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Centro de Creadores Musicales, estudios validados

Con poco más de seis años de existencia, el Centro de Creadores Musicales (CCM) fundado por Mario Santos, añade un peldaño a su misión de ser un lugar formativo de vanguardia al cumplir con la Certificación de Validez Oficial por parte de la Secretaria de Educación Pública para sus licenciaturas.

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“Luego de dos años de buscarlo, el reconocimiento y la validación oficial de estudios por parte de la Secretaría de Educación Pública (SEP) nos permitirá dar un título con validez oficial que certifica haber cursado un proceso y plan de estudios que para mí era importante tener, porque me parece que el oficio de ser músico se percibe en la sociedad como un hobbie, cuando en realidad hay todo un camino de estudio que nos avala para obtener un título, algo que se percibe favorable”, reflexiona el músico, compositor, educador y arreglista.

Un profesional para un campo laboral de amplio espectro

El CCM cuenta con la licenciatura en Composición Aplicada, donde no se trata solamente de convertir a los estudiantes en excelente instrumentistas, sino de tener también conocimientos en composición, creación y producción, ligados a la tecnología y cómo se está haciendo ahora la música, como destaca Mario: “Las licenciaturas están en constante actualización y que pueden brindar un amplio espectro de cómo incursionar en la industria musical, por ejemplo, tenemos una materia de periodismo musical, considerando la posibilidad de que un alumno pueda desarrollarse en el ámbito de la crítica o de armar un podcast donde haga análisis de música”.

“Un músico no solo es alguien que toca el piano; esencialmente sí, pero actualmente puede componer la música de una obra de teatro o la cortinilla de alguna serie de Netflix, de una película o un spot publicitario, porque también tiene las herramientas tecnológicas para grabar, mandar a un cliente la muestra de lo que está componiendo, invitar a músicos que sean parte de lo que está produciendo o en el caso de que sea música electrónica, que tenga todo lo necesario para poderlo hacer. Es una carrera integral y llena de información”.

Matrícula docente

Además del plan de estudios, la contraparte de vanguardia de las carreras impartidas en el CCM es su cuerpo magisterial, profesores que se ocupan por el proceso de aprendizaje y el desarrollo humano: “En CCM no tenemos sólo buenos músicos que son maestros, sino gente con una visión humanista y la importancia de dar respeto a las muy diversas manifestaciones artísticas que cada alumno tiene. Hemos ido reclutando la planta de profesores que siempre quise tener, que hace que los estudiantes se cuestionen por qué están haciendo lo que están haciendo, además de prepararlos en la materia que cada uno imparte”. ámbitos, con las herramientas tecnológicas propicias. “Hay una buena cantidad de materias que se dan en los estudios que tiene Sala de Audio; contamos con un programa de apoyo profesional, cuya idea es producir un tema desde cero, asignando incluso presupuestos. Estamos colaborando con un sello discográfico donde se sube la música de nuestros alumnos; la ventaja que tenemos es darles la oportunidad de contar con un estudio profesional para cubrir todo el camino de la creación a la difusión en plataformas de su obra. Sala de Audio ha sido clave en eso y es un acierto tener su apoyo y la visión de su líder, Salvador Tercero”, señala Mario.

Salvador Tercero

Ventajas: instalaciones

En alianza con Sala de Audio, en la colonia Juárez del Centro de Ciudad de México, CCM cuenta con espacio para compartir salas equipadas para grabar, hacer prácticas y coexistir en un ambiente que propicia la creatividad musical en distintos

Programas y estímulos

Además de coexistir con Sala de Audio para las tareas de producción en estudio de grabación, CCM cuenta con otros programas que vinculan a su comunidad con la de la industria cinematográfica, de contenidos en línea, teatro y más, como

“La idea de nuestra escuela no es imponerle a los alumnos mi deseo, sueño o utopía, sino que logren las propias”.

enlista el compositor y pianista: “La dinámica es que se asigna un presupuesto y los directores nos permiten encausar a nuestros alumnos con su productora para darle talento que realice un trabajo profesional, brindándoles nuestra guía y respaldo como institución, para lograr un control de calidad. Ambas partes se sienten cobijadas porque está la escuela detrás respondiendo por sus alumnos y apoyándolos”.

“También trabajamos con orquestas como la Orquesta Juvenil de Toluca, con la que haremos una orquestación para el Museo Soumaya con un programa musical que combina temas de videojuegos y cine, del que se supervisaron las orquestaciones y mandamos el trabajo para que se ensaye y se escuche en un espectáculo que ocurrirá a finales de este mes. Como esa orquesta hay otras con las que nos estamos vinculando en otros estados del país. También tenemos alianzas con empresas de distintos ámbitos, con quienes armamos ciclos de conciertos donde se presentan los ensambles que se están armando en la escuela; un club de escucha de discos bizarros que coordina el profesor Federico Sánchez y en diciembre armamos un festival cultural”.

A esto se suman estímulos por excelencia académica y becas, además de la oferta en línea que con la crisis sanitaria se consolidó como una opción que complementa las opciones para ser parte de este proyecto educativo. “A todos nos tomó por sorpresa y nos obligó a organizarnos; por ejemplo, los contenidos con los que se imparten las clases presenciales, pues debías prever subir todo el material didáctico a plataformas Convencido de que la educación abre posibilidades para tener éxito, Mario Santos y su proyecto educativo CCM, cumplen con la visión de tener un espacio que ayuda a la sociedad a tener personas artistas capaces de decidir con mayor conciencia lo que desean y así construir su propia utopia: “Con esto quiero decir que la idea de nuestra escuela no es imponerle a los alumnos mi deseo, sueño o utopía, sino que logren las propias. Para que haya en el futuro inmediato más artistas músicos que sepan y hagan lo que les gusta y eso mejore el acervo cultural de nuestro país, necesitamos artistas sólidos y coherentes que nos ayuden a tener una mejor comunidad artística. Para eso hacemos lo que hacemos en CCM”, concluye el educador.

Algunas materias de la Licenciatura en Composición Aplicada y Producción Musical

Teoría musical Introducción a las estaciones de audio digital Instrucción instrumental Introducción a lastécnicas de grabación Taller de música para cortometraje Dirección musical

digitales. Si bien la vida no se vive a través de las pantallas, es un hecho que pueden coexistir lo presencial y la virtualidad en un proyecto educativo como éste, así que lo mantendremos para ciertas materias o cursos que impartamos”.

Por Nizarindani Sopeña

Toby Scott,

bastión del sonido de Bruce Springsteen

Auna edad temprana, al ver a Elvis Presley en un programa en televisión en vivo, este futuro ingeniero de audio decidió tocar la guitarra y el piano y luego se unió a una banda de rock como bajista. A mediados de los años setenta se especializó en Música en la universidad mientras continuaba tocando en bandas y luego en un trío de guitarra acústica. Durante este periodo comenzó a administrar, producir y grabar a varias bandas locales, por lo que pronto creó un estudio casero.

Toby supo estar en el momento y el lugar correcto y a finales de los setenta conoció al músico con el que desarrollaría una carrera extraordinaria: Bruce Springsteen, con quien colaboró hasta 2017. La experiencia y conocimientos de Toby estarán presencialmente en sound:check Xpo, el evento más importante de la Industria de la Música y el Espectáculo en México y Latinoamérica, el próximo lunes 4 de abril, junto al ex Presidente de la Audio Engineering Society (AES), John Krivit.

Un chico de Santa Bárbara

Toby comenzó como músico al final de los años sesenta e inicios de los setenta: “Después de haber grabado mi propio demo, llevarlo a una compañía disquera y ser cordialmente rechazado, disfruté grabando otros demos en diferentes estudios y me di cuenta de que quería hacer eso”, inicia Toby.

“En casa grabé en una máquina de cinta de dos tracks -una Teac 3300-, por tres o cuatro años, y una vez que cambié de giro hacia la carrera de audio, viviendo en Santa Bárbara, California, encontré la primera escuela de audio en mi vida. Se llamaba Recording Institute Of America, me inscribí y tomé el primer curso: se trataba de una sesión a la semana por tres horas, por seis semanas; eso era todo, y había otros 25 chicos en la clase. Yo lo tomé muy bien, y cuando acabó, la escuela ofreció una clase avanzada, por lo que me emocioné. Había solo siete alumnos, lo tomé y creo que por la segunda semana del curso, pensé que todo estaba muy bien, pero que en otras cuatro semanas todos estaríamos buscando trabajo, así que preparé mi currículum y me fui a una docena de estudios en Hollywood para buscar trabajo de una vez. Así obtuve un trabajo en un estudio cruzando la calle de donde tomaba clases. Iba a mi trabajo en la mañana, cruzaba la calle, iba a la clase por tres horas y regresaba a trabajar”, recuerda.

John Krivit

gear-club.net

“Conocí a Bruce en 1978 y fue una reunión muy rápida, cuando tuve participación en el álbum ‘Darkness on the Edge of Town’. En 1980 mezclé el álbum ‘The River’ y además nos convertimos en buenos amigos”.

Clover Studios era el lugar en el que Toby trabajaba cruzando la calle hacia la escuela. “En ese tiempo”, recuerda, “me interesaba mucho saber quiénes hacían los discos y dónde se grababan, así que cuando decidí buscar trabajo, hice una lista de los diez estudios favoritos donde me gustaría trabajar. Clover estaba en el quinto lugar y se trataba de un lugar pequeño, con un solo cuarto, pero habían hecho trabajos realmente bueno, con figuras como Linda Ronstadt, James Taylor, Neil Sedaka y muchos otros”. El equipo que Toby recuerda de ese estudio en ese tiempo era su consola personalizada: “Creo que fue la primera consola transformerless y de la que había solo dos, la de Clover y otra en la propiedad de The Beach Boys en Santa Mónica. Estuve tres o cuatro meses trabajando en esta consola y después hubo un cambio hacia la API 2824, que era un equipo más pequeño, de 24 faders y una sección de monitores”.

Al pasar de los años, Toby tuvo muchos aprendizajes y hacia 1978 comenzó su relación con uno de los íconos de la música de los Estados Unidos: Bruce Springsteen.

“Así es”, recuerda Toby, “lo conocí en 1978 y fue una reunión muy rápida, cuando tuve participación en el álbum ‘Darkness on the Edge of Town’. En 1980 mezclé el álbum ‘The River’ y además nos convertimos en buenos amigos. Posteriormente, a través del productor Chuck Plotkin, cuando Bruce estaba de gira, me preguntaron si podía hacer grabaciones en vivo, así que conseguimos un camión, giramos por cinco o seis distintas ciudades y grabé la gira”.

Después de haber lanzado el disco “Nebraska”, en el que Toby transfirió las grabaciones que había hecho Bruce en su portaestudio, el músico decidió trasladarse a Nueva York, concretamente al estudio Hit Factory, para continuar con otro trabajo discográfico. Toby había mezclado el álbum “On the Line”, de Gary US Bonds, en marzo de 1982, para el cual Bruce Springsteen había escrito siete canciones, coproducidas con Steven Van Zandt, y se le pidió que volara a Nueva York para mezclar el primer álbum de Steven, “Men Without Women”, además de comenzar a grabar el séptimo álbum de Bruce. “Desde el mediodía hasta las seis de la tarde trabajaba en Hit Factory, mezclando a Steve, y desde las siete hasta la una de la mañana grabando con Bruce en The Power Station”, recuerda.

“El segundo día de la sesión empezamos con la primera canción, llamada ‘Born in the USA’. Creo que empecé la imagen del sonido en mi mente, combinando el sonido de los instrumentos, algunos efectos, reverbs y ecos”.

Así comenzó la historia de uno de los discos más importantes en la historia musical de la Unión Americana: “El segundo día de la sesión empezamos con la primera canción, llamada ‘Born in the USA’. Creo que empecé la imagen del sonido en mi mente, combinando el sonido de los instrumentos, algunos efectos, reverbs y ecos. Ese fue el comienzo de ese sonido explosivo. Estuvimos en The Power Station hasta fines de julio de 1982 y después regresamos a Los Ángeles. En febrero de 1983, Bruce decidió hacer más grabaciones para el disco y regresamos a Nueva York, esta vez en Hit Factory. Después tomamos un descanso y regresamos a este estudio para seguir trabajando hasta mayo de 1984 y completar el disco”.

La conexión entre Bruce y Toby en el trabajo sonoro iba más allá del estudio de grabación o los escenarios: “Creo que tenemos personalidades similares; nos ocurrieron cosas parecidas, como que por primera vez que vimos a Elvis Presley en la televisión nos pareció grandioso y así empezamos a tocar guitarra por él, yo me uní a distintas bandas en high school y después formé otras, así que cuando nos juntamos para ‘The River’ en 1980 éramos dos personas de la misma edad que disfrutábamos las mismas cosas. Habiendo trabajado en Clover Studio con diferentes personas muy famosas, nunca me vi superado por esta posición. En otras palabras, cuando conocí a Bruce nos tratamos como dos personas comunes y corrientes y la pasábamos muy bien. The Hit Factory

El concepto Studio in a Box

Para ese entonces (1987), Toby era el responsable del audio de Bruce Springsteen tanto en el estudio como en vivo. “Había empezado a grabar los shows desde la gira de ‘The River’, y para el tour de ‘Tunnel of Love’ grabamos en cuatro o cinco ciudades distintas, mientras que para ‘Born In The USA’ grabamos en cuatro o cinco ciudades también, en lugares como el Madison Square Garden durante 10 fechas, aproximadamente. Por eso tenía conocimiento de las facturas y las cuentas por pagar, advirtiendo que el costo era muchísimo. No se trataba sólo del transporte y el equipo, sino el staff que se llamaba”, recuerda Toby.

Entre “Born In The USA” y “Tunnel of Love”, se lanzó el álbum “Live/1975-85”, que fue transferido a multitrack digital en una máquina Sony. Ahí surgió la idea de hacer un estudio móvil, así que diseñé cajas adicionales, encontré la consola Amek Angela, con 62 entradas y monitoreo en línea, además de que tenía un perfil muy delgado, útil para transportarse. Diseñé racks con reverbs, efectos especiales, gates, grabadores de cinta de dos tracks y amplificadores de potencia y los puse juntos, así que lo llamé Studio in a Box. Lo transportábamos todo en veinte cajas. Nos tomaba dos o tres horas hacer el set up, desde descargar el camión y hacer el line check”, menciona. En 1994, el Studio in a Box cambió la consola Angela por una Euphonix CS2000. Continuaron usando este equipo, tanto en gira como en casa, hasta 2009.

El cambio entre tecnologías

Desde sus inicios, Toby Scott estuvo ha estado en pro del sonido de alta fidelidad. En los tiempos de Clover Studio, teníamos muchos equipos que sonaban muy bien y siempre teníamos lo más avanzado en tecnología; incluso ya había un ingeniero que manejaba computadoras y en 1980 visitó el NAB Show, para encontrar un sistema de grabación de alta fidelidad, y regresó con la máquina Sony 16800. que era el prototipo de la 1610 y que se convirtió en la 1630, un estándar en la masterización estéreo, así que la instalamos en el estudio, hicimos algunas mezclas, la escuché yo, Chuck Plotkin, Bruce y su productor y manager Jon Landau y todos estuvieron de acuerdo en que sonaba grandiosa, aunque sólo había tres en el mundo: una en Japón, otra en Nueva York, otra con Barbra Streisand y la que teníamos nosotros. La usamos más o menos un mes, hasta que Sony finalmente lanzó su primera producción y con ella hicimos el disco The River. Esta fue mi primera introducción a la tecnología digital, y a principios de los noventa apareció Pro Tools, aunque en ese momento no me gustaba el sonido digital, de forma que busqué otro equipo y encontré la Euphonix R1, que tenía un mecanismo remoto que lucía como el de una grabadora de 24 tracks, pero lo mejor era que grababa a 96k 24 Bit. La transición me llevó un poco de tiempo, pero ahora trabajo completamente con Pro Tools”.

Además de Bruce, Toby ha trabajado en el estudio con bandas y músicos como Bob Dylan, Natalie Merchant, Steve Perry, Bette Midler, Blue Öyster Cult, Tommy Tutone y Little Steven & The Disciples Of Soul.

La actualidad

En 2017, Toby Scott dejó de colaborar con Bruce Springsteen y se dedica a su trabajo en el estudio Cabin 6, que instaló en su lugar de residencia en el estado de Montana. “Después de esta extraordinaria etapa con Bruce, he trabajado con géneros muy distintos, como country, western, ópera, jazz, pop y bluegrass. Grabo a la orquesta sinfónica local y para eso cuento con un sistema básico de Pro Tools con 16 canales, un preamplificador Focusrite ISA 828 MkII y no ocupo ningún equipo outboard. Me gusta tener la grabación lo más pura posible y tener el micrófono correcto en el lugar correcto. Cuando mezclo uso un mínimo de efectos, como reverb o eco y uso plugins muy buenos. Sigo usando los monitores Yamaha NS-10M y unos Auratone y tengo micrófonos de listón y dinámicos de Rode o Royer, entre otros”.

Cabe mencionar que Cabin 6 es un estudio sin ánimos de lucro y aunque en 2020 las cosas cambiaron, Toby ya se encontraba trabajando unos meses después. Todas sus experiencias son gustosamente compartidas por él en sesiones para todos los interesados, y es así como podremos escucharlo y verlo en la plática “Multitrack de ‘Born in the USA”, en la próxima sound:check Xpo, a llevarse a cabo los próximos 3, 4 y 5 de abril. ¡No se pierdan esta oportunidad!

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