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El abrazo
NT A O NIORAMÍREZCÓ RD OVA ELEL ABRAZOABRAZO
“De acuerdo, lo vivido y lo bailado quién me lo quita; pero quién me lo devuelve”.
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Fue al cementerio, como cada año, a llevar un ramo de zapatitos de Venus que le gustaban a Mar. Dirigió sus pasos a través del mismo portón de piedra blanca y gris que conduce a los sepulcros. Entre las miles de tumbas notó, como siempre, todas las lápidas con ángeles, santos, querubes, y flores. Cuando vio la cruz con los brazos abiertos fue rápidamente y la abrazó. Allí habita, la otra mitad de su alma y, desde entonces, Andrés vaga por el mundo con su corazón partido. Todo terminó abruptamente, sin previo aviso, sin tiempo para ese último adiós íntimo. Pensó que la vida es misteriosa y también un laberinto como un camposanto. Después de todo, sin distinción, habremos de convertirnos en polvo. Bajo a un sol a plomo, sin paraguas y sin lágrimas, elevó una plegaria. Luego se marchó como empujado por el viento sin saber si habrá un próximo encuentro con Mar (MARIO) o tal vez ya no…