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Grandes urbes y seguridad, por Pablo Enrique Rodríguez

Grandes urbes y seguridad

La ciudad global como motor de un nuevo modelo de seguridad

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En la mitad del siglo XX, se configuró la ciudad como un elemento diferenciador demográfico, económico y político, llegando en nuestro propio país a dictarse legislaciones nacionales que señalaban las peculiaridades de Madrid y Barcelona, a pesar de las políticas centralistas de la época, si bien no se llegó a po

La ciudad, como idea de referencia en muchos aspectos de la vida de las personas es uno de los conceptos que más han evolucionado a lo largo de los últimos años, continuando su transformación en el futro más próximo. En la actualidad no podemos entender la metrópoli como la entendían nuestras anteriores generaciones: núcleos de población sin más criterios propios que el tener un número de habitantes, de ello dependía el título nobiliario de la urbe.

Elemento diferenciador

Por Pablo Enrique Rodríguez Pérez

En la imagen, el comisario Pablo Enrique Rodríguez, director general de la Policía Municipal de Madrid, autor del artículo

líticas concretas de desarrollo de las mismas, sino a simples hechos formales y representativos, que no tenían ningún reflejo en las políticas de seguridad que pudieran tener en otro lugar del Estado, excepto por el número de agentes que se destinaban a las mismas.

Es en los años 80 del siglo pasado, cuando se dan internacionalmente ideas sobre el nuevo paradigma de la seguridad, ampliándose conceptos que atribuyen en un futuro, ya presente, el concepto biyectivo de la seguridad en cuanto a su naturaleza global, pero con incidencia especialmente urbana, y no podemos desdecir esta idea cuando los últi

“Los terroristas atacan centros emocionales como Nueva York, Madrid, Londres, París o Barcelona

mos ataques terroristas tratan de influenciar en la desestabilización de la seguridad de los países, atacando su centro emocional básico como son sus principales ciudades: Nueva York , Madrid, Londres, París, Melbourne. Barcelona…

Desequilibrio social

¿Qué une a la mayoría de estas grandes urbes?, que todas ellas aparecen en el ranking de las 12 ciudades globales más importantes del mundo.

Este es el nuevo concepto que debemos entender en las políticas futuras de seguridad, la noción de ciudad global como una entelequia propia de las políticas públicas legislativas y, más aún, cuando la idea de ciudad global no tiene como referencia única el ser capital política del Estado (Nueva York, Los Ángeles, etcétera).

Las grandes ciudades actuales soportan, en un 2% del terreno mundial, el 50 % de la población del mundo, y en un plazo de 10 años pasarán a depender de los núcleos urbano globales el 60 %, lo que traerá consigo una característica unívoca de las urbes globales: el desequilibrio social, al igual que existe actualmente entre países y que obviamente no podrá tener políticas de seguridad que no sean propias, alejándose de modelos jurídicos estatales y unitarios.

Madrid, con más de tres millones y medio de habitantes, es una de las capitales más pobladas de la UE. Pese a ello, los operadores policiales vienen logrando altos niveles de seguridad

Ciudad Estado

Las ciudades globales asumirán riesgos que en la actualidad absorben con carácter general los Estados, lo que podría evocar tiempos muy pretéritos: la ciudad feudal o la ciudad estado del Renacimiento. Entre los riesgos que las ciudades globales soportarán se encuentra la carga de una mayor presión financiera y las posibles pérdidas influirán en las macro estructuras del país y también en las relaciones internacionales. Los ataques terroristas y la ciberdelincuencia serán elementos desencadenantes de inestabilidad económica y social en las grandes localidades. Otro factor son las migraciones internas, la expansión de mercados y el comercio entre ciudades, alejándose progresivamente de la tutorización del Estado.

Ante este nuevo modelo, las políticas de seguridad no pueden estancarse en modelos ancestrales de más de un siglo con algunas innovaciones que se hagan coyunturalmente, según pasen los años que, en el caso de España, han sido francamente pocas, con el desgaste institucional del rendimiento que este modelo trae consigo.

Ya no se puede hablar de referencias de seguridad públicas y privadas y, menos aún, de modelos que analizaban ya diarios como “Epoca”, en el año 1884, centralizados y descentralizados.

Policía italiano, español y francés patrullan juntos las calles de Madrid durante la operación verano

La responsable de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, el director general de la Policía Municipal y mandos corporativos de uniforme durante un acto

Seguridad criminal

El canon de seguridad debe dirigirse en un futuro próximo (y considero que deberían de ser las líneas de estudio) en niveles de análisis y coordinación de la inteligencia de seguridad o criminal, como se denomina en la actualidad Las nuevas dimensiones del conocimiento aportan nuevos conceptos como la “inteligencia artificial”, los “big data”, Internet…, que traen consigo que la estructuración de las políticas de seguridad tengan como pilar básico la recogida y análisis de información que nos aportan estos elementos sin que, en ningún caso, se pueda sustituir a la fuente que constituyen el pilar básico de certidumbre, que son los operadores de seguridad, siempre esenciales en estos planteamientos.

Nueva estructura de seguridad

En esta nueva estructura de seguridad en los Estados, el cometido debe ser un nivel de planteamiento de políticas de dirección, realizando análisis de la información introducidas en los sistemas de seguridad por los diferentes operadores, especialmente aquellos desplegados de manera permanente en las ciudades, más si cabe en las metrópolis globales de manera singular, convirtiéndolo en inteligencia de seguridad y elaborando una planificación general y estratégica en cada caso, siendo el nivel operativo de ejecución competencia de los operadores locales y privados en su caso.

(*) El Comisario Pablo Enrique Rodríguez Pérez es actualmente director general de la Policía Municipal de Madrid. Doctor en Derecho, fue director general de Emergencias y Protección Civil del Ayuntamiento, subdirector general de Formación y Seguridad y director del CIFSE de Madrid. Forma parte del Comité Científico de la Sociedad Científica Española de Criminología.

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