Español M
i relación con el español comenzó naturalmente con mi familia. Casi todos lo hablan de primer idioma. Mi mamá solamente se comunicaba en español pero mis hermanos hablaban español e inglés. Otra relación con el español es con las películas. Me interesaba mucho poder entender las películas en español para no tener que leer los subtítulos. La ultima relación con el español es con los libros. Soy lector desde niño y los libros en español eran difíciles para mí. Por eso mi interés y mi relación con el español se ha desarrollado a través de los años. Desde que tengo memoria siempre he escuchado el español. Mi mamá siempre me regañaba en español y apenas si la entendía. Muchas veces tenia que preguntarles a mis hermanos mayores que era lo que me decía mi mamá. Eso no me gustaba. Soy una persona extrovertida y yo quería poder defenderme con mis propias palabras. Aprendí muchas palabras precisamente para comunicarme mejor con mi mamá. Fui a la biblioteca municipal para pedir prestados libros de gramática y un diccionario. Empecé con una novela pequeña, después de unos meses estudiando español, se me hacia fácil deletrar las palabras porque las palabras se escribían igual como la pronunciación. Con el tiempo pude comunicarme mejor con mi mamá y expresarme solo. Mi mamá grababa películas que salían en la televisión cada domingo. Yo si me sentaba en la sala con ella para verlas porque me interesaban. Los temas si me gustaban, pero resultaba que los actores hablaban demasiado rápidos. Desde aquellos tiempos de ver películas con mi mamá los domingos, mi interés con el español aumentaba con los años. Solo yo sacaba los DVD's y los empecé a ver solo. Me dedicaba a apuntar las palabras desconocidas y buscarlas en el diccionario. Como las películas eran DVD's yo podía rebobinar o regresar a escenas donde no entendía porque hablaban demasiado rápido. Ya con internet, mi interés en películas en español creció. Las películas de México me interesaban porque me enseñaban la vida autentica de la Ciudad Spring 2021
de México. Veía las muchachas bonitas hablando un español espectacular y yo quería hacer lo mismo. Los hombres ricos me impresionaban como dominaban el español con seguridad y confianza. Se expresaban de una manera casual y trataba de copiarlos cuando podía para demostrar lo que había aprendido. La manera como aprendí más rápido era poniendo los subtítulos para leer y ver las palabras en la pantalla. Viendo las palabras escritas es una manera más fácil para aprender. La última relación que he tenido con el español es a través de los libros. Ya más avanzado mi español, empecé a leer novelas que había visto en las bibliotecas y de las que mis hermanos me platicaban. Mis hermanos estudiaban en la universidad y yo veía los libros complicados y novelas interesantes que tenían que leer. Una novela particularmente se destaca que encendió mi interés. Era la novela de Julio Cortázar que se llama Rayuela. Un día escuché a mi hermana mayor discutiendo el tema con un amigo de la universidad. Su amigo era americano, pero con un español impecable, y explicaba como la novela brincaba capítulos con fines diferentes según la manera que leías. Desde ese momento yo tenía que aprender mejor el español para algún día poder leer ese libro de Julio Cortázar. Y no traducido en inglés sino en su idioma original. Mi relación con el español ha sido a través de varios caminos pero todos con la idea de dominar el español para poder comunicarme mejor con mi mamá y defenderme de mis supuestas travesuras. Las películas me enseñaron la vida real del mundo hispano y aproveché para pasar momentos inolvidables con mi familia. Los libros permitieron que yo aprendiera mejor el español y también a viajar por mundos desconocidos.
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