El Fanzine: Encanto bajo el mar

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El Fanzine

AngelAntonioR


Julio Pineda es un fotógrafo mexicano especializado en fotografía de Rock and Roll; por varios años ha dedicado su trabajo a la escena rockera tanto nacional como internacional. Conoce más de él en su nuevo sitio. Ingresa y descubre como puedes ganar fotografías de su catálogo, cortesía del Rock and Roll.


por: El GAG / @eldegag

La marca de submarinos Triton, especializada en submarinos personales o comerciales (o sea que cualquiera lo puede comprar si tiene entre 2 y 3 millones de dólares para diversión o para fines científicos) anuncia el pronto lanzamiento de su nuevo sub, el TRITON 36 000 FULL OCEAN DEPTH que no es cualquier submarino, es uno que está planeado para poder llegar al lugar más profundo del mundo “La fosa de las Marianas” un lugar cerca de la isla de Guam, esta fosa tiene unos 10,970.971 metros de profundidad y sólo hay dos personas en el mundo que han llegado al fondo y eso fue en 1960, mientras que, como ellos dicen, al punto más alto del mundo, o sea el Monte Everest, han llegado como 3 000 personas. La invitación de esta marca es a que exploradores del mar, nuevos y viejos, traten de llegar al punto menos explorado del mundo, según ellos el 95 por ciento del mar está inexplorado. Aun no se sabe el precio de este juguete, pero garantiza que resistirá los más de 15 000 libras de presión que hay en esa fosa, además de poder llevar a los tres pasajeros al fondo en sólo 75 minutos. Para mas información, entren a la página y vayan pidiendo el suyo, que tarda como 1 año en ser construido, ya que todos tengamos uno nos vamos juntos a explorar. www.race2innerspace.com

Shark!: Killer Tales from the Dangerous Depths, es el título completo de este libro, escrito por el autor australiano Robert Reid. Este libro publicado hace unos meses, nos narra diferentes ataques de tiburón sufridos por personas en Australia y en el mundo, además de entrevistas con los atacados, con cazadores de tiburones y buzos. Este libro nos trata de mostrar el comportamiento de los tiburones, por qué atacan, por qué los cazan y habla de una discusión que sucede con cualquier animal salvaje que ataca a un humano, ¿los deberían de matar después de eso o no?, dicen que a los leones los matan después de atacar a los humanos porque la carne de humano sabe mejor que la de cualquier animal, entonces a los leones les puede llamar más la atención cazar humanos que gacelas, no sé si con los tiburones pase igual. Es un libro recomendado para la gente que gusta de este tema y más aun para la gente que sufrió un ataque. Este autor tiene otro libro llamado Croc! Que va de lo mismo, sólo que con cocodrilos. Lo pueden comprar en cualquier tienda digital.

Donya, compañía basada en Japón, lanza al mercado un aditamento para los nadadores y para los superhéroes. Se trata de la aleta Donya DN-GM-110 Series, un tipo guante, tipo aleta, tipo red, tipo las manos de Aquaman que ayuda al usuario a empujar con más fuerza, así tomando más velocidad y más control al nadar, como los tiburones. La ventaja de esta aleta es que no encierra los dedos, o sea no dificulta el movimiento de las manos, es más bien como un guante. Costarán próximamente 5 dólares. www.donya.jp

Arquitecto milanés que desde 2002 se dedica al diseño de barcos. Lo interesante es que no son sólo veleros, lanchas o yates, Luca Bassani es el creador de uno de los conceptos marítimos más adelantados y lujosos del mercado, es el creador y diseñador de la marca Wally que se establece en Mónaco, uno de los dos lugares más importantes para la industria del yate en Europa. Estos barcos con onda futurista no solamente ofrecen el lujo de cualquier yate o velero, ofrecen algo más, un diseño personalizado, un súper motor no ruidoso y una diferenciación de los demás, no hay muchos en el mundo. El más barato empieza en 4 millones de dólares, pero se puede ir hasta donde quieras, tú haces tu barco junto con él. La marca tomó mayor fuerza en 2005 cuando se mostraba uno de sus modelos en la película La Isla protagonizada por Ewan McGregor y Scarlett Johansson. Sin duda una persona y una marca que cambiaron el mercado y obligaron a los competidores a “ponerse la pilas” como decimos en México. Luca Bassani trabaja con sus 3 hijos y un gran grupo de diseñadores, además de que tienen familia en México y le gusta vacacionar acá. Sin duda una referencia para los que estudian o hacen creatividad.

El Museo Subacuático de Arte es una iniciativa única en el mundo, y se encuentra en nuestro país. MUSA es un proyecto que combina el arte y la conservación marítima. Pensada en 2008 por el director del Parque Nacional Costa Occidental de Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc, en el Caribe Mexicano y miembros de Asociados Náuticos El Museo Subacuatico de Arte de Cancún, se buscaba atraer turismo al parque y lograr un programa que ayudará a mejorar el ecosistema y a conservar ese espacio, lo que se les ocurrió es algo que sólo sucede ahí, y que al parecer esta funcionando, llamaron al escultor Jason deCaires Taylor quien se dedica a la escultura submarina, que después de un rato se vuelve en arrecifes artificiales, eso ayuda al arrecife natural a regenerarse, ya que a los turistas se les invita a bucear o esnorquelear en las áreas con esculturas. MUSA cuenta con 400 esculturas, en una zona de un parque donde van unas 750,000 personas al año y Jason deCaires Taylor es el director creativo, aunque su trabajo no se ha limitado a esa zona, este artista ha trabajado por todo el mundo. Este lugar, que abrió en noviembre de 2010 planea invitar a otros artistas a colaborar, cumpliendo otra función, que es la de promover e impulsar la escena artística de esa región del país. Les dejo la página del museo y la del artista, vale la pena ver las dos. www.musacancun.com

Ingresa a www.elfanzine.tv y descubRe como ganar, viniles de gustavo cerati, un parche de bateria autografiAdo por franz ferdinanD Y UN DISCO de oro de muse:

y El Fanzine TRAEN P ARA TI:



Pero, entonces, si nadie lo hace, pues lo hago yo. Si alguna revista o fanzine enviara a alguien con Lost Acapulco cuando andamos de gira tendría mucho que contar. Desde los pleitos (muchas veces un simple “estira y afloja”, y otras veces situaciones más drásticas) con algunos empresarios. Como aquella vez en Ojo de Agua donde no se hizo publicidad, hubo mínima asistencia y el “empresario” nos dejó salir a nosotros… pero no a nuestros instrumentos. O como aquella tocada que publicitamos dos semanas seguidas en medios de comunicación, atascamos el lugar y no se nos pagó ni un centavo. O como aquella ocasión en una ciudad guanajuatense donde acabamos a golpes con un ebrio y su entourage que querían escuchar temas rancheros a huevo y a la mitad de nuestro set. Su “enviado” habría reportado también aquella ocasión que después de una exitosa tocada en Querétaro, regresando de madrugada en la van, y ya en la autopista, estalló una llanta y sentimos los huevos en la garganta. Si le pusieran un reportero al Sr. Ramírez Acapulco (bajista) el artículo iría de Japón a Australia y a Sudamérica; ya que de repente desaparece por largos periodos de tiempo y regresa con una sonrisa argumentando que “conoció a una linda chica de …….………” (escriba el país de su preferencia en la línea punteada) quien aparte le presentó a los integrantes de una banda de surf con la cual “palomeó” algunas fechas. Su enviado especial reportaría las caras de éxtasis infantil del Reverendo Acapulco y de un servidor al conocer héroes musicales como Los Banditos allá en su pueblo de origen: Jena, Alemania. O llenaría todo un artículo con las conversaciones que sostiene el Crunchy Acapulco por teléfono celular todo el día, a todas horas, con estrellas de rock locales y aspirantes a serlo. Pero nadie cubre eso, nadie lo documenta, no hay fotos y no se pregunta por qué al parecer a todos los lectores de todas las revistas y fanzines les interesa más saber “cuáles son nuestras influencias”.

Ya no te hagas del rogar, yo sé que te va a gustar por: WARPIG ACAPULCO / @acapulcoperdido ILUSTRACIÓN: Dr. Alderete / www.jorgealderete.com Desde que leo revistas y fanzines (je) siempre me han llamado la atención los reportajes donde alguien viaja con una banda de rock escribiendo una especie de crónica de lo que sucede alrededor de ella o un diario de la gira. Se hace mucho en el gabacho; y luego se publica con los pormenores del viaje o de la grabación y el cronista analiza, narra y da su punto de vista. Es como un intercambio justo: las bandas dan chance de que entres a su intimidad y la revista te da publicidad. O sea, habla de tu grupo bien o mal… pero habla. ¿Viste Almost Famous? Pues algo así. Las revistas con mucho presupuesto lo hacen y los fanzines punk (de esos fotocopiados y artesanales) mandaban alguien a meterse a las camionetas de bandas como Black Flag, Fear, Buzz-Oven, etcétera, para reportar todos los detalles: peleas, estafas, sexo en los asientos traseros, entrevistas de radio, enfermedades gastrointestinales, reseñas de la tocada y riñas entre los integrantes: ¡¡¡INTERESANTÍSIMO!!!.

Podías pasar DÍAS leyendo Flipside o Maximum Rocknroll y todas esas publicaciones que documentaban lo que no se documentaba en ningún otro lado y provocaban, así, que te compenetraras muy cabrón con un grupo. Recuerdo, por ejemplo, que no conocía a Flipper (la banda de punk, no el delfín del que nadie se acuerda, no sé ni por qué hago la aclaración) pero después de leer un “Tour Diary” completísimo con riñas, peleas de bar, novias locas y descomposturas de camioneta… ¡me hice fan! Bueno, pues ESO NO SUCEDE CON LOST ACAPULCO. Como que a nadie (medios) le interesa nuestro grupo en ese sentido. Y está bien. No es un reclamo. Sólo que SABEMOS que SÍ hay personas a las que les interesarían esos detalles más allá de las máscaras, la playa urbana, el sonar “como a música del Santo” y las preguntas sagradas como esa de: “¿Cuáles son sus influencias?”.

No les interesa saber qué músico tuvo que viajar en una camioneta con NOSOTROS a pesar de su desprecio por los inmigrantes mexicanos y algunos comentarios dignos de la gobernadora de Arizona. Se tuvo que fumar nuestros pedos. Y seguro ya persigue paisanos con más dedicación junto a sus amigos los Minutemen (los rednecks, no la banda de punk de la que nadie se acuerda; no sé ni por qué hago esta OTRA aclaración).

Somos Lost Acapulco y tenemos un nuevo disco titulado Los Obligados Racing Team ¡ay, güey! Don’t slander me, baby, ´cause I wanna fuck you, right now! www.lostacapulco.com


“Estoy perdido y solo en este mundo abandonado; tengo una idea y es la de irme al lugar que yo más quiera, construiré una balsa y me iré a naufragar, y cuando mi balsa esté lista partiré hacia la locura…”

En la primera época del rock argentino, en los sesenta y principio de los setenta, se llamó a un grupo de personas “los náufragos”, pertenecían a algunas de las bandas que en ese momento estaban fundando lo que hoy es el rock latinoamericano cantado en español. Moris, Lito Nebbia, Javier Martínez, Pipo Lernoud y Tanguito eran algunos de estos músicos, poetas y periodistas de rock que vivían en una isla, rodeados de un mar de gente que no los entendía y que, a veces, hasta los mandaba a pasar la noche tras las rejas por no cortarse el pelo ni afeitarse. Se les llamaba “náufragos” por privarse del sueño por periodos de tres días para alterar sus sentidos y, en ese estado, ir desde La Cueva hasta La Perla del Once. La Cueva es el más legendario

antro rockero de Buenos Aires (nombrado en honor del famoso The Cavern, de Liverpool, donde tuvieron lugar los primeros shows de los Beatles), y La Perla del Once, un famoso bar porteño donde se juntaba la bohemia de los sesenta. Estos paseos se hacían en un estado de naufragio mental que ocurre cuando se vive en aquel espacio que está entre los sueños y la vigilia. Varias veces esas giras terminaban en la comisaría a la cual se referían como “La Taqueria”, ya que los oficiales de policía les rompían los tacos de sus botas a modo de castigo o burla. Otra razón por la que las personas de este corte recibían ese apodo era porque tenían barba y pelo largo, que es el mismo aspecto físico de quien abandonó el mundo real y a partir de ese momento vive sin ataduras. “Estoy perdido y solo en este mundo abandonado; tengo una idea y es la de irme al lugar que yo más quiera, construiré una balsa y me iré a naufragar, y cuando mi balsa esté lista partiré hacia la locura…” son algunas de las líneas de La Balsa, uno de los más grandes himnos del rock argentino. El origen de esta canción todavía está en disputa entre Lito Nebbia y Los amigos de Tanguito; realmente no se sabe quién de los dos la escribió, pero lo cierto es que nos pertenece a todos los sumergidos en el rock y en el arte en cualquiera de sus formas, los que lo hacemos, los que lo sentimos y lo vivimos todos los días de nuestra vida. Un náufrago es alguien que no elige el aislamiento ni privarse de su trabajo, familia y amigos, sino que la fuerza de la naturaleza se lo impone al hundir su embarcación y mandarlo a despertar a una isla desierta. De la misma manera es que los artistas son provistos

por la naturaleza de una condición sicológica y física que no pudieron elegir, misma que les permite crear, que hace que el mundo sea un poco mejor y que todos tengamos ese hermoso alivio en el alma que sólo una verdadera obra de arte auténtica y sincera nos puede ofrecer. Los artistas así como los náufragos se ven obligados a abandonar el mundo que les rodeaba para sobrevivir en su isla de la mejor manera posible. Pero ésta no es necesariamente una prisión del alma, sino que puede llegar a convertirse en todo lo contrario. En esta era de las comunicaciones donde estamos aislados y rodeados de un mar de información que nos desborda, nos confunde y abruma, es necesario instalarnos y asentarnos en nuestra isla y olvidar el mundo real. Sólo de esa forma vamos a llegar a crear obras de arte que sean sinceras, conmovedoras y honestas, que ayuden a la gente que está dentro de ese mar de confusión a salir un poco y asomar la cabeza fuera del agua para poder sentir la vida de otra manera.

Jóvenes reunidos en La Perla del once, Buenos Aires, 1966.

José Alberto Iglesias "Tanguito", Buenos Aires, 1965.

por: Julio César Crivelli de la banda argentina Bicicletas / www.bicicletas.tv


POR: Leonora Milán / @leos

Ilustración: El BarBón / www.elbarbon.com

Beck Sea Change (2002)

Por: Medi / @delabuena

Algo que se reconoce admirable en un artista es que, a la usanza de Bowie, pueda reinventarse y no perderse a sí mismo en el intento. Beck ha desempeñado esta reinvención elegantemente a lo largo de su carrera; sin embargo, el momento en que fue más obvia ocurrió entre sus épocas de gloria juvenil (Odelay, 1996) y su madurez electroespacial (The Information, 2006), cuando el güero angelino dejó caer toda distancia entre su interior y el público que esperaba ahí fuera. El resultado de un rompimiento amoroso devastador fue lo que ha sido reconocido por muchos como su obra maestra. Si esto fue a causa de su mancuerna con Nigel Godrich resulta poco importante, lo que trasciende es la música. Doce tracks maravillosos de tristeza infinita y pérdida, y un sencillo brutal “Lost Cause”; el reflejo de los cambios de la marea interna de uno de los hombres más talentosos de las últimas décadas, en busca de la cura para un corazón roto.

OFWGKTA Radical, mixtape

(2010)

Desde la costa oeste (Los Ángeles, California) llega esta recomendación hip hopera que se construye a partir del arte del sampleo y las rimas de Tyler, the Creator y su séquito. Odd Future Wolf Gang Kill Them All es un colectivo, que al igual que el legendario Wu-Tang Clan, se construye de varios MCS, ¿60 son muchos? porque es el número que se dice han participado en este proyecto. Radical el mixtape de OFWGKTA junta una buena variedad de beats a través de 17 canciones, mismas que dan un excelente recorrido por las ramificaciones que el hip hop tiene que ofrecer hoy en día. En esta producción hay desde una canción gangsta como “Drop”, donde se escucha una similitud con “A mili” de Lil Wayne, pasando por “Everything that’s yours” que en esencia es el flow y beat elegante de la ola de Chicago, hasta “Round and Round” que suena similar al estilo gangsta “pop” de Curtis Jackson. En Radical hay samples de artistas como: Mos Def, Rich Boy, Rick Ross, Wiz Khalifa, Beastie Boys entre otros grandes del género.

Pj Harvey Stories from the city, stories from the sea (2000)

Neurosis, timidez y un talento desbordante; la mujer más reservada de la escena musical británica, previo a conocer a John Parish y alcanzar la completa madurez en su más reciente Let England Shake, creó en el año 2000 un álbum que desató un choque entre lo urbano y lo marino, entre guitarras y melancolía, entre viscerales duetos con Thom Yorke y pacíficos sueños equinos. Este encuentro de ambientes le valió el cotizado Mercury Music Prize de 2001 (cuando todavía acertaban en sus selecciones) y una mención especial en nuestras reseñas playeras, por llevar al mar en el nombre y en la médula de su trabajo más importante. Aun cuando es una obra cuyo inicio se siente inconfundiblemente citadino, el álbum es una carretera cuyo destino es, sin duda alguna, el mar. Pero no un mar cálido, sino un mar británico, helado, pedregoso y de tormentas, que, sintiéndose tan sincero, parece reflejar el interior de la artista cuya mano es responsable de este disco extraordinario.

BUENA VISTA

Air

V.A

Moon Safari (1998)

Shots in the dark (1996)

El momento en que el Sol cae sobre la línea del horizonte playero y éste empieza a pintarse de rojo y dorado es precísamente cuando se debe de poner play al track 1 de esta joya francesa, “La femme d'argent”. De ahí en adelante, la obra maestra de Air viaja sola desde el atardecer a los inicios de la noche, del anaranjado al azul rey y de ahí al negro salpicado de blanco, de estrellas que acompañan a la Luna, su principal inspiración; de lo instrumental, pasando por voces robóticas pero siempre melodiosas, hasta la gloriosa colaboración de Beth Hirsch en “All I Need” y “You Make it Easy”. Amour, Imagination, Rêve, son las tres palabras cuyas siglas sirven para crear el acrónimo Air; amor, imaginación y sueños. Tres palabras que inmediatamente remiten al mar y sus noches, por donde paseamos con Godin y Dunckel en safari por la luna.

Hay pocas cosas más playeras y sexys que una compilación, realizada por una de las disqueras más importantes de la escena surf (Del-Fi), de lo mejor de la carrera de Henri Mancini, reinterpretado por las bandas más brillantes de dicha escena, y Rose McGowan en portada, con pistola en mano y vestido de seda. Lo cinematográfico de la música de Mancini (responsable de joyas fílmicas como La Pantera Rosa, La marcha del elefantito o la banda sonora de Breakfast at Tiffany’s) se transforma en mar y cocteles cuando gente como los Tiki Tones, los Friends of Dean Martinez o Man or Astroman? la reconstruyen, intercambiando la elegancia de los años cincuenta por bikinis y hawaianas. Si Mancini, que tomó el que dijeran que sus composiciones eran dignas de un elevador no como un insulto sino como un cumplido, no hubiese fallecido un par de años antes de su edición, este tributo le habría parecido tan refrescante como una zambullida en los mares de Hawaii, tierra que le brindó, en su momento, tanta inspiración.

The Cavernarios

Buena Vista Social Club (1997)

Camino a Varadero (2011)

No hay nada que se le parezca al son cubano, y hasta apenas 15 años atrás fue que gran parte del mundo lo conoció gracias a un proyecto llamado Buena Vista Social Club, nombre que hace honor al famoso club social de la Habana (1930-1950) donde la música y el baile lo eran todo. Producido por Juan de Marcos González y Ry Cooder, este álbum reúne a importantes músicos que tocaban en la época de oro de este famoso club y a los más destacados de esa época en la Habana. Canciones como “Chan chan”, de Compay Segundo, o “Veinte años”, de María Teresa Vera (interpretada por Omara Portuondo, reina del B.V.S.C), son composiciones que al escucharse se puede percibir la pasión y naturalidad con la que los músicos participantes en el disco expresan su cultura y su visión de la vida. En esta producción también se unieron Ibrahim Ferrer, Compay Segundo, Eliades Ochoa, Rubén González, Cachaito, Pío Leyva y más músicos cubanos que fueron responsables de uno de los discos más grandes de la música cubana.

Representando el surf nacional, este año aparece bajo el sello discográfico Isotonic Records la nueva producción de esta banda de Cuautitlán Izcalli que lleva desde el 2001 agarrando buenas olas. En esta ocasión The Cavernarios presenta un disco instrumental que reúne varios de los ritmos más representativos de Latinoamérica combinados con su ya característico sonido surf. Con canciones como “Ola grande” o “Camino a varadero”, los Cavernarios hacen que hasta el más apático fantaseé con estar en una hermosa playa disfrutando de un coctel, viendo bikinis y bailando al ritmo de apresuradas guitarras. Camino a Varadero es el soundtrack perfecto para aquellos que les gusta imaginar que son detectives o héroes de una aventura caribeña mientras pierden el tiempo en un alto o manejan carretera. Además de la alineación original, esta producción cuenta con músicos invitados como Ernesto Tovar, Reverendo Acapulco, Enrique Casasola, Julián Huerta y más aficionados a las camisas hawaianas.

Bob Marley Kaya (1978) No podía faltar en las recomendaciones de esta edición un disco del icono más importante del reggae y del movimiento Rastafari, Bob Marley. Fue difícil escoger un álbum dentro de una discografía que cuenta con 16 títulos y varios grandes éxitos, pero era algo necesario. El disco elegido para recomendar en esta ocasión es Kaya, uno de los trabajos más significativos y relajantes de la carrera de Marley. El nombre de este disco proviene del dialecto jamaiquino; kaya, que significa “hierba”, imagino les dice mucho sobre el disco. Grabado en Londres, este doble cara de 10 canciones nace en torno a la temática del amor y la marihuana, misma que generó el detonador perfecto para la composición de “Is this love” y “Sun is Shining”, rolas que siguen sorprendiendo a nuevas generaciones con su poder lírico y capacidad para modificar el estado de ánimo. Escuchando Kaya te transportas a tu “lugar feliz” donde los problemas desaparecen y la sensación de tener arena en los pies llega junto con una caricia al alma en la pista número cinco del lado A, “Satisfy My Soul”.

Para ganar un disco autografiado de los Cavernarios, manda tu respuesta a la siguiente pregunta, a yagane@elfanzine.tv ¿Cómo se llamaban anteriormente los Cavernarios? Tenemos tres discos, manda rápido tu respuesta.


Hace unos cincuenta años, un hombre llamado Carlos Argentino, junto a su Sonora Matancera, nos enseñó que en el mar la vida es más sabrosa. Aquel “Rey de la pachanga” le cantaba a esa famosa brisa que contagia a cualquiera que se acerca a la orilla del mar. Sin embargo, ese contagio no es exclusivo de la costa y ha logrado propagarse por lugares cercanos a la playa. Prueba de esto es que a unos cuantos kilómetros de la costa del mar Caribe se encuentra la ciudad de Santiago de León de Caracas, comúnmente conocida como Caracas, lugar que, en el año de 1943, recibe con los brazos abiertos a Óscar D’León, uno de los mayores exponentes de la salsa. Un hombre que fue infectado por esa fiebre de sabor. El también denominado “Diablo o Faraón de la salsa” deja la topografía a un lado para dedicarle su vida a este género del folclore latino. D’León encuentra en la influencia de Benny Moré, “El bárbaro del ritmo”, la técnica indicada para poner a bailar al mundo entero. Su característica forma de ejecutar el son hizo que sencillos como “Pensando en ti”, “Mi bajo y yo” y “Ariel”, le valieran la fama, que hoy, a sus sesenta y siete años, aún disfruta. Casi siempre acompañado por su contrabajo, D’León ha sido el consentido de infinidad de estaciones de radio de música tropical alrededor del mundo. Su más reciente álbum titulado Tranquilamente… tranquilo se une a la lista de aproximadamente setenta materiales discográficos que acompañan una impecable trayectoria musical. Salsero de corazón, este venezolano ha visitado cerca de ochenta países con giras que lo han llevado a lugares donde uno difícilmente creería que la gente fuera seguidora de este género de ritmos tradicionales de la música caribeña. Su alegría, fuerza e inconfundible carisma han acompañado a D’León en cada una de sus producciones y presentaciones en vivo. Ni el tan famoso Madison Square Garden pudo evitar verse involucrado en esta fiebre latina que D’León ha orquestado desde que tenía veintiocho años.

Por: LALO ROJAS @_lalorojas/ Ilustración: YUREX OMAZKIN Para un personaje que se encuentra envuelto en una interminable persecución creativa, el embrujo de un viaje por tierras amazónicas fue el culpable del encuentro con la esencia de su reciente álbum. Una esencia que solamente esa brisa tropical pudo inspirar. Mauricio Pastrana, mejor conocido como Lázaro Valiente, nos presenta su nuevo material Pop As An Island. También titulado La isla bonita, nos da las herramientas para emprender un profundo viaje por su lírica y arriesgarnos en una aventura sonora. En él podemos encontrar una obra documental que retrata el proceso de composición durante el viaje que Lázaro realizó por Brasil, país que para este valiente compositor vive en el inconsciente colectivo.

Pop As An Island es un disco para ponerte los audífonos y perderte en la travesía de diez canciones que no podrás terminar de descifrar con tan sólo escucharlas una vez. Probablemente, la segunda ocasión que escuches canciones como “Ancotp (And Never Call Me On The Phone)” o “Dynamo”, encontrarás algo diferente; una ingeniosa intervención acústica, alguna agitada percusión o un nuevo significado en la lírica. La octava canción, “Said The Clown”, guarda una amable sorpresa. Casi a la mitad se escucha la voz de una invitada que resulta ser Natalia Lafourcade. Mujer que llega a aderezar los repentinos cambios de ritmo que, al ser ejecutados de la manera más suave, se convierten en algo placentero. “Los Días Saíd Sol” nos dice que las palabras son las cosas más fáciles de olvidar, pero la gran dinámica que Lázaro aplica al combinar diferentes lenguas dentro de una misma propuesta, hace que éstas sean difíciles de borrar de nuestra memoria. Es simple, Pop As An Island es una tentación a la cual es difícil resistirse. Tal vez sea su arte tridimensional o el hecho de poder ser testigos del proceso

de composición de un proyecto, pero la genialidad del protagonista de esta historia lo llevó a sacar lo mejor de una alucinante aventura a la cual llega en compañía de su guitarra, varios instrumentos de percusión y de viento, un escudero y su leal e inseparable perro, Lázaro. Ya sea cantando en la popa de un barco mientras viaja por el Amazonas, debutando con la banda Spirolizer o sencillamente caminando por la selva urbana de São Paulo, Lázaro Valiente descubre en este viaje los instrumentos para armar su material y convertirlo en una verdadera fiesta colectiva. Lo que él nunca imaginó es que esos kilómetros recorridos se convertirían en los mejores de su vida, tal como la publicidad de la compañía del auto que rentó, se lo anticipó. Parece extraño, pero un mexicano rinde homenaje a esta tierra sudamericana con canciones como “Os Eternos Barcos Perdidos” y un empaque que, a manera de una obra tridimensional, nos obsequia una joya del pop-up que podemos percibir como la más colorida favela de Río de Janeiro. Brasil no es en sí una isla; sin embargo, Lázaro nos confiesa que nunca se sintió más aislado que en la libertad que le otorgó este territorio tropical. Bastó la cámara más barata que su madre pudo encontrar para documentar paso a paso el proceso que le dio vida a Pop As An Island, un ensayo dedicado a un país que tiene algo que hace que el habitante del mundo que nunca haya estado ahí, entienda y comparta la riqueza de este mágico terreno. Después de todo, las cosas se podrán decir en español, inglés o portugués, pero será gracias al intrépido Lázaro Valiente y su eterno amor por la música que siempre recordaremos que nuestras diferencias de lengua, son solamente geográficas. Conoce más sobre Lázaro Valiente en: www.lazarovaliente.org

Ya sea cantándole a la caña cubana, a su negra insoportable o, simplemente, a una mujer de arena, este hombre ha demostrado a lo largo de su carrera un buen manejo del micrófono. La historia alejó a D’León del estudio de los suelos y le otorgó el don para darle a la música un alineación única de notas.


Su estilo musical, amigable y de dulces armonías vocales, era la banda sonora perfecta para un cambio de generación donde los de nueva sangre se empezaban a despojar de sus prendas y hacían de la playa el mejor lugar de convivencia. Por: EL GOLFO @elgolfo / Ilustración: Beatalic, Typewear / www.typewear.com.mx En la playa de Santa Mónica, California, se encuentra una de las ruedas de la fortuna y uno de los carruseles más famosos del mundo. Los hemos visto en decenas y cientos de películas o series de televisión, y deben ser, también, dos de las construcciones de su tipo más antiguas del continente. Son de principios del siglo pasado e incluso se han convertido en puntos históricos para nuestro vecino del norte. Estas atracciones le dan vida al reconocido embarcadero de la localidad que se ubica a tan sólo 30 kilómetros de Hollywood. Es tan cercana al centro de la ciudad de Los Ángeles que resulta muy sencillo pensar en escaparse cualquier día de la semana aunque hay que pensarlo dos veces porque el tráfico puede hacer que la ida tome hasta una hora y media de camino. El regreso... nadie quiere regresar de la playa. Por si fuera poco le rodean otras playas como Washington, Hermosa, Vista del Rey, Long Beach y Venice, donde se popularizó el “surf sobre asfalto” conocido como skate. Esa ilusión provocada por las distancias geográficas relativamente cortas es algo de lo que también sufrimos los que vivimos en el Distrito Federal. Imaginemos que tenemos un “puente” laboral frente a nosotros, que tres amigos nuestros no tienen compromisos durante el fin de semana y que disponemos de $1 000 para las casetas y otros gastos. Uno de la banda tiene tía con departamento en Acapulco y otro puede poner el carro si se coopera para la gasolina. Sólo hay que comprar tortillas, queso y lo que vayamos a beber. Tres horas y media de ida y ya el domingo quizá unas seis o hasta ocho de regreso. ¿Por qué no podremos ir a echarnos a las afueras de una alberca? ¿Será la aparente cercanía eso que nos provoca soñar con sol, mar y arena? En los ochenta, frases como “Acapulco en la azotea” y canciones como las de Los Joao nos llevaban a ilusionarnos con la escapada perfecta. Hoy lo sigue haciendo la música, pero son las guitarras bamboleantes de Lost Acapulco, los cantos rebeldes de los ya extintos Fenómeno Fuzz y los gustosos del Sci-Fi Telekrimen. Antes, el Sr. Bikini; después, el Yucatán A Go-Go. Es parte de esta ciudad desear lo que no podemos tener: las piñas coladas mientras paseamos por la costera con nuestra máscara de luchador. Asolearnos la espalda mientras escuchamos reverberación de guitarras e imaginamos el vaivén de las palmeras mientras surfeamos... aunque sea en los brazos de cientos de personas en el Alicia o el Vive Latino. Esa nostalgia no es única de nosotros los plebeyos. La realeza musical ha caído en su tentación. Uno de los grupos más famosos de todos los tiempos son los Beach Boys, originarios de Hawthorne, California, a quienes les quedaban, a veinte minutos de distancia aquellas playas californianas. Su estilo musical, amigable y de dulces armonías vocales, era la banda sonora perfecta para un cambio de generación donde los de nueva sangre se empezaban a despojar de sus prendas y hacían de la playa el mejor lugar de convivencia. Los autos y la práctica del

surf eran cosa de todos los días durante aquellos vibrantes veranos de los sesenta. Si bien Dick Dale, apenas uno o dos años antes, había combinado sonidos característicos del Viejo Oeste y México para crear el estilo que le dio su inicial sonido característico al deporte de las olas, fueron Brian Wilson y compañía quienes presentaron el empaque fresco y apropiado para la juventud “fresa” de la Costa Oeste que pronto corrió por otras playas y estados convirtiendo temas como “Surfin”, “I Get Around” o “Surfin U.S.A.” en lo más caliente del momento. No sólo en términos de aceptación popular, sino comerciales, y todo desde la extravagante caja de arena que Brian Wilson pidió que se construyera en su casa. Como la playa les quedaba lejos y a él también le gustaba meter los pies en la arena, solicitó en su momento de mayor excentricismo que le llevaran esa arena a su casa para llenar un gran depósito sobre el cual colocó su piano y desde donde compuso algunas de sus mejores canciones. Compartimos con él ese sueño. Los Beach Boys en algún momento rivalizaron directamente con The Beatles. Cada uno representaba a un sector distinto de la juventud y ambos innovaron en terrenos de producción. Brian Wilson se cansó muy pronto de las giras y, luego de tres años de que el grupo irrumpiera, anunció, en 1964, que dejaría de salir a dar conciertos. En un movimiento sorpresivo por el que el sello Capitol (para el cual grababan los Beach Boys) debió haber puesto el grito en el cielo, Wilson pidió comprensión para que de esta manera pudiera dedicarse a escribir canciones y producir a distancia al grupo. El resto de los integrantes irían mostrando a la audiencia el resultado de estas sesiones y él poseería control creativo total de la música que editaran, aun cuando nunca lo negoció con ellos; al regreso de una gira por Japón se agudizaron los roces entre el productor y la banda. Todo empezó en 1966, la fiebre por el Surf había casi desaparecido, pero la relevancia de los Beach Boys se encontraba en que lograron hacer canciones que rebasaron la moda y el género volviéndose clásicos instantáneos. Ese mismo año, The Beatles lanzaron el álbum Rubber Soul y después de escucharlo Wilson se retiró a su habitación no sin antes decirle a su esposa que su siguiente propósito sería crear el mejor disco de todos los tiempos. El resultado fue Pet Sounds, una obra maestra del pop, inmortal e influyente como pocas piezas. “Wouldn’t It Be Nice” y “God Only Knows” son apenas dos muestras de la compleja idea que Wilson desarrolló. Para su ejecución no solamente usó instrumentos tan poco convencionales como clavecines, latas de refresco, campanas y silbatos para perro sino que grabó decenas de capas vocales e instrumentales durante varios meses en diferentes estudios. Cuando Wilson se encontró con los integrantes de la banda y les mostró un primer avance del disco ellos se sintieron tan decepcionados que no estaban seguros de querer formar parte de él. Querían seguir cantando sobre autos, playas y chicas. Wilson, en su visión enloquecida, tenía asegurada la idea de crear un revulsivo que le diera el triunfo en la competencia creativa contra los de Liverpool. Ambos bandos seguían sintiendo nostalgia por la arena, el sol y las palmeras. Así como yo. La idea de no ver nada al frente más que el mar y escuchar su llamado me sigue haciendo soñar con que tal vez alguien me invite a salir de la ciudad este fin de semana y escuchar “Good Vibrations” tirado en un camastro. Typewear es un colectivo formado por tres diseñadores mexicanos, con un punto en común que es el interés por la tipografía, la ilustración, la difusión del diseño y la inquietud por “hacer”. Es un espacio para la experimentación con la tipografía en donde estas tres personalidades expresan su manera de sentirla, verla e interpretarla.



Por: Claudia Cruz Barigelli @wondercuban / FOTOGRAFÍA: CLARK LITTLE

El agua es uno de los componentes fundamentales de la Tierra, nuestro cuerpo está formado de un 70 por ciento de ésta. Queramos o no, estamos vitalmente unidos. Aquí les traemos la entrevista con alguien que vive, literalmente, entre olas, Clark Little

Clark Little en acción

Es un honor para mí, como fotógrafa cubana quien ama el mar, entrevistarte. Gracias por tu tiempo. ¡Cool! Apuesto a que Cuba tiene algunas playas hermosas. Hazle saber a la gente en Cuba y por supuesto en México, que me encantaría visitar ambos países. Ambos tienen una cultura sobre el mar muy rica, playas hermosas y la gente tiene una vibra grandiosa. ¿Qué es lo que te atrae a meterte a las olas, a pesar de lo peligroso que es? No me importa estar en una situación peligrosa siempre y cuando me sienta confiado de que puedo sobrevivir y salir de ella sin lastimarme. También realmente me gusta sentir un poco de adrenalina bombeando por mi sangre. Me despierta y me hace sentir que estoy vivo. Cuando solía ir a surfear, siempre traté de explicar a las personas, como a mis papas, esposa y amigos, la belleza de las olas cuando estaba dentro de los tubos. Es tan diferente cuando estás dentro mirando hacia fuera, a cuando estás en la orilla tratando de mirar hacia dentro. Surfeaba en la mañana, atardecer o medio día, y en cada ocasión las olas se veían diferentes y hermosas. Fue muy difícil para mí ponerlo en palabras, así que cuando empecé a tomar fotos mi recompensa más grande fue que por fin podía enseñar a las personas lo que veía. Podía llevar a las personas a lugares que posiblemente nunca podrían ver. Poder capturar un tubo en una foto y poder verlo para siempre fue muy fascinante. Veo que comenzaste fotografiando el rompimiento de las olas por el deseo de tu esposa de tener una foto en la pared, pero tengo curiosidad, ¿qué te gustaba fotografiar antes? No tenía cámara antes. Cuando fui a tomar el rompimiento de las olas, hace casi cinco años, compré mi primera cámara. Mi padre tiene un invernadero, así que lo ayudaba a tomar fotografías de las flores con su cámara, pero nada serio. Le agradezco a mi esposa la idea de decorar la pared de nuestro cuarto. Si no se le hubiera ocurrido, probablemente nunca hubiera ido a comprar una cámara. ¿Cuál sería tu reto más grande fotografiando olas? Son muchas las condiciones que se tienen que presentar juntas para lograr una gran foto: iluminación, olas, marea, viento, nubes y la claridad del agua. La ola se encuentra en movimiento también, así que aunque todas las condiciones se presenten puede ser que no pueda capturar la ola en el momento correcto. El reto muchas veces es mantenerse en el mar por el mayor tiempo posible ya que las cosas constantemente están cambiando. A veces me quedo hasta cinco horas, pero durante ese tiempo tal vez sólo en 15 minutos sucede todo. La mayoría de las personas se van a su casa, pero yo me quedo hasta que puedo, esperando el momento perfecto. Nunca me gusta darme por vencido. Si se pudiera predecir la llegada de un tsunami ¿te meterías? De hecho, sí, fue en el reciente Tsunami de Japón que pegó en Hawaii. No fue muy grande (dos metros), pero fue muy diferente a una ola normal. Mucha agua se mueve y la corriente cambia. Pero si el tsunami fuera más grande, no me metería. Los tsunamis son extremadamente peligrosos. Más que la altura que tienen, es la cantidad de agua que se mueve lo que lo hace más peligroso. ¿Qué cámara, lente y cubierta usas la mayoría del tiempo? Fotografío con una Nikon D300 o con una D3. Uso un fisheye Nikon 10.5mm o 16mm. Mi cubierta contra agua esta hecha especialmente para mí por Water Housing Hawaii. Taro Pascual es el dueño y el maestro aquí en Hawaii haciendo cubiertas contra agua para fotógrafos de surf, en la famosa surfing break llamada Pipeline. ¿Algún truco o consejo para fotógrafos emergentes en esta área? Sigan su pasión. Hagan lo que sea porque aman hacerlo y no pueden parar. Si están apasionados, lo harán por un largo tiempo y lo disfrutarán. ¿Si pudieras convertirte en un pez, ¿lo harías? ¿Qué pez serías? Creo que me gusta ser una persona y ser fotógrafo, no un pez. Ser un pez sería difícil y peligroso, ya que estás siempre preocupado de que algo más grande te coma. Si tuviera que ser algo en el mar, sería una tortuga. Son muy listas y es muy divertido verlas. Muy muy talentosas evitando olas peligrosas.

Giant splash


Memorial day

Sandy shack




Still de la pelĂ­cula Moby Dick (1930)



El espectáculo da inicio desde el ascenso del clavadista por entre las hendiduras naturales del acantilado hasta llegar al punto más alto, lugar donde se ubica el santuario... En el puerto de Acapulco existe un lugar que ha sido visitado por miles de turistas a nivel nacional, y de todos los países del mundo, para admirar a audaces clavadistas, llamado La Quebrada. Desde una altura de 35 a 45 metros, los jóvenes saltistas se lanzan desafiando a la muerte al alcanzar una velocidad en el aire de 100 kilómetros por hora, por lo que el impacto en el agua puede ser peligroso. Las consecuencias van desde luxaciones, fracturas de las extremidades y, en caso extremo, la muerte. El espectáculo da inicio desde el ascenso del clavadista por entre las hendiduras naturales del acantilado hasta llegar al punto más alto, lugar donde se ubica el santuario a la virgen de Guadalupe; posteriormente a su ritual, donde se hace una oración en silencio, pasa a situarse a una pequeña plataforma a una altura de 35 metros en la cual debe calcular el movimiento de las olas, la marea y el viento, escogiendo el momento adecuado para lanzarse al vacío. El clavadista hace contacto con el agua en un tiempo de tres segundos a una gran velocidad. Ese momento es una emoción indescriptible. A unos pasos del lugar está el alegre barrio de la Adobería, donde han nacido varios destacados deportistas, entre ellos Juan Obregón Galeana, conocido como el famoso “Peque”. Nació en 1954, sus padres fueron Eduardo Obregón Piza, de oficio albañil, y Esperanza Galeana Mendoza, que se desempeñó como mayoral de cocina en el Hotel Colonial. Tuvo varios hermanos: Elías, María, Juana y Víctor. Su tío Pablo Cerón fue de los primeros clavadistas en Acapulco; Juanito siempre lo acompañaba a La Quebrada donde conoció a muchos otros. A los 14 años “El Peque” empezó a tirarse clavados desde las pequeñas piedras con sus compañeros de escuela como un juego de chamacos. La altura, de tres a cuatro metros. Para lograr los 35 metros tuvieron que pasar algunos años y varias enseñanzas de famosos clavadistas que, con gusto, le brindaron sus experiencias.

En 1979 fue expulsado de la asociación por sus compañeros clavadistas debido a su actitud grosera y negativa. Después de unas vacaciones en Zihuatanejo, cuando regresa al puerto de Acapulco se detuvo en el poblado de Petatlán, donde existe la presencia de un santo milagroso: San Jesús de Petatlán. Al estar almorzando en una pequeña fonda del lugar, se sorprendió al escuchar una dulce voz, parecida a la de su querida madre que había fallecido, “Peque, hijo mío”. Se levantó y buscó la procedencia de aquellas palabras, pero no había nadie en la solitaría calle. Siguió con sus sagrados alimentos, y nuevamente pareció escuchar las mismas palabras. Se levantó y caminó sin rumbo fijo hasta llegar a las puertas de la hermosa iglesia del milagroso santo. Al mirarlo pareció ver en su rostro una hermosa sonrisa, cayó de rodillas y a consecuencia de esto pidió perdón por su mala conducta con vecinos y amigos clavadistas. Al volver al puerto, fue a ver a sus amigos a quienes les pidió disculpas y les pidió humildemente la oportunidad de volver a participar en el Campeonato de Clavados. Ahí estaba el famoso Raúl “Chupetas” García, quien no le creyó, pero, después de varias horas de conversación, finalmente lo apoyó. Tuvo tres meses para prepararse y practicar para el campeonato. Todo mundo se sorprendió al ver su dedicación y fervor religiosoque hicieron que obtuviera con éxito el 3 er lugar en 1980. La diosa Fortuna le sonreía y su fe hacía Dios lo bendecía. En 1981 logra el 1er lugar y dos años después, en 1983, nuevamente logra ser Campeón de Clavados. Juanito ocupaba las primeras notas de los periódicos y obtuvo una bolsa de 20 000 dólares en cada campeonato. Tras sus triunfos, viajó feliz con su familia a varias partes del país y brindó un buen patrimonio a su querida familia. Después de un arduo camino, logró ser presidente de la Asociación de Clavadistas en 1999, donde sus compañeros le brindaron toda su confianza. Recibió reconocimientos como el Laurel de Oro (otorgado por España y México) y ser abanderado en el Desfile Deportivo del 20 de noviembre de 1983. En 2005 dejó de ser clavadista, mas no miembro de la asociación, Don Juan Obregón Galeana es un orgullo para su querido barrio de la Adobería de Acapulco. Este artículo es cortesía del Ingeniero Arturo Zuñiga Guzmán, cronista cultural desde hace más de 17 años, presidente del Comité de Barrios Históricos e integrante del Consejo de Cultura Municipal en el área de Culturas Populares de Acapulco. Fotografías del Archivo Fotográfico Díaz, Delgado y García

El evento de los clavados de La Quebrada era visitado por muchos turistas extranjeros; es por eso que, por su alegre carácter y don de servicio, Juanito es invitado a viajar a Chicago por una feliz pareja (Fred Felton y su querida esposa Sidelle) que frecuentaba y disfrutaba del espectáculo de La Quebrada. La pareja le brindó el cariño y apoyo como a un verdadero hijo, gracias a ellos gozó de oportunidades impensables, como ingresar a una de las mejores escuelas de Chicago. Todas estas bondades eran posibles gracias a que el señor Felton era nada más que el presidente de la Bell Company de Chicago, empresa dedicada a los servicios telefónicos. Tiempo después de vivir en la ciudad del viento, la nostalgia y tristeza se hicieron presentes en el joven Juanito, quien extrañaba el sonido de las olas del mar y el azul de la hermosa Bahía de Acapulco. El enorme deseo de volver hizo que “El Peque” regresara en 1971 a su querido puerto. Inmediatamente ingresó a la Asociación de Clavadistas, dedicándose a practicar de tres a cuatro horas diarias. En las tardes se desplazaba en una motocicleta por las calles de Acapulco y una tarde sufrió un grave accidente que lo obligó abandonar los clavados, pues tenía astilladas las piernas y fuertes dolores. Estuvo a punto de perderlas en el accidente. Fue una bendición de Dios que no fuera así. En la mente del “Peque” estaban los triunfos que había obtenido en el Campeonato de Clavados en La Quebrada en 1973 y 1974, cuando obtuvo orgullosamente el 4o y 3er lugar, respectivamente. Recordaba las palabras de muchos jóvenes del barrio. “¡‘Peque’, yo quiero ser clavadista como tú!”. Las lágrimas brotaban de sus ojos y enojado gritaba, mirando al cielo, “¡por qué me pasó esta desgracia!”.

El campeón Juan Obregon "El Peque", la venezolana Maritza Sayalero, Miss Universo 1979 y Armando Sotres, Empresario Turístico




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Uno de esos días de 1493 que Colón navegaba por las costas caribeñas apuntó en su bitácora que, efectivamente, había visto tres sirenas

Tal vez para muchos no tenga sentido comenzar este artículo hablando de Cristóbal Colón, no obstante así será y podrá ser un tema que lo concierne más allá del descubrimiento de América, una verdadera aportación a la historia mundial: la confirmación de que las sirenas existen. Esas criaturas cantantes con torso y cabeza de mujer que tienen cola de pez y te seducen para llevarte lentamente al fondo del mar. Uno de esos días de 1493 que Colón navegaba por las costas caribeñas apuntó en su bitácora que, efectivamente, había visto tres sirenas, pero que no eran tan bellas como pensaba. Por las noches Colón no dormía sin leer su libro Imago Mundi, una verdadera historieta medieval que le permitió estar dispuesto a encontrarse con cualquier cosa, desde nuevas maravillas hasta criaturas aterradoras. En pocas palabras, esto explica el surgimiento del mito gracias a lo antes observado, el inofensivo manatí (sirenia) que habita las costas se convierte en una sirena gracias a ser una especie desconocida. Los sirenios o manatíes fueron llamados con un nombre femenino en casi todas las civilizaciones. Estos mamíferos extraños que han sido devorados por el hombre, se han extinguido hasta quedar sólo cuatro especies; cabe mencionar que la fuga de petróleo más grande en la historia del golfo de México llevada a cabo por British Petroleum seguramente aniquiló a unas cuantas sirenias. La palabra manatí en el idioma caribeño significa “con mamas”, por algo en África y la costa sudasiática también se le conocía como “señora del mar”.

Hasta ahora todo podría parecer una explicación lógica de la procedencia de estas criaturas misteriosas; sin embargo, existe una pequeña contradicción que probablemente ha sido la causa de que perdure el mito por miles de años. Las sirenas provienen de la mitología griega, desde la diosa Atargatis hasta Tessalonika, la hermana de Alejandro Magno que se convirtió en sirena y gobernó el mar. El problema aparente es que en las costas del mar mediterráneo no existen los manatíes, dugongs, ni algo parecido, de hecho estas especies no están ni cerca de aparecer por ahí. Por lo tanto, esta hipótesis nos lleva a pensar que probablemente existen estas criaturas en algún lugar desconocido, tanto que un cirquero del siglo XIX llamado P.T. Barnum validó el mito durante años uniendo el cadáver de un mono con la cola de un pescado cubierto en papel maché. Lo presentó como la momia Fiji Mermaid, estafa que cautivó a bastantes personas que pagaron cientos de dólares por verla. Por otro lado, si lo que buscan es una verdadera sirena, ningún lugar se ha convertido en una atracción tan importante, gracias a tal mito, como el sur de la ciudad de México. Así como la concepción de que el manatí mutó en estos seres mitológicos de asombrosa belleza, se ha escuchado de un manatí gigante que habita las profundidades de los canales de Xochimilco y ataca amorosamente a los estudiantes que se divierten en las trajineras. Los abraza y ahoga lentamente hasta llevarlos al fondo. Cientos de investigaciones se han llevado acabo y ni una sola ha sido efectiva.



POR: Fernando “EL MORE” Moreno @elmoremoreno

Resulta curioso cómo una misma cosa, una idea o un concepto pueden significar para cada persona algo diferente. Cómo, tal vez, en un acto que pueda atribuirse a la magia o a un gran misterio, al hablar, por ejemplo, de “El Mar”, así, con mayúsculas, cada quien pueda relacionar con esas extensiones inmensas de agua salada con lo que quiera; ya sea una persona, una sensación o un estado de ánimo. Para mí, por empezar por algún lado, “El Mar” es, sin duda, Don Quique, un señor serio a quien le toqué en la rifa como hijo y que, mientras pudo, nos llevaba religiosamente a mi madre, a mis seis hermanos y a mí a ese Acapulco tradicional de los setenta. Cada que voy al mar o que éste se me aparece en cualquier ámbito de la vida, recuerdo inevitablemente con una sonrisa al esposo de —no podía llamarse de otro modo— Doña Marina.

El mundo del silencio (Louis Malle y Jaques Cousteau, Francia, 1956) Tomando como punto de partida el libro del mismo nombre, publicado junto a Fréderic Dumas, Jaques Yves Cousteau se asocia con un joven estudiante de cine, Louis Malle, para rodar con 12 buzos sus andanzas por el mediterráneo en el mítico Calypso. Revolucionario y vanguardista, el resultado es uno de los mejores documentales oceanográficos de la historia y el único que, junto a la cinta Farenheit 9/11 del norteamericano Michael Moore, ha ganado la Palma de Oro en Cannes.

A partir de la especulación anterior propongo una lista de cintas imperdibles, absolutamente arbitraria y personal, del mar en el cine, que se traduce en metáforas o representaciones de algo.

Aral. El mar perdido (Isabel Coixet, España, 2009) Azul profundo (Luc Besson, Francia, 1988) En la primera mitad de los años sesenta, Jaques y Enzo, dos buzos especializados en grandes profundidades, se pelean el record mundial de inmersión sin oxigeno. Las islas griegas y el azul del mediterráneo son el escenario de una batalla de actuación entre Jean Marc Barr y Jean Reno que les conseguirá notoriedad y una carrera internacional en el cine. Por su parte, Luc Besson se convertirá con este filme en la nueva estrella del cine francés gracias a una brillante construcción de ambientes y un manejo impecable del lenguaje cinematográfico.

El cartero (Michael Radford, Francia-Italia-Bélgica, 1994) Basada en la novela Ardiente paciencia del escritor chileno Antonio Skármeta, la película aborda la relación del poeta Pablo Neruda con el cartero que lleva la correspondencia a su casa durante su exilio político en una isla diminuta en Italia. Más allá de la extravagante fama que dio a la cinta la enfermedad terminal y muerte trágica al terminar el rodaje de Massimo Troisi, guionista y protagonista de la película junto a Philippe Noiret, El cartero cuenta con momentos inolvidables. Como muestra, la carta grabada en un viejo magnetófono que envía a Neruda el cartero donde registra el sonido de “las redes tristes de su padre”.

Mar adentro (Alejandro Amenabar, España, 2004) Interpretada por algunos críticos y medios de comunicación como una apología de la eutanasia, el cuarto largometraje como director de Alejandro Amenabar es, además de su consagración internacional en forma de Oscar a mejor película extranjera, tal vez uno de los mejores guiones filmados en las últimas décadas. Tomando como pretexto la vida de Ramón Sampedro, un marinero que queda tetrapléjico cuando es muy joven y que pasa más de 30 años postrado en la cama, Amenabar desarrolla un relato duro y entrañable a partir de los personajes que rodean la figura de Ramón —un Javier Bardem en estado de gracia actoral—. Alrededor no faltan el padre resignado, el hermano molesto, el sobrino cómplice y la cuñada abnegada a los que se suman dos mujeres enamoradas y un cura testarudo. Al final, no hay mejor lugar para un marinero que las profundidades del océano.

Dueña de una sensibilidad extraordinaria, la periodista, publicista, compositora, DJ, fotógrafa, guionista y directora Isabel Coixet se acerca de un modo único a las grandes extensiones de agua con su documental Aral. El mar perdido. Muestra inexplicable de la estupidez humana, la cinta nos cuenta la siguiente historia: En 1960, el mar de Aral era el cuarto lago más grande del mundo y que, tras una serie de decisiones políticas y económicas desastrosas (desviar dos ríos para irrigar unos campos de algodón en Kazajastán), termina desapareciendo. Así nos encontramos con imágenes como barcos varados en medio del desierto y fábricas de conservas abandonadas donde antes había vida y prosperidad, en lo que resulta una narración imperdible de lo mal que la humanidad está haciendo algunas cosas.

La mariposa y la escafandra. (Julian Schnabel, Francia-Estados Unidos, 2007) Construida a partir de una historia de la vida real contenida en la novela autobiográfica de Jean Dominique Bauby, La mariposa y la escafandra le significa a Julian Schnabel, artista plástico y director norteamericano, el premio al mejor director en el festival de cine de Cannes en 2008. A sus 43 años la vida de Jaen Dó no puede ser mejor. Es editor de una prestigiosa revista de moda en París, tiene tres hijos sanos que viven con su exmujer y tiene una novia hermosísima. De pronto, un accidente cerebro vascular —nunca mejor utilizado el término accidente— lo dejará primero tres semanas en coma, y después encerrado dentro de un cuerpo inútil al que sólo le quedará un ojo servible. Un síndrome muy extraño, que toma su nombre de las escafandras que usaban los buzos en el pasado, se le traducirá como reto diario y modo de vida.

Los lunes al sol. (Fernando León de Aranoa. España 2002) Para Santa, José, Lino, Reina, Amador y Rico, un grupo de trabajadores de un astillero en Vigo, el mar significa todo. Ha sido destino y patrón de sus vidas y, ahora que se han quedado sin trabajo, es testigo mudo de como continúan reuniéndose todos los lunes a sobrellevar sus vidas y discutir como salir del desempleo. Dirigida por Fernando León de Aranoa y ganadora de innumerables premios dentro y fuera de España, Los lunes al sol es un extraordinario fresco social que predice con una precisión insultante varios de los problemas de la actualidad económica española al tiempo que retrata la desesperación y solidaridad de un grupo de amigos. Una vez más, como se ha vuelto costumbre en el cine español reciente, Javier Bardem es el pilar central de una colección de brillantes actuaciones que nos enseñan como el mar da o quita frente a una globalización feroz que lo arrastra todo y seis historias que, a golpe de ser locales, se vuelven universales. Así, “El Mar” también puede traducirse en nostalgia y espejo de lo mejor o lo peor de la condición humana aunque, lo que es un hecho es que, como reza la famosa canción, ahí la vida es más sabrosa.


POR: KN2 /@kn2guillemot “El mar es tan fascinante para mí, como una cosa nunca conquistada: la zona de la que provienen los monstruos y los fantasmas...” F. Fellini La maravillosa necesidad humana de descubrir lo desconocido y de explorar lo inexplorado nos ha llevado, paso a paso, a descubrir realidades desconocidas dentro de nuestro bello planeta azul. El cine empezó documentando la realidad y de ahí, gracias a la magia de Méliès y otros grandes cineastas, siguió una gran carrera por entretener, con base en la ficción, al espectador. Por las proyecciones conocemos desiertos como el del Sahara o selvas como el Amazonas; inclusive existen fotogramas animados del hombre pisando la Luna (documental o ficción, ésa es otra historia). De lo que voy a hablar en este artículo es de las “cámaras submarinas” y del avance que hemos tenido en el último siglo gracias a ellas. Comienzo por aclarar que las cámaras submarinas en sí, llegaron muchos años después que lo que se conoce como housing, una protección para una cámara común de cine que permite sumergirla sin que el agua penetre en algún mecanismo de la cámara, lente o película. Por medio de estas carcasas empezamos a conocer un mundo desconocido para la mayoría; pues, si bien el océano está al alcance de unos cuantos, es menor la cantidad de esos cuantos que son buzos. Ahora las cámaras submarinas nos acercan a profundidades que el humano no puede descender por razones de ATM’s, dicho de una forma más digerible: de física. El primer visionario en introducir una cámara para filmar bajo el mar fue, y tenía que ser alguien relacionado con ambos oficios; John Ernest Williamson, hijo de un marino, allá por los años de mis bisabuelos (1914) tuvo la magnífica y revolucionaria idea de introducir una cámara bajo el agua. ¿Cómo? Con lo que tenía y conocía. Para arreglar fallas mecánicas en los barcos, por lo general, usaban una especie de gusano formado por aros de acero que les permitía mantenerse aislados del agua y tener visibilidad. Así, este gran visionario introdujo una cámara de cine al gusano y comenzó a trazar el futuro. Futuro que hoy llamamos presente. Las cámaras nos han enseñado organismos que hace 50 o 100 años parecían salidos de una novela de Julio Verne. Peces increíblemente bellos (monstruosos para la mayoría que juzga lo desconocido como horroroso) que habitan con luz propia las negras profundidades del océano y nos sacuden, desarmando teorías humanas de supervivencia, y demostrándonos formas increíbles de vida. Así la cinematografía documenta lo desconocido, pero no todo es tan fácil como meter una cámara en un housing y ya; una cámara cinematográfica expone película sensible a la luz y

hay una relación inmortal entre luz y película o sensor. He ahí el detalle. Existe una absorción de colores en el agua, la luz solar está formada por radiaciones de diferente longitud de onda que constituyen el espectro visible, también llamado arco iris. Estas radiaciones son absorbidas, de manera distinta, por el agua del mar. De esta manera, las radiaciones rojas y anaranjadas del espectro son más rápidamente absorbidas que las verdes, las azules y las violetas. Esto provoca que en aguas profundas el extremo rojo del espectro esté ausente mientras el verde-azul se hace más visible, dicho de una forma amistosa: en tanto a mayor profundidad se encuentre la cámara, menos colores se registran. Solución, más luz; luces submarinas, perfectamente aisladas con baterías para tener movilidad. Ahora bien, la física y la química son inevitables. No podemos descender más de 120 pies protegidos sólo con nuestra piel pues seríamos compactados por las atmósferas que se suman cada vez que descendemos; cada 33 pies se suma un ATM o atmósfera, lo que implicaría tener menos de ¼ de capacidad pulmonar a 99 pies. Los magníficos documentales hechos en las profundidades del mar se realizan con submarinos a control remoto que desde la superficie son guiados por donde la cámara, incorporada al submarino con un potente reflector, es llevada por el operador y el fotógrafo para así documentar lo que parecía imposible. Hallazgos increíbles (que me recordó @bibliotips) como el Titanic, la capacidad tecnológica de encontrar esta inmensa nave en las profundidades y verla por dentro, dónde ningún humano pudo llegar; dónde, después del hundimiento, las exploraciones no alcanzaron. Qué maravilla poder en un futuro encontrar sueños como la Atlántida. El ingenio nos ayuda a conocer lo desconocido por nuestros vírgenes cerebros, ¿qué sigue?, es claro, llegar al fondo del océano. Quizá encontremos otra civilización, claro que es posible, ¿y en cuanto a la cinematografía?, a mí me encantaría iluminar el océano. Meter todo tipo de luces, banderearlas y transformar un cachito de nuestro planeta azul en el set de una película mágica. Utilizar la base del neorrealismo italiano y encontrar sets perfectos para filmar en las profundidades oceánicas ficciones llenas de verdad. Tener un scouting y, en vez de subir a una camioneta de producción, subir a un submarino y encontrar en medio del océano inexplorado la locación perfecta para una historia nueva. Nos falta un camino quizá ya trazado por recorrer, pero quién quita y sea distinto. Sin la capacidad de sorprendernos, perdemos gran parte de la magia del planeta azul. Qué bien, aún tiene mucho por sorprendernos y más en el océano.

Por este medio nos permitimos invitarlos a ustedes, queridos lectores, a seguir apoyando estos eventos que, si bien nos sirven para crecer y mejorar deficiencias, también nos invitan a relajarnos y tomarnos una tarde para ir a disfrutar de una buena opción cinematográfica. Sin duda, todos los que habitamos la ciudad de México gustaríamos de un buen film, una buena historia o una buena moraleja.

POR: Alonso Salinas /@travel_maker En buena forma para este su segundo año, el festival de cine contemporáneo Distrital MX llegó a las salas de los cines con “Cine y Otros Mundos 2011”. El festival, creado por la sociedad civil mexicana, es un evento de gran cartelera que ha llamado mucho la atención de las nuevas generaciones chilangas. ¿Por qué? Porque la composición del festival invita al espectador a ser parte del arte cinematográfico; con proyecciones, con los directores, musicalizaciones en vivo y nuevas tendencias en los documentales, uno realmente es parte de lo que ve y escucha. El festival cuenta con grandes categorías, tan sólo Cuadrante, Distrito X y Otros Mundos contaron con una excelente selección para el amante de las experiencias audiovisuales, himnos de rock y video-arte.

Recomendamos: TOPOGRAFÍAS (Estrenos Internacionales): Petit Tailleur, Belle Espine y Tiger Factory. MERIDIANOS (Iberoamérica): Finisterrae y Un mundo misterioso. PREMIERES MEXICANAS: Vete más lejos, Alicia, La cosecha triste y Mal de tierra. CUADRANTE: Esperando a los Bitles, Sound it Out, Hit me with music y High on Hope. OTROS MUNDOS: Tríptico de las gracias. PERSPECTIVAS: Seguir siendo, Cafe Tacvba y Año bisiesto. Visita nuestro sitio, www.elfanzine.tv, donde podrás encontrar nuestra cobertura especial.

(Vuelve a la vida de Carlos Haggerman)

Por: Uriel Waizel / @uriw Cuando me dijeron que Vuelve a la vida era “un documental sobre un lanchero que se liga a una gringa”, de inmediato pensé en un coctel rebosante de camarones, pulpos, catsup y harto limón. El solo título y la premisa me transportaron a ese momento de los sábados a media tarde donde la vida es más sabrosa. Me gustan las marisquerías, y más aquellas que, enclavadas en la ciudad, con sus muros de panoramas marítimos, junto al aroma salado de mar y pescado, nos sacan un poquito del concreto. Más allá de la infame saga de La risa en vacaciones o la ficheresca Tres lancheros muy picudos, es extraño que un lugar tan fructífero, tan lleno de historias y anécdotas como Acapulco, no hubiese sido plasmado en la pantalla grande. Si pienso en una cinta contemporánea sólo podría recordar Drama/ Mex de Gerardo Naranjo. Pero del Acapulco clásico, el de Caleta y Caletilla… aquel lugar de ensueño visitado por políticos y luminarias, nada. Bueno, está Fun in Acapulco con Elvis Presley, filmada en 1963. Curiosamente, El Rey nunca viajó a la locación: sus escenas fueron filmadas en Hollywood y, posteriormente, truqueadas. Aun así, hay una especie de deuda cinematográfica con el Puerto, que no ha sido explotada lo suficiente. El director Carlos Haggerman (Los que se quedan, 2008) encontró una historia que lo llevó a Acapulco. ¿Dónde? En una sobremesa, donde abundan las anécdotas y la sabiduría popular. Un amigo llamado John Grillo le contó sobre un fabuloso suceso que él había atestiguado cuando niño. Su padrastro había cazado un tiburón. Y ese señor era el lanchero que se ligó a una gringa que venía siendo… la mamá de John. Haggerman viajó a Acapulco para escribir una ficción sobre la historia real de aquel buzo acapulqueño que, de modo sorprendente, logró matar a un gran tiburón que azotaba al Puerto, por allá de 1975. Al recaudar los testimoniales, Haggerman se dio cuenta que estaba ante un asunto peculiar que si se contaba por medio de una ficción, perdería la calidez y espontaneidad humana. Para un Tiburón, ya estaba Steven Spielberg, y para versiones mexicanas, ya estaba Tintorera (con Andrés García y Hugo Stiglitz). Esta suerte de mito (no urbano, sino playero) merecía ser narrada a cuadro por aquellos que atestiguaron tal hazaña. Personas que fueron parte de la legendaria vida de Hilario Martínez, “El perro largo”: una especie de Juan Camaney costeño, bailador, peleonero, mujeriego, vivaracho… que, incluso, le enseñó a bucear a Johnny Weissmuller (el primer Tarzán) y también a los Kennedy. Ahí nomás. Lo naco es chido. Ésa es una máxima del arte. Y aquí tenemos la materia prima para encontrar nuestras historias sin tener que importarlas, ¿cuántos de estos personajes no existirán en todo México?, ¿y cuántas historias se esconderán tras de ellos? Al extender sus redes, Carlos Haggerman no sólo atrapó a un pez gordo, sino a varios personajes marinos con los que preparó este muy refrescante y rico Vuelve a la Vida: un documental que se desmarca de los cánones y que logra tocar todas las bases de una cinta entretenida. La aventura tipo Moby Dick a la mexicana es sólo la trama principal de la cual se desprenden, sí, el pícaro romance entre una modelo neoyorquina y un vivaz brody; o el drama, cuando se develan cuáles son las consecuencias innegables de una relación tan disímbola: el hijo, John Grillo, y su binacionalidad mexico-americana. También hay un toque de reality show cuando, durante el mismo rodaje del documental los personajes a cuadro revisan sus memorias respecto a “El perro largo”, y con ello logran perdonarlo y redimirlo (habrá que imaginarse cuántos hijos dejó regados, el muy canijo). La nostalgia por el Acapulco tropical también pega fuerte. Más cuando el actual Puerto dista mucho de ser aquel glamoroso destino cosmopolita de mediados del siglo XX. En el presente, Acapulco está asociado al estilo de vida mirrrey, luismiguelero: se podrían hacer pelis sobre las bodas en Punta Diamante, un biopic sobre Luismi, o bien, acerca del exportero de la Selección, Jorge Campos. Ahora que, como están las cosas, tendría que filmarse un James Bond o un Depredador que venga a fulminar a los narcos y al crimen organizado. Me quedo con el buen sabor de boca de Vuelve a la vida que, además de docu-drama, evoca postales vintage de Acapulquito por medio de narraciones de acaloradas viejitas y viejitos dicharacheros. La cinta toca una fibra muy profunda en el espectador al despertar los recuerdos vacacionales que cada quien guarda en la piel y en el paladar. Varios saldrán de la sala en busca de saciar su antojo a una marisquería. O bien, correr a iTunes a comprarse unas cumbias, chachachás y danzones entre las que no debe faltar una versión de “Tiburón a la vista” por Mike Laure. O, de perdis, la de “Pasito tun tun” para acordarse de La risa en vacaciones.




POR: Daniela Valdez /@daniela_valdez Corría una fría mañana de invierno en Connecticut en la que Paul Sperry observaba a Prince, su cocker spaniel, corriendo por el hielo. Así surgieron los primeros Top-Sider, pues a Sperry se le ocurrió que la textura antiderrapante de las patas de Prince era una gran idea para superficies resbalosas, como las de los barcos que tanto amaba. Lo anterior ocurrió en 1935; Sperry nunca imaginó que sus zapatos llegarían para quedarse. A pesar de que en la actualidad son pocos los que usan estos zapatos para navegar, a lo largo de la historia muchos marineros famosos los han utilizado para desafiar las aguas. Los zapatos de Sperry ‘Authentic Original Sperry Top-sider’, se volvieron tan famosos que hoy son parte reglamentaria del uniforme de la marina estadunidense. Además de este tipo de suelas de goma, los top-siders se distinguen por ser de piel tratada, que soporta la humedad, con agujetas y un par de hoyos a los lados, en todos los colores, en modelos para ambos sexos, aunque el mundo marítimo está gobernado por los hombres y el color azul marino. Pero ahí no acaba la historia. En Estados Unidos se pusieron de moda a principios de los cincuenta debido al restringido uso del cuero durante la guerra. Los hippies detestaban esta moda que representaba el american style que volvió para quedarse durante los ochenta. En esta época los tipos más frescos tenían varios pares en su clóset, los usaban sin calcetines, con Levi’s 501 enrollados y muchos litros de Aquanet, una polo, y los clásicos wayfarer, que hoy no faltan en el clóset de cualquier yuppie; o ya de plano al estilo más puro de Miami Vice: con pantalones caqui y grandes blazers color pastel. Aquí en México, lo más cool que se podía usar para salir a bailar al ritmo de Flans o Alaska y Dinarama era dicho calzado (Flexi o Canadá si no podías viajar a Estados Unidos) y una camisa de Edoardo’s u Ocean Pacific, sí, como Magnum. Podemos agradecerle a Ralph Lauren, Tommy Hilfigher y Lacoste por hacer de los top-siders el calzado preppy por excelencia, el favorito de los chicos y chicas más fresas de la Ivy League. A mediados de los noventa con la aparición del grunge y hasta hace un par de años, solamente alguno que otro despistado usaba estos zapatos; como me dijeron por ahí, “sólo los que tenían 20 años en los ochenta”, o de plano los que los usan cuando van a vacacionar a The Hamptons o porque no se quieren resbalar en su yate. Hace un par de temporadas, mientras hojeaba las ya tradicionales ediciones masculinas que acompañan a las grandes revistas de moda en el mes de junio, me topé con los clásicos zapatitos que usaba Brandon Walsh plasmados incluso en la biblia de la moda. No les puse mucha atención, pero junto con el come back de los ochenta, tres eventos marcaron ante mis ojos el regreso de los top-siders: Chuck Bass usando un par en un capítulo de Gossip Girl, bandas como Passion Pit y Vampire Weekend portándolos orgullosos en el escenario y el aniversario 75 de su invención en 2010. Ahora están muy de moda en la playa, con shorts, aunque los pantalones enrollados y capris que los acompañaban hace años están regresando, lentamente, pero a paso firme. En la ciudad, gracias a las altas temperaturas y acciones como Verano Local el dress code playero está más de moda que nunca —hasta el viernes casual en la oficina—, todos se pasean orgullosos con un par. He notado que la generación que los usó hace casi 30 años se reúsa a desempolvarlos en su clóset, ¿será una prenda exclusiva para los jóvenes? Por otra parte, he observado otro fenómeno en este revival: durante los ochenta hombres y mujeres los usaban por igual; sin embargo, ahora el público más entusiasmado es el masculino, lo cual me niego a aceptar —mañana mismo usaré los míos. ¿Planeas un viaje a la playa? Definitivamente no pueden faltar unos top-siders en tu maleta, si los diseñó el mismísimo Sperry mejor, y ya para los muy nostálgicos, emparejados con unos jeans Sergio Valente o Jordache arremangados… si tan sólo las paredes del Baby O’ hablaran...

-EL MESÍAS DE LA POSTGUERRAPOR: Ana Urías / @anabuu Cuando culminó la Segunda Guerra Mundial el mundo se encontraba en una crisis económica y de identidad, sumergida en una tristeza colectiva por la gente que había perdido la vida durante la guerra. El mundo de la moda no estuvo exento y sufrió las carencias que dejaba este conflicto, las telas y materiales de costura escaseaban y las compradoras no tenían el dinero suficiente para adquirir lo que las pocas casas de moda, que sobrevivieron, tenían disponible. París, la eterna capital de la moda, estaba devastada, muchos diseñadores cerraron sus negocios y para cuando la guerra terminó, no pudieron volver a comenzar… pero ahí estaba Christian Dior, dispuesto a recuperar la imagen femenina y el exceso, tras la depresión de la Segunda Guerra Mundial. Es así como nace el “new look”, un estilo de costura que proponía hombros torneados, cintura entallada y faldas amplias en forma de corola de flor que dieron paso a la primera colección de Dior: “Corole”. Una clara recuperación del lujo que dejaba atrás el uniforme y los colores militares que prevalecieron hasta ese momento. No todo fue maravilloso, los gobiernos del Reino Unido y de USA no estaban de acuerdo en que se necesitaran de 9 a 70 metros de tela para crear una falda, ya que lo consideraban un desperdicio en plena recesión… Pero, ¿quiénes eran estos gobiernos para opinar? Al parecer no eran muy importantes, porque la colección se vendió durante los siguientes diez años (hasta 1954), y ayudó a restablecer a Paris como la capital mundial de la moda, siendo las mismas norteamericanas las mayores compradoras de Dior; y la economía francesa se vio enormemente beneficiada y restablecida con las ganancias que dejaba esta única colección. Pero ubiquémonos en tiempo presente… en México, este sector aun es limitado, pero no por falta de gente creativa y comprometida, sino por la carencia general que se vive en todos los sectores que sustentan la economía del país.

No estaría de más pensar en un “New Look a la mexicana” que sostenga la responsabilidad de recuperar la identidad artística y de moda en México. Sin embargo, no podemos dejar que esta carga recaiga sólo en los diseñadores que proponen y crean sus colecciones; incluso Dior requirió para esto del apoyo de inversionistas que arriesgaron sus ganancias y financiaron la colección, o quienes aportaron la cantidad de tela necesaria para que se pudiera lograr, después de la escases que existía… en fin, se requirió de quienes creyeran en su propuesta y pensaran en el beneficio y crecimiento que a todos les traería. Este concepto de Dior, pero con un poco más de chile y limón, no es sólo pensar en un diseñador que tenga la inspiración perfecta para que sólo sus ventas hagan crecer la industria. El rescate de nuestra identidad como país no debe ser un vestido mal confeccionado ni único, sino una colección completa y perfecta que nos involucre a todos: modelos, agencias, escuelas de moda, empresas textiles, diseñadores, críticos y todos los involucrados en la industria, y así, poner un granito de arena en este ambiente de caos y falta de compromiso que vivimos todos los días. Total, ¿qué diferencia hay entre Francia durante la guerra y la situación actual de México? El discurso del país rico en costumbres y tradiciones no nos llevará a ninguna acción, por lo menos, no nos ha llevado hasta ahora. Seguimos siendo un país que copia lo que en otros lugares se realiza, sin identificar realmente lo que nuestro talento puede mostrar al resto del mundo, debemos dejar de ver el interés en lo particular y catapultarlo a lo general, trabajando todos por un objetivo en común, y además utilizando a la moda como el mejor pretexto. La moda es algo grande y, en serio, muchos trabajamos para ella, otros la disfrutamos y muchos más sólo se interesan un poco… pero todos la consumimos, ¿Qué necesita la industria de la moda en México para que en conjunto, se convierta en el Dior de la postguerra que necesita nuestro país?


James Roper vive y trabaja en Manchester, Inglaterra. Ha colaborado para varias publicaciones internacionales como: Lamono, Dazed & Confused, Belio, entre muchas más. En esta obra James refleja la explosión de llegar al éxtasis de varias chicas, tales como: Jenna Jameson, Briana Banks, Tera Patrick y Kenzi Marie. Conoce más sobre su obra en: www.jroper.co.uk


The Ecstasy of Briana Banks


The Ecstasy of Tera Patrick






POR: ASTRO /@grantusk Los tatuajes y el mar siempre han estado vinculados gracias a las historias de los exploradores que viajaron a lugares recónditos situados en medio del océano y a que trajeron de vuelta anécdotas que hablaban de seres humanos que tenían pintados sus cuerpos. Aisladas en la inmensa vastedad del Océano Pacífico existen 12 islas volcánicas conocidas como las Marquesas, las cuales fueron descubiertas y colonizadas hace 2 000 años por viajeros polinesios que desarrollaron una compleja cultura rica en tradiciones orales, folclore y artes decorativas. Elaboradas esculturas talladas en madera, templos al aire libre con inmensos tikis de piedra, y el arte del tatuaje, alcanzaron un alto nivel de sofisticación. Durante la última parte de siglo XVIII, exploradores, comerciantes y balleneros ocasionalmente visitaron estas islas en busca de provisiones. Cuando el explorador ruso Ivan Fedorovich Krusenstern arribó a las Marquesas en 1804, encontró a dos europeos viviendo con los nativos. Un inglés llamado Edward Roberts y un francés de nombre Jean Baptiste Cabri. Ambos personajes habían estado viviendo entre los nativos por varios años y habían sido tatuados al estilo marquesino. Krusenstern los empleó como guías e intérpretes y Georg Heinrich von Langsdorff, el naturalista germano que acompañó a Krusenstern, los utilizó como informantes cuando escribió el primer recuento de la vida y costumbres de los nativos. Langsdorff estaba muy interesado en el tatuaje marquesino, el cual era mucho más extenso y complicado que el de otras islas del Pacífico. La mayoría de sus habitantes estaban completamente cubiertos, incluyendo manos, pies y rostros, con complicados diseños geométricos. Cabri abasteció a Langsdorff con información detallada acerca de la técnica y significado del tatuaje. W. G. Tilesius von Tilenau, el artista que acompañó a la expedición rusa, hizo los primeros dibujos de los nativos tatuados. Sus fieles retratos fueron publicados en su libro Viajes y travesías en varias partes del mundo (1813). Por más de un siglo, sus ilustraciones fueron reproducidas vastamente y fueron las únicas que la sociedad europea conoció. Uno de los tantos lectores de la obra de Langsdorff fue un joven llamado Herman Melville, quien decidió conocer las Marquesas cuanto antes. En 1841, a la edad de 21 años, Melville zarpó a bordo de un bote ballenero. Cuando la embarcación paró en las Marquesas, él decidió permanecer allí por seis semanas hasta ser recogido por otro barco. Las dos primeras novelas de Melville, Omoo y Typee, abordaban ficciones románticas inspiradas por su experiencia en las islas. En ambos tomos se encargó de describir este estilo de tatuaje detalladamente. Permaneció un total de cuatro años como marinero y vagabundo, y sus vivencias durante este largo período generaron el suficiente material crudo para desarrollar seis novelas, incluyendo Moby Dick. Estos libros, que fueron publicados entre 1846 y 1856, alcanzaron a una vasta cantidad de lectores, los cuales descubrieron, por medio de este gran autor, la magia del Pacífico del Sur y el arte del tatuaje polinesio.

Ilustración: Gonzalo Cutrina www.gonzalocutrina.com

POR: denisse espejel /@deespejel Lo conocemos como Triángulo de las Bermudas, Triángulo del Diablo o, simplemente, como un misterio absoluto para la humanidad, como lo es nuestra misma existencia entre otros fenómenos con los que nos encanta carcomernos los sesos. Este punto geográfico que roza las costas de Miami, Bermudas y Puerto Rico ha sido foco de la prensa sensacionalista y de leyendas urbanas que buscan definirlo y explicarlo. No es el único, su hermano vive al otro lado del mundo y se le conoce como Mar del Diablo, en las costas de Japón; ambos son zonas en las que rarezas en el campo electromagnético y un clima inclemente se hacen uno mismo y ocasionan pérdidas materiales inexplicables. Esta zona se conoce como el Triángulo de las Bermudas desde mayo de 1964, cuando Vincent Gaddis decidió bautizarla en un artículo publicado en la revista Argosy, una revista de temas populares y bajo costo de Estados Unidos. Antes no tenía nombre, pero el primer registro documentado del Triángulo se le atribuye a Cristóbal Colón: en la bitácora de su primer viaje por esta zona relata haber visto unas luces misteriosas, además de tener que lidiar con una brújula atrofiada. Esta entrada a otra dimensión en el Atlántico ha secuestrado un sinnúmero de embarcaciones, el caso más sonado ocurrió el 5 de diciembre de 1945 y se conoce como Vuelo 19. La historia nos relata que hace 66 años, cinco aviones de la fuerza naval estadunidense despegaron de las costas de Fort Lauredale, Florida. El responsable de la misión, el Teniente Charles Taylor, tenía a su mando un entrenamiento de navegación y bombardeo en la que los pilotos volarían en una ruta triangular justo en esa zona. En esa época se volaban unos aviones conocidos como Vengadores, naves de acero con un peso mayor a 4 500 kilos que se conocían popularmente como Pájaros de Hierro; el único sistema de posicionamiento con el que contaban los pilotos era la brújula y la comunicación a la torre de control. El relato de la desaparición del Vuelo 19 presenta a un Taylor perdido instantáneamente dentro de una tormenta marítima quien, sin brújulas, sin reloj y aparentemente en medio de la desesperación, ideó un amarizaje una vez que se quemara un poco de combustible. Posterior a la desaparición de los cinco aviones y la tripulación de 14 hombres, se le añadió drama al misterio cuando uno de los aviones de rescate y su tripulación de 13 hombres también desapareció durante la búsqueda de los restos que nunca aparecieron. Además de catástrofes aéreas como el Vuelo 19, el Triángulo de

las Bermudas ha sido autor de naufragios inexplicables: tripulaciones de 309 hombres han desaparecido, como en el caso del USS Cyclops; se han encontrado barcos abandonados como el Carrol A. Deering, el SS Marine Sulphur Queen, entre muchos, muchos otros. Las similitudes en todos estos casos es la desaparición irracional de la gente a bordo; en el caso de los aviones, las desapariciones de los vuelos tienen el mismo destino funesto en el que se vuelve imposible encontrar restos que expliquen los incidentes. Las explicaciones oscilan entre tres planos, el sobrenatural, el natural y el científico. En el primero hay personas que creen que el Triángulo de las Bermudas es la zona geográfica en la que se esconde la Atlántida. La leyenda cuenta que el muro de Bimini es el sendero que llevaba hacia este continente; actualmente es una vía submarina cuya explicación también se mantiene misteriosa y se encuentra justo en este lugar. Otros piensan que los autores de las tragedias son seres extraterrestres quienes utilizan este lugar como sitio de recolección de muestras de humanos. En el plano natural (las explicaciones humanas, por no decir la obviedad) culpan el mal funcionamiento de las brújulas al campo electromagnético de la zona. Los actos bélicos y supuestos piratas también están en esta lista de explicaciones, pero la mejor de todas: el error humano. Al no ser máquinas no podemos evitar perder el control de vez en cuando, no tener la respuesta al problema o el simple hecho de no estar lo suficientemente entrenados para situaciones de peligro. En el tercer plano, el científico, la rareza se atribuye, en primer lugar, a las condiciones climatológicas; tormentas y huracanes son autores de catástrofes en todo el planeta, aquí también. Existe, además, otra explicación física: esta zona es rica en hidratos de metano, en términos simples, es como si el mar lanzara flatulencias o erupciones periódicas que además de oler asqueroso, provocan espuma en el mar, que provoca la inestabilidad de las naves. Otro fenómeno conocido como ola imprevisible puede ser la causa y, como lo indica su nombre, se trata simplemente de un levantamiento marítimo impresionante que se come todo a su paso. Esta zona diabólica es, sin duda, uno de los tantos atractivos misteriosos de nuestro planeta: ya sea que se trate de una puerta a otro plano, la entrada a un continente milenario y olvidado, el umbral de Satanás, o un simple punto perdido dentro del Universo; el Triángulo de las Bermudas atrae cual magneto al metal y al hombre, todo para destruirlo y desvanecerlo. La literatura lo ha exaltado; la ciencia y la paraciencia buscan definirlo. No obstante, la única manera de entenderlo es tener la valentía de pararse ahí y desaparecer.


POR: ELENA FLORES /@chaira_fashion Bien dice la canción: “En el mar la vida es más sabrosa”. Sin duda, al decir “playa”, se genera una sonrisa inmediata en la mayoría de las personas, incluso para aquellos amantes del desierto o la montaña. Al pensar en playita nos viene la imagen de una vida relajada mecidos en una hamaca y, para rematar, una cerveza en la mano. Esto es parte de la realidad que vivimos hoy en día, ya que los complejos turísticos y su representación en el imaginario colectivo han generado, en muchos casos, caos en las semanas altas; desde varias horas en la carretera hasta lidiar con los costos elevados, el hospedaje, los alimentos e incluso los espacios reducidos en la playa. Nada más cercano a una experiencia de Acapulco en Semana Santa.

El Golfo de México tiene mala fama en lo que a playas se refiere, incluso pensar en playa bonita en Veracruz para mí no era posible. ¡Cuánta ignorancia! En una Semana Santa decidí ir a Catemaco, poblado que debe ser visitado por todo el sincretismo del catolicismo y la brujería que enmarca. A unas cuantas horas paramos en Monte Pío, debo decir que parte de mi familia es fanática de Veracruz y ellos fueron los que me incitaron a conocer estas playas. Buscamos una sombra y caminado llegamos a 2 de abril, una bahía que pareciera de Oaxaca. A lo largo de la costa sobre la carretera hay varios restaurantes y un teléfono público para todo el pueblo, así que si un día no tienes ganas de cocinar, podrás encontrar algo a tu gusto.

Desde Y tu mamá también, época en la que se puso de moda acampar en las playas más deshabitadas y con menos infraestructura turística, incluso ir a Maruata, Mazunte, Zipolite, Marquelia, y muchas otras lindas playas se ha vuelto un negocio rentable, pero por desgracia para el viajero sigue implicando disfrutar menos de tener la playa para uno mismo o al menos no repleta de gente. Sólo falta ir en fin de año a algunas de las playas anteriores para corroborarlo. Aún así, México, que sí es un paraíso, tiene reservados algunos lugares a lo largo de sus costas para los que buscan menos bullicio. Al norte, bañado por aguas cristalinas de un lado y de otro por un inmenso mar azul de fotografía tenemos a Baja California Sur, una península muy bella, de la cual sólo 30 kilómetros son los que están destinados a hotelería de lujo. Es un refugio que gusta a gringos que viajan en casas rodantes, lo cual ha hecho que permanezcan casi vírgenes, aunado a un desierto que enmarca su belleza peculiar. De La Paz salen dos carreteras, una recorre por el Mar de Cortés hasta San José y la otra por el Pacífico a San Lucas. De ambos lados se pueden encontrar playas deshabitadas de ensueño, ya sea que busques un mar tranquilo de agua cristalina, ideal para practicar snorkel, buceo; incluso en la parte este, denominada malamente “East Cape”, Cabo del Este, podrás hacer actividades como el windsurf. O, si prefieres un mar idóneo para sacar a relucir tus dotes de fotógrafo con los hermosos paisajes del Pacífico, de diciembre a febrero podrás ser parte del nacimiento de las ballenas orcas, el cual es un espectáculo único que no debes perderte. Los precios del hospedaje varían, pero sin mucho buscar es fácil encontrar a donde llegar y pasar la noche sin peligro, sólo acompañado por las estrellas.

El Caribe de México es otro de los puntos que gozan con más fama mundial. Los vuelos de Europa con hotel y alimentos incluidos son realmente baratos, así que es un lugar que goza de la mayor parte del tiempo de turismo. Si ya te cansaste de Cancún y Playa del Carmen, más al sur puedes encontrar playas para nadar desnudo, donde sólo tengas de compañía a la fauna del lugar. Desde el sur de Tulum empiezas a encontrar la tranquilidad y el maravilloso color azul del mar, pero entre más te adentres es mucho más fácil encontrar ese lugar solitario. Mi lugar preferido es la Reserva de Sian Ka'an, la cual, después de sólo algunos kilómetros por terracería, podrás escoger entre todas las que playas que hay e, incluso, llegar a Punta Allen, puerto de cruceros.

En las costas del Pacífico se encuentran muchas de las playas que han hecho famoso a México, lo cual hace cada día más difícil encontrar playas solitarias. Entre los tesoros aún guardados está Troncones, en Guerrero. Un pequeño poblado al que hay que llegar por un camino de terracería muy cerca de Ixtapa Zihuatanejo. A esta playa fui hace más de cinco años y no hubiera sucedido de no ser por una persona del grupo con el que iba, que la conocía. No hubiera llegado, no por lo difícil de su ubicación, sino porque seguramente hubiéramos pasado de largo. En ese entonces era un especie de lugar privado al que llegaba más turismo extranjero que nacional; sin embargo, hace poco una amiga me contó de un lugar maravilloso al que había ido. Alejada de los inconvenientes de las playas famosas y gozando de la tranquilidad que se busca. Hablaba de Troncones. Al parecer ya hay hospedaje, pero lo más seguro es que puedas acampar en la playa sin ningún problema. Caminando se puede llegar a unas grutas, las cuales son ampliamente recomendables.

Si ya te animaste a descubrir por ti mismo de estos paraísos es importante que, según los días que pienses estar, lleves: -La despensa. En la mayoría de estos lugares no encontrarás ni al vendedor de pescadillas, así que piensa en llevar agua para beber, enlatados, algunos trastes en los que puedas preparar la comida y bolsas para recoger la basura que generarás. -La carpa. No todas las casas de campaña son para el clima de playa, así que asegúrate de qué lado sale el sol, para así buscar la sombra y no amanecer acalorado por los rayos del sol. - Al preparar fogatas, revisa que hayas apagado el fuego. Los incendios forestales se pueden prevenir. -Sobretodo: disfruta la experiencia de ser con la naturaleza. Seguramente hay muchas más playas aún sin descubrir, así que no pierdas más tiempo y empieza a buscar esa playa en la quieras perderte.

un mar, un oasis, una ventana al pasado... POR: José Antonio Barba

@__barba

La NASA está muy interesada en Cuatro Ciénegas porque si hay vida en Marte o la hubo, ésta sería muy similar a Cuatro Ciénegas, un mar profundo, salado, guardado de las inclemencias del tiempo. (Valeria Ouza Saldivar. 2010) Cuatro Ciénegas es un valle pequeño, entre montañas, localizado al Este de la Sierra Madre Oriental en Coahuila. Un oasis en medio del desierto, que tiene aproximadamente 300 pozas de aguas cristalinas de distintos colores, desde el azul caribe hasta el rojo muy intenso, como sangre. Es único en el mundo debido a su impresionante y extraña belleza pero, principalmente, porque es un área con una singular diversidad biológica, esto es especialmente evidente en las especies acuáticas que no existen en ninguna otra parte del mundo. Dentro de estas especies destacan peces, caracoles y tortugas que parecen marinas, pero, sobre todo, los estromatolitos que alimentan a estos peces y caracoles como sucedió en el principio de la vida en la Tierra. Los estromatolitos son bacterias que inventaron la fotosíntesis y que hicieron que la luz del

sol se transformara en azúcar y liberara oxígeno modificando de manera drástica las condiciones del planeta. Algunos científicos plantean que debido a su riqueza de especies Cuatro Ciénegas es equivalente a las Islas Galápagos, pero en este caso, son pozas rodeadas por tierra en lugar de islas rodeadas por mar. El Valle de Cuatro Ciénegas emergió del mar hace 50 millones de años, cuando la Sierra Madre Oriental se estaba formando, pero el agua no se retiró del todo porque posteriormente en este Valle, y sus valles vecinos, las montañas se acomodaron una encima de la otra, formando cabalgaduras, que en el proceso guardaron depósitos de agua muy profundos. Podemos afirmar que Cuatro Ciénegas es el único laboratorio vivo para estudios de la etapa de formación de la

Tierra, lo que nos remonta cerca de 3 mil 500 millones de años. Esto se debe a que los virus de estromatolitos en la zona todavía mantienen la señal marina de sus ancestros, a pesar de que el mar estuvo ahí hace menos de 200 millones de años, lo que es sorprendente porque los virus recambian continuamente. Cuatro Ciénegas perteneció al mar Jurásico y aún contiene, asombrosamente, la fauna que existía cuando la Pangea estaba conformada. No se detuvo la evolución en este sitio, sino que ocurrió en forma diferente: estos microorganismos no fueron sustituidos por otros, siguen vivos y forman todo en el Valle. (Luis Enrique Eguiarte Fruns, 2010). Somos muy afortunados de contar esta máquina del tiempo que nos abre una ventana al pasado, es importante que la cuidemos y aprovechemos los conocimientos que nos puede brindar.


POR: Ricardo González /@Dr_Rigo_Mortis La noticia tardó varios años aunque, finalmente, ocupó todos los noticieros del mundo. “Osama Bin Laden ha muerto”, fueron las palabras del presidente Barack Obama al anunciar el éxito de una operación militar clandestina estadunidense en Pakistán. Seguramente su antecesor, George Bush, hubiera querido hacer el mismo anuncio en los meses siguientes a los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, pero la historia demuestra que aniquilar un símbolo es más complicado que matar a una persona. Quizás por eso sigue existiendo quien pone en duda la muerte de Ernesto “El Che” Guevara, Elvis Presley o, inclusive, Pedro Infante. De acuerdo con Stratford, una firma de expertos analistas en temas de seguridad internacional, Osama había dejado de ser el líder de los cientos de células que planean atacar, tarde o temprano, a los Estados Unidos y sus aliados. Después de la invasión de Washington a Afganistán y el bombardeo inmisericorde de su fuerza aérea sobre las montañas de Tora Bora en 2001, Stratford explica que Bin Laden se retiró a Pakistán en donde grababa sus tradicionales mensajes anuales de odio en contra de Occidente. Para entonces sólo era un símbolo de la lucha emprendida por Al Qaeda. Osama fue, hasta su asesinato, el símbolo del terrorismo fundamentalista internacional. Es aquí en donde la similitud con Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como “El Chapo”, comienza. Este personaje saltó a la fama mundial luego de escapar de una cárcel de máxima seguridad en 2001; así como por aparecer, ya varias, veces en la lista de las personas más ricas del mundo según la revista Forbes. “El Chapo” es hoy en día el símbolo del narcotráfico mexicano, es en pocas palabras, “el capo de capos”. Bin Laden era para el terrorismo lo que Guzmán es para el narcotráfico. ¿Será que pronto, o por lo menos antes de que termine el sexenio, veamos al Presidente Calderón anunciar con bombo y platillo la muerte de “El Chapo”? Primero tendríamos que reconocer que los golpes mediáticos por parte del gobierno mexicano no serían nuevos. Ahí están los montajes de operativos falsos por parte de la Policía Federal para que los medios de comunicación los difundan. En segundo lugar, y sin ánimos conspiracionistas, hay que aceptar que la localización de “El Chapo” no es un misterio, por lo menos no para el gobierno. De acuerdo con varios analistas, se sabe que el líder del llamado Cártel de Sinaloa se encuentra desde hace tiempo en la región colindante entre Durango, Sinaloa y Chihuahua. No me consta, pero eso dicen los especialistas y les creo. Si existe un paralelismo entre Osama y “El Chapo”, entonces las similitudes entre los Presidentes Obama y Calderón son inevitables. Ambos, aunque por razones y contextos diametralmente opuestos, han tenido que resistir las presiones desde la oposición y el paulatino retiro del apoyo con el que empezaron sus respectivas administraciones. Para Obama el asesinato de Bin Laden ha significado una oportunidad para recuperar el terreno político perdido. Sin lugar a dudas, el Presidente Calderón necesita un golpe espectacular que le permita revirar la contundencia de las críticas en contra de su política de combate al crimen organizado, más aún frente a las elecciones presidenciales en 2012. No hay peor asesor político que la ansiedad electoral. Sin lugar a dudas el gobierno mexicano tiene la capacidad técnica para arrestar a “El Chapo” Guzmán, la ha tenido desde hace varios años. ¿Por qué entonces no lo han aprehendido? No sé y cualquier especulación al respecto sólo abonaría a los rumores que ya abundan en las calles sobre el tema. Pero lo que sí queda claro es que si el gobierno mexicano decidiera emprender una acción semejante para después celebrar la muerte de una persona frente a la opinión pública, sería un error irreparable. En Alemania existe una denuncia penal en contra de la Primera Ministra, Angela Merker, por celebrar públicamente el operativo en donde fue asesinado Osama Bin Landen. Un gobierno no puede celebrar el asesinato de una persona, por lo menos si éste se considera democrático. Un asesinato no puede ser el preámbulo de ningún proceso genuino de acceso a la justicia y reconciliación nacional. De ahí que las imágenes de ciudadanos estadunidenses, inclusive algunos niños, celebrando la muerte de Bin Laden sean verdaderamente perturbadoras. Al igual que como pasó con la amenaza del terrorismo fundamentalista internacional después de la muerte de Osama Bin Laden, el posible asesinato de “El Chapo” no terminaría con el tráfico de sustancias ilegales en México. Es ingenuo pensar que desde la sierra duranguense “El Chapo” se encarga de empaquetar, transportar y distribuir toda la cocaína que exporta a los Estados Unidos. Si bien existen varios posibles paralelismos entre Osama Bin Laden y Joaquín “El Chapo” Guzmán, también existe una diferencia irreconciliable: el primero luchaba por una causa social, por muy polémica o indefendible que nos parezca; el segundo es tan sólo un delincuente cuya ambición desmedida tiene acorralado al país. Sin embargo, ni Osama ni tampoco “El Chapo” merecen ser asesinados.

POR: Dany Medina /@CentralVerde

Los derrames de petróleo son una de las mayores causas de contaminación en los océanos. La combustión de los derivados de petróleo es una de las principales causas de emisiones de CO2, mismo que genera el cambio climático. Alrededor de 380 millones de galones de petróleo por año son vertidos al océano. De esta cantidad: El 70% es tirado durante la extracción del petróleo. El 55% es por consecuencia de actividades humanas. El 22% es tirado mientras está siendo transportado. El 5% es desperdiciado en la producción de materiales derivados del petróleo. Los 10 derrames de petróleo más grandes de la historia son: 1.- Derrame de la Guerra del Golfo, (Golfo Pérsico, 1991): 1 500,000 t. 2.- Lakeview Gusher (Kern County, California, 1910): 1 230,000 t. 3.- Deepwater Horizon (Golfo de México, 2010): 832,000 t. 4.- Ixtoc I (Bahía de Campeche, Golfo de México, 1979): 480,000 t. 5.- Atlantic Express I (Trinidad y Tobago, 1979): 287,000 t. 6.- Fergana Valley (Uzbekistan, 1992): 285,000 t. 7.- Plataforma Norwuz Field (Golfo Pérsico, 1983): 260,000 t. 8.- ABT Summer (Angola, 1991): 260,000 t. 9.- Castillo de Bellver (Océano Atlántico, Sudáfrica, 1983): 252,000 t. 10.- Amoco Cadiz (Océano Atlántico, Canal de La Mancha, 1978): 227,000 t. ¿Qué pasó con Deepwater Horizon? El 20 de abril de 2010 (4/20) se produjo la explosión y el incendio de la plataforma Deepwater Horizon, la cual se hundió provocando un derrame de petróleo que causó enormes daños de complicada y lenta reparación en el ambiente. BP (British Petroleum) y la Guardia Costera nunca llegaron a realizar mediciones precisas del volumen de petróleo que salía de la tubería rota. Esto significó que había que inferir cualquier evaluación, desde dónde BP pudo acomodarse en una cómoda posición dónde se pudo desafanar de cualquier número final, diciendo que las cifras estaban sobreestimadas, para así poder reducir el importe de las sanciones que tendría que pagar. Entonces… ¿qué cantidad real de petróleo fue vertida en el océano? Primero la compañía estimó que se vertían 1 000 barriles por día. A finales de abril el Gobierno incrementó la cifra a 5 000 barriles diarios, cifras que pronto fueron rebatidas por Ian MacDonald (oceanógrafo de la Universidad Estatal de Florida) diciendo que podrían ser fácilmente cuatro o cinco veces la estimación del Gobierno. Kent Wells, Vicepresidente de BP contestó que “no hubo manera” de medir la cantidad aún cuando científicos que utilizan equipo submarino para medir el caudal de las fumarolas hidrotermales naturales dijeran que podría utilizarse para ello. Flow Rate Technical Group pudo concluir una cantidad equivalente a 4.9 millones de barriles en el momento en el que el pozo fue totalmente sellado. Además del petróleo se vertieron también enormes cantidades de gas natural, las cuales nunca fueron publicadas a la luz aún cuando los científicos se presentaban muy preocupados por el impacto ambiental que esto pudiera producir. El descaro: Tan sólo cuatro meses después del incidente (4 de agosto de 2010), Carol Browner, asesora especial del presidente Obama en materia de energía y cambio climático, se atrevió a decir que “más de las tres cuartas partes del petróleo derramado ya habían desaparecido del oceáno” (Deepwater Horizon, un año después. 11 de marzo de 2011, Green Peace). Tal afirmación fue rebatida inmediatamente por científicos independientes diciendo que entre el 50 y el 75% del petróleo todavía permanecía en el medio ambiente.

¿Cuáles fueron los daños en el ambiente? Hasta el momento las consecuencias medioambientales a largo plazo sólo se pueden especular; la magnitud de los daños sigue siendo incierta. Las cifras oficiales hasta noviembre de 2010 eran de 6 814 animales muertos, pero se estima que muchas otras víctimas pudieron haber pasado desapercibidas, como las aves y las criaturas que hayan intentado escapar del petróleo en tierra. En marzo de 2011, la revista Conservation Biology concluyó que la mortalidad total de delfines y ballenas pudo haber sido 50 veces superior a la estimación original y que podrían haber muerto 5,050 sin ser detectadas (Deepwater Horizon, un año después. 11 de Marzo de 2011, Green Peace). ¿Qué hicieron las autoridades? Los investigadores contratados por el NMFS (National Marine Fisheries Service) para documentar el aumento de la mortalidad y recoger muestras para su análisis dicen que se les ordenó por carta “no publicar, presentar ni discutir datos o hallazgos… sin la aprobación previa” y que habían sido advertidos en privado por funcionarios federales para “no actuar con imprudencia ante los medios”. Casi un año después el NMFS no había entregado muestras a los laboratorios, ni se había escogido un laboratorio oficial para iniciar la investigación. ¿Mentiras verdaderas? A pesar de todas estas evidencias, Kenneth Feinberg, el abogado nombrado por el Gobierno de Obama para todos los asuntos del derrame, dijo que el Golfo lograría una total recuperación para finales del 2012. Una afirmación a la que investigadores como Ian MacDonald le han dado muy poco crédito. El 22 de mayo de 2010 Obama anunció la Comisión Nacional sobre el vertido de petróleo de la plataforma de BP Deepwater Horizon y la perforación en alta mar, la cual era encargada de determinar las causas del accidente y sus consecuencias. Ocho días más tarde, el Secretario de Interior Ken Salazar impuso una moratoria de seis meses para esta comisión. ¿Situación controlada? Cuando el gobierno de Obama prohibió la perforación en aguas del Atlántico, Beaufort y Chukchi y Shell ya habían anunciado sus planes de perforación de seis pozos en la región del Ártico en 2012 y 2013 sin haber presentado solicitudes oficiales para ello. Esto sería un VERDADERO riesgo debido a que un problema de vertido en el Ártico seria MUCHO MÁS difícil que en otras zonas con climas templados, debido al hielo y las bajas temperaturas. El despliegue de embarcaciones y espumaderas, y el simple intento de llevar equipo y personal calificado, en la zona Ártica de Alaska, sería una tarea casi imposible. Medidas tomadas para la solución del problema y la seguridad y protección del medio ambiente: El 3 de abril de 2011 British Petroleum negoció un acuerdo con el gobierno de Obama el cual les permitía reanudar las perforaciones en aguas profundas del Golfo de México en el verano de 2011, a tan sólo poco más de un año después del terrible accidente de Deepwater Horizon. Al día siguiente un político resumió la esencia del anuncio en tres palabras: “¿BP: Qué vertido?” (Deepwater Horizon, un año después. 11 de marzo de 2011, Green Peace). •http://bit.ly/hbRKbY •http://bit.ly/kAKKSP Deepwater Horizon, un año después. 11 de marzo de 2011, Green Peace.

Ilustración anónima, Historieta mexicana de los 60's, Agradecimiento espacial MUJAM (Museo del juguete antiguo mexicano)



Cortesía: Posole con S

Desde el corazón de la calle Fábrica de Cartuchos No.12, en la zona conocida como “Bosques”, se localiza una verdadera joya culinaria que además de un excelente sazón goza de un impecable diseño de imagen. Este lugar, que desde el primer avistamiento evoca algún recuerdo de la infancia, está cuidado hasta el último detalle. Su decoración gira en torno a lo folk (el folk retoma los elementos más representativos de la cultura popular, es la más pura expresión del pueblo) y cabe mencionar que está muy bien lograda. La experiencia de ir a PoSoleConeSe se percibe en todo momento, desde tomar una michelada en vaso de veladora, agarrar una servilleta de un ring de lucha libre miniatura, hasta la posibilidad de aventarte un rezo exprés a los pies de uno de los santos que decoran las columnas del lugar. Qué importante es sentirse cómodo a la hora de comer, y si algo te hace sentir este lugar es estar familiarizado con él por lo que la comida es de verdad placentera. Tiene tantos elementos visuales y decorativos que es imposible no poder hacer conexión con alguno de ellos. Las máscaras de luchador en las repisas seguro traerán algún recuerdo perdido de la infancia y las muñequitas hawaianas que mueven la cadera seguro te recordarán la vez que las viste bailar en el tablero de algún taxi en el que viajaste. El colorido está por todos lados, parece una fonda, taquería, cantina, restaurante… ¡blah!, en palabras de uno de los dueños, Charly: “Parece lo que tú quieras”. Eh aquí el secreto de gustarle al instante a las personas, es un lugar con una riqueza cultural tan amplia que un oficinista, un maestro albañil, un borracho y una niña fresa se sienten como en casa. Además de que el servicio es buenísimo ya que los mismos dueños te atienden para asegurarse de que tu experiencia sea plena. En cuanto a la comida puedo hablar sobre mi experiencia que fue el poSolito de mariscos (camarón, pulpo, almeja, mejillón y calamar). ¡Qué poSole tan rico!, con su lechuga, rábano, orégano y demás condimentos tradicionales que hacen de este plato uno de los mejores del menú, que también cuenta con: poSole de maciza, surtido y pollo, además de tacos dorados, enchiladas y barbacoa los domingos. Aquí la sazón corre por la cuenta de Don Refugio Medina, “Don Cuco”, el padre

de Gabo (socio y responsable de la imagen peculiar de PoSoleConeSe), que lleva cuatro años dedicado a perfeccionar el sabor de su poSole. Para acompañar tu platito de poSole se recomienda probar un poco del mezcal de la casa, Espirituosa (Agave Espadín), elaborado especialmente para PoSoleConeSe. ¡Incluso el servicio a domicilio incluye una de estas coquetas botellitas! Hay muchas cosas que decir de esta extravagante poSolería pero si algo hay que resaltar son sus helados. ¡Por favor prueben los helados! Fueron tres sabores los que degusté: mango, mamey y elote, y los tres son realmente deliciosos. Si tuviera que quedarme con uno definitivamente sería con el de elote. Este helado viene en la hoja del maíz y se acompaña con nuez molida y un poco de cajeta, que hacen una combinación deliciosa. PoSoleConeSe es un tesoro escondido en la ciudad de México (en el Chamizal, zona comercial de Bosques de las lomas, Cuajimalpa) que debe ser descubierto por todos nuestros lectores, si gozan de esta publicación estoy seguro que gozarán de esta recomendación culinaria. Vale la pena visitar una pozolería que se toma el tiempo para no solamente servir un buen plato sino también para comunicar a sus clientes un concepto y una manera de disfrutar uno de los placeres más grandes que tiene la vida, ¡el buen comer! www.posole.com.mx @posoleconese SERVICIO A DOMICILIO: 28728013 (Santa Fe, Bosques de las Lomas, Interlomas, Vista Hermosa y Chamizal)

Ingredientes: -Clamato -Jugo Maggi -Salsa Inglesa -Salsa Valentina -Jugo de Limón -Camarón seco molido

Preparación: Escarchar un vaso con sal, agregar 3 cubos de hielo, verter 6 onzas de Clamato, 1 onza de jugo de limón, 3 toques de jugo Maggi, salsa inglesa y salsa valentina. Remover la mezcla para su integración. Por último poner el polvo de camarón arriba de la mezcla.






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