2021, UN AÑO DE DECISIONES Y CONCIENCIA COLECTIVA
AÑO 11 No. 196
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La diferencia entre quienes omiten el uso de cubrebocas, ignoran la sana distancia y opinan que es posible regresar a la realidad, tal y como la conocimos antes de la pandemia, y los que no, los que deciden evitar salir de casa ante el menor asomo de una gripe, ventilan los espacios, se lavan las manos constantemente y eligen vacunarse se encuentra en la dimensión del individuo, pero también de lo social.
En la recta final de este año, me gustaría hacer un alto para reflexionar en torno a la decisión y la libertad. ¿Qué hemos aprendido sobre estos conceptos durante la crisis sanitaria por la que atraviesa el mundo?
En principio, que las decisiones tomadas, la mayoría de ellas, han dejado de ser solo nuestras y se han tornado sociales o políticas en el sentido más estricto de la palabra. Hemos tenido que aprender a tomar decisiones orientadas al bien común, más allá del interés individual.
La Secretaría de Salud reportó en noviembre que 76 millones 609 mil 987 mexicanos habían sido vacunados y estimó que 64 millones 922 mil 896 ya contaban con el esquema completo de vacunación, lo que representa el 85% de los habitantes. Sin embargo, una reciente encuesta publicada por Consulta Mitofsky concluyó que 7.2% de la población es antivacunas. Aunque es un porcentaje bajo comparado con Francia (41%) o Rusia (28%), no por ello es menos preocupante. A través de nuestras decisiones, llevamos poco más de un año sorteando las circunstancias para salvarnos a nosotros mismos, tanto como individuos, como comunidad.
Bajo este precepto es que, expertos cuestionan las decisiones del gobierno actual sobre política energética, quienes consultados para el reportaje “Sector energético, ¿descalabro o consolidación?” coinciden en que no solo no responden al bien común sino que nos han orillado a una crisis sin precedente que será difícil de sortear.
Garantizar el acceso a agua caliente y, por consiguiente el abasto de gas también se trata de una decisión, se podría decir, política, por su incidencia en la colectividad. En Energía Hoy nos dimos a la tarea de consultar y enlistar a las gaseras más importantes de México para concluir con la pregunta: ¿cuántos hogares en el país no tienen aún las condiciones para afrontar el invierno?
Un asunto de elección es también el hecho de que las empresas implementen más espacios para las mujeres en el sector energético. De acuerdo con Fuensanta Gleason y Patricia Tatto de MERL, con quienes conversamos para la sección Women & Energy, el avance es claro, aunque aún queda mucho por hacer.
Ejercer nuestra libertad con atención a nuestros derechos y los de los demás es un debate amplio y aunque me declaro ignorante de los preceptos básicos de esta área del conocimiento, diría que es un asunto de sentido común entender que, por mucha libertad que se tenga, esta no puede ejercerse sobre los derechos y libertades de terceros. De manera que, el gobierno, nuestro gobierno y los gobiernos del mundo tienen la obligación de regular. Regular no es obligar.
El que termina fue el año de la vacunación. Para fortuna de la humanidad aún nos queda la ciencia. Además aprendimos que, hoy más que nunca, nuestras elecciones no solo nos afectan a nosotros, estas tienen un impacto en el colectivo.
Finalmente, el 2021 fue un año de decisiones, donde hubo quienes no, pero también quienes sí se descubrieron capaces de realizar ejercicios de empatía y humanidad.
Edna Odette González Vázquez Directora Editorial de Energía HoyCOORDINADOR DE ARTE Y DISEÑO Ivan Rodrigo Anguiano
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Las 50 gaseras más importantes de México Hoy la situación se encuentra tensa entre la industria que forma parte de la Iniciativa Privada de gas LP y el Gobierno federal, pero, ¿por qué tanto revuelo? Te presentamos el tamaño del mercado en México. RAÚL OLMEDO GUTIÉRREZ 12
Comunidad EH
2022: el año que puede definir nuestro futuro LUIS SERRA
DESDE LA IZQUIERDA Construyendo la viabilidad a la reforma VÍCTOR RODRÍGUEZ PADILLA
Cumbre para salvar el planeta COP26, ¿qué tanto se avanzó? JULIA GONZÁLEZ ROMERO
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Hacia una operación sostenible LEONOR FERNÁNDEZ DEL BUSTO GONZÁLEZ
¿Cuánta energía desperdiciamos en México durante 2021?
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WEN: LA OTRA MIRADA Impacto de la Reforma Energética 2013 en el sector hidrocarburos YERI GISELA CASTILLO BAUTISTA
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ENERGÉTICO
¿Mexicanos o cangrejos? VÍCTOR HUGO LUQUE
TECNOLOGÍA SOBRE TIEMPO
Observabilidad es a eficiencia energética como confianza es a amor ERICK ORTIZ VEGA
IDEAS CON BRÍO
¿De verdad creemos que no hay una burbuja con los autos eléctricos? SANTIAGO BARCÓN PALOMAR
COLUMNA INVITADA Energía nuclear y la COP26 RAQUEL HEREDIA
Esperanza tras la COP26 MARÍA JOSÉ TREVIÑO
Uso de carbón y COP26 CARLOS RAFAEL MURRIETA CUMMINGS
Opinión
Alumbrado público, oportunidad para el desarrollo sostenible en México MIGUEL TORRES CRISANTO
¿Cómo prevenir accidentes con gas LP y natural?
GUSTAVO ESPINOSA RÜTTER
Mobil Serv Asset Management, ideal para operadores industriales y comerciales REDACCIÓN
Women & Energy
Eficiencia Energética
Book & Energy
ALUMBRADO PÚBLICO, OPORTUNIDAD PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE EN MÉXICO
EL DESARROLLO SOSTENIBLE BUSCA SATISFACER LAS NECESIDADES DE LAS GENERACIONES PRESENTES SIN COMPROMETER LAS POSIBILIDADES DE SUS SIMILARES EN EL FUTURO, A TRAVÉS DE TRES FACTORES CLAVE: SOCIEDAD, ECONOMÍA Y MEDIO AMBIENTE
Actualmente, el alumbrado público permite que las poblaciones realicen actividades durante la noche y en las primeras horas del día; esto lo convierte en una necesidad para la sociedad con el propósito de atender actividades sustanciales como: trasladarse al trabajo, escuela, casa y hacer compras, entre otras.
Al mismo tiempo, significa importantes cantidades de CO2 al medio ambiente, tema que cada día preocupa y ocupa a todos los seres que habitamos en este planeta.
El consumo de energía en el alumbrado público representa una considerable demanda eléctrica para el país y provoca que las entidades gubernamentales deban presupuestar el pago por este e implementar programas de eficiencia energética para la sustitución de luminarias.
Otros estados incorporan en su presupuesto el costo por mantenimiento y reemplazo de la infraestructura que soporta las luminarias. Este hecho representa precios importantes para los municipios. Por lo que, para mantener los tres factores de sostenibilidad debemos tomar acciones concretas y de gran impacto que beneficien a todos como:
• Implementar proyectos de eficiencia energética.
• Crear programas de concientización en la población.
• Asegurar el buen funcionamiento de luminarias.
• Comité de vigilancia de sostenibilidad energética.
• Incentivar a las entidades para la implementación de nuevos proyectos en alumbrado público.
• Visión de ciudades inteligentes.
Oportunidades
INGENIERO ELÉCTRICO, EXPERTO EN EFICIENCIA ENERGÉTICA. POR MÁS DE 15 AÑOS HA ASESORADO A PERSONAS Y EMPRESAS PARA DISMINUIR LA FACTURA ELÉCTRICA. HA SIDO INTEGRANTE DEL GRUPO EVALUADOR PARA EL PREMIO NACIONAL DE AHORRO DE ENERGÍA ELÉCTRICA.
“Loquenosemidenosecontrolayloquenosecontrola,nosepuedemejorar”
PeterDrucker.
Hoy existe un área de oportunidad en la medición del consumo energético, toda vez que en la mayor parte de la República Mexicana el gasto de energía para este se calcula con base en un censo de carga eléctrica que requiere contabilizar el número de luminarias
MIGUEL TORRES CRISANTOy su potencia (watts) y posteriormente, definir el consumo de energía tomando como referencia 12 horas de funcionamiento por día. Este último valor se obtiene de las horas promedio anuales de luz diurna y de oscuridad siendo una instancia oficial el Centro Nacional de Metrología (Cenam), ya que, el no contar con un sistema de medición para el alumbrado público impide reconocer con exactitud y prontitud los ahorros que se pueden generar gracias a la implementación de programas de eficiencia energética.
Potencial con visión a futuro Para que los proyectos de eficiencia energética en alumbrado público sean exitosos es importante considerar modificaciones en los circuitos eléctricos que suministran los sistemas de alumbrado; una opción es blindar la red eléctrica que proporciona el servicio y con ello instalar equipos de medición que reconozcan los esfuerzos implementados, haciendo posible controlar el presupuesto asignado a los municipios y entidades pero sobre todo reducir el pago de este.
Un claro ejemplo es la Autopista Urbana Sur (Ausur) en la Ciudad de México que cuenta con luminarias eficientes tipo LED alimentadas por sistemas de paneles solares que durante el día inyectan energía eléctrica a las redes de distribución de baja tensión y esta es descontada del consumo de energía por la noche.
Es importante señalar que el costo por consumo de alumbrado público se factura a los municipios o entidades en la tarifa APBT o APMT que por sus siglas significa: Alumbrado Público en Baja Tensión o Alumbrado Público en Media Tensión.
Posteriormente, a través de un convenio de colaboración entre el municipio y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se recauda la cobranza en los recibos de energía eléctrica de los usuarios residenciales, de negocios e industrias bajo un porcentaje del importe por consumo de energía de cada uno de ellos, mismo que se señala en el recibo de luz con las siglas DAP (Derecho de Alumbrado Público). El remanente es liquidado por dicho municipio o estado a la CFE; en algunas otras entidades el cobro lo absorbe directamente el municipio, sin un cargo a los usuarios finales.
Beneficios a la sociedad
La Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee) cuenta con el proyecto nacional de Eficiencia Energética en Alumbrado Público Municipal en el que con la Secretaría de Energía (Sener), la CFE y el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), suscribió el convenio marco de colaboración que impulsa la sustitución acelerada de sistemas de iluminación en el alumbrado público, para reducir el consumo eléctrico y, al mismo tiempo, disminuir el gasto de los municipios por este concepto, asignando un incentivo no recuperable por medio del Fondo para la Transición Energética y el Aprovechamiento Sustentable de la Energía de la Sener. La reducción del consumo energético en los sistemas de alumbrado público es significativa y favorece en algunos aspectos, por citar algunos:
• Ahorro y uso eficiente de balastros y luminarias.
• Reducción de emisiones de C02.
• Disminución en el pago por el Derecho de Alumbrado Público (DAP) tanto para municipios, como para todos los usuarios del servicio de energía eléctrica del país.
• Elevar la satisfacción y percepción de los sistemas de alumbrado.
• Cumplimiento a las Normas Oficiales Mexicanas.
• Acotar la generación de energía eléctrica.
• Menor costo en el recibo de luz.
Es importante señalar que la eficiencia en el alumbrado público no debe comprometer la percepción de seguridad o falta de iluminación en calles o avenidas, al contrario, deberá satisfacer de igual o mejor manera el propósito de este.
Además de tener una oportunidad en el tema de sostenibilidad, se crean nuevos retos por ser un potencial económico y con visión de desarrollo sostenible en México, ya que la demanda energética será cada vez mayor, con relación al crecimiento de la sociedad y la electrificación de nuevas poblaciones. De no hacer algo, las consecuencias podrían ser graves a mediano y largo plazo.
La sostenibilidad implica que las economías, gobiernos, empresas, familias e individuos sean disruptivos para maximizar los recursos disponibles, con el fin de asegurar una vida larga y productiva en beneficio de los mexicanos.
¿CÓMO PREVENIR ACCIDENTES CON GAS LP Y NATURAL?
LAS SIGUIENTES SON ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE SEGURIDAD EN MATERIA DE INSTALACIONES DE APROVECHAMIENTO DE GAS LICUADO DE PETRÓLEO (LP) Y NATURAL
El origen de este artículo es, por desgracia, el fallecimiento de Ramón Barreda Escalante.Excelentedoctor,radiólogoparamayordetalle.Fueaatenderunafuga degaseneldepartamentodesuhija.Perecióacausadeunaexplosión.Consultécon unexpertoenlamateria,GustavoEspinosaRütter,quienaccedióaescribirestaguía que,estamossegurosevitarátragediassimilares.Meparecequeeslamejorformade rendirtributoaungranamigocomolofueRamón.
Agradezco antes que nada por la distinción del espacio en esta renombrada revista, en el siguiente artículo pretendo transmitir a ustedes amables lectores los pormenores de seguridad en materia de instalaciones de aprovechamiento de gas licuado de petróleo (LP) y natural, esto es, las instalaciones domésticas y de pequeños consumos comerciales.
El manejo del gas es un asunto serio, de acuerdo con la coordinación nacional de Protección Civil (CNPC) y el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), tenemos estos datos :
GUSTAVO ESPINOSA RÜTTER INGENIERO MECÁNICO ELECTRICISTA POR LA UNIVERSIDAD VERACRUZANA. MBA EN SEGURIDAD Y SALUD LABORAL IEPMADRID, ESPAÑA. FUNDADOR Y DIRECTOR DE KRO ASESORÍA INDUSTRIAL. EXPERTO TÉCNICO DE EMA.Cabe mencionar que, en el universo de la seguridad existen dos grandes vertientes:
1.- Condiciones inseguras.
2.- Actos inseguros.
Las primeras corresponden a las desviaciones normativas que derivan en la falta de cumplimiento de las especificaciones que nos brindan seguridad, como distancias, materiales y todo aquello que nos provee una instalación segura.
Mientras que, los actos inseguros serán aquellos comportamientos inadecuados que por desconocimiento, premura o actitudes temerarias propias de un circo o de actos hollywoodenses, no debemos llevar a cabo.
Ambas condiciones y actos nos ponen en riesgo, y seguramente terminaremos con daño físico o perdiendo la vida a causa de ellos. Para evitar lo anterior, sin caer en tecnicismos aburridos y
profundos, proveeré a ustedes una lista de los condiciones y actos que deben implementarse en toda instalación, así como una más de no conformidades o violaciones recurrentes de la normatividad en las cuales no debemos caer.
RECOMENDACIONES PARA LAS INSTALACIONES DE APROVECHAMIENTO
1.- Instale detectores de gas propano para gas LP a unos 30-45 cm del suelo, y para gas natural o metano o a unos 30-45 del techo (cielo de la losa); el LP es más denso que el aire, por eso lo detectará abajo en el suelo y el gas natural será detectado arriba pues es más ligero que el aire.
2.- No está por demás contar con detectores de humo.
3.- Revise dos veces por año las tuberías y accesorios en busca de fugas, haga una solución de agua-detergente, de lavatrastes sirve muy bien y coloque el líquido, no la espuma y encontrará las fugas fácilmente.
4.- Cambie todas las válvulas del tanque estacionario cada cinco años, incluyendo el indicador de nivel; de la misma forma las válvulas de líneas y de control de aparatos de consumo.
5.- Después de los primeros 10 años solicite la evaluación de espesores del tanque o recipiente estacionario para comprobar si continúa con condiciones suficientes para seguir operando; esto solo lo efectúa una Unidad de Inspección acreditada y aprobada por la Dirección General de Gas de la Secretaría de Energía.
6.- Si sales de viaje cierra todas las válvulas de tanque estacionario o cilindros, así como válvulas de control de aparatos de consumo de gas.
7.- Colocar el tanque estacionario lo más cercano al límite de propiedad en la azotea, sin techumbres y sin materiales combustibles cercanos o fuentes de calor como chimeneas.
8.- Utilizar el recorrido o trayectoria de la línea de llenado del tanque estacionario lo más corta posible, con menos “vueltas” o cambios de dirección, evitando que quede expuesta a daño físico (pisarla o patearla es muy común); de preferencia evitar la instalación de la línea de llenado en niveles menores a seis metros de altura donde la pipa puede tener acceso directo al tanque, sin pasar por recintos o habitaciones, o sea que la manguera de llenado de la pipa quede por el exterior.
AHORA BIEN, LAS VIOLACIONES A LA NORMATIVIDAD MÁS RECURRENTES, Y OBVIO, RECOMIENDO QUE NO LAS IMPLEMENTEN EN CASA O NEGOCIO SON:
• Utilizar mangueras de más de 1.5 metros de longitud, y de materiales no aprobados; incrementa el riesgo de fugas.
• Instalar calentadores de agua dentro de habitaciones, baños y otros recintos que no cuenten con ventilación natural al exterior; estos deben contar con ventilación al exterior.
• Colocar cilindros dentro de cocinas o espacios cerrados; esto evita la dilución de la mezcla explosiva por la falta de ventilación.
•Colocar cilindros de forma horizontal; es extremadamente peligroso, no lo haga. Muchos ejecutan esta maniobra cuando ya el tanque está casi vacío, pero no es recomendable, incrementa el riesgo de incendio.
• Colocar tanques en marquesinas o en balcones.
• Utilizar mangueras de plástico.
• Utilizar recipientes de 30 y 45 kilogramos; son muy pesados para su manejo.
• Arrastrar los cilindros; deben girarse.
• Colocar los cilindros en superficies irregulares y sin sujeción; pueden caer, dañar a las personas ante un sismo y provocar un incendio o explosión al romperse la válvula o el cilindro mismo.
RECOMENDACIONES MÍNIMAS ANTE UNA FUGA DE GAS: UNA FUGA DE GAS ¿QUÉ HACER?
1.- Cerrar la llave general del gas.
2.- Llamar a bomberos, a Protección Civil y a la compañía de gas. Mientras más asistan es mejor.
3.- En cuanto se detecte la fuga de gas de inmediato desconectar el interruptor principal de la vivienda siempre y cuando esté en un lugar separado y ventilado de donde se tiene la fuga; por ejemplo, en un edificio de departamentos ir por el general del edificio.
4.- Abrir puertas y ventanas para lograr una dilución de la mezcla explosiva.
5.- Alejarse de la zona de peligro. Adicionalmente, aquí una lista de seguridad en cilindros o recipientes portátiles, se recomienda:
No recibir del distribuidor de gas LP cilindros si presentan:
• Fugas.
• Daños en la válvula.
• Corrosión.
• Golpes o abolladuras.
• Reparaciones improvisadas de soldadura.
• Base deforme o corroída.
• Sin el cuello protector de la válvula.
• Maneral roto, o sin él.
Un gusto poder comunicar estos datos que coadyuvan a la prevención de pérdidas humanas y daño a los inmuebles. Quedo a sus órdenes, nos vemos en la próxima.
NO SE TRATA DE ESTAR A FAVOR DE LAS GASERAS, SINO DE IMPULSAR EL LIBRE MERCADO Y LA COMPETITIVIDAD A FAVOR DEL CONSUMIDOR
Cuando el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador anunció la creación del Gas Bienestar, una empresa paraestatal que dependerá de Petróleos Mexicanos (Pemex), con el fin de disminuir el precio del gas LP, parecía una idea razonable, no muy ortodoxa, pero fiel al estilo del mandatario; hasta ahí, el asunto estaba bien, pues cualquier empresa que sume a la oferta existente, bajo los principios de competitividad, es una buena iniciativa.
RAÚL OLMEDO GUTIÉRREZEl problema vino con lo que aconteció después, cuando los precios bajaron por parte de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), ya que los comisionistas ganaban entre 3 y 4 pesos por litro pero al bajar los precios apenas alcanzaban a ganar 20 centavos por litro, con ello, decidieron hacer un paro que duró varios días.
Hoy, la situación se encuentra tensa entre la industria que forma parte de la Iniciativa Privada (IP) de gas y el Gobierno federal, pero ¿por qué tanto revuelo? Veamos de qué tamaño es el mercado de gas en México.
UN MERCADO DE POCOS COMPETIDORES
El monto que destinan los mexicanos al consumo de gas en los hogares es de 134 mil 996 millones de pesos al año, cifra similar al consumo de alimentos de las familias en un trimestre, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Es decir, hablamos de un mercado de 8 mil 400 millones de dólares anuales y de ello aporta mil 160 millones de dólares al fisco.
Según datos del gremio gasero, más de 16 mil familias dependen de la venta de gas LP, el mercado genera más de 160 mil empleos directos y más de 500 mil empleos indirectos; la Secretaría de Energía (Sener) cuenta en su registro con más de 400 empresas de las cuales la gran mayoría son mexicanas.
Por su parte, la Sener estima que el 76% de las familias en México ocupa gas LP, mientras que un 10% gas natural y 14% leña.
Por todo ello, el gobierno debe de buscar una solución, no desde la imposición de precios, sino desde la competitividad, se le debe de garantizar el suministro al consumidor mexicano. Sin embargo, lo que alude el gobierno es que existe una concentración del mercado de gas en pocas empresas, lo que se traduce en un aumento de precios.
En ese sentido, del total del mercado tan solo pocos grupos controlan más del 50%, es decir, estos holdingsvenden alrededor de 4 mil millones de dólares, de acuerdo con la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).
Las empresas que generan dicha concentración son: Grupo Tomza, Gas Uribe, Vela Gas, Gas Nieto, Zeta y Global Gas, esto se traduce en que, en la zona metropolitana de la Ciudad de México, Tomza cuenta
con 600 centros de distribución, Nieto, 400, Uribe, 250 y Zeta con 100. Lo peor según la Cofece, en 54 regiones existen dos o más grupos de las gaseras mencionadas con anterioridad, y en 91 regiones operan como monopolio.
Esto, evidentemente es en perjuicio del consumidor, por tanto, el gobierno debe poner las condiciones para mejorar el acceso a más empresas gaseras con el fin de aumentar la competitividad.
BUENAS INTENCIONES, MALAS DECISIONES
Creo que el presidente López Obrador tiene buenas intenciones. El fin que persigue, muchas veces, es para mejorar las condiciones de la población más vulnerable de nuestro país; sin embargo, el problema, en numerosas ocasiones, son los medios. La idea de bajar los precios de gas LP es excelente, pero eso no puede hacerse desde la concentración de empresas paraestatales; solo mencionarlo de esta manera da escalofríos. Las empresas paraestatales no pueden tratar de concentrar el mercado, pues en ningún caso en la historia de la humanidad ha funcionado, los ejemplos de éxito vienen desde la competitividad, es la función del Estado garantizarla y evitar la concentración.
El establecimiento y creación de una empresa del Estado que compita en las mismas condiciones que las empresas privadas en pro de la competitividad es bienvenida, integrándose a un mercado competitivo, pero, intentar bajar los precios con una industria paraestatal es un error. Hay que recordar a la extinta Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo), cuya función fue similar y todos conocemos su desenlace.
Además, cabe mencionar que los precios de gas LP se determinan de acuerdo con las condiciones de mercado, es decir de la oferta y demanda del combustible, siendo la Comisión Reguladora de Energía (CRE) la encargada de establecer dichos precios, considerando los costos totales de las empresas gaseras.
El gas LP es el más utilizado en los hogares mexicanos, tanto para cocinar, calentar agua y, por supuesto, en los sistemas de calefacción, los precios se expresan en litros para tanques estacionarios o en kilogramos para cilindros portátiles. Aquí te mostramos los precios máximos por entidad.
Obviamente no nos oponemos a bajar los precios, eso sería una locura, pero déjenme dar una definición de locura por su pertinencia: hacer lo mismo y esperar resultados distintos. Entonces, por qué a veces en este país seguimos con acciones que han fracasado y esperamos que funcionen. Lo cierto es que no va a funcionar, los precios se regulan por la ley de la oferta y la demanda, necesitamos que los precios bajen, en realidad sí, pero, tal vez es más necesario mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos para que puedan pagar no solo el gas, sino todos los demás servicios, o ¿qué va a hacer el gobierno? Empezar a crear empresas paraestatales, de café, para bajar los precios del café, de autos, de telefonía (esa ya existía, Telmex). En fin, ese camino ya lo pasamos, no podemos volver al pasado, necesitamos avanzar rumbo a la modernidad.
No es que estemos a favor de las gaseras, es más, no estamos a favor de nadie, más bien, nos manifestamos en pro del consumidor y del libre mercado. Así es señor presidente, no se confunda, todos somos México, no estamos en contra, sino a favor de mejorar las condiciones de los más desfavorecidos en este país, a favor de los pobres, estamos con usted en el fin, los medios son los que, a veces, no compartimos. Por ello desde aquí, le pedimos mejorar las condiciones del país, de
los más desfavorecidos, pero no perjudicando a la industria gasera, que ellos también tienen familia, que seguramente muchos de ellos votaron por un cambio, pero uno que mejore orgánicamente la vida de todos los ciudadanos, porque el vendedor que reparte gas no es fifi , sale a trabajar diariamente por un salario que le permite a penas darle lo necesario a su familia.
METODOLOGÍA
Tenemos dos fuentes de información, la primera: buscar directamente la información de la empresa, contactar y solicitar diversos datos; la segunda: mediante una búsqueda de la información en reportes públicos.
De esta manera, realizamos nuestro ranking:
• Tamaño de la empresa. La posición del ranking está en función de la importancia que ocupa en el mercado mexicano. Esto lo realizamos mediante las ventas.
• Cobertura en México.
• Empleos que genera en nuestro país.
¡Que lo disfruten!
MOBIL SERV ASSET MANAGEMENT, IDEAL PARA OPERADORES INDUSTRIALES Y COMERCIALES
MOBIL SERV ASSET MANAGEMENT PUEDE APOYAR EN LOS ASPECTOS TÉCNICOS DE SUS OPERACIONES Y MEJORAR SU EFICIENCIA, PRODUCTIVIDAD Y RENTABILIDAD
Mobil Serv Asset Management (MSAM), la aplicación basada en la nube y realizada en colaboración con Redlist, ayuda a los operadores industriales y comerciales a monitorear y analizar con mayor facilidad las actividades relacionadas con sus equipos.
Asimismo, puede apoyar en los aspectos técnicos de sus operaciones y mejorar su eficiencia; productividad; y rentabilidad, sin importar el ecosistema digital actual, tamaño o industria. Además, esta solución escalable puede ayudar a cualquier industria a comenzar su transformación digital, mejorar su eficiencia, productividad y rentabilidad.
Del mismo modo, esta solución en la nube puede actuar como un centro único para realizar actividades de mantenimiento. Esto se debe a que combina múltiples flujos de trabajo y datos.
¿Qué otros beneficios tiene Mobil Serv
Asset Management?
Además de monitorear y predecir ciertos aspectos de la operación, esta tecnología puede ayudar en la optimización de flujos de trabajo
de mantenimiento. Lo anterior debido a que permite que los equipos de mantenimiento, seguridad, producción y planeación realicen inspecciones digitales durante la operación en tiempo real.
Otro beneficio es la predicción de resultados de desempeño, pues se puede reducir el tiempo improductivo al incluir acciones detalladas de mantenimiento; y mejorar la administración de reportes de campo.
De la mano con todo esto, quienes opten por esta tecnología podrán integrarla fácilmente con los sistemas de planificación de recursos empresariales y de gestión de mantenimiento computarizado existentes.
Finalmente, los usuarios también podrán mejorar la consistencia y eficiencia de toda la organización a través de la digitalización de las mejores prácticas y es fácil de usar gracias a la funcionalidad móvil con enfoque de campo.
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Es indudable la importancia que tiene el sector energético a nivel mundial, sin embargo, en la actualidad no solo se enfrenta a retos como el alza de los precios del crudo o la pandemia de COVID-19 que aún no cede completamente. En estos momentos de crisis, surge otro reto, quizás el más difícil, al que debe enfrentarse todo el sector y los actores que convergen en este: ¿cómo hacer una transición energética sin dejar de proveer la energía que necesita el mundo?
Países como Estados Unidos, China y Reino Unido y regiones como la Unión Europea han reiterado su compromiso por alcanzar emisiones netas cero rumbo a 2050.
Recientemente en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), se lanzó la iniciativa “Beyond Oil and Gas Alliance” (BOGA), en donde 11 gobiernos acordaron poner un alto a las concesiones de nuevas licencias para la exploración y explotación de petróleo y gas en su jurisdicción.
Esto se suma a los compromisos que grandes petroleras como Shell, BP y Total, por mencionar algunas, han adoptado en sus estrategias de negocios para diversificarse con fuentes renovables como la eólica y la solar.
A pesar de ello, António Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) insiste en que los países, empresas e instituciones financieras deben reducir de manera “radical, creíble y verificable” sus emisiones así como descarbonizar de manera urgente sus carteras.
“Las promesas suenan vacías cuando la industria de los combustibles fósiles sigue recibiendo billones en subvenciones, según el Fondo Monetario Internacional. O cuando los países siguen construyendo centrales de carbón y el carbono sigue sin tener precio”, aseveró.
Sin duda, la transición energética es uno de los grandes retos para la industria a largo plazo, pero a medio término se enfrenta a uno que impacta a todas las aristas: un alza en los precios de los combustibles.
¿QUÉ PASA A NIVEL MUNDIAL?
Datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) muestran que al 25 de noviembre del 2021, los precios del petróleo alcanzaban los 81.31 dólares el barril. En otras mezclas como el West Texas Intermediate, los precios alcanzaron los 85.64 dólares por barril al 26 de octubre de este año, mientras que el Brent había llegado a 85.76 el barril para esa misma fecha.
Fue en marzo de 2020 cuando se observó una gran caída de la actividad industrial como consecuencia de las medidas de aislamiento para evitar los contagios de COVID-19. Esto provocó que disminuyera el consumo de hidrocarburos. Un informe de la OPEP señala que la demanda mundial de petróleo se contrajo en 9.75 millones de barriles de petróleo por día, es decir, 9.8% y para abril del 2020, los precios habían alcanzado los 12.22 dólares el barril.
Rosanety Barrios, analista independiente de energía, añade que en medio de esta situación, se presentaron conflictos dentro de la OPEP, pues se dio una ruptura entre la organización y Rusia debido a que este último se negaba a recortar la producción de petróleo. Bajo este panorama, Arabia Saudita anunció de manera inesperada un incremento en su producción y la venta con descuento a clientes en Asia, Estados Unidos y Europa después de que las negociaciones con Rusia cayeran.
Lo anterior provocó la llamada “guerra de precios” entre ambos países, lo cual derivó en una caída de hasta 30% en los precios de este energético.
“Tenemos un efecto combinado donde la economía se detiene y los principales países del mundo representados en la OPEP dicen ‘voy a aumentar mi producción’, por lo tanto los precios se despedazaron. Esto para efectos de una industria como es la de oil&gasque requiere de inversiones permanentes y de largo plazo, fue una pésima señal, se frenaron las inversiones de golpe, se bajó la actividad de producción entre otras razones porque estábamos consumiendo mucho menos y porque no estaba claro cuando íbamos a volver a consumir”, detalla.
No fue sino hasta abril de ese mismo año cuando la OPEP y Rusia llegaron a un acuerdo de reducir la oferta en hasta 10 millones de barriles diarios.
A pesar de ello, la situación que tenemos actualmente, asegura Rosanety, es totalmente inversa, pues la creciente demanda por la reactivación económica aún no se ve compensada con la oferta. Esto,
menciona, se debe a que la caída en las inversiones del año pasado aún no se recuperan.
Sobre el tema de las inversiones, Severo López Mestre, especialista en energía, apunta que esta caída también se relaciona con los planes de las grandes petroleras por desprenderse del negocio de oil&gascomo parte de sus estrategias hacia la transición energética.
“Esa variabilidad necesita un elemento que le dé estabilidad a la red y eso todavía es el gas natural. En algún momento, todavía no estamos ahí, pero en algún momento serán las baterías, pero ahora es el gas natural”, señala.
Sobre este tema, Severo López Mestre, aclara que la crisis energética que experimentamos actualmente no es producto de las energías renovables ni de los mecanismos de mercado en los sectores eléctricos, discurso que se ha manejado desde México.
“Es importante que no se piense que los altos precios son una consecuencia del avance de energías renovables, porque el avance de energías renovables es todavía muy bajo y no es exacto, me parece que si algo estamos viendo ahora es que el mercado de hidrocarburos no es funcional”, menciona.
“Estamos con un sector de combustibles que fue golpeado por precios y un arranque sin precedentes y eso está generando una presión estructural sobre los precios”, comenta.
A este escenario se le suma una aceleración en la transición energética, que es un cambio estructural ligado a una incertidumbre de cuánto tiempo más seguiremos con el consumo de petróleo.
No obstante, comenta que hay algo que no puede dejarse de lado. De acuerdo con datos de la Agencia Internacional de Energía (IEA), la demanda de gas natural se incrementó en un 5%, la del petróleo en un 7%, convirtiéndose en la más alta en 50 años y la demanda del carbón en un 10 por ciento. Todo ello, también ha generado una presión en el mercado, pues la dependencia mundial de los combustibles aún es grande.
López Mestre añade otras cuestiones estructurales que abonarán a la grave situación en la que se encuentra el sector, entre ellas la presencia de sequía en diferentes partes del mundo, pues esta ha golpeado a los sistemas hidroeléctricos.
“Cuando tu golpeas ese sistema eléctrico sustituyes con combustibles porque es lo que tienes, entonces un mensaje es: cuidado, porque el Cambio Climático causa efectos muy importantes”, puntualiza.
Rosanety Barrios agrega un elemento más. El mercado eléctrico de Europa depende mucho del gas natural debido a que este le brinda estabilidad a las energías renovables que han impulsado, pues estas son variables. Sin embargo, los precios del gas se han incrementado en gran medida.
“Hay que tener cuidado porque los mercados están interrelacionados y el que tiene mucho lo vende y el que tiene poco lo importa, entonces me parece que hay que tener mucho cuidado. Estamos en un momento muy delicado, hablo de todo el mundo, en el sector energético, estamos en una coyuntura de cambio tecnológico, de planteamiento científico serio sobre Calentamiento Global, estamos en una pandemia. Es un momento de seriedad y de política pública seria”, indica López Mestre.
Por su parte, Rosanety Barrios destaca que con todos estos elementos veremos un invierno de precios altos que incluso ya pueden observarse en México. También enfatiza que dentro de esto se tienen que ver las reglas que se aplican a los mercados eléctricos, pues no están relacionadas con el hecho de que las plantas de generación sean privadas o del Estado.
“Es falso 100% que lo que está pasando en Europa pasa porque las plantas sean privadas; pasa porque el gas está caro, eso no la va a
cambiar nadie en el planeta, por lo menos en el corto plazo, requieren pasar muchas cosas. Esto pasa, porque las reglas regulatorias operan de cierta forma. Los mercados eléctricos son mercados, cuya regulación evoluciona diariamente porque todos los días cambia el mundo y los gobiernos lidian por ver cómo le van a hacer para tener un servicio eléctrico seguro, confiable, de calidad y a los mejores precios, pero vivimos en un mundo en donde todavía los hidrocarburos tienen un rol importante”, enfatiza.
estamos más o menos en una relación de uno. No nos alcanzan los ingresos del petróleo de los centros petroleros para cubrir subsidios ni en gas LP, ni en gas natural, ni mucho menos en gasolinas y diésel, por lo tanto nos toca este periodo recibirlo como país consumidor neto y no como exportador neto como fue en el pasado”, puntualiza.
No obstante, Paul Sánchez, recuerda que la Reforma Energética del 2013, precisamente, establecía estrategias para disminuir este tipo de impactos.
Ejemplo de ello ha sido la cancelación de rondas petroleras y de los planes de almacenamiento de gas natural así como la construcción de gasoductos para disminuir la dependencia que tenemos en Estados Unidos de este energético. En el sector eléctrico, se tenía una política de subastas, de transmisión y de conexión que fueron canceladas, mientras que en gas LP se tenía una política de desarticulación de costos para incrementar la competencia y vigilar los precios.
Para la especialista, el curso que deben tomar los países se basa en tres medidas. La primera, es impulsar las energías renovables para disminuir la dependencia de los hidrocarburos lo más rápido posible. “Para llegar ahí es necesario seguir desarrollando tecnología que permita darle a los mercados eléctricos esa estabilidad que hoy le da el gas natural”, añade.
La segunda medida es tener una mayor competencia, pues a mayor competencia los usuarios tendrán un acceso a mejores precios. Y en tercer lugar, Barrios apunta que es necesaria una mejor regulación. “Tener reguladores fuertes, reguladores técnicamente muy bien preparados, yo te diría que la exigencia de una preparación técnica es creciente porque el mundo va cambiando y porque tienes que entender cómo va el mundo, cómo va la tecnología, para dónde van las tendencias y todo eso afecta a los precios de los mercados eléctricos”.
Pero conforme la crisis avanza, los países experimentan sus impactos de formas diferentes, y en México, la situación que se vive dentro del sector energético es muy peculiar.
COYUNTURA IMPACTA AL SECTOR
Específicamente sobre el alza de los precios del petróleo, Paul Sánchez, profesor investigador de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey, precisa que los mercados de commodities siempre son cíclicos y lo que vemos actualmente ha pasado en otras ocasiones.
El experto recuerda que en 2006-2007 sucedió un evento denominado el superciclo, en donde el petróleo llegó a cotizar por encima de los 100 dólares el barril. Este fenómeno se repitió de nueva cuenta entre 2011-2013, en donde los precios de la OPEP alcanzaron hasta los 109.45 dólares.
Sin embargo, Sánchez indica que en esta ocasión México no llega como uno de los principales productores de petróleo a nivel industrial, pues en 2006-2007 produjimos aproximadamente dos barriles por cada barril que se consumía y existían ingresos petroleros para subsidiar la demanda nacional.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), en abril del 2006, la producción de petróleo en México era de 3 mil 370.148 millones de barriles diarios (mbd), mientras que en octubre de este año, la producción fue de mil 651.734 mbd.
“En este momento consumimos más barriles de los que producimos,
“Entonces estamos en una situación que desafortunadamente era inevitable porque desde 2018 se ha cancelado todo lo que se ha construido para que pudiéramos tener mayor seguridad energética”, remarca.
Pero para Rosanety Barrios, la crisis energética que experimenta el mundo ya está presente desde hace algún tiempo, solo que con dos diferencias importantes. “Desde finales de 2018 cuando toma esta administración la batuta y establece que no le va a dar continuidad a la Reforma Energética, echa para atrás muchos planes que tenían como objetivo asegurar el abasto y garantizar mejores precios”, añade.
La primera, es que el gas que consumimos en México es más barato. Si bien en Europa también utilizan gas natural, Barrios explica que este es licuado, por lo que es sometido a un proceso costoso mientras que el que se usa en nuestro país proviene de ductos.
“Hay que licuar y pagar ese proceso. Luego hay que subirlo a un barco, hay que pagar el transporte que está más caro que nunca y luego hay que regasificar. Entonces la suma de estos procesos da como resultado que el gas licuado sea mucho más caro que el gas que nosotros consumimos en estado gaseoso”, señala.
La segunda diferencia que apunta la experta tiene que ver con la Comisión Federal de Electricidad (CFE). De acuerdo con Barrios, la Empresa Productiva del Estado (EPE) ha subido algunas de sus tarifas, como la tarifa eléctrica Doméstica de Alto Consumo (DAC), conforme a la inflación. Datos del periódico Reforma señalan que esta tarifa subió 9.8% durante noviembre, lo cual significa un aumento del 31.6% en los últimos 12 meses.
Esto, menciona, le ha permitido a la CFE tener un ahorro, pues en 2020 las tarifas debieron bajar y esto no ocurrió. “Por un lado la CFE tiene un guardadito, pero se le va a acabar. Entonces va contra sus finanzas y claro no se nota en el recibo, pero sí se nota en los impuestos”, resalta.
A todo esto, Rosanety le suma un factor sumamente importante dentro del panorama del sector energético en México: que el país cuenta con un sistema eléctrico débil. La especialista destaca en primer lugar que la falta de renovables se ha convertido en un gran problema para el país y las hidroeléctricas no son suficientes para atenderlo.
“Las hidroeléctricas no son renovables, son limpias y ya no están creciendo, están creciendo marginalmente. México debería estar aumentando la participación de renovables y ya no lo ha hecho”, advierte.
Además, comenta que el sistema de transmisión también presenta grandes problemas, pues debido a los cambios que ha impulsado el Ejecutivo, las inversiones en esta área han disminuido e incluso han llegado a ser inexistentes.
“¿Cuáles son los riesgos del Sistema Eléctrico Mexicano? Uno, la mala calidad que ya estamos viendo. No está creciendo, ya nadie invierte. La CFE no ha puesto más que aeroderivadas en Baja California. Detuvieron las subastas, ya nadie suma energía renovable. Ya no se dan permisos de generación, nadie invierte en transmisión, la distribución sigue perdiendo dinero, perdiendo ingresos porque la gente se roba la electricidad y eso va a seguir ocurriendo porque el país enfrenta una crisis”, insiste.
Para Severo López Mestre, lo que sucede con el sector energético mexicano se puede resumir en una sola idea: la narrativa política ha dominado en el país y no se ha sabido poner sobre la mesa una propuesta que la acompañe.
“Tienes que construir la narrativa política a partir de la política pública y cada año que cualquier país se pierda esa evolución va a costar carísimo porque las transformaciones son muy profundas y nadie tiene la respuesta. Fíjate cómo China cabecea, cómo cabecea India, Estados Unidos, que son líderes, Europa. Entonces, es un momento muy interesante para la energía, pero se necesita liderazgo y se requiere seriedad. La energía nunca se podrá despolitizar, pero sí puedes separar los procesos y me parece que es la mínima responsabilidad que se requiere para los momentos que estamos viviendo”, comenta.
El experto apunta que en estos momentos, el país se encuentra en una posición compleja debido al estancamiento que vive. En ese sentido, López Mestre retoma el discurso que se ha manejado desde el Gobierno federal sobre el estatus del mercado y el fortalecimiento de las políticas públicas, pues apunta que esta idea de eliminar el mercado para fortalecer a la empresa pública es una declaración equivocada debido a que la empresa se vuelve vulnerable a largo plazo.
De la misma forma, Severo menciona que existen muchas maneras de fortalecer a empresas públicas como lo son CFE y Petróleos Mexicanos (Pemex), pues estas pueden ir acompañadas del mercado e incluso es lo que se buscaba en la Reforma Energética del 2013 impulsada por el entonces presidente Enrique Peña Nieto, en donde comenta que se logró un esquema mixto.
que tengas inversiones es una amenaza, eso es totalmente equivocado, es falso y no hay datos para sostener eso”, insiste.
No obstante, el especialista destaca que todo este panorama en el que México se encuentra es un riesgo muy alto, especialmente para el sector energético, pues “cuando tu pierdes tiempo ya no lo recuperas, una de las reglas de oro en energía es que el tiempo no se recupera nunca”. Esto, comenta, se puede ver traducido en cuestiones como la pérdida de empleos y alzas en los precios de la electricidad.
“Me parece que lo que México pone sobre la mesa es una postura muy radical en donde solo el Estado puede garantizar. Si lees las propuestas, puede ser la eléctrica, la de hidrocarburos, si leemos cuatro o cinco de las propuestas y ves la exposición de motivos, te puedes dar cuenta que casi todas tocan puntos similares y en donde todas coinciden es que la inversión privada nacional o extranjera es una amenaza a la seguridad nacional. Y el comercio internacional es una amenaza también para la seguridad internacional, o sea, importar o exportar es una amenaza y
¿QUÉ LE ESPERA AL PAÍS?
Hay algo en lo que los expertos coinciden, debido a que el mercado de los commoditiessiempre es cíclico, los precios de los hidrocarburos se estabilizarán a mediano plazo, pero el verdadero reto del sector estará en alcanzar una verdadera disminución en la dependencia de este energético y lograr una transición energética con un mixque garantice la estabilidad, seguridad y confiabilidad de la red.
“La transición energética tiene dos sentidos. Por un lado es positivo, porque ahora queda más que clara la necesidad que tenemos de no depender tanto de los precios internacionales de las fuentes fósiles, pero por otro lado también cuestionan mucho porque todavía las renovables no están ahí. Es decir, si mañana quisiéramos dejar todas las fuentes fósiles de energía eléctrica pues no estamos en ese momento como para lograrlo, no estamos en el punto en el que podamos sustituir todo el consumo de fuentes fósiles a través de renovables”, apunta Paul Sánchez.
De acuerdo con la IEA, en 2020 la participación de las energías renovables en la generación de electricidad mundial alcanzó casi el 29%, lo cual se traduce en un incremento anual de dos puntos porcentuales. A pesar de ello, la organización estima que la generación anual debe aumentar a una tasa de 12% en promedio de 2021 a 2030 para lograr la meta de emisiones netas cero.
Sin embargo, para lograr esto la IEA destaca que es importante que los países incrementen las inversiones destinadas a las energías
renovables en los paquetes de estímulos para revitalizar sus economías por la pandemia.
“Esto podría aprovechar los beneficios estructurales que pueden ofrecer las energías renovables cada vez más asequibles, incluidas las oportunidades para la creación de empleo y el desarrollo económico, al tiempo que se reducen las emisiones y se fomenta la innovación”, apunta la IEA.
Rosanety Barrios también elucubra sobre esta situación, pues resalta que debido a que México no presenta una gran recuperación económica, la demanda de energía podría no ser tan grande como se espera.
Pero México está lejos del camino hacia la transición energética. Con la reforma eléctrica en la mira, Rosanety Barrios vislumbra un panorama difícil para el país y la continuación de una dependencia de los hidrocarburos.
“Entonces, ¿cómo vas a soltar esa dependencia si no le metes más renovables? Respuesta: no la vas a soltar nunca. Si además se cancelan todos los permisos, los contratos y se desaparece un cuarto de toda la generación privada que existe en México […], ¿cómo vamos a sostener un sistema eléctrico confiable limpio de mejores precios en México?”, insiste.
La analista reitera que aunado a esto, otro de los grandes temas que enfrenta el país hacia el futuro es la falta de inversiones, pues no hay plantas nuevas ni un impulso por parte del gobierno hacia la adopción de energías renovables. Incluso, afirma, las hidroeléctricas no son la solución a estos retos.
Severo coincide, pues “ningún país puede poner sobre la mesa como lo ha hecho México que está solucionando su tema de renovables poniendo hidroeléctricas. Me parece que la solución es diversificar y seguir la transición energética, pero no puedes apostar por una sola”, comenta.
Sobre el futuro de México, el especialista advierte un panorama complicado derivado de una narrativa política que seguirá dominando y asegura que el país pagará un costo alto debido a ello.
“Me parece que en México el vaso está al revés, a partir de la narrativa se está construyendo la política pública y me parece que debe ser al revés, a partir de la política pública y los datos se debe lograr una narrativa que pueda traer consensos, y ese vaso al revés puede ser peligrosísimo para México con esta coyuntura”, resalta.
“Tenemos esta situación adversa, complicadísima, pues si México no crece, no habrá problemas eléctricos tan serios. Pero si México crece, y te voy a ser honesta, no sé cómo vamos a crecer puesto que no estamos llamando a la mesa a las inversiones, lo único que vamos a ver es un deterioro en una curva más suave. Lo que trato de decir es que la velocidad del deterioro está directamente relacionada con la recuperación económica. Si México no crece, la demanda eléctrica va a crecer muy poco”, explica.
Tanto Barrios como López Mestre reiteran la necesidad de comunicar lo que está pasando no solo en el sector energético de México, sino a nivel mundial. “Me parece que para ti, para mi, para todos los que estamos comunicando continuamente estos temas es muy importante que la gente lo entienda y me parece que no estamos comunicando”, apunta el experto.
Por su parte, Paul Sánchez señala que elementos como una población creciente derivará en un incremento en la demanda de hidrocarburos. Por ello, menciona que con los mecanismos que existen actualmente en el país, será difícil satisfacer esa posible demanda.
“Tenemos un envejecimiento gradual de refinerías y de plantas de generación que incluso el Estado no va a poder renovar en el largo plazo. Cada día va a ser más difícil sostener la demanda interna con nuestros propios recursos, tampoco estamos produciendo nuestro propio petróleo o cada día producimos menos, no vamos a tener suficiente producción nacional como para garantizar la demanda de largo plazo”, apunta.
Finalmente, Severo López Mestre asegura que tanto en México como a nivel mundial hay un reto mayúsculo porque el sector energético se enfrenta a aguas desconocidas y a un viaje de larga duración y una de las reglas en energía es que el tiempo nunca se recupera.
“Habrá que ir pensando y siendo serios, poniendo a las mejores cabezas a pensar y a los mejores comunicadores a comunicar e involucrar a la gente, a que entienda el proceso por el que estamos pasando. No hay vuelta atrás, tenemos que movernos de una economía basada en combustibles a una basada en energía limpia y tenemos que hacer el proceso lo menos doloroso posible”, finaliza.
2022: el año que puede definir nuestro futuro
LUIS SERRADECANO ASOCIADO DE INVESTIGACIÓN DE LA ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES Y GOBIERNO Y DIRECTOR EJECUTIVO DE LA INICIATIVA DE ENERGÍA DEL TECNOLÓGICO DE MONTERREY.
En la primera semana de noviembre, los líderes parlamentarios de Morena, PT y PVEM anunciaron que la votación de la iniciativa de decreto por la que se modifican los artículos 25, 27 y 28 constitucionales quedaría pospuesta para 2022. Según palabras del coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, la discusión en la cámara baja ocurrirá antes de que acabe el periodo ordinario actual, de tal forma que su paso por el Senado y las aprobaciones de los congresos estatales tendrían lugar hacia el primer cuatrimestre del año siguiente.
Las especulaciones sobre por qué el proceso tomaría más tiempo del esperado no se hicieron esperar. De entre ellas, la más sólida alude a que Morena no contaba con el número de votos necesarios para aprobar la reforma. A su vez, esto significa que está abierta la posibilidad de corregir el documento enviado por el titular del Ejecutivo, a fin de atraer al grupo de legisladores necesarios para su aprobación. Por eso, el mismo diputado Mier comentó que los empresarios estaban invitados a la mesa de discusión.
Aquellos cercanos a la visión del presidente sobre la conducción que debe tener el sector energético expresaron que era mejor tener discusiones con calma y a conciencia sobre lo que queremos como país. Incluso, algunos analistas defienden tal postura bajo la premisa de que la Reforma Energética de 2013 fue erigida bajo cimientos débiles. Al buscar construir una estructura compleja sobre fundamentos pobres, desde su perspectiva, dicha reforma no unió al país, sino que lo dividió. Adicionalmente, como si fuera ilustrativo de los diversos casos de corrupción de la administración de Enrique Peña Nieto, dos servidores públicos de alto nivel están en proceso penal por supuestos sobornos relacionados con esta reforma.
Desde la óptica técnica, no hay sustento alguno a favor de la reforma propuesta por el presidente López Obrador. Si nos atenemos a criterios de eficiencia en el despacho, o a elementos de confiabilidad, seguridad, calidad y continuidad del Sistema Eléctrico Nacional, lo propuesto en su proyecto de decreto del 30 de septiembre pasado es inaceptable. De igual forma, como algunos colegas han evidenciado, no es posible desplegar una transición energética basada en el parque de generación hidroeléctrica con el que cuenta nuestro país. Tampoco es factible ni costo-eficiente que el Estado mexicano asuma el reto que representa la
Desde la soberbia de una torre de marfil, algunos analistas cuestionan por qué una propuesta tan descaradamente garrafal como la del Ejecutivo puede ser apoyada por la sociedad
ampliación y modernización de la Red Nacional de Transmisión. Sobre todo, cuando hay otras necesidades apremiantes para el país en materia de seguridad, educación y salud, que no tienen inversionistas privados interesados en participar, como sí sucede en materia de energía.
La cuota discrecional de participación que se busca implementar para que, de manera artificial, la Comisión Federal de Electricidad tenga preponderancia en el segmento de generación eléctrica no está amparada por ningún modelo. También sería más fácil atender cualquier ajuste menor a los esquemas de autoabasto y productores independientes de energía que cancelar dichas figuras. Pero al desaparecerlas, la estructura de costos de las empresas consumidoras de electricidad se incrementará y tendrán que reflejar con menos empleos o mayores precios, o ambas. La desaparición de los órganos reguladores coordinados en materia energética tampoco es útil. El sector energético está plagado de condiciones que conducen hacia equilibrios que no son deseables desde la perspectiva de la sociedad. Las agencias regulatorias existen precisamente porque ni los mercados, ni los gobiernos por sí solos son capaces de orientar los resultados del sector energético hacia el mejor interés de la sociedad.
Sin embargo, desde la soberbia de una torre de marfil, algunos analistas cuestionan por qué entonces, una propuesta tan descaradamente garrafal puede ser apoyada por la sociedad. En algunos casos, incluso, con dureza se ha escrito que “los mexicanos tenemos al gobierno que nos merecemos”. Si ese es el caso, el apoyo que esta administración ha recibido es una consecuencia natural de la inmediata anterior.
Cuando la Reforma Energética de 2013 fue promovida entre los mexicanos, se prometieron mejores condiciones en el consumo de energéticos como la electricidad, las gasolinas y el gas natural, entre otros. Al introducir los esquemas de liberalización de precios en los distintos mercados, no fue sorpresivo para el especialista que estos mostraran incrementos; después de todo, un precio que dejaba de ser controlado, iba a reflejar las condiciones comunes de volatilidad en mercados y presiones a la alza. Pero cuando el consumidor de apie observó que su bolsillo rendía menos en la estación de servicio o que las tarifas residenciales de su recibo eléctrico no eran sustancialmente menores, su reacción normal fue cuestionar si la reforma realmente había sido un paso en la dirección correcta. Y la respuesta que obtuvo de la administración que la implementó no fue empática. ¿Recuerda usted la campaña “Ya chole con tus quejas” del gobierno de Peña Nieto? En diversos spots, el mensaje entregado a la población que no entendía las reformas constitucionales, entre ellas la energética, era uno de total desdén hacia las preocupaciones de los ciudadanos. Algunos
funcionarios, de hecho, llegaron a mencionar que las quejas de parte de la población eran injustificadas porque en países desarrollados, especialmente en Europa, los ciudadanos pagaban todavía más por sus gasolinas.
De igual forma, es común observar en redes sociales, foros y espacios de discusión públicos, la fatuidad con la que grupos, desde su pedestal de conocimiento especializado, reducen a cualquiera que no comulgue con ideologías de mercado o que siquiera conciba posible para el sector energético nacional otro esquema diferente al implementado por la RE de 2013. Y así, sin darse cuenta, esos grupos adquieren el mismo grado de intolerancia, cerrazón y obnubilación que tanto crítica del titular del Ejecutivo o de sus seguidores. Por eso es exitosa la campaña en contra de los expertos que un día sí y un día no lanza el presidente desde las mañaneras.
Esta será la arena en la que se tome una de las decisiones más importantes para el futuro de nuestro país; caracterizada por un problema de coordinación asentado en la falta de humildad y sensibilidad de los técnicos, por un lado, y la necesidad de confiar en el “autócrata benevolente” de la mayoría. Eso, como refiere el trabajo de William Easterly, es una trampa.
En ese sentido, el 2022 puede ser un año pivote en la trayectoria de desarrollo que nuestro país adopte. Para conducir esa trayectoria a un destino de transición y seguridad energética con beneficios extendidos a la sociedad será clave evadir la trampa descrita por Easterly. Habrá que modular las soluciones técnicas a contratiempos inmediatos en pos de abordar las problemáticas políticas subyacentes a ellos. Además, se debe escapar a la tentación de concentrar el poder en unos pocos, ya que puede conducir a la reducción de libertades, sobre todo de sectores de la población en condiciones de vulnerabilidad.
Por tal motivo, la discusión de la reforma a los artículos constitucionales 25, 27 y 28 no debe omitir elementos relevantes que no están en la iniciativa de decreto. ¿Cuál es la visión del sector energético de nuestro país hacia 2100? ¿Qué esfuerzos a lo largo de las cadenas de valor deben sumarse para explotar la transición energética y generar externalidades positivas hacia las industrias manufacturera, electrónica y metalmecánica, entre otras? En caso de mantener esquemas de mercados regulados, ¿qué instrumentos estuvieron ausentes para asegurar que los beneficios en el upstream del sector lleguen a los consumidores finales? ¿Cómo integramos una estrategia de desarrollo de capital humano, ciencia y tecnología en transición energética que a largo plazo genere mayor valor agregado en la economía nacional? El 2022 puede ser una gran oportunidad; no caigamos en la trampa.
ESPECIALISTA EN EL SECTOR ENERGÉTICO, ECONOMÍA Y POLÍTICA. FORMA PARTE DEL DEPARTAMENTO DE SISTEMAS ENERGÉTICOS, DIVISIÓN DE INGENIERÍA ELÉCTRICA, UNAM.
Construyendo la viabilidad para la reforma
DESDE LA IZQUIERDA
La reforma de electricidad y materiales estratégicos ofrece múltiples aristas para analizar y debatir cuestiones de fondo, aquellas que tocan el proyecto de país, la construcción nacional y el futuro que deseamos para México. Esa tarea sigue sin realizarse. La corriente principal ha preferido concentrar sus baterías en las debilidades, vacíos y zonas grises de la iniciativa.
Incertidumbre y temor de grupos, con gran influencia en los medios de comunicación, han llevado a focalizar el debate en la defensa de los intereses de empresarios e inversionistas, eventualmente afectados por la hipotética reforma. El derecho a la salud y a un ambiente limpio es un argumento lastimero que encubre el verdadero juego de poder.
La cuantía y el tono de las quejas han surtido efecto político. Para que la propuesta tenga alguna posibilidad de aprobarse en el Congreso habrá que hacer adecuaciones. Es inevitable. El Ejecutivo federal, sin margen de maniobra, ha tenido que aceptarlas “siempre y cuando no alteren lo esencial de la propuesta”, dice a la defensiva. Como resultado del forcejeo político y diplomático ya se preparan modificaciones que serán negociadas con la oposición, especialmente con el partido tricolor, actor clave por su peso específico en la votación.
Será necesario modificar artículos e introducir nuevos transitorios para minimizar el riesgo de explosión de procesos judiciales y litigios internacionales. Ajustes serán indispensables para transitar del modelo de mercado a la exclusividad del Estado, para mover al país de una industria eléctrica privada a una pública, para reemplazar la regulación externa por el monopolio autorregulado.
El cambio de modelo debe llevarse a cabo sin sobresaltos, preservando en todo momento la confiabilidad, suficiencia, continuidad, calidad y economía del suministro. Deberá preverse que los operadores serán los mismos y continuarán haciendo su trabajo cuando entre en vigor la reforma constitucional y la legislación secundaria porque la transición exige gradualismo. Se transformará la organización industrial y la regulación, pero las centrales, las líneas, los equipos serán los mismos y no cambiarán de dueño.
Si se desea que la propuesta tenga alguna posibilidad de aprobarse en el Congreso habrá que hacer adecuaciones
Los actuales permisos de generación que impliquen venta de electricidad deberán migrar, paulatinamente, a convenios de compraventa de electricidad con la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Las centrales de los productores independientes deberán ser despachadas prioritariamente para generar el dinero que le permita a la hacienda pública honrar los contratos otorgados por pasadas administraciones.
La desaparición de permisos no significa cancelación de contratos, los cuales deberán llegar a término, porque solo de esa manera se logrará una mutación controlada. Sin embargo, deberá plasmarse la instrucción de renegociar los más lesivos para las finanzas públicas, con apego a los mecanismos previstos en los contratos respectivos. Las mal llamadas “sociedades de autoabastecimiento” y todo negocio privado de venta de electricidad se irán disolviendo paulatinamente. Los grandes usuarios dejarán de ser clientes del mercado paralelo para reintegrarse nuevamente a la categoría de usuarios del servicio público de energía eléctrica.
Los electrones seguirán llegando a donde tengan que llegar, nadie se quedará sin ser abastecido, pero cambiará el circuito del dinero. Si se adquiere y despacha la electricidad de menor costo social, no tiene por qué haber elevación de tarifas, al contrario, al eliminarse las rentas económicas, los sobrecostos y los subsidios a las empresas
del ramo, las tarifas tenderán a bajar si todo lo demás permanece sin cambios (ceteris paribus).
El Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) despachará, de manera prioritaria a las centrales de mayor costo, solo por razones de confiabilidad, tal como sucede actualmente. No es razonable establecer que las centrales serán despachadas porque son propiedad de la CFE, hacerlo de esa manera nos alejaría del óptimo social.
En ese orden de ideas, no es necesario establecer una generación eléctrica legalmente particionada entre Estado y privados para tener continuidad en el abasto y tarifas económicas. Establecer una cuota de mercado no es una condición sinequanonpara garantizar que no falte electricidad en el país y la factura no sea una pesada carga para familias y empresas.
El sistema eléctrico necesita flexibilidad: tanta generación privada y pública como se necesite. En algunas ocasiones, el óptimo será, por ejemplo, 70/30 pero en otras 30/70, según las circunstancias concretas de la operación. Elevar a rango constitucional una proporción 54/46 a favor del Estado tiene sentido político –se garantiza mercado para los privados— pero escasa racionalidad técnica y económica. Más que una camisa de fuerza, se requiere una estricta planeación para alcanzar niveles adecuados de seguridad energética nacional.
Cumbre para salvar el planeta COP26, ¿qué tanto se avanzó?
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de este año, conocida entre los amigos como COP26 reunió a la comunidad internacional durante dos semanas con el objetivo de sumar esfuerzos para salvar al planeta. ¿A qué se comprometieron?, ¿qué viene para el mundo en la lucha por un medio ambiente sano para todos? Les explico.
Entre las preocupaciones más importantes estaba limitar las emisiones de gases de efecto invernadero para que la temperatura global se mantenga en 1.5° C a finales de siglo, así como movilizar recursos para mitigar los efectos del Cambio Climático en países en vías de desarrollo.
Asistieron 200 países, incluido México. Y mis queridos lectores, de una vez les anticipo que los resultados no son los que esperábamos, pues, en palabras de António Guterres, secretario general de la ONU, las promesas suenan vacías cuando los esfuerzos actuales para hacer frente al Cambio Climático están lejos de ser suficientes.
De hecho, con las políticas y avances reportados de 151 países, se estima que, de seguir en esta ruta, la temperatura aumentará por lo menos 2.4°C.
Aunque en el pacto final firmado por los 200 países no se fijó una hoja de ruta para neutralizar emisiones y no se concretó un acuerdo vinculante entre las naciones, hubo algunos avances. Platiquemos de ellos.
1.- 106 países, incluido México, firmaron un acuerdo para detener la deforestación antes de 2030. Es importante porque el 85% de los bosques está en el territorio de las naciones que firmaron este pacto. Nuestro país es uno de los 12 del mundo considerados megadiversos y alberga entre el 60% y 70% de la biodiversidad del planeta. El acuerdo también incluye un compromiso monetario de fondos públicos y privados de 19.2 billones de dólares para su cumplimiento.
La firma de México resultó controvertida, pues se realizó en el último momento y en una de sus conferencias de la mañana, el presidente anunció que este acuerdo estaba inspirado en el su programa federal Sembrando Vida.
2.- Para América Latina hay buenas noticias. Colombia, Costa Rica, Ecuador y Panamá anunciaron que más allá de firmar el acuerdo,
sumarán esfuerzos para crear un área marina protegida y Ecuador usará los bonos azules para agrandar la reserva marina de las Islas Galápagos.
3.- Se pactó reducir 30% las emisiones de metano (uno de los gases que causan el efecto invernadero) para 2030. México también se adhirió a este esfuerzo y en el comunicado oficial manifestó que “considera que sumarse a esta propuesta es de gran relevancia para sumar a los esfuerzos encaminados a disminuir las emisiones que contribuyen al Calentamiento Global, resultado de las actividades humanas”.
Esta reducción es clave para nuestro país porque emitimos aproximadamente el 2% del metano antropogénico global. Estas emisiones están vinculadas a los combustibles fósiles, la agricultura y los desechos.
4.- 197 países adoptaron el Documento Oficial de la COP26 que será conocido como el Acuerdo Climático de Glasgow. Este causó mucho revuelo porque en un principio se buscaba eliminar paulatinamente el uso de carbono y los subsidios a combustibles fósiles, pero se modificó de último momento para prever que se “disminuiría” el uso de carbono. Alok Sharma, el presidente de la COP26, apenas pudo contener las lágrimas cuando se anunció esta modificación.
El acuerdo también incluye el compromiso de los países más desarrollados de proveer fondos por 40 billones de dólares para que los países más pobres inviertan en medidas de adaptación para el Cambio Climático. Los 197 países que lo firmaron deben reportar el progreso en la COP27 que se celebrará el próximo año en Egipto.
Así que no quitemos el dedo del renglón y asegurémonos de que no dejaremos el tema en el tintero para noviembre de 2022.
JULIA CONSEJERA EN ENERGÍA Y RECURSOS NATURALES EN GONZÁLEZ CALVILLO. ABOGADA POR EL ITAM Y MAESTRÍA EN DERECHO POR LA UNAM.Aunque en el pacto final no se fijó una hoja de ruta para neutralizar emisiones sí hubieron algunos avances
MODIFICACIÓN A LA LSPEE DE 1992
En diciembre de 1992 se publicó la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica (LSPEE) que fue concebida por los negociadores del “cuarto de junto” del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), igual que otros ordenamientos que dotaron a nuestro país de un marco legal acorde a la transformación de la actividad económica impulsada a partir de la adhesión de México al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) en el mes de agosto de 1986. La LSPEE fue la respuesta del gobierno de Carlos Salinas de Gortari para blindar la tan ansiada apertura del sector de hidrocarburos solicitada por su contraparte estadounidense.
La LSPEE fue el instrumento que posibilitó la apertura del sector eléctrico a la Iniciativa Privada a partir de cuatro nuevas figuras legales calificadas, por la propia LSPEE, como actividades que no constituían servicio público: (1) la generación de energía eléctrica para autoabastecimiento, cogeneración o pequeña producción; (2) la generación de energía eléctrica que realicen los productores independientes para su venta a la Comisión Federal de Electricidad (CFE); (3) la generación de energía eléctrica para su exportación, derivada de cogeneración, producción independiente y pequeña producción; y (4) la importación de energía eléctrica por parte de personas físicas o morales, destinada exclusivamente al abastecimiento para usos propios. La fórmula jurídica utilizada para permitir esta participación privada —la única viable dada la prohibición constitucional de prestación de servicio público eléctrico— fue definir negativamente al servicio público eléctrico, es decir, señalar que “no son servicio público eléctrico” las diversas actividades de generación eléctrica enlistadas1
Las expectativas creadas alrededor de la LSPEE se fundaron inicialmente en el impulso a proyectos de generación a partir de ciclos combinados de gas, entonces el mayor avance tecnológico de la industria, con costos plenamente identificados, empleando tecnología enteramente probada y estandarizada, al alcance de por lo menos tres tecnólogos a nivel mundial.
La implementación de la LSPEE tuvo su primer reto durante el proceso de licitación del proyecto Mérida III bajo la modalidad de productor independiente de energía (PIE), que comprendió de mayo de 1994 a marzo de 1997. Este concurso estuvo a punto de fracasar debido a la nula colaboración de Pemex, paraestatal que no se comprometió a formalizar con particulares un contrato de largo plazo para el suministro de gas, ni tampoco a construir —en un plazo determinado por la fecha programada para inicio de pruebas de esta central—, el gasoducto requerido para llevar este combustible hasta el corazón de la península de Yucatán. Dada la reciente liberalización de la industria del gas, CFE entonces asumió tanto la responsabilidad del suministro de gas como de la construcción del Gasoducto Mayacán2
Los PIE, también conocidos como IPP por sus siglas en idioma inglés, son un esquema ampliamente utilizado en el mundo occidental como etapa inicial del proceso de apertura de empresas verticalmente integradas, bajo el modelo de comprador único. Los contratos diseñados se enfocaron en la compra de la energía activa (MWh) producida por una central de cierta capacidad garantizada (MW), durante un periodo específico (2530 años), sujeto al cumplimiento de valores mínimos de desempeño y disponibilidad. Los principales insumos para producción se indexan contractualmente y los riesgos para el inversionista se reducen al cierre financiero, así como los riesgos de construcción y
operación. El PIE recibe mensualmente un cargo fijo que se paga si la capacidad de la central está disponible para su despacho, así como un cargo variable por la energía entregada. A través de los cargos fijos el PIE recupera su inversión y a través de los variables se le retribuyen los costos de operación (principalmente mantenimiento y combustibles). Se estipuló que, al término del periodo contractual, los activos de la central de generación permanecerían como propiedad del inversionista, esto es, no se transferiría la propiedad de los activos a CFE, a pesar de que el inversionista habría recuperado el monto de la inversión, los costos de financiamiento y seguros a través del pago realizado por CFE de los correspondientes cargos fijos.
Bajo el esquema de productor independiente de energía se incorporaron al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) 34 centrales de generación (28 de ciclo combinado que operan con gas natural y seis eólicas), con una capacidad agregada de 16 mil 689 MW (16 mil 076 MW de ciclos combinados y 613 MW de eólicas). Aun cuando todos estos ciclos combinados cuentan con la instrumentación, equipos y automatismos necesarios para contribuir a la regulación frecuencia-potencia del sistema3, no se estipuló dentro de los contratos la obligación para el PIE de apoyar a la regulación del sistema ni una contraprestación por ello, lo cual, al pasar de los años, ha provocado una mayor dificultad para mantener la red de transmisión dentro de los límites operativos, es decir, los PIE no eficientan el suministro de energía eléctrica puesto que no contribuyen a mantener la seguridad, continuidad y calidad del SEN4
Bajo la figura de autoabastecimiento, empresas privadas —cuyo giro implica el uso intensivo de electricidad— impulsaron proyectos de generación para atender sus requerimientos energéticos a menor costo del que lo obtenían de CFE. Al principio, los proyectos de generación se ubicaron en el mismo predio de la planta industrial que abastecían; tiempo después, en ubicaciones adyacentes utilizando líneas de conducción de energía eléctrica propias. Posteriormente, emprendieron centrales de generación distantes de su planta industrial empleando la red de transporte de CFE, a quien le pagaban el servicio de porteo.
Modificaciones a la LSPEE y a su reglamento facilitaron la generación de energía eléctrica por particulares para satisfacer las necesidades de la industria mediante el esquema de sociedades. La pionera en este modelo de negocio es la Planta Eléctrica del Grupo Industrial (PEGI) a través de la cual se abastecen a 25 empresas de Alfa, Cemex, Cydsa, Frenas, Gidusa, Ucar, Vitro, Orión, Peñoles y Axa, entre otros. Este proyecto se complementa con una red de transmisión propia de 59 kilómetros de longitud que se extiende por los municipios de Apodaca, San Nicolás y el área industrial de Monterrey5
Es a partir de lo dispuesto en los artículos 36 de la LSPEE y 101 de su reglamento que nacen las sociedades de autoabastecimiento6. La literalidad de estos artículos posibilitó que varios giros industriales emprendieran la construcción de centrales de generación atractivas por la economía de escala inherente a este tipo de proyectos. Sin embargo, también abrió la puerta para que empresas especializadas en la prestación del servicio de suministro de energía eléctrica se adhirieran, mediante una ínfima participación accionaria, a empresas consumidoras de energía eléctrica a fin de constituir nuevas sociedades de autoabastecimiento, en las cuales existe una asimetría entre la propiedad de los activos y la utilización de la energía producida. De esta forma, se organizaron sociedades donde uno de los socios es una empresa productora de energía
1 Hernández Ochoa, César E. La reforma cautiva, inversión, trabajo y empresa en el sector eléctrico mexicano México, CIDAC, 2007
2 El Gasoducto Mayacán tiene como punto de partida el complejo procesador de gas natural Nuevo Pemex (en el estado de Tabasco) y alimenta las centrales de ciclo combinado emplazadas en Mérida y Valladolid (estado de Yucatán). En su ruta, este gasoducto pasa por la estación de compresión CS1 en Macuspana, Tabasco y la estación de compresión CS2 cerca de Champotón, Campeche.
3 La frecuencia de la onda de tensión debe permanecer dentro de unos límites estrictos para que el suministro eléctrico se realice en condiciones aceptables de calidad. La frecuencia de un sistema eléctrico está estrechamente relacionada con el equilibrio entre generación y carga y está ligada al balance de potencia activa en el sistema eléctrico, por lo que suele hablarse indistintamente de control de frecuencia, control de potencia, o control de frecuencia-potencia. En régimen permanente todos los generadores síncronos de una red eléctrica funcionan en sincronismo, es decir, la frecuencia de giro de cualquiera de ellos multiplicada por el número de pares de polos es precisamente la frecuencia eléctrica del sistema (en México 60 Hz). Mientras un sistema opera en régimen permanente, la potencia mecánica entrante al sistema desde las turbinas es igual a la potencia eléctrica consumida por las cargas, descontando las pérdidas. Si aumenta la potencia eléctrica consumida por las cargas, pero la potencia mecánica aportada por las turbinas permanece constante, el incremento de demanda sólo puede obtenerse de la energía cinética almacenada en las máquinas rotatorias. La reducción de la energía cinética en los generadores síncronos equivale a la disminución de su velocidad de giro, de modo que cae la frecuencia eléctrica del sistema.
4 Continuidad se refiere al suministro ininterrumpido del servicio de energía eléctrica a los usuarios. Seguridad es la habilidad del sistema eléctrico para soportar la ocurrencia de perturbaciones; el sistema se considera en operación segura, cuando sea capaz de soportar la ocurrencia de la contingencia sencilla más severa sin la acción de esquemas de control suplementarios. Calidad es la condición de voltaje, frecuencia y forma de onda del servicio de energía eléctrica, suministrada a los usuarios.
5 PEGI nació bajo el esquema de copropiedad el 22 de marzo de 1943. Fue el primer proyecto de cogeneración de energía en América Latina. Surgió del esfuerzo conjunto de varios grupos industriales regiomontanos para hacer frente al desbasto de electricidad que se presentó en ese año, debido a problemas surgidos en una subestación de la Compañía de Tranvías, Luz y Fuerza, la empresa canadiense entonces proveedora del servicio. En abril de 1946 PEGI inició operaciones generando 17 MW y simultáneamente, producía 16,000 kilogramos/hora de vapor, lo que significó importantes ahorros de energéticos para los socios. El costo promedio para el servicio público era de seis a ocho centavos por kilowatt/hora, y a través de PEGI se obtuvo por 3.9 centavos, que luego bajó a 1.6 centavos cuando se suministró gas natural en los terrenos de la planta. Para 1960 la planta alcanzó una capacidad de 151.5 MW y 20 años después llegó a producir 178 MW y 110,000 kilogramos/hora de vapor.
6 A través de ambos artículos se posibilitó que: (a) la solicitud de autoabastecimiento pudiese ser presentada por varios solicitantes «copropietarios»; (b) se pudiesen constituir sociedades cuyo objeto fuere la generación de energía eléctrica para satisfacer las necesidades de autoabastecimiento de sus socios, que no podrían entregar energía eléctrica a terceras personas físicas o morales que no fueren socios; y (c) el proyecto pusiera a disposición de CFE sus excedentes de producción de energía eléctrica.
(mayoritariamente poseedora de los activos de producción de electricidad) y los demás socios son diversas compañías altamente consumidoras de energía eléctrica que, para colmar el requisito legal, aportan una minúscula fracción del capital de la sociedad de autoabastecimiento. De esta asimetría se desprende el argumento de la actual administración de la CFE: este esquema es una simulación de la ley que creó un mercado negro paralelo
Lo cierto es que pasaron algunos años desde la emisión de la LSPEE para que las sociedades de autoabastecimiento proliferaran e iniciara el proceso de sustracción progresiva de los mayores clientes de CFE. Al disminuir notoriamente sus ventas, esto trajo aparejada la ralentización en la rentabilidad de su infraestructura. Esto fue posible debido a la adopción de ciertas políticas públicas asociadas a la transición energética: en 2008, el gobierno de Felipe Calderón determinó incentivar el desarrollo de nuevos proyectos de energías limpias —que entonces todavía presentaban costos de inversión muy elevados— a través del establecimiento de ciertos instrumentos regulatorios: el Banco de energía7, el net metering8, y el porteo verde o porteo estampilla, el cual consiste en un cobro único por MW entregado, fijado en función de la tensión de entrega (baja, media o alta), sin importar la distancia entre el punto de generación y uso, ni las instalaciones utilizadas para su transporte. El diferencial sobre el costo real del porteo fue absorbido por CFE. Es comprensible la decisión del Estado mexicano de incentivar las energías limpias, lo que es notoriamente incongruente es que fuera precisamente CFE quien debiera sufragar el porteo verde como incentivo a su propia competencia. Su justificación se basó en señalar que, si bien existían perjuicios para CFE, éstos serían menores en comparación al diferencial existente entre el costo de producción de las centrales menos económicas y más contaminantes de CFE a las que desplazarían en el despacho y el nivel tarifario medio autorizado, para las cuales el costo de producción es mayor al nivel tarifario medio9
LA REFORMA ENERGÉTICA DE 2013
En el marco de los acuerdos del Pacto por México, promovidos por los tres partidos con mayor representación en el poder Legislativo, se acordó dotar al sector eléctrico de un nuevo marco regulatorio. El diagnóstico del sector no fue nada halagüeño:
• El precio de la electricidad era elevado y restaba competitividad a la actividad industrial, comercial y de servicios. Más del 20% de la energía generada para el servicio público se producía con combustóleo y diésel, con un costo significativamente mayor a las energías limpias y al gas natural. CFE no estaba en posibilidades de comprometer la expedita sustitución de dichas centrales.
• Si bien ya se permitía la participación de particulares, los proyectos de mayor escala dependían de la planeación de CFE y se veían limitados por las restricciones presupuestales del Estado.
• CFE estimaba expandir la red de transmisión a una tasa de 1.1% anual promedio en el periodo 2012-2026, menor al crecimiento esperado de la demanda de electricidad en el país estimado en 4.1% anual.
• La red de distribución registraba ineficiencias significativas en la operación: las pérdidas de energía en México eran casi el doble del promedio de los países de la OCDE (más de 21% de la energía producida no se cobraba), lo cual presionaba los resultados financieros de CFE.
En la exposición de motivos de la Reforma Energética se consignó que estas limitaciones crearon un cuello de botella que impedía desarrollar con máxima velocidad la infraestructura que posibilitara un suministro de electricidad de bajo costo. Las
necesidades energéticas del país, las exigencias del entorno internacional cada vez más competitivo y el notable incremento en los riesgos y cuantía de las inversiones para la producción del abasto eléctrico hacían prácticamente imposible que las empresas públicas (CFE y Pemex), por eficientes que resultaren, fueran capaces de hacerlo todo por sí mismas. Por esta razón, se propuso la apertura a la inversión privada a fin de lograr el adecuado desarrollo del sector eléctrico. Esta apertura contribuiría al desarrollo y consolidación de la industria nacional en un entorno competitivo, por lo que se deberían adoptar medidas que propiciaran mayores espacios de participación para la proveeduría nacional. La participación de inversión privada tendría que promover la inclusión y el desarrollo de proveedores nacionales y locales en la cadena de valor de toda la industria. Esto permitiría mayores beneficios en otras industrias, mayor empleo y mejor remunerado, así como el desarrollo económico a nivel regional y nacional.
A través de la Reforma Eléctrica se permitió la apertura a la inversión privada. La participación de particulares, junto con la CFE, en la generación y comercialización de energía eléctrica se daría de forma complementaria y con mayor flexibilidad. CFE podría construir nuevas plantas, modernizar la base de generación e incrementar su competitividad. La Reforma Eléctrica dispone en el texto constitucional que la planeación y el control del Sistema Eléctrico Nacional, así como la transmisión y distribución de energía eléctrica sean áreas exclusivas del Estado10. Establece que CFE seguiría siendo una empresa 100% mexicana, 100% del Estado y que no se desincorporaría ninguno de sus activos de los procesos de generación, transmisión, distribución y comercialización.
Con el fin de brindar mayor eficiencia y flexibilidad a la operación de CFE, se reformó el artículo 25 de la Constitución para disponer su transformación en empresa productiva del Estado, cuyo objeto es la creación de valor económico e incrementar los ingresos de la nación, con sentido de equidad y responsabilidad social y ambiental. Para su administración, organización y estructura corporativa, CFE adoptaría las mejores prácticas a nivel internacional que garantizaran la transparencia y rendición de cuentas, eficiencia, eficacia, honestidad y productividad en el desarrollo de sus actividades para obtener los mayores ingresos y garantizar el ejercicio del gasto en beneficio del Estado. A partir de la promulgación de las leyes secundarias en la materia, CFE ha contado con un consejo de administración que determinó el diseño institucional de la empresa, observando en su plan de negocios los lineamientos de la Secretaría de Energía (Sener). CFE ha gozado de autonomía técnica y de gestión, así como de un régimen especial de contratación, bajo la coordinación de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), con objeto de que sus operaciones de financiamiento no conduzcan a un incremento en el costo de financiamiento del resto del sector público.
El Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), entonces parte integrante de CFE se convirtió en un organismo público descentralizado encargado del control operativo del SEN. Con ello se dispone que un tercero imparcial opere el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) y garantice a los generadores el acceso abierto y equitativo a la red nacional de transmisión (RNT) y a las redes generales de distribución (RGD). De esta forma se elimina una barrera para la inversión en nuevas centrales de generación con tecnologías limpias y más eficientes, lo cual permitirá una reducción en los costos de producción del sector eléctrico y el impulso de la transición energética hacia fuentes renovables.
En la industria eléctrica, la generación con energías limpias en muchos casos no es la opción más sencilla para el desarrollo de nuevos proyectos. Los recursos de alto potencial eólico, hidráulico y solar frecuentemente se encuentran en áreas retiradas del país que requieren grandes obras de transmisión para interconectarse. Asimismo, las tecnologías limpias presentan riesgos y retos de desarrollo y operación. El Estado tiene el deber de garantizar el derecho constitucional a un medio ambiente sano. Para ello debe tomar
7 La energía generada se entrega a la red de transmisión cuando está disponible. La energía generada en cualquier periodo horario y no consumida por los usuarios puede ser “acumulada” por CFE y “entregada” en otros periodos horarios análogos, en periodos distintos o en días o meses diferentes. El intercambio de energía se lleva a cabo al precio de tarifa en el punto de interconexión al Sistema Eléctrico Nacional. Al final del año, el permisionario puede vender a la CFE la energía sobrante acumulada al 85% del Costo Total de Corto Plazo «CTCP» y tendrá un periodo de 12 meses para su almacenamiento en “el banco”.
8 Se refiere a la facturación neta de energía (diferencia entre energía consumida y entregada a la red) a valor de tarifa de un usuario conectado a la red de CFE que genera parcial o totalmente la energía que demanda. Para usuarios residenciales se permite un intercambio hasta de 10 kW y para usuarios de uso general en baja tensión, hasta 30 kW. Para usuarios con servicios conectados a tensiones menores de 69 kV se permite un intercambio hasta de 500 kW siempre y cuando no requieran portear energía a sus cargas.
9 Nivel tarifario es el valor general de los precios. El nivel de las tarifas define el volumen total de ingresos. El precio medio es el parámetro que define el nivel de las tarifas eléctricas. Los niveles de las tarifas son definidos considerando el equilibrio financiero de la empresa concesionaria, los aspectos legales y las políticas del gobierno. El precio medio o nivel tarifario medio es determinado tomando en cuenta el requisito de ingreso y la demanda prevista… La estructura tarifaria define la relatividad de los precios. La estructura comprende la diferenciación de las tarifas, según los componentes de consumo y demanda, nivel de tensión de suministro, clase de consumo, estación del año, periodo del día, localización del consumidor… La tarifa debe satisfacer las necesidades financieras de la concesionaria «nivel tarifario» y al mismo tiempo, atender los objetivos de empleo eficiente de recursos, igualdad y justicia social, estabilidad relativa de los precios, simplicidad y uso racional de la energía «estructura tarifaria»: Bitu, Roberto y Born, Paulo. Tarifas de Energía Eléctrica: aspectos conceptuales y metodológicos. Ecuador, OLADE, 1993.
10 Se mantiene la prohibición expresa de otorgar concesiones en estas actividades, mas se permite que el Estado celebre contratos con particulares para que, por cuenta de la Nación, lleven a cabo el financiamiento, mantenimiento, gestión, operación y ampliación de la infraestructura necesaria para prestar el servicio público de transmisión y distribución de energía eléctrica.
medidas para impedir el deterioro ambiental, así como sancionar a quien provoque daños al medio ambiente y obtener la reparación de éstos. Con la reforma, se impulsa el desarrollo sustentable y el cuidado del medio ambiente. El criterio de sustentabilidad debe traducirse en acciones y medidas concretas que impidan que la persecución de objetivos económicos se traduzca en un descuido de las condiciones ecológicas.
En congruencia con el principio de irretroactividad1, a través del segundo transitorio de la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), se estableció que los permisos y contratos de autoabastecimiento, cogeneración, producción independiente, pequeña producción, importación y exportación otorgados o tramitados al amparo de la LSPEE continuarían rigiéndose en los términos establecidos en la citada ley y las demás disposiciones surgidas de ella. Es de destacarse que, desde la aprobación de las modificaciones a la Constitución derivadas de la Reforma Energética en octubre de 2013 y hasta la promulgación de la LIE en agosto de 2014, la Comisión Reguladora de Energía expidió profusos permisos al amparo de la LSPEE2
El artículo transitorio décimo noveno de la LIE estableció la opción del suministrador de servicios básicos a firmar contratos con las centrales eléctricas legadas y centrales eléctricas externas legadas con precios basados en sus costos reales y los contratos prexistentes. Para ello, se analizaron 150 centrales de CFE, 14 nuevos proyectos de CFE, 29 contratos de productores independientes existentes y cinco proyectos nuevos de PIE. De ellas, se asignaron contratos, con plazos entre uno y 30 años a 97 centrales de CFE, ocho nuevos proyectos de CFE y a la totalidad de los contratos de productores independientes de energía el “Contrato Legado”3
El mayor beneficio que se pretendía con la Reforma Energética en materia eléctrica era que la planta productiva nacional y los hogares mexicanos contaran con más electricidad a mejor precio. Al amparo de una errónea campaña de comunicación, se aseguró que el mayor beneficio de la Reforma Energética era la disminución de los precios de la luz. Para lograrlo, se delineó una estrategia basada en una rápida transformación de la mezcla de combustibles utilizados para producir electricidad4. Se construyó una extensa red de gasoductos para alimentar nuevas centrales de ciclo combinado, pero CFE no materializó su ambicioso programa de expansión de generación. México no explotó nuevos yacimientos de gas natural y su importación creció al doble. La industria privada desarrolló múltiples proyectos de energías limpias, pero no se incrementó el mallado de la red de transmisión. Todos estos proyectos simplemente se interconectaron a la red de transmisión existente bajo los preceptos del Cenace. Sin duda, disminuyeron los costos de producción, pero esto solo se vio reflejado en ciertas ramas industriales y comerciales y no se tradujo en energía eléctrica más barata para la mayoría de los hogares y usuarios.
Las nuevas leyes definieron el papel de los participantes públicos y privados. Se trazó una nueva ruta hacia el uso de energías limpias y la reducción de emisiones contaminantes, la disminución en la generación de gases de efecto invernadero contribuyendo a la disminución en la generación de residuos, emisiones y de la huella de carbono en amplios procesos, soslayando temas prioritarios como la eficiencia en el uso de energía y los presupuestos por aplicar en I+D+I para el desarrollo, profundización y utilización de tecnologías emergentes limpias5
al nuevo marco constitucional y normativo emanado de la Reforma Energética de 2013 y sus leyes secundarias. Se rediseñó su modelo contable pues aun cuando el previo permitía conocer con exactitud cuántos lápices o llantas de determinado tipo se consumían en la empresa, también impedía conocer con certeza el costo de los principales procesos productivos, sus proyectos de inversión y las actividades de soporte administrativo. Desde la perspectiva de los ingresos por venta de energía eléctrica, gran parte de los usuarios de CFE reciben el suministro de electricidad a un precio menor al costo para producirla, lo cual se traduce en subsidios principalmente enfocados en sus clientes agrícolas y residenciales. El diferencial entre el costo de producción y la tarifa correspondiente no ha sido íntegramente cubierto por la SHCP misma que, en ejercicio de la facultad otorgada en la LIE, ha fijado las tarifas para los clientes de esos sectores. No se debate la política de subsidios; pero el subsidio lo debe asumir quien lo otorga, en este caso el gobierno, no la empresa eléctrica, aunque ésta sea propiedad del Estado. Éste no es un tema menor, pues impacta los resultados y la posición financiera de CFE, el riesgo percibido por sus acreedores y su costo ponderado de capital.
El contexto legal y regulatorio derivado de la Reforma Energética de 2013 le permitió a CFE explorar nuevas líneas de negocio que, además de aprovechar su infraestructura, le permitió ganar rentabilidades muy atractivas. Así, logró empaquetar ofertas de comercialización de combustibles con la venta de electricidad para los usuarios calificados, iniciando el camino hacia la recuperación de aquellos clientes que migraron con generadores privados bajo esquemas de autoabastecimiento.
Desde su discusión en el Congreso de la Unión y durante su campaña electoral, el hoy presidente de la República manifestó su oposición a la Reforma Energética. Desde los inicios de su gestión ha promovido diversas acciones administrativas que de facto paralizaron su avance: cancelación de la subasta de largo plazo; cancelación de las licitaciones de las dos líneas de corriente directa en alta tensión (Yautepec Potencia–Ixtepec Potencia y la Interconexión BC–SIN); cambios a los términos para la estricta separación legal de la CFE; puntos petitorios en la relación Sener-CRE-CFE; modificación de los lineamientos que establecen los criterios para el otorgamiento de Certificados de Energías Limpias (CEL) y los requisitos para su adquisición; suspensión de la subasta de mediano plazo; acuerdo para garantizar la eficiencia, calidad, confiabilidad, continuidad y seguridad del Sistema Eléctrico Nacional; política de confiabilidad, seguridad, continuidad y calidad en el SEN; nuevas tarifas por el servicio de transmisión de energía eléctrica para los titulares de contratos de interconexión legados con centrales de generación de energía eléctrica con fuentes renovables o cogeneración eficiente (tarifas de porteo); memorándum a los servidores públicos e integrantes de los órganos reguladores del sector energético; Plan de Negocios CFE 2021; decreto que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley de la Industria Eléctrica. A pesar de su escasa vigencia en los hechos, son innegables y diversos los beneficios y desequilibrios que se originaron a partir de la implantación de la reforma eléctrica y hasta el año 2018. Entonces, vale preguntarnos: ¿La Reforma Energética fue adecuada o falló su implementación?
LA INICIATIVA DE REFORMA ELÉCTRICA 2021
El presidente de la República presentó el 30 de septiembre de 2021 ante la Cámara de Diputados la iniciativa de decreto por el que se reforman los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de energía
Desde 2013, a CFE se le exigió mejorar su desempeño operativo y financiero de manera significativa. Prevalecía un importante rezago en el mantenimiento e inversión de su infraestructura. CFE reconfiguró su modelo operativo y organizacional para atender 1 La irretroactividad es el fenómeno que produce que las normas no tengan efectos hacia atrás en el tiempo. De esta manera se asegura que los efectos de la nueva norma comiencen en el momento de su entrada en vigor, con la finalidad de dotar al ordenamiento jurídico de seguridad. Este principio permite que las personas puedan tener confianza en las leyes vigentes y celebren sus acuerdos y negocios con base en ellas, eliminando la incertidumbre que generaría una posible variación de la legislación respecto a hechos ya realizados y que ya no pueden ser cambiados o eliminados. Si bien la irretroactividad consiste en la imposibilidad de modificar las consecuencias jurídicas de los actos ya formalizados, existen excepciones a este principio de irretroactividad, como puede ser la posibilidad de aplicar la retroactividad sólo en los casos en los que la nueva norma sea más favorable para el interesado.
2 (…) En materia eléctrica, en el año se recibieron 499 solicitudes de nuevos permisos, así como 212 de modificaciones a permisos existentes; de ellos se aprobaron 153 permisos y se modificaron 103 (…) al 31 de diciembre de 2013, la Comisión había otorgado 1107 permisos eléctricos, lo que significa que en un solo año se solicitó un equivalente al 45% de los permisos otorgados a lo largo de toda la historia de la CRE (…) un aspecto a destacar de dichas solicitudes es que en su mayoría (80%) corresponden a proyectos renovables cuyas inversiones ascenderían aproximadamente a 40 mil millones de dólares: Francisco Javier Salazar Diez de Sollano, Comisionado Presidente. Informe Anual 2014. México, Comisión Reguladora de Energía.
3 Los contratos legados sirven como un régimen de transición que permiten al sector eléctrico transitar de un modelo de industria verticalmente integrada hacia uno donde dichas actividades ahora se realizarán de forma desagregada por varias empresas, y en particular, donde las decisiones relacionadas con la generación eléctrica se realizan a través de mercados competitivos, tal como lo prevé la LIE y las Reglas del Mercado. Los contratos legados pretenden: (a) reducir el poder de mercado, al preestablecer precios para la energía, capacidad, certificados de energía limpia y servicios conexos de las centrales; (b) minimizar los costos para Suministro Básico estableciendo precios basados en costos históricos y operativos de cada planta, determinados a partir de sus parámetros técnicos; y (c) incentivar la inversión de centrales de generación más eficientes. La vigencia del contrato depende del valor que cada central genere a lo largo del tiempo: las centrales más eficientes tienen contratos más largos.
4 El precio de la electricidad está estrechamente vinculado al combustible que se use para producirla. El gas natural es más barato y amigable con el medio ambiente que el combustóleo y el diésel. Respecto a estos combustibles, el gas natural es cuatro y hasta seis veces más barato.
5 Bajo la normativa nacional se consideran tecnologías limpias a las siguientes fuentes de energía: eólica (aerogenerador axial y aerogenerador vertical), solar (termosolar y fotovoltaica), geotérmica (vapor seco, expansión súbita y ciclo binario), biomasa (bioquímico, físicos y térmicos), hidráulica (embalse, al filo de agua, rebombeo), oceánica (undimotriz, mareomotriz, maremotérmica, gradiente salino), hidrógeno (celdas de combustible y combustión directa), nuclear (fusión y fisión), captura, uso y almacenamiento de CO2 (post-combustión, pre-combustión y oxi-combustión).
y recursos naturales, la cual, de aprobarse en sus términos, representaría cambios fundamentales en la industria energética de México. Esta reforma es de alto impacto con relación al actual modelo energético, en específico, al sector eléctrico; sin embargo, tiene implicaciones también en el sector de los hidrocarburos. La reforma señala como objetivo el fortalecimiento de la Comisión Federal de Electricidad, por lo que propone su integración vertical y horizontal. Asimismo, el Cenace, actual operador del SEN desaparece y se reintegra a la estructura de CFE. La Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE) se suprimen, absorbiendo Sener sus facultades y atribuciones.
En este sentido, la propuesta de reforma constitucional establece como área estratégica reservada en exclusiva a la nación, todas las actividades relacionadas con el sector eléctrico: generación, conducción, transformación, distribución y abastecimiento. Con esta propuesta de modificación, quedaría prohibida la participación privada en dichas actividades, reservándose en exclusiva a CFE. La reforma prevé que será el Estado el único encargado de preservar la seguridad y autosuficiencia energética de la nación, así como el abastecimiento continuo de energía eléctrica. CFE generaría, al menos, el 54% de la electricidad y los privados podrán producir hasta el 46%, el cual será adquirido exclusivamente por la propia CFE, quien establecería, a su propio arbitrio, los mecanismos y términos y condiciones para dicha adquisición.
Los aspectos fundamentales en materia eléctrica de la iniciativa de reforma se reproducen a continuación y se discuten más ampliamente en los siguientes apartados: • Se trata de una reforma que implica cambios drásticos en la industria y una afectación sustancial a la inversión privada existente en el sector. Por disposición expresa de esta reforma, todos los permisos de generación eléctrica otorgados a particulares a la fecha, así como los contratos de compraventa de electricidad que éstos hayan celebrado, serían cancelados. Asimismo, desaparecería el mercado eléctrico mayorista en México y existiría un nuevo régimen controlado por el Estado mexicano a través de CFE. En este nuevo régimen, los particulares solo podrían aportar hasta el 46% de la energía requerida por el país y lo harían bajo los términos y condiciones que la propia CFE determine unilateralmente considerando los costos totales de producción y garantizando los costos más bajos para el servicio público
• El Estado mexicano, por conducto de CFE, retomaría el control monopólico del sector eléctrico nacional, siendo el órgano encargado de: (i) la distribución, la transmisión, transformación y abastecimiento de energía eléctrica; (ii) la compraventa de energía eléctrica a los generadores privados; (iii) la venta exclusiva de energía eléctrica a los usuarios finales; (iv) la regulación tarifaria en distribución, transmisión y costo final de energía eléctrica; y (v) el control y operación del SEN.
• En línea con el escepticismo y la crítica del presidente hacia los reguladores, la iniciativa propone la desaparición de la CNH y CRE, entes reguladores responsables de todo el sector energético, no sólo en materia de electricidad, con la intención de que Sener absorba sus funciones, estructuras, facultades y atribuciones.
• El Cenace, entidad que opera la red nacional de transmisión y el sistema eléctrico del país, dejaría de ser un organismo descentralizado para reincorporarse de manera subordinada a la estructura organizacional de CFE. Esto le daría a CFE el control operativo de la red que utilizan también las empresas privadas para su transmisión y distribución.
• Con estos cambios, la energía eléctrica y capacidad generada por el sector privado únicamente podrá ser adquirida por CFE, muy probablemente a través del Cenace, mediante la celebración de contratos de cobertura financiera bilateral de largo plazo o mediante los mecanismos contractuales que determine la CFE bajo un régimen especial de contratación distintos a los establecidos en el artículo 134 constitucional, creándose un régimen de contratación pública de excepción. CFE adquiriría dicha energía eléctrica del sector privado tomando en cuenta la competencia entre los participantes privados y sus costos de producción.
• La figura de autoabastecimiento regulada por la LSPEE no sería reconocida; sin embargo, aquellas centrales eléctricas que generen energía y capacidad bajo dicho esquema de manera auténtica en cumplimiento a dicho ordenamiento legal podrán continuar generando electricidad para su venta a CFE.
• Los productores independientes de energía que hayan celebrado contratos de compraventa de energía eléctrica y capacidad con CFE al amparo de la LSPEE ya no
serían reconocidos como tales en virtud de que dicha figura regulatoria dejaría de existir; sin embargo, al igual que sucede con el esquema de autoabastecimiento, dichos generadores de energía podrían continuar generando electricidad para su venta a CFE. De la Iniciativa de reforma se colige que: (i) los contratos de compraventa de energía actualmente celebrados entre los PIE y CFE serían cancelados o terminados de manera anticipada; (ii) la energía eléctrica generada por dichos productores podrá ser vendida a CFE, bajo un régimen de competencia determinado por el costo de producción de energía en el que participaría el sector privado, según lo regule CFE; así como (iii) se eliminaría la compraventa de excedentes de energía eléctrica de dichos productores.
• La generación de energía eléctrica bajo los esquemas de autoabastecimiento y productor independiente de energía se consideraría dentro del límite máximo de 46% de participación del sector privado en la generación de energía eléctrica. Las centrales eléctricas privadas construidas a partir de la reforma energética del 2013 también se considerarían dentro del 46% de participación del sector privado en la generación de energía eléctrica. De la iniciativa de reforma se desprende que la energía eléctrica y capacidad de dichas centrales sería adquirida exclusivamente por CFE, al igual que sucedería con la energía eléctrica generada bajo los esquemas de autoabastecimiento y productor independiente de energía.
• Lo mismo sucedería con las centrales eléctricas relacionadas con las Subastas de Largo Plazo, en cuyo caso la energía eléctrica generada por dichas centrales podría ser adquirida por CFE, generando con ello que los contratos de cobertura actualmente celebrados con CFE Suministrador de Servicios Básicos y con el Cenace, en su calidad de cámara de compensación, serían terminados de manera anticipada.
• Se eliminaría la estricta separación legal de CFE a efecto de reintegrarla como un solo organismo de Estado, manteniendo las subsidiarias CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos y las filiales CFEnergía, CFE Internacional y CFE Capital, pudiendo, además, constituir cualquier otra subsidiaria o filial que se estime necesaria.
• Dado que el control en la operación del SEN estaría a su cargo, CFE sería la encargada de determinar el despacho de centrales eléctricas, definiendo paros, condiciones de operación, etc., lo cual se podría traducir en la priorización del despacho de centrales eléctricas de la propia CFE sobre cualquier proyecto de generación de energía eléctrica desarrollado por el sector privado.
• La transición energética soberana quedaría exclusivamente a cargo del Estado mexicano sin la participación del sector privado, siendo el Estado el responsable de utilizar todas las fuentes de energía disponibles (limpias o convencionales) para reducir las emisiones de gases y componentes de efecto invernadero. En este sentido, se eliminarían los certificados de energía limpia, instrumento legal existente en México para incentivar la generación y uso de energía eléctrica proveniente de fuentes limpias y renovables, en contravención con lo dispuesto en la Ley de Transición Energética, la Ley General de Cambio Climático y la Ley de la Industria Eléctrica, entre otros instrumentos normativos locales y compromisos internacionales para mitigar los efectos adversos del cambio climático.
• Las industrias requeridas para la transición energética serían consideradas como prioritarias para el desarrollo nacional, por lo que el sector público tendría a su cargo de manera exclusiva dichas industrias, entendiéndose como tales aquellas relacionadas con toda la cadena de valor y suministro en la industria eléctrica de México.
• Tomando en cuenta la limitación de la participación del sector privado en la industria eléctrica mexicana y los puntos medulares de la iniciativa de reforma en materia eléctrica antes señalados, la propuesta implicaría la inminente eliminación del MEM, suprimiendo con ello, entre otros, la compraventa de energía eléctrica y productos asociados en dicho mercado, así como la abrogación de las Bases del MEM y las Reglas del MEM. Esto, aunado a que CFE sería la única empresa que podría vender energía eléctrica a los usuarios finales, eliminando cualquier mercado de libre competencia en el sector eléctrico.
• Finalmente, la iniciativa de reforma establece que no se considerarían un monopolio a las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en materia de electricidad.
EL MONOPOLIO ELÉCTRICO
En pleno siglo XXI, es difícil imaginar a una sociedad sin energía eléctrica, pues es considerada la impulsora del crecimiento económico. El flujo eléctrico ha permitido el desarrollo tecnológico, la autonomía de los procesos productivos, la aparición de nuevos productos y una mayor esperanza de vida para la población. Sin electricidad, un país no puede producir todos los bienes y servicios que su población demanda, ni aumentar constantemente su producción. Por lo tanto, su abasto eficiente y confiable no sólo promueve la inversión productiva de los sectores social y privado, sino también contribuye a elevar la competitividad del aparato productivo nacional, permitiéndole participar más activamente en los mercados internacionales. Hoy en día, las nuevas condiciones de competitividad que permean la actividad económica mundial hacen necesario que todas las empresas (incluyendo las públicas) se vean obligadas, para perdurar y tener éxito, a incrementar su eficiencia y productividad.
Desde los inicios de la industria eléctrica se manifestó rápidamente que el factor de escala en el capital físico resultaba ser un elemento decisivo para la economía, el desarrollo y la confiabilidad del suministro de electricidad. Bajo esta concepción, resultó la conformación de organizaciones muy intensivas en capital físico, de propiedad concentrada y desarrolladas verticalmente. La integración vertical en el sector eléctrico es uno de los temas más debatidos luego de cuatro décadas de liberalizaciones y privatizaciones eléctricas alrededor del mundo. Para entender este debate conviene partir del origen del problema. La industria eléctrica se compone de cuatro etapas: generación de energía; transporte en alta tensión o transmisión; transporte en baja y media tensión o distribución; y venta de energía o comercialización. Por décadas, el paradigma predominante a nivel mundial consistió en que una sola empresa fuera dueña y operara conjuntamente las cuatro etapas en forma integrada.
Hasta hace un tiempo se pensó que existían fuertes economías de escala en cada una de las cuatro etapas y que su integración vertical permitía aprovechar sinergias significativas. Por ello, la industria eléctrica en el mundo se organizó como un monopolio natural verticalmente integrado que abastecía un bien público. Fischer, Dornbusch y Schmalensee reconocen la existencia de monopolios naturales: Hay mercados en los que la competencia no es deseable y ni siquiera viable. Si la producción tiene economías de escala, de tal manera que el costo medio a largo plazo siempre disminuye cuando aumenta ésta, es más eficiente que haya un único productor que muchas empresas en la industria1. Si esto fuese una verdad absoluta en la industria eléctrica, entonces seguramente los consumidores se estarían beneficiando de estas economías de escala; sin embargo, durante las dos últimas décadas del siglo XX, varios países han segregado funcionalmente las tres primeras etapas estableciendo mercados independientes de generación y regulando separadamente a la transmisión y la distribución, con resultados positivos innegables.
En los inicios de la industria eléctrica en México, la ausencia de un marco normativo e institucional capaz de regular la producción, transmisión y distribución de electricidad se reflejó en un suministro desigual que prácticamente excluía a las zonas rurales de los beneficios de la energía eléctrica. A principios del siglo pasado, la industria eléctrica estaba constituida por empresas particulares. Los principales inversionistas en la industria eléctrica en México fueron empresas privadas de origen extranjero que buscaban satisfacer las necesidades propias de las industrias textil y minera. La electricidad era distribuida de manera regional, por lo tanto, se constituyeron varias decenas de empresas monopólicas verticalmente integradas que atendían las necesidades de los principales centros de consumo del país2. La creciente demanda por electricidad, rápidamente superó la capacidad de las pequeñas plantas generadoras, propiciando la formación de empresas suministradoras de electricidad.
De esta forma, solo el Estado podía disponer de los montos de capital para emprender las inversiones necesarias, así como la suficiente capacidad empresarial y técnica requerida para viabilizar los emprendimientos. Los distintos sistemas se fueron complementando hasta que el gobierno federal decidió comprar las acciones de las empresas privadas y, en 1960, nacionalizó la industria eléctrica formando un monopolio vertical, el cual respondía a las realidades tecnológicas de la época, lo que constituía una forma de organización
1 Fischer, S., Dornbusch, R. y Schmalensee, R. Economía México, McGraw-Hill, 1994.
industrial más eficiente para el sector. Esta situación produjo la consolidación de dos empresas eléctricas monopólicas, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Luz y Fuerza del Centro (LyFC), cuya propiedad y administración corrían por cuenta del Estado.
Por años, el sector eléctrico en México se manejó con criterios monopolísticos y de planeamiento centralizado, con fuerte participación estatal. Este arreglo ha probado ser adecuado en las fases de desarrollo de las infraestructuras, especialmente aquellas intensivas en redes, dadas las altas magnitudes de inversión requeridas. Una vez desarrollados los sistemas de producción, transporte y distribución se presentó una faceta no deseada de este modelo: la captura de las empresas por intereses políticos. Al no existir presión de la competencia, ni tampoco el beneficio económico como impulsor de la industria eléctrica, la lógica económica imperante fue la fijación de los precios por los costos incurridos, tomando en cuenta la recuperación de éstos y agregando, en mayor o menor medida, las inversiones para la expansión del sector y factores subjetivos de tipo político para la determinación del precio final del producto. Como argumento teórico se puede agregar que, cuando la propiedad se encuentra en manos del sector público, las empresas, por lo general, no persiguen la maximización del beneficio como objetivo principal. Más aún, en este tipo de empresas los costos pueden no encontrarse disponibles o simplemente no ser confiables.
En las últimas décadas la industria eléctrica a nivel mundial ha atravesado por un cambio de época. Su origen es la búsqueda de condiciones más competitivas fundamentadas en la desaparición de la economía de escala en el proceso de generación: los avances tecnológicos en plantas carboeléctricas y de ciclo combinado acabaron con el arquetipo prevaleciente. Además, los precios del gas natural han contribuido a ello. En el caso mexicano, los aspectos económicos y el desarrollo tecnológico de la industria han estimulado la evolución de su regulación, el tipo de propiedad y la estructura de mercado. La existencia de economías de escala en este sector ha sido estudiada debido a la relevancia del costo de la generación en el costo total de la electricidad. Siempre se consideró a la generación eléctrica como monopolio natural porque no se habían dado las condiciones de competencia; la razón de ello había sido de tipo ideológico o histórico, pero no tanto económico. Desde el punto de vista económico, el proceso de generación presenta economías de escala moderadas e incluso existen economías constantes de escala.3
Las preferencias tecnológicas han influido sobre la propiedad y la estructura del mercado. Ciertas tecnologías de generación, como la hidráulica, a menudo han llevado a la propiedad estatal; los gobiernos suelen tener los derechos de propiedad y los recursos financieros de los proyectos hidroeléctricos o nucleoeléctricos de gran escala, mientras que el desarrollo de centrales de ciclo combinado elevó las preferencias hacia las plantas de menor escala. Las tecnologías de gran escala y costos fijos altos suelen requerir financiamiento público, mientras que las de baja escala dejan mayor margen para la propiedad privada.
Un monopolio no cuenta con los incentivos adecuados para modernizar su planta de generación, situación que aunada a la falta de recursos presupuestales resultó en el envejecimiento crónico de los activos de CFE y de la extinta LyFC. En los últimos años, las inversiones se han enfocado en responder al crecimiento de la demanda y no a la modernización de activos, por lo que las plantas que fijan el precio, generalmente las más antiguas, seguirán operando y los costos no disminuirán. Entre las deficiencias estructurales (organizativas y regulatorias) destaca que las tarifas no cubren costos e inducen severas distorsiones. Las tarifas aprobadas por la SHCP sólo alcanzan para cubrir los costos operativos y una parte de los costos de la inversión operativa, razón por la cual no se generan los recursos requeridos para financiar la expansión del sistema y el reemplazo de los principales elementos del sistema. De continuar este círculo vicioso, se seguirán canalizando transferencias fiscales a CFE sin lograr la reducción de costos. Ello también propicia una inadecuada señal a los usuarios, favorece el derroche, aumentan los pasivos ambientales y da origen a la necesidad de inversiones adicionales.
El nivel de precios no favorece una utilización racional de la electricidad, pero sí un uso más intensivo de los recursos naturales, incluyendo los ambientales. De mantenerse la estructura tarifaria actual existe el riesgo de no modular el crecimiento de la demanda de
2 Uno de los propósitos fundamentales que se fijó el gobierno de México al crear la Comisión Federal de Electricidad en 1933, fue extender el servicio eléctrico a las poblaciones rurales. En un principio, los esfuerzos y recursos económicos se destinaron principalmente a la construcción de plantas generadoras y a la electrificación de comunidades cercanas a éstas.
3 Molina, Alejandro. Las economías de escala en la industria eléctrica ¿Es la electricidad un monopolio natural? México, Universidad Autónoma Metropolitana, 2007.
electricidad y, con ello, incrementar los recursos requeridos para financiar la expansión tanto del sector eléctrico como del sector hidrocarburos, pues la industria eléctrica es la principal demandante de gas natural. Cabe recordar que toda tarifa eléctrica debe tender a cubrir las necesidades financieras y de ampliación del servicio público, así como favorecer el consumo racional de energía.
La solución está en modificar la normativa para establecer que las tarifas cubrirán obligadamente todos los costos, considerando invariablemente los subsidios que sean socialmente indispensables para la población que realmente lo necesite. Es necesario transparentar el proceso de fijación de las tarifas, tomando en cuenta las finanzas de CFE. Se deben explicitar el cálculo de los subsidios, la carga impositiva y los compromisos de inversión que deben ser pagados por la tarifa. La necesidad de una regulación clara en el sector eléctrico no es desde ningún punto de vista, exclusiva de los subsidios; sin embargo, la ausencia de una regulación que permita la claridad, eficiencia y equidad de los subsidios es quizás uno de los aspectos que más afecta a los usuarios en todo el territorio nacional. No sólo es necesario evaluar su conveniencia, sino determinar la eficiencia en su gasto.
Por otra parte, la demanda del sector se caracteriza por presentar una alta fluctuación y ser inelástica. La demanda de electricidad responde muy débilmente a las fluctuaciones de precios de la energía eléctrica, debido a que prácticamente no existe posibilidad de sustitución. Hoy en día la expansión y modernización del parque de generación de CFE descansa, en buena medida, en los ingresos públicos disponibles. A su vez, dichos ingresos públicos tienen una relación estrecha con la magnitud del Producto Interno Bruto (PIB), ya que la disponibilidad de recursos públicos guarda una dependencia significativa con el desempeño económico del país. Desde hace varios años, la demanda de electricidad ha registrado un crecimiento anual superior al del PIB y al de los ingresos públicos. La experiencia internacional muestra que la participación de la electricidad en el balance de la energía continuará aumentando en cada etapa de desarrollo. Con el crecimiento de la industria nacional y del ingreso de las familias mexicanas, dada la estructura demográfica de la población, se esperan incrementos muy importantes en la demanda de electricidad. Por ello, incluso bajo proyecciones moderadas de crecimiento económico para los siguientes años, la demanda de energía eléctrica aumentará cerca de 3% cada año, lo cual obligará a aumentar rápidamente la capacidad de generación, así como a modernizar y ampliar los sistemas de transmisión y distribución.
La demanda de energía eléctrica se ha incrementado. La poca dinámica de la economía mexicana y las expectativas a mediano plazo plantean que su aumento continuará. A pesar de que se llevaron a cabo cambios para permitir la apertura de participación privada y social en generación, CFE pretende regresar a un esquema de monopolio verticalmente integrado y también convertirse en la única entidad autorizada para comprar energía eléctrica «modelo de comprador único», donde sólo el Estado puede adquirir energía eléctrica que tenga por objeto la prestación del servicio público, rechazando se le categorice como un agente más dentro de las empresas dueñas de las plantas de generación de energía eléctrica. Las necesidades en materia de electricidad de una economía globalizada, como la mexicana, exigen su constante modernización y expansión para mantener la competitividad de la industria nacional. Por lo tanto, es imperioso mantener el marco normativo para que los capitales de los sectores público, social y privado puedan participar en el desarrollo de la industria, sin necesidad de contar con garantías gubernamentales.
De aprobarse la iniciativa de reforma propuesta, el gobierno estará obligado a destinar crecientes recursos a CFE, provocando fuertes presiones para las finanzas públicas. Hasta finales de 2012, la inversión estatal fue significativa; sin embargo, en la última década su monto ha bajado debido a las restricciones presupuestales del Estado. En las últimas dos décadas destaca la inversión en las tecnologías de ciclo combinado, debido a sus características y bajos costos de producción. Si bien es cierto que estos costos fueron decreciendo continuamente, también lo es que no bajaron lo suficiente para ampliar más la capacidad instalada y así remplazar las viejas plantas térmicas de combustóleo y sólo acompañaron el crecimiento de la demanda. El menor incremento de la capacidad instalada con respecto a la generación ejerce presión en la oferta y manifiesta los rezagos en la inversión.
Al no haber presión competitiva, las empresas eléctricas monopolistas no tienen incentivos para hacer innovaciones tecnológicas, reducir costos y prestar un servicio de mejor calidad. De esta manera, nuestra sociedad se verá afectada por un déficit de
oferta, precios altos y servicio deficiente, todo lo cual redunda en una pérdida general de bienestar. Financiar las inversiones de generación con recursos públicos sería poner en riesgo la modernización y expansión del sector y, por ende, el crecimiento de la economía. Además, de continuar, como se ha hecho hasta ahora, con el financiamiento fiscal para ampliar la infraestructura de generación, surgirá una presión sobre las finanzas del fisco en momentos que se enfrenta un importante rezago en la satisfacción de otras necesidades básicas (salud, seguridad, educación), así como fuertes restricciones de disponibilidad de recursos presupuestales. Al venir postergando las reformas fiscal y del sistema de pensiones, es preciso complementar los recursos gubernamentales con la participación del sector privado.
Chile fue el primer país a nivel mundial que en 1982 inició la desregulación de su mercado eléctrico. Desde entonces, casi la totalidad de los países han emigrado del paradigma de una empresa verticalmente integrada hacia un mercado competitivo de electricidad, argumentando que: (1) al desaparecer estos monopolios se evitan ganancias dañosas para la economía de un país; (2) la competencia incrementa la eficiencia del suministro de energía; y (3) el incremento en la competencia reduce el precio de la electricidad, principalmente para los grandes usuarios.
Una desregulación verdadera de la industria eléctrica no puede suceder sin la creación de mercados de energía que permitan a los vendedores y compradores de energía involucrarse libremente en actividades comerciales en un amplio rango de fuentes de energía, productos y geografías. Este comercio de energía tiene características técnicas muy peculiares y no puede compararse con el mercado de las bolsas de valores. La literatura documenta que los principales beneficios coligados a la desregulación de los mercados eléctricos son: incremento en la competencia, menores costos de operación para las empresas eléctricas, menores diferencias regionales en costos, precios más bajos, más empleos, mayor confiabilidad en el suministro eléctrico y un medio ambiente más limpio.
La introducción de la competencia en la industria eléctrica, tradicionalmente organizada como un monopolio, pretende utilizar los mecanismos de la economía de mercado para aumentar la eficiencia y reducir los costos de la industria. Crear un mercado de electricidad tiene dos propósitos: introducir la competencia en la generación, posibilitando la participación de cualquier productor potencial y permitir que los clientes puedan comprar libremente la electricidad a los posibles suministradores. Como las plantas de generación y las cargas eléctricas están interconectadas por la red de transmisión, el funcionamiento del mercado de electricidad implica el acceso a la red de transmisión. Esto conduce a la desintegración en sentido horizontal de las tres funciones fundamentales de los sistemas eléctricos: generación, transmisión y distribución, que históricamente habían seguido un patrón a integrarse verticalmente en una región determinada debido a las características técnicas de los sistemas eléctricos de corriente alterna y por la necesidad de optimizar su funcionamiento global para mejorar la calidad del servicio.
ENTE REGULADOR
La desaparición de los órganos reguladores incorporada en la iniciativa de reforma pareciera estar basada en el desconocimiento de sus funciones e importancia. Los países de América Latina han atravesado por un proceso de liberalización de sus empresas públicas. Con pocas excepciones, servicios tales como las telecomunicaciones, la distribución de electricidad, el transporte aéreo y hasta la distribución de agua potable han sido transferidos, para su administración y prestación, a empresas privadas. Este proceso no se limita a dicha transferencia, sino que ha sido necesario erigir una nueva normativa —conocida como marco regulatorio— por medio del cual el Estado, amparado en las potestades que por la constitución y las leyes tiene, modula y arbitra a los agentes económicos (empresas que prestan los servicios y usuarios), con la finalidad de garantizar una prestación eficiente del servicio, la protección de los intereses de los usuarios y el aumento de la competencia en los mercados.
Para cumplir con los fines de la regulación, ha sido necesario crear entes reguladores públicos, cuya característica común es su independencia institucional y su actuación objetiva. La regulación se da con más fuerza en la etapa de la post-liberalización de empresas del Estado, en un contexto en que los poderes públicos deben otorgar un adecuado marco de garantías a la inversión privada. Las funciones del regulador son eminentemente técnicas: fijar precios y tarifas de los servicios, estudiar la información
que le sea provista por las empresas prestadoras de los servicios (estados financieros, estudios de mercado, estudios de costos y otros), que a su vez sirven de base y fundamento para la toma de decisiones. Es una labor que debe ser desarrollada por personal profesional altamente calificado.
La independencia funcional de los entes reguladores debe ser entendida en su justa dimensión, puesto que la designación de autoridades regulatorias está a cargo del poder ejecutivo. Las legislaciones latinoamericanas establecen que la designación debe recaer en personas profesionales y con antecedentes de dominio técnico del área o sector regulado. El órgano regulador debe tener, además, plena autonomía de organización administrativa interna, debiendo seleccionar mediante concursos a su personal calificado, garantizándose así la idoneidad técnica, evitando la interferencia de los órganos del poder político en la designación de funcionarios. La autonomía financiera es otra cualidad del órgano regulador: se le debe permitir determinar su presupuesto de gastos, ya que sus ingresos son obtenidos del cobro de las tasas que deben pagar las empresas prestadoras de servicios, de las multas por infracciones y otros. Las entidades reguladoras de servicios públicos tienen entre sus principales funciones: promover y facilitar la competencia; proteger los intereses de los consumidores y usuarios respecto al precio y la calidad de los servicios; garantizar que existan servicios que satisfagan necesidades razonables en materia de servicios de emergencias, información al público, reclamaciones; asegurarse de que el prestador de servicios públicos esté en condiciones financieras de prestarlos; promover la investigación, desarrollo y uso de nuevas tecnologías; fomentar el libre acceso y uso generalizado de los servicios, instalaciones y conexiones, sancionando conductas discriminatorias; alentar a la inversión privada para ampliar la competitividad; fiscalizar el cumplimiento de obligaciones asumidas por los concesionarios en los esquemas concesionales; sancionar las infracciones cometidas por los prestadores de servicios; y resolver conflictos o controversias entre dos o más operadores de servicios públicos y entre empresas y usuarios.
Los reguladores fijan la política de tarifas con base en los principios de equidad, cuidando que, al aplicarlas por parte de los prestadores de servicios públicos, posibilite una razonable tasa de rentabilidad a las empresas al tiempo de guardar relación con el grado de eficiencia y eficacia operativa de la empresa1. Los reguladores pueden consultar precios similares promedio a las actividades de riesgo similares comparándolas nacional e internacionalmente, evitando la formación de precios ocultos que se aparten de costos razonables. Para ello es importantísimo que el ente regulador posea información confiable. Otra de las facultades de los entes reguladores es el control de la calidad de los servicios que se prestan al público. Coligado a la calidad del servicio prestado a los usuarios, también debe existir un adecuado sistema de facturación, agilidad en nuevas conexiones y una pronta asistencia técnica en caso de interrupciones del servicio. Los entes reguladores también poseen facultades para establecer prohibiciones a la adquisición de capital accionario de empresas pertenecientes al mismo sector económico, lo que se denomina restricción a la integración vertical2. Asimismo, suele restringirse la integración horizontal, prohibiéndose fusiones o adquisiciones que tiendan al monopolio o a una posición dominante en el mercado. Se requiere entonces una autorización previa del ente regulador para que puedan darse ese tipo de integraciones corporativas. El regulador analizará si tal fusión atenta contra normas antimonopólicas.
El primer intento del Estado mexicano por ejercer un control sobre la industria eléctrica, reconociendo la importancia y trascendencia de ésta en el desarrollo económico y social de la comunidad fue la Comisión para el Fomento y Control de la Industria de Generación
de Fuerza —después llamada Comisión Nacional de Fuerza Motriz—, creada en 1923 por el presidente Obregón3. La primera pieza legislativa en esta materia fue el Código Nacional Eléctrico publicado el 11 de mayo de 1926 y la reforma a la fracción X del artículo 73 de la Constitución que otorgó al legislativo la facultad para legislar sobre energía eléctrica4 El Código Nacional Eléctrico declaró a la industria eléctrica de utilidad pública y en sus disposiciones reglamentarias se le confirieron atribuciones a la Secretaría de Industria, Comercio y Trabajo para regular las tarifas eléctricas y establecer la obligatoriedad para las empresas de celebrar contratos de suministro con sus consumidores. En este contexto se crea, el 14 de agosto de 1937, la Comisión Federal de Electricidad, organismo con atribuciones para ejecutar obras eléctricas, adquirir instalaciones, valores y acciones de la industria eléctrica; se le dotó de una estructura y naturaleza jurídica flexibles que le permitieran absorber todas las actividades relacionadas con la industria eléctrica de servicio público. Conforme fue creciendo la presencia y la influencia de CFE en nuestro país, muchas de las tareas regulatorias —salvo la fijación de tarifas—, fueron recayendo en ella e incluso CFE fue imponiendo su reglamentación al segundo monopolio estatal, ante la tímida mirada de diversas secretarías de estado.
Por decreto del ejecutivo federal del 4 de octubre de 1993, se creó la Comisión Reguladora de Energía (CRE) para lograr un eficiente despacho de los asuntos competencia de la Secretaría de Energía, Minas e Industria Paraestatal en materia de regulación de energía. Entre sus atribuciones principales resaltan: (a) estudiar y proponer normas, reglas y procedimientos que rijan las actividades del sector; (b) opinar sobre los permisos a particulares; (c) evaluar los niveles de eficiencia operativa de las centrales eléctricas, públicas y privadas; y (d) inventariar los recursos nacionales en materia de energía eléctrica, así como estudiar su óptimo aprovechamiento. Desde su creación, la CRE ha buscado el balance entre el fomento a la inversión para el desarrollo de infraestructura, un servicio de calidad y la existencia de tarifas atractivas para los usuarios. Sus primeros pasos iniciaron con la regulación del transporte, distribución y almacenamiento de gas natural como resultado de la reforma de 1995 y el otorgamiento de permisos de generación eléctrica para los generadores autorizados a partir de la reforma de 1992. Las atribuciones actuales de CRE se han extendido hasta abarcar toda la logística y comercialización de hidrocarburos, así como la cadena de valor completa en materia eléctrica. Sus decisiones impactan el grado y la velocidad de apertura del mercado eléctrico y de petrolíferos, y permitirán la consolidación del gas natural como energético de transición.
Al pretender que SENER absorba las funciones de CRE, el actual gobierno atenta contra la independencia y objetividad del regulador: la burocracia federal vigilaría el desempeño del monopolio estatal, dejando en estado de indefensión a los agentes privados y consumidores derivado de posibles prácticas restrictivas, mala calidad del servicio, cobros equívocos (“recibos locos”), atención de quejas, propiciando una reducción de las inversiones en el sector, baja competitividad de CFE y escasa protección al consumidor. En más de 80 años de existencia, el Estado mexicano jamás le ha conferido a CFE la facultad de establecer las tarifas eléctricas, tal como lo propone la iniciativa de reforma.
Así, si CFE no puede lograr el control de sus costos de producción —potentemente vinculados a la fluctuación de los precios de los combustibles utilizados en su parque actual de generación fijados a nivel internacional—, la propuesta de reforma concede a CFE el control de los precios para lograr estabilizar sus resultados, desalentando cualquier incentivo para gestionarla eficientemente. CFE podría fijar las tarifas para todos los clientes finales, diferenciando, a su sola discreción, tarifas para industriales incómodos, tarifas especiales para regiones gobernadas por adversarios políticos, tarifas diferentes
1 Entre las fórmulas o criterios que se usan para el control y fijación de precios se han distinguido dos modos de regulación económica. Uno de ellos es el control sobre el rendimiento, de acuerdo con el cual el ente regulador fija los precios con el fin de asegurar que las utilidades de las empresas no sean indebidamente altas. A este método se le denomina también maximización de la tasa de retorno (return rate), conocido también como el monto de beneficios obtenidos por la empresa sobre y bajo los costos operativos expresados en un porcentaje de la tasa tomada como base. La otra modalidad es la fijación de un precio máximo (price-cap), es decir, se determina un techo o precio tope a productos o servicios de cierto sector y dentro de ese tope se habilita a las empresas a fijar los precios. El regulador establece el límite y las empresas tienen la libertad de cobrar precios por debajo del mismo. En función del índice de precios al consumidor se ajustan las tarifas tope. Conforme a la legislación actual, las tarifas al público de CFE son fijadas por la SHCP a través de un proceso que contempla la participación de otras dependencias y entes públicos. En la práctica el proceso resulta altamente politizado y poco claro. Es notable, sin embargo, que los tipos clásicos de regulación tarifaria —esto es, regulación de tasa de retorno o regulación de precios tope— no les son aplicados a CFE. Por ello, la regulación aplicada no introduce incentivos formales para la reducción de costos y utilidades de la empresa.
2 Por ejemplo, en la industria eléctrica es normal establecer separación estructural entre los procesos de generación eléctrica, transporte y distribución, no pudiendo una empresa generadora tener participaciones en una distribuidora, y viceversa.
3 Este organismo puso en prácticas acciones para restringir las ganancias excesivas y las actividades monopólicas de las compañías eléctricas cuidando no provocar una baja en las inversiones futuras en la industria; realizó esfuerzos para dirimir las controversias entre las empresas y los consumidores, y propuso reformas a la legislación sobre aguas a fin de evitar el otorgamiento de títulos de concesión excesivamente generosos.
4 Al otorgarse facultades al Congreso de la Unión para legislar en toda la República sobre energía eléctrica, a partir del 18 de enero de 1934, se consolidó el proceso de federalización de la industria de generación de energía eléctrica
para clientes domésticos o comerciales según su nivel de ingreso o tipo de colonia sin importar su consumo, ubicación o patrones de uso, todo ello sin la necesidad de responder a algún contrapeso institucional neutral. En sus términos actuales, la iniciativa de reforma permitiría que CFE tome el control de la economía mexicana, convertiría a esta empresa eléctrica en juez y parte entre los distintos agentes, facultándola a decidir quién podría generar electricidad o qué tecnologías y capacidades serían permitidas para las nuevas centrales por construir, cancelando la libertad que hoy tienen los consumidores de optar sobre uno u otro suministrador.
OPERADOR DEL SISTEMA Y MERCADO
La iniciativa de reforma contempla la reintegración del Cenace a la estructura de CFE, lo cual ha sido interpretado como la cooptación del árbitro. Hoy, el Cenace desempeña dos funciones básicas: como operador del sistema y como administrador del MEM. El fundamento en el cual se basa la actividad competitiva de los mercados eléctricos modernos es la existencia de un mercado mayorista organizado de energía eléctrica. Una de las condicionantes para la existencia de un mercado mayorista de electricidad es la coordinación entre los diversos participantes requeridos para realizar el suministro de energía: generadores, empresas de transmisión, de distribución y consumidores. Los mercados requieren ejecutar diversas actividades de naturaleza técnica y económica muy distintas, pero necesarias para suministrar la energía requerida por los consumidores del sistema. Las principales funciones del mercado mayorista son:
• Funciones del Operador del Sistema (OS). Son aquellas relacionadas con la operación y control del sistema eléctrico. Tienen por objetivo garantizar el correcto funcionamiento del sistema, bajo condiciones seguras y confiables, balanceando cada instante la demanda y la oferta a través del despacho en tiempo real.
• Funciones del Operador del Mercado (OM). Divididas en dos grandes grupos, la operación económica, que consiste en las funciones relacionadas con el comercio de electricidad, planificación y selección de las transacciones de energía en diferentes horizontes de tiempo, procurando la optimización de los recursos de generación y transmisión y, la operación comercial, que se enfoca en la administración del mercado.
Las estructuras implementadas en cada país nacen de la forma de concebir el sector. Obviando el tipo de estructura elegido, es posible distinguir dos modelos de coordinación del mercado que corresponden a dos formas de entender el mercado de la electricidad: el modelo bilateral basado en la idea de que la eficiencia económica en el mercado (señal de precio eficiente) se logra a través de transacciones bilaterales directas entre los participantes, mientras que el modelo Pool defiende la idea de que debe existir un organismo (pool) el cual debe conducir al mercado a lograr la eficiencia económica.
sistema: balance oferta-demanda en tiempo real, provisión de servicios complementarios y operación del sistema de transmisión, a un “operador independiente del sistema” (Independent System Operator)6. Por último, la operación comercial se realiza como resultado de la operación física y de la operación económica. De manera general, existen dos opciones básicas para la operación del sistema, que son: el Operador Independiente del Sistema y el Operador Independiente del Sistema de Transmisión (ISO e ITSO, respectivamente, por sus siglas en inglés).
El ISO tiene la responsabilidad de controlar el acceso y el uso de la red de transmisión a los generadores y los comercializadores. La red de transmisión puede ser de propiedad de los generadores o comercializadores, pero el control en tiempo real de la operación es responsabilidad del ISO. Esto es, la propiedad de los activos de transmisión no limita la libre competencia en el mercado ni facilita conductas anticompetitivas de generadores, transportistas o distribuidores integrados. Todos los operadores de sistema, por definición, realizan el control de la operación física del sistema del cual son responsables7. El modelo de operación ITSO existe cuando una entidad (literalmente una sola, o al menos una claramente dominante; con o sin ánimo de lucro) opera la red de transmisión de acuerdo con estándares de seguridad predefinidos y, a la vez, es propietaria de todos o gran parte de los activos que componen la red de transmisión. Estamos en presencia de un ITSO cuando una entidad realiza las siguientes funciones: efectúa la operación técnica de un sistema eléctrico bajo ciertos estándares de seguridad; es propietaria de todos o gran parte de los activos que componen la red; planifica y ejecuta su mantenimiento, y prevé y desarrolla la expansión de la red de transporte. Las redes eléctricas son el soporte físico del mercado, ya que ponen en contacto la oferta y demanda, siendo fundamentales para la seguridad y la calidad del suministro. Las redes facilitan el restablecimiento del servicio, la gestión de excedentes regionales y facilitan la elección de emplazamientos. En el sector eléctrico, la solución competitiva se realiza separando las actividades de transporte y distribución (que constituyen un monopolio natural y deben ser reguladas de la forma más eficiente) de la generación y la comercialización que, con derecho de acceso a las redes, comúnmente se abren a la competencia. Dicho de otra forma, la segregación de las redes o su operación del resto de las actividades es condición necesaria, pero no suficiente, para el desarrollo de un mercado competitivo. En el caso ITSO, tanto la operación del sistema como los activos de red y su mantenimiento están radicalmente segregados de los agentes que compiten en generación y comercialización. En el caso del ISO esta segregación se refiere sólo a la operación del sistema.
Aunque la iniciativa de reforma no es suficientemente explícita sobre este tema, todo indica que el retorno planteado del Cenace a CFE, desde el punto de vista operativo, sería bajo el modelo ITSO adoptado por gran parte de los países europeos y, desde el punto de vista del mercado, se asumiría un pseudomodelo de contratos bilaterales físicos que, si bien se aparta de la teoría de costos marginales que hoy prevalece en el MEM, se torna anómalo porque el administrador de este inusual mercado también sería el agente preponderante (se reserva para sí al menos el 54% de participación y se apropia del orden de prelación en el despacho). El resto de los agentes, las centrales privadas, competirían bajo reglas aún no explicitadas por el monopsonio propuesto.
En el Modelo Pool se confía a un único organismo, el Pool, las funciones de operador del sistema y operador del mercado mayorista, es decir, el Pool es el organismo encargado de realizar la operación económica, comercial y coordinar la operación física del sistema eléctrico5. En el Modelo de Contratos Bilaterales Físicos se entrega la operación física del 5 En el modelo Pool clásico, generadores y consumidores no establecen relaciones comerciales directas entre ellos. Las compras y ventas de energía son determinadas y valorizadas por el OM, basándose en una optimización de los costos totales del sistema. Para ello, dependiendo del esquema elegido, generadores y consumidores emiten ofertas o curvas de costos al OM. El plan de operación resultante es transferido al OS, quien verifica la factibilidad técnica del mismo. De esta forma, el OS realiza las correcciones necesarias al plan de operación y determina los servicios auxiliares requeridos. Para las distintas etapas del procedimiento anteriormente descrito, se definen fechas y horarios que deben ser respetados por todos los participantes del Pool. En este modelo, la operación física de las unidades de generación está subordinada al despacho realizado por el Pool al determinar los precios spot. Los generadores son despachados siempre y cuando el precio ofertado por cada uno de ellos sea inferior al precio spot. Los contratos bilaterales ente empresas de generación y clientes son contratos financieros, ya que la energía requerida por el cliente será suministrada por las empresas que fueron despachadas por el Pool. En caso de que la energía del generador propietario del contrato no entrase en servicio, ésta deberá recompensar a las empresas que proveyeron a su cliente, pagando la energía al precio spot.
6 La operación económica es dejada a los propios agentes del sistema. Existe una bolsa de energía (Power Exchange o PX) la cual opera como corporación sin fines de lucro y posee la responsabilidad de proveer una instancia, con acceso abierto y no discriminatorio, donde los generadores y consumidores, en forma anónima, compran y venden energía a entregar en un futuro inmediato. Las transacciones en el PX se realizan mediante un mecanismo de ofertas, tanto de compra como de venta, las cuales ofrecen un precio de acuerdo con el nivel de energía. Una vez recibidas las ofertas, el PX construye las curvas de oferta y demanda para cada hora del día para realizar el plan diario, obteniéndose de esta manera: las empresas de generación que entran en servicio, la cantidad de energía a generar por cada una de ellas y el precio spot del sistema. Con esta información se elabora un programa de despacho el cual es enviado al ISO para que realice la verificación de la factibilidad de éste, considerando las eventuales restricciones de transmisión. Una característica fundamental de este modelo es que los acuerdos entre agentes sirven de base al despacho de las unidades generadoras, esto es, se despacha la unidad contratada, no la de menor costo marginal como en el pool. Mediante el contrato de abastecimiento de energía, el generador asegura la inyección en el sistema de la potencia especificada en un plan de operación. Por su parte, las cargas administradas por el consumidor que integra el contrato deben orientar sus consumos a la potencia especificada en el plan de operación. Bajo este tipo de esquemas de organización, tanto compradores como vendedores de energía deben buscar en el mercado para descubrir precios por medio de publicidad, servicios de información proporcionados por entidades dependientes de los organismos reguladores y comparación de ofertas. En este sentido, una comparación con el modelo pool indica que este último permite ahorros importantes, porque evita la búsqueda de la oferta más conveniente.
7 En estricto rigor, el modelo ISO tiene dos acepciones: ISA (Independent Sheduling Administrator) que coordina las acciones de sistemas de transporte que siguen siendo operados por sus dueños e ISO que realiza la operación de forma independiente de los dueños de las redes. Las funciones principales funciones del ISO son: administración y diseño tarifario, gestión de la congestión, optimización de flujos, manejo y administración de los servicios conexos, determinación de la capacidad total de transmisión (TTC) y de la capacidad de transmisión disponible (ATC), monitoreo del mercado, planificación y expansión de las redes, coordinación interregional.
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En repetidas ocasiones se expresa que CRE autorizó, en forma desmedida, permisos para generación privada por más de 60 mil MW, situación que pone en riesgo la seguridad del SEN y, por ende, la continuidad del servicio a todos los mexicanos1. Si bien es cierto que muchos de estos permisos fueron otorgados al amparo de la LSPEE y CRE aceptó diversas modificaciones y concedió discutibles prórrogas para ampliar su vigencia, también lo es que nada de esto es una condición riesgosa para la red de transmisión, aún tomando en cuenta que la demanda máxima estimada para el 2024 sea 56 mil MW. Dado que no se tiene conocimiento de alguna denuncia administrativa o penal sobre este tema, se entiende que todos los permisos, modificaciones y prórrogas fueron emitidos a aquellos proyectos que cumplieron los requisitos estipulados en el marco regulador. Para que cada uno de estos permisos se concrete en una nueva central (además del financiamiento, ingeniería, equipos y construcción necesarios), debe contar con un permiso de interconexión, el cual es formalizado con CFE después que el Cenace ha desarrollado tres estudios (indicativo, de impacto al sistema y de instalaciones) que determinan: (a) las obras elementales para interconectar la central propuesta a la RNT de manera que se logre una operación segura y confiable del sistema, (b) las obras de refuerzo a la RNT —si fuesen indefectibles—, (c) las características técnicas y normas aplicables a los equipos involucrados, y (d) el vector de la inversión que éstas representan. Estos estudios son realizados conjuntamente por CFE Transmisión y Cenace con base en las condiciones existentes de las instalaciones de la RNT implicadas y los estudios electrotécnicos que determinan flujos de potencia, niveles de corto circuito, así como escenarios de despacho y análisis de contingencias en el corto, mediano y largo plazos, con y sin el proyecto. Una vez que estas gestiones han concluido y el proyecto ha sido edificado, sus componentes son probados (de manera aislada) por el constructor del proyecto. Previo a la energización de la nueva central de generación, los elementos sumados a la RNT deben ser probados completamente (ahora como un conjunto) por CFE Transmisión. Todos los protocolos de prueba han sido elaborados por CFE con base en las mejores prácticas de la ingeniería, han sido extensamente aplicados en todas las instalaciones de la RNT y se han venido ajustando en la medida que se incorporan nuevas tecnologías. Si todas las pruebas practicadas son satisfactorias, la central de generación está en condiciones de ser interconectada a la RNT.
La central será despachada por el Cenace sí y solo sí las condiciones del sistema permiten una operación estable de la red. Esto es, la viabilidad de la interconexión es emitida por el Cenace, la planificación de la expansión es realizada simultáneamente por CFE Transmisión y Cenace, y el despacho de la central es responsabilidad exclusiva del Cenace. Luego entonces, es ridículo simplificar que la red de transmisión se asemeja a un tendedero que caerá al suelo porque se han colgado más kilos de ropa de los que puede soportar. Cenace solo podrá despachar aquellas centrales de generación disponibles que equilibren la potencia demandada por las cargas, procurando cumplir en cada instante los objetivos de seguridad, continuidad, calidad y economía del SEN. Aún sin ser expertos en el tema, nuestros funcionarios no pueden tergiversar la realidad afirmando que Cenace despachará 60 mil MW de centrales variables privadas y mantendrá en operación las centrales de CFE (43 mil MW más) cuando la demanda máxima esperada sea 56 mil MW. En el caso extremo de materializarse en proyectos todas las centrales con permiso, se estaría ante el hipotético y poco probable escenario de una gran sobreoferta de electricidad que tendría como consecuencia directa una disminución en el precio de la electricidad que beneficiaría, en primera instancia, a todos los consumidores.
DESPACHO ELÉCTRICO
El sistema eléctrico de potencia, como cualquier otro sistema, siempre tratará de obtener rendimiento económico sobre la inversión realizada. La gestión económica de un sistema eléctrico de potencia involucra aspectos empresariales, operacionales, financieros, tarifarios, sociales, medioambientales y, sobre todo, el marco legal regulatorio que condiciona la actuación de todos los agentes. Entonces, la planificación y la operación del sistema eléctrico constituyen una tarea que requiere una serie de toma de decisiones que comienza a largo plazo y que se concreta en el corto plazo. Esta toma de decisiones se basa en modelos de cálculo de alta complejidad.
En cuanto a las decisiones de operación, deben tomarse buscando siempre la
eficiencia económica de forma que el costo del servicio al consumidor sea el mínimo posible, manteniendo su calidad. Por otro lado, la eficiencia económica está relacionada con la viabilidad técnica o física en la distribución, ya que no solo es necesario minimizar el costo de operación, sino que además debe asegurarse la calidad del suministro en el punto de consumo.
En términos generales, el despacho económico de cargas de un sistema de potencia persigue como objetivo minimizar el coste de producción de cada unidad de energía producida y distribuida, lo que redunda también en el precio final que paga el usuario por dicho suministro. El despacho económico es utilizado por las empresas eléctricas con múltiples plantas generadoras cuando, tras ofertar en el mercado un bloque de potencia, requieren programar la producción asignando a cada central la cuota de generación que permita el despacho de esta energía minimizando el costo de producción. Los costos de generación de la energía eléctrica se conforman de dos partidas principales: los costos fijos o de inversión y los costos de operación. El despacho de carga busca optimizar éstos últimos.
Algunos expertos del Instituto Mexicano para la Competitividad afirman que: “El despacho eléctrico es el mecanismo que decide el orden en el que cada central eléctrica inyecta su energía a la red en un periodo determinado, donde la planta más eficiente es la primera en inyectar la energía a la red. El criterio de despacho es un componente clave en la operación de cualquier mercado eléctrico, ya que a partir de éste se construyen señales de precio (…) las centrales se despachan de acuerdo con sus costos de generación, a partir del principio de eficiencia económica. La última planta que genera para lograr satisfacer la demanda (la planta marginal, es decir aquella que reporta los costos más altos) es la que determina el precio que se le paga a todos los demás generadores. Esto se conoce como la planta que margina el mercado. Esta lógica promueve la eficiencia de las centrales eléctricas que compiten entre sí por tener los costos más bajos y así maximizar su beneficio”. La maestra Rosanety Barrios, así lo explica: “(…) Es verdad que las primeras plantas en entrar al despacho eléctrico son las renovables. Esto ocurre porque sus costos son mucho menores a otras plantas. Cada energía tiene un costo de generación, pero el precio al que se paga la energía cada día de despacho es distinto. Ese precio es el costo de la energía más cara, o el precio marginal. Para entenderlo, pensemos que la demanda eléctrica de una región es una canasta de fruta y debe llenarse todos los días. Ese día llegan al mercado vendedores de distintas frutas con diferentes precios. Empezamos por comprar la más barata, pero la canasta no se ha llenado; seguimos comprando una más cara, que también se acaba, hasta que tenemos que comprar la fruta más cara de todas para atender toda la demanda. El precio que pagamos a todos no es el precio promedio de la fruta; es el precio más caro de todos. Esto lo hacemos porque si pagamos un promedio, entonces el vendedor de la fruta más cara (…), perdería dinero. Lo que tenemos que hacer para bajar el precio de nuestra canasta es conseguir que lleguen más vendedores de fruta barata para llenarla a un menor precio”.
Desafortunadamente, ambas definiciones privilegian un enfoque económicoregulatorio, menospreciando que existe otro plano igual o más importante: el plano de la física inherente a todo sistema eléctrico de potencia (SEP). La finalidad del despacho económico es programar diariamente la utilización de los recursos de generación para atender la demanda con criterios de economía, calidad, seguridad y confiabilidad, lo cual se realiza con base en las ofertas de precio y declaraciones de disponibilidad de potencia de los generadores y la disponibilidad de la infraestructura de transporte de electricidad.
El despacho económico incluye las políticas óptimas de operación de los embalses y las generaciones de las plantas de generación interconectadas al SEP, cuya función objetivo es minimizar el valor esperado, llevado a valor presente, de los costos de generación, incluyendo el costo de racionamiento; para lo cual se debe tomar en cuenta: (1) Las características operativas de las plantas hidroeléctricas (límites de turbinamiento; para los embalses, se deberán considerar los límites de almacenamiento, los volúmenes de seguridad, los vertimientos, la evaporación, la filtración y las restricciones aguas abajo), así como aspectos de incertidumbre hidrológica, incorporando un modelo estocástico de caudales que represente las características hidrológicas del sistema (estacionalidad, dependencia temporal y espacial de los caudales), secuencias históricas de caudales, o secuencias hidrológicas específicas para condiciones particulares; (2) Las
Al término de 2024, se tiene programado que se encuentren en operación 241 centrales de generación eólica y solar con una capacidad cercana a 34,000 MW. Además, existen permisos de generación por otros 30,000 MW de energías no convencionales, que se encuentran en las fases incipientes de proyecto, los cuales carecen de sus respectivos contratos de interconexión.
características operativas de las plantas de generación (capacidad máxima y mínima, restricciones de generación por unidad, costos variables de producción, programas de mantenimiento, consumo de combustible, combustible utilizado, consumo de auxiliares, etc.); (3) disponibilidad de energía en fuentes variables, eólicas y solares, con base en los pronósticos meteorológicos prevalecientes por región y microclima; (4) Representación del sistema de transmisión, que tenga en cuenta topología, límites de flujo de potencia en las líneas, pérdidas, restricciones de seguridad, límites de exportación e importación por área eléctrica; (5) Representación de la demanda del sistema en diferentes horizontes (horarias, semanales o mensuales), conforme a los requerimientos de la planificación operativa energética.
En la operación de los SEP se combinan dos aspectos igual de importantes y estrechamente relacionados: la seguridad y la economía. La seguridad en un SEP se puede definir como la capacidad del sistema para suministrar la demanda ante la presencia de alguna(s) contingencia(s). Para operar el sistema de manera segura se deben tener márgenes operativos adecuados, los cuales se determinan por medio de un análisis de contingencias. El otro aspecto importante en la operación de un SEP es el económico, el cual está relacionado con los costos de producción. Así, el objetivo principal en la operación de un sistema de potencia es suministrar la demanda a un costo mínimo, cumpliendo con requisitos ciertos de calidad y seguridad operativa. En mercados de energía, los factores físicos —la red de transmisión y su operación— y los factores económicos —la estructura del mercado y sus reglas— son elementos determinantes en su funcionamiento.
En un SEP siempre se definen límites operativos para mantener la seguridad del sistema y el comportamiento individual de los generadores, red de transmisión y subestaciones de transformación. En especial, es importante tener control sobre los flujos de potencia y las magnitudes de voltajes en todo el sistema. En la operación de mercados eléctricos competitivos, todas las operaciones que se realicen van a tener un valor económico; es decir, la generación, las pérdidas, el transporte de energía, así como el mantenimiento de los elementos del sistema tienen un costo. Dicho lo anterior, es necesario que el sistema opere en un punto óptimo, sin que ningún participante salga perjudicado. Así, el aspecto económico, la seguridad y las transacciones de energía establecen los aspectos relevantes de la operación del sistema eléctrico. En un ambiente desregulado es necesario tener un control más eficiente y preciso del flujo de potencia en los diferentes circuitos de la red de transmisión, tanto desde el punto de vista de la seguridad operativa, como por las transacciones económicas que se establezcan en la operación del sistema. Para lograr un control más eficiente del flujo de potencia en enlaces entre áreas o en circuitos específicos, se debe priorizar la utilización de sistemas de transmisión flexibles en corriente alterna (FACTS), cambiadores de derivaciones en los transformadores y transformadores defasadores2
¿SON LEGALES LAS FIGURAS PIE Y AUTOABASTECIMIENTO?
Diversos actores políticos manifestaron que, con las importaciones y compras de energía a terceros (productores independientes de energía o a cualquier otro generador privado) que CFE realizó y utilizó para el servicio público, se violó sistemáticamente el artículo 27 constitucional, vigente desde 1961 hasta 2013. La oposición a la participación privada en el sector eléctrico mexicano fue —desde un inicio— significativa, y desde los primeros años encontró vías de expresión jurídica3. En 2001, un grupo de senadores presentó una demanda de controversia constitucional impugnando una nueva disposición reglamentaria a través de la cual se pretendía relajar la regulación aplicable a las ventas de energía eléctrica a CFE por parte de los permisionarios de cogeneración y autoabastecimiento. En la sentencia de la Controversia Constitucional 22/2001, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió declarar inconstitucional la reforma al reglamento de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica.
Adicionalmente, cuatro ministros —una minoría de los once miembros de la corte—, respaldaron la siguiente afirmación4:
A mayor abundamiento, debe establecerse que no pasa inadvertido para este tribunal constitucional, por una parte, que no solo la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica y otras leyes relacionadas, pudieran contener disposiciones contrarias a la Constitución, pero ello es ajeno a la presente controversia y, de ser así, el propio Congreso de la Unión, que es la parte accionante en ella, estará en aptitud de realizar las reformas pertinentes...
En su momento, esta afirmación fue ampliamente difundida en los medios de comunicación e interpretada como “la opinión de la suprema corte” sobre la inconstitucionalidad de la participación privada en el sector eléctrico, lo cual no era correcto. En el texto de la sentencia se puede constatar que no hubo una mayoría calificada de la corte que respaldara este pronunciamiento y lo dotara de la fuerza indispensable para invalidar los ordenamientos legales aludidos. Más aún, ese pronunciamiento ni siquiera obtuvo el respaldo de una mayoría simple de los ministros presentes cuando se resolvió la controversia, pero es el génesis de la iniciativa de reforma recientemente presentada. La constitucionalidad de las disposiciones legales que desde 1992 permitían la participación privada en el sector eléctrico mexicano fue objeto de impugnación en otras dos controversias constitucionales5. En ambos casos se trató de disputas jurídicas que enfrentaron a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, por una parte; contra el poder Ejecutivo federal representado por la Secretaría de Energía, por la otra. Las dos disputas tuvieron su origen en una denuncia interpuesta ante la ASF por el exsenador Manuel Bartlett Díaz (hoy director general de CFE) y el exdiputado federal y entonces exministro de la SCJN Salvador Rocha Díaz, y dieron lugar a que la ASF observara y cuestionara la constitucionalidad y la legalidad de los permisos de generación eléctrica otorgados a particulares por la CRE, entonces perteneciente a Sener.
El argumento de la denuncia Bartlett-Rocha fue que el suministro de energía eléctrica por parte de los permisionarios de cogeneración y las sociedades de autoabastecimiento constituía un “fraude a la ley”, lo cual volvía a la LSPEE ilegal e inconstitucional. Adicionalmente, y aunque no fue la ratio decidendi (razón para decidir) de sus sentencias, la suprema corte hizo un obiter dictum (pronunciamiento de paso) en el que apoyó tácitamente la constitucionalidad de la participación privada en el sector eléctrico. En la sentencia a la controversia constitucional 61/2004, la SCJN reconoce que en los permisos de cogeneración y autoabastecimiento no se involucra la prestación de un servicio público y sí una explotación permitida a particulares. Además de legitimar la constitucionalidad de los permisos de generación eléctrica, esta sentencia fue resuelta a favor del Gobierno federal por una mayoría de seis votos de los once ministros presentes. El nivel de apoyo de la corte a la posición gubernamental fue mayor en la resolución de la Controversia Constitucional 74/2005, lográndose una mayoría de ocho votos de los diez ministros presentes.
Por otra parte, la concepción del modelo de industria eléctrica recién propuesto proviene de otras circunstancias irrefutables: (1) Los PIE contratados por CFE, bajo procesos competitivos regidos por los principios estipulados en el artículo 134 de la Constitución, frecuentemente son despachados parcialmente; sin embargo, CFE está obligada contractualmente al pago íntegro de los correspondientes cargos fijos una vez que el permisionario acredita la disponibilidad de sus máquinas, con lo cual los flujos derivados de su operación podrían llegar a ser insuficientes para el pago de las obligaciones contraídas, originando un eventual incumplimiento a lo establecido en la Ley Federal de Deuda Pública y en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria; (2) Dado que en los contratos celebrados entre los PIE y CFE no se estipuló la transferencia obligada de la propiedad de los activos a CFE una vez concluido el plazo de la prestación del servicio, las sociedades propietarias de los PIE podrán ofrecer, al término de cada uno de los contratos, diversos productos al MEM (energía, potencia,
2 Los FACTS y sus controles asociados son dispositivos electrónicos que permiten modificar las variables del voltaje y corriente y/o los parámetros de la red para lograr un control directo del flujo de potencia y con ello incrementar la capacidad de las líneas de transmisión y al mismo tiempo cumplir con los criterios de seguridad y de operación preestablecidos. Los transformadores defasadores permiten también controlar el flujo de potencia mediante una conexión especial en el transformador a través de la cual se obtiene una componente de voltaje que produce un cambio de fase en los voltajes.
3 En 1994 se otorgaron los primeros permisos de cogeneración y autoabastecimiento; en 1996 se otorgó el primero de importación, en 1997 el primero de producción independiente de energía, y en 2000 el primer permiso de exportación.
4 Texto incluido en el Considerando Noveno, “Sentencia y votos concurrentes y de minoría, relativos a la Controversia Constitucional 22/2001, promovida por el Congreso de la Unión en contra del presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, del secretario de Energía, de la Comisión Reguladora de Energía y del secretario de Gobernación”, emitida el 25 de abril de 2002.
5 La controversia constitucional 61/2004, cuya sentencia falló la SCJN el 12 abril de 2005, y la controversia constitucional 74/2005, cuya sentencia se emitió el 15 de enero de 2008.
servicios conexos) con base en la explotación de activos totalmente amortizados, compitiendo de manera directa con las empresas de generación de CFE sin haber incurrido en los costos para erigir la red de transmisión asociada, cuya inversión total fue realizada por CFE; y (3) durante el proceso licitatorio de los PIE, CFE especificó un rango de potencias a garantizar de manera que más de un tecnólogo pudiese ofrecer los equipos principales de la planta de generación, empero, dada la alta estandarización que impera en las tecnologías de ciclos combinados, o bien, realizando adecuaciones menores a sus instalaciones, o una combinación de ambas, se pueden lograr capacidades mayores a las inicialmente garantizadas las cuales fueron puestas a disposición de usuarios del sector privado bajo la modalidad de autoabastecimiento.
CONVENIENCIA DE SEPARAR LOS PROCESOS PRODUCTIVOS
En apego a lo dispuesto en reforma constitucional de 2013, la LIE y la Ley de la CFE, Sener emitió los Términos para la Estricta Separación Legal (TESL) de la CFE, cuyos objetivos centrales son: (1) la operación eficiente del sector eléctrico y el acceso abierto no indebidamente discriminatorio a la RNT y las RGD; y (2) sentar las bases para que CFE mejore continuamente su desempeño y desarrolle su potencial en el nuevo entorno de competencia. En los TESL quedó establecida la hoja de ruta a seguir por parte de CFE para que las actividades de generación, transmisión, distribución, comercialización y proveeduría de insumos primarios, dentro de CFE, observen una separación vertical, que deberá ser legal-financiera-contable, y que la generación y comercialización observen una separación legal-financiera-contable, desde el punto de vista horizontal, de forma tal que el desempeño de las diferentes empresas se sujete a criterios de competencia y libre concurrencia.
Sener dispuso que CFE constituyera seis empresas subsidiarias para realizar las actividades de generación y asignó las centrales eléctricas propiedad de CFE a cada una de estas subsidiarias con el objetivo de asegurar que cada una pudiera participar en el MEM sin detentar poder de mercado a nivel regional o nacional, y que cada empresa tuviera condiciones similares de sostenibilidad financiera y rentabilidad, considerando una mezcla equilibrada de tecnologías, combustibles, eficiencias y vida útil remanente. La separación horizontal de la generación aseguraría la operación del mercado eléctrico en condiciones de competencia y, con ella, la reducción de costos. De igual forma, la distribución debería realizarse a través de una unidad de negocio para cada una de las 16 divisiones de CFE, entonces encargadas de prestar el servicio público de distribución de energía eléctrica.
Los TESL establecieron reglas para la asignación de activos a cada una de las empresas de CFE y para su participación en los mercados de manera independiente a través de cada una de sus empresas, incluyendo disposiciones que previenen la coordinación de estrategias y establecen la obligación de que la información estratégica o referente a la participación en el mercado sólo se pueda compartir entre empresas si se hace pública. Estas reglas aseguran que todas las empresas de CFE compitan en igualdad de condiciones con las demás empresas que entren al mercado, garantizando la competencia en igualdad de condiciones. La separación legal procuró que CFE contara con empresas especializadas en cada una de las actividades de la cadena de valor y asegura que todas las empresas de generación y de suministro a usuarios tuvieran acceso abierto a la RNT y a las RGD.
Al eliminar la estricta separación legal de CFE a efecto de reintegrarla como un único organismo de Estado, tal como lo propone de la iniciativa de reforma, se introducen barreras a la instalación de nuevas centrales eléctricas y atracción de nuevas inversiones al sector eléctrico, puesto que desaparecería el “piso parejo” para todos los participantes de la industria y el acceso abierto se pone en entredicho. Anular la separación contable, funcional y estructural entre las diferentes empresas subsidiarias y filiales impedirá transparentar costos, contar con información para realizar análisis comparativos de desempeño y eficiencia en las operaciones, reconocer el nivel de desempeño de cada proceso y unidad funcional, dificultará la gestión de resultados y una mejor vigilancia, obstaculizará la transformación de CFE hacia una empresa más competitiva y facilitará el restablecimiento de subsidios cruzados.
CAMBIO CLIMÁTICO, TRANSICIÓN ENERGÉTICA Y DIGITALIZACIÓN DE LA ENERGÍA
Hace unos 4 mil millones de años, la energía suministrada por el sol puso en marcha el fenómeno que llamamos efecto invernadero: cargados de energía, los rayos solares atraviesan la atmósfera (una capa exterior de unos 300 kilómetros de gases mixtos), en parte son absorbidos por el suelo o el mar y en parte rebotan y son capturados por algunos gases (precisamente los gases de efecto invernadero: gas carbónico, metano y vapor de agua) que retienen el calor del sol. A falta del efecto invernadero natural, la temperatura media del planeta hoy sería -15 °C, en lugar de +18 °C.
En la historia del planeta siempre ha habido cambios climáticos. Sin embargo, el calentamiento climático que ha venido ocurriendo desde hace unos 150 años es anómalo al ser causado por el hombre y sus actividades. Efectivamente, se llama efecto invernadero antrópico y se une al efecto invernadero natural. A partir de la revolución industrial, el hombre emitió en la atmósfera millones de toneladas de gas carbónico y otros gases de efecto invernadero y, como consecuencia, duplicó la cantidad de CO2 presente en la atmósfera respecto a las cantidades mínimas de los últimos 700 mil años (410-415 partes por millón respecto a 200-180 partes por millón). Desde hace unos 15 años, los datos recogidos por miles de científicos de todo el mundo, analizados y sistematizados por el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), ponen de manifiesto que un 97% del calentamiento global se deriva del efecto invernadero antrópico, o sea el originado por las actividades del hombre.1
De acuerdo con los datos de la NASA, en 2019 la temperatura media de la Tierra fue 0.98°C más elevada respecto de la que prevalecía en los albores de la Revolución Industrial. La tendencia observada desde el año 2000 hasta la fecha hace pensar que, sin ninguna intervención, entre el 2030 y el 2050 la temperatura podría aumentar en +1.5 °C. El impacto del calentamiento global ya es evidente: el hielo marino ártico disminuyó a una tasa media de 12.85% por década, mientras que los registros de las mareas costeras muestran un aumento en el nivel del mar de 3.3 milímetros por año desde 1870. La última década (2009-2019) ha sido la más calurosa nunca registrada y 2020 ha sido el segundo año más caluroso de la historia, ligeramente por debajo del límite máximo establecido en 2016. Las “temporadas de incendios” se han vuelto más largas e intensas; de 1990 hasta hoy han aumentado cada año los eventos meteorológicos extremos (ciclones e inundaciones), que también ocurren en épocas del año atípicas con respecto al pasado y que son cada vez más arrolladores. Fenómenos como El Niño se han vuelto más irregulares y han determinado temibles sequías en zonas ya amenazadas por la aridez crónica. Las especies vegetales y animales se desplazan de forma imprevisible de un ecosistema al otro acarreando daños incalculables a la biodiversidad de todo el mundo.
Las actividades humanas impactan cada vez más en el clima y la temperatura de la Tierra al quemar combustibles fósiles y talar las selvas pluviales. Eso añade enormes cantidades de gases de efecto invernadero a las que ya están naturalmente presentes en la atmósfera, aumentando el efecto invernadero y el calentamiento global. Lo que más contribuye a esta situación es el consumo de carbón, petróleo y gas, que constituyen la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero. Se estima que las fuentes fósiles son responsables del 83% de las emisiones totales de CO2 y que la producción de electricidad a través del carbón por sí sola representa el 36% del total 2. Se ha estimado que la tendencia actual de las emisiones de gas carbónico debidas a la combustión del carbón es responsable de una tercera parte del aumento de 1 °C de las temperaturas medias anuales por encima de los niveles preindustrial y, por consiguiente, es la principal fuente de emisión en la historia humana. El petróleo es la segunda, con una producción de 12 mil 540 millones de toneladas de CO2 en 2019, el 86% de las emisiones totales atribuibles al carbón (14 mil 550 millones de toneladas).
También la tala de los bosques provoca daños considerables: los árboles ayudan a regular el clima al absorber el gas carbónico de la atmósfera, por lo que con su tala se pierde este efecto beneficioso y el carbono almacenado en los árboles se emite a la atmósfera, contribuyendo a aumentar el efecto invernadero. El aumento de la cría intensiva del ganado y el uso de fertilizantes nitrogenados contribuyen a incrementar las emisiones de gases de efecto invernadero.
En diciembre de 2015, a raíz de la Conferencia de las Partes (COP21) de la Convención marco de Naciones Unidas sobre el cambio climático (UNFCC, por sus siglas en inglés) se
1 Las bases científicas de la relación entre los niveles de gas carbónico y la temperatura ya habían sido establecidas en el siglo pasado, gracias al trabajo del Premio Nobel Svante Arrhenius, que posteriormente confirmó en los años 60 el científico estadounidense David Keeling.
2 Global Energy Perspective: Reference Case. McKinsey, 2019.
firmó el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, que presenta un cuadro fiable para alcanzar la descarbonización, con objetivos a largo plazo para luchar contra el cambio climático y una estructura flexible basada en los aportes de los gobiernos. Los gobiernos firmantes se comprometieron a limitar el aumento de la temperatura por debajo de 2°C respecto a los niveles preindustriales, esforzándose por no sobrepasar el límite de 1.5 °C, para alcanzar cuanto antes el pico de las emisiones y llegar a la neutralidad de carbono en la segunda mitad del siglo. Para alcanzar este objetivo, la herramienta principal es la transición energética, es decir, cambiar de un sistema energético asentado en combustibles fósiles a uno de bajas emisiones o sin emisiones de carbono, centrado en las fuentes renovables.
Las tecnologías para la descarbonización existen, son eficientes y es necesario utilizarlas en todas las actividades. Además, la ciencia ofrece datos ciertos, proyecciones de escenarios futuros estudiados atentamente. El cambio del clima no espera y no se detiene. Hace falta un cambio cultural fuerte, una auténtica modificación del paradigma para traducir en realidad una idea en la que ya concuerdan todos los científicos: la responsabilidad de este cambio es atribuible a las emisiones antrópicas de gases de efecto invernadero en la atmósfera. El principal de estos gases, el gas carbónico, procede del sector energético, concretamente de las centrales eléctricas impulsadas por carbón y derivados del petróleo.
Durante gran parte de la historia de la humanidad, las principales fuentes de energía fueron la fuerza del hombre y los animales. Los combustibles fósiles no representaban ni la mitad del consumo energético mundial hasta finales de 1890. Entre 1840 y 1900, el carbón pasó de constituir el 5% de la producción de energía mundial a casi el 50%. El petróleo empezó a explotarse comercialmente en la década de 1860; medio siglo después representaba el 10% de la producción energética y pasaron 30 años más en llegar al 25%. El gas natural siguió un comportamiento similar: en 1930 representaba el 1% de la energía en el mundo y tardó sesenta años en alcanzar el 20%. La fisión nuclear se posicionó más rápidamente: pasó del 0% al 10% en tan solo veintisiete años. Esto evidencia que las transiciones energéticas llevan mucho tiempo.
En el pasado, la sociedad cambió de una fuente a otra porque la nueva era más barata y potente. En los últimos lustros, el hombre ha demostrado que es capaz, a partir de su actividad económica, de romper los equilibrios en la naturaleza, a veces, de manera irreversible. Es un hecho que inercialmente usaremos más energías renovables, pero el deterioro que existe en ciertas regiones nos obliga a forzar el ritmo para llevar a cabo una transición anormalmente rápida. La necesidad actual de acometer una transición energética obedece a un factor que nunca como ahora nos había importado: la supervivencia del mundo como hasta ahora lo conocemos.
se mejorará su eficiencia (se proyecta una generación incremental de 1,860 GWh), se adicionarán 246 MW de capacidad (totalizando 12,371 MW) de hidroeléctricas y se alargará su vida útil 50 años más; sin embargo, esta administración no ha dedicado recursos, planeación y esfuerzos para la construcción de nuevos proyectos largamente estudiados (La Parota, en Guerrero; Las Cruces, en Nayarit; Paso de la Reina, en Oaxaca; Madera, en Chihuahua). Independientemente de la condición que guardan los embalses, el equipamiento de las hidroeléctricas del país y las modestas acciones de la actual dirección de CFE sobre este tema, las cualidades técnicas (rápidas rampas de entrada y salida, la producción de grandes bloques de energía y sus excelentes atributos para regular los sistemas eléctricos) que presentan las centrales hidroeléctricas las vuelven irremplazables en cualquier sistema eléctrico de potencia.
Casi todos pensamos que la producción de energía eléctrica mediante hidroeléctricas es energía limpia y renovable. Muchos entendemos que el desarrollo de la energía hidroeléctrica conlleva ciertos costos sociales y al medio ambiente; entre las consecuencias negativas plenamente reconocidas están la deforestación, el impacto en la vida marina y el desplazamiento de grupos étnicos4. Pero solo pocos han profundizado en los impactos más adversos asociados a las presas: (1) La retención de agua en los reservorios modifica el régimen hidrológico e hidráulico de las corrientes de agua, de lotico (aguas fluviales) a lentico (aguas superficiales de muy bajo flujo como los lagos), afectando los procesos de escorrentía, de transporte de sedimentos y cambiando la geomorfología de los ríos antes y después de las mega-estructuras; (2) La concentración de macronutrientes en aguas lenticas, podría incrementar la producción de fitoplancton el cual reduce la concentración de oxígeno disuelto y la calidad del agua e incrementa la biomasa (fenómeno conocido como eutroficación), además, la presión del agua sobre el suelo podría alterar su estabilidad, generando deslizamientos o sismicidad inducida5; y (3) Algunos estudios estiman que las represas son las responsables de 1.3% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) debido a la descomposición de la materia orgánica en los embalses que generan grandes concentraciones de metano6
La transición energética actual abarca todos los aspectos del sistema eléctrico. Uno de los más importantes, junto a la descarbonización del mix de generación eléctrica, es la digitalización, que está transformando los procesos de producción, distribución y consumo de energía. La digitalización de la energía comienza donde inicia la energía misma: en las plantas de generación. Hoy no solamente los parques eólicos y fotovoltaicos, sino también las centrales hidroeléctricas, se gestionan, por lo menos en parte, de forma automatizada. Gracias al desarrollo de sensores, es posible captar en tiempo real las señales procedentes de una turbina, una presa o un conducto y enviarlas a una sala de control centralizada. El uso de softwares innovadores permite observar eventuales datos anómalos y detectar un riesgo potencial. Así, es posible intervenir con anticipación, antes de que se produzca un daño, mantenimiento predictivo, gracias al cual se pueden efectuar reparaciones sin prisa y en aquellos momentos en que menos incida sobre la actividad productiva. La identificación en tiempo real de malos funcionamientos permite mejorar las prestaciones y la eficiencia de las centrales.
Los programas utilizados con tal fin, gracias a un enfoque basado en datos y a los algoritmos de aprendizaje automático, pueden mejorarse autónomamente, tanto más porque a través de la gestión centralizada pueden basarse en el Big Data procedente no solamente de una única central, sino de todas las otras que pertenecen al mismo productor. Así, los softwares más avanzados se actualizan progresivamente y llegan a ser más precisos. A largo plazo, el aprendizaje automático permitirá a las centrales monitorizar solas su propio estado de estrés. Además, la inteligencia artificial (IA) permite identificar en tiempo real no solamente eventuales anomalías, sino también simples malos funcionamientos que, aun sin comprometer el funcionamiento de una central, pueden reducir su productividad, pues sobre esta base se puede intervenir para solucionar el problema con operaciones a mediano y corto plazo para mejorar las prestaciones.
En lo que se refiere a las intervenciones sobre el terreno, el Internet de las Cosas, en su variante IIoT (por sus siglas en inglés, Internet Industrial de las Cosas), pone a disposición herramientas como drones o robots que pueden efectuar inspecciones en las plantas,
El desarrollo de energías renovables representa el corazón de la transición energética. En los últimos años las energías fotovoltaica y eólica se han sumado a otras tecnologías ya maduras, como la hidroeléctrica y la geotérmica, y hoy son las grandes protagonistas de la transición en curso. El desarrollo de nuevos sectores, como la energía marina y el hidrógeno verde, podrían contribuir en el corto plazo a la transición, mientras que serán decisivas las tecnologías de storage, es decir, sistemas de almacenamiento de energía capaces de compensar las intermitencias de fuentes como la solar y la eólica. El proceso de electrificación de los consumos y de algunos sectores, así como la digitalización de los procesos industriales y de las redes también contribuyen a mejorar la eficiencia energética y a completar el proceso de transición energética. A pesar de la aparición de nuevas fuentes de energía, una tecnología sigue siendo la piedra angular de la combinación de energías renovables en algunas regiones de la Tierra: la energía hidroeléctrica. Ésta representa el 70% de la capacidad de generación renovable del mundo, una proporción que se eleva a más del 80% en América Latina, según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA). El sector juega un papel clave en la implementación del Acuerdo de París. El actual gobierno federal afirma que conducirá la transición energética del país basado en el uso intensivo de las hidroeléctricas3. Inició un programa de modernización que incluye el reemplazo de algunos componentes principales para 14 hidroeléctricas existentes, con lo cual 3 De acuerdo con lo dispuesto en La Ley de Aguas Nacionales los usos del agua para la concesión y asignación de la explotación, uso o aprovechamiento de aguas nacionales, superficiales y del subsuelo se apegarán al siguiente orden de prelación: 1. Doméstico; 2. Público urbano; 3. Pecuario; 4. Agrícola; 5. Acuacultura; 6. Usos para la conservación ecológica o uso ambiental; 7. Generación de energía eléctrica para servicio público; 8. Industrial; 9. Generación de energía eléctrica para servicio privado; 10. Lavado y entarquinamiento de terrenos; 11. Usos para turismo, recreación y fines terapéuticos; 12. Uso múltiple, y 13. Otros. 4 Fearnside PM. Environmental and social impacts of hydroelectric dams in Brazilian Amazonia: implications for the aluminum industry. World Development. 2016. 5 Wang QG, Du YH, Su Y, Chen KQ. Environmental impact post-assessment of dam and reservoir projects: a review Procedia Environ Sci. 2012. 6 Santos RMB,
aumentar la precisión y la eficacia, así como eliminar el riesgo para las personas. También se pueden realizar estudios sobre la reducción del impacto ambiental sobre la biodiversidad o la gestión de recursos hídricos en las zonas alrededor de las centrales. Para efectuar operaciones remotas se utilizan lentes inteligentes, gracias a los cuales un técnico puede ver en tiempo real en su pantalla lo que sucede en una planta situada a gran distancia y, en su caso, colaborar en tiempo real desde una posición remota con el personal presente en el sitio. Cuando la presencia humana es necesaria, la transformación digital es una gran ayuda a través de los sistemas de realidad aumentada o virtual. De esa manera, los técnicos, a través de simulaciones digitales, reciben una formación comparable con la de los pilotos de avión y, una vez sobre el terreno, controlan la situación con más información y elementos de juicio a su disposición.
El efecto más evidente de la digitalización concierne a las redes que transportan y distribuyen la electricidad producida. En este sector, los elementos básicos son los medidores de energía electrónicos que habilitan las redes inteligentes con cuales que se puede gestionar y equilibrar de forma eficiente el sistema eléctrico1. En este escenario, la red se vuelve cada vez más flexible y descentralizada: del viejo esquema descendente, en que la energía pasaba de forma unidireccional del productor hacia el consumidor, se está pasando a un modelo de generación distribuida en el que los pequeños productores son cada vez más y los consumidores pueden dispersar electricidad a la red. Por eso, la flexibilidad llega a ser un elemento fundamental que permite a las redes gestionar los flujos, del mismo modo que los operadores y consumidores se pueden comunicar en tiempo real y convertirse en auténticos actores de la red. El reto de la digitalización de la energía interesa sobre todo a los operadores de la red. Se estima que el 17% de las inversiones en las redes se centrará en el futuro precisamente en las innovaciones para los procesos de transmisión y distribución. La evolución futura de las redes inteligentes es la transformación en plataformas resilientes, participativas y sostenibles para habilitar nuevos servicios y generar valor en beneficio de todo el ecosistema. Así, la infraestructura se convierte en la base esencial de las actividades económicas y sociales: redes de distribución eléctrica accesibles, flexibles e inclusivas desempeñan un papel crucial para permitir que la sociedad en general y, en concreto, las partes interesadas, puedan conseguir sus objetivos. Además, con la gestión inteligente de la red, la eficacia aumenta y el derroche se reduce, con una ventaja más para el medio ambiente. Finalmente, el nuevo modelo de energía eléctrica abre oportunidades en términos de mercado y modelos de negocio. Modelos en los cuales participarán viejos y nuevos actores, y que requieren transparencia y seguimiento en tiempo real de los flujos de energía. Entonces, los operadores de red actúan como facilitadores neutrales de este mercado dinámico y, sobre todo, como parte activa en la acumulación de energía y la gestión de las cargas, además del control de las tarifas.
Desde el otro lado del sistema energético, el del consumidor final, la digitalización también favorece la transición energética. Un ejemplo de estos beneficios tangibles para los clientes está representado por las interfaces innovadoras gracias a las cuales los nuevos medidores inteligentes proporcionan información —casi en tiempo real sobre consumo y producción—, y posibilitan nuevos servicios como la respuesta a la demanda y la domótica, soluciones inteligentes para gestionar a distancia sistemas de seguridad, electrodomésticos y regulación de temperatura. Entonces, el papel de los clientes cambia: de usuarios pasivos e inconscientes se convierten en protagonistas activos y exigentes del sistema eléctrico, aumentando su propia conciencia energética. Y esto es más válido para los prosumidores, esto es, los clientes que son simultáneamente productores y consumidores de energía. Gracias a la digitalización, ellos también contribuyen a su vez a
crear una mezcla de generación eléctrica con menos emisiones. La transición energética es un fenómeno que va más allá de la simple generación de electricidad limpia y que, a través de la digitalización, interesa a todos, tanto productores como consumidores.
Como se ha mencionado, la transición energética no se limita al cierre progresivo de las centrales convencionales y al desarrollo de energías limpias, sino que se trata de un cambio de paradigma de todo el sistema. Una gran contribución a la descarbonización llega de la electrificación de procesos, la electromovilidad y la digitalización de las redes. Con todo ello se benefician no solamente el clima, sino también la economía y la sociedad. La digitalización de las redes habilita las redes inteligentes y abre camino a nuevos servicios para los consumidores. Desde el punto de vista medioambiental, las fuentes renovables y la movilidad eléctrica reducen la contaminación, mientras que las centrales más contaminantes pueden ser reconvertidas a una perspectiva de economía circular2. En lo referente a la sostenibilidad social, los nuevos empleos podrán absorber las labores de aquellas personas que hasta la fecha han venido trabajando en el sector termoeléctrico. Es imprescindible que la transición energética sea inclusiva y que nadie se quede atrás.
GESTIÓN DE FUENTES VARIABLES: EÓLICAS Y SOLARES
Existen dos hechos relevantes y de actualidad para la industria eléctrica global: (1) Las energías eólica y solar fotovoltaica son fuentes limpias que contribuyen a la descarbonización de la industria eléctrica, cuyo costo de producción está desvinculado de la incertidumbre en el costo de los combustibles fósiles; y (2) Los avances tecnológicos alcanzados en ambas tecnologías hoy posibilitan costos competitivos de producción. Por estas dos razones, ahora son una opción real para los planificadores de sistemas eléctricos. Por otro lado, estas energías renovables presentan ciertas características singulares motivadas por su dispersión geográfica, la variabilidad de su producción determinada por las cambiantes condiciones ambientales, por la incertidumbre en su predicción y por la tecnología utilizada en muchos de los generadores. Esto es, no generan electricidad las 24 horas del día de los 365 días del año, ni están en condiciones de generar la misma cantidad cuando están en posibilidad de realizarlo, incluso durante la misma estación del año o en el transcurso del mismo día. Son fuentes variables y los cambios en su producción de electricidad alteran la estabilidad del sistema de transmisión, razón por la cual requieren necesariamente generadores despachables para suavizar sus variaciones (estacionales, horarias e instantáneas) en la producción de energía3
Las principales razones de la necesidad de centrales despachables son: equilibrar el sistema eléctrico (los cambios lentos en la demanda —i.e. entre la noche y el día— y los cambios rápidos en la demanda —respuesta ante picos de carga— requieren cambios en la energía producida, pues en todo momento la energía generada y la consumida deben ser iguales), optimizar económicamente el despacho (permitiendo que entren antes, y a mayor carga, las centrales más económicas), reducir la congestión de la red (redespacho) y proporcionar reservas de giro (para respaldo de las centrales de base y para control de frecuencia). Las fuentes de energía intermitente no están continuamente disponibles para su conversión en electricidad ni se tiene un control directo externo sobre ellas porque la energía primaria utilizada no se puede almacenar4. Las fuentes de energía variables pueden ser predecibles, pero no se pueden despachar para satisfacer la demanda de un sistema de energía eléctrica. El uso de pequeñas cantidades de energía intermitente tiene poco efecto en las operaciones de la red. El uso de grandes cantidades de energía intermitente puede requerir actualizaciones o incluso un rediseño de la infraestructura de la red.
1 El despliegue de redes inteligentes permitirá la optimización del voltaje en tiempo real, el balance de cargas en el sistema, la detección de fallas, y la posibilidad de implementar soluciones a partir de medidores inteligentes, con lectura, conexión y desconexión remota. Estos beneficios tienen un impacto relevante tanto en los niveles de servicio, confiabilidad de la red, como también en la reducción de pérdidas y costos operativos.
2 De acuerdo con el European Parliamentary Research Service (EPRS), la economía circular es: un modelo de diseño, producción y consumo que hace posible que los recursos sigan generando valor a través del tiempo, reduciendo al mínimo los residuos de los procesos productivos y su impacto en los ecosistemas. La economía circular reemplaza al modelo lineal de “extraer, producir y desechar”; es una manera innovadora y sostenible de promover el crecimiento económico, el bienestar social y el respeto al medio ambiente. En la economía circular, el sistema entero está preparado para reusar, reparar y reciclar los recursos para que generen valor una y otra vez.
3 La generación despachable (o gestionable) está constituida por las fuentes de energía eléctrica que pueden ser utilizadas a demanda, de modo que pueden ser conectadas a la red, desconectadas de ella, o aumentar o disminuir (dentro de sus potencias de diseño máxima y mínima) la energía que entregan a la red según las órdenes que reciban del operador de sistema. Los diferentes tipos de centrales despachables tienen distintas velocidades de respuesta. Las centrales de despacho más rápido son las hidroeléctricas, en particular las reversibles, y las centrales turbgás y de ciclo combinado. Aunque teóricamente despachables, ciertas centrales térmicas (de combustóleo o carbón) y nucleares están diseñadas para funcionar permanentemente, puesto que su detención total y su operación a plena carga desde su parada puede llevar horas o a veces días y solo interrumpen su operación cuando es inevitable, ya sea por mantenimiento, por falla o en los raros casos de presentarse un incidente. Las únicas energías renovables que son directamente gestionables sin un dispositivo separado para almacenar su energía son la hidroeléctrica, la biomasa, la geotérmica y la maremotérmica.
4 Intermitencia significa hasta qué punto una fuente se detiene involuntariamente o no está disponible; la intermitencia se usa frecuentemente como sinónimo de variabilidad, que es la medida en que una fuente de energía puede exhibir cambios en la salida. Debe tenerse presente que la necesidad de energía eléctrica en nuestro quehacer cotidiano no es intermitente.
La intermitencia afecta de manera inherente a la energía solar, ya que la producción de electricidad renovable a partir de fuentes solares depende de la cantidad de luz solar en un lugar y tiempo determinados. La producción solar varía a lo largo del día y las estaciones, y se ve afectada por el polvo, la niebla, la capa de nubes, las heladas, la nieve e incluso los obstáculos. En ausencia de un sistema de almacenamiento de energía, la energía solar no produce energía durante la noche o con mal tiempo. La energía generada por el viento es un recurso variable, y la cantidad de electricidad producida en un instante dado dependerá de la velocidad del viento, la densidad del aire y las características de la turbina, entre otros factores. Si la velocidad del viento es demasiado baja (menor que 2.5 m/s) las turbinas eólicas no podrán generar electricidad, y si es demasiado alta (mayor que 25 m/s) las turbinas deberán apagarse para evitar daños. La energía del viento se ve afectada por la temperatura del aire, ya que el aire más frío es más denso y, por lo tanto, más efectivo para producir energía eólica; como resultado, se produce más energía eólica durante el invierno que en el verano. Mientras que la salida de una sola turbina puede variar mucho y rápidamente conforme las velocidades del viento local varían, a medida que más turbinas se conectan en áreas cada vez más grandes, la potencia de salida promedio se vuelve menos variable. Debido a que la energía eólica es generada por una gran cantidad de pequeños generadores, las fallas individuales no tienen un impacto fuerte en las redes eléctricas; esta característica del viento ha sido referida como resiliencia. La intermitencia y la variabilidad de las fuentes de energía renovable pueden reducirse y adaptarse diversificando su tipo de tecnología y ubicación geográfica, pronosticando su variación e integrándolas con energías renovables despachables. La penetración de las energías renovables intermitentes en la mayoría de las redes eléctricas es baja. La producción mundial de electricidad en 2019 fue suministrada por un 5.31% de energía eólica y un 2.67% de energía solar5. Las redes eléctricas extensas, malladas e interconectadas pueden gestionar mejor altos niveles de penetración que las redes pequeñas y aisladas. Si bien las redes están diseñadas para manejar una capacidad superior a la demanda pico proyectada, previsiblemente se requerirán modificaciones significativas a las redes eléctricas para acomodar grandes bloques de energía intermitente. La variabilidad y la imprevisibilidad no es un problema exclusivo de las fuentes de energía intermitentes; desde siempre, los operadores de sistemas han gestionado redes eléctricas que contienen elementos de incertidumbre para enfrentar cambios repentinos y grandes en la demanda y fallas imprevistas en las centrales eléctricas, lo cual se logra gestionando importantes cantidades de reserva operativa6
Todas las fuentes de energía eléctrica tienen un cierto grado de variabilidad, al igual que los patrones de demanda que rutinariamente generan fluctuaciones en la cantidad de electricidad que los generadores alimentan a la red. Siempre que sea posible, los procedimientos de operaciones de la red están diseñados para que la oferta coincida con la demanda en altos niveles de fiabilidad. La introducción de grandes cantidades de energía variable puede requerir cambios en los procedimientos existentes e inversiones adicionales. Un suministro de energía confiable con alta penetración de renovables se puede cumplir mediante el uso de infraestructura y una combinación de las siguientes técnicas de respaldo:
a) Reserva operacional. Todas las redes eléctricas ya poseen una reserva operativa y rodante para compensar las incertidumbres existentes. La adición de recursos intermitentes no requiere un respaldo del 100%, porque las reservas operativas y los requisitos de balance se calculan a nivel de todo el sistema y no están dedicados a una planta generadora específica. En la práctica, a medida que varía la producción de energía renovable, las plantas convencionales parcialmente cargadas, que ya están presentes para proporcionar respuesta y reserva, ajustan su salida para compensar7
b) Reducción o aumento de la demanda. La respuesta a la demanda se refiere al uso de dispositivos de comunicación y conmutación que pueden liberar cargas diferibles rápidamente o absorber energía adicional para corregir los desequilibrios entre la oferta y la demanda, bajo algún contrato de beneficio mutuo. También se han creado incentivos en otros países (tarifas favorables o asistencia para costos de capital), para alentar que los grandes consumidores desconecten sus cargas si existe capacidad insuficiente o para que aumenten la carga cuando exista un excedente.
c) Almacenamiento. En momentos de baja carga coincidentes con alta generación eólica y solar, la estabilidad de la red requiere reducir la producción de fuentes de generación despachables, aumentar las cargas controlables o almacenar energía para su utilización durante periodos de mayor demanda, como son: el almacenamiento por bombeo, el almacenamiento de energía térmica, el almacenamiento de hielo para aire acondicionado, la producción de hidrógeno por electrólisis y su almacenamiento para su uso posterior, las baterías de flujo recargables y las tradicionales baterías de iones de litio, entre las cuales tendrán un impacto favorable el desarrollo de la electromovilidad8
d) Interconexiones internacionales. A menudo es factible exportar energía a las redes vecinas en momentos de excedentes e importar energía cuando sea necesario. Esta práctica es común en Europa occidental y América del Norte. La integración con otras redes puede disminuir la concentración efectiva de potencia variable9. La integración de las redes permite disminuir la variabilidad de la oferta y la demanda al aumentar la diversidad geográfica10. Sin embargo, es posible que la infraestructura de transmisión deba actualizarse sustancialmente para admitir los intercambios vía exportación e importación. El valor económico de exportar energía variable está sujeto a la entrega de energía en periodos convenientes para la red importadora a un precio atractivo.
CFE ha respaldado la operación de centrales intermitentes, ha aportado los servicios conexos para la operación estable de la red y la inacción de los agentes privados revela su deseo de que CFE continúe internalizando estos costos. Una alta penetración de fuentes variables ha orillado al establecimiento de nuevas regulaciones en otros países, incluso en aquellos con redes de transmisión fuertemente malladas y potentes enlaces de interconexión entre países. El Estado mexicano no puede permanecer inmóvil ante estas distorsiones, pero el diseño, la discusión y la adopción de las nuevas reglas debiera ser resultado de un proceso amplio de deliberación y consenso, donde a cada agente se le atribuyan los costos objetivos en los que incurra. Moraleja: no todas las páginas de la reforma eléctrica han sido escritas.
LAS OLVIDADAS REDES DE TRANSPORTE
El proceso de transmisión se ha asumido como un servicio de soporte en una empresa eléctrica integrada, pero la transmisión es la responsable de mover la potencia generada, comprada o vendida por la empresa, y también es responsable de mantener la confiabilidad del sistema que interconecta. El entorno competitivo ha creado nuevas responsabilidades para la transmisión, no solo para beneficiar a los dueños, sino además a las partes interesadas: los encargados de la generación desean que la energía se suministre a los clientes al menor costo posible; los intermediarios desean que el producto que ellos han comprado sea entregado al cliente a través de la ruta que produzca el mayor margen de ganancia, pero esta ruta pudiera tener impactos adversos en la confiabilidad del sistema; los compradores al mayoreo buscan el costo total más bajo para cumplir con sus obligaciones; los usuarios finales, por otro lado, buscan diferentes niveles de confiabilidad que reflejen sus necesidades.
Todas estas fuerzas competitivas incrementan la cantidad de potencia que mueve el sistema de transmisión y esto se refleja en un incremento en la utilización de las
5 Generación eléctrica mundial y para América Latina y el Caribe (ALC) y su impacto en el sector energético por la pandemia producida por el COVID–19. Ecuador, OLADE, 2020.
6 En un momento cualquiera, las unidades de generación se encuentran en alguna de las siguientes situaciones: en servicio, es decir, operando; fuera de servicio por mantenimiento preventivo (programado); fuera de servicio por salidas forzadas; y fuera de servicio por razones de despacho, es decir, disponible en cuanto se requiera su operación. En ocasiones, las unidades operan con una potencia menor que la nominal por la deficiencia temporal de una parte del equipo, situación llamada “decremento”, o porque en condiciones críticas, se decide disminuir la capacidad para evitar posibles daños, situación llamada “derrateo”. En forma simplificada se consideran solamente dos posibles estados de las unidades, disponibles, cuando están operando o a la espera de operar, e indisponibles, cuando están en mantenimiento o hayan salido de operación de manera intempestiva.
7 Si bien es cierto que las bajas penetraciones de potencia intermitente pueden utilizar los niveles existentes de respuesta y reserva de giro, también lo es que las variaciones más grandes a niveles de penetración mayores requerirán reservas adicionales.
8
El almacenamiento de energía eléctrica genera pérdidas de energía porque el almacenamiento y la recuperación no son perfectamente eficientes, y puede requerir una inversión sustancial de capital y espacio para emplazar las instalaciones de almacenamiento.
9 La penetración del 44% de eólicas en Dinamarca es posible en el contexto de su interconexión con las redes de Alemania, Holanda y países escandinavos
10 Múltiples fuentes renovables distribuidas en una amplia área geográfica con una red sólidamente mallada e interconectada producen energía de forma más constante y con menos variabilidad que centrales más pequeñas.
instalaciones. La construcción para aliviar las restricciones en la transmisión adquiere una importancia creciente y el movimiento de grandes bloques de energía por largas distancias requerirá de mejoras y adiciones a las instalaciones existentes. El libre acceso a la red de transmisión no puede pasar por alto las restricciones técnicas de todo sistema eléctrico de potencia. La nueva propuesta de Reforma Eléctrica ni siquiera le dedica una palabra a este tema.
En 2008 se adoptó la tarifa de porteo tipo estampilla para incentivar el desarrollo de proyectos renovables, cuyos costos de inversión entonces eran más elevados que las tecnologías convencionales. Se determinó que esta tarifa sólo reconocería los costos de operación y mantenimiento de la red de transmisión, ya que los permisionarios incurrirían en significativas inversiones para ampliar la red de transporte, puesto que sus centrales se ubicarían en sitios muy lejanos a la red de CFE. La propiedad de la infraestructura resultante sería transferida a CFE de manera gratuita. Bajo este concepto, la CRE convocó a la temporada abierta de Oaxaca, en la cual un grupo de empresas privadas y CFE construyeron, de manera conjunta, una red de interconexión cuya inversión representó casi 240 millones de dólares que pagaron, a prorrata de la capacidad de generación de cada uno, casi el 85% el sector privado y el resto CFE. Este esquema de participación colaborativa posibilitó el desarrollo de 14 proyectos eólicos que no hubiesen rentabilizado su inversión si cada uno hubiere construido de manera individual su respectiva red de interconexión.
El ejemplo previo no es la generalidad de los proyectos de los proyectos renovables, puesto que los sitios seleccionados para el emplazamiento de generación variable (eólica y solar) en muchos casos no están distantes de la red de transmisión de CFE y, los nodos de interconexión, frecuentemente, presentan una grave debilidad eléctrica (weakness) que para su operación confiable requieren cuantiosas inversiones y costos operativos adicionales. No obstante, a estos proyectos también se les asignó el porteo verde. Aunado a lo anterior, la tarifa no fue actualizada por un largo periodo, durante el cual, los costos de inversión de centrales eólicas y solares declinaron de manera importante. Entre 2010 y 2019, el costo de la electricidad generada a partir de energía solar fotovoltaica registró un descenso del 82%. Los costos de la energía eólica terrestre y eólica marina cayeron un 40% y un 29%, respectivamente, a lo largo del mismo periodo. Y en este contexto, ¿nadie revisó la conveniencia de seguir manteniendo el incentivo que representa el porteo estampilla? ¿En verdad nadie reparó sobre la pertinencia de esta política pública para aquellos permisos de autoabastecimiento otorgados en el periodo comprendido entre la aprobación de la Reforma Energética (20 de diciembre de 2013) y la promulgación de la LIE (11 de agosto de 2014)?
A pesar de los avances logrados en la reducción de pérdidas, los niveles actuales en el proceso de distribución continúan estando por encima del doble de la media de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que es 6%, de los cuales nueve puntos porcentuales de dichas pérdidas corresponden a factores no técnicos tales como el robo de energía. Los procesos de distribución y comercialización de CFE, en conjunto, cuentan con alrededor de 60 mil plazas ocupadas. CFE identificó que la cantidad de trabajadores por cada 1,000 clientes es superior al promedio de empresas comparables ya que mientras la CFE cuenta con 1.3 empleados por cada 1,000 clientes, otras empresas tienen entre 0.5 y 1.1 empleados con un promedio de 0.9, lo cual permitiría disminuir sus costos operativos en alrededor de 8 mil millones de pesos anuales. Estos dos puntos, y otros, motivan que el retorno sobre capital invertido de esta subsidiaria sea insuficiente para cubrir su costo medio ponderado de capital, presionando las finanzas de la empresa. La iniciativa de reforma no formula ninguna propuesta sobre estos puntos.
CANCELACIÓN DE LOS PERMISOS DE GENERACIÓN
En la iniciativa de reforma se establece que: (1) Todos los permisos de generación otorgados, los contratos de compraventa de electricidad celebrados con privados y las solicitudes de nuevos permisos aún en trámite, se cancelan; (2) La generación derivada de sociedades de autoabastecimiento y la capacidad excedente de los PIE no serán reconocidas ni adquiridas por CFE; (3) Las modificaciones propuestas entran en vigor al siguiente día de su publicación en el Diario Oficial de la Federación «DOF»; y (4) Se
tiene un periodo de 180 días para realizar las adecuaciones necesarias al marco jurídico. Posteriormente, distintos directivos de CFE han venido explicando en diversos foros que ello no significa la expropiación indirecta de los activos de generación del sector privado, sino un reordenamiento del sector eléctrico en México. También han manifestado que la iniciativa es una invitación para que el sector empresarial conserve una porción del mercado cuyo tamaño es mayor que el mercado eléctrico de cualesquiera de los países latinoamericanos (excluyendo el brasileño) e incluso mayor del mercado eléctrico de España.
De acuerdo con el Prodesen 2021-2035, el SEN tiene 89 mil 479 MW de capacidad de generación instalada al 30 de abril de 2021 (44 mil 835 MW de CFE; 16 mil 689 MW propiedad de los PIE; 27 mil 034 MW en centrales privadas; y 921 MW en instalaciones de Pemex). Para el 2022, se tiene una demanda máxima proyectada durante el periodo junio-agosto de 2022 de 47 mil 459 MW para el sistema interconectado nacional y de 51 mil 068 MW para el sistema eléctrico nacional y la demanda de energía eléctrica será 319 mil 430 GWh para el sistema interconectado nacional y 338,473 GWh para el sistema eléctrico nacional. La consecuencia inmediata de esta propuesta es que, de un día para otro, casi el 49% de la capacidad de generación actual estaría inhabilitada para operar y quedarían en condición legal para atender el suministro nacional de energía eléctrica poco más de 50 GW, esto es, por decreto el margen de reserva se estrecha1 Con base en el Informe Anual 2019 de CFE, las centrales de su propiedad produjeron 150 mil 073 GWh y desde entonces únicamente se han adicionado 1 mil 827 MW en nuevas centrales de generación. Por lo tanto, CFE no puede abastecer por sí sola la demanda de energía eléctrica, lo cual originaría cortes sucesivos y una progresiva degradación en la calidad del suministro de energía eléctrica en varios puntos del sistema, tanto en estado normal de operación como bajo contingencia, la operación se volvería poco confiable y con baja flexibilidad operativa, no se podrían atender nuevos usuarios y ello incidiría adversamente en el crecimiento económico y, por ende, en el producto interno bruto. Aunado a lo anterior, se presentaría un aumento en los costos de generación eléctrica del país debido a que el costo variable del parque de generación de CFE es mayor que el de las centrales privadas que paralizarían su operación. Este diferencial debería ser trasladado a los usuarios, o bien, incrementar los subsidios a la tarifa eléctrica.
Dicho lo anterior, centremos nuestra atención en escenarios verosímiles de lo que tendría que suceder, pues está claro que tal como está escrita la iniciativa de reforma al único lugar posible que puede conducir la cancelación de los permisos de generación y los contratos de compraventa de energía es a la paralización de la economía nacional, pues técnicamente no es viable poner fuera de servicio a los generadores privados al día siguiente de la publicación en el DOF. Entonces, la postura de negociación del Estado cambia dramáticamente, más aún si el sector privado se sienta a la mesa de negociaciones como un bloque monolítico que, de inicio, rechace la invitación planteada por el gobierno federal.
ALGUNAS PROPUESTAS PARA ARMONIZAR EL SECTOR ELÉCTRICO
Si bien, cada uno de los procesos desregulatorios de la industria eléctrica ha tenido sus particularidades en cada país, existen aspectos comunes de los cuales se pueden desprender lecciones importantes. La reestructuración de la industria eléctrica tiene como meta obtener beneficios sociales y económicos con precios bajos y la introducción de innovación en el sector a través de mercados competitivos en productos y servicios de electricidad. Con la apertura en el segmento de generación, terceros participan a través del desarrollo y la compra de activos de generación. La velocidad a la que ingresan estos terceros depende de las reglas de mercado y las oportunidades de generar retornos atractivos. Las inversiones de terceros están orientadas a desarrollar capacidad de generación de última tecnología con costos menores a los observados en el mercado. Al ingresar esta nueva capacidad, los activos legados de la empresa eléctrica preponderante son desplazados de la curva de despacho, bajando sus tiempos de utilización y forzando el retiro de activos poco competitivos, resultando en costos varados significativos. Los costos varados están típicamente categorizados de la siguiente manera: precios competitivos menores a los existentes previos a la desregulación que impactan el valor de los activos,
1 El margen de reserva se refiere a la suficiencia para el suministro de energía eléctrica del Sistema Eléctrico Nacional, y depende de su capacidad para satisfacer la demanda máxima de potencia activa (MW) y el consumo de energía (GWh)… El margen de reserva (MR) de capacidad, es un indicador de la suficiencia de generación en el sistema durante el periodo de estudio. Programa de Desarrollo del Sector Eléctrico Nacional 2021-2035. México, Secretaría de Energía, 2021.
disminuyen sus factores de carga, fuerzan a retirar activos legados e impiden recuperar la inversión «costos no recuperables»; los contratos basados en precios prexistentes a la desregulación presentan precios mayores a los obtenidos con la apertura del mercado, los cuales generan pérdidas «costos por contratos de electricidad en firme»; costos que el regulador le permitió capitalizar a la eléctrica y que ésta recuperaría en el tiempo a través de una tarifa regulada que, al prescribir, ya no se logran recuperar «costos asociados a activos regulados». Con antelación a la Reforma Energética del 2013 se sabía que CFE incurriría en estos costos varados, los cuales están identificados en la estructura de costos de CFE, no le han sido retribuidos, gravitan en la posición financiera de la empresa e impiden su pronta transformación.
La Reforma Energética de 2013 abrió oportunidades para que CFE estableciera alianzas estratégicas con el sector privado, tanto en los negocios en competencia como en aquellos sujetos a tarifas reguladas. Hasta ahora, esta senda ha permanecido inexplorada para buscar coinversiones que le permitan complementar sus fortalezas con capital, tecnología, conocimiento y/o capacidades de alto valor agregado. Estas asociaciones requieren negociaciones con terceros, un marco regulatorio claramente definido y probado, así como condiciones y mecanismos atractivos para los inversionistas. CFE debe desarrollar una estrategia que tome en cuenta estas condicionantes para atraer capital privado.
Para los negocios de tarifa regulada, son prioritarios la modernización y el desarrollo de una red inteligente, la reducción de pérdidas técnicas y no técnicas por medio del fortalecimiento de la infraestructura y robustecimiento del proceso comercial, así como la regularización de asentamientos. En todos los procesos deben impulsarse iniciativas que conduzcan a mejoras en los niveles de costos.
La cultura institucional de CFE debe reorientarse hacia un mercado competitivo, pues se ha enfocado en la electrificación de todo el territorio y al aseguramiento del suministro eléctrico del país, sin tener como objetivo principal la generación de rentabilidad por parte de la empresa. Para el segmento de Suministro Básico, la cultura está enfocada en conectar a los usuarios a la red, no en ganarse la lealtad de los clientes para generar oportunidades comerciales. Esta cultura es significativamente diferente a empresas que operan en mercados competitivos, donde existen objetivos definidos para su personal y los esquemas de incentivos están alineados con la generación de valor.
La rectificación de los desequilibrios prevalecientes en el sector eléctrico no requiere una reforma constitucional y la iniciativa de reforma tampoco los contempla. Si realmente se aspira a una participación armoniosa del Estado y la iniciativa privada, sería suficiente una revisión del marco regulatorio vigente para encontrar soluciones consensadas y equilibradas, a través de ajustes a las leyes secundarias y reglamentos. Como propuestas destaco: (1) mantener como órganos autónomos a Cenace y CRE, abandonando su colonización, con lo cual se garantiza su especialización, independencia e imparcialidad; (2) consolidar los activos de generación en una única empresa CFE Generación, manteniendo la separación legal, contable y financiera de las empresas subsidiarias de Transmisión y Distribución a fin de transparentar sus costos; (3) habilitar a CFE Suministro Básico para que pueda celebrar contratos de cobertura física de largo plazo, con CFE Generación o particulares, eliminando la obligatoriedad de comprar la energía incremental a través de subastas de largo plazo; (4) cancelar el otorgamiento de Certificados de Energía Limpia (CEL’s); (5) cancelar todos los permisos de generación otorgados al amparo de la LSPEE, en el periodo comprendido entre el 20 de diciembre de 2013 y el 11 de agosto de 2014, que aún no inicien su construcción; (6) reafirmar los permisos de generación obtenidos al amparo de la LSPEE en la nueva normativa que se diseñe, a cambio de eliminar el porteo estampilla y establecer nuevas tarifas que contengan los costos atribuibles a los servicios conexos.
Lo que subyace en la propuesta de Reforma Eléctrica 2021 es una disputa por la renta asociada al sector eléctrico. Toda empresa moderna que pretenda subsistir en el largo plazo debe descansar en tres pilares fundamentales: la rentabilidad, el respeto al medio ambiente y a la sociedad, y el cabal aprovechamiento de los avances tecnológicos. Una empresa de propiedad estatal no sólo requiere ser administrada de manera eficaz y transparente. Dado que los recursos que están a su disposición son propiedad de los gobernados es imperioso gestionarla eficientemente. Es innegable que en la CFE de hoy existe una seria desviación entre los perfiles requeridos en los puestos superiores y de dirección de CFE y el de las personas que hoy ocupan estas responsabilidades. CFE debe reforzar el talento en los equipos directivos, particularmente en áreas requeridas por un
entorno competitivo, como son administración financiera, gestión de riesgos, planeación, comercialización y gestión regulatoria.
Las actividades cotidianas de la empresa todavía se sostienen por las capacidades de sus mandos medios y subordinados, creciendo día a día, las brechas de conocimientos y habilidades en todos los niveles de la organización, dado que se ha venido deteriorando la formación continua de su capital intelectual, es escasa la atracción de nuevos talentos, no existe un plan de relevo generacional y se precisa de un proceso riguroso de selección de personal. CFE requiere redoblar sus esfuerzos en la creación de un sistema que gestione y amplíe el talento al mismo tiempo que reduzca la cantidad de personal administrativo y de soporte que no aporte valor en los procesos sustantivos.
REFLEXIONES FINALES
La energía eléctrica es simultáneamente un bien y un servicio, no es posible almacenarlo, no fluye en la dirección deseada, no tiene una individualidad y el suministro debe satisfacer la demanda en todo momento. Las empresas de suministro eléctrico se integraron verticalmente, de manera que la generación, transmisión y distribución de la electricidad formaron parte de un solo paquete. Bajo este modelo, el precio se fija en función de los costos de producción y suministro, la industria eléctrica carece de competencia en los precios, no existen alternativas para el consumidor, las innovaciones han sido limitadas (comparadas con otros sectores como las telecomunicaciones y la computación) y la afectación al medio ambiente ha sido significativa.
Ante la debilidad de las finanzas de CFE, originada por la errónea política de fijar tarifas eléctricas para satisfacer propósitos clientelares, los productores independientes de energía fueron un gran apoyo para que CFE siguiera prestando el servicio público de energía eléctrica y extendiendo su cobertura. El esquema se ancló en la tecnología más moderna disponible que permitía la producción masiva de energía al más bajo costo con base en acuerdos comerciales de largo plazo que preveían precios beneficiosos para el comprador durante todo el plazo contractual. Fue un error incorporar bajo este esquema a centrales de generación eólica cuyo CAPEX era todavía muy oneroso. Pasado el tiempo, la tecnología ha avanzado, los costos han disminuido y las condiciones pactadas con los PIE hace 10, 15, 20 y 25 años, parecieran desfavorables para CFE. Es tarea fácil ser profeta del pasado, pero es poco razonable juzgar las decisiones de ayer a la luz de la información actual.
La posibilidad de constituir copropiedades o establecer sociedades con objeto específico de generación de energía eléctrica para autoconsumo de los socios, establecida en la LSPEE de 1992, quedó sujeta a un conjunto de controles por parte de la autoridad para garantizar que fuera una actividad estrictamente de carácter privado que no interfiriera en las funciones propias del servicio público. El autoabastecimiento estaba regulado desde 1975, con antecedentes en la Ley de la Industria Eléctrica de 1938 y fue objeto de adecuaciones en 1983. Con la reforma de 1992, desapareció la condición exigida anteriormente en el sentido de que debía existir la imposibilidad o inconveniencia para el suministro por parte de CFE, la cual se pensó innecesaria toda vez que se concibió como una figura que permite a los particulares, ya sea de manera individual o en sociedad, satisfacer sus necesidades de energía eléctrica en formal total o parcial, fomentando la inversión privada en actividades controladas por el poder público. En diciembre de 2013, se reformaron y adicionaron diversas disposiciones de la Constitución en materia de energía. A partir de estos cambios, la planeación y el control del SEN, así como la transmisión y la distribución de energía eléctrica son definidos como áreas exclusivas del Estado mexicano, mientras que la generación y la comercialización de energía eléctrica se abrieron a la participación del capital privado. De acuerdo con esta regulación, Sener —el ministerio de energía del Estado mexicano— es responsable de establecer, conducir y coordinar la política energética del país en materia de electricidad; mientras que el Cenace, sectorizado a la Sener —y por ende, perteneciente al Estado mexicano—, tiene por objeto ejercer el control operativo del sistema eléctrico nacional, operar el Mercado Eléctrico Mayorista y garantizar el acceso abierto y equitativo a la Red Nacional de Transmisión (RNT) —propiedad del Estado mexicano— y a las Redes Generales de Distribución (RGD) —monopolio también propiedad del Estado. Como consecuencia de dicha Reforma, la CRE —el ente regulador en la materia del Estado mexicano—tiene ahora a su cargo orientar de manera autónoma, transparente y eficiente los intereses de los usuarios y sujetos regulados al desarrollo de un mercado energético competitivo y sostenible. CFE pasó de ser un organismo descentralizado a una empresa productiva
que tiene como fin el desarrollo de actividades empresariales, económicas, industriales y comerciales en términos de su objeto, que generen valor económico y rentabilidad para el Estado mexicano. Con esta transformación, CFE asumió un carácter empresarial y autonomía presupuestaria, a la vez que mantiene un límite de endeudamiento y un techo de gasto en servicios personales controlados por la SHCP, y el Estado mexicano mantuvo bajo su gestión la política energética del país, el control de la operación del sistema eléctrico, la propiedad exclusiva de las empresas de transmisión y distribución, así como el órgano gubernamental que norma y supervisa el desempeño de todos los agentes participantes en el mercado eléctrico.
Pareciera que la iniciativa de reforma propuesta no busca revertir la reforma de 2013, sino que busca revivir la polémica planteada a finales de los 90 del siglo XX y resuelta en el primer lustro de este siglo. Mas allá de las declaraciones vertidas por algunos funcionarios del gobierno actual y de CFE, la SCJN ya se pronunció acerca de la legalidad y constitucionalidad de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica y las figuras que no constituyen servicio público. Resulta estéril seguir alimentando la discusión de un nuevo modelo para la industria eléctrica nacional basado en las personalísimas concepciones de estos actores. No podemos seguir anclados en el pasado discutiendo lo que fue ya resuelto por el máximo órgano jurisdiccional competente, ni podemos lanzarnos a una caminata al azar solo porque una persona no ha superado que dos controversias constitucionales hayan sido resueltas en sentido contrario a sus convicciones, ni permanecer indiferentes ante la colonización de CRE y Cenace para subordinarlos en los hechos a CFE.
En el 2018, CFE realizó un análisis de la rentabilidad de cada una de sus centrales que así se resume: 73 centrales, con 24.5 GW de capacidad, eran rentables entonces y se esperaba que lo siguieran siendo; 48 centrales, con 10.8 GW de capacidad, no eran rentables, pero tenían el potencial de convertirse en rentables mediante la aplicación de iniciativas de optimización, venta de energía o inversiones; y 36 centrales, con 6.0 GW de capacidad, no eran rentables entonces y no lo serían en el futuro. El 92.95% de la capacidad efectiva presentaba un margen bruto (cubría costos variables) y un 79% mostraba un margen operativo (cubría costos variables y fijos). La política de contención de tarifas instrumentada por la presente administración y la mayor competencia en este segmento han agravado estos resultados, con lo cual existe la duda razonable sobre si la CFE está hoy en posición de asegurar más de la mitad del suministro de energía eléctrica en el futuro mediato y lejano.
Dada la composición de su parque de generación, los costos de producción de CFE son elevados, en buena medida porque mantiene aún en operación algunas termoeléctricas de casi 50 años de antigüedad con altos costos variables atribuibles al
combustible que emplean (carbón y combustóleo). La situación petrolera mundial ha obligado a Pemex refinar mayores cantidades de petróleo en México, lo cual ha generado grandes excedentes de combustóleo. Nuestro país carece de sistemas efectivos para almacenamiento de combustibles y procesos más limpios de refinación. La Organización Marítima Internacional (OMI) ha prohibido el combustóleo con más de 0.5% de azufre, el de Pemex tiene hasta 6%. La combinación de estos dos hechos ha originado que el gobierno actual urja su consumo a CFE, ello a pesar de su alto contenido de azufre. En este ejercicio presupuestal el gobierno federal transferirá a CFE cerca de 5,000 millones de dólares para compensar los subsidios a las tarifas residenciales y agrícolas. CFE ha ralentizado el ritmo de crecimiento de su red de transmisión, no ha invertido en nuevas plantas de generación y presenta altos niveles de pérdidas a nivel distribución. La deuda de CFE supera los 17,000 millones de dólares y la empresa manifestó requerimientos de financiación por 1,700 millones de dólares adicionales para este año, más del triple que el año anterior. Así las cosas, CFE deberá mantener, modernizar, reemplazar y expandir su infraestructura, así como liderar la transición energética al amparo de una política de contención de tarifas que, más temprano que tarde, presionará las finanzas públicas en forma de mayor endeudamiento, aumento de transferencias para subvenciones, deterioro de otros servicios prestados por el Estado mexicano (salud, educación, seguridad, vías de comunicación, puertos), nuevos impuestos o alguna combinación de todos los anteriores.
En los últimos 50 años, México ha cambiado su política energética con gran desparpajo. Los planificadores de CFE, Pemex, las entonces secretarías de Recursos Hidráulicos, Agricultura y Recursos Hidráulicos y de Energía, Minas e Industria Paraestatal (SRH, SARH y SEMIP), de Sener o SHCP, en cada sexenio, han impuesto su propio arquetipo. Primero se pensó que la solución era enfocar mayormente la producción de electricidad con base en hidroeléctricas, hasta que una sequía nos recordó la estacionalidad de las cuencas explotadas. Después, en pleno boom petrolero, se pensó que la mejor solución era producir masivamente electricidad en plantas térmicas utilizando combustóleo, buscando concretar sinergias con las nuevas refinerías. Luego, se pensó que la matriz debía apoyarse en los bajos costos de las carboeléctricas, menospreciando los pasivos ambientales que ello conlleva. Llevamos casi 20 años utilizando la electricidad generada en ciclos combinados, que hoy dominan nuestro parque de generación. El mundo se mueve rápidamente hacia las renovables. Cualquier escenario realista debe considerar que por muchos años más seguiremos utilizando combustibles fósiles, cada vez en menor proporción, y que las nuevas centrales por construir serán en su mayoría con tecnologías limpias (eólicas, solares, hidráulicas y nucleares), y que el gas natural será la energía primaria que acompañe esta transición energética.
Es impostergable abrir el análisis sobre el portafolio de proyectos de generación que se construirán en los próximos 30 años, ya que una adecuada diversificación permitirá reducir el riesgo por indisponibilidad y mitigar eventuales variaciones en el precio de la energía. Este diseño debe considerar que en el futuro no debe predominar una tecnología o una única fuente de energía primaria. El país posee importantes cuerpos de agua sin aprovechar (i.e. los ríos Usumacinta, Papagayo, Verde), multitud de poblaciones que son arrasadas ante sus crecientes y amplias superficies poco productivas por la falta de agua almacenada. Los potenciales eólico y solar nos convierten en una región geográfica privilegiada. Tenemos acceso al gas natural más barato del mundo. Existen reservorios geotérmicos sin explotar. Con todo ello, debemos concebir una mejor matriz energética que coadyuve a la tan ansiada seguridad energética, concebida ésta como energía suficiente, económica y sin interrupciones.
Es necesaria una discusión sobre la política energética en el país, que considere el acceso a energía para todos, pero considerando energía sostenible, que mejore el rendimiento energético y aumente el uso de fuentes renovables. Para tal efecto, es necesario niveles de financiación y compromiso para adoptar tecnologías alternativas en una escala mucho más amplia. Es fundamental promover la investigación y la tecnología relativas a energías que consideren fuentes renovables y eficiencia energética. Experiencias en otros países muestran el avance de fuentes alternativas de energía como la eólica, la solar y la generada a partir del tratamiento de residuos sólidos orgánicos y de aguas residuales; en otras latitudes inicia la explotación comercial del hidrógeno. De igual manera, es indispensable abordar aspectos sobre modalidades de consumo y producción sostenible, fomentando el uso eficiente de recursos y de la energía, buscando la reducción de la degradación y la contaminación. Amplios sectores de la población culpan al sector energía del deterioro ambiental que experimenta nuestro planeta. Falso. Otros sectores y gran parte de las actividades que realizamos cotidianamente también son responsables. La rápida descarbonización del transporte, las industrias y el sector energético son indispensables para alcanzar las metas de reducción de gases de efecto invernadero asumidas por México ante la COP21. En el caso del sector eléctrico, se requiere impulsar una transición desde las tecnologías de generación basadas en combustibles fósiles, hacia alternativas limpias y renovables. México estableció compromisos específicos ante la comunidad internacional, de los cuales se desprende la sustitución de las centrales eléctricas que operan con carbón y combustóleo. Se requiere implementar una estrategia para la salida gradual de estos tipos de generación eléctrica. Esta senda de transición deberá permitir, por una parte, alcanzar el mayor porcentaje posible de amortización del capital de estas plantas y, por
otra parte, brindar el espacio temporal para impulsar los programas de reestructuración productiva en las regiones involucradas donde se obtienen y procesan el carbón y el combustóleo.
De cara al futuro, México debe promover un diseño institucional democrático y sólido con contrapesos, donde la toma de decisiones técnicas recaiga en especialistas, no en burócratas improvisados que fueron encumbrados por decreto y menos aún en políticos iluminados. Las pretendidas reformas al sector eléctrico deben ser asumidas viendo al futuro, no añorando el pasado. La industria eléctrica es la plataforma de despegue y soporte de todas las actividades económicas de un país y hacia adelante su importancia se acrecentará. Se estima que la población mundial alcance los 8,500 millones en 2030, 9,700 millones en 2050 y 11,200 millones en 2100; aumentará la esperanza de vida, se alargará la vida laboral de las personas, aumentará la demanda de servicios sanitarios y existirá una mayor diversidad en las organizaciones y empresas. Las ciudades albergan ya a más de la mitad de la población mundial, esperándose que en 2050 el 70% de la población se aloje en ellas, por lo que las ciudades concentrarán la actividad económica —en términos de comercio, de servicios e infraestructuras y de transporte— y deberán impulsar el desarrollo, facilitar la innovación y contribuir a la reducción de las desigualdades y la pobreza; la movilidad dentro de las urbes deberá cambiar a un modelo mucho más sostenible, garantizando el acceso a los servicios y nuevas infraestructuras que incorporarán, cada vez más, tecnologías digitales. Estamos inmersos en una transformación digital que tendrá importantes consecuencias en el modo que hacemos las cosas en todos los sectores y en casi todos los ámbitos de nuestra vida; el uso masivo de tecnologías digitales como son los dispositivos móviles, la computación en la nube, la inteligencia artificial, el Internet de las cosas, la robótica, la realidad aumentada, la fabricación aditiva, los drones, el 5G o el gemelo digital se están convirtiendo en algo común y tendrán importantes implicaciones en el desarrollo de la industria y los modelos de negocio. Tenemos una disponibilidad limitada de recursos naturales (únicamente el 3% de toda el agua es dulce y menos del 25% de la superficie es apta para cultivos); se calcula que las reservas de petróleo y gas permitirían satisfacer la demanda durante medio siglo y la mayoría de los minerales se agotará en unas pocas décadas. Todos estos factores provocarán que la demanda de agua, alimentos y energía se incremente significativamente, proyectándose que el consumo de energía eléctrica se duplique para 2050 y ésta deberá producirse evitando la aparición de mayores niveles de contaminación y degradación medioambiental, procurando que los modelos de producción y de consumo de recursos estén alineados a criterios de racionalidad, eficacia y eficiencia que redunden en un estilo de vida sostenible.
Regulación, permisos y exigencias administrativas excesivas
La rectoría económica del Estado implica, además de la posibilidad de realizar directamente actividades económicas, una función regulatoria respecto de las diferentes actividades empresariales públicas y privadas. De acuerdo con la Constitución Mexicana se trata de dos vías distintas, aunque no opuestas, a través de las cuales el Estado ejerce su función rectora para generar competitividad, crecimiento económico, empleo y una mejor distribución de la riqueza.
El Estado rige la economía fijando las reglas del juego, además de supervisando y sancionando su cumplimiento. Su intervención a través de actividades económicas de naturaleza empresarial puede contribuir de manera relevante a potenciar la eficacia de la función rectora, pero no es indispensable. En otras palabras, mientras que la rectoría implica necesariamente el ejercicio de funciones regulatorias, puede realizarse eficazmente sin actividad empresarial pública alguna.
Que el Estado sea rector no significa que las autoridades puedan actuar arbitrariamente. Su potestad deriva de la Constitución y de las leyes, y está sometida a ellas. Cuando una autoridad actúa al margen o en sentido contrario a ese marco, sus normas, actos y decisiones resultan inválidas. Ese es el cauce fundamental de la rectoría estatal, sea que actúe regulando o emprendiendo debe de conducirse con apego a la Constitución y a las leyes.
Lo anterior es solo el primer paso. Al emprender o regular, el Estado frecuentemente limita y restringe la actividad de los agentes económicos. En esos casos, la validez de sus actos y decisiones es controlada mediante una serie de principios y reglas encaminadas al cumplimiento de los fines que la propia Constitución establece.
Dicho de otra manera, la rectoría del Estado no es una finalidad en sí misma, sino que está orientada a garantizar condiciones de competencia para lograr el desarrollo económico y la generación de empleo en condiciones de equidad. Consecuentemente, los actos y decisiones de las autoridades deben ser razonables. Esto significa que deben estar justificados por los fines públicos constitucional y legalmente establecidos, de manera que sean necesarios, idóneos y proporcionales.
Que sean necesarios significa que no existen alternativas menos
SOCIO FUNDADOR Y CONSEJERO EN ALCIUS ADVISORY GROUP. ABOGADO GENERAL DE LA CFE. DIRECTOR GENERAL DE NORMATIVIDAD DE HIDROCARBUROS EN SENER Y MAGISTRADO ELECTORAL FEDERAL.La rectoría del Estado no es una finalidad en sí misma, sino que está orientada a garantizar condiciones de competencia para lograr el desarrollo económico
intrusivas o restrictivas para lograr los fines públicos perseguidos. Por su parte, que sean idóneas implica la existencia de una relación en la cual el medio utilizado conduzca efectivamente a la realización del fin perseguido. Finalmente, la proporcionalidad supone que las limitaciones o restricciones no vayan más allá de lo necesario para asegurar el cumplimiento de esos fines.
El estándar de razonabilidad se convierte, en última instancia, no solo en criterio para el establecimiento de medidas y exigencias regulatorias, sino para que los tribunales puedan controlar su constitucionalidad y legalidad, confirmándolas o invalidándolas. Sin duda, también actúa como criterio para que los agentes económicos afectados puedan valorar si se les pretende someter a cargas excesivas o injustificadas y tomar decisiones en relación con el ejercicio de medios legales de defensa.
Tomemos por ejemplo el caso de la expedición y actualización de permisos para el expendio de petrolíferos, como la gasolina. De acuerdo con la Constitución y las leyes, se trata de una actividad lícita que pueden llevar a cabo entidades públicas o particulares siempre que cumplan los requisitos legales para su autorización mediante el permiso restrictivo.
Por acuerdo del órgano regulador, los permisos están referidos a
una determinada marca de petrolíferos, de manera que, si se quiere expender otra distinta, en forma adicional o sustituta, se requiere una nueva autorización bajo la forma de una actualización de permiso. ¿Está dicha exigencia dentro del marco legal y constitucional?
No parece ser así. En primer lugar, no hay una justificación clara en cuanto al fin público que se persigue al limitar la autorización a una determinada marca. Además, siendo el expendio al público el último eslabón en la cadena de suministro y estando regulados el resto de los eslabones, no se ve ni la necesidad ni la idoneidad de sujetar el permiso a una marca determinada.
A través del control que el regulador ejerce sobre el resto de la cadena de suministro puede asegurarse la licitud de los productos comercializados en el último tramo. De esta manera, los permisos bien podrían incluir cualquier petrolífero que haya cumplido las condiciones impuestas en los eslabones previos, con independencia de la marca. En sentido contrario, no se ve cómo exigir la actualización de un permiso cada vez que quiera comercializarse una marca distinta pueda impedir el comercio ilícito. De hecho, esta restricción, además de ser una carga excesiva por no ser necesaria ni idónea, podría resultar contraproducente por su impacto negativo en las condiciones de competencia económica.
En este sentido, el sector de la energía ya vio retomar la actividad en varios de sus eventos llevados a cabo de manera presencial, tanto en México como en el resto del orbe; no sin antes transitar por una digitalización acelerada durante 2020, dado el confinamiento social producto de la pandemia, que obligó a los organizadores de dichos encuentros a reinventar sus contenidos hacia una nueva audiencia: los internautas.
El hecho de digitalizar los eventos trastocó el modelo de negocio debido al replanteamiento de ideas y de las alternativas en capitalización para poder subsistir.
Hoy, el evento presencial no regresa del todo a como ocurría previo a la pandemia; la tendencia avanza hacia el encuentro híbrido, que fusiona la experiencia personal con las lecciones aprendidas de la digitalización. Energía Hoy conversó con algunos organizadores de eventos del sector energético en pro de dilucidar lo que se espera para 2022.
EVENTOS HÍBRIDOS PARA LA ENERGÍA DE MÉXICO
A decir de Bernd Rohde, director general de Hannover Fairs México (filial de Deutsche Messe), ente que organiza los eventos de Industrial Transformation México (ITM) y Solar Power México, la energía y la Industria 4.0 son temas tan especializados que es difícil llevarlos en una plataforma digital en favor de generar nuevos negocios.
“Los eventos 100% digitales nos permiten mantener la comunicación abierta. Sin embargo, sectores tan especializados como la manufactura avanzada y la energía renovable, son difíciles de transmitir. Habrá temas quizá más fáciles para hacer negocios como libros, consumo, vestimenta. Pero nos dimos cuenta de que las plataformas digitales para estos segmentos realmente no son B2B (business to business)”.
En consecuencia, el 2021 vio el regreso del evento presencial para Industrial Transformation México, en León, Guanajuato; y también de Solar Power México, en la capital del país. Solo que, esta vez el formato de ambas ferias comerciales y de exhibición de productos fue híbrido.
Así, ITM México 2021 registró la asistencia de 25 mil visitantes en Poliforum León, tanto virtuales como presenciales, procedentes de 28 países; además, acudieron 100 expositores de la Industria 4.0 para lograr una derrama económica de 247 millones de pesos (mdp).
Por otro lado, Solar Power México congregó a cinco mil profesionales del sector solar fotovoltaico, quienes hicieron negocios con los más de 100 expositores nacionales y foráneos emplazados en un área de exposición de 6 mil 500 m2 en Centro Citibanamex Ciudad de México (CDMX).
De esta manera, se conjugó el formato presencial con enlaces vía streaming mediante distintos canales de comunicación. Al respecto, Bernd Rohde afirma que los eventos híbridos llegaron para quedarse.
“Todos los organizadores tendremos un componente digital en nuestros eventos, pero me da un gusto enorme que contemos, otra vez, con expositores presenciales. Nadie va a comprar por internet una solución de energía renovable para su fábrica, o una planta robotizada y de Industria 4.0 porque en un encuentro vía Zoom conoció el producto. La parte presencial es elemental y nos da gusto que en México ya lo estemos haciendo”.
Por su parte, Marisol Oropeza, gerente de proyecto de Intersolar México, un evento de Solar Promotion International GmbH y Tarsus México, explica que, desde la primera edición, se han realizado dos eventos en formato digital, el primero en septiembre de 2020 y el segundo en mayo de 2021. Llevaron por nombre “The Sustainable
Digital Experience”, dado que el programa incluyó temas tanto de Intersolar México como de los eventos The Green Expo y Aquatech México.
No obstante, para su tercera edición, Intersolar México se realizó en formato presencial en CDMX, junto con The Green Expo y Aquatech México en lo que se denominó la Semana Internacional de la Sustentabilidad 2021.
“Intersolar México se llevó a cabo de manera presencial en 2021 y tuvimos una experiencia muy satisfactoria, considerando que fue el primer evento presencial masivo que se hizo en Centro Citibanamex en el año. Se amplió el concepto de higiene y seguridad para cumplir con los protocolos y recomendaciones oficiales que surgieron a raíz de la pandemia. Además, Tarsus México, socio de Solar Promotion International para Intersolar México, implementó el plan global Trust Tarsus, que se basa en las directrices operativas de los organismos de la industria, incluidos SISO, IAEE, UFI y AEO”.
Asimismo, Marisol Oropeza pondera la relevancia de tener un evento F2F (face to face) en torno a la consecución de resultados financieros, pues los visitantes profesionales valoran mucho su tiempo y dinero.
“La experiencia del evento presencial en 2021 nos dejó claro que los foros como Intersolar México son indispensables para activar negocios entre personas. Además de constatar que los de mayor calidad se hacen de manera personal. Los eventos de gran formato permanecerán si ofrecen un valor agregado al expositor y al visitante, ávido de conectar con prospectos valiosos, cerrar negocios, expandir su red de contactos, obtener información de mercado de primera mano y, sobre todo, obtener un alto ‘value for money and time’”.
Otro de los magnos eventos del sector es el Encuentro Internacional de Energía México (EIEM), que, tras el inicio de la pandemia, digitalizó su formato al llevar todo lo hecho en presencial para una audiencia meramente de internautas.
Tras la buena recepción del evento en 2020, durante el presente año se realizó también de manera virtual, con la adición de la Semana
del Combustible, contenido adicional subsecuente al EIEM 2021. Sin embargo, la idea de Gabriel Becerra Dingler, vicepresidente del comité organizador y cofundador del evento, es la de regresar al formato presencial para el año entrante.“Hacia 2022, esperamos regresar ya a la normalidad y retomar el evento de forma presencial con las dinámicas que se hacían hasta 2019. Para el próximo año, regresan los paneles con expertos, las conferencias magistrales, mesas y actividades de negocio. Con el regreso a los eventos presenciales, prospectamos contar con una afluencia de entre 250 y 300 asistentes”.
RETOS DEL COMPONENTE DIGITAL
Sin duda alguna, la ventaja de la digitalización en eventos es el alcance magnificado para la difusión de estos. Pero, el desafío viene al momento de retener la atención del ciber asistente, más aún si se trata de transmitir un contenido de valor. Marisol señala que no es tarea sencilla mantener al espectador frente a la pantalla del ordenador durante largos lapsos.
“Intersolar México se enfoca en el sector solar de manera integral, tanto en la parte fotovoltaica como en la solar térmica. El mayor reto fue elegir los temas de mayor relevancia. En ambos casos, el espectro de temáticas es inmenso y el mercado muy dinámico. Otro de los desafíos fue ajustar el contenido a la duración establecida para cada sesión, sin demeritar la calidad. Al ser temas de alto interés y en cierto modo polémicos por el desarrollo de la política energética en México, fue un reto lograr el balance entre la profundidad con que se abordó el tema, la interacción entre ponentes y las preguntas del público”.
Además, Marisol considera que la mayor dificultad para sostener el interés de las personas en las sesiones digitales es la falta de retroalimentación. Aquí, la conexión entre emisor y receptor del mensaje tiene menor utilidad que en los eventos presenciales; dado que los oradores son capaces de estimular a la audiencia con diferentes herramientas de comunicación, dependiendo del comportamiento que perciba.
haciendo, por lo que hay que ser concretos y verticales. En sus palabras, la gente no tiene tiempo para escuchar cuestiones distintas a lo que realmente están buscando para sus negocios. De esta manera, los programas deben ser específicos y basados en las necesidades de las audiencias objetivo.
“Es imposible leer el lenguaje corporal en una sesión digital con 400 participantes o saber si están parcialmente atentos por realizar otras actividades de manera paralela”, afirma Marisol Oropeza.
En el mismo tenor, Bernd Rohde, comenta que se trató de una curva de aprendizaje para todos los organizadores de ferias y exposiciones. Y se adiciona el hecho de que hoy las personas se interesan más en el contenido de los eventos.
“Al principio sí cometimos el error de creer que podíamos hacer un programa de ocho horas y la verdad es que no funciona. Los programas digitales exitosos tienen varios componentes. Número uno, tienen que ser breves, mucho más concisos y frontales; es imposible hacer una ronda de discusión cuando tienes un Zoom con 50, 100 o 300 personas, no habrá interacción. Tienes que dar un contenido muy interesante, muy compacto y en media hora; más de media hora empiezas a perder a la gente, su atención, te das cuenta cuando empiezan a apagar sus cámaras”.
En segundo lugar, Bernd Rohde indica que hay una gran cantidad de oferta digital de conferencias y programas que todo mundo está
Y finalmente, el tercer elemento se trata del cobro por un programa digital, lo cual es muy difícil, considera el director de Hannover Fairs México; dado que el valor agregado todavía no es masivamente reconocido, ni por visitantes ni por expositores.
“Asumimos que nuestros programas, por ser digitales, son interesantes para todos y que le llegamos a todo el mundo. Pero también hay que ser objetivos, si yo veo un programa en donde me interesa el mercado mexicano y el mercado europeo, pues la verdad lo idóneo es empezarlo a las 8 de la mañana, que son las 3 de la tarde en Alemania; pero, a las 8 de la mañana no puedo traer a ningún mexicano, es bien difícil. Entonces entre más tarde empiece, pues más pierdo a los europeos, también tienes esa problemática de horarios”.
Aunque no todo es negativo, ya que, con la digitalización, señala Bernd Rohde, el alcance es mayor y se evitan otros costos como la transportación de recursos o de personas, en donde habrá quienes no tengan la posibilidad de desplazarse, por lo que las transmisiones online y ondemandabren el horizonte.
PERSPECTIVAS PARA 2022
En lo que se refiere a la normalización de los eventos, los meeting plannersdel sector energético vislumbran un retorno más vigorizado de la industria de eventos, con todo lo que conlleva el desafío de la pandemia que todavía impera en el mundo; gracias a la vacunación, a una mayor conciencia de las personas y a las medidas sanitarias que obedecen a las últimas investigaciones en torno al virus.
Para ello, habrá que estar al pendiente de las más recientes actualizaciones, de acuerdo con Gabriel Becerra Dingler. “Creo que en 2022 el mayor reto será el impacto de las nuevas variante de COVID-19. Si bien, esperamos que todo regrese a la normalidad, el tema de la enfermedad aún arroja mucha incertidumbre. Todo dependerá de los casos de COVID-19 en el momento, pero creo que en el próximo año veremos muchos eventos híbridos, donde las personas que no se sienten a gusto en eventos con muchos asistentes o tengan restricciones de viaje, podrán seguirlos desde casa. Este año mucha gente esperaba los eventos presenciales, pero hay un número considerable de personas que prefieren los virtuales”.
Por ende, el EIEM en su edición 2022 proyecta un retorno a la
presencialidad, pero con el componente digital adquirido en las últimas dos ediciones; aunado a las nuevas ideas que van surgiendo con base en las expectativas de las audiencias, que cada vez más se globalizan en diferentes temáticas.
“El próximo año esperamos continuar con las catas de cerveza, con una nueva entrega de los Premios Oil & Gas; con la Semana del Combustible y ahora hacer la Semana de las Renovables. También nos gustaría trabajar algo concreto relativo al desarrollo de proveedores en el sector energético”, señala Gabriel Becerra.
“Las sinergias que año con año se generan con los eventos coubicados, The Green Expo y Aquatech México, nos permitirán también en 2022 ofrecer una serie de eventos de energía y sustentabilidad de alto nivel bajo el mismo techo. La tercera edición de Intersolar México se llevará a cabo del 6 al 8 de septiembre en Centro Citibanamex. En línea con el lema de Intersolar, ‘Connecting Solar Business’, Intersolar México será el punto de conexión entre los miembros del sector solar y tomadores de decisión de diferentes industrias usuarias en el país. Será sin duda el aliado estratégico de la industria solar mexicana”.
Bernd Rohde de igual forma augura un escenario prometedor para los eventos del sector energético, con una regionalización de estos; dado que empresas, compradores y multiplicadores dejarán de recorrer grandes distancias por temas de costos y de sustentabilidad. Sin embargo, los eventos de gran formato, para 2022 podrían acercarse a los niveles pre-COVID-19.
A esta proyección también se suma Marisol Oropeza, quien espera que en 2022 las renovables y, en particular, la energía solar exploten al máximo los foros masivos “para posicionarse mejor ante la emergencia que representa el Cambio Climático” y de esta forma, lograr el reconocimiento que se requiere para la gesta de nuevos negocios.
Así también se realizará de manera presencial Intersolar México 2022, con la experiencia de más de tres décadas de Solar Promotion International; organizando exposiciones y conferencias en cuatro continentes, que otorga una gran fortaleza para atraer a expositores y visitantes de alta calidad.
Solar Power México + Storage 2022 se efectuará en alianza con Ecomondo, evento líder en Italia en el segmento de agua, reciclaje y economía circular, del 12 al 14 de julio en Guanajuato.
“Y para el tema de ITM México 2022 (del 5 al 7 de octubre), llegaremos no solo a los niveles de 2019, sino que los incrementaremos. Nuestra expectativa se trata de crecer aún más el evento, cubrir todos los aspectos de manufactura inteligente, traer una gran cantidad de expositores extranjeros y la tecnología de punta para la pequeña y mediana empresa de México, y que logremos nuestra meta, Industria 4.0 para todos”, concluye Bernd.
PREMIOS GANAR GANAR
LA
CUMBRE
La responsabilidad social empresarial (RSE) es hoy un tema que dejó de estar de moda para convertirse en una práctica por convicción por parte de compañías y organizaciones, las cuales se encuentran en la continua búsqueda de la reinvención y también de la sostenibilidad de sus operaciones.
La importancia de funcionar bajo esquemas de colaboración y de buenas prácticas en el sector público y privado debe difundirse ampliamente, para que se contribuya activamente y de manera voluntaria con la mejora social, económica y ambiental desde las empresas. De esta manera, la gestión empresarial y la generación de negocios tienen un nuevo eje que alinea la misión y visión de las empresas con los compromisos y valores adquiridos con la comunidad y con cada miembro de la organización.
En este sentido, la revista Ganar Ganar entendió la relevancia de promover la RSE, y desde hace varios años celebra lo mejor de las buenas prácticas empresariales con los Premios Ganar Ganar, los cuales tendrán su XIX edición el próximo 24 de marzo. Al respecto, Energía Hoy conversó con Klaus German Phinder, presidente de la revista Ganar Ganar y anfitrión de los Premios homónimos, para conocer a detalle uno de los eventos must del 2022.
“Los Premios Ganar Ganar se crearon con el objetivo de reconocer los mejores contenidos en materia de responsabilidad social y sostenibilidad en México. No se trata de una certificación, ni de una auditoría, sino todo lo contrario. Somos un medio de nicho especializado al 100% en RSE desde hace 19 años, donde única y exclusivamente publicamos reportajes, investigaciones, entrevistas y demás contenido relacionado”.
NOMINACIÓN Y PREMIACIÓN
De esta manera surgió la premiación, donde las categorías y nominaciones de cada edición se discuten por el consejo editorial de la revista y posteriormente, una selección nacional de lectores y suscriptores en un esquema de readers’ choice , son quienes fungen de jueces para calificar los contenidos y finalmente premiar a los ganadores.
Cada año se reciben más de tres mil votos, mediante el sufragio electrónico o con el envío postal de la planilla de votación; para distinguir la mejor entrevista, la mejor investigación, el mejor reportaje de sostenibilidad, entre otras categorías.
“Nosotros nominamos a los posibles ganadores, porque tenemos un consejo editorial bastante fuerte desde hace diecinueve años, con gente
2022,
DE LA RSE
renombrada y reconocida en el medio de la Responsabilidad Social Corporativa, en sostenibilidad y filantropía. Es lo que se conoce como el ‘tercer sector’, la sociedad civil organizada; ellos eligen a quiénes tendrán nominación en las distintas categorías de los Premios Ganar Ganar”.
En consecuencia, a todo suscriptor le llega su liga electrónica para votar cada categoría. Así también los coleccionistas de la publicación física, (hay quienes tienen más de cien números en su casa u oficina porque es una revista impresa con papel importado libre de cloro, certificada, con compensaciones de bonos de carbono, totalmente ecológica), también reciben su boleta impresa para votar.
¿QUIÉNES PUEDEN PARTICIPAR?
De acuerdo con Klaus German, cualquier empresa, académico o periodista independiente puede participar, siempre y cuando su colaboración se publique en la revista Ganar Ganar. En otras palabras, si no forma parte de los contenidos de la revista en el año inmediato a la premiación, no puede ser parte de las siguientes nominaciones.
“Necesita primero publicarse en nuestro medio especializado, sin importar que el contenido también aparezca en otra publicación. El simple hecho de que se publique en la revista Ganar Ganar, significa que ya pasó por el visto bueno del consejo editorial y en automático puede ser sujeto de nominación para los galardones”.
Con respecto a las categorías, estas también han ido evolucionando en las 16 ediciones presenciales del evento, así como en las últimas dos de 2020 y 2021 que se hicieron digitales debido a la pandemia de COVID-19.
De inicio, Klaus German comenta que se abordaron los temas de filantropía, altruismo y mecenazgo; para después subir la Responsabilidad Social Empresarial, y luego a la sustentabilidad. Actualmente se está avanzando en temas de ESG (Environmental, Social, and Governance), de reputación corporativa y también de calidad de vida en las empresas.
“La verdad es que vamos muy acorde a cómo es que se van generando las tendencias mundiales. Por ejemplo, previo a la pandemia cada año me tocó viajar a Ámsterdam para ver los temas del GRI (Global Reporting Initiative) que es la metodología internacionalmente aceptada para hacer informes de sostenibilidad. Participé como parte de los stakeholders , y de primera mano siempre vimos cuáles eran las tendencias a nivel mundial, mismas que publicamos en la revista y así nacieron nuevas categorías”.
LA CURVA DEL APRENDIZAJE DIGITAL
El presidente de la revista Ganar Ganar señala que la pandemia vino a cambiar los modelos de negocio de todas las empresas, incluyendo las editoriales. No obstante, la revista no realizó mayores ajustes, ya que, a la par de la edición impresa, la versión digital ya tiene 10 años en el mercado; con un portal de noticias robusto y un newsletter que nueve mil personas reciben cada semana.
Además, no hay planes de desaparecer del impreso, al tener anunciantes AAA que todavía desean tener presencia en tiendas departamentales. Sin embargo, los Premios Ganar Ganar en las últimas dos ediciones sí migraron al escenario digital a causa del confinamiento social.
“La parte de hacer el evento virtual al inicio fue complicada. Para
nosotros ya era sencillo organizar un cóctel, con su banda sonora u orquesta, los canapés, la escenografía; para que la gente fuera a conocer a la misma comunidad de Ganar Ganar. Porque todo el mundo va con el ánimo de presenciar la premiación y hacer networking”. En palabras de Klaus German, digitalizar el evento fue su mayor reto. En el momento de la transmisión de 2020, se abrió un chat virtual para que la gente no perdiera la sensación de contacto. Mediante una plataforma digital, las personas pudieron entablar conversación con los premiados o con otros suscriptores.
“Después repetimos el mismo ejemplo en marzo de 2021, y siempre es durante ese mes para alinearlo con el cumpleaños de la revista. Entonces, el 24 de marzo será nuestro próximo evento, salvo que llegue a pegar aquí la cuarta ola de COVID-19. Y para ello ya tenemos donado al 100% la Casa de la Filantropía, el nuevo edificio del Centro Mexicano para la Filantropía que lleva más de 30 años en operación”.
Asimismo, independientemente del formato presencial, se realizará también un streaming para brindar la posibilidad de asistencia a aquellos suscriptores que no puedan acudir presencialmente a la premiación. Por lo que, en esta ocasión y en lo subsecuente se tratará de un evento híbrido.
“La campaña arranca desde enero, cuando sacamos información en espectaculares, vallas, parabuses, tótems. Ahorita, por ejemplo, estamos justamente definiendo los nominados con el consejo editorial.
El 3 de diciembre tendremos un evento en el Club de Industriales donde vamos a generar tanto las categorías como los nominados”.
La entrega de los galardones de la publicación Ganar Ganar son hoy el evento cumbre de la industria de RSE en México; pues cobran una gran relevancia año tras año en el seno empresarial y las organizaciones, instituciones académicas y hasta otros medios de prensa no dudan en acudir al evento.
Al respecto, Klaus German señala que el éxito se debe en gran parte a la constancia de la revista, al ser un medio especializado que cubre este sector en particular. “Nosotros hemos sido consultores en estos temas. Desde antes de la revista yo ya avanzaba con grandes corporativos. Hemos creado toda una generación de periodistas y más allá de las consultorías que damos a muchas empresas, fundaciones y universidades, buscamos dejar testimonio de lo que está pasando en materia de RSE y de sostenibilidad en México”.
La revista Ganar Ganar está por publicar su número 114, en su edición bimestral enero-febrero, en donde se darán a conocer las categorías y nominaciones de los Premios Ganar Ganar 2022.
En el número anterior hablábamos de que el compromiso de sostenibilidad en las empresas se debe adoptar desde un nivel estratégico y a partir de éste, aterrizarlo a todas las esferas: operación, organización y cultura. Solo así podremos obtener resultados tangibles.
Pasar de una estrategia sostenible a una operación sostenible demanda nuevos estándares en distintos ámbitos, no solo hacia adentro de la organización sino también hacia afuera, como resultado de su interacción con el sistema.
Las empresas generan impacto a lo largo de todos sus procesos, es decir, desde la elección de los recursos que se utilizan para la elaboración o prestación de su producto o servicio, hasta la manera de comercializarlos y el impacto que éstos tienen en términos de reciclabilidad, perdurabilidad o fugacidad.
Lo que no se mide, no se controla, por lo que establecer compromisos de sostenibilidad, inevitablemente requiere de conocer la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) que la organización emite de manera directa o indirecta. En este sentido es fundamental identificar y medir la huella de carbono de la organización, es decir la totalidad de gases de efecto inverndero emitidos por efecto directo o indirecto como consecuencia de su actividad económica.
De acuerdo con el Greenhouse Gas Protocol, la emisión de gases efecto invernadero se clasifica en función de su alcance (scope). El primer grupo lo constituyen las emisiones GEI que son producto de fuentes controladas por la organización; por ejemplo, la quema de combustibles en calderas, hornos o vehículos. El segundo grupo lo conforman las emisiones GEI indirectas asociadas a la compra de electricidad, vapor, calor o enfriamiento; a pesar de que este tipo de emisiones ocurren físicamente en la instalación en la que se generan, se contabilizan en el inventario GEI de la empresa porque son el resultado del uso de energía en la organización. El tercer grupo incluye cualquier otra emisión indirecta que ocurra a lo largo de la cadena de valor, como insumos, bienes de capital, trasportación y distribución de productos, viajes de negocios, desplazamiento de colaboradores, basura y desperdicios, entre otros.
Hacia una operación sostenible
El modelo de negocios que demanda el mundo entero requiere del desarrollo de una estrategia sostenible aterrizada en esquemas de operación con esta vocación
A partir de la medición de la huella de carbono, se deben establecer objetivos que impliquen una reducción absoluta, claramente definida durante un periodo de tiempo específico, y que incluyan todas las emisiones de alcance uno y dos y al menos una parte de las emisiones de alcance tres.
De lo anterior queda claro el gran abanico de actividades en las que la empresa impacta. En cada organización, la gestión eficaz y comprometida de la estrategia sostenible implica injerencia en toda la cadena de valor y, por tanto, logrará un efecto progresivo en la preservación ecológica de todo su entorno.
En pocas palabras, la utilización eficiente de energía, la utilización de recursos de origen responsable y la expansión de procesos de reciclaje en todas las instancias que integran las cadenas de producción, marcarán la diferencia hacia la sostenibilidad.
Nestlé aplica acciones concretas en su operación en la planta de Veracruz, cuenta con una caldera de biomasa que genera el 70% del vapor que consume, utilizando bagazo de café como combustible. Unilever se ha comprometido a producir y empaquetar artículos de limpieza y lavandería libres de combustibles fósiles, así como a diseñar una red de abastecimiento sostenible; Mondelez, en su unidad de negocio en México en la que producen galletas, caramelos, gomas y queso crema, entre otros productos, funciona en su totalidad con energía renovable.
El tema va más allá de las plantas manufactureras y de prácticas de logística. Si hablamos de la industria del retail , Walmart México y Centroamérica cuenta con generación en sitio de energía fotovoltaica para 15 unidades, seis parques de energía eólica y dos plantas
hidroeléctricas para suministrar energía a sus operaciones; han implementado un sistema de Inteligencia Artificial que permite lograr la mayor eficiencia en la distribución de la energía renovable y en el consumo energético.
Cada vez es mayor el número de empresas que se comprometen públicamente con metas específicas en términos de emisión de gases efecto invernadero con un alcance que va más allá de sus propias organizaciones y que abarca a toda la cadena de valor. Lo anterior ejerce una fuerte presión sobre los proveedores para que ellos mismos reduzcan sus propias huellas sobre el medio ambiente.
Todavía hay un largo camino que recorrer para aterrizar los deseos y compromisos en una operación sostenible. Por un lado, la innovación tecnológica será un brazo fundamental en esta carrera contra el tiempo y, de manera paralela armar puentes y alianzas que permitan que las acciones de todas las partes involucradas en la cadena productiva se sumen al objetivo de reducir al máximo las emisiones de GEI, de utilizar materias primas de origen responsable, de obtener la energía de fuentes con el menor impacto y de consolidar una red de reciclaje.
El modelo de negocios que demanda el mundo entero requiere del desarrollo de una estrategia sostenible aterrizada en esquemas de operación con esta vocación. Para ser exitoso en este desafío se requiere trabajar también en la organización y en la cultura de las empresas. En el próximo número hablaremos de estos dos pilares para llegar a cada uno de los colaboradores, de tal manera que cuenten con la estructura y las herramientas que les permitan abonar a la consecución de la estrategia y operación sostenible.
¿Cuánta energía desperdiciamos en México durante 2021?
Estamos a 28 grados, es domingo, me encuentro esperando el vuelo para volver a la Ciudad de México, después de un fin de semana de negocios en Monterrey. El vuelo comienza a demorarse. ¡Vaya sorpresa!
La ida el viernes anterior fue peor, planeaba llegar a la capital del estado de Nuevo León a las 15:00 horas y en realidad hice checkinen mi hotel de madrugada, casi 14 horas después.
Tanto tiempo libre me hizo reflexionar. Fui víctima de la sobreventa y las malas gestiones; más adelante y con impotencia me doy cuenta de que no hay opciones o un lado hacia donde hacerse; quizás el servicio no es bueno pero hemos caído en una conformidad tóxica tras la que no podemos esperar que las cosas resulten como deberían.
Estamos a finales de noviembre y el aeropuerto no se ve como se vislumbrara en un mes durante el cierre del año. Justo es ese el motivo de esta columna que tiene el propósito de hacer algunas conjeturas. Está próximo el cierre de año y es momento de evaluar. Saber qué hicimos bien, qué hicimos mal y qué podemos mejorar.
Suelo llevarlo todo a mi trinchera. Llevo lo sucedido al tema ambiental. ¿Qué pasó?
Me pregunto, ¿qué nos queda por hacer? Y con este retraso me da tiempo hasta de entender cuál es parte o raíz del problema. La palabra mediocridad es muy fuerte, no quiero ser tan abrupto en estas fechas, usaré la palabra ineficiencia. Y es que vamos, la explotación de recursos es una cosa, el no aprovecharlos ya encontrándose explotados es igual o peor.
Es momento de hacer un recuento, mostrar casos que se traducen en impacto ambiental y que sin duda no solemos prestar atención pero que detrás se encuentran emisiones de CO2 que llegan a la atmósfera.
Un ejemplo es que, este año el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) tuvo en el primer semestre 32 mil 445 vuelos con retraso, más de 170 al día en promedio. Si pones un pie en ese aeropuerto es casi un hecho que llegarás tarde. Me parece primordial denostar que uno de los sectores más contaminantes es el de transporte, es imperdonable que tenga esas fallas.
El impacto directo está en vuelos que se quedan dando vueltas y
EN ENERGÍA Y DESARROLLO SUSTENTABLE, MAESTRANTE EN DIRECCIÓN DE OPERACIONES. AYUDA AL MUNDO A SER SOSTENIBLE DESDE TAO SOLUTIONS.Es momento de hacer un recuento, mostrar casos que se traducen en impacto ambiental y en los que no solemos prestar atención
haciendo fila en el aire para poder coger pista cuando haya lugar, pero en casos peores los vuelos son desviados o las trayectorias cambian, lo que implica más movilidad, pero menos eficiencia.
Nos estamos quedando secos Igual de preocupante es la ineficiencia del sistema hídrico, una parte privilegiada de México abre la llave y sin más sale el vital líquido, no pensamos mucho qué hay detrás. Recuerdo que hace unos años la OCDE y Conagua tenían el tema entre ceja y ceja, hace seis o siete años durante mis estudios de universidad encontré el dato de que 40% del agua se pierde por fugas en la red de distribución, durante este año encontré que ahora tenemos una pérdida del 50%, es decir que por cada litro que llegó a nuestras casas, industrias y comercios, la mitad se quedó en el camino.
No es el tema de dónde queda el agua, ni la escasez que hay en ciertas zonas. Hablando desde la perspectiva energética, se requirió energía para extraer y llevar agua del punto A al punto B, entonces, ¿cuál sería el costo directo e indirecto, ambiental y económico por las ineficiencias en la red? ¿cuál será el costo de tener a toda una red operativa y administrativa detrás de un sistema que simplemente no es funcional?.
Ya merito…
Y cuando faltaban menos horas para coger el vuelo comencé a sentir hambre, eso me hizo plantar la vista en algo rico y merecido aunque el análisis continuaba. Pude recoger el dato que usé hace unos meses, de acuerdo con el Inegi, en México mueren cada año aproximadamente 8 mil 500 personas a causa de desnutrición, de ellos, un promedio de
850 tenían menos de cinco años de edad. Además, cerca de 10% de la población mexicana no tiene acceso a agua potable.
Es triste ver estas cifras, cuando la realidad es que los recursos sobran (somos el primer país en obesidad infantil y el segundo en adulta) pero se encuentran mal distribuidos, los extremos nos están matando y la respuesta está en nosotros, pues durante mi espera llegué a la claridad de que la ineficiencia es meramente “humana” por lo que la solución también lo debe ser.
Esto lo pude observar desde el viaje que haría vía aérea, pero volteando abajo, las situaciones y los causantes no difieren mucho. Basta con ir un fin de semana en carretera a Oaxaca o cualquier día al centro de la CDMX para encontrarnos con paros, marchas y obstrucciones que causan problemas similares a los comentados del aeropuerto del AICM, todos ellos teniendo un costo ambiental por una o múltiples decisiones mal ejecutadas por parte del ser humano.
Pero bueno, es cierre de año, cierre de columna y seguramente de ciclos. Analicemos lo que está bien, evaluemos qué y por qué lo estamos haciendo, después el cómo; seamos lo bastante honestos y valientes para hacer los ajustes que sean necesarios. Sepamos de qué lado de la carretera estamos, si estamos estorbando o si estamos abriendo brechas.
Al final llegué a donde tenía que llegar, más tarde que temprano, pero era el camino proyectado. Seamos pacientes pero no pasivos, que eventualmente los aviones llegan, las carreteras se destraban y los 28 grados pueden convertirse en 30 y tendremos que estar dispuestos a seguir andando.
Te agradezco por haberme leído todo este 2021, te abrazo y a los tuyos ¡Te espero con más tinta en el 2022!
CÓDIGO DE RED 2.0 TENDRÁ REPERCUSIONES EN SECTOR ELÉCTRICO
EXPERTO PROFUNDIZA SOBRE EL ESCRITO PRESENTADO POR LA CONAMER, QUE NO ES MÁS QUE LA RESPUESTA A LOS COMENTARIOS REALIZADOS POR GENERADORES, CENTROS DE CARGA Y DISTINTOS ACTORES QUE INTEGRAN EL SECTOR
EDNA ODETTE GONZÁLEZCon la actualización del documento original, presentada por la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) se da un importante avance rumbo a la consolidación del Código de Red 2.0, que tendrá repercusiones profundas dentro del sector eléctrico.
“Es el resultado del trabajo que ha realizado la Comisión Reguladora de Energía (CRE), en su unidad de electricidad, en torno a la contestación de más de 4 mil 700 comentarios que llegaron en consulta pública”, detalla Héctor Beltrán, consultor experto en energía.
Beltrán, quien es ingeniero eléctrico graduado con mención honorífica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con especialidad en Operación y control de sistemas de potencia, profundiza sobre el escrito presentado por la comisión, el 18 de noviembre del presente año; que no es más que la expresión del proceso de respuesta a los comentarios realizados por generadores, centros de carga y distintos actores que integran el sector.
De acuerdo con el procedimiento de mejora regulatoria que conduce la Conamer, quienes proponen una nueva regulación están obligados a contestar de manera razonada y fundada; si bien no a aprobar todo lo dicho, sí a dar cabida a todas las observaciones e inquietudes.
“Los comentarios son de muchos tipos, desde los que marcan errores de tipo, hasta los que hacen observaciones y fundamentan las mismas a través de ecuaciones y gráficas”, comenta quien también es parte del comité directivo del Consejo Internacional de Grandes Redes Eléctricas (CIGRE) México.
Eso, literalmente, se convierte en grupos de trabajo y de estudio, por parte de los ingenieros de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) para poder comprender en su totalidad lo que quiere decir tanto la industria como los regulados.
Héctor Beltrán, quien fue responsable directo del desarrollo de diversos instrumentos regulatorios de carácter técnico dentro la industria, entre ellos el Código de Red, celebra que el documento contenga “la experiencia de grandes ingenieros del sector, tanto público como privado, grandes ingenieros de CFE, Cenace y asociaciones”.
El experto estuvo en la primera línea de la discusión, donde se ponían
sobre la mesa temas ríspidos y cuenta “si bien, no todos acabamos dándonos la mano, ni aprobando por unanimidad, en cierto sentido, nos levantamos de la discusión con la tranquilidad de haber sido escuchados y, además, recibir retroalimentación”.
A decir del maestro en Ciencias por la Universidad de Illinois de Estados Unidos, la mayoría son comentarios técnicos por la naturaleza misma del documento. Aunque también llegaron comentarios del tipo administrativo o jurídico, todos con la misma importancia y valía.
“De los puntos más duros en el terreno técnico de discusión destacaron: la regulación primaria de frecuencia, inercia sintética, máquinas rotativas y electrónica de potencia. Nos metimos a estudiar estándares internacionales y experiencias de otros países. Sin embargo, llegamos a la conclusión de que no necesariamente, lo que funcionó en Europa o Estados Unidos, funcionaría en México”, comenta Beltrán.
Que no exista la menor duda, el Código de Red es mexicano, ajustado a la topología mexicana, señala.
Para Beltrán, quien trabajó en el Instituto de Ingeniería de la UNAM en proyectos de energías renovables y laboró por 12 años en la Comisión Reguladora de Energía (CRE), el Código de Red es un documento vivo, resultado del trabajo de un grupo interdisciplinario integrado por ingenieros, abogados y economistas, entre otros.
UN DOCUMENTO VIVO
El experto Héctor Beltrán tuvo la oportunidad de trabajar en la versión vigente del Código de Red y también en parte de lo que fue la actualización; gracias a su experiencia considera que es un documento “vivo” en la medida en que busca estar en constante comunicación con los regulados, donde cabe CFE, Cenace, la industria y las asociaciones.
“Es un documento vivo porque es imposible pensar que, en este caso, la CRE lo sepa todo, y si bien, es un trabajo que presenta la CRE, sería muy injusto decir que el Código de Red solo es de la CRE. Es un documento que refleja el intercambio muy intenso y ríspido, a veces, pero siempre respetuoso y en el terreno técnico en beneficio del sistema y pensando en el usuario final”, afirma.
SIMILITUDES Y DIFERENCIAS
Según palabras del consultor, hablar sobre las diferencias y similitudes del Código de Red vigente contra su actualización puede ser bastante amplio, debido a los muchos temas técnicos que engloba el sector.
Por ejemplo, con respecto a la planeación, se habla explícitamente de un análisis costo-beneficio para las obras; de dar un mayor peso a las propuestas del transportista, del distribuidor dentro del análisis que tiene que hacer Cenace en todos los programas que anteceden al Prodesen.
Mientras que, en el terreno operativo, no podemos evadir o evitar discutir, dado el contexto actual, lo que tiene que ver con las energías renovables.
“En la parte de operación, el Código de Red brinda mayor transparencia sobre lo que debe de ser la operación técnica de las fuentes renovables, que dentro del documento se denominan tecnologías asíncronas, en particular, su participación en la confiabilidad desde el punto de vista de frecuencia. La discusión siempre se ha concentrado en obligarlos o no a poner baterías o si tienen que entregar o no ciertos servicios”, señala Beltrán.
Se trata de una discusión coyuntural y el Código de Red abona para determinar en qué situación y cómo tendrían que participar las fuentes renovables; y eso derivará en decisiones en torno a, por ejemplo, la necesidad de las baterías.
Otro aspecto relevante son los centros de carga. Esta nueva versión del Código de Red llega a apretar un poco más el cinturón porque algunos requerimientos que ya existían, amplian su alcance para ser aplicables a otro tipo de usuarios. Los usuarios de media tensión ahora tendrán que vigilar o tendrán que ocuparse de cumplir requerimientos de factor de potencia.
POR UN MEJOR SISTEMA
El experto celebra la publicación de esta actualización, pues considera que es el siguiente paso rumbo a una mejora del sistema eléctrico; un hecho del que todos nos vamos a beneficiar en la medida en que el sistema será más confiable.
Ojo, comenta Héctor Beltrán “siempre he dicho, que no se trata de que el sistema estará exento de fallas, disturbios o apagones, sino que considero que muchas de las implicaciones del presente documento derivarán en certeza”.
Y abunda “siempre he defendido que la regulación es una gran generadora de certeza. Un renovable que sabe de antemano cuáles son las reglas técnicas que tiene que cumplir, se traduce en mejores decisiones de inversión y operativas. En tanto a un centro de carga también le ayuda a tener mejores planes de negocio o de desarrollo”.
CUMPLIR REGULACIÓN
El excolaborador de la CRE considera que si bien, el Código de Red le pide a todos, es para dárselo a todos a través de una mejora en el
sistema. Además señala que para los usuarios en sus casas puede significar menores interrupciones y menores variaciones de tensión.
“Si le tuviéramos que tomar una foto a la situación, yo diría que estamos presenciando un paso de la autoridad hacia la dirección de mayor vigilancia y monitoreo del cumplimiento del Código de Red. Es decir, para qué se emite un documento si no lo voy a vigilar, para qué actualizo algo, sino no voy a estar pendiente de que los regulados los cumplan”, considera.
La autoridad proporciona un formato para facilitar la entrega de un plan de trabajo. Se trata de un mensaje por parte de las autoridades, donde te invitan a cumplir con lo estipulado en la regulación. Dicho formato ya existía, pero incluirlo de manera formal en un documento que se va a publicar en el Diario Oficial de la Federación (DOF) es una manifestación de la autoridad, invitando a cumplir.
Esto es “te pongo la mesa, los instrumentos, los formatos, los pasos y todo lo necesario para que puedas cumplir. Yo veo un paso de la autoridad hacia la vigilancia y el monitoreo más estricto”, dice Beltrán.
En la antesala del final de la conversación con el experto, este hace un llamado a conocer a profundidad el documento y entenderlo de manera armónica e integral. “Si se tiene una visión integral de lo que es, se cuenta con mayores mecanismos para hacerle frente”.
“La recomendación número uno y aquí a lo mejor me sale un poquito este carácter que tengo de profesor de la UNAM, es: estúdienlo y conózcanlo. No nos entreguemos tan fácil a la crítica, no empecemos una guerra en redes sociales antes de conocer el documento”, invita.
Además, cada quien en su sector, debe hacer una comparativa muy puntual de lo que dice el nuevo Código de Red y poner especial atención en los puntos que sí les aplican y los que no.
Finalmente, Beltrán pone el acento sobre la importancia del Código de Red 2.0, “estamos en una coyuntura donde todo lo que se pretende hacer por parte de este gobierno en materia eléctrica, es para cambios profundos, de cómo funciona el mercado, cómo se despacha, cómo se paga”.
“El Código de Red es una herramienta necesaria para el sector y es bueno conocerlo para saber si adquieres nuevas obligaciones, pero también, es importante entender que nació pensando en el beneficio de todo el sistema. Y no es ir en contra o a favor de ciertos grupos, sino que se trata de pensar en un aspecto más social que considera a todos los usuarios finales”, concluye.
Impacto de la Reforma Energética 2013 en el sector hidrocarburos
GISELA CASTILLO BAUTISTA WEN: LA OTRA MIRADAMéxico ha pasado por cambios en la Constitución Política; el más representativo fue realizado el 20 de diciembre de 2013, pues da un revés en la historia de la industria, tomando como referencia el año 1958, donde estaban prohibidos los contratos y Petróleos Mexicanos (Pemex) era el único operador.
La reforma cambia el papel que tiene Pemex, convirtiéndola en una empresa productiva con gran infraestructura y lleva a cabo de manera exclusiva diversas actividades que se consideran estratégicas, tales como: exploración, explotación, refinación, transporte, almacenamiento, distribución y ventas de primera mano del petróleo y los productos que se obtengan de su refinación. La paraestatal tiene la apertura de celebrar con terceros contratos de obras y de prestación de servicios sin conceder propiedad sobre los hidrocarburos, ni que los contratos sean de producción compartida.
Todos estos cambios constitucionales tienen el objetivo llano de atraer inversión privada a nuestra nación, para generar derrama económica ilimitada, producir empleo, realizar obras en beneficio de la sociedad. Estos objetivos fueron respaldados astutamente en ley y enlazados en los contratos firmados por las empresas ganadoras de las rondas.
La regulación central se establece en la Ley de Hidrocarburos, rezando las obligaciones legales en materia laboral, fiscal y contenido nacional, al igual que las sanciones aplicables por el incumplimiento de dichas obligaciones. La Secretaría de Economía es el regulador principal para validar la información presentada por las operadoras, pero sobre todo, el cumplimiento del porcentaje de contenido nacional establecido en el contrato de cada empresa; teniendo como un mínimo del 25% a partir del año 2015, con un incremento anual para llegar al 35% en el año 2025.
Responsables y alcances
En la ley se establece que la obligación de reportar el porcentaje de contenido nacional de manera anual ante la Secretaría de Economía es para las empresas que tengan un contrato o asignación; con el fin de
YERI ES CONTADORA FISCALISTA, CON MÁS DE 18 AÑOS DE EXPERIENCIA. SOCIA Y MIEMBRO FUNDADORA DE LA AMDF, CAPÍTULO TABASCO, DE LA ACFE, DE LA AMGE, DEL IMCP Y DE WEN.Durante este 2021 surgieron algunas iniciativas de reforma de la Ley de Hidrocarburos, con la finalidad de reducir la participación del sector privado
obtener la información de la nacionalidad de los productos y servicios consumidos por las empresas asignatarias o contratistas, además deben solicitar a sus proveedores el porcentaje que le han trasladado, por medio de una carta requisitada, bajo protesta de decir verdad y con firma autógrafa del representante legal. Para enfatizar, debemos tomar en cuenta dos puntos:
1.- La definición que señala la Ley de Hidrocarburos para la cadena productiva: Conjunto de agentes económicos que participan directamente en la proveeduría, suministro, construcción y prestación de bienes y servicios para la industria de hidrocarburos.
2.- La aplicación de sanciones a los terceros que operen por cuenta y orden de los asignatarios o contratistas que incumplan o entorpezcan la obligación de informar o reportar a las autoridades que correspondan, conforme a lo establecido en el reglamento de esta ley y demás disposiciones aplicables, además de proporcionar información falsa o alterada.
Este punto demuestra que los actores involucrados para cumplir de manera correcta, verás y verificable con el reporte de contenido nacional son los asignatarios o contratistas de manera directa, pero solidariamente, responsables son los proveedores, ya que ellos se erigen como los generadores originales de la información que recibirá la autoridad.
La Secretaría de Economía ha intervenido para generar una estructura política, logrando así tener en claro la manera de regular y revisar la información obtenida, pero también ha publicado mejoras por medio del Diario Oficial de la Federación para crear un entendimiento estándar de cómo se debe aplicar la metodología que
diseñaron con el fin de calcular el porcentaje de contenido nacional. Estamos entendiendo la importancia económica que tiene la Reforma Energética de 2013, sobre todo, el producto resultante de las normativas establecidas denominada contenido nacional no es solo un formato que debe cumplir el proveedor o un cálculo que deba tomar a la ligera el asignatario o contratista, pensando que puede heredar la responsabilidad a quien le suministra la información; el trasfondo de este requerimiento es cumplir con el objetivo de una derrama económica, pero también tiene fines recaudatorios ya que las sanciones onerosas establecidas por la Secretaría de Economía, Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Secretaría de Energía o Comisión Nacional de Hidrocarburos serán aplicables acorde a sus facultades.
Desde su creación, la Ley de Hidrocarburos no ha tenido reforma alguna, hasta este año (2021) donde existen iniciativas para reformar dicha ley con la finalidad de reducir la participación del sector privado. Este cambio es un ejemplo claro de que la autoridad, cada día se prepara para regular de manera eficiente el correcto cumplimiento, por ello nos ha hecho saber cuáles son los tipos de auditorías que realizará, pero lo más interesante es que la Secretaría de Economía puede apoyarse en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, recordando que ellos tienen toda nuestra información contable, fiscal y económica.
Como empresa, nosotros sabemos que debemos cumplir de manera correcta, mantener una trazabilidad en la información que utilizamos, respaldar los datos que presentamos y sobre todo ser honestos con la información que trasladamos a nuestros clientes, así evitaremos repercusiones financieras.
¿Mexicanos o cangrejos?
FINANCIAMIENTO ENERGÉTICO
Cuando era niño, recuerdo que un mexicano ponía en alto el nombre de nuestro país jugando fútbol en el que muchos consideran el mejor equipo de la historia, el Real Madrid. Recuerdo haberlo visto ganar en España y triunfar como máximo goleador de Europa -igual que en los últimos años lo hicieron Lionel Messi y Cristiano Ronaldo- en la década de los ochenta. Sin embargo, cuando este futbolista venía a nuestro país mencionaba que algunos mexicanos eran “cangrejos” y yo, a mi temprana edad, no entendía el término, pues al parecer no tenía nada que ver con el deporte más popular del mundo.
Hoy México se encuentra a la mitad de la actual administración y pareciera que la división entre los que están a favor y los que están en contra de la denominada Cuarta Transformación (4T) hace que los mexicanos vivamos algo que en la historia reciente no se había visto de manera tan evidente en actos públicos, redes sociales, mesas de análisis, foros de expertos, cenas de amigos y reuniones familiares.
Más allá de las posiciones políticas significativamente distantes, el análisis técnico de ambos bandos debería ser más consciente de las condiciones que se dieron en el pasado para tener el gobierno que hoy nos representa, y más objetivo, respecto a las repercusiones futuras que tendrán las decisiones que hoy se tomen por parte de los responsables del poder Ejecutivo.
Enfocándonos en el sector energético que es el más relevante para nuestros lectores, es importante que exista un acercamiento entre lo que conocemos como el marco legal vigente y el marco legal futuro que se propone y se discutirá a mediados del próximo año por el poder Legislativo.
¿La Comisión Federal de Electricidad (CFE) es realmente enemiga de las energías limpias? ¿El legado histórico de Petróleos Mexicanos (Pemex) no debe ser considerado en las decisiones de política pública? ¿Es justo mencionar el término “rentabilidad razonable” para la Iniciativa Privada? ¿El futuro energético de nuestro país debe contemplar la convivencia adecuada del sector público y el sector privado, alineando los intereses de ambos en beneficio de nuestro país?
El futbolista al que hago referencia al inicio del artículo es Hugo Sánchez Márquez (en la temporada 1989-1990 estuvo al nivel de
Hoy el país se encuentra a la mitad de la actual administración y pareciera que la división entre los que están a favor y los que están en contra de la 4T es más profunda
lo que han sido Messi y Ronaldo como goleadores). Sin embargo, recientemente me llamó la atención que otro futbolista mexicano bicampeón de la Champions League e igual de reconocido en Europa que el “Pentapichichi” -pero jugando para el Barcelona, eterno rival del Real Madrid- retomara el tema de los “cangrejos” mexicanos.
En un programa deportivo español, con lágrimas en los ojos, Rafael Márquez Álvarez externó su agradecimiento por el reconocimiento que le tiene la gente en Europa: “Es difícil que en tu país te tengan tanto cariño, pero que vengas a otro país y te traten así. Muchas gracias, de verdad muchas gracias”. Con mayor elegancia que Hugo Sánchez, pero con el mismo concepto de fondo, Rafa hizo referencia a la falta de reconocimiento de algunos mexicanos a nuestros compatriotas exitosos en distintos ámbitos.
Quedan aún casi tres años de este gobierno, el sector energético ha estado en el centro de las discusiones desde el inicio de la presente administración y los intereses de nuestro país deben ser la parte medular en la toma de decisiones por nuestro gobierno. Asimismo, la Iniciativa Privada -con sus intereses, sus necesidades y sus condicionesdebe ser considerada para poder llegar a buen puerto en el futuro, tanto para el sector de hidrocarburos como para el eléctrico.
No me imagino al sector público queriendo destruir a México, no me imagino a la IP queriendo agotar la riqueza de nuestro país, no creo que los que están a favor de la 4T quieran un peor lugar para vivir para sus hijos, no creo que los que están en contra de la 4T deseen que nuestro
país vaya a un precipicio. Estoy a favor de la crítica constructiva, creo en el trabajo en equipo, pienso que como México no hay dos y que el mejor activo que tiene nuestro país somos los mexicanos.
Yo creo que en este país existimos más mexicanos y menos “cangrejos”, por lo que nuestras coincidencias deben ser más importantes que nuestras diferencias, y lo anterior nos debe permitir ponernos de acuerdo -sin importar si estamos en contra o a favor del gobierno actual o de los anteriores- en los temas relevantes de la agenda pública de México.
En particular, hay que tomar conciencia de lo que sea lo más conveniente para la transición energética que se vive en el mundo y de la que, tanto la CFE como Pemex deben ser parte fundamental en conjunto con el sector privado.
La reflexión respecto al reconocimiento de deportistas mexicanos exitosos va más allá del fútbol. Recientemente Saúl “Canelo” Álvarez se convirtió en el boxeador mexicano con más títulos mundiales, Sergio “Checo” Pérez es el piloto mexicano de F1 con más podios, Julio Urías y José Urquidy son los primeros beisbolistas mexicanos en ganar juegos de Serie Mundial en años consecutivos. Sin embargo, algunos compatriotas prefieren criticarlos en lugar de reconocer o dimensionar el impacto de sus logros deportivos, como sí lo hacen en otros lugares de mundo los expertos de las respectivas disciplinas.
¡Mexicanos somos todos, ojalá que algún día los cangrejos sean ninguno!
INNOVACIÓN, ALIADA EN EL MEJOR USO DE LA ENERGÍA
EL
DIRECTORDE LA DIVISIÓN DE TERMOTECNOLOGÍA EN BOSCH MÉXICO, RICARDO FIGUEIRA PROFUNDIZÓ SOBRE LA IMPORTANCIA DE MANTENERSE A LA VANGUARDIA, YA QUE ES UN PASO HACIA ADELANTE EN LA MEJORA DE VIDA DE LOS CONSUMIDORES
EDNA ODETTE GONZÁLEZ
Con la innovación y el desarrollo científico y tecnológico como punto de partida, la compañía de origen alemán Bosch ubica a la eficiencia, la calidad y la seguridad como aspectos prioritarios al momento de brindar productos y soluciones en los sectores residencial, comercial e industrial.
“En estos tres segmentos algo que nos distingue es que nuestros productos están desarrollados con lo más avanzado en tecnología.
La eficiencia, duración y calidad son características transversales de nuestras verticales, es por ello, que constituimos la mejor opción cuando se piensa en ahorro y eficiencia energética”, afirma Ricardo Figueira, director general de la división de Termotecnología en Bosch México.
Durante entrevista con Energía Hoy, el experto profundizó sobre la importancia que tiene para la compañía mantenerse a la vanguardia de la innovación, ya que es un paso hacia adelante en la mejora de vida de los consumidores y una acción a favor del medio ambiente.
La empresa destina el 9% de su facturación al año a los rubros de ciencia y tecnología; es decir, un monto cercano a los 80 millones de euros. Asimismo, es el pilar industrial que más patentes tiene a nivel global; en promedio registra 25, diariamente. Está integrado por 400 mil personas, distribuidas a lo largo de todo el mundo; de estas, 66 mil son ingenieros dedicados al desarrollo de tecnología.
“Estas cifras constituyen la radiografía de cómo encara la empresa el tema de la investigación y el desarrollo científico. Es la evidencia de que, con nuestro trabajo y compromiso, los colaboradores de Bosch estamos contribuyendo realmente a la construcción de un mejor planeta para habitar”, relata Figueira.
Es por ello, que Bosch es reconocido como un jugador robusto con la experiencia de más de 135 años y que se ha definido siempre por ser el que innova y ofrece el mejor performanceen términos de eficiencia, vida útil, calidad y mayor seguridad.
Con 16 años de experiencia en marketing y ventas a nivel internacional, Figueira detalla los beneficios que puede lograr el consumidor al momento de elegir su tecnología.
En México, en promedio, el 54% de la energía que consumimos en las casas se destina a calentar agua. Dicha cifra depende de si estás en costa o en ciudad. Cabe destacar que la solución más común es el calentador de agua. No obstante, 40 de cada 100 calentadores instalados aún son a gas.
Si la tecnología predominante por razones históricas es el depósito a gas, es de esperarse que las circunstancia para elegir otro tipo de solución no sea tan clara. Sin embargo, Ricardo Figueira señala que cuando cambias la opción que heredaste desde casa de la abuela por un calentador instantáneo, puedes ahorrar 4/5 partes de la energía y de tu dinero.
“Y cuando piensas que el costo del gas ha subido y que prácticamente se ha duplicado en los últimos cinco años, mientras que en los últimos 12 meses el precio se ha elevado hasta un 21%, el impacto es a todas luces, positivo para la economía familiar”, narra Figueira.
Aunque fue un proceso que conllevó entre 15 o 20 años, hoy por hoy, las familias mexicanas eligen la solución de calentador instantáneo por sobre el tradicional depósito a gas.
Esto, de acuerdo con Figueira es el resultado de que las marcas que integran el mercado en general y Bosch en particular hayan traído el concepto de un calentador más eficiente, que se ha ido afinando y ajustando a las necesidades particulares del mercado, atendiendo cuestiones como la presión y el caudal de agua en términos de suministro de la red.
“Algo que nos mueve dentro de la división de Termotecnología, más allá de vender y ofrecer buenos productos, es la posibilidad de impactar de manera benéfica la economía de las familias en México, además de sumar en el cuidado medioambiental”, señala el directivo.
Hablar de reducción de emisiones, Cambio Climático y disminución de la huella de carbono es fundamental para una empresa como Bosch. De acuerdo con el directivo, la adopción de una tecnología más eficiente no solo nos ayuda a ahorrar 4/5 partes del combustible, sino que ocurre lo mismo en términos de reducción de emisiones. “Lo que ahorras en emisiones de CO2 es equivalente a que una familia fuera todos los años a plantar 28 árboles”, comenta.
Hace tres años Bosch fue pionera en la adopción de una meta que entonces parecía inalcanzable, cuenta Figueira “se trataba de un objetivo un poco loco, que representaba un gran esfuerzo de inversión”.
Bosch se comprometió a ser carbono neutro, independientemente de ser dueña de 400 fábricas a nivel mundial y de muchas más ubicaciones por activos, centros de instrucción, entre otros. Eso representaba una inversión de más de 100 millones de euros a cumplirse en el 2020.
Además, en varios de los países donde tiene presencia, uno de ellos, México, eficientizó el uso de electricidad y agua y además buscó lograr el balance con la compra de energía limpia. “Es un hecho, para producir necesitamos energía”.
Hoy por hoy, el 10% de los hogares en México realiza el proceso de calentamiento de agua a través de energía solar térmica. Esta es un área que ha ido avanzando más y más. El país tiene, en ese sentido, un potencial importante. Cuenta con sol más de 300 días al año, es decir 5.5 KWh.
De acuerdo con Figueira, el potencial del país es tremendo, tiene una penetración importante y es el noveno en el mundo con más beneficios de energía solar; sin embargo, “aún existe mucha oportunidad de desarrollo”.
En calentadores solares, Bosh cuenta con una amplia gama de opciones, por ejemplo, el termosifón para la familia promedio mexicana. Cabe destacar que, el sistema que funciona con energía solar nunca está dimensionado para cubrir el 100% de la demanda, debido a
los cambios de estación y de clima. Esto significa que un sistema solar cubre alrededor del 70% de la demanda de agua caliente sin gastar un peso, por ello, es necesario contar con un sistema de respaldo para cubrir el 30% restante.
“Se trata de un mercado que va evolucionando muy rápido y en ese sentido, también es necesario decir que el hecho de que el precio de la energía estuviera subvencionada hasta hace cinco o seis años no permitía visualizar claramente el beneficio”, dice Ricardo.
Para el experto, las oportunidades de potenciar el negocio son diversas y la tecnología y la innovación serán grandes aliadas. En el rubro residencial, proyectó un cambio tecnológico progresivo. “En principio, el mercado de instantáneos se trataba de un mercado del 5% y hoy corresponde a la mitad de los que se venden al año”, detalla.
Asimismo, la curva del cambio tecnológico ha sido muy lenta; no obstante, se aceleró en los últimos años, por la liberalización y el aumento de precio en el costo del combustible. Hoy las tecnologías instantáneas son más acordes a México y tambien más competitivas.
En el sector comercial, Figueira señala que la producción es cada vez más instantánea. “Atrás queda el hecho de que históricamente se producía con calderas tradicionales, atmosféricas, de bajas eficiencias, sistemas abiertos, con mucha acumulación de agua y poca potencia de producción”.
El camino ha trascurrido hacia tecnologías que permiten mayor potencia. Entonces, hoy se usan depósitos pequeños para tener menor pérdida y esa producción, además de ser de mayor potencia, es de mayor eficiencia usando circuitos cerrados que no son impactados por la calidad del agua.
Finalmente, todas las industrias para mantener su competitividad requieren ser productivas y eficientes en sus procesos productivos y “Bosch puede ser un gran aliado”, concluye.
es a eficiencia energética
ERICK ORTIZ VEGAObservabilidad es una nueva buzzworden la industria de la tecnología, una palabra en el espacio del monitoreo digital. Cualidad y acción que podría conjugarse perfectamente con las tecnologías de generación eléctrica para lograr eficiencia energética.
Piense, por ejemplo, en la tecnología renovable fotovoltaica para la generación eléctrica. Ha evolucionado en el tiempo, mejorando su eficiencia mediante la experimentación con diferentes materiales para la construcción de paneles solares, que doten de equilibrio entre alta eficiencia de conversión de energía y estabilidad.
La energía solar es considerada hoy la manera más económica de generar electricidad. El factor de eficiencia que sustenta esta aseveración oscila entre el 15 y el 25%. Pero, ¿acaso el efecto fotovoltaico no puede aspirar a más?
Hasta ahora no, y probablemente en la siguiente década se logre apenas un pequeño brinco en términos de eficiencia mediante otro material de construcción de celdas solares, la perovskita.
Actualmente, la eficiencia de conversión de fotones en electricidad mediante celdas de silicio cristalino oscila entre el 20 y 22 por ciento. Y se ha calculado que su eficiencia máxima teórica llegaría a ser del 33.7 por ciento. Sin embargo, mejorar ese índice de eficiencia se acompaña de otras áreas a considerar, como lo son, costos de producción, validación, estabilidad y degradación del producto.
Bajo la perspectiva de costos de producción, los de las celdas solares de silicio requieren de los asociados al uso de altas temperaturas para remover impurezas. No así, los costos de producción de las celdas de perovskita, producción más sencilla y rápida.
En términos de estabilidad, no hay discusión en cuanto a que las celdas de silicio superan a las de perovskita, aunque la eficiencia de la perovskita ya ha alcanzado un índice del 29 por ciento. Pero poniendo en una balanza la degradación del producto de la perovskita, su vida útil no alcanza los 25 años como el silicio, y esto debido a los efectos que provocan el oxígeno, la humedad y el calor sobre la perovskita. Mayor encapsulación a la perovskita significaría mayor costo y peso.
Entonces, ¿cómo lograr mayor eficiencia de conversión de fotones en la energía eléctrica, cumpliendo con tres aristas alineadas, costos
Observabilidad
como confianza es a amorSOCIO FUNDADOR DE SULVOLTA. INGENIERO EN SISTEMAS COMPUTACIONALES POR EL TECNOLÓGICO DE MONTERREY. IMPULSOR DE LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL.
La eficiencia energética está intrínsecamente ligada con la eficiencia económica y con la observabilidad del sistema de manera holística
asequibles, reciclaje responsable de producto degradado y tiempo, acción y resultados en esta década para ser preciso?
Pensar fuera de la caja podría ser la respuesta. ¿Qué pasaría si mientras los desarrollos tecnológicos de celdas solares de silicio y perovskita siguen su curso, las implementaciones solares, sin importar la tecnología FV se empiezan a ejecutar con tecnologías de observabilidad, que no significa monitoreo del sistema FV o inversor?
La observabilidad es un enfoque con el objetivo de comprender cómo funciona un sistema. Las herramientas de monitoreo tradicionales, generalmente, se enfocan en uno o más dominios para identificar problemas típicos y conocidos. Por lo general, eso implica recopilar métricas directamente de esos dominios y medirlas con umbrales predefinidos. Por ejemplo, los niveles de módulos con falla o baja eficiencia no deben exceder un cierto umbral; si lo hacen, se envía una alerta para investigar lo que está sucediendo.
La observabilidad adopta un enfoque más holístico, examinando múltiples salidas del sistema para inferir el estado del mismo. Por ejemplo, suponga que se intenta medir la producción de energía de un sistema FV. En ese caso, el monitoreo tradicional podría rastrear la producción solar de cada panel FV, mientras que la observabilidad examinaría cosas como la potencia de salida, la generación solar de cada panel, el consumo de los equipos electrónicos y los de requerimientos eléctricos, el pronóstico del clima, la medición del estado energético de las baterías de almacenamiento y la eficiencia del sistema, respecto al
contexto del tiempo climático + hábito de consumo energético + estado de obsolescencia de los paneles solares + estacionalidad del año.
Dicha observabilidad se traduciría en acciones automatizadas y en información valiosa de toma de decisión para pronosticar usos y consumos energéticos que maximicen la eficiencia del sistema FV, sea de silicio o perovskita.
Por otro lado, es conveniente recordar que los protocolos de reciclaje apenas han vuelto a tomar relevancia en la COP26 y en México ya fue aprobada la Ley General de Economía Circular. Siendo los protocolos de reciclaje para los paneles de silicio más maduros que los de perovskita, con un impacto ambiental menor y con menores riesgos a la salud, todavía hoy. De tal modo que, la persecución de la eficiencia energética será útil, siempre y cuando vaya de la mano con el desarrollo de tecnologías de reciclaje y recuperación de células solares.
En última instancia, la observabilidad se logra mediante inteligencia a través de software , algoritmos de machinelearning y el empleo de cómputo en la nube. La observabilidad es pues más propensa a ser eficiente perse
La eficiencia energética está intrínsecamente ligada con la eficiencia económica y con la observabilidad del sistema de manera holística. A mayor observabilidad, mayor eficiencia energética.
Ocurre cosa contraria al amor, pues para que éste crezca, la observabilidad debe dejarse de lado, y confiar, como si el amor se tratase de un acto de fe.
CIENCIA FORTALECE LA INDUSTRIA FRENTE A PANDEMIA
LA REMODELACIÓN ES UN FENÓMENO QUE SE DA PERMANENTEMENTE EN CUALQUIER ECONOMÍA, EN EL CASO DE HELVEX LAS VENTAS SE MANTUVIERON EN UN RUBRO DE ENTRE 30 Y 40 POR CIENTO
Para Jorge Barbará Morfin, presidente y director general de Grupo Helvex, la tecnología es la aplicación de la ciencia a la industria, que, a través de productos innovadores permite propiciar beneficios tangibles a los consumidores finales, en términos de reducción de gasto de agua o facilidad en la instalación.
En entrevista con Energía Hoy, el empresario detalló que la compañía, con 70 años de experiencia y vanguardia en grifería y accesorios para baño y cocina, destina al rubro de ciencia y tecnología, aproximadamente el 3% de sus ventas anuales.
“Al final del día, el desarrollo tecnológico y la innovación, es más que nada, una forma diferente de proponer y hacer cosas, de manera tal, que desarrollar productos tenga un impacto positivo en el público que los consume. Afortunadamente, durante esta pandemia, nos dimos a la tarea de innovar y plantearnos qué otros productos y qué otras necesidades no estaban siendo satisfechas para paliar los efectos de la crisis sanitaria”, comenta.
La idea es impulsar el talento y creatividad de los diseñadores mexicanos, quienes con sus ideas y máximo empeño contribuyen al enriquecimiento del mercado con más y mejores productos ecológicos.
Entonces, comenta Jorge Barbará “desde mediados del año pasado a la fecha hemos lanzado productos innovadores; para darles una idea, desarrollamos una solución que no requiera el toque de los muebles, transitamos de palanca a pedal en muchos de ellos. Asimismo, nuestra línea electrónica ha sido medular, porque para abrir o cerrar por ejemplo, una puerta no se requiere más que el rayo infrarrojo. Al final del día, la crisis nos ha llevado a vislumbrar oportunidades y nuevas formas de satisfacer las necesidades de nuestros consumidores. Es lo que hemos hecho en estos meses”.
En el último mes del 2021, Jorge Barbará ve con optimismo la llegada del 2022, debido, principalmente a un fenómeno muy importante que ha repercutido en la industria de la construcción: la remodelación hormiga.
El confinamiento por la pandemia y un mayor tiempo en casa promovieron dicho fenómeno, lo que favoreció la venta de llaves, regaderas, accesorios y muebles para baño. De tal manera que el comercio de estos productos en México se redujo solo 5% durante el
año pasado, a pesar del desplome de 70% reportado en abril de 2020.
Jorge Barbará opinó que la remodelación es un fenómeno que se da permanentemente en cualquier economía, pero en el caso de Helvex las ventas se mantuvieron entre 30 y 40% y fueron mejorando cada mes. “Terminamos 2020 con niveles similares de facturación con respecto 2019, nos quedamos 5% por debajo, eso da una idea del nivel de recuperación que se tuvo”.
No obstante, Barbará espera que para el próximo año, las ventas muestren un comportamiento favorable por el impulso del mercado nacional e internacional.
El director general de Helvex comentó que gracias a que producen 96% de todo lo que venden, el problema de retrasos de importaciones por la crisis de contenedores fue imperceptible.
En torno al cuidado del medio ambiente y el impulso de iniciativas que reduzcan la huella ambiental de la empresa, Jorge Barbará Morfin subrayó que el compromiso no es reciente y que, gracias a sus experiencia de décadas, han sabido responder a las nuevas necesidades de los consumidores y orientar su filosofía como empresa hacia el cuidado del planeta.
“Contamos con plantas de tratamiento de agua, sistemas de extracción de polvos en todas nuestras plantas y obviamente, todos nuestros productos son ecológicos y contemplan el ahorro de agua. Para nosotros es muy gratificante ver que estamos liderando el cambio”, concluye.
JULIANA PAREDEScreemos
IDEAS CON BRÍO
Si de algo sabemos los mexicanos que pasamos de los 55 años es identificar una burbuja. La experiencia en carne propia de los años 76, 82 y 94 nos proporcionó un excelente olfato para detectarlas. Estamos ante una muy similar a la del internet, mejor conocida como .com.
Las burbujas han existido y seguirán presentes porque son parte del capitalismo. El deseo de maximizar la utilidad ante acciones que crecen de precio sin detenerse resulta demasiado tentador. Es el mismo mecanismo que utilizan las pirámides. Adicionalmente, los inversionistas institucionales reciben bonos por el desempeño, lo que incentiva la decisión racional -para ellos- de apostar por los que no se detienen. Saben que en algún momento caerán, a eso se dedican, pero mientras dure la fiesta la aprovechan.
Los mexicanos sabemos que cuando podemos comprar en Estados Unidos (EU) como si fuéramos la reencarnación de Aristóteles Onassis, tarde o temprano tendremos una abrupta devaluación, aunque citen la frase célebre de López Portillo: “defenderé al peso como perro”.
Recuerdo que cuando fui socio de una empresa española advertí que era inminente un colapso de los bienes inmuebles en España. La razón era sencilla: las propiedades en Bilbao costaban 30% más que en París. Aún así la respuesta fue: ¿y por qué tendrían que costar menos? No los culpo, Tokio llegó a valer más que todas las propiedades de EU y los japoneses lo veían como algo normal. Por 20 años no han logrado obtener un crecimiento económico aceptable.
Entrando en los autos eléctricos Tesla vale más que Toyota, Volkswagen, General Motors, Daimler, BMW, Honda, Kia, Hyundai y Stellantis combinados. Pero esto es para abrir la boca, Rivian, que aún no ha facturado un solo dólar, en su oferta inicial alcanzó 100 mil millones de dólares (mmdd) más que Ford, GM y Honda que facturan 400 mmdd.
Vale la pena considerar que las acciones de Ford se han duplicado en lo que va del año y las de GM han aumentado 50 por ciento. Es decir, no resulta ser una valuación alta basado en caída de los competidores, sino todo lo contrario.
¿De verdad
que no hay una burbuja con los autos eléctricos?SANTIAGO BARCÓN PALOMAR INGENIERO ELÉCTRICO POR LA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA. COAUTOR DEL LIBRO “CALIDAD DE LA ENERGÍA”. CEO DE BAORGG Y PQBARCON Y ESPECIALISTA EN CÓDIGO DE RED.
Las burbujas seguirán estando presentes porque son resultado del deseo de maximizar la utilidad ante acciones que crecen de precio sin detenerse… es demasiado tentador
Adicionemos que en la medida que entren nuevos competidores, los márgenes caerán y con ello el valor de las acciones. ¿No se acuerdan de BlackBerry? o, más cercano a nuestro medio GE que pasó de ser la empresa más valiosa del mundo a salir del índice de Dow Jones.
Independientemente de cuestiones económicas me parece que los autos eléctricos necesitarán varias décadas, si acaso, para dominar el mercado. Mi razonamiento es meramente eléctrico. Cargar el auto en la noche, en casa, por seis horas para usarlo al día siguiente es una buena opción. Pero, ¿qué pasa si necesito recorrer más de 400 kilómetros?
Para ello requiero encontrar un cargador rápido que consume 150 KW por automóvil. Haciendo números, seis cargadores rápidos consumen lo mismo que un hotel cinco estrellas de 15 pisos.
En la carretera de México a Querétaro circulan diariamente más de 110 mil autos. Suponiendo que solo un 25% requiera recargar, que es un número bajo, nos da unos mil 200 autos por hora, pero sabemos que en el día esta cifra se superará con facilidad por los horarios de viaje. Tomemos 2 mil y tendremos que considerar cargar 115 autos cada tres minutos, pero esto no es realista, porque hay tiempos muertos de espera y factores de diversidad en la demanda.
Aún así construir esta infraestructura requerirá de 25 MW en varias electrolineras donde el costo de llevar la energía a esta infraestructura no es asumible.
Consideremos que estamos hablando de la carretera con mayor circulación del país y cerca de centros de consumo; en otros lugares será aún más difícil por no decir que imposible. Tomemos en cuenta que la conveniencia se paga, muy pocos están dispuestos a esperar 10 minutos o correr el riesgo de tener que hacerlo por horas.
Además, el beneficio en disminución de CO2 de los autos eléctricos depende de la mezcla de generación eléctrica. Por supuesto que los números varían, pero en general se requieren unos 75 mil kilómetros para que se empiecen a capitalizar los beneficios de la movilidad con baterías.
Y, aprovechando, en el futuro enfrentaremos el reto de desecharlas sin causar daño al medio ambiente. Mucho más eficiente, para países en nuestro grado de desarrollo, es renovar en forma gradual la flotilla de autos.
Por supuesto, el auto eléctrico tendrá un crecimiento acelerado, pero no para las evaluaciones que estamos presenciando, aunado a un posible despegue del hidrógeno. Al tiempo.
MUJERES EN AMÉRICA LATINA TEJEN REDES
PATRICIA TATTO Y
GLEASON PROFUNDIZAN SOBRE LA IMPORTANCIA DE LA ORGANIZACIÓN Y LOS PILARES EN QUE SE CIMIENTA LA ESTRATEGIA DE MERL
FUENSANTA EDNA ODETTE GONZÁLEZMujeres en Energías Renovables en Latinoamérica (MERL) busca tejer redes entre mujeres, valga decir, que habitan en la región, en países tan diversos como Brasil, Colombia, Chile, Perú, Argentina y México, cuyo objetivo en común es acortar la brecha de género en el sector energético e impulsar la equidad.
Patricia Tatto, vicepresidenta de ATA Renovables para América Latina y Fuensanta Gleason, senior consultant en Control Risks conversaron con Energía Hoy sobre la importancia de la organización, los pilares en que se cimienta su estrategia, los desafíos y la motivación que han encontrado en su diálogo con sus congéneres en distintos lugares del planeta.
“MERL funge como punto de partida para que más allá de la sola participación de las mujeres, sea posible proyectar un puesto de dirección o toma de decisión, además de lograr acortar la distancia entre los proyectos de unas y otras”, comenta Fuensanta.
La plataforma tendrá contenido diverso, proveniente de distintos países. No nada más contenido educativo, sino información en torno a opciones que se van a reflejar en networkingy nuevos proyectos hacia una transición energética, además de oportunidades laborales en cada uno de los países.
De acuerdo con Fuensanta “hay muchas mujeres con la misma intención que tiene MERM (Mujeres en Energías Renovables México), de juntarnos y hacer organización, levantar la voz y ser un apoyo, además de ayudar a nuestras similares a capacitarse a través de mentorías”.
Los objetivos de la plataforma son: inclusión de las mujeres, su capacitación e impulso hacia la transición energética en toda la región.
Entonces, comenta, Patricia Tatto, se trata de una plataforma transfronteriza, que dará a sus integrantes la oportunidad de saber qué es lo que está pasando en diferentes lugares de América Latina y afrontar en conjunto los retos.
“Pasamos por una transformación en nuestra manera de trabajar y de hacer las cosas. Asimismo, vimos que el negocio de renovables
es un negocio que exporta mucho talento desde los distintos puntos cardinales. Es muy cíclico y tanto los proyectos como los planes de los gobiernos también tienden a ser cíclicos. Mucha gente de renovables viene de otros países, de igual manera que nosotras como mexicanas nos desarrollamos en distintas partes del mundo”, detalla.
A decir de Fuensanta Gleason es importante subrayar el hecho de que si bien, es una red de apoyo de mujeres, los hombres también son bienvenidos.
“También me gustaría mencionar que es para todos los niveles, no nada más para las mujeres que ya tienen alguna presencia en puestos de liderazgo en sus empresas, sino para las chicas que están incursionando en el sector”, comenta.
Tanto Fuensanta como Patricia coincidieron en que la tecnología ha sido un aliado necesario en el marco del distanciamiento social marcado por la pandemia. “Han sido muy importantes los medios digitales. No obstante, el COVID-19 provocó que, de alguna manera, priorizamos temas en torno a nuestras vidas y condiciones laborales; valoramos nuestro tiempo en casa, o bien, consideramos posible que nuestra estadía en la oficina podía acortarse”, dijo Tatto.
La idea es absorber en conjunto los distintos retos ya sea de financiamiento u organización. De acuerdo con Patricia “sí se necesita una mano. Hay programas de agencias internacionales que facilitan la creación de grupos, pero que no van más allá. Es por ello que muchas mujeres se quedan varadas en los países sin tener apoyo. La idea es que esta plataforma sea un canal de comunicación y un lugar ideal para tejer redes”, afirma.
La transición energética, la inclusión y la equidad es un gran reto para el gobierno, considera Patricia Tatto porque, por un lado, forman parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y además son dos focos de atención que políticamente están siendo muy debatidos.
“La plataforma sienta un precedente de que México con todo en contra, se podría decir, está implementando este tipo de iniciativas”, coinciden las entrevistadas.
En lo que respecta a la bolsa de trabajo, tanto, para las socias como para las empresas, la plataforma es una oportunidad invaluable donde, por un lado, es posible encontrar trabajo y por otro, ofertarlo. Esto es importantísimo para el crecimiento a todos los niveles de la carrera de las socias.
Patricia Tatto va más allá y afirma que la participación de la mujer en la vida económica de los países es un negocio y es también, la posibilidad de tomar decisiones equitativas y eso se traduce, evidentemente, en que las mujeres puedan aspirar a mejores posiciones y recibir una mejor remuneración.
Entonces, el tema se puede cimentar en cuatro pilares: laboral, inclusión financiera, medio ambiente y sustentabilidad con perspectiva de género.
Las entrevistadas coinciden en que los principales retos del sector energético es impulsar las carreras STEM, que hoy en día no están lo suficientemente motivadas, y superar los retos culturales que son un yunque del desarrollo femenino.
Tatto afirma que “cambiar esa manera de pensar es capitalizable y además enfocar la búsqueda o la decisión de cómo progresar el sector de la energía renovable es bastante asequible porque hay muchas especialidades. Hay todo un ecosistema que favorece las condiciones para que las nuevas generaciones puedan estudiar algo similar o vinculado con las energías renovables”. Las renovables es un negocio que tiene muy buenos rendimientos y mucha posibilidad de emprendimiento, dice.
La plataforma busca comunicar, unir, hacer networkingy educar.
“Se trata de permear una perspectiva entre las integrantes de la plataforma, de abrir la mente a que es posible ir un poquito más allá y, sobre todo, porque no nada más se pueden hacer cosas en México , sino que siempre existe la posibilidad de trabajar en Colombia, Chile, Brasil o Argentina”, comenta Tatto.
Finalmente, Fuensanta hace una invitación para que las mujeres vean la iniciativa como un apoyo, una aliada en sus vidas y en sus carreras.
Energía nuclear y la COP26
Este título puede parecer extraño ya que a pesar de que la energía nuclear es una de las fuentes de generación baja en carbono más importantes - representa más de un cuarto de la generación limpia global - ha sido tradicionalmente excluida de la Conferencia de las Partes (COP). Sin embargo, en 2021 se vio un cambio significativo, que aunque algo atrasado, marca un nuevo comienzo para la industria.
Por una parte, la COP26 no fue la excepción en este ya tradicional rechazo, ya que todas las aplicaciones de asociaciones nucleares para la Zona Verde fueron objetadas. Negando así, la posibilidad de abrir el diálogo con el público en general. Sin embargo, no todo fueron malas noticias en la cumbre celebrada en Glasgow; la energía nuclear tuvo un papel relevante - incluso se podría decir que protagónico - en esta edición.
En la Zona Azul se pudo ver la dinámica presencia de esta energía de diferentes formas. Por una parte, organizaciones internacionales como la Organización Internacional de la Energía Atómica - brazo de la ONU encargado de promover la cooperación internacional para el uso pacífico y seguro de la ciencia y tecnología nuclear - y la World Nuclear Association estuvieron presentes con numerosos y nutridos eventos en los que se discutió: el crucial papel de la nuclear para alcanzar la meta de cero emisiones netas, las aplicaciones de la ciencia nuclear y de las radiaciones en el Cambio Climático, el papel y las perspectivas de los jóvenes.
A su vez, la presencia de la energía nuclear se hizo notoria gracias a diferentes países como Rusia, quienes la pusieron al frente - literalmente - de la propuesta de su pabellón con un modelo interactivo de realidad aumentada de una ciudad autosostenible de la empresa Rosatom; además de la organización de diferentes pláticas según la temática del día. También, el país huésped, Reino Unido, contó con eventos en torno al rol de la energía nuclear en su camino por la descarbonización. Y los Emiratos Árabes Unidos tuvieron representantes de la Emirates Nuclear Energy Corporation. Sin embargo, la mayor exposición vino de parte de jóvenes líderes con la coalición Nuclear for Climate, que está conformada por más de 150 agrupaciones y organizaciones de
COLUMNA INVITADA
RAQUEL INGENIERA EN DESARROLLO SUSTENTABLE POR EL ITESM Y MAESTRA EN DESARROLLO POR EL INSTITUTE OF DEVELOPMENT STUDIES EN EL REINO UNIDO. ES FUNDADORA Y PRESIDENTA DE LA A.C WOMEN IN NUCLEAR MÉXICO Y CONSULTORA INDEPENDIENTELa nuclear es la razón por la que el sur de Escocia tiene la energía más limpia del Reino Unido
todo el mundo y contó con alrededor de 100 delegados presentes a lo largo de las dos semanas.
Equipados con hechos y datos basados en ciencia y una gran energía nos dimos a la tarea de difundir el mensaje: “La meta cero emisiones netas, necesita de la energía nuclear, y el camino para lograrlo es con la dupla de nuclear y renovables”. Para que esto fuera posible se usaron estrategias innovadoras que presentaron la información de forma digerible, como repartir plátanos a los asistentes explicando que el consumo de ese plátano representa una mayor exposición a la radiación que vivir un año junto a una central nucleoeléctrica - debido a que el plátano contiene el radioisótopo potasio cuarenta (K40) y al hecho de que las centrales no están emitiendo radiación al entorno al operar. Esto no hace que consumir plátano sea peligroso, únicamente sirve como recordatorio de que la radiación es un fenómeno natural con el que convivimos de múltiples formas. En general, hubo una buena recepción por parte de los asistentes y sobre todo gran interés al tener un espacio donde poder aclarar sus dudas.
Pero, ¿por qué es relevante esto? Como ya mencioné, la energía nuclear es una de las fuentes con mayor participación en la generación de energía limpia a nivel global, encontrándose en segundo lugar - el primero es la hidroeléctrica -. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos,
los combustibles fósiles continúan dominando. Transicionar hacia una matriz energética limpia va a requerir de todas las fuentes bajas en carbono disponibles, no podemos darnos el lujo de dejar a una de nuestras más confiables tecnologías del lado, menos si esta tiene la capacidad de producir energía 24/7 y sin dependencia climática.
Los estragos del Cambio Climático impactarán los recursos disponibles, afectando gravemente al sector energético. Es necesario contar con un portafolio de generación diverso y centrar la toma de decisiones en el discurso científico, el cual por años ha reconocido el potencial y la necesidad de la energía nuclear. Si bien, hay ambiciosas e importantes inversiones en nuclear desarrollándose en China o Reino Unido y nuevos proyectos se impulsarán en Francia y Estados Unidos, más países debemos sumarnos. En especial países en desarrollo ya que no solo nos puede brindar seguridad energética y el apoyo al cumplimiento de nuestras metas, sino que también ofrece grandes perspectivas para el avance.
Y para la ironía de los antinucleares participando en el evento, parte de los logros de la conferencia por mantenerse como una cumbre verde fue el uso de energía limpia obteniendo el 70% de su energía de la nuclear. La nuclear es la razón por la que el sur de Escocia tiene la energía más limpia del Reino Unido, gracias a las centrales de Torness y Hunterston B.
DE ITALIA PARA EL MUNDO
LA COCINA ITALIANA TIENE MUCHO QUE FESTEJAR, PESE A LA PANDEMIA, LA SEMANA DE LA COCINA ITALIANA SE REALIZÓ CON ÉXITO DEL 22 AL 28 DE NOVIEMBRE EN LA CIUDAD DE MÉXICO
VICENTE LEZAMALa Cámara de Comercio Italiana en México en colaboración con el Instituto Italiano de Cultura, el Instituto de Comercio Exterior, ITA y la Sociedad Dante Alighieri organizaron la VI edición de la Semana de la Cocina Italiana en el Mundo.
Promovida por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Cooperación Internacional y realizada por las embajadas de Italia en los cinco continentes, la iniciativa busca difundir la tradición y perspectivas de la cocina italiana a través de las fronteras.
Este año, el evento proyectó crear conciencia sobre la sostenibilidad alimentaria, además de impulsar acciones que la hagan posible. Por ello, se realizó un ciclo de actividades enfocadas a promover la dieta mediterránea como modelo para disminuir el desperdicio de alimentos.
Así como poner el acento en la importancia de la conexión entre
alimentos y la sostenibilidad, la biodiversidad y riqueza alimentaria, protección de productos de denominación controlada y tradiciones gastronómicas y vinícolas de las regiones.
En este contexto, se promovieron eventos para la puesta en valor de los productos típicos italianos a nivel regional y nacional, resaltando los ingredientes naturales y de calidad, y fomentado la cultura hacia una alimentación sana y equilibrada.
La Semana de la Cocina Italiana en México fue presentada por Luigi De Chiara, embajador de Italia en México, Lorenzo Vianello, presidente de la Cámara de Comercio Italiana en México y Giovanni Atena, director del ITA, quienes resaltaron la importancia de los productos auténticos italianos y su penetración y promoción en el país.
Como parte de dicha celebración se llevó a cabo la final de la sexta edición del Campeonato Mexicano de la Pizza en la Terraza de El
Palacio de Hierro, Polanco. El evento reconoce la preparación de la auténtica pizza italiana en México.
En esta edición, los pizzeros Elia Thalia Alejandre Cavazos, Marco Denti, Efrén Ríos Ríos, Juan Pablo Rivabella, David Alejandro Morales Rojas y Adolfo Antonio Onofre Reyes compitieron en las categorías de Mejor Pizza Clásica, Mejor Pizza Creativa y Mejor Pizza Estética, disputándose también el título del Mejor Pizzero de México 2021.
El jurado estuvo conformado por Luigi De Chiara, Francesco Brocchi, padrino del evento, Mariano Garcés, Mario Miele, chef de La Piccola Trattoria y Mauricio Sánchez-Gracia, chef de La Trattoria Palacio, quienes degustaron y evaluaron las creaciones de los competidores.
Este año, el título del Mejor Pizzero de México 2021 fue otorgado a Adolfo Antonio Onofre Reyes del restaurante Forneria del Becco.
Esperanza tras la COP26
En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26) celebrada hace algunas semanas en Glasgow, Escocia, líderes políticos, empresarios, activistas, científicos y negociadores discutieron sobre la importancia de contener el aumento de temperatura a 1.5º C, para lo cual, los países se comprometieron a soluciones y metas específicas. Para muchos, en estos eventos reluce la incongruencia entre la política, la acción (o inacción) y la ciencia. Algunos expertos concluyen que las medidas planteadas en esta 26ª reunión no son suficientes para combatir el Cambio Climático.
A pesar de las críticas, dichos encuentros son de gran importancia, pues al reconocer y aceptar la realidad, alinea objetivos, revisa avances e inspira a seguir actuando. El combate contra el Cambio Climático no es esfuerzo de una persona, ni de un solo país o región, sino que requiere de la voluntad de todos con acciones que multipliquen y generen un impacto en todos los niveles. Se trata de generar conciencia, para que los pequeños esfuerzos se vuelvan significativos y se traduzcan en resultados, de tal manera que se genere cierta esperanza de bienestar para las futuras generaciones.
La crisis climática impacta de manera transversal toda actividad, desde los alimentos que ingerimos, dónde vivimos, cómo nos movilizamos y qué respiramos. Afecta a todos y a su vez, todos contribuimos. Partiendo de ahí, es responsabilidad de la humanidad a cualquier nivel, cooperar y seguir los esfuerzos que se presentan en estas reuniones, partiendo del enfoque de disminuir la temperatura del planeta. Es difícil imaginar lo que significa llegar a este grado de Calentamiento Global si no nos comprometemos.
La ONU declara que para el 2100, en 79 años, este nivel de temperatura significa tener, en promedio, dos meses y medio de sequía y 41% más espacio incluido en incendios forestales, por lo que la producción de trigo, maíz, arroz y soya se vería afectada. Además, el escenario del aumento de 48 cm de nivel del mar no solo disminuiría los arrecifes de coral en 70-90%, sino que también desplazaría a 46 millones de personas.
Esto significa que hoy tenemos que empezar a preparar a las ciudades para estos cambios, en infraestructura, en área habitacional, en
A pesar de las críticas, la importancia del encuentro radica en reconocer y aceptar la realidad, alinear objetivos, revisar avances e inspirar a seguir actuando
almacenaje de alimentos. Por lo tanto, no solo se debe de trabajar en la mitigación, sino que se debe de contemplar la evolución del mundo ante distintos escenarios en combinación con las tendencias del consumidor, la evolución tecnológica y la disponibilidad de recursos naturales.
La COP26 es solo un instrumento utilizado cómo puente, una vía a la aplicación del multilateralismo, donde se llevan a cabo negociaciones según las fortalezas y carencias de las distintas naciones o regiones considerando sus recursos naturales, capital financiero, movilización, acceso a alimentos e infraestructura. Aunque se considera a la ciencia, no se cuenta con todas las respuestas y si bien se plantean escenarios para hacer frente a tanta incertidumbre, aún falta mucho por descifrar. Cada COP significa dar un gran paso, en cada cumbre se reconoce la obligación de adaptarse a las necesidades cambiantes, de tal manera, que, con frecuencia, se vuelve a empezar.
También se impulsa la colaboración entre gobiernos, asociaciones civiles, instituciones financieras y empresas, y por lo tanto, pretende catalizar acciones en todos los niveles. No solo debe procurar la motivación en gobiernos estatales y locales, sino también lo deberá hacer con todo ente político y la sociedad civil. Las organizaciones empiezan a entender que se requiere asumir un rol de liderazgo, adoptando prácticas de sustentabilidad y entrenando a su personal a ejercer una cultura más alineada a este enfoque.
Los negocios se están reorganizando ya que mucha de la materia prima de la cual dependen desaparecerá por ser contaminante o bien por ser un recurso natural con riesgo a escasez. Los consumidores están responsabilizando a las organizaciones y en consecuencia, se está creando una demanda por productos de baja emisión de contaminantes. Muchas industrias ya están exigiendo una reducción en la huella de carbono en toda la cadena productiva y por consecuencia, están auditando el cumplimiento con precisión para evitar el lavado verde, mejor conocido como “greenwashing”, a raíz de la congruencia que se pretende. Los grandes y medianos consumidores de energía también se ven firmando contratos de suministro de energías renovables a corto, mediano y largo plazo, muchos de ellos dejando a un lado el caso de negocio y centrándose en la importancia de asegurar la sustentabilidad.
La inspiración y voluntad mueve, sin embargo, también el aspecto económico. Dicho esto, será muy costoso financiar la transición energética y el combate contra el Cambio Climático.
En general, para los negocios implica impactos en Capex que no se estiman, en depreciación y en mantenimiento de activos, además de costos de manejo de residuos, de nuevas tecnologías de generación de energía, en materiales más costosos, en investigación, entrenamiento, soporte, cumplimiento, penalidades, transformación y resiliencia.
El riesgo climático se traduce en riesgo financiero, y, por lo tanto, los negocios en cualquier industria se deben de preparar. Lo mismo sucede con la infraestructura citadina, se ve afectada por el desgaste provocado por el Cambio Climático, además de que pronto quedará obsoleta a raíz del progreso en movilidad, cómo la electrificación.
Uno de los temas principales en la COP26 fue el acceso al financiamiento, especialmente para aquellos países más vulnerables. De hoy al 2050, existen alrededor de 100 trillones de dólares de capital privado destinados a financiar la transición, de estos; la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) mencionó que más del 20% se enfocará en mercados emergentes. Para el Banco Mundial, el 35% de sus inversiones harán frente al Combate Climático.
En general, se estima que la mayor parte del financiamiento se encaminará hacia la mitigación y el restante a la adaptación. El reto será convencer a los inversionistas institucionales de financiar también la transición energética, involucrarse en proyectos sobre el saneamiento del agua, la calidad del aire, la educación y el uso de energías renovables. Será crítico entender la tolerancia del riesgo a invertir en nuevas tecnologías dirigidas a resolver problemas contra el Cambio Climático y, para esto, se requerirán reglas claras y enfoques congruentes por parte de los gobiernos que apoyen a liberar estas exposiciones. Será interesante no solo medir la inversión económica sino también el impacto que ese capital generará en emisiones de gas efecto invernadero para medir el beneficio real, de tal manera que se incentive la inversión.
La COP26 sirvió para establecer ambiciones en una década donde nos vemos forzados a actuar en cualquier nivel. El mensaje sobre la acción climática es rotundo, sin embargo, aún resta mucho trabajo por hacer, especialmente, en definir las distintas rutas que nos llevarán a cumplir las metas. Desde política energética, hasta el diseño de mecanismos de sanciones falta definición, voluntad, rigor y responsabilidad. Cada vez las metas y la ambición serán mayores y, por lo tanto, la necesidad de actuar es urgente, no solo para la adaptación, mitigación y transición, sino para la inclusión y la democratización. Como ciudadanos del mundo, debemos exigir responsabilidad a nuestros gobiernos en el diseño de políticas, uso de la energía y recursos, como el agua, de mecanismos que nos lleven hacia la descarbonización para poder ser congruentes y lograr nuestros compromisos frente a las futuras generaciones.
Reunir alrededor de 40 mil personas a discutir, negociar y acordar sobre la ruta a seguir para combatir el Cambio Climático inspira y genera cierto grado de esperanza y optimismo para los niños, y comunica que nuestra generación está realizando esfuerzos máximos y tomando decisiones responsables para permitirles vivir como lo hacemos nosotros ahora.
INGENIERO QUÍMICO. ESPECIALISTA EN PLANEACIÓN ESTRATÉGICA, ECONOMÍA DEL PETRÓLEO, REGULACIÓN, TECNOLOGÍA, ORGANIZACIÓN Y GESTIÓN INTERFUNCIONAL. SOCIO DE IRALTUS.
Uso de carbón y COP26
Como resultado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) realizada a principios de noviembre, se firmó el Pacto Climático de Glasgow. Sin embargo, aunque no constituye el avance decisivo que se necesita para frenar el Cambio Climático, representa una mejoría gradual, ya que plantea la eliminación paulatina del uso de carbón como fuente de energía, la reducción de subsidios a los combustibles fósiles y hace hincapié en la inminente necesidad de aumentar el apoyo económico a los países en vías de desarrollo con el objetivo de que estos también se sumen al combate de los orígenes de la crisis medioambiental.
Históricamente, el carbón ha sido la principal causa del Calentamiento Global, por lo que se han establecido objetivos de emisiones netas cero a mediano y largo plazo. En este sentido resulta crítico que los países que generan las mayores cantidades de gases de efecto invernadero reduzcan de manera significativa sus emisiones.
Durante 2018, el 68.71% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero provinieron solamente de 10 países, es decir, más de dos tercios de las emisiones mundiales. Estados Unidos, la Unión Europea y China contribuyen prácticamente con la mitad de las emisiones totales. Ante esto, durante la COP26, Estados Unidos y China llegaron a un acuerdo con el propósito de cooperar en cuestiones climáticas y acordaron impulsar las energías limpias, combatir la deforestación y reducir las emisiones de metano.
Los países que representan el 90% del PIB mundial, se han fijado la meta de cero emisiones para mediados de este siglo; otros con mucho mayor rezago, también han fijado retos importantes. India se ha comprometido a reducir sus emisiones en 60% durante los próximos 10 años y alcanzar emisiones netas cero en 2070; Nigeria para 2060.
Si bien es cierto que la COP26 ha colocado el compromiso de emisiones netas cero en el centro de las empresas, existen varios factores que pueden provocar que la transición energética tarde más de lo esperado. Uno de ellos es el aumento en los costos de las energías renovables.
Recientemente, los costos de las materias primas para la fabricación
Existen varios factores que pueden provocar que la transición energética tarde más de lo esperado, uno de ellos es el aumento en los costos de renovables
de tecnología eólica y solar han aumentado de manera considerable, tal es el caso del acero, aluminio y cobre, cuyos costos han incrementado 210%, 62% y 43%, respectivamente. Los costos logísticos han tenido el mismo comportamiento debido a la escasez de fletes marítimos; los aranceles impuestos sobre los paneles solares fabricados en China también han generado un incremento en los costos de dichos equipos.
Por otro lado, la Unión Europa busca impulsar el desarrollo de vehículos eléctricos como pilar clave para reducir sus emisiones, mientras que intenta disminuir la dependencia del suministro de baterías de Asia a través del impulso de proyectos con fabricantes de automóviles y especialistas en baterías con sede en Europa. Sin embargo, las compañías automotrices europeas se encuentran reacias a invertir en la producción de material para baterías, debido a la incertidumbre en las cadenas de suministro. Actualmente, Europa ya está limitada por la escasez de productores químicos capaces de procesar minerales y convertirlos en cátodos para la fabricación de baterías.
Otro factor que influye de forma importante en la crisis climática es la industria naviera, la cual produce mil millones de toneladas de contaminación climática cada año. Con aproximadamente el 90% del comercio mundial moviéndose por mar, el transporte marítimo representa el 3% de todas las emisiones globales y podría aumentar al
10% para 2050 si la industria continúa dependiendo de los combustibles fósiles.
Ante esta problemática, muchas empresas se han comprometido a realizar envíos sin emisiones de carbono para 2040 con el fin de descarbonizar más rápido el sector del transporte marítimo, entre las que destacan: Amazon, Brooks Running, Frog Bikes, Ikea, Inditex, Michelin, Patagonia, Tchibo y Unilever.
Es claro que un futuro con cero emisiones requerirá una descarbonización masiva de las industrias a nivel global. Las tecnologías de cuarta generación desempeñarán un papel fundamental y podrían ayudar a abrir el camino hacia la transición energética; en este sentido, las áreas de procura jugarán un papel clave para lograr los objetivos de sostenibilidad.
Se vuelve crítico que, tanto el sector público como privado, destinen recursos para el desarrollo de infraestructura y tecnologías que hagan posible la transición energética.
La COP26 ha dejado la puerta entreabierta para mayores recortes en un futuro próximo, por ahora los compromisos adquiridos por los países firmantes implican acciones de corto, mediano y largo plazo que hagan que sus industrias aborden los desafíos climáticos, geopolíticos y económicos que enfrentan y asuman su responsabilidad histórica.
MARKETING 5.0 TECNOLOGÍA PARA LA HUMANIDAD
SE IDENTIFICA LA TENDENCIA A ALINEAR LA TECNOLOGÍA CON LAS CAPACIDADES HUMANAS CON EL FIN DE LOGRAR RESULTADOS AL MOMENTO DE APLICAR LAS ESTRATEGIAS DE MARKETING.
BERTHA INÉS HERRERÍASLID Editorial Mexicana publica Marketing 5.0. Tecnología para la humanidad, el nuevo libro del reconocido gurú del Marketing, Philip Kotler y los coautores de la serie Marketing X.0, Hermawan Kartajaya e Iwan Setiawan, en el que se presentan las tendencias actuales y futuras del marketing global.
La edición contiene los casos de éxito de nueve empresas que operan en nuestro país: Comex, Crayola, Grupo Modelo, InterProtección, KFC, Mary Kay, Museo del Caos, Sam’s Club y Volkswagen.
A través de los años hemos visto la evolución desde el marketing orientado al producto (1.0), al cliente (2.0), el centrado en el ser humano (3.0) y el salto hacia lo digital (4.0), en el que se diferenciaba el marketingdigital del marketingen el mundo digital. Ahora, los autores plantean la llegada del Marketing 5.0 que combina los elementos de la centralidad humana con el impulso tecnológico.
En el texto, se identifica la creciente tendencia a alinear la tecnología con las capacidades humanas, a fin de lograr resultados exponenciales en el momento de aplicar las estrategias de marketingy no solo eso, su propuesta está inspirada en el concepto Sociedad 5.0, una iniciativa de alto nivel en Japón que contiene la hoja de ruta para crear una sociedad sostenible apoyada en tecnologías inteligentes, bajo el principio de que estas debe utilizarse para el bien de la humanidad.
El prólogo de la edición mexicana de este título, a cargo de ABInBev Grupo Modelo, señala que por la pandemia de COVID-19 muchas empresas se vieron en la necesidad de establecer un plan de contingencia para sobrevivir. El distanciamiento social obligó a acelerar la digitalización, además de que los cierres y las restricciones de movilidad hicieron que los usuarios dependieran cada vez más del internet.
Y es precisamente en este contexto donde es oportuno el libro de Kotler, ya que reúne las principales tendencias a las que se enfrentan los profesionales de la mercadotecnia en la actualidad.
Entre los temas fundamentales del Marketing 5.0 está lo que se conoce como next tech , un grupo de tecnologías que se pueden ver materializadas en la Inteligencia Artificial (IA), el procesamiento del lenguaje natural (PLN), la tecnología de sensores, el internet de las cosas (IoT), la realidad aumentada (RA), la realidad virtual (RV) y el blockchain.
El libro explora el Marketing 5.0 desde una perspectiva estratégica de alto nivel, revisando el know-how en tecnología de marketing sin convertirse en un manual técnico.
Su principio es que la tecnología debe seguir a la estrategia y no al revés, enfatizando que a pesar de los debates que se han dado al respecto, “es importante que la humanidad siga siendo el foco central del Marketing 5.0, ya que los profesionales del ramo deben servirse de lo tecnológico para crear, comunicar, ofrecer y mejorar el valor en todo el recorrido del cliente”.