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Lunes 6 abril 2009
Menorca
ES NATURAL DE CIUTADELLA Y PROPIETARIO DE UN COMPLEJO TURÍSTICO DESDE 1993 S.F.
FUSTER. Este ciutadellenc dispone actualmente en Holanda de diez yeguas, tres caballos, diez potros y espera el nacimiento de seis más este año
Embajadores equinos en Holanda Siscu Fuster se dedica desde hace tres años a criar caballos menorquines en los Países Bajos y a promocionarlos por los países vecinos convencido de que merecen un mayor reconocimiento S.F.
ll.a.c. Ciutadella
Ha tenido que ser a unos 1.500 kilómetros de casa donde ha hecho realidad su sueño y lo ha convertido en una especie de embajada menorquina en el extranjero. Siscu Fuster, natural de Ciutadella, vive desde hace 16 años en Holanda, y en los últimos tres se ha dedicado a la cría de caballos menorquines. Fuster, juntamente con su mujer, Jannette, es el propietario de un complejo turístico, y es allí donde han montado la ganadería. Actualmente consta de diez yeguas, tres caballos, diez potros más otros seis que están en camino. De momento el negocio está comenzando a caminar, aún no es rentable, pero los beneficios de esta actividad no deben calcularse solamente en términos económicos. “Es incomparable la satisfacción que nos provocan los caballos, tanto a nosotros como a nuestros hijos, Ángela y Enrique”, explica Fuster. De hecho, el objetivo de este menorquín es que sus hijos, a pesar de vivir a kilómetros de distancia de la Isla, tengan algo de menorquines. “Tenemos un trozo de Menorca en casa, una parte de nuestra identidad que quiero que mis hijos aprecien”, asegura. UNA RAZA APRECIADA Podría parecer que criar un caballo menorquín en Holanda es complicado por la diferencia climática. Pero para Fuster eso no es así: “Los caballos se adaptan muy bien a todo, simplemente es un poco problemático organizar el transporte cada vez que los movemos”. Así, la labor de cría y promoción del caballo menorquín que realiza Fuster debe tener sus frutos. De momento, asegura que “estoy convencido que es un caballo con muchas cua-
lidades para la doma de alta escuela”. No obstante, todas estas cualidades no sirven para nada si son poco conocidas: “La raza aún no es suficientemente conocida, por lo que primero hay que promocionarla, y luego ya podremos vender caballos. No obstante, ahora mismo la raza menorquina no es la más barata del mercado, y en Holanda tenemos mucha competencia de otras razas económicamente más atractivas”, explica Fuster. Ante esta situación, ya ha encargado estudios de mercaFAMILIA. Fuster quiere que sus hijos S.F.aprendan las costumbres menordo en países vecinos “con un poder adquisitivo más elevado”. Su objetivo es que “el caballo menorquín se gane un buen sitio a nivel internacional, ya que considero que ahora no está suficientemente reconociLa distancia geográfica muchas do”. veces no solamente no merma El problema es básicamente ecoel amor hacia la tierra natal, sino nómico, según Fuster. “Tenemos un que lo acentúa. Es lo que le pasa presupuesto limitado; si no, podríaa Siscu Fuster, que reside fuera mos hacer grandes acciones de marde la Isla desde 1986. “Te das keting para conseguir mejores cuenta de lo que es Menorca y lo resultados y más rápidos. Lo mismo que representa cuando vives le pasa a la Asociación de Caballos fuera, entonces valoras más la de Raza Menorquina, que depende Isla”, explica. totalmente de subvenciones y eso Su menorquinidad se expretambién los limita. Tenemos que sa en su amor por los caballos, hacer peripecias para promocionar pero también en el día a día. la raza con unos mínimos medios”, “Tenemos gallinas menorquiopina. nas, y mis hijos van con ‘avarLa crisis económica también ques’ y ropa de Sant Joan”, hace mella en la cría de caballos cuenta. Además, su dieta está menorquines. De hecho, la crisis de repleta de productos menorquiconsumo ha provocado que la gente nes: queso, sobrasada, “carn-ise centre en los productos de primexua” o gin son elementos que ra necesidad. Además, adquirir un no faltan en su casa. Además, caballo no solamente implica un cuando toca celebrar un cumgasto, sino una inversión prolongapleaños, sobre la mesa siempre da: “En estos momentos no vendepueden encontrarse “panets mos mucho, pues la gente no solaamb sobrassada” elaborados mente no puede comprar ahora con la receta de una amiga de su mismo caballos, sino que el mantemadre. Sigue el día a día de la nimiento también es un coste añaIsla a través de internet, un dido”, explica. medio que le ha permitido estar No obstante, eso no detiene a algo más cerca de Menorca. Una Fuster. Él tiene clara su pasión por isla que visita siempre que los caballos menorquines, y por puede, sobre todo en las fiestas Menorca. Y si no puede tener DOMA. Es un convencido de las cualidades de los equinos menorquines de Sant Joan. Menorca en casa, al menos tiene un
Menorquín hasta la médula