Especial
Rosa Por Isidro Ponce
72 SoHo
Edici贸n 119
holandesa con 100 años de experiencia y sedes en casi todo el mundo. A mediados de 2010, Olij envío una muestra a la sede en Ecuador con el objetivo de analizar su adaptación al clima. Al abrir la puerta principal de Olij Ecuador, en la mitad del hall de entrada, sobre una mesa de mármol, perfectamente iluminado, aparece un arreglo de rosas de un extraño color con un letrero inferior que dice: deep purple o GR0613-53. Los tallos no tienen espinas. Su color no es uno solo, sino un degradé que empieza con un lavanda intenso en el filo y va pasando hacia el rosado-blanco para terminar en lo más profundo del pétalo, con un verde claro. Puede crecer hasta 70 centímetros. Mientras más alto el tallo, más cara la rosa. —En marzo de 2011 mostramos por primera vez la deep purple —recuerda Marcelo Echeverría, gerente de ventas y producción de Olij—, fueron 30 plantas. Un año y medio después, hay más de 200 mil plantas sembradas y dos premios. La mayoría de floricultoras ecuatorianas se asientan en Cayambe, un valle rodeado por un nevado y un nudo de picos rocosos. Rosaprima aparece al final de un camino empedrado, rodeado de eucaliptos gigantes y potreros verdes. Luego de algunos controles de seguridad, el celador me deja pasar a unas oficinas completamente blancas, con salas de reuniones separadas con paredes de cristal, decoradas con madera. Y afuera, 80 hectáreas de rosa, es decir, seis millones y medio de plantas. La deep purple se levanta en uno de los invernaderos: 12.000 plantas que no superan ni la media hectárea. Aún faltan un par de meses para la cosecha. Cuando las rosas estén listas, un ‘bonche’ de ellas se venderá a más de 100 dólares. Una de las características principales para considerar a una rosa de lujo, aparte de la belleza en sí, es la duración en el florero. El promedio ronda entre los diez y los doce días. La deep purple tiene una duración de 15. La rosaprima ha registrado una duración de 22 días. En 2012, Ecuador exportó aproximadamente 90.000 toneladas de rosas, un peso equivalente a dos barcos del tamaño del Titanic. Esto significó 50.000 trabajadores y 680 millones de dólares. La mayoría de florícolas trata de exportar el 100% de su producción. Y la demanda de la rosa ecuatoriana la ha catalogado como la mejor rosa del mundo.
fotografías: isidro ponce
“Preferimos mantener un perfil bajo”, dice Fawad Siddiqui, sentado en una mesa para más de diez personas. A su lado, David Lam, un francés de más de 1,85 metros, cruza los brazos. Les conviene salir en esta crónica, pero son precavidos. ¿Hace cuánto escribes? ¿En qué te especializas? ¿Cuántos artículos has publicado? En sus tarjetas de presentación dice: Senior Sales Executive y VP Sales & Marketing, respectivamente. Nadie más está presente en esta sala de reuniones de piso alfombrado y mesa de madera oscura. En las paredes cuelgan fotografías de rosas y paisajes. El primer indicio de la flor de lujo apareció en una revista especializada en rosas: Deep Purple, premio de oro a la mejor variedad en la feria más importante de Siberia: la Expo Flora Rusia (septiembre de 2012). Participaron plantaciones de Colombia, Kenia, Etiopía, Alemania, Holanda, Rusia, Irán, Francia, Uganda y Ecuador. Pero solo una plantación se llevó el premio, una ecuatoriana. —No podemos darte los nombres de las celebridades que solicitan nuestra flor —dice David, con un español casi perfecto—, pero, por ejemplo, sí te puedo decir que nuestro producto ha decorado los premios Óscar, el Kentucky Derby, el Queens Jubilee de la reina de Inglaterra, la Casa Blanca y varios hoteles de Las Vegas. Minutos después, entra a la sala un hombre alto de barba negra. David y Fawad lo saludan con respeto. Su nombre es Ross Johnson. Chief Executive Officer. Ross les dice algo en voz baja. La reunión termina. Dicen que me van a llamar. En términos sencillos, las compañías obtentoras (breeders) analizan el ADN de una variedad, la polinizan con otra, sacan la semilla, la siembran, le ponen un código y observan su comportamiento. En promedio, una obtentora saca un millón de semillas al año. De ese millón, si tienen suerte, saldrán tres variedades de rosa. En 2006, los científicos de Gares, una obtentora de Corea del Sur, pusieron singular atención al código GR06-1353. Observaron detenidamente la altura y la fuerza del tallo, el brote de la flor, sus colores, el número de pétalos, las estructuras de las hojas y la capacidad de reproducción en masa. Cumplía todas las características de una potencial variedad. Sin embargo, por una limitada capacidad de distribución, negociaron la representación con Olij Breeding, una obtentora
En la floricultora Rosaprima producen 6.500.000 de rosas, de las que solo 12.000 son deep purple, la más exclusiva de todas.
Edición 119
SoHo 73