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SOCIEDAD DE LA GLOBALIZACIÓN?

Nacido en La Zubia (Granada) es Diplomado en Profesorado de EGB, Licenciado en Pedagogía por la Universidad de Granada y está habilitado para impartir seis especialidades diferentes.

En sus 36 años como docente ha trabajado en Educación de Adultos y Educación Primaria en las provincias de Granada y Almería.

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Su trayectoria profesional ha estado caracterizada por una gran implicación con la escuela pública, habiendo sido socio fundador de ASADIP y posteriormente presidente regional y provincial de ASADIPRE, habiendo promovido la fundación de FEDEIP. Ha ejercido funciones directivas durante 26 años, de los cuales 14 ha sido director.

Ha impartido numerosas ponencias y cursos relacionados con diferentes aspectos de la educación en diferentes escenarios del Estado y en los últimos años, dedicado a la función directiva: Tutor de directoras y directores en prácticas durante los últimos diez años. Coordinador pedagógico de cursos de formación de directoras y directores en Granada. Ponente en numerosas actividades variadas organizadas por CEP y Universidad, además de haber participado en gran cantidad de actividades formativas como asistente y miembro de grupos de trabajo.

Representante de las direcciones de centros públicos de Infantil y Primaria en el Consejo Escolar de Andalucía. Director del aula Confucio de la provincia de Granada Y autor de numerosas publicaciones relacionadas con la enseñanza.

Experto en evaluación nombrado por la AGAEVE. Y, ante todo, maestro de francés en su colegio donde ha promovido desde hace cinco años la incorporación al currículo de Primaria, con carácter general y obligatorio para todo el alumnado de dos segundas lenguas extranjeras (francés y chino).

¿Nos interesa que nuestros alumnos aprendan dos lenguas extranjeras en la actual sociedad de la globalización?

MANUEL PORCEL BUENO

Uno de los principales objetivos de nuestro sistema educativo es el de ofrecer a todo el alumnado que atiende el mayor desarrollo posible de sus propias capacidades, posibilidades y, en definitiva, competencias clave, que les permitan ser ciudadanos críticos, creativos y capaces de ser protagonistas en la sociedad actual y futura con plenos derechos y garantías de desarrollo personal y social.

Para que esto sea así, el sistema educativo prioriza la adquisición de competencias clave como la alternativa más eficaz para conseguirlo. Y esto no es así porque lo hayamos elegido nosotros sino porque ya el Consejo de Europa, en su Estrategia 2020 consideró una serie de objetivos entre los que se incluyen los educativos que todos los países deben cumplir y que contribuirán a una sociedad europea más al servicio de los ciudadanos.

Entre estas competencias a adquirir se prioriza en la etapa de Educación Primaria la competencia en comunicación lingüística tanto en la lengua materna como en las lenguas extranjeras que en nuestro país se concretan en la mayoría de los centros en el inglés como primera lengua extranjera y el francés como segunda lengua extranjera. ¿Y en qué consiste esta competencia?

El Consejo de Europa en su documento “Competencias Clave para el aprendizaje permanente. Un Marco de Referencia Europeo” establece las siete competencias clave y destaca en esta etapa la primera, la Competencia en comunicación lingüística tanto en lo que se refiere a lengua materna como extranjeras.

Y dice que “la comunicación en lenguas extranjeras comparte, en líneas generales, las principales capacidades de la comunicación en la len-

gua materna: se basa en la habilidad para com-

prender, expresar e interpretar conceptos, pensamientos, sentimientos, hechos y opiniones de

forma oral y escrita (escuchar, hablar, leer y escribir) en una determinada serie de contextos sociales y culturales (como la educación y la formación, la vida privada y profesional y el ocio) de acuerdo

con los deseos o las necesidades de cada cual.

La comunicación en lenguas extranjeras exige también poseer capacidades tales como la mediación y la comprensión intercultural. El nivel de dominio de cada persona será distinto en cada una de las cuatro dimensiones (escuchar, hablar, leer y escribir) y variará, asimismo, en función de la lengua de que se trate y del nivel social y cultural, del entorno, de las necesidades y de los intereses de cada individuo”. 1

También concreta que “las capacidades esenciales para la comunicación en lenguas extranjeras consisten en la habilidad para entender mensajes orales, para iniciar, mantener y concluir conversaciones, y para leer, entender y producir textos adecuados a las necesidades de la persona. Asimismo, las personas deben ser capaces de utilizar correctamente las herramientas de ayuda y de aprender otras lenguas también informalmente en el contexto del aprendizaje permanente. Una actitud positiva entraña la apreciación de la diversidad cultural y el interés y la curiosidad por las lenguas y la comunicación intercultural” .

No parece, por tanto, que esta materia pueda quedar al margen de los aprendizajes que nuestro alumnado debe realizar a lo largo de toda la etapa de Educación Primaria para lograr esas tan deseadas competencias clave y, al mismo tiempo, prepararse para uno de los retos más importantes de la sociedad actual tanto a nivel mundial como europeo: el dominio de varias lenguas extranjeras como motor de enriquecimiento personal y social al tiempo que abordar la complejidad de las relaciones internacionales desde una óptica diferente.

El aprendizaje y dominio de, al menos dos lenguas extranjeras, forma parte también de los objetivos de la estrategia 2020 del Consejo de Europa

Desde el Ministerio de Educación español se diseña el Programa Integral de Aprendizaje de Lenguas Extranjeras aprobado en la Conferencia de Educación de 23 de marzo de 2011, en línea con lo anterior, plantea seis objetivos en relación con este tipo de aprendizajes:

“El objetivo final del Programa es la mejora de

las competencias en lenguas extranjeras de la po-

blación española. La propuesta se centra en la consecución de seis objetivos concretos en un plazo no superior a diez años.

1. Conseguir que todos los alumnos al final de la enseñanza secundaria postobligatoria alcancen en una primera lengua extranjera (preferentemente la lengua inglesa) un nivel de dominio equivalente al menos al B1 del Marco Común Europeo de

Referencia para las Lenguas (MCERL). 2. Ampliar las competencias en una se-

gunda lengua extranjera en la Educación

Primaria y la Educación Secundaria, de modo que los estudiantes de esta segunda lengua alcancen un nivel equivalente al A2 del MCERL. 3. Reforzar el desarrollo de competencias

en idiomas en la formación profesional

con especial atención al aprendizaje de lenguas con fines específicos. 4. Reforzar el desarrollo de competencias

en lengua extranjera en la educación su-

perior y acreditar un nivel de competencia en una segunda lengua adecuado a las necesidades del campo profesional de cada ciclo formativo. 5. Fomentar el aprendizaje de idiomas entre las personas adultas. 6. Concienciar a la sociedad española de la

importancia del aprendizaje de lenguas

1 1 Competencias clave para el aprendizaje permanente - Un marco europeo es el anexo de una Recomendación del Parlamento Europeo y del Consejo de 18 de diciembre de 2006 sobre las competencias clave para el aprendizaje permanente publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea L 394 de 30 de diciembre de 2006. (h t t p: / / e u r- l e x . e u r o p a. e u / LexUriSer v/site/es/oj/2006/l_394/ l_39420061230es00100018.pdf)

Esta Recomendación es uno de los resultados del trabajo conjunto efectuado por la Comisión Europea y los Estados miembros en el programa de trabajo Educación y Formación 2010. El programa de trabajo constituye el marco de la cooperación política en el ámbito de la educación y la formación y está basado en objetivos, indicadores y patrones de referencia acordados conjuntamente, en el aprendizaje entre pares y en la difusión de buenas prácticas. Para más información, véase la página http://ec.europa.eu/education/index_en.html.

extranjeras y, en consecuencia, adoptar las medidas pertinentes para la creación de un entorno social que favorezca este

aprendizaje”.

Creo que queda suficientemente justificada la importancia y obligatoriedad al mismo tiempo que necesidad de implicarnos desde el sistema educativo en el aprendizaje de, al menos esas dos lenguas extranjeras que propone el Consejo de Europa en la línea de las Recomendaciones del Marco Europeo Común de Referencia para las lenguas. Los riesgos que supone dejar pasar este tren para nuestro alumnado pueden ser catastróficos ya que las desigualdades lingüísticas con otros ciudadanos europeos se agrandan y la brecha comunicativa se puede hacer insalvable en un corto periodo de tiempo.

La prueba la tenemos en cómo en otros países europeos, cualquiera que visitemos, la comunicación mediante el uso de lenguas extranjeras suele ser mayor que en nuestro país. ¿Podremos estar condenando a nuestros escolares a mantener este desfase comunicativo con otros iguales europeos?

Pues bien, vayamos a nuestra realidad más próxima. Nuestro sistema educativo andaluz, administrado por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía no hace otra cosa que reducir el aprendizaje de una segunda lengua extranjera, el francés, en la etapa de Primaria a un solo ciclo, el tercero, excluyéndola del resto de la etapa. No es una medida que haya tomado solamente este gobierno, ya el anterior hizo lo mismo con la exclusión de esta segunda lengua extranjera en el Primer Ciclo, aunque fue más permisivo y dejó opción a que los centros pudieran mantenerla según sus propios recursos.

No parece que sea una prioridad para nuestros gobernantes el dotar a gran parte de nuestro alumnado de esas competencias lingüísticas tan necesarias en una sociedad global como la nuestra y les deja la vía de “buscarse la vida” acudiendo a academias privadas o pagándose de su propio bolsillo esa tan necesaria formación.

La propia Orden de 15 de enero de 2021 que establece el currículo de la Educación Primaria, al referirse a la segunda lengua extranjera dice que “las lenguas extranjeras son actualmente un elemento clave en la construcción de la identidad europea: una identidad plurilingüe y multicultural, así como uno de los factores que favorece la libre circulación de personas y facilita la cooperación cultural, económica, técnica y científica entre los países.

La necesidad de conocer varias lenguas extranjeras adquiere cada vez más importancia para poder participar en los campos de las relaciones internacionales, de la cultura, de las ciencias, de la técnica y del trabajo. Tener la oportunidad de conocer otras lenguas permite situarse en un plano de igualdad con personas de otros países y prepararse para un espacio geográfico en el que el dominio de varias lenguas, al convertirse en un hecho habitual, contribuirá sin ninguna duda a un mayor entendimiento entre los pueblos.

El aprendizaje de una segunda lengua extranjera desde el tercer ciclo de Educación Primaria incide en la formación general y contribuye específicamente a desarrollar las capacidades del lenguaje y de la comunicación.

La competencia para comunicarse en varias lenguas extranjeras supone también el acceso a otras culturas, costumbres y formas de ver la vida. Además, fomenta las relaciones interpersonales, favorece una formación integral y desarrolla el respeto a otros países, sus hablantes y sus culturas, al tiempo que permite comprender mejor la lengua propia.

Asimismo, el área Segunda Lengua Extranjera contribuye al desarrollo de las competencias clave en el mismo sentido y con la misma orientación que lo hace el estudio de la Primera Lengua Extranjera.”

No se llega a entender ni justificar cuál es el argumento para decir que el aprendizaje de esta segunda lengua extranjera incide en la formación general y contribuye específicamente a desarrollar las capacidades del lenguaje y la comunicación solamente desde el tercer ciclo ¿por qué no en el

resto de ciclos?

Para colmo, en esta Orden de 15 de enero de 2021 se plantea que para el próximo curso escolar los alumnos de Primaria solamente recibirán esta formación en francés en el tercer ciclo, es decir en 5 y 6º de Primaria.

Ello está creando multitud de situaciones contradictorias e incomprensibles. Es cierto que en el

Anexo I donde se define el horario de cada una de las materias hay un asterisco que dice que la hora y media semanal de autonomía de centro en segundo y tercer ciclo se puede dedicar entre otras a “proponer refuerzo o profundización de troncales, ampliación de la carga horaria de las áreas específicas de Segunda Lengua Extranjera y/o Educación Artística, alguna otra asignatura de libre configuración, como pueden ser las áreas de diseño propio del centro o para la realización de actividades de acción tutorial” Si este curso que ahora acaba, el alumnado de 3º, 4º, 5º y 6º estudia el francés como la segunda lengua extranjera y el próximo solamente lo harán los de 5º y 6º ¿qué pasa con los que ahora están en 3º y pasan a 4º el próximo curso donde no hay obligación de continuar con el aprendizaje del francés como segunda lengua extranjera? (Puede darse el caso de alumnos que este año cursan en 3º el francés, dejen de recibirlo en 4º y volver a recibirlo en 5º.

¡Todo un despropósito que habría que evitar!

Pues que desde la Administración Educativa se les está respondiendo a las dudas planteadas por los centros enviando mensajes de todo tipo y, muchas veces contradictorios como que se considere como una materia de diseño propio (¿con un currículo que deben diseñar los propios centros? ¿No es una materia que ya existe y que se puede ampliar a otros niveles educativos en base al principio de autonomía del centro y adaptando el currículo ya existente sobre la misma?) o, simplemente, que no se incluya.

Parece que la improvisación y la falta de previsión de los responsables de la Consejería de educación no tienen límites.

Cuando se trata de adoptar medidas para modificar lo existente, hay que prever las consecuencias que para el alumnado van a tener y no verse los centros ahora mismo preguntándole a sus inspectores de referencia sobre qué hacer en este caso, con respuestas de todo tipo (como la obligatoriedad de hacer un proyecto específico para poder incluir una materia que se viene impartiendo desde hace años con un currículo definido) que parece que no responden a una estrategia coordinada.

Quizá porque no la hay desde los responsables de la propia Consejería de Educación.

¿No hubiera sido más fácil das unas Instrucciones con tiempo suficiente para que todos los centros tuvieran un criterio al que atenerse?

Si los centros tienen el recurso personal, el profesorado de francés, para ofertar a su alumnado esa segunda lengua extranjera sin costo alguno para la Administración Educativa ¿por qué no se les permite ejercer el tan cacareado uso de autonomía pedagógica?

No quiero creer que se deba a incompetencia de los responsables educativos y que todo este caos responda a una estrategia que tiene nuestra Administración Educativa y si eso es así ¿pueden los responsables educativos decirnos cuál es esa estrategia y si está acorde con las líneas estructurales del modelo educativo y nacional que se expuso más arriba?

¿Estamos hablando de caso español o andaluz como fenómeno diferente del contexto europeo en materia de formación en lenguas extranjeras?

Queda claro si vemos la tabla de distribución horaria para esta etapa de Primaria que la materia más damnificada es la segunda lengua extranjera frente al resto, incluida la que pretende impartir doctrina religiosa (¿adoctrinar?) con una carga lectiva mucho mayor y en todos los cursos de la etapa.

No es baladí esta reflexión ya que cuando nos planteamos el futuro de nuestros escolares (aquellos que van a mantener nuestro país dentro de unos años) toda la inversión que hagamos en ellos, también en dominio de, al menos, dos lenguas extranjeras, es clave para su futuro y para el de todo el país.

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