Benemérita Escuela Normal Manuel Ávila Camacho Licenciatura en Educación Preescolar Segundo Semestre Planeación Educativa Patricia Guerrero Ana Sofia Ramirez Casale
El docente y los programas escolares Lo institucional y lo didáctico Ángel Díaz Barriga
Docentes, programas de estudio e institución Los planes y programas de estudio responden a múltiples intereses y sentidos. de estos existen varias concepciones por parte de las instituciones, para unos son la norma a cumplir, mientras que para otras solo constituyen una orientación. La teoría de planes y programas se opone a las concepciones habituales que tiene el docente en relación con su trabajo educativo, y produce un efecto de shock respecto a sus prácticas habituales. Los planes y programas obedecen a múltiples dinámicas; se destacan las burocrático-administrativas, donde aparecen como un instrumento elemental indispensable para estructurar el funcionamiento de la escuela. La institucionalidad de los planes y programas de estudio viene primeramente de la aprobación de las autoridades educativas y de las correspondientes instancias de gobierno. El proceso de aprobación e implantación de un plan de estudio se mueve en tres esferas: la burocrático-administrativa, la académica y la del poder. Cada una de estas esferas visualiza el sentido y valor de los planes y programas de acuerdo con intereses muy específicos. La esfera burocrática En la esfera burocrático-administrativa, estos instrumentos son vistos como las grandes orientaciones del trabajo pedagógico y sirven inicialmente a la institución como elemento central para planificar qué cursos se deben abrir, qué tipo de maestros se pueden asignar a los mismos, en qué secuencia se pueden llevar las asignaturas, etc. Las instituciones educativas visualizan de manera diversa el sentido de planes y programas de estudio. Para algunas son la norma a seguir, para otras sólo orientaciones globales. Cuando se considera que son la norma a seguir, se pone en funcionamiento un conjunto de mecanismos que pretende garantizar que todos los maestros cumplan, al mismo ritmo, el programa escolar. En algunas instituciones educativas, los planes y programas son elaborados por instancias centrales, en ocasiones totalmente independientes de la misma institución.
Cuando se considera, en cambio, que los programas son orientaciones globales, se busca que el maestro o el grupo de maestros pueda acceder a efectuar un conjunto de propuestas e interpretaciones sobre un programa común. Lo académico y los académicos Un problema central de las instituciones educativas en este momento es cómo establecer, promover o recuperar un espacio académico dentro de sí. Solamente las universidades públicas tienen la facultad de establecer sus propios currículos; las demás instituciones del sistema educativo, en general, reciben sus planes y programas elaborados por instancias centrales. Sin embargo, cuando una institución universitaria decide modificar sus planes y programas de estudio se enfrenta con la seria carencia de espacios académicos. Las dinámicas burocráticas y de poder juegan un papel relevante en toda institución educativa, facilitando u obstaculizando la realización de dichos trabajos. El plan y el programa de estudios pueden convertirse en un eje de conflictos entre los intereses intelectuales y pedagógicos del docente y los intereses de gestión de la institución. Un problema de legitimación, poder y hegemonía En una institución educativa es muy difícil que todos sus docentes estén de acuerdo con una propuesta curricular, porque toda propuesta de formación lleva implícita una posición teórica, ideológica y técnica. Requiere que la elaboración e implantación de planes y programas de estudio genere en su interior un proceso de legitimación. La manera de efectuarlo depende específicamente de la situación que exista en cada institución educativa. El problema del poder y del arbitrario cultural se convierte en una cuestión de índole política e ideológica. Por medio de planes y programas de estudio, la escuela puede orientar un proyecto educativo como un espacio de autonomía relativa respecto de un proceso social. Se trata así de analizar los límites que tiene la institución educativa en este proceso, así como de valorar el manejo de poder y hegemonía que puede realizar en la construcción de sus currículos.
Funciones, estructuras y elaboración de los programas Los planes y programas de estudio funcionan como un ordenador institucional, aspecto que dificulta la incorporación de la dimensión didáctica a la tarea educativa. Desde la perspectiva institucional, más ligada a la administración, el programa representa el conjunto de contenidos que deben ser abordados en un curso escolar y que los docentes tienen que mostrar a los alumnos como materia de aprendizaje.
¿Visión uniforme o dimensión plural? Una discusión que no se realiza en nuestro medio es si los programas de estudio deben presentar una interpretación única del contenido y de sus formas de transmisión, o si, por el contrario, vehiculizan una propuesta curricular adecuada a las condiciones específicas de una escuela y de un grupo concreto de docentes y de alumnos.
Esta perspectiva, en ocasiones tan aceptada por las burocracias educativas, tiene como repercusión una concepción en la que se niega al docente la función intelectual como núcleo de trabajo, es decir, la interpretación de contenidos y la elaboración de una propuesta metodológica. Para comprender el papel que cumplen los programas de estudio es necesario llevar a cabo una discusión sobre la especificidad profesional del quehacer docente, así como determinar cuál es el ámbito de las habilidades técnico-profesionales que el profesional de la educación debe cubrir. el programa puede servir de articulación para analizar algunos de los sentidos que guarda su estructura formal.
Un debate sobre la estructura El análisis de los elementos que conforman un programa ayuda notoriamente a las instituciones educativas a ordenar la redacción y elaboración de los mismos, pero, por otra, su delimitación afecta a la necesaria singularidad que reclaman las condiciones particulares de cada situación educativa, así como a la visión que cada docente tiene sobre su trabajo pedagógico. para efectuar una discusión básica sobre los elementos de un programa escolar resulta indispensable tener presente que su estructura, por demás variada, depende de una articulación puntual entre: 1) Un sistema legal o administrativo de la institución educativa, que establece las normas para presentar y aprobar los programas de estudio o, en su caso, establece los programas como instrumentos que deben seguir o cumplir los docentes. 2) Una concepción educativa, que se adopta en la institución de manera explícita o implícita, pero que condiciona tanto el papel de los programas de estudio como los elementos que lo configuran. 3) El papel o la función del programa en el contexto del plan de estudios.
Las funciones de los programas La estructura de los programas se relaciona con aspectos institucionales, curriculares y docentes. Sin embargo, ahora deseamos añadir que dicha estructura también es consecuencia de las funciones que cubren los programas de estudio. De acuerdo con sus funciones, consideramos que existen tres tipos de programas: 1. Los programas del plan de estudios. 2. Los programas de las academias o grupos de maestros. 3. Los programas de cada docente.
Los programas de plan de estudios Una de las principales funciones que podemos identificar en un programa de estudios es posibilitar la visión global del plan del que forma parte. Un elemento clave en la elaboración de este tipo de programas es que sean construidos a la luz de todos los contenidos que se pretende desarrollar en un plan de estudios. Quienes participan en su elaboración deben tener claridad sobre el conjunto de
referentes conceptuales que permiten la selección y la organización de determinados contenidos. Finalmente, es necesario tener en cuenta a los sujetos de la educación, las condiciones de los estudiantes y de los docentes; es necesario también atender sus motivaciones y su situación psicosocial, así como a la necesidad de una visión culturalantropológica que permita entender aspectos básicos de su identidad y de las condiciones laborales en las que el docente desempeña su tarea.
Los programas de los grupos académicos docentes El programa escolar cumple otra función básica: orientar el trabajo del conjunto de docentes de una institución, sobre todo cuando varios docentes imparten un mismo curso, o cuando el sistema educativo busca establecer para sí mecanismos de formación homogéneos. Como por ejemplo el problema de los contenidos. La función de orientar el trabajo de una escuela específica se lleva a cabo mediante programas elaborados por los grupos académicos de docentes. Estos programas, en realidad, son una interpretación del planteamiento sintético que efectúa el programa del plan de estudios y tienen como finalidad orientar la dimensión pedagógica del trabajo escolar y las actividades de apoyo del trabajo docente. Para su elaboración es necesario tomar en cuenta los aspectos que señalamos como punto de partida y marco de referencia: los estudios que fundamentaron el plan, sus orientaciones sobre los contenidos, aprendizaje y función didáctica, y su concreción en habilidades básicas a desarrollar, así como las experiencias que existan en relación con la actividad docente.
La determinación de contenidos básicos Mientras algunos sistemas promueven la retención de información, otros promueven el desarrollo de estrategias de resolución de problemas y de adquisición de información.