Año XLVII - Domingo XV del Tiempo Ordinario /C - 14 de Julio de 2013
¡AMA Y VIVIRÁS!
Remesa V - Nº 35
L
a palabra de Dios es ley de vida; camino de amor; vínculo de solidaridad. Esta Palabra de vida, de amor y de solidaridad se ha encarnado y se llama Jesús. Él nos enseña a detectar el rostro de Dios en el prójimo; especialmente en el prójimo sufriente. Para conocer la ley del Señor, no hay que ir a Jerusalén, ni cursar estudios profundos. Convertirse a Dios con todo el corazón no es consecuencia de una norma. A veces el hombre busca en el templo, en el libro, en la ley, lo que lleva grabado en sus entrañas. Dios escribe su evangelio en el interior del ser humano. “El mandamiento está muy cerca de ti: en tu corazón y en tu boca. Cúmplelo”. El letrado del evangelio proclama con sabiduría: “La vida eterna consiste en amar a Dios con todo su corazón, y con “Un samaritano que iba de viaje, toda su alma, y con todas sus fuerzas y al verlo, se compadeció de él, se le con todo su ser. Y al prójimo como a sí acercó, ungió sus heridas con aceite y vino y se las vendó” (Lc 10,33). mismo”. Cuando Jesús escucha semejante declaración, aplaude la respuesta del letrado y concluye: “Bien dicho. Haz esto y tendrás la vida”. El amor ilumina el encuentro del hombre con Dios y traza el camino de comunión del hombre con el hombre. El amor a Dios y el amor al prójimo se pueden distinguir, pero no se pueden dividir. Quien ama a Dios debe amar al prójimo. Quien no ama al prójimo y dice que ama a Dios, es un mentiroso de solemnidad. ¿Cómo es tu amor a Dios? ¿Cómo reflejas tu amor a Dios en el amor al prójimo? ¿A qué necesitados de tu comunidad puedes ayudar? Ama y vivirás. Quien no ama, tiene una fe muerta, realiza un culto vacío y la vida no está en él. El amor no necesita palabras, sino donación como el Samaritano. Si amas a Dios, el prójimo se te volverá lugar de amor a Dios. Haz la prueba y lo verás. “La medida del amor, es amar sin medida”. P. Antonio Gracia, pasionista Escúchame, Señor, porque eres bueno (Sal 68)
Nuestra Misa Monición
Domingo XV del Tiempo Ordinario /C Hermanos. El Dios del Amor nos ha creado en el amor, nos ha redimido en el amor y nos ha invitado a vivir en su amor. Nuestro camino de agradecimiento es responder con amor a quien con tanto amor se nos revela. Y sobre todo demostrarle nuestra respuesta en el amor al prójimo como expresión del cumplimiento de su voluntad. Ese es nuestro camino. Ese es el amor que Cristo nos revela en la Palabra que hoy celebramos.
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Antífona de entrada
Yo quiero acercarme a ti, Señor; y saciarme de gozo en tu presencia (Sal 16,15).
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Acto Penitencial
S Tú que no has venido a condenar sino a perdonar: Señor, ten piedad. R Señor, ten piedad. S Tú que has dicho que hay gran fiesta en el cielo por un pecador que se arrepiente : Cristo, ten piedad. R Cristo, ten piedad. S Tú que perdonas mucho a quien mucho ama: Señor, ten piedad. R Señor, ten piedad.
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Gloria
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad
de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
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Oración colecta
Señor, tú que iluminas a los extraviados con la luz de tu Evangelio para que vuelvan al camino de la verdad, concede a cuantos nos llamamos cristianos, imitar fielmente a Cristo y rechazar lo que pueda alejarnos de él. Por nuestro Señor Jesucristo.
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1ª Lectura (Dt 30,10-14) Lectura del libro del Deuteronomio
En aquellos días, habló Moisés al pueblo y le dijo: “Escucha la voz del Señor, tu Dios, que te manda guardar sus mandamientos y disposiciones escritos en el libro de esta ley. Y conviértete al Señor tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma. Estos mandamientos que te doy, no son superiores a tus fuerzas ni están fuera de tu alcance. No están en el cielo, de modo que pudieras decir: ‘¿Quién subirá por nosotros al cielo para que nos los traiga, los escuchemos y podamos cumplirlos?’ Ni tampoco están al otro lado del mar, de modo que pudieras objetar: ‘¿Quién cruzará el mar por nosotros para que nos los traiga, los escuchemos y podamos cumplirlos?’ Por el contrario, todos mis mandamientos están muy a tu alcance, en tu boca y en tu corazón, para que puedas cumplirlos”. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
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Salmo responsorial (68)
L Escúchame, Señor, porque eres bueno. R Escúchame, Señor, porque eres bueno. L A ti, Señor, elevo mi plegaria, ven en mi ayuda pronto. Escúchame conforme
a tu clemencia, Dios fiel en el socorro. Escúchame, Señor, pues eres bueno y en tu ternura vuelve a mí tus ojos /R L Mírame enfermo y afligido; defiéndeme y ayúdame, Dios mío. En mi cantar exaltaré tu nombre, proclamaré tu gloria, agradecido /R L Se alegrarán al verlo los que sufren; quienes buscan a Dios tendrán más ánimo, porque el Señor jamás desoye al pobre ni olvida al que se encuentra encadenado /R L Ciertamente el Señor salvará a Sión, reconstruirá a Judá; la heredarán los hijos de sus siervos, quienes aman a Dios la habitarán /R
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2ª Lectura (Col 1,15-20) Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los colosences
Cristo es la imagen de Dios invisible, el primogénito de toda la creación, porque en él tienen su fundamento todas las cosas creadas, del cielo y de la tierra, las visibles y las invisibles, sin excluir a los tronos y dominaciones, a los principados y potestades. Todo fue creado por medio de él y para él. Él existe antes que todas las cosas, y todas tienen su consistencia en él. Él es también la cabeza del cuerpo, que es la Iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que sea el primero en todo. Porque Dios quiso que en Cristo habitara toda plenitud y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas, del cielo y de la tierra, y darles la paz por medio de su sangre, derramada en la cruz. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
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Aclamación a/d Evangelio
R Aleluya, aleluya. Tus palabras, Señor, son Espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna. R Aleluya (Jn 6,63.68).
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Lectura del santo Evangelio según san Lucas A. Gloria a ti, Señor
(Lc 10,25-37)
En aquel tiempo, se presentó ante Jesús un doctor de la ley para ponerlo a prueba y le preguntó: “Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?” Jesús le dijo: “¿Qué es lo que está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?” El doctor de la ley contestó: “Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo”. Jesús le dijo: “Has contestado bien; si haces eso, vivirás”. El doctor de la ley, para justificarse, le preguntó a Jesús: “¿Y quién es mi prójimo?” Jesús le dijo: “Un hombre que bajaba por el camino de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos ladrones, los cuales lo robaron, lo hirieron y lo dejaron medio muerto. Sucedió que por el mismo camino bajaba un sacerdote, el cual lo vio y pasó de largo. De igual modo, un levita que pasó por ahí, lo vio y siguió adelante. Pero un samaritano que iba de viaje, al verlo, se compadeció de él, se le acercó, ungió sus heridas con aceite y vino y se las vendó; luego lo puso sobre su cabalgadura, lo llevó a un mesón y cuidó de él. Al día siguiente sacó dos denarios, se los dio al dueño del mesón y le dijo: ‘Cuida de él y lo que gastes de más, te lo pagaré a mi regreso’. ¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del hombre que fue asaltado por los ladrones?” El doctor de la ley le respondió: “El que tuvo compasión de él”. Entonces Jesús le dijo: “Anda y haz tú lo mismo”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús.
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Profesión de fe
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Oración de los fieles
S Son muchos los que esperan al borde del camino una mano amiga. Oremos,
El Domingo. Día del Señor. Fundado por el Beato Santiago Alberione en 1921 en Italia y en Venezuela se inició su publicación en 1966. Director: P. A. Vagnoni, ssp. - Coordinación: July Zambrano - Corrección: Manolo Martínez - Diagramación: Dora González - Edita SAN PABLO - Aptdo. 14.034 de Candelaria, Caracas 1011-A -Telfs.: (0212) 573.63.46 - 576.76.62 - 577.10.24.- Fax: (0212) 576.93.34 - Administración y distribución: Telfs.: (0212) 963.68.81 - 963.65.19 - Fax: (0212) 963.68.52 - Correo Electrónico E-Mail: publicaciones@sanpablo.org.ve - Web site: http: //www.sanpablo.org.ve - Para notificar pagos: (0212) 577.10.24 - E-mail: cobranzas@sanpablo.org.ve - Con licencia eclesiástica. Dep. Leg. pp 76-1793
para que encuentren personas dispuestas a remediar sus necesidades. A Te lo pedimos, Señor. L Cada día asoman a los medios de comunicación rostros de personas maltratadas por el hambre, por el dolor, por la soledad. Para que en todo lugar aflore la misericordia: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Hay personas con heridas descarnadas y profundas, que la sociedad abandona como si no tuviera corazón. Para que pongamos humanidad y eficacia en los servicios sociales: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Los malheridos de hoy son los niños abandonados, las mujeres prostituidas y maltratadas, los indigentes y los sin techo. Para que no los dejemos abandonados a su suerte: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Para que el Señor toque el corazón de muchas personas encerradas en sus egoísmos, para que no pasen de largo ante el que está malherido en sus derechos al borde del camino de la vida: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. (Intenciones libres) S Concédenos, Señor, sensibilidad de corazón y de espíritu, para escuchar el clamor de los que gritan su dolor y su abandono en nuestros pueblos y ciudades. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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Oración sobre las ofrendas
Mira bondadosamente, Señor, las ofrendas de tu Iglesia suplicante y conviértelas en alimento espiritual, que ayude a crecer en santidad a todos tus fieles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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Plegaria Eucarística
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Antífona de comunión
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Oración d/de la comunión
Te suplicamos, Señor, que esta Eucaristía, que hemos recibido, nos ayude a amarte más y a servirte mejor cada día. Por Jesucristo, nuestro Señor.
El personaje de la semana
San Alberto Hurtado
E
l Padre Alberto Hurtado, nació en Chile, en la ciudad de Viña del Mar el 22 de Enero de 1901. En 1909 entró al Colegio San Ignacio, donde se distinguió por ser buen compañero. Con gran generosidad ocupaba su tiempo libre en visitar y ayudar a los más necesitados. Terminado el colegio estudió leyes en la Universidad Católica, pero su vocación era otra: ser sacerdote. Entró entonces al seminario, fue ordenado sacerdote en 1933, en Bélgica. Regresó a Chile. Una noche el Padre Hurtado viendo la necesidad de tantos desamparados quiso ayudarlos. Reunió personas generosas que dieron lo que tenían, y así fundó lo que sería y es su gran obra: El Hogar de Cristo. Luego se enfermó de cáncer, y aceptaba la voluntad de Dios y repetía: “CONTENTO, SEÑOR, CONTENTO”. El 18 de Agosto de 1952 muere. Esta fecha fue decretada como de la solidaridad en honor al santo sacerdote. Andrés Aguilar, ssp andresaguilar0609@gmail.com
Liturgia de la Semana - 3ª Sem. del Salterio
(Del 15 al 21 de Julio 2013)
15 Lunes, San Buenaventura, Obispo y Doctor, M - Éx 1,8-14.22; Sal 123; Mt 10,3411,1. 16 Martes, Nuestra Señora del Carmen, F Za 2,14-17; Sal (Lc 1); Mt 12,46-50. 17 Miércoles - Feria, XV Sem. del Tpo. Ord. - Éx 3,1-6.9-12; Sal 102; Mt 11,25-27. 18 Jueves - Feria, XV Sem. del Tpo. Ord. Éx 3,13-20; Sal 104; Mt 11,28-30. 19 Viernes - Feria, XV Sem. del Tpo. Ord. Éx 11,10-12,14; Sal 115; Mt 12,1-8. 20 Sábado - Feria o Memoria de Santa María en sábado - Éx 12,37-42; Sal 135; Mt 12,14-21. 21 Domingo XVI del Tiempo Ordinario /C - Gén 18,1-10; Sal 14; Col 1,24-28; Lc 10,38-42. - L.H.: 4ª Semana del Salterio.