NO A LAS ARMAS

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reorientar la producción de una factoría. En vísperas y durante la Segunda Guerra Mundial, factorías con decenas de miles de personas en sus plantillas, como Renault o Citroën, han pasado de la fabricación de coches a la de material bélico y de material bélico a la fabricación de coches al final de la guerra, en un abrir y cerrar de ojos”. En este mismo artículo, Mario Diego considera que no “todas las necesidades en materia de construcción naval civil están cubiertas” y que habría que “obligar a los ricos armadores a renovar su flota” y que “faltan buques de salvamento marítimo, buques para luchar contra la contaminación marítima o buques científicos, por ejemplo”. Por último, señala, que “en cuanto a la clase trabajadora, no debemos olvidar que los intereses de los líderes de la industria armamentística – como la de no importa que líder capitalista– son exclusivamente lucrativos, importándoles un pepino todo lo demás. Aceptar e incluso

hacer suya la defensa de la industria armamentística, so pretexto de salvaguardar puestos de trabajo, es equivalente a aceptar las imposiciones dictatoriales de la patronal cuando ponen en un lado de la báscula la aceptación de cualquier deterioro en nuestras condiciones de trabajo y del otro el cierre de la empresa. No debemos aceptar tales chantajes.”

Nunca las armas sirvieron para hacer avanzar verdaderamente al ser humano. Siempre se utilizaron para beneficio de unos pocos a costa de la vida, el dolor y el sufrimiento de la gran mayoría... El desarrollo de las armas … es un gran error… porque está en riesgo la supervivencia de la especie y del planeta entero.

http://asturbulla.org/index.php/ter ritorios/espana-sp854371532/36432-cuando-elgobierno-aparca-los-principios-yda-paso-a-las-prioridades

Artículos difundidos por

¿Razones para el desarme? ¡Todas! www.gueligaites.org info@gueligaites.org

Juana Pérez Montero Resumen del artículo publicado en la Revista América Latina en Movimiento, núm. 535 (septiembre):

Las campañas a favor de las armas… van acompañadas de la construcción imaginaria de “enemigos”: países como Rusia, Irán, Corea del Norte… (países que no se doblegan), grupos humanos como refugiados, migrantes (desplazados por los desastres que producen la misma industria de las armas), etc., aumentando violencias de otros tipos como el hambre, el racismo, la xenofobia, la discriminación por creencias religiosas, etc., que alimentan la espiral de la violencia en una carrera loca. Es alarmante el incremento en gastos militares a nivel mundial, con EEUU a la cabeza. .. Si el presupuesto de un país sube la partida de los gastos militares, de modo


sistemático se recortan los derechos y baja el presupuesto en políticas sociales (educación, sanidad, pensiones, investigación, etc.)… Allí donde se invierte en armas, aumenta la violencia en cualquiera de sus formas (física, económica, psicológica, moral, racial, religiosa, sexual…), aumentan las desigualdades sociales, las hambrunas, el cambio climático, los desplazamientos forzados de población, etc. Es muy gráfico ver, además, cómo esta carrera armamentística acompaña el proceso de concentración de la riqueza. El negocio de la guerra es el mayor del mundo, no lo olvidemos. ¿Qué posición justifica seguir derramando la sangre de millones de seres humanos para quitarles sus recursos …? Imaginemos por un momento cuánta energía, en todos los campos, podría ganar la humanidad entera si, en lugar de potenciar el enfrentamiento, renunciamos a la guerra como resolución de conflictos. Y si trabajamos en políticas de

acercamiento y cooperación, si invertimos en educación gratuita, en sanidad universal, en asegurar comida y vivienda para todos. ¿Qué pasaría si se investigara y se desarrollara una educación y una cultura para desarmar la violencia interna y eliminar todas las formas de violencia externa?... . Si todos los recursos que se desvían hacia la carrera armamentística se emplearan en función de la vida y de la liberación del ser humano, podríamos pasar a otra etapa de la historia. Neguémonos a seguir alimentando la violencia y la industria armamentística. Y digamos alto y claro:

¿Razones para el desarme? ¡Todas!.

DOS APORTACIONES SOBRE EL DILEMA: FABRICAR ARMAS … O … ¿AUMENTAR EL PARO?.

educación o en transporte público se generarían más del doble de puestos de trabajo que en el sector militar.

1. Pepe Beunza, objetor de conciencia en 1971, en un escrito de este mismo mes de setiembre de 2018, dice que “si hablamos de puestos de trabajo hay que explicar muy bien a qué nos referimos. Hay puestos de trabajo que crean riqueza y otros que la destruyen. Por ejemplo, los accidentes de tráfico crean puestos de trabajo y consiguen avances en cirugía y traumatología, pero a nadie se le ocurriría defender los accidentes de tráfico por estos motivos. Lo mismo pasa con la guerra y la venta de armas. Crea aparentemente puestos de trabajo, pero destruye la vida”.

Termina reflexionando que “estos son los temas que deberían estudiar los sindicatos cuando se plantea acabar con la criminal fabricación y venta de armas y no utilizar los puestos de trabajo como coartada para el gran negocio de unos pocos”.

Y recoge cómo el Premio Nobel de Economía, Leontief, ya demostró, en 1961, que la reducción del gasto militar provocaría una reducción de puestos de trabajo en este sector, pero crearía el doble en otros sectores. En sanidad o rehabilitación de viviendas se generarían un 50 % más de puestos de trabajo, y en

2. Por otra parte, Mario Diego, gijonés de El Bibio, en su último artículo (publicado en Asturbulla e Infolibre), sobre esta aparente contradicción (o fabricamos armas o aumenta el paro) aporta esta reflexión: “como si la única alternativa para la plantilla de Navantia fuera aceptar el envío de artefactos asesinos a una dictadura sanguinaria para que pueda seguir masacrando a la población yemenita…. Que un gobierno al mando del Estado, con la totalidad de su aparato a disposición, no supla un contratiempo de tal índole, no es que sea incapaz o no pueda hacerlo, es que no quiere. En ciertas circunstancias los Estados no necesitan meses para


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