Palabras del Alma El coraz贸n ha hablado
Mario Eduardo Molina Hern谩ndez
Palabras del Alma
“Palabras del Alma” Obra Original Molina Hernández, Mario Eduardo Año: 2011 Editorial: Independiente Acapulco, Guerrero. México
Prohibida su reproducción total o parcial. Todos los Derechos Reservados.
2 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma
Expresarnos, correr riesgos y aventurarnos deriva esa alegrĂa que todos buscamos en la vida. -M. Eduardo Molina Hdez.-
3 M. Eduardo Molina HernĂĄndez
Palabras del Alma
¿Qué es “Palabras del Alma”? “Palabras del Alma” no es un libro de poemas, ni de historias ficticias; este libro fue escrito con esas palabras que a veces no sabemos cuándo es el momento para dejarlas salir, decidí llamarle un libro de cartas sin destino, ¿quién no ha escrito una carta a alguien y en el momento que se la deseas dar, simplemente te das la vuelta y destruyes esa carta? Pues en este libro están plasmadas esas cartas que algún día todos llegamos a romper, esas cartas que están llenas de sentimientos, de amor, de felicidad, de agradecimiento pero también de enojo, celos, desamor, tristeza y soledad. “Palabras del Alma” tiene en cada una de sus páginas sentimientos que en algún momento todos en esta vida hemos pasado. Hoy te invito a ti a que cuando termines de leer cada una de estas cartas, no guardes este libro, al contrario porque no dedicar una carta a ese amor que se fue, a esa madre que te ha amado, a ese padre que te hizo falta, a esa hermana a la cual nunca le has dicho te amo, a ese amigo que hace años que no ves, y a ese nuevo amor que ha llenado de alegría cada uno de tus días. Bienvenido a esta aventura llena de sentimientos, de amor y desamor, de alegrías y de tristezas, de metas cumplidas y sueños truncados; bienvenido al mundo dónde nadie habla, tan solo EL CORAZÓN.
4 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma
5 M. Eduardo Molina Hernรกndez
Palabras del Alma Hoy quiero Hola… Es la primera vez que escribo en estas hojas blancas, que a simple vista, no me expresan nada. Pero quiero escribirte a ti, aunque esta, mi primera carta no será una carta de amor, ¿Para qué? Si nunca hubo entre nosotros algo de ese sentimiento. Tú sólo te amabas a ti misma, tu vanidad te cegaba y nunca supiste que yo estaba ahí. Pero desde hoy comenzare a olvidarte y amare todo de mí. Seré mi propio amigo y me convertiré en mi más grande confidente. Calmare todas y cada una de las tormentas que dejaste en mí al marcharte. Ya no quiero vivir por vivir, o vivir tan sólo para recordarte. No quiero vivir para recordar un amor que vuela como el viento y que sólo vive entre mis pensamientos. Hoy quiero gritar al mundo que soy libre de toda melancolía. Hoy quiero hacer todo aquello que deje abandonado por seguirte. Hoy quiero ser yo. Ser ese yo que a tu lado no pude ser. Borrare tu sombra de mi habitación y la pintare de alegría. Hoy, quiero sonreírle a la vida. Levantarme y hacer a mis miedos correr lejos de mis esperanzas, y a ti borrarte de mí nuevo mundo, este mundo que hoy empiezo a construir. Ya basta de vivir por alguien que vive sin mí. Y vive feliz al verme morir de dolor. Yo te olvidaré aunque me cueste la vida y lágrimas, volveré a ser aquel hombre lleno de vida. Yo te olvidare, aunque ahora no lo puedas Y no es una simple promesa. Es una meta que me trace.
creer.
6 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma El olvido no existe He estado pensando cómo olvidarte, y me he dado cuenta que el olvido no existe. Es ilógico olvidar un recuerdo. Por muy malo que sea, o por muy bueno que parezca. Por haberme hecho feliz o infeliz. El olvido no es nada. Hoy quisiera que ese olvido existiera; lee y te darás cuenta del por qué… Cuanto diera yo por olvidar los malos tratos que me diste. Daría todo por no recordar ni la última letra de tu nombre. A pesar del tiempo, hoy todavía transitas en mis noches convirtiendo mis dulces y cálidos sueños en tristes e infelices pesadillas. Yo no te puedo olvidar. Y quisiera olvidarte para no sentir ni una gota de rencor por tu persona. Pero es imposible, simplemente no puedo. Aún recuerdo tus gestos, tu mirada, tu cínica sonrisa, tus mentiras idiotas, tus tratos absurdos y tus tontas caricias, que no conocen olvido ni sentimientos de amor. Te detesto desde lo más profundo de mí ser. Quisiera arrancar cada huella de tus besos que dejaste marcados en mi cuerpo. Pero me he dado cuenta que el olvido es mentira, el olvido no me ayudo. He dejado de quererte, de desearte y de amarte, pero no puedo olvidar que existes, y que en tan poco tiempo hiciste de mi vida un completo infierno. Quemaste mis ilusiones. Me convertiste en una persona que no era, me olvide que tenía una vida propia y simplemente me cegué al creer que todo lo que pasaba me hacía inmensamente feliz. Ahora sólo puedo decirte que si existiera el olvido, simplemente no existiera esta carta.
7 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Vete con él Ha pasado tanto tiempo desde que te fuiste pero finalmente el tiempo se ha encargado de quitarme esta venda de mis ojos. Finalmente comprendo, que la razón de todos tus desprecios tiene un motivo, un motivo que no tiene mi culpa si no el nombre de él. Él que me ha robado tu amor o pensándolo bien, no me ha robado nada. Tal vez nunca fue mío tu amor. No quiero imaginar cuantas noches dormiste conmigo, yo velaba tu sueño y tú pensabas en él. No quiero pensar cuantas veces llegaste a casa llena de besos que él te daba. Cuantas veces me clavaste por la espalda un duro golpe de traición. A mí, el único hombre que de verdad te amo. Ahora tengo miedo de confiar en alguien más. Y tengo pena de caer en el error de generalizar, de creer que todas las mujeres son iguales, que sólo quieren hacerme llorar, es estúpido pero lo he pensado. Todos mis amigos dicen que si te fuiste de mi lado fue porque algo te faltaba, pero dime… ¿Qué te faltaba? Si sólo me dedique a darte todo, te di hasta mi vida en cada segundo. Te di mi alma y de mis sentimientos te di el más profundo de ellos. Dedique cada uno de mis días sólo para hacerte la mujer más feliz. Si algo te faltó tal vez fue un poco de indiferencia e independencia, porque no pudo haberte faltado más nada. Hoy me han llegado rumores que sufres a lado de él.
8 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Que no es el hombre que pensaste que era, ¿qué puedo hacer? Reírme jamás, nunca me burlaría de las penas que albergan a otra persona… ¿llorar por ti? Prometí no volver a hacerlo. He recibido tus llamadas y no he querido responder, una vez te dije que ya no sería yo tu salvación, te perdoné muchas veces tu traición, pero esta vez no seré ni tu consuelo. Todo lo que tenía por darte ya te lo di. Ahora si sufres y necesitas amor, pídeselo a él. A él que es por quien hace años me dejaste llorando sin encontrar la calma, él que hizo me abandonaras como muchas veces lo hiciste, cuando más te necesitaba. Vete con él, a ver si hoy te da la milésima parte de lo que yo te di.
9 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Amor es fantasía Era un aficionado de tus besos y caricias que me hacían temblar de amor y llorar de felicidad. Suena algo infantil y cursi decirlo, pero es la verdad. Tu amor era aquello que quería y anhelaba; por lo que luchaba contra todo y contra todos, olvidándome de mí mismo, de mi espacio y de que tenía una vida propia. A pesar de siempre tener en mi rostro una postura valiente te confié mis temores, tú me brindaste tu calor, y así logre confiar en ti, te di mi amor, y luche por darte lo mejor de la vida… ¿Y para qué? Para nada. Fui sólo un niño que vivió de tus mentiras Fui sólo un iluso que te entregaba la vida en cada beso, en cada suspiro. ¿Dónde estás ahora? ¿Riéndote de mí? Recuerdo uno de tus enojos, cuando me dijiste que yo sólo vivía de fantasías, de falsas esperanzas; y tenías razón, tu eres solamente una mujer de fantasía, no eres capaz de tener un amor en la vida real y cuidarlo con verdades, tan sólo vives de mentiras, mentiras que me hirieron el alma tan profundamente con dagas de maltratos, desprecios, infidelidades y tantas cosas que es mejor ya no volver a recordar. Hoy en mi presente, sólo puedo pensar que tu amor no era verdadero y que yo amé a un ser imaginario, que me transportó a diversas emociones de las cuales, hoy no queda más que el recuerdo sin satisfacción, con la incertidumbre de imaginar que sólo yo fui el ingenuo que las creí reales. Pero no es mi culpa, yo sólo te amé sin condiciones, a pesar de que cuando me dejaste, día a día seguía dudándolo, hoy te veo con otro y ya no dudo más que todo el amor que me diste fue un amor de falsedades, de sensaciones indescriptibles, si, así era tu amor, un amor de fantasía.
10 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma No fuiste tú quien gano Ayer que recibí tu carta, me di cuenta de que me desprecias, que te sientes más mujer, sólo porque dices haber jugado conmigo, pero hoy te contestare a todas esas palabras que sólo escribiste por simple coraje porque fui yo quien te abandonó. Siempre creíste que jugaste con este loco enamoradizo, pues debo decirte que en esta historia quien jugó, se divirtió y ganó este juego de falso amor, fui yo. Ahora sabrás el porqué. Mientras tú me dabas simples y estúpidos besos, yo tenía a mi lado a una verdadera mujer de la cual si me enamoré, ella no me daba sucios besos, sino que me hacía volverme loco con sus caricias y abrazos. Personas como tú, niñas tontas, sobran en este mundo, que te quede claro, nunca significaste nada para mí, sólo fuiste uno más de mis caprichos, pero como todo capricho, después de un tiempo me aburriste. Quiero que te quede más que claro que tus palabras no me lastiman, tus palabras, sólo me dan risa… Te digo todo esto para que entiendas y nunca olvides que sólo fuiste una más en mi larga lista de juguetitos. Mientras tú “jugabas” conmigo yo me asqueaba de tus besos y ¿sabes? jamás daría la vida por una mujer y menos por una niña como tú, que se cree el centro del universo, que cree tener decisiones propias pero, no sabe ni lo que quiere de esta vida. Si piensas que esto te lo digo por ardor, déjame decirte que me ardió tanto, que me muero de risa al recordar que te hice llorar cuando te dije que nunca sentí nada por ti. Hoy nos vimos a la cara y cuando me gritaste que mi vida no sería igual, no podía entender el por qué lo decías, pero pensándolo bien, tienes toda la razón, mi vida no será igual, ahora sin ti a mi lado, será mil veces mejor, porque fui yo quien triunfó en este juego de amor.
11 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Ya es muy tarde Hoy la melancolía invade mi vida y como no hacerlo, si ya ha pasado un año desde que escuche ese adiós de tu boca, ese adiós que me dolió hasta el corazón. Recuerdo aquel momento en el que te conocí, de pronto cambiaron mis expectativas de la vida y mi modo de vivir, pensé que sería lindo vivir a tu lado una nueva emoción, para olvidar mis fantasmas del pasado, para dejar de sufrir por un viejo amor que no era para mí, que se fue alejando con los días y con la vida, dejándome sin aire, sin fe y sin esperanzas. Te vi a ti como la nueva luz que me llevaría a aquel feliz camino del amor. Y te di mi corazón, me enamoré como un niño estúpido de ti, a pesar de haber luchado para no caer, para no darte todo de mí, te fuiste metiendo en cada uno de mis sentimientos, ganando la batalla entre mis esperanzas y desesperanzas, hasta que me tenías allí, te adueñaste de mí, me hiciste completamente tuyo. Te di toda mi vida, te di todo mi amor, te di mi calor, mi fe. Y también lo destruiste. Porque del amor no sabes nada, sólo sabes cómo es ser falsa, solamente sabes destruir a quien te ama. Le pido a Dios, borrarte algún día de mi vida. Y te pido a ti que desaparezcas para siempre de mi camino, no quiero odiarte, ni recordarte, ya tu amor no merece mis lágrimas. Yo te di mi corazón y lo despreciaste, perdiéndolo para siempre. No me busques, ya es muy tarde.
12 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Me dejaste sin poder amar Nuevamente hoy vuelvo a recurrir al viejo truco de escribir mis tristezas en esta hoja en blanco, que no me juzgará. Tengo tantos resentimientos dentro de mi corazón, tengo tanto dolor y tal vez odio, odio hacia aquellas personas que me hirieron el alma y que cambiaron mi vida, mi forma de ser, de vivir y tal vez hasta mi destino. Ahora sólo debo buscar en el olvido esa paz que nunca he encontrado, esa paz que se me ha negado. Que puede hacer un mortal como yo cuando ha perdido el valor y el deseo de ser mejor. Cómo puedo decir a alguien que reciba mi amor, cuando no sé si el amor que doy sea aquel que dura toda la vida. Quiero llorar todas las penas de mi alma y hacerlas desaparecer. Pero he terminado mis lágrimas y ahora sólo quedan reproches, ahora sólo queda inestabilidad, ahora sólo quedan lágrimas de rabia, ahora sólo queda nada, nada de lo que pude haber sido. Ahora sólo puedo saber que soy infeliz y tú eres una de las causas. Creí en ti como en nadie en mi vida y aun así me diste desdichas, me diste penas y por tu abandono me hundí en la terrible melancolía de amar a un ser sin sentimientos. Después con una cara ridícula volviste a buscarme pensando que podías encontrarme de nuevo y te digo ¡No! no te veré jamás como aquel ser perfecto que fuiste para mí. Es casi increíble haberte amado, parece que no existes, sólo has dejado esa maldita huella de horror en mi corazón. Ahora vivo entre el odio y el dolor, gracias a tu extrema maldad de hacerme llorar como nunca nadie lo hizo, cuando creí haber encontrado la salida, y haberte dado el último día de agonía, me doy cuenta que me quede sin ganas de volver a amar.
13 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Nunca existió ese amor Nunca fui lo que creía, sólo me hiciste sentir en el paraíso, viviendo en el infierno que no conocía. Pensaba que me amabas y únicamente me mentías. Fui el juguete de tus ironías. Fui el instrumento que te divertía. Estaba allí siempre, dispuesto y atento cuando querías que te hiciera sentir la mujer más bella, la más feliz. Pero tú nunca estabas para mí. Estaba ciego. Te amaba. Y ahora no queda nada. Nada de aquello que ahora intento mandar al olvido, y que me hace pedazos cada vez que recuerdo. ¿Por qué jugaste conmigo?, ¿por qué me hiciste la vida imposible? ¿Por qué no me dejabas buscar amor en otro lugar?, ¿por qué no me dabas la libertad de ir buscando la felicidad? ¿Por qué fuiste tan egoísta destrozando mis ilusiones, hiriendo mis emociones?, ¿por qué dejaste que todo terminara así? Dime ¿de qué te vengabas? ¿De la suerte de tu vida? Te juro me destruiste, me hiciste un ser inexistente entre todo lo que existe. No sé si volveré amar, no sé si te odiaré para toda mi vida. Porque te di todo y mucho más de cuanto pude y nunca, pero nunca fui perfecto para ti.
14 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Tu hipocresía Tu hipocresía me fue hiriendo lentamente hasta verme en agonía, me fue llevando a un mundo oscuro donde mi ser ya no existía, era infeliz, ya no sonreía. Tu hipocresía fue una cruel daga que mato mis esperanzas. Que causo miles de heridas en un solo corazón enamorado. Sufrí, llore, me humille, supliqué perdón sin haber hecho nada, mate mi juventud que estaba llena de oportunidades a cambio de un maldito amor que me hizo tanto mal. Tu hipocresía me llenó de ira, me convirtió en una persona triste y vacía, pésimo en el amor, al olvidar que existía la confianza. Ahora el amor me era indiferente. Ya no luche por tenerte, porque tú no me merecías, pero muy tarde me di cuenta. Tuve que sufrir, tuve que llorar por recuperar mi autoestima, tuve que nadar en un mar de incertidumbres. Tuve que ser un alma sin dignidad por amar a quien no me amaba. Por amar a quien sólo me mentía sin razones y me hería sin piedad. Yo te odio y odio tu hipocresía, porque me hizo cambiar, hizo cambiar mis ilusiones y mis credibilidades, me hizo ignorar mis oportunidades para volver a amar. Pero te lo dije y te lo repito, de mi amor ya no te burlaras, ya no me veras llorar, ni suplicar perdón, todo eso se acabó. Sólo eres una hipócrita que no sabe amar, que sólo hace sufrir, ya no serás más nunca mi amor…Entiéndelo nunca más, nunca un perdón, ni una humillación más. Este es mi último adiós, el adiós sin regreso, el adiós que no se borrará con disculpas.
15 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Corazón cobarde Escribo esta carta con un dolor que nunca antes había sentido. Estoy en el olvido, estoy en un camino oscuro y sin salida. Tu frustraste mis grandes anhelos de amarte como a nadie en la vida, no sabes amar y no sabes luchar por amor, te rindes en el primer obstáculo que encuentras, te pierdes en la nada y me dejas por nada. Eres un corazón cobarde que no sabe pelear por lo que realmente quiere porque aún no sabe lo que quiere. Me ves sufrir, me sientes llorar, te llamo y no respondes, me miras y me ignoras, no sientes nada. No pienses que te pido compasión, tan solo quería comprensión y sinceridad. Porque esta historia me está dejando sin ánimos ni esperanzas. Que tristeza es saber ahora, que me enamoré de alguien que no siente nada por mí, de alguien que no busca la forma de que estemos felices, que lo único que buscaba era su propia felicidad, y deja que quien lo ama sufra ese dolor en su lugar. En el primer problema difícil bajas el rostro y te vas corriendo, lejos de mí. Tú eres sólo eso. Un corazón cobarde que de amar no sabe nada, sólo sabe lastimar y dejar heridas que liquidan sin piedad. Tú eres sólo un corazón cobarde que algún día sentirá el dolor en lo profundo de su alma y no te lo deseo, no te deseo el mal, pero la vida es una escuela en donde aunque no quieras aprenderás y me vas a recordar, él jugara contigo, te manejara a su antojo, te hará humillarte y suplicarle, y tú, estarás tan enamorada de él como yo lo estuve de ti, te cegarás y obedecerás a él que sin darte cuenta se convertirá en tu amo y señor. Te juro lo harás, pronto te humillaras, sufrirás y llorarás más de lo que yo lo hice cada uno de los días que estuve contigo.
16 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Hazme un último favor Hola… Una vez más mi silencio sorprende a todos, pues ayer estaba tan feliz, y hoy soy una persona vacía y que no puede sonreír. Su partida borro de mi alma mis mayores anhelos, tumbo mis esperanzas y dejo destrucción. Es por eso que regreso a ti mi fiel amiga, tú que todo sabes de mí, tú que me has escuchado siempre. Esta vez no busco que me ayudes a recuperarla, esta vez no quiero que alivies el dolor que ella dejo. Fiel amiga, tú la reina de la melancolía y de los sufrimientos, a ti, quiero pedirte un último favor. Sera el más fácil de todos, pues este favor es tu especialidad. Quiero que vayas con ella, te vuelvas su sombra, y hagas que nunca más vuelva a ser feliz, que cada que encuentre un nuevo amor, su corazón sea destruido y abandonado por esa persona. Hazme el favor, de recordarle que todo en esta vida se paga y que ella tendrá que pagar por haber echado a la basura todo lo que algún día hubo entre nosotros. Cuando cumplas con este último favor quiero que vengas, me digas que has cumplido y te daré esa recompensa que tanto has buscado en mí, fiel amiga, te daré mi vida, te entregare cada gota de mi sangre… Sólo te pido que la hagas sufrir tanto como yo sufrí con su partida. Cuando muera, regresa con ella y dile que fue por mí, por este hombre que dejo ir, por el cual ella sufrió todo lo que sufrió. Ríete de ella y después mátala como a mí, pero no olvides decirle tu nombre… Soledad.
17 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Cyber encuentro Un día más, que de nuevo no te encuentro, ha pasado ya un mes desde nuestro primer cyber encuentro, la verdad desde el primer día me cautivo tu forma de ser, tu forma de decirme todo eso que te distingue… Por eso es que no he dejado de pensarte ni un segundo, desde aquella tarde, que sin pensarlo te encontré en el cyber espacio. Sé que es absurdo decirte que te extraño y que te quiero mucho si sólo hemos tenido contacto una sola vez y ni siquiera en persona sino tras una pantalla… Pero es que ese día que “platicamos”, que nos contamos nuestras experiencias, me di cuenta que te robaste mi confianza y mi corazón, si muñeca, te robaste mi vida, tú que aunque existes sólo eres un ser imaginario que se encuentro tras un computador, alguien que no conozco y que muchos dicen que me miente, pero confió en ti y así me mientas, yo te estaré esperando para tener otra vez un cyber encuentro. Diario en cuanto amanece corro a la computadora y la enciendo para saber si te encuentras en el espacio, ese espacio que desde hoy considero nuestro… Mi madre me regaña pero no importa, con tal de esperar el día en que vuelvas a escribirme un “Hola”. Sé que esta carta nunca estará en tus manos, pues ni tu dirección conozco, aun así necesitaba desahogar todo lo que siento por ti, todo lo que me hiciste sentir desde el primer día cuando te conocí, en que conocí a alguien que sigue siendo desconocido, pues dudo algún día ver tu rostro.
18 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Tengo que acabar de escribir, porque cada palabra me duele, al pensar que tú nunca podrás sentir algo por mí, por este adicto al cyber espacio, por este adicto a ti, y a tus palabras. Si un día te vuelvo a encontrar créeme que ahora si no callare lo que siento, porque tal vez será muy tarde para poder decírtelo, así me rechaces sólo quiero que sepas cuanto es que te quiero y todo lo que provocas en mi cada que una palabra llega a mi monitor, pero lástima que todo sea por el Cyber Espacio, ese espacio que aunque es nuestro, es imaginario.
19 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma ¿Qué es el amor? Escribo en la desesperación, al no tenerte entre mis brazos, al volverte a perder, sin duda, esta es la pérdida más dolorosa, no fue un simple adiós, sino el más doloroso de todos, después de ese adiós, continuaron los insultos, reproches y desdichas. Y sigo sin saber cómo es que existes, cómo es que vives entre todo lo que me rodea, y como es que puedo llamarte… Todos te llaman amor, pero ¿qué es el amor? Que es lo que tú haces para que todos te digan así… Quisiera saber por qué conmigo has hecho que me pierda entre ti y después te vas sin razón. Amor, es sufrir por alguien, es llorar en la oscuridad pidiendo una nueva oportunidad o ¿es entregar mi propia felicidad a cambio de la de la otra persona? Quiero saber, como es que ella se fue dejando este vacío, si ella decía que me amaba, que daría la vida por mí, que yo era su felicidad, acaso ¿se acabó el amor de un día para otro? Cómo paso, necesito una explicación de usted el señor amor, como hacer para olvidarla, como hacer para borrar de mi boca y mi mente sus besos, sus caricias, sus bellas palabras y hasta su sonrisa. No quiero morirme sin saber qué es el amor, como se vive y se disfruta, y cómo se hace para mantenerlo siempre… O acaso ¿es una palabra inexistente que la invento un tonto que no sabía de lo que hablaba? Me voy, pero esperare su respuesta, de qué es el amor, como se disfruta y como se mantiene. Cómo es que ese amor, es sin duda el mayor sentimiento que puede hacer sufrir.
20 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Tu regreso Hoy te mire de nuevo, regresaste, con tus falsas promesas y lágrimas que ni tú te creías. Regresaste con la firme intención de querer borrar todo el mal que hiciste, pero que ilusa eres, piensas que el dolor que causaste se borra tan fácil. Cómo olvidar todo el daño que causaste, como borrar de mi cuerpo los besos grabados que dejaste, esos besos falsos sin amor, sin sentimiento. No te odio, pero siento un rencor inmenso por ti, tengo resentimientos guardados que cuando me acuerdo de ti salen a pisotear los buenos momentos vividos a tu lado, todo lo que me hiciste sufrir, es aquello que me hace dudar de las verdades que tal vez hoy me vienes a decir. Fuiste mi primer amor, mi primera ilusión, fuiste la dueña de mis sueños, fuiste todo lo que yo quería, y me pagaste de la peor manera, sé que yo también cometí errores, soy un ser humano como tú, pero mis errores no fueron hechos para lastimar, sino porque no sabía que la vida era así de difícil. Mis errores no se comparan con los tuyos, pues el peor de tus errores fue haber hecho sufrir a alguien intencionalmente, y más cuando ese alguien hubiese dado la vida por verte feliz. Lloré hasta más no poder, deje mi vida por verte feliz; pero aquellos malos ratos ya fueron superados, superé todas las noches que pase encerrado en mi habitación mirando al cielo, contando las estrellas como si al terminar de contarlas tu presencia me iluminaría. Recuerdo como te llamaba llorando y tú no me respondías, llore escuchando nuestras canciones, aquellas que en cada nota decían un te amo. Perdí mi dignidad por darte todo y a cambio recibí tus desprecios y al final me quede solo.
21 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Pero hoy que regresas, lamento decirte que aprendí a hacer mi vida sin ti, que hoy vivo por mí, para mí, no por ti. Después del tiempo que paso, vienes a pedirme que seamos amigos, cómo crees poder ser mi amiga, no se siquiera como hacerle, como olvidar todo el daño que me hiciste. Te lo juro, no te odio, pero algo me dice que tengo y debo alejarme de ti, no es amor, acabaste con todo el que había para ti. Hoy, aunque intente creerte, e intente perdonarte, ya nada sería igual, pues hoy tengo un nuevo amor, que me dedica su tiempo, su amor, y hasta sus pensamientos; el amor que soñé es el que hoy tengo a mi lado. El amor que sentía por ti, se fue, te amaba con todo mi ser; mis sueños y esperanzas eran las tuyas, pero le provocaste tantas heridas a mi alma que aunque hay amor en mí, aun no se curan por completo. Y aunque hayan pasados los años y el amor que te tenia se allá esfumado, aunque ya no ruede por mi mejilla una lágrimas más por ti, aún existen en mi corazón rencores que a tu regreso me impiden aceptar tu perdón.
22 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Al menos yo sí ame Bebí para olvidarte, y lo único que logré fue recordarte. Los recuerdo que llevo de nuestro amor, no son tan maravillosos como hubiese deseado, sino todo lo contrario, son los que más me lastiman, cada que recuerdo el tiempo que estuvimos juntos siento morir de la rabia. Me doy cuenta que nunca supe quien eras en realidad, jamás imagine que me mentías y jamás imagine que cada palabra que salía de tu boca estuvieran llenas de hipocresía. Odio tener que reconocer, que te amé con todo el amor del mundo, que te amé como nunca antes había amado. Odio reconocer que tu traición me hundió en la melancolía, me hundió en el dolor más profundo que un hombre allá sentido. Trituraste mi corazón en mil y un pedazos, destruiste mi alma, acabaste con mis anhelos, borraste mis ilusiones y te adueñaste de mi ser, mi vida, mi todo; hoy estoy sin nada, sin nada para dar y nada que esperar. Respiro, por eso estoy vivo, pero por dentro el corazón ya no siente, estoy muerto en vida. Hoy si te puedo decir, te odio con todas mis fuerzas, con las mismas fuerzas que te amé; hoy maldigo aquella tarde de verano en que te conocí. Sin duda el día en que te conocí, conocí el amor, pero fue ese mismo en día en que empezaste a hacer de mí, un hombre lleno de desdichas, y cuando partiste dejaste huellas que saben a traición y huelen a mentiras. Y después de todo el daño que me causaste, dice que me estoy muriendo por ti; estoy más que seguro que mi dolor es el motivo de tu alegría y sientes una inmensa satisfacción, pero he llegado a concluir que si yo vivo con tristezas, tu eres un ser triste, naciste siendo triste, y dedicaste tu vida a destruirme, porque tu espíritu es más que superficial, es algo inexistente, tú y tu amor eran fantasías, pero me quedo con una sensación de que en todo esto, al menos yo ya sé lo que es haber amado.
23 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Todo tu amor, una falsa actuación Hola. No te preocupes esta carta no tiene como fin buscar una reconciliación, después de tanto insistir y de tanto luchar contra viento y marea he comprendido que nuestra historia ya no existe. Tengo tantas cosas metidas aquí en mi pecho y en mi mente que necesitan salir para quedarme tranquilo y en paz con ese amor que yo sentí, ese amor tan puro y sincero, aquel amor que cuide más que a mi propia vida. Quise tenerte aun sabiendo quien eras. Lo sé me lo advertiste varias veces, me dijiste que no querías hacerme sufrir y que tu corazón no quería saber de amor en ese momento. Pero aceptaste, claro, porque negarlo, aceptaste después de mi insistencia. Perdón, pero estaba realmente enamorado. A pesar de que hoy vivo entre penumbras el silencio me grita, me irrita, me trata como un pobre miserable, un idiota enamorado, como un perdedor de nada, me trata como un tonto que sólo quiere saber una verdad. Dime ¿cómo has podido fingir tanto? Todas aquellas noches de pasión, en las que éramos uno tu y yo, me hacías sentirte tan mía, y como un loco recorría tu cuerpo húmedo y caliente al mismo tiempo. Temblabas entre mis brazos, también cuando me besabas. Y como un niño te creía todo. Yo iluso pensaba, ahora me ama, tanto como yo la amo a ella. Y sólo era una novela. Una novela en la que era yo el perdedor. Y tú quien se burlaba de todo mi amor, de mí que me desbordaba de amor, pasión y deseo por ti. Dime ¿cómo pudiste actuar y después decirme un frio adiós?
24 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Me trataste como un juguete, que después de haberlo gastado hasta el cansancio, lo tiraste a la basura. Sólo dime porque jugaste con mis sentimientos, haciendo que crecieran mis ilusiones, porque te entregabas a mí en cuerpo y alma, borrando mis dudas y haciéndome ilusiones, alimentando mis falsas esperanzas. Dime, explícame, ¿cómo fue que pudiste hacerme todo esto? Ese será el último favor que te pida a ti, mi actriz. Porque a pesar de haber jugado conmigo, haberme pisoteado como lo hiciste, creo que no es justo que ahora me digas adiós, sin ninguna explicación de porqué me convertiste en tu juguete, todo ese tiempo. Dime tus verdades, por más duras que sean, la tormenta ya paso, y a pesar del dolor aún sigo vivo, perderte fue lo peor, qué más da si hoy me dices algo que es obvio, si, que fuiste una actriz jugando su mejor papel de la vida. Adelante, no te quedes callada, ahora ¿eres tú quién teme? No temas, no te hare nada, has ganado esta guerra. Sólo quiero escuchar y sentir de tus labios estas difíciles palabras de desamor, que créeme ya no podrán dañarme, mi corazón tú lo convertiste en un puñado de lágrimas, ya no sufre, ya no siente dolor. Explícame, a que te supo nuestra historia que fue sólo una novela y tú la actriz protagonista. Esperare tu respuesta con ansia, sólo así poder sacarte de mi mente, de mi alma y borrar las marcas que dejaste en mi cuerpo, cuando lo besabas cada que te hacía el amor. Ese amor, que fue sólo una falsa actuación.
25 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Adiós sin regreso Recuerdo como si fuese ayer aquel día en que vi tus bellos ojitos azules, despedirse de mí, brillaban como estrellas, tal vez ocultando lágrimas. Había en tu blanco rostro una sonrisa fingida y en mi corazón un fuerte dolor que a olía despedida. “Te esperaré” fueron mis últimas palabras, sufriré, me murmuro el corazón dentro de mí. Tenía mil esperanzas contigo, todas y cada una llenas de amor y de inocencia. Recuerdo aquel tiempo de infantiles y a veces torpes miradas, era la primera vez que amaba con toda el alma. Amaba con una inocencia perdida, creía en el tiempo y en los momentos que algún día vendrían. Había cumplido apenas 15 años, la edad en que todos tenemos nuestro primer amor. Mis labios no pronunciaron jamás una sola palabra de amor, por miedo a todo, todo lo hice con miradas, las miradas que ahora no me sirven de nada. Nunca pensé que aquella etapa marcaria mi vida para siempre y no me permitiría gozar en mis experiencias futuras. Aun así creí que volverías. Espere hasta el último momento pensando y llorando por ti. Necesitaba que llegara aquel tiempo para confesarte mi infantil amor que vivió conmigo toda mi adolescencia. Pero jamás viniste. Ahora sólo tengo una duda que me come por dentro, que me dice en silencio, ella no te amaba.
26 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Era sólo un amor platónico, era sólo una esperanza, de esas esperanzas que hay tantas. Una esperanza pérdida. Hoy cumplo 26 y aún recuerdo tu adiós, pero en mi corazón aún vive una duda del que hubiese sido si te habría confesado mi amor o si las cosas hubieran sido diferentes. El tiempo me obligo a ocultar este amor y meterlo en el espacio más profundo de mi alma, para que no pudiera lastimarte, pero me duele la duda, me lastimas los recuerdos. Me lastima tu adiós sin regreso. Mi pequeño amor secreto.
27 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Te perdí Desde la soledad de mi triste y sola habitación, escribo mi sentir sin herir a nadie. Ya el tiempo ha pasado y junto a él se ha llevado todo tipo de momentos, de instantes y mi juventud. Ya nada es igual y el pasado nunca volverá. A veces pienso que es cuestión de mente y cuerpo. Y no de tiempo. Pero tú vives en mi alma. Escondida entre mis silencios, hundida en mis remordimientos. Habitas en mí ser desde mucho tiempo. Caminas día a día entre mis recuerdos. Recorres mi cuerpo, vives en mi sangre, en mis venas, si quisiera quitarte tendría que morir, pero aun así sospecho, que después de mi muerte seguirás viviendo en mí. Te perdí como se pierde una vida en un camino equivocado. Y al perderte me perdí, entre canciones y temores. Ambos atormentándome, en cada canción, esas palabras de amor que me decías y en cada miedo mi salida era a tu lado. Te perdí sin haberte siquiera tenido y mis esperanzas de esperarte murieron al comprender que no serias mía nunca, que a alguien más ya pertenecías. Te amé como se ama profundamente a un ser en este insólito mundo lleno de injusticias. Te amé como nunca amaré jamás y no te olvidaré hasta morir de dolor, del dolor de la ausencia. De tu ausencia. Te perdí y al perderte me perdí en ti.
28 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Sé que me has olvidado Te escribo esta carta con mucho dolor para decirte que no he podido olvidarte, a pesar de que día a día lo he intentado. Yo sé que por tu parte las cosas son diferentes, me han dicho que eres feliz y que en aquellas tierras lejanas encontraste un hombre que hoy ocupa mi lugar, me han dicho tantas cosas que sólo me lastiman. Perdona si mi carta llega a molestarte, no es ese mi objetivo. Te escribo por una necesidad profunda de mi alma, necesito desahogarme, necesito al menos decirte como me encuentro, aun sabiendo que no puede importarte. Ya el tiempo pasó y se llevó con el mi felicidad, si, a ti, tú eras mi felicidad. Ahora sólo me quedan los recuerdos, los momentos, las canciones; las imágenes de tu sonrisa y tu bella mirada que me hacían sentir el hombre más afortunado de esta tierra. Pero hoy tu mirada pertenece a otro. Desde que me entere mi alma se apagó y los días han perdido su sabor, su color, la emoción y yo he perdido el deseo de amar, porque como te amé a ti jamás amare a nadie más. No quiero por nada importunarte y menos hacer sentir mal a la persona que está a tu lado, seguramente lo estará si sabe de mi carta, es algo natural, pero que quede claro que no quiero arruinar tu relación y menos causarte problemas, sólo necesito contar contigo al menos para esto, al menos para decirte todo aquello que me va destruyendo día a día. Me conozco y al menos un poco me conoces, después de esto, nunca más vas a saber de mí, nunca más buscare un contacto contigo. Tienes mi palabra de honor. Deseo que seas feliz siempre, gracias por aquellos momentos y las grandes emociones que me regalaste.
29 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Las mismas que ahora no me dejan vivir en paz. Siento tanto tener que escribirte de esta forma tan pésima, pero de esta forma es como me siento. Eres una huella que vivirá en mí todo el tiempo hasta el último día de mi vida. A partir de hoy luchare al menos por no sufrir con este amor que todavía vive en mí. Y recuerda que siempre te amaré aunque ya nunca vuelvas a mí.
30 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Todo por ti Me pongo a escribirte a ti de nuevo, la causante de mis más grandes penas, aquella a la que le di todo y no me dio nada; hoy me puse a recapacitar que hice mal pero me he dado cuenta que de ti todo por ti. Por ti fui capaz de cualquier cosa. Por ti desafié mi mundo, por ti dejé mi lugar donde nací, cambie amistades, me aleje de mi familia y hasta te puse por encima del amor hacia a mi madre. Por ti dejé mi vida, mis sueños, mis amigos, mis hermanos. Y creo haber dejado hasta mi propia alma para que tú entraras en mí e hicieras lo que tanto deseabas hacer. Por ti, sólo por ti. Creí que lo eras todo. Creí que me harías feliz. Y sólo lo hiciste pero fue tan poco el tiempo, que hoy no sé porque aguante tanto dolor por tan poco amor. Aun escucho el eco de tus gritos y tus ofensas que duelen, que matan, que hieren. Mis amigos se han burlado, de ver que me sometiste a tus caprichos y todo por tus encantos, esos encantos de mujer que me hechizaron y me hicieron ser quien no era. Has tocado las partes más vulnerables de mi ser. Has hecho que mi corazón de deshaga como el hielo bajo el sol y se convierte en agua, agua que se escapa de las manos, mis manos. Pero así como hoy me doy cuenta de que di todo por ti para recibir migajas de amor, he decidido que no estaré nunca más en tus manos ni en las de nadie. Me has hecho mucho, mucho mal. Acabaste con cualquier sentido de supervivencia, acabaste con todo lo que había en mí.
31 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Pero a pesar de todo no siento odio, no siento nada, sólo quiero llorar hasta quererte un poco menos. Sólo quiero pensar que fuiste un capítulo más del libro de mi vida, el capítulo que fue escrito con lágrimas; pero estoy seguro que al voltear la última página de este capítulo, las líneas serán más claras, porque brillará de nuevo el sol en mi mirada. Pero por ti, y sólo por ti, por haberte dado todo y no pedir nada a cambio; hoy, hoy soy un hombre destrozado sin ganas de continuar escribiendo el siguiente capítulo, en mi libro de la vida.
32 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Asesina, ese es tu nombre. Escribo esta carta con el alma en pedazos y con lágrimas en mis ojos. ¿Cómo has podido hacerme este mal? Has matado un pedacito de nosotros. Has matado un pobre ser humano que nada debía en este mundo, que el solo hecho de su existencia lleno mi vida de felicidad. Sé que no era tal vez el momento en que lo planificamos, pero Dios lo decidió por nosotros. Has matado una parte de mi ser. Una razón que me daría alegría. Una almita que te mira desde el cielo y a pesar de ser tú su asesina, él no te reclama nada. Eres una vanidosa, poca mujer, un ser superficial, por no perder tu belleza demostraste poco amor a la vida, tu poco interés por tu sangre, por una parte de ti. Has matado un ser humano al abortar, no me digas que no querías o que no lo sabías, sonaría ilógico escucharlo de alguien como tú. Jamás pero jamás te voy a perdonar, te pido por favor no vuelvas a mi con lágrimas falsas que sólo harás que te odie más de lo que ya lo hago. Tú no tienes alma, no tienes corazón, no tienes el valor de sobresalir en la vida. No eres la mujer que yo pensaba. Maldigo la forma en la que intentaste demostrar tu amor, matando a mi hijo, a un hijo que nunca pude ver. No tienes corazón, no tienes valentía, tú no sabes más que de cobardía. El motivo de esta carta es para decirte estas verdades que nada sirven ahora porque no me pueden hacer sentir mejor, pero también quiero pedirte que no vuelvas a cruzarte en mi camino. Y si algún día me ves, ten por seguro que yo no te vi ni te conozco. Jamás te lo perdonare. Era nuestro hijo y se fue sin poder recibir un abrazo de un padre que lo amaba antes de nacer. Era nuestro hijo y tú eres su asesina, si, asesinaste a mi hijo… No te quiero más por mi vida, asesina, a partir de ese día, ese es tu nombre.
33 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Último adiós Una vez más escribo estas líneas, para aliviar mi desesperación, para tratar de escribir mis sentimientos sin que nadie pueda juzgarme. Sin que nadie me pueda decir si hago bien o hago mal. Yo sé lo que hago, mal o bien acepto mis errores. Yo sé que hago mal recordando un amor del pasado. Un amor que no fue amor, fue sólo una ilusión que se alimentó de palabras y deseos sin cumplir. Un amor que me ayudo a no creer nunca más en una promesa, que al final son tan sólo tontas palabrerías. El adiós más triste fue cuando te vi partir, dejándome así, diciéndome adiós, con tu mirada triste, con una lagrima escondida y en mi corazón un dolor que no he podido curar a pesar de todo este tiempo. El adiós más triste fue aquel que me marco la vida para siempre dejándome con la duda de lo que pudo o no pudo ser. Un amor con imposibles, sin razones de ser, sin razones de existir. No entiendo porque es así la vida. No entiendo porque no me dio la oportunidad de tenerte a mi lado un poco más, aunque no fuera para siempre, tan sólo un instante, un minuto, un segundo. Aunque al perderte nuevamente mi destino seria solamente una muerte más dolorosa. Y es así como maldigo aquel día… Porque fue ese día de tu adiós, el adiós más amargo, el adiós más desconsolador…Simplemente el adiós más triste.
34 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Si te vi no te conozco Ya me he enterado de tu regreso, personas que conocemos me han contado que te vieron. También sé que tu cobardía sea ha vuelto más grande, y que sigues siendo tan poco madura y razonable ante la vida, ante el amor y ante los que te aman. Tal vez te preguntes que me ha orillado a escribir esta carta; sé que para ti no soy nada y quienes me conocen y me quieren me han dicho que escribirte es una humillación. Pero estoy seguro que no es así, pues de humillaciones me cansé. Me humillé ante ti cientos de veces, tal vez miles; me humillé cuando te rogaba, me humillé cuando te buscaba mientras tú huías de mis lágrimas, me humillé cuando a pesar de que tú tenías irónicas risas en tu rostro yo creía que me amabas; y lo peor, me humillé cuando creí que era alguien importante para ti. Ya no lo dudo, tu corazón sólo lo utilizas para seguir viviendo, pero nunca aprendiste a utilizarlo para amar a alguien, estoy casi seguro que ni a ti mismo a ti o tal vez te amas demasiado que olvidas a los demás y sólo piensas en ti. Sólo quería recordarte, por si lo habías olvidado, que lograste hacer conmigo todo aquello que quisiste. Me hiciste sufrir como un loco cuando yo sólo te daba mi amor, hiciste que me olvidara de mi tiempo y de mí mismo, mi duda siempre fue el por qué lo hiciste, que ganabas con ello, no lo sé, ni lo quiero saber, pues aprendí a vivir con esta duda. Pero así es la vida, cuando amamos nos arriesgamos a no ser correspondidos. Pero lo que más odio es que te creí cada palabra que decías, cada te amo, cada mirada, cada sonrisa y cada beso que me enamoraban más cada instante.
35 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Me destruiste por completo, pero aun así como un tonto creí que volverías, que me darías una explicación sin sentido y a pesar de eso, yo te creería. Pero jamás paso, y decidí renunciar al amor después de ti. Cerré las puertas al amor, pero como buen bandido encontró la forma de entrar y con él llevaba a la mujer que sería la que compartiría conmigo el resto de mi vida. Y no te miento, pues esa mujer ha logrado lo que ninguna otra, ella será esa mujer que esperare en el altar para ese SI para vivir junto a ella, pues fue la única que me ha hecho olvidar pesadilla que viví a tu lado. Esta carta tiene un motivo muy especial, te lo digo mujer tal vez un poco cobarde pero de la forma en que sé; no intentes volver otra vez, ya no me harás caer, ya no seré la marioneta que antes fui. Y sí te lo digo es porque ya me dijeron que entre tus malvados planes esta buscarme de nuevo para reconquistarme, pero ya no te creo y lo mejor es que ya no te amo. No te atrevas a cruzarte en mi camino y si algún el día el destino nos pone el mismo tiempo en el mismo lugar, sólo recuerda que tú ya no existes para mí. Mujer de los juegos de amor, si te vi, no te conozco.
36 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Adiós y no vuelvas Tus mentiras dejaron una marca en mi vida que no podré borrar, te di todo de mí y mucho más. Cambie mi diario vivir, cambie mis amistades, dejé mis deseos y aleje mis metas, todo por seguir tu amor. Un amor que no tenía nada para ofrecerme, un amor que lo único que me dejo, fueron heridas. ¿Por qué vienes ahora? ¿Qué deseas de mí? ¿Acaso crees que mi autoestima se perdió entre las sabanas de tu cama? Te equivocas, ya no soy el mismo, aquel hombre murió cuando comprendió que valía mucha más si se encontraba lejos de ti. Ya no pretendo volver contigo, mis miedos ya los superé, aléjate, vete donde nunca te vuelva a ver porque si un día te veo, te veré con desprecio y ni eso te mereces. No me busques, no pretendas hacer de mí esa ave que enjaulaste mucho tiempo y lo peor es que esa jaula ni siquiera era de oro. Para ti, todo lo que hacía estaba mal, eres la mujer perfección, la sufrida, la que siempre lastimaban, me hacías culpable hasta de tus propios errores, que tonta fuiste al creer que viviría de tus mentiras toda la vida. Vete a buscar a esos hombres que siempre presumías tener a tus pies, vete y déjame a mi hacer lo que me plazca, hoy soy libre de hacer lo que quiera, de salir con quien desee, de volverme hasta un mujeriego ya no estoy atado a ti. Por ultimo déjame decirte que de ahora en adelante no me conformare con miserias, con mujeres tan poca cosa como tú. Adiós y no vuelvas.
37 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Te has equivocado De nuevo escribiendo pero sin duda hoy no encuentro un sentido exacto del porque escribir. Como comprenderás la rutina cansa, pero me han cansado más tus mentiras. No confíes tanto en ti, no eres perfecta y tal vez hayas logrado que no desee volver a tu lado esta noche. Tal vez muchas veces hable por hablar, sin decir mucho y haciendo promesas que jamás cumpliría pero todo lo hice porque te ama, porque no tenía orgullo y mi dignidad estaba destrozada. Pero después de todas las heridas mi corazón ha decidido terminar con todo esto. Me canse de tus celos sin razón y he descubierto que las acusaciones que me haces son los errores que tu cometes, crees que alguien más debe de pagar por tus errores, una disculpa, ese hombre no soy yo. Deje tantas cosas que anhelaba por ti, por amarte, por complacerte. Me cegué con tu cuerpo, tu mirada y tu forma de hacer el amor; rogué y suplique por tu amor y tus besos, como si yo fuese nada. Y tú nunca viste lo que hice. Tan sólo existías para reprocharme, para marcar aún más mis errores, tan sólo vivías para lastimarme. Viví esclavo de tu amor, y no fue culpa tuya, fue mi culpa por no amarme como era necesario. ¿Pensaste qué era para toda la vida? Perdona, te has vuelto a equivocar, se acabó tu estúpido y hoy sólo quedas tu sola, sin poder ser perfecta y sin ser bella de manera eterna. Sólo he escrito esta carta porque tú no has entendido que cuando te dije adiós fue un adiós para siempre.
38 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Cruzare la puerta Necesito escribirte que es lo que me sucede, he cambio y lo has notado, pero es que me he cansado de tus aires de mujer independiente, de mujer que quiere anteponer sus decisiones sobre las mías, estoy cansado de que subestimes hasta mi modo de pensar, de vivir y hasta de amar. Recuerdo aun, el día que te conocí, pensé que eras lo mejor que me pudo haber pasado, creí que este cuento no encontraría jamás un final; pero sin duda, como dicen, nada es eterno. Tal vez, estas sonriendo y pensando que este es uno de mis dramas, como tú los llamas, que sólo trato de llamar tu atención o hasta es de creer que es un pretexto para dejarte. Hoy tuve una charla con el corazón, me pidió paz y yo le pedí una explicación de que era lo que me unía a ti; no me supo responder, me dijo que tal vez era la soledad. Si pongo un poco más de detalle tal vez el amor se acabó porque este tiempo fingiste ser una mujer que no era, no cumpliste esas promesas de confianza plena, respeto y amor eterno; tus palabras fueron palabras al viento, pero así como Dios me puso en tu camino, él mismo me ha hecho borrarte de mi vida. Cruzare la puerta de este hogar que un día forme contigo, o tal vez lo construí solo, pues tu solamente te dedicaste a construir un mundo de ilusiones y de una vez te lo digo, ya no regresare jamás. Cuando este fuera mirare atrás y una sonrisa inconsciente saldrá de mí y es que la felicidad no se puede ocultar. Cuando deje este hogar me sentiré libre como un ave en primavera, ya no escuchare más gritos ni recibiré malos tratos, le diré adiós a esta vida de fracasos, en la que el mayor error fue haberte amado.
39 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Si tuviera que decirte algo bueno, sería gracias, pues contigo pude darme cuenta de lo valioso que soy, que mi vida no debe de girar en torno a nadie, gracias pues contigo aprendí que soy un hombre único y que jamás debo ser humillado y menos por alguien que ni siquiera se respeta a sí misma. Adiós para siempre y si un día me recuerdas, no olvides recordar que para mí has muerto.
40 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Amor en penumbras Me he puesto a pensar cómo fue que me hice dependiente de tu amor, pero no recuerdo exactamente el momento en que aprendí a depender de ti. Poco a poco, sin darme cuenta te fuiste convirtiendo en mi adicción, una droga fuerte, que me hacía creer que ya eras sólo mía… Pero como en toda adicción, siempre llega el momento de tocar fondo y yo ya no puedo seguir consumiendo tu veneno, ese veneno dulce que me enamoró. Hoy he entendido que este amor apasionado y sin medida no me lleva hacía ninguna dirección, ha cubierto cada centímetro de mi mundo de esa ansiedad de tenerte siempre conmigo… Mi amor por ti, hoy se convirtió en mi enemigo, pasó de ser hermoso a ser doloroso, pasó de hacerme feliz a hacerme infeliz; pero sigo aquí como un ave presa en su jaula. No quiero ser cautivo, no quiero ser preso de una etapa de mi vida, quiero olvidar ese amor, porque sé que amarte fue un grave error. Sí, mi error fue amarte como te amé o al menos como creí amarte. Mi error es tener tan pocas metas y casi nulos mis anhelos en la vida; el único anhelo era entregarte todas mis ilusiones, mi meta, que me amarás como yo te amé a ti. Mi error fue esperarte el tiempo que quisiste hasta el momento en que me hablaste de frente y en vez de decirme que me amabas también, sólo justificaste lo sucedido con uno de los pretextos típicos que una mujer no enamorada da a aquel hombre que le ha dado todo. Pero a pesar de esa justificación, comprendo lo que te sucede, que tienes un hogar, que hay alguien esperándote y que jamás cambiarás el amor de un experto en conquistar por este novato
41 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma que a tu lado comenzó a aprender cómo se debía de volar, y como se saboreaban las mieles del deseo. Por eso es que hoy me alejo de ti, no por ti, si no por mí, porque no quiero perder estos años maravillosos de mi vida en algo que sé que jamás podrá existir; me alejo porque no quiero que te lleves mi juventud sin darme la paz, sin tener estabilidad y tranquilidad. No quiero quedarme sin ver la luz de un nuevo día, no quiero quedarme entre las penumbras, las penumbras que más duelen, las de una mentira…No quiero quedarme sin volver a amar. No te reclamo nada, pues yo he permitido todo esto, porque estúpidamente creí que algún día te conquistaría y te tendría sólo para mí. Pero hoy me doy cuenta que eso no es, y nunca será. Hoy, por eso escribo esta carta, una carta más sin destino específico, para decirte que no quiero seguir atado a la farsa que me construí, al mundo maravilloso que cree para ti. Por eso hoy aunque me cueste te digo adiós; porque amarte duele, amarte en penumbras causo dolor; porque hoy es hora de decir que AMARTE MATÓ MI SER.
42 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Soy tu peor recuerdo Es hora de confesarte, que yo, ese al que tu amaste, hoy se burla de ti y de todo lo que día a día te sucede. Todavía estoy aquí, escondido en cada uno de los rincones de tu vida, me burlo de tu suerte traicionando la paz de tu alma. Todavía estoy aquí, perturbándote la vida. Cuando sientes que me he alejado de ti, y empiezas una vida normal sin prejuicios, sin problemas, sin traumas ni complejos; me doy cuenta de que te descuidas y aparezco nuevamente como si nada robándote toda esa paz que pensabas haber encontrado. Aunque te duela saberlo, aún estoy aquí como si nada, como si nada de lo que haces me borrara de este mundo. Yo sé que a tu corazón le di una forma diferente de amar y de esperar la felicidad, pero se te olvido que te pedí que sólo me amaras a mí y que sería yo quien te daría esa felicidad. Es por eso, por hacer de él, tu nuevo amor, que yo sigo aquí apareciendo en las noches como una sombra que te espía para matarte de angustia y recordarte que aún vivo y que nunca podrás olvidarme. Pero, al verte con él me doy cuenta de lo que es mejor para mí, sí. Me iré de tu vida, me alejare de tus nuevos anhelos, ahora sé que tu amor por mí ya no es tu objetivo, que mi amor para ti es pasado, sé que ya no me amas y por eso no intentare ser tu presente. Porque ahora tu presente es él. Pero él, ese que dices amar, te hará sufrir, te hará llorar y te hará suplicar piedad, ese día no intentes buscarme en un rincón de tu corazón porque he decidido que desde hoy sólo quedo como el peor de tus recuerdos.
43 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Todo se termina Me enamore de ti tan pronto cuando te vi. No dejaba de pensarte. Fue tu mirada o tu sonrisa, no lo sé. Jamás olvidaré ese día, estaba pensando en esa mujer que me hizo tanto daño, la que volvió gris mi mundo, la que me hizo infeliz y borro cada una de mis sonrisas. Apareciste en mi vida cuando todo era penumbras y desolación, cuando no había ninguna esperanza y que se habían escapado los motivos para sonreír, viniste tú a iluminarme los días y a convertirte en mi primer grande amor. Fueron pasando los días y te amaba más y más, era feliz a tu lado, tan sólo sonreía. Gracias a ti pude ver de otra forma la vida, me planteo objetivos nuevos, nuevas esperanzas, encontré nuevas alegrías y la ilusión de mi primer amor. Encontré verdaderos motivos para ser feliz, me hiciste salir de mi falso mundo de amor a cambio de mi felicidad. Pero todo termina, todo tiene un tiempo de vida, todo tiene una despedida. Y maldigo el día que te fuiste de mí, regresaron las depresiones y volvieron a borrarse las sonrisas. Apenas puedo creer que ha pasado el tiempo y todavía no te olvido. Todavía estas aquí rondando entre mis días. Y me enamore de ti sin imaginar que perdería. Y se me olvido que todo algún día se termina.
44 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Perdón, no reconciliación Estos últimos días he estado pensando si alejarnos fue lo mejor… He llegado el día de decirte que separarnos fue la peor decisión. Desde el día que te fuiste mi vida dio un giro increíble, pase de ser el hombre más feliz a ser una persona cualquiera que pasaba los días y las noches llorando al recordar cada segundo que pase junto a ti, cada beso que apasionadamente nos dimos y cada vez que hicimos el amor. Y como no recordarlos si son los mejores recuerdos que tengo de lo que es un amor de verdad. Me arrepiento de haberte dicho que ya no te amaba, porque la verdad es que te amo más que el primer día, ese día que tus ojos iluminaron mi vida. Te amo, como ocultarlo si cada que te pienso mis ojos se llenan de luz y se borran las lágrimas. Perdóname por haberte abandonado, hoy me arrepiento, aunque sé que es demasiado tarde, creo que ya me has olvidado, que de tu vida me sacaste y que de alguien más te enamoraste. Es por eso que no vengo a pedirte una última oportunidad, para que hacerlo, si es demasiado tarde, prefiero callar y hacerme la idea de que tu respuesta será un no, a intentarlo de nuevo y sufrir por tu desprecio. Y como no despreciarme, si fui el peor de los hombres, por eso solamente vengo a pedirte que perdones a este niño inmaduro que no supo valorarte, que no supo corresponder tu amor y que tiro a la borda todo ese amor, que algún día estuvo entre los dos. Perdóname, no te pido que me ames, no te pido una oportunidad, hoy lo único que quiero es que me perdones, y que intentemos empezar una nueva historia, nuestra historia de amistad. Esperare tu respuesta, pero antes quisiera decirte… ¿Amarte? Siempre… ¿Olvidarte? Algo imposible.
45 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Nada es igual Hola, mi dulce amor. Hace apenas unos días que te fuiste de aquí, dejándome tú recuerdo, tu perfume, tu sonrisa y la esperanza de verte. Mi amor, desde que ya no estás las cosas que antes eran lo más simple cuando estabas tú, hoy me están resultando difíciles, te necesito, te necesito tanto. Estoy sufriendo como un loco. Y te estoy amando más que nunca. Hoy hice mis cosas como de costumbre, estuve algunos momentos escuchando canciones que me hicieron llorar, pensé que era mejor salir y mirar los lugares en los que juntos caminamos abrazados, caminé bajo la lluvia, la ciudad parecía tan triste como yo. Cada paso que doy, cada lugar por donde camino tiene algo de ti mi amor. No existe un instante en el que no estás en mi mente. Te amo, te necesito. Solamente la esperanza de que volvamos a estar juntos y caminaremos otra vez felices por estas calles me tiene vivo. Seré completamente diferente hasta que vuelvas a mi, hasta que tu voz retumbe mis odios con un te amo, hasta que tus besos rocen mis labios y sin mencionar palabra me digan cuanto me extrañaron, pero mientras tanto sufriré tu ausencia en nuestra habitación. Esta habitación donde todas las noches hacíamos cosas nuevas, donde nuestros jugos se mezclaban y nos hacían vibrar, vibrar de amor y de pasión. Voy a esperarte con todo mi amor y hasta que vuelvas voy a volver a ser feliz. Te amo princesa. Siempre pienso en ti
46 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Te amo, pero es mejor así Hola… Por primera vez, no sé si sea lo mejor escribir, o hablarlo a la cara, tal vez pienses que me falta valor, y créeme que sí, porque nadie hace esto, sólo yo… Te amo tanto que no sabría que fuese la vida sin ti, pues eres mi todo, simplemente mi vida entera. Te amo y lo sabes pero a veces dudo que tú me ames de verdad porque la distancia es demasiada y creo que un verdadero amor se compone de cosas esenciales; las caricias, los besos, las miradas y sobre todo los “Te Amo” a la cara, y creo que nuestra relación a veces se queda a medias, al no podernos ver por la distancia. Te amo y no quiero que lo dudes nunca, te amo tanto que me duele que esta historia termine, pero sabes que es lo mejor para ambos, es mejor buscar a alguien que pueda darnos todas y cada una de esas cosas esenciales para un buen amor. Ten por seguro que a pesar de ya no estar juntos, tú y todos los bellos momentos a tu lado ocuparan un lugar muy especial en este corazón que te robaste e hiciste tuyo. Te adoro nena, y tal vez lo repita muchas veces, pero quiero que tengas presente que pase lo que pase de hoy en adelante en nuestras vidas, que a pesar de que estemos con alguien más…Tu, mi princesa enamorada siempre podrás contar con mi apoyo, sólo dilo y me tendrás ahí contigo. Hoy sólo te deseo lo mejor, espero me puedas perdonar…Espero entiendas que te amo pero es mejor así.
47 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Aun en la distancia No sé qué es lo que me pasa, estos días te he extrañado más que nunca, y sigo sin asimilar que hoy estas más lejos de mí, me duele inmensamente el despertar y no rozar tus labios, ni sentir tus manos acariciando mi rostro. No ha pasado ni una semana desde que Dios te llevo con él, pero para mí ya ha pasado un siglo, y te sigo amando y recordando y créeme que jamás amare a alguien como te amo a ti. Quisiera ir contigo pero hoy tengo que ser fuerte y luchar para cuidar al hermoso angelito que me diste antes de partir. Te prometo hablarle de ti, le diré lo bella que eras y de todo el amor que tenías en tu corazón, le enseñare como amar, como ser y hacer feliz, le daré lo mejor porque en él veo tu sonrisa, tu mirada, tu estas en él. Sobre todo prometo que lo hare el mejor de los hombres y le diré que cuando se ama, se entrega todo sin condición, tal y como tú y yo lo hicimos, ¿recuerdas? Yo a cada minuto te pienso y sé que aun en la distancia tú también me piensas. Amor tengo que irme el bebé llora, es hora de dormir, pero quería escribirte esta carta, que aunque no la puedas leer, sé que estas muy bien y que desde allá arriba me estas mandando las fuerzas que necesito. Te amo y a pesar de la distancia, siempre te amare pues desde el primer día, mi vida iluminaste.
48 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Eres mujer prohibida Hola, mi Amor ¿Amor? Que digo!!!, se me olvida que tú eres una mujer prohibida, que tu corazón ya tiene dueño y que yo soy sólo un tonto que piensa que algún día dejarás a ese hombre que hoy está a tu lado, y que vendrás a mí para poder amarnos. Pero, cómo paso, cómo fue que me enamoré de ti; si hace tan sólo unas semanas te consideraba mi amiga, aquella que me escuchaba, que me entendía, con la que me sentía a gusto y feliz. Días atrás, todo era normal todavía, nuestras platicas eran de temas sin importancia; la escuela, el hogar, la diversión, y las cosas que hacemos los jóvenes, cosas sin sentido… Hasta que de pronto empezó a aparecer el amor, el amor de mi hacia a ti; te escribía cosas románticas, y tu ponías cosas lindas, pero para el hombre que tienes a lado, y sentía que no tenía sentido continuar, que de que servía escribir cosas bellas si tu amabas a alguien más… Pero, cómo paso, cómo fue que me enamoré de ti, si hace apenas dos noches, hablamos por teléfono y me contabas como era tu relación, yo tenía que callar; te daba consejos o eso intentaba pues lo que estaba sintiendo por ti era ya algo muy grande, por dentro quería decirte que dejarás a tu novio, y que voltearás a verme a mí; pero callaba y te decía que lucharás por mejorar su relación… Tú decías que sí, que lucharías y mi corazón en dos se partía. Anoche una plática extensa, las indirectas que escribía ya eran obvias… Pero algo pasó que me hizo darme cuenta que eso que escribías, esos mensajes de amor, no eran para él, sino para mí… Me atreví a
49 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma confesarte lo que sentía y me confesaste que era yo el destinatario de esas bellas notas de amor. Ayer mismo una llamada alegro mi noche y mi madrugada, era raro decirte Te Quiero, raro porque ya no era él te quiero de dos amigos sino el de dos enamorados, nos preguntábamos como paso, en qué momento se dio, si semanas antes éramos dos amigos intentando ser consejeros, si hace semanas tu y yo nos decíamos te quiero, un te quiero de amigos, de hermanos, no hay explicación para esto pero sé que ambos estamos disfrutando este bello momento que estamos viviendo juntos… Hoy estoy seguro de este sentimiento, de este amor que ha nacido en mí, de mi hacia a ti y que serás mi Amor, pues ya eres la dueña de mis pensamientos, y pronto serás la reina de mi vida. O al menos eso desearía, se me olvida que tú ERES MUJER PROHIBIDA.
50 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Te amé hasta que te asesine Escribo hoy, desde esta triste habitación, tan solo cuatro paredes son mi compañía y unos barrotes impiden mi salida hacía el mundo de fantasías… Me es difícil escribir, me encuentro hundido en llanto, ha pasado ya un año y no logro asimilar el hecho de que el amor que te tuve me llevo a cometer el peor de mis errores. Pero, no supe cómo fue que paso, todo iba de maravilla, nuestra relación empezó de la forma más maravillosa, nos conocimos un día como cualquier otro, ambos en el parque caminando sin un rumbo fijo, un choque entre ambos, me hizo recordar películas de amor… Nos preguntamos nuestros nombres, y como un flechazo de cupido, nos enamoramos. Paso el tiempo y todo seguía como en los cuentos de hadas, nuestro amor crecía imparablemente; pero algo pasaba, yo ya te sentía mía, me sentía tu dueño y tú aún querías seguir volando como un ave que no vive en jaulas, que vive libre como el viento. Algo me pasaba, te amaba sin control; la rabia me cegaba y me hacía sentir celos de cualquier hombre que se te acercara, hasta de tu mismo padre; no sé qué pasaba era algo que no podía controlar… Decidimos dar el siguiente paso, vivir juntos, el sueño de ambos… Pero creo fue una de las peores decisiones, tu encontraste trabajo, querías ser independiente, pero yo no podía estar un minuto sin saber qué hacías, empecé a hostigarte con mis llamadas y mis celos; hasta que un día no aguante más y explote, no recuerdo lo que hice sólo recuerdo verte sangrando, tirada en el suelo pidiendo clemencia, yo golpeándote para desquitar mi rabia, ese
51 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma día un amigo te llevo a la casa y esa fue la primera vez que explote… Vinieron varias más, créeme que no sabía por qué lo hacía, te sentía tan mía. Recuerdo al día siguiente después de haberte humillado y marcado de por vida el pedir perdón de rodillas, llorarte y suplicarte una nueva oportunidad; hoy me doy cuenta que me amabas más de lo que creía, pues me perdonaste cada una de las veces que mis manos tocaron tu cuerpo, pero no para acariciarte sino para golpearte. Hoy no sabes cuánto suplico tu perdón, de esa noche; llegaste tarde, diciendo que habías tenido que trabajar hasta tarde, yo no entendí razones y agarre lo que tenía a la mano, te azote contra la pared, jale de tu cabello y te arrastre por cada metro de la habitación, de pronto, no supe que paso… Te desvaneciste, todavía tuve el descarado de gritarte que eras una cualquiera, pero estabas inmóvil, grite que te amaba, pero jamás respondiste; en ese instante me di cuenta que te amé hasta que te mate. Hoy no soy nada sin ti, no me queda nada por vivir, a un año de haberte quitado la vida he decidido morir, morir por el daño que te cause desde el día en que de ti me enamoré.
52 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Vuelve pronto Tu adiós se ha quedado marcado en mi corazón. Pase el tiempo que pase y conozca a las personas que conozcan podré borrarte de mi mente, tal vez un día vuelvas o tal vez no, la verdad no lo sé, pero por ahora sólo dejaste desolación, por ahora nada existe pues no estás tú para calmar las penas de mi presente. No te negare que aun te espero con un corazón lleno de sentimientos encontrados, pues aun por las noches siento la noche de llorar por tu ausencia y deseo un pronto regreso. Jamás entenderé porque las cosas más bellas solamente viven entre los recuerdos, jamás entenderé porque viniste a mi vida y luego te marchaste con un simple adiós. No tienes de que preocuparte, estoy seguro que tú no querías marcharte pero recuerda que tampoco lo desee yo, simplemente la vida lo quiso así. Llegaste sin que te llamara y te fuiste sin que yo lo deseara. Vuelve pronto mi amor y si decides no hacerlo, solamente recuerda que tu adiós me marco por siempre, quebró mis sueños, me dejo sin lágrimas y sin deseos de seguir caminando por esta vida.
53 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Deseo seas feliz Hola. ¿Cómo estás? Tal vez te parezca extraño recibir una carta mía después de tanto tiempo. Pero quería decirte que te he recordado. Seguramente has hecho una nueva vida, no te imaginas cuanto deseo que seas feliz. ¿Sabes? ha pasado el tiempo, he vivido tanto y tu recuerdo sigue aquí, en un espacio de mi corazón. Borra mi llanto devolviéndome una sonrisa, cuando lo necesito. Yo también he hecho mi vida. He encontrado tantas sensaciones y emociones nuevas en una persona que me devolvió la luz, después de tanto caminar entre en la oscuridad. Desde aquel día en que nos separaron no encontré tranquilidad y quería decirte ahora, que sufrí tanto por volverte a ver y nunca ha sido posible. Llore noches enteras, aferrado a mi almohada, besando tu fotografía. Que irónica se volvió la vida desde que te fuiste. Te espere con la esperanza de un niño ilusionado, cada día. Espere a que llegaras y no fue así. Pero sabes el tiempo paso llenándome de dolores y angustias, hasta que comprendí que no serias para mí. Fuiste mi primer amor, mi primera ilusión, mi primera sensación de cariño y provocaste mi primera gran herida de amor con tu partida. Después el tiempo pasó y fui creciendo, conociendo personas de diferente situación ofreciéndome ilusiones, pero mi amor no conquistaron. Hasta que me fui olvidando poco a poco de este amor, era necesario, me estaba sumergiendo en un mar profundo de tristezas y no era justo. Le abrí las puertas nuevamente al amor y lo que hice fue encontrar otra herida.
54 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Después cansado del tormento de las relaciones y de las ilusiones decidí terminar con fantasías. Me convertí en un ser sin deseos de amar. Lamentándome cada día tú pérdida, pero el amor ya no existía. Eras únicamente una sombra que me perseguía en mi tristeza, regalándome lamentos, preguntándome como seria lo nuestro. Hasta que encontré un amor tan grande, más grande que todo aquello que existe en la vida. Ahora debes pensar, que importa todo esto. Y te digo. Si importa. Porque después de todo tú sigues aquí en algún extraño rincón de mis viejos recuerdos. Pero sin darme angustias, ni satisfacciones. Únicamente deseo que seas feliz, que a pesar de todo, eres especial para mí.
55 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Distancia Hoy no escribo a alguien existente, esta ocasión mi carta es para ti que me haz alejado de ella, que me impide verla, abrazarla y amarla A ti, maldita distancia que me haz impuesto a una mujer que no sabe de amor, que sólo conoce la avaricia y que solamente piensa en sus propósitos para poder engrandecer su egoísmo. Siento que no podre más, siento que moriré de enojo pues la distancia me ha hecho estar con una mujer que sólo se ama a sí misma y de mí se ha olvidado. Quisiera llorar y gritarle al mundo que a quien amo es a ella, a esa mujer que está lejos de mí, que la distancia aliada con el destino la ha alejado de mí. Pero tu maldita distancia dividiste nuestros mundos a pesar de vivir en el mismo planeta. Siento que ya no puedo continuar, porque me he esforzado, lo he intentado, he corrido, he llorado, he gritado y tu maldita distancia te ríes de mí al ver que aún no logro besarla y decirle una vez más que la amo. Distancia, te lo suplico, junta nuestros mundos, tráela a mi lado, aleja de mi a la mujer que me haz impuesto, anda que me siento morir; debo aceptar que no tengo un plan a futuro pero es que cuando se ama de verdad el futuro se construye día a día, nada se planea. Distancia, no me dejes seguir viviendo de la esperanza, cruza el camino de mi mujer soñada y el mío, si algo le pasa, si me olvida o se enamora de alguien más, jamás te lo perdonaré y habrás matado a la marioneta que lograste pulir a tu antojo.
56 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Tu partida Desde que partiste, mi tranquilidad perdí y es que no te dejo de pensar, me siento vacío sin tu presencia; no sé cómo encontrare la paz que ahora se me escapa. Te necesito, necesito uno de tus cálidos abrazos, necesito tu hermosa sonrisa que cuando se conjuga con esos lindos ojos que brillan mi corazón late aún más rápido. Dejar de llorar no he podido, desde tu partida y es que a mi alrededor todo huele a ausencia y soledad. La melancolía me invade y me pregunto el por qué es tan difícil vivir así, por qué las situaciones difíciles nos obligan a ir lejos de las personas que amamos; la verdad no lo sé, me siento impotente pues no puedo correr tras de ti, alcanzarte, mirarte, abrazarte y besarte, fue el mismo destino quien nos ha puesto en esta situación. Estoy seguro, amor, que algún día las cosas cambiarán, que el amor que nos tenemos será más fuerte de lo que ahora es y nos reencontraremos para volvernos a amar. Por eso es que te pido perdón, por no poder estar ahora a tu lado, pero el destino así lo quiere, pero no dudes nunca que cada día que paso alejado de ti, te pienso, te extraño y te sueño.
57 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Esto es el amor El amor, el amor. Sin duda todos hemos querido saber que es el amor, y hoy escribiré en esta hoja que no dice ni expresa nada, algunas características de este hermoso sentimiento, que he sentido muchas veces o tal vez creí sentirlo. El amor siempre llega a nuestra vida, cuando menos lo esperamos, cuando hemos dejado de creer en él, cuando nos sentimos derrotados, cuando juramos que nunca más volveremos a enamorarnos, cuando decimos basta, y decidimos ponerle llave al corazón. El amor son tan sólo palabras. El amor es aquel que evade todas las promesas. El amor siempre entra en nuestro corazón, sin dificultades, sin problemas, únicamente toca la puerta y entra sin saludar, sin permiso, sin decir por cuánto tiempo se queda en nuestra alma. Se apodera de todo, nos quita hasta el aliento, borra los malos momentos que hemos guardado en el corazón, en pocas palabras se adueña de nuestro mundo. Se siente como en su casa; hace y deshace lo que le plazca, se ha autonombrado el dueño de todo lo que creíamos que era nuestro. Una vez en mi vida decidí darle un tiempo al corazón, le puse llave un tiempo, para que nadie entrara en él. Pero resulto ser él, más listo que yo, encontró la forma de abrirse de nuevo y como lo tuve encerrado, cuando se abrió de nuevo al amor, estaba repleto de más intensas y mejores emociones. Por eso creo que el amor es lo mejor. El amor es un desconocido para nosotros pero que nos conoce y que nos llena inmensamente. El amor toma el control de nuestra vida y de nuestra mente, nos hipnotiza, nos lleva a las estrellas, tocamos la luna y miramos
58 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma desde arriba la tierra sin preocuparnos, pero no nos dijo que cualquier día podríamos caer de cabeza y pegarnos el golpe más fuerte de nuestra vida. Alguien me dijo que moriría de amor, y si así fuese, moriría feliz pues el amor es magia, sensaciones irreconocibles, millones de sonrisas día con día, cientos de abrazos de ternura y llenos de intensidad; sin duda es amor es una combinación infinita de emociones. El amor lo es todo. No le cerremos la puerta, porque el amor es un bandido y siempre entra. Y sin duda es lo mejor porque es mejor morir de amor, que morir sin haber amado.
59 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Un sueño de amor De nuevo recurriendo a mi viejo truco de escribirte, con la idea de que esta carta jamás llegara a tus manos; esta vez es para decirte que anoche, anoche soñé contigo. Contigo la mujer que se fue hace algunos años de mi vida. Aquella mujer que me hizo probar la dolorosa realidad de este mundo, que yo había pintado de colores, pero que en realidad resulto ser de un gris muy oscuro. Y fue esa misma realidad, esa injusta realidad de la vida la que me hizo amarte cuando no debía. Tú fuiste mi primer amor, el inicio de mis ilusiones y el final de mis lágrimas, al derramar cada una de las que me había guardado desde hace mucho. Anoche, soñé contigo, y recuerdo muy lo sucedido, besaste mis labios como hace mucho nadie lo hacía, tus ojos me miraron igual que aquellos días en los que estabas junto a mí, recuerdo como caí en el vil juego de los besos y miradas, ni un niño habría caído tan fácil como yo lo hice; caí en una sueño, no quiero pensar cómo será cuando de verdad te vea. Hoy que desperté sentía extrañas emociones, la hermosa sensación de haber besado tus dulces labios y perderme en esos ojos tan luminosos como el mismo Sol. Pero no paso mucho tiempo para empezar a sentirme idiota, cómo fue que caí en tus burlas, como caí en las redes de tu falso amor. Después de rodar por mis mejillas unas cuentas lágrimas, reflexione y recordé que jamás volverás y menos después de todo este tiempo. Llegue a la firme conclusión de que a quién besé sólo fue un espejismo creado por mi subconsciente, pero jamás te besé a ti.
60 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Pero ya nada importa, ya no estás aquí y nunca volverás a estarlo. Solamente pido no volverte a soñar, ya no quiero pensar ni un día más. Seguiré día a día intentando olvidarte, aunque tal vez sea en vano, pues aunque hace algunos años te fuiste te quedaste en mi como parte de mi piel y como el más profundo de mis sentimientos; todo esto lo comprobé anoche, anoche que contigo soñé.
61 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Te esperaré Hace mucho que no te escribo, no pienses que de ti me he olvidado, al contrario, sabes que voy a esperarte hasta que a mi lado vuelvas. Te esperare todo el tiempo que sea necesario, sin importar que en cada momento mi alma se siga destruyendo pues tu recuerdo es el que me da oxígeno para seguir viviendo. Seré fuerte hasta que regreses, y comprendas que te amo pues por ti soy capaz de todo. Soy capaz hasta de sufrir por ti, para después ser feliz. Te esperaré porque estoy seguro que vale la pena. Te esperaré porque sé que me amas con la misma intensidad que yo te amo. Te esperaré porque sé que volverás y nuestro amor será más grande. Te esperaré aunque la espera me duela. Te esperaré porque nuestro amor es más fuerte que todo aquello que nos ha intentado separar, porque estoy seguro que hasta después de la misma muerte yo te podré amar. Te esperaré donde sólo tú sabes, y te esperaré porque te lo he prometido, porque eres mi mayor ilusión y te has convertido en mi vida. Te esperaré y por siempre en ti pensaré, nunca lo olvides mi dulce princesa, y tampoco olvides que aunque no te escriba a diario, mi corazón está dispuesto a esperarte día y noche, el tiempo que sea necesario, para poder tenerte de nuevo entre mis brazos.
62 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Llámame Hola amor mío, corazón ajeno: Estoy desesperado y quiero verte, quiero tenerte de nuevo entre mis brazos. Esta impotencia de verte a escondidas hace más fuerte este deseo, siento cada momento eterno si no te tengo, si no estás conmigo, si no logro tener tu cuerpo rozando el mío, te necesito. Dime que vendrás por favor lo necesito, necesito hacerte mía una vez más, necesito gozar de tus labios, tus caricias y tus abrazos. Yo sé que debo esperarte en silencio, pasar estas noches frías, mientras le das tu calor a él, a él que no sabe nada de mi existencia, soy solamente una sombra que te desea con locura, que te ama, sabiendo que no debía amarte, es sólo una pasión por tocarte, por sentirte. Es sólo él que tiene lo que más deseo en mi vida. No sé hasta cuando voy a soportar estar así, siendo un volcán que muere por explotar y tiene que vivir en silencio, disimulando frente a todos este amor que es tan grande. Sufro al pensar que él te hace suya todas las noches, pero soportare, porque siempre ha sido así, soy yo quien espera un instante de descuido para que vuelvas a mi. Cuanto sufro mi amor, dime que vendrás, que deseas estar entre mis brazos, necesito saber que tu cuerpo ansia sentir esta pasión que a ambos nos quema por dentro, me urge llenarte de besos y rozar tus delicadas piernas con mis manos. Por favor llámame. Que anhelo escuchar tu voz, y planear así nuestro siguiente encuentro, ese en el que únicamente existiremos tú, yo y nuestra pasión.
63 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Promesa sin cumplir Hola amor. Sabes, hoy te extrañe más que nunca, y como no, si te has convertido en la única razón por la que yo respiro, simplemente te has convertido en mi vida, mi todo. No sé cómo llegaste, me cautivaste y me enamoraste, y sabes, no me importa no saber, solamente me importa el que te amo más que a mí mismo y si tú te alejas de mí no sé qué pueda hacer porque simplemente te llevarías mi oxígeno, ese que me mantiene vivo; no sólo eso también me quitarías las ganas de volver a amar, porque nunca amare a nadie más, nada más te amo y te amare a ti. Sé que cuando te dije el primer te amo, te hice miles de promesas, entre ellas amarte con toda el alma, ser el hombre perfecto para ti y que jamás te haría sufrir… Hoy me ha dado cuenta que tengo una promesa sin cumplir, te he amado con todo mi alma, pero también te he hecho sufrir, has llorado por mí, te has humillado ante mí; el simple hecho de recordarlo me duele. Sé que no he sido perfecto, créeme que he hecho lo imposible pero nadie en esta vida es perfecto, pero hoy a unos días de cumplir nuestro primer aniversario quiero prometerte una cosa… Mi promesa es hacerte feliz, aunque mi felicidad esté en riesgo. Suena absurdo, lo sé pero yo lo único que deseo es que seas inmensamente feliz, conmigo o sin mí. Te amo y sé que tengo mucho que mejorar, no soy el novio perfecto pero si el hombre que te ama y te amara eternamente. Gracias por este tiempo mi dulce amor.
64 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Secreto de amor Con esta carta secreta, como las que siempre recibes de este pobre enamorado, de tu existencia quiero decirte que no sales de mi mente, sigues aquí perturbando mis noches frías y mis días tristes, llevándote mi tranquilidad y ni te lo imaginas. Ya no vivo normal, ya no puedo continuar así. Mis amigos me dicen que estoy loco, que te hable o que te olvide, pero no puedo, y me voy envolviendo en depresiones y angustias que sólo mi mente traicionera comprende. No puedo razonar cuando mi corazón empieza a llorar de amor, de dolor por ti. Por ti que no sabes nada, por ti que ignoras que fuera de tu puerta hay un hombre que te adora, que tiene un amor, un loco amor que nació de la nada. Un loco amor que me hace vivir y morir al mismo tiempo. Cuando te veo siento mil emociones juntas, mi corazón quiere salir, quisiera gritarte soy yo, el loco que te manda cartas sin firma, soy yo quien te ama con todas las fuerzas de su alma. Pero tú no me miras. Y así voy perdiendo cada día la esperanza y la tranquilidad. No puedo tenerte y no tengo el valor para decirte quien soy. No sé cómo lo tomes, tal vez no te importe y voy a terminar peor, al pensar que desaproveche mi tiempo, luchando por un amor que no me correspondía. Cada día como un loco voy buscando una rosa que pueda gustarte, aunque para mi ninguna es tan hermosa como tú. Perdóname princesa, perdóname por ser un cobarde, tal vez tu lindo corazón desea alguien que pueda amarlo tanto, como te amo yo. Tal vez algún día pueda mirarte a los ojos y hablarte de amor. Por ahora soy sólo un secreto. Un secreto de amor.
65 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Adiós dulce mujer Mujer de mis sueños, hoy tal vez no sea un día maravilloso, tengo una serie de pensamientos en mi mente y tú estás en todos ellos. He decidido cambiar el rumbo de mi vida, eliminar todo aquello que me reprime y que me ha cerrado todas las puertas hacía la felicidad. Aprendí que ningún ser humano puede predecir su futuro, que ninguno puede saber si todo aquello que un día lo hizo feliz, lo mantendrá así por siempre. Un ejemplo claro de esto, es nuestra relación; cuando te conocí fue la noche más maravillosa. Estabas ahí con ese vestido que hasta le fecha me encanta, me mirabas de manera encantadora y ese fue el comienzo de muchas cosas que hoy decido ponerles punto final. Y es que simplemente olvidaste la forma en que me conquistabas o tal vez la rutina ha terminado con esto. Lamentablemente ahora estoy confundido pero no creo que exista un culpable cuando había tanto amor entre tú y yo. Mujer, con mi adiós quiere decirte que te deseo muchas cosas, cosas que te hagan felices, que llenen de nuevo tu vida de alegría. Deseo que encuentres un amor que no te condicione, que te amé como te amaba yo a ti, que siempre esté contigo como lo estaba yo y que sepa cuidar cada una de tus virtudes y que aceptes tus defectos tal y como lo hacía yo. Por ahora me iré lejos de aquí, partiré a un lugar donde nadie me conoce, donde nada sabe de mi historia contigo, donde nadie me preguntara por ti. Por ahora quiero reconstruir mi vivir.
66 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Te juro que no hay nadie más en mi vida, pero este adiós es muy simple, pues el amor se cuida día a día con pequeños detalles y esos detalles ya no existen en nuestra relación. Gracias por todo lo que me diste, por las enseñanzas que me hicieron crecer y que me enseñaron a amar con toda el alma. No tengo absolutamente nada que reprocharte, pues no has sido tú la que ha terminado esta historia. Estoy seguro, dulce mujer, que encontrarás a alguien que pueda complacerte en todos los sentidos. Te deseo lo mejor y por favor, no me tengas rencor pues algún día me lo agradecerás.
67 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Fría noche de invierno Hola mi amor: Ha caído la noche, y un frío estremecedor de invierno me ha hecho escribir esta carta. Tengo tantos recuerdos a tu lado que me llenan de nostalgia y es que tu ausencia más fría que este invierno, siempre dije que era afortunado por tenerte, pero jamás pensé que un día te tendría tan lejos durante tanto tiempo. Hace mucho que no te veo, hace mucho que no te toco, hace tanto tiempo del último beso y la última caricia. Y todo porque la estúpida ley de la vida o el maldito destino nos han hecho tomar caminos diferentes en contra de nuestra voluntad. Me llena de impotencia no tenerte cerca, deseo ya termine esta pesadilla, este horrible momento y poder verte de nuevo, abrazarte, besarte y decirte de nuevo que te amo. Tengo que confesar que a veces el cerebro me traiciona y me lleno de celos, de dudas y de una incertidumbre de saber qué hacías o con quién estabas. A veces me quiero rendir, y es que las dificultades para volverte a ver son muchas pero este amor que es tan grande y fuerte me llena de fuerzas y me hace ver que él puede aguantar que él no deja de creer en el amor y que siempre seguirá siendo fuerte. El destino me trajo a este desconocido país, el cual apenas empiezo a explorar y en el cual necesito trabajar, pero estoy seguro amor, que todo valdrá la pena y que cuando te vuelva a ver podré darte todo cuanto necesitas. Mi amor, mi pequeña doncella, pronto volveré, volveré para amarte más cada día. No olvides que en la distancia, existe un hombre que te ama más que a su vida, que te ama con la misma intensidad de siempre y que necesita de ti para ser feliz. Me hace tanta falta pero todo esto lo hago por ti. Gracias por existir. Te Amo.
68 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Te amo en la distancia Te amo en la distancia y sin duda es un sacrificio de amor, vivo esperando el momento de mirarte y abrazarte, de tocar cada línea de tu cuerpo y sentir tu respirar en mi pecho, contare los latidos de tu corazón con el contador de mi corazón. Yo te espero en la distancia porque así encontrare la calma que ahora de mí se ha ausentado, te espero para recordarte que tu calor es lo único que pido. Nada de lo que hay en el mundo que me rodea me interesa si tú no estás para compartirlo. Nadie te ha podido quitar de mi pensamiento y ninguna mujer será más importante que tú. Cada noche antes de dormir, le regalo un beso a mi almohada, anhelado que tu mejilla lo pueda sentir, y es que me giro y veo tu espacio vacío, las lágrimas por si solas ruedan pero de pronto una sonrisa en mi rostro se dibuja pues estoy seguro que pronto volverás y caminaremos juntos sobre la arena, viendo las olas del mar venir. Mujer, eres la primera sensación de ternura que viene a mí en cada amanecer. Te amo en la distancia y no importa lo que diga la gente, pues es así nuestro mundo de amor y nada más.
69 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Octubre Octubre será el mes que recuerde toda mi vida; como me gustaría recordarlo con una sonrisa, pero como hacerle si esta noche te he dicho adiós. A ti, la que creí la mujer de mis sueños le dije un adiós que me está matando, hace unas horas te fuiste y ya siento que el mar de lágrimas y sollozos me empiezan a ahogar, ya me destruyen sin piedad. ¿Cómo esconderé mis lágrimas? ¿Cómo ocultare que me duele tu partida? Nadie comprenderá el por qué nuestro amor es tan grande, nadie comprenderá jamás mi impotencia de amarte y no tenerte. Y es que meses atrás me enamoré de tus encantos, tus sonrisas, tus pequeños detalles, tu mirada, y hasta de tu forma de caminar. Amaba verte cada día, y el hecho de no verte era el pretexto para entrar en desesperación. Hoy, en esta triste habitación me pregunto qué será de mí ahora que haz partido. Nunca olvidare este día tan triste. Es ilógico ir tras de ti y decirte que vuelvas, pues yo mismo fui quien te dijo adiós. Pero dondequiera que te encuentres recuerda que en algún lugar de este oscuro planeta hay alguien pensando en ti. Gracias por ser mi primer amor, aunque Octubre te alejo de mí, sé que soy el culpable, perdona nadie me dijo que el amor se respetaba. Por la noche escuchare aquellas canciones que fueron nuestros himnos de amor, mirare al cielo y buscaré aquella estrella en la
70 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma cual grabe nuestros nombres, caminaré en todos los lugares por los cuales alguna vez juntos caminamos, buscare la playa que hicimos nuestra y en el fondo del mar nuestro amor sellamos; y noche tras noche, besaré tus fotografías y es que no las quiero destruir porque estoy seguro que me arrepentiré. Si me permitieras decirte unas últimas palabras estas serían… Vuelve mi amor.
71 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Mi compañera Mi compañera, es así como te llamo porque eso eres, así te pienso y así te concibo. Eres mi compañera porque en ti me apoyo, en ti pienso, en ti confió y en ti veo mi presente y mi futuro. Llamarte mi compañera, es pensar que te pertenezco, que te entrego palabras de ilusión y hechos de felicidad. Yo soy tu compañero, aquel que te da todo y únicamente te quita tristezas, aquel que te da la mano para arrojarte a mi mundo y a la vez poder entrar en el tuyo. Eres mi compañera, no me fallaras, no me traicionaras, no me dañaras. Si me fallas, si me traicionas, si me dañas; no temas que yo seguiré amándote. Compañera no es una simple palabra, es un mundo de promesas, de planes y de miles de momentos de compartir llantos y sonrisas. Eres el alma que acompaña mi alma, la sangre que acaricia mi sangre, la piel que calienta mi piel. Eres mi sueño hecho realidad, mi compañera….Mi Amor. Te amo por todo lo que eres y todo lo que haces de mi cuando estoy a tu lado.
72 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma La flor de nuestro amor Hace mucho que quería escribirte esta carta, esta carta en la que quiero transmitirte lo inmenso que es este sentimiento, el sentimiento más hermoso que existe en mi alma, el sentimiento que mi corazón ha guardado sólo para ti. Desde que te conocí me hiciste sentir cosas indescriptibles, maravillosas; me diste emociones, sensaciones e ilusiones que me enamoraron. Me llené de sueños y comprendí que mi vida sería perfecta si la viviera junto a ti. Eres la persona más importante que tengo en la vida y estoy seguro que te lo he dejado en claro; o acaso no te has dado cuenta de cómo mí ojos te miran en cada oportunidad que tienen. Recuerdo aquella noche, a la orilla del mar cuando simbolizamos nuestro amor con una flor, prometimos cuidarla con intensidad, que día a día la regaríamos pero siempre con el debido espacio que tenía que existir en nuestras vidas. Amor, tengo la necesidad de decirte que la flor empieza a marchitarse, que no hemos cuidado de ella con ese amor que prometimos. Entiendo que la vida es complicada, existen tantos problemas, nuestros trabajos, la economía, la familia y la misma paz interior que ambos buscamos; pero amor, los problemas más duros son los que se le causan al corazón. No pienses que te estoy reprochando algo, sólo quiero que no existan malos entendidos pero cada día que pasa te veo más distante, perdida en tus ocupaciones, estas creando un mundo donde yo, el hombre que prometiste amar siempre, simplemente no está incluido. Tal vez estoy exagerando un poco, o tal vez sea una inmadurez de mi parte, pero para eso existen las palabras y no sabes cuánto anhelo entablar una plática con la mujer que me enamoro esa tarde en el parque.
73 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Quiero seguir siendo parte de tu proyecto de vi, quiero ser ese hombro dónde te acurras y cuentas tus problemas, quiero que juntos compartamos nuestras emociones, sin herirnos, sin palabras duras que creen heridas. Nuestra historia empezó como una historia creada en un mundo fantasioso, sin un guión pero llena de amor, pero no por eso debemos de tomarla a la ligera, al contrario debe ser tomada seriamente; si no creamos nuestros momentos mágicos, la vida dura se apoderara de nuestras risas y nos arrebatara la calma como la ola de un enorme tsunami. Mi amor, quiero y necesito ser la paz donde consuelas tus problemas, quiero ser quien calme tus penas, quiero ser la medicina para tu mal humor, quiero ser todo aquello que deseas. Te juro mi amor que esto que está pasando me hace sentir perdido, que vivo en un espacio vacío. De verdad… te necesito.
74 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Nuestra primera vez. He esperado tanto tiempo este momento. Quería a una mujer maravillosa, y cariñosa. Y que otra mujer si solamente puedes ser TÚ. Por fin llego, nuestra primera vez, el momento especial. Nos regalaremos nuestra pureza. He preparado una habitación blanca, con lindas rosas rojas, velas aromáticas sabor a canela. Un poco de vino y mi corazón ilusionado, que palpita fuertemente y que espera tu llegada. Mientras te espero escribo esta carta llena de amor, para ti. Quiero rodear tu cuerpo, con mis abrazos, quiero hacerte sentir mis besos en tu cuello, sobre tus pechos, susurrarte al oído. Ha llegado el momento, eres mía y yo soy tuyo, mi amor. Sentirás mis manos despojándote de tus ropas, te dejare sin nada que no sea mi piel. Sentirás mis caricias sin que quede nada de tu cuerpo por recorrer. Estaré dentro de ti, porque quiero ser un sólo cuerpo contigo, un sólo susurro, un sólo murmullo, lleno de Pasión y de Amor. Me siento nervioso, pero Soy feliz de que seas tú. Sólo tú.
también
me
siento
feliz.
Te amo tanto mi amor, nunca olvidare este día. Nunca olvidare que he sido yo a quien dejaste que te convirtiera en mujer, con quien descubrirías una nueva etapa de tu vida. Gracias por permitirme ser yo quien te acompañe en esta tu primera vez, mi primera vez….Nuestra Primera Vez. Te Amo.
75 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Eres tú Eres tú, mi ángel, la razón de mi vida, la alegría de mí ser. Eres la esperanza que me calma, eres mi deseo de vivir y de olvidar todo lo que me hace infeliz. Eres todo lo que quiero. Gracias mi amor por existir, si no fuera por ti, me encontraría todavía perdido en mi mundo; el mundo gris sin emociones, sin ilusiones, que construí para mí. Conservaría mi corazón vacío y dolido con el que me encontraste cuando nos vimos por primera vez. Si no fuese por ti, me encontraría muerto en vida. Gracias mi amor por devolverme la paz interior, por dibujarme de nuevo mi sonrisa con esos colores que tus ojos expanden con cada parpadear. Gracias mujer por ayudar a este viejo trota mundos que se encontraba perdido en el abismo del amor. Quiero agradecerte también todo lo que haces por mí y por todo lo que me das, gracias mi amor por ser la mujer tan maravillosa que mi corazón buscaba; fuiste, eres y serás indispensable para mí. Anhelo caminar junto a ti; tomémonos de la mano y andemos hasta el fin de nuestros días, hasta más allá de la misma vida. Te amo con toda mi alma, eres la razón de mí existir.
76 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Te deseo Esta noche gris, lleno de melancolía, necesito tenerte. Deseos de tocar tu piel y calentar nuestros cuerpos, son los recuerdos más excitantes que tengo de ti. Deseo recorrer tu cuerpo, calmar tus ansias, y escuchar esas palabras de amor diciéndome que me amas y que eres mía. Quiero sentir tu respirar en mi cuello y llevarte al paraíso de amor que hemos creado cada que nuestros cuerpos se unen en uno solo, mira que tú me haces temblar como ninguna otra de la emoción, me hace feliz y llenan de satisfacción. Deseo noche tras noche tus besos y acariciar con mis labios cada centímetro de tu cuerpo sin descansar, sin detenerme un instante y hacerte enloquecer a fuego lento, hasta que ya no puedas respirar, aunque estoy casi seguro que me pedirás más y más. Te deseo tanto mi amor. Deseo tus besos, deseo tus manos que me recorren con locura mi cuerpo, que aruñan mi espalda como gata salvaje. Te amo tanto mi vida. Sólo tú provocas que delire de pasión y locura, sólo tú haces que me imagine entre tus brazos y sólo tú me haces tener las fantasías de amor más dulces y salvajes. Quiero hacer el amor en cualquier lugar de nuestro hogar o en cualquier rincón de la ciudad. En alguna playa escondida. En un autobús a oscuras pero con gente para que ahogues tus gritos. Quiero adueñarme de ti en el avión durante el vuelo mientras todos duermen.
77 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Quiero hacerte mía el lugar más paradisiaco, tal vez Cancún o Acapulco como la primera vez. Quiero que seas mía mientras conduces el auto, o algo más simple como el pasillo de un hotel o en tu bar favorito. Te deseo tanto mi vida. Gracias por hacerme feliz, por entregarte a mí, por cumplir mis fantasías, por amarme día a día.
78 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Gracias por formar parte de mi vida Sabes…hoy me puse a pensar, ¿qué hubiese sido de mi vida si no te hubiera conocido? Y rápidamente encontré la respuesta, si tú no te hubieras aparecido en mi vida, seguiría siendo un hombre común y cualquiera sobre esta tierra, seguiría atado a la idea de que mi única forma de soportar tanto dolor es repartirlo con alguien más, estaría ahogado en la soledad; mi vida sería como un túnel oscuro sin una luz cercana. Simplemente seguiría amando sin poder amar. Por eso y más le agradezco cada día a Dios por cada hermoso segundo que me ha permitido estar a tu lado, por dejarme ser el hombre que te acompañe día a día. Gracias también a ti mi amor, gracias por ayudarme a dejar de ser un hombre más y por convertirme en alguien especial, que aprendió a amar de verdad, que aprendió a reír, a soñar, a luchar y a levantar de sus tropiezos, si amor, todo eso y más fue lo que lograste hacer de mí. Por eso es que te amo, y cada día mi amor por ti crece más y más. Gracias a ti comprendí que el verdadero amor, es la única arma que puede vencer cualquier obstáculo que la vida nos ponga frente a nosotros. Te amo nunca lo olvides, te amo con todo mi corazón y pase lo que pase serás mi único y verdadero amor.
79 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Mi tesoro Hoy me desperté pensando en ti, porque me gusta recordar tu sonrisa tierna que siempre tienes para mí, me gusta tu mirada y es que amo ver que al despertar las caricias tatuadas en tu cuerpo fueron hechas con mis manos y que tus oídos se encuentran llenos de las palabras de amor que en la noche te susurre. Desde que estoy contigo me he vuelto un tumulto de emociones juntas, lleno de pasión y con un sabor a amor verdadero. A diario me pregunto qué habré hecho para merecerme tanto amor, porque Dios al enviarte a mi vida me mando el mejor regalo que nunca había tenido. Me gusta como comprendes a este loco enamorado y como me tranquilizas cuando estoy por explotar. Siempre tienes las palabras necesarias para que medite aun cuando siento que ya no puedo más. Me gusta vivir a tu lado y llenarte de bellos momentos. Eres especial y me inundas de alegría, mi mujer maravilla. Sé que eres la única mujer que existe para mí, porque te encontré en un rincón del planeta, ese rincón dónde sólo yo y mi amor verdadero pudieron llegar. Mi amor, mis ojos brillan cuando te veo, y aunque vea miles de mujeres alrededor yo sólo pienso en ti, porque ninguna es como tú, ninguna eres tú. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón y anhelo vivir a tu lado hasta mi último respiro, estoy seguro que nuestro amor seguirá creciendo día a día, porque lucharemos juntos para lograrlo. No quiero perderte porque eres, el tesoro que tanto busqué.
80 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Ya no más No recuerdo el momento exacto en que me volví dependiente de ti, te fuiste convirtiendo en mi adicción, en una droga tan fuerte que me hacía creer que tenía todo, que tú siempre serías para mí. Pero ya no puedo seguir. He comprendido que este amor no me lleva a ningún lado, este amor no ha dejado un centímetro de mi cuerpo en el que no pueda necesitarte. Este amor se convirtió en mi enemigo. No quiero ser cautivo de un capítulo en libro de tu vida. Mi error, sin duda alguna, es amarte como te amo. Mi error es tener tan pocas metas por cumplir y entregarte a ti mis ilusiones. Mi error es esperar el momento en que decidas fijar tu mirada en mí. Y sé que soy yo el culpable, tú tienes un hogar, una familia que te espera, y estoy seguro que nunca dejarías esa hermosa vida por este novato que a tu lado aprendió a volar en las mieles del deseo. No quiero que sea demasiado tarde y ver en unos años, que desperdicie mi juventud amando a quien no debía de amar, sin darme paz ni estabilidad. No quiero dejar de ver la luz de un nuevo día por esconderme en las penumbras de una mentira. Sé que fui yo el creo permitió que este amor creciera escondido, entiéndeme, creí inútilmente que algún día te conquistaría y que te tendría las veinticuatro horas del día, sólo para mí. Pero sé que jamás será así. He roto las sogas que me ataron a esta farsa que yo mismo construí. Por eso hoy, aunque me duela te digo adiós, adiós para siempre mi querida amante.
81 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Tu amante…su padre De nuevo me encuentro ante una hoja de papel escribiendo una carta más, con mucho dolor, lleno de tristeza. Hace más de una semana que no te veo y no puedo más, cada día que pasa, estoy muriendo por dentro. Ya no puedo aguantar las ganas de llorar, quisiera ir corriendo a buscarte, pero no puedo, tú y yo vivimos en un mundo diferente, en mi mundo soy un loco enamorado y en tu mundo eres mujer y madre, con un hogar. Dónde yo existo es en esos sueños eróticos que noche tras noche tienes, para ti, en tu mundo soy solamente un objeto de pasión, me canse de ser invisible en tu vida, esa vida en la que eres una gran mujer respetada y admirada; y yo soy solamente el sujeto que se metió a arruinar un hogar ajeno. Sé que nadie me obligo, pero el amor es así, se adueñó de mí y no puso un límite para enredarme entre tus sabanas. Me he cansado de esperar, de dormir entre sabanas sin ninguna otra compañía, sobre todo esas noches frías de invierno dónde tu cuerpo sería la fogata perfecta que llenara mi cuerpo de calor, pero lo único que me quema es el dolor de no tenerte cuando más te necesito. Me he dado cuenta de que tu calor de horas, a escondidas, con prisas no es lo que busco, que esas horas siempre pesan en mi conciencia después de tu partida. No puedo negar que he sido feliz a tu lado con esos minutos de amor comprados. Pero hoy la venda ha caído de mis ojos, a pesar del dolor que siento en este momento, como un rayo atraviesa mi cuerpo justo en el corazón. Me cansé de vivir de celos, de celos que no puedo confesar porque simplemente no tengo los derechos porque simplemente nunca
82 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma me los he ganado. Soy sólo un amante, palabra prohibida que da emociones y te hace enamorarte, palabra que con todas las pasiones te llevo al cielo y te dejo caer de golpe con heridas mortales en el alma sola y vacía. Y al final siempre duelen más mis recuerdos vánales al darme cuenta de sólo he sido una parte de comedia, el payaso de esta historia y me doy cuenta de que fui un perfecto en la actuación porque sin querer actuó el corazón y él lo creyó real. Y fue hasta hoy que me he dado cuenta, hoy que vive en tu vientre el fruto de nuestro pecado. Ahora que no estoy a tu lado y que me necesitas más que nunca, o tal vez sea yo quien te necesite a ti. Es inútil volverte a buscar. Pero no quiero que mi hijo crezca con un padre que no es el suyo, y es que él jamás podrá ser el padre perfecto que mi hijo se merece. Él no será como yo. Pero tengo que decir adiós, eso sí, jamás dudes que el día en que vea a mi hijo correré a abrazarle y decirle que yo, tu amante, SOY SU PADRE.
83 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Mujer de las cuatro décadas Un nuevo día comienza, no hay trabajo, y he decidido escribir eso que me has hecho sentir a pesar de no ser el hombre que buscas. Pase la noche pensando en ti, como las últimas noches desde que te conocí, y mientras recordaba los momentos a tu lado me emocionaba y sonreía. Comprendí que lo nuestro es especial aunque la sociedad lo critique. Alardean de nuestras diferencias, que a un mi edad aún estoy experimentando, me dicen que no debo creer en tus promesas, dicen que de hombres sabes demasiado y yo de mujeres no sé nada; pero mi respuesta siempre es la misma, no me importa lo que piensen. No me importan las diferencias que al final son las cosas que más me unen a ti. Amo tu edad, tu cabello largo y rizado, con algunos toques grises que sin necesidad de hablar evidencian tu experiencia. Amor tu forma de hablar y la paciencia que le tienes a este humilde enamorado. Me haces crecer, y sentirme importante. Contigo he descubierto que mis defectos tal vez puedan convertirse en virtudes si se perfeccionan con el tiempo; y yo te creo. Te creo cuando hablas, te extraño cuando callas, me siento vacío cuando no estoy contigo, me siento vivo cuando el teléfono dice tu nombre, me siento más hombre cuando me pides que te cubra del frío, soy completo cuando estás conmigo. Gracias a ti he vivido emociones que desconocía, descubrí que soy hombre a pesar de que todos dicen que aun soy un niño. Gracias por permitirme amarte como te amo y por dejarme sentir esa manera tan deliciosa en que me amas. No importa lo que diga la gente, no importa lo que piensen de ti o de mí, lo que importa es que sé quién eres y que no juegas con lo que siento por ti. Te amo, mujer de las cuatro décadas.
84 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Ya no ocultemos nuestro amor Hace un mes que nuestro amor se oculta tras las mentiras, hace un mes que nuestro amor tiene a ellos hundidos en depresión… Amor mío, mi niña preciosa, necesitamos hablar, ya me canse de ocultar todo este amor por ti, no es justo callar todo esto y menos hacer sufrir a ellos dos que se enamoraron de nosotros sin alguna explicación. No es justo ni por nosotros ni por ellos, es hora de alejarlos de nosotros y gritar a los cuatro vientos que nos amamos de verdad y que nuestro amor fue más fuerte que la distancia y el tiempo. Sé que te sorprenderá esta carta, porque prometimos que ocultaríamos nuestra relación un poco más de tiempo, pero ya me canse de ser el otro, de ser tu amante. Necesito ser el primero y el único, no quiero seguir mintiéndoles, aparte él es mi gran amigo y ella se robó mi cariño. Lo que menos quiero es perder su amistad, sé que después de que se entere dejara de hablarme y ella me odiara, créeme que me duele el pensarlo, pero me duele aún más ser un extraño que sólo te puede ver, abrazar y besar cuando no estás con él. Amor, en verdad que necesitamos aclarar esto, ya no ocultemos nuestro amor, salgamos y enfrentemos al mundo con la frente en alto y gritemos cuanto nos amamos y que nunca nos dejamos de amar, que fuimos hechos uno para el otro. No quiero presionarte, pero le confiesas todo a él y nos amamos sin ocultarnos o nos alejamos para siempre, no quiero ocultar más esto, y me duele que él sea más importante que yo, la decisión está en tus manos…Gritamos al mundo nuestro amor o se acaba esta historia, nuestra historia de amor, aquella que no tiene un fin escrito, aquella que escribimos nosotros día con día. Te amo eso nunca lo dudes, juntos o separados te amare por siempre.
85 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Amante lejana Como olvidarme de ti mi amante lejana, esa que en una sola noche me dio nuevas enseñanzas en la complicada rama del amor. Esa noche bebí de las mieles del deseo. Entre sabanas rojas me entregaste cada centímetro de tu bello cuerpo. Aquellas sabanas que se mojaban del sudor de nuestros cuerpos abrazados, descubriendo el paraíso. Allí estaba yo enamorado, creía que con mis manos podría hacerte tocar el universo entero, lleno de estrellas y luceros. Y ahora parece todo terminar, hace mucho que no te veo y mi cuerpo tiembla de ganas por tenerte una vez más entre mis brazos, por hacerte mía una vez más. Me diste de las armas para combatir la infelicidad, todas entre tu cuerpo, todas sobre tu pecho. Te amo mi tierna amante. Amante lejana y al mismo tiempo constante. ¿Dónde estás? ¿Quién es ahora aquel al que vuelves loco con tus encantos? Que poder tiene el dulce encanto de tus ojos, que me vuelve loco con sólo pensarte. Ven mi dulce amante que aun te espero. Sobre esta cama de sabanas rojas que sólo tú sabes cómo enredarme en ellas y adueñarte de mí.
86 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Una nueva oportunidad Por este medio, que sé que muchos ignoran, quiero relatar cómo fue que Dios me dio una nueva oportunidad. Hace años me ahogue en las drogas y el alcohol, no crean que era por falta de amor en mi hogar, al contrario mi familia me amaba tanto. Pero ellos, esos que se dijeron llamar mis amigos, sólo me trajeron malas costumbres, y gustos que yo no tenía. Ellos, esos que se decían llamar mis amigos, únicamente buscaban dañarme, y yo como un ingenuo caí en sus redes… Recuerdo esa última vez que salí con ellos, esa noche en el antro, todo era música, drogas y alcohol… Había tomado como nunca y no era el único, todos mis “amigos” estaban hasta atrás, esa noche, al subir al auto algo me detuvo, sentí un frio inmenso en mi pecho y decidí no subir con ellos. Espere un taxi y llegue a mi casa, sin saber ni mi nombre, era como un loco perdido, me acosté en mi cama y dormí hasta la tarde del día siguiente, cuando una voz desesperada me despertó de mis sueños, diciéndome que prendiera el televisor. Al encenderlo y escuchar lo que decían, no podía creerlo, ellos, los que se dijeron llamar mis amigos por mucho tiempo, habían caído a un barranco y todos estaba muertos…Una lágrima rodo por mi mejilla y lo único que hice fue arrodillarme y pedirle perdón a Dios por haber sido un mal hijo. Les agradecí como nunca el haberme dado esta nueva oportunidad, el haberme hecho no subir a ese auto, el auto de la muerte, y como llamarlo de otra forma si tras el volante iba un hombre que no sabía su destino y junto a él otros tantos que estaban perdidos en su propio mundo. Dios me dio una nueva oportunidad de vivir y la aprovecho día a día, no he vuelto a tomar desde hace 5 años y me considero un ser inmensamente feliz.
87 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma ¿Qué les diré a mis hijos? Recuerdo cuantas veces pregunte, ya sea a mi madre o a mi padre, como era su época de jóvenes… Y las respuestas eran emocionantes, imaginaba a mis papás bailando, tomando, disfrutando su juventud. Y no pueden negar que me imaginaba que cuando entrara a la adolescencia me iría de antro, probaría el alcohol, el cigarro y disfrutaría la mejor etapa de la vida, la adolescencia. Yo lo pensé, más porque mis padres decían que a pesar de ser jóvenes y atrabancados, se sentían seguros estando en la calle, disfrutando su adolescencia. Pero hoy me ha surgido una duda; mis padres cuando me daban el avión a estas preguntas, contestaba con “a mí me tocó la época de los bellos boleros”, “Yo viví cuando Alemania era propiedad de Hitler pero no me interesaba, yo disfrutaba mi juventud” u otras tantas ocasiones, contestaron sarcásticamente “Hijo, yo apenas estoy disfrutando mi adolescencia”. Sí que me sacaban una que otra sonrisa. Pero, que les diré a mis hijos cuando me digan: “Papá, ¿en qué época viviste?” Sería, y me creo incapaz de mentirle a mis hijos, pero como les diré, que me tocó vivir la época en que el gobierno nos inventaba crisis para aumentar el precio de los alimentos, enfermedades que jamás nos demostraron su existencia pero la gente no quería salir por miedo a contagiarse, la época en que el gobierno prometió empleos para todos y no cumplió, cómo les diré que me toco la época donde te encontrabas muertos sobre las banquetas o escuchas balazos día y noche; cómo les voy a explicar a mis pequeños, que su padre tuvo que vivir la época en que aunque hubiera antros, bares y tuviese la libertad de visitarlos no podía ir, porque no sólo era el miedo propio, sino que la sociedad en general, se llenó de miedo y no se atrevía a salir a las calles de noche.
88 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Cómo les digo a esos inocentes pequeños, mis hijos, que cuando salía a la calle, en lugar de ir admirando las nubes, los paisajes, respirando el aire puro; tenía que ir pendiente en la ventanilla del coche o del transporte público, esperando la hora en que se escucharán los macabros estruendos. Como lo dije, me creo incapaz de mentirle a mis hijos, pero si ellos me preguntan “¿En qué época viviste?” Les contestare que comencé a vivir cuando conocí a su madre y me dio la noticia de que venían en camino. Será una mentira, tal vez, pero no quiero que mis hijos sepan que el que es su padre estuvo viviendo en la época del miedo.
89 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Fiel amigo En cada una de mis líneas he expresado todos mis sentimientos pero sin darme cuenta me olvide de expresar lo mucho que te quiero. Hoy estamos un poco lejos, pero debo agradecerte todo lo que hiciste y sigues haciendo por mí. Cada momento que pasamos juntos, cada consejo, cada sonrisa y porque negarlo, si también me hiciste sacar unas cuantas lágrimas. Gracias por haberme acompañado en este largo camino, sé que algún día nos volveremos a ver, nos toparemos en la calle y nos platicaremos todas las aventuras que hemos vivido y sonreiremos juntos una vez más, tal y como lo hicimos durante el tiempo que estuvimos juntos. El día de hoy no estamos juntos pero a cada instante te recuerdo y agradezco a Dios por haberte puesto en mi camino. Que hubiese sido de mi vida sin alguien como tú en ella, sin ese toque tan especial que diste a cada instante que estuve en problemas… Recuerdo cada travesura que juntos hacíamos, pero también cada regaño que nos ponían, recuerdo como nos divertíamos sonriéndole a la vida y burlándonos de ella… Hoy somos dos adultos y créeme que por nada del mundo cambiara esos años que estuve compartiendo contigo. Espero te guste esta carta, y ahora tengo que despedirme pero antes debo agradecerte una vez más por formar parte de mi vida, por ser mi confidente, mi compañero de aventuras, mi aliado… Gracias por ser mi fiel amigo.
90 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Te esperé hasta el último instante ¡Hola amigo mío! Pues creo que por fin te animaste a venir a verme, si estás leyendo esta carta es porque yo ya morí, y mi madre cumplió mi última voluntad, ella de seguro te conto mi historia. Espero que no te sientas culpable de mi muerte, sabes…Te espere todos los días desde que me entere de mi enfermedad, te espere todos los días sentado en ese sillón donde jugábamos de pequeños, donde peleábamos nuestros juguetes y donde compartíamos grandes aventuras. Amigo, ¿por qué no llegaste antes?, te espere hasta el último instante de mi vida, anhelaba verte entrar por esa puerta y que me dijeras que contaba contigo, pero nunca llego ese día, aun así te perdono, sé que no fue tu intención… Mira debajo de mi cama esta esa pelota por la que discutimos la última vez, recuerdas que no te la quise prestar y la ponchaste, ese instante te deje de considerar mi amigo, pero fue simple enojo de niños, sé que tú también me perdonaste todo lo que te hice, porque recibí tu carta, amigo, te quiero regalar esa pelota, quiero que la tengas, porque es tuya… Amigo, mi mayor confidente, sé que nos alejamos pero que no nos olvidamos, por eso quiero que me sigan recordando siempre… Bueno te mando saludos y que Dios te bendiga y te llene de vida, yo creo que para cuando tu leas esto ya estaré en un lugar mucho mejor… Aun después de muerto recordare cada instante juntos que nos divertíamos haciendo travesuras… Cuídate y salúdame a tu mami, que fue como una segunda madre para mí… A ti, mi amigo, te deseo lo mejor de la vida y espero seas inmensamente feliz, no olvides llevarte la pelota, nuestra pelota, símbolo de nuestra amistad… Te Quiero Mucho.
91 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma No sirve de nada Amigo escribo para confesarte algo que hace mucho tiempo estoy callando y me está haciendo mal. Antes que nada, no dudes nunca que eres especial para mí, desde pequeño has sido mi mejor amigo, has estado siempre conmigo en las buenas y en las malas, has sido mi confidente, me has brindado tu apoyo siempre que lo necesitaba; te juro que es difícil para mí hacer esto, pero al final es la verdad y por la gran historia que hay entre ambos tengo que confesarlo. Siempre nos prometimos que seríamos amigos hasta la eternidad y no quisiera que las cosas cambiaran, sin embargo he hecho algo que sé que nunca me perdonarás. No sé cómo comenzar, me conoces y sabes que suelo darle muchas vueltas al asunto cuando es algo que me pone mal, pero me enseñaste a que siempre se comienza por el inicio, estoy seguro que a ti lo que te importará será el final. Amigo, me enamoré de un imposible, me enamoré de una mujer que no fue hecha para mí; imagino tu rostro ahora mismo te estas imaginando lo peor y lamento decirte que no te equivocas, por lo cual escribir más preámbulos a esto sólo causará más daño y al final, tampoco Dios me perdonará. Era tu mujer pero me lleno de palabras dulces y yo no supe decir no, caí en la tentación, te traicione amigo y me traicione a mí mismo. Muchas veces intente detenerme pero mi corazón no supo frenar, por eso preferí alejarme de ti todo ese tiempo, era incapaz de verte a la cara, no podía ver como sonreías cuando estabas con la misma mujer que yo amaba.
92 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Amigo no quiero morir un día y llevarme este peso en mi conciencia, aunque sé que desde el día en que comencé a jugar con fuego me fui quemando poco a poco como leña seca. Pedir perdón ahora ya no soluciona nada, pero me hubiese encantado seguir con nuestra amistad sin haberla manchado, sin haberla quebrado como un niño que juega con un jarrón de cristal, pero lo hice, sin pensarlo pero dañe toda nuestra historia. No sabes cuánto me duele y cuánto me arrepiento. Perdóname amigo aunque pedir perdón… No sirve de nada.
93 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma A ti mi enamorada hermana Hola hermanita… Te parecerá raro que te escriba, créeme que nunca había escrito para ti, y no es que no te quiera o que me olvide de que estas ahí… Te adoro y eres también parte de mi vida… Hoy me he enterado que él y tu han terminado su relación, me dicen que te encuentras triste, que todavía lo amas. Hermanita, no soy tal vez el mejor consejero, pero soy el hermano que más te ama, es por eso que quiero decirte que es hora de olvidar ese amor pasajero, eres una niña que apenas empieza a conocer de la vida… Vendrán otros amores y él se borrara de tu mente. El día de hoy no debes llorar sino hacer un recuento de todo lo que ese amor te dejo, todas las alegrías, las tristezas y las enseñanzas. No busques la felicidad en la soledad, ella a veces suele ser la peor compañera. Hermanita, hoy cuentas conmigo, y con nuestros padres; a ellos sé que temes decirles que ya tuviste tu primer amor, pero no temas, ellos te comprenderán, mis padres han aprendido a ver la vida de otra forma; y de mí, sabes que cuentas conmigo, que siempre estaré aquí para escucharte aunque ya no estemos viviendo bajo el mismo techo. Tal vez nunca lo has escuchado, menos leído pero te amo, hemos compartido nuestra niñez juntos, ahora tu eres una jovencita que empieza a vivir la vida y aunque yo tenga más años que tú te entiendo porque todo lo que hoy vives, ya lo viví. Eres mi hermanita enamorada, pero pronto sabrás, que ese amor que hoy sientes no es nada comparado con lo que encontraras a lo largo de tu vida. Te adoro.
94 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Suena absurdo Hermana, mi ejemplo, creo que jamás pensaste recibir una carta de mí, yo que soy tu hermano menor. Quiero escribirte porque sé que aun con el paso de los años, no has podido corregir aquellos errores que has cometido, mi madre sigue llorando por que día a día sus pleitos crecen, sé que a ti te molesta que hable mal de él, tu esposo, pero como no hacerlo, si todos los días que estuve viviendo bajo el mismo techo, él se dedicaba a mandar como el dueño de la casa, esa casa que nosotros construimos juntos y no él. Sé que lo amas, y el amor ciega a cualquier persona aun siendo la más fuerte, como tú, que eres una mujer fuerte, pero que se ha dejado llevar por el amor. Hermana con esto que te escribo no quiero molestarte, solamente quiero que entiendas, que él no se merece tener a su lado a una mujer como tú, tú eres una mujer excepcional, una mujer perfecta que todo hombre desearía tener a su lado, pero no para volverla su sirvienta sino para amarla y respetarla. Tus hijos, han de estar grandes y ya empiezan a ver como es él contigo, perdón por decírtelo pero si ellos llegan a odiarlo, no fue tu culpa, fue la suya, al convertirse en un mal padre, en un mal ejemplo. Es absurdo escribirte, porque sé que el amor que sientes por él es aún más fuerte que el amor por nuestra madre, así que no me entristeceré si esta carta es rota en cuanto la leas, sé que en este momento me odiaras, y harás tu rabieta como lo hacías cuando estábamos juntos. Sólo una última cosa, un último consejo; recuerda que la vida te la dio nuestra madre y no él que te está quitando la felicidad, con su soberbia y su carácter, él se siente como tu dueño, pero recuerda que eres tú la dueña de ti misma y él es sólo un viajero en tu vida.
95 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Ya no le pegues Anoche llegaste de nuevo a casa, como los últimos meses con unas copas de más, mamá y yo esperando a que llegaras para juntos como familia cenar; pero tal y como los últimos meses sólo nos llegaste a golpear. Papá acaso no te das cuenta de todo lo que mamá y yo hacemos para que estés feliz el poco tiempo que el trabajo te deja estar a nuestro lado, cada minuto que pasa le pedimos a Dios que regreses con bien para poder mirarte una noche más a los ojos y decirte cuanto significas para nosotros pero desde hace tiempo cambiaste, esa mirada que nos demostraba cariño y protección hoy únicamente nos demuestra un rencor que jamás alguien nos había demostrado. Cómo fue que paso, cómo todo cambio… Nuestra vida era una vida muy tranquila con los típicos problemas de una familia normal. Qué le paso a mi héroe, aquel que noche tras noche, cuando era pequeño me repetía que sería el que protegería a mamá y a mí de todo mal que nos acechara. Papá, que te hizo mamá, para que noche tras noche le sueltes dos bofetadas en cada mejilla, las jales del pelo, la patees y termines gritándole los peores insultos para una mujer. Papá ya no le pegues a mamá… Aun soy muy pequeño y todo lo que veo lo aprendo y me da miedo saber que tal vez un día yo llegue a ser como tú. Ya no le pegues, ella es una mujer indefensa, es la mujer que nos ha dado todo y hasta se ha quitado el plato de la boca para ponerlo en las nuestras, que te hizo mamá; en que falló si nos has dado cada segundo de su vida, cada minuto ha luchado por seguir siendo una familia.
96 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Papá, ya no le pegues a mamá, quiero que vuelvas a ser mi héroe, aquel que me enseñe a ser un hombre de bien, que me enseñe a respetar a una mujer, que me diga qué debo hacer ante cada desafío de la vida… Quiero que regrese ese padre de la mirada cariñosa y protectora y que se vaya aquel hombre que ocupa el lugar del que nombre mi ejemplo a seguir. Papá ya no le pegues, porque si le pegas una vez más, mamá y yo te tendremos que abandonar, pues no queremos que un golpe tuyo un día nos vaya a matar.
97 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Carta a papá Hola Papá… El día de hoy cumplo 8 años, le pedí a mami que te quería ver, que ese era el único regalo que deseaba para este día. No pedí una fiesta, no más juguetes; yo sólo desee verte. Mi mamá me dijo que no podías venir, que tú te fuiste, cuando supiste de mi existencia; eso me dolió demasiado, el pensar que te habías marchado me hizo pensar que no me quieres, derrame unas lágrimas, la tristeza me invadió, mamá se acercó a mí y me dijo que tú nunca regresarías, que tú nunca nos quisiste… Papá… ¿Por qué te fuiste? A poco no amabas a mamá, como ella te amaba, porque estoy seguro que ella aun te ama, pues cada que pregunto por ti, llora conmigo. No sé el porque te fuiste, sólo sé que hoy te extraño demasiado, que mamá y yo te necesitamos; papi, no me falta nada, tengo los juguetes más nuevos, ropa muy bonita y en el colegio que estudio me va muy bien; pero hay algo que me falta, algo más que lo material; lo único que me falta es tu bendición por las noches y un beso en la mejilla para saber que me quieres. Papi, anhelo verte y que me lleves de la mano al colegio, me duele el ver como los papás de mis amigos los llevan hasta el salón de clases y se despiden con un beso y un fuerte abrazo; mi mamá hace lo mismo, pero si los dos me llevarán sería mucho mejor… Papá, espero que si un día lees esto te des cuenta que aunque no te conozco y ni siquiera sé tu nombre, y aunque mamá diga que nos abandonaste quiero que sepas que yo te amo pues fuiste parte de mi creación.
98 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Anhelo el próximo año verte entrar por esa puerta, pero no es necesario que traigas un regalo muy caro… El próximo año sólo quiero que extiendas tus brazos, me cargues y me des un abrazo, ese abrazo que tanto he pedido… Te Amo Papá. Atte. Tu Hijo.
99 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Cinco Minutos Hola… Tal vez ya no me recuerdes, o tal vez imaginas mi rostro como ese niño que viste la última noche, una noche antes de que partieras de mi lado. Hace ya once años de tu partida, hace ya once años en los cuales no he recibido un abrazo tuyo, un beso, una felicitación, y créeme que hasta tus regaños los extraño. Entiendo que si hoy estas lejos, es porque fuiste a buscar una mejor vida a otro lugar, a otro país, pero se te olvido que para mí, el mejor lugar es a tu lado; te fuiste y no me llevaste contigo. Ha pasado el tiempo he madurado y tuve que aprender a hacer una vida sin tus sabios consejos, esos consejos que todo ser humano necesita de un padre. Me convertí en padre y tú no estuviste aquí, no sabes cuánto hubiese pagado para tenerte ese día a mi lado. Papá, no te juzgó, pero el dinero para mí no es nada si no lo comparto contigo; daría cada peso que me has mandado por un abrazo. Cambiaría cada llamada por un hermoso beso en la mejilla… Cambiaría estos once años por cinco minutos, únicamente cinco minutos a tu lado. No pido más, créeme que he pensado tanto lo que quiero decirte, que con cinco minutos me bastaría para decirte cuanto es que te amo y cuanto te he extrañado. Cualquier persona se olvidaría de alguien que no está a su lado; pero yo, yo no puedo olvidarte, me diste la vida junto con mi madre, me diste todo tu amor cuando estuviste a mi lado y no podría olvidarme jamás del amor de mi vida, de mi padre, mi héroe, mi todo. Papá, gracias por todo lo que has hecho por mí, por cada día de esfuerzo en el trabajo para mandarme el dinero, que claro que es
100 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma importante pero no vale nada si no estás tú conmigo; sólo te pido que me prometas que un día vendrás a verme, llegarás a casa, me darás un fuerte abrazo y me dirás que sigo siendo tu campeón. Papá, ven, abrázame, dame tu amor y calor… Dame cinco minutos y déjame decirte cuanto significas para mí, para tu campeón, aquel que hace once años dejaste de ver, aquel que a pesar del tiempo y la distancia te siente tan cerca y te ama cada día más. Papi, hoy no quiero una llamada… Hoy sólo quiero que me des cinco minutos para que veas al campeón en que me he convertido.
101 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Tal vez no haya un perdón para ti Hola Papá. Te escribo esta carta para decirte tantas cosas que nunca te he dicho porque nunca me fue permitido. Ahora que soy una persona adulta, independiente y que he hecho muchas cosas para reencontrarme a mí mismo. Te digo que he sufrido tu ausencia. Gracias a una madre valiente soy lo que soy ahora. Porque tú no estabas conmigo. Consideré la idea de no necesitarte, cancelando tu figura de mis necesidades. Dime ¿por qué permitiste que creciera lejos de tu vida? ¿Por qué me hiciste heridas en el alma que no sanan todavía? Te digo que duele no sentir amor por ti que eres mi padre y que participaste en la creación de mi vida. Es triste saber que pasaron los años, paso mi niñez, llego mi adolescencia, y también mi etapa adulta y nunca tuve tu consejo. Ahora ¿qué quieres, apareciendo cuando te he borrado de mis cosas y mis necesidades? Si me equivoco o no, es cuenta mía. Dime si sabes ¿qué se siente necesitar a un padre? No, tú no sabes nada porque eres egoísta. Yo no te pedí que me engendraras para luego dejarme en el olvido. Tú no protegiste a mi madre cuando más te necesitaba. Cuando sabias que yo existía. Hiciste de tu vida lo que quisiste y después vienes a buscarme. Cuando han pasado los años. Cuando ya no sirve de nada. Te juro que he intentado muchas veces tomar en serio tu presencia, pero después de tanto he descubierto que ya no es nada.
102 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Le pido a Dios que me perdone por no amarte como debería, pero no es culpa mía. He sufrido tanto en mi vida y nunca te importo. Como puedo ahora contarte mis problemas y dolencias. Si tengo alguien a quien recurrir cuando más la necesito. Ella es mi madre, ella es mi padre. Tú eres un extraño que juega a vivir ahora en mi presente, apareces cuando quieres. Ahora ya no importa, vete con tu familia y déjame a mí, vivir de mis cosas. Amando a mi madre. No sé si algún día te perdone. Porque tu solamente eres el Padre que nunca tuve.
103 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma El regalo del corazón Por ser hoy tu cumpleaños entré a un lugar a buscarte un regalo, quizás sería una camisa, un short, un perfume... No lo sabía, sólo sabía que quería algo especial, algo que te demostrara cuanto vales para mí, de pronto pensé cuanto significas para mí, deje de lado lo material y me di cuenta que lo que había en ese lugar era muy poco para ti. Fue entonces cuando pensé que el mejor regalo que podía darte era decirte cuanto te quiero. Por eso hoy mi regalo no lo busque en una tienda, sino en mi corazón y mira todo lo que encontré en Él, para ti. Primeramente vi. Que hay una admiración muy grande por ti papa, porque has sido un gran padre, y un buen amigo también. Igual vi, un enorme agradecimiento, no sólo por darme la vida, sino porque me has dado los mejores recuerdos que tengo, por ejemplo, me diste una niñez feliz, muy feliz, en mi juventud me diste la oportunidad de decidir mi futuro, quizás no lo he hecho de la mejor manera, pero son estas experiencias las que nos hacen crecer. Siempre has estado cerca para ayudarme cuando he necesitado, eres muy bueno. Me has dado mucho padre y yo te he devuelto tan poco, por eso hoy quiero devolverte aunque sea un poquito de esos momentos que tú me has regalado. Cada salida al parque, cada sonrisa, cada palabra que me levantaba el ánimo y me insinuaba el seguir luchando por lo que quería. Papá, no sé si yo lo merezca, pero cierto es que me toco el mejor PAPÁ.
104 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Gracias por tu amor Hola papá. Quería decirte lo importante que eres para mí. Sé que casi nunca te digo lo indispensable que eres para mí, siempre estas cuidando de mí, buscando llenar mis necesidades, dándome tu apoyo y tus consejos. Gracias papá por brindarme tu confianza y por ayudarme a crecer con tu experiencia. Papá, soy feliz de tenerte, de luchar codo a codo por mis anhelos porque eres la figura que me inspira, que me hace sentir fuerte. Gracias papá por tu dedicación y amor a diario, por ayudarme a pisar fuerte en este mundo lleno de contrastes, de alegrías y tristezas, de días soleados y lluviosos, de mujeres buenas y malas, de abundancia y escasez. Hoy por la mañana al despertar y saludarme volviste a decirme que tus días estar por terminarse y que pronto tendré que caminar solo por la vida, pero no me digas eso, conozco la ley de la vida pero simplemente no me gusta pensarlo, quiero disfrutarte hasta el último instante. Papá, estoy seguro que el amor que me has brindado será eterno y te amaré por todos los días de mi existencia. Gracias por darme tu amor y tus cuidados, por darme una vida digna. Prometo dedicar cada momento de mi vida a ti, porque tú eres mi ejemplo y si pudiera te pagaría por todo el amor que me has dado, pero es imposible porque no hay dinero en el mundo que pueda cubrir el amor sin límites que me brindas y tus sacrificios que día a día haces para darme lo mejor. Gracias papá.
105 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Mirada al cielo Hola papá. Hoy, han pasado ya 13 años desde que mamá se fue de nuestro lado, hemos sufrido tanto desde su partida, pero créeme que Dios sabe porque hace las cosas, al quitarme a mi madre se llevó una gran parte de mi ser, pero hizo de ti un padre excepcional. Dejaste esos fines de semana con tus amigos, por estar conmigo compartiendo un poco de tiempo, ¿recuerdas como jugábamos, como reíamos, como corríamos? Yo sí y como no hacerlo si fuiste para mí el mejor de los padres. Cuando mi madre murió no encontraba una salida, estaba triste y desconsolado, lloraba en cada rincón, suplicándole a Dios que la trajera de regreso a mi lado. Papá, sé que sufrimos a la hora de comer, pero siempre hiciste hasta lo imposible porque nunca faltara ninguna comida sobre la mesa. Hoy es tu aniversario, y que lastima que no sea ese aniversario que todos los hijos quisieran festejar a sus padres… Padre, hoy cumples ya 5 años de haberte ido junto a mi madre y me dejaste solo, no te culpo, recuerda que Dios sabe porque hace las cosas, y con tu partida me quito la única parte que quedaba de mí, pero al arrebatarte de mi lado me mando una mujer maravillosa, que hoy está esperando tu primer nieto, sé que no lo conocerás, pero también sé que fuiste tú quien elegiste este nuevo angelito que está en camino. Mándale saludos a mi mami, que también ha de estar brincando de alegría… Dile que cumpliré todas las promesas de que sería un buen padre, y a ti papá lo único que hoy me queda por decirte es…Gracias por ser mi padre y mi madre durante 8 años de mi vida.
106 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Papá… Soy gay Papá, me cuesta demasiado hablar contigo de manera sincera y de temas que a mí me interesan, por eso es que prefiero escribir. Mi mayor anhelo siempre ha sido que me conozcas tal y como soy, he pensado mucho como escribir esta carta, pues siempre me has repetido que no es de hombres escribir, que los gritos y golpes es la mejor solución para todo. Hoy sé que no te defraude a ti; me defraude a mí mismo por no haberme atrevido a decirte lo que me pasaba; papá, yo no puedo prometerte nietos ni muchos estar con la mujer más hermosa del mundo, mis gustos son muy diferentes a los de los demás hombres, o al menos al hombre que tú eres. Estoy seguro que es muy difícil que me entiendas pues todo sería más fácil si no fuera homosexual, pero lo soy y si lo callé no fue por vergüenza, fue por el miedo que te he tenido siempre, de que me juzgues, de que me corras de la casa y hasta de que me grites que siendo homosexual dejo de ser tu hijo. Papá, soy gay y no te pido que me comprendas, tan sólo que me aceptes como soy, que así como tu disfrutas de tu sexualidad, me dejes a mi disfrutar la mía, que no es rara únicamente es una más de las tantas que hay. Sé que podrías empezar a quererme menos o hasta llegar a odiarme por no haber sido el hombre que siempre quisiste que fuera, pero yo quiero vivir de acuerdo a mis sentimientos. Yo no quiero imponerte algo que no estás en condiciones de aceptar; sólo te pido que no cierres los ojos, que me escuches, que me entiendas y que me sigas queriendo como el hijo que soy. Si hoy me atreví a confesarte mi homosexualidad, no es porque quiero salir a la calle, colgarme un letrero al cuello y que todos sepan que te fallé, al contrario si me atreví a decírtelo, aunque sea a través de esta carta, fue porque necesito de ti, necesito tus consejos para ser feliz, y me ayudes a fortalecer mi autoestima que
107 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma ha sido desbaratado por aquellas que personas que sin saber lo que me pasa me miran raro en la calle como si fuese un bicho extraño. Necesito un abrazo de ese padre que siempre estuvo ahí para hacerme un hombre, y soy un hombre porque mis preferencias sexuales no me quitan mi hombría, pues un verdadero hombre busca la felicidad de sus seres queridos, protege a las mujeres de todo aquello que quiere hacerles daño y se levanta cuando cae; todo eso yo lo he hecho y lo seguiré siendo, aunque mi sexualidad sea diferente a la tuya. No has hecho nada mal, ni eres culpable de nada; pero tampoco te victimices. Si pudiera reprocharte algo, lo único que te reprocharía el que seguiste la tradición de que debo obedecerte y cumplir todas tus expectativas. Papá, soy gay pero soy tu hijo y espero que después de leer esto no reciba una bofetada ni mucho menos un silencio eterno, dame la oportunidad de sentirme comprendido y respetado por ti. No me hagas más difícil la carga. Sólo quiero que me ayudes a quitar las piedras de mi camino, que cada vez son más pesadas. No me pongas tú esa roca que tal vez no pueda mover, porque sin tu ayuda no podré quitarla nunca. Tan sólo acércate a mí y dime que no he dejado de ser… Tu hijo amado. Te amo y no quiero perderte.
108 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Perdón por no ser el mejor hijo Mi querida Madrecita. No creas que me había olvidado de ti… Te escribo esta carta con todo mi amor para pedirte perdón, por muchos de mis errores, que aunque hoy lo niegues, yo sé que te duelen. Mami, nunca pienses que no te quiero, tu eres mi luz y mi ejemplo, sé que no hay excusas, pero a veces me encuentro en caminos sin salida y me desespero, grito y digo cosas que nunca diría y que a ti te lastiman más que a nadie. Mamá así es la vida de difícil para todos yo sé que quisieras que nunca sufriera y que mis caminos fueran perfectos, pero no es así. No quiero volver a escuchar de tu frágil voz que te gustaría pagar el precio de mis dolores y cargar con las cruces de mis errores, no son así las cosas. Mamá yo tengo que enfrentar solo mis decisiones con valor, que a veces me falta pero allí estas tu que con todo tu amor me levantas. No te preocupes madrecita mía, todo es cuestión de vida y sacrificios, yo voy a salir adelante y voy a luchar por alcanzar mis propósitos como tú me enseñaste, si Madre, cumpliré mis metas con amor, sólo el amor, puede vencer todo en esta vida. Perdóname Mamá por no ser el hijo que te mereces, sé que quisieras un mejor hijo, que te respetara, que te diera buenas noticias, pero tal vez no soy así, pero que te quede claro y nunca lo dudes, te quiero con todo mi corazón y daría mi vida, mi sangre y mi alma por ti. Gracias por estar allí, siempre que te necesito. Un último favor…Ignórame cuando escuches que hablo sin pensar o reniego de mi suerte. Te Amo Mami.
109 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma No sólo es un año más de vida ¡Mamá! Quiero felicitarte, aunque ya no viva bajo el mismo techo, aunque ya no te veo diario, hoy en este día tan especial quiero felicitarte. No es una felicitación sólo por un año más de vida, quiero felicitarte porque hoy que tengo una nueva familia me doy cuenta cuanto luchaste por nosotros, por darnos lo mejor, quiero felicitarte por arriesgar tu propia felicidad con tal de que nosotros tuviéramos una sonrisa, felicidades por cada ocasión que dejaste a tus amigas por vernos un instante. Hoy madre mía tu pelo ya pinta algunas canas, es ilógico decirlo, pero desearía tanto tener al menos una de esas que tú tienes, porque sé que cada hermoso rizo sobre tu cabeza, no es muestra de un año más de vida, sino de un millón de experiencias vividas y de una sabiduría inmensa. Felicidades no por un año más, sino por mil enseñanzas que hoy se añaden a tu ya larga lista… Felicidades por aguantar a estos niños, que día a día convertiste en hombres y mujeres bien. Mamá…Felicidades por ser… La mamá más bella, la más sabia, por ser aquella madre que cualquier pequeño desearía tener, ojala en la tierra existieran tantas mujeres como tú, aquellas mujeres que arriesgan su felicidad a cambio de dibujar una sonrisa en el rostro de su hijo. Mamá, sobre todo quiero felicitarte hoy en tu día por ser la mejor madre.
110 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Factura que pagar Hoy, que despertaste en la mañana con mil cosas y expectativas. Hoy, que esperas quizás más que cualquier día. Hoy, mamita yo te fallo pues no traigo lo que querías. Hoy te regalo una factura, una simple factura de vida. Ayer trabajaste tanto que te quedabas exhausta. Ayer te faltaron cosas incluso las que eran básicas. Ayer te faltó cariño pero no fue culpa mía. Ayer no estaba contigo perdona aun no nacía. Mas hoy mamita que cumples ya medio siglo de vida Te traigo una factura pendiente, de mis hermanas y mía Y aunque contadores no somos y mucho menos policías Llegó el momento de pagar yo sé que quizás no querías. - Mil desvelos y trabajo. - Miles de horas de alegría. - Paciencia y tolerancia. - Lo que falta nos hacía. - Dinero. - Zapatos en temporada. - Una que otra medicina. - Quizás una regañada. - Unos trapos muy lindos. - Una rica comida. - Una casa muy alegre. - Una familia muy unida. Vaya que es larga la lista, y apenas voy empezando. Como te voy a pagar mamita tantos años de trabajo. Únicamente me queda prometerte que aun que pasen más años. Recordaré la factura que con intereses iré pagando Te Quiero Mucho Mama… Felicidades.
111 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Te extraño, pero pronto regresaré Hola Mamá: Deseo que te encuentres bien, que tengas salud y mucha tranquilidad. No me gusta que te angusties pensando en mí, yo se me cuidar, tú me hiciste un hombre impetuoso, que puede luchar por alcanzar sus propósitos aunque la vida sea muy difícil y a veces no perdone los sacrificios y el amor, pero mamá la vida es así, tu sabes que hay que caminar con la frente siempre en alto buscando cumplir mis objetivos, sé muy bien que cuesta y también duele. Ahora estoy en un lugar lejano y diferente al nuestro, pero me falta mi ambiente, me faltas tú, tu amor y tus cuidados, pero me debo enfrentar al mundo por mis propios medios y vencer los temores que me detienen en este mundo tan difícil. Madrecita yo te quiero tanto y tú lo sabes, me voy a cuidar te lo prometo. Voy a trabajar tanto para mandarte todo lo que necesitas, yo sé que lo único que quisieras es tenerme a tu lado, y ese mismo es mi deseo; pero tengo que trabajar para salir adelante, así es la vida. Por favor, no estés triste todo va a estar bien, no llores Mamita porque si tu estas triste también yo lo estoy y no voy a tener los ánimos de hacer todo lo que necesito, porque tú eres mi pilar, mi mayor estandarte. Cuídate siempre Mamita y mándame tu bendición, yo cada noche le pido a Dios y le pediré siempre que te cuide y te proteja. Que no permita que ninguna lágrima sagrada salga de tus ojitos. Te amo mucho, salúdame a la familia y dile que los quiero y que a pesar de que los extraño a todos, hago esto por un mejor futuro, también dile a cada uno que yo estaré bien y que no teman, que yo pronto estaré de regreso. Te Amo Mamá.
112 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Hasta pronto abuelo Mi alma está llena de un profundo dolor, aún estoy incrédulo por tu partida, no creo que hayas emprendido el viaje del cual nunca más regresarás. Vienen a mi mente las imágenes de los momentos que compartimos, momentos que nunca podré borrar. Que injusta es la vida, está destruyendo el mundo llevándose a los seres que no le hacen mal a nadie y dejándonos aquellos que han olvidado el amor y el respeto al prójimo. Me pregunto cómo la vida pudo ponerle stop a tu sonrisa, con qué derecho nos quitó tú presencia de nuestras vidas. Es difícil para mí recordarte sonriendo, no porque te esté olvidando sino porque sé que tus locuras nunca más las volveré a escuchar, no volveré a tener esas discusiones contigo donde con la frase de que tú por tú edad merecías ganar. Sólo nos quedan los momentos que vivimos en este extraño planeta, en este extraño lugar del que tu cuerpo ha dejado de pertenecer y dónde solamente han quedado fotos y recuerdos. Abuelo, se apagó la luz de tu mirada, se apagó el eco de tu ironía, el sonido estrepitoso de tu sonrisa, el escándalo de tus bromas; y en nuestros caminos sólo camina la sombra de todo aquello que nos dejaste, esos recuerdos que no serán jamás olvidados. Dónde quiera que te encuentres, te enviamos este mensaje lleno de amor y melancolía: “Te queremos y nos duele saber que el brillo de tu existencia se apagó y nos dejó viviendo en las penumbras de tus recuerdos.” Espero que con la fuerza de tu amor, tu familia aquí en este mundo tan irracional pueda aceptar tu partida a pesar del fuerte
113 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma dolor que está pasando y espero nos des la posibilidad de volver a sonreír… Abuelo, a un año de haber emprendido tu viaje, no te olvidamos y esperamos que nuestro amor llegue al cielo y roce tu mejilla como un suave beso, el beso de la gran familia que formaste durante tu estancia. Te amamos.
114 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Aún soy muy joven Hola princesa… Hoy me encuentro aquí escribiendo una carta para ti, comencé con un simple hola, pues a veces no tengo palabras para ti, y esta vez no es la excepción. Hace días me diste una gran noticia, que créeme me encanto escuchar, me dijiste que seriamos papás. Mi corazón se emocionó, mis ojos se iluminaron y una enorme sonrisa en el rostro se me dibujo; como dos niños comenzamos a soñar e imaginar, ya teníamos en mente como seria nuestro pequeño bebe, peleamos por el nombre que le pondríamos, tu decías que querías una niña y yo que quería un hermoso niño, nuestros rostros demostraban a kilómetros la felicidad que nos invadía, la felicidad que nos daba una nueva vida que en tu vientre vivía. Hicimos demasiados planes, nos imaginamos siendo esa familia feliz que existe en los cuentos que de pequeños nos leían… Pero tú y yo sabemos que ser padre no es nada fácil y menos a nuestra edad, perder nuestra juventud con obligaciones de gente adulta… Preciosa, sé que me odiarás, pero yo no puedo dejar el futuro profesional que me creé por un niño que sólo vendrá a estar mundo a darnos molestias, desvelos y esas obligaciones que siempre quisimos evitar. Soy un cobarde, lo sé, pero espero me puedas entender, aun soy un joven inmaduro que en lo único que piensa es en tener una carrera, en salir con sus amigos los fines de semana y en perder el tiempo en actividades de ocio, un joven que no quiere una obligación más en su vida. Perdón si te hago llorar pero me tengo que marchar, mi meta principal es ser un profesional… Perdóname AUN SOY MUY JOVEN PARA SER PAPÁ.
115 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Mi princesa Hola mi amor. Escribo una carta a ti, aunque hoy no sé dónde te encuentres. Escribo esta carta con una nostalgia en mi pecho pero a la vez con la dulce ilusión de volverte a ver. Amor, mi niña preciosa, eres lo más preciado que tengo y eres la razón que me hace vivir día a día y es que te prometí que regresaría a tu lado para decirte cuanto te amaba. A veces sospecho que el tiempo es aliado de la soledad, pues hay días en que los minutos son eternos y no se apiadan de mí, pero al terminar el día suspiro y sé que ya falta menos para volverte a tenerte entre mis brazos. Princesa, cuando camines por las calles y observes familias disfrutando el hermoso día, no bajes tu mirada, recuerda que pronto los días en el parque regresarán y que juntos nos comeremos el mundo bocado a bocado. Le doy gracias a Dios por haberme mandado tan bello ángel a mi vida, cada que te pienso mi rostro pinta una sonrisa y espero lo mismo que suceda y que no olvides jamás mi rostro. Espero que el día en que te vuelva a mirar, corras a mis brazos y con el amor que sólo tú sabes dar, me gritas a lo lejos… TE AMO PAPÁ, en ese instante el corazón reaccionará y desde lo más profundo de los ser saldrá el abrazo más hermoso que te haya dado pues créeme princesa que el rey de tus cuentos ha llegado para no separarse de ti jamás. Te amare por siempre, pues Dios me dio la dicha de tener a la más maravillosa hija de este mundo.
116 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Sufro pero a su lado regresaré Hola mi amor, he decidido volverte a escribir, el tiempo sigue pasando y la distancia aún no se acorta; tengo que decirte cuanto te amo aunque sea por esta carta que lleva impregnados amor y ternura. Estoy seguro que la recibirás con tanto amor, porque sé que tú no me olvidas y me amas como yo a ti. Sabes linda, cada día que pasa me encuentro contando las horas que faltan para volverte a ver y cada hora que pasa es una menos a esa larga espera, sufro tanto al no tenerte, al no besarte y al no disfrutarte. Sufro porque no puedo abrazarte. Pero el tiempo avanza y no retrocede por lo que sé que pronto estaremos nuevamente juntos como aquellos días maravillosos, junto bajo nuestro hogar, disfrutando de las mañanas en el parque, de todo aquello que tenemos y olvidando todo lo nos falta. Amor, ambos sabemos que este sacrificio valdrá la pena, porque cuando este a tu lado habrá una recompensa y para mí la mejor recompensa será volverte a ver, y ver a mis pequeños angelitos que sin duda son el motor de que siga en pie, son esas manos que hacen que cuando caiga me levante y siga el camino. Amor gracias por tu comprensión y gracias por permitirme seguir las oportunidades que la vida me ofrece, amor con tu apoyo me siento fuerte, con tus cartas de ánimo y llenas de amor siento que puedo hacer todo lo que me he propuesto, y es que tú me das fuerza y seguridad. Te amo. Eres lo mejor que me ha pasado, me diste a los hijos más hermosos, que sin duda, juntos son la razón de mi alegría. Son quienes me dan la fuerza que necesito para salir adelante y vencer todos los obstáculos que la vida me pone a diario. Los amo y pronto estaré de regreso para demostrárselo a diario, como siempre lo hacía.
117 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Creí Hijo mío, hoy he recibido una noticia que me ha hecho reflexionar sobre el mal padre que he sido, hijo hace años tu madre partió y me pidió que te convirtiera en el mejor de los hombres, creí hacerlo pero a unos días de que yo viaje junto a tu madre, no sabes cómo anhelo regresar el tiempo para que te permitiera divertirte, pasear, jugar, reír. Quisiera hacer cada una de las cosas que no hice contigo, pero es demasiado tarde, en este instante ni siquiera puedo arrodillarme frente a ti y pedirte perdón por cada vez que te negué tu diversión. Por cada vez que te dije un NO; un no vas a ir, no lo hagas, un no tardes; y por cada ocasión en que te obligue a quedarte en casa a estudiar y te negué una salida con tus amigos. Hijo mío, me arrepiento y quisiera escuchar de tu voz, que me perdonas, que me perdonas por el ser el peor padre a pesar de que creí que sería el mejor. Pensé que al negarte cada salida podría alejarte de esos vagos, creí darte lo mejor pero me equivoque, hoy entiendo que lo mejor no era lo que yo quisiera sino lo que tú anhelabas. Tal vez me hayas maldecido miles de veces, hayas pensado que te odiaba, pero créeme que aunque me duela sé que me merezco tu rencor. Únicamente te pido que en uno años cuando tengas a tus hijos no los obligues a nada, déjalos vivir su vida a pleno. Con todo el corazón te pido que disculpes a este viejo que cometió error tras error, que te encerró entre libros y te alejo de tus amigos. Hijo siento que ha llegado el fin, hijo, hijo mío no me dejes morir sin tu perdón, recuerda que aunque me equivoque lo hice pensando que era lo mejor. Hasta siempre hijo mío, que Dios te bendiga.
118 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Mis últimas palabras El día de hoy, aquí tumbado en esta cama, rodeado de aparatos y ruidos extraños, que suplican por mí, no sé qué hacer… Hoy el día en que Dios ha decidido llevarme junto a él, junto a mi padre y mi madre sólo me queda decirles mil gracias. Hermanas, amigos, les agradezco por haberme acompañado en esté arduo camino, que en unos minutos llegará a su fin, gracias por ser mi apoyo. Amor, gracias a ti por ser mi musa inspiradora para escribir cada una de estas cartas sin destino, por acobijarme y por velar por mí cuando era yo quien debía hacerlo. Hijos míos, que les puedo decir, no quiero que sufran, quiero que cuiden a su mami, que ella los necesita más que nunca. Hermanas, gracias por compartir todos los años de mi vida, y perdón si fui a veces un mal hermano, sólo quería protegerlas. A ustedes mis fieles compañeros de aventura, mis amigos, solamente quiero agradecerles todos esos momentos maravillosos que pasamos juntos aun después de muerto recordaré todas las risas, los gritos, enojos y llantos. Esta será la última vez que recoja de mi jardín las flores más hermosas, para expresar lo que siento, pero prométanme que cada vez que necesiten recordarme sólo abrirán este libro y vendrá a su mente que sigo vivo, no físicamente pero en sus corazones ahí estaré por siempre. Dios ha mandado por mí, tal vez ya cumplí mi misión en este mundo, amé intensamente, perdoné a quienes me hicieron daño, me alejé de los que no me merecían y le abrí las puertas de mi corazón a los que necesitaban de mí.
119 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma Nunca me olviden que yo a diario pediré a Dios que los proteja y les muestre el camino correcto hacía la felicidad. Los amo, y recuerden que dejaré de existir el día en que se olviden de mí. A partir de hoy, mis palabras e historias quedaran grabadas en estas hojas blancas que no dicen nada, y que sólo callan secretos y palabras del alma.
11/Noviembre/2011 11:11 p.m.
120 M. Eduardo Molina Hernández
Palabras del Alma
Palabras del Alma El coraz贸n ha hablado
121 M. Eduardo Molina Hern谩ndez
Palabras del Alma Gracias por acompañarme a través de cada una de estas páginas, hoy que se terminan las historias por contar, solo me queda recordarte que la vida es un suspiro que dura segundos así que disfrútala al máximo; ama, odia, llora, ríe, tropieza, levántate pero siempre hazlo a tu manera. No tomes este libro como uno más; te invito a que lo aprecies como un tesoro porque en él están impresas todas las historias por las cuales un ser humano que está aprendiendo a vivir tiene que pasar para llegar al final de sus días con una sonrisa en el rostro. Gracias también a todas las personas que estuvieron acompañándome, mi familia, mis amigos, mis compañeras en diversos capítulos de mi vida; y también gracias a esas personas que hoy no están a mi lado pero que dejaron en mí una gran enseñanza. A cada una de las personas que se atrevieron a acercarse a mí y contarme su historia, sus dolencias, sus alegrías, sus amores y desamores. Con este libro no acaba mi vida, pronto sabrán de mí y verán cosas mejores, porque amo escribir y amo saber que detrás de mis escritos hay verdaderas historias y hay una persona en el mundo que está pasando por lo que he contado. ¡GRACIAS!
122 M. Eduardo Molina Hernández