1 minute read

3.03

Next Article
3.02

3.02

En Busca del Arca Perdida

Belén Butragueño Díaz-Guerra

Advertisement

Desde que tengo uso de razón he oído decir que Madrid es una ciudad cosmopolita, abierta a todos, un crisol de culturas en el que todos tenemos una oportunidad..Este rasgo diferencial es la MARCA característica de mi ciudad, define su IDENTIDAD. A nivel urbanístico, también es destacable esta Babelia generada a partir de múltiples esquemas urbanos, herederos entre otros de griegos y romanos, musulmanes, ilustrados o modernistas. Sin embargo, en los últimos tiempos el paisaje urbano de Madrid va cambiando y se va mimetizando con el del resto de metrópolis españolas cuyos planeamientos se han visto regidos por criterios exclusivamente económicos y políticos, meramente especulativos.

Hemos generado una marea de ladrillo y cemento habitada en su mayoría por “dinkys” (término acuñado en los años 80 proveniente de las siglas inglesas double-income; no kids yet que se refiere a un hecho social relativamente reciente en el cual parejas sin hijos deciden posponer la paternidad de forma indefinida, para dedicarse exclusivamente a su carrera profesional, por lo que pertenecen a un estrato económico medio-alto y poseen suficiente recursos para permitirse modos de ocio “caros”, ropa cara o dedicarse al cuidado del cuerpo y la belleza) o nuevos yuppies y parejas con bebés que hacen sus compras en centros comerciales y se mueven fundamentalmente en coche.

Es un hecho patente que en cuanto una pareja joven (más o menos inquieta intelectualmente, que vive en el núcleo urbano y adora la vida de barrio) tiene un hijo, comienza a considerar su entorno como agresivo y decide mudarse a una de estas islas del extrarradio, hipotecarse hasta las orejas y comprar en Carrefour.

This article is from: