Año XLVII - Domingo XX del Tiempo Ordinario /C - 18 de Agosto de 2013
ASUME LA CRUZ POR EL REINO
Remesa V - Nº 40
S
embrar semillas de unión en un campo de guerra, no resulta fácil, ni agradable, ni atrayente. Sembrar semillas de paz y amor entre raíces de odio, de venganza, de afán de poder, es sembrar a riesgo de morir. El testimonio de Jeremías y la cruz de Jesús lo indican en su primera página. Todo profeta, por su testimonio y por su mensaje, se convierte en hombre molesto a la sociedad. Cuando la palabra de un profeta no hiere, es porque ha perdido el filo que hace sangrar. A Jeremías lo lanzan a un pozo de barro. A Juan le cortan la cabeza. A Jesús lo crucifican y al obispo Romero lo fusilan. El amor convierte a Jesús en un comprometido solidario con el Reino del Padre. Más allá de toda ley está el Reino. Su misión misericordiosa no obstaculiza su palabra profética: “He venido a prender fuego en el mundo. ¿Piensan que he venido a traer paz al mundo? No, sino división”. El evangelio de Jesús nace de la justicia y no de la arbitrariedad. Por eso, muchas veces, trae la “He venido a traer fuego a la división, aún dentro de la misma familia. El tierra y cuánto desearía que ya evangelio no resulta Buena Noticia frente estuviera ardiendo” (Lc 12,49). a noticias parciales y distorsionadoras del Reino. Y ahí está el riesgo. Sus paisanos toman a Jesús por un loco. Los altos jerarcas lo acusan públicamente de subversivo, visionario, embaucador y blasfemo. Jesús presiente que su destino es la cruz. Pero él sigue su camino hacia Jerusalén. El bautismo de sangre que le espera será la expresión final de su lucha contra el pecado. ¿Tu vida es profecía del Reino? ¿Qué pretendes sembrar con tu vida amor u odio; verdad o mentira; justicia o injusticia? No juegues a tener dos vidas contradictorias por miedo al insulto, a la ignominia o a la muerte. Asume la Cruz por el Reino y tu testimonio será profecía de Dios.
P. Antonio Gracia, pasionista
Señor, date prisa en ayudarme (Sal 39)
Nuestra Misa Monición
Domingo XX del Tiempo Ordinario /C Hermanos. Estamos en el Domingo Vigésimo del Tiempo Ordinario. Hoy la Palabra es muy breve y fuertemente aleccionadora. Nos hemos reunidos alrededor de la Mesa, para alimentarnos del pan de Cristo y del testimonio de aquellos que ofrecieron su vida como Profecía de Dios; de aquellos que, por servir al Reino, sufrieron persecución y martirio. Que la fuerza del Espíritu de Cristo nos ayude a ser profetas de su Reino. Escuchemos.
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Antífona de entrada
Dios nuestro y protector nuestro, un solo día en tu casa es más valioso para tus elegidos, que mil días en cualquier otra parte (Sal 83,10-11).
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Acto Penitencial
S Tú que no has venido a condenar sino a perdonar: Señor, ten piedad. R Señor, ten piedad. S Tú que has dicho que hay gran fiesta en el cielo por un pecador que se arrepiente : Cristo, ten piedad. R Cristo, ten piedad. S Tú que perdonas mucho a quien mucho ama: Señor, ten piedad. R Señor, ten piedad.
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Gloria
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Oración colecta
Enciende, Señor, nuestros corazones con el fuego de tu amor a fin de que, amándote en todo y sobre todo, podamos obtener aquellos bienes que no podemos nosotros ni siquiera imaginar y has prometido tú a los que te aman. Por nuestro Señor Jesucristo.
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1ª Lectura (Jer 38,4-6.8-10) Lectura del libro del profeta Jeremías
Durante el sitio de Jerusalén, los jefes que tenían prisionero a Jeremías dijeron al rey: “Hay que matar a este hombre, porque las cosas que dice desmoralizan a los guerreros que quedan en esta ciudad y a todo el pueblo. Es evidente que no busca el bienestar del pueblo, sino su perdición”. Respondió el rey Sedecías: “Lo tienen ya en sus manos y el rey no puede nada contra ustedes”. Entonces ellos tomaron a Jeremías y, descolgándolo con cuerdas, lo echaron en el pozo del príncipe Melquías, situado en el patio de la prisión. En el pozo no había agua, sino lodo, y Jeremías quedó hundido en el lodo. Ebed-Mélek, el etíope, oficial de palacio, fue a ver al rey y le dijo: “Señor, está mal hecho lo que estos hombres hicieron con Jeremías, arrojándolo al pozo, donde va a morir de hambre”. Entonces el rey ordenó a Ebed-Mélek: “Toma treinta hombres contigo y saca del pozo a Jeremías, antes de que muera”. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
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Salmo responsorial (39)
L Señor, date prisa en ayudarme. R Señor, date prisa en ayudarme. L Esperé en el Señor con gran confianza; él se inclinó hacia mí y escuchó mis plegarias /R L Del charco cenagoso y la fosa mortal me puso a salvo; puso firmes mis pies sobre la roca y aseguró mis pasos /R L Él me puso en la boca un canto nuevo, un himno a nuestro Dios. Muchos se conmovieron al ver esto y confiaron también en el Señor /R L A mí, tu siervo, pobre y desdichado, no me dejes, Señor, en el olvido. Tú eres quien me ayuda y quien me salva; no te tardes, Dios mío /R
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2ª Lectura (Heb 12,1-4) Lectura de la
carta a los hebreos
Hermanos: Rodeados, como estamos, por la multitud de antepasados nuestros, que dieron prueba de su fe, dejemos todo lo que nos estorba; librémonos del pecado que nos ata, para correr con perseverancia la carrera que tenemos por delante, fija la mirada en Jesús, autor y consumador de nuestra fe. Él, en vista del gozo que se le proponía, aceptó la cruz, sin temer su ignominia, y por eso está sentado a la derecha del trono de Dios. Mediten, pues, en el ejemplo de aquel que quiso sufrir tanta oposición de parte de los pecadores, y no se cansen ni pierdan el ánimo, porque todavía no han llegado a derramar su sangre en la lucha contra el pecado. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
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Aclamación a/d Evangelio
R Aleluya, aleluya. Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen. R Aleluya (Jn 10,27).
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Lectura del santo Evangelio según san Lucas A. Gloria a ti, Señor
(Lc 12,49-53)
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “He venido a traer fuego a la tierra ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo ¡y cómo me angustio mientras llega! ¿Piensan acaso que he venido a traer paz a la tierra? De ningún modo. No he venido a traer la paz, sino la división. De aquí en adelante, de cinco que haya en una familia, estarán divididos tres contra dos y dos contra tres. Estará dividido el padre contra el hijo, el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús.
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Profesión de fe
Creo en un solo Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
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Oración de los fieles
S Jesús nos ha precedido como pionero. Oremos, para que sigamos sin desfallecer el camino que conduce a la salvación. A Te lo pedimos, Señor. L El Evangelio es fuego que purifica y que ilumina. Para que se haga realidad el deseo de Jesús de que llegue a todos los habitantes del mundo: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Jesús y los profetas bebieron el cáliz de la persecución. Para que mantengamos vivo el testimonio de Jesús, a pesar de las formas de represión y violencia de los poderosos: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor.
El Domingo. Día del Señor. Fundado por el Beato Santiago Alberione en 1921 en Italia y en Venezuela se inició su publicación en 1966. Director: P. A. Vagnoni, ssp. - Coordinación: July Zambrano - Corrección: Manolo Martínez - Diagramación: Dora González - Edita SAN PABLO - Aptdo. 14.034 de Candelaria, Caracas 1011-A -Telfs.: (0212) 573.63.46 - 576.76.62 - 577.10.24.- Fax: (0212) 576.93.34 - Administración y distribución: Telfs.: (0212) 963.68.81 - 963.65.19 - Fax: (0212) 963.68.52 - Correo Electrónico E-Mail: publicaciones@sanpablo.org.ve - Web site: http: //www.sanpablo.org.ve - Para notificar pagos: (0212) 577.10.24 - E-mail: cobranzas@sanpablo.org.ve - Con licencia eclesiástica. Dep. Leg. pp 76-1793
L Jesús denunció la paz de los falsos profetas y manipuladores. Para que los discípulos de Jesús promovamos la paz que nace del amor y no de las armas: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Para que avancemos con paso firme en el seguimiento de Jesús, que es el pionero que nos ha señalado el camino a seguir: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. (Intenciones libres) S Concédenos, Señor, asumir con valentía los riesgos de construir un mundo en paz, aunque tengamos que soportar la violencia. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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Oración sobre las ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos para esta Eucaristía a fin de que, a cambio de ofrecerte lo que tú nos has dado, podamos recibir de ti, tu misma vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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Plegaria Eucarística
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Oración del Señor
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Antífona de comunión
Mi alma espera al Señor con más ansia que los centinelas el amanecer, porque con el Señor viene la misericordia y la abundancia de su gracia (Sal 129,7).
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Oración d/de la comunión
Tú que nos has hecho partícipes de la vida de Cristo en este sacramento, transfórmanos, Señor, a imagen de tu Hijo, para que participemos también de su gloria en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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El personaje de la semana
Monseñor Sixto Sosa Díaz
N
ació en Tinaco, Estado Cojedes, Venezuela el 20 de Octubre de 1870. Monseñor Sixto Sosa un auténtico hijo de los llanos venezolanos, de contextura fuerte, temple firme y rostro sonreído. Era austero y con ánimo emprendedor que le hacía apto para la ardua misión que le confió la Providencia. Era un “hombre de Dios”. Todo lo refería a Dios, quien era inspirador o móvil último de sus actos. Sus trabajos apostólicos, tanto en Altagracia como después en la dilatada diócesis de Guayana, son un testimonio vivo de su total entrega al servicio de Dios y en bien de los demás. Fue el amor hacia los demás que le impulsó a promover tantas obras en bien de la humanidad: hospitales, ancianatos, colegios y, para asegurar la continuidad de estas obras, fundó la Congregación de las hermanas Carmelitas Venezolanas. Las obras que promovió y en las que invirtió sus haberes, hablan de su profunda caridad encarnada en las necesidades del medio en que le tocó vivir. Muere el 29 de mayo de 1943 en la ciudad de Caracas.
Andrés Aguilar, ssp andresaguilar0609@gmail.com
Liturgia de la Semana - 4ª Sem. del Salterio
(Del 19 al 25 de Agosto 2013)
19 Lunes, Feria o Memoria de San Juan Eudes, Presbítero - Jue 2,11-19; Sal 105; Mt 19,16-22. 20 Martes, San Bernardo, abad, M - Jue 6,11-24; Sal 84; Mt 19,23-30. 21 Miércoles - San Pío X, Papa, M - Jue 9,6-15; Sal 20; Mt 20,1-16. 22 Jueves - Santa María Reina, M - Jue 11,29-39; Sal 39; Mt 22,1-14. 23 Viernes - Feria, XX Sem. del Tpo. Ord. - Rut 1,1.3-8.14-16.22; Sal 145; Mt 22,34-40. 24 Sábado - San Bartolomé, Apóstol, F Ap 21,9-14; Sal 144; Jn 1,45-51. 25 Domingo XXI del Tpo. Ord. /C - Is 66,18-21; Sal 116; Hb 12,5-7.11-13; Lc 13,22-30 - L.H.: 1ª Semana del Salterio.