Antología Concurso Cultural 2016

Page 1



Antología CONCURSO CULTURAL

POESÍA

CUENTO

FOTOGRAFÍA

PINTURA

DIBUJO

2016

3


Antología

CONCURSO CULTURAL

Primera edición. Abril de 2017. Ciudad de Córdoba, Argentina. Tirada impresa de 100 ejemplares. La Antología Concurso Cultural 2016, fue publicada por el Sindicato Regional de Luz y Fuerza (SiReLyF). Es una compilación de las obras de los afiliados al SiReLyF que participaron en el Concurso Cultural 2016, organizado por la Secretaría de Cultura, Comunicación y Formación del SiReLyF. Hecho el depósito que marca la LEY Nº 11.723. Prohibida la reproducción total o parcial de la Antología Concurso Cultural 2016 sin el consentimiento de la Institución y de los autores. Diseño, producción y diagramación: Regardé Comunicación S.A.


Consejo Directivo Sindicato Regional de Luz y Fuerza Secretario General Eduardo Ángel Brandolín Subsecretario General Máximo Humberto Brizuela Secretario de Organización Rubén Pedro Bergesio Subsecretario de Organización David Jorge Oviedo Secretario de Viviendas y Obras Arturo Carlos Cussa Secretario de Hacienda José Alberto Rossi Subsecretario de Hacienda 1º Jorge Antonio Apezteguía Subsecretario de Hacienda 2º Raúl Marcelo Álvarez Subsecretario de Hacienda 3º Alberto Juan Boglione Secretario Gremial José Antonio Vargas Subsecretario Gremial 1º Fernando Adrián González Subsecretario Gremial 2º Carlos Julio Recalde Subsecretario Gremial 3º Claudio Eduardo Toranzo Secretario de Previsión Marcel César Caula Secretario de Servicios Sociales Jorge Ricardo Vachetta Secretario de Turismo, Deporte y Actas Raúl Rodolfo Durán Subsecretaria de Turismo, Deporte y Actas María Alejandra Carrillo Secretario de Cultura, Comunicación y Formación Guillermo César Suppo

Jujuy 27 | Córdoba, Argentina | X5000KAA | (0351) 454-6400 | www.sirelyf.org



“El

arte

trabajo

, como el une, dignifica y aproxima las almas “

,


Qué enorme trascendencia tiene el arte para la vida, y qué importante es documentar el trabajo de cada uno de los que participaron, seguramente con mucho esfuerzo y mucha ilusión


Cultura para siempre

Es para mí una inmensa satisfacción presentar este libro. Es un hecho muy especial y un gran aporte a esta apuesta que hacemos desde hace muchos años y que es la participación activa de toda la familia lucifuercista en la vida de nuestra organización. Esa participación profundiza la importancia del espacio cultural que nos brinda a todos esta gran institución que es el Sindicato Regional de Luz y Fuerza. El arte nos acerca, abre corazones. Leemos una frase que nos emociona, observamos una pintura que hace volar nuestra imaginación. También una palabra puede generar infinidad de sensaciones y una fotografía nos remite a recuerdos imborrables en nuestra memoria. Qué enorme trascendencia tiene el arte para la vida, y qué importante es documentar el trabajo de cada uno de los que participaron, seguramente con mucho esfuerzo y mucha ilusión. La concreción de este libro es un reconocimiento al acompañamiento de cada uno de ustedes que, con su participación, jerarquizan este espacio y es, además, una invitación a continuar acompañando iniciativas que, como éstas, enriquecen el alma de cada uno de nosotros. Participación que se convierte en militancia, esa militancia tan necesaria para seguir concretando sueños, ¿y cómo lo logramos en esta oportunidad? Nada más y nada menos que con la cultura y el arte. Este libro está dedicado a todos los que todavía creemos en el valor del arte y en su fuerza para hacer realidad lo que soñamos. Agradezco enormemente a cada una de las familias de los trabajadores que dieron vida a esta primera antología. Gracias a todos los que han puesto su trabajo, su esfuerzo y su dedicación para este logro, uno más de esta causa que desde hace más de una década venimos haciendo realidad entre todos: Gestión para el Cambio.

Eduardo Brandolín | Secretario General del SiReLyF

9


La obra que tenemos en nuestras manos es especial y muy significativa porque contiene el enorme talento de niños, jóvenes y trabajadores del SiReLyF. Es un libro realizado con mucho cariño y respeto


Crear nos une

Este libro es un logro importante para la construcción colectiva al servicio del fortalecimiento de la educación y la cultura de la familia lucifuersista. Plasmar el Concurso Cultural 2016 a través de un libro es de un enorme orgullo para todos. La obra que tenemos en nuestras manos es especial y muy significativa porque contiene el enorme talento de niños, jóvenes y trabajadores del SiReLyF. Es un libro realizado con mucho cariño y respeto para quienes participaron y para quienes tenemos la posibilidad de compartirlo. Que un sindicato genere espacios para el desarrollo de la cultura es un gran desafío, y eso es algo que venimos sembrando desde hace muchos años. Este libro dejará plasmado para siempre los trabajos realizados, quedando en la memoria de todos los que integramos nuestro querido sindicato. Esta Antología cultural es una invitación a seguir avanzando en este sendero por la dignidad, el trabajo, la educación y la cultura. También nos da la posibilidad de expresar nuestros sentimientos y emociones. El SiReLyF tiene un espíritu muy grande gracias a la fuerza de las personas que lo integran, por eso celebramos y disfrutamos la creación de este libro. Las poesías, los cuentos, los dibujos, las pinturas y las fotografías dieron rienda suelta a la imaginación de cada participante, demandando charlas entre compañeros para contar el trabajo que cada uno presentaría. Esta confraternidad fortalece a la familia de Luz y fuerza y la llevamos con mucho orgullo. Tenemos en nuestras manos y a la vista, una obra muy necesaria para nosotros. Por eso quiero brindar mis felicitaciones para todas las familias que participaron en esta convocatoria. Un agradecimiento especial para ellos, y a seguir creando imágenes e historias nuevas que tanto nos hacen falta.

Máximo Brizuela | Subsecretario General del SiReLyF

11


Un libro con la energía del interior, la esencia de los trabajadores, de sus familias, de los jóvenes y niños que refrescan estas páginas con historias e imágenes auténticas


Nuestro primer libro

Hace muchos años que el Sindicato Regional de Luz y Fuerza destina un espacio importante a diversas expresiones artísticas: cuento, poesía, fotografía, dibujo y pintura, a través del Concurso Cultural organizado por la Secretaría de Cultura, Comunicación y Formación. La misión siempre fue reconocer la creatividad de los afiliados de todas las edades y de los distintos pueblos y ciudades de la provincia de Córdoba y, además, promocionar a la cultura como una de las máximas manifestaciones para expresarnos. Así surge el fruto de un concurso muy rico culturalmente: la primera antología que reúne todas las obras de los participantes del Concurso Cultural en su edición 2016. El libro que el lector tiene entre sus manos simboliza el abrazo a la cultura, el registro de la escritura y de la imagen, el sentido del arte desde una institución que comprende y alienta a producir cultura, una de las expresiones más importantes que tiene el ser humano. Arraigados como trabajadores a la formación de un pensamiento auténtico, democrático, contemporáneo y transformador, en esta obra encontrarán ideas, colores y expresiones. Un libro con la energía del interior, la esencia de los trabajadores, de sus familias, de los jóvenes y niños que refrescan estas páginas con historias e imágenes auténticas. Este libro pretende salir de las bibliotecas para ser compartido y pasar de mano en mano. Aspiro a que se celebre, se comparta y se brinde. Es el primer libro de muchos que vendrán y pretende inmortalizar las obras de nuestros afiliados, que merecen que todo lo logrado perdure en una de las acciones más nobles que podemos hacer: un libro, y lo más brillante, realizado entre todos.

Guillermo Suppo | Secretario de Cultura, Comunicación y Formación del SiReLyF

13



FotografĂ­a


Antología

CONCURSO CULTURAL

“ATARDECER DE PRIMAVERA” Susana Elysabeth Villarreal | 48 AÑOS | Seccional Almafuerte “ENERGÍA DEL NOROESTE” Diego Sebastián Cafure | 39 AÑOS | Seccional San Marcos Sierras “¿LA ARGENTINA DEL SIGLO XXI?” Tomás Esteban García | 18 AÑOS | Seccional Río Primero - Tránsito “CONFESIÓN SORPRENDENTE” Rosana Altamirano | 51 AÑOS | Seccional Villa Dolores “LAZOS” Milagros Ferreyra | 16 AÑOS | Seccional Pilar “GUARDA QUE LA COLO TE CHOREA EL PEJE” Juan Carlos Mercado | 52 AÑOS | Seccional San Marcos Sierras “SOL EN LAS CABAÑAS DE COSQUÍN” Lucas Di Prinzio | 20 AÑOS | Seccional Pilar “VESTIGIOS DE LLUVIA” Analía Verónica Capdevila | 37 AÑOS | Seccional San Marcos Sierras “GOTA” Walter Daniel Koch | 52 AÑOS | Seccional General Deheza “HELADAS EN CRUZ ALTA” Marcelo Javier Maraschia | 39 AÑOS | Seccional Cruz Alta - Los Surgentes “LA DIGNIDAD DEL TRABAJO SE RIEGA DESDE EL SEMILLERO” Adriana Britos | 39 AÑOS | Seccional San Marcos Sierras “SOL DE PRIMAVERA” Edgardo Juan Brito | 48 AÑOS | Seccional Villa Carlos Paz “MI MASCOTA” Catalina P. de Salusso | 68 AÑOS | Seccional Bengolea “MIL COLORES” Bruno Nicolás Francia | 17 AÑOS | Seccional Pilar “MASCOTA” Joaquín Leonel Castello | 19 AÑOS | Seccional Villa Carlos Paz “MIRADA DEL CACHORRITO” Ana María Koch | 20 AÑOS | Seccional General Deheza “OBSERVANDO” Diego Daniel Díaz | 38 AÑOS | Seccional Santa Rosa de Calamuchita “TRIGO” Leonardo David Castellano | 11 AÑOS | Seccional Monte Cristo “TORMENTA” Ariel Vílchez | 40 AÑOS | Seccional Monte Cristo “LA DANZA DEL SOL” Carina Maraschia | 44 AÑOS | Seccional Cruz Alta - Los Surgentes “DE CAMPAMENTO” Miguel Ángel Salusso | 72 AÑOS | Seccional Bengolea “EL ABEJORRO EN LA FLOR DE CRISTO” Santiago Contreras | 18 AÑOS | Seccional Pilar “ESTACIÓN OLVIDO” Osvaldo Fabián Pereyra | 44 AÑOS | Seccional Del Oeste “EL MUNDO A MIS PIES ¡VAYA SENSACIÓN!” Adriana Mara Bigotti | 44 AÑOS | Seccional Río Primero - Tránsito “EL GATO” María Del Carmen Flores | 49 AÑOS | Seccional La Paquita - Altos de Chipión “CACTUS EN EL CAMINO” Marisela Patricia Retegui | 34 AÑOS | Seccional Cavanagh “GALPÓN ABANDONADO” Gustavo Adolfo Claramonte | 43 AÑOS | Seccional Cavanagh “GAMA OTOÑAL” Micaela Melina Pedernera | 23 AÑOS | Seccional Mina Clavero “MIRADA” Carlos Domingo Rodríguez | 62 AÑOS | Seccional Jesús María - Colonia Caroya

16


“ATARDECER DE PRIMAVERA” Susana Elysabeth Villarreal | 48 AÑOS | Seccional Almafuerte

17


“ENERGÍA DEL NOROESTE”

Diego Sebastián Cafure | 39 AÑOS | Seccional San Marcos Sierras

18


“¿LA ARGENTINA DEL SIGLO XXI?”

Tomás Esteban García | 18 AÑOS | Seccional Río Primero - Tránsito

19


Antología

20

CONCURSO CULTURAL


“CONFESIÓN SORPRENDENTE”

Rosana Altamirano | 51 AÑOS | Seccional Villa Dolores

21


Antología

CONCURSO CULTURAL

“LAZOS”

Milagros Ferreyra | 16 AÑOS | Seccional Pilar

22


“GUARDA QUE LA COLO TE CHOREA EL PEJE”

Juan Carlos Mercado | 52 AÑOS | Seccional San Marcos Sierras

23


Antología

CONCURSO CULTURAL

“SOL EN LAS CABAÑAS DE COSQUÍN”

Lucas Di Prinzio | 20 AÑOS | Seccional Pilar

24


“VESTIGIOS DE LLUVIA”

Analía Verónica Capdevila | 37 AÑOS | Seccional San Marcos Sierras

25


Antología

26

CONCURSO CULTURAL


“GOTA”

Walter Daniel Koch | 52 AÑOS | Seccional General Deheza

27


Antología

CONCURSO CULTURAL

“HELADAS EN CRUZ ALTA”

Marcelo Javier Maraschia | 39 AÑOS | Seccional Cruz Alta - Los Surgentes

28


“LA DIGNIDAD DEL TRABAJO SE RIEGA DESDE EL SEMILLERO” Adriana Britos | 39 AÑOS | Seccional San Marcos Sierras

29


Antología

CONCURSO CULTURAL

“SOL DE PRIMAVERA”

Edgardo Juan Brito | 48 AÑOS | Seccional Villa Carlos Paz

30


“MI MASCOTA” Catalina P. de Salusso | 68 AÑOS | Seccional Bengolea

31


32


“MIL COLORES” Bruno Nicolás Francia | 17 AÑOS | Seccional Pilar

33


Antología

CONCURSO CULTURAL

“MASCOTA”

Joaquín Leonel Castello | 19 AÑOS | Seccional Villa Carlos Paz

34


“MIRADA DEL CACHORRITO”

Ana María Koch | 20 AÑOS | Seccional General Deheza

35


Antología

CONCURSO CULTURAL

“OBSERVANDO”

Diego Daniel Díaz | 38 AÑOS | Seccional Santa Rosa de Calamuchita

36


“TRIGO”

Leonardo David Castellano | 11 AÑOS | Seccional Monte Cristo

37


Antología

CONCURSO CULTURAL

“TORMENTA”

Ariel Vílchez | 40 AÑOS | Seccional Monte Cristo

38


“LA DANZA DEL SOL”

Carina Maraschia | 44 AÑOS | Seccional Cruz Alta - Los Surgentes

39


Antología

CONCURSO CULTURAL

“DE CAMPAMENTO”

Miguel Ángel Salusso | 72 AÑOS | Seccional Bengolea

“EL ABEJORRO EN LA FLOR DE CRISTO”

Santiago Contreras | 18 AÑOS | Seccional Pilar

40


“ESTACIÓN OLVIDO”

Osvaldo Fabián Pereyra | 44 AÑOS | Seccional Del Oeste

41


Antología

CONCURSO CULTURAL

“EL MUNDO A MIS PIES ¡VAYA SENSACIÓN!“

Adriana Mara Bigotti | 44 AÑOS | Seccional Río Primero - Tránsito

42


“EL GATO” María Del Carmen Flores | 49 AÑOS | Seccional La Paquita - Altos de Chipión

43


Antología

CONCURSO CULTURAL

“CACTUS EN EL CAMINO”

Marisela Patricia Retegui | 34 AÑOS | Seccional Cavanagh

44


“GALPÓN ABANDONADO” Gustavo Adolfo Claramonte | 43 AÑOS | Seccional Cavanagh

45


Antología

CONCURSO CULTURAL

“GAMA OTOÑAL”

Micaela Melina Pedernera | 23 AÑOS | Seccional Mina Clavero

46


“MIRADA” Carlos Domingo Rodríguez | 62 AÑOS | Seccional Jesús María - Colonia Caroya

47



Poesía


Antología

CONCURSO CULTURAL

Disculpe, no la recuerdo José Emanuel Luna Saldaña | 23 AÑOS | Seccional Jesús María - Colonia Caroya El sueño... Josefina Zalazar | 17 AÑOS | Seccional La Carlota Ilusión Juan Jacinto Tomasetti | 18 AÑOS | Seccional Oncativo La Luciérnaga Dora Tilde Doffo | 75 AÑOS | Seccional La Carlota Lágrimas Fabián Osvaldo Pereyra | 44 AÑOS | Seccional Del Oeste Todo se trata del equilibrio Santiago Podestá | 42 AÑOS | Seccional San Marcos Sierras Transformación Silvina Ronco | 47 AÑOS | Seccional Morteros

50


Disculpe, no la recuerdo Sumido en la penumbra de mi intensa soledad, no me di cuenta siquiera de quien vino a saludar. Era una hermosa mujer según yo pude apreciar, me pidió que la tuteara como un par de años atrás. Sorprendido pregunté si me podía informar quien era ella, que yo no podía recordar. Me dijo, yo soy tu amor y te lo puedo probar, por mí tu dabas la vida y habló de otras cosas más. Dijo estar arrepentida y saber de mi penar, que de amor estoy muriendo, entonces la dejé hablar. Me propuso ser mi amante, que me iba a reconquistar Y recordó días felices yendo conmigo a la par. Que excuse yo su inocencia si ella tuvo que marchar y por buscar aventuras por el mundo fue a rodar. Tal vez le causara lástima mi loco peregrinar, si yo me parezco al tonto que existe en cada ciudad. Disculpe bella señora, no la quiero contrariar pero es que no la recuerdo ni yo he tenido un hogar, que compartiendo mi vida a usted he llegado a amar. Me repite tantas veces que la supe enamorar y si es así le pregunto ¿que nos pudo separar? Si estoy perdido en la vida sin capacidad de amar, bebiendo licor barato en la barra de algún bar. Si tanto la hubiese amado jamás podría olvidar el abismo de esos ojos y el fuego de su mirar. Los bucles que hay en su pelo, su sugestivo lunar y el rojo fuerte en sus labios que marca el lápiz labial. La ternura de sus manos, su insinuante caminar y que es amante felina intento yo imaginar. Es por eso si borracho triste me viera pasar, o me contempla llorando tirado en algún umbral, no piense que es por usted, no se debiera culpar. Porque yo no la conozco... No la puedo recordar.

José Emanuel Luna Saldaña | 23 AÑOS | Seccional Jesús María - Colonia Caroya

51


Antología

CONCURSO CULTURAL

El sueño... Sueño que estoy dormida acuso roces en la almohada y ruidos que fingen ser sonámbulos. Me invento un sueño trivial y repetido, sin ángeles, ni leyenda. A lo sumo, la escena recurrente del hombre cotidiano que sueña una vez por año con un amor juvenil, que lo mira... por la ventana de la escuela donde el adolescente que es él ve su propio rostro en el vidrio empañado por la lluvia. Pero no es cierto, bajo los párpados, una aventura actualizada de jóvenes y de amores me abre una calle entre las sienes y ahí estoy, desde aquí lo veo. Corriendo entre alegría y emoción o parada boquiabierta a la espera de un abrazo. Me doy vuelta busco la posición de sueño y hasta hay un suspiro que hilvana los hechizos. Inmóvil espero el momento de saltar de este mundo inocente a este lado tangible y creer que estoy despierta.

Josefina Zalazar | 17 AÑOS | Seccional La Carlota

52


Ilusión Fue efímero, tan sólo segundos. Mis palabras rojas, radicales se entrelazaron en ideas reales que provenían de otros mundos Nos encaminamos al planeta adecuados a su cosmovisión dejamos billetera, tv y tarjeta. El amor es la única dominación Tardamos, llegamos puros, enteros, pues, en su cielo no hay un agujero. Tocamos tierra. Era roja, paisana, pero, era mucho más justa, libre y soberana Nuestras palabras se desenlazaron. Toqué en mis bolsillos: la billetera. Obstinado, yo, seguí esperanzado pero toqué tierra y ¡Que injusta era!

Juan Jacinto Tomasetti | 18 AÑOS | Seccional Oncativo

53


Antología

CONCURSO CULTURAL

La Luciérnaga El amor pega silbido en la esquina de La Cañada y el viento ensimismado le amortigua los ecos. Ojos con los moños para el dolor tipografiado. La indiferencia tiene suelas de transeúntes. Pero hay manos que sonríen y suspiros solidarios y tácitos padrinazgos. Así se compra la denuncia, encuadernada... Así se vende la soledad. La esperanza se graba en la moneda. Los gorriones de la calle la guardan bajo el hambre. Ronda la luciérnaga en páginas sin broches la realidad anda suelta. No hay imágenes de tapa para la impotencia. El amor sigue con sus silbidos en la esquina de La Cañada.

Dora Tilde Doffo | 75 AÑOS | Seccional La Carlota

54


Lágrimas Lágrimas que rompen el silencio de la noche graban en la madera el inicio de una ausencia, de una madre ahora sí, de espiritual presencia las gotas de rocío, no merecen reproche. Lágrimas mojan azules y verdes de un lienzo, atardecer... paisaje que un pintor ha soñado, y tú amigo, despides a ese ser tan amado con tristes destellos, cuando el sol cae en los cerros. Lágrimas humedecen tu celestial mirada tus pupilas no logran esconder esa pena, sufres la anticipada partida que condena aceptando con fe, ese vacío, resignada. Lágrimas, una cruel enfermedad sin cura, tu vida, tu luz, tu fuerza como hubiese sido, pensarlo es inútil amiga, ya tú, te has ido y al pedir por tu alivio, rozamos la locura. Lágrimas del llanto de un niño recién nacido el amor, reencuentros, festejos, alegrías agradezcamos a Dios que nos cambia la vida, dejemos que actúe, encontremos, el sentido. Lágrimas, lágrimas, lágrimas...

Fabián Osvaldo Pereyra | 44 AÑOS | Seccional Del Oeste

55


Antología

CONCURSO CULTURAL

Todo se trata del equilibrio Cuando el alma es más grande que el cuerpo se hace difícil un equilibrio. Ni que hablar de tratar de hablar. ¿Pero esto es tan importante? Podemos transitar miles de kilómetros sin encontrarnos, hablar, parafrasear como loros nuevos o poetas griegos. ¿Pero si el equilibrio es callar y ordenar con la mirada? Esa mirada que te calla y con una pequeña mueca te regala una gran sonrisa. Quizás, el equilibrio lo encontramos con la simple presencia de tu alma.

Santiago Podestá | 42 AÑOS | Seccional San Marcos Sierras

56


Transformación Antes de ti no existía nada ni el sol ni la luna brillaban a mi alrededor. Todo era opaco, gris y sin sentido, mis días transcurrían sin prisa ni pausa sin un camino trazado porque nada lograba cautivar mi corazón y hacer que este volviera latir, como late un corazón enamorado. que desea a gritos ser amado, Hasta que, te vi en la multitud Y te conocí... Y te amé desde el primer momento, y desde entonces mi corazón comprendió que hay amores destinados, reservados. Amores, que curan. Amores, que perdonan. Amores que hacen que un corazón herido, triste y sin luz vuelva a latir y ver el sol y a la luna brillar. Amores que traen consigo, ilusiones y sueños Amores que transforman el alma llenándola de locura y fantasía. Amores que llenan de dicha y felicidad, y hacen que el corazón estalle vivo y pleno lleno de lujuria y pasión. ¡Tu amor transformó mi corazón!

Silvina Ronco | 47 AÑOS | Seccional Morteros

57



Dibujo


Antología

CONCURSO CULTURAL

“BANSHEE” Ariana Maribel Martinetti | 16 AÑOS | Seccional James Craik “CIUDAD” Tobías Agüero | 6 AÑOS | Seccional Colonia Tirolesa “MIS VACACIONES EN LA PILETA DE COSQUÍN” Sofía Aldana Menta | 5 AÑOS | Sub Seccional Ticino “EL CRUCE DE LOS ANDES” Mariano Marjan Preciado | 5 AÑOS | Seccional Guatimozín “PERRITO JUGUETÓN” Lucía Iara Martinetti | 6 AÑOS | Seccional James Craik “GUMBALL Y SUS AMIGOS” Mariana Rosas | 9 AÑOS | Seccional Justiniano Posse “SWEET WOLF” Agostina Pérez Maldonado | 11 AÑOS | Seccional Hernando “LIBERTAD” Valentino Martín Ciriacci | 13 AÑOS | Seccional Río Tercero “SIEMPRE JUNTOS” Claudia Cristina Semería | 54 AÑOS | Seccional Central Nuclear Embalse “GEOMETRÍA FRUTAL” Graciela Beatriz Peirano | 56 AÑOS | Seccional Guatimozín

60


“BANSHEE” Ariana Maribel Martinetti | 16 AÑOS | Seccional James Craik

61


Antología

CONCURSO CULTURAL

“CIUDAD” Tobías Agüero | 6 AÑOS | Seccional Colonia Tirolesa

62


“PERRITO JUGUETÓN” Lucía Iara Martinetti | 6 AÑOS | Seccional James Craik

63


Antología

CONCURSO CULTURAL

“MIS VACACIONES EN LA PILETA DE COSQUÍN” Sofía Aldana Menta | 5 AÑOS | Sub Seccional Ticino

64


“EL CRUCE DE LOS ANDES” Mariano Marjan Preciado | 5 AÑOS | Seccional Guatimozín

65


Antología

CONCURSO CULTURAL

“GUMBALL Y SUS AMIGOS” Mariana Rosas | 9 AÑOS | Seccional Justiniano Posse

66


“SWEET WOLF” Agostina Pérez Maldonado | 11 AÑOS | Seccional Hernando

67


Antología

CONCURSO CULTURAL

“LIBERTAD” Valentino Martín Ciriacci | 13 AÑOS | Seccional Río Tercero

68


“SIEMPRE JUNTOS” Claudia Cristina Semería | 54 AÑOS | Seccional Central Nuclear Embalse

69


70


“GEOMETRÍA FRUTAL” Graciela Beatriz Peirano | 56 AÑOS | Seccional Guatimozín

71



Cuentos


Antología

CONCURSO CULTURAL

El duende Gabriel De Ocaña | 10 AÑOS | Seccional Balnearia y Zona El árbol de la vida Emilia Zalazar | 9 AÑOS | Seccional La Carlota Las grandes cosas llevan tiempo Florencia Bena | 14 AÑOS | Seccional El Fortín El ogro, un profesional del póker Lourdes Anaís Pereyra | 10 AÑOS | Seccional Del Oeste Un hermoso sueño Camila Itatí Molina | 12 AÑOS | Seccional Monte Cristo Diferencias, que no son diferencias Lucía Ochoa | 13 AÑOS | Seccional Villa María

74


El duende Hay un duende malo que se llama Tangarín y me esconde las cosas. Cuando voy al patio nos divertimos los tres con mi perro el Otto, pero a él no le gusta porque se pone muy nervioso y ladra y ladra sin parar. Nadie lo ve, pero siempre viene cuando estoy aburrido a la siesta y me dice que escondamos cosas y juguemos al cuarto oscuro. Yo no le cuento a nadie de mi duende. Creen que soy mentiroso y la señorita de scout dice que no hay que mentir y también la de catequesis. Yo lo veo de distintos colores. A veces verde cuando quiere que salgamos al patio o a la canchita del frente. Otras veces rojito cuando está enojado porque hace varios días que no le llevo el apunte cuando mi abuela me pone a estudiar las tablas. El otro día se puso negrito. Yo estaba triste porque hace un año que mi tío se fue al cielo. Hace mucho que no viene a jugar. Capaz que se enojó cuando lo puse en penitencia; tiró los juguetes y no los quiso juntar y después mi mamá me retó a mí. Espero que vuelva pronto porque peleamos, pero lo extraño, aunque sea travieso y haga lío, lo voy a ayudar a juntar las cosas y va a ser siempre mi amigo secreto.

Gabriel De Ocaña | 10 AÑOS | Seccional Balnearia y Zona

75


Antología

CONCURSO CULTURAL

El árbol de la vida Había una vez un árbol muy grande, lleno de hojas brillosas, donde cada una llevaba el nombre de un integrante de la familia. El árbol era tan feliz porque cobijaba a mucha gente, les daba amor y desde la raíz los alimentaba hasta las puntas de las ramas, esto permitía pasar una energía muy nutritiva que lo hacía poner grande y sano. Él no estaba solo, lo acompañaba una princesa llamada Sofía que vivía bajo su sombra, haciéndole compañía día y noche. Cuando el árbol necesitara, ella con su varita mágica no dudaría en hacerlo. Cuando llegó el invierno, sus hojas se fueron cayendo al suelo y cada rama se fue secando por las fuertes heladas. Ante tal situación, pidió colaboración a Sofía para recuperar su follaje, ella le explicó que cuando llegara la primavera, lo ayudaría con su varita, pero había que esperar unos meses. Esta situación preocupó al árbol porque ya no era útil. Los nombres se perdieron, los pájaros no hacían sus nidos y el hornero había abandonado su casita. En septiembre llegó la primavera. El sol cálido de esta estación permitió que comenzaran a salir sus hermosas ramas y sus verdes hojas, pero era en forma muy lenta, todos estaban muy ansiosos junto al árbol. De pronto Sofía sacó su varita mágica y con unas palabritas hizo que todo creciera rápidamente. Ella les dio mucha luz y energía a todos los nombres que con el viento danzaban al ritmo del trineo de los pájaros. De esta manera, su copa se puso grande, sirvió para que cada familia reconociera sus nombres y así el árbol volvió a ser útil para todos y muy feliz brindó energía y amor a todo el mundo.

Emilia Zalazar | 9 AÑOS | Seccional La Carlota

76


Las grandes cosas llevan tiempo Un día como hoy una familia muy humilde, que carecía de los bienes necesarios para vivir no dudó en construir un comedor público para ayudar a aquellos jóvenes y adultos que no tenían una buena alimentación. Aunque los recursos de esta familia no eran de los mejores, ellos nunca perdieron la esperanza de lograr su gran sueño. La historia comienza así. Cuando Marta, la mamá, era una pequeña niña, se dedicaba a ayudar a su padre, él era voluntario en un comedor público, tenía que repartir la comida, hacer los mandados y llevarle la comida a los ancianos que no podían ir al comedor. Marta siempre admiró mucho el trabajo de su padre, la ponía contenta y orgullosa y por eso siempre que podía iba a repartir la comida con su papá. Los padres de Marta siempre soñaban con tener su propio comedor público y poder darles de comer a las demás personas. La madre de Marta, Laura, trabajaba vendiendo productos artesanales y tenía que viajar muy seguido, por esa razón no pasaba tanto tiempo con su hija, pero eso no era motivo para no amarse, ellos tres eran muy unidos y cuando podían salían a jugar y explorar con su hija Marta. Un día, Laura tuvo que viajar para comprar las artesanías y Carlos decidió acompañarla para que pudiera comprar mercadería para el comedor. Cuando ellos estaban viajando, el cielo se puso tormentoso y se veía muy poco y al querer esquivar un tronco que estaba en la ruta, terminaron chocando con un auto; los tuvieron que llevar urgentemente al hospital. Los médicos hicieron todo lo que pudieron, pero ya era tarde. Ellos fallecieron. Marta con tan sólo 20 años, al enterarse de la noticia, enseguida los fue a ver por última vez.

bien. Un día, al llegar la tardecita, ella decidió despejarse y fue a ver una feria que los habitantes del pueblo en el que vivía habían hecho. Al entrar a un puesto de manualidades empieza a recorrer el lugar y tropieza con un muchacho. Al chocarse, los dos se quedaron mirando fijamente uno con el otro y es como que hubo una conexión especial entre ellos. Se quedaron toda la noche conociéndose. Al día siguiente, Marta va a visitarlo a su casa; la joven decide desahogarse con él contándole todos sus problemas. El dolor y la angustia que tenía al no poder estar cumpliendo el sueño de sus padres. José, así se llamaba el joven, la miró a los ojos y le dijo, - Nunca te des por vencida, las grandes cosas tardan en llegar –Marta emocionada le dijo, – Gracias, gracias por todo. Te quiero. Los dos jóvenes estaban perdidamente enamorados, el uno al otro y decidieron ir a vivir juntos. Los años pasaron, se casaron y tuvieron dos hijos, Antonela y Pablo, y aunque no tenían las mejores cosas del mundo, el amor y la humildad eran inmensos. Nunca bajaron los brazos hasta lograr hacer ese comedor público que tanto deseaban. Entre los cuatro pudieron ayudar y alimentar a muchas personas y por más que eran una familia pobre demostraron que no hace falta tener todos los lujos para lograr sus sueños, sólo basta tener fe, esperanza, solidaridad y ser cada día mejores personas.

Decepcionada con todo lo que había pasado, ella siguió adelante y juró nunca parar hasta conseguir el sueño que lamentablemente sus padres no pudieron cumplir. Al pasar los meses, las cosas en el comedor con Marta no iban tan

Florencia Bena | 14 AÑOS | Seccional El Fortín

77


Antología

CONCURSO CULTURAL

El ogro, un profesional del póker Había una vez un ogro que siempre jugaba al póker y apostaba mucho oro. Un día el ogro apostó todo su oro y los demás jugadores apostaron un terreno con una casa y el otro apostó los muebles para esa casa. El ogro fue el ganador de todo lo que apostaron, entonces consiguió todo el oro, las cosas y pudo tener una casa para él y su familia con los muebles sin costo. Por otro lado, en un pueblo, había una familia donde todos sus integrantes jugaban al póker, el padre, la madre y los tres hijos. Todos ellos fueron al bosque, a la Cueva del Póker. De repente, en el camino, ellos se iban dando cuenta de que los árboles se estaban poniendo grises, duros y con un mal olor a piedras sucias. Después, se les apareció una criatura parlante muy extraña... y les dijo: “Por su culpa nuestros árboles se están convirtiendo en piedras”, ellos se asustaron y se fueron sin entender lo que les quería decir. Mientras el ogro y los tres hijos de la familia jugaban, comenzaron a hablar; él les preguntó: ¿en que trabajan? Y ellos respondieron: Los tres somos leñadores y nuestra vida es muy divertida. El juego fue divertido y largo. Luego el ogro los invitó a su casa nueva, allí la familia le enseñó al ogro a encender fuego y él les contó que el bosque donde vivía era especial porque cada veinte años los árboles y el pasto se ponen color verde esmeralda, pero, si los humanos cortan en ese año los árboles, este fenómeno de la naturaleza, jamás volvería a ocurrir. Desde ese día, el ogro y la familia no permitieron que nadie corte los árboles del bosque. Luego el ogro les ofreció pan, pero nadie quiso, entonces todos se fueron a su casa, pero el pan que quedó sobre la mesa, se puso tan duro que se convirtió en piedra.

Lourdes Anaís Pereyra | 10 AÑOS | Seccional Del Oeste

78


Un hermoso sueño Estaba parada en una verde pradera. A lo lejos se veía un alto cerro que yo imaginé que tocaba el cielo, entonces pensé ¿Qué habrá detrás del cerro? Se hizo tan fuerte mi curiosidad que no lo pensé dos veces y emprendí el vuelo. Una brisa que venía del sur ayudó en mi viaje. Volé a baja altura, no quería perderme nada el agua cristalina que reflejaba mi imagen. Las verdes colinas cubiertas de árboles de hierbas y todo tipo de flores de diferentes colores custodiaban el espejo del agua. Seguí feliz cuando me di cuenta que estaba acompañada de una bandada de palomas que se unía a mi viaje, no parecía importarles mi presencia en tal compañía y seguí. Cruzamos un campo dorado por las espigas maduras del trigo que al ser mecidas por el viento parecían olas de oro purísimo. Seguimos, pongo en plural porque las palomas seguían a mi lado. Luego encontramos un viñedo cubierto de uvas rosadas de color y perfume sabrosos. Todo iba bien hasta que unas nubes de gran tamaño se unieron a nosotros, estaba feliz porque el cerro estaba a poca distancia y por fin vería lo que se encontraba allí. De pronto, un fuerte ruido estremeció mi cuerpo, era un trueno seguido de un gran chaparrón. Del susto di un salto, cuando abrí mis ojos vi que me encontraba en mi dormitorio. ¿Qué creen ustedes? ¡Había soñado!

Camila Itatí Molina | 12 AÑOS | Seccional Monte Cristo

79


Antología

CONCURSO CULTURAL

Diferencias, que no son diferencias Desde los orígenes de Villa María, Zeus el Dios del cielo, el padre de los dioses y los hombres, creó dos lugares muy distintos. El primero estaba al lado del río, era un sitio muy tranquilo, con animales y plantas, donde se respiraba amistad, respeto y honestidad. Sus habitantes vivían a las orillas de las aguas, donde había una belleza incalculable y conocían muy bien las virtudes de la flora. Este territorio estaba dominado por un ser que tenía las mismas características del lugar, Itziar.

numerosas inundaciones. Se tendrán que ir a vivir a otro lugar, el cuál no les va a ser fácil de encontrar y conseguir”.

Ella es un ser angelical, color de ojos de cielo, pelo negro azabache, estatura de 1,70, su única debilidad: les tenía miedo a los perros. En cambio, el otro sitio estaba en la llanura, en los campos donde se podía plantar y cosechar cualquier semilla dado que la tierra era muy fecunda y rica. Ellos vivían de las bondades de la naturaleza.

Dicho esto, sus habitantes comenzaron a viajar a los poderíos de Henry. Al principio los lugareños de la pampa no se dieron cuenta y continuaban trabajando, pero al ver caras nuevas les preguntaron: –¿Qué hacen en nuestros campos? – dijo el joven –La furia del río rompió nuestro barrio. – contestó Itziar. –Eso no quiere decir que vengan a quitarnos lo nuestro ya tenemos demasiados conflictos con nuestra tierra que es infértil. – enojado expresó Henry.

El líder de estos campos era un adolescente llamado Henry Dículo, lucía un encantador cabello de color roble, sus ojos poseían el color que abundaba en la pradera. Era tan alto como el marco de una puerta y su mayor virtud era la telequinesis. Al correr los años, la población comenzó a crecer y este crecimiento trajo consigo cambios nefastos para los dos sectores. En los dominios de Itziar la gente tiraba basura, contaminaba el agua, los animales comenzaron a emigrar y las plantas a secarse. En los poderíos de Henry también las personas comenzaron a plantar cultivos que dañaban la tierra y les daba más dinero. Tetis, la divinidad de las aguas, se enojó muchísimo con los habitantes cercanos al río y dijo: “Por toda la contaminación que han traído a las aguas del río, extinción de especies de animales y plantas, yo los condeno a

80

Y así se cumplieron las predicciones de Tetis donde la rivera comenzó a crecer y no había forma de contenerla. Las aguas comenzaron a invadir los hogares y todo quedó en ruinas. Y ahora ¿qué hacemos? – dijo un vecino del lugar Acá no podemos vivir. Está todo destrozado, Las aguas no bajan, por el contrario, suben– expresó otro.

Entonces, Henry Dículo “El mente astuta” muy enojado, valor que lo caracterizaba, comenzó a traer objetos de gran filo y peso, arrancándole la cabeza a todos los intrusos que invadían su tierra. Itziar se enfureció y olvidó sus bellas características de dulce y amigable joven. Se transformó y convirtió a sus amigos en pumas, primitivos habitantes de las orillas del Tcalamochita y comenzó una despiadada pelea, que con sus garras les cortaba la yugular a la gente. Durante la pelea Henry llama a uno de sus siervos para que liberen su jauría de perros hambrientos. Despavorida la mujer empezó a correr ya que les tenía fobia a las bestias, dando gritos e insultos hacia el líder de los campos. Acto seguido, Henry se pone en posición fetal y comienza a llorar debido a que su mayor debilidad era el bulliyng.


Zeus Dios del cielo y el trueno, se montó en cólera al ver la batalla. Lanzó un potente rayo que los hizo paralizar y preguntó: –¿Por qué están combatiendo así? ¿No saben una manera de hacer más fructífera el latifundio y disminuir la contaminación? Al instante, Henry Dículo e Itziar comenzaron a dialogar: –Tiene razón Zeus, nos estamos matando entre nosotros en vez de charlar y solucionar los problemas, ¿entendés? – enfatizó Henry –Entiendo, entonces busquemos una salida. – respondió preocupada Itziar. El más pequeño de los lugareños de la llanura dijo: –Podemos juntar y disminuir los residuos, abonar la tierra, comenzar a practicar todo lo que nos han venido diciendo y no hicimos caso. Rezarle a Tetis así les devuelve su lugar, y se pueda volver a plantar en nuestro suelo. A coro Itziar y Henry respondieron: –¡Comencemos! Henry como era muy creativo, ideó una maquinaria para purificar el agua. Pasaron los años, y años trabajando juntos, todavía la tierra y el río no es lo que era antes, pero comenzaron a cambiar las actitudes de ellos con la naturaleza.

Lucía Ochoa | 13 AÑOS | Seccional Villa María

81



Pintura


Antología

CONCURSO CULTURAL

“S/T” Marcos Gabriel Gallo | 32 AÑOS | Seccional Morteros “EN ARMAS” Carmen Del Valle Moyano | 62 AÑOS | Seccional Jesús María - Colonia Caroya “INDIO” Sergio Mantelli | 46 AÑOS | Seccional Bell Ville “PARA VOLVER” Víctor Hugo Nocelli | 52 AÑOS | Seccional San Marcos Sierras “SUEÑO DE FLORES” María Sandina Zepillo | 82 AÑOS | Seccional Ex Agua y Energía “UN PEZ EN EL CIELO” María Del Mar Morales Diéguez | 11 AÑOS | Seccional Pilar “OCASO” Valentina Ferreyra | 10 AÑOS | Seccional Pilar “MI FAMILIA Y YO” Valentina Bena | 9 AÑOS | Seccional El Fortín “CERRO DE LOS SIETE COLORES JUJUY” María Luján Picotte | 13 AÑOS | Seccional Ticino “EL DURAZNO” Ester Manzi | 72 AÑOS | Seccional Bell Ville “PASIONAL” Graciela Beatriz Peirano | 56 AÑOS | Seccional Guatimozín “CÍTRICOS” Nora Alicia Albert | 63 AÑOS | Seccional Villa Carlos Paz

84


“S/T” Marcos Gabriel Gallo | 32 AÑOS | Seccional Morteros

85


Antología

CONCURSO CULTURAL

“EN ARMAS” Carmen Del Valle Moyano | 62 AÑOS | Seccional Jesús María - Colonia Caroya

86


“INDIO” Sergio Mantelli | 46 AÑOS | Seccional Bell Ville

87


Antología

CONCURSO CULTURAL

“PARA VOLVER”

Víctor Hugo Nocelli | 52 AÑOS | Seccional San Marcos Sierras

88


“SUEÑO DE FLORES”

María Sandina Zepillo | 82 AÑOS | Seccional Ex Agua y Energía

89


Antología

CONCURSO CULTURAL

“UN PEZ EN EL CIELO” María Del Mar Morales Diéguez | 11 AÑOS | Seccional Pilar

90


“OCASO” Valentina Ferreyra | 10 AÑOS | Seccional Pilar

91


Antología

CONCURSO CULTURAL

“MI FAMILIA Y YO” Valentina Bena | 9 AÑOS | Seccional El Fortín

92


“CERRO DE LOS SIETE COLORES JUJUY” María Luján Picotte | 13 AÑOS | Seccional Ticino

93


94


“EL DURAZNO”

Ester Manzi | 72 AÑOS | Seccional Bell Ville

“PASIONAL” Graciela Beatriz Peirano | 56 AÑOS | Seccional Guatimozín

95


Antología

96

CONCURSO CULTURAL


“Cítricos” Nora Alicia Albert | 63 AÑOS | Seccional Villa Carlos Paz

97



Redacciรณn


Antología

CONCURSO CULTURAL

ASÍ ES MI ÁRBOL Dora Tilde Doffo | 75 AÑOS | Seccional La Carlota CABECITAS NEVADAS Alejandra Edith Carena | 42 AÑOS | Seccional Villa Dolores CARTAS A VERÓNICA Juan Federico Hernández | 82 AÑOS | Seccional Ex Agua y Energía CERRO COLORADO María Alejandra Gariglio | 51 AÑOS | Seccional Balnearia y Zona CON FE Y A LA PANZA Rubén Carlos Delfino | 55 AÑOS | Seccional Bengolea CUANDO TE VAYAS DE MÍ José Raúl Luna | 52 AÑOS | Seccional Jesús María - Colonia Caroya LA SERENATA Nancy Mónica Parra | 53 AÑOS | Seccional Pilar UNA TARDE DE VERANO Santiago Podestá | 42 años | Seccional San Marcos Sierras SIN APURO Verónica Cecilia Villar | 36 AÑOS | Seccional Santa Rosa de Calamuchita

100


Así es mi árbol Plantado en la vereda, ha extendido sus poderosas raíces que se aferran a la tierra, decididas a sostener tan gigantesca estructura. Su tronco de color verde agrisado con grandes espinas como aguijones, tiene la característica de que, a medida que se desarrolla, se va engrosando en el medio y, en su interior, va almacenando agua para sobrevivir en épocas de sequías. Característica que lo ha hecho acreedor de un nombre simpático. Sus ramas asimétricas se estiran casi horizontalmente y se ramifican en otras más delgadas que van conformando una copa irregular. Muchos pájaros las eligen para posarse, cantar o hacer sus nidos. Sus hojas palmeadas con bordes aserrados y con distintos tonos de verde en ambas caras, comienzan a aparecer en primavera y llenan la copa antes de la llegada del verano. Sus exóticas flores de suave y delicado perfume, grandes y estrelladas, con cinco pétalos de color blanco cremoso con pequeñas manchas marrones en el centro y rosado magenta en bordes y extremos, constituyen una gran atracción para colibríes, abejas y mariposas que acuden a deleitarse con tan delicioso néctar. Su fruto, una cápsula verdosa semejante a una palta, se vuelve amaromada y, cuando se abre, deja escapar gran cantidad de semillas y copos de suave algodón. Es rústico y resistente a las enfermedades, pero sensible a las heladas. Este ejemplar que embellece nuestra vereda, especialmente en otoño cuando florece, es muy caro a nuestros sentimientos porque lo plantamos cuando nació mi hija Marisa. Hace cuarenta años era un palo muy delgado con tan sólo una hoja como copete. No es demasiado barrigón, pero tiene una altura considerable. Tardó muchos años en florecer y, durante ese tiempo, cada vez que pasaba a su lado yo le susurraba: ¡Tienes que tener flores rosadas! ¡No te olvides, flores rosadas! Tiene muchos nombres entre ellos uno científico, pero nosotros lo conocemos como Palo Borracho y así lo llamamos.. cariñosamente.

Dora Tilde Doffo | 75 AÑOS | Seccional La Carlota

101


Antología

CONCURSO CULTURAL

Cabecitas Nevadas

En homenaje a mis compañeros jubilados Abuela, Bula, Abu, Lala, Abuelo, Tata, Zete, Yayo, Yaya... ¡Cuántas formas de llamar a esos seres maravillosos que nos malcrían desde que nacemos! Los abuelos son seres que llegan a nuestras vidas o a las de nuestros hijos para brindarnos todo el tiempo y las horas que nuestros padres no pudieron darnos o que nosotros mismos no podemos brindarles a los nuestros porque el trabajo y las responsabilidades a la edad de ellos, distan mucho de las nuestras. Los abuelos vinieron a nuestras vidas para completar el círculo de amor más puro y desinteresado que se pueda esperar, porque los padres amamos con toda el alma, pero las abuelas y abuelos aman con toda su existencia, con todo su ser a los retoños que son prolongaciones en flor de sus añejos árboles. Cuando mi abuelo Polo o mi abuelo Teté (¡Si hasta “nombres” de abuelos tenían!) me invitaban a jugar cartas o me paseaban en la “estanciera” o en modernos autos de época, eran los momentos más felices de mi infancia. Las Navidades en Córdoba se disfrutaban más y no porque me hicieran regalos imponentes o majestuosos como se hacen ahora... Eran maravillosas porque Papá Noel existía realmente en mi corazón. Yo sabía que eran ellos los que nos compraban los juguetes, pero en el fondo, uno hasta se imaginaba que los abuelos podían ser Papá Noel de verdad y nadie te lo quería contar. Cruzar el viejo camino de las Altas Cumbres todo polvoriento y surcado, era una travesía maravillosa para estar con él. Teté era un flaco grandote, buen mozo, con unos inmensos ojos grises que juntaba sus manos y soplaba para silbar de una forma particular, pero que, hasta el día de hoy, a mí no me sale. Polo en cambio era mi abuelo sencillo, puro, siempre con ropa de trabajo, mameluco de herrero o pantalones altos a la cintura. Poseedor de una mirada límpida y con ojos brillosos como dos estrellitas. A veces venía cansado a visitarnos y con su cigarro acomodado de costado en los labios me decía: “Traiga los naipes mi’ja, hagamos un chinchón” Y yo me encarnizaba por ganarle y casi siempre lo hacía, pero hoy pienso que posiblemente su amor de abuelo me dejaba ganar. Las abuelas siempre están sin estar. Mi abuela Malena con sus enormes anteojos violeta de moda y mi abuela Tata me contemplan cada día de mi vida, aunque ya no puedan mirar. Mis hijos no disfrutaron de los abuelos porque se fueron jóvenes, pero las abuelas son esa enorme porción de afecto inconmensurable, son aquellas que más de una vez han derramado lágrimas porque se los castiga, o han saltado como leche hervida cuando los retamos por algo, como si nunca hubieran tenido que “chancletearnos” a nosotros de chiquitos para corregirnos. Y pasan los años, las canas de los cuarenta me empiezan a traicionar y aunque las tiño por coquetería, el corazón se va ablandando y alejando de la terquedad de adolescentes y la necesidad de trabajar sin medir tiempos de los que recién empiezan a formar una familia. Me alejo de las preocupaciones banales y me siento en la galería de mi casa, mate en mano a mirar las sierras y a soñar cuando a mí me llamen Yaya, Abu, Tata, Lela, Abuelita. A soñar con jugar a las cartas o a preparar la larga mesa navideña y pienso en cuantos abuelos y abuelas habrá por

102


ahí olvidados, abandonados, desarraigados que también sueñan con ver a sus nietos y disfrutarlos. Pienso en aquellas abuelas de pañuelos blancos en la cabeza o en las que perdieron a sus hijos sin poder acuñar un nieto. Las etapas de la vida se marcan con improntas que perduran en la memoria más de lo que uno imagina. Y con el paso natural del tiempo, nos ponemos a meditar y a mí me tocan el hombro los recuerdos de estos cuatro fantásticos cada vez que pienso en la familia. La ley de la vida dice que se van primero, pero créanme... no se van nunca.

Alejandra Edith Carena | 42 AÑOS | Seccional Villa Dolores

103


Antología

CONCURSO CULTURAL

Este orgulloso padre y abuelo trata de plasmar emotivamente lo que se siente al encontrarse con una vieja y semi arrugada misiva, que atesora de los recuerdos infantiles de sus hijos y que vuelve a releer una vez más, aunque el cristal de una lágrima, como siempre enturbie esa lectura, mientras llena el corazón de infinita felicidad.

Un viejito feliz

Carta a Verónica Verónica, mi pequeña princesa, tan sensible y callada: Hemos cumplido juntas una nueva etapa de tu vida, y aunque menos importante de la mía. Inteligente, educada, callada, hoy debo despedir a una de mis mejores alumnas. Nunca te olvidaré porque supiste ganar en mi corazón, el lugar de los alumnos inolvidables; permanecerás en ese lugarcito como te veo hoy: pequeña y dulce, para mi recuerdo no pasaran los años. Mi querida mujercita, rogaré a Dios para que ilumine tu vida con su luz divina y haga de ti toda una “mujer” que sea y haga feliz, que sigas siendo como hoy, en el futuro, el orgullo de tus maravillosos papás y seas su apoyo y consuelo cuando sean viejecitos que es el momento que más te necesitarán. Permanecerás en la escuela, pero tu aula será otra y otra tu maestra, estarás en tercer grado y con legítimo orgullo vendrás a saludarme en tu próximo primer día de clase. Susana tu maestra de segundo grado tendrá nuevos “polluelos”, y tú “gallinita”, ¿Te acordarás de mí? Verdad que sí, ¿Acaso no he sido durante estos cortos meses tu “confidente”, tu casi mamá?, tu “amiga mayor”? Es así como quiero que me recuerdes, como todas esas cosas y aún más si lo prefieres. Esto no es una despedida, es sólo reconocer que al cabo de un año de trabajo ha crecido en afecto entre maestra y alumna, lo suficientemente fuerte para que esta carta, sea lo más sincera que pueda decirte. Hasta siempre Verónica con guardapolvo. Hasta siempre “amiga” Verónica. Con todo cariño tu maestra de 2do grado. Señorita Susana: Aún hoy, por ese pequeño cristal de lagrimita, brillan mis ojos al releer por enésima vez tan hermoso testimonio de cariño que puede tener una “Señorita Maestra” por sus alumnas, y en este caso especial por mi hija Verónica, ya que se cumplen al pie de la letra los deseos de aquella “Señorita Susana de 2do grado” que, al sincerarse y reconocerse su amiga, su confidente y su “casi mamá” como lo son todas las maestras del mundo, que los ya mayores recordamos. Al hacer mía esta carta, aún pasados muchos años, vienen a mi memoria que todos tenemos en nuestro corazón de niño alguna maestra que recordar. Tu deseo se ha cumplido Señorita Susana, que hoy “toda una MUJER”, orgullo de estos padres como tú lo presagiaste, la vida cumplió tus designios, ya que Dios iluminó con su divina luz un hogar que tiene dos hermosos soles, que son nuestras nietas que acompañan nuestra vejez con ese gran cariño que necesitamos todos los abuelos. Sí, “¡Señorita de 2do grado”, sí te recuerda, por eso nunca hubo una despedida, ¡Fue un hasta siempre! Pues con el transcurso de los años y de la vida, siempre está ese rinconcito de amor por este hermoso recuerdo que dejó esa “Señorita Susana de 2do grado”. ¡Gracias! muchas veces gracias, por el cariño que diste y que tal vez sigas dando a tantos nuevos “polluelos” que precedieron a “tu gallinita verónica”.

Juan Federico Hernández | 82 AÑOS | Seccional Ex Agua y Energía

104


Cerro Colorado La mañana sonríe por los ojos y yo por el alma. Gabriel está feliz. Le encanta que lo acompañe y el cerro nos hace guiños amistosos. La energía de la Pacha ejerce su seducción y aprovecho para reconectarme conmigo. Los chicos buscan compañía adulta porque saben. Casi casi me sienten como su mamá. El frío nos despabila sin prisa y armamos el campamento al lado del río. Caminar la montaña ancestral, contemplar el arte milenario dibujadito en las piedras nos cuenta: Alguna vez un niño como el tuyo o una vieja maestra como vos, anduvieron haciendo travesuras por estos lares. Qué curioso el paso del tiempo y la inmortalidad de un artista desconocido. Caminar, jugar, cantar, aprender de lo que hacen y de lo que miran forjará amistades de por vida. Ni siquiera la hipotermia nocturna adentro de las carpas les quita el ánimo. También yo debería emprender la vida con ojos de niña. Amigos sencillos, capaces de entregar lo mejor de sí por nada, recuerdan que cuando los espíritus se conectan, no existen las despedidas. Descubrir a Pepe y su compañera recorriendo el mundo en bicicleta, desprendidos de todo lo material me dejaron perpleja. Hacía tanta falta inventar el ánimo para empujar otro trechito más de sendero... Si al final del día los brazos de mi niño alrededor del cuello son lo único que cuenta.

María Alejandra Gariglio | 51 AÑOS | Seccional Balnearia y Zona

105


Antología

CONCURSO CULTURAL

Con fe y a la panza La verdad, no sé si es una frase propia de mi Bengolea natal o si nació en otro lugar, pero sí sé, que cuando la pronuncias, muchos se quedan mirando y preguntándose: ¿Qué quisiste decir...? Es que no es de las frases más populares, no todos la conocen y mucho menos la utilizan, pues ignoran su significado. Para ello, debés haber nacido en un pueblo, tener unos cuantos años en el lomo y la maravillosa experiencia de la niñez compartida con amigos. Recuerdo cuando tenía entre 7 y 10 años, nuestra vida se circunscribía a la casa, la escuela, al campito cercano y la misma calle, donde, aparte de andar en bicicleta, se podía jugar a los cowboys, a los policías y ladrones y ¿por qué no? a la pelota. Fue por aquellos años ‘70 que la escuché por primera vez. Sucedió en esos partidos de fútbol de siete contra cinco o de catorce contra once, dependiendo de la cantidad de participantes que nos hubiésemos reunido ese día, ya que no existía límite de jugadores y los equipos se formaban haciendo la famosa “pisadita”, que te daba el derecho a elegir primero a quien querías en tu equipo, para luego darle lugar al contrario que eligiera el suyo. Desde ya que los más grandes y con mejores condiciones futbolísticas eran los primeros en ser seleccionados. De esa forma se iban repartiendo uno a uno en cada equipo. Al último quedábamos los más pequeños y con menos condiciones, carecíamos de importancia como para causar algún desequilibrio o disparidad entre los bandos. Por lo tanto, para no perder tiempo y para dar por terminada la repartija, se arreglaba así: -”Estos cinco son para vos y estos dos para mí”. Yo estaba en ese grupo, dentro de los pesos pesados, nosotros veníamos a ser los centavitos a redondear, pero no por ello nos sentíamos despreciados, eran las reglas del juego y además conocíamos perfectamente nuestras limitaciones, era lógico que así fuese, no tuvimos que ir al psicólogo por eso. Ese día, no sé por qué rara conjunción cósmica o a qué distraídos dioses se les debe atribuir semejante rareza, que al producirse un penal a favor de mi equipo alguien con peso dictaminó: - “Que lo patee Rubén”-. Podrán imaginarse lo que significó esa sentencia para mí, tamaña responsabilidad puesta en mis manos, sin condiciones ni mérito alguno para encarar esa enorme odisea. Debo confesarles que las piernas me temblaban, y que, en vez de encaminarme al arco contrario, quería irme a mi casa, ¿Qué iban a decir los más grandes si erraba el penal? La responsabilidad del partido puesta en los pies más ineptos de la cancha, ¿Con qué cara podría volver a mirar a mis compañeros después del inminente fracaso? Fue justamente ese día que la escuché de boca del más grande y hábil de mi equipo, se acercó, puso su brazo sobre mi hombro como un hermano mayor y al oído me dijo lo siguiente: “- Vamos loco, con fe y a la panza”-. En verdad no supe en esos momentos qué quería decirme, pero por algún motivo me dio valor. Sabía que, aunque iba a estar solo, cara a cara con el arquero, no estaba solo; que mi equipo me apoyaba y que deseaban tanto como yo que convirtiese ese penal. Tragué saliva y tomé una larga carrera. La vista se me nublaba, el

106


arco era cada vez más pequeño, hasta parecía que ni una aguja entraba en él y, como para completar mi tragedia, el arquero ahí parado, tapándolo todo; más aún retumbaban en mi mente esas palabras y literalmente eso hice, pateé la pelota con todas mis fuerzas, apuntándole a la panza del arquero y, cerrando los ojos, me dije: - “Que sea lo que Dios quiera”. No es fácil describir lo que sentí cuando volví a abrir los ojos para ver que el arquero se tiraba para uno de los palos y la pelota entraba limpiamente en el arco, a media altura, bien al medio, para que no hubiesen dudas que había sido gol. Ya ha pasado muchísimo tiempo desde aquel día, pero esa frase aún está dentro de mí y la uso siempre que alguien la necesite, ya no más en el fútbol, sino en la vida misma. Cuando alguien está dubitativo, con miedo, asustado o no confía en sus fuerzas, cuando van a encarar algo nuevo y no están seguros, cuando tienen que pedirle algo a alguien y no saben cómo les va a ir. La he usado cuando un compañero tuvo que rendir una materia, cuando el amigo se le quería declarar a la muchacha que tanto le gustaba, cuando un hermano debió comenzar un nuevo camino y en infinidad de ocasiones cuando, el ser a quien quiero o sea uno de mi equipo, necesita una palabra de aliento, entonces le digo: - “Vamos, con fe y a la panza”. Él será consciente de que está solo en ese penal a la vida, pero sentirá la compañía que yo sentí en ese inolvidable momento de mi niñez. ¡Sabia la gente de mi pueblito! ¡Cuánto encierra esa frase! Con fe, con confianza, con decisión, encara y haz lo que tienes que hacer, vos podés, nosotros estamos con vos y apuntale a la panza del arquero, que no es más que decir el centro exacto del arco. Enfócate en el objetivo que buscas, ve directo al grano, que no te distraigan ni te desanimen los obstáculos, ni apuntes hacia otro lado, el núcleo, el interior, el “quid” de la cuestión, es ése, ahí apunta tus cañones. Cuando nada puedan hacer, ni decir para ayudar al otro, sólo denle un golpecito en la espalda y díganle como decimos en mi pueblo: “Con fe y a la panza”.

Rubén Carlos Delfino | 55 AÑOS | Seccional Bengolea

107


Antología

CONCURSO CULTURAL

Cuando te vayas de mí Cuando te vayas de mí, porque separarnos será inevitable, comprenderé que nada es para siempre, se acabará mi tiempo, me quedaré sin estaciones. El otoño no acumulará un colchón de hojas secas al pie de los añosos árboles, donde salvajemente hacíamos el amor. No será tan intenso el invierno, no necesitaré unos pocos leños para entibiar nuestras manos, porque el calor interno lo aportabas tú. Y finalmente a mi vida no llegará el verano, porque nunca existió este sin que haya mutado antes en una primavera, esa que tan sólo florecía contigo, con el brillo de tus ojos, con el manantial de tus besos, con la frescura y otras veces la tibieza de tus manos, con la magia de tu risa. Y el sutil aroma de tu cítrico perfume me transportaba a un mundo de ensueños casi irreal, donde no había signos de vida alguna, ni vestigios de otra gente, solos tú y yo, ¿para qué más? Sí, creí que te alimentabas de mí y yo subsistía sin otra cosa que no fueras tú. Pero el destino implacable, incorruptible y contradictoriamente perverso, se empeñó en alterar el orden de nuestros carriles, los que caprichosamente la vida nos hizo coincidir en algún momento, que, como las vías del tren sin acercarnos demasiado, pero sin separarnos jamás, transitábamos hacia el infinito. Cuando te vayas de mí, tendremos que dejarnos. Caminarás sola y tal vez me extrañes cuando no me veas quitando los escollos a tu paso. Y yo, extraviado, sin reconocer el camino que tantas veces desandamos juntos, que por dejar que me guiaras no presté la debida atención para volver, éste me llevó justo donde estoy parado, justo no sé dónde, justo donde entrego mi alma y mi cuerpo, donde acaban mis ansias, mis esperanzas, pero jamás terminará mi amor por ti. Me entregaré a morir, sólo por no encontrar la diferencia entre que muera hoy y que te vayas de mí. Teniendo que aferrarme a los recuerdos de lo que contigo viví, porque si me faltaran ellos, que es lo único que tengo, aunque me lo proponga... No lograré sobrevivir.

José Raúl Luna | 52 AÑOS | Seccional Jesús María / Colonia Caroya

108


La serenata Sentada frente al gran ventanal de la antigua casona de la Boca, veo la lluvia caer como dulces suspiros de enamorada, mi mente comienza un viaje hacia antaño... Al entrecerrar mis ojos, siento los acordes de esa hermosa melodía, que una noche de primavera, junto a los malvones y jazmines escuché, era mi primera serenata de juventud. Estaba tan enamorada, que mi largo cabello rubio se enredaba de tanto jugar con mis nerviosos dedos. Kaler, un apuesto joven morocho, de cabello corto renegrido como la noche, con brillosos y resaltantes ojos marrones cuan dos canicas, y voz tan dulce, estremecía mis sentidos. Era imposible no estar enamorada al solo verlo. Su primera guitarra se la regalaron sus padres cuando ya era muchachón, con la barra se dedicaban, en las noches templadas, a regalar serenatas a todas las muchachas del lugar, y no faltaba alguna señora, entrada en edad, que les tirase una jarra de agua por la ventana para callarlos. Por las tardes, el tradicional picadito con la pelota autografiada por Mario Boye, ¡Cuántos recuerdos guarda el barrio de Caminito, aparte de las casitas y el puerto con esos colores brillantes y alegres! Los años fueron pasando y cada uno fue tomando su rumbo. El pecoso entró a trabajar en el banco, se casó con Laurita, la chispita del barrio, tuvieron dos hijos Margarita y José. El gordo sigue la tradición familiar, se quedó con el almacén, se casó con Paloma y tuvo un hijo. Bernardo, el flaco, el más vagoneta, sigue soltero y es cartero. El petiso trabaja en el puerto como su padre, se casó con Antonia y no tienen hijos. El morocho eligió la música, teniendo mi familia en contra y alejándose por un tiempo, pero firme a sus instintos... ¡Él quería ser famoso! Nuestros corazones siempre estuvieron unidos y luchando contra vientos y mareas, y aunque fue mucho el tiempo separados, logró lo que tanto anheló, triunfó con la música, dejó la serenata con la barra para la rubia de ojos verdes para hacerla en privado. Esa hermosa rubia de ojos verdes que supo esperar ¡Soy yo! Tuvimos tres hijos, Pedro y Carlos, músicos y autores de sus propias canciones, al igual que su padre, También a Rosalía, la mimada de la familia, maestra jardinera y enamorada de la vida al igual que yo. Hoy, a los setenta y pico, como aquella adolescente, lo espero a que llegue del bar, donde se junta todas las tardecitas a tomar un cafecito y charlar con los muchachos, como si el tiempo no hubiese pasado. Estamos un poco cambiados, pero con el corazón joven de amor como hace tantos años y sé que después de la cena recibiré una serenata como la primera de mi juventud.

Nancy Mónica Parra | 53 AÑOS | Seccional Pilar

109


Antología

CONCURSO CULTURAL

Una tarde de verano Una tarde de verano, en el noroeste cordobés, la familia de Benjamín se encontraba tomando mate con pan casero en la galería de su casa. Un pajarito se acercó a robar un pedacito. Yanina, la mamá, se sacudió el delantal y dejó caer al piso algunas miguitas. El Sol tardaba en esconderse. Para apaciguar, Santiago, el papá, se dispuso a contarles una historia a Benja y su hermanita Micaela, -¿Sabían que cuando comenzamos a construir la casita con mamá, en el jardín vivían tres pajaritos? -Los chicos giraron hacia él y comenzaron a escucharlo, adoraban las historias de su padre. -Sí, sí –prosiguió- eran un carancho, un colibrí y un hornero. El carancho muy altanero adoraba lo brillante y los plásticos. Clavo plateado que se caía, lo robaba; alambre, tapita de gaseosa, todo se lo llevaba para hacer su nido. No tenía en cuenta que el metal y el plástico no son buenos materiales para un nido en esta zona. Así que cada verano, al no aguantar el calor, comenzaba otro, como diez nidos hizo. -Levantó sus manos haciendo sombra con sus dedos extendidos- Como si haciendo otro igual sería mejor. Ese pájaro estaba muy preocupado en brillar y seguro no pensaba bien. Hasta que se cansó y se mandó a mudar como el tío... Un mcr mrc mrc de la mamá interrumpió, mano en la bombilla del mate y solo miró fijo al narrador. -El tío, el tío, del carancho que también hacía lo mismo. Se marchó dejando un montón de nidos brillantes, lujosos pero inservibles. Sin pichones ni Doña Carancha –aclaró el relator y prosiguió: -El colibrí, si el colibrí. Ese sí que se movía rápido. Su nido lo hizo más o menos en un día y medio. Un nido Chiquititito, con pétalos, plumas y pasto. Siempre se movía rápido de aquí para allá moviendo la colita, todo colorido. Parecía el ve.. -otro mcr mcr mcr. Ni miró el narrador, pero ya sabía de dónde venía, de la que le tendió una mano con un mate recién cebado en su cara. Lo tomó gustoso, sonrió y prosiguió: -El colibrí quería dormir cómodo y que sus plumas no se arrugasen, pero no tuvo en cuenta que el viento, acá es muy fuerte y le volteó el nido varias veces. Hasta que un día se cayó el nido con el colibrí adentro y el gato se lo comió. Micaela la hermana menor de Benja, le apretó fuerte la mano a la mamá el papá advirtiendo esto. Rápidamente dice- naaa el colibrí vió al gatito chiquitito y se pegó un julepe bárbaro y se marchó. Ante la mirada atenta de sus oyentes, el padre continuó el relato: -El hornero, ese sí ¡Qué pajarito, modesto! siempre de marrón, con sólo una cosa en su cabecita: terminar de hacer su casa. Tardó un montón en construirla, codo a codo con la hornera. Rama, barro, rama barro, así día tras día. El hornero se iba temprano y regresaba tardecito, trayendo ramitas. La hornera había estado haciendo barro durante el día, Así que cada tarde cuando se juntaban, mientras se comían unos gusanitos, comenzaban. Rama, barro, rama, barro, hasta que su casa quedó perfecta. Después vino el primer hornerito y más tarde la hornerita. La casita firme año tras año. Uno que otro retoque nada más, de tanto en tanto. Trabajo, esfuerzo y mucho amor. Pero miren, ahí está sobre el algarrobo, al lado de su casita. Con la hornera y sus pichones comiendo el pancito que Mamá le dio y creo que con un poco de piquiyin. ¿Lindo, no? Liiindooo. Se hizo un silencio hasta que terminó de esconderse el sol, que ese día en particular estaba redondo y naranja y por otro lado, la señora luna comenzó a brillar. De repente, Benja salta de su silla, bueno.. silla, un carretel vacío de los del cable de banda ancha. Le toma la mano a su hermana Micaela la pone sobre la de mamá, luego la del papá sobre la de la mamá y afirma sus dos manos sobre las del padre. Con un vaivén de su cabeza, levantando el pecho, los mira y les dice, -Cuando sea grande, no quiero ser más astronauta, quiero vestir de marrón y trabajar en La coope como vos pá.

Santiago Podestá | 42 AÑOS | Seccional San Marcos Sierras

110


Sin apuro Llego y desde la ventana se ve tu cabeza, estás mirando a la calle, estás viendo cómo pasa la vida, me recibís con una sonrisa y comenzamos la terapia. A veces me incomoda que me huelas el pelo recién lavado o me elogies mi nueva camisa, pero nada digo, sé que a veces vivís el afuera a través de otras personas. Te cuento cómo estuvo mi semana y te pregunto si pasó algo nuevo en la tuya, todo igual. Te pregunto si recordás cuando íbamos juntas al colegio, pero hacés un esfuerzo y nada. Entonces te cuento que salíamos los sábados al boliche o a los asaltos, ahora lo llaman previa. Te cuento qué fue de la vida del resto de las chicas de la barra, algunas casadas, otras separadas y otras que todavía viven la soltería como antaño. Algunas tuvieron hijos, vos también. Te interesa lo que charlamos, pero hay que comenzar la terapia, sé que la semana que viene te lo voy a contar de nuevo, porque no vas a recordar. Nunca te cuento qué te pasó, nunca te cuento por qué estás en una silla de ruedas, por qué te estoy enseñando a hablar o te regalo colores ya que te gusta pintar, aunque te cuesta usar esa mano izquierda porque la mitad derecha de tu cuerpo no te sirve. Intuyo que lo sabés, pero de eso no se habla. A veces me pregunto si no te dan ganas de gritar muy fuerte y así salir un poquito de este encierro en el que te puso la vida, te veo tan tranquila y resignada que te admiro. Te cuento que hay un grupo que apoya a mujeres víctimas de violencia de género. Te leo algunas historias, pero siento que no lo entendés bien o no te interesa, no por el momento y entiendo tus tiempos, sé que no tenés prisa, mientras tanto yo voy a alzar la voz por tu causa. Un día tus sueños se hicieron mil pedazos, tus proyectos quedaron truncos, tu familia destruida y por esas cosas del destino nos volvimos a encontrar en otras circunstancias. Ahora como mi paciente, la que día a día va volviendo a ser mi amiga, la que despierta en mí un deseo de lucha por justicia que llevaba oculto. Terminó la hora, me preparo para irme y saludo a tu mamá. La humedad le hace doler los huesos. Está cansada, se lo ve en sus ojos que reflejan también muchas noches en vela y ríos de llantos de impotencia. Te dejo ejercicios y me voy apurada, me esperan otros pacientes, mi familia y mi propia historia. Subo al auto y tu cabeza se ve desde la ventana, me saludás con la misma sonrisa y ahí te quedás mirando la calle, sin apuro, viendo cómo se pasa la vida.

Verónica Cecilia Villar | 36 AÑOS | Seccional Santa Rosa de Calamuchita

111



Finalistas


Antología

CONCURSO CULTURAL

DIBUJO Categoría E1 1er puesto 2do puesto 3er puesto

EL CRUCE DE LOS ANDES. MARIANO MARJAN PRECIADO. 5 AÑOS. SECCIONAL GUATIMOZÍN. MIS VACACIONES EN LA PILETA DE COSQUÍN. SOFÍA ALDANA MENTA. 5 AÑOS. SUB SECCIONAL TICINO. CIUDAD. TOBÍAS AGÜERO. 6 AÑOS. SECCIONAL COLONIA TIROLESA.

Categoría E2 1er puesto 2do puesto

GUMBALL Y SUS AMIGOS. MARIANA ROSAS. 9 AÑOS. SECCIONAL JUSTINIANO POSSE. SWEET WOLF. AGOSTINA PÉREZ MALDONADO. 11 AÑOS. SECCIONAL HERNANDO.

Categoría E3 1er puesto

LIBERTAD. VALENTINO MARTÍN CIRIACCI. 13 AÑOS. SECCIONAL RÍO TERCERO.

Categoría E4 1er puesto 2do puesto 3er puesto

SIEMPRE JUNTOS. CLAUDIA CRISTINA SEMERÍA. 54 AÑOS. SECCIONAL CENTRAL NUCLEAR EMBALSE. BANSHEE. ARIANA MARIBEL MARTINETTI. 16 AÑOS. SECCIONAL JAMES CRAIK. GEOMETRÍA FRUTAL. GRACIELA BEATRIZ PEIRANO. 56 AÑOS. SECCIONAL GUATIMOZÍN.

FOTOGRAFÍA Categoría F1 1er puesto

TRIGO. LEONARDO DAVID CASTELLANO. 11 AÑOS. SECCIONAL MONTE CRISTO.

Categoría F2 1er puesto 2do puesto 3er puesto

114

CONFESIÓN SORPRENDENTE. ROSANA ALTAMIRANO. 51 AÑOS. SECCIONAL VILLA DOLORES. OBSERVANDO. DIEGO DANIEL DÍAZ. 38 AÑOS. SECCIONAL SANTA ROSA DE CALAMUCHITA. MIRADA. CARLOS DOMINGO RODRÍGUEZ. 62 AÑOS. SECCIONAL JESÚS MARÍA - COLONIA CAROYA.


PINTURA Categoría D1 1er puesto

MI FAMILIA Y YO. VALENTINA BENA. 9 AÑOS. SECCIONAL EL FORTÍN.

Categoría D2 1er puesto 2do puesto 3er puesto

UN PEZ EN EL CIELO. MARÍA DEL MAR MORALES DIÉGUEZ. 11 AÑOS. SECCIONAL PILAR. CERRO DE LOS SIETE COLORES JUJUY. MARÍA LUJÁN PICOTTE. 13 AÑOS. SECCIONAL TICINO. OCASO. VALENTINA FERREYRA. 10 AÑOS. SECCIONAL PILAR.

Categoría D3 1er puesto 2do puesto 3er puesto

EN ARMAS. CARMEN DEL VALLE MOYANO. 62 AÑOS. SECCIONAL JESÚS MARÍA – COLONIA CAROYA. PARA VOLVER. VÍCTOR HUGO NOCELLI. 52 AÑOS. SECCIONAL SAN MARCOS SIERRAS. PASIONAL. GRACIELA BEATRIZ PEIRANO. 56 AÑOS. SECCIONAL GUATIMOZÍN.

REDACCIÓN 1er puesto 2do puesto 3er puesto

CERRO COLORADO. MARÍA ALEJANDRA GARIGLIO. 51 AÑOS. SECCIONAL BALNEARIA Y ZONA. CON FE Y A LA PANZA. RUBÉN CARLOS DELFINO. 55 AÑOS. SECCIONAL BENGOLEA. SIN APURO. VERÓNICA CECILIA VILLAR. 36 AÑOS. SECCIONAL SANTA ROSA DE CALAMUCHITA.

115


Antología

CONCURSO CULTURAL

POESÍA 1er puesto 2do puesto 3er puesto

LA LUCIÉRNAGA. DORA TILDE DOFFO. 75 AÑOS. SECCIONAL LA CARLOTA. EL SUEÑO… JOSEFINA ZALAZAR. 17 AÑOS. SECCIONAL LA CARLOTA. LÁGRIMAS. FABIÁN OSVALDO PEREYRA.44 AÑOS. SECCIONAL DEL OESTE.

CUENTOS DE NIÑOS Categoría C2 1er puesto 2do puesto 3er puesto

EL DUENDE. GABRIEL DE OCAÑA. 10 AÑOS. SECCIONAL BALNEARIA Y ZONA. EL ÁRBOL DE LA VIDA. EMILIA ZALAZAR. 9 AÑOS. SECCIONAL LA CARLOTA. EL OGRO, UN PROFESIONAL DEL PÓKER. LOURDES ANAÍS PEREYRA. 10 AÑOS. SECCIONAL DEL OESTE.

Categoría C3 1er puesto 2do puesto 3er puesto

116

UN HERMOSO SUEÑO. CAMILA ITATÍ MOLINA. 12 AÑOS. SECCIONAL MONTE CRISTO. DIFERENCIAS QUE NO SON DIFERENCIAS. LUCÍA OCHOA. 13 AÑOS. SECCIONAL VILLA MARÍA. LAS GRANDES COSAS LLEVAN TIEMPO. FLORENCIA BENA. 14 AÑOS. SECCIONAL EL FORTÍN.


117


Este libro se terminรณ de imprimir en el mes de abril de 2017 en la imprenta Offimax, 27 de abril 699. Cรณrdoba Capital, Provincia de Cรณrdoba, Argentina.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.