5 minute read
De La Granja Al Trono, La Historia De Egidio
Alejandro Calle-Restrepo ‘Alatar’
Advertisement
El propósito de este escrito no es el de resumir o contar el cuento, eso es algo que se puede hacer en cualquier momento abriendo las páginas de uno de los libros donde se encuentra el cuento. El propósito es más contar la evolución de la historia y su desarrollo editorial. Para empezar, es interesante conocer las razones por las cuales se contó este cuento o la historia del cuento en sí. Según John, hijo mayor del matrimonio Tolkien, la historia de Egidio fue imaginada inicialmente por su padre con el propósito de entretener a su familia mientras se refugiaban debajo de un puente durante una tormenta después de una comida campestre. Aunque estos sucesos no se pueden fechar con precisión, se puede suponer que esto sucedió después de 1926, esto basado en que los paisajes presentados en Egidio están inspirados en los paisajes de la región de Oxford propios de la época. Similitudes del tipo se encuentra presentes también entre el primer manuscrito de Egidio, el granjero de Ham, Roverandom (escrito, probablemente en navidad de 1927) y las primeras partes de El Hobbit, iniciados en 1930. Como es usual en los escritos del Profesor, Egidio no cuenta con una sola versión de la historia, de la historia se pueden contar hasta tres versiones. En la primera versión la historia es narrada por el profesor, son pocos los personajes que tienen nombres y los acontecimientos se sitúan en un pasado indeterminado. Además, el paisaje no coincide con el actual hasta el final de la historia, cuando Egidio toma el apellido de Exterminador de Dragones y Ham es llamado El Palacio del Dragón (Worminghall), pueblo situado a unos pocos kilómetros de Oxford. En la segunda versión el narrador es “El loco de la familia”, aunque esta versión ya se ubica en un pasado determinado, no son mayores las modificaciones que se aprecian en esta versión. La versión data, probablemente, de la primera mitad de los 30’s y es mencionada en una carta fechada en noviembre de 1937. La tercera versión está fechada en enero de 1938, Tolkien modificó considerablemente Egidio; alargándolo casi al doble de su extensión para una lectura pública que tendría lugar al mes siguiente en la Lovelace Society, un círculo de estudiantes lectores de ensayos del Worcester College, en Oxford. En esta versión añadió muchos nombres propios, chistes y alusiones, desarrolló el personaje y el marco de la historia. Ham, situado en “El pequeño reino”, se convierte en la antesala de Thame, un pueblo real al este de Oxford. Entre las bromas que se agregaron hay una
referencia a los redactores del famoso Oxford English Dictionary, los “cuatro sabios clérigos de Oxford”. Egidio fue propuesto para su publicación por primera vez en 1936 y fue rechazado argumentando que era un cuento demasiado corto. Luego, cuando los editores de Allen & Unwin, estaban ansiosos de ver la continuación de El Hobbit terminada para la navidad de 1938 y al ver que ESDLA progresaba lentamente, Tolkien propuso como alternativa a Egidio, que nuevamente fue rechazado. Más tarde, ese mismo año; Tolkien volvió a ofrecer el cuento para su publicación, esta vez argumentando que presentaba cambios y que había adquirido un tono más “adulto”. Este nuevo texto le gustó al encargado de la editorial, pero preocupaba que el cuento no se encontrara en una categoría bien definida, si era para niños o para adultos, lo que podría
complicar la comercialización. Allen & Unwin estaba dispuesto a publicar Egidio, pero esto se haría únicamente después de que se publicara ESDLA. Finalmente, en 1949, los editores deciden publicar el relato de Egidio acompañado por ilustraciones de Pauline Baynes. Antes de la publicación, Tolkien volvió a revisar el texto y le añadió un prólogo ficticio en el que fingió ser el editor y traductor de una antigua leyenda del pequeño reino. Sobre la elección de Pauline Baynes como ilustradora del libro fue el mismo Tolkien quien la escogió, pues previamente rechazó ilustraciones de otros artistas. Lo que más llamó la atención de las ilustraciones propuestas por Baynes fue el tono humorístico y falsamente medieval de las imágenes, las cuales consideró que reflejaban el espíritu del libro. Desde la publicación del libro Pauline
KENNETH GRAHAM
Baynes se convirtió en la ilustradora favorita de Tolkien. Para ver una edición en español del cuento, los lectores de Hispanoamérica tendríamos que esperar hasta 1981, cuando Ediciones Minotauro publicó el cuento Egidio el Granjero de Ham junto con Hoja de Niggle y El herrero de Wotton Mayor. Una edición independiente fue publicada en 1984. Cuando se publicó, a pesar de que Tolkien dijera que Egidio era un libro para todos, Allen & Unwin decidió pubicitarlo como un libro para niños. El libro se vincula con la categoría de cuentos infantiles en los que se incluyen El Dragón Perezoso de Kenneth Graham o las historias de dragones de Edith Nesbit. Sin embargo, la principal historia con la que se logra comparar a Egidio es El Sastrecillo Valiente, cuento incluido en la colección de cuentos de los famosos hermanos Grimm. Sin importar que se categorizara la historia de Egidio para niños, los críticos y lectores se dieron cuenta que tanto niños como adultos podían disfrutar de esta historia. Los lectores más avanzados en la obra del
profesor no tardan en notar que hay muchos personajes que pueden compararse o asociarse con otros presentes en otros escritos como lo son El Hobbit y ESDLA. Hay ciertas similitudes entre la espada Caudimordax, que solo puede ser desenvainada cuando se encuentra un dragón cerca y Dardo, la espada de Bilbo y Frodo, que brilla cuando se encuentra un orco o un trasgo cerca. Ambas comparten características mágicas ante el peligro que son de importante ayuda para su poseedor. Igualmente, existen similitudes entre el clérigo y Gandalf, quienes aparecen como grandes consejeros y sabios a lo largo de todos los sucesos. Una última similitud entre las obras salta a la vista con la negociación de Crisofilax y Egidio y el encuentro entre Smaug y Bilbo. Los tres ejemplos mencionados no son los únicos casos en que ambas obras comparten similitudes; es solo una invitación a que la próxima vez que se lean ambos textos se haga de manera detenida para ir más a fondo y poder encontrar más de estas similitudes y, sobre todo, adentrarse más en el asombroso mundo de los cuentos de hadas. q