Bolívar, suplemento de Vistazo

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El colombiano

contemporáneo Sergio Trujillo

f^agnenat plasmó

así al genio de la

3

se apago

imiericana

Por

Manuel de |. Real

I

I


BQHUn

El genio que había convocado a Panamá para que se unan todos

los pueblos de América,

estaba viejo y amargado o los 47 años n

conmemorarse en San ciento cincuenta años de la

®

rnue e e imón Bolívar, el más grande, quizá

n

e u"'co genio con el cual ha contribuido Arnéri-

ca a ¡na a enriquecer la más alta yencumbrada amiba de la especie, nos acercamos con laurever ecidos a su Panteón para reclamarle j ^ vehemente y laica que vele plenitud que ha conquistado por los inos^ de este continente de la esperanza,

entregado por desgracia una y otra vez a me-

Bolívar a los veinticinco años, viudo ya, y, en los pri

locres gobiernos o a sangrientas tiranías.

meros momentos de la causa a la cual sirvió duran

te toda su gloriosa existencia.

=?CgS^j..ontemplamnq g Bolívar en los últimos des tellos de su vi

da,

cuando

cumplida consigna

la de que

decía Rodó, pa

ceso de benevolencia como

siente de pronto que su obra no soy más que un ciudada parece convertirse en in no armado para defender Ig

"admirable". Pero es otro el

menso

Congreso, calificado con ex

Patria y obedecer al gobier no; cesaron mis funciones Bolívar que vemos y es que le devora las entrañas públicas para siempre... Os cuchamos ahora. No es más determinando la aparición amargura

vejez

prematura

el de las encendidas procla

de

mas,

cuando recién camina a los

el

vibrantes,

de

el

las

arengas

una

fracaso,

sublime ^,_cuarenta y siete años. Angostura. No Ese Bolívar es quien expresa del

hago formal y solemne entrega de la autoridad suprema que los sufragios me habían conferido". Y

mensaje de es el Bolívar profético de la a los legisladores: "horrible luego, ante las exigencias de era la situación de la Patria y que continuara en el mando sintió que se levantaban Carta de Jamaica. No el que más horrible la mía. Se para evitar que Colombia se contra él las espadas que lo convocaba a todas las na atentó contra mi vida; se en dividiera, conociendo que ciones nacidas de su espada acompañaron obedientes a reunirse en Panamá me cendió la guerra civil; se su hora había pasado, expre por muchos campos de ba diante un pacto perenne. Es animó con este ejemplo y sa: "no soy un dios impa*] talla. Corrían presurosos y te que vemos ahora es un por otros medios al gobierno sible, que si lo fuera aguan-l ra dar a luz un rnundo nuevo,

colmados de funestos pre

sagios los primeros días de 1830. Bolívar acababa de dominar,

por

medio

de

Sucre en Tarqui, la insurgencia de Lamar, presentándo-

ge

en

Bogotá

ante

el

del Perú para que invadiese taría toda la eternidad". Entrega entonces las res nuestros departamentos del ciones de su gran empresa.^ Sur con miras de conquistaJ ponsabilidades que lo abru Es un orador sin los arran y usurpación.ÍFDisponed dé man al Vicepresidente gene ques de arrebatadora pasión la presidencia que respe ral Domingo Caicedo, refu abdico en giándose en la casa de cam al que estábamos acos tuosamente Se había tumbrados. Es el héroe que vuestras manos. Dgsde hoy po de éste.

varón atribulado y dubitati vo respecto de las justifica

II

Nuestro compatriota Tito Salasconcibió así al Padre de la Patria sobre su blanco corcel. III


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-

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En Corobobo,

ü-

uno de ios escenarios

1 >

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de su glorio/ se le declaró proscrito de su amada Venezuela desprendido ya a favor de José Antonio París de la

quinta de Bogotá y de pocos bienes que le quedaban. Era el comienzo inexorable de su final. Observando a ratos

el riachuelo sonriente que corría a sus plantas, lo com paraba con la vida que corre y va a dar a la mar que es el morir, como dijo Manrique.

La quinta de San

fuerzos para impedir la sepa .n

ración de Venezuela los que

fracasan cuando los pe queños e ingratos congresis tas

de

Valencia

resuelven

el ad-

4

existencia^ Retrato pintado por josé Gil de Castro en Lima cuando Bolívar se encontrai^a en la plenitud de su fulgurante carrera y de su gloria. IV

de inmediato que la muerte

nuela Sáenz y Sucre que lo seguirán acompañando has ta que venga la cercana noche,,. Las noticias se su

esta ausencia como antici

pación de la propia, "Es ca

catitivá, Guaduas, Flonda, Turbaco, Mompós, Cartage na,,, Mientras tanto acuden a la desvelada memoria los tumultuosos recuerdos de

pasados días: el lejano jura mento en el Aventino de Ro

ballero en todo; es el mejor ma,

general de la República y el primer hombre de Estado"'

los triunfales en cuentros de Boyacá, Pichincha, Bomboná, Aya-

cucho, Junín, tantos más, las hermosas mujeres rendi

ceden una más triste que otra. La separación del

escribió de quien quería co

ma del soberbio Chimbora-

Ecuador que sigue a la de Venezuela y el asesinato de

zo, adonde no alcanzan los tiros de la maledicencia, y

por pueblos unidos en esta y los vítores de las multitu geografía de la despedida. des fervorosas de Caracas,

todas, Obando y quizá Flo

una gloria inefable",

Berruecos, El viaiero piensa

pidiendo a Bolívar que ven ga a tomar asiento "en la ci

cenario de una de sus fulgu rantes batallas, se pide que

El Libertador emprende su

último viaje. Sale de Bogotá del que denomina Abel por el 8 de mayo, despedido por su honestidad y virtud, tiene un puñado de fieles amigos, el propósito de privar a la con la nostalgia de dos in Patria de su sucesor. Sufre mensas lealtades, las de Ma

cinos de Quito suscriben la inV i t a c i ó n

dad de mis conciudada nos", Y desde Carabobo, es

dado

li abandono,

dor cuando ve

que mi permanencia no sea un impedimento a la felici

había

1

rato de la leal tad al Liberta

•i,

miento, Eso lo llevó a la de^ ícisión de abandonarlo "para'

autónoma.

hora

i suprema del quiere el proce-

no es posible ningún aveni

se lo declare proscrito de Venezuela su cuna, a la cual

esa

I'

Ecuador

que mientras Bolívar perma nezca en suelo de Colombia

Pedro Alejandrino cerca de Santa Marta, en la cual se conmemorará el 17 de este mes el

sesquicentenario de la muerte del Padre de cinco naciones.

Entretanto se realizan es

Sucre son las más duras de

mo a hijo.

Pasa el sublime proscrito das a su bizarría, el aplauso

En todos recibe la entusiasta Bogotá, Quito, Lima, La adhesión de hombres sen Paz,,, Todos los halagos, los adonde ningún mortal sino res mentalizaron ese crimen honores todos,,. Ahora __no Bolívar puede reposar con' que aún pide justicia en cillos que bien saben lo que quedan sino como sueños

'

pierden con su partida: Fa-


nuiM

##

1

El que sirve a uno

revolución ara en

el mor...

,n sk\(,

#/

El Libertador tal como lo contemplamos en la Caso

Oleo anónimo sobre tela que admiramos en la

na, residencia de los Presidentes de Venezuela.

Quinta de Bogotá, uno de los sitios en que Bolívar dibujó el nuevo rostro del Continente.

n esa Cartage na de Indias en

la

en la penumora, sombras que no volverán jamás a cobrar vida.

Llega

a

Cartagena

la

dilatado y vasto el itinerario

su

más allá, por los confines de América... ¿Qué ha resulta do de todos esos empeños? ¿Qué queda de perdurable

VI

bien que hemos adquirido a costa de los d.fimás".

afán

de

el Vicepresidente Caicedo

han resignado sus cargos en el general Urdaneta quien

k

pañol Joaquín de Mierpara que se traslade en un ber

avanzada y que para volver mo avanza tanto como la tu

gantín a Santa Marta y resi

mo, comenzando por José

ya sido un hijo de España, la

las cosas a sus cauces ante berculosis que tortura su da en la quinta vecina de riores sería menester fusilar pecho adelgazando su figu San Pedro Alejandrino... a los líderes del separatis ra y su voz. I^cribe desde 'ironía de la historia, que ha Barrannuilla acaso las frases

Antonio Páez que se ha atre'-Mv^ás sombrías de su carrera: Nación contra la cual por vido a expresar que Bolíva n "la América es ingobernable años guerreara, el que con anhelaba ser Rey, cuando para nosotros... el que sirve cedió a Bolívar un sitio bajo precisamente el venezolano una revolución ara en el el sol en tan dramáticos moera uno de los que más mar... la única cosa que se .mentos. En estos días se habían tratado de seducirlo puede hacer en América es honra a un descendiente de con la corona, a lo cual se emigrar... este país caerá in Mier, papándose así algo de había neqado mil vecenññr faliblemente en manos de la la deuda que todos los ame preferir el título de Liberta- multitud desenfrenada, para ricanos tenemos contraída

doral^ monarca.

después pasar a tiranuelos

De Cartagena sigue a casi imperceptibles... todo cerá transitoriamente en es Barranquilla interesado eTmurfao va a entregarse al pera de Bolívar. Pero éste siempre por la suerte de Co torrente de la demaaoaia' bien pronto resuelve persis-. lombia. Colocado en la posi- "x Recibe en noviembre la tir en su alejamiento sabien- ción de consejero escribe a generosa propuesta del esha manifestado que los ejer

en su obra en estas tierras?.

"Me ruboriza decirlo: la in-' dependencia es el único

buenas al

regresar al ejercicio del re nunciado poder. Tanto el Presidente Mosquera como

brioso caballo por encima de los Andes, allá, siempre

Bolívar dotado de todos los poderes del Estado en 1828.

la

principio y que quizá tentaron

que lo condujo montado en

(fasti''! 1,^ >!

de

pudieron pare

proseguir en un espacio más

HtMMtmtintié mw ffrrtiii

noticias

cer

proyectos y tesones, listo a

••* «At, <»• tdmm^

está

recibe

capital que le

ciud^ que lo vio neo en

i/n léts

cual

ahora,

do que la disgregación de la Urdaneta cartas llenas de

Gran Colombia está muy experiencia. Pero el pesimis

VII

(D

con su lejano tatarabuelo. Bolívar

desciende

en

Santa Marta llevado en silla

de mano. Regresa después de dieciocho años al lugar en el cual comenzó el cami-


Este óleo sobre tela perenniza a un Bolívar joven y lleno de proyectos a favor de la libertad de América.

n Pesadillas y visiones

cruzaban como relómpaaos por su cielo

interior no de su victoria. Se hace

cuanto poseía a Gil Blas, el

l

hombre como es, y, al Quijo te, el hombre como debe ser.

í

Pasa las noches el ilustre

huésped en medio de pesa dillas y visiones que como fugaces relámpagos cruzan

' 'f

por su cielo interior como en

aquella ocasión en que do minado por la fiebre excla

ma: "vémonos, vémonos... esta gente no nos quiere en esta

tierra...

cargo de é un joven médico muchachos...

Vamos

Lleven

mi

francés, Alejandro Próspero equipaje a bordo de la fragaReverend, que no quiso ta". Ya pronto zarparé su

cobrar por sus servicios, sa- barco al puerto inexorable,

blando que se inmortalizaría

Son los primeros días de

su apellido por asistirlo diciembre. El mal avanza, cuando muchos facultativos ^Bolívar recibe los últimos" de Colombia se niegan ale gando una u otra razón

sacramentos y consuelos de

lá religion'cátólica en la cuaj Bolívar se apresura a pedir ^glnere"morir. Un hürriTIde cu

que lo conduzcan a la ra de aldea tiene ese privile-

biblioteca, y, ante la pena gio después de la redacción

del dueño de casa por te- de su testamento. Ha lleganerla tan limitada para varón do la hora de firmar una tan esclarecido, Bolívar le proclama, con sabor de acaresponde que era rica por bamiento. Esté diriqida a los

Bolívar ante el Congreso de Angostura de 1819, ocasión Vllt

en la cual presenta su más hermoso, hondo y visionario mensaje. IX


En sus últimos ¡nstantes recordó o don Quijote y a Jesucristo... M

I

Estos tamarindos de San Pedro Alejandrino lo vieron pa

sar cuando se despedía de la vida y esperaba su definiti vo encuentro con la inmortalidad.

colombianos, sus herederos, V, a través de ellos a toda su

'fposteridad americana. "He trabajado con desinterés. abandonando mi fortuna v aun mi tranquilidad. Me se

paré del mando cuando me persuadí que desconfiabais Hejxu-do'^prfíndimipntn Mis enemigos abusaron de f vuestra credulidad v holla-

Iron lo que me es más sagra-

! do: mi reputación y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores que me

han

conducido

a

las

puertas del sepulcro. Yo los

perdono. . . Al desaparecer pn medio de vosotros, mi

últimos deseos ¡Colom bianos! mis últimos votos son por la felicidad de la Patria.. Si mi muerte contri

m

buye para oue cesen los par tidos

y

se

consolide

.

la

^

i.

-f*

•>

'I'

unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro

En algún momento de vi sión retrospectiva, con oenuina conciencia de su gran deza, expresó que Jesucris

to, don Quijote y él habían sido los más insinnes maja deros de la historia. En carta

a! general Briceño, ya no saldrá otra de su pluma tan fecunda como su espada, le pide, le ruega, le suplica oue por el hipn nprinnal se re-

^^^^jpjmanifestación de mjs concille con Urdaneta.

En el Museo Bolivaríano de Caracas vemos este retrato

aue revela un rostro inquieto por el porvenir.

Este retrato que parece fue pintado en 1829, un año antes de su muerte, expresa un rostro preocupado y con prema turas huellas provocadas porla ingratitud de sus semejantes. XI


BUIinR

" Desde el Instante

de su muerte se poralízó el reloj de San Pedro Alejandrino de la inspira la bella carta a

aprendieron

asomé a la puerta del apo sento, y, llamando a los ge nerales, edecanes y a los

devotamente

demás que componían el

muchas

La

séquito de Bolívar: —Señores, exclamé, si

crítica - de hoy

queréis presenciar los últi-

se

mos momentos y postrer aliento del Libertador, ya es

que

gene

raciones?.

en

pronuncia el

sentido

de que es apócrifa. Mientras tanto en Bogotá Manuelita Sáenz, esa admirable mujer, de

insensible y que la

muerte era inminente, me

Fanny

nonra

casi

ción de Bolívar

Quito

y

del

tiempo. Silenciosamente toi dos los militares v personas

í

que se encontraban en la habitación contigua___fuercL'^

wllAi

Ecuador, sigue muy preocu- entrando para coñtém^rja Continúa creyendo que es

muerte del héroe. A la lalLr^iJ tarde cesó

Dosible vencer al

noble corazón .

oada por el amado ausente. destino.

Acaba de llegar a Santa Marta el general Lacroix, pe

Desde aquel día se en cuentra detenido a esa hora

ro ni siquiera está Bolívar en capacidad de conocer que

el reloj pendularde la habita

i

ción de San Pedro Alejandri no. Durante siglo y nnedio sario.Lacroix escribe al más no se han movido las ágiles grande amor del genio de la manecillas como para indi raza, que ha dejado al Liber car que en ciertos momen tador el 16 de diciembre en tos el tiempo se detiene, ''estado de agonía. El, como' identificándose con la mis su

adorada le envía un emi-

nosotros, está convencido de que la enfermedad mor

diecisiete de diciembre sen

tal de Bolívar se llama ingra-

tiremos en un instante se

titud aunque los médicos le

mejante que se hace el si

l asignen otro nombre El doctor Reverend, co

mo anticipándose a las pre

guntas posteriores de la his toria, se esmera en redactar

ma eternidad.

lencio

sobre

América.

En

El próximo

Colombia esa

y

ocasiÓJS.

tambié n anoche ció en Ia m i tad del día.

El propio médico que lo

treinta y tres boletines en los que se refiere al progreso

ha tratado, después de veri ficar la autopsia y embalsa

del mal. Leamos las palabras definitivas: "cuando advertí

mamiento, lo vistió. Entre las prendas con las cuales lo amortajo está una camisa

que la respiración se volvía estertorosa, el pulso trémulo

Estos son los rasgos que generalmente se han considerado prestáda~por el general Sjl- como los característicos del Libertador. XII

Rara pintura de Bolívar en la cual, ya se adivina a quien después diría que los tres más ilustres majaderos de la historia habían sido Jesucristo, el Quijote y él.


Como siempre, muy tarde, llegaron los homenajes y los arrepentimientos va.

Después

de

\

los tres

cañonazos de rigor es lleva

1

do el cadáver de Bolívar a

Santa Marta, expuesto a la veneración

pública

y

en

terrado en una de las bóve das de la Catedral.

Después, como tantas otras veces, tarde, dema

siado tarde,

El genio americano dicta sus últimas disposiciones ai escribano, ante Reverend y ios militares fieles que lo acompañan.

La muerte del Libertador cuyagloria crece como crecen las sombras cuando el sol declina.

llegaron los

e había erigido

arrepentimientos traducidos

en

grandes

homenajes.

lata

raron a caer de hinojos y ren dirle tributo. En diciembre

de 1842, tal como dispuso, llegó Bolívar otra vez a Ve nezuela, listo a emprender

batalla por las Repúblicas,

testigo

f

banderadas,

declina". Se percibe en ese

excepción.

sagrado recinto al muerto in

Las casas em

mortal que

evangelio de libertad, solida

el

í

Estuvieron presentes tam bién, como para compensar

ese encuentro, que no hu

biera deseado el Libertador,

5US compañeros de armas

ta Smith, Uslar, Carreño,

!^ontilla, los Monagas, Ha muerto el Padre de cinco Patrias. La bandera deColombia lo abraza. Se I carrillo, Me Gregor, Ayala. hecho sobre este continente la noche en la mitad del día. XIV

frente ante la urna que con tiene sus restos al pie de la

mensaje.

nuestro, continúen la empre

la Iglesia de la Santísima Tri

Allá hemos ido en cívico peregrinaje. Inclinamos la

interrumpido

sa de la independencia por cuanto —¿verdad Martí?-'

nidad se convirtiera en Pan

cia.

-jue supervivían. Allí Urda-

su

continente moreno, suyo y

Guzmán Blanco decretó que

teón Nacional para albergar a Bolívar y a los grandes próceres de la independen-/

de

Que los nuevos hijos de este

1874 el Presidente Antonio

pal artífice de su infortunio.^

vigencia

para transmitir a los jóvenes

el

''ellos del fúnebre carro". En

con Santander tuo ol princi

la

ridad y justicia. Inauguremos en todas partes cátedras bolivarianas

parientes de Bolívar desun cieron los caballos para tirar

emne a la Catedral v recib ido por Ráez, el mismo oue

y

tadas,

la Patria. . . Más de cien anti

sn-

más'

discursos

flores,

guos servidores, amigos y

pilla modesta. Más tarde fue"

exigiéndonos

estatuas,

las calles enlu

hacían presente el dolor de

rneas descansó en una ca

marcha

"f.

de

pueblo inmóvil y pensativo,

sus hijas. Desembarcó pri mero en La Guaira y en Ca

en

Rojas,

las

fama crecerá como crecen las sombras cuando el .gol

Arístides

/.'ií-A

en

mis oídos las palabras: "su

la Trinidad, re-

soportar el peso de su inanensa grandeza, se apresu

aprisionándolo

frágiles manos. Escuché en

Ir en el puente de

Aquellos que no pudieron

trasladado

po

un arco triunfal

hay miicho, mucho que hecer en la América todavía Bolívar muerto. Inspirado dibujo del artista colom biano Santiago Martínez Delgado. estatura de Tenerani. A un

lado espera una tumba abierta al mejor v más consecuente de sus amigos, a

Sucre, que conservamos en la Catedral de Quito. Fue un

Comencemos por derroca''

'vanos y por sembr^JSS?~ cas simientes de

.d"emocracia Omp ips^manes

de Bolí\^ayuden a los ame-^

rato inolvidable en el cual

ricanos de hoy a encontra:

quisimos inmovilizar al tiem

sus propios caminos

XV


m

á

»1 ■•*♦»«'

vf •,í.*'lív. ; •f '•«-••'.*•.

• • .

Mascarilla '-•'^^rtador. "Sus facciones expresaban una perfecta serenidad; ningún dolor o seña de padecirnientos se dibujaba sobre su noble rostro".

Sí mi muerte contribuye paro que cesen

las luchos y se consoliae la unión, yo baioré tranquilo al sepulcro..."


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