosa naufragó”. Luego vino Malvinas, el fin de la dictadura, el gobierno de Alfonsín empezó a destapar la olla de la represión ilegal, surgió la Conadep y al año siguiente el Juicio a las Juntas. Pero Menéndez parecía intocable. El gobierno de Angeloz le garantizó protección y el indulto de Menem impunidad. Transitó la década de 1990 como un ciudadano más, que caminaba por el barrio, hacía las compras en el super y hasta cobraba su jubilación en el banco. “Inclusive participaba de la misa de los domingos en la iglesia de Escobar”, cuenta Javier, un vecino suyo de Bajo Palermo, el barrio que Menéndez eligió para vivir cuando lo retiraron de la fuerza y eligió esta provincia para afincarse. Era lógico, aquí había construido su poder, sus relaciones, echado raíces. Hasta que llegaron los juicios, y la suerte cambió. Desde 2008 su vida transcurre entre salas de audiencias, chequeos en distintos hospitales de la ciudad y su chalet de Bajo Palermo, a donde cumple prisión domiciliaria acompañado de su hijo menor, Juan Martín de los Milagros, y de sus recuerdos de un tiempo que ya no es. El 19 de junio cumplió 89 años, es casi el único sobreviviente de un proyecto que lastimó como nada antes a la sociedad argentina, y es seguro que dejará este mundo convencido que nos salvó del infierno. En cada uno de nosotros está que tampoco gane esa batalla.

Camilo Ratti es autor de Cachorro, vida y muertes de Luciano Benjamín Menéndez, un libro sobre el general más condenado de la Argentina, padre de siete hijos, hijo y nieto de militares, portador de un apellido de estirpe, amo y señor de vida y bienes de millones de argentinos, expuesto en un riguroso trabajo de investigación histórica y periodística. Un libro que fue presentado en 2013 en el Auditorio Luis Gagliano del Sindicato Regional de Luz y Fuerza.


energĂ­a + 11


actualidad

De la muñeca al bebé En Argentina cada cinco minutos nace el bebé de una madre adolescente. Una mirada sobre una problemática que atraviesa todas las clases sociales y empuja a miles de chicas a ser adultas de golpe. Texto y fotos: Florencia Gordillo

E

l año es bisiesto. El último día de febrero Abigail ensaya la coreografía con la comparsa de barrio San Vicente. Abigail todavía juega a las muñecas con su hermana y al fútbol con los varones. Falta poco para el carnaval. La humedad insiste a la siesta y las chicas transpiran. Abigail es una morocha de 14 años de huesos grandes y alta que está embarazada. Siente que un líquido corre por sus piernas y piensa que se hizo pis, así que vuelve corriendo a su casa a bañarse. Dos horas después, su mamá le dirá que rompió bolsa. Irán a la Maternidad de San Vicente y tendrá que esperar dos horas hasta que la atiendan. –Me trataron re mal. Yo les decía que no aguantaba más el dolor y les pedí que me llevaran en silla de ruedas, pero me hicieron caminar. Y ahí me dijeron: ¿quién te mandó a abrir las patas? Abigail, sentada en la camilla de parto, respira hondo, aprieta el puño con fuerza. Quiere pegarle al médico porque le acaba de dar

12 energía +

dos chirlos en las piernas. Se levanta para devolverle el golpe y por la fuerza que hace al sentarse, nace su hija. En Argentina, cada cinco minutos nace el bebé de una madre adolescente y cada tres horas uno cuya madre es menor de 15 años, de acuerdo a un informe de Economía Femini(s)ta. En Córdoba, todos los años, unas dos mil chicas menores de 20 se convierten en madres, según la Secretaría de Salud de la Municipalidad de Córdoba. En barrio Alberdi, Warma Wasi es el único centro de la provincia que brinda asistencia psicosocial, pero sólo asisten entre 8 y 14 chicas con sus bebés. Sólo una está embarazada. Hace dos años Mercedes Facciano y Mabel Rocchiccioli crearon Warma Wasi. Aunque eran empleadas municipales –estaban a cargo de los Hogares de Día– y reciben apoyo económico de la Municipalidad, no se puede considerar que sea parte de una política integral de Estado.


En una casona restaurada de barrio Alberdi, los padres de las adolescentes firman una autorización para que ellas puedan asistir. Abigail tiene 15 años, es la más chica, y Aytana, la mayor, tiene 25. Ahí desayunan y almuerzan tres veces a la semana. De lunes a viernes hay talleres de arte, danza, canto, yoga y huerta; también tienen todo lo material que necesitan los bebés; hay una médica, una nutricionista, un abogado, dos trabajadoras sociales, una cocinera y una sola niñera para cuidar hasta a diez niños. No importa el cargo de cada uno, a todos en algún momento les toca alzar a un bebé. “Aunque la prioridad de la asistencia a las madres adolescentes sea su salud reproductiva, es clave abordar también los aspectos psicosociales, recreativos y educacionales”, dice Facciano. La casa tiene techos altos, las ventanas no tienen cortinas, la luz inunda los ambientes. Tiene dos pisos y la planta alta es el espacio para que las mamás hagan solas sus actividades: los niños se quedan abajo al cuidado de Teresa, la niñera, pero cuando alguno de los bebés llora cada una debe bajar a atenderlo. “Las chicas demandan energía. A veces vienen mal y hay que contenerlas. Sufren violencia, problemas en su familia y las problemáticas propias de la maternidad adolescente. Por eso la gente que trabaja acá tiene que tener un carácter especial. Por respeto a ellas y porque hay niños”, dice Facciano. Y agrega que les gustaría que hubiese otros Warma Wasi alejados del centro de la ciudad, en instituciones municipales o centros de salud. Caren y Abigail son dos de las mamás que van a Warma Wasi. Están en el cuarto que usan para hacer el taller de arte. Tratan de no moverse demasiado porque en la mesa hay artesanías recién pintadas. El olor a pintura les da la razón. Conversan sobre qué dibujitos animados son mejores para que vean sus hijas. –Le compré a Male el CD de las Canciones de La Granja pero no me gusta. El Gallo Pinto dibuja un porro cuando no lo ven. Hay un pájaro que se burla de los otros animales. Hay un pavo y una pava que se van a casar. Él le dice: “Ven a mi nido que contigo yo me animo. Tampoco me gusta Xuxa, que anda siempre vestida como trola. O Panam, que se viste como prosti. La complicidad de sus miradas delata un dejo de inocencia y picardía. Prefieren a María Elena Walsh y a Peppa Pig.

*** Es octubre. Es el primer paro nacional de mujeres. Una bandera de colores interrumpe la circulación de los autos. Detrás, ocho adolescentes bailan reggaetón. El mismo día celebran el segundo aniversario de Warma Wasi, por eso vino Lucía García, a cargo de la Dirección de Promoción Familiar y Lucha Contra la Violencia Familiar de la Municipalidad cordobesa, y en el medio de la ronda que formaron las mamás habla sobre el asesinato de Lucía Pérez, la adolescente violada y asesinada en Mar del Plata. Dice que no hay que juzgar a la víctima, que hay que condenar el hecho aberrante, que hay que decir Ni Una Menos porque violan, acosan, persiguen y matan mujeres, que hay

que reivindicar todos los días la condición de mujer, pero sin limitar sus roles a la maternidad o a las tareas del hogar. Los aplausos aparecen puntuales después de la última palabra. Lucía García sale al patio a fumar. ¿Qué políticas de Estado hay respecto a la maternidad adolescente? Trabajamos con la conformación de equipos técnicos que atienden por toda la ciudad para empezar a reconocer la perspectiva de género transversal a las prácticas cotidianas. Hablamos de maternidad adolescente pero nunca hablamos de paternidad adolescente. Cuando hablamos de sexualidad es la mujer la que tiene que

El Ministerio de Salud de la Nación informó que en 2013 nacieron 117 mil bebés de mujeres menores de 20 años en Argentina. Según el Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva, de estas madres el 69% declaró que sus embarazos no fueron planificados.

cuidarse de los embarazos y el hombre pareciera exento de esa responsabilidad. ¿Y a través de qué medidas concretas intervienen en las prácticas cotidianas? Hay muchos espacios de formación, intercambio y debate con los equipos técnicos. Solo somos parte de un sistema que debería funcionar de otra manera. El sistema de salud no tiene perspectiva de género, tampoco el sistema educativo. No solo se trata de que la mujer gestante encuentre contención a través de programas, sino insistimos en construir una paternidad responsable. ¿Y qué programas hay para las y los energía + 13


adolescentes? Hemos trabajado mucho con los consejos de los jóvenes. Está Warma Wasi. No se puede apuntar solamente a la mujer, hay que apuntar al hombre también y esto implica una construcción cotidiana. ¿Y qué políticas de prevención hay? Nosotros trabajamos mucho con los Consejos de Jóvenes, dos espacios donde los adolescentes se acercan a debatir. Lo que nos interesa es revertir nuestra mirada como adultos. Warma Wasi es la única respuesta estatal para las madres adolescentes. Son 1943 las menores de 20 años que se convirtieron en madres en 2015 y 2068 en 2014, según la Secretaría de Salud municipal. Sólo 14 adolescentes reciben apoyo psicosocial en la casona restaurada de barrio Alberdi. *** Abigail y Caren pegan pedacitos de cerámicos en un mural que hacen en el taller mosaiquismo. Caren tiene la mirada fija en los cuadraditos rojos que acomoda en los labios de la mujer dibujada en la madera. Con el pie hamaca el coche donde Malena, su hija de nueve meses, está acostada. –Male nació sietemesina porque yo tenía comienzo de desprendimiento de placenta. Ese día estaba en el terreno donde estaba haciendo mi casa y sentía que me hacía pis. Volví a mi casa y lo llamé al papá de la bebé, porque me sentía mal y él le avisó a mi suegra y fuimos a la maternidad. Doce horas de espera para decirle: “Mamá, rompió bolsa”. La bebe había tragado líquido y después del parto estuvo 25 días internada. Volvieron a vivir a una casa que le prestaron al papá de Malena, que ahora tiene 19 años; ya no viven juntos y él tiene una orden de restricción de contacto. Los ojos y la sonrisa hacen del rostro de Caren un círculo luminoso, apacible. El movimiento delicado de las manos al alzar a su hija es un eco en todo el cuerpo que se mueve en armonía. La remera holgada que flamea sobre su flacura es de color rosa y tiene la cara de Mickey Mousse. Malena llora, hay que cambiarle los pañales. –Yo quería nena, era mi sueño. Pensaba: Ay, le voy a poder hacer trenzas, pensaba en la fiesta de 15, en los vestidos. Estaba loca 14 energía +

por las nenas. Siempre quise tenerla. La inocencia con la que Caren y Abigail compiten por quién pegó mejor los cerámicos desaparece cuando hablan de plata. En la punta de la mesa, donde abundan restos de galletas babeadas, Abigail y Caren hacen cálculos: son madres, adolescentes, solteras, que aprendieron a hacer malabares con su economía. “Una bolsa de pañales cuesta 40 pesos y me dura un día, dos como mucho. Para colmo ella toma una leche especial que sale 300 pesos y me dura una semana y media. A mí los únicos que me ayudan son los abuelos de Male. El padre no hace nada. Y mi mamá tiene dos bebés chiquitos más: uno

de tres años y otro de un año y nueve meses”, cuenta Caren. La madre de Caren tiene 31 años y también tuvo su primera hija a los 15. Ahora la que habla es Abigail: “Por ahora me estoy manejando con la Asignación Universal por Hijo y no cuento con nadie: hago maravillas. Cobro 800 pesos. Cargo 100 a la tarjeta del colectivo para venir acá y por si tengo que salir de emergencia con la bebé. Los pañales me salen 450 para todo el mes. Y 200 la leche. Y si le compro ropa es porque me sobran pañales del mes anterior y me queda algo para una remerita o un pantalón, y voy progresando en ella”. Ella sí buscó a su hija. A los diez años se


“Las chicas demandan energía. A veces vienen mal y hay que contenerlas. Sufren violencia, problemas en su familia y las problemáticas propias de la maternidad” adolescente”

hizo cargo de sus hermanos y de un bebé que su prima le dejó a cargo. Ella lo crió como a su hijo. Tres años después, la madre volvió a buscarlo y Abigail sintió, a los 13 años, un vacío que dibuja con el puño cerrado sobre el pecho. Entonces decidió ser mamá. Jhony era su pareja y falleció antes de que naciera Gabriella, su hija. Abigail sólo cuenta que recibió un balazo. Gabriella duerme en la sillita de comer al lado de ella, tiene salsa en toda la cara y la cabeza recae suave hacia un costado. “Es una cosa que creí que nunca iba a poder tener. Es lo más preciado del mundo”, dice Abigail. Tener un hijo te empodera, cree Agustín Leal Pereyra, un estudiante de Trabajo Social que hace sus prácticas en Warma Wasi. Investigó sobre las políticas que hay para mamás adolescentes a nivel municipal, provincial y nacional. Dice que Warma Wasi es la única casa en Argentina con un enfoque psicosocial que pretende potenciar a la mujer no sólo desde el rol de la maternidad. –Empodera ser mamá, está bien visto ser madre, te reposiciona en la casa. Tienen más poder en las comunidades de donde vienen. Por ahí dicen que a lo único a lo que se aferran en el mundo es a su hijo. Una de las chicas ahora ya tiene ganas de tener otro. Cuando los hijos crecen les provoca a las mamás un vacío afectivo y ellas necesitan otro vínculo. Tener un hijo es tener algo, porque no tienen nada –explica Agustín. *** Respiración. Pujo. Cuclillas. Pamela repite

las tres palabras que debe memorizar. Está de ocho meses, tiene 19 años, en noviembre nacerá su primer hijo. Se va a llamar Sebastián. La suavidad de la voz y el hablar lento acompañan a los labios gruesos cuando intentan modular la palabra “obstétrica”. Los ojos entrecerrados delatan la ternura de una joven que aprende sobre el parto. Pamela vive con su marido en barrio Sol Naciente, atrás de la casa de su suegra. Él tiene 30 años y tres hijos. A Pamela le gusta tanto el chocolate que una vez se intoxicó y tuvo que ir al hospital, así se enteró que estaba embarazada. –Vengo (a Warma Wasi) para despabilarme de los problemas. Las médicas me están guiando en el proceso del parto. Ahora me están enseñando a respirar profundo y a soltar el aire, a no ponerme nerviosa cada vez que me agarran las contracciones. Se me pone dura la panza y no puedo caminar ni respirar, siento que algo se me baja, que quiere salir y me da miedo –dice Pamela, que fue hasta tercer año al secundario y quiere terminarlo después de que nazca Sebastián. El Ministerio de Salud de la Nación informó que en 2013 nacieron 117 mil bebés de mujeres menores de 20 años. Según el Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva, de estas madres adolescentes el 69 por ciento declaró que los embarazos no fueron planificados y el 60 por ciento contó que tuvo que abandonar los estudios al quedar embarazadas. Además de políticas inclusivas, las madres adolescentes necesitan la aplicación

de la Ley 26150 de Educación Sexual Integral (ESI). Abigail estaba en segundo año del secundario cuando quedó embarazada. Todavía nadie le había hablado en la escuela sobre sexualidad, aunque hace diez años el gobierno nacional promulgó la ESI, que debe aplicarse en todos los establecimientos educativos. “La ESI es una herramienta para que los docentes enseñen, pero también para que aprendan sobre sexualidad y para que los adolescentes puedan salir de la visión hegemónica que concibe a la mujer en su exclusiva capacidad reproductora”, explica Guadalupe Molina, doctora en Ciencias de la Educación. Cuando Abigail quiso retomar el secundario su hija ya había nacido y, aunque podía ir al colegio con ella, era difícil tener tiempo para estudiar, siempre estaba cansada. Ahora Caren y Abigail planean retomar el colegio porque después quieren seguir estudiando. Entre todas están organizando empezar en el mismo colegio, las hace sentir menos solas.

energía + 15


Realidad gremial

Fortalecer los dientes del engranaje La Unión Obrera Metalúrgica nació al calor de una industria nacional floreciente. Sus afiliados son los que hacen funcionar las líneas de montaje, los que fresan, tornean y le dan forma a las partes. Son también los más golpeados en una economía congelada. Por Soledad Soler

E

l viento helado le pega en el espacio que queda entre el gorro y la bufanda, en el antifaz librado a la intemperie. Las piernas van y vienen, van y vienen, se calientan. Hay que mantenerse en la línea que divide la calzada de la banquina. Si pasa un auto es más fácil. Un camión hace temblar la bicicleta y Pablo tiene que hacer fuerza para sostener el equilibrio. El camino a la fábrica es largo. Se sale de noche de casa y se llega al trabajo amaneciendo. Mientras el sol va asomando se acuerda de otro tiempo en el que llegaba

16 energía +

en auto, cómodo, calentito, escuchando la radio. Hoy la playa de estacionamiento es un enorme depósito de bicicletas, una al lado de la otra. Rubén Urbano se acuerda que en 2007 los ganchos en los que se colgaban las bicicletas en las fábricas habían dejado de existir. “Los muchachos iban en motos y en autos nuevos. Empezamos a ver en las puertas de las fábricas montones de vehículos. Vos entrabas a la planta al alba y había otro clima. Te atendía el dueño con otro carácter y los trabajadores iban a labu-

rar contentos porque estaban progresando, se podían sentir realizados”. Urbano es secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica Seccional Córdoba desde 2012, pero es metalúrgico desde que tiene memoria. “Yo vengo boyando desde los tiempos de la dictadura. Pasé por treinta establecimientos grandes y chicos. Soy tornero matricero, un buen oficio que ya no se ve. Mis compañeros de trabajo están en México o en Brasil desarrollando sus tareas allá” Urbano asegura que aprendió el oficio


gracias a las escuelas técnicas nacionales. “Estudié en el ENET N° 3, donde enseñaban electricidad, ajuste mecánico, tornería, carpintería. Elegí tornería y después me especialicé con el curso de matricero. El último lugar donde trabajé me gustaba mucho”, recuerda. Durante la última dictadura cívico-militar sólo daban trabajo en la Fábrica Militar de Río Tercero o en la Fábrica Militar de Aviones y se trabajaba mucho con el Área Militar Córdoba. Urbano se acuerda de haber hecho trabajos de mucha precisión “con aluminio, limpio, con muchos ajustes, era un trabajo lindo”. Urbano asegura que jamás lo despidieron: “Si no me gustaba el trabajo me iba”. También cambiaba de fábrica cuando lo perseguían por ser gremialista. “Siempre fui un poco rebelde. De ahí sale mi carrera gremial. Cuando no había sindicatos, frente a las injusticias directamente me iba”. El actual secretario general de la UOM Córdoba empezó como delegado en 1973. Como en 1981 el gremio seguía intervenido fue uno de los que impulsó la recuperación y peleó por la vuelta de la democracia. En la UOM tienen muchos compañeros desaparecidos. Para Urbano, las Abuelas de Plaza de Mayo fueron las primeras que le pusieron “un parate” a la dictadura. Cuando el dictador Jorge Rafael Videla habló por cadena nacional el 24 de marzo de 1976, Urbano estaba haciendo el servicio militar. La colimba fue su mejor refugio. Cuando llegó el Ford Falcon verde a la casa de sus viejos él estaba en La Calera cumpliendo con el servicio. “Se fue de viaje”, dijo su madre. “Tenía la precaución de pelearme con algún oficial para pasar preso todos los fines de semana. Al que quería salir, yo le hacía la guardia. Era el más solidario de todos”, ironiza. Urbano armaba paracaídas. Cuenta que una vez se murió un militar que se tiró con un paracaídas que no se abrió. “Lo había armado yo, pero cuando llegó al hospital el militar aclaró que él lo había abierto mal”. Otra vez, zafó. Botines escarchados Urbano agarraba su bicicleta antes de que

salga el sol. En el bolsillo interno de la campera llevaba un montoncito de volantes hechos con mimeógrafo: “Campeonato de fútbol. Inscripciones abiertas. Primer premio: botines. Segundo premio: pelotas. Tercer premio: camisetas”. Urbano repartía algunos entre los que entraban a la fábrica y dejaba el montoncito apilado en un rincón del portón de ingreso. Agarraba la bici y pedaleaba lo más rápido que podía hasta llegar a su trabajo. Todos los días hacía el mismo recorrido. Era 1982. Urbano cuenta que en el cam-

Rubén Urbano. Secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica de Provincia de Córdoba (UOM)

peonato se anotaron 75 equipos de distintas fábricas. Un éxito. “Domingo, invierno crudo, la cancha escarchada. Nosotros la marcábamos, armábamos un buffet, hacíamos de árbitro, de juez de línea. Yo jugaba con la 5. La idea con el grupo de muchachos que eran activistas y que habían sido delegados, era ver cómo hacíamos para recuperar el gremio”, cuenta Urbano 34 años después de aquellos días, en su oficina de secretario general en barrio General Paz de la ciudad de Córdoba. En aquel momento habían puesto en la sede gremial a un militar de apellido Tejeda. Como le gustaba el fútbol accedió a la idea de llevar adelante el campeonato. “Si

La década de 1990 fue crítica. Cientos de empresas cerraron sus puertas. “Yo trabajaba en Forja, donde se hacían los ejes y las ruedas para el ferrocarril. El lugar donde hoy se hacen bailes y espectáculos era un predio inmenso donde trabajaba mucha gente” es fútbol sí, muchachos, no hay problema”, les había dicho. Pero cuando llegaban las seis de la tarde y Tejeda se retiraba, el silencio lúgubre de la UOM se rompía con el aviso que venía desde la puerta de ingreso: “¡Se fue!”, vociferaba el portero, un sobrino de Tejeda que les hacía la gamba a los trabajadores. Entonces las conversaciones sobre política inundaban aquel espacio aparentemente estéril. Después del partido, los domingos, se quedaban un rato al costado de la cancha y hablaban. “Los sábados también nos juntábamos. Fue una militancia muy linda. Aprendimos cómo había que rasparse los bolsillos para poder hacer las cosas. Ayudábamos con el buffet, conseguíamos los botines para sortear”, recuerda Urbano. “Nos preocupaba la recuperación del gremio y teníamos que pelear para que la democracia viniera”. Metalúrgico en los Andes El primer metalúrgico de la historia se llamó Fray Luis Beltrán. En honor a su nacimiento, todos los 7 de septiembre se celebra el día del metalúrgico Cuentan ciertas versiones de la historia que este buen hombre que llegó al mundo en el año 1784, fue el elegido por el General José de San Martín para organizar la maestranza y la artillería del cruce de los Andes. “Como un Vulcano moderno vestido de hábitos talares, él forjó las armas de la revolución. Fundió cañones, balas y granaenergía + 17


das empleando el metal de las campanas que descolgaban de las torres por medio de aparatos ingeniosos inventados por él. Construía cureñas, cartuchos, mochilas, caramañolas y zapatos; forjaba herraduras para las bestias y bayonetas para los soldados; recomponía fusiles y con las manos ennegrecidas por la pólvora dibujaba sobre la pared del taller con el carbón de la fragua las máquinas de su invención con que el Ejército de los Andes debía transmontar la cordillera y llevar la libertad a América”. Así lo describe Bartolomé Mitre. Cuenta también la historia que Beltrán era hijo de un padre francés y una madre criolla y que ingresó muy joven a la orden franciscana, dejando el convento al iniciarse el proceso revolucionario americano. Bajo el mandato del maestranza se construyeron vehículos especiales adaptados al tránsito por la cordillera para trasladar la artillería. Cuentan que un buen día San Martín le preguntó a su jefe de maestranza cuántas municiones había y que Beltrán le respondió: “Hasta el techo”. Pero no llegaban a 10 mil. Ante la urgencia de la batalla por venir, Beltrán fabricó prácticamente de cero el parque de artillería de San Martín, incluso fundiendo cañones, con lo que llegó a producir hasta 50 mil cartuchos por día. Dicen que sin esta proeza titánica, jamás se podría haber alcanzado la victoria de Maipú. La unión La UOM surgió como gremio el 20 de abril 18 energía +

de 1943. Al calor de una industria nacional floreciente un número importante de fundidores, calderos, herreros de obra, bronceros, orfebres y cerrajeros se reunieron en la sede de la Confederación General del Trabajo (CGT.), bajo la presidencia de

afiliados En el año 1975 la UOM tenía

550.000 afiliados en todo el país

En el peor momento se redujeron a

60.000 hoy llegan a

200.000 José Domenevch, secretario general de la Central Obrera y presidente de la Unión Ferroviaria. Después de una acalorada discusión que se extendió durante buena parte de la noche del 19 de abril, eligieron a Nicolás Giuliani como su conductor. Pero antes, en 1919, los trabajadores ya habían dado muestras de su intención de agruparse conformando la Sociedad de Resistencia Metalúrgica. Nada de todo esto hubiese sido posible sin la voluntad política de apostar a la unidad de los trabajadores. Al igual que en

aquellos tiempos fundacionales, la recuperación de la UOM después de la dictadura requirió de la convicción de los delegados comprometidos con el objetivo de colectivizar sus demandas y de unir fuerzas. En 1984 Rubén Urbano integraba la lista de normalización del gremio. “Éramos poquitos, entre 10 y 15 delegados. Hoy tenemos 300. Formalmente entré a la UOM en 1991, como secretario de actas”, recuerda. La década de 1990 fue crítica. Cientos de empresas cerraron sus puertas y dejaron de producir. “Yo trabajaba en Forja, donde se hacían los ejes y las ruedas para el ferrocarril. El lugar donde hoy se hacen bailes y espectáculos era un predio inmenso donde trabajaba mucha gente. Ahí se forjaban los ejes y una vez que se enfriaban nosotros los maquinábamos, haciéndoles las roscas a las piezas con tornos o con fresas”. Antes las matrices se hacían con soplete, hoy se fabrican con láser. Pero el oficio se fue adaptando a los cambios tecnológicos. El único factor al que no se le pueden reajustar las tuercas es a una industria frenada. El logo que identifica a la UOM es una rueda dentada, que simboliza la unión y el movimiento. Esa es su esencia, su razón de ser. A media máquina A Pablo se le agota la batería del celular y la alarma nunca suena. Agarra la bicicleta agitado y nervioso. El camino por Circunvalación se convierte en una travesía eterna. Un camión le pasa por el lado a una distancia peligrosa. Siente miedo pero sigue pedaleando. Unos metros antes de llegar se encuentra con un grupo de compañeros en la puerta de la fábrica. Los rostros sombríos anticipan lo que está a punto de confirmar. “Vos también estás suspendido, Pablo”. El aire se vuelve pesado, irrespirable. “Vemos con tristeza a empresas con más de 60 años en la industria cordobesa que hoy están cerrando. Los nietos tienen que cerrar las fábricas de sus abuelos. Eso es falta de políticas, falta de Estado. El Estado tiene que abrir nuevos mercados”, plantea Urbano. En la planta de Material Ferroviario S.A (Materfer) hay 200 trabajadores donde antes había cuatro mil. Mientras tanto, la Municipalidad de Córdoba integra el parque de transporte público con trolebuses fabricados en Rusia, implementando políticas que afectan a los trabajadores industriales. Recientemente se firmó un acuerdo entre Nissan y Mercedes Benz para ensamblar


Urbano empezó como delegado en 1973. En 1981 el gremio seguía intervenido y fue uno de los que impulsó la recuperación y peleó por la vuelta de la democracia. En la UOM tienen muchos compañeros desaparecidos

un utilitario en Córdoba. “Me parece bárbaro. Pero es para fines de 2017. Necesitamos trabajo para ayer”, plantea el dirigente gremial. Y agrega: “Si hubiese trabajo no harían falta las paritarias. Se podría hacer empresa por empresa”. Los metalúrgicos consideran que los sindicatos no existirían si no existieran las empresas. “Estamos en veredas diferentes, pero la dirección de la calle es la misma. Tenemos que cuidar el mercado para tener trabajo”. Urbano también afirma que no es positivo ser dependientes de Brasil. “Si venimos desde 1976 con cierre de fábricas, de los colegios industriales y no somos competitivos, no es bueno ningún extremo. Ni cerrar las importaciones de partes como hasta hace poco, ni abrirlas totalmente como ahora”. Estas definiciones son centrales para la industria local. Córdoba es un polo productivo y también el epicentro de cualquier crisis que afecte al sector metalúrgico y automotriz. En tiempos de baja producción, las empresas aplican esquemas de suspensiones con aquellos trabajadores que se encuentran en situaciones de cierta inestabilidad. La reducción de turnos es la estrategia y el principal síntoma de que algo no anda bien. Con los indicadores industriales en rojo, el gremio se encuentra en estado de alerta. “Hoy tenemos que cuidar los puestos de trabajo por una situación que escapa a nosotros. Pero estamos ocupándonos para que las empresas entiendan que no es momento de pensar en rentabilidad y para que los trabajadores entiendan que la empresa no es el enemigo”, explica Urbano. Cuando Pablo empezó a trabajar en la

fábrica se compró heladera, lavarropas y auto. Todo en cuotas. Con estas deudas, las suspensiones le hacen un hueco a su economía familiar, pero también reducen sus posibilidades de comprar. Cuando le confirman que estará suspendido durante varias semanas siente cómo se le endurecen las mandíbulas y le corre un frío por la espalda. Como metalúrgico, Pablo sabe que si se frena la producción, se frena todo. Nadie vende, nadie compra. Los precios en el súper se planchan, pero sus ingresos también. Ni él, ni sus compañeros van a poder renovar electrodomésticos. Vender el auto es lo que sigue. El sector sufrió tres crisis graves: en 2000, 2009 y en 2011. “La de 2001 se recuperó en 2003 rápidamente. En 2009 se cayó el mercado brasilero. Pero ahora veni-

mos desde hace mucho tiempo con un declive del que no nos podemos recuperar”, afirma el secretario general de la UOM. Los metalúrgicos sienten que desde que se desmanteló el ferrocarril durante los años del neoliberalismo, se desmanteló la posibilidad de fortalecer el trabajo y la industria local. “Los trenes generan mucho trabajo. Nosotros podemos hacer los durmientes, por ejemplo”, asegura Urbano con la mirada iluminada. El sonido sordo y lejano del tren es un sueño que aún lo desvela.

energía + 19


20 energĂ­a +


Institucional

Formar para la vida y el trabajo La capacitación y la formación que desarrolla el Sindicato Regional de Luz y Fuerza (SiReLyF) se fortalece de la mano de sus trabajadores y de las alianzas con diferentes sectores de la sociedad. En las próximas páginas recorremos algunos de los hechos educativos más destacados de los últimos cuatro meses. Uno de los motores que movilizan al SiReLyF es la formación y la capacitación permanente que le brinda a sus afiliados, para mejorar su trayectoria laboral y favorecer su crecimiento social y personal. Hay un horizonte claro respecto a la política que promueve la Gestión para el Cambio: la formación es uno de ellos. Desde 2001 el sindicato trabaja sin descanso para ampliar propuestas y espacios que fortalezcan a los trabajadores, desde una mirada que integre la responsabilidad social del gremio y el lugar que ocupa en una sociedad cada vez más compleja. “Uno de los fundamentos esenciales de la Gestión para el Cambio ha sido abordar un tema que ha tenido su lugar en la historia del sindicato, pero nunca con la magnitud de ahora. Los trabajadores tenemos la necesidad de capacitarnos cada día un poco más. La única forma de enfrentar un futuro diferente es estar más preparados, con más formación profesional y también gremial”, dijo Eduardo Brandolín, secretario general del SiReLyF. Los caminos recorridos en este tiempo son muchos. Uno de los aspectos que más ha enriquecido el trayecto es el trazado de alianzas estratégicas con diferentes sectores del Estado nacional, provincial y municipal, y organizaciones gremiales y sociales. En estos entramados la capacitación y la formación se hacen fuertes como herramientas para el trabajador y para la comunidad involucrada. energía + 21


Capacitación en toda la provincia Desde hace seis años la Comisión Mixta de Higiene y Seguridad capacita a los trabajadores de redes eléctricas de cooperativas con el mismo compromiso del primer día. En agosto, 250 trabajadores recibieron el certificado por la finalización de la capacitación en Baja Tensión 1 y 2.

E

l 10 de agosto 250 trabajadores de redes eléctricas de cooperativas de toda la provincia de Córdoba recibieron su certificación en Baja Tensión 1 y 2 (BT). Se trata de cursos que dictó la Comisión Mixta de Higiene y Seguridad durante 2015 y 2016. A lo largo de ese tiempo, integrantes de la Comisión Mixta viajaron por toda la provincia para dictar dicha capacitación con una importante participación de los trabajadores de muchas localidades que eligieron formarse para prevenir accidentes laborales. “Hace muchos años que concebimos a la capacitación de nuestros trabajadores como el norte de esta Gestión para el Cambio, y hoy vemos los frutos de tanto esfuerzo”, dijo el secretario general del SiReLyF, Eduardo Brandolín, cuando se realizó el acto académico en el

Hotel Quorum de la ciudad de Córdoba. La obtención del carnet habilitante en BT1 permite ejecutar con tensión sobre instalaciones de baja tensión, bajo la autoridad y supervisión de un responsable de trabajo con habilitación en BT2, que permite a su titular ser responsable del trabajo. Gustavo

Bragagnini, representante de la Comisión Mixta por el SiReLyF, dijo que se rescata mucho el compromiso de los gremios, de las federaciones, del Ministerio de Trabajo de la provincia, de la Superintendencia de la Nación, que hacen posible este trabajo. En el acto también se hizo entrega de un

Primera capacitación BT2 para mujeres La Comisión Mixta de Higiene y Seguridad realizó la primera capacitación en BT2 para mujeres. Asistieron 35 trabajadoras de 15 cooperativas de la provincia y recibieron la correspondiente certificación. Se realizó el 23 de septiembre en la Colonia de Vacaciones de Villa del Dique que posee el Sindicato de Luz y Fuerza de Río Cuarto. La parte eléctrica que se da para los varones fue reemplazada por un módulo nuevo sobre reanimación cardiopulmonar (RCP). Esta capacitación busca mejorar la prestación del servicio de las cooperativas y los mecanismos de trabajo que funcionan entre las administrativas y los operarios de red. La subsecretaria de Turismo, Deportes y Actas del Sindicato Regional de 22 energía +

Luz y Fuerza (SiReLyF), María Alejandra Carrillo, dijo: “Fue una experiencia inolvidable. Destacamos que se incluya a la mujer en este tipo de capacitaciones. Es

necesario que las mujeres accedan a este curso”.


kit de protección y seguridad en el trabajo para distintas cooperativas de la provincia y se realizó un reconocimiento a las cooperativas eléctricas que participaron en la capacitación de trabajo y rescate en altura que hizo la Comisión Mixta en julio. “Esta es una demostración inédita de que cuando los actores de los servicios públicos, en este caso trabajadores y dirigencia del sector cooperativo, se ponen de acuerdo, podemos lograr cosas importantes”, dijo en el evento Luis Castillo, presidente de la Federación de Cooperativas Eléctricas y Obras y Servicios Públicos de la Provincia de Córdoba (Fecescor). Por su parte, Pedro Mariezcurrena, gerente de prevención de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo de la Nación, dijo: “Es una herramienta indispensable para solucionar y para bajar la siniestralidad. A esto no hay que declamarlo: hay que practicarlo. Como autoridad de supervisión y control de la materia tenemos el compromiso y la obligación de estar y de acompañar todas

Capacitaciones BT1 y BT2 Desde 2010

250.000 kilómetros recorridos

270

Seccionales y Subseccionales

6310

horas de capacitación

1931

trabajadores capacitados

las actividades que fomenten la prevención. Lo que están haciendo acá es un ejemplo a nivel nacional y yo espero que se repita”. Las capacitaciones que brinda la Comi-

sión Mixta posibilitan que los trabajadores adquieran conocimientos sobre los elementos de protección personales y colectivos que necesitan de acuerdo a la Ley y que hagan su tarea en forma segura. En este aspecto, es la cooperativa quien debe proveer las herramientas que necesita el trabajador. Desde 2010 la Comisión Mixta capacita a los trabajadores de redes eléctricas de cooperativas y les brinda conocimientos para prevenir riesgos laborales y cuidar su salud. Nació por pedido de los trabajadores y fue motorizada por los dirigentes de la Federación de Cooperativas Eléctricas y Obras y Servicios Públicos de la Provincia de Córdoba (Fecescor), la Federación Argentina de Cooperativas Eléctricas (Face), la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (FATLyF), el Sindicato Regional de Luz y Fuerza y el Sindicato de Luz y Fuerza de Río Cuarto. Hoy también participa el Ministerio de Trabajo de la Provincia y la Superintendencia de Riesgos de la Nación.

Tecnicatura en expansión

L

a Tecnicatura en Gestión del Sector Eléctrico suma nuevas sedes regionales para el dictado de la carrera: Villa Carlos Paz, Isla Verde y Morteros. De este modo, además de las sedes de Almafuerte, Villa María y Pilar, los interesados en iniciar esta propuesta educativa que ofrece la Fundación SiReLyF tienen más posibilidades de hacerlo a lo largo y ancho de toda la provincia. La ampliación de las sedes obedece al interés que han mostrado los trabajadores de distintas localidades en hacer la Tecnicatura y a los principios de responsabilidad social con la educación que movilizan a la Fundación SiReLyF. La Tecnicatura Superior en Gestión del Sector Eléctrico se puso en marcha en abril de 2016. Es una oferta pública y gratuita dirigida a la profesionalización de los trabajadores en el sector eléctrico, que incluye prácticas en los puestos de trabajo. Dura dos años y medio y se otorga título de validez provincial y nacional. Los contenidos fueron elaborados junto al Ministerio de Educación de la provincia de Córdoba.

Las inscripciones para el cursado de la Tecnicatura en 2017 ya están abiertas. Pueden comunicarse a la Fundación SiReLyF, Área Administración, en el teléfono +54 0351 568 8001 La apertura de las sedes responde a una planificación de la carrera de acuerdo a las necesidades de formación y desarrollo de la región. El coordinador de la Tecnicatura, Pablo Anotti, dijo que las primeras sedes se abrieron porque son lugares estratégicos donde hay gente proveniente de diferentes sectores: “En Pilar teníamos dos centrales muy importantes; en Almafuerte se desarrolla un polo eléctrico donde está Epec, Transener, Gecor, la cooperativa y la Central Nuclear; y en Villa María tenemos una zona de Epec que también está rodeada de varias cooperativas”. En relación a las nuevas sedes, dijo: “En Carlos Paz se abrió para abarcar toda la zona del Valle de Punilla y las Sierras Chicas, desde Alta Gracia hasta Cruz del Eje. La Tecnicatura funciona en una sede de la Universidad Tecnológica Nacional donde hay una escuela provincial PROA (Progra-

ma Avanzado de Educación Secundaria) con orientación en tecnologías de la información y la comunicación. Es una escuela que está preparada y es el modelo de aula que necesitamos nosotros. Morteros es cabecera y referente de una región importante. La cooperativa brinda electricidad y otros servicios y esta oferta de la Tecnicatura viene bien para el plantel de trabajadores. Por último, Isla Verde es una región que está alejada de todo. No tienen oferta de este tipo y abarca una zona importante de Epec como es alta tensión y el distrito de ahí y muchas cooperativas de alrededores. El objetivo en esta etapa es llegar a cubrir toda la provincia de acuerdo a la demanda que tengamos”. energía + 23


Logros compartidos El Plan de Finalización de Estudios Secundarios (Plan FES), que lleva adelante la Fundación SiReLyF, posibilitó que 170 personas cumplieran el sueño de terminar el secundario.

A

filiados al Sindicato Regional de Luz y Fuerza (SiReLyF), familiares y trabajadores de la Asociación Gremial de Empleados del Poder Judicial de las promociones 2014, 2015 y 2016 recibieron el diploma por la finalización de sus estudios secundarios que otorga la Fundación SiReLyF y el Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba. Los 170 trabajadores obtuvieron la certificación en el marco del Plan FES en un acto que se realizó el 4 de julio en el Hotel de la Cañada de la ciudad de Córdoba. La culminación de esta etapa es un logro compartido por toda la comunidad. Los egresados estuvieron acompañados por sus familiares, por el Consejo Directivo del gremio y por la Fundación SiReLyF; por autoridades del Ministerio de Educación de la provincia y representantes de la Dirección General de Educación Jóvenes y Adultos, del CENMA 111 Sede SiReLyF,

24 energía +

de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (Epec), de la Asociación Gremial de Empleados del Poder Judicial y de la Federación de Bomberos Voluntarios de Córdoba. En el discurso que brindó en el acto, el secretario general del SiReLyF, Eduardo Brandolín, dijo: “El objetivo de nuestro sindicato siempre estuvo centrado en brindar sueños para los compañeros” y en este sentido, la entrega de los diplomas es “la coronación de un sueño importante”. “Entregamos más de 170 certificados a alumnos que seguramente van por más. En noviembre de este año sumamos 370 trabajadores egresados”, dijo Brandolín. Por su parte, Miguel Palacio, director de la Fundación SiRelyF, contó que al principio los trabajadores tenían miedos e inseguridades, pero dejaban en claro que si terminaban el secundario cerrarían una etapa importante de sus vidas. “Esto es un

sueño cumplido. Llegamos”, dijo. El Plan de Finalización de Estudios Secundarios es una iniciativa del SiReLyF y del Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba, a través de la Dirección General de Educación para Jóvenes y Adultos, que ofrece la oportunidad de finalizar sus estudios secundarios de acuerdo a lo establecido por la Ley Nacional 26.206. Está destinado a los afiliados del SiReLyF, sus familiares y otros colectivos sociales y laborales. Entre estos últimos, el gremio de Judiciales es una de las organizaciones que se sumó al Plan FES y ya cuenta con sus propios egresados. También lo pondrá en práctica la Federación de Bomberos Voluntarios de Córdoba, la Empresa de Energía Eléctrica de Entre Ríos, la Cooperativa de San Marcos Sierra y la Epec. “Quiero reconocer y felicitar a los trabajadores por haber alcanzado esta meta.


Política educativa y de conocimiento Por Mg. César Zuccarino*

“Entregamos más de 170 certificados a alumnos que seguramente van a ir por más. En noviembre de este año sumamos 370 trabajadores egresados” Para nosotros es muy significativo como ejemplo social. Los egresados invirtieron tiempo de su descanso para estudiar, son un gran ejemplo. No hay forma que la sociedad mejore si no aumenta la capacidad creativa de sus habitantes”, dijo el ministro de Educación de la provincia, profesor Walter Grahovac. En su alocución también se refirió al rol de las organizaciones sociales: “Las organizaciones intermedias cumplen una función, tienen responsabilidades. Acá es evidente el esfuerzo de un sindicato que quiere brindar oportunidades educativas para sus trabajadores”, afirmó el ministro. “Asumimos el desafío de hacer crecer al trabajador, y desde Epec estamos también en ese gran desafío”, dijo el director de la Epec, Ing. Jorge González, y agregó: “Esto va a redundar en beneficios para los egresados y sus familias, pero también para las empresas de servicio eléctrico y para los usuarios”.

Quienes acceden al Plan FES pueden hacerlo con la modalidad semipresencial y a distancia, a través de la mediación de una Escuela Virtual que habilita el cursado a todos los trabajadores, sin importar el punto geográfico de la provincia donde se encuentren. Fue pensado en función de las demandas y características propias de los trabajadores del sector de la energía eléctrica. Máximo Brizuela, subsecretario general del SiReLyF, dijo: “Había muchos compañeros que no tenían el secundario terminado. Entonces, para demostrarle al gobierno y a las empresas que somos un gremio con responsabilidad social, empezamos a trabajar con el Ministerio de Educación, que nos dio un fuerte apoyo para el Plan FES”. Desde julio de 2015 el Plan FES tiene un espacio físico en el CENMA 111 Sede SiReLyF, ubicado en el centro de la ciudad de Córdoba. Allí se desarrollan las tutorías presenciales, las evaluaciones a los estudiantes y las tutorías de orientación. Los tutores son docentes dependientes de la Dirección de Jóvenes y Adultos del Ministerio de Educación. En el último año se implementaron tutorías itinerantes en distintas seccionales del sindicato para que los trabajadores cuenten con mayor apoyo educativo. La Escuela Virtual es una herramienta digital que, además de contener el Plan FES, alberga otros proyectos educativos como la Tecnicatura en Gestión del Sector Eléctrico y cualquier otra propuesta educativa que desarrolle el SiReLyF.

Para llevar adelante el Plan FES se consideraron varias cuestiones. La oferta educativa está destinada a jóvenes y adultos, no a niños. Esto presupone trayectos de vida que han sedimentado en personalidades e identidades de sujetos que han sabido afrontar y resolver situaciones problemáticas. De ahí que las personas con quienes trabajamos han forjado un carácter: algo los caracteriza y saben muchas cosas, nuestros estudiantes poseen cúmulos de conocimiento. Todos hemos desarrollado conocimientos, modos de hacer y de resolver diversas situaciones problemáticas. A diferencia de los conocimientos, el saber es resultado de un protocolo: el método científico. Saberes y conocimientos conviven determinando las relaciones entre idóneos y expertos, estableciendo quién es autoridad en alguna materia, instaurando modos de hacer en diferentes oficios. El conocimiento, transmitido por tradición oral, es operativo y conforma verdaderos ámbitos de desarrollo vinculados a la vida cotidiana y al mundo del trabajo. Sus prácticas, operaciones y procesos, no siempre son interpretados en clave científica. La democratización del conocimiento consiste para nosotros en orientar a los individuos para traducir en clave científica los conocimientos gestados en diversas experiencias y desde múltiples fuentes. En palabras del filósofo Louis Althusser, se trata de interpelar, de transformar a los individuos en sujetos. En individuos sujetados a la ciencia. Esta tarea la realizamos partiendo de universos conocidos, promoviendo el desarrollo de capacidades de los sujetos, para certificarlos desde el sistema formal de educación y de ese modo legitimarlos. Las subjetividades se reposicionan: parados en el orden de la cultura como sujetos del saber, el mundo se resignifica aportando nuevas visiones y favoreciendo nuevas aspiraciones. *Coordinador del Plan FES por el Ministerio de Educación de la provincia de Córdoba. energía + 25


Jornadas de Fortalecimiento Institucional La Fundación SiReLyF y el Sindicato Regional de Luz y Fuerza realizaron las Primeras Jornadas del Plan de Fortalecimiento Institucional implementado por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.

E

l Sindicato Regional de Luz y Fuerza (SiReLyF) fue sede de las Primeras Jornadas de Fortalecimiento Institucional que lleva adelante el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad de la Nación. Se trata de un encuentro que busca fortalecer la gestión institucional para mejorar la formación profesional y la certificación de calidad a partir de las Normas IRAM-ISO 9000. Las jornadas se realizaron el 5, 6 y 7 de octubre en la sede central del gremio. Participaron integrantes del Consejo Directivo, de la Fundación SiReLyF, personal rentado del SiReLyF, trabajadores de los diferentes emprendimientos que lleva adelante la Fundación, del Centro de Formación Aldo Serrano, y autoridades del Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba y de Trabajo de la Nación. “Tenemos que darle herramientas a los compañeros trabajadores para que estén mejor capacitados en lo profesional y en lo

26 energía +

gremial. Mientras más formados estén los compañeros, mayor apertura y pensamiento propio para discernir van a tener. El debate tiene que ser permanente. Es una tarea que el sindicato tiene la obligación de hacer. Lo que hacemos es producto de un pensamiento, de cómo vemos al sindicalismo. El sindicalismo múltiple es esto que hacemos nosotros”, dijo Eduardo Brandolín, secretario general del SiReLyF. El Ministerio de Trabajo de la Nación impulsa desde 2011 la Línea de Fortalecimiento Institucional y Certificación de Calidad para organizaciones de la sociedad civil e instituciones públicas y privadas. La formación apunta a mejorar la gestión institucional y de calidad de las organizaciones que participan, para la obtención de la certificación de las Normas IRAM-ISO 9000. De este modo, con las Jornadas se apunta a elaborar herramientas que contribuyan al mejoramiento del empleo genuino y el desarrollo sustentable en las zonas de in-

fluencia donde tiene actividad el SiReLyF. “El Ministerio de Trabajo hace un aporte muy importante con la línea de fortalecimiento institucional para caminar hacia las normas IRAM que garantizan los procesos y un sistema de calidad educativa. Si podemos transitar este camino y lograr esta certificación, estamos dando cuenta de que las acciones no son esporádicas. Hay un procedimiento que lo va a respaldar”, dijo Miguel Palacio, director de la Fundación SiReLyF. El encuentro se realizó con motivo de las capacitaciones que dicta la Fundación SiReLyF en los Centros de Formación Profesional (CFP). Los CFP consisten en cursos de formación y capacitación laboral destinada a todos los trabajadores del SiReLyF y la comunidad, y funcionan en articulación al Ministerio de Trabajo de la Nación. “El Ministerio de Trabajo ha interpretado que la formación de los alumnos es algo más que un curso. Es el de-


sarrollo de las personas desde el punto de vista laboral y social. En esta formación lo que empezamos a cambiar es la mirada interna y el trabajo interno de los Centros de Formación Profesional trabajando de otra manera. Muchas veces en la comunidad se desconoce lo que es la formación profesional. Es importante saber que la formación profesional no choca con las escuelas, y no compite. Es un apoyo a las escuelas técnicas. Se puede trabajar en un nivel y en una formación continua y lo que hacemos acá es trabajar con esta mirada”, dijo Raúl Leiza, director de Formación Profesional del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad de la Nación. El subsecretario general del SiReLyF, Máximo Brizuela, por su parte, agregó: “Esto demuestra el crecimiento en torno a la capacitación que tenemos con la Fundación. La capacitación ha ido creciendo a medida que implementamos el Plan FES, después con los cursos de la Bolsa de Trabajo, con los cursos de la Federación, para la sociedad y para nuestro gremio, y necesitamos saber si estamos trabajando correctamente. Esta jornada permite que tengamos un procedimiento de trabajo para saber cómo capacitarnos, cómo se-

leccionamos a los instructores, a los profesores para la Tecnicatura, para que nuestros compañeros rentados y los que están a cargo de la capacitación también sepan cuáles son los procedimientos y los pasos que tienen que hacer para la capacitación”. Durante las jornadas, los participantes trabajaron en forma grupal con cuatro dimensiones claves de la formación

profesional: Vinculación con el contexto socio-productivo; orientación profesional; formación y evaluación institucional y seguimiento de egresados. Se planificaron acciones, metodologías de trabajo y conceptos teóricos que conducirán a la certificación de calidad.

Certificación y calidad

E

l IRAM es el Instituto Argentino de Normalización y Certificación. Una asociación civil sin fines de lucro fundada en 1935 por representantes de los diversos sectores de la economía, del gobierno y de las instituciones científicotécnicas. Fue creada por el interés de que el país contara con una institución técnica, independiente y representativa, para desarrollar normas. Es reconocido como

organismo nacional de normalización por sucesivas legislaciones nacionales. En 1994 fue ratificado en su función en el marco del Sistema Nacional de Normas, Calidad y Certificación. El instituto busca contribuir a mejorar la calidad de vida, el bienestar y la seguridad de personas y bienes; promover el uso racional de los recursos y la innovación y facilitar la producción, el comercio y la transferencia de conocimiento. La norma IRAM-ISO 9000 a la que aspira certificar el SiReLyF describe los fundamentos de los sistemas de gestión de la calidad y especifica la terminología para los sistemas de gestión de la calidad. De acuerdo a la norma: “Para conducir y operar una organización en forma exitosa se requiere que ésta se dirija y controle en forma sistemática y transparente. Se puede lograr el éxito implementando y manteniendo un sistema de gestión que esté

diseñado para mejorar continuamente su desempeño mediante la consideración de las necesidades de todas las partes interesadas. La gestión de una organización comprende la gestión de la calidad entre otras disciplinas de gestión”. El IRAM identificó ocho principios de gestión de la calidad que pueden ser utilizados con el fin de conducir a la organización hacia una mejora en el desempeño. a) Enfoque al cliente b) Liderazgo c) Participación del personal d) Enfoque basado en procesos e) Enfoque de sistema para la gestión f ) Mejora continua g) Enfoque basado en hechos para la toma de decisión h) Relaciones mutuamente beneficiosas con el proveedor

energía + 27


Fitz Simon, constructora de la Historia La Central Hidroeléctrica Fitz Simon nació de la mano del Dique del Río Tercero y de la localidad de Embalse. Su construcción estuvo atravesada por las desventuras de la Primera Guerra Mundial.

“T

odos los años hacemos mantenimiento preventivo como hoy. Se hace una limpieza del estator y una revisión general de todo para encarar el verano en buenas condiciones, cuando las máquinas están funcionando 24 horas durante seis o siete meses. Ahora, como tenemos poca agua en el lago, estamos más tranquilos. Si el lago estuviese más alto no se podría hacer porque hay que aprovechar el agua para generar energía. De las tres máquinas hoy hay una sola generando y tenemos las otras dos disponibles para hacer el mantenimiento con más detalle. Nos lleva tres días por máquina hacer la revisión”, explicó Gustavo Guardabassi, jefe de División de Embalse, y responsable de operación y mantenimiento de la Central Hidroeléctrica Fitz Simon y Cassaffousth. El funcionamiento de la Central Hidroeléctrica Fitz Simon y Cassaffousth está a cargo de la División Embalse de la Empresa de Energía Eléctrica de la Provincia de Córdoba (Epec). La construcción de la Central de Embalse guarda en su memoria los trazos de

28 energía +

la Historia. El 10 de diciembre de 1911 se fundó la localidad de Embalse y se puso la piedra fundamental para la construcción de un dique en la Quebrada del Río Tercero. El proyecto, a cargo de la empresa inglesa Central Argentine Railway –que realizó tramos del Ferrocarril Central Argentino– buscaba contener el caudal del río Tercero o Ctalamochita que arrasaba las vías del tren. Sin embargo, en 1914 la construcción se frenó por más de diez años por fallas en el proyecto de obra y por la situación internacional: la empresa subcontratada por los capitales ingleses era alemana, y por la Primera Guerra Mundial (1914-1918) el ingreso de materiales importados desde Europa se vio intervenido. Los empresarios abandonaron el país y regresaron a Alemania. En aquel momento los materiales se traían en barco: generadores, turbinas, reguladores, transformadores y otros elementos de fabricación suiza. Luego se trasladaban en tren hasta la localidad de Almafuerte y desde allí en camiones hasta Embalse. En 1927 se retomó la obra, esta vez con la dirección de los ingenieros Juan Carlos

Alba Posse y Santiago Enrique Fitz Simon. De esta manera, entre 1927 y 1936, se concretó la construcción de un dique principal de 50 metros de alto y 360 metros de largo; una torre chica que en el extremo inferior tiene un túnel que se utilizó para desviar el caudal del río mientras se realizaba el paredón del dique; una torre grande de 40 metros de altura que toma el agua para la usina y el vertedero de 300 metros de largo que funciona como canal evacuador. Las obras construidas para el aprovechamiento de la energía potencial del agua embalsada fueron: torre de toma, túnel forzado, tres conductos forzados para la distribución del agua con tres ramales para descarga libre, tres válvulas para admisión de agua a las turbinas y tres para descarga libre, el edificio de la usina, maquinarias hidroeléctricas (transformadores de alta tensión y tableros de distribución) y el camino de acceso al edificio de la usina. Finalmente, en 1943 comenzó a funcionar generando energía. Redes Diez años después de la construcción de


tecnología nueva. “Tratamos de preservar todo esto porque tiene mucho valor histórico y funciona muy bien, pero a la vez queremos poner un respaldo moderno para tener la confiabilidad. En el tablero tenemos instrumentos de los comienzos y al lado un instrumento digital nuevo y mide lo mismo y registra exactamente igual”, explicó Guardabassi.

Fitz Simon se pusieron en marcha las Centrales Hidroeléctricas de Cassaffousth, luego Reolín y más adelante Piedras Moras. “Se pensó un sistema de cascada para aprovechar el recurso hídrico que genera el río Ctalamochita. Era muy caudaloso y cuando crecía se producían desastres en las zonas de siembra. Lo que se buscó fue embalsar las aguas para poder mitigar esas grandes crecidas que había regularmente. Después el proyecto original tuvo variaciones y se destinó mayormente para energía eléctrica”, dijo el jefe de División. Fitz Simon genera energía eléctrica con una potencia instalada de 10,8MW con tres turbinas tipo Francis de 3,5MW. La energía generada confluye en la Central Hidroeléctrica de Reolín, encargada de distribuir al sistema interconectado provincial, y un 30 por ciento restante se destina a la zona de influencia que son las cooperativas eléctricas de Embalse, Villa del Dique y Rumipal. En la Central Fitz Simon trabajan doce personas en turnos rotativos. Además, se encuentra la Jefatura a cargo de un jefe y un subjefe, dos administrativas y cuatro operarios en mantenimiento que tienen

funciones allí y en Cassaffousth. El grupo de trabajadores tiene entre 25 y 50 años. “Se ha formado un grupo muy bueno de gente con ganas de trabajar y mucho empuje. Tienen proyectos nuevos e iniciativa”, dijo Guardabassi, quien tiene 57 años y es oriundo de Alta Gracia. El 25 de octubre cumplió 31 años de trabajo. Comenzó su actividad barriendo y estuvo en todos los cargos que hay en la Central: peón, administrativo, mantenimiento, subjefe y jefe de división. Hoy la Central Fitz Simon tiene entre sus trabajadores estudiantes de la Tecnicatura Superior en Gestión del Sector Eléctrico y del Plan de Finalización de Estudios Secundarios (FES) que lleva adelante la Fundación SiReLyF del sindicato. “Apenas hay una oportunidad hay respuesta. La gente está contenta con el gremio. El personal de mantenimiento siempre está en formación porque siempre hay cosas nuevas para hacer. Siempre hay tecnología nueva para implementar”, dijo el jefe de División. Fitz Simon funciona con la maquinaria y los instrumentos originales de su puesta en funcionamiento pero se busca incluir

Inversión y mantenimiento La Epec sufrió varios intentos de privatización por parte del gobierno provincial. Uno de los que mayor impacto tuvo ocurrió en los años noventa: se realizaron retiros voluntarios, se redujeron los planteles y las áreas de mantenimiento fueron de las más afectadas. “Achicaron los planteles. Yo era jefe y tenía que hacer además de administrativo y de mantenimiento. No tenía subjefe. Estuve tres años las 24 horas disponible”, contó Guardabassi. Para las tareas de mantenimiento se dependía de los planteles de Córdoba Capital que también tenían que responder a otras zonas de la provincia que estaban en la misma situación. A partir de 2001 la situación comenzó a discutirse y se buscaron mejoras. Con el tiempo ingresó personal pero no suficiente y la inversión en infraestructura y recursos materiales sigue siendo escasa. Por ejemplo, hoy sólo hay cuatro personas de mantenimiento que realizan tareas en la Central Fitz Simon y en Cassaffousth. Mientras tanto, las ciudades continúan creciendo y generando mayor demanda de energía, para lo cual la empresa tiene que responder brindando el servicio. En este sentido, el jefe de División mantiene una postura clara: “Venimos de un período de 10 años o quizás más en el que no ha habido inversión en infraestructura, línea, potencia y la capacidad de generación no alcanza para toda la demanda que hay en el país. Ha sido tan desmedido el aumento de la demanda que al no haber inversiones en generación, distribución y transporte, no alcanza”. energía + 29


Con el puño en alto El Sindicato Regional de Luz y Fuerza realizó el Cuerpo General de Delegados que reunió a representantes de los trabajadores de toda la provincia.

T

odos los años, el Sindicato Regional de Regional de Luz y Fuerza (SiReLyF) realiza la Asamblea General Ordinaria del Cuerpo General de Delegados, que reúne al Consejo Directivo con los delegados de seccionales y subseccionales de toda la provincia, nucleadas en el gremio. En la reunión se ponen en consideración las acciones y resoluciones que lleva adelante el sindicato a través de sus secretarías. El informe de gestión fue aprobado con el voto de los delegados. La reunión del Cuerpo General de Delegados se realizó el 19 de octubre en la ciudad de Villa Carlos Paz. En el encuentro también se otorgaron las medallas al mérito sindical que entrega el SiReLyF y la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (FATLyF), y se designaron los delegados que representaron al gremio en el Congreso Ordinario de la FATLyF que se realizó el 1º de noviembre en la ciudad de Mar del Plata. “El Cuerpo General de Delegados exige estar preparado porque es una instancia que va más allá de la formalidad estatutaria. Es la cara real de nuestra diversidad, porque nos encontramos compañeras y compañeros de toda la provincia pertenecientes a todas las actividades y empresas de la energía eléctrica. Hay un reconocimiento muy fuerte de los compañeros delegados por la gestión realizada durante este periodo. Ese reconocimiento cobra mucho

valor si analizamos la situación que están atravesando los trabajadores de este país”, dijo Eduardo Brandolín, secretario general del SiReLyF. El encuentro también representa un aval a las gestiones que llevan adelante todas las secretarías, la Comisión Revisora de Cuentas y de Control de los Emprendimientos y la Comisión de Conducta. Tras una votación democrática, los delegados hicieron uso de la palabra para expresar sus opiniones. Hubo 92 seccionales presentes y 183 delegados. También estuvieron autoridades de FATLyF; de la Comisión de Jubilados y Pensionados, y administradores de los hoteles y cabañas del gremio. “Quedó demostrado el apoyo de to-

dos los compañeros que participaron del Cuerpo General de Delegados. El reconocimiento al trabajo del Consejo Directivo nos deja muy contentos. Este respaldo no tiene precio”, dijo Máximo Brizuela, subsecretario general del sindicato. La presencia del subsecretario general de la FATLyF, Robert Caula, dio muestras del acompañamiento de la Federación hacia la Gestión para el Cambio en el Sindicato Regional. “Me sentí muy feliz por haber participado del Cuerpo General de Delegados. Es de destacar la tarea que ha realizado el Sindicato durante este año y así lo hicieron saber los delegados en esta instancia orgánica y democrática”, dijo Caula.

Compromiso y militancia Uno de los momentos más emotivos de la reunión fue la entrega de las medallas al mérito sindical que hizo el SiReLyF y la FATLyF por el compromiso y la militancia que ponen los trabajadores. Gustavo Sánchez de la Seccional Las Sierras recibió la medalla de honor al mérito sindical del SiReLyF; Miguel Ángel Bulf de la Seccional de Balnearia, la medalla de honor al mérito sindical de la FATLyF y Rubén Bergesio, secretario de Organización del SiReLyF, obtuvo la medalla de honor al mérito sindical del SiReLyF.

30 energía +


“En la Casa están dadas todas las condiciones para estudiar” Cuando terminó el secundario, Marcia de Ocaña viajó desde Balnearia a la capital de Córdoba y se instaló en la Casa del Estudiante para estudiar abogacía. Hace tres años que se recibió y cuenta que su formación fue gracias a la posibilidad que le dio el SiReLyF.

“M

i vida está ligada a Epec y al Sindicato Regional. Me trasciende. Me formé gracias a ellos. Me vine de mi pueblo y estudié gracias al aporte del sindicato, yo y toda mi familia”, dijo Marcia. A los 18 años, cuando terminó el secundario en la localidad de Balnearia, ingresó como residente en la Casa del Estudiante para estudiar abogacía en la Universidad Nacional de Córdoba. Al poco tiempo también lo hizo su hermana con la carrera de Hotelería y Turismo, y hoy está su hermano que estudia Comunicación Social. Desde 2007 y durante seis años, la Casa del Estudiante fue el lugar donde Marcia de Ocaña diseñó su cotidianeidad. Cuando en 2013 fue el décimo aniversario de la Casa, el Sindicato Regional de Luz y Fuerza lo celebró con un espectáculo al aire libre en la sede de la residencia estudiantil: “Pasé y vi que había una fiesta. Hacía poco que me había ido y me largué a llorar”, contó Marcia. “La vida en la Casa es muy tranquila. Está muy bien ordenada. Mis mejores amigas las hice ahí. Lo que me llevo, más allá de mi carrera y de mi título, son mis mejores amigas. Te une mucho ese lugar”, dijo y agregó: “Ahí están dadas todas las condiciones para estudiar. No tenés que preocuparte por nada más que por estudiar y que te vaya bien. Eso hace que tus padres estén tranquilos porque confían en que estás cuidado y protegido por toda la institución”. La mamá de Marcia ingresó a Epec a través de la Bolsa de Trabajo y está en atención al público en Balnearia. Es docente y durante un tiempo combinó ambos empleos. Luego fue dejando la escuela para dedicarse en forma completa a la oficina en Epec. Su afiliación al sindicato abrió la puerta para que sus hijos continúen su formación en Córdoba.

Trabajo solidario

Hay un factor común en la Casa: la convivencia de jóvenes, hijos de afiliados, de diferentes localidades de la provincia. Marcia sabía que a los 18 años tenía que dejar su pueblo para estudiar: “No tuve ese periodo de transición en que te volvés todos los fines de semana. Me quedaba acá. Estudiaba mucho. Volvía una vez por mes. La Casa estaba más tranquila los fines de semana porque casi no había gente y era mejor para estudiar”. Hoy, a los 28 años, vive sola, trabaja en un estudio jurídico y es presidenta de la asociación civil Summa Humanitas. Antes trabajó en Buenos Aires y en el Tribunal de Justicia de la Provincia de Córdoba. “Hay un periodo de adaptación cuando sos del interior. La llegada a la ciudad se ve facilitada en gran parte por la Casa, porque hay muchas cosas de las que no te tenés que hacer cargo. Te ahorrás mucho tiempo mentalmente. Solamente tenés que dedicarte a estudiar y cocinar”, contó.

Summa Humanitas es una asociación civil que tiene como misión educar y defender los derechos humanos para empoderar a individuos y comunidades. Sus integrantes trabajan en una revista barrial producida por los niños y niñas de nueve a 12 años de barrio Marqués de Sobremonte y Marqués Anexo de la capital cordobesa. La propuesta forma parte del proyecto “Palabras que suenan” a través del cual buscan generar espacios para fomentar el protagonismo cultural y la participación ciudadana de los niños y trabajar lo que denominan “habilidades para la vida”. Los chicos del barrio no cuentan con propuestas y espacios de juego y recreativos para participar y desarrollar sus habilidades. Desde Summa Humanitas buscan generar nuevos espacios para la infancia y que puedan vivir otras formas de vincularse unos con otros sin violencia. A la revista comunitaria la realizan voluntarios de Summa Humanitas: profesionales y estudiantes de distintas áreas que trabajan de forma interdisciplinaria. Se organizan talleres y juegos sobre diferentes temas en la escuela primaria José Luis Sersic. A partir de esos encuentros y talleres sale la producción de la revista comunitaria. Ahora la asociación se reúne en el séptimo piso de la Casa del Estudiante. “Quiero agradecer al Sindicato Regional. Le conté sobre el proyecto a Eduardo Brandolín, el secretario general, y entendió las necesidades que tiene la organización y nos abrió, otra vez, las puertas de la Casa”, dijo. Para contactarte en Facebook: Summa Humanitas

energía

31


Una radio con los brazos abiertos para las Abuelas Por Marta Platía Conductora de Energía de Abuela “Mirá vos, pensar que cuando empezamos a buscar los vecinos se cruzaban la calle cuando nos veían. Tenían miedo hasta de hablar con nosotras. Y ahora tenemos hasta un programa de radio”, me dijo a mediados de 2014 Sonia Torres, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo Córdoba, disfrutando de la paradoja luego de casi 40 años. Estaba muy contenta con la oportunidad y el espacio que RadioLyF le había dado a la institución que las agrupa en esta provincia. Durante dos años, todos los jueves –un día emblemático para las Abuelas de Plaza de Mayo que hacen su ronda ese día desde el 19 de octubre de 1977–, la radio de los trabajadores del Sindicato Regional de Luz y Fuerza nos abrió sus puertas, sus micrófonos y –aún más importante– sus brazos. Pudimos contar lo que pasaba en el histórico megajuicio La Perla-La Ribera,

y las historias de los nietos robados: las de los hoy hombres y mujeres que aún estamos buscando. Enormes luchadoras como Emi Villares de D’ Ambra, Nelly de Llorens y la propia Sonia Torres relataron parte de la inaca-

bable lucha que llevan adelante desde que el golpe de Estado de 1976, desde que el terrorismo de Estado les arrebató a sus hijos, y a los hijos de sus hijos que latían en el cuerpo de las jóvenes embarazadas. Sonia, Emi y Nelly agradecieron y agradecen a esta radio por su amoroso recibimiento, por su generoso espacio, por el mensaje que pudieron difundir en nombre de todos los desaparecidos: por los que fueron asesinados; y por los más de 500 nietos desaparecidos vivos de los que ya encontraron 121. Esos nietos que hasta el último día de sus vidas ellas seguirán buscando. En nombre de esa búsqueda, que continúa y continuará en todos los que creemos en la Memoria, la Verdad y la Justicia, va el reconocimiento y el enorme abrazo a RadioLyF.

Será Justicia, asentado en las organizaciones Por Sebastián Puechagut Director de Será Justicia En 2010 Jorge Rafael Videla estaba sentado junto a Luciano Benjamín Menéndez en el banquillo de los acusados y Córdoba juzgaba a los máximos exponentes del terrorismo de Estado en la causa por los crímenes de la Unidad Penitenciaria Nº 1. Uno de los testigos disparó una frase que sintetizó años de lucha: “La prisión no se vive en forma individual, señor juez, sino como una experiencia colectiva”. Se refería a los lazos solidarios y a las estrategias de supervivencia de los presos políticos, lo que les permitió conservar el recuerdo y sobreponerse a la incertidumbre. La frase sobrevoló la sala de audiencias y los asistentes comprendimos la fortaleza de una memoria construida y atesorada durante años. Otras experiencias colectivas se sucedieron desde ese momento, incluso antes. Fueron las celebraciones de las sentencias de los juicios por delitos de lesa humanidad en la provincia. La última de ellas juntó frente a Tribunales el 25 de agosto a 32 energía +

más de 15.000 personas que recibieron la llegada de una justicia largamente esperada. Con ese mismo espíritu de producción colectiva y organización, un equipo de pe-

riodistas y profesionales de la comunicación hemos trabajado junto a Familiares de Desaparecidos en Córdoba para editar, durante ocho años consecutivos, el periódico Será Justicia. Lo que en un principio fue un desafío se transformó en una constante. Y la oportunidad de relatar los juicios que transformaron al país se complementó con la inclusión de artículos y análisis de fondo sobre la actualidad y el panorama de los derechos humanos, sociales y sindicales. Nada de ello hubiera sido posible sin el acompañamiento de múltiples organizaciones cordobesas, sobre todo entidades sindicales que, como en el caso de Sindicato Regional de Luz y Fuerza, apostaron a la difusión de la temática y apoyaron financieramente este emprendimiento periodístico. Con su convicción, reforzaron esa enseñanza que nos dejaron los sobrevivientes del horror: las experiencias que transforman son necesariamente colectivas.


Energía Positiva HD Para multiplicar el trabajo de comunicación del Sindicato Regional de Luz y Fuerza (SiReLyF), el equipo de prensa del sindicato creó Energía Positiva HD, un informativo que destaca la noticia más importante de la semana. El noticiero tiene una duración de un minuto y se produce en calidad en HD (alta definición, por sus siglas en inglés) para que el afiliado tenga información dinámica y precisa. Se puede acceder desde la computadora y el celular. El noticiero se emite todos los viernes a las 20 horas por Facebook de Energía Positiva y la web del SiReLyF. También se encuentra disponible en el canal de YouTube del SiReLyF, donde se alojan todos los programas. La producción de contenidos en alta definición adecúa al sindicato a la calidad en la que se manejan los grandes medios de comunicación. Además, el formato elegido

incluye el uso de tecnología dron. Los videos pueden verse en ep.sirelyf.org Comunicar es la tarea Donde hay un afiliado, hay algo por decir y escuchar, y el sindicato tiene el compromiso de comunicar. En el SiReLyF hay más

de seis mil afiliados nucleados en seccionales y subseccionales desparramadas en toda la provincia de Córdoba, con realidades muy variadas. La comunicación es una tarea permanente y necesaria para que cada uno de los trabajadores sepa lo que ocurre en las diferentes áreas del gremio, y para que su palabra también esté presente. De este modo, en diversos formatos y soportes tecnológicos, toda la información que necesita el afiliado se multiplica y se conecta para estar en los pueblos y las ciudades. Asambleas, circulares, periódico Energía Positiva, revista institucional Energía +, RadioLyF, página web, correos, aplicación para dispositivos móviles, videos institucionales, trasmisiones en vivo, redes sociales y ahora Energía HD, funcionan de forma integral para cumplir con esos objetivos.

Avenida del Trabajo Avenida del Trabajo, una voz trabajadora con tonada cordobesa, es el nuevo programa que se emite por RadioLyF. Se sumó a la grilla de programación en la segunda mitad de 2016. El programa reúne noticias, informes y entrevistas sobre la actualidad sindical de Córdoba para amplificar la voz de los trabajadores y trabajadoras. El bloque Memorias del Movimiento Obrero es una producción compartida con los equipos de investigación y comunicación de los Espacios de la Memoria de Córdoba: La Perla, La Ribera y el Archivo provincial. Se emite los martes de 17 a 18 horas por RadioLyF, la emisora del Sindicato Regional de Luz y Fuerza (SiReLyF). El equipo está integrado por Catalina Arismendi, Carolina Taborda, Alberto Baldo y Juan Stahli, y Paula Manini en operación y puesta al aire. “El General Perón dijo que ‘la conciencia de los trabajadores es lo único que

salvará a la Patria’. Allí crece el cimiento fundamental de cualquier proyecto de país soberano. Hay una lucha que debemos seguir dando, ante los grandes poderes económicos concentrados que utilizan en función de sus intereses a los medios de comunicación y controlan el acceso a la información”, dijo Juan Stahli, uno de los conductores. Y agregó: “Para eso también hace falta aunar los esfuerzos en las nuevas tecnologías, las redes, las nuevas formas de consumo a demanda. El mapa de medios de Córdoba es cada vez más reducido. Cerraron dos diarios y además cayó la producción en relación con los años anteriores. Es necesario construir herramientas colaborativas, fortalecer las redes de medios comunitarios, tratar de organizar muchas de las experiencias que surgen a raíz del cierre de medios comerciales. Tratamos de construir una agenda de actividades de los gremios que incluye el trabajo gremial,

todos los beneficios mutuales, la capacitación y también la diversión, claro”.

energía + 33


Tati Falco & Los Cinzanos El 16 de junio el músico cordobés Tati Falco presentó Providencia, su primer disco solista, junto a su banda estable: Los Cinzanos, integrada por Andrés Clifford, (trompeta, guitarra y voz), Tomás Gazzo, (contrabajo y bajo), Agustín Falco, (batería y percusión) y Juan Pablo “Negro” Gordillo (teclados). Participaron como invitados Juan Sans en acordeón, Fonsy Denaro en bajo y como presentador estuvo Rodrigo Artal. 34 energía +

Totoral

El 23 de junio la banda cordobesa Totoral presentó su segundo disco: Cuando baje la marea. Totoral está compuesta por Ignacio Cavina (voz y sintetizador), Natalia “Ramonita” Fernández Molina (voz), Salvador “Mumo” Giraudo (bajo), Federico González (guitarra eléctrica), Daniel Guerrero (batería) y Facundo Maidana (guitarra eléctrica). Como músico invitado estuvo Nash Coll.


Clara Presta y Tincho Acosta

Dúo Rivera-Santos

El 30 de junio se encontraron la pianista cordobesa Clara Presta con el cantautor barilochense radicado en La Plata, Tincho Acosta, en el marco del Ciclo Músico Anfitrión. Fue la conjunción de mundos íntimos de delicada belleza. Estuvieron acompañados por Federico Seimandi en contrabajo. Este ciclo busca fortalecer el federalismo y apoyar la actividad de los trabajadores de la cultura.

El 7 de julio el Dúo Rivera-Santos relanzó su segundo disco: Rezabaile. José Rivera y Claudia Santos, junto a sus músicos, trabajan en la creación de música nueva de raíz folclórica con identidad propia, con repertorio de zambas, huaynos y chacareras que dialogan con cuecas, canciones y los aires de candombe, que se sintetizan en una música elaborada, fresca y con contenido poético.

Los Monkys

Los Frenéticos

El 14 de julio la banda cordobesa Los Monkys presentó su nuevo disco: Ca–ie–yeah! Representantes del histórico barrio de San Vicente de la ciudad de Córdoba, las canciones de Los Monkys remiten a la síntesis entre soul y electrónica, con un pulso rockero y callejero. Los Monkys son Nicolás Robledo (voz y percusión), Ezequiel Córdoba (guitarra y coros), Javier García (bajo y coros), Sebastián Sosa (guitarra), Santiago García (batería) y Juan Pablo Gordillo (teclados).

El 21 de julio Los Frenéticos presentaron su nuevo disco: El sonido que perdura. La banda cordobesa invita al baile y al desenfreno mediante un género no muy convencional en Argentina: el surf rock. Desde 2008 recorren los escenarios con una combinación de rock instrumental, beat, punk, spaghetti, soundtrack y música surf. Los Frenéticos son Nacho Rompantodo y Hernán Lettoli en guitarras, Andrés Valesio en batería, Matías Mariani en bajo y Marcos Croce en teclados y efectos. energía + 35


Nash Coll y Juanito el Cantor El 28 de julio se encontraron el versátil cantautor cordobés Nash Coll con el cantautor, compositor y productor artístico bonaerense, Juanito el Cantor, en el marco del Ciclo Músico Anfitrión. Fue una noche llena de canciones encantadoras. El Ciclo Músico Anfitrión propone a los artistas cordobeses producir un concierto compartiendo el escenario con un autor o intérprete de cualquier parte del país, al cual invita de acuerdo a sus afinidades artísticas y estéticas.

The Tristes El 11 de agosto la banda cordobesa The Tristes presentó su nuevo disco –Moderado Extremismo–y celebró sus 10 años. The Tristes es un grupo de rock formado por el cantante Germán Arrascaeta, los guitarristas Ariel Elicabe y Raúl Santiago Guzmán Rodríguez, el bajista Augusto Ochoa y el baterista Hernán Rueda. Tiene cuatro discos editados.

36 energía +

Vito Martino & Los Inolvidables El 4 de agosto Vito Martino & Los Inolvidables adelantaron canciones del nuevo disco que están grabando. La banda está conformada por Facundo Ávila en guitarras, Franco Grosso en baterías y coros y Lisandro Miranda en bajo. La banda ha obtenido elogios de Juanse de Ratones Paranoicos, de Manuel Moretti de Estelares y de Marcelo Moura de Virus.

Festival Solidario El 18 de agosto se realizó el Tercer Festival Cultura Solidaria con las actuaciones de Maru Chamella, Trío Gazzo-Menta-Vicente, Lucas Heredia y Gastón Testa. Además estuvo el Grupo Pan Comido Poesía. Fue a beneficio de dos merenderos de zonas vulnerables de la ciudad de Córdoba. La conducción estuvo a cargo de Claudio César Orellano.


Gonza Sánchez y Ezequiel Borra El 25 de agosto se encontraron el guitarrista, cantante y compositor Gonzalo Sánchez y su par el compositor, multiinstrumentista y productor de Buenos Aires, Ezequiel Borra, en el marco del Ciclo Músico Anfitrión, organizado por la Secretaría de Cultura, Comunicación y Formación del Sindicato Regional de Luz y Fuerza en conjunto con el Área de Música de la Agencia Córdoba Cultura de la provincia.

Cyro & La Liga Premier

El 22 de septiembre la banda cordobesa Cyro & La Liga Premier volvió a los escenarios después de dos años y adelantó canciones de su nuevo disco: ¿Quién sos vos para decirme a mí quién soy? Hace rock pop y electrónica con influencias del beat de los años 60 y del rock pop británico de los 80. Está conformada por Cyro Verone (voz y guitarra), Agus Lozada (guitarra), Beto Gorena (batería) y Marco Barrionuevo (bajo).

Sullivan

El 15 de septiembre la banda cordobesa Sullivan presentó su nuevo disco: Continental. La banda nació en 2003 y hoy, luego de un largo camino por los escenarios, está formada por Carlos Sada (bajo y voz), Lucas Méndez (primera guitarra y coros) y Macario Torres (batería y secuencias). Fue una noche llena de invitados talentosos y hermosas canciones pop.

Juan Bitar y Sergio Pángaro

El 29 de septiembre se encontraron el guitarrista, cantante y compositor santafesino radicado en Córdoba, Juan Bitar, y el músico y actor de Buenos Aires, Sergio Pángaro, en el marco del Ciclo Músico Anfitrión. Estuvieron acompañados por Catriel Ruiz y Cocó Muro (voces), Laura Torres (sintes y voces) y Catriel Luna (chelo).

energía + 37


E

l 25 de agosto se leyó la sentencia de la megacausa La Perla-La Ribera-D2, el juicio por delitos de lesa humanidad más grande del interior del país que juzgó crímenes cometidos entre marzo de 1975 y diciembre de 1978 contra 716 víctimas. El Tribunal Oral Federal Nº 1 (TOF1) condenó a 28 militares y policías a las penas de prisión perpetua y efectiva. Hubo diez condenas de dos a 21 años de cárcel y cinco absoluciones. El juicio La Perla comenzó el 4 de diciembre de 2012 en el TOF1 integrado por los jueces Jaime Díaz Gavier, Julián Falcucci y José Camilo Quiroga Uriburu. Durante casi cuatro años se juzgaron las violaciones a los derechos humanos cometidas en el centro clandestino de de-

tención La Perla, Campo La Ribera y en el D2 de la Policía de Córdoba, por personal del Tercer Cuerpo de Ejército, la Policía de Córdoba y civiles. Los delitos que se condenaron fueron homicidio calificado, privación ilegítima de la libertad agravada, tormentos agravados, aplicación de tormentos seguidos de muerte, abuso deshonesto, violación sexual y sustracción de un menor (por el robo del nieto de Sonia Torres –presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo Filial Córdoba– nacido en cautiverio). Al inicio del juicio eran 45 los imputados, luego, por la acumulación de nuevas causas, ascendió a 54. En el tramo final fueron 43, ya que 11 fallecieron. Entre los imputados estuvo el ex jefe del Tercer

Cuerpo de Ejército durante la dictadura, Luciano Benjamín Menéndez, quien recibió su 14ª condena por crímenes de lesa humanidad. Ernesto Guillermo Barreiro, ex jefe de Inteligencia y jefe de interrogadores del centro clandestino La Perla, y Héctor Pedro Vergez, integrante de “La Patota” de La Perla y del Comando Libertadores de América (la versión cordobesa de la Triple A), fueron condenados por primera vez. Hubo 716 víctimas involucradas, de las que 279 fueron asesinadas y/o desaparecidas. En 71 casos se recuperaron e identificaron los restos. A lo largo del proceso se recibieron 581 testimonios que fueron claves para reconstruir los hechos juzgados.


///////////////////////////////////////// ensayo fotográfico Manuel Bomheker

los desaparecidos nos faltan a todos

Cordobés nacido en Alemania cuando sus padres estaban en el exilio. Es licenciado en Comunicación Social. Realizó la cobertura fotográfica de los juicios por delitos de lesa humanidad para el periódico Será Justicia, de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas. Hace 10 años que es fotógrafo con trabajos en periodismo, arte, publicidad, álbumes familiares. “El valor de la comunicación es central en mi forma de ver el mundo. A través de la fotografía comparto lo que veo para incorporar múltiples miradas. Las coberturas periodísticas y documentales me producen emociones profundas asociadas a la posibilidad de transformar el sentido de los hechos”, dice. Facebook: Bomheker Fotografía


40 energĂ­a +


Nació en Río Tercero, Córdoba, en 1975. Su relación con la fotografía comenzó con el manejo intuitivo de una cámara familiar que perteneció a su abuelo. La curiosidad por conocer el funcionamiento de los mecanismos lo introdujo en este mundo. Esa misma curiosidad es la que lo motiva a relacionarse con las personas, escuchar lo que les pasa y fotografiarlos. A veces descree de la fotografía porque siente que todo aquello que ocurre durante el trabajo de campo no es suficiente para transmitir lo que le sucede al retratado. Salguero es fotoperiodista freelance y docente de fotografía. Colabora con medios y agencias locales, nacionales e internacionales. Integra la agencia periodística cordobesa Fedimages. www.sebastiansalguero.com.ar energía + 41


42 energĂ­a +


energĂ­a + 43


crónica

Antártida: 2 5 d í a s e n cerr a d o en el hielo Un viaje de menos de una semana se transformó en una estadía obligada de casi un mes, en la que el autor debió seguir una rutina de reglas estrictas para casi todo –comer, ducharse, salir a la intemperie–, rodeado de un paisaje de belleza única y malévola que, cada mañana, le repetía: “Hoy tampoco podrás salir de aquí”. Texto y fotos: Federico Bianchini

A

las ocho y diez de la noche, el biólogo se prepara para salir por la puerta del alojamiento nuevo que da al norte. Aunque todavía faltan veinte minutos para la cena, quiere ver un poco de televisión, charlar con los cocineros. Afuera, el viento acecha furioso: oriental, catabático u occidental, arremete desesperado. El biólogo se pone las botas, la campera y el gorro. Mueve la palanca que traba la puerta. Intenta salir. Sale. El alojamiento principal, donde está el comedor, queda a la derecha: a unos ciento cincuenta metros por lo menos. El hielo resbaladizo y la fuerza lateral hacen que se desplace hacia la izquierda. Y el biólogo regresa: a ver si por la puerta que da al este hay menos viento, o si consigue a alguien que lo acompañe. “Viento estancado. Arriba el sol. Abajo las algas temblorosas”, escribió alguna vez Federico García Lorca. Aquí, en las Shetland del Sur, el viento se estanca sucesivo y puntual. Tan violento que en días de ráfagas continuas, si uno abre los brazos e inclina el cuerpo hacia atrás, no cae; apoyado sobre los talones, queda suspendido. Por esa fuerza animal, durante unos segundos, siente que está flotando. ***

Por la forma en que aúllan, a los vientos que giran cerca del paralelo 60, que delimita el continente Antártico, los llaman “Los 60 bramadores” (Shrieking Sixties). 44 energía +


Se mueven de oeste a este en ese círculo, una especie de franja, un anillo de baja presión que se genera por el movimiento de la atmósfera a escala planetaria. Y si bien pasa algo parecido en el Polo Norte, allí la masa continental los interrumpe, los disipa, los enfrenta hasta callarlos. Aquí, océano puro, la circulación es mucho más libre: por efecto de la rotación de la Tierra se desvían, se aceleran, no paran. Culpables de olas de más de diez metros de alto en el estrecho de Drake, tienen fama de ser más poderosos que los que soplan alrededor del paralelo 40 (Roaring Forties: “rugientes cuarentas”, al sur de Oceanía) y los que circulan próximos al paralelo 50 (Furious Fifties: “furiosos cincuenta”, al sur de Argentina, Chile y Nueva Zelanda). En 1520, Fernando de Magallanes sintió su fuerza en la barba hirsuta. Luego, por cientos de años, marinos de todos los continentes han repetido la frase: “Debajo de los 40 grados, no hay ley. Debajo de los 50, no hay Dios. Debajo de los 60, al agua la agita el Diablo”. Incansables, estos vientos que pueden llegar a los 320 kilómetros por hora funcionan como una barrera que aísla el continente antártico: encierran el frío y lo recorren. Hay vientos que soplan del oeste y traen masas de aire húmeda y relativamente cálidas. Hay vientos que soplan del este, que vienen del Mar de Weddell, más secos, más fríos. Hay vientos blancos. Hay vientos que no tienen color. También hay otros, llamados catabáticos: se producen cuando el aire cercano a la superficie se enfría y, como si resbalara, desciende siguiendo las pendientes. A medida que circulan, se hacen más gélidos, más densos, más veloces. Cuando no encuentran obstáculos a su paso, los vientos no suenan. Se mantienen en silencio. Pero al rozar con la aspereza de las rocas húmedas, la suavidad del liquen, el laboratorio argentino, la nieve, el cerro Tres Hermanos, las plumas de un skúa o el lomo de un elefante marino, surge un silbido constante. El viento ulula incansable. *** En la base Doctor Alejandro Carlini, dos hombres miden el viento. Uno es alto y tiene barba, el otro más bajo: la cabeza rapada. Hablan poco. Quizás acostumbrados por su trabajo que requiere paciencia y temple. O, tal vez, elegidos para hacerlo por su condición apacible. ¿Quién podría decir si dentro de ellos no se agitan demonios? Sin embargo, parecen adaptarse a lo que sucede a su alrededor sin alterarse demasiado. Trabajan en turnos. Durante todo el año, sin importar la cantidad de luz que envuelva la base, uno cubre las primeras doce horas del día, el otro las siguientes. Permanecen en una habitación junto a un barómetro, que registra la presión momento a momento, y un barógrafo, que asienta la variación en una hoja cuadriculada (una especie de electrocardiograma de la presión antártica, que suele ser baja y muy cambiante: en la base Carlini, la normal es de 994 Hectopascales). A fin de mes, las hojas se ponen en un sobre y, cuando se puede, se mandan a Buenos Aires. Cada tres horas, aunque llueva o haya un viento que lastima, se ponen el buzo, la campera, las botas, los guantes y el gorro, salen de la habitación de meteorología y caminan unos treinta metros hacia donde está la zona de medición, una especie de casita de


pájaros con la bandera argentina. Allí hay termómetros y un pluviómetro: un aparato que mide la cantidad de agua caída. A unos metros, un heliógrafo mide las horas en las que el sol alumbra: instrumento particular y hermoso, quedaría bien como adorno de biblioteca. Tiene una esfera de cristal que funciona como lupa, sostenida por una estructura metálica. Debajo de ella, una faja de papel con forma de medialuna, y de distintas medidas. Una más larga para el verano. Otra, mediana, para cuando los días se abrevian. Y una última, la más corta, para cuando la oscuridad cubre la base. Sobre el papel están marcadas las horas desde las 6 a las 18. Como puede haber más de doce horas de sol, se colocan dos. Cuando no hay nubes y el sol brilla sobre el hielo, el papel se quema. Si trabajan de noche, no almuerzan, se levantan alrededor del mediodía. Entre salida y salida, descansan, pero tampoco tienen mucho tiempo. Hay que bajar los datos, organizar las planillas. Cada vez que el Hércules está por acercarse a la Antártida, el hombre de barba o el de cabeza rapada recibe un mensaje de la base Marambio: “Empecemos a hacer horario”. Cuando hay un vuelo, se necesitan datos mucho más precisos. Y el tiempo entre una emisión de datos y la siguiente se reduce: cada sesenta minutos, uno u otro debe abrigarse, salir y revisar los termómetros, el pluviómetro, el heliógrafo, volver, y pasar esos datos a un código numérico, complejo y de lectura internacional, que se manda a la base Marambio. Desde allí, la información se retransmite a Buenos Aires, donde se programan las salidas y las entradas del Hércules a la Antártida. En la computadora, el hombre de barba 46 energía +

o el de la cabeza rapada tipea: SMYJ91 SAYJ 241800 AAXX24184 24184 89053 32362 82727 10022 20006 30021 40035 57021 8667/333 56609 83708 85615 85556 92447 94079 94476 98562 555 10034 52735 Traducido: que en una hora principal (SM), desde la base que hasta hace unos años se llamaba Jubany y hoy es Doctor Alejandro Carlini (YJ: el cambio de nombre todavía no ha sido registrado por los sistemas internacionales de codificación), por el canal de comunicación 91 se emitirá un mensaje que va a dar cuenta de la cantidad de nubes, el tipo, los grupos y la altura; la velocidad y dirección del viento; si hay ráfagas; el punto de rocío; la presión; la tensión de vapor y la humedad; el estado del mar en la caleta y la visibilidad que hubo el 24 de febrero a las 3 de la tarde de Argentina (hora de Greenwich: 18 horas), en la estación. Por ejemplo: 92447 indica que el pedacito de mar que ocupa la caleta (24) tiene el agua agitada (4), con una visibilidad de 12 kilómetros (7). 94079, que la nube más baja que hay es una stratus pero que va cambiando muy rápido. Mientras que el 94476 (claramente) se refiere a la misma nube. Agrega un dato: está viniendo del oeste. ***


Si se derritiera el hielo de la Antártida, el nivel del mar subiría unos 60 metros. Tokio, Hamburgo, Buenos Aires y Nueva York desaparecerían sumergidas

La cena, luego de un día quieto, es multitudinaria. A medida que llegan al restaurante, científicos y militares hacen fila con un plato en la mano. Uno le pregunta a otro si sabe en qué anda su mujer y varios se ríen. Al otro lado de la barra, el cocinero, su segundo y los ayudantes sirven los platos. Hay fideos con bolognesa. Un comensal pide que le den más salsa. Otro se queja de que no le tocó ninguna albóndiga. El cocinero le dice que si vuelve a protestar la próxima vez le toca sin fideos. Una bióloga, vegetariana, dice que los prefiere con manteca y queso. Mientras algunos caminan hacia las mesas con sus platos rebosantes, otros se acercan por segunda vez a la cocina para repetir. De pie, uno de los informáticos de la base pide atención. —¡Acuerdensé de que hoy, viernes, hay cine! Varios aplauden. —¿Qué película?— grita uno, pero la pregunta se pierde en la superposición de sonidos: ruido de cubiertos contra platos, el relato de un partido que están pasando en la televisión, las voces y las risas. El 11 de abril de 2005 se inauguró en Carlini la Sala del Bicentenario: con 53 butacas es la primera sala cinematográfica del continente antártico. Después de la cena, la base va al cine: detrás del alojamiento nuevo, en la misma construcción donde funciona el gimnasio, es una sala como cualquier otra sala de cine, sólo que aislada del mundo. Al entrar, todos dejan los abrigos y las botas. Luego de pasar la puerta, en una especie de barra, un buzo arma los conos

de papel, otro los llena de pochoclo y los reparte. A veces, el azúcar se enquista y los pochoclos tienen el tamaño de la mano de un bebé. O quedan maíces sin explotar, durísimos. Pero no hay quejas porque allí, durante dos horas, nadie se acuerda del frío, de la nieve ni del viento: por un rato, uno se olvida de que está lejos de todo, de que no puede volver o de que extraña. Es tarde cuando termina la última película del director italiano Giuseppe Tornatore que todavía no se estrenó en los cines de Buenos Aires. Alguien enciende las luces, uno se despereza, otro se refriega los ojos: demasiada luz de golpe. Alguien pregunta cuál era el título de la película. Ninguno se acuerda. ¿Alguien se fijó? ¿Importa? En un silencio respetuoso, vamos a buscar los abrigos, las botas que quedaron en la antecámara. —¿Todos listos?—grita un biólogo. Alguien dice que sí y el primero mueve la manija, la puerta se abre y el viento irrumpe. La puerta golpea. Durante unos segundos, nadie sale. Lo haremos después de las risas ¿incómodas?, del comentario de alguien que dice: —Me había olvidado que estábamos en el infierno. *** Hace más de treinta horas que estoy en la Antártida y, por el clima, no conozco más que el interior de la base y unos metros de los alrededores. Recorrí la casa principal. En las paredes del comedor hay fotos de las dotaciones que invernaron aquí en los últimos 25 años y plaquetas de las otras bases, con dibujos de barcos e inscripciones del tipo “Como testimonio de la primera campaña científica” o “con ocasión de una visita”. Algunas son sobrias, elegantes, y otras de un kitsch que asombra. Una es una pieza de madera oscura que, de manera puntillosa, tiene tallada la forma de la Antártida. Otra es una madera hexagonal, con un plato metálico en cuyo centro se ve la bandera de Corea del Sur. Una tercera, también coreana, tiene un texto en inglés agradeciendo la cooperación en el programa de investigación científico y firmada por “Hyung Tack Huh, director”. Pero también está la que contiene al planeta Tierra, rodeado por sogas marinas. A cada lado, un hipocampo naranja estridente energía + 47


En el laboratorio argentino me mostraron microscopios de última tecnología que pueden proyectar en la pared bacterias ínfimas, haciéndolas parecer esferas enormes. Me explicaron para qué servían y cómo se usaban. El trabajo de los científicos en la Antártida es muy variado, pero se estudia, fundamentalmente, el impacto del cambio climático. Según el doctor en Ciencias Geológicas español Jerónimo López Martínez, en los últimos 50 años, el calentamiento de la Península Antártica fue mayor a 2,5 grados Celsius: más de cinco veces lo que se ha calentado el conjunto del planeta en ese mismo período. En el texto “El cambio climático y sus repercusiones para la megafauna antártica”, de 2007, el experto inglés en mamíferos 48 energía +

marinos Jaume Forcada dice que aunque sigue sin demostrarse que los ciclos de la Oscilación Sur (fenómeno del Niño) hayan sido alterados directamente por el calentamiento global, está claro que este fenómeno ha aumentado su aparición en los últimos veinte años: “Y esto ocurrió junto a una disminución progresiva de la extensión del hielo marino en invierno, fruto de una elevación de la temperatura de origen antropogénico”. Luego, al referirse a lo que ocurrirá en el futuro, Forcada dice que si bien los modelos actuales vaticinan un calentamiento de algunos grados sobre la mayoría de la zona continental antártica, no se espera que suban por encima del punto de descongelación, por lo que el calentamiento de los próximos cien años no contribuiría a una pérdida significativa del hielo continental. Sin embargo, pronostica un aumento de la temperatura del océano Antártico que podría dar lugar a la pérdida del 25% del hielo marino. “Aunque existe gran incertidumbre sobre esta predicción”, explica. Enuncia cada frase con cautela. Afirma que el retroceso del hielo marino seguirá afectando a las distintas especies de la megafauna antártica. ¿Cuánto? Dice: “En diversa medida”. El geólogo glacial Jorge Strelin, que lleva botas imponentes y un pañuelo de seda en el cuello, me explica esta cautela. Dice que si bien en los últimos años hay cambios que llaman la atención, como el retroceso exagerado del glaciar, comparados con hechos naturales ocurridos en el planeta mucho tiempo atrás no son tan alarmantes. “Quizás, la rapidez con la que ocurren sea de tipo catastrófico. Que en 30 años haya subido la temperatura lo que subió y que los glaciares hayan retrocedido lo que retrocedie-


ron, por lo menos no es normal para los últimos diez mil años”, explica. Sin embargo, aclara que si tomamos un período de dos o tres millones de años, los últimos diez mil (que corresponden al advenimiento de la civilización humana), han sido relativamente estables. “Lo normal en el planeta es el cambio climático. Y los cambios climáticos muy fuertes”. Para dilucidar la cuestión aquí hay glaciólogos que estudian cómo los glaciares se derriten, disminuyen, retroceden. Hay biólogos que estudian cómo el agua de ese deshielo (que es dulce) impacta en la caleta: baja la salinidad del mar y afecta a las comunidades microbianas. El adelgazamiento de la capa de ozono en la Antártida hizo que se incrementara la radiación ultravioleta, lo que produjo mayor mortalidad de las bacterias que están más cerca de la superficie. Y, parece, las bacterias marinas tienen un rol fundamental porque incorporan la materia orgánica disuelta y, a su vez, cuando ellas mismas se convierten en alimento, esa materia orgánica se incorpora a las redes tróficas (un animal las come y a su vez es comido por otro que, luego, también es presa). Más de un 40% del carbono que está en el mar, desprendido de la descomposición de organismos muertos, quedaría allí si no fuera por las bacterias que van pasando al krill, a los peces, pingüinos o focas. Lo que quiere decir que, si hay menos bacterias, esa cadena está en riesgo. Hay un grupo de biólogos que estudia lo que ocurre en la caleta con las algas grandes y con las algas pequeñas y otro, que se centra en los peces. Hay, también, un grupo que estudia a las aves y cómo las afecta el retroceso del glaciar, y varios hombres que estudian a los mamíferos y otros más que estudian los líquenes y los musgos, y unas biólogas que se ocupan de pensar cómo, con bacterias de la misma Antártida, se podrían combatir los efectos que tiene en el continente blanco el asentamiento humano (por más medidas que se tomen siempre produce contaminación: con basura o derrames de gasoil). Hay biólogos y veterinarios que estudian las gripes de las aves, para poder actuar en caso de que hubiera una pandemia de esas cepas. Hay geólogos que estudian si la muerte de las bacterias y los animales forma parte del calentamiento global o de un ciclo que iba a darse más allá de la intervención de los hombres. La mayoría de los científicos hablan del aumento de la temperatura mundial y del cambio climático como algo concreto, pero están de acuerdo en que como hace muy pocos años que comenzaron los estudios en la Antártida, hay que ser precavidos en las conexiones de los hechos y sus causas. Si se derritiera el hielo de la Antártida, el nivel del mar subiría unos 60 metros. Ciudades como Tokio, Hong Kong, Shangai, Hamburgo, Buenos Aires y Nueva York desaparecerían sumergidas. Sin embargo, dicen los científicos, nada anuncia que esto vaya a ocurrir en el corto o mediano plazo.

El 2 de febrero de 2014 Federico Bianchini emprendió un viaje hacia la Antártida para contar el trabajo de los científicos que van tras sus objetos de estudio –glaciares, skúas, lobos marinos, líquenes–, superando condiciones climáticas extremas. Así descubrió a personas que pasan meses contando ojos de krill, estudiando el vómito de los pingüinos, y para quienes un ave antártica es algo más cercano que su familia. Cuando llegó el momento de regresar a Buenos Aires, el clima se tornó hostil, el avión encargado de llevarlo de regreso no pudo aterrizar, y la que iba a ser una estadía de menos de una semana se transformó en un encierro de casi un mes. El fragmento publicado en este número de Energía + es un adelanto exclusivo del libro que ya puede conseguirse en las librerías.

federico bianchini (Buenos Aires, 1982) es periodista y escritor. Fue redactor de Clarín durante cinco años y trabajó en el diario La Razón. Es editor de la revista Anfibia, colabora en medios nacionales e internacionales y da talleres de crónica. Ganó el Premio Nuevas Plumas (Universidad de Guadalajara y Escuela de Periodismo Portátil) y el Don Quijote Rey de España (Agencia EFE). En 2015 publicó Desafiar al cuerpo. Del dolor a la gloria. El deporte llevado al extremo. En enero de 2016, con el proyecto de este libro sobre la Antártida, ganó la Beca Michael Jacobs de la Fundación Gabriel García Márquez (FNPI).


editorial responsabilidad social

¿Tiempos de menos políticas públicas y más Responsabilidad Social? Alessandra Minnicelli Presidenta de FONRES S.A. y de la Fundación Observatorio de Responsabilidad Social (FORS)

Q

ue las empresas integren preocupaciones de índole social y ambiental en sus operaciones es lo que reclamamos desde el compromiso con la Responsabilidad Social (RS). Desde esta nueva forma de organizarnos como sociedad buscamos conciliar la rentabilidad, la competitividad y el crecimiento económico de las organizaciones con los objetivos sociales y de desarrollo de las comunidades en las que se encuentran. Así, en los modelos sociales nacionales la creciente importancia del capital social y las demandas de sostenibilidad apuntaban hasta hoy a alinear la visión de la empresa y de las organizaciones a la visión de país y, desde ese lugar, desarrollar una cultura de la RS como parte de la identidad nacional, provincial y local. Entre los cambios vertiginosos que están ocurriendo en nuestra sociedad, sobresale la creciente ausencia del Estado y de políticas

–¿Qué cambios ocurrirán para que las empresas contemplen la perspectiva económica, y además la laboral, comunitaria, ambiental y corporativa, cuando todos los días hay más ajustes desde lo público y lo privado? –¿Buscará la empresa generar valor, prestigio y reputación con la RS? –¿Qué respuestas darán las empresas en materia de desarrollo integral de sus trabajadores y en el aporte a la comunidad y al ambiente que les permitió crecer y desarrollarse? Como sea, es tiempo de reforzar los elementos más sólidos y estables de nuestro modelo productivo, impulsar desde el país federal una mirada entrópica y con ello avanzar sobre las actividades que ofrecen una mayor estabilidad en su desarrollo, especialmente en cuanto a la generación y el mantenimiento del empleo y a la cualificación de los trabajadores; abrazar el planteo de la economía sostenible que hace

Es tiempo de reforzar los elementos más sólidos y estables de nuestro modelo productivo públicas que contengan las desigualdades entre las personas y las asimetrías entre las regiones de nuestro país. La pregunta es qué pasará con la importancia creciente que estaba adquiriendo la reflexión sobre los valores sociales, el compromiso de cada uno de nosotros por la preservación del ambiente, de manera de dejar a las próximas generaciones un mundo al menos en las mismas condiciones que en las cuales lo habitamos hoy. ¿Dónde quedará el desafío de mayor transparencia en la forma de hacer negocios, en la forma de producir bienes y prestar servicios ante la creciente complejidad del contexto económico y social argentino? Esta nueva realidad trae serios interrogantes: –¿Se involucrarán las empresas y organizaciones en los temas de RS, o se profundizará el individualismo y la mirada a la rentabilidad por sobre la contribución al desarrollo de la comunidad? –¿Asistiremos a un retroceso en materia de RS?

* 50 energía +

imprescindible promover acciones de RS y una cultura responsable tanto social como ambiental que aplique RS mediante donaciones, utilidades líquidas y gastos deducibles. Que las empresas y organizaciones apliquen y destaquen la importancia del mejoramiento de la calidad de vida de su entorno y que se les reconozca de alguna manera esa diferencia como incentivo al momento de rendir cuentas a través del balance social, y con una certificación seria de RS que tenga reflejo en el balance económico financiero si este es transparente en relación a los actos e impactos. Es tiempo de RS y de nuevas y mejores herramientas que se ajusten a la dinámica y a los tiempos del actual desarrollo científico y tecnológico, que requiere, sobre todo, de un alto grado de rapidez y eficacia en la respuesta para afrontar los desafíos que nos propone la cambiante realidad.

Abogada y procuradora por la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UBA. Doctora en Derecho de la Universidad de Salamanca y presidenta de FONRES S.A. y de la Fundación Observatorio de Responsabilidad Social (FORS)


pinceladas

OSVALDO BAYER. (1927) Historiador, escritor y periodista.

ILUSTRACIÓN: ziga

energía + 51


cuento

Suerte de gato

Por waldo cebrero

F

ederica sabe que a mí los gatos no me gustan, que prefiero los perros, pero me pidió que la acompañe en ésta, sonaba angustiada. Le dije que contara conmigo. Al fin y al cabo, desde hace dos meses soy algo así como su relación más estable, el único que se queda a dormir en

su casa. Nueva Córdoba amaneció empapelado con carteles que dicen, en letra mayúscula, “ME PERDÍ. ME LLAMO OBLONGO Y TENGO DUEÑA”. Hay carteles en los postes de luz, en los árboles, en los negocios. Oblongo es el gato de Federica. Tiene pelo gris oscuro, largo, esponjoso y usa un collar con cascabel que suena cada vez que se mueve. Pasé a buscar a Federica y salimos a recorrer negocios y obras en construcción. Ella llevaba la foto de su mascota en una mano y preguntaba si alguien la había visto. Es así y asá, tiene un collar con un cascabel que suena cuando camina, decía. La gente apenas si le prestaba atención. Yo la miraba y, a veces, también encaraba a las personas mostrando el cartelito. Por ella, más que nada. No es que odie a los gatos, ni que sienta asco como les sucede a otras personas. Más bien es una antipatía, un rechazo especial que se fue haciendo cayo con los años. En el caso de Oblongo, al menos me permito tocarlo. Lo hago para no tener que explicarle a Federica sobre por qué no me gustan los gatos. No es fácil de decirlo: es cuestión de suerte, de mala suerte.

II Tres gatos tuvieron mala suerte conmigo. El primero era un gato bebé que había nacido enfermo de parásitos. Nos dimos cuenta porque le salían unos gusanitos blancos de la cola. A Marcos y a mí –dos futuros adolescentes– la escena nos pareció tristísima. El animalito estaba tirado en el piso húmedo de una casa abandonada, era evidente que su mamá y sus hermanitos también lo habían dejado. Aún tenía los ojos cerrados. Podía morir antes de abrirlos, de hambre o de frío. Desde un principio nuestro propósito fue salvarlo, evitarle –por vía de la muerte– una vida corta y desgraciada. Acordamos que era una crueldad dejarlo morir ahí, en el lugar donde jugábamos todas las siestas. A Marcos se le ocurrió una idea. Dijo que había leído en una revista de animales que los felinos tenían el cerebro justo detrás de la parte chata y fría de la cara, entre los ojos y la nariz. Si se golpean ahí cuando son chiquitos, pueden morirse, dijo. Entonces, un tincazo fuerte en el lugar preciso era lo mejor.

52 energía +

Parecía una muerte rápida e higiénica. Después podíamos enterrarlo y evitar que se lo comieran los pájaros y las moscas. Antes de hacer el sacrificio practicamos dándonos tincazos entre nosotros, en las orejas. Había que medir la fuerza y la puntería. No queríamos fallar. De la práctica resultó que yo golpeaba mejor y más fuerte. Tomá, dale vos para que no sufra más, me alentó Marcos con las orejas enrojecidas. Yo lo agarré con mi mano derecha. Podía apretar su cuerpito caliente y húmedo cerrando el puño. Con el pulgar y mayor de la mano izquierda formé una letra O. Acerqué la mano a su cabeza, apunté, y le di entre ceja y ceja. Hasta ese primer tincazo lo nuestro era un acto ritual de redención. Pero el gatito solo atinó a abrir la boca y cerrarla, como si bostezara. Después todo se desequilibró, fue como si alguien hubiese subido un interruptor que nos mandó a otro estado, uno más violento. Vi a Marcos. Estaba parado a mi lado con una expresión desencajada. Supuse que mi cara tenía un gesto parecido, entre asustado y extasiado; el mismo rostro del que gatilló una pistola en la cabeza de alguien con intenciones de matarlo, con la mala fortuna de que la bala no salga. Un homicida que fracasa. Aunque el gato viviera –un rato más, al menos–, habíamos intentado matarlo. Me sentí atormentado, un chucho de frío me hizo sacudir la cara. Entonces le di otro tincazo y otro y otro. Tincazo, tincazo, tincazo. Después Marcos comenzó a reírse, me sacó el gato de la mano y lo arrojó con intenciones de reventarlo contra la pared. El bicho cayó al suelo y boqueó de nuevo. Quedó ahí un rato más hasta que lo aplasté con una piedra gigante. Al otro día Marcos no me pasó a buscar. III De adolescentes, muchas veces hablamos del tema. Una noche contamos la anécdota en una juntada de amigos donde había muchas chicas. A medida que Marcos avanzaba en los detalles, tratando de ponerle más morbo para provocar una risa fácil, yo notaba que las mujeres arrugaban cada vez más la cara hasta conformar un gesto de desprecio. Ninguna nos habló por un buen rato, así que decidimos que lo mejor era no volver a tocar el tema por el bien de nuestra sexualidad. Listo. Punto final. Hasta que pasó de nuevo. Tenía dieciocho años y me acababa de mudar a la ciudad. Me acuerdo bien porque fue durante el mundial de Corea y Japón, en 2002. Los del pueblo nos juntábamos a ver los partidos en la


casa de uno que tenía cable. Era la casa de la abuela, una señora que sabía preparar licores caseros y nos dejaba tomarlos. De ella era el gato: gordo, negro, capado. Se llamaba Platero, como el burro. Platero caminaba entre las piernas de todos los que aquella madrugada mirábamos jugar a la Selección argentina contra la de los suecos en el partido definitorio de la primera ronda, cuando al minuto trece del primer tiempo un rubio bien nórdico la emboca de derecha por sobre la barrera, justo al palo diestro de Caballero, que no iba a llegar aunque se estirara un metro más. En la casa la reacción fue unísona: “Y la puta madre que los re mil parió, suecos cagados de frío…”. Salí al patio con la trompeta de plástico en la mano, esa que dos mundiales después se llamaría vuvuzela. Me sentía desahuciado. A Platero, la descalificación del Mundial se ve que ni le iba ni le venía, porque ahí lo encontré, infraganti, comiendo un pedazo de falda que había robado de la parrilla. Hacía equilibrio sobre la medianera y me daba la espalda, con las patas tensas, como en alerta, como si supiera que estaba en falta. Para escarmentarlo, me le acerqué pegado a la tapia sin que me sintiera. Quería asustarlo con la trompeta, de modo que arrimé lo más que pude la campana de plástico a su cabeza y soplé fuerte, como nunca en todo el Mundial, hasta que de mi boca salió un bramido como de bocinazo de camión. El instrumento atronó a centímetros de la oreja izquierda de Platero. Él, en lugar de salir espantado, aflojó las piernas y cayó como una manzana podrida cae del árbol. Platero murió de susto; un infarto o algo por el estilo. Yo también estaba asustado. Atiné a hacer una breve pericia tanteando el cuerpo con el pie. Noté que no reaccionaba. Sin pensar en las consecuencias, levanté el cuerpo y lo revoleé hacía el otro lado de la tapia. También escondí el pedacito de asado masticado que quedó en el piso. Todos seguían puteando en el comedor. Volví a entrar. El empate en el segundo tiempo no alcanzó y la Selección quedó afuera de la copa. Al asado siguiente, falté. IV Ahora veo a Oblongo, aunque no puedo decirlo. No quiero que Federica llore otra vez. Ella está tirada en el sillón del living, dibujando figuras invisibles sobre la cuerina con el dedo índice de la mano. Quizás dibuja la cara de su gato. Hemos caminado toda la mañana y la tarde buscándolo. Estoy exhausto. Fumo en el balcón y puedo ver cómo la noche empieza a caer sobre los techos de la ciudad. Desde el piso 16, Oblongo es ese punto negro y difuso que se ve sobre el techo de la obra que están construyendo al lado. Parece una mancha de tinta. De día, si uno tiene buena vista, debería verlo clarito: está ocho pisos más abajo. A Federica, vivir en la torre más alta del barrio la hace sentirse más sola, y por lo tanto más feliz. Ella es de esas. A mí también me gusta amanecer en esta cima: no hay nada tan alto en la ciudad. Ayer sábado fue uno de esos días. Ella entró a bañarse y yo me senté a fumar en el balcón, como ahora. El gato se paseaba sonando su cascabel de un lado a otro, hasta que vino a posarse

sobre mi pierna, mirando hacia los techos de la ciudad. Lo miré. Sentí que estábamos solos, que no hacía falta disimular nuestra forzada relación. Como cuando era niño y mis padres me dejaban solo cuidando a mi hermana menor. Yo aprovechaba para pegarle mocos en la cara o probar hasta cuando aguantaba un pellizco antes de llorar. Con la misma intención, le apoyé la brasa del cigarrillo en el muslo. Hubo un ruido seco de pelo quemado, un maullido y un salto reflejo que hizo golpear al gato contra la baranda del balcón antes de caer. Juro que estiré los brazos para agarrarlo. Pero cayó. Tiré el cigarrillo, me desnudé y me metí al baño con Federica. Estuvimos en la ducha y un rato más en la pieza. Nos dimos un abrazo silencioso, como confirmando que algo bueno estaba empezando. Después me fui a mi casa. Esta mañana me despertó su llamada desesperada. Quería que la ayudara a buscar a su gato, su única compañía, dijo. Desde esta posición puedo ver a los dos. Ellos no pueden verse. Federica dibuja simplezas con el dedo. Oblongo, el cadáver de Oblongo, allá abajo, comienza a ser tragado por la noche. El sereno de la obra no debe haber subido al techo en todo el fin de semana. Si no, ya lo hubiese descubierto. Mañana lunes todos los albañiles volverán a trabajar, la obra se poblará y alguien hallará por fin al pobre Oblongo, que es gris, peludo y usa un cascabel. Lo más seguro es que saquen el cuerpo al contenedor de escombros que está en la vereda. No sería bueno que Federica lo descubra de esa manera. Voy a invitarla a dormir a casa, por esta noche. Se sentirá mejor.

Waldo Cebrero Nació en 1983. Es periodista. Trabajó en la agencia Infojus Noticias y en la secciones de policiales de los diarios El Argentino y Día a Día. Colaboró en los diarios Tiempo Argentino, Página 12 y La Voz del Interior y en las revistas Anfibia, El Sur y Deodoro. Integró la redacción del periódico Será Justicia, dedicados a la cobertura de los juicios por delitos de lesa humanidad y es parte de Cosecha Roja, la red de periodistas judiciales de Latinoamérica. En 2016 ganó el Premio Rodolfo Walsh organizado por el Cispren.

energía + 53


humor

energĂ­a +

54 energĂ­a +




Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.