El rol del Facilitador en la Construcción de Consenso y la Gestión de Conflictos Introducción La palabra facilitar en un sentido amplio, nos remite a la idea de “hacer más fácil” algo, lo que presupone que existe alguna dificultad. También requiere que haya “algo” o “alguien”, de alguna manera “externo” a la cuestión o que ocupe un lugar “vacante”, que facilite el avance o mejore el estado actual de la situación. Ese alguien es el facilitador, es decir, el sujeto de la acción de facilitar. Antes de entrar en una reflexión sobre el rol del facilitador, voy a realizar algunas especificaciones respecto de los contextos de aplicación de los procesos de facilitación a los que me voy a referir. Ellos son: a) la facilitación para la gestión y/o resolución constructiva de conflictos. b) la facilitación para operativizar reuniones de trabajo, el trabajo en equipos, etc. c) La facilitación para conducir procesos de diálogo, procesos de planificación cooperativa, procesos de toma de decisiones, entre otros procesos de este tipo. a) Facilitación para la gestión y/o resolución constructiva de conflictos La experiencia de trabajo en el campo comunitario desde diversos Centros de Mediación Comunitaria, ya sea en ONGs o en organismos públicos, nos ha llevado a reconceptualizar algunas de nuestras intervenciones. Esto es, reflexionar teóricamente sobre intervenciones que no eran “mediaciones” en sentido estricto. La mediación es un proceso pautado, con un encuadre, reglas y roles claros. Esto nos llevo a una reflexión sobre nuestras intervenciones y a redefinirlas como facilitaciones. Algunos ejemplos: nos ha sucedido que la persona que se acercó al centro de mediación, después de haber mantenido lo que denominamos la entrevista preliminar con algún mediador del Centro, se iba con otra visión del conflicto, sintiéndose mejor instrumentada para gestionarlo sola. Después nos informaba que no hacía falta que contactemos a la otra parte, porque ella ya lo había hecho aclarando la situación. Otro ejemplo: cuando se acercaba una persona que por diferentes motivos, no quería encontrarse con la otra parte, nosotros contactábamos a la otra parte y el problema se solucionaba. En estos casos, referirnos a estas intervenciones como mediaciones resultaba inapropiado, sin embargo esas intervenciones habían “facilitado” la resolución del conflicto. Es decir que desde una intervención mucho más informal que una mediación, aunque utilizando técnicas de comunicación y métodos propios de la
1