«OREMOS CON LA IGLESIA»
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Contiene: Laudes, Vísperas, Completas y Comentario a la Palabra de Dios
Año IX - Nro. 91 - Junio 2013 Director: P. Martino Maccapani, ssp. spediciones@cantv.net publicaciones@sanpablo.org.ve Subdirector: P. V. Amadío Ángel, ssp. spediciones@cantv.net publicaciones@sanpablo.org.ve Coordinadora: July Zambrano Comentarios: P. Antonio Danoz, Redentorista, Telf.: 481.35.40 Comentario a la Palabra de Dios: P. Antonio Danoz, Redentorista Portada: Adrián Rodríguez
Equipo de Revisión, Correcciones: J. Zambrano Diagramación: Dora González Pedidos por suscripción: Telfs.: (0212) 963.68.81 / 963.65.19 Fax 963.68.52 distribuidora@sanpablo.org.ve suscripciones@sanpablo.org.ve Precio unitario Bs.F. 35,00 Administración: Telfs.: (0212) 576.76.62 577.10.24 - Fax 576.93.34 cobranzas@sanpablo.org.ve Rif: J-00063835-7 Depósito legal: pp200502CS1934
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Intenciones Generales y Misionales del Santo Padre para el mes de Junio 2013 Generales: Diálogo y respeto. Que prevalezca entre los pueblos una cultura de diálogo, escucha y respeto mutuo. Misionales: Nueva evangelización. Que allí donde más se nota la influencia de la secularización, las comunidades cristianas puedan promover con eficacia una nueva evangelización.
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Calendario Litúrgico - Junio 2013, Ciclo “C” 1 de Junio - Sábado, S. Justino, Mártir, M - Eclo 51,17-27; Sal 18; Mc 11,27-33. 2 de Junio - Domingo, Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, S /C Gén 14,18-20; Sal 109; 1Cor 11,23-26; Lc 9,11-17. 3 de Junio - Lunes, S. Carlos Lwanga y compañeros, Mártires, M - Tob 1,3;2,1-8; Sal 111; Mc 12,1-12. 4 de Junio - Martes, Feria, IX Semana del Tpo. Ord. - Tob 2,9-14; Sal 111; Mc 12,13-17. 5 de Junio - Miércoles, S. Bonifacio, Ob. y Mártir, M - Tob 3,1-11.16-17; Sal 24; Mc 12,18-27. 6 de Junio - Jueves, Feria o Mem. de S. Norberto, Ob. - Tob 6,10-11;7,1.9-17; 8,4-9; Sal 127; Mc 12,28-34. 7 de Junio - Viernes, Sagrado Corazón de Jesús, S - Ez 34,11-16; Sal 22; Rm 5,5-11; Lc 15,3-7. 8 de Junio - Sábado, Inmaculado Corazón de María, M - Tob 12,1.5-15.20; Sal 13; Lc 2,41-51. 9 de Junio - Domingo X del Tiempo Ordinario /C - 1Re 17,17-24; Sal 29; Gál 1,11-19; Lc 7,11-17. 10 de Junio - Lunes, Feria, X Semana del Tpo. Ord. - 2Cor 1,1-7; Sal 33; Mt 5,1-12. 11 de Junio - Martes, S. Bernabé, Apóstol, M - He 11,21-26; 13,1-3; Sal 97; Mt 5,13-16. 12 de Junio - Miércoles, Feria, X Semana del Tpo. Ord. - 2Cor 3,4-11; Sal 98; Mt 5,17-19. 13 de Junio - Jueves, S. Antonio de Padua, Presbítero, M - 2Cor 3,15–4,1.3-6; Sal 84; Mt 5,20-26. 14 de Junio - Viernes, Feria, X Semana del Tpo. Ord. - 2Cor 4,6-15; Sal 115; Mt 5,27-32. 15 de Junio - Sábado, Feria, X Semana del Tpo. Ord. - 2 Cor 5,14-21; Sal 102; Mt 5,33-37.
16 de Junio - Domingo XI del Tiempo Ordinario /C - 2Sam 12,7-10.13; Sal 31; Gál 2,16.19-21; Lc 7,36–8,3. 17 de Junio - Lunes, Feria, XI Semana del Tpo. Ord. - 2Cor 6,1-10; Sal 97; Mt 5,38-42. 18 de Junio - Martes, Feria, XI Semana del Tpo. Ord. - 2Cor 8,1-9; Sal 145; Mt 5,43-48. 19 de Junio - Miércoles, Feria o Mem. de S. Romualdo, abad - 2Cor 9,6-11; Sal 111; Mt 6,1-6.16-18. 20 de Junio - Jueves, Feria, XI Semana del Tpo. Ord. - 2Cor 11,1-11; Sal 110; Mt 6,7-15. 21 de Junio - Viernes, S. Luis Gonzaga, Religioso, M - 2Cor 11,18.21-30; Sal 33; Mt 6,19-23. 22 de Junio - Sábado, Feria o Mem. de San Paulino de Nola, Obispo - 2Cor 12,1-10; Sal 33; Mt 6,24-34. 23 de Junio - Domingo XII del Tiempo Ordinario /C - Za 12,10-11; 13,1; Sal 62; Gál 3,26-29; Lc 9,18-24. 24 de Junio - Lunes, Natividad de S. Juan Bautista, S - Is 49,1-6; Sal 138; He 13,22-26; Lc 1,57-66.80. 25 de Junio - Martes, Feria, XII Semana del Tpo. Ord. - Gén 13,2.5-18; Sal 14; Mt 7,6.12-14. 26 de Junio - Miércoles, Feria, XII Semana del Tpo. Ord. - Gén 15,112.17-18; Sal 104; Mt 7,15-20. 27 de Junio - Jueves, Feria o Memoria Libre de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro - Gén 16,1-12.15-16; Sal 105; Mt 7,21-29. 28 de Junio - Viernes, San Ireneo, Obispo y Mártir, M - Gén 17,1.9-10.1522; Sal 127; Mt 8,1-4. 29 de Junio - Sábado, San Pedo y San Pablo, Apóstoles, S - He 12,1-11; Sal 33; 2 Tim 4,6-8.17-18; Mt 16,13-19. 30 de Junio - Domingo XIII del Tiempo Ordinario /C - 1Re 19,16.19-21; Sal 15; Gál 5,1.13-18; Lc 9,51-62.
Textos comunes
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Oración de la Mañana - Laudes Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. (En forma opcional se dice luego el salmo 94 (o bien el salmo 23, 99, o el 66)
Antífona (para el salmo invitatorio): Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.
Salmo 94
y siempre, /por los siglos de los siglos. Amén. Se repite la antífona
o bien el Salmo 23 Del Señor es la tierra y cuanto la llena,/ el orbe y todos sus habitantes: /él la fundó sobre los mares,/ él la afianzó sobre los ríos. Se repite la antífona
Venid, aclamemos al Señor,/ demos vítores a la Roca que nos salva;/ entremos a su presencia dándole gracias,/ aclamándolo con cantos.
¿Quién puede subir al monte del Señor?/ ¿Quién puede estar en el recinto sacro?
Se repite la antífona
El hombre de manos inocentes/ y puro corazón,/ que no confía en los ídolos/ ni jura contra el prójimo en falso./ Ése recibirá la bendición del Señor,/ le hará justicia el Dios de salvación.
Porque el Señor es un Dios grande,/ soberano de todos los dioses:/ tiene en su mano las simas de la tierra,/ son suyas las cumbres de los montes./ Suyo es el mar, porque él lo hizo,/ la tierra firme que modelaron sus manos. Se repite la antífona
Venid, postrémonos por tierra,/ bendiciendo al Señor, creador nuestro./ Porque él es nuestro Dios,/ y nosotros su pueblo,/ el rebaño que él guía. Se repite la antífona
Ojalá escuchéis hoy su voz:/ «No endurezcáis el corazón como en Meribá,/ como el día de Masá en el desierto:/ cuando vuestros padres me pusieron a prueba,/ y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras. Se repite la antífona
Durante cuarenta años/ aquella generación me repugnó, y dije: «Es un pueblo de corazón extraviado,/ que no reconoce mi camino;/ por eso he jurado en mi cólera/ que no entrarán en mi descanso». Se repite la antífona
Gloria al Padre, y al Hijo,/ y al Espíritu Santo./ Como era en el principio, ahora
Se repite la antífona
Se repite la antífona
Éste es el grupo que busca al Señor,/ que viene a tu presencia, Dios de Jacob. Se repite la antífona
¡Portones!, alzad los dinteles,/ levantaos, puertas antiguas:/ va a entrar el Rey de la gloria. Se repite la antífona
¿Quién es ese Rey de la gloria?/ El Señor, héroe valeroso;/ el Señor, héroe de la guerra. Se repite la antífona
¡Portones!, alzad los dinteles,/ levantaos, puertas antiguas:/ va a entrar el Rey de la gloria. Se repite la antífona
¿Quién es ese Rey de la gloria?/ El Señor, Dios de los ejércitos./ Él es el Rey de la gloria. Se repite la antífona
o bien el Salmo 66 El Señor tenga piedad y nos bendiga,/ ilumine su rostro sobre nosotros;/
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Textos comunes
conozca la tierra tus caminos,/ todos los pueblos tu salvación.
es eterna,/ su fidelidad por todas las edades».
Se repite la antífona
Cántico de Zacarías (Lc 1,68-79) (cántico de la mañana) Bendito sea el Señor, Dios de Israel, /porque ha visitado y redimido a su pueblo,/ suscitándonos una fuerza de salvación/ en la casa de David, su siervo,/ según lo había predicho desde antiguo/ por boca de sus santos profetas.
¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos,/ que todos los pueblos te alaben. Se repite la antífona
Que canten de alegría las naciones,/ porque riges el mundo con justicia,/ riges los pueblos con rectitud/ y gobiernas las naciones de la tierra. Se repite la antífona
¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos,/ que todos los pueblos te alaben. Se repite la antífona
La tierra ha dado su fruto,/ nos bendice el Señor, nuestro Dios./ Que Dios nos bendiga; que le teman/ hasta los confines del orbe.
o bien el Salmo 99 Aclama al Señor, tierra entera,/ servid al Señor con alegría,/ entrad en su presencia con aclamaciones. Se repite la antífona
Sabed que el Señor es Dios:/ que él nos hizo y somos suyos,/ su pueblo y ovejas de su rebaño. Se repite la antífona
Entrad por sus puertas, con acción de gracias,/ por sus atrios con himnos, /dándole gracias y bendiciendo su nombre: «El Señor es bueno,/ su misericordia
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos/ y de la mano de todos los que nos odian;/ ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,/ recordando su santa alianza/ y el juramento que juró a nuestro padre Abraham. Para concedernos que, libres de temor,/ arrancados de la mano de los enemigos,/ le sirvamos con santidad y justicia,/ en su presencia, todos nuestros días. Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,/ porque irás delante del Señor /a preparar sus caminos,/ anunciando a su pueblo la salvación,/ el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,/ nos visitará el sol que nace de lo alto,/ para iluminar a los que viven en tinieblas/ y en sombras de muerte,/ para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.
Oración de la Tarde - Vísperas Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. Cántico de la Sma. Virgen María (Lc 1,46-55) (cántico de la tarde) Proclama mi alma la grandeza del Señor,/ se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;/ porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,/ porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:/ su nombre es santo y su misericordia llega a sus fieles/ de generación en generación. Él hace proezas con su brazo:/ dispersa a los soberbios de corazón, /derriba del
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Textos comunes
trono a los poderosos/ y enaltece a los humildes,/ a los hambrientos los colma de bienes/ y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo,/ acordándose de su misericordia/ —como lo había prometido a nuestros padres—/ en favor de Abraham y su descendencia por siempre. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo./ Como era en el principio, ahora y siempre,/ por los siglos de los siglos. Amén.
Conclusión - Laudes y Vísperas Si el que preside es un presbítero o un diácono, bendice con la fórmula siguiente:
El Señor esté con ustedes./ Y con tu espíritu./ La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros./ Amén. Si se despide a la asamblea, se añade:
Pueden ir en paz./ Demos gracias a Dios. Si el que preside no es un ministro ordenado, y en la recitación individual, se concluye:
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Himnos - Domingos - Tiempo Ordinario I Vísperas Los pueblos que marchan y luchan/ con firme tesón/ aclamen al Dios de la vida./ Cantemos hosanna que viene el Señor. Agiten laureles y olivos,/ es Pascua de Dios,/ mayores y niños repitan:/ «Cantemos hosanna que viene el Señor».
Es verdad que yo siento en mi vida,/ muy dentro de mí,/ que la gracia de Dios es mi gracia,/ que no merecí. Es verdad que la gracia del Padre,/ en Cristo Jesús,/ es la gloria del hombre y del mundo/ bañados en luz. Es verdad que la Pascua de Cristo/ es pascua por mí,/ que su muerte y victoria me dieron/ eterno vivir.
Jesús victorioso y presente ofrece su don/ a todos los justos del mundo./ Cantemos hosanna que viene el Señor.
Viviré en alabanzas al Padre,/ que al Hijo nos dio,/ y que el Santo Paráclito inflame/ nuestra alma en amor. Amén.
Resuenen en todo camino/ de paz y de amor/ alegres canciones que digan:/ «Cantemos hosanna que viene el Señor».
II Vísperas
Que Dios, Padre nuestro amoroso,/ el Hijo y su Don/ a todos protejan y acoja./ Cantemos hosanna que viene el Señor. Amén.
Laudes Es verdad que las luces del alba/ del día de hoy/ son más puras, radiantes y bellas,/ por gracia de Dios.
Dios de la luz, presencia ardiente/ sin meridiano ni frontera:/ vuelves la noche mediodía,/ ciegas al sol con tu derecha. Como columna de la aurora,/ iba en la noche tu grandeza;/ te vio el desierto, y destellaron/ luz de tu gloria las arenas. Cerró la noche sobre Egipto/ como cilicio de tinieblas;/ para tu pueblo amanecías/ bajo los techos de las tiendas. Eres la luz, pero en tu rayo/ lanzas
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Textos comunes
el día o la tiniebla:/ ciegas los ojos del soberbio,/ curas al pobre su ceguera.
Cristo Jesús, tú que trajiste/ fuego a la entraña de la tierra,/ guarda encendida nuestra lámpara/ hasta la aurora de tu vuelta. Amén.
Himnos - Días de Ferias del Tiempo Ordinario Laudes
Vísperas
Dejado ya el descanso de la noche,/ despierto en la alegría de tu amor,/ concédeme tu luz que me ilumine/ como ilumina el sol.
Libra mis ojos de la muerte; /dales la luz, que es su destino. /Yo, como el ciego del camino, /pido un milagro para verte.
No sé lo que será del nuevo día/ que entre luces y sombras viviré,/ pero sé que, si tú vienes conmigo,/ no fallará mi fe. Tal vez me esperen horas de desierto/ amargas y sedientas, mas yo sé/ que, si vienes conmigo de camino,/ jamás yo tendré sed. Concédeme vivir esta jornada/ en paz con mis hermanos y mi Dios,/ al sentarnos los dos para la cena,/ párteme el pan, Señor. Recibe, Padre santo, nuestro ruego,/ acoge por tu Hijo la oración/ que fluye del Espíritu en el alma/ que sabe de tu amor. Amén.
Haz de esta piedra de mis manos / una herramienta constructiva, /cura su fiebre posesiva /y ábrela al bien de mis hermanos. Haz que mi pie vaya ligero. /Da de tu pan y de tu vaso /al que te sigue, paso a paso, /por lo más duro del sendero. Que yo comprenda, Señor mío, /al que se queja y retrocede; /que el corazón no se me quede /desentendidamente frío. Guarda mi fe del enemigo. /¡Tantos me dicen que estás muerto! /Y entre la sombra y el desierto /dame tu mano y ven conmigo. Amén.
Himnos - Común de Apóstoles Laudes Con el gozo pascual,/ el sol de nuevo brilla/ cuando ven los apóstoles /que Jesús resucita. En la carne de Cristo/ ven claras las heridas/ y paladinamente/ que está vivo predican. Cristo, rey clementísimo,/ nuestras almas habita/ para que te celebremos/ por siempre en nuestra vida. Sé, Jesús, de las almas/ la pascual
alegría,/ que, en gracia renacidos,/ tu triunfo nos anima. A ti, Jesús, la gloria,/ que, la muerte vencida,/ abres por los apóstoles/ nuevas sendas de vida. Amén.
Vísperas Tristes estaban los apóstoles/ tras sepultar a Cristo/ que, a muerte despiadada,/ lo sentenciaron los impíos. Con dulces palabras, un ángel/ a las
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Textos comunes
mujeres dijo/ que en Galilea el Señor/ habría muy pronto de ser visto. Mientras corrían presurosas/ a hablar a los discípulos,/ lo ven, besan sus pies,/ pues se les aparece vivo. Cuando lo saben los apóstoles/ acuden velocísimos/ a ver en Galilea/ el rostro adorable de Cristo.
Sé, Jesús, de las almas júbilo/ y pascual regocijo,/ a tus triunfos asócianos,/ que en la gracia hemos renacido. Tribútese, oh Jesús, la gloria/ a ti, que, ya vencido/ el reino de la muerte,/ nos abres lúcido el camino. Amén.
Himnos - Común de Pastores Laudes
Vísperas
Cristo, Cabeza, Rey de los pastores,/ el pueblo entero, madrugando a fiesta,/ canta a la gloria de tu sacerdote/ himnos sagrados.
Cantemos al Señor con alegría,/ unidos a la voz del Pastor santo;/ demos gracias a Dios, que es luz y guía,/ solícito pastor de su rebaño.
Con abundancia de sagrado crisma,/ la unción profunda de tu Santo Espíritu/ lo armó guerrero y lo nombró en la Iglesia/ jefe del pueblo.
Es su voz y su amor el que nos llama/ en la voz del pastor que él ha elegido,/ es su amor infinito el que nos ama/ en la entrega y amor de este otro cristo.
Él fue pastor y forma del rebaño,/ luz para el ciego, báculo del pobre,/ padre común, presencia providente,/ todo de todos.
Conociendo en la fe su fiel presencia,/ hambrientos de verdad y luz divina,/ sigamos al pastor que es providencia/ de pastos abundantes que son vida.
Tú que coronas sus merecimientos,/ danos la gracia de imitar su vida/ y al fin, sumisos a su magisterio,/ danos su gloria. Amén.
Apacienta, Señor, guarda a tus hijos,/ manda siempre a tu mies trabajadores;/ cada aurora, a la puerta del aprisco,/ nos aguarde el amor de tus pastores. Amén.
Himnos - Común de Vírgenes Laudes Nos apremia el amor, vírgenes santas,/ vosotras, que seguisteis su camino,/ guiadnos por las sendas de las almas/ que hicieron de su amor amar divino. Esperasteis en vela a vuestro Esposo/ en la noche fugaz de vuestra vida/ cuando llamó a la puerta, vuestro gozo/ fue contemplar su gloria sin medida. Vuestra fe y vuestro amor, un fuego ardiente/ que mantuvo la llama en la tardanza/ vuestra antorcha encendida ansiosamente/ ha colmado de luz vuestra esperanza. Pues gozáis ya las nupcias que el Cordero/ con la Iglesia de Dios ha celebrado/ no dejéis que se apague nuestro fuego/ en la pereza y el sueño del pecado. Demos gracias a Dios y, humildemente/ pidamos al Señor que su llamada/ nos encuentre en vigilia permanente,/ despiertos en la fe y en veste blanca. Amén.
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Textos comunes
Vísperas Dichosa tú, que, entre todas,/ fuiste por Dios sorprendida/ con tu lámpara encendida/ para el banquete de bodas. Con el brazo inocente/ de un hondo pacto amoroso,/ vienes a unirte al Esposo/ por virgen y por prudente.
Enséñanos a vivir,/ ayúdenos tu oración,/ danos en la tentación/ la gracia de resistir. Honor a la Trinidad/ por esta limpia victoria,/ y gloria por esta gloria/ que alegra a la humanidad. Amén.
Himnos del Común de Santos Laudes
Vísperas
Dejado ya el descanso de la noche,/ despierto en la alegría de tu amor,/ concédeme tu luz que me ilumine/ como ilumina el sol.
Libra mis ojos de la muerte;/ dales la luz, que es su destino./ Yo, como el ciego del camino,/ pido un milagro para verte.
No sé lo que será del nuevo día/ que entre luces y sombras viviré,/ pero sé que, si tú vienes conmigo,/ no fallará mi fe.
Haz de esta piedra de mis manos/ una herramienta constructiva,/ cura su fiebre posesiva/ y ábrela al bien de mis hermanos.
Tal vez me esperen horas de desierto/ amargas y sedientas, mas yo sé/ que, si vienes conmigo de camino,/ jamás yo tendré sed. Concédeme vivir esta jornada/ en paz con mis hermanos y mi Dios,/ al sentarnos los dos para la cena,/ párteme el pan, Señor. Recibe, Padre santo, nuestro ruego,/ acoge por tu Hijo la oración/ que fluye del Espíritu en el alma/ que sabe de tu amor. Amén.
Haz que mi pie vaya ligero./ Da de tu pan y de tu vaso/ al que te sigue, paso a paso,/ por lo más duro del sendero. Que yo comprenda, Señor mío,/ al que se queja y retrocede;/ que el corazón no se me quede/ desentendidamente frío. Guarda mi fe del enemigo./ ¡Tantos me dicen que estás muerto!/ Y entre la sombra y el desierto/ dame tu mano y ven conmigo. Amén.
Himnos - Común de Mártires Laudes
Testigos de la sangre/ con sangre rubricada,/ frutos de amor cortados/ al golpe de la espada. Testigo del amor/ en sumisión callada;/ canto y cielo en los labios/ al golpe de la espada. Testigos del dolor/ de vida enamorada;/ diario placer de muerte/ al golpe de la espada. Testigos del cansancio/ de su vida inmolada/ a golpe de Evangelio/ y al golpe de la espada. Demos gracias al Padre/ por la sangre sagrada;/ pidamos ser sus mártires,/ y a cada madrugada/ poder morir la vida/ al golpe de la espada. Amén.
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Oración de la Noche - Completas
Vísperas
Espíritus sublimes,/ ¡oh mártires gloriosos!,/ felices moradores/ de la inmortal Sión,/ rogad por los que luchan/ en las batallas recias,/ que alcancen la victoria/ y eterno galardón.
¡Oh mártires gloriosos/ de rojas vestiduras,/ que brillan con eternos / fulgores ante Dios! Con vuestro riego crezca/ de Cristo la semilla,/ y el campo de las mieses/ se cubra ya en sazón. Amén.
ORACIÓN DE LA NOCHE - Completas En el espíritu de la reforma del Concilio, la oración de completas es presentada como la oración conclusiva de la jornada del cristiano. Es una oración de recogimiento antes del reposo de la noche (aunque sea después de medianoche). Está impregnada de intimidad y de silencio, propio de la noche. Más que una oración de alabanza, se puede decir que las completas son una súplica de protección y una petición de defensa espiritual contra los peligros de la noche.
INVOCACIÓN INICIAL V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. EXAMEN DE CONCIENCIA
Es muy de alabar que, después de la invocación inicial, se haga el examen de conciencia, el cual en la celebración comunitaria puede concluirse con un acto penitencial, de la siguiente forma:
Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados. Todos examinan en silencio su conciencia. Terminado el examen se añade una de las siguientes fórmulas penitenciales:
I Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión: por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. V R V R
II Señor, ten misericordia de nosotros, Porque hemos pecado contra ti. Muéstranos, Señor, tu misericordia. Y danos tu salvación.
III V Tú que has sido enviado a sanar los corazones afligidos. Señor, ten piedad (de nosotros). R Señor, ten piedad (de nosotros). V Tú que has venido a llamar a los pecadores, Cristo, ten piedad (de nosotros). R Cristo, ten piedad (de nosotros).
10 V Tú que estás sentado a la derecha del Padre para interceder por
Oración de la Noche - Completas
nosotros, Señor, ten piedad (de nosotros). R Señor, ten piedad (de nosotros).
Pueden usarse otras invocaciones penitenciales. Si preside la celebración un ministro, él solo dice la absolución siguiente; en caso contrario, la dicen todos:
V El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. R Amén. HIMNOS A continuación se dice uno de los himnos siguientes:
Tiempo Ordinario Cuando la luz del sol es ya poniente, gracias, Señor,es nuestra melodía; recibe, como ofrenda, amablemente, nuestro dolor, trabajo, y alegría. Si poco fue el amor en nuestro empeño de darle vida al día que fenece, convierta en realidad lo que fue un sueño tu gran amor que todo lo engrandece. Tu cruz, Señor, redime nuestra suerte de pecadora en justa, e ilumina la senda de la vida y de la muerte del hombre que en la fe lucha y caminia. Jesús, Hijo del Padre, cuando avanza la noche oscura sobre nuestro día, concédenos la paz y la esperanza de esperar cada noche tu gran día. Amen. Pueden usarse también, sobre todo en las celebraciones con el pueblo, otros cantos oportunos y debidamente aprobados.
SALMODIA
La salmodia para Completas se encuentra en la página 12, después del Salterio en cuatro semanas. Los domingos y solemnidades, después de las I Vísperas, se dice el salmo 4 y el 133; después de las II Vísperas, se dice el salmo 90. En los días dentro de la octava de Navidad se dicen las Completas del domingo, escogiendo las de después de las I Vísperas o las de después de las II Vísperas, según se prefiera. Los demás días, se dicen los salmos y antífonas señalados para cada día de la semana en el Salterio de Completas. Pueden, sin embargo, sustituirse las Completas de cualquier día por las del domingo, para comodidad, sobre todo, de los que quisieren recitarlas de memoria. En este caso, puede tomarse cualquiera de las dos Completas del domingo, tanto las que se dicen después de las I Vísperas, como las que se dicen después de las II Vísperas.
LECTURA BREVE
Se hace luego la lectura breve, que se toma del Salterio de Completas y del mismo día del cual se tomaron los salmos; después se recita el responsorio breve.
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Oración de la Noche - Completas
RESPONSORIO BREVE (Tiempo Ordinario) V En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. V Tú, el Dios leal, nos librarás. R Te encomiendo mi espíritu. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. CÁNTICO EVANGÉLICO Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz (T.P. Aleluya). Cántico de Simeón Lc 2, 29-32 Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Oración La oración conclusiva se toma del Salterio de Completas. Antes de ella se dice Oremos y al final de ella se responde Amén. CONCLUSIÓN Bendición Después de la oración conclusiva se dice la siguiente bendición, incluso cuando el Oficio lo reza una sola persona:
V El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R Amén. Antífona final de la Santísima Virgen Se termina con una de las antífonas de la Santísima Virgen que se presentan a continuación, o con algún otro canto debidamente aprobado.
Madre del Redentor, virgen fecunda, puerta del cielo siempre abierta, estrella del mar, ven a librar al pueblo que tropieza y se quiere levantar.
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Ante la admiración de cielo y tierra, engendraste a tu santo Creador, y permaneces siempre virgen. Recibe el saludo del ángel Gabriel, y ten piedad de nosotros, pecadores. II Salve, Reina de los cielos y Señora de los ángeles; salve raíz, salve puerta, que dio paso a nuestra luz.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
Alégrate, virgen gloriosa, entre todas la más bella; salve, agraciada doncella, ruega a Cristo por nosotros. III Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.
IV Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios, no desprecies las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita.
Completas ORACIÓN PARA ANTES DEL DESCANSO NOCTURNO Para el rezo de Completas pueden usarse los formularios asignados a cada día de la semana en este Salterio de Completas. Si se prefiere, también pueden usarse, en cualquier día, los formularios señalados para después de las I o II Vísperas del domingo, en cuyo caso debe decirse como oración conclusiva la segunda de las dos oraciones que figuran en dichos formularios de domingo.
DOMINGO Y SOLEMNIDADES DESPUÉS DE LAS I VÍSPERAS V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era. Es muy de alabar que, después de la invocación inicial, se haga el examen de conciencia, el cual en la celebración comunitaria puede concluirse con alguna de las fórmulas del acto penitencial de la misa. El himno se halla indicado en pág. 10
SALMODIA Antífona 1 - Ten piedad de mí, Señor, y escucha mi oración. Salmo 4 Escúchame cuando te invoco. Dios, defensor mío; tú que en el aprieto me diste anchura, ten piedad de mí y escucha mi oración.
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Y vosotros, ¿hasta cuándo ultrajaréis mi honor, amaréis la falsedad y buscaréis el engaño? Sabedlo: el Señor hizo milagros en mi favor, y el Señor me escuchará cuando lo invoque. Temblad y no pequéis, reflexionad en el silencio de vuestro lecho; ofreced sacrificios legítimos y confiad en el Señor. Hay muchos que dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha, si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?» Pero tú. Señor, has puesto en mi corazón más alegría que si abundara en trigo y en vino. En paz me acuesto y en seguida me duermo, porque tú solo, Señor, me haces vivir tranquilo. Ant. Ten piedad de mí, Señor, y escucha mi oración. Antífona 2 - Durante la noche, bendecid al Señor. Salmo 133 Y ahora bendecid al Señor, los siervos del Señor, los que pasáis la noche en la casa del Señor: Levantad las manos hacia el santuario, y bendecid al Señor. El Señor te bendiga desde Sión: el que hizo cielo y tierra. Ant. Durante la noche, bendecid al Señor. LECTURA BREVE Dt 6, 4-7 Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas. Las palabras que hoy te digo quedarán en tu memoria; se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado. RESPONSORIO BREVE (Tiempo Ordinario) V En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. V Tú, el Dios leal, nos librarás. R Te encomiendo mi espíritu. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. CÁNTICO EVANGÉLICO Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
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Cántico de Simeón Lc 2, 29-32 Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Oración Después de las I Vísperas del domingo: Guárdanos, Señor, durante esta noche y haz que mañana, ya al clarear el nuevo día, la celebración del domingo nos llene con la alegría de la resurrección de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Después de las I Vísperas de las solemnidades que no coinciden en domingo: Visita, Señor, esta habitación: aleja de ella las insidias del enemigo; que tus santos ángeles habiten en ella y nos guarden en paz y que tu bendición permanezca siempre con nosotros. Por Cristo nuestro Señor. CONCLUSIÓN Bendición V El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R Amén. La antífona final de la Santísima Virgen, pág. 11
DOMINGO Y SOLEMNIDADES DESPUÉS DE LAS II VÍSPERAS V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era. Es muy de alabar que, después de la invocación inicial, se haga el examen de conciencia, el cual en la celebración comunitaria puede concluirse con alguna de las fórmulas del acto penitencial de la misa. El himno se halla indicado en pág. 10
SALMODIA Antífona: Al amparo del Altísimo no temo el espanto nocturno. Salmo 90 Tú que habitas al amparo del Altísimo,
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que vives a la sombra del Omnipotente, di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío. Dios mío, confío en ti.»
Él te librará de la red del cazador, de la peste funesta. Te cubrirá con sus plumas, bajo sus alas te refugiarás: su brazo es escudo y armadura. No temerás el espanto nocturno, ni la flecha que vuela de día, ni la peste que se desliza en las tinieblas, ni la epidemia que devasta a mediodía. Caerán a tu izquierda mil, diez mil a tu derecha; a ti no te alcanzará. Tan sólo abre tus ojos y verás la paga de los malvados, porque hiciste del Señor tu refugio, tomaste al Altísimo por defensa.
No se te acercará la desgracia, ni la plaga llegará hasta tu tienda, porque a sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos; te llevarán en sus palmas, para que tu pie no tropiece en la piedra; caminarás sobre áspides y víboras, pisotearás leones y dragones. «Se puso junto a mí: lo libraré; lo protegeré porque conoce mi nombre, me invocará y lo escucharé. Con él estaré en la tribulación, lo defenderé, lo glorificaré; lo saciaré de largos días, y le haré ver mi salvación». Ant. Al amparo del Altísimo no temo el espanto nocturno.
LECTURA BREVE Ap 22, 4-5 Verán el rostro del Señor, y tendrán su nombre en la frente. Y no habrá más noche, y no necesitarán luz de lámpara ni de sol, porque el Señor Dios los alumbrará a ellos, y reinarán por los siglos de los siglos. RESPONSORIO BREVE (Tiempo Ordinario) V En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. V Tú, el Dios leal, nos librarás. R Te encomiendo mi espíritu. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. CANTICO EVANGÉLICO Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Cántico de Simeón Lc 2, 29-32 Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.
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Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Oración Después de las II Vísperas del domingo: Humildemente te pedimos, Señor, que después de haber celebrado en este día los misterios de la resurrección de tu Hijo, sin temor alguno, descansemos en tu paz, y mañana nos levantemos alegres para cantar nuevamente tus alabanzas. Por Cristo nuestro Señor. Después de las II Vísperas de las solemnidades que no coinciden en domingo: Visita, Señor, esta habitación: aleja de ella las insidias del enemigo; que tus santos ángeles habiten en ella y nos guarden en paz y que tu bendición permanezca siempre con nosotros. Por Cristo nuestro Señor. CONCLUSIÓN Bendición V El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R Amén. La antífona final de la Santísima Virgen, en la pág. 11
LUNES
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era. Es muy de alabar que, después de la invocación inicial, se haga el examen de conciencia, el cual en la celebración comunitaria puede concluirse con alguna de las fórmulas del acto penitencial de la misa. El himno se halla indicado en el Ordinario, en pág. 10
SALMODIA Antífona: Tú, Señor, eres clemente y rico en misericordia. Salmo 85 Inclina tu oído. Señor; escúchame, que soy un pobre desamparado; protege mi vida, que soy un fiel tuyo; salva a tu siervo, que confía en ti. Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor, que a ti te estoy llamando todo el día; alegra el alma de tu siervo, pues levanto mi alma hacia ti;
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Oración de la Noche - Completas
porque tú, Señor, eres bueno y clemente, rico en misericordia con los que te invocan. Señor, escucha mi oración, atiende a la voz de mi súplica. En el día del peligro te llamo, y tú me escuchas. No tienes igual entre los dioses, Señor, ni hay obras como las tuyas. Todos los pueblos vendrán a postrarse en tu presencia, Señor; bendecirán tu nombre: «Grande eres tú, y haces maravillas; tú eres el único Dios.» Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad; mantén mi corazón entero en el temor de tu nombre. Te alabaré de todo corazón, Dios mío; daré gloria a tu nombre por siempre,
por tu grande piedad para conmigo, porque me salvaste, del abismo profundo.
Dios mío, unos soberbios se levantan contra mí, una banda de insolentes atenta contra mi vida, sin tenerte en cuenta a ti. Pero tú, Señor, Dios clemente y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad y leal, mírame, ten compasión de mí. Da fuerza a tu siervo, salva al hijo de tu esclava; dame una señal propicia, que la vean mis adversarios y se avergüencen, porque tú, Señor, me ayudas y consuelas. Ant. Tú, Señor, eres clemente y rico en misericordia
LECTURA BREVE 1Tes 5, 9-10 Dios nos ha puesto para obtener la salvación por nuestro Señor Jesucristo, que murió por nosotros, para que, velando o durmiendo, vivamos junto con él. RESPONSORIO BREVE (Tiempo Ordinario) V En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. V Tú, el Dios leal, nos librarás. R Te encomiendo mi espíritu. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. CÁNTICO EVANGÉLICO Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Cántico de Simeón Lc 2, 29-32 Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.
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Oración de la Noche - Completas
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Oración Concede, Señor, a nuestros cuerpos fatigados el descanso necesario, y haz que la simiente del reino que con nuestro trabajo hemos sembrado hoy crezca y germine para la cosecha de la vida eterna. Por Cristo nuestro Señor. CONCLUSIÓN Bendición V El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R Amén. La antífona final de la Santísima Virgen, en la pág. 11
MARTES V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era. Es muy de alabar que, después de la invocación inicial, se haga el examen de conciencia, el cual en la celebración comunitaria puede concluirse con alguna de las fórmulas del acto penitencial de la misa. El himno se halla indicado en pág. 10
SALMODIA Antífona: No me escondas tu rostro, ya que confío en ti. Salmo 142, 1-11 Señor, escucha mi oración; tú que eres fiel, atiende a mi súplica; tú que eres justo, escúchame. No llames a juicio a tu siervo, pues ningún hombre vivo es inocente frente a ti. El enemigo me persigue a muerte, empuja mi vida al sepulcro, me confina a las tinieblas como a los muertos ya olvidados. Mi aliento desfallece, mi corazón dentro de mí está yerto. Recuerdo los tiempos antiguos, medito todas tus acciones, considero las obras de tus manos
y extiendo mis brazos hacia ti: tengo sed de ti como tierra reseca.
Escúchame en seguida, Señor, que me falta el aliento. No me escondas tu rostro, igual que a los que bajan a la fosa. En la mañana hazme escuchar tu gracia, ya que confío en ti; indícame el camino que he de seguir, pues levanto mi alma a ti. Líbrame del enemigo, Señor, que me refugio en ti. Enséñame a cumplir tu voluntad, ya que tú eres mi Dios.
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Oración de la Noche - Completas
Tu espíritu, que es bueno, me guíe por tierra llana.
Por tu nombre, Señor, consérvame vivo;
por tu clemencia, sácame de la angustia.
Ant.: No me escondas tu rostro, ya que confío en ti.
LECTURA BREVE 1Pe 5, 8-9 Sed sobrios, estad despiertos: vuestro enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quien devorar; resistidle, firmes en la fe. RESPONSORIO BREVE (Tiempo Ordinario) V En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. V Tú, el Dios leal, nos librarás. R Te encomiendo mi espíritu. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. CÁNTICO EVANGÉLICO Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Cántico de Simeón Lc 2, 29-32 Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Oración Ilumina, Señor, nuestra noche y concédenos un descanso tranquilo; que mañana nos levantemos en tu nombre y podamos contemplar, con salud y gozo, el clarear del nuevo día. Por Cristo nuestro Señor. CONCLUSIÓN Bendición V El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R Amén. La antífona final de la Santísima Virgen, en la pág. 11
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Oración de la Noche - Completas
MIÉRCOLES
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era. Es muy de alabar que, después de la invocación inicial, se haga el examen de conciencia, el cual en la celebración comunitaria puede concluirse con alguna de las fórmulas del acto penitencial de la misa. El himno se halla indicado en pág. 10
SALMODIA Antífona 1 - Sé tú, Señor, la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve. Salmo 30, 2-6 A ti, Señor, me acojo: no quede yo nunca defraudado; tú, que eres justo, ponme a salvo, inclina tu oído hacia mí; ven aprisa a librarme, sé la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve, tú que eres mi roca y mi baluarte;
por tu nombre dirígeme y guíame: sácame de la red que me han tendido, porque tú eres mi amparo. En tus manos encomiendo mi espíritu: tú, el Dios leal, me librarás. Ant. Sé tú, Señor, la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve.
Antífona 2 - Desde lo hondo a ti grito, Señor. Salmo 129 Desde lo hondo a ti grito, Señor; + Señor, escucha mi voz; estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica. Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir? Pero de ti procede el perdón, y así infundes respeto. Mi alma espera en el Señor, espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor, más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor, como el centinela la aurora; porque del Señor viene la misericordia, la redención copiosa; y él redimirá a Israel de todos sus delitos. Ant. Desde lo hondo a ti grito, Señor.
LECTURA BREVE Ef 4, 26-27 No lleguéis a pecar; que la puesta del sol no os sorprenda en vuestro enojo. No dejéis lugar al diablo. RESPONSORIO BREVE (Tiempo Ordinario) V En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. V Tú, el Dios leal, nos librarás. R Te encomiendo mi espíritu. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
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Oración de la Noche - Completas
CÁNTICO EVANGÉLICO Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Cántico de Simeón Lc 2, 29-32 Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Oración Señor Jesucristo, tú que eres manso y humilde de corazón ofreces a los que vienen a ti un yugo llevadero y una carga ligera; dígnate, pues, aceptar los deseos y las acciones del día que hemos terminado: que podamos descansar durante la noche para que así, renovado nuestro cuerpo y nuestro espíritu, perseveremos constantes en tu servicio. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. CONCLUSIÓN Bendición V El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R Amén. La antífona final de la Santísima Virgen, en la pág. 11
JUEVES
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era. Es muy de alabar que, después de la invocación inicial, se haga el examen de conciencia, el cual en la celebración comunitaria puede concluirse con alguna de las fórmulas del acto penitencial de la misa. El himno se halla indicado en pág. 10
SALMODIA Antífona 1 - Mi carne descansa serena. Salmo 15 Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti; yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.» Los dioses y señores de la tierra no me satisfacen. Multiplican las estatuas de dioses extraños; no derramaré sus libaciones con mis manos,
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Oración de la Noche - Completas
ni tomaré sus nombres en mis labios.
El Señor es mi heredad y mi copa; mi suerte está en tu mano: me ha tocado un lote hermoso, me encanta mi heredad. Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente. Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré.
Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas, y mi carne descansa serena. Porque no me entregarás a la muerte, ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha. Ant. Mi carne descansa serena.
LECTURA BREVE 1Tes 5, 23 Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente y que todo vuestro ser, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la Parusía de nuestro Señor Jesucristo. RESPONSORIO BREVE (Tiempo Ordinario) V En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. V Tú, el Dios leal, nos librarás. R Te encomiendo mi espíritu. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. CÁNTICO EVANGÉLICO Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Cántico de Simeón Lc 2, 29-32 Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Oración Señor, Dios nuestro, concédenos un descanso tranquilo que restaure nuestras fuerzas, desgastadas ahora por el trabajo del día; así, fortalecidos con tu ayuda, te serviremos siempre con todo nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Por Cristo nuestro Señor.
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Oración de la Noche - Completas
CONCLUSIÓN Bendición V El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R Amén. La antífona final de la Santísima Virgen, en la pág. 11
VIERNES V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era. Es muy de alabar que, después de la invocación inicial, se haga el examen de conciencia, el cual en la celebración comunitaria puede concluirse con alguna de las fórmulas del acto penitencial de la misa. El himno se halla indicado en pág. 10
SALMODIA Antífona: Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia. Salmo 87 Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia; + llegue hasta ti mi súplica, inclina tu oído a mi clamor. Porque mi alma está colmada de desdichas, y mi vida está al borde del abismo; ya me cuentan con los que bajan a la fosa, soy como un inválido. Tengo mi cama entre los muertos, como los caídos que yacen en el sepulcro, de los cuales ya no guardas memoria, porque fueron arrancados de tu mano. Me has colocado en lo hondo de la fosa, en las tinieblas del fondo; tu cólera pesa sobre mí, me echas encima todas tus olas. Has alejado de mí a mis conocidos, me has hecho repugnante para ellos: encerrado, no puedo salir, y los ojos se me nublan de pesar. Todo el día te estoy invocando, tendiendo las manos hacia ti. ¿Harás tú maravillas por los muertos?
¿Se alzarán las sombras para darte gracias?
¿Se anuncia en el sepulcro tu misericordia, o tu fidelidad en el reino de la muerte? ¿Se conocen tus maravillas en la tiniebla o tu justicia en el país del olvido? Pero yo te pido auxilio, por la mañana irá a tu encuentro mi súplica. ¿Por qué, Señor, me rechazas y me escondes tu rostro? Desde niño fui desgraciado y enfermo, me doblo bajo el peso de tus terrores, pasó sobre mí tu incendio, tus espantos me han consumido: me rodean como las aguas todo el día, me envuelven todos a una; alejaste de mí amigos y compañeros: mi compañía son las tinieblas. Ant. Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia.
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Oración de la Noche - Completas
LECTURA BREVE Jer 14,9 Tú estás en medio de nosotros, Señor, tu nombre ha sido invocado sobre nosotros: no nos abandones, Señor Dios nuestro. RESPONSORIO BREVE (Tiempo Pascual) V En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Aleluya, aleluya. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Aleluya, aleluya. V Tú, el Dios leal, nos librarás. R Aleluya, aleluya. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Aleluya, aleluya. (Fuera del Tiempo Pascual) V En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. V Tú, el Dios leal, nos librarás. R Te encomiendo mi espíritu. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. CÁNTICO EVANGÉLICO Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Cántico de Simeón Lc 2, 29-32 Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Oración Señor, Dios todopoderoso: ya que con nuestro descanso vamos a imitar a tu Hijo que reposó en el sepulcro, te pedimos que, al levantarnos mañana, lo imitemos también resucitando a una vida nueva. Por Cristo nuestro Señor. CONCLUSIÓN Bendición V El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R Amén. La antífona final de la Santísima Virgen, en la pág. 11
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1 de Junio - Sábado, San Justino, Mártir, M
El santo de hoy: San Justino (+ 165) Nace en Samaria y muere en Roma. Formado en la escuela filosófica de Platón, se hizo cristiano. Enseñó como maestro de filosofía cristiana. Sus dos obras más importantes son la “Apología” y el “Diálogo con el judío Trifón”. En ellas reivindica la verdad del cristianismo. Fue uno de los pensadores cristianos más importantes del siglo segundo.
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Jesús decía a los discípulos que tenían que ser sus testigos. Un testigo de excepción como S. Justino nos ha dejado su testimonio: “Es nuestro deseo más ardiente sufrir por amor de nuestro Señor Jesucristo para ser salvados. Este sufrimiento nos dará la salvación y la confianza en el tribunal de nuestro Señor y Salvador”.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): Venid, adoremos al Señor, rey de los mártires.
Himno, Común de Mártires, pág. 8 Antífona 1 - Es bueno tocar para tu nombre, oh Altísimo, y proclamar por la mañana tu misericordia.
Salmo 91 Es bueno dar gracias al Señor/ y tocar para tu nombre, oh Altísimo,/ proclamar por la mañana tu misericordia/ y de noche tu fidelidad,/ con arpas de diez cuerdas y laúdes/ sobre arpegios de cítaras. Tus acciones, Señor, son mi alegría,/ y mi júbilo, las obras de tus manos./ ¡Qué magníficas son tus obras, Señor,/ qué profundos tus designios!/ El ignorante no los entiende/ ni el necio se da cuenta. Aunque germinen como hierba los malvados/ y florezcan los malhechores,/ serán destruidos para siempre./ Tú, en cambio, Señor,/ eres excelso por los siglos. Porque
tus
enemigos,
Señor,
perecerán,/ los malhechores serán dispersados;/ pero a mí me das la fuerza de un búfalo/ y me unges con aceite nuevo./ Mis ojos no temerán a mis enemigos,/ mis oídos escucharán su derrota. El justo crecerá como una palmera /y se alzará como un cedro del Líbano:/ plantado en la casa del Señor,/ crecerá en los atrios de nuestro Dios; en la vejez seguirá dando fruto/ y estará lozano y frondoso,/ para proclamar que el Señor es justo,/ que en mi Roca no existe la maldad. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo.
Cántico
Ez 36, 24-28
Os recogeré de entre las naciones,/ os reuniré de todos los países,/ y os llevaré a vuestra tierra. Derramaré sobre vosotros un agua pura/ que os purificará:/ de todas vuestras inmundicias e idolatrías/ os he de purificar;/ y os daré un corazón nuevo,/ y os infundiré un espíritu nuevo;/ arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra,/ y os daré un corazón de carne. Os infundiré mi espíritu,/ y haré que
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1 de Junio - Sábado, San Justino
caminéis según mis preceptos,/ y que guardéis y cumpláis mis mandatos.
Responsorio breve
Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres./ Vosotros seréis mi pueblo/ y yo seré vuestro Dios. Gloria y antífona 2
V Él es mi salvación. R Y mi energía.
Antífona 3 - De la boca de los niños de pecho, Señor, has sacado una alabanza.
Salmo 8 Señor, dueño nuestro,/ ¡qué admirable es tu nombre / en toda la tierra! Ensalzaste tu majestad sobre los cielos./ De la boca de los niños de pecho/ has sacado una alabanza contra tus enemigos,/ para reprimir al adversario y al rebelde. Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos;/ la luna y las estrellas que has creado,/ ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él;/ el ser humano, para darle poder? Lo hiciste poco inferior a los ángeles, /lo coronaste de gloria y dignidad,/ le diste el mando sobre las obras de tus manos,/ todo lo sometiste bajo sus pies: rebaños de ovejas y toros,/ y hasta las bestias del campo,/ las aves del cielo, los peces del mar,/ que trazan sendas por las aguas. Señor, dueño nuestro,/ ¡qué admirable es tu nombre/ en toda la tierra! Gloria y antífona 3
Lectura breve
2Co 1, 3-5
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordia y Dios de todo consuelo; él nos consuela en todas nuestras luchas, para poder nosotros consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con que nosotros somos consolados por Dios. Porque si es cierto que los sufrimientos de Cristo rebosan sobre nosotros, también por Cristo rebosa nuestro consuelo.
V El Señor es mi fuerza y mi energía. R El Señor es mi fuerza y mi energía.
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R El Señor es mi fuerza y mi energía.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Al ofrecer nuestro sacrificio, alabamos al Creador de todo, por medio de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo.
Preces Celebremos, amados hermanos a Jesús, el testigo fiel, y al recordar hoy a los santos mártires sacrificados a causa de la palabra de Dios, aclamémosle diciendo: Nos has comprado, Señor, con tu sangre. Por la intercesión de los santos mártires que entregaron libremente su vida como testimonio de la fe, * concédenos, Señor, la verdadera libertad de espíritu. Por la intercesión de los santos mártires que proclamaron la fe hasta derramar su sangre, * concédenos, Señor, la integridad y constancia de la fe. Por la intercesión de los santos mártires que soportando la cruz siguieron tus pasos, * concédenos, Señor, soportar con generosidad las contrariedades de la vida. Por la intercesión de los santos mártires que blanquearon su manto en la sangre del Cordero, * concédenos, Señor, vencer las obras del mundo y de la carne. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Dirijamos ahora nuestra oración al Padre que está en los cielos, diciendo: Padre nuestro.
Oración Dios nuestro, que enseñaste a san
2 de Junio - Domingo, Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo
Justino a describir en la locura de la cruz la incomparable sabiduría de Jesucristo, concédenos, por la intercesión de este mártir, la gracia de alejar los errores que nos cercan y de mantenernos siempre
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firmes en la fe. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA Lectura: 2 Co 11,5-10 Dejándose llevar por el “arrebato de locura”, como él dice, Pablo planta cara a sus rivales. Con fina ironía los llama “superapóstoles”. Sin ningún pudor confiesa, que en nada se considera inferior a ellos. Los corintios lo acusan de que su “palabra es despreciable” (2Co 10,10). De su conocimiento del misterio de Cristo y de la Buena Noticia, Pablo ha dado pruebas suficientes ante la comunidad. Trabajar con las propias manos era considerado por algunos como propio de siervos y degradante. Aquello de lo que lo acusan, es precisamente una de las cosas de las que Pablo se siente orgulloso. No se arrepiente de “haberse humillado” realizando trabajos manuales para poder anunciarles la Buena Noticia. De toda esta controversia hay dos cosas que hemos de retener como orientación práctica. En primer lugar: el interés de Pablo por mantener la pureza de la Buena Noticia de Jesús. Era éste un tema no negociable. Con la misma energía se pronuncia en la carta a la comunidad de Galacia: “Si nosotros o un ángel del cielo les anuncia una Buena Noticia distinta de la que les hemos anunciado, sea anatema (sea maldito)” (Gál 1,8). En segundo lugar: la gratuidad en el anuncio del Evangelio. Pablo prefirió “pasar apuros”, antes de comprometer el anuncio del Evangelio. Algunos opinan, que por este motivo Pablo no recibía subvenciones de las comunidades donde se hallaba físicamente presente. P. Antonio Danoz, Redentorista
2 de Junio - Domingo, Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, S Oración de la Tarde - I Vísperas
Invitación: La liturgia de la fiesta de hoy nos invita desde la víspera a celebrar el misterio: “Que la lengua humana cante este misterio: la preciosa Sangre y el precioso Cuerpo”. Se trata de la sangre de Jesús, derramada por la salvación del mundo. Y del cuerpo de Jesús, entregado para que el mundo tenga vida en abundancia.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
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2 de Junio - Domingo, Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo
Himno
Publica, lengua, y canta/ el misterio del cuerpo glorioso/ y de la sangre santa/ que dio por mi reposo/ el fruto de aquel vientre generoso. A todos nos fue dado,/ de la Virgen purísima María/ por todos engendrado;/ y mientras acá vivía/ su celestial doctrina esparcía. De allí en nueva manera/ dio fin maravilloso a su jornada/ la noche ya postrera,/ la noche deseada,/ estando ya la cena aparejada. Convida a sus hermanos,/ y, cumplida la sombra y ley primero,/ con sus sagradas manos/ por el legal cordero/ les da a comer su cuerpo verdadero. Aquella criadora/ Palabra, con palabra, sin mudarse,/ lo que era pan ahora/ en carne hace tornarse/ y el vino en propia sangre trastornarse. Y puesto que el grosero/ sentido se acobarda y desfallece,/ el corazón insano/ por eso no enflaquece,/ porque la fe le anima y favorece. Honremos pues, echados/ por tierra, tan divino sacramento,/ y queden desechados,/ pues vino el cumplimiento,/ los ritos del Antiguo Testamento. Y si el sentido queda/ pasmado de tan alta y nueva cosa,/ lo que él no puede pueda, /ose lo que él no osa,/ la fe determinada y animosa. ¡Gloria al Omnipotente,/ y al gran Engendrador y al Engendrado,/ y al inefablemente/ de entrambos inspirado/ igual loor, igual honor sea dado!/ Amén. Antífona 1 - El Señor, es clemente, él da alimento a sus fieles en memoria de sus maravillas.
Salmo 110 Doy gracias al Señor de todo corazón,/ en compañía de los rectos, en la asamblea./ Grandes son las obras del Señor,/ dignas de estudio para los que las aman.
Esplendor y belleza son su obra,/ su generosidad dura por siempre;/ ha hecho maravillas memorables,/ el Señor es piadoso y clemente. Él da alimento a sus fieles, /recordando siempre su alianza;/ mostró a su pueblo la fuerza de su poder,/ dándoles la heredad de los gentiles. Justicia y verdad son las obras de sus manos,/ todos sus preceptos merecen confianza:/ son estables para siempre jamás,/ se han de cumplir con verdad y rectitud. Envió la redención a su pueblo,/ ratificó para siempre su alianza, / su nombre es sagrado y temible. Primicia de la sabiduría es el temor del Señor,/ tienen buen juicio los que lo practican;/ la alabanza del Señor dura por siempre. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - El Señor da la paz a su Iglesia, la sacia en flor de harina.
Salmo 147
Glorifica al Señor, Jerusalén;/ alaba a tu Dios, Sión:/ que ha reforzado los cerrojos de tus puertas/ y ha bendecido a tus hijos dentro de ti;/ ha puesto paz en tus fronteras,/ te sacia con flor de harina. Él envía su mensaje a la tierra,/ y su palabra corre veloz;/ manda la nieve como lana,/ esparce la escarcha como ceniza hace caer el hielo como migajas/ y con el frío congela las aguas;/ envía una orden, y se derriten;/ sopla su aliento, y corren. Anuncia su palabra a Jacob,/ sus decretos y mandatos a Israel;/ con ninguna nación obró así,/ ni les dio a conocer sus mandatos. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Yo os digo con toda verdad: Moisés no os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Aleluya.
2 de Junio - Domingo, Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo
Cántico Ap 11, 17-18; 12, 10b-12a Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,/el que eres y el que eras,/ porque has asumido el gran poder/ y comenzaste a reinar. Se encolerizaron las naciones,/ llegó tu cólera,/ y el tiempo de que sean juzgados los muertos,/ y de dar el galardón a tus siervos los profetas,/ y a los santos y a los que temen tu nombre,/ y a los pequeños y a los grandes,/ y de arruinar a los que arruinaron la tierra. Ahora se estableció la salud y el poderío,/ y el reinado de nuestro Dios,/ y la potestad de su Cristo;/ porque fue precipitado/ el acusador de nuestros hermanos,/ el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche. Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero/ y por la palabra del testimonio que dieron,/ y no amaron tanto su vida que temieran la muerte./ Por esto, estad alegres, cielos,/ y los que moráis en sus tiendas. Gloria y antífona 3
Lectura breve
1Cor 10, 16-17
El cáliz bendito que consagramos es la comunión de la sangre de Cristo; y el pan que partimos es la comunión del cuerpo del Señor. Y, puesto que es un solo pan, somos todos un solo cuerpo; ya que todos participamos de ese único pan.
Responsorio breve
V Les ha dado pan del cielo. Aleluya, aleluya R Les ha dado pan del cielo. Aleluya, aleluya. V El hombre ha comido pan de ángeles. R Aleluya, aleluya.
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Antífona: Señor, cuán suave es tu Espíritu; para hacer sentir tu dulzura a tus hijos, los llenas de bienes con un pan delicioso que les mandas del cielo; dejas, en cambio, sin nada a los ricos insolentes.
Preces Acudamos a Cristo, que invita a todos a su Cena y en ella entrega su cuerpo y su sangre para la vida del mundo; digámosle: Cristo, pan bajado del cielo, danos la vida eterna. Cristo, Hijo de Dios vivo, que nos mandaste celebrar la eucaristía como memorial tuyo,* enriquece a tu Iglesia con la celebración de tus misterios. Cristo, Señor nuestro, sacerdote único del Dios altísimo, que has querido que tus ministros te representaran en la cena eucarística, * haz que los que presiden nuestras asambleas imiten en su manera de vivir lo que celebran en el sacramento. Cristo, maná bajado del cielo, que haces un solo cuerpo de cuantos participan de un mismo pan, * aumenta la unidad y la concordia entre los que creen en ti. Cristo Jesús, médico enviado por el Padre, que por el pan de la eucaristía nos das el remedio de la inmortalidad y el germen de la resurrección, * da salud a los enfermos y esperanza a los pecadores. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Cristo Señor, rey al que esperamos, tú que nos mandaste celebrar la eucaristía para anunciar tu muerte y pedir tu retorno, * haz participar en tu resurrección a los que han muerto estando en tu amor.
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Les ha dado pan del cielo. Aleluya, aleluya.
Pidamos al Padre, como Cristo nos enseñó, nuestro pan de cada día: Padre nuestro.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4
Señor nuestro Jesucristo, que en este sacramento admirable nos dejaste el
Oración
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2 de Junio - Domingo, Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo
memorial de tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu cuerpo y de tu sangre, que experimentemos constantemente
en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Varios de los encuentros de Jesús resucitado con los discípulos tuvieron lugar por la noche. Al anochecer se reunían los primeros discípulos, para iniciar la gran vigilia cada sábado, que concluía al amanecer con la celebración de la “cena del Señor”. Imbuidos del espíritu que reinaba en aquella cena, oramos con Jesús: “Padre, que el amor con que tú me amaste esté en ellos, como yo estoy en ellos” (Jn 17,26). (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios del Domingo, I Vísperas, pág. 12).
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Hacemos memoria del misterio de amor que Jesús pregonó desde la cruz. Comulguemos con aquel que dio su vida por la salvación de todos. Con Jesús que salió del sepulcro y vive coronado de gloria en el seno del Padre. Cada vez que celebramos su memoria en la eucaristía, pregonamos su muerte y resurrección.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): A Cristo el Señor, el pan de vida, venid, adorémosle.
Himno
Se dio, naciendo, como compañero;/ comiendo, se entregó como comida;/ muriendo, se empeñó como rescate;/ reinando, como premio se nos brinda. Hostia de salvación, que abres las puertas/ celestes de la gloria prometida:/ fortalece y socorre nuestras almas,/ asediadas por fuerzas enemigas.
Sin dejar la derecha de su Padre,/ y para consumar su obra divina,/ el sumo Verbo, que ha venido al mundo,/ llega al fin a la tarde de su vida.
Glorificada eternamente sea/ la perpetua Deidad, que es una y trina,/ y que ella finalmente nos conceda,/ en la patria sin fin, vida infinita. Amén.
Antes de ser, por uno de los suyos,/ dado a quienes la muerte le darían,/ en el vital banquete del cenáculo/ se dio a los suyos como vianda viva.
Antífona 1 - Alimentaste a tu pueblo con manjar de ángeles, y les enviaste pan desde el cielo. Aleluya.
Se dio a los suyos, bajo dos especies,/ en su carne y su sangre sacratísimas,/ a fin de alimentar en cuerpo y alma/ a cuantos hombres en este mundo habitan.
Salmo 62, 2-9 ¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo;/ mi alma está sedienta de ti;/ mi carne tiene ansia de ti,/ como tierra reseca, agostada, sin agua.
2 de Junio - Domingo, Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo
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¡Cómo te contemplaba en el santuario/ viendo tu fuerza y tu gloria!/ Tu gracia vale más que la vida,/ te alabarán mis labios.
Manantiales, bendecid al Señor,/ mares y ríos, bendecid al Señor.
Toda mi vida te bendeciré/ y alzaré las manos invocándote./ Me saciaré de manjares exquisitos,/ y mis labios te alabarán jubilosos.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos.
En el lecho me acuerdo de ti/ y velando medito en ti,/ porque fuiste mi auxilio,/ y a la sombra de tus alas canto con júbilo;/ mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Los sacerdotes consagrados ofrecen a Dios incienso y panes. Aleluya.
Cántico
Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Ángeles del Señor, bendecid Señor;/ cielos, bendecid al Señor.
al
Aguas del espacio, bendecid al Señor;/ ejércitos del Señor, bendecid al Señor. Sol y luna, bendecid al Señor;/ astros del cielo, bendecid al Señor. Lluvia y rocío, bendecid al Señor;/ vientos todos, bendecid al Señor. Fuego y calor, bendecid al Señor;/ fríos y heladas, bendecid al Señor. Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;/ témpanos y hielos, bendecid al Señor. Escarchas y nieves, bendecid al Señor,/ noche y día, bendecid al Señor. Luz y tinieblas, bendecid al Señor,/ rayos y nubes, bendecid al Señor. Bendiga la tierra al Señor,/ ensálcelo con himnos por los siglos. Montes y cumbres, bendecid al Señor,/ cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;/ aves del cielo, bendecid al Señor.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor,/ bendiga Israel al Señor. Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;/ siervos del Señor, bendecid al Señor. Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;/ santos y humildes de corazón, bendecid al Señor. Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,/ ensalcémoslo con himnos por los siglos. Bendito el Señor en la bóveda del cielo,/ alabado y glorioso y ensalzado por los siglos. No se dice Gloria al Padre. Antífona 2 Antífona 3 - Al vencedor le daré del maná escondido y un nombre nuevo. Aleluya.
Salmo 149 Cantad al Señor un cántico nuevo,/ resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;/ que se alegre Israel por su Creador,/ los hijos de Sión por su Rey. Alabad su nombre con danzas,/ cantadle con tambores y cítaras;/ porque el Señor ama a su pueblo/ y adorna con la victoria a los humildes. Que los fieles festejen su gloria/ y canten jubilosos en filas:/ con vítores a Dios en la boca/ y espadas de dos filos en las manos: para tomar venganza de los pueblos/ y aplicar el castigo a las naciones,/ sujetando a los reyes con argollas,/ a los nobles con esposas de hierro.
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2 de Junio - Domingo, Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo
Ejecutar la sentencia dictada/ es un honor para todos sus fieles. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Mal 1,11
Desde el oriente hasta el poniente es grande mi nombre entre las naciones, y en todo lugar se ofrecerá incienso a mi nombre y una oblación pura, porque mi nombre es grande entre las naciones — dice el Señor de los ejércitos—.
Responsorio breve V Sacas pan de los campos. Aleluya, aleluya. R Sacas pan de los campos. Aleluya, aleluya. V Y el vino que alegra el corazón del hombre. R Aleluya, aleluya. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Sacas pan de los campos. Aleluya, aleluya.
Cristo, Señor nuestro, rey supremo de justicia y de paz, que consagraste el pan y el vino como símbolo de tu propia oblación, * enséñanos a ofrecernos contigo al Padre en el sacrificio eucarístico. Cristo Jesús, verdadero adorador del Padre, cuyo sacrificio ofrece tu Iglesia desde la salida del sol hasta el ocaso * reúne en tu cuerpo a los que alimentas de un mismo pan. Cristo, Señor nuestro, maná bajado del cielo, que alimentas a tu Iglesia con tu cuerpo y con tu sangre, * fortalécenos con este alimento en nuestro camino hacia el Padre. Cristo Jesús, huésped invisible de nuestro banquete, que estás junto a la puerta y llamas, * entra en nuestra casa y cena con nosotros. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Pidamos al Padre, como Cristo nos enseñó, nuestro pan de cada día: Padre nuestro.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Oración
Preces
Señor nuestro Jesucristo, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu cuerpo y de tu sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas.
Antífona: Yo soy el pan vivo bajado del cielo; todo el que coma de este pan vivirá eternamente. Aleluya.
Oremos, hermanos, al Señor Jesús, pan de vida, y digamos llenos de gozo: Dichosos los invitados a comer el pan en tu reino. Cristo Jesús, sacerdote de la alianza nueva y eterna, que sobre el altar de la cruz presentaste al Padre el sacrificio perfecto, * enséñanos a ofrecerlo contigo en el sacrificio eucarístico.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - II Vísperas
Invitación: La antífona que precede al cántico de María, recoge admirablemente toda la riqueza de la fiesta de hoy. La eucaristía es banquete con el que Jesús nos alimenta; renueva la memoria de su pasión y resurrección; nos comunica la plenitud de su gracia; nos asegura la gloria a su lado en la resurrección.
2 de Junio - Domingo, Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno
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Salmo 109, 1-5. 7 Oráculo del Señor a mi Señor:/ «Siéntate a mi derecha,/ y haré de tus enemigos/ estrado de tus pies». Desde Sión extenderá el Señor/ el poder de tu cetro:/ somete en la batalla a tus enemigos.
Publica, lengua, y canta/ el misterio del cuerpo glorioso/ y de la sangre santa/ que dio por mi reposo/ el fruto de aquel vientre generoso.
«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,/ entre esplendores sagrados;/ yo mismo te engendré, como rocío,/ antes de la aurora».
A todos nos fue dado,/ de la Virgen purísima María/ por todos engendrado;/ y mientras acá vivía/ su celestial doctrina esparcía.
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:/ «Tú eres sacerdote eterno/ según el rito de Melquisedec».
De allí en nueva manera/ dio fin maravilloso a su jornada/ la noche ya postrera,/ la noche deseada,/ estando ya la cena aparejada. Convida a sus hermanos,/ y, cumplida la sombra y ley primero,/ con sus sagradas manos/ por el legal cordero/ les da a comer su cuerpo verdadero. Aquella criadora/ Palabra, con palabra, sin mudarse,/ lo que era pan ahora/ en carne hace tornarse/ y el vino en propia sangre trastornarse. Y puesto que el grosero/ sentido se acobarda y desfallece,/ el corazón insano/ por eso no enflaquece,/ porque la fe le anima y favorece. Honremos pues, echados/ por tierra, tan divino sacramento,/ y queden desechados,/ pues vino el cumplimiento,/ los ritos del Antiguo Testamento. Y si el sentido queda/ pasmado de tan alta y nueva cosa,/ lo que él no puede pueda, /ose lo que él no osa,/ la fe determinada y animosa.
El Señor a tu derecha, el día de su ira,/ quebrantará a los reyes. En su camino beberá del torrente,/ por eso levantará la cabeza. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Alzaré la copa de la salvación y te ofreceré un sacrificio de alabanza.
Salmo 115 Tenía fe, aun cuando dije:/ «¡Qué desgraciado soy!»/ Yo decía en mi apuro:/ «Los hombres son unos mentirosos». ¿Cómo pagaré al Señor/ todo el bien que me ha hecho?/ Alzaré la copa de la salvación,/ invocando su nombre./ Cumpliré al Señor mis votos/ en presencia de todo el pueblo. Vale mucho a los ojos del Señor/ la vida de sus fieles./ Señor, yo soy tu siervo,/ siervo tuyo, hijo de tu esclava:/ rompiste mis cadenas.
¡Gloria al Omnipotente,/ y al gran Engendrador y al Engendrado,/ y al inefablemente/ de entrambos inspirado/ igual loor, igual honor sea dado!/ Amén.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,/ invocando tu nombre, Señor./ Cumpliré al Señor mis votos/ en presencia de todo el pueblo;/ en el atrio de la casa del Señor,/ en medio de ti, Jerusalén. Gloria y antífona 2
Antífona 1 - Cristo, el Señor, sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec, ofreció pan y vino.
Antífona 3 - Señor, tú eres el camino, tú eres la verdad, tú eres la vida del mundo.
34 Cántico
2 de Junio - Domingo, Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo
Ap 19, 1-2. 5-7
Aleluya La Salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios./ (R Aleluya). Porque sus juicios son verdaderos y justos. R Aleluya, (aleluya).
Antífona: ¡Oh sagrado banquete, en que Cristo se da como alimento! En él se renueva la memoria de su pasión, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la futura gloria. Aleluya.
Preces
Aleluya Alabad al Señor, sus siervos todos. / (R Aleluya). Los que le teméis, pequeños y grandes. R Aleluya, (aleluya).
Acudamos a Cristo, que invita a todos a su Cena y en ella entrega su cuerpo y su sangre para la vida del mundo; digámosle: Cristo, pan bajado del cielo, danos la vida eterna.
Aleluya Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo./ (R Aleluya). Alegrémonos y gocemos y démosle gracias. R Aleluya, (aleluya).
Cristo, Hijo de Dios vivo, que nos mandaste celebrar la eucaristía como memorial tuyo, * enriquece a tu Iglesia con la celebración de tus misterios.
Aleluya. Llegó la boda del Cordero./ (R Aleluya). Su esposa se ha embellecido. R Aleluya, (aleluya). Gloria y antífona 3
Lectura breve
1Co 11, 23-25
Yo recibí del Señor lo que, a mi vez, os he trasmitido: que Jesús, el Señor, en la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y, después de pronunciar la Acción de Gracias, lo partió y dijo: «Éste es mi cuerpo, que se da por vosotros. Haced esto en memoria mía». Lo mismo hizo con la copa después de la cena, diciendo: «Esta copa es la nueva alianza que se sella con mi sangre. Cada vez que la bebáis hacedlo en memoria mía».
Responsorio breve
V Les he dado pan del cielo. Aleluya, aleluya. R Les he dado pan del cielo. Aleluya, aleluya. V El hombre ha comido pan de ángeles. R Aleluya, aleluya. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Les ha dado pan del cielo. Aleluya, aleluya.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4
Cristo, Señor nuestro, sacerdote único del Dios altísimo, que has querido que tus ministros te representaran en la cena eucarística, * haz que los que presiden nuestras asambleas imiten en su manera de vivir lo que celebran en el sacramento. Cristo, maná bajado del cielo, que haces un solo cuerpo de cuantos participan de un mismo pan, * aumenta la unidad y la concordia entre los que creen en ti. Cristo Jesús, médico enviado por el Padre, que por el pan de la eucaristía nos das el remedio de la inmortalidad y el germen de la resurrección, * da salud a los enfermos y esperanza a los pecadores. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Cristo Señor, rey al que esperamos, tú que nos mandaste celebrar la eucaristía para anunciar tu muerte y pedir tu retorno, * haz participar en tu resurrección a los que han muerto estando en tu amor. Pidamos al Padre, como Cristo nos enseñó, nuestro pan de cada día: Padre nuestro.
Oración Señor nuestro Jesucristo, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, concédenos
3 de Junio - Lunes, San Carlos Lwanga y compañeros, mártires
venerar de tal modo los sagrados misterios de tu cuerpo y de tu sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas.
35
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Reconozcamos en el pan, a aquel que estuvo colgado en el madero; bebamos del cáliz, en el que está la sangre de aquel que la derramó en la cruz. Comulguemos a Cristo, que salió del sepulcro y vive coronado de gloria en el seno del Padre. Hagamos así memoria de este misterio de amor. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios del Domingo, II Vísperas, pág. 14)
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA
Lectura: Lc 9,11-17 Lucas revela la actitud de acogida con la que Jesús recibe a la gente. El hecho se encuadra en el espacio de un encuentro en el que Jesús anuncia el reino de Dios con la palabra y con la sanación de enfermos. La multiplicación de los panes y los peces forma parte de la Buena Noticia del reino: Jesús se compadece de la multitud hambrienta y les proporciona alimentos para que no desfallezcan. Lucas utiliza el lenguaje litúrgico de la cena: “Tomó el pan”, “levantó los ojos”, “pronunció la bendición”, los partió”, “los dio a los discípulos”. De Jesús sale un poder que, como en el caso de las sanaciones, hace que el pan se multiplique. El pan “bendecido” y “comido” en la fe, está cerca de la Palabra, “oída y acogida en la fe”; y está cerca del compartir cristiano, que nace de la fe y se hace realidad en el compartir. El pan partido, que es el signo del cuerpo entregado, alimenta la caridad que urge al que lo come a entregarse por los hermanos. Jesús está dispuesto a aportar lo que los discípulos no pueden hacer: multiplicar los alimentos. Pero exige la colaboración. La colaboración de la misma gente, que generosamente ofrece los panes y peces de que dispone; de los discípulos que realizan el reparto. En la eucaristía, Jesús multiplica el pan para alimentarnos del mismo espíritu que lo animaba a él; a fin de que nosotros realicemos la multiplicación de los panes para socorrer a los necesitados. P. Antonio Danoz, Redentorista
3 de Junio - Lunes, San Carlos Lwanga y comps., mártires, M Santos de hoy: San Carlos Lwanga y compañeros mártires El martirio de Carlos Lwanga y sus compañeros, se debió a la persecución desatada en Ruanda contra los cristianos en fechas diferentes. Los mártires son 31. El grupo mayor sufrió el martirio el 31 de mayo de 1886. Carlos Lwanga, que encabezaba el grupo, fue quien tomó la defensa de sus compañeros. Antes de ser quemados en un holocausto ritual en honor de sus dioses, bautizó a los que aún eran catecúmenos. Carlos fue separado del grupo y quemado a fuego lento.
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3 de Junio - Lunes, San Carlos Lwanga y compañeros, mártires
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Empezamos el día con la alabanza a Dios en nuestros labios. Nos brota de lo profundo del corazón, al contemplar las maravillas salidas de sus manos. Oramos, para que aprendamos todos a valorar y respetar todo lo creado, sobre todo la vida de los seres humanos, creados a su imagen.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 4 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): Venid, adoremos al Señor, rey de los mártires.
Himno, Común de Mártires, pág. 8 Antífona 1 - A ti te suplico, Señor; por la mañana escucharás mi voz.
Salmo 5, 2-10. 12-13
Señor, escucha mis palabras,/ atiende a mis gemidos,/ haz caso de mis gritos de auxilio,/ Rey mío y Dios mío. A ti te suplico, Señor;/ por la mañana escucharás mi voz,/ por la mañana te expongo mi causa,/ y me quedo aguardando. Tú no eres un Dios que ame la maldad,/ ni el malvado es tu huésped,/ ni el arrogante se mantiene en tu presencia. Detestas a los malhechores,/ destruyes a los mentirosos;/ al hombre sanguinario y traicionero/ lo aborrece el Señor. Pero yo, por tu gran bondad,/ entraré en tu casa,/ me postraré ante tu templo santo/ con toda reverencia. Señor, guíame con tu justicia,/ porque tengo enemigos;/ alláname tu camino. En su boca no hay sinceridad,/ su corazón es perverso;/ su garganta es un sepulcro abierto,/ mientras halagan con la lengua.
Que se alegren los que se acogen a ti,/ con júbilo eterno;/ protégelos, para que se llenen de gozo/ los que aman tu nombre. Porque tú, Señor, bendices al justo/ y como un escudo lo rodea tu favor. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Alabamos, Dios nuestro, tu nombre glorioso.
Cántico
1Crón 29, 10-13
Bendito eres, Señor,/ Dios de nuestro padre Israel,/ por los siglos de los siglos. Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder,/ la gloria, el esplendor, la majestad,/ porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra,/ tú eres rey y soberano de todo. De ti viene la riqueza y la gloria,/ tú eres señor del universo,/ en tu mano está el poder y la fuerza,/ tú engrandeces y confortas a todos. Por eso, Dios nuestro,/ nosotros te damos gracias,/ alabando tu nombre glorioso. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Postraos ante el Señor en el atrio sagrado
Salmo 28 Hijos de Dios, aclamad al Señor,/ aclamad la gloria y el poder del Señor,/ aclamad la gloria del nombre del Señor,/ postraos ante el Señor en el atrio sagrado. La voz del Señor sobre las aguas, /el Dios de la gloria hace oír su trueno,/ el Señor sobre las aguas torrenciales.
3 de Junio - Lunes, San Carlos Lwanga y compañeros, mártires
La voz del Señor es potente,/ la voz del Señor es magnífica,/ la voz del Señor descuaja los cedros,/ el Señor descuaja los cedros del Líbano. Hace brincar al Líbano como a un novillo,/ al Sarión como a una cría de búfalo. La voz del Señor lanza llamas de fuego,/ la voz del Señor sacude el desierto/ el Señor sacude el desierto de Cadés. La voz del Señor retuerce los robles,/ el Señor descorteza las selvas./ En su templo un grito unánime: ¡Gloria! El trono del Señor está encima de la tempestad,/ el Señor se sienta como rey eterno./ El Señor da fuerza a su pueblo,/ el Señor bendice a su pueblo con la paz. Gloria y antífona 3
Lectura breve
2Co 1, 3-5
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordia y Dios de todo consuelo; él nos consuela en todas nuestras luchas, para poder nosotros consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con que nosotros somos consolados por Dios. Porque si es cierto que los sufrimientos de Cristo rebosan sobre nosotros, también por Cristo rebosa nuestro consuelo.
Responsorio breve
V Los justos viven eternamente. R Los justos viven eternamente. V Reciben de Dios su recompensa. R Viven eternamente. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Los justos viven eternamente.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos..
Preces Celebremos, amados hermanos a
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Jesús, el testigo fiel, y al recordar hoy a los santos mártires sacrificados a causa de la palabra de Dios, aclamémosle diciendo: Nos has comprado, Señor, con tu sangre. Por la intercesión de los santos mártires que entregaron libremente su vida como testimonio de la fe, * concédenos, Señor, la verdadera libertad de espíritu. Por la intercesión de los santos mártires que proclamaron la fe hasta derramar su sangre, * concédenos, Señor, la integridad y constancia de la fe. Por la intercesión de los santos mártires que soportando la cruz siguieron tus pasos, * concédenos, Señor, soportar con generosidad las contrariedades de la vida. Por la intercesión de los santos mártires que blanquearon su manto en la sangre del Cordero, * concédenos, Señor, vencer las obras del mundo y de la carne. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Dirijamos ahora nuestra oración al Padre que está en los cielos, diciendo: Padre nuestro.
Oración Señor Dios, que has querido que la sangre de los mártires sea semilla de nuevos cristianos, haz que el campo de tu Iglesia, regado con la sangre de san Carlos Lwanga y de sus compañeros mártires, produzca abundante cosecha para tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén. San Carlos Lwanga y compañeros, mártires
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3 de Junio - Lunes, San Carlos Lwanga y compañeros, mártires
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Al iniciar nuestra oración vespertina, recordamos las palabras de s. Agustín: “Toda nuestra vida presente debe discurrir en alabanza de Dios, porque en ella consiste la alegría que no tiene fin en la vida futura”. Ejercitémonos desde ahora en celebrar su gloria y en cantar su alabanza.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, Común de Mártires, pág. 9 Antífona 1 - El Señor se complace en los justos.
Salmo 10 Al Señor me acojo, ¿por qué me decís:/ «Escapa como un pájaro al monte,/ porque los malvados tensan el arco,/ ajustan las saetas a la cuerda,/ para disparar en la sombra contra los buenos?/ Cuando fallan los cimientos,/ ¿qué podrá hacer el justo?» Pero el Señor está en su templo santo,/ el Señor tiene su trono en el cielo;/ sus ojos están observando,/ sus pupilas examinan a los hombres. El Señor examina a inocentes y culpables,/ y al que ama la violencia, él lo detesta./ Hará llover sobre los malvados ascuas y azufre,/ les tocará en suerte un viento huracanado. Porque el Señor es justo y ama la justicia:/ los buenos verán su rostro. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Salmo 14 Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda/ y habitar en tu monte santo?
El que procede honradamente/ y practica la justicia,/ el que tiene intenciones leales/ y no calumnia con su lengua, el que no hace mal a su prójimo/ ni difama al vecino,/ el que considera despreciable al impío/ y honra a los que temen al Señor, el que no retracta lo que juró/ aun en daño propio,/ el que no presta dinero a usura /ni acepta soborno contra el inocente. El que así obra nunca fallará. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Dios nos ha destinado en la persona de Cristo a ser sus hijos.
Cántico
Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,/ Padre de nuestro Señor Jesucristo, /que nos ha bendecido en la persona de Cristo/ con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo,/ antes de crear el mundo,/ para que fuésemos consagrados/ e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo,/ por pura iniciativa suya,/ a ser sus hijos, /para que la gloria de su gracia,/ que tan generosamente nos ha concedido/ en su querido Hijo,/ redunde en alabanza suya. Por este Hijo, por su sangre,/ hemos recibido la redención,/ el perdón de los pecados./ El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia/ ha sido un derroche para con nosotros,/ dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
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3 de Junio - Lunes - Oración de la Noche - Completas
Éste es el plan/ que había proyectado realizar por Cristo /cuando llegase el momento culminante:/ hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo/ por cabeza,/ las del cielo y las de la tierra. Gloria y antífona 3
Lectura breve
1Pe 4, 13-14
Queridos hermanos: Estad alegres cuando compartís los padecimientos de Cristo, para que, cuando se manifieste su gloria, reboséis de gozo. Si os ultrajan por el nombre de Cristo, dichosos vosotros: porque el Espíritu de la gloria, el Espíritu de Dios, reposa sobre vosotros.
Responsorio breve
V Alegraos, justos, y gozad con el Señor. R Alegraos, justos, y gozad con el Señor. V Aclamadlo, los rectos de corazón. R Y gozad con el Señor. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Alegraos, justos, y gozad con el Señor.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4
Antífona: Se alegran en el cielo los santos que siguieron las huellas de Cristo; y, porque lo amaron hasta derramar su sangre, reinan con el Señor eternamente.
Preces En esta hora en la que el Señor, cenando con sus discípulos, presentó al Padre su propia vida que luego entregó en la cruz, aclamemos al Rey de los
mártires, Señor.
diciendo:
Te
glorificamos,
Te damos gracias, Señor, principio, ejemplo y rey de los mártires, porque nos amaste hasta el extremo. Te damos gracias, Señor, porque no cesas de llamar a los pecadores arrepentidos y les das parte en los premios de tu reino. Te damos gracias, Señor, porque hoy hemos ofrecido, como sacrificio para el perdón de los pecados, la sangre de la alianza nueva y eterna. Te damos gracias, Señor, porque con tu gracia nos has dado perseverar en la fe durante el día que ahora termina. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Te damos gracias, Señor, porque has asociado a nuestros hermanos difuntos a tu muerte. Dirijamos ahora nuestra oración al Padre que está en los cielos, diciendo: padre nuestro.
Oración Señor Dios, que has querido que la sangre de los mártires sea semilla de nuevos cristianos, haz que el campo de tu Iglesia, regado con la sangre de san Carlos Lwanga y de sus compañeros mártires, produzca abundante cosecha para tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: En nuestra oración vespertina rendimos culto a Dios en espíritu y en verdad, por medio de su Hijo Jesús nuestro mediador. Él intercede ante el Padre, para que derrame sus Espíritu de amor y de verdad sobre los hombres y mujeres de este mundo, víctimas muchas veces del odio y de la mentira. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios del Lunes, pág. 16)
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4 de Junio - Martes, Feria, IX Semana del Tiempo Ordinario
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA
Lectura: 2 Co 11,11- 15 Pablo no puede tolerar que estos advenedizos anuncien a un Jesús diferente del que él anunció, ni que falseen la Buena Noticia. Con la misma contundencia que antes, dedica a los perturbadores de la comunidad de Corinto unos cuantos apelativos a cual más duro. No duda en llamarlos: “falsos apóstoles”, “obreros embaucadores”, “apóstoles de Cristo disfrazados”. La obra que realizan no queda mejor parada. Ellos no actúan como verdaderos apóstoles. Al igual que Satanás se disfrazan como ángeles de luz, para perturbar a la comunidad y crear confusión entre los corintios. Éstos son los adversarios más peligrosos, pues, se presenta con piel de oveja. Fácilmente enganchan a los más incautos para sus filas. En nuestros días no es difícil encontrarse con perturbadores de los fieles, que se acercan a los mismos hogares ejerciendo una presión nada cristiana sobre las personas. Algunos de ellos, son evangelizadores itinerantes. Los que nos consideramos fieles de Jesús no nos podemos dejar zarandear por unos y otros, con el pretexto de que son cristianos y portan la Biblia. La lectura de la Palabra de Dios se presta para múltiples interpretaciones, pero no todas son válidas. Esto era exactamente lo que estaba sucediendo en la comunidad de Corinto. Los grupos que denuncia Pablo habían recibido muy probablemente la Palabra de Dios de los mismos apóstoles en Jerusalén. Pero esto no impidió que se desviaran del buen camino. P. Antonio Danoz, Redentorista
4 de Junio - Martes, Feria, IX Sem. del Tpo. Ord. Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Jesús no es insensible a nuestra debilidad, ya que ha sido probado en todo como nosotros menos en el pecado. Acerquémonos en esta mañana a Dios por medio de él, para obtener misericordia y obtener gracia para vivir como discípulos suyos durante este día.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): Al Señor, al gran Rey, venid, adorémosle.
Himno, Días de Feria Tpo. Ord., pág. 6 Antífona 1 - El hombre de manos inocentes y puro corazón subirá al monte del Señor.
4 de Junio - Martes, Feria, IX Semana del Tiempo Ordinario
Salmo 23
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,/ el orbe y todos sus habitantes: /él la fundó sobre los mares,/ él la afianzó sobre los ríos. ¿Quién puede subir al monte del Señor?/ ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes/ y puro corazón,/ que no confía en los ídolos/ ni jura contra el prójimo en falso./ Ése recibirá la bendición del Señor,/ le hará justicia el Dios de salvación. Éste es el grupo que busca al Señor,/ que viene a tu presencia, Dios de Jacob. ¡Portones!, alzad los dinteles,/ levantaos, puertas antiguas:/ va a entrar el Rey de la gloria.
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Si volvéis a él de todo corazón/ y con toda el alma,/ siendo sinceros con él,/ él volverá a vosotros/ y no os ocultará su rostro. Veréis lo que hará con vosotros,/ le daréis gracias a boca llena,/ bendeciréis al Señor de la justicia/ y ensalzaréis al rey de los siglos. Yo le doy gracias en mi cautiverio,/ anuncie su grandeza y su poder/ a un pueblo pecador. Convertíos, pecadores,/ obrad rectamente en su presencia:/ quizá os mostrará benevolencia/ y tendrá compasión.
¿Quién es ese Rey de la gloria?/ El Señor, héroe valeroso;/ el Señor, héroe de la guerra.
Ensalzaré a mi Dios, al rey del cielo,/ y me alegraré de su grandeza./ Anuncien todos los pueblos sus maravillas/ y alábenle sus elegidos en Jerusalén. Gloria y antífona 2
¡Portones!, alzad los dinteles,/ levantaos, puertas antiguas:/ va a entrar el Rey de la gloria.
Salmo 32
¿Quién es ese Rey de la gloria?/ El Señor, Dios de los ejércitos./ Él es el Rey de la gloria. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Ensalzad con vuestras obras al rey de los siglos.
Cántico
Tob 13, 1-10
Bendito sea Dios, que vive eternamente,/ y cuyo reino dura por los siglos:/ él azota y se compadece,/ hunde hasta el abismo y saca de él,/ y no hay quien escape de su mano. Dadle gracias, israelitas, ante los gentiles,/ porque él nos dispersó entre ellos./ Proclamad allí su grandeza,/ ensalzadlo ante todos los vivientes: / que él es nuestro Dios y Señor,/ nuestro padre por todos los siglos. Él nos azota por nuestros delitos,/ pero se compadecerá de nuevo,/ y os congregará de entre todas las naciones/ por donde estáis dispersos.
Antífona 3 - El Señor merece la alabanza de los buenos. Aclamad, justos, al Señor,/ que merece la alabanza de los buenos. Dad gracias al Señor con la cítara,/ tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;/ cantadle un cántico nuevo,/ acompañando vuestra música con aclamaciones: que la palabra del Señor es sincera,/ y todas sus acciones son leales,/ él ama la justicia y el derecho,/ y su misericordia llena la tierra. La palabra del Señor hizo el cielo;/ el aliento de su boca, sus ejércitos;/ encierra en un odre aguas marinas,/ mete en un depósito el océano. Tema al Señor la tierra entera,/ tiemblen ante él los habitantes del orbe:/ porque él lo dijo, y existió;/ él lo mandó, y surgió. El Señor deshace los planes de las naciones,/ frustra los proyectos de los pueblos;/ pero el plan del Señor
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4 de Junio - Martes, Feria, IX Semana del Tiempo Ordinario
subsiste por siempre; los proyectos de su corazón, de edad en edad. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,/ el pueblo que él se escogió como heredad. El Señor mira desde el cielo,/ se fija en todos los hombres;/ desde su morada observa/ a todos los habitantes de la tierra:/ él modeló cada corazón,/ y comprende todas sus acciones. No vence el rey por su gran ejército,/ no escapa el soldado por su mucha fuerza,/ nada valen sus caballos para la victoria,/ ni por su gran ejército se salva. Los ojos del Señor están puestos sus fieles,/ en los que esperan en misericordia,/ para librar sus vidas la muerte/ y reanimarlos en tiempo hambre.
en su de de
Nosotros esperamos en el Señor:/ él es nuestro auxilio y escudo,/ con él se alegra nuestro corazón,/ en su santo nombre confiamos. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,/ como lo esperamos de ti. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Rom 13, 11b. 12-13a
Ya es hora que despertéis del sueño. La noche va pasando el día está encima; desnudémonos, pues, de las obras de las tinieblas y vistámonos de las armas de la luz. Andemos como en pleno día, con dignidad.
Responsorio breve
V Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo. R Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo. V Mi alcázar, mi libertador. R En que me amparo. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Nos ha suscitado el Señor una fuerza de salvación, según lo había predicho por boca de sus santos profetas.
Preces Ya que hemos sido llamados a participar de una vocación celestial, bendigamos por ello a Jesús, el Pontífice de nuestra fe, y supliquémosle diciendo: Escúchanos, Señor. Señor Jesús, que por el bautismo has hecho de nosotros un sacerdocio real, * haz que nuestra vida sea un continuo sacrificio de alabanza. Ayúdanos, Señor, a guardar tus mandatos * para que por la fuerza del Espíritu Santo nosotros permanezcamos en ti y tú en nosotros. Danos tu sabiduría eterna * para que permanezca con nosotros y con nosotros trabaje. Concédenos ser la alegría de cuantos nos rodean * y fuente de esperanza para los decaídos. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Como hijos que somos de Dios, dirijámonos a nuestro Padre con la oración que Cristo nos enseñó: Padre nuestro.
Oración Escucha, Señor, nuestra oración matutina y con la luz de tu misericordia alumbra la oscuridad de nuestro corazón: para que, habiendo sido iluminados por tu claridad, no andemos nunca tras las obras de las tinieblas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
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4 de Junio - Martes, Feria, IX Semana del Tiempo Ordinario
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Jesús, “durante su vida mortal dirigió peticiones y súplicas, con clamores y lágrimas, al que podía librarlo de la muerte, y fue escuchado… Así alcanzó la perfección y logró la salvación para cuantos lo obedecen” (Hb 5,7-9). Jesús sigue ejercitando ahora su misión a favor nuestro cuando oramos en su nombre.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, Días de Feria Tpo. Ord., pág. 6 Antífona 1 - El Señor da la victoria a su Ungido.
Salmo 19 Que te escuche el Señor el día del peligro,/ que te sostenga el nombre del Dios de Jacob;/ que te envíe auxilio desde el santuario,/ que te apoye desde el monte Sión; que se acuerde de todas tus ofrendas,/ que le agraden tus sacrificios;/ que cumpla el deseo de tu corazón,/ que dé éxito a todos tus planes. Que podamos celebrar tu victoria/ y en el nombre de nuestro Dios alzar estandartes;/ que el Señor te conceda todo lo que pides. Ahora reconozco que el Señor/ da la victoria a su Ungido,/ que lo ha escuchado desde su santo cielo,/ con los prodigios de su mano victoriosa. Unos confían en sus carros,/ otros en su caballería;/ nosotros invocamos el nombre/ del Señor, Dios nuestro. Ellos cayeron derribados,/ nosotros nos mantenemos en pie. Señor, da la victoria al rey/ y escúchanos cuando te invocamos. Gloria y antífona 1
Antífona 2 - Al son de instrumentos cantaremos tu poder.
Salmo 20, 2-8. 14
Señor, el rey se alegra por tu fuerza,/ ¡y cuánto goza con tu victoria!/ Le has concedido el deseo de su corazón,/ no le has negado lo que pedían sus labios. Te adelantaste a bendecirlo con el éxito,/ y has puesto en su cabeza una corona de oro fino./ Te pidió vida, y se la has concedido,/ años que se prolongan sin término. Tu victoria ha engrandecido su fama,/ lo has vestido de honor y majestad,/ le concedes bendiciones incesantes,/ lo colmas de gozo en tu presencia:/ porque el rey confía en el Señor/ y con la gracia del Altísimo no fracasará. Levántate, Señor, con tu fuerza/ y al son de instrumentos cantaremos tu poder. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Has hecho de nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.
Cántico
Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro,/ de recibir la gloria, el honor y el poder,/ porque tú has creado el universo;/ porque por tu voluntad lo que no existía fue creado. Eres digno de tomar el libro/ y abrir sus sellos,/ porque fuiste degollado/ y por tu sangre compraste para Dios/ hombres de toda raza,/ lengua, pueblo y nación;/ y has hecho de ellos para nuestro Dios/ un reino de sacerdotes/ y reinan sobre la tierra.
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4 de Junio - Martes, Oración de la Noche - Completas
Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,/ la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza. Gloria y antífona 3
Dueño y Señor de los pueblos, acude en ayuda de todas las naciones y de los que las gobiernan: * que todos los hombres sean fieles a tu voluntad y trabajen por el bien y la paz.
Lectura breve
Tú que al subir al cielo llevaste contigo una gran multitud de cautivos, * devuelve la libertad de los hijos de Dios a nuestros hermanos que sufren esclavitud en el cuerpo o en el espíritu.
1Jn 3, 1a.2
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! Queridos hermanos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.
Responsorio breve
V Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo. R Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo. V Tu fidelidad de generación generación. R Más estable que el cielo.
en
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo R Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4
Antífona: Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador.
Preces Alabemos a Cristo, que mora en medio de nosotros, su pueblo adquirido, y supliquémosle diciendo: Por el honor de tu nombre, escúchanos, Señor.
Concede, Señor, a los jóvenes la realización de sus esperanzas * y que sepan responder a tus llamadas en el transcurso de su vida. Que los niños imiten tu ejemplo * y crezcan siempre en sabiduría y en gracia. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Acoge a los difuntos en tu reino, * donde también nosotros esperamos reinar un día contigo. Con el gozo de sabernos hijos de Dios, acudamos a nuestro Padre: Padre nuestro.
Oración Te damos gracias, Señor Dios todopoderoso, porque has permitido que lleguemos a esta noche; te pedimos aceptes con agrado el alzar de nuestras manos como ofrenda de la tarde. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: “Lo que han recibido gratis, denlo también gratis”, nos dice el Señor. Durante la jornada hemos experimentado la verdad de estas palabras de Jesús. Ahora en este tiempo de oración es el momento de reconocerlo y darle gracias. No permitamos que nadie nos aventaje en ser agradecidos. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios del Martes, pág. 18)
5 de Junio - Miércoles, San Bonifacio
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PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA
Lectura: 2 Co 11,16-21 Podemos decir que al “discurso del insensato” sigue el “discurso del necio”. El mismo Pablo afirma: “Lo que voy a decir no me lo dicta el Señor, sino la necedad” (2Cor 11,17). El apóstol se sirve de esta necedad confesada, para enumerar muchos de los gozos y penas, méritos y flaquezas que vive y experimenta el evangelizador. Para hacerlas más impactantes, refiere en primera persona las que él mismo ha vivido. En los reproches que hace a los corintios vuelve a la utilización del lenguaje duro. “Soportan que los esclavicen, los exploten, los roben, los desprecien, los abofeteen” (2Cor 11,20). En realidad, se está haciendo una valoración muy dura de la obra que están realizando los “falsos apóstoles”. Al escuchar a Pablo, posiblemente pudiera pensarse que tiene razón al decir, que cometió una locura al reaccionar de esta manera. Pero analizada la situación que le tocó vivir en Corinto, seguramente se hace más comprensible su reacción. A Pablo le costó sudores y lágrimas el anuncio de la Buena Noticia en muchas de las ciudades del imperio. Allí mismo en Corinto, al anunciarles por primera vez la Buena Noticia, los judíos se enfrentaron con Pablo y fue conducido ante el tribunal. Las cosas que nos han costado más trabajo y esfuerzo conseguirlas, las valoramos más. También nos produce más dolor el ver que se deterioran y se echan a perder. P. Antonio Danoz, Redentorista
5 de Junio - Miércoles, San Bonifacio, Ob. y Mártir, M El santo de hoy: San Bonifacio (672-754) Nace en Wessex (Inglaterra). Entró en la Orden Benedictina. Movido por su espíritu misionero, viajó a Roma. El papa Gregorio II le encomendó la evangelización de los pueblos germánicos. En el año 722 fue ordenado obispo. Fundó varios monasterios, tanto de varones como de mujeres. Después de una intensa y larga acción misionera, especialmente en Alemania, fue asesinado cerca de Dokkum (Holanda), durante la administración de la confirmación.
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Jesús “es el sumo sacerdote que necesitamos: santo, sin mancha, apartado de los pecadores” (Hb 7,26). Por el bautismo participamos de su sacerdocio. Esto nos exige participar de su santidad, de su inocencia y estar liberados de todo pecado. Ejercitemos nuestro sacerdocio orando al Padre, por medio de Jesús, a impulso del Espíritu.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): Venid, adoremos al Señor, rey de los mártires.
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5 de Junio - Miércoles, San Bonifacio
Himno, Común de Mártires, pág. 8 Antífona 1 - Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
Salmo 35 ¡El malvado escucha en su interior/ un oráculo del pecado/ «No tengo miedo a Dios./ Ni en su presencia»./ Porque se hace la ilusión de que su culpa no será descubierta ni aborrecida. Las palabras de su boca son maldad y traición,/ renuncia a ser sensato y a obrar bien;/ acostado medita el crimen,/ se obstina en el mal camino, /no rechaza la maldad.
Cantaré a mi Dios un cántico nuevo:/ Señor, tú eres grande y glorioso,/ admirable en tu fuerza, invencible. Que te sirva toda la creación,/ porque tú lo mandaste y existió;/ enviaste tu aliento y la construiste,/ nada puede resistir a tu voz. Sacudirán las olas los cimientos de los montes,/ las peñas en tu presencia se derretirán como cera,/ pero tú serás propicio a tus fieles. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Aclamad a Dios con gritos de júbilo.
Salmo 46
Señor, tu misericordia llega al cielo,/ tu fidelidad hasta las nubes,/ tu justicia hasta las altas cordilleras;/ tus sentencias son como el océano inmenso.
Pueblos todos, batid palmas,/ aclamad a Dios con gritos de júbilo;/ porque el Señor es sublime y terrible,/ emperador de toda la tierra.
Tú socorres a hombres y animales;/ ¡qué inapreciable es tu misericordia, oh Dios!;/ los humanos se acogen a la sombra de tus alas;
Él nos somete los pueblos/ y nos sojuzga las naciones;/ él nos escogió por heredad suya:/ gloria de Jacob, su amado.
se nutren de lo sabroso de tu casa,/ les das a beber del torrente de tus delicias,/ porque en ti está la fuente viva/ y tu luz nos hace ver la luz.
Dios asciende entre aclamaciones;/ el Señor, al son de trompetas:/ tocad para Dios, tocad,/ tocad para nuestro Rey, tocad.
Prolonga tu misericordia con los que te reconocen,/ tu justicia con los rectos de corazón;/ que no me pisotee el pie del soberbio,/ que no me eche fuera la mano del malvado.
Porque Dios es el rey del mundo:/ tocad con maestría./ Dios reina sobre las naciones,/ Dios se sienta en su trono sagrado.
Han fracasado los malhechores;/ derribados no se pueden levantar. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Señor, tú eres grande, tu fuerza es invencible.
Cántico
Jdt 16, 2-3. 15-19
¡Alabad a mi Dios con tambores,/ elevad cantos al Señor con cítaras, / ofrecedle los acordes de un salmo de alabanza,/ ensalzad e invocad su nombre!/ Porque el Señor es un Dios quebrantador de guerras,/ su nombre es el Señor.
Los príncipes de los gentiles se reúnen/ con el pueblo del Dios de Abraham;/ porque de Dios son los grandes de la tierra,/ y él es excelso. Gloria y antífona 3
Lectura breve
2Co 1, 3-5
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordia y Dios de todo consuelo; él nos consuela en todas nuestras luchas, para poder nosotros consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con que nosotros somos consolados por Dios. Porque si es cierto
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5 de Junio - Miércoles, San Bonifacio
que los sufrimientos de Cristo rebosan sobre nosotros, también por Cristo rebosa nuestro consuelo.
que proclamaron la fe hasta derramar su sangre, * concédenos, Señor, la integridad y constancia de la fe.
Responsorio breve
Por la intercesión de los santos mártires que soportando la cruz siguieron tus pasos, * concédenos, Señor, soportar con generosidad las contrariedades de la vida.
V El Señor es mi fuerza y mi energía. R El Señor es mi fuerza y mi energía. V Él es mi salvación. R Y mi energía. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R El Señor es mi fuerza y mi energía.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: El que se aborrece a sí mismo en este mundo se guardará para la vida eterna.
Preces Celebremos, amados hermanos a Jesús, el testigo fiel, y al recordar hoy a los santos mártires sacrificados a causa de la palabra de Dios, aclamémosle diciendo: Nos has comprado, Señor, con tu sangre. Por la intercesión de los santos mártires que entregaron libremente su vida como testimonio de la fe, * concédenos, Señor, la verdadera libertad de espíritu. Por la intercesión de los santos mártires
Por la intercesión de los santos mártires que blanquearon su manto en la sangre del Cordero, * concédenos, Señor, vencer las obras del mundo y de la carne. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Dirijamos ahora nuestra oración al Padre que está en los cielos, diciendo: Padre nuestro.
Oración Señor, que la intercesión de tu mártir san Bonifacio nos ayude a mantener con firmeza y a proclamar con nuestras obras aquella misma fe que el predicó con su palabra y testimonió con su sangre. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Nos ponemos ante Dios esta mañana, “y nos acercamos al Padre de los astros sin otro bagaje que la fe, doblando las rodillas de nuestro corazón, para que él, por medio de su Hijo, en el Espíritu Santo, nos dé el verdadero conocimiento de Jesucristo, y junto con el conocimiento, el amor” (S. Buenaventura).
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno, Común de Mártires, pág. 8 Antífona 1 - El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? +
48 Salmo 26 I El Señor es mi luz y mi salvación,/ ¿a quién temeré?/ + El Señor es la defensa de mi vida,/ ¿quién me hará temblar? Cuando me asaltan los malvados/ para devorar mi carne,/ ellos, enemigos y adversarios,/ tropiezan y caen. Si un ejército acampa contra mí,/ mi corazón no tiembla;/ si me declaran la guerra,/ me siento tranquilo. Una cosa pido al Señor,/ eso buscaré:/ habitar en la casa del Señor/ por los días de mi vida;/ gozar de la dulzura del Señor/ contemplando su templo. Él me protegerá en su tienda/ el día del peligro;/ me esconderá en lo escondido de su morada,/ me alzará sobre la roca; y así levantaré la cabeza/ sobre el enemigo que me cerca;/ en su tienda sacrificaré/ sacrificios de aclamación:/ cantaré y tocaré para el Señor. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro. II Escúchame, Señor, que te llamo;/ ten piedad, respóndeme. Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro»./ Tu rostro buscaré, Señor,/ no me escondas tu rostro. No rechaces con ira a tu siervo, /que tú eres mi auxilio;/ no me deseches, no me abandones,/ Dios de mi salvación. Si mi padre y mi madre me abandonan,/ el Señor me recogerá. Señor, enséñame tu camino,/ guíame por la senda llana,/ porque tengo enemigos. No me entregues a la saña de mi adversario,/ porque se levantan contra mí testigos falsos,/ que respiran violencia. Espero gozar de la dicha del Señor/ en el país de la vida.
5 de Junio - Miércoles, San Bonifacio
Espera en el Señor, sé valiente,/ ten ánimo, espera en el Señor. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Él es el primogénito de toda criatura, es el primero en todo
Cántico
Col 1, 12-20
Damos gracias a Dios Padre,/ que nos ha hecho capaces de compartir/ la herencia del pueblo santo en la luz. Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,/ y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,/ por cuya sangre hemos recibido la redención,/ el perdón de los pecados. Él es imagen de Dios invisible,/ primogénito de toda creatura;/ pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:/ celestes y terrestres, visibles e invisibles,/ Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;/ todo fue creado por él y para él. Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él./ Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia./ Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, / y así es el primero en todo. Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud./ Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:/ haciendo la paz por la sangre de su cruz/ con todos los seres, así del cielo como de la tierra. Gloria y antífona 3
Lectura breve
1Pe 4, 13-14
Queridos hermanos: Estad alegres cuando compartís los padecimientos de Cristo, para que, cuando se manifieste su gloria, reboséis de gozo. Si os ultrajan por el nombre de Cristo, dichosos vosotros: porque el Espíritu de la gloria, el Espíritu de Dios, reposa sobre vosotros.
Responsorio breve
V Oh Dios, nos pusiste a prueba, pero nos has dado respiro. R Oh Dios, nos pusiste a prueba, pero nos has dado respiro.
5 de Junio - Miércoles - Oración de la Noche - Completas / Palabra de Dios para cada día
V Nos refinaste como refinan la plata. R Pero nos has dado respiro. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Oh Dios, nos pusiste a prueba, pero nos has dado respiro.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4
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hemos ofrecido, como sacrificio para el perdón de los pecados, la sangre de la alianza nueva y eterna. Te damos gracias, Señor, porque con tu gracia nos has dado perseverar en la fe durante el día que ahora termina. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Antífona: Los santos tienen su morada en el reino de Dios, y allí han encontrado descanso eterno.
Te damos gracias, Señor, porque has asociado a nuestros hermanos difuntos a tu muerte.
Preces
Dirijamos ahora nuestra oración al Padre que está en los cielos, diciendo: padre nuestro.
En esta hora en la que el Señor, cenando con sus discípulos, presentó al Padre su propia vida que luego entregó en la cruz, aclamemos al Rey de los mártires, diciendo: Te glorificamos, Señor. Te damos gracias, Señor, principio, ejemplo y rey de los mártires, porque nos amaste hasta el extremo. Te damos gracias, Señor, porque no cesas de llamar a los pecadores arrepentidos y les das parte en los premios de tu reino. Te damos gracias, Señor, porque hoy
Oración Señor, que la intercesión de tu mártir san Bonifacio nos ayude a mantener con firmeza y a proclamar con nuestras obras aquella misma fe que el predicó con su palabra y testimonió con su sangre. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Hacemos nuestras las palabras de san Bonifacio: “Levántate, alma amiga de Cristo, aplica a aquella abertura sacratísima tus labios, para que bebas el agua de las fuentes del Salvador. Porque ésta es la verdadera fuente que mana en medio del paraíso, y dividida en cuatro ríos, que se derraman en los amantes, riega y fecunda toda la tierra”. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios del Miércoles, pág. 20)
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA
Lectura: 2 Co 11,21b-27 Pablo no se considera menos que los demás. Si ellos se jactan de los propios méritos, él no duda en enfrentarse con ellos. Actuando como un necio, son sus propias palabras, exhibe los motivos que tiene para gloriarse, que son muchos. Empieza por sus títulos étnicos y religiosos, sigue con los propios del apóstol. En este terreno no duda en afirmar: “Yo lo soy más que ellos”. Para que nadie dude de sus palabras, presenta sus éxitos misioneros: viajes realizados, comunidades fundadas, Menciona algunas de las penalidades sufridas como apóstol de Jesucristo. Algunas se presentan en forma de violencia física:
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6 de Junio - Jueves, Feria o Mem. de San Norberto
azotes con varas; por cinco veces recibió los 40 azotes menos uno; naufragios; inclemencias del tiempo, los peligros de ser asaltado por los bandidos; pasó hambre y frío. Pablo se fija especialmente en los sufrimientos que le produjeron ciertas personas. Algunos provenían de personas extranjeras. Pero otros se los causaron sus propios compatriotas. Comparecencias ante los tribunales, revueltas promovidas por judíos o por sus simpatizantes. No le faltaron penalidades que provenían de “falsos hermanos”. En la carta a la comunidad de Galacia se queja de los “falsos hermanos que se filtraron para coartar la libertad que tenemos gracias a Cristo Jesús” (Gál 2,4). Todas estas situaciones personales, se producen en nuestras familias, en nuestras comunidades cristianas, en los sectores donde vivimos. Hacemos sufrir muchas veces a las personas, sin ningún motivo. P. Antonio Danoz, Redentorista
6 de Junio - Jueves, Feria o Mem. de San Norberto, Ob. Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Dios se nos ha revelado también como Hijo. En su condición de Hijo asumió la condición humana y vivió como un hombre entre los hombres. De él que es nuestro hermano, hemos aprendido a vivir y actuar como hijos de Dios. Como él, digamos a nuestro Padre: “Aquí estoy para hacer tu voluntad”.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): Venid, adoremos al Señor, porque él es nuestro Dios.
Himno, Días de Feria Tpo. Ord., pág. 6 Antífona 1 - Despertad, cítara y arpa; despertaré a la aurora.
Salmo 56 Misericordia, Dios mío, misericordia,/ que mi alma se refugia en ti;/ me refugio a la sombra de tus alas/ mientras pasa la calamidad. Invoco al Dios Altísimo,/ al Dios que hace tanto por mí:/ desde el cielo me enviará la salvación,/ confundirá a los que ansían matarme,/ enviará su gracia y su lealtad.
Estoy echado entre leones/ devoradores de hombres:/ sus dientes son lanzas y flechas,/ su lengua es una espada afilada. Elévate sobre el cielo, Dios mío,/ y llene la tierra tu gloria. Han tendido una red a mis pasos/ para que sucumbiera;/ me han cavado delante una fosa,/ pero han caído en ella. Mi corazón está firme, Dios mío,/ mi corazón está firme./ Voy a cantar y a tocar:/ despierta, gloria mía;/ despertad, cítara y arpa;/ despertaré a la aurora. Te daré gracias ante los pueblos,/ Señor; tocaré para ti ante las naciones:/ por tu bondad, que es más grande que los cielos;/ por tu fidelidad, que alcanza a las nubes. Elévate sobre el cielo, Dios mío,/ y llene la tierra tu gloria. Gloria y antífona 1
6 de Junio - Jueves, Feria o Mem. de San Norberto
Antífona 2 - «Mi pueblo se saciará de mis bienes», dice el Señor.
Cántico
Jer 31, 10-14
Escuchad, pueblos, la palabra del Señor,/ anunciadla en las islas remotas:/ «El que dispersó a Israel lo reunirá,/ lo guardará como un pastor a su rebaño;/ porque el Señor redimió a Jacob,/ lo rescató de una mano más fuerte». Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión,/ afluirán hacia los bienes del Señor:/ hacia el trigo y el vino y el aceite,/ y los rebaños de ovejas y de vacas;/ su alma será como un huerto regado,/ y no volverán a desfallecer. Entonces se alegrará la doncella en la danza,/ gozarán los jóvenes y los viejos;/ convertiré su tristeza en gozo,/ los alegraré y aliviaré sus penas;/ alimentaré a los sacerdotes con manjares/ sustanciosos,/ y mi pueblo se saciará de mis bienes. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Grande es el Señor y muy digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios.
Salmo 47 Grande es el Señor y muy digno de alabanza/ en la ciudad de nuestro Dios,/ + su monte santo, altura hermosa,/ alegría de toda la tierra: el monte Sión, vértice del cielo,/ ciudad del gran rey;/ entre sus palacios,/ Dios descuella como un alcázar. Mirad: los reyes se aliaron/ para atacarla juntos;/ pero, al verla, quedaron aterrados/ y huyeron despavoridos; allí los agarró un temblor/ y dolores como de parto;/ como un viento del desierto,/ que destroza las naves de Tarsis. Lo que habíamos oído lo hemos visto/ en la ciudad del Señor de los ejércitos,/ en la ciudad de nuestro Dios:/ que Dios la ha fundado para siempre.
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¡Oh Dios!, meditamos tu misericordia /en medio de tu templo:/ como tu renombre, ¡oh Dios!, tu alabanza/ llega al confín de la tierra; tu diestra está llena de justicia,/ el monte Sión se alegra,/ las ciudades de Judá se gozan/ con tus sentencias. Dad la vuelta en torno a Sión,/ contando sus torreones;/ fijaos en sus baluartes,/ observad sus palacios, para poder decirle a la próxima generación:/ «Éste es el Señor, nuestro Dios»./ Él nos guiará por siempre jamás. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Is 66, 1-2
Así dice el Señor: “El cielo es mi trono y la tierra el estrado de mis pies: ¿Qué templo podréis construirme?; ¿o qué lugar para mi descanso? Todo esto lo hicieron mis manos, todo es mío — oráculo del Señor—. En ése pondré mis ojos: en el humilde y el abatido que se estremece ante mis palabras”.
Responsorio breve
V Te invoco de todo corazón, respóndeme, Señor. R Te invoco de todo corazón, respóndeme, Señor. V Guardaré tus leyes. R Respóndeme, Señor. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Te invoco de todo corazón, respóndeme, Señor.
Cántico de Zacarías, pág. 4 Antífona: Sirvamos al Señor con santidad y nos librará de la mano de nuestros enemigos. Preces Demos gracias a Cristo que nos ha dado la luz del día y supliquémosle diciendo: Bendícenos y santifícanos, Señor. Tú que te entregaste como víctima por
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6 de Junio - Jueves - Palabra de Dios para cada día
nuestros pecados, * acepta los deseos y las acciones de este día. Tú que nos alegras con la claridad del nuevo día, * sé tú mismo el lucero brillante de nuestros corazones. Haz que seamos bondadosos y comprensivos con los que nos rodean * para que logremos así ser imágenes de tu bondad. En la mañana haznos escuchar tu gracia * y que tu gozo sea hoy nuestra fortaleza. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Fieles a la recomendación del Salvador, digamos llenos de confianza filial: Padre nuestro.
Oración Dios todopoderoso y eterno, humildemente acudimos a ti, al empezar el día, a media jornada y al atardecer, para pedirte que, alejando de nosotros las tinieblas del pecado, nos hagas alcanzar la luz verdadera que es Cristo. Que vive y reina contigo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA
Lectura: 2 Co 11,28-33 Pablo hizo un largo catálogo de los sufrimientos que ha tenido que pasar desde aquel encuentro con Jesús resucitado camino de Damasco. Los ha enumerado por bloques: fatigas, cárceles, heridas; insomnios, ayunos; hambre, sed, desnudez. Al final de la lista, aparece el enfoque estrictamente pastoral. Existe una preocupación que carga Pablo sobre su conciencia, que no lo abandona noche y día: “El cuidado de todas las Iglesias”. Cada problema que afecta a algún miembro de las comunidades que fundó, lo considera como propio. Se pregunta: “¿Alguien enferma sin que yo no enferme?” Además de los problemas de orden físico, como la enfermedad, le afectan también los de orden moral: “¿Alguien cae sin que a mí me dé fiebre?” (2Cor 11,29). Al cabo de cierto tiempo, los judíos decidieron matar a Pablo. Para librarlo de sus manos, sus discípulos tuvieron que descolgarlo en una espuerta por una ventana. Lo que dice Pablo concuerda totalmente con el testimonio de Lucas en los Hechos (He 9,23-25). Pablo tiene dos palabras reveladoras de sus sentimientos. La primera se relaciona con Dios. Él no maldice su suerte, como Job, sino que bendice “al Padre de nuestro Señor Jesucristo”. La segunda palabra es una confesión de sinceridad. Habrá cometido una necedad, quizá una locura. Lo que nunca hizo es mentir. Pablo es hombre de palabra. De todos modos, para todos los apóstoles de Jesús ahí queda la lista. A ver quién se atreve a mejorarla.. P. Antonio Danoz, Redentorista
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7 de Junio - Viernes, Sagrado Corazón de Jesús, S
La fiesta de hoy: Sagrado Corazón de Jesús En la Edad Media empezó a tomar auge la devoción a la humanidad de Jesús. Uno de los principales promotores fue san Bernardo. A partir de las manifestaciones del Corazón de Jesús a santa Margarita María Alacoque, entre los años 1673-1675, la devoción y culto al Corazón de Jesús tuvo una notable progresión. En 1856 Pío IX instituyó la fiesta del Corazón de Jesús para toda la Iglesia. Una de las prácticas de esta devoción más populares fueron los “Nueve primeros viernes”. A ellos se unió la Consagración al Corazón de Jesús.
Oración de la Tarde - I Vísperas
Invitación: En nuestra cultura el corazón es el símbolo del amor. Al celebrar la fiesta del Corazón de Jesús, estamos celebrando el amor que Jesús nos manifestó. El corazón traspasado por la lanza es el símbolo del amor lleva a su plenitud. Jesús amó a la humanidad hasta entregar la vida para salvarla. La sangre que brotó del costado, revela que derramó hasta la última gota.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno Mármol con sangre, tu frente;/ lirios con sangre, tus manos;/ tus ojos, soles con muerte;/ luna con muerte, tus labios. Así quiero verte, Cristo,/ sangriento jardín de nardos;/ así, con tus cinco llagas,/cielo roto y estrellado. Rojo y blanco, blanco y rojo,/ te vio la niña del cántico:/ bien merecido lo tienes,/ por santo y enamorado.
Antífona 1 - Con amor eterno nos amó Dios; por eso levantado sobre la tierra nos atrajo a su corazón, compadeciéndose de nosotros.
Salmo 112 Alabad, siervos del Señor,/ alabad el nombre del Señor./ Bendito sea el nombre del Señor,/ ahora y por siempre:/ de la salida del sol hasta su ocaso,/ alabado sea el nombre del Señor. El Señor se eleva sobre todos los pueblos,/ su gloria sobre los cielos./ ¿Quién como el Señor Dios nuestro,/ que se eleva en su trono/ y se abaja para mirar/ al cielo y a la tierra?
Abismo reclama abismo:/ ¿o no lo sabías acaso?;/ el amor llama a la muerte:/ muerte y amor son hermanos.
Levanta del polvo al desvalido,/ alza de la basura al pobre,/ para sentarlo con los príncipes,/ los príncipes de su pueblo;/ a la estéril le da un puesto en la casa,/ como madre feliz de hijos. Gloria y antífona 1
Amor quema, amor hiende/ carne y alma, pecho y labio./ amor, espada de fuego;/ amor, cauterio y taladro.
Antífona 2 - Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas.
Así quiero verte, Cristo,/ con sangre, lirios y mármol;/ soles y lunas con muerte/ en tus ojos y en tus labios. Amén.
Alaba, alma mía, al Señor:/ alabaré al Señor mientras viva,/ tañeré para mi Dios mientras exista.
Salmo 145
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7 de Junio - Viernes, Sagrado Corazón de Jesús
No confiéis en los príncipes,/ seres de polvo que no pueden salvar;/ exhalan el espíritu y vuelven al polvo,/ ese día perecen sus planes. Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob,/ el que espera en el Señor, su Dios,/ que hizo el cielo y la tierra,/ el mar y cuanto hay en él; que mantiene su fidelidad perpetuamente,/ que hace justicia a los oprimidos,/ que da pan a los hambrientos. El Señor liberta a los cautivos,/ el Señor abre los ojos al ciego,/ el Señor endereza a los que ya se doblan,/ el Señor ama a los justos, el Señor guarda a los peregrinos;/ sustenta al huérfano y a la viuda/ y trastorna el camino de los malvados. El Señor reina eternamente,/ tu Dios, Sión, de edad en edad. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Yo soy el buen pastor que apaciento mis ovejas, y doy mi vida por las ovejas.
Cántico
Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,/ el honor y el poder/ porque tú has creado el universo;/ porque por tu voluntad lo que no existía fue creado. Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,/ porque fuiste degollado/ y por tu sangre compraste para Dios/ hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;/ y has hecho de ellos para nuestro Dios/ un reino de sacerdotes/ y reinan sobre la tierra.
purificándola en el baño del agua, que va acompañado de la palabra, y para hacerla comparecer ante su presencia toda resplandeciente, sin mancha ni defecto ni cosa parecida, sino santa e inmaculada.
Responsorio breve V Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre. R Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre. V Y ha hecho de nosotros reino y sacerdotes para el Dios y padre suyo. R Por la virtud de su sangre. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: He venido a traer fuego al mundo, y ¡cuánto deseo que esté ya ardiendo! Preces Acudamos, hermanos, a Jesús, descanso de nuestras almas fatigadas, y digámosle suplicantes: Rey amantísimo, ten piedad de nosotros. Oh Jesús, que quisiste ser traspasado por la lanza para que de tu corazón abierto, al brotar el agua y la sangre, naciera tu esposa la Iglesia, * haz que esta Iglesia sea siempre santa e inmaculada. Jesús, templo santo de Dios, destruido por los hombres y levantado nuevamente por el Padre, * dígnate hacer de la Iglesia morada del Altísimo.
Digno es el Cordero degollado/ de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,/ la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza. Gloria y antífona 3
Jesús, rey y centro de todos los corazones, que con amor eterno nos amas y nos atraes con misericordia, * renueva tu alianza con todos los hombres.
Lectura breve
Jesús, paz y reconciliación nuestra, que has hecho las paces en un solo hombre nuevo, dando muerte al odio mediante la cruz, * danos acceso al
Ef 5, 25b-27
Cristo amó a su Iglesia y se entregó a la muerte por ella para santificarla,
7 de Junio - Viernes, Sagrado Corazón de Jesús
Padre. Jesús, vida y resurrección nuestra, alivio de los que están cansados y descanso de los que se sienten agobiados, * atrae hacia ti a los pecadores. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Jesús, que por tu amor desbordante te rebajaste hasta someterte incluso a la muerte y una muerte de cruz, * llama a los fieles difuntos a la resurrección. Unidos a Jesucristo, que nos ama
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como hermano, acudamos al padre, diciendo: Padre nuestro.
Oración Te pedimos, Dios todopoderoso y eterno, que, al celebrar la grandeza del amor que resplandece en el corazón de tu Hijo, recibamos de esta fuente divina gracias cada vez más abundantes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, /nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: En la persona de su Hijo, Dios está amando al mundo con un corazón humano como el nuestro. Nos está expresando su amor con unos sentimientos pletóricos de generosidad y de ternura. Podemos afirmar que Dios ama al mundo con corazón de hombre. “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su único Hijo, para que quien crea en él no muera, sino que tenga vida eterna” (Jn 3,16). (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios de las Solemnidades, I Vísperas, pág. 12)
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Pablo recomienda a la comunidad de Corinto que aspiren a los dones más valiosos. Entre todos los dones señala uno que supera todos los demás: el amor. “Agapé” es la palabra que utiliza generalmente Pablo para hablar del amor de Dios, del amor de Jesús y del amor de los cristianos a Dios y al prójimo. El amor-caridad es super-carisma.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): Al Corazón de Jesús, herido por nuestro amor, venid, adorémosle.
Himno Desde la cruz redentora,/ el Señor nos dio el perdón,/ y, para darnos su amor,/ todo a la vez, sin medida,/ abrió en su pecho una herida/ y nos dio su corazón.
Santa cruz de Jesucristo,/ abierta como dos brazos:/ rumbo de Dios y regazo/ en la senda del dolor,/ brazos tendidos de amor/ sosteniendo nuestros pasos. Sólo al chocar en las piedras/ el río canta al Creador;/ del mismo modo el dolor,/ como piedra de mi río,/ saca del corazón mío/ el mejor canto de amor. Amén. Antífona 1 - Jesús, puesto en pie, exclamó en alta voz: «El que tenga sed que venga a mí y que beba».
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7 de Junio - Viernes, Sagrado Corazón de Jesús
Salmo 62, 2-9 ¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo;/ mi alma está sedienta de ti;/ mi carne tiene ansia de ti,/ como tierra reseca, agostada, sin agua.
Bendiga la tierra al Señor,/ ensálcelo con himnos por los siglos. Montes y cumbres, bendecid al Señor,/ cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
¡Cómo te contemplaba en el santuario/ viendo tu fuerza y tu gloria!/ Tu gracia vale más que la vida,/ te alabarán mis labios.
Manantiales, bendecid al Señor,/ mares y ríos, bendecid al Señor.
Toda mi vida te bendeciré/ y alzaré las manos invocándote./ Me saciaré de manjares exquisitos,/ y mis labios te alabarán jubilosos.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos.
En el lecho me acuerdo de ti/ y velando medito en ti,/ porque fuiste mi auxilio,/ y a la sombra de tus alas canto con júbilo;/ mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene. Gloria y antífona 1
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;/ siervos del Señor, bendecid al Señor.
Antífona 2 - Venid a mí todos los que andáis rendidos y agobiados, que yo os daré descanso.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos.
Cántico
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,/ ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Ángeles del Señor, bendecid Señor;/ cielos, bendecid al Señor.
al
Aguas del espacio, bendecid al Señor;/ ejércitos del Señor, bendecid al Señor. Sol y luna, bendecid al Señor;/ astros del cielo, bendecid al Señor. Lluvia y rocío, bendecid al Señor;/ vientos todos, bendecid al Señor. Fuego y calor, bendecid al Señor;/ fríos y heladas, bendecid al Señor. Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;/ témpanos y hielos, bendecid al Señor. Escarchas y nieves, bendecid al Señor,/ noche y día, bendecid al Señor. Luz y tinieblas, bendecid al Señor,/ rayos y nubes, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;/ aves del cielo, bendecid al Señor.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor,/ bendiga Israel al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;/ santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,/ alabado y glorioso y ensalzado por los siglos. No se dice Gloria al Padre. Antífona 2 Antífona 3 - Hijo mío, entrégame el corazón y acepta de buena gana mi camino.
Salmo 149 Cantad al Señor un cántico nuevo,/ resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;/ que se alegre Israel por su Creador,/ los hijos de Sión por su Rey. Alabad su nombre con danzas,/ cantadle con tambores y cítaras;/ porque el Señor ama a su pueblo/ y adorna con la victoria a los humildes. Que los fieles festejen su gloria/ y canten jubilosos en filas:/ con vítores a Dios en la boca/ y espadas de dos filos en las manos:
7 de Junio - Viernes, Sagrado Corazón de Jesús
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para tomar venganza de los pueblos/ y aplicar el castigo a las naciones,/ sujetando a los reyes con argollas,/ a los nobles con esposas de hierro.
Jesús, Señor nuestro, en quien habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad, * haz que participemos de tu naturaleza divina.
Ejecutar la sentencia dictada/ es un honor para todos sus fieles. Gloria y antífona 3
Jesús único maestro, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento, * danos, mediante la Iglesia, el conocimiento de la multiforme sabiduría de Dios.
Lectura breve
Jer 31, 33
Así será la alianza que haré con la casa de Israel, después de aquellos días — oráculo del Señor—: Pondré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.
Responsorio breve
V Tomad sobre vosotros mi yugo y aprended de mí. R Tomad sobre vosotros mi yugo y aprended de mí. V Que soy manso y humilde de corazón. R Y aprended de mí. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Tomad sobre vosotros mi yugo y aprended de mí.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Por su entrañable misericordia Dios nos ha visitado y ha redimido a su pueblo. Aleluya.
Preces Acudamos, hermanos, a Jesús que es manso y humilde de corazón, y digámosle: Rey amantísimo, ten piedad de nosotros.
Jesús, Hijo de Dios, en quien el Padre se complace * enséñanos a escuchar con perseverancia tu palabra. Jesús, hermano nuestro, de cuya plenitud todos hemos recibido, * concédenos la abundancia de tu gracia y de tu verdad. Jesús, salvador nuestro, fuente de vida y de santidad, * haz que seamos santos e irreprochables por el amor. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Unidos al Corazón de Jesucristo, que latió de amor por el Padre y por cada uno de nosotros, digamos confiadamente: Padre nuestro.
Oración Te pedimos, Dios todopoderoso y eterno, que, al celebrar la grandeza del amor que resplandece en el corazón de tu Hijo, recibamos de esta fuente divina gracias cada vez más abundantes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - II Vísperas
Invitación: Pablo indica la importancia del amor para un discípulo de Jesús. Por tres veces repite: “Si no tengo amor…” Se trata del amor que nace del Espíritu de Dios. El amor que “ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado” (Rom 5,5). Este amor no puede ser suplantado por ningún otro. Si nos falta este amor “nada somos”.
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Invocación inicial
/quebrantará a los reyes.
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
En su camino beberá del torrente, /por eso levantará la cabeza. Gloria y antífona 1
Himno
Salmo 110
Mármol con sangre, tu frente;/ lirios con sangre, tus manos;/ tus ojos, soles con muerte;/ luna con muerte, tus labios. Así quiero verte, Cristo,/ sangriento jardín de nardos;/ así, con tus cinco llagas,/cielo roto y estrellado. Rojo y blanco, blanco y rojo,/ te vio la niña del cántico:/ bien merecido lo tienes,/ por santo y enamorado. Abismo reclama abismo:/ ¿o no lo sabías acaso?;/ el amor llama a la muerte:/ muerte y amor son hermanos. Amor quema, amor hiende/ carne y alma, pecho y labio./ amor, espada de fuego;/ amor, cauterio y taladro. Así quiero verte, Cristo,/ con sangre, lirios y mármol;/ soles y lunas con muerte/ en tus ojos y en tus labios. Amén. Antífona 1 - Con tu yugo suave, Señor, somete el corazón de tus enemigos.
Antífona 2 - El Señor es piadoso y clemente; él da alimento a sus fieles. Doy gracias al Señor de todo corazón,/ en compañía de los rectos, en la asamblea./ Grandes son las obras del Señor,/ dignas de estudio para los que las aman. Esplendor y belleza son su obra,/ su generosidad dura por siempre;/ ha hecho maravillas memorables,/ el Señor es piadoso y clemente. Él da alimento a sus fieles, /recordando siempre su alianza;/ mostró a su pueblo la fuerza de su poder,/ dándoles la heredad de los gentiles. Justicia y verdad son las obras de sus manos,/ todos sus preceptos merecen confianza:/ son estables para siempre jamás,/ se han de cumplir con verdad y rectitud. Envió la redención a su pueblo,/ ratificó para siempre su alianza, / su nombre es sagrado y temible.
Oráculo del Señor a mi Señor: /«Siéntate a mi derecha, /y haré de tus enemigos /estrado de tus pies».
Primicia de la sabiduría es el temor del Señor,/ tienen buen juicio los que lo practican;/ la alabanza del Señor dura por siempre. Gloria y antífona 2
Desde Sión extenderá el Señor /el poder de tu cetro: /somete en la batalla a tus enemigos.
Antífona 3 - Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
Cántico
«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento, /entre esplendores sagrados; /yo mismo te engendré, como rocío, /antes de la aurora».
Cristo, a pesar de su condición divina,/ no hizo alarde de su categoría de Dios,/ al contrario, se anonadó a sí mismo,/ y tomó la condición de esclavo,/ pasando por uno de tantos.
Salmo 109, 1-5. 7
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: /«Tú eres sacerdote eterno / según el rito de Melquisedec». El Señor a tu derecha, el día de su ira,
Fil 2, 6-11
Y así, actuando como un hombre cualquiera,/ se rebajó hasta someterse incluso a la muerte/ y una muerte de cruz.
7 de Junio - Viernes, Sagrado Corazón de Jesús
Por eso Dios lo levantó sobre todo/ y le concedió el «Nombre-sobre-todonombre»;/ de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble/ en el cielo, en la tierra, en el abismo/ y toda lengua proclame:/ Jesucristo es Señor; para gloria de Dios Padre. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Ef 2, 4-5a. 6-7
Dios, que es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos muertos por nuestros pecados, nos vivificó con Cristo y nos resucitó con él, y nos hizo sentar en los cielos con Cristo Jesús. Así Dios, en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús quiso mostrar en los siglos venideros la sublime riqueza de su gracia.
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Jesús, templo santo de Dios, destruido por los hombres y levantado nuevamente por el Padre, * dígnate hacer de la Iglesia morada del Altísimo. Jesús, rey y centro de todos los corazones, que con amor eterno nos amas y nos atraes con misericordia, * renueva tu alianza con todos los hombres. Jesús, paz y reconciliación nuestra, que has hecho las paces en un solo hombre nuevo, dando muerte al odio mediante la cruz, * danos acceso al Padre. Jesús, vida y resurrección nuestra, alivio de los que están cansados y descanso de los que se sienten agobiados, * atrae hacia ti a los pecadores.
Responsorio breve
(Se pueden añadir algunas intenciones libres)
V Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre. R Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.
Jesús, que por tu amor desbordante te rebajaste hasta someterte incluso a la muerte y una muerte de cruz, * llama a los fieles difuntos a la resurrección.
V Y ha hecho de nosotros reino y sacerdotes para el Dios y padre suyo. R Por la virtud de su sangre. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.
Unidos a Jesucristo, que nos ama como hermano, acudamos al padre, diciendo: Padre nuestro.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: El Señor nos ha acogido en su corazón, acordándose de su misericordia. Aleluya.
Oración Te pedimos, Dios todopoderoso y eterno, que, al celebrar la grandeza del amor que resplandece en el corazón de
Para santificar el día
Preces Acudamos, hermanos, a Jesús, descanso de nuestras almas fatigadas, y digámosle suplicantes: Rey amantísimo, ten piedad de nosotros. Oh Jesús, que quisiste ser traspasado por la lanza para que de tu corazón abierto, al brotar el agua y la sangre, naciera tu esposa la Iglesia, * haz que esta Iglesia sea siempre santa e inmaculada.
Se consigue en la red de Librerías San Pablo del país.
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7 de Junio - Viernes - Oración de la Noche - Completas / Palabra de Dios para cada día
tu Hijo, recibamos de esta fuente divina gracias cada vez más abundantes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: El amor de Cristo simbolizado en el corazón traspasado por la lanza, es el signo visible del amor del Padre a la humanidad. En la persona de su Hijo, Dios está amando al mundo con un corazón de carne; nos está expresando su amor con unos sentimientos llenos de calor y sensibilidad humana. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios de las Solemnidades, II Vísperas, pág. 14)
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA Lectura: Lc 15,3-7 Lucas se sirve de unos relatos llenos de humanidad, arrancados de la vida cotidiana, en los que la ternura y el gozo se dan de la mano. El protagonista es la misericordia, enfrentada a la dureza de corazón de los fariseos y de los maestros de la ley. La misericordia brota del amor entrañable, que busca al que anda extraviado y da oportunidad al que estaba perdido. Fijémonos en la primera de las parábolas. Está tomada de la vida cotidiana. Es lo que hace cualquier pastor al que se le ha extraviado una oveja. En el trasfondo está la imagen de Yahvé, el pastor de Israel lleno de ternura, “que toma en brazos a los corderos” (Is 40,11). Esta es también la de Jesús, que se proclamó “el buen pastor”, que arriesga la vida por las ovejas. El amor es la única explicación de su actitud. Existen unas ovejas extraviadas que Lucas menciona expresamente: son los recaudadores y los pecadores. Jesús va en busca de ellos: a su casa como a Zaqueo; en los banquetes, en su puesto de trabajo, como en el caso de Leví. Si nos fijamos bien, en la parábola no se utiliza en ningún momento la palabra “amor”. Pero todos los gestos del pastor no tienen otra génesis que el amor. Y lo que pretende Jesús con la parábola es despertar en sus discípulos el amor a los que andan extraviados, y de los cuales nadie se ocupa; abrir el corazón a los pecadores, a quienes no se da oportunidad de salvación. P. Antonio Danoz, Redentorista
Sagrado Corazón de Jesús
8 de Junio - Sábado, Inmaculado Corazón de María, M
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La fiesta de hoy: Inmaculado Corazón de María Esta fiesta tiene un origen bastante reciente. Nace a la sombra de la devoción al Corazón de Jesús. Hay que remontarse a san Juan Eudes, iniciador de la devoción a los Corazones de Jesús y de María. A impulso de los Misioneros del Corazón de María (Claretianos), en 1942 Pío XII extendía a la Iglesia latina la celebración de esta fiesta.
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: María reflexionaba sobre lo que había visto y oído. Su corazón se convertía en sede de oración y de encuentro amoroso con Dios y con su hijo Jesús, especialmente durante el tiempo en que lo llevó en su seno. En María se hace uno, el amor de madre y el amor de “mujer elegida” para dar al mundo al Salvador. Se asoció con corazón maternal a su sacrificio, dando su consentimiento con amor a su entrega en la cruz.
Invocación inicial
Salmo 118, 145-152
En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Te invoco de todo corazón;/ respóndeme, Señor, y guardaré tus leyes;/ a ti grito: sálvame,/ y cumpliré tus decretos;/ me adelanto a la aurora pidiendo auxilio,/ esperando tus palabras.
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza.
Antífona (para el salmo invitatorio):
Aclamemos al Señor en esta fiesta de María Virgen.
Himno Eres tú la mujer llena de gloria,/ alzada por encima de los astros;/ con tu sagrado pecho das la leche/ al que en su providencia te ha creado. Lo que Eva nos perdió tan tristemente,/ tú lo devuelves por tu fruto santo;/ para que al cielo ingresen los que lloran,/ eres tú la ventana del costado. Tú eres la puerta altísima del Rey/ y la entrada fulgente de la luz;/ la vida que esta Virgen nos devuelve/ aplauda el pueblo que alcanzó salud.
Mis ojos se adelantan a las vigilias de la noche,/ meditando tu promesa; / escucha mi voz por tu misericordia,/ con tus mandamientos dame vida;/ ya se acercan mis inicuos perseguidores, / están lejos de tu voluntad. Tú, Señor, estás cerca,/ y todos tus mandatos son estables;/ hace tiempo comprendí que tus preceptos/ los fundaste para siempre. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación.
Cántico
Ex 15, 1-4. 8-13. 17-18
Sea la gloria a ti,/ Señor Jesús,/ que de María Virgen has nacido,/ gloria contigo al Padre y al Paráclito,/ por sempiternos y gozosos siglos. Amén.
Cantaré al Señor, sublime es su victoria,/ caballos y carros ha arrojado en el mar./ Mi fuerza y mi poder es el Señor,/ él fue mi salvación.
Antífona 1 - Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio.
Él es mi Dios: yo lo alabaré;/ el Di os de mis padres: yo lo ensalzaré./El
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8 de Junio - Sábado, Inmaculado Corazón de María
Señor es un guerrero,/ su nombre es “El Señor”. Los carros del Faraón los lanzó al mar,/ ahogó en el mar Rojo a sus mejores capitanes. Al soplo de tu ira se amontonaron las aguas,/ las corrientes se alzaron como un dique,/ las olas se cuajaron en el mar. Decía el enemigo: «Los perseguiré y alcanzaré,/ repartiré el botín, se saciará mi codicia,/ empuñaré la espada, los agarrará mi mano». Pero sopló tu aliento y los cubrió el mar,/ se hundieron como plomo en las aguas formidables. ¿Quién como tú, Señor, entre los dioses?/ ¿Quién como tú, terrible entre los santos,/ temible por tus proezas, autor de maravillas? Extendiste tu diestra: se los tragó la tierra;/ guiaste con misericordia a tu pueblo rescatado,/ los llevaste con tu poder hasta tu santa morada. Lo introduces y lo plantas en el monte de tu heredad,/ lugar del que hiciste tu trono, Señor;/ santuario, Señor, que fundaron tus manos./ El Señor reina por siempre jamás. Gloria y antífona 2
R El Señor la eligió y la predestinó. V La hizo morar en su templo santo. R Y la predestinó. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R El Señor la eligió y la predestinó.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Mi corazón y mi carne se alegran por el Dios vivo.
Preces
Elevemos nuestras súplicas al Salvador, que quiso nacer de María Virgen, y digámosle: Que tu santa Madre, Señor, interceda por nosotros. Sol de justicia, a quien María Virgen precedía cual aurora luciente, * haz que vivamos siempre iluminados por la claridad de tu presencia. Palabra eterna del Padre, tú que elegiste a María como arca de tu morada, * líbranos de toda ocasión de pecado. Salvador del mundo, que quisiste que tu Madre estuviera junto a tu cruz, * por su intercesión concédenos compartir con alegría tus padecimientos.
Antífona 3 - Alabad al Señor todas las naciones. +
Señor Jesús, que colgado en la cruz entregaste María a Juan como madre, * haz que nosotros vivamos también como hijos suyos.
Salmo 116
(Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Alabad al Señor, todas las naciones,/ + aclamadlo, todos los pueblos:
Según el mandato del Señor, digamos confiadamente: Padre nuestro.
Firme es su misericordia con nosotros,/ su fidelidad dura por siempre. Gloria y antífona 3
Oración
Lectura breve
Is 61, 10
Desbordo de gozo en el Señor, y me alegro con mi Dios; porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como a una novia que se adorna con sus joyas.
Responsorio breve V El Señor la eligió y la predestinó.
Señor Dios, que en el corazón de santa María Virgen preparaste al Espíritu Santo una digna morada, haz que también nosotros, por intercesión de María, seamos transformados en templos de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
9 de Junio - X Domingo del Tiempo Ordinario /C
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PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA
Lectura: Lc 2,41-51 Lucas nos sitúa en el último episodio de los “evangelios de la infancia”; en una escena típicamente familiar, propia de cualquier familia judía. En el centro de la escena está Jesús, en pleno proceso de crecimiento. Es la primera ocasión en que toma una decisión personal, que ni sus padres comprendieron. María y José se ven sometidos a una presión emocional, propia de cual matrimonio al que se le extravía un hijo. Contrariamente a lo que pudiera suponerse, es la madre la que pide cuentas de su actuación al hijo. Nada extraño, si tenemos en cuenta el protagonismo que María tiene en el evangelio de Lucas. Ante la respuesta de Jesús, María guarda silencio. El Hijo tiene que ocuparse en “las cosas de su Padre”. Tiene que cumplir la misión que él le ha confiado. Como ella al recibir el mensaje que le revelaba su misión. Su respuesta fue: “Que se cumpla tu palabra”. Bajo su mirada atenta de madre y el calor de su corazón, Jesús crece y se prepara para su misión. María, con su silencio ante la respuesta de Jesús, está repitiendo en su corazón las mismas palabras que pronunció ante el anuncio del mensajero de Dios. En aquel momento no entendía y se preguntaba: “¿cómo sucederá esto?” (Lc 1,34). Ahora, tampoco “entiende la palabra que les decía”. En el profundo del corazón la respuesta es la misma: “Que se cumpla tu palabra”. Ésta misma ha de ser la respuesta cualquier servidor o servidora del Señor. Acompañemos con amor el crecimiento armonioso de los adolescentes y jóvenes. P. Antonio Danoz, Redentorista
9 de Junio - X Domingo del Tpo. Ord. /C Oración de la Tarde - I Vísperas
Invitación: Hemos sido bautizados en el “nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Esto quiere decir que estamos consagrados en cuerpo y alma a dar gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, en nuestra oración, en nuestra vida, y con nuestras obras. Al final de cada salmo digamos con plena conciencia: “Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo”.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno, I Vísperas, pág. 5 Antífona 1 - Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero. Aleluya. +
Salmo 118, 105-112 Lámpara es tu palabra para mis pasos,/ luz en mi sendero;/ + lo juro y lo cumpliré:/ guardaré tus justos mandamientos;/ ¡estoy tan afligido!/ Señor, dame vida según tu promesa.
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9 de Junio - X Domingo del Tiempo Ordinario /C
Acepta, Señor, los votos que pronuncio,/ enséñame tus mandatos;/ mi vida está siempre en peligro,/ pero no olvido tu voluntad;/ los malvados me tendieron un lazo,/ pero no me desvié de tus decretos. Tus preceptos son mi herencia perpetua,/ la alegría de mi corazón;/ inclino mi corazón a cumplir tus leyes,/ siempre y cabalmente. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor. Aleluya.
Salmo 15
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;/ yo digo al Señor: «Tú eres mi bien»/ Los dioses y señores de la tierra/ no me satisfacen. Multiplican las estatuas/ de dioses extraños;/ no derramaré sus libaciones con mis manos,/ ni tomaré sus nombres en mis labios. El Señor es mi heredad y mi copa;/ mi suerte está en tu mano:/ me ha tocado un lote hermoso,/ me encanta mi heredad. Bendeciré al Señor, que me aconseja,/ hasta de noche me instruye internamente./ Tengo siempre presente al Señor,/ con él a mi derecha no vacilaré. Por eso se me alegra el corazón,/ se gozan mis entrañas,/ y mi carne descansa serena. Porque no me entregarás a la muerte,/ ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. Me enseñarás el sendero de la vida,/ me saciarás de gozo en tu presencia,/ de alegría perpetua a tu derecha. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo y en la tierra. Aleluya.
Cántico
Fil 2, 6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,/ no hizo alarde de su categoría de Dios,/
al contrario, se anonadó a sí mismo,/ y tomó la condición de esclavo,/ pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera,/ se rebajó hasta someterse incluso a la muerte/ y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo/ y le concedió el «Nombre sobre todo nombre»;/ de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble/ en el cielo, en la tierra, en el abismo/ y toda lengua proclame:/ Jesucristo es Señor; para gloria de Dios Padre. Antífona 3
Lectura breve
Col 1, 3-6a
Damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, en todo momento, rezando por vosotros, al oír hablar de vuestra fe en Jesucristo y del amor que tenéis a todos los santos, por la esperanza que os está reservada en los cielos, sobre la cual oísteis hablar por la palabra verdadera de la Buena Noticia, que se os hizo presente, y está dando fruto y prosperando en todo el mundo igual que entre vosotros.
Responsorio breve
V De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. R De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. V Su gloria se eleva sobre los cielos. R Alabado sea el nombre del Señor. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
Cántico de la Sma. V. Mª, pág. 4
Antífona: A la entrada de la ciudad de Naím, Jesús confortó a una madre viuda, diciéndole: “Mujer, no llores”.
Preces Demos gracias al Señor que ayuda y protege al pueblo que se ha escogido como heredad, y recordando su amor
9 de Junio - X Domingo del Tiempo Ordinario /C
para con nosotros supliquémosle diciendo: Escúchanos, Señor, que confiamos en ti. Padre lleno de amor, te pedimos por el papa Francisco y por nuestro obispo N. * protégelos con tu fuerza y santifícalos con tu gracia. Que los enfermos vean en sus dolores una participación de la pasión de tu Hijo, * para que así tengan también parte en su consuelo. Mira con piedad a los que no tienen techo donde cobijarse * y haz que encuentren pronto el hogar que desean. Dígnate dar y conservar los frutos de la tierra * para que a nadie falte el pan de cada día. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
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Señor, ten piedad de los difuntos * y ábreles la puerta de tu mansión eterna. Movidos por el Espíritu Santo, dirijamos al Padre la oración que Cristo nos enseñó: Padre nuestro.
Oración Dios nuestro, de quien todo bien procede, concédenos seguir siempre tus inspiraciones, para que tratemos de hacer continuamente lo que es recto y, con tu ayuda, lo llevemos siempre a cabo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: La luz es uno de los símbolos con el que abrimos la celebración de la noche pascual. Esa luz es Jesús resucitado. Los que hemos resucitado con él somos los hijos de la luz. Nosotros hemos de señalar el camino a los que han extraviado el camino o nunca lo encontraron. A los que caminan por la sombra de muerte que es la ignorancia, la injusticia, el pecado. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios del Domingo, I Vísperas, pág. 12)
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: En un momento de oración, Jesús decía: “Nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni conoce bien al Padre nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar” (Mt 11,27). Hoy oramos al padre, al Hijo y al Espíritu, para que nos ayuden a conocerlos, para amarlos mejor.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): Pueblo del Señor, rebaño que él guía,
bendice a tu Dios. Aleluya.
Himno, Laudes, pág. 5
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9 de Junio - X Domingo del Tiempo Ordinario /C
Antífona 1 - Bendito el que viene en nombre del Señor. Aleluya.
Te doy gracias porque me escuchaste/ y fuiste mi salvación.
Salmo 117
La piedra que desecharon los arquitectos/ es ahora la piedra angular./ Es el Señor quien lo ha hecho,/ ha sido un milagro patente.
Dad gracias al Señor porque es bueno,/ porque es eterna su misericordia. Diga la casa de Israel:/ eterna es su misericordia. Diga la casa de Aarón:/ eterna es su misericordia. Digan los fieles del Señor:/ eterna es su misericordia. En el peligro grité al Señor,/ y me escuchó, poniéndome a salvo. El Señor está conmigo: no temo;/ ¿qué podrá hacerme el hombre?/ El Señor está conmigo y me auxilia,/ veré la derrota de mis adversarios. Mejor es refugiarse en el Señor/ que fiarse de los hombres,/ mejor es refugiarse en el Señor/ que confiar en los magnates. Todos los pueblos me rodeaban,/ en el nombre del Señor los rechacé;/ me rodeaban cerrando el cerco,/ en el nombre del Señor los rechacé;/ me rodeaban como avispas,/ ardiendo como fuego en las zarzas, en el nombre del Señor los rechacé. Empujaban y empujaban para derribarme,/ pero el Señor me ayudó;/ el Señor es mi fuerza y mi energía,/ él es mi salvación. Escuchad: hay cantos de victoria/ en las tiendas de los justos:/ «La diestra del Señor es poderosa,/ la diestra del Señor es excelsa,/ la diestra del Señor es poderosa». No he de morir, viviré/ para contar las hazañas del Señor./ Me castigó, me castigó el Señor,/ pero no me entregó a la muerte. Abridme las puertas del triunfo,/ y entraré para dar gracias al Señor. Esta es la puerta del Señor:/ los vencedores entrarán por ella.
Éste es el día en que actuó el Señor:/ sea nuestra alegría y nuestro gozo./ Señor, danos la salvación;/ Señor, danos prosperidad. Bendito el que viene en nombre del Señor,/ os bendecimos desde la casa del Señor;/ el Señor es Dios: él nos ilumina. Ordenad una procesión con ramos/ hasta los ángulos del altar. Tú eres mi Dios, te doy gracias;/ Dios mío, yo te ensalzo. Dad gracias al Señor porque es bueno,/ porque es eterna su misericordia. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Cantemos un himno al Señor nuestro Dios. Aleluya.
Cántico
Dan 3, 52-57
Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres:/ a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito tu nombre, santo y glorioso:/ a él gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres en el templo de tu santa gloria:/ a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres sobre el trono de tu reino:/ a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres tú, que sentado sobre querubines/ sondeas los abismos:/ a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres en la bóveda del cielo:/ a ti honor y alabanza por los siglos. Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Gloria y antífona 2
9 de Junio - X Domingo del Tiempo Ordinario /C
Antífona 3 - Alabad al Señor por su inmensa grandeza. Aleluya.
Salmo 150
Alabad al Señor en su templo,/ alabadlo en su augusto firmamento. Alabadlo por sus obras magníficas,/ alabadlo por su inmensa grandeza. Alabadlo tocando trompetas,/alabadlo con arpas y cítaras, alabadlo con tambores y danzas,/ alabadlo con trompas y flautas, alabadlo con platillos sonoros,/ alabadlo con platillos vibrantes. Todo ser que alienta, alabe al Señor. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Ez 36, 25-27
Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará: de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he de purificar; y os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Os infundiré mi espíritu, y haré que caminéis según mis preceptos, y que guardéis y cumpláis mis mandatos.
Responsorio breve
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ser «Dios con nosotros» y digámosle con confianza: Señor Jesús, rey de la gloria, sé tú nuestra luz y nuestro gozo. Señor Jesús, sol que naces de lo alto y primicia de la humanidad resucitada, * haz que siguiéndote a ti no caminemos nunca en sombras de muerte, sino que tengamos siempre la luz de la vida. Que sepamos descubrir, Señor, cómo todas las criaturas están llenas de tus perfecciones. * Para que así, en todas ellas, sepamos contemplarte a ti. No permitas, Señor, que hoy nos dejemos vencer por el mal, * antes danos tu fuerza para que venzamos al mal a fuerza de bien. Tú que, bautizado por Juan en el Jordán, fuiste ungido con el Espíritu Santo, * asístenos durante este día para que actuemos movidos por este mismo Espíritu. (Se pueden añadir algunas intenciones libre)
Por Jesús nos llamamos y somos hijos de Dios; por ello nos atrevemos a decir: Padre nuestro.
Oración
V Te damos gracias, ¡oh Dios!, invocando tu nombre. R Te damos gracias, ¡oh Dios!, invocando tu nombre. V Pregonando tus maravillas. R Invocando tu nombre.
Dios nuestro, de quien todo bien procede, concédenos seguir siempre tus inspiraciones, para que tratemos de hacer continuamente lo que es recto y, con tu ayuda, lo llevemos siempre a cabo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Te damos gracias, ¡oh Dios!, invocando tu nombre.
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Jesús dijo al joven que estaba muerto: “Levántate”. Y lo llevó a su madre.
Preces Invoquemos, hermanos, a nuestro Salvador, que ha venido al mundo para
Conclusión
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9 de Junio - X Domingo del Tiempo Ordinario /C
Oración de la Tarde - II Vísperas
Invitación: La beata Isabel de la Trinidad, una enamorada de este misterio, nos invita a orar: “¡Oh Verbo eterno, Palabra de mi Dios!, quiero pasar mi vida escuchándote; Espíritu de amor, ven a mí para que se realice en mi alma como una encarnación del Verbo; ¡Padre!, protege a tu pobre criatura, cúbrela con tu sombra”.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno, II Vísperas, pág. 5 Antífona 1 - Cristo es sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec. Aleluya.
Salmo 109, 1-5. 7 Oráculo del Señor a mi Señor:/ «Siéntate a mi derecha,/ y haré de tus enemigos/ estrado de tus pies». Desde Sión extenderá el Señor/ el poder de tu cetro:/ somete en la batalla a tus enemigos. «Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,/ entre esplendores sagrados;/ yo mismo te engendré, como rocío,/ antes de la aurora». El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:/ «Tú eres sacerdote eterno / según el rito de Melquisedec». El Señor a tu derecha, el día de su ira,/ quebrantará a los reyes.
de decir las naciones:/ «Dónde está su Dios»? Nuestro Dios está en el cielo,/ lo que quiere lo hace /Sus ídolos, en cambio, son plata y oro,/ hechura de manos humanas:/ tienen boca, y no hablan; / tienen ojos, y no ven;/ tienen orejas, y no oyen;/ tienen nariz, y no huelen; tienen manos, y no tocan;/ tienen pies, y no andan;/ no tiene voz su garganta:/ que sean igual los que los hacen,/ cuantos confían en ellos. Israel confía en el Señor:/ él es su auxilio y su escudo./ La casa de Aarón confía en el Señor:/ él es su auxilio y su escudo./ Los fieles del Señor confían en el Señor:/ él es su auxilio y su escudo. Que el Señor se acuerde de nosotros y nos bendiga,/ bendiga a la casa de Israel,/ bendiga a la casa de Aarón;/ bendiga a los fieles del Señor, /pequeños y grandes. Que el Señor os acreciente,/ a vosotros y a vuestros hijos;/ benditos seáis del Señor,/ que hizo el cielo y la tierra./ El cielo pertenece al Señor,/ la tierra se la ha dado a los hombres.
En su camino beberá del torrente,/ por eso levantará la cabeza. Gloria y antífona 1
Los muertos ya no alaban al Señor,/ ni los que bajan al silencio./ Nosotros, sí, bendeciremos al Señor/ ahora y por siempre. Gloria y antífona 2
Antífona 2 - Nuestro Dios está en el cielo, y lo que quiere lo hace. Aleluya.
Antífona 3 - Alabad al Señor sus siervos todos, pequeños y grandes. Aleluya.
Salmo 113 B
Cántico
No a nosotros, Señor, no a nosotros,/ sino a tu nombre da la gloria; /por tu bondad, por tu lealtad. /¿Por qué han
Ap 19, 1-2. 5-7
Aleluya La Salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios./ (R Aleluya).
9 de Junio - X Domingo del Tiempo Ordinario /C
Porque sus juicios son verdaderos y justos. R Aleluya, (aleluya). Aleluya Alabad al Señor, sus siervos todos. / (R Aleluya). Los que le teméis, pequeños y grandes. R Aleluya, (aleluya). Aleluya Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo./ (R Aleluya). Alegrémonos y gocemos y démosle gracias. R Aleluya, (aleluya).
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porque vive para interceder en su favor, y digámosle con plena confianza: Acuérdate, Señor, de tu pueblo. Señor Jesús, sol de justicia que iluminas nuestras vidas, al llegar al umbral de la noche te pedimos por todos los hombres, * que todos lleguen a gozar eternamente de tu luz. Guarda, Señor, la alianza sellada con tu sangre * y santifica a tu Iglesia para que sea siempre inmaculada y santa.
Aleluya. Llegó la boda del Cordero./ (R Aleluya). Su esposa se ha embellecido. R Aleluya, (aleluya). Gloria y antífona 3
Acuérdate de esta comunidad aquí reunida, * que tú elegiste como morada de tu gloria.
Lectura breve
(Se pueden añadir algunas intenciones libres)
2Tes 2, 13-14
Nosotros debemos dar continuamente gracias a Dios por vosotros, hermanos, a quienes tanto ama el Señor. Dios os eligió desde toda la eternidad para daros la salud por la santificación que obra el Espíritu y por la fe en la verdad. Con tal fin os convocó por medio del mensaje de la salud, anunciado por nosotros, para daros la posesión de la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
Responsorio breve
V Nuestro Señor es grande y poderoso. R Nuestro Señor es grande y poderoso. V Su sabiduría no tiene medida. R Nuestro Señor es grande y poderoso. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Nuestro Señor es grande y poderoso.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Un gran profeta ha surgido entre nosotros: Dios ha visitado a su pueblo. Preces Demos gloria y honor a Cristo, que puede salvar definitivamente a los que por medio de él se acercan a Dios,
Que, los que están en camino tengan un viaje feliz * y regresen a sus hogares con salud y alegría. Acoge, Señor, a tus hijos difuntos * y concédeles tu perdón y la vida eterna. Terminemos nuestras preces con la oración que Cristo nos enseñó: Padre nuestro.
Oración Dios nuestro, de quien todo bien procede, concédenos seguir siempre tus inspiraciones, para que tratemos de hacer continuamente lo que es recto y, con tu ayuda, lo llevemos siempre a cabo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
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10 de Junio - Lunes, Feria, X Sem. del Tpo. Ord.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Después de una jornada de trabajo, nos disponemos a entrar en la noche donde reinan las tinieblas. En la gran noche pascual cantamos: “Rotas las cadenas de la muerte, Cristo asciende victorioso del abismo”. Sobre la noche del pecado ha brillado Jesús resucitado, que es la luz que aleja de nosotros toda tiniebla. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios del Domingo, II Vísperas, pág. 14)
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA Lectura: Lc 7,11-17 A Lucas le gusta descubrir ante la multitud la actitud compasiva de Jesús. Manifiesta tener una gran sensibilidad humana ante el dolor. Al contemplar la situación en la que se encuentra la mujer que acaba de perder el hijo, se le conmovió el corazón. La compasión es el paso previo para pasar a la acción. Sin que nadie se lo pida, él mismo se adelanta para ir al encuentro de la madre. La situación en la que queda la mujer es muy difícil, pues, se trata de una viuda. En la Biblia, se hace siempre especial mención de las viudas, al hablar de las personas que necesitan protección y ayuda. La situación se agrava, por tratarse del único hijo que tenía; con lo cual queda totalmente desamparada. La compasión de Jesús es dinámica y activa. No se queda en el simple lamento. Avanza hacia el féretro, lo toca; y como quien tiene autoridad sobre la muerte, ordena al joven que se levante. El joven se levantó, y se lo devolvió a su madre. Como toda acción milagrosa de Jesús, devolver vivo el hijo a la madre es un signo. Se revela como Señor de la vida y de la muerte: él es “la resurrección y la vida” (Jn 11,25). Los discípulos hemos de aprender a tener sensibilidad humana y cristiana ante los problemas de la gente. Hay que pasar del lamento a la compasión activa: la búsqueda de soluciones. La acción milagrosa de Jesús Ha de estimular nuestra creatividad ante cualquier situación que se presente. Hemos de actuar nosotros, y hemos de procurar que las instituciones y otras personas también aporten su colaboración. P. Antonio Danoz, Redentorista
10 de Junio - Lunes, Feria, X Sem. del Tpo. Ord. Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Dios se nos reveló como Padre/Madre; esto nos invita a mantener con él una relación de hijos. Se nos reveló también como Hijo de Dios; como hermanos suyos, hemos de aprender a hacer en todo momento la voluntad de nuestro Padre/Madre. Se nos reveló como Espíritu Santo; sobre nosotros ha derramado con abundancia sus dones, también el de orar como conviene.
10 de Junio - Lunes, Feria, X Sem. del Tpo. Ord.
Invocación inicial
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En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
¿Por qué te acongojas, alma mía,/ por qué te me turbas?/ Espera en Dios, que volverás a alabarlo:/ «Salud de mi rostro, Dios mío». Gloria y antífona 1
Antífona (para el salmo invitatorio):
Antífona 2 - Muéstranos, Señor, tu gloria y tu compasión.
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza.
Demos vítores al Señor, aclamándolo con cantos.
Himno, Días de Feria Tpo. Ord., pág. 6 Antífona 1 - ¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios?
Salmo 41
Como busca la cierva/ corrientes de agua,/ así mi alma te busca/ a ti, Dios mío; tiene sed de Dios,/ del Dios vivo:/ ¿cuándo entraré a ver/ el rostro de Dios? Las lágrimas son mi pan/ noche y día,/ mientras todo el día me repiten:/ «¿Dónde está tu Dios?». Recuerdo otros tiempos,/ y mi alma desfallece de tristeza:/ cómo marchaba a la cabeza del grupo,/ hacia la casa de Dios,/ entre cantos de júbilo y alabanza,/ en el bullicio de la fiesta. ¿Por qué te acongojas, alma mía,/ por qué te me turbas?/ Espera en Dios, que volverás a alabarlo:/ «Salud de mi rostro, Dios mío».
Cántico
Sir 36, 1-7. 13-16
Sálvanos, Dios del universo,/ infunde tu terror a todas las naciones;/ amenaza con tu mano al pueblo extranjero,/ para que sienta tu poder. Como les mostraste tu santidad al castigarnos,/ muéstranos así tu gloria castigándolos a ellos:/ para que sepan, como nosotros lo sabemos,/ que no hay Dios fuera de ti. Renueva los prodigios, repite los portentos,/ exalta tu mano, robustece tu brazo. Reúne a todas las tribus de Jacob/ y dales su heredad como antiguamente. Ten compasión del pueblo que lleva tu nombre,/ de Israel, a quien nombraste tu primogénito./ Ten compasión de tu ciudad santa,/ de Jerusalén, lugar de tu reposo. Llena a Sión de tu majestad,/ y al templo de tu gloria. Gloria y antífona 2
Cuando mi alma se acongoja,/ te recuerdo,/ desde el Jordán y Hermón/ y el Monte Menor.
Antífona 3 - Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.
Una sima grita a otra sima/ con voz de cascadas:/ tus torrentes y tus olas /me han arrollado.
El cielo proclama la gloria de Dios,/ el firmamento pregona la obra de sus manos:/ el día al día le pasa el mensaje,/ la noche a la noche se lo murmura.
De día el Señor/ me hará misericordia,/ de noche cantaré la alabanza/ del Dios de mi vida. Diré a Dios: Roca mía,/ ¿por qué me olvidas?/ ¿Por qué voy andando, sombrío,/ hostigado por mi enemigo? Se me rompen los huesos/ por las burlas del adversario;/ todo el día me preguntan:/ «¿Dónde está tu Dios?»
Salmo 18 A
Sin que hablen, sin que pronuncien,/ sin que resuene su voz,/ a toda la tierra alcanza su pregón/ y hasta los límites del orbe su lenguaje. Allí le ha puesto su tienda al sol:/ él sale como el esposo de su alcoba,/ contento como un héroe, a recorrer su camino.
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10 de Junio - Lunes, Feria, X Sem. del Tpo. Ord.
Asoma por un extremo del cielo,/ y su órbita llega al otro extremo:/ nada se libra de su calor. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Jer 15, 16
Cuando encontraba palabras tuyas las devoraba; tus palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón, porque tu nombre fue pronunciado sobre mí, ¡Señor, Dios de los ejércitos!
Responsorio breve
V Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos. R Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos. V Cantadle un cántico nuevo. R Que merece la alabanza de los buenos. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo.
Preces Demos gracias a nuestro Salvador que ha hecho de nosotros un pueblo de reyes y sacerdotes, y digámosle: Consérvanos, Señor, en tu servicio.
Señor Jesús, sacerdote eterno, que has querido que tu pueblo participara de tu sacerdocio: * haz que ofrezcamos siempre sacrificios espirituales, agradables al Padre. Danos, Señor, la abundancia de los frutos del Espíritu Santo: * comprensión, bondad, amabilidad. Que la luz de la fe ilumine este nuevo día * y que durante el mismo caminemos por las sendas del amor. Haz que busquemos siempre el bien de nuestros hermanos * y les ayudemos a progresar en su salvación. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Con el gozo que nos da el sabernos hijos de Dios, digamos confiadamente: Padre nuestro.
Oración Señor, Dios todopoderoso, que nos has hecho llegar al comienzo de este día: danos tu ayuda para que no caigamos hoy en pecado, sino que nuestras palabras, pensamientos y acciones sigan el camino de tus mandatos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Santiago en su carta escribe: “Si alguno de ustedes está falto de sabiduría, que la pida a Dios, que a todos da generosamente. Pero que la pida con fe, sin vacilar” (1,5-6). Seguro que no andamos sobrados de sabiduría. Pidámosla a Dios ahora en nuestra oración.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno, Días de Feria Tpo. Ord., pág. 6
10 de Junio - Lunes, Feria, X Sem. del Tpo. Ord.
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Antífona 1 - Eres el más bello de los hombres, en tus labios se derrama la gracia.
«A cambio de tus padres tendrás hijos,/ que nombrarás príncipes por toda la tierra».
Salmo 44
Quiero hacer memorable tu nombre/ por generaciones y generaciones,/ y los pueblos te alabarán/ por los siglos de los siglos. Gloria y antífona 2
Eres el más bello de los hombres,/ en tus labios se derrama la gracia,/ el Señor te bendice eternamente.
Antífona 3 - Dios proyectó hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza, cuando llegase el momento culminante.
I Me brota del corazón un poema bello,/ recito mis versos a un rey;/ mi lengua es ágil pluma de escribano.
Cíñete al flanco la espada, valiente:/ es tu gala y tu orgullo;/ cabalga victorioso por la verdad y la justicia, /tu diestra te enseñe a realizar proezas./ Tus flechas son agudas, los pueblos se te rinden,/ se acobardan los enemigos del rey. Tu trono, ¡oh Dios!, permanece para siempre;/ cetro de rectitud es tu cetro real;/ has amado la justicia y odiado la impiedad:/ por eso el Señor, tu Dios, te ha ungido/ con aceite de júbilo entre todos tus compañeros. A mirra, áloe y acacia huelen tus vestidos,/ desde los palacios de marfiles te deleitan las arpas./ Hijas de reyes salen a tu encuentro,/ de pie a tu derecha está la reina/ enjoyada con oro de Ofir. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Llega el esposo, salid a recibirlo. II Escucha, hija, mira: inclina el oído,/ olvida tu pueblo y la casa paterna:/ prendado está el rey de tu belleza, / póstrate ante él, que él es tu señor./ La ciudad de Tiro viene con regalos,/ los pueblos más ricos buscan tu favor. Ya entra la princesa, bellísima,/ vestida de perlas y brocado;/ la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes,/ la siguen sus compañeras:/ las traen entre alegría y algazara,/ van entrando en el palacio real.
Cántico
Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,/ Padre de nuestro Señor Jesucristo, /que nos ha bendecido en la persona de Cristo/ con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo,/ antes de crear el mundo,/ para que fuésemos consagrados/ e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo,/ por pura iniciativa suya,/ a ser sus hijos, /para que la gloria de su gracia,/ que tan generosamente nos ha concedido/ en su querido Hijo,/ redunde en alabanza suya. Por este Hijo, por su sangre,/ hemos recibido la redención,/ el perdón de los pecados./ El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia/ ha sido un derroche para con nosotros,/ dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Éste es el plan/ que había proyectado realizar por Cristo /cuando llegase el momento culminante:/ hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo/ por cabeza,/ las del cielo y las de la tierra. Gloria y antífona 3
Lectura breve
1Tes 2, 13
Nosotros continuamente damos gracias a Dios; porque habiendo recibido la palabra de Dios predicada por nosotros, la acogisteis, no como palabra humana, sino —como es en realidad— como
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10 de Junio - Lunes - Oración de la Noche - Completas / Palabra de Dios para cada día
palabra de Dios, que ejerce su acción en vosotros, los creyentes.
Responsorio breve
Señor, sé refugio de los oprimidos * y protégelos en todas sus necesidades.
V Suba, Señor, a ti mi oración. R Suba, Señor, a ti mi oración.
(Se pueden añadir algunas intenciones libres)
V Como incienso en tu presencia. R A ti mi oración. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Suba, Señor, a ti mi oración.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Proclame grandeza, Dios mío.
mi
alma
Ten compasión de los que no encuentran trabajo * y haz que consigan un empleo digno y estable.
tu
Preces Alabemos a Cristo, que ama a la Iglesia y le da alimento y calor, y roguémosle confiados diciendo: Atiende, Señor, los deseos de tu pueblo. Haz, Señor, que todos los hombres se salven * y lleguen al conocimiento de la verdad. Guarda con tu protección al papa Francisco y a nuestro obispo N., * ayúdalos con el poder de tu brazo.
Te pedimos por el eterno descanso de los que durante su vida ejercieron el ministerio para el bien de tu Iglesia: * que también te celebren eternamente en tu reino. Fieles a la recomendación del Salvador nos atrevemos a decir: Padre nuestro.
Oración
Dios todopoderoso y eterno, que has querido asistirnos en el trabajo que nosotros, tus siervos inútiles, hemos realizado hoy, te pedimos que, al llegar al término de este día, acojas benignamente nuestro sacrificio vespertino de acción de gracias y recibas con bondad la alabanza que te dirigimos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Ahora que nos enfrentamos a las tinieblas de la noche, oramos poniendo en manos del Señor nuestro descanso. Él nos ayuda a reponer nuestras fuerzas, para que mañana al levantarnos podamos servirlo con más entusiasmo. Durante el sueño, cuidará de nosotros como la madre que vigila el sueño de su hijo. (Completas. Textos comunes, pág. 9 y propios del Lunes pág. 16)
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA Lectura: 2 Co 12,1-6 No deja de ser novedoso que Pablo se meta por los campos siempre sorpresivos de las visiones y revelaciones. Este tema lo había desarrollado con cierta amplitud en su primera carta a la comunidad de Corinto. Es posible que entre los corintios hubiera personas que experimentaran estos fenómenos de visiones y revelaciones. Lo que el apóstol quiere que sepan es que él no carecía de ninguna clase de dones, incluidas las visiones y las revelaciones. Esta suerte de “autobiografía espiritual íntima” no abunda en los escritores del
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11 de Junio - Martes, San Bernabé, Apóstol
Nuevo Testamento. La primera actividad misteriosa que narra son los arrebatos místicos. Las cosas que vio lo dejaron desconcertado; lo mismo que las palabras inefables que escuchó. Ignoramos a qué hecho puede referirse el apóstol. Con semejantes fenómenos místicos a Pablo no se le suben los humos a la cabeza. Sabe que se trata de un don de Dios y que no es mérito suyo. Tampoco los exhibe, como credenciales de su condición de apóstol de Jesucristo y de las obras de evangelización que realiza. No faltan en la comunidad cristiana personas con obsesiones, que identifican con visiones y revelaciones. También existen grupos que promueven ciertas fenomenologías poco ortodoxas. Lo que de verdad interesa es una fe firme y confesada, y el servicio generoso a los hermanos necesitados. Estos carismas sí debemos solicitarlos para nuestras comunidades. P. Antonio Danoz, Redentorista
11 de Junio - Martes, San Bernabé, Apóstol, F Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: San Bernabé, cuya fiesta celebramos, aparece en los Hechos de los Apóstoles como un “hombre de bien, lleno del Espíritu Santo y de fe. Se distinguió en la comunidad de Jerusalén por su compartir cristiano. Vendió un terreno y confió a los apóstoles el monto de la venta, para que lo distribuyeran entre los pobres.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio):
Venid, adoremos al Espíritu Santo, que nos habló por los profetas y doctores.
Himno Vosotros, que escuchasteis la llamada/ de viva voz que Cristo os dirigía,/ abrid nuestro vivir y nuestra alma/ al mensaje de amor que él nos envía. Vosotros, que invitados al banquete/ gustasteis el sabor del nuevo vino,/ llenad el vaso del amor que ofrece,/ al sediento de Dios en su camino. Vosotros, que tuvisteis tan gran suerte/ de verle dar a muertos nueva
vida,/ no dejéis que el pecado y que la muerte/ nos priven de la vida recibida. Vosotros, que lo visteis ya glorioso,/ hecho Señor de gloria sempiterna, / haced que nuestro amor conozca el gozo/ de vivir junto a él la vida eterna. Amén. Antífona 1 - Envíame, Señor, tu luz y tu verdad.
Salmo 42 Hazme justicia, ¡oh Dios!, defiende mi causa/ contra gente sin piedad,/ sálvame del hombre traidor y malvado. Tú eres mi Dios y protector,/¿por qué me rechazas?/ ¿Por qué voy andando sombrío,/ hostigado por mi enemigo? Envía tu luz y tu verdad:/ que ellas me guíen/ y me conduzcan hasta tu monte santo,/ hasta tu morada.
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11 de Junio - Martes, San Bernabé, Apóstol
Que yo me acerque al altar de Dios,/ al Dios de mi alegría;/ que te dé gracias al son de la cítara,/ Señor, Dios mío. ¿Por qué te acongojas, alma mía,/ por qué te me turbas?/ Espera en Dios, que volverás a alabarlo:/ «Salud de mi rostro, Dios mío». Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Protégenos, Señor, todos los días de nuestra vida.
Cántico
Is 38, 10-14. 17-20
Yo pensé: «En medio de mis días/ tengo que marchar hacia las puertas del abismo;/ me privan del resto de mis años». Yo pensé: «Ya no veré más al Señor/ en la tierra de los vivos,/ ya no miraré a los hombres/ entre los habitantes del mundo. Levantan y enrollan mi vida/ como una tienda de pastores./ Como un tejedor devanaba yo mi vida/ y me cortan la trama». Día y noche me estás acabando,/ sollozo hasta el amanecer./ Me quiebras los huesos como un león,/ día y noche me estás acabando. Estoy piando como una golondrina,/ gimo como una paloma./ Mis ojos mirando al cielo se consumen:/ ¡Señor, que me oprimen, sal fiador por mí! Me has curado, me has hecho revivir,/ la amargura se me volvió paz/ cuando detuviste mi alma ante la tumba vacía/ y volviste la espalda a todos mis pecados. El abismo no te da gracias,/ ni la muerte te alaba,/ ni esperan en tu fidelidad/ los que bajan a la fosa. Los vivos, los vivos son quienes te alaban:/ como yo ahora./ El padre enseña a sus hijos tu fidelidad. Sálvame, Señor, y tocaremos nuestras arpas /todos nuestros días en la casa del Señor. Gloria y antífona 2
Antífona 3 - ¡Oh Dios!, tú mereces un himno en Sión. +
Salmo 64 ¡Oh Dios!, tú mereces un himno en Sión,/ + y a ti se te cumplen los votos, / porque tú escuchas las súplicas. A ti acude todo mortal/ a causa de sus culpas;/ nuestros delitos nos abruman,/ pero tú los perdonas. Dichoso el que tú eliges y acercas/ para que viva en tus atrios:/ que nos saciemos de los bienes de tu casa,/ de los dones sagrados de tu templo. Con portentos de justicia nos respondes,/ Dios, Salvador nuestro; /tú, esperanza del confín de la tierra/ y del océano remoto; tú que afianzas los montes con tu fuerza,/ ceñido de poder;/ tú que reprimes el estruendo del mar, /el estruendo de las olas /y el tumulto de los pueblos. Los habitantes del extremo del orbe / se sobrecogen ante tus signos, /y a las puertas de la aurora y del ocaso /las llenas de júbilo. Tú cuidas de la tierra, la riegas /y la enriqueces sin medida; /la acequia de Dios va llena de agua,/ preparas los trigales; riegas los surcos, igualas los terrones,/ tu llovizna los deja mullidos, / bendices sus brotes;/ coronas el año con tus bienes,/ las rodadas de tu carro rezuman abundancia; rezuman los pastos del páramo,/ y las colinas se orlan de alegría;/ las praderas se cubren de rebaños,/ y los valles se visten de mieses,/ que aclaman y cantan. Gloria y antífona 3
Lectura breve
1Co 15,1-2ª 3-4
Hermanos: Os quiero traer a la memoria el mensaje evangélico que os prediqué; el que abrazasteis, el mismo en que os
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11 de Junio - Martes, San Bernabé, Apóstol
mantenéis firmes todavía y por el que estáis en camino de salvación. En primer lugar os comunique el mensaje que yo mismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras, y fue sepultado, resucitó al tercer día y vive, según lo anunciaron también las Escrituras.
Responsorio breve
V Proclamaron las alabanzas del Señor y su poder. Aleluya, aleluya. R Proclamaron las alabanzas del Señor y su poder. Aleluya, aleluya. V Y las maravillas que realizó. R Aleluya, aleluya. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Proclamaron las alabanzas del Señor y su poder. Aleluya, aleluya.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Bernabé partió para Tarso en busca de Saulo y luego lo llevó a Antioquía, allí vivieron dentro de la comunidad e instruyeron a muchísima gente. Aleluya.
Preces Aclamemos a nuestro Salvador, que ha aniquilado la muerte, y ha hecho brillar la vida y la inmortalidad por el Evangelio, y supliquémosle, diciendo: Confirma a tu Iglesia en la fe y la caridad. Tú que por medio de doctores santos y eximios has glorificado a tu Iglesia, * haz que todos los cristianos resplandezcan por su virtud.
Tú que por la oración de los santos pastores, que a semejanza de Moisés oraban por el pueblo, perdonaste los pecados de tus fieles, * purifica y santifica también ahora a la santa Iglesia por la intercesión de los santos. Tú que de entre los fieles elegiste a los santos pastores y, por tu Espíritu, los consagraste como ministros en bien de sus hermanos, * llena también de tu Espíritu a todos los pastores del pueblo de Dios. Tú que fuiste la heredad de los santos pastores, * no permitas que ninguno de los que fueron adquiridos por tu sangre viva alejado de ti. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Digamos juntos la oración que Cristo nos enseñó como modelo de toda oración. Padre nuestro.
Oración Dios nuestro, que, después de haber infundido en abundancia la fe y el Espíritu Santo en san Bernabé, lo destinaste para que anunciara a los pueblos paganos el mensaje de salvación, haz que el Evangelio de Cristo, que él predicó valerosamente, sea proclamado con fidelidad por nuestras palabras y nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: San Bernabé aparece también entre los dirigentes de la comunidad de Antioquía. Se distinguió por su celo en anunciar el Evangelio. Él fue quien llevó a Pablo a Antioquía. Lo acompañó durante el primer viaje apostólico. En nuestra oración pedimos a Dios que mande evangelizadores llenos de Espíritu Santo a su Iglesia.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
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11 de Junio - Martes, San Bernabé, Apóstol
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
El sepulcro es su morada perpetua/ y su casa de edad en edad,/ aunque hayan dado nombre a países.
Himno
El hombre no perdura en la opulencia,/ sino que perece como los animales. Gloria y antífona 1
¡Columnas de la Iglesia, piedras vivas!/ ¡Apóstoles de Dios, grito del Verbo!/ Benditos nuestros pies, porque han llegado para anunciar la paz al mundo entero. De pie en la encrucijada de la vida, del hombre peregrino y de los pueblos, lleven agua de Dios a los cansados, hambre de Dios lleven a los hambrientos. De puerta en puerta va nuestro mensaje, que es verdad y es amor y es Evangelio. No teman, pecadores, que sus manos son caricias de paz y de consuelo. Gracias, Señor, que el pan de tu palabra nos llega por tu amor, pan verdadero; gracias, Señor, que el pan de vida nueva nos llega por tu amor, partido y tierno. Amén. Antífona 1 - No podéis servir a Dios y al dinero.
Salmo 48
I Oíd esto, todas las naciones,/ escuchadlo, habitantes del orbe:/ plebeyos y nobles, ricos y pobres; mi boca hablará sabiamente,/ y serán muy sensatas mis reflexiones;/ prestaré oído al proverbio/ y propondré mi problema al son de la cítara. ¿Por qué habré de temer los días aciagos,/ cuando me cerquen y me acechen los malvados,/ que confían en su opulencia/ y se jactan de sus inmensas riquezas,/ si nadie puede salvarse/ ni dar a Dios un rescate? Es tan caro el rescate de la vida,/ que nunca les bastará/ para vivir perpetuamente/ sin bajar a la fosa.
Mira: los sabios mueren,/ lo mismo que perecen los ignorantes y necios,/ y legan sus riquezas a extraños.
Antífona 2 - «Atesorad tesoros en el cielo», dice el Señor. II Éste es el camino de los confiados, / el destino de los hombres satisfechos: son un rebaño para el abismo,/ la muerte es su pastor,/ y bajan derechos a la tumba;/ se desvanece su figura/ y el abismo es su casa. Pero a mí, Dios me salva,/ me saca de las garras del abismo/ y me lleva consigo. No te preocupes si se enriquece un hombre/ y aumenta el fasto de su casa:/ cuando muera, no se llevará nada,/ su fasto no bajará con él. Aunque en vida se felicitaba:/ «Ponderan lo bien que lo pasas»,/ irá a reunirse con sus antepasados,/ que no verán nunca la luz. El hombre rico e inconsciente/ es como un animal que perece. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.
Cántico
Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,/ el honor y el poder/ porque tú has creado el universo;/ porque por tu voluntad lo que no existía fue creado. Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,/ porque fuiste degollado/ y por tu sangre compraste para Dios /hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;/ y has hecho de ellos para nuestro Dios/ un reino de sacerdotes /y reinan sobre la tierra.
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11 de Junio - Martes, San Bernabé, Apóstol
Digno es el Cordero degollado/ de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,/ la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Col 1,3b-6a
Damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, en todo momento, rezando por vosotros, al oír hablar de vuestra fe en Jesucristo y del amor que tenéis a todos los santos, por la esperanza que os está reservada en los cielos, sobre la cual oísteis hablar por la palabra verdadera de la Buena Noticia, que se os hizo presente, y está dando fruto y prosperando en todo el mundo igual que entre vosotros.
Responsorio breve
V Contad a los pueblos la gloria del Señor. R Contad a los pueblos la gloria del Señor. V Sus maravillas a todas las naciones. R La gloria del Señor. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Contad a los pueblos la gloria del Señor.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Toda la asamblea guardó silencio y escucharon a Pablo y a Bernabé, que contaban todas las señales y prodigios que, por su medio, había obrado Dios entre los gentiles. Preces Invoquemos a Dios, fuente de toda luz, que por medio del Evangelio de su Hijo nos ha llamado a la fe verdadera, y oremos por su pueblo santo, diciendo: Acuérdate, Señor, de tu Iglesia. Padre santo, que sacaste de entre los muertos a Jesús, gran pastor de las ovejas, * haz que nosotros seamos testigos de Cristo hasta los confines del mundo.
Padre santo, tú que enviaste a tu Hijo al mundo para dar la Buena Noticia a los pobres, * haz que el Evangelio sea proclamado a toda la creación. Tú que enviaste a tu Hijo a sembrar la semilla de la palabra, * haz que, sembrando también tu palabra con nuestro esfuerzo, recojamos sus frutos con alegría. Tú que enviaste a tu Hijo para que reconciliara el mundo contigo, * haz que también nosotros cooperemos a la reconciliación de los hombres. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Tú que quisiste que tu Hijo resucitara el primero de entre los muertos, * concede a todos los que son de Cristo resucitar con él, el día de su venida. Oremos ahora al Padre, como Jesús enseñó a los apóstoles: Padre nuestro.
Oración Dios nuestro, que, después de haber infundido en abundancia la fe y el Espíritu Santo en san Bernabé, lo destinaste para que anunciara a los pueblos paganos el mensaje de salvación, haz que el Evangelio de Cristo, que él predicó valerosamente, sea proclamado con fidelidad por nuestras palabras y nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
San Bernabé Apóstol
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12 de Junio - Miércoles, Feria, X Sem. del Tpo. Ord.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Durante el día, Jesús anunciaba la Buena Noticia a las gentes, curaba enfermos, liberaba a los oprimidos por malos espíritus. Al terminar la jornada, buscaba espacios de silencio, soledad habitada por la presencia del Dios de la vida. A su oración unimos nuestra oración. A su salmodia de amor, unimos nuestro canto gozoso y lleno esperanza. (Completas. Textos comunes, pág. 9 y propios del Martes pág. 18)
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA Lectura: He 11,21-26 Lucas había presentado a Bernabé como persona importante en la Iglesia de Jerusalén, sin pertenecer al grupo de los doce apóstoles. Es un levita procedente de Chipre. Tuvo el gesto generoso de vender el campo que tenía, para ayudar a los necesitados (Hch 4,36-37). Lucas completa el perfil con estas palabras: “Hombre bueno, lleno de fe y de Espíritu Santo” (Hch 11,24). La misión que le confía la comunidad es ciertamente importante. Desde el primer momento, Bernabé demostró ser una persona decidida y emprendedora. Con su impulso, la comunidad se acrecentó “con un buen número de personas que se incorporaron al Señor” (Hch 11,24). Bernabé refleja el espíritu dinámico que reinaba en las primeras comunidades, concretamente en la comunidad de Antioquía. Toma una iniciativa que tendrá gran trascendencia para el futuro de la Iglesia. Se desplaza a Tarso en busca de Pablo y se lo trae a la comunidad de Antioquía. Lucas informa que en esta comunidad “había profetas, doctores”, y un buen grupo de personas notables comandadas por Bernabé. A Este grupo de dirigentes se incorpora Pablo. Durante un año se entregaron a una intensa labor en la ciudad. De aquí parte la primera misión apostólica, promovida por la comunidad, con Bernabé y con Pablo como protagonistas. Necesitamos comunidades y evangelizadores con el espíritu emprendedor que animó a Bernabé. P. Antonio Danoz, Redentorista
12 de Junio - Miércoles, Feria, X Sem. del Tpo. Ord. Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Nos ponemos en oración al comenzar las tareas. Para orar hace falta practicar una especial ascesis. “Esta particular ascesis se basa en la familiaridad amorosa con la palabra de Dios, y antes aún con el “silencio”, del que brota la Palabra en el diálogo de amor entre el Padre y el Hijo en el Espíritu Santo” (Benedicto XVI).
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza.
12 de Junio - Miércoles, Feria, X Sem. del Tpo. Ord.
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Antífona (para el salmo invitatorio):
Las nubes descargaban sus aguas,/ retumbaban los nubarrones,/ tus saetas zigzagueaban.
Himno, Días de Feria Tpo. Ord., pág. 6
Rodaba el fragor de tu trueno,/ los relámpagos deslumbraban el orbe,/ la tierra retembló estremecida.
En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría.
Antífona 1 - Dios mío, tus caminos son santos: ¿qué dios es grande como nuestro Dios?
Salmo 76 Alzo mi voz a Dios gritando,/ alzo mi voz a Dios para que me oiga. En mi angustia te busco, Señor mío:/ de noche extiendo las manos sin descanso,/ y mi alma rehúsa el consuelo./ Cuando me acuerdo de Dios, gimo,/ y meditando me siento desfallecer. Sujetas los párpados de mis ojos,/ y la agitación no me deja hablar./ Repaso los días antiguos, /recuerdo los años remotos;/ de noche lo pienso en mis adentros,/ y meditándolo me pregunto: ¿Es que el Señor nos rechaza para siempre/ y ya no volverá a favorecernos? /¿Se ha agotado ya su misericordia,/ se ha terminado para siempre su promesa?/ ¿Es que Dios se ha olvidado de su bondad,/ o la cólera cierra sus entrañas? Y me digo: ¡Qué pena la mía!/ ¡Se ha cambiado la diestra del Altísimo!/ Recuerdo las proezas del Señor; / sí, recuerdo tus antiguos portentos,/ medito todas tus obras/ y considero tus hazañas. Dios mío, tus caminos son santos:/ ¿qué dios es grande como nuestro Dios? Tú, ¡oh Dios!, haciendo maravillas,/ mostraste tu poder a los pueblos;/ con tu brazo rescataste a tu pueblo,/ a los hijos de Jacob y de José. Te vio el mar, ¡oh Dios!,/ te vio el mar y tembló,/ las olas se estremecieron.
Tú te abriste camino por las aguas,/ un vado por las aguas caudalosas,/ y no quedaba rastro de tus huellas: mientras guiabas a tu pueblo, como a un rebaño,/ por la mano de Moisés y de Aarón. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Mi corazón se regocija por el Señor que humilla y enaltece.
Cántico
1Sam 2, 1-10
Mi corazón se regocija por el Señor,/ mi poder se exalta por Dios;/ mi boca se ríe de mis enemigos,/ porque gozo con tu salvación./ No hay santo como el Señor,/ no hay roca como nuestro Dios. No multipliquéis discursos altivos,/ no echéis por la boca arrogancias,/ porque el Señor es un Dios que sabe;/ él es quien pesa las acciones. Se rompen los arcos de los valientes,/ mientras los cobardes se ciñen de valor;/ los hartos se contratan por el pan,/ mientras los hambrientos no tienen ya que trabajar;/ la mujer estéril da a luz siete hijos,/ mientras la madre de muchos se marchita. El Señor da la muerte y la vida,/ hunde en el abismo y levanta;/ da la pobreza y la riqueza, /humilla y enaltece. Él levanta del polvo al desvalido,/ alza de la basura al pobre,/ para hacer que se siente entre príncipes/ y que herede un trono de gloria; /pues del Señor son los pilares de la tierra,/ y sobre ellos afianzó el orbe. Él guarda los pasos de sus amigos,/ mientras los malvados perecen en las tinieblas,/ porque el hombre no triunfa por su fuerza.
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12 de Junio - Miércoles, Feria, X Sem. del Tpo. Ord.
El Señor desbarata a sus contrarios,/ el Altísimo truena desde el cielo,/ el Señor juzga hasta el confín de la tierra./ Él da fuerza a su Rey,/ exalta el poder de su Ungido. Gloria y antífona 2
En todo esto vencemos fácilmente por aquel que nos ha amado.
Responsorio breve
V Bendigo al Señor en todo momento. R Bendigo al Señor en todo momento.
Antífona 3 - El Señor reina, la tierra goza. +
V Su alabanza está siempre en mi boca. R En todo momento.
Salmo 96
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Bendigo al Señor en todo momento.
El Señor reina, la tierra goza,/ + se alegran las islas innumerables./ Tiniebla y nube lo rodean,/ justicia y derecho sostienen su trono. Delante de él avanza fuego/ abrasando en torno a los enemigos;/ sus relámpagos deslumbran el orbe,/ y, viéndolos, la tierra se estremece. Los montes se derriten como cera / ante el dueño de toda la tierra;/ los cielos pregonan su justicia,/ y todos los pueblos contemplan su gloria. Los que adoran estatuas se sonrojan,/ los que ponen su orgullo en los ídolos;/ ante él se postran todos los dioses. Lo oye Sión, y se alegra,/ se regocijan las ciudades de Judá/ por tus sentencias, Señor; porque tú eres Señor, /altísimo sobre toda la tierra,/ encumbrado sobre todos los dioses. El Señor ama al que aborrece el mal,/ protege la vida de sus fieles/ y los libra de los malvados. Amanece la luz para el justo,/ y la alegría para los rectos de corazón./ Alegraos, justos, con el Señor,/ celebrad su santo nombre. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Rom 8, 35. 37
¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo? ¿La aflicción? ¿La angustia? ¿La persecución? ¿El hambre? ¿La desnudez? ¿El peligro? ¿La espada?
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Sirvamos al Señor santidad todos nuestros días.
con
Preces Oremos a nuestro Señor Jesucristo, que prometió estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo, y digámosle confiados: Escúchanos, Señor. Quédate con nosotros, Señor, durante todo el día: * que la luz de tu gracia no conozca nunca el anochecer en nuestras vidas. Que el trabajo de este día sea como una oblación sin defecto, * y que sea agradable a tus ojos. Que en todas nuestras palabras y acciones seamos hoy luz del mundo * y sal de la tierra para cuantos nos traten. Que la gracia del Espíritu Santo habite en nuestros corazones y resplandezca en nuestras obras * para que así permanezcamos en tu amor y en tu alabanza. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Terminemos nuestra oración diciendo juntos las palabras del Señor y pidiendo al Padre que nos libre de todo mal: Padre nuestro.
Oración Envía, Señor, a nuestros corazones la abundancia de tu luz, para que, avanzando siempre por el camino de tus
12 de Junio - Miércoles, Feria, X Sem. del Tpo. Ord.
mandatos, nos veamos libres de todo error. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
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Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Cae la tarde y la naturaleza invita a recogerse; también para hacer oración. Nos convertimos durante algún tiempo en grandes oyentes, que significa grandes orantes. Después de oír a Dios que habla, desde el profundo del silencio interior, surge el desahogo de la plegaria, del cántico de alabanza, del himno de acción de gracias.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno, Días de Feria Tpo. Ord., pág. 6 Antífona 1 - Aguardamos la alegre esperanza, la aparición gloriosa de nuestro Salvador.
Salmo 61 Sólo en Dios descansa mi alma,/ porque de él viene mi salvación;/ sólo él es mi roca y mi salvación,/ mi alcázar: no vacilaré. ¿Hasta cuándo arremeteréis contra un hombre/ todos juntos, para derribarlo/ como a una pared que cede/ o a una tapia ruinosa? Sólo piensan en derribarme de mi altura,/ y se complacen en la mentira:/ con la boca bendicen,/ con el corazón maldicen. Descansa sólo en Dios, alma mía,/ porque él es mi esperanza;/ sólo él es mi roca y mi salvación,/ mi alcázar: no vacilaré. De Dios viene mi salvación y mi gloria/ él es mi roca firme,/ Dios es mi refugio. Pueblo suyo, confiad en él,/ desa-
hogad ante él vuestro corazón,/ que Dios es nuestro refugio. Los hombres no son más que un soplo,/ los nobles son apariencia:/ todos juntos en la balanza subirán/ más leves que un soplo. No confiéis en la opresión,/ no pongáis ilusiones en el robo;/ y aunque crezcan vuestras riquezas/ no les deis el corazón. Dios ha dicho una cosa,/ y dos cosas que he escuchado: «Que Dios tiene el poder/ y el Señor tiene la gracia;/ que tú pagas a cada uno/ según sus obras». Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Que Dios ilumine su rostro sobre nosotros y nos bendiga.
Salmo 66 El Señor tenga piedad y nos bendiga,/ ilumine su rostro sobre nosotros;/ conozca la tierra tus caminos,/ todos los pueblos tu salvación. ¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos,/ que todos los pueblos te alaben. Que canten de alegría las naciones,/ porque riges el mundo con justicia, / riges los pueblos con rectitud/ y gobiernas las naciones de la tierra. ¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos,/ que todos los pueblos te alaben.
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12 de Junio - Miércoles, Feria, X Sem. del Tpo. Ord.
La tierra ha dado su fruto,/ nos bendice el Señor, nuestro Dios./ Que Dios nos bendiga; que le teman/ hasta los confines del orbe. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Todo fue creado por él y para él.
Cántico
Col 1, 12-20
Damos gracias a Dios Padre,/ que nos ha hecho capaces de compartir/ la herencia del pueblo santo en la luz. Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,/ y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,/ por cuya sangre hemos recibido la redención, /el perdón de los pecados. Él es imagen de Dios invisible,/ primogénito de toda creatura /pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:/ celestes y terrestres, visibles e invisibles,/ Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades; /todo fue creado por él y para él. Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él./ Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia./ Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, / y así es el primero en todo. Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud./ Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas: /haciendo la paz por la sangre de su cruz /con todos los seres, así del cielo como de la tierra. Gloria y antífona 3
Lectura breve
1Pe 5, 5b-7
Sed humildes unos con otros, porque Dios resiste a los soberbios, pero da su gracia a los humildes. Inclinaos bajo la poderosa mano de Dios, para que a su tiempo os eleve. Descargad en él todas vuestras preocupaciones, porque él se interesa por vosotros.
Responsorio breve
V Guárdanos, Señor, como a las niñas de tus ojos.
R Guárdanos, Señor, como a las niñas de tus ojos. V A la sombra de tus alas escóndenos. R Como a las niñas de tus ojos. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Guárdanos, Señor, como a las niñas de tus ojos.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Haz, Señor, proezas con tu brazo, dispersa a los soberbios y enaltece a los humildes. Preces Aclamemos, hermanos, a Dios, nuestro salvador, que se complace en enriquecernos con sus dones, y digámosle con fe: Muéstranos, Señor, tu amor y danos tu paz. Dios eterno, mil años en tu presencia son como un ayer que pasó; * ayúdanos a recordar siempre que nuestra vida es como una hierba que se renueva por la mañana y se seca por la tarde. Alimenta a tu pueblo con el maná para que no perezca de hambre * y dale el agua viva para que nunca tenga sed. Concede, Señor, buen tiempo a las cosechas, * para que la tierra dé fruto abundante. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Que los difuntos puedan contemplar tu faz * y que nosotros tengamos un día parte en su felicidad. Confiemos nuestras súplicas a Dios, nuestro Padre, terminando nuestra oración con las palabras que Cristo nos enseñó: Padre nuestro.
Oración Dios nuestro, tu nombre es santo y tu misericordia llega a tus fieles de generación en generación; atiende, pues, las súplicas de tu pueblo y haz que pueda cantar eternamente tus alabanzas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
12 de Junio - Miércoles - Oración de la Noche - Completas / Palabra de Dios para cada dìa
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Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: En la oración de esta noche nos disponemos a vivir la caridad en la existencia diaria con un gran sentido práctico: Ser cariñosos, valorar a los demás como se merecen, realizar a la perfección los servicios, ser asiduos en la oración. En todo lo que hacemos, la esperanza nos ha de mantener alegres. (Completas. Textos comunes, pág. 9 y propios del Miércoles, pág. 20)
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA Lectura: 2 Co 12,7-10 Pablo no quiere engañar a nadie, induciendo a la gente a que lo valore por encima de sus méritos. Sería necio querer vanagloriarse de algo que ha recibido como un don gratuito que Dios le ha hecho. Para eliminar toda tentación de vanagloria ante los corintios, el apóstol hace una especie de confesión dramática de algo, que hasta ahora tenía como un secreto. Se trata de algo muy personal, que Pablo vivió sin comunicarlo. Se han hecho muchas especulaciones sobre esta confesión de Pablo. De sus palabras se deduce que se trata de algo que le afectaba profundamente. Lo llega a calificar de “verdadero delegado de Satanás que lo abofetea” (2Cor 12,7). Algunos se inclinan a pensar que se trata de una enfermedad que desconocemos. Esta situación dramática que describe el apóstol ha servido para conocer un poco mejor a Pablo. Nos ha dejado un bello ejemplo de cómo enfrentarnos con las dificultades que nos salen al paso. Ante ellas adopta una actitud positiva. En primer lugar, acude a Dios que es quien puede poner remedio a sus males” “Rogué tres veces al Señor que me librara”. Pablo nos ofrece la respuesta que recibió: “¡Te basta mi gracia!” (2Cor 12,8-9). El poder de Dios se manifiesta con más fuerza en la debilidad. Signos de esta debilidad son “las insolencias, necedades, persecuciones y angustias” que ha padecido por Cristo. En su debilidad experimentó con más fuerza el poder de Jesús. Termina con una bella sentencia: “Cuanto soy más débil, entonces soy más fuerte” (2Cor 12,10). Su fortaleza está en Cristo. P. Antonio Danoz, Redentorista
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13 de Junio - Jueves, San Antonio de Padua, Presbítero y Doctor, M
El santo de hoy: San Antonio de Padua (1191-1231) Nace en Lisboa (Portugal). Su nombre de pila era Fernando. Empezó su andadura espiritual en los Canónigos de San Agustín. Más tarde entró en la Orden de los Hermanos Menores, fundada por san Francisco. Fue un evangelizador itinerante, predicando en Marruecos, Italia y sur de Francia. Fue canonizado casi por aclamación popular. La popularidad ha desfigurado un tanto su imagen. Fue gran predicador, excelente teólogo y fecundo escritor. Se lo conoce como “Doctor evangélico”.
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Este tiempo de oración es un espacio de encuentro con Dios, de conocimiento, de comunión. En este clima profundizamos al emprender nuestra jornada en el conocimiento de Jesús, “que trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre” (GS 22).
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): Venid, adoremos a Cristo, Pastor supremo.
Himno, Común de Pastores, pág. 7 Antífona 1 - Despierta tu poder, Señor, y ven a salvarnos.
Salmo 79 Pastor de Israel, escucha,/ tú que guías a José como a un rebaño; / tú que te sientas sobre querubines, resplandece/ ante Efraím, Benjamín y Manasés;/ despierta tu poder y ven a salvarnos. ¡Oh Dios!, restáuranos,/ que brille tu rostro y nos salve. Señor Dios de los ejércitos,/ ¿hasta cuándo estarás airado/ mientras tu pueblo te suplica? Le diste a comer llanto,/ a beber lágrimas a tragos;/ nos entregaste a las disputas de nuestros vecinos,/ nuestros enemigos se burlan de nosotros.
Dios de los ejércitos, restáuranos,/ que brille tu rostro y nos salve. Sacaste una vid de Egipto,/ expulsaste a los gentiles, y la trasplantaste;/ le preparaste el terreno y echó raíces,/ hasta llenar el país; su sombra cubría las montañas/ y sus pámpanos, los cedros altísimos;/ extendió sus sarmientos hasta el mar,/ y sus brotes hasta el Gran Río. ¿Por qué has derribado su cerca/ para que la saqueen los viandantes,/ la pisoteen los jabalíes/ y se la coman las alimañas? Dios de los ejércitos, vuélvete:/ mira desde el cielo, fíjate,/ ven a visitar tu viña,/ la cepa que tu diestra plantó,/ y que tú hiciste vigorosa. La han talado y le han prendido fuego:/ con un bramido hazlos perecer./ Que tu mano proteja a tu escogido,/ al hombre que tú fortaleciste./ No nos alejaremos de ti;/ danos vida, para que invoquemos tu nombre. Señor Dios de los ejércitos, restáuranos,/ que brille tu rostro y nos salve. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Anunciad a toda la tierra que el Señor hizo proezas.
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13 de Junio - Jueves, San Antonio de Padua
Cántico
Is 12, 1-6
Te doy gracias, Señor,/ porque estabas airado contra mí,/ pero ha cesado tu ira/ y me has consolado. Él es mi Dios y salvador:/ confiaré y no temeré,/ porque mi fuerza y mi poder es el Señor,/ él fue mi salvación./ Y sacaréis aguas con gozo/ de las fuentes de la salvación. Aquel día, diréis:/ Dad gracias al Señor,/ invocad su nombre,/ contad a los pueblos sus hazañas,/ proclamad que su nombre es excelso. Tañed para el Señor, que hizo proezas;/ anunciadlas a toda la tierra; /gritad jubilosos, habitantes de Sión:/ «¡Qué grande es en medio de ti/ el Santo de Israel!» Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Aclamad a Dios, nuestra fuerza. +
Salmo 80 Aclamad a Dios, nuestra fuerza;/ + dad vítores al Dios de Jacob: acompañad, tocad los panderos,/ las cítaras templadas y las arpas;/ tocad la trompeta por la luna nueva,/ por la luna llena, que es nuestra fiesta; porque es una ley de Israel,/ un precepto del Dios de Jacob,/ una norma establecida para José/ al salir de Egipto. Oigo un lenguaje desconocido:/ «Retiré sus hombros de la carga,/ y sus manos dejaron la espuerta. Clamaste en la aflicción, y te libré,/ te respondí oculto entre los truenos,/ te puse a prueba junto a la fuente de Meribá. Escucha, pueblo mío, doy testimonio contra ti;/ ¡ojalá me escuchases, Israel! No tendrás un dios extraño,/ no adorarás un dios extranjero; y o soy el Señor Dios tuyo,/ que te saqué del país de Egipto;/ abre tu boca y yo la saciaré. Pero mi pueblo no escuchó mi voz,/
Israel no quiso obedecer:/ los entregué a su corazón obstinado,/ para que anduviesen según sus antojos. ¡Ojalá me escuchase mi pueblo/ y caminase Israel por mi camino!:/ en un momento humillaría a sus enemigos/ y volvería mi mano contra sus adversarios; los que aborrecen al Señor te adularían,/ y su suerte quedaría fijada; /te alimentaría con flor de harina,/ te saciaría con miel silvestre». Gloria y antífona 3
Lectura breve
Heb 13, 7-9a
Acordaos de aquellos superiores vuestros que os expusieron la palabra de Dios: reflexionando sobre el desenlace de su vida, imitad su fe. Jesucristo es el mismo hoy que ayer, y para siempre. No os dejéis extraviar por doctrinas llamativas y extrañas.
Responsorio breve
V Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado centinelas. R Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado centinelas. V Ni de día ni de noche dejarán de anunciar el nombre del Señor. R He colocado centinelas. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado centinelas.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: No sois vosotros los que habláis sino el Espíritu de vuestro Padre quien habla por vosotros.
Preces Demos gracias a Cristo, el buen pastor que entregó la vida por sus ovejas, y supliquémosle diciendo: Apacienta a tu pueblo, Señor. Señor Jesucristo, tú que en los santos pastores nos has revelado tu misericordia y tu amor, * haz que, por ellos, continúe llegando a nosotros tu
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13 de Junio - Jueves, San Antonio de Padua
acción misericordiosa. Señor Jesucristo, tú que a través de los santos pastores sigues siendo el único pastor de tu pueblo, * no dejes de guiarnos siempre por medio de ellos. Señor Jesucristo, tú que por medio de los santos pastores eres el médico de los cuerpos y de las almas, * haz que nunca falten en tu Iglesia los ministros que nos guíen por las sendas de una vida santa. Señor Jesucristo, tú que has adoctrinado a la Iglesia con la prudencia y el amor de los santos, * haz que, guiados por nuestros pastores, progresemos en la santidad. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Oremos confiadamente al Padre, como Cristo nos enseñó: Padre nuestro.
Oración Dios todopoderoso y eterno, que diste a tu pueblo un predicador insigne del Evangelio en san Antonio de Padua, y un intercesor eficaz que lo asistiera en sus dificultades, concédenos, por su intercesión, que seamos fieles a las enseñanzas del Evangelio y que contemos con tu ayuda en todas las adversidades. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: En la oración de esta tarde nos unimos al salmista, para alabar y dar gracias a Dios, “que anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos y a los que se convierten de corazón. Su salvación está cerca de sus fieles, y la gloria habitará en nuestra tierra” (Sal 85).
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno, Común de Pastores, pág. 7 Antífona 1 - Te hago luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta el fin de la tierra.
Salmo 71 I Dios mío, confía tu juicio al rey,/ tu justicia al hijo de reyes,/ para que rija a tu pueblo con justicia,/ a tus humildes con rectitud.
Que los montes traigan paz,/ y los collados justicia;/ que él defienda a los humildes del pueblo,/ socorra a los hijos del pobre/ y quebrante al explotador. Que dure tanto como el sol,/ como la luna, de edad en edad;/ que baje como lluvia sobre el césped,/ como llovizna que empapa la tierra. Que en sus días florezca la justicia/ y la paz hasta que falte la luna. Que domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra. Que en su presencia se inclinen sus rivales;/ que sus enemigos muerdan el polvo;/ que los reyes de Tarsis y de las islas/ le paguen tributo. Que los reyes de Saba y de Arabia/ le ofrezcan sus dones;/ que se postren
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ante él todos los reyes,/ y que todos los pueblos le sirvan. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Socorrerá el Señor a los hijos del pobre; rescatará sus vidas de la violencia. II Él librará al pobre que clamaba,/ al afligido que no tenía protector;/ + él se apiadará del pobre y del indigente,/ y salvará la vida de los pobres; él rescatará sus vidas de la violencia,/ su sangre será preciosa a sus ojos. Que viva y que le traigan el oro de Saba;/ él intercederá por el pobre/ y lo bendecirá. Que haya trigo abundante en los campos,/ y ondee en lo alto de los montes,/ den fruto como el Líbano,/ y broten las espigas como hierba del campo. Que su nombre sea eterno,/ y su fama dure como el sol;/ que él sea la bendición de todos los pueblos,/ y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. Bendito sea el Señor, Dios de Israel,/ el único que hace maravillas; /bendito por siempre su nombre glorioso,/ que su gloria llene la tierra./ ¡Amén, amén! Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Ahora se estableció la salud y el reinado de nuestro Dios.
Cántico Ap 11, 17-18; 12, 10b-12a Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,/ el que eres y el que eras,/ porque has asumido el gran poder/ y comenzaste a reinar. Se encolerizaron las naciones,/ llegó tu cólera,/ y el tiempo de que sean juzgados los muertos,/ y de dar el galardón a tus siervos los profetas,/ y a los santos y a los que temen tu nombre,/ y a los pequeños y a los grandes,/ y de arruinar a los que arruinaron la tierra.
Ahora se estableció la salud y el poderío,/ y el reinado de nuestro Dios,/ y la potestad de su Cristo;/ porque fue precipitado/ el acusador de nuestros hermanos,/ el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche. Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero/ y por la palabra del testimonio que dieron,/ y no amaron tanto su vida que temieran la muerte./ Por esto, estad alegres, cielos,/ y los que moráis en sus tiendas. Gloria y antífona 3
Lectura breve
1Pe 5, 1-4
A los presbíteros en esa comunidad, yo, presbítero como ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y partícipe de la gloria que va a descubrirse, os exhorto: Sed pastores del rebaño de Dios a vuestro cargo, gobernándolo, no a la fuerza, sino de buena gana, como Dios quiere, no por sórdida ganancia, sino con generosidad, no como dominadores sobre la heredad de Dios, sino convirtiéndoos en modelos del rebaño. Y, cuando aparezca el supremo pastor, recibiréis la corona de gloria que no se marchita.
Responsorio breve V Éste es el que ama a sus hermanos, el que ora mucho por su pueblo. R Éste es el que ama a sus hermanos, el que ora mucho por su pueblo. V El que entregó su vida por sus hermanos. R El que ora mucho por su pueblo. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Éste es el que ama a sus hermanos, el que ora mucho por su pueblo.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Éste es el administrador fiel y prudente, a quien su señor ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas.
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13 de Junio - Jueves - Oración de la Noche - Completas /Palabra de Dios para cada día
Preces
(Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Glorifiquemos a Cristo, constituido pontífice en favor de los hombres en lo que se refiere a Dios, y supliquémosle humildemente diciendo: Salva a tu pueblo, Señor.
Tú que por medio de los pastores de la Iglesia das la vida eterna a tus ovejas para que nadie las arrebate de tu mano, * salva a los difuntos, por quienes entregaste tu vida.
Tú que por medio de pastores santos y eximios has glorificado a tu Iglesia, * haz que todos los cristianos resplandezcan por su virtud.
Digamos juntos la oración que Cristo nos enseñó como modelo de toda oración: Padre nuestro.
Tú que por la oración de los santos pastores, que a semejanza de Moisés oraban por el pueblo, perdonaste los pecados de tus fieles, * purifica y santifica también ahora a la santa Iglesia por la intercesión de los santos. Tú que de entre los fieles elegiste a los santos pastores y, por tu Espíritu, los consagraste como ministros en bien de sus hermanos, * llena también de tu Espíritu a todos los pastores del pueblo de Dios. Tú que fuiste la heredad de los santos pastores, * no permitas que ninguno de los que fueron adquiridos por tu santo viva alejado de ti.
Oración Dios todopoderoso y eterno, que diste a tu pueblo un predicador insigne del Evangelio en san Antonio de Padua, y un intercesor eficaz que lo asistiera en sus dificultades, concédenos, por su intercesión, que seamos fieles a las enseñanzas del Evangelio y que contemos con tu ayuda en todas las adversidades. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Recordemos la enseñanza de san Antonio de Padua, cuya fiesta celebramos: “El que está lleno del Espíritu Santo habla diversas lenguas. Estas diversas lenguas son los diversos testimonios que da de Cristo, por ejemplo, la humildad, la pobreza, la paciencia, y la obediencia…La palabra tiene fuerza cuando va acompañada de las obras”. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios del Miércoles, pág. 20)
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA
Lecturas: 2 Co 12,11-15 Después de su larga y apasionada defensa de su apostolado, Pablo se toma un respiro en forma de resumen, reafirmándose en todo lo dicho. Reconoce que ha actuado como un necio. La situación que se había creado en la comunidad le ha obligado a reaccionar de esta manera. Se reafirma en su condición de apóstol: “En nada soy inferior a los superapóstoles” (2Cor 12,11). El apóstol añade más argumentos para dejar claro ante la comunidad de Corinto su identidad de apóstol. Los signos de su identidad estaban a la vista de todos. Él trabajó duro entre ellos sin reclamar ninguna recompensa, paciencia a toda
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14 de Junio - Viernes, Feria, X Sem. del Tpo. Ord.
prueba, prodigios y milagros. Con la sinceridad que le caracteriza, Pablo también les dice: “Yo no me convertí en una carga para ustedes” (2Cor 12,13). Como supone que esta confesión puede molestar a los corintios, añade: “Perdónenme esa ofensa”. El apóstol les hace otra confesión: No le interesan los bienes de los corintios; lo que le interesa son sus personas. Asume la responsabilidad de su paternidad respecto a la comunidad: “No les toca a los hijos ahorrar para los padres, sino a los padres para los hijos” (2Cor 12,14). Y añade: “Con gusto me gastaré y desgastaré por ustedes”. Con esto les manifiesta el cariño que les tiene. La generosidad en el servicio, nos enseña Pablo, ha de estar por encima de cualquier otro interés personal. P. Antonio Danoz, redentorista
14 de Junio - Viernes, Feria, X Sem. del Tpo. Ord. Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Amanecemos al nuevo día bajo la mirada paternal de Dios. Abrimos nuestros ojos al mundo. Son muchos los que necesitan ser curados de sus dolencias, aliviados de sus penas, acompañados en su soledad. A todos ellos los tenemos hoy presentes en nuestra oración.
Invocación inicial
la culpa nací,/ pecador me concibió mi madre.
En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Te gusta un corazón sincero,/ y en mi interior me inculcas sabiduría./ Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;/ lávame: quedaré más blanco que la nieve.
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza.
Antífona (para el salmo invitatorio): El Señor es bueno, bendecid su nombre.
Himno, Feria del Tpo. Ord., pág. 6 Antífona 1 - Un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias, Señor.
Salmo 50 Misericordia, Dios mío, por tu bondad;/ por tu inmensa compasión borra mi culpa;/ lava del todo mi delito,/ limpia mi pecado. Pues yo reconozco mi culpa,/ tengo siempre presente mi pecado:/ contra ti, contra ti solo pequé,/ cometí la maldad que aborreces. En la sentencia tendrás razón,/ en el juicio brillará tu rectitud. /Mira, que en
Hazme oír el gozo y la alegría,/ que se alegren los huesos quebrantados./ Aparta de mi pecado tu vista,/ borra en mí toda culpa. ¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,/ renuévame por dentro con espíritu firme;/ no me arrojes lejos de tu rostro/ no me quites tu santo espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación,/ afiánzame con espíritu generoso:/ enseñaré a los malvados tus caminos,/ los pecadores volverán a ti. Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,/ Dios, Salvador mío!, /y cantará mi lengua tu justicia./ Señor, me abrirás los labios,/ y mi boca proclamará tu alabanza.
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14 de Junio - Viernes, Feria, X Sem. del Tpo. Ord.
Los sacrificios no te satisfacen;/ si te ofreciera un holocausto, no lo querrías./ Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:/ un corazón quebrantado y humillado/ tú no lo desprecias. Señor, por tu bondad, favorece a Sión,/ reconstruye las murallas de Jerusalén:/ entonces aceptarás los sacrificios rituales,/ ofrendas y holocaustos,/ sobre tu altar se inmolarán novillos. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - En tu juicio, Señor, acuérdate de la misericordia.
Cántico
Hab 3, 2-4. 13a. 15-19
¡Señor, he oído tu fama,/ me ha impresionado tu obra!/ En medio de los años, realízala;/ en medio de los años, manifiéstala;/ en el terremoto acuérdate de la misericordia. El Señor viene de Temán;/ el Santo, del monte Farán:/ su resplandor eclipsa el cielo,/ la tierra se llena de su alabanza,/ su brillo es como el día/ su mano destella velando su poder. Sales a salvar a tu pueblo,/ a salvar a tu ungido;/ pisas el mar con tus caballos,/ revolviendo las aguas del océano. Lo escuché y temblaron mis entrañas,/ al oírlo se estremecieron mis labios;/ me entró un escalofrío por los huesos,/ vacilaban mis piernas al andar./ Tranquilo espero el día de la angustia/ que sobreviene al pueblo que nos oprime. Aunque la higuera no echa yemas/ y las viñas no tienen fruto,/ aunque el olivo olvida su aceituna/ y los campos no dan cosechas,/ aunque se acaban las ovejas del redil/ y no quedan vacas en el establo,/ yo exultaré con el Señor,/ me gloriaré en Dios mi salvador. El Señor soberano es mi fuerza,/ él me da piernas de gacela/ y me hace caminar por las alturas. Gloria y antífona 2 Antífona 3 Jerusalén. +
-
Glorifica
al
Señor,
Salmo 147 Glorifica al Señor, Jerusalén;/ + alaba a tu Dios, Sión:/ que ha reforzado los cerrojos de tus puertas/ y ha bendecido a tus hijos dentro de ti;/ ha puesto paz en tus fronteras,/ te sacia con flor de harina. Él envía su mensaje a la tierra,/ y su palabra corre veloz;/ manda la nieve como lana,/ esparce la escarcha como ceniza; hace caer el hielo como migajas/ y con el frío congela las aguas;/ envía una orden, y se derriten;/ sopla su aliento, y corren. Anuncia su palabra a Jacob,/ sus decretos y mandatos a Israel;/ con ninguna nación obró así,/ ni les dio a conocer sus mandatos. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Ef 2, 13-16
Ahora estáis en Cristo Jesús. Ahora, por la sangre de Cristo, estáis cerca los que antes estabais lejos. Él es nuestra paz. Él ha hecho de los dos pueblos, judíos y gentiles, una sola cosa, derribando con su cuerpo el muro que los separaba: el odio. Él ha abolido la ley con sus mandamientos y reglas, haciendo las paces, para crear en él un solo hombre nuevo. Reconcilió con Dios a los dos pueblos, uniéndolos en un solo cuerpo mediante la cruz, dando muerte en él al odio.
Responsorio breve
V Invoco al Dios Altísimo, al Dios que hace tanto por mí. R Invoco al Dios Altísimo, al Dios que hace tanto por mí. V Desde el cielo me enviará la salvación. R El Dios que hace tanto por mí. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Invoco al Dios Altísimo, al Dios que hace tanto por mí.
Cántico de Zacarías, pág. 4
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14 de Junio - Viernes, Feria, X Sem. del Tpo. Ord.
Antífona: Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto.
Preces Adoremos a Cristo, que se ofreció a Dios como sacrificio sin mancha para purificar nuestras conciencias de las obras muertas, y digámosle con fe: En tu voluntad, Señor, encontramos nuestra paz. Tú que nos has dado la luz del nuevo día, * concédenos también caminar durante sus horas por sendas de vida nueva. Tú que todo lo has creado con tu poder y con tu providencia lo conservas, * ayúdanos a descubrirte presente en todas tus creaturas. Tú que has sellado con tu sangre una alianza nueva y eterna, * haz que, obedeciendo siempre tus mandatos, permanezcamos fieles a esa alianza.
de tu costado manara sangre y agua, * purifica con esta agua nuestros pecados y alegra con este manantial a la ciudad de Dios. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Ya que Dios nos ha adoptado como hijos, oremos al Padre como nos enseñó Jesucristo: Padre nuestro.
Oración Señor, Dios todopoderoso, te pedimos nos concedas que del mismo modo que hemos cantado tus alabanzas en esta celebración matutina así también las podamos cantar plenamente en la asamblea de tus santos por toda la eternidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.
Tú que colgado en la cruz quisiste que
Oración de la Tarde -
Vísperas
Invitación: Cuando declina el día, hablamos con Dios en nuestra oración para darle gracias. También oramos con Dios al acercarse la hora del descanso. Recordemos la palabra del salmista: “No daré descanso a mis ojos, ni reposo a mis párpados, hasta que encuentre un lugar para mi Señor”. El lugar ha de ser nuestro corazón.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno, Feria del Tpo. Ord., pág. 6. Antífona 1 - Arranca, Señor, mi vida de la muerte, mis pies de la caída.
Salmo 114 Amo al Señor, porque escucha/ mi voz suplicante,/ porque inclina su oído hacia mí/ el día que lo invoco. Me envolvían redes de muerte,/ me alcanzaron los lazos del abismo,/ caí en tristeza y angustia./ Invoqué el nombre del Señor:/ «Señor, salva mi vida». El Señor es benigno y justo,/ nuestro Dios es compasivo;/ el Señor guarda a
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14 de Junio - Viernes, Feria, X Sem. del Tpo. Ord.
los sencillos:/ estando yo sin fuerzas me salvó. Alma mía, recobra tu calma,/ que el Señor fue bueno contigo:/ arrancó mi vida de la muerte,/ mis ojos de las lágrimas,/ mis pies de la caída. Caminaré en presencia del Señor/ en el país de la vida. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Salmo 120 Levanto mis ojos a los montes:/ ¿de dónde me vendrá el auxilio?/ El auxilio me viene del Señor,/ que hizo el cielo y la tierra. No permitirá que resbale tu pie,/ tu guardián no duerme;/ no duerme ni reposa/ el guardián de Israel. El Señor te guarda a su sombra,/ está a tu derecha;/ de día el sol no te hará daño,/ ni la luna de noche.
nuestra gloria, que no conoció ninguno de los príncipes de este siglo; pues si la hubieran conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria. Pero, según está escrito: «Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni vino a la mente del hombre lo que Dios ha preparado para los que le aman». Pero a nosotros nos lo ha revelado por su Espíritu.
Responsorio breve V Cristo murió por nuestros pecados, para llevarnos a Dios. R Cristo murió por nuestros pecados, para llevarnos a Dios. V Muerto en la carne, pero vivificado en el espíritu. R Para llevarnos a Dios. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Cristo murió por nuestros pecados, para llevarnos a Dios.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4
El Señor te guarda de todo mal,/ él guarda tu alma;/ el Señor guarda tus entradas y salidas,/ ahora y por siempre. Gloria y antífona 2
Antífona: Acuérdate, Señor, de tu misericordia como lo habías prometido a nuestros padres.
Antífona 3 - Justos y verdaderos son tus caminos, ¡oh Rey de los siglos!
Bendigamos ahora al Señor Jesús, que en su vida mortal escuchó siempre con bondad las súplicas de los que acudían a él y enjugaba con amor las lágrimas de los que lloraban, y digámosle también nosotros: Señor, ten piedad.
Cántico
Ap 15, 3-4
Grandes y maravillosas son tus obras,/ Señor, Dios omnipotente,/ justos y verdaderos tus caminos,/ ¡oh Rey de los siglos! ¿Quién no temerá, Señor,/ y glorificará tu nombre?/ Porque tú solo eres santo,/ porque vendrán todas las naciones/ y se postrarán en tu acatamiento,/ porque tus juicios se hicieron manifiestos. Gloria y antífona 3
Lectura breve
1Cor 2, 7-10a
Enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para
Preces
Señor Jesucristo, tú que consolaste a los tristes y desconsolados, pon ahora tus ojos en los sufrimientos de los pobres * y consuela a los deprimidos. Escucha los gemidos de los agonizantes * y envíales tus ángeles para que los consuelen y conforten. Que los emigrantes sientan el consuelo de tu amor en el destierro, que puedan regresar a su patria * y que un día alcancen también la patria eterna. Que los pecadores escuchando tu
14 de Junio - Viernes - Oración de la Noche - Completas / Palabra de Dios para cada día
voz se conviertan, * y encuentren en tu Iglesia el perdón y la paz. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Perdona las faltas de los que han muerto * y dales la plenitud de tu salvación. Con el gozo que nos da el saber que somos hijos de Dios, digamos con plena confianza: Padre nuestro.
Oración Dios nuestro, que con el escándalo de
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la cruz has manifestado de una manera admirable tu sabiduría escondida, concédenos contemplar, con tal plenitud de fe, la gloria de la pasión de tu Hijo, que encontremos siempre nuestra gloria en su cruz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Cae la tarde y llega la noche. Nos acercamos con las manos llenas de los frutos que con la ayuda del Señor hemos cosechado con nuestro trabajo. Le damos gracias, porque ha hecho fecundo nuestro esfuerzo. Como los discípulos después de realizar su misión, nos quedamos a solas con Jesús, que nos invita a la oración y al reposo. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios del Viernes, pág. 23)
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA Lectura: 2 Co 12,16-19 La primera visita de Pablo a Corinto tuvo como resultado la creación de la comunidad. De la segunda no guarda muy grato recuerdo, pues, alguien le insultó y predispuso a la comunidad en contra suya (7,7-13). Al anunciarles la tercera visita, les adelanta que no será una carga para nadie, pues lo único que le interesa son las personas que forman la comunidad. El amor y la estima que siente por ellas es lo único que le interesa. La tercera visita suscitó ciertas suspicacias. La insistencia del apóstol en la gratuidad de la misma, ¿no era una jugada llena de astucia, para conseguir más rentabilidad respecto a la colecta? Con la energía que le caracteriza, les responde un tanto airado en forma de pregunta: “¿Acaso los he explotado por medio de alguno de mis enviados?”. Pretende liberar de toda sospecha su actuación apostólica. Ser apóstol de los paganos es la opción fundamental de su vida. Por nada del mundo puede permitir que se vea empañada. El apóstol aprovecha la oportunidad para dejar en claro sus principios de apóstol de Jesucristo. En primer lugar, él actúa guiado por el Espíritu, no por intereses bastardos. En segundo lugar, todos transitamos por el mismo camino. No existe otra ruta, sino marchar sobre las huellas de Jesús. Para eliminar toda sospecha, actúa en la presencia de Dios sin tapujos, como discípulo de Jesucristo. En todo lo que hace tiene un único objetivo: construir la comunidad. Este principio hemos de tenerlo presente, tanto en lo referente a la comunidad cristiana, como en la comunidad civil. P. Antonio Danoz, Redentorista
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15 de Junio - Sábado, Feria, X Sem. del Tpo. Ord. Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: En el bautismo hemos sido consagrados templos de Dios, para convertirnos en un espacio propicio para orar. Celebremos desde el profundo de nuestro corazón nuestra liturgia de alabanza al Padre, que nos amó primero; al Hijo, que murió y resucitó para salvarnos; al Espíritu Santo, que ora en nosotros y con nosotros.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
El justo crecerá como una palmera /y se alzará como un cedro del Líbano:/ plantado en la casa del Señor,/ crecerá en los atrios de nuestro Dios;
Antífona (para el salmo invitatorio): Escuchemos la voz del Señor y entremos en su descanso.
en la vejez seguirá dando fruto/ y estará lozano y frondoso,/ para proclamar que el Señor es justo,/ que en mi Roca no existe la maldad. Gloria y antífona 1
Himno, Feria del Tpo. Ord., pág. 6.
Antífona 2 - Dad gloria a nuestro Dios.
Antífona 1 - Por la mañana proclamamos, Señor, tu misericordia y de noche tu fidelidad.
Cántico
Salmo 91
Es bueno dar gracias al Señor/ y tocar para tu nombre, oh Altísimo,/ proclamar por la mañana tu misericordia/ y de noche tu fidelidad,/ con arpas de diez cuerdas y laúdes/ sobre arpegios de cítaras. Tus acciones, Señor, son mi alegría,/ y mi júbilo, las obras de tus manos./ ¡Qué magníficas son tus obras, Señor,/ qué profundos tus designios!/ El ignorante no los entiende/ ni el necio se da cuenta. Aunque germinen como hierba los malvados/ y florezcan los malhechores,/ serán destruidos para siempre./ Tú, en cambio, Señor,/ eres excelso por los siglos. Porque tus enemigos, Señor, perecerán,/ los malhechores serán dispersados;/ pero a mí me das la fuerza de un búfalo/ y me unges con aceite nuevo./ Mis ojos no temerán a mis enemigos,/ mis oídos escucharán su derrota.
Dt 32, 1-12
Escuchad, cielos, y hablaré; oye, tierra, los dichos de mi boca;/ descienda como lluvia mi doctrina/ destile como rocío mi palabra;/ como llovizna sobre la hierba,/ como sereno sobre el césped;/ voy a proclamar el nombre del Señor:/ dad gloria a nuestro Dios. Él es la Roca, sus obras son perfectas,/ sus caminos son justos,/ es un Dios fiel, sin maldad;/ es justo y recto. Hijos degenerados, se portaron mal con él,/ generación malvada y pervertida./ ¿Así le pagas al Señor, / pueblo necio e insensato?/ ¿No es él tu padre y tu creador,/ el que te hizo y te constituyó? Acuérdate de los días remotos,/ considera las edades pretéritas,/ pregunta a tu padre y te lo contará,/ a tus ancianos y te lo dirán: Cuando el Altísimo daba a cada pueblo su heredad,/ y distribuía a los hijos de Adán,/ trazando las fronteras de las naciones,/ según el número de los hijos de Dios,/ la porción del Señor
15 de Junio - Sábado, Feria, X Sem. del Tpo. Ord.
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fue su pueblo,/ Jacob fue la parte de su heredad.
apetecer grandezas; atraídos más bien por lo humilde.
Lo encontró en una tierra desierta,/ en una soledad poblada de aullidos: /lo rodeó cuidando de él,/ lo guardó como a las niñas de sus ojos.
Responsorio breve
Como el águila incita a su nidada,/ revolando sobre los polluelos,/ así extendió sus alas, los tomó/ y los llevó sobre sus plumas. El Señor solo los condujo,/ no hubo dioses extraños con él. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - ¡Qué admirable es tu nombre, Señor, en toda la tierra!
Salmo 8 Señor, dueño nuestro,/ ¡qué admirable es tu nombre / en toda la tierra! Ensalzaste tu majestad sobre los cielos./ De la boca de los niños de pecho/ has sacado una alabanza contra tus enemigos,/ para reprimir al adversario y al rebelde. Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos;/ la luna y las estrellas que has creado,/ ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él;/ el ser humano, para darle poder?
V Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti. R Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti. V Mi lengua recitará tu auxilio. R Cuando salmodie para ti. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Guía nuestros pasos, Dios de Israel, por el camino de la paz.
Preces Celebremos la sabiduría y la bondad de Cristo, que ha querido ser amado y servido en los hermanos, especialmente en los que sufren, y supliquémosle insistentemente diciendo: Señor, acrecienta nuestro amor. Al recordar esta mañana tu santa resurrección, * te pedimos, Señor, que extiendas los beneficios de tu redención a todos los hombres.
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,/ lo coronaste de gloria y dignidad,/ le diste el mando sobre las obras de tus manos,/ todo lo sometiste bajo sus pies
Que todo el día de hoy sepamos dar buen testimonio del nombre cristiano * y ofrezcamos nuestra jornada como un culto espiritual agradable al Padre.
rebaños de ovejas y toros,/ y hasta las bestias del campo,/ las aves del cielo, los peces del mar,/ que trazan sendas por las aguas.
Enséñanos, Señor, a descubrir tu imagen en todos los hombres * y a saberte servir a ti en cada uno de ellos.
Señor, dueño nuestro,/ ¡qué admirable es tu nombre/ en toda la tierra! Gloria y antífona 3
Lectura breve
Rom 12, 14-16a
Bendecid a los que os persiguen, no maldigáis. Alegraos con los que se alegran; llorad con los que lloran. Tened un mismo sentir entre vosotros, sin
Cristo, Señor nuestro, vid verdadera de la que nosotros somos sarmientos, * haz que permanezcamos en ti y demos fruto abundante para que con ello sea glorificado nuestro Padre que está en el cielo. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Con la confianza que nos da nuestra fe, acudamos ahora al Padre, diciendo como Cristo nos enseñó: Padre nuestro.
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15 de Junio - Sábado - Palabra de Dios para cada día
Oración Que nuestra voz, Señor, nuestro espíritu y toda nuestra vida, sean una continua alabanza en tu honor; y ya que toda nuestra existencia es un don gratuito de tu liberalidad, haz que también cada una de nuestras acciones te esté plenamente
dedicada. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA Lectura: 2 Co 12,20-21 La alusión a los desencuentros que Pablo ha tenido con la comunidad es evidente. Ante este panorama, el apóstol teme encontrarse con una situación nada agradable. Después de lo sucedido entre el apóstol y la comunidad, es posible que los corintios tengan sus temores. Como les había escrito en otra ocasión, no saben si llegará “con palo o con amor y espíritu de mansedumbre (1Co 4,21). Aunque en algún momento hayan pensado que es “tímido cuando está presente y audaz cuando está lejos”, desconocen si las cosas no habrán cambiado. Con sutil maestría, Pablo denuncia la situación complicada que vive la comunidad de Corinto: “rivalidades, envidias, pasiones, ambiciones, calumnias, murmuraciones, soberbia, desórdenes” (2Cor 12,20). Pensar que éste es el panorama que se va a encontrar, le produce al apóstol una profunda tristeza. Espera que con esta denuncia velada, los corintios hagan que las cosas cambien antes de su llegada. Pablo hace un llamado, para que aquellos que viven inmersos en los desórdenes emprendan el camino del arrepentimiento. De forma genérica, se refiere a los pecados de “impureza, fornicación y desenfreno”. En su primera carta ya había denunciado con dureza los desórdenes de carácter sexual: “¿Voy a tomar los miembros de Cristo para hacerlos miembros de una prostituta?” (1Cor 6,15). Pablo urge a la renovación moral de la comunidad. En todo momento debemos someternos a revisión, para eliminar todo desajuste moral, en la vida personal y en la marcha de la comunidad cristiana y civil. P. Antonio Danoz, Redentorista
Novena a San Antonio de Padua San Antonio de Padua ruega por nosotros
C.C. “Los Samaritanos”
Se consiguen en la red de Librerías San Pablo del país.
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16 de Junio - XI Domingo del Tpo. Ord. /C Oración de la Tarde - I Vísperas
Invitación: La oración de la tarde se celebraba en un ambiente de luz, llamado “lucernario”. San León Magno nos recomienda para este tiempo de oración: “Deja que tus sentidos corporales se impregnen de esta luz, abraza con todo el afecto de tu mente aquella luz verdadera que viniendo a este mundo alumbra a todo hombre. De él dice el salmista: Contémplalo y quedarás radiante”.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno, I Vísperas, pág. 5 Antífona 1 - De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
Salmo 112 Alabad, siervos del Señor,/ alabad el nombre del Señor./ Bendito sea el nombre del Señor,/ ahora y por siempre:/ de la salida del sol hasta su ocaso,/ alabado sea el nombre del Señor. El Señor se eleva sobre todos los pueblos,/ su gloria sobre los cielos./ ¿Quién como el Señor Dios nuestro,/ que se eleva en su trono/ y se abaja para mirar/ al cielo y a la tierra? Levanta del polvo al desvalido,/ alza de la basura al pobre,/ para sentarlo con los príncipes,/ los príncipes de su pueblo;/ a la estéril le da un puesto en la casa,/ como madre feliz de hijos. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Alzaré la copa de la salvación, invocando tu nombre, Señor.
Salmo 115 Tenía fe, aun cuando dije:/ «¡Qué desgraciado soy!»/ Yo decía en mi apuro:/ «Los hombres son unos mentirosos».
¿Cómo pagaré al Señor/ todo el bien que me ha hecho?/ Alzaré la copa de la salvación,/ invocando su nombre./ Cumpliré al Señor mis votos /en presencia de todo el pueblo. Vale mucho a los ojos del Señor/ la vida de sus fieles./ Señor, yo soy tu siervo,/ siervo tuyo, hijo de tu esclava:/ rompiste mis cadenas. Te ofreceré un sacrificio de alabanza,/ invocando tu nombre, Señor./ Cumpliré al Señor mis votos/ en presencia de todo el pueblo;/ en el atrio de la casa del Señor,/ en medio de ti, Jerusalén. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - El Señor Jesús se rebajó; por eso Dios lo levantó sobre todo, por los siglos de los siglos.
Cántico
Fil 2, 6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,/ no hizo alarde de su categoría de Dios,/ al contrario, se anonadó a sí mismo,/ y tomó la condición de esclavo,/ pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera,/ se rebajó hasta someterse incluso a la muerte/ y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo/ y le concedió el «Nombre-sobre-todonombre»;/ de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble/ en el cielo, en la tierra, en el abismo/ y toda lengua proclame:/ Jesucristo es Señor; para gloria de Dios Padre. Gloria y antífona 3
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16 de Junio - XI Domingo del Tiempo Ordinario /C
Lectura breve
Heb 13, 20-21
El Dios de la paz, que sacó de entre los muertos, por la sangre de la alianza eterna, al gran Pastor de las ovejas, nuestro Señor Jesús, os haga perfectos en todo bien, para hacer su voluntad, cumpliendo en vosotros lo que es grato en su presencia por Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Responsorio breve
V Cuántas son tus obras, Señor. R Cuántas son tus obras, Señor. V Y todas las hiciste con sabiduría. R Tus obras, Señor. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Cuántas son tus obras, Señor.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4
Antífona: Una mujer pecadora bañaba con lágrimas los pies del Señor y derramaba perfume sobre ellos.
Preces Recordando la bondad de Cristo, que se compadeció del pueblo hambriento y obró en favor suyo los prodigios de su amor, digámosle con fe: Escúchanos, Señor. Reconocemos, Señor, que todos los beneficios que hoy hemos recibido proceden de tu bondad; * haz que no sean estériles, sino que den fruto,
encontrando un corazón noble de nuestra parte. Dios nuestro, luz y salvación de todos los pueblos, protege a los que dan testimonio de ti en el mundo, * y enciende en ellos el fuego de tu Espíritu. Haz, Señor, que todos los hombres respeten la dignidad de sus hermanos, * y que todos juntos edifiquemos un mundo cada vez más humano. A ti, que eres el médico de las almas y de los cuerpos, * te pedimos que alivies a los enfermos y des la paz a los agonizantes, visitándolos con tu bondad. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Dígnate agregar a los difuntos al número de tus escogidos, * cuyos nombres están escritos en el libro de la vida. Porque Jesús ha resucitado, todos somos hijos de Dios; por eso nos atrevemos a decir: Padre nuestro.
Oración Oh Dios, fuerza de los que en ti esperan, escucha nuestras súplicas y, puesto que el hombre es frágil y sin ti nada puede, concédenos la ayuda de tu gracia, para observar tus mandamientos y agradarte con nuestros deseos y acciones. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Jesús se había abajado hasta la muerte de cruz. Por su resurrección Dios lo encumbró a lo más alto de los cielos. A sus discípulos nos convoca a ser personas perfectas, tomando como referente al mismo Jesús en su plenitud. Jesús no abandona a sus discípulos. Nos acompaña, día y noche, hasta el final de los tiempos. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios del Domingo, I Vísperas, pág. 12)
16 de Junio - XI Domingo del Tiempo Ordinario /C
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Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: La luz del nuevo día, imagen de aquel que se proclamó “Luz del mundo”, invita a la alabanza en honor de su resurrección gloriosa. La alabanza se conecta con la vida. Nos exige vivir como “hijos de la luz; y el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad”. Escuchamos al apóstol Pablo: “Despierta tú que duermes, levántate de la muerte, y te iluminará Cristo” (Ef 5,14).
Invocación inicial
Aguas del espacio, bendecid al Señor;/ ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatotio siguiente:
Sol y luna, bendecid al Señor;/ astros del cielo, bendecid al Señor.
Antífona (para el salmo invitatorio): Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva. Aleluya.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;/ vientos todos, bendecid al Señor.
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza.
Himno, Laudes, pág. 5
Fuego y calor, bendecid al Señor;/ fríos y heladas, bendecid al Señor.
Antífona 1 - El Señor es admirable en el cielo. Aleluya.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;/ témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Salmo 92
Escarchas y nieves, bendecid al Señor,/ noche y día, bendecid al Señor.
El Señor reina vestido de majestad,/ el Señor, vestido y ceñido de poder:/ así está firme el orbe y no vacila. Tu trono está firme desde siempre,/ y tú eres eterno. Levantan los ríos, Señor,/ levantan los ríos su voz,/ levantan los ríos su fragor; pero más que la voz de aguas caudalosas,/ más potente que el oleaje del mar,/ más potente en el cielo es el Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor,/ rayos y nubes, bendecid al Señor. Bendiga la tierra al Señor,/ ensálcelo con himnos por los siglos. Montes y cumbres, bendecid al Señor,/ cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor. Manantiales, bendecid al Señor,/ mares y ríos, bendecid al Señor.
Tus mandatos son fieles y seguros;/ la santidad es el adorno de tu casa,/ Señor, por días sin término. Gloria y antífona 1
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;/ aves del cielo, bendecid al Señor.
Antífona 2 - Tú, Señor, eres alabado y ensalzado por los siglos. Aleluya.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor,/ bendiga Israel al Señor.
Cántico
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;/ siervos del Señor, bendecid al Señor.
Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Ángeles del Señor, bendecid Señor;/ cielos, bendecid al Señor.
al
Fieras y ganados, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;/ santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
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16 de Junio - XI Domingo del Tiempo Ordinario /C
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos.
Alabanza de todos sus fieles,/ de Israel, su pueblo escogido. Gloria y antífona 3
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,/ ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Lectura breve
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,/ alabado y glorioso y ensalzado por los siglos. No se dice Gloria al Padre. Antífona 2 Antífona 3 - Alabad al Señor en el cielo. Aleluya +
Salmo 148 Alabad al Señor en el cielo,/ + alabad al Señor en lo alto. Alabadlo todos sus ángeles,/ alabadlo todos sus ejércitos.
Ez 37, 12b-14
Así dice el Señor: «Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y os haré salir de vuestros sepulcros, pueblo mío, y os traeré a la tierra de Israel. Y cuando abra vuestros sepulcros y os saque de vuestros sepulcros, pueblo mío, sabréis que yo soy el Señor: os infundiré mi espíritu y viviréis, os colocaré en vuestra tierra y sabréis que yo el Señor lo digo y lo hago». Oráculo del Señor.
Responsorio breve
V Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.
alabadlo,
R Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.
Alabadlo, espacios celestes,/ y aguas que cuelgan en el cielo.
V Tú que estás sentado a la derecha del Padre. R Ten piedad de nosotros.
Alabadlo, sol y estrellas lucientes.
luna;/
Alaben el nombre del Señor,/ porque él lo mandó, y existieron. Les dio consistencia perpetua/ y una ley que no pasará. Alabad al Señor en la tierra,/ cetáceos y abismos del mar. Rayos, granizo, nieve y bruma,/ viento huracanado que cumple sus órdenes. Montes y todas las sierras,/ árboles frutales y cedros. Fieras y animales domésticos,/ reptiles y pájaros que vuelan. Reyes y pueblos del orbe,/ príncipes y jefes del mundo. Los jóvenes y también las doncellas,/ los viejos junto con los niños. Alaben el nombre del Señor,/ el único nombre sublime. Su majestad sobre el cielo y la tierra;/ él acrece el vigor de su pueblo.
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Mujer, quedan perdonados tus pecados, porque has amado mucho.
Preces Invoquemos a Dios Padre que envió al Espíritu Santo, para que con su luz santísima penetrara las almas de sus fieles, y digámosle: Ilumina, Señor, a tu pueblo. Te bendecimos, Señor, luz nuestra, * porque a gloria de tu nombre nos has hecho llegar a este nuevo día. Tú, que por la resurrección de tu Hijo quisiste iluminar el mundo, * haz que tu Iglesia difunda entre todos los hombres la alegría pascual. Tú, que por el Espíritu de la verdad adoctrinaste a los discípulos de tu Hijo, * envía este mismo Espíritu a tu Iglesia
16 de Junio - XI Domingo del Tiempo Ordinario /C
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para que permanezca siempre fiel a ti.
Oración
Tú que eres luz para todos los hombres, acuérdate de los que viven aún en las tinieblas * y abre los ojos de su mente para que te reconozcan a ti, único Dios verdadero.
Oh Dios, fuerza de los que en ti esperan, escucha nuestras súplicas y, puesto que el hombre es frágil y sin ti nada puede, concédenos la ayuda de tu gracia, para observar tus mandamientos y agradarte con nuestros deseos y acciones. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
(Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Por Jesús hemos sido hechos hijos de Dios; por esto nos atrevemos a decir: Padre nuestro.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Con la resurrección de Jesús, Dios nos ha llamado a salir de las tinieblas para entrar en el mundo de su luz maravillosa. Los que no éramos pueblo, ahora somos pueblo de Dios; los que estábamos excluidos de la salvación, ahora disfrutamos de la amistad de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos. Con gozo celebramos ahora estas maravillas.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno, II Vísperas, pág. 5 Antífona 1 - Oráculo del Señor a mi Señor: «Siéntate a mi derecha”. Aleluya. +
Salmo 109, 1-5. 7 Oráculo del Señor a mi Señor:/ «Siéntate a mi derecha,/ + y haré de tus enemigos /estrado de tus pies». Desde Sión extenderá el Señor/ el poder de tu cetro:/ somete en la batalla a tus enemigos. «Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,/ entre esplendores sagrados;/ yo mismo te engendré, como rocío,/ antes de la aurora». El Señor lo ha jurado y no se
arrepiente:/ «Tú eres sacerdote eterno / según el rito de Melquisedec». El Señor a tu derecha, el día de su ira,/ quebrantará a los reyes. En su camino beberá del torrente,/ por eso levantará la cabeza. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - El Señor piadoso ha hecho maravillas memorables. Aleluya.
Salmo 110 Doy gracias al Señor de todo corazón,/ en compañía de los rectos, en la asamblea./ Grandes son las obras del Señor,/ dignas de estudio para los que las aman. Esplendor y belleza son su obra,/ su generosidad dura por siempre;/ ha hecho maravillas memorables,/ el Señor es piadoso y clemente. Él da alimento a sus fieles, /recordando siempre su alianza;/ mostró a su pueblo la fuerza de su poder,/ dándoles la heredad de los gentiles.
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Justicia y verdad son las obras de sus manos,/ todos sus preceptos merecen confianza:/ son estables para siempre jamás,/ se han de cumplir con verdad y rectitud. Envió la redención a su pueblo,/ ratificó para siempre su alianza, / su nombre es sagrado y temible. Primicia de la sabiduría es el temor del Señor,/ tienen buen juicio los que lo practican;/ la alabanza del Señor dura por siempre. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo. Aleluya.
Cántico
Ap 19, 1-2. 5-7
Aleluya La Salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios./ (R Aleluya). Porque sus juicios son verdaderos y justos. R Aleluya, (aleluya). Aleluya Alabad al Señor, sus siervos todos. / (R Aleluya). Los que le teméis, pequeños y grandes. R Aleluya, (aleluya). Aleluya Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo./ (R Aleluya). Alegrémonos y gocemos y démosle gracias. R Aleluya, (aleluya). Aleluya. Llegó la boda del Cordero./ (R Aleluya). Su esposa se ha embellecido. R Aleluya, (aleluya). Gloria y antífona 3
Lectura breve
1Pe 1, 3-5
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia, por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva, para una herencia incorruptible, pura, imperecedera, que os está reservada en el cielo. La fuerza
de Dios os custodia en la fe para la salvación que aguarda a manifestarse en el momento final.
Responsorio breve
V Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo. R Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo. V Digno de gloria y alabanza por los siglos. R En la bóveda del cielo. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Dijo Jesús a aquella mujer: “Tu fe te ha salvado, vete en paz”. Preces Invoquemos a Dios, nuestro Padre, que maravillosamente creó el mundo, lo redimió de forma más admirable aún y no cesa de conservarlo con amor, y digámosle: Renueva, Señor, las maravillas de tu amor. Señor, tú que en el universo, obra de tus manos, nos revelas tu poder, * haz que sepamos ver tu providencia en los acontecimientos del mundo. Tú, que por la victoria de tu Hijo en la cruz anunciaste la paz al mundo, * líbranos de todo desaliento y de todo temor. A todos los que aman la justicia y trabajan por conseguirla, * concédeles que cooperen con sinceridad y concordia en la edificación de un mundo mejor. Ayuda a los oprimidos, consuela a los afligidos, libra a los cautivos, da pan a los hambrientos * y fortalece a los débiles, para que en todos se manifieste el triunfo de la cruz. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Tú que al tercer día resucitaste a tu Hijo gloriosamente del sepulcro, * haz
16 de Junio - Domingo - Oración de la Noche - Completas / Palabra de Dios para cada día
que nuestros hermanos difuntos lleguen también a la plenitud de la vida. Concluyamos nuestra súplica con la oración que el mismo Cristo nos enseñó: Padre nuestro.
Oración Oh Dios, fuerza de los que en ti esperan, escucha nuestras súplicas y, puesto que
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el hombre es frágil y sin ti nada puede, concédenos la ayuda de tu gracia, para observar tus mandamientos y agradarte con nuestros deseos y acciones. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo..
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: La incorporación a la vida pascual, que nace de la muerte y resurrección de Jesús, supone una presencia activa del Espíritu, y una completa renovación de la persona. El encuentro con Jesús resucitado nos ha devuelto la alegría de hombres y mujeres salvados. Damos gracias al Señor, porque grande ha sido su amor hacia nosotros. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios del Domingo, II Vísperas, pág. 14)
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA Lectura: Lc 7,36-8,3 En el escenario que nos presenta Lucas, nos encontramos con el fariseo que invita a Jesús; y con una mujer que entra sin estar invitada. Se trata de “una pecadora pública”. La mujer sorprende a todos, al realizar con Jesús el ritual que debía hacer el dueño de la casa al recibir a sus invitados. El fariseo pone en duda que Jesús sea un profeta, al no darse cuenta de qué clase de mujer es la que tiene delante. Para explicar al fariseo la realidad de lo que está aconteciendo, se sirve Jesús de una breve parábola. Perdonar la deuda se relaciona con el amor, con perdón, con la gratitud. La mujer se acerca con conciencia de pecadora; pero ha amado “mucho”. Representa a los discípulos que vienen del paganismo. Ellos también son considerados pecadores por los fariseos y por los representantes de pueblo judío. La actuación de Jesús suscita la pregunta de los comensales: “¿Quién es éste que hasta perdona los pecados?” (Lc 7,49). Con el perdón otorgado a la pecadora, Jesús sorprende al fariseo, que en su corazón está juzgando a Jesús, y condenando a la pecadora. Algunos se creen justos, como el pueblo de Israel. Piensan que no necesitan conversión. Frustran la oportunidad que Jesús les ofrece. Otros, como “la pecadora de la ciudad”, reconocen su condición de pecadores y buscan el perdón. Esta mujer ha amado “mucho”, por eso su perdón ha sido grande. El amor ha sido el protagonista. En Jesús que perdona, y en la mujer perdonada. P. Antonio Danoz, Redentorista
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17 de Junio - Lunes, Feria, XI Sem. del Tpo. Ord. Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Alabamos a Dios por el nuevo día. Él nos envía al mundo como anunciadores de la Buena Noticia. También nos envía al mundo para que seamos denunciadores de las falsedades, de las medias verdades, que muchas veces son más perniciosas que la mentira. Oremos, para que Jesús, que es la verdad, se abra camino en el mundo.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): Entremos a la presencia del Señor dándole gracias.
otros mil,/ y prefiero el umbral de la casa de Dios/ a vivir con los malvados. Porque el Señor es sol y escudo,/ él da la gracia y la gloria,/ el Señor no niega sus bienes/ a los de conducta intachable.
Himno, Feria del Tpo. Ord., pág. 6
¡Señor de los ejércitos, dichoso el hombre/ que confía en ti! Gloria y antífona 1
Antífona 1 - Dichosos los que viven en tu casa, Señor.
Antífona 2 - Venid, subamos al monte del Señor.
Salmo 83
Cántico
¡Qué deseables son tus moradas,/ Señor de los ejércitos!/ Mi alma se consume y anhela/ los atrios del Señor,/ mi corazón y mi carne/ se alegran por el Dios vivo. Hasta el gorrión ha encontrado una casa;/ la golondrina, un nido/ donde colocar sus polluelos:/ tus altares, Señor de los ejércitos,/ Rey mío y Dios mío. Dichosos los que viven en tu casa/ alabándote siempre./ Dichosos los que encuentran en ti su fuerza/ al preparar su peregrinación: cuando atraviesan áridos valles,/ los convierten en oasis,/ como si la lluvia temprana/ los cubriera de bendiciones;/ caminan de altura en altura /hasta ver a Dios en Sión. Señor de los ejércitos, escucha mi súplica:/ atiéndeme, Dios de Jacob./ Fíjate, ¡oh Dios!, en nuestro Escudo,/ mira el rostro de tu Ungido. Un solo día en tu casa/ vale más que
Is 2, 2-5
Al final de los días estará firme/ el monte de la casa del Señor,/ en la cima de los montes,/ encumbrado sobre las montañas. Hacia él confluirán los gentiles,/ caminarán pueblos numerosos./ Dirán: «Venid, subamos al monte del Señor,/ a la casa del Dios de Jacob: Él nos instruirá en sus caminos,/ y marcharemos por sus sendas;/ porque de Sión saldrá la ley,/ de Jerusalén la palabra del Señor». Será el árbitro de las naciones,/ el juez de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados,/ de las lanzas, podaderas./ No alzará la espada pueblo contra pueblo,/ no se adiestrarán para la guerra. Casa de Jacob, ven;/ caminemos a la luz del Señor. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Cantad al Señor, bendecid su nombre.
17 de Junio - Lunes, Feria, XI Sem. del Tpo. Ord.
Salmo 95 Cantad al Señor un cántico nuevo,/ cantad al Señor, toda la tierra;/ cantad al Señor, bendecid su nombre,/ proclamad día tras día su victoria. Contad a los pueblos su gloria, /sus maravillas a todas las naciones;/ porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza,/ más temible que todos los dioses. Pues los dioses de los gentiles son apariencia,/ mientras que el Señor ha hecho el cielo;/ honor y majestad lo preceden,/ fuerza y esplendor están en su templo. Familias de los pueblos, aclamad al Señor,/ aclamad la gloria y el poder del Señor,/ aclamad la gloria del nombre del Señor,/ entrad en sus atrios trayéndole ofrendas. Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,/ tiemble en su presencia la tierra toda;/ decid a los pueblos: «El Señor es rey,/ él afianzó el orbe, y no se moverá;/ él gobierna a los pueblos rectamente». Alégrese el cielo, goce la tierra,/ retumbe el mar y cuanto lo llena;/ vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,/ aclamen los árboles del bosque, delante del Señor, que ya llega,/ ya llega a regir la tierra:/ regirá el orbe con justicia/ y los pueblos con fidelidad. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Stgo 2, 12-13
Hablad y actuad como quienes han de ser juzgados por una ley de libertad. Pues habrá un juicio sin misericordia para quien no practicó misericordia; pero la misericordia triunfa sobre el juicio.
Responsorio breve
V Bendito el Señor ahora y por siempre. R Bendito el Señor ahora y por siempre. V Sólo él hizo maravillas. R Ahora y por siempre.
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V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Bendito el Señor ahora y por siempre.
Cántico de Zacarías, pág. 4 Antífona: Bendito sea el Señor, Dios nuestro. Preces Invoquemos a Dios, que puso en el mundo a los hombres para que trabajasen concordes para su gloria, y digámosle: Haz, Señor, que te glorifiquemos. Te bendecimos, Señor, creador del universo, porque has conservado nuestra vida hasta el día de hoy; * haz que en toda nuestra jornada te alabemos y te bendigamos. Míranos benigno, Señor, ahora que vamos a comenzar nuestra labor cotidiana; * haz que, obrando conforme a tu voluntad, cooperemos en tu obra. Que nuestro trabajo de hoy sea provechoso para nuestros hermanos, * y así todos juntos edifiquemos un mundo grato a tus ojos. A nosotros y a todos los que hoy entrarán en contacto con nosotros, * concédenos el gozo y la paz. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Llenos de alegría por nuestra condición de hijos de Dios, digamos confiadamente: Padre nuestro.
Oración Señor Dios, rey de cielos y tierra, dirige y santifica en este día nuestros cuerpos y nuestros corazones, nuestros sentidos, palabras y acciones, según tu ley y tus mandatos; para que, con tu auxilio, podamos ofrecerte hoy en todas nuestras actividades un sacrificio de alabanza grato a tus ojos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
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17 de Junio - Lunes, Feria, XI Sem. del Tpo. Ord.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Durante el día hemos tenido una luz que nos ha guiado. Esta luz ha sido Jesús, que nos dice: “Quien me sigue no anda en tinieblas”. Ahora nos enfrentamos con las tinieblas de la noche. Quizá con las tinieblas de nuestro pecado. Nuestra oración suba hasta el Padre de las luces, para que disipe las tinieblas de la noche y las del corazón.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno, Feria del Tpo. Ord., pág. 6 Antífona 1 - Nuestros ojos están fijos en el Señor, esperando su misericordia.
Salmo 122 A ti levanto mis ojos,/ a ti que habitas en el cielo./ Como están los ojos de los esclavos/ fijos en las manos de sus señores, como están los ojos de la esclava/ fijos en las manos de su señora,/ así están nuestros ojos/ en el Señor, Dios nuestro,/ esperando su misericordia. Misericordia, Señor, misericordia,/ que estamos saciados de desprecios;/ nuestra alma está saciada/ del sarcasmo de los satisfechos,/ del desprecio de los orgullosos. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Salmo 123 Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte/ –que lo diga Israel–,/ si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,/ cuando nos asaltaban los hombres,/ nos habrían tragado vivos:/ tanto ardía su ira contra nosotros. Nos habrían arrollado las aguas,/ llegándonos el torrente hasta el cuello;/
nos habrían llegado hasta el cuello/ las aguas espumantes. Bendito el Señor, que no nos entregó/ como presa a sus dientes;/ hemos salvado la vida como un pájaro/ de la trampa del cazador:/ la trampa se rompió y escapamos. Nuestro auxilio es el nombre del Señor,/ que hizo el cielo y la tierra. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Dios nos ha destinado en la persona de Cristo a ser sus hijos.
Cántico
Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,/ Padre de nuestro Señor Jesucristo,/ que nos ha bendecido en la persona de Cristo/ con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo,/ antes de crear el mundo,/ para que fuésemos consagrados/ e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo,/ por pura iniciativa suya,/ a ser sus hijos,/ para que la gloria de su gracia,/ que tan generosamente nos ha concedido/ en su querido Hijo, /redunde en alabanza suya. Por este Hijo, por su sangre,/ hemos recibido la redención,/ el perdón de los pecados./ El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia/ ha sido un derroche para con nosotros,/ dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Éste es el plan/ que había proyectado realizar por Cristo/ cuando llegase el momento culminante:/ hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo /por cabeza,/ las del cielo y las de la tierra. Gloria y antífona 3
17 de Junio - Lunes - Oración de la Noche - Completas
Lectura breve
Stgo 4, 11-13a
No habléis mal unos de otros, hermanos. El que habla mal de un hermano, o juzga a un hermano, habla mal de la ley y juzga a la ley. Y si juzgas a la ley no eres cumplidor de la ley, sino su juez. Uno es el legislador y juez: el que puede salvar o perder. Pero tú, ¿quién eres para juzgar al prójimo?
Responsorio breve
V Sáname, porque he pecado contra ti. R Sáname, porque he pecado contra ti. V Yo dije: «Señor, ten misericordia». R Porque he pecado contra ti. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Sáname, porque he pecado contra ti.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque Dios ha mirado mi humillación. Preces Cristo quiere que todos los hombres alcancen la salvación. Digámosle, pues, confiadamente: Atrae, Señor, a todos hacia ti. Te bendecimos, Señor, porque nos has redimido con tu preciosa sangre de la esclavitud del pecado; * haz que participemos en la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
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Ayuda con tu gracia a nuestro obispo N. y a todos los obispos de la Iglesia, * para que con gozo y fervor sirvan a tu pueblo. Que todos los que consagran su vida a la investigación de la verdad logren encontrarla * y que, habiéndola encontrado, se esfuercen por difundirla entre sus hermanos. Atiende, Señor, a los huérfanos, a las viudas y a los que viven abandonados; * ayúdalos en sus necesidades para que experimenten tu solicitud hacia ellos. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Acoge a nuestros hermanos difuntos en la ciudad santa de la Jerusalén celestial, * allí donde tú, con el Padre y el Espíritu Santo, serás todo en todos. Adoctrinados por el mismo Señor, nos atrevemos a decir: Padre nuestro.
Oración Señor, tú que con razón eres llamado luz indeficiente, ilumina nuestro espíritu en esta hora vespertina, y dígnate perdonar benignamente nuestras faltas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo..
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Ahora que nos enfrentamos a las tinieblas de la noche, oramos poniendo en manos del Señor nuestro descanso. Él nos ayuda a reponer nuestras fuerzas, para que mañana al levantarnos podamos servirlo con más entusiasmo. Durante el sueño, cuidará de nosotros como la madre que vigila el sueño de su hijo. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios del Lunes, pág. 16)
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18 de Junio - Martes, Feria, XI Sem. del Tpo. Ord.
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA Lectura: 2 Co 13,1-4 Pablo acude al poder de Cristo, que se manifiesta en él. Probablemente, los corintios habían advertido algún signo de debilidad en el apóstol ante los problemas que se le habían presentado. Cuando vaya a visitarlos, el apóstol se verá forzado a hacer valer su autoridad, para que los corintios comprendan que el poder de Cristo es quien actúa en él. Para ellos, Cristo no es débil sino poderoso. Tienen la oportunidad de examinarse y de corregirse y de ver si se mantienen en la fe. Pablo aprovecha para recordarles el misterio de la Pascua; una constante en su anuncio de la Buena Noticia y en su teología espiritual. Por su condición de hombre, Jesús se vio sometido a la muerte, como signo de su debilidad. Pero por el poder de Dios, ahora está vivo y resucitado. Del misterio de la Pascua de Jesús participa también Pablo. Él se presentó ante los corintios con signos de debilidad. Ahora, está dispuesto de regresar de nuevo con la fortaleza que le da haber participado en la victoria de Cristo. La fortaleza que siente proviene de compartir con Jesús la vida de resucitado. Nosotros también participamos de este misterio. El cuerpo y la sangre nos identifican con Jesús en su dimensión humana, por tanto débil. Pero la condición de bautizados, nos identifican con Jesús resucitado, triunfador de los poderes del mal y de la muerte. El poder de Dios que actuó en él, actúa en nosotros, para renovarnos por completo. P. Antonio Danoz, Redentorista
18 de Junio - Martes, Feria, XI Sem. del Tpo. Ord. Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: La oración dispone el corazón y el espíritu para salir a la calle y emprender nuestras labores, como testigos de Dios en medio del mundo, que olvida lo principal: el reino de Dios y su justicia. Tenemos que seguir siendo los “testigos del Absoluto”. Pidamos la fuerza de su Espíritu.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): Al Señor, al gran Rey, venid, adorémosle.
Himno, Feria del Tpo. Ord., pág. 6 Antífona 1 - Señor, has sido bueno con tu tierra, has perdonado la culpa de tu pueblo.
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18 de Junio - Martes, Feria, XI Sem. del Tpo. Ord.
Salmo 84
Señor, has sido bueno con tu tierra,/ has restaurado la suerte de Jacob, / has perdonado la culpa de tu pueblo,/ has sepultado todos sus pecados,/ has reprimido tu cólera,/ has frenado el incendio de tu ira. Restáuranos, Dios salvador nuestro;/ cesa en tu rencor contra nosotros./ ¿Vas a estar siempre enojado,/ o a prolongar tu ira de edad en edad? ¿No vas a devolvernos la vida,/ para que tu pueblo se alegre contigo?/ Muéstranos, Señor, tu misericordia/ y danos tu salvación. Voy a escuchar lo que dice el Señor:/ «Dios anuncia la paz/ a su pueblo y a sus amigos/ y a los que se convierten de corazón». La salvación está ya cerca de sus fieles,/ y la gloria habitará en nuestra tierra;/ la misericordia y la fidelidad se encuentran,/ la justicia y la paz se besan; la fidelidad brota de la tierra,/ y la justicia mira desde el cielo;/ el Señor dará la lluvia,/ y nuestra tierra dará su fruto. La justicia marchará ante él,/ la salvación seguirá sus pasos. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Mi alma te ansía de noche, Señor; mi espíritu madruga por ti.
Cántico
Is 26, 1-4. 7-9. 12
Tenemos una ciudad fuerte,/ ha puesto para salvarla murallas y baluartes:
Mi alma te ansía de noche,/ mi espíritu en mi interior madruga por ti,/ porque tus juicios son luz de la tierra,/ y aprenden justicia los habitantes del orbe. Señor, tú nos darás la paz,/ porque todas nuestras empresas/ nos las realizas tú. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Ilumina, Señor, tu rostro sobre nosotros.
Salmo 66
El Señor tenga piedad y nos bendiga,/ ilumine su rostro sobre nosotros;/ conozca la tierra tus caminos,/ todos los pueblos tu salvación. ¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos,/ que todos los pueblos te alaben. Que canten de alegría las naciones,/ porque riges el mundo con justicia,/ riges los pueblos con rectitud/ y gobiernas las naciones de la tierra. ¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos,/ que todos los pueblos te alaben. La tierra ha dado su fruto,/ nos bendice el Señor, nuestro Dios./ Que Dios nos bendiga; que le teman/ hasta los confines del orbe. Gloria y antífona 3
Lectura breve
1Jn 4, 14-15
Nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo para ser Salvador del mundo. Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios.
Responsorio breve
Abrid las puertas para que entre un pueblo justo,/ que observa la lealtad;/ su ánimo está firme y mantiene la paz,/ porque confía en ti.
V Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo. R Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
Confiad siempre en el Señor,/ porque el Señor es la Roca perpetua:
V Mi alcázar, mi libertador. R En que me amparo.
La senda del justo es recta./ Tú allanas el sendero del justo;/ en la senda de tus juicios, Señor, te esperamos,/ ansiando tu nombre y tu recuerdo.
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
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18 de Junio - Martes, Feria, XI Sem. del Tpo. Ord.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Nos ha suscitado el Señor una fuerza de salvación, según lo había predicho por boca de sus santos profetas.
Preces Adoremos a Cristo, que con su sangre ha adquirido el pueblo de la nueva alianza, y digámosle suplicantes: Acuérdate, Señor de tu pueblo. Rey y redentor nuestro, escucha la alabanza que te dirige tu Iglesia en el comienzo de este día, * y haz que no deje nunca de glorificarte. Que nunca, Señor, quedemos confundidos, * los que en ti ponemos nuestra fe y nuestra esperanza. Mira compasivo nuestra debilidad y ven en ayuda nuestra, * ya que sin ti nada podemos hacer.
Acuérdate de los pobres y desvalidos; * que este día que comienza les traiga solaz y alegría. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Ya que deseamos que la luz de Cristo ilumine a todos los hombres, pidamos al Padre que a todos llegue el reino de su Hijo: Padre nuestro.
Oración Dios todopoderoso, de quien dimana la bondad y hermosura de todo lo creado; haz que comencemos este día con ánimo alegre, y que realicemos nuestras obras movidos por el amor a ti y a los hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: En nuestra cultura, para hablar del amor nos referimos al corazón. Es el símbolo más entrañable para decir el amor y para sentirlo. Jesús se ha acercado más a la humanidad y nos ha amado con un corazón como el nuestro. Nada ni nadie “nos podrá separar del amor de Dios ha manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro” (Rom 9,39).
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno, Feria del Tpo. Ord., pág. 6 Antífona 1 - El Señor rodea a su pueblo.
Salmo 124 Los que confían en el Señor son como el monte Sión:/ no tiembla, está asentado para siempre. Jerusalén está rodeada de montañas,/ y el Señor rodea a su pueblo ahora y por siempre. No pesará el cetro de los malvados/ sobre el lote de los justos,/ no sea que los justos extiendan /su mano a la maldad.
18 de Junio - Martes, Feria, XI Sem. del Tpo. Ord.
Señor, concede bienes a los buenos,/ a los sinceros de corazón;/ y a los que se desvían por sendas tortuosas,/ que los rechace el Señor con los malhechores./ ¡Paz a Israel! Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
Salmo 130 Señor, mi corazón no es ambicioso,/ ni mis ojos altaneros;/ no pretendo grandezas/ que superan mi capacidad;/ sino que acallo y modero mis deseos,/ como un niño en brazos de su madre. Espere Israel en el Señor/ ahora y por siempre. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Has hecho de nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.
Cántico
Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,/ el honor y el poder/ porque tú has creado el universo;/ porque por tu voluntad lo que no existía fue creado. Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,/ porque fuiste degollado/ y por tu sangre compraste para Dios/ hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;/ y has hecho de ellos para nuestro Dios/ un reino de sacerdotes /y reinan sobre la tierra. Digno es el Cordero degollado/ de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,/ la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Rom 12, 9-12
Que vuestra caridad sea sincera. Aborreced el mal y aplicaos al bien. En cuanto a la caridad fraterna, amaos entrañablemente unos a otros. En cuanto a la mutua estima, tened por más dignos a los demás. Nada de pereza
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en vuestro celo, sirviendo con fervor de espíritu al Señor. Que la esperanza os tenga alegres; estad firmes en la tribulación, sed asiduos en la oración.
Responsorio breve
V Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo. R Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo. V Tu fidelidad de generación generación. R Más estable que el cielo.
en
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador. Preces Invoquemos a Dios, esperanza de su pueblo, diciendo: Escúchanos, Señor. Te damos gracias, Señor, porque hemos sido enriquecidos en todo por Cristo, tu Hijo; * haz que por él crezcamos en todo conocimiento. En tus manos, Señor, están el corazón y la mente de los que gobiernan; * dales pues, acierto en sus decisiones para que te sean gratos en su pensar y obrar. Tú, que a los artistas concedes inspiración para plasmar la belleza que de ti procede, * haz que con sus obras aumente el gozo y la esperanza de los hombres. Tú, que no permites que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas, * da fortaleza a los débiles, levanta a los caídos. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Tú que nos has prometido la resurrección en el último día, * no te olvides de tus hijos que ya han dejado el cuerpo mortal.
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18 de Junio - Martes - Oración de la Noche - Completas / Palabra de Dios para cada día
Unidos fraternalmente como hermanos de una misma familia, invoquemos al Padre común: Padre nuestro.
Oración Nuestra oración vespertina suba hasta ti, Padre de clemencia, descienda sobre
nosotros tu bendición; así, con tu ayuda, seremos salvados ahora y por siempre. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Durante el día hemos sido testigos de la belleza de las cosas con que Dios ha enriquecido la creación. También hemos podido admirar los trabajos cada vez más sorprendentes realizados por hombres y mujeres, que comparten con nosotros este mundo. Es el momento de alabar y dar gracias al Señor, por la multiplicidad de dones con que enriquece a los habitantes de esta tierra. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios del Martes, pág. 18)
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA Lectura: 2 Co 13,5-10 Pablo invita a la comunidad de Corinto a realizar un examen, para comprobar la calidad de su fe. Les apunta hacia dónde han de dirigir su mirada: hacia Cristo. Su fe será sólida, en la medida en que hayan reproducido a Cristo en su propia persona y en su vida de discípulos. Ésta es la verdadera prueba de fuego que han de superar. Pablo espera que los corintios reconozcan que él la ha superado. Al final de la carta Pablo revela algunos de los principios que le han conducido en su trabajo de anunciador de la Buena Noticia y de crear comunidades. A manera de sentencia sapiencial, proclama: “Nada podemos contra la verdad, sí a favor de la verdad” (2Cor 13,8). La Buena Noticia es “palabra de verdad que nos salva” (Ef 1,13). Nos revela los misterios ocultos que Jesús ha desvelado. En el evangelio de Juan, Jesús es presentado como “verdad” (Jn 14,16). Su misión consiste en “ser testigo de la verdad”. Para eso nació y para eso vino al mundo (Jn 18,37). A favor de la verdad, que es Jesús, todo; en contra de esta verdad, nada. Pablo tiene conciencia clara de su misión. Dios lo eligió para edificar, no para destruir. Sus esfuerzos se dirigen a lograr que los discípulos consigan la perfección a la que Dios los llama por medio de Jesús, el Señor resucitado. Para lograr este objetivo, se alegra de aparecer como débil, si es necesario, con tal que los corintios sean fuertes, y experimenten el poderío salvador de Cristo y de la Buena Noticia. A esto hemos de aspirar los discípulos de Jesús. P. Antonio Danoz, Redentorista
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19 de Junio - Miércoles, Feria o Memoria de San Romualdo, abad
El santo de hoy: San Romualdo (952-1027) Nace en Ravena (Italia) en el seno de una familia noble. Desde sus primeros años sintió la tendencia a la vida eremítica. A partir de 988 se dedicó a fundar monasterios que seguían la regla de san Benito. Entre estas fundaciones se cuenta el de Camaldoli. Aquí surgió la Orden Camaldulense, que lo considera como su fundador. La orden camaldulense une la soledad de los eremitas, con la vida monástica benedictina.
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Pablo se pregunta: “¿Quién podrá separarnos del amor de Cristo?”. Nada ni nadie podrá separarnos del amor de aquel, que murió y después resucitó, y ahora está intercediendo por nosotros a la derecha del Padre (Rom 9,34-35). Su costado abierto, sigue gritando permanentemente al mundo la inmensa grandeza de su amor.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): Adoremos a Dios, porque él nos ha creado.
Himno, Feria del Tpo. Ord., pág. 6 Antífona 1 - Alegra el alma de tu siervo, pues levanto mi alma hacia ti, Señor.
Salmo 85
Todos los pueblos vendrán/ a postrarse en tu presencia, Señor;/ bendecirán tu nombre:/ «Grande eres tú, y haces maravillas;/ tú eres el único Dios». Enséñame, Señor, tu camino,/ para que siga tu verdad;/ mantén mi corazón entero /en el temor de tu nombre. Te alabaré de todo corazón, Dios mío;/ daré gloria a tu nombre por siempre,/ por tu grande piedad para conmigo,/ porque me salvaste del abismo profundo.
Inclina tu oído, Señor; escúchame,/ que soy un pobre desamparado;/ protege mi vida, que soy un fiel tuyo;/ salva a tu siervo, que confía en ti.
Dios mío, unos soberbios se levantan contra mí,/ una banda de insolentes atenta contra mi vida,/ sin tenerte en cuenta a ti.
Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor,/ que a ti te estoy llamando todo el día;/ alegra el alma de tu siervo,/ pues levanto mi alma hacia ti;
Pero tú, Señor, Dios clemente y misericordioso,/ lento a la cólera, rico en piedad y leal,/ mírame, ten compasión de mí.
porque tú, Señor, eres bueno y clemente,/ rico en misericordia con los que te invocan./ Señor, escucha mi oración,/ atiende a la voz de mi súplica.
Da fuerza a tu siervo,/ salva al hijo de tu esclava;/ dame una señal propicia,/ que la vean mis adversarios y se avergüencen,/ porque tú, Señor, me ayudas y consuelas. Gloria y antífona 1
En el día del peligro te llamo,/ y tú me escuchas./ No tienes igual entre los dioses, Señor,/ ni hay obras como las tuyas.
Antífona 2 - Dichoso el hombre que procede con justicia y habla con rectitud.
116 Cántico
19 de Junio - Miércoles, Feria o Memoria de San Romualdo, abad
Is 33, 13-16
Los lejanos, escuchad lo que he hecho;/ los cercanos, reconoced mi fuerza. Temen en Sión los pecadores,/ y un temblor se apodera de los perversos:/ «¿Quién de nosotros habitará un fuego devorador,/ quién de nosotros habitará una hoguera perpetua?» El que procede con justicia y habla con rectitud/ y rehúsa el lucro de la opresión;/ el que sacude la mano rechazando el soborno/ y tapa su oído a propuestas sanguinarias,/ el que cierra los ojos para no ver la maldad: /ése habitará en lo alto,/ tendrá su alcázar en un picacho rocoso,/ con abasto de pan y provisión de agua. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Aclamad al Rey y Señor.
Salmo 97
Cantad al Señor un cántico nuevo,/ porque ha hecho maravillas:/ su diestra le ha dado la victoria,/ su santo brazo. El Señor da a conocer su victoria,/ revela a las naciones su justicia:/ se acordó de su misericordia y su fidelidad/ en favor de la casa de Israel. Los confines de la tierra han contemplado/ la victoria de nuestro Dios./ Aclama al Señor, tierra entera;/ gritad, vitoread, tocad: tocad la cítara para el Señor,/ suenen los instrumentos:/ con clarines y al son de trompetas/ aclamad al Rey y Señor. Retumbe el mar y cuanto contiene,/ la tierra y cuantos la habitan;/ aplaudan los ríos, aclamen los montes/ al Señor, que llega para regir la tierra. Regirá el orbe con justicia/ y los pueblos con rectitud. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Job 1, 21; 2,10b
Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré a él. El Señor me lo
dio, el Señor me lo quitó, bendito sea el nombre del Señor. Si aceptamos de Dios los bienes, ¿no vamos a aceptar los males?
Responsorio breve V Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos. R Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos. V Dame vida con tu palabra. R Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Realiza, Señor, con nosotros la misericordia y recuerda tu santa alianza.
Preces Invoquemos a Cristo, que se entregó a sí mismo por la Iglesia, y le da alimento y calor, diciendo: Acuérdate, Señor, de tu Iglesia. Bendito seas, Señor, Pastor de la Iglesia, que nos vuelves a dar hoy la luz y la vida; * haz que sepamos agradecerte este magnífico don. Mira con amor a tu grey, que has congregado en tu nombre; * haz que no se pierda ni uno solo de los que el Padre te ha dado. Guía a tu Iglesia por el camino de tus mandatos, * y haz que el Espíritu Santo la conserve en la fidelidad. Que tus fieles, Señor, cobren nueva vida participando en la mesa de tu pan y de tu palabra, * para que, con la fuerza de este alimento, te sigan con alegría. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Concluyamos nuestra oración diciendo juntos las palabras de Jesús, nuestro Maestro: Padre nuestro.
19 de Junio - Miércoles, Feria o Memoria de San Romualdo, abad
Oración Señor Dios, tú que elegiste a san Romualdo para que renovara la vida eremítica en tu Iglesia, concédenos que, por la abnegación de nosotros mismos y siguiendo a Cristo, merezcamos llegar
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al reino de los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Los evangelios nos recuerdan que Jesús elevó los ojos al cielo en varias ocasiones para orar al Padre. En esta tarde, también nosotros levantamos los ojos y el corazón para orar como Jesús: Padre, que has glorificado a tu Hijo y le has concedido la gloria que poseía a tu lado, haz que también nosotros participemos de su victoria sobre la muerte.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno, Feria del Tpo. Ord., pág. 6 Antífona 1 - Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares.
Salmo 125 Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,/ nos parecía soñar:/ la boca se nos llenaba de risas,/ la lengua de cantares. Hasta los gentiles decían:/ “El Señor ha estado grande con ellos”/ El Señor ha estado grande con nosotros,/ y estamos alegres. Que el Señor cambie nuestra suerte/ como los torrentes del Negueb./ Los que sembraban con lágrimas/ cosechan entre cantares. Al ir, iban llorando, /llevando la semilla;/ al volver, vuelven cantando,/ trayendo sus gavillas. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Que el Señor nos construya la casa y nos guarde la ciudad.
Salmo 126 Si el Señor no construye la casa,/ en vano se cansan los albañiles;/ si el Señor no guarda la ciudad,/ en vano vigilan los centinelas. Es inútil que ustedes madruguen,/ que velen hasta muy tarde,/ los que comen el pan de sus sudores:/ ¡Dios se lo da a sus amigos mientras duermen! La herencia que da el Señor son los hijos;/ una recompensa es el fruto de las entrañas:/ son saetas en mano de un guerrero/ los hijos de la juventud. Dichoso el hombre que llena/ con ellas su aljaba:/ no quedará derrotado cuando litigue/ con su adversario en la plaza. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Él es el primogénito de toda creatura, es el primero en todo.
Cántico
Col 1, 12-20
Damos gracias a Dios Padre,/ que nos ha hecho capaces de compartir/ la herencia del pueblo santo en la luz. Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,/ y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,/ por cuya sangre hemos recibido la redención, /el perdón de los pecados.
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19 de Junio - Miércoles, Feria o Memoria de San Romualdo, abad
Él es imagen de Dios invisible,/ primogénito de toda creatura /pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:/ celestes y terrestres, visibles e invisibles,/ Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades; /todo fue creado por él y para él. Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él./ Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia./ Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, / y así es el primero en todo. Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud./ Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas: /haciendo la paz por la sangre de su cruz /con todos los seres, así del cielo como de la tierra. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Ef 3, 20-21
A aquel que tiene sumo poder para hacer muchísimo más de lo que pedimos o pensamos, con la energía que obra en nosotros, a él la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús, en todas las generaciones por los siglos de los siglos. Amén.
Responsorio breve
V Sálvame, Señor, y ten misericordia de mí. R Sálvame, Señor, y ten misericordia de mí. V No arrebates mi alma con los pecadores. R Ten misericordia de mí. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Sálvame, Señor, y ten misericordia de mí.
Te damos gracias, Señor, porque nos has escogido como primicias para la salvación; * haz que sepamos corresponder y así logremos la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Haz que todos los que confiesan tu santo nombre sean concordes en la verdad * y vivan unidos por la caridad. Creador del universo, cuyo Hijo, al venir a este mundo, quiso trabajar con sus propias manos: * acuérdate de los trabajadores que ganan el pan con el sudor de su rostro. Acuérdate también de todos los que viven entregados al servicio de los demás * que no se dejen vencer por el desaliento ante la incomprensión de los hombres. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Ten piedad de nuestros hermanos difuntos * y líbralos del poder del Maligno. Llenos de fe invoquemos juntos al Padre común, repitiendo la oración que Jesús nos enseñó: Padre nuestro.
Oración Señor Dios, tú que elegiste a san Romualdo para que renovara la vida eremítica en tu Iglesia, concédenos que, por la abnegación de nosotros mismos y siguiendo a Cristo, merezcamos llegar al reino de los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: El Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo. Preces Invoquemos a Dios, que envió a su Hijo como salvador y modelo supremo de su pueblo, diciendo: Que tu pueblo, Señor, te alabe.
San Romualdo, abad
20 de Junio - Jueves, Feria, XI Sem. del Tpo. Ord.
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Oración de la Noche - Completas
Invitación: “Levántate, alma amiga de Cristo, aplica a aquella abertura sacratísima tus labios, para que bebas el agua de las fuentes del Salvador. Porque ésta es la verdadera fuente que mana en medio del paraíso, y dividida en cuatro ríos que se derraman en los corazones amantes, riega y fecunda toda la tierra” (S. Bernardo). (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios del Miércoles, pág. 20)
LA PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA
Lectura: 2 Co 13,11-13 En las últimas recomendaciones, Pablo ha dejado plasmado el espíritu que desea que reine en todas sus comunidades. Por encima de todo, la alegría, la concordia y la paz. A lo largo de la carta han desfilado algunos de los problemas que le crearon no pocos dolores de cabeza. Esto hace que el saludo sea algo más que una simple fórmula de despedida. Utiliza el imperativo: “Estén alegres, alcancen la perfección, anímense mutuamente, vivan en armonía y en paz” (2Cor 13,11). Si realizan lo que les propone, “el Dios del amor y de la paz estará con ellos”. Dios no está en el conflicto, en los enfrentamientos, en la violencia. Dios está donde reina el amor y la paz. Él mismo es la mayor garantía de ese amor y de esa paz, en los hogares, en los barrios, en las ciudades y pueblos. En las recomendaciones de Pablo tenemos un excelente programa de vida personal y comunitaria. También ofrece un proyecto pastoral sumamente interesante, que cualquier comunidad o grupo puede proponerse como tarea. Como recomendación práctica, nos propone: “salúdense con el beso santo” (2Cor 13,12). Era el beso litúrgico que se daban los discípulos en las celebraciones. Era un símbolo de fraternidad. Pablo lo menciona en otras cartas (Rom 16,16, 1, Co 16,20). Pablo cierra la carta con una bella perla, que la liturgia ha elegido como saludo: “La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo esté con todos ustedes” (2Cor 13,13). P. Antonio Danoz, redentorista
20 de Junio - Jueves, Feria, XI Sem. del Tpo. Ord. Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Pidamos al Señor llegar a la plenitud en el conocimiento de su voluntad, con toda sabiduría e inteligencia espiritual. Así caminaremos según el Señor se merece y le agradaremos enteramente, dando fruto en toda clase de obras buenas y creciendo en el conocimiento de Dios. Fortalecidos en toda fortaleza, según el poder de su gloria, podremos resistir con fortaleza cualquier adversidad.
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20 de Junio - Jueves, Feria, XI Sem. del Tpo. Ord.
Invocación inicial
¿Quién le ha sugerido su proyecto?
En forma opcional se dice luego el salino 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
¿Con quién se aconsejó para entenderlo,/ para que le enseñara el camino exacto, /para que le enseñara el saber/ y le sugiriese el método inteligente?
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza.
Antífona (para el salmo invitatorio): Venid, adoremos a Dios, porque él nos ha creado.
Himno, Feria del Tpo. Ord., pág. 6 Antífona 1 - ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!
Salmo 86 Él la ha cimentado sobre el monte santo;/ y el Señor prefiere las puertas de Sión/ a todas las moradas de Jacob. ¡Qué pregón tan glorioso para ti,/ ciudad de Dios!/ «Contaré a Egipto y a Babilonia/ entre mis fieles;/ filisteos, tirios y etíopes/ han nacido allí». Se dirá de Sión: «Uno por uno / todos han nacido en ella; /el Altísimo en persona la ha fundado». El Señor escribirá en el registro de los pueblos:/ «Éste ha nacido allí»./ Y cantarán mientras danzan:/ «Todas mis fuentes están en ti». Gloria y antífona 1 Antífona 2 - El Señor llega con poder, y su recompensa lo precede.
Cántico
Is 40, 10-17
Mirad, el Señor Dios llega con poder,/ y su brazo manda./ Mirad, viene con él su salario/ y su recompensa lo precede. Como un pastor que apacienta el rebaño,/ su brazo lo reúne,/ toma en brazos los corderos/ y hace recostar a las madres. ¿Quién ha medido a puñados el mar/ o mensurado a palmos el cielo,/ o a cuartillas el polvo de la tierra? ¿Quién ha pesado en la balanza los montes/ y en la báscula las colinas?/ ¿Quién ha medido el aliento del Señor?/
Mirad, las naciones son gotas de un cubo/ y valen lo que el polvillo de balanza./ Mirad, las islas pesan lo que un grano,/ el Líbano no basta para leña,/ sus fieras no bastan para el holocausto. En su presencia, las naciones todas,/ como si no existieran,/ son ante él como nada y vacío. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Ensalzad al Señor, Dios nuestro, postraos ante el estrado de sus pies.
Salmo 98 El Señor reina, tiemblen las naciones;/ sentado sobre querubines, vacile la tierra. El Señor es grande en Sión,/ encumbrado sobre todos los pueblos. /Reconozcan tu nombre, grande y terrible:/ Él es santo. Reinas con poder y amas la justicia,/ tú has establecido la rectitud;/ tú administras la justicia y el derecho,/ tú actúas en Jacob. Ensalzad al Señor, Dios nuestro;/ postraos ante el estrado de sus pies:/Él es santo. Moisés y Aarón con sus sacerdotes,/ Samuel con los que invocan su nombre,/ invocaban al Señor, y él respondía./ Dios les hablaba desde la columna de nube;/ oyeron sus mandatos y la ley que les dio. Señor, Dios nuestro, tú les respondías,/ tú eras para ellos un Dios de perdón/ y un Dios vengador de sus maldades. Ensalzad al Señor, Dios nuestro;/
20 de Junio - Jueves, Feria, XI Sem. del Tpo. Ord.
postraos ante su monte santo:/ Santo es el Señor, nuestro Dios. Gloria y antífona 3
Lectura breve
1Pe 4,10-11
Que cada uno, con el don que ha recibido, se ponga al servicio de los demás, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. El que toma la palabra que hable palabra de Dios. El que se dedica al servicio que lo haga en virtud del encargo recibido de Dios. Así, Dios será glorificado en todo, por medio de Jesucristo, Señor nuestro, cuya es la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
Responsorio breve
V Te invoco de todo corazón, respóndeme, Señor. R Te invoco de todo corazón, respóndeme, Señor. V Guardaré tus leyes. R Respóndeme, Señor. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Te invoco de todo corazón, respóndeme, Señor.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Sirvamos al Señor con santidad y nos librará de la mano de nuestros enemigos.
Preces
Demos gracias al Señor, que guía y alimenta con amor a su pueblo, y
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digámosle: Te glorificamos por siempre, Señor. Señor, rey del universo, te alabamos por el amor que nos tienes, * porque de manera admirable nos creaste y más admirablemente aún nos redimiste. Al comenzar este nuevo día, pon en nuestros corazones el anhelo de servirte, * para que te glorifiquemos en todos nuestros pensamientos y acciones. Purifica nuestros corazones de todo mal deseo, * y haz que estemos siempre atentos a tu voluntad. QDanos un corazón abierto a las necesidades de nuestros hermanos, * para que a nadie falte la ayuda de nuestro amor. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Acudamos ahora a nuestro Padre celestial, diciendo: Padre nuestro.
Oración Dios todopoderoso y eterno: a los pueblos que viven en tiniebla y en sombra de muerte, ilumínalos con tu luz, ya que con ella nos ha visitado el sol que nace de lo alto, Jesucristo, nuestro Señor. Que vive y reina contigo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: La exhortación de la primera carta de Pedro, coincide con el canto de María en valorar los sentimientos de humildad. Ante la arrogancia de los soberbios, Dios manifiesta su preferencia por los humildes. Los sentimientos de sencillez y de humildad han de inspirar nuestra oración de esta tarde y nuestra acción de gracias.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
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20 de Junio - Jueves, Feria, XI Sem. del Tpo. Ord.
Himno, Feria del Tpo. Ord., pág. 6 Antífona 1 - Que tus fieles, Señor te aclamen al entrar en tu morada.
Salmo 131 I Señor, tenle en cuenta a David/ todos sus afanes:/ como juró al Señor/ e hizo voto al Fuerte de Jacob: «No entraré bajo el techo de mi casa,/ no subiré al lecho de mi descanso,/ no daré sueño a mis ojos,/ ni reposo a mis párpados,/ hasta que encuentre un lugar para el Señor,/ una morada para el Fuerte de Jacob». Oímos que estaba en Efrata,/ la encontramos en el Soto de Jaar:/ entremos en su morada,/ postrémonos ante el estrado de sus pies. Levántate, Señor ven a tu mansión,/ ven con el arca de tu poder:/ que tus sacerdotes se vistan de gala,/ que tus fieles te aclamen./ Por amor a tu siervo David, /no niegues audiencia a tu Ungido. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - El Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella. II El Señor ha jurado a David/ una promesa que no retractará:/ «A uno de tu linaje/ pondré sobre tu trono. Si tus hijos guardan mi alianza/ y los mandatos que les enseño,/ también sus hijos, por siempre,/ se sentarán sobre tu trono». Porque el Señor ha elegido a Sión,/ ha deseado vivir en ella:/ «Ésta es mi mansión por siempre,/ aquí viviré, porque la deseo. Bendeciré sus provisiones,/ a sus pobres los saciaré de pan;/ vestiré a sus sacerdotes de gala,/ y sus fieles aclamarán con vítores. Haré germinar el vigor de David,/ enciendo una lámpara para mi Ungido./
A sus enemigos los vestiré de ignominia,/ sobre él brillará mi diadema». Gloria y antífona 2 Antífona 3 - El Señor le dio el poder, el honor y el reino, y todos los pueblos le servirán.
Cántico
Ap 11, 17‑18; 12, 10b-12a
Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,/ el que eres y el que eras,/ porque has asumido el gran poder/ y comenzaste a reinar. Se encolerizaron las naciones,/ llegó tu cólera,/ y el tiempo de que sean juzgados los muertos,/ y de dar el galardón a tus siervos los profetas,/ y a los santos y a los que temen tu nombre,/ y a los pequeños y a los grandes,/ y de arruinar a los que arruinaron la tierra. Ahora se estableció la salud y el poderío,/ y el reinado de nuestro Dios,/ y la potestad de su Cristo;/ porque fue precipitado/ el acusador de nuestros hermanos,/ el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche. Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero/ y por la palabra del testimonio que dieron,/ y no amaron tanto su vida que temieran la muerte./ Por esto, estad alegres, cielos,/ y los que moráis en sus tiendas. Gloria y antífona 3
Lectura breve
1Pe 3, 8-9
Procurad todos tener un mismo pensar y un mismo sentir: con afecto fraternal, con ternura, con humildad. No devolváis mal por mal o insulto por insulto; al contrario, responded con una bendición, porque vuestra vocación mira a esto: a heredar una bendición.
Responsorio breve
V Nos alimentó el Señor con flor de harina. R Nos alimentó el Señor con flor de harina. V Nos sació con miel silvestre.
20 de Junio - Jueves - Oración de la Noche - Completas / Palabra de Dios para cada dìa
R Con flor de harina . V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Nos alimentó el Señor con flor de harina.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: El Señor derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes.
Preces Invoquemos a Cristo, pastor, protector y ayuda de su pueblo, diciendo: Señor, refugio nuestro, escúchanos. Bendito seas, Señor, que nos has llamado a tu santa Iglesia; * haz que seamos fieles a esta dignación de tu amor. Tú que has encomendado al papa Francisco, la preocupación por todas las Iglesias, * concédele una fe inquebrantable, una esperanza viva y una caridad solícita. Da a los pecadores la conversión, a
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los que caen, fortaleza, * y concede a todos la penitencia y la salvación. Tú que quisiste habitar en un país extranjero, * acuérdate de los que viven lejos de su familia y de su patria. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
A todos los difuntos que esperaron en ti, * concédeles el descanso eterno. Ya que por Jesucristo somos hijos de Dios, oremos con plena confianza a Dios nuestro Padre: Padre nuestro.
Oración Dios todopoderoso, te damos gracias por el día que termina e imploramos tu clemencia para que nos perdones benignamente todas las faltas que, por la fragilidad de la condición humana, en él hayamos cometido. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Al contemplar la obra realizada durante el día, elevamos las manos y el corazón al Señor por darle gracias, por haber hecho fecundo nuestro trabajo. Pedimos también su protección, para que bendiga y haga reparador nuestro descanso. Que la luz de Cristo disipe en nuestro espíritu las tinieblas de la noche y nos mantenga en la acción de gracias. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios del Jueves, pág. 20)
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA Lectura: Rom 1,1-4 Empezamos la lectura orante de la carta más larga de los escritos de Pablo. En ella, el apóstol aborda un tema de gran calado: la salvación por la fe en Jesucristo. Se presenta con tres títulos: “Servidor de Cristo Jesús”, “llamado a ser apóstol”, y “elegido para anunciar la Buena Noticia de Dios”. Juntos aparecen: el que envía, que es Dios; el enviado, que es Pablo; y la misión, anunciar la Buena Noticia. Empieza trazando el perfilar la verdadera identidad de Jesús. Se trata de Jesús, el Hijo de Dios; el que vivió en la tierra formando parte de la familia humana. Presenta los dos grandes misterios cristianos: el de la encarnación
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21 de Junio - Viernes, San Luis Gonzaga
y el de la glorificación de Jesús. Como hombre, Jesús procede de la línea genealógica de David. Pero fue constituido como Hijo de Dios por el Espíritu Santo, a partir de la resurrección de entre los muertos. Pablo nos estimula a emprender un camino de busca, para descubrir la verdadera imagen de Jesús. Es Hijo de hombre, y compartió la historia de los seres humanos; es el Hijo de Dios, y fue resucitado. La segunda identidad que tenemos que descubrir es la nuestra. Damos por supuesto de que somos discípulos de Jesús, que fue resucitado por el poder de Dios. Pero es muy probable que no sepamos muy bien quién es; lo cual hace imposible que podamos identificarnos con él como discípulos. Estamos invitados desde el principio a seguir a Pablo en su exposición. Seguro que al final tendremos más claro quién es Jesús, y su condición de resucitado de entre los muertos. P. Antonio Danoz, Redentorista
21 de Junio - Viernes, San Luis Gonzaga, Religioso, M El santo de hoy: San Luis Gonzaga (1568-1591) Nace en Castiglione (Italia). Pertenece a una familia de la nobleza. Profesa en la Compañía de Jesús a los 18 años. Lleva una vida austera. Con gran generosidad se entregó en Roma a atender a las personas afectadas por la peste. Él mismo contrajo la enfermedad, siendo víctima de ella. A su muerte, contaba 23 años de edad. Se lo considera un modelo para la juventud.
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Con el salmista decimos: “Voy a escuchar lo que dice Dios: El Señor ha prometido bienestar a su pueblo y a sus amigos, que confían en él” (Sal 85,9). La actitud del buen orante es la de escuchar al Señor que habla. Su palabra es mucho más interesante que cuanto podamos nosotros decirle. Después de escuchar a Dios, tenemos nosotros la palabra: Oremos.
Invocación inicial
Salmo 50
En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Misericordia, Dios mío, por tu bondad;/ por tu inmensa compasión borra mi culpa;/ lava del todo mi delito,/ limpia mi pecado.
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza.
Antífona (para el salmo invitatorio):
Venid, adoremos al Señor, aclamemos al Dios admirable en sus santos.
Himno, Común de Santos, pág. 7 Antífona 1 - Contra ti, contra ti solo pequé, Señor, ten misericordia de mí.
Pues yo reconozco mi culpa,/ tengo siempre presente mi pecado:/ contra ti, contra ti solo pequé,/ cometí la maldad que aborreces. En la sentencia tendrás razón,/ en el juicio brillará tu rectitud./ Mira, que en la culpa nací,/ pecador me concibió mi madre.
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21 de Junio - Viernes, San Luis Gonzaga
Te gusta un corazón sincero,/ y en mi interior me inculcas sabiduría./ Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;/ lávame: quedaré más blanco que la nieve. Hazme oír el gozo y la alegría,/ que se alegren los huesos quebrantados./ Aparta de mi pecado tu vista,/ borra en mí toda culpa. ¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,/ renuévame por dentro con espíritu firme;/ no me arrojes lejos de tu rostro/ no me quites tu santo espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación,/ afiánzame con espíritu generoso:/ enseñaré a los malvados tus caminos,/ los pecadores volverán a ti. Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,/ Dios, Salvador mío!,/ y cantará mi lengua tu justicia./ Señor, me abrirás los labios,/ y mi boca proclamará tu alabanza. Los sacrificios no te satisfacen;/ si te ofreciera un holocausto, no lo querrías./ Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:/ un corazón quebrantado y humillado/ tú no lo desprecias. Señor, por tu bondad, favorece a Sión,/ reconstruye las murallas de Jerusalén:/ entonces aceptarás los sacrificios rituales,/ ofrendas y holocaustos,/ sobre tu altar se inmolarán novillos. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Reconocemos, Señor, nuestra impiedad; hemos pecado contra ti.
Cántico
Jer 14, 17-21
Mis ojos se deshacen en lágrimas,/ día y noche no cesan:/ por la terrible desgracia de la doncella de mi pueblo,/ una herida de fuertes dolores. Salgo al campo: muertos a espada;/ entro en la ciudad: desfallecidos de hambre;/ tanto el profeta como el sacerdote/ vagan sin sentido por el país. ¿Por qué has rechazado del todo a Judá?/ ¿Tiene asco tú garganta de Sión?/ ¿Por qué nos has herido sin
remedio?/ Se espera la paz, y no hay bienestar,/ al tiempo de la cura sucede la turbación. Señor, reconocemos nuestra impiedad,/ la culpa de nuestros padres,/ porque pecamos contra ti. No nos rechaces, por tu nombre,/ no desprestigies tu trono glorioso;/ recuerda y no rompas tu alianza con nosotros. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - El Señor es Dios y nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
Salmo 99
Aclama al Señor, tierra entera,/ sirvan al Señor con alegría,/ entren en su presencia con aclamaciones. Sepan que el Señor es Dios:/ que él nos hizo y somos suyos,/ su pueblo y ovejas de su rebaño. Entren por sus puertas, con acción de gracias,/ por sus atrios con himnos,/ dándole gracias y bendiciendo su nombre: «El Señor es bueno,/ su misericordia es eterna,/ su fidelidad por todas las edades». Gloria y antífona 3
Lectura breve
Rom 12, 1-2
Os exhorto, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto razonable. Y no os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que agrada, lo perfecto.
Responsorio breve V Lleva en el corazón la ley de su Dios. R Lleva en el corazón la ley de su Dios. V Y sus pasos no vacilan. R Lleva en el corazón la ley de su Dios. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
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21 de Junio - Viernes, San Luis Gonzaga
R Lleva en el corazón la ley de su Dios.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: El que obra la verdad va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.
Preces
Adoremos, hermanos, a Cristo, el Dios santo, y, pidiéndole que nos enseñe a servirle con santidad y justicia en su presencia todos nuestros días, aclamémosle diciendo: Tú solo eres santo, Señor. Señor Jesús, probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado * compadécete de nuestras debilidades. Señor Jesús, que a todos nos llamas a la perfección del amor, * danos el progresar por caminos de santidad. Señor Jesús, que nos quieres sal de la tierra y luz del mundo, * ilumina nuestras vidas con tu propia luz. Señor Jesús, que viniste al mundo no para que te sirvieran, sino para servir, *
haz que sepamos servir con humildad a ti y a nuestros hermanos. Señor Jesús, reflejo de la gloria del Padre e impronta de su ser, * haz que un día podamos contemplar la claridad de tu gloria. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Oremos ahora al Padre, como nos enseñó el mismo Jesús: Padre nuestro.
Oración Dios nuestro, fuente y origen de todos los dones celestiales, tú que uniste en san Luis Gonzaga una admirable pureza de vida con la práctica de la penitencia, concédenos, por sus méritos e intercesión, que los que no hemos podido imitarlo en la inocencia de su vida lo imitemos en su espíritu de penitencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: La contemplación de la obra maravillosa de Dios, que es la creación, invita a la admiración y a la alabanza. Entre todas las criaturas sobresale el ser humano. Dios lo hizo “poco inferior a los ángeles”. Y por encima de todos los seres humanos sobresale Jesús, que en su resurrección ha sido “coronado de gloria y dignidad”. Celebremos su triunfo, que es también nuestro.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, Común de Santos, pág. 8 Antífona 1 - El Señor es grande, nuestro dueño más que todos los dioses.
Salmo 134
I Alabad el nombre del Señor,/ alabadlo, siervos del Señor,/ que estáis en la casa del Señor,/ en los atrios de la casa de nuestro Dios.
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21 de Junio - Viernes, San Luis Gonzaga
Alabad al Señor porque es bueno,/ tañed para su nombre, que es amable./ Porque él se escogió a Jacob,/ a Israel en posesión suya. Yo sé que el Señor es grande,/ nuestro dueño más que todos los dioses./ El Señor todo lo que quiere lo hace:/ en el cielo y en la tierra,/ en los mares y en los océanos. Hace subir las nubes desde el horizonte,/ con los relámpagos desata la lluvia,/ suelta a los vientos de sus silos. Él hirió a los primogénitos de Egipto,/ desde los hombres hasta los animales./ Envió signos y prodigios/ —en medio de ti, Egipto—/ contra el Faraón y sus ministros. Hirió de muerte a pueblos numerosos,/ mató a reyes poderosos:/ a Sijón, rey de los amorreos;/ a Hog, rey de Basán,/ y a todos los reyes de Canaán./ Y dio su tierra en heredad, /en heredad a Israel, su pueblo. Gloria y antífona 1
Antífona 3 - Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor.
Cántico
Ap 15, 3-4
Grandes y maravillosas son tus obras, /Señor, Dios omnipotente, /justos y verdaderos tus caminos, /¡oh Rey de los siglos! ¿Quién no temerá, Señor, /y glorificará tu nombre? /Porque tú solo eres santo, / porque vendrán todas las naciones /y se postrarán en tu acatamiento, /porque tus juicios se hicieron manifiestos. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Rom 8, 28-30
Sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien: a los que ha llamado conforme a su designio. A los que había escogido, Dios los predestinó a ser imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito de muchos hermanos. A los que predestinó, los llamó; a los que llamó, los justificó; a los que justificó los glorificó.
Antífona 2 - Casa de Israel, bendecid al Señor; tañed para su nombre, que es amable.
Responsorio breve
II Señor, tu nombre es eterno;/ Señor, tu recuerdo de edad en edad./ Porque el Señor gobierna a su pueblo/ y se compadece de sus siervos.
V Los buenos verán su rostro. R El señor es justo y ama la justicia.
Los ídolos de los gentiles son oro y plata,/ hechura de manos humanas:/ tienen boca y no hablan,/ tienen ojos y no ven, tienen orejas y no oyen,/ no hay aliento en sus bocas./ Sean lo mismo los que los hacen,/ cuantos confían en ellos. Casa de Israel, bendice al Señor;/ casa de Aarón, bendice al Señor;/ casa de Leví, bendice al Señor;/ fieles del Señor, bendecid al Señor. Bendito en Sión el Señor,/ que habita en Jerusalén. Gloria y antífona 2
V El Señor es justo y ama la justicia. R El Señor es justo y ama la justicia.
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R El Señor es justo y ama la justicia.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4
Antífona: Empleado fiel y cumplidor, pasa al banquete de tu Señor.
Preces Pidamos a Dios Padre, fuente de toda santidad, que con la intercesión y el ejemplo de los santos nos ayude, y digamos: Haz que seamos santos, porque tú, Señor, eres santo. Padre santo, que has querido que nos llamemos y seamos hijos tuyos, * haz que la Iglesia santa, extendida por los confines de la tierra, cante tus grandezas.
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21 de Junio - Viernes - Oración de la Noche - Completas / Palabra de Dios para cada día
Padre santo, que deseas que vivamos de una manera digna, buscando siempre tu beneplácito, * ayúdanos a dar fruto de buenas obras. Padre santo, que nos reconciliaste contigo por medio de Cristo, * guárdanos en tu nombre para que todos seamos uno. Padre santo, que nos convocas al banquete de tu reino, * haz que comiendo el pan que ha bajado del cielo alcancemos la perfección del amor. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Padre santo, perdona a los pecadores sus delitos * y admite a los difuntos en tu reino para que puedan contemplar tu rostro.
de Dios, nos atrevemos a decir: Padre nuestro.
Oración Dios nuestro, fuente y origen de todos los dones celestiales, tú que uniste en san Luis Gonzaga una admirable pureza de vida con la práctica de la penitencia, concédenos, por sus méritos e intercesión, que los que no hemos podido imitarlo en la inocencia de su vida lo imitemos en su espíritu de penitencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Porque nos llamamos y somos hijos
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Abrimos el corazón a la Palabra de Dios en este momento de oración. La plegaria de los salmos, la lectura de las Escrituras, son Palabra de Dios que nos interpela. Dispongamos el corazón en la calma de la noche para saber escucharlo, entre el ruido de las máquinas, en las palabras tiernas de una madre, en las personas que hacen el bien y no exigen una paga. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios del Viernes, pág. 23).
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA Lectura: Rom 1,5-7 Desde el principio de la carta, Pablo deja claro el mensaje que tiene que anunciar: la Buena Noticia de Jesús, “constituido por el Espíritu Santo Hijo de Dios con poder a partir de la resurrección” (Rom 1,4). Tiene la convicción profunda de haber recibido el don extraordinario de ser anunciador del misterio de Jesús, que padeció la humillación de la cruz, y que triunfó de los poderes del mal por la resurrección. Él ha sido elegido por Dios, “desde el seno materno” a semejanza de los grandes profetas, para llevar la Buena Noticia a todos los pueblos paganos. La conciencia misionera de Pablo no tiene fronteras. Había pregonado la Buena Noticia en la parte oriental del imperio romano. Después de haber “completado el anuncio de la Buena Noticia de Cristo desde Jerusalén hasta Iliria” (Rom 15,19), ahora pone la mirada en las regiones occidentales del imperio romano. Pablo tiene la convicción de que la salvación de Dios es ofrecida a todos los pueblos mediante la fe en Jesucristo. De ella nace su interés por llevar esta Buena Noticia a todos los habitantes del mundo. Su escrito es una “carta de
22 de Junio - Sábado, Feria o Mem. de San Paulino de Nola
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presentación”, para abrir las puertas de la capital del imperio y proyectar su misión hacia el occidente de Europa, para él desconocido. No podemos dar por cerrada ninguna puerta para el anuncio de la Buena Noticia. Siempre habrá alguna rendija por donde colarse. Lo que necesitamos es espíritu de apóstoles de Jesucristo; coraje para superar las dificultades. P. Antonio Danoz, Redentorista
22 de Junio - Sábado, Feria o Mem. de San Paulino de Nola, Obispo El santo de hoy: San Paulino de Nola (353-431) Nace en Burdeos (Francia). Su familia pertenecía a la nobleza. Dedicó 20 años de su vida a la política. Recibió el bautismo en el año 389. De acuerdo con su esposa, distribuye su fortuna entre los pobres, viven una vida de castidad perfecta, dedicándose a la oración. En el año 394 es ordenado presbítero. Junto con su esposa fundó una comunidad de laicos dedicados a la vida asceta. En el año 409 es nombrado obispo de Nola. Fue escritor, teólogo y poeta
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Al pie de la cruz de Jesús donde el soldado le abrió el costado, estaba María su madre. Para ella fue un momento de gran contemplación. Compartía el dolor con su Hijo, para salvar al mundo. Lo que Jesús sufría en su cuerpo, María lo padece en el alma. María lleva en su alma y en su corazón el amor a su Hijo y a la humanidad.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): Del Señor es la tierra y cuanto la llena; venid, adorémosle.
Himno, Feria del Tpo. Ord., pág. 6
escucha mi voz por tu misericordia,/ con tus mandamientos dame vida;/ ya se acercan mis inicuos perseguidores, / están lejos de tu voluntad. Tú, Señor, estás cerca,/ y todos tus mandatos son estables;/ hace tiempo comprendí que tus preceptos/ los fundaste para siempre. Gloria y antífona 1
Antífona 1 - Tú, Señor, estás cerca, y todos tus mandatos son estables.
Antífona 2 - Mándame tu sabiduría, Señor, para que me asista en mis trabajos.
Salmo 118, 145-152
Cántico
Te invoco de todo corazón;/ respóndeme, Señor, y guardaré tus leyes;/ a ti grito: sálvame,/ y cumpliré tus decretos;/ me adelanto a la aurora pidiendo auxilio,/ esperando tus palabras. Mis ojos se adelantan a las vigilias de la noche,/ meditando tu promesa; /
Sab 9, 1-6. 9-11
Dios de los padres y Señor de la misericordia,/ que con tu palabra hiciste todas las cosas/ y en tu sabiduría formaste al hombre,/ para que dominase sobre tus creaturas,/y para que rigiese el mundo con santidad/ y justicia y lo gobernase con rectitud de corazón. Dame la sabiduría asistente de tu
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22 de Junio - Sábado, Feria o Mem. de San Paulino de Nola
trono/ y no me excluyas del número de tus siervos/ porque siervo tuyo soy, hijo de tu sierva,/ hombre débil y de pocos años,/ demasiado pequeño para conocer el juicio y las leyes. Pues aunque uno sea perfecto/ entre los hijos de los hombres,/ sin la sabiduría, que procede de ti,/ será estimado en nada. Contigo está la sabiduría conocedora de tus obras,/ que te asistió cuando hacías el mundo,/ y que sabe lo que es grato a tus ojos/ y lo que es recto según tus preceptos. Mándala de tus santos cielos/ y de tu trono de gloria envíala/ para que me asista en mis trabajos/ y venga yo a saber lo que te es grato. Porque ella conoce y entiende todas las cosas,/ y me guiará prudentemente en mis obras,/ y me guardará en su esplendor. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - La fidelidad del Señor dura por siempre.
Salmo 116 Alabad al Señor, todas las naciones,/ aclamadlo, todos los pueblos: Firme es su misericordia con nosotros,/ su fidelidad dura por siempre. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Fil 2, 14-15
Hacedlo todo sin murmuraciones ni discusiones, a fin de que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha, en medio de esta generación mala y perversa, entre la cual aparecéis como antorchas en el mundo.
Responsorio breve
V A ti grito, Señor, tú eres mi refugio. R A ti grito, Señor, tú eres mi refugio. V Mi heredad en el país de la vida. R Tú eres mi refugio.
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R A ti grito, Señor, tú eres mi refugio.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Ilumina, Señor, a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte.
Preces Invoquemos a Dios por intercesión de María, a quien el Señor colocó por encima de todas las creaturas celestiales y terrenas, diciendo: Contempla, Señor, a la Madre de tu Hijo y escúchanos. Padre de misericordia, te damos gracias porque nos has dado a María como madre y ejemplo; * santifícanos por su intercesión. Tú que hiciste que María meditara tus palabras, guardándolas en su corazón, y fuera siempre fidelísima hija tuya, * por su intercesión haz que también nosotros seamos de verdad hijos tuyos y discípulos de tu Hijo. Tú que quisiste que María concibiera por obra del Espíritu Santo, * por intercesión de María otórganos los frutos de este mismo Espíritu. Tú que diste fuerza a María para permanecer junto a la cruz y la llenaste de alegría con la resurrección de tu Hijo, * por intercesión de María confórtanos en la tribulación y reanima nuestra esperanza. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Concluyamos nuestras súplicas con la oración que el mismo Cristo nos enseñó: Padre nuestro.
Oración Señor, tú que nos has dado, en el obispo san Paulino de Nola un luminoso ejemplo de celo pastoral y de amor a la pobreza, concédenos a quienes celebramos hoy sus méritos imitar sus ejemplos de caridad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
23 de Junio - XII Domingo del Tpo. Ord. /C
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Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA Lectura: Rom 1,8-12 Como apóstol de los gentiles, Pablo se siente feliz de que la Buena Noticia de Jesús haya llegado a la capital del imperio, y que haya tenido tan buena acogida entre los ciudadanos de Roma. Hasta tal punto que su fe ha merecido “ser alabada en el mundo entero”. Por este motivo, da gracias a Dios. Les asegura que los tiene siempre presentes en sus oraciones. También forma parte de su oración el que Dios le conceda la oportunidad de realizar el viaje que tiene proyectado, y poder disfrutar el placer de visitarlos. Un evangelizador como Pablo, no hace viajes inútiles o de placer. En sus miras está siempre su misión de anunciador de la Buena Noticia. En este caso, quiere aportarles algún don espiritual que los pueda llenar de fortaleza. Pablo concibe el anuncio de la Buena Noticia como un acto de culto a Dios. Éstas son sus palabras, que es bueno que las grabemos profundamente en la mente y en el corazón: “Dios, a quien doy culto espiritual anunciando la Buena Noticia de su Hijo” (Rom 1,9). Les invito a que lean de nuevo este texto, pues a los discípulos de Jesús de hoy nos es muy necesario escucharlo. El verdadero discípulo siente la inquietud de activar su carisma. Es lo que nos dice Pablo al expresar el deseo de “comunicar algún don” a los discípulos de la comunidad de Roma. Este don espera comunicárselo de una forma muy sencilla, sin grandes pretensiones: “compartiendo con ustedes el mutuo consuelo de nuestra fe” (Rom 1,12). Esta forma sencilla de compartir la fe, es una oportunidad de activar el carisma misionero. P. Antonio Danoz, Redentorista
23 de Junio - XII Domingo del Tpo. Ord. /C Oración de la Tarde - I Vísperas
Invitación: Al hacer memoria de Jesús resucitado, recordamos que él sigue vivo entre nosotros por la presencia de su Espíritu. Habita por la fe en nuestros corazones. Por la acción del Espíritu en nosotros podemos dirigirnos al Padre en nuestra oración como Jesús y decirle: “Abbá”, Padre.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno, I Vísperas, pág. 5 Antífona 1 - Desead la paz a Jerusalén.
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23 de Junio - XII Domingo del Tpo. Ord. /C
Salmo 121
al contrario, se anonadó a sí mismo,/ y tomó la condición de esclavo,/ pasando por uno de tantos.
¡Qué alegría cuando me dijeron:/«Vamos a la casa del Señor»!/ Ya están pisando nuestros pies/ tus umbrales, Jerusalén. Jerusalén está fundada/ como ciudad bien compacta./ Allá suben las tribus,/ las tribus del Señor, según la costumbre de Israel,/ a celebrar el nombre del Señor;/ en ella están los tribunales de justicia/ en el palacio de David. Desead la paz a Jerusalén:/ «Vivan seguros los que te aman,/ haya paz dentro de tus muros,/ seguridad en tus palacios». Por mis hermanos y compañeros,/ voy a decir: «La paz contigo»./ Por la casa del Señor, nuestro Dios,/ te deseo todo bien. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Desde la aurora hasta la noche mi alma aguarda al Señor.
Salmo 129
Desde lo hondo a ti grito, Señor,/ Señor, escucha mi voz;/ estén tus oídos atentos/ a la voz de mi súplica. Si llevas cuenta de los delitos, Señor,/ ¿quién podrá resistir?/ Pero de ti procede el perdón, /y así infundes respeto. Mi alma espera en el Señor,/ espera en su palabra;/ mi alma aguarda al Señor,/ más que el centinela la aurora. Aguarde Israel al Señor,/ como el centinela la aurora;/ porque del Señor viene la misericordia,/ la redención copiosa;/ y él redimirá a Israel/ de todos sus delitos. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo y en la tierra. Aleluya.
Cántico
Fil 2, 6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,/ no hizo alarde de su categoría de Dios,/
Y así, actuando como un hombre cualquiera,/ se rebajó hasta someterse incluso a la muerte/ y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo/ y le concedió el «Nombre-sobre-todo -nombre»;/ de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble/ en el cielo, en la tierra, en el abismo/ y toda lengua proclame:/ Jesucristo es Señor; para gloria de Dios Padre. Gloria y antífona 3
Lectura breve
2Pe 1,19-21
Tenemos confirmada la palabra profética, a la que hacéis bien en prestar atención, como a lámpara que brilla en lugar oscuro, hasta que despunte el día y salga el lucero de la mañana en vuestro corazón. Ante todo habéis de saber que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada; pues nunca fue proferida alguna por voluntad humana, sino que, llevados del Espíritu Santo, hablaron los hombres de parte de Dios.
Responsorio breve
V De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. R De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. V Su gloria se eleva sobre los cielos. R Alabado sea el nombre del Señor. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: El Señor preguntó: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?”. “Tú eres el unguido de Dios”. Preces Invoquemos a Cristo, alegría de cuantos se refugian en él, y digámosle: Míranos y escúchanos, Señor.
23 de Junio - XII Domingo del Tpo. Ord. /C
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Testigo fiel y primogénito de entre los muertos, tú que nos purificaste con tu sangre, * no permitas que olvidemos nunca tus beneficios.
A los que han muerto en tu amor dales también parte en tu felicidad * con María y con todos tus santos.
Haz que aquellos a quienes elegiste como ministros de tu Evangelio, * sean siempre fieles y celosos dispensadores de los misterios del reino. Rey de la paz, concede abundantemente tu Espíritu a los que gobiernan las naciones, * para que cuiden con interés de los pobres y postergados. Sé ayuda para cuantos son víctimas de cualquier segregación por causa de su raza, color, condición social, lengua o religión, * y haz que todos reconozcan su dignidad y respeten sus derechos. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Porque Jesús ha resucitado, todos somos hijos de Dios; por eso, nos atrevemos a decir: Padre nuestro.
Oración Concédenos vivir siempre, Señor, en el amor y respeto a tu santo nombre, porque jamás dejas de dirigir a quienes estableces en el sólido fundamento de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Por la muerte y resurrección de Jesús, gentes de toda cultura, lengua y nación, entraron a formar parte del reino de nuestro Dios. Desde entonces, Jesús se levanta en medio del mundo como signo de vida y autor de la salvación. En todas las lenguas, los hijos de los hombres celebramos con gozo a nuestro Salvador. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios del Domingo, I Vísperas, pág. 12).
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: En el momento del bautismo pusieron en nuestras manos un cirio prendido en el cirio pascual. Ahora nos toca alumbrar a todos los que nos rodean con la luz de Cristo. Nuestra oración ha de avivar esta llama pascual, para que seamos luz en el camino, sobre todo para aquellos que andan en tinieblas.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): Pueblo del Señor, rebaño que él guía, bendice a tu Dios. Aleluya.
Himno de Laudes, pág. 5 Antífona 1 - Dad gracias al Señor porque es eterna su misericordia. Aleluya.
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23 de Junio - XII Domingo del Tpo. Ord. /C
Salmo 117
Te doy gracias porque me escuchaste/ y fuiste mi salvación.
Dad gracias al Señor porque es bueno,/ porque es eterna su misericordia. Diga la casa de Israel:/ eterna es su misericordia. Diga la casa de Aarón:/ eterna es su misericordia. Digan los fieles del Señor:/ eterna es su misericordia. En el peligro grité al Señor,/ y me escuchó, poniéndome a salvo. El Señor está conmigo: no temo;/ ¿qué podrá hacerme el hombre? El Señor está conmigo y me auxilia,/ veré la derrota de mis adversarios. Mejor es refugiarse en el Señor/ que fiarse de los hombres,/ mejor es refugiarse en el Señor/ que confiar en los magnates. Todos los pueblos me rodeaban,/ en el nombre del Señor los rechacé; / me rodeaban cerrando el cerco,/ en el nombre del Señor los rechacé;/ me rodeaban como avispas,/ ardiendo como fuego en las zarzas,/ en el nombre del Señor los rechacé. Empujaban y empujaban para derribarme,/ pero el Señor me ayudó;/ el Señor es mi fuerza y mi energía,/ él es mi salvación. Escuchad: hay cantos de victoria/ en las tiendas de los justos:/ «La diestra del Señor es poderosa,/ la diestra del Señor es excelsa,/ la diestra del Señor es poderosa». No he de morir, viviré/ para contar las hazañas del Señor./ Me castigó, me castigó el Señor,/ pero no me entregó a la muerte. Abridme las puertas del triunfo,/ y entraré para dar gracias al Señor. Ésta es la puerta del Señor:/ los vencedores entrarán por ella.
La piedra que desecharon los arquitectos/ es ahora la piedra angular./ Es el Señor quien lo ha hecho,/ ha sido un milagro patente. Éste es el día en que actuó el Señor:/ sea nuestra alegría y nuestro gozo./ Señor, danos la salvación;/ Señor, danos prosperidad. Bendito el que viene en nombre del Señor,/ os bendecimos desde la casa del Señor;/ el Señor es Dios: él nos ilumina. Ordenad una procesión con ramos/ hasta los ángulos del altar. Tú eres mi Dios, te doy gracias;/ Dios mío, yo te ensalzo. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Aleluya. Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor. Aleluya.
Cántico
Dn 3, 52-57
Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres:/ a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito tu nombre, santo y glorioso:/ a él gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres en el templo de tu santa gloria:/ a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres sobre el trono de tu reino:/ a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres tú, que sentado sobre querubines/ sondeas los abismos:/ a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres en la bóveda del cielo:/ a ti honor y alabanza por los siglos. Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Gloria y antífona 2
23 de Junio - XII Domingo del Tpo. Ord. /C
135
Antífona 3 - Todo ser que alienta, alabe al Señor. Aleluya.
falta; invoquémosle, pues, diciendo: Te bendecimos y en ti confiamos, Señor.
Salmo 150
Te alabamos, Dios todopoderoso, Rey del universo, porque a nosotros, injustos y pecadores, nos has llamado al conocimiento de la verdad; * haz que te sirvamos con santidad y justicia.
Alabad al Señor en su templo,/ alabadlo en su augusto firmamento. Alabadlo por sus obras magníficas,/ alabadlo por su inmensa grandeza. Alabadlo tocando trompetas,/ alabadlo con arpas y cítaras, alabadlo con tambores y danzas,/ alabadlo con trompas y flautas, alabadlo con platillos sonoros,/ alabadlo con platillos vibrantes. Todo ser que alienta, alabe al Señor. Gloria y antífona 3
Lectura breve
2Tim 2, 8. 11-13
Acuérdate de Cristo Jesús, del linaje de David, que vive resucitado de entre los muertos. Verdadera es la sentencia que dice: Si hemos muerto con él, viviremos también con él. Si tenemos constancia en el sufrir, reinaremos también con él; si rehusamos reconocerle, también él nos rechazará; si le somos infieles, él permanece fiel; no puede él desmentirse a sí mismo.
Responsorio breve
V Te damos gracias, ¡oh Dios!, invocando tu nombre. R Te damos gracias, ¡oh Dios!, invocando tu nombre. V Pregonando tus maravillas. R Invocando tu nombre. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Te damos gracias, ¡oh Dios!, invocando tu nombre.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: El Hijo del hombre tiene que sufrir mucho: tiene que ser condenado y muerto, pero al tercer día resucitará.
Preces Dios nos ama y sabe lo que nos hace
Vuélvete hacia nosotros, Señor, tú que has querido abrirnos la puerta de tu misericordia, * y haz que nunca nos apartemos del camino que lleva a la vida. Ya que hoy celebramos la resurrección del Hijo de tu amor,* haz que este día transcurra lleno de gozo espiritual. Da, Señor, a tus fieles el espíritu de oración de alabanza, * para que en toda ocasión te demos gracias. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Movidos ahora todos por el mismo Espíritu que nos da Cristo resucitado acudamos a Dios, de quien somos verdaderos hijos, diciendo: Padre nuestro.
Oración Concédenos vivir siempre, Señor, en el amor y respeto a tu santo nombre, porque jamás dejas de dirigir a quienes estableces en el sólido fundamento de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
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24 de Junio - Lunes, Natividad de San Juan Bautista
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA Lectura: Lc 9,18-24 Lucas ofrece tres secciones importantes. La primera: la confesión de fe de los discípulos. La segunda: el primer anuncio de Jesús a los discípulos sobre su muerte y resurrección. La tercera: la propuesta del seguimiento. Los tres temas son de gran trascendencia para Jesús y para los discípulos. Por su predicación y por las acciones extraordinarias que ha realizado, ha dado a conocer a la gente su persona. Le interesa conocer también hasta dónde ha penetrado en los discípulos su mensaje. Ha llegado el momento de hablar con claridad a los discípulos sobre su futuro, y sobre la propuesta del seguimiento. Con la primera pregunta, Jesús sondea la opinión que la gente tiene de él y de las obras que hace. La segunda la dirige Jesús a los discípulos, que han sido sus compañeros durante todo este tiempo. Pedro confiesa: “Tú eres el Mesías de Dios” (Lc 9,20). Inmediatamente después, Jesús les hace la propuesta: quien quiera ser su discípulo ha de estar decidido a seguirlo. El seguimiento exige cargar con la cruz, igual que el Hijo del hombre. En algún momento de nuestra vida, Jesús nos ha hecho o nos hace la pregunta que hizo a los discípulos: “Para ti, ¿quién soy yo?” En la respuesta quedará clarificado qué tipo de discípulo somos. Para que no equivocarnos al hacer la evaluación, Jesús nos deja claro: sus discípulos verdaderos son los que cargan con la cruz y lo siguen, sin traicionarlo, sin negarlo, dispuestos a llegar hasta el final del camino. P. Antonio Danoz, Redentorista
24 de Junio - Lunes, Natividad de San Juan Bautista, S El santo de hoy: Natividad de San Juan Bautista Sus padres fueron Zacarías e Isabel, que era pariente de María. Tanto su concepción, como su nacimiento están rodeados de misterio. Su primera aparición se produce en el desierto. Como los grandes profetas lleva una vida austera. Predica un bautismo de conversión, para preparar el camino al Mesías. Presenta a Jesús en el momento de bautizarlo, como “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Muere decapitado, por orden de Herodes.
Oración de la Tarde - I Vísperas
Invitación: El evangelio de Lucas rodea el nacimiento de Juan Bautista de una gran expectación. El anuncio de su concepción fue ciertamente sorpresivo. El evangelista presenta la concepción como una bendición de Dios a favor de una mujer estéril. Es también fruto de una oración perseverante, que fue escuchada por Dios. De formas muy diversas, Dios se hace presente en nuestro camino. Escuchémoslo; peguémonos a su voluntad, aunque a veces nos desconcierte.
24 de Junio - Lunes, Natividad de San Juan Bautista
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno Profeta de soledades,/ labio hiciste de tus iras/ para fustigar mentiras/ y para gritar verdades. Desde el vientre escogido/ fuiste tú el pregonero,/ para anunciar al mundo/ la presencia del Verbo. El desierto encendido/ fue tu ardiente maestro,/ para allanar montañas/ y encender los senderos.
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nombre del Señor,/ ahora y por siempre:/ de la salida del sol hasta su ocaso,/ alabado sea el nombre del Señor. El Señor se eleva sobre todos los pueblos,/ su gloria sobre los cielos./ ¿Quién como el Señor Dios nuestro,/ que se eleva en su trono/ y se abaja para mirar/ al cielo y a la tierra? Levanta del polvo al desvalido,/ alza de la basura al pobre,/ para sentarlo con los príncipes,/ los príncipes de su pueblo;/ a la estéril le da un puesto en la casa,/ como madre feliz de hijos. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - El precursor del Señor, Juan Bautista, nació del vientre de una anciana estéril.
Salmo 145
Cuerpo de duro roble,/ alma azul de silencio;/ miel silvestre de rocas/ y un jubón de camello.
Alaba, alma mía, al Señor: /alabaré al Señor mientras viva, /tañeré para mi Dios mientras exista.
No fuiste, Juan la caña/ tronchada por el viento;/ sí la palabra ardiente/ tu palabra de acero.
No confiéis en los príncipes, /seres de polvo que no pueden salvar; /exhalan el espíritu y vuelven al polvo, /ese día perecen sus planes.
En el Jordán lavaste/ al más puro Cordero,/ que apacienta entre lirios/ y duerme en los almendros. En tu figura hirsuta/ se esperanzó tu pueblo:/ para una raza nueva/ abriste cielos nuevos. Sacudiste el azote/ ante el poder soberbio;/ y ante el sol que nacía/ se apagó tu lucero.
Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob, /el que espera en el Señor, su Dios, /que hizo el cielo y la tierra, /el mar y cuanto hay en él; que mantiene su fidelidad perpetuamente, /que hace justicia a los oprimidos, /que da pan a los hambrientos.
Por fin, en un banquete/ y en el placer de un ebrio,/ el vino de tu sangre/ santificó el desierto.
El Señor liberta a los cautivos, /el Señor abre los ojos al ciego, /el Señor endereza a los que ya se doblan, /el Señor ama a los justos,
Profeta de soledades,/ labio hiciste de tus iras/ para fustigar mentiras/ y para gritar verdades. Amén.
el Señor guarda a los peregrinos; / sustenta al huérfano y a la viuda /y trastorna el camino de los malvados.
Antífona 1 – Isabel, esposa de Zacarías, dio a luz a un gran hombre: Juan Bautista, el precursor del Señor.
El Señor reina eternamente, /tu Dios, Sión, de edad en edad. Gloria y antífona 2
Salmo 112 Alabad, siervos del Señor,/ alabad el nombre del Señor./ Bendito sea el
Antífona 3 – Entre los nacidos de mujer no ha surgido nadie mayor que Juan Bautista.
138 Cántico
24 de Junio - Lunes, Natividad de San Juan Bautista
Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,/ Padre de nuestro Señor Jesucristo, /que nos ha bendecido en la persona de Cristo/ con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo,/ antes de crear el mundo,/ para que fuésemos consagrados/ e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo,/ por pura iniciativa suya,/ a ser sus hijos, /para que la gloria de su gracia,/ que tan generosamente nos ha concedido/ en su querido Hijo,/ redunde en alabanza suya. Por este Hijo, por su sangre,/ hemos recibido la redención,/ el perdón de los pecados./ El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia/ ha sido un derroche para con nosotros,/ dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Éste es el plan/ que había proyectado realizar por Cristo /cuando llegase el momento culminante:/ hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo/ por cabeza,/ las del cielo y las de la tierra. Gloria y antífona 3
Lectura breve
He 13, 23-25
Según lo prometido, Dios sacó para Israel de la descendencia de David un Salvador, Jesús. Y su precursor fue Juan. Ya éste, antes de presentarse Jesús, había predicado a todo el pueblo de Israel un bautismo como señal de arrepentimiento. Y, cuando estaba para terminar su misión, solía decir: «No soy yo el que vosotros os imagináis. Pero, mirad, viene otro después de mí; y yo no soy digno de desatar su calzado».
Responsorio breve
V Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas. R Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas. V El que viene después de mí ya existía antes que yo. R Enderezad sus sendas.
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Cuando entró Zacarías en el santuario del Señor, se le apareció el ángel Gabriel, de pie a la derecha del altar del incienso. Preces Oremos confiados al Señor, que eligió a Juan Bautista para anunciar a los hombres el reino de Cristo, y digámosle: Guía, Señor, nuestros pasos por el camino de la paz. Tú, Señor, que llamaste a Juan cuando estaba aún en las entrañas maternas y lo elegiste para que preparara los caminos de tu Hijo, * danos ánimos para seguir siempre a Cristo con la misma fidelidad con que Juan lo precedió. Tú que concediste al Bautista reconocer al Cordero de Dios, * concede a la Iglesia anunciar a Cristo de tal manera que los hombres de nuestro tiempo puedan reconocerlo. Tú que dispusiste que Juan menguase y que Cristo creciera, * enséñanos a saber humillarnos, para que brille Cristo a los ojos de los hombres. Tú que, por el martirio de Juan, quisiste manifestar la justicia, * concédenos testificar tu verdad con valentía, sin temor a la tribulación. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Acuérdate, Señor, de los que han salido ya de este mundo * y colócalos en el reino de la luz y de la paz. Dirijamos nuestra oración al Padre que está en los cielos, diciendo: Padre nuestro.
Oración Dios todopoderoso, haz que tu pueblo, siguiendo las exhortaciones de san Juan Bautista, progrese por las sendas de la
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salvación y llegue así, con seguridad, al encuentro del Mesías, anunciado por el santo precursor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
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Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: El anuncio gozoso a Zacarías fue éste: “Isabel te dará un hijo a quien llamarás Juan”. Este gozo nublado por la duda, se vio colmado cuando “a Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo”. Todos percibían que “la mano de Dios estaba con él”. Aunque la cercanía de la “mano de Dios” no se nos manifieste con signos extraordinarios, él está siempre con nosotros. También en los acontecimientos más sencillos de la vida. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios de la Solemnidad, I Vísperas, pág. 12)
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: “Será grande a los ojos de Dios”. Éste fue el anuncio que recibió Zacarías. Después de nacer el niño, Zacarías canta en el himno que pone en su boca la misión que Dios le ha confiado: “A ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque caminarás delante del Señor, preparándole el camino; anunciando a su pueblo la salvación por el perdón de los pecados” (Lc 1,76-77). Todo discípulo de Jesús es un profeta. Su misión: Señalar a Jesús en medio de la gente.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): Venid, adoremos al Cordero de Dios, a quien Juan anunció lleno de alegría.
Himno «¿Qué será este niño?», decía la gente/ al ver a su padre mudo de estupor./ «¿Si será un profeta?, ¿si será un vidente?»/ ¡De una madre estéril nace el Precursor!
su nacimiento:/ fue ese mensajero que se llamó Juan. Lo envió el Altísimo para abrir las vías/ del que trae al mundo toda redención:/ como el gran profeta, como el mismo Elías,/ a la faz del Hijo de su corazón. Él no era la luz: vino a ser testigo/ de la que ya habita claridad sin fin;/ él no era el Señor: vino a ser su amigo,/ su siervo, su apóstol y su paladín. Cántanle los siglos, como Zacarías:/ «Y tú serás, niño, quien marche ante él;/ eres el heraldo que anuncia al Mesías,/ eres la esperanza del nuevo Israel».
Antes de nacer, sintió su llegada,/ al fuego del niño lo cantó Isabel,/ y llamó a la Virgen: «Bienaventurada»,/ porque ella era el arca donde estaba él.
El mundo se llena de gran regocijo,/ Juan es el preludio de la salvación;/ alabanza al Padre que nos dio tal Hijo,/ la gloria al Espíritu que fraguó la acción. Amén.
Él ya tan Antiguo y Nuevo Testamento/ en él se soldaron como en piedra imán;/ muchos se alegraron de
Antífona 1 - Le pondrás el nombre de Juan y su nacimiento será motivo de alegría para muchos.
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24 de Junio - Lunes, Natividad de San Juan Bautista
Salmo 62, 2-9 ¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo;/ mi alma está sedienta de ti;/ mi carne tiene ansia de ti,/ como tierra reseca, agostada, sin agua. ¡Cómo te contemplaba en el santuario/ viendo tu fuerza y tu gloria!/ Tu gracia vale más que la vida,/ te alabarán mis labios. Toda mi vida te bendeciré/ y alzaré las manos invocándote./ Me saciaré de manjares exquisitos,/ y mis labios te alabarán jubilosos. En el lecho me acuerdo de ti/ y velando medito en ti,/ porque fuiste mi auxilio,/ y a la sombra de tus alas canto con júbilo;/ mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Precederá al Señor en su venida con el espíritu y el poder de Elías, preparando al Señor un pueblo bien dispuesto.
Cántico
Dn 3, 57-88. 56
Bendiga la tierra al Señor,/ ensálcelo con himnos por los siglos. Montes y cumbres, bendecid al Señor,/ cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor. Manantiales, bendecid al Señor,/ mares y ríos, bendecid al Señor. Cetáceos y peces, bendecid al Señor;/ aves del cielo, bendecid al Señor. Fieras y ganados, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Hijos de los hombres, bendecid al Señor,/ bendiga Israel al Señor. Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;/ siervos del Señor, bendecid al Señor. Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;/ santos y humildes de corazón, bendecid al Señor. Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos.
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,/ ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid Señor;/ cielos, bendecid al Señor.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,/ alabado y glorioso y ensalzado por los siglos. No se dice Gloria al Padre. Antífona 2
al
Aguas del espacio, bendecid al Señor;/ ejércitos del Señor, bendecid al Señor. Sol y luna, bendecid al Señor;/ astros del cielo, bendecid al Señor. Lluvia y rocío, bendecid al Señor;/ vientos todos, bendecid al Señor. Fuego y calor, bendecid al Señor;/ fríos y heladas, bendecid al Señor. Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;/ témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Antífona 3 - A ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos.
Salmo 149 Cantad al Señor un cántico nuevo,/ resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;/ que se alegre Israel por su Creador,/ los hijos de Sión por su Rey.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor,/ noche y día, bendecid al Señor.
Alabad su nombre con danzas,/ cantadle con tambores y cítaras;/ porque el Señor ama a su pueblo/ y adorna con la victoria a los humildes.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor,/ rayos y nubes, bendecid al Señor.
Que los fieles festejen su gloria/ y canten jubilosos en filas:/ con vítores a
24 de Junio - Lunes, Natividad de San Juan Bautista
Dios en la boca/ y espadas de dos filos en las manos: para tomar venganza de los pueblos/ y aplicar el castigo a las naciones,/ sujetando a los reyes con argollas,/ a los nobles con esposas de hierro. Ejecutar la sentencia dictada/ es un honor para todos sus fieles. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Ml 4, 5-6
Mirad, os enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día del Señor, grande y terrible. Convertirá el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, para que no tenga que venir yo a destruir la tierra.
Responsorio breve
V Será grande a los ojos del Señor y estará lleno del Espíritu Santo. R Será grande a los ojos del Señor y estará lleno del Espíritu Santo. V Precederá al Señor en su venida, preparándole un pueblo bien dispuesto. R Y estará lleno del Espíritu Santo. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Será grande a los ojos del Señor y estará lleno del Espíritu Santo.
Cántico de Zacarías, pág. 4 Antífona: Zacarías recuperó el uso de la lengua e, inspirado, dijo: «Bendito sea el Señor, Dios de Israel».
Preces Oremos a Cristo, el Señor, que envió
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a Juan a preparar sus caminos delante de él, y digámosle: Visítanos, Sol que naces de lo alto. Tú que hiciste saltar de gozo a Juan cuando estaba en el vientre de su madre, * haz que siempre nos alegremos de que hayas venido al mundo. Tú que nos mostraste el camino de la conversión por la palabra y por el ejemplo del Bautista, * ilumina nuestros corazones, para que se conviertan a las enseñanzas de tu reino. Tú que quieres mostrarte a los hombres por la predicación de los hombres, * envía a todo el mundo profetas que anuncien tu Evangelio. Tú que quisiste ser bautizado por Juan en el Jordán para llevar a término toda justicia * haz que trabajemos por la justicia de tu reino. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Dirijamos nuestra oración al Padre que está en los cielos, diciendo: Padre nuestro.
Oración Dios todopoderoso, que suscitaste a san Juan Bautista, para que le preparara a Cristo un pueblo bien dispuesto, concede a tu pueblo el don de la alegría espiritual y guíanos por el camino de la salvación y de la paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - II Vísperas
Invitación: Juan Bautista fue fiel a su misión. Un día apareció por el desierto pregonando: “Preparen los caminos del Señor, enderecen sus senderos”. El sendero del compartir: “El que tenga dos túnicas dé una al que no tiene”; el sendero de la honestidad: “No exijan más de lo ordenado”; el sendero de la noviolencia: “No maltraten ni denuncien a nadie”. Juan cumplió a cabalidad. Jesús dijo de él: “Es el profeta más grande nacido de mujer” (Lc 7,28).
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24 de Junio - Lunes, Natividad de San Juan Bautista
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno Profeta de soledades,/ labio hiciste de tus iras/ para fustigar mentiras/ y para gritar verdades. Desde el vientre escogido/ fuiste tú el pregonero,/ para anunciar al mundo/ la presencia del Verbo. El desierto encendido/ fue tu ardiente maestro,/ para allanar montañas/ y encender los senderos. Cuerpo de duro roble,/ alma azul de silencio;/ miel silvestre de rocas/ y un jubón de camello. No fuiste, Juan la caña/ tronchada por el viento;/ sí la palabra ardiente/ tu palabra de acero. En el Jordán lavaste/ al más puro Cordero,/ que apacienta entre lirios/ y duerme en los almendros. En tu figura hirsuta/ se esperanzó tu pueblo:/ para una raza nueva/ abriste cielos nuevos. Sacudiste el azote/ ante el poder soberbio;/ y ante el sol que nacía/ se apagó tu lucero. Por fin, en un banquete/ y en el placer de un ebrio,/ el vino de tu sangre/ santificó el desierto. Profeta de soledades,/ labio hiciste de tus iras/ para fustigar mentiras/ y para gritar verdades. Amén.
El que procede honradamente/ y practica la justicia,/ el que tiene intenciones leales/ y no calumnia con su lengua, el que no hace mal a su prójimo/ ni difama al vecino,/ el que considera despreciable al impío/ y honra a los que temen al Señor, el que no retracta lo que juró/ aun en daño propio,/ el que no presta dinero a usura/ ni acepta soborno contra el inocente. El que así obra nunca fallará. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Juan vino como testigo para declarar en favor de la verdad.
Salmo 111 Dichoso quien teme al Señor/ y ama de corazón sus mandatos./ Su linaje será poderoso en la tierra,/ la descendencia del justo será bendita. En su casa habrá riquezas y abundancia,/ su caridad es constante, sin falta./ En las tinieblas brilla como una luz/ el que es justo, clemente y compasivo. Dichoso el que se apiada y presta, /y administra rectamente sus asuntos. /El justo jamás vacilará, /su recuerdo será perpetuo. No temerá las malas noticias,/ su corazón está firme en el Señor./ Su corazón está seguro, sin temor,/ hasta que vea derrotados a sus enemigos. Reparte limosna a los pobres;/ su caridad es constante, sin falta,/ y alzará la frente con dignidad.
Salmo 14
El malvado, al verlo, se irritará,/ rechinará los dientes hasta consumirse./ La ambición del malvado fracasará. Gloria y antífona 2
Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda/ y habitar en tu monte santo?
Antífona 3 - Juan era la lámpara que arde y que ilumina.
Antífona 1 - Apareció un hombre, enviado por Dios, que se llamaba Juan.
143
24 de Junio - Lunes, Natividad de San Juan Bautista
Cántico
Ap 15, 3-4
Grandes y maravillosas son tus obras,/ Señor, Dios omnipotente,/ justos y verdaderos tus caminos,/ ¡oh Rey de los siglos! ¿Quién no temerá, Señor,/ y glorificará tu nombre?/ Porque tú solo eres santo, / porque vendrán todas las naciones/ y se postrarán en tu acatamiento,/ porque tus juicios se hicieron manifiestos. Gloria y antífona 3
Lectura breve
He 13, 23-25
Según lo prometido, Dios sacó para Israel de la descendencia de David un Salvador, Jesús. Y su precursor fue Juan. Ya éste, antes de presentarse Jesús, había predicado a todo el pueblo de Israel un bautismo como señal de arrepentimiento. Y, cuando estaba para terminar su misión, solía decir; «No soy yo el que vosotros os imagináis. Pero, mirad, viene otro después de mí; y yo no soy digno de desatar su calzado».
Responsorio breve
V Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas. R Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas. V El que viene después de mí ya existía antes que yo. R Enderezad sus sendas. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: El niño que nos ha nacido es más que un profeta; es aquel de quien dice el Salvador: «Entre los nacidos de mujer no ha surgido nadie mayor que Juan Bautista». Preces
Oremos confiados al Señor, que eligió a Juan Bautista para anunciar a los hombres el reino de Cristo, y digámosle:
Guía, Señor, nuestros pasos por el camino de la paz. Tú, Señor, que llamaste a Juan cuando estaba aún en las entrañas maternas y lo elegiste para que preparara los caminos de tu Hijo, * danos ánimos para seguir siempre a Cristo con la misma fidelidad con que Juan lo precedió. Tú que concediste al Bautista reconocer al Cordero de Dios, * concede a la Iglesia anunciar a Cristo de tal manera que los hombres de nuestro tiempo puedan reconocerlo. Tú que dispusiste que Juan menguase y que Cristo creciera, * enséñanos a saber humillarnos, para que brille Cristo a los ojos de los hombres. Tú que, por el martirio de Juan, quisiste manifestar la justicia, * concédenos testificar tu verdad con valentía, sin temor a la tribulación. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Acuérdate, Señor, de los que han salido ya de este mundo * y colócalos en el reino de la luz y de la paz. Dirijamos nuestra oración al Padre que está en los cielos, diciendo: Padre nuestro.
Oración Dios todopoderoso, que suscitaste a san Juan Bautista, para que le preparara a Cristo un pueblo bien dispuesto, concede a tu pueblo el don de la alegría espiritual y guíanos por el camino de la salvación y de la paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén. Natividad de San Juan Bautista
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25 de Junio - Martes, Feria, XII Sem. del Tpo. Ord.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Nos disponemos a concluir la conmemoración del nacimiento de Juan Bautista, con palabras de uno de los himnos de la fiesta: “Pastor, que sin ser pastor,/ al buen Cordero nos muestras,/ precursor, que sin ser luz,/ nos dices por donde llega,/ enséñanos a enseñar,/ la fe desde la pobreza”. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios de la Solemnidad, II Vísperas, pág. 14).
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA Lectura: Lc 1,57-66.80 Lucas establece un paralelismo entre el anuncio de la concepción de Juan Bautista y la noticia de la concepción de Jesús; entre el nacimiento de Juan y el nacimiento de Jesús. Ambos nacen con una misión bien determinada. Jesús es el “Mesías Señor, el Salvador, Luz de las naciones; Juan Bautista es “el que le prepara los caminos”. Dejemos a san Agustín que nos ayude a profundizar en el misterio del mayor de los profetas. “Juan viene a ser como la línea divisoria entre los dos Testamentos, el antiguo y el nuevo. Así lo atestigua el mismo Señor: “La ley y los profetas llegaron hasta Juan”. Por lo tanto, él es como la personificación de lo antiguo y el anuncio de lo nuevo… Estos acontecimientos hay que entenderlos con toda la fuerza de su significado… Juan es la voz que grita en el desierto…Juan es la voz pasajera, Cristo es la Palabra eterna desde el principio” (Serm. 293,1-3). En la persona de Juan, Lucas ha perfilado la figura del profeta de los nuevos tiempos. Una persona llena del Espíritu Santo, de vida austera, con la misión de ser el precursor que abre caminos y da a conocer al Salvador. No se arredra ante los poderosos a la hora de denunciar sus actuaciones contrarias a la justicia y a la moral. Es la voz de Dios que se hace oír en medio del pueblo. Hoy, nos toca a los discípulos ser la voz que denuncia la injusticia y las actuaciones inmorales, de los dueños del dinero y de los poderosos. P. Antonio Danoz, Redentorista
25 de Junio - Martes, Feria, XII Sem. del Tpo. Ord. Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Al empezar el día es momento propicio para abrir el corazón a la Palabra de Dios. Por Dios suspira quien repite sus palabras en la salmodia y las medita en el corazón. Durante el día, hablemos con él, hablemos de él a la gente que nos encontremos. Nadie puede hablar de Dios como conviene, si antes no se ha encontrado con él en la oración.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
25 de Junio - Martes, Feria, XII Sem. del Tpo. Ord.
Antífona (para el salmo invitatorio): Al Señor, al adorémosle.
Dios
grande,
venid,
Himno, Feria del Tpo. Ord., pág. 6 Antífona 1 - Para ti es mi música, Señor; voy a explicar el camino perfecto.
Salmo 100 Voy a cantar la bondad y la justicia,/ para ti es mi música, Señor;/ voy a explicar el camino perfecto:/ ¿Cuándo vendrás a mí? Andaré con rectitud de corazón/ dentro de mi casa;/ no pondré mis ojos/ en intenciones viles. Aborrezco al que obra mal,/ no se juntará conmigo;/ lejos de mí el corazón torcido,/ no aprobaré al malvado. Al que en secreto difama a su prójimo/ lo haré callar;/ ojos engreídos, corazones arrogantes/ no los soportaré. Pongo mis ojos en los que son leales,/ ellos vivirán conmigo;/ el que sigue un camino perfecto,/ ése me servirá. No habitará en mi casa/ quien comete fraudes;/ el que dice mentiras/ no durará en mi presencia. Cada mañana haré callar/ a los hombres malvados,/ para excluir de la ciudad del Señor/ a todos los malhechores. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - No nos desampares, Señor, para siempre.
Cántico
Dan 3, 26-27. 29. 34-41
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres,/ digno de alabanza y glorioso es tu nombre.
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delinquido./ Por el honor de tu nombre,/ no nos desampares para siempre,/ no rompas tu alianza,/ no apartes de nosotros tu misericordia. Por Abraham, tu amigo, / por Isaac, tu siervo,/ por Israel, tu consagrado,/ a quienes prometiste/ multiplicar su descendencia/ como las estrellas del cielo,/ como la arena de las playas marinas. Pero ahora, Señor, somos el más pequeño/ de todos los pueblos;/ hoy estamos humillados por toda la tierra /a causa de nuestros pecados. En este momento no tenemos príncipes,/ ni profetas, ni jefes;/ ni holocausto, ni sacrificios,/ ni ofrendas, ni incienso;/ ni un sitio donde ofrecerte primicias,/ para alcanzar misericordia. Por eso, acepta nuestro corazón contrito,/ y nuestro espíritu humilde, / como un holocausto de carneros y toros/ o una multitud de corderos cebados; que éste sea hoy nuestro sacrificio,/ y que sea agradable en tu presencia:/ porque los que en ti confían/ no quedan defraudados. Ahora te seguimos de todo corazón, / te respetamos y buscamos tu rostro. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Te cantaré, Dios mío, un cántico nuevo.
Salmo 143, 1-10 Bendito el Señor, mi Roca,/ que adiestra mis manos para el combate,/ mis dedos para la pelea; mi bienhechor, mi alcázar,/ baluarte donde me pongo a salvo,/ mi escudo y mi refugio, / que me somete los pueblos.
Porque eres justo en cuanto has hecho con nosotros/ y todas tus obras son verdad,/ y rectos tus caminos,/ y justos todos tus juicios.
Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él?/ ¿Qué los hijos de Adán para que pienses en ellos?/ El hombre es igual que un soplo;/ sus días, una sombra que pasa.
Hemos pecado y cometido iniquidad/ apartándonos de ti, y en todo hemos
Señor, inclina tu cielo y desciende,/ toca los montes, y echarán humo,/
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25 de Junio - Martes, Feria, XII Sem. del Tpo. Ord.
fulmina el rayo y dispérsalos,/ dispara tus saetas y desbarátalos. Extiende la mano desde arriba:/ defiéndeme, líbrame de las aguas caudalosas,/ de la mano de los extranjeros, / cuya boca dice falsedades,/ cuya diestra jura en falso. Dios mío, te cantaré un cántico nuevo,/ tocaré para ti el arpa de diez cuerdas:/ para ti que das la victoria a los reyes, /y salvas a David tu siervo. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Is 55, 1
Oíd, sedientos todos, acudid por agua, también los que no tenéis dinero: venid, comprad trigo, comed sin pagar: vino y leche de balde.
Responsorio breve
V Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra. R Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra. V Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio. R Espero en tu palabra. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra.
Cántico de Zacarías, pág. 4 Antífona: De la mano de nuestros enemigos, líbranos, Señor.
Preces Dios nos otorga el gozo de poder alabarlo en este comienzo del día, reavivando con ello nuestra esperanza. Invoquémosle, pues, diciendo: Por el honor de tu nombre, escúchanos, Señor. Dios y Padre de nuestro Salvador Jesucristo, * te damos gracias porque, por mediación de tu Hijo, nos has dado el conocimiento y la inmortalidad. Danos, Señor, un corazón humilde, * para que vivamos sujetos unos a otros en el temor de Cristo. Infunde tu Espíritu en nosotros, tus siervos, * que nuestro amor fraterno sea sin fingimiento. Tú que has dispuesto que el hombre dominara el mundo con su esfuerzo, * haz que nuestro trabajo te glorifique y santifique a nuestros hermanos. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Ya que Dios nos muestra siempre su amor de Padre, velando amorosamente por nosotros, nos atrevemos a decir: Padre nuestro.
Oración Aumenta, Señor, nuestra fe, para que esta alabanza que brota de nuestro corazón vaya siempre acompañada de frutos de vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: En la persona de Jesús, lleno de compasión y misericordia, Dios está revelando su amor al mundo. El Padre nos ama como Jesús ama. La novedad consiste en que Dios está amando a la humanidad a través del corazón de su Hijo Jesucristo, en un lenguaje que es el nuestro y todo el mundo puede entender.
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25 de Junio - Martes, Feria, XII Sem. del Tpo. Ord.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno, Feria del Tpo. Ord., pág. 6 Antífona 1 - Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha.
Salmo 136, 1-6 Junto a los canales de Babilonia/ nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión;/ en los sauces de sus orillas/ colgábamos nuestras cítaras. Allí los que nos deportaron/ nos invitaban a cantar;/ nuestros opresores, a divertirlos:/ «Cantadnos un cantar de Sión». ¡Cómo cantar un cántico del Señor/ en tierra extranjera!/ Si me olvido de ti, Jerusalén,/ que se me paralice la mano derecha; que se me pegue la lengua al paladar/ si no me acuerdo de ti,/ si no pongo a Jerusalén/ en la cumbre de mis alegrías. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Te doy gracias, Señor, delante de los ángeles.
Salmo 137 Te doy gracias, Señor, de todo corazón;/ delante de los ángeles tañeré para ti,/ me postraré hacia tu santuario,/ daré gracias a tu nombre; por tu misericordia y tu lealtad,/ porque tu promesa supera a tu fama;/ cuando te invoqué, me escuchaste, /acreciste el valor en mi alma. Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra/ al escuchar el oráculo de tu boca; /canten los caminos del Señor,/ porque la gloria del Señor es grande. El Señor es sublime, se fija en el humilde,/ y de lejos conoce al soberbio.
Cuando camino entre peligros,/ me conservas la vida;/ extiendes tu izquierda contra la ira de mi enemigo,/ y tu derecha me salva. El Señor completará sus favores conmigo:/ Señor, tu misericordia es eterna,/ no abandones la obra de tus manos. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.
Cántico
Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,/ el honor y el poder/ porque tú has creado el universo;/ porque por tu voluntad lo que no existía fue creado. Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,/ porque fuiste degollado/ y por tu sangre compraste para Dios /hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;/ y has hecho de ellos para nuestro Dios/ un reino de sacerdotes /y reinan sobre la tierra. Digno es el Cordero degollado/ de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,/ la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Col 3, 16
Que la palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias de todo corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.
Responsorio breve
V Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor. R Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor. V De alegría perpetua a tu derecha. R En tu presencia, Señor. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
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25 de Junio - Martes - Oración de la Noche - Completas / Palabra de Dios para cada día
R Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Haz, Señor, obras grandes por nosotros, porque tú eres poderoso y tu nombre es santo. Preces Invoquemos a Cristo, que da fuerza y poder a su pueblo, diciendo: Señor, escúchanos. Cristo, fortaleza nuestra, concede a todos tus fieles, a quienes has llamado a la luz de tu verdad, * que tengan siempre fidelidad y constancia. Haz, Señor, que los que gobiernan el mundo lo hagan conforme a tu querer, * y que sus decisiones vayan encaminadas a la consecución de la paz. Tú que con cinco panes saciaste a la multitud, * enséñanos a socorrer con nuestros bienes a los hambrientos. Que los que tienen en su mano los
destinos de los pueblos no cuiden sólo del bienestar de su nación, * sino que piensen también en los otros pueblos. Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Cuando vengas en tu día a ser glorificado en los santos, * da a nuestros hermanos difuntos la resurrección y la vida feliz. Todos juntos, en familia, repitamos las palabras que nos enseñó Jesús, y oremos al Padre diciendo: Padre nuestro.
Oración Puestos en oración ante ti, Señor, imploramos tu clemencia y te pedimos que nuestras palabras concuerden siempre con los sentimientos de nuestro corazón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: En la Biblia, en ciertos momentos la oración va acompañada del gesto de levantar los ojos al cielo. Algunas veces, refleja un sentimiento de impotencia ante las dificultades. Otras, el ser humano se presenta ante el Señor como siervo pendiente de la mano de su amo. Desde nuestra pobreza, imploramos su misericordia levantando el corazón al Señor con humildad. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios del Martes, pág. 18).
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA Lectura: Rom 1,13-14 Pablo no pretendía visitar Roma para fundar una comunidad en la ciudad más importante del imperio, como había hecho en otras grandes ciudades, como Corinto, Éfeso o Filipos, siguiendo su estrategia misionera (15,20). En una frase, resume Pablo el motivo de su decisión: “Yo me debo a los griegos y a los que no lo son” (Rom 1,14). El traslado a la ciudad de Roma y a la parte occidental de Europa, significaba abrir otros campos de evangelización. Aunque la cultura griega tuviera una presencia importante, sobre todo en Roma, la cultura latina era la originaria del pueblo. Aquí aparece la segunda razón: Me debo “a los sabios y a los ignorantes”. Muchos de
26 de Junio Miércoles, Feria, XII Sem. del Tpo Ord.
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los ciudadanos de la ciudad de Roma, y de fuera de la ciudad, pertenecían a ese grupo que Pablo denomina “los ignorantes”. El apóstol nos recuerda dos principios referidos a la evangelización, que estuvieron muy presentes en su mente y en las primeras generaciones cristianas: hacer llegar la Buena Noticia de Jesús a las personas de todos los pueblos y de todas las culturas; también a “los ignorantes”. En tiempos de Pablo, como actualmente, muchos de estos “ignorantes” se identifican con los pobres. Estas dos opciones siguen teniendo la misma urgencia que tenían para Pablo. Anunciar la Buena Noticia a los que no han oído hablar de Jesús, o que ya lo han olvidado, y a los pobres, sea cual sea la clase de pobrezas, sigue siendo una opción fundamental para los discípulos de Jesús. P. Antonio Danoz, Redentorista
26 de Junio
Miércoles, Feria, XII Sem. del Tpo Ord.
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: El Señor nos ha puesto a trabajar en su viña, a construir la nueva ciudad asentada sobre la piedra fundamental que es Cristo. Esta obra es tarea larga y difícil. La construcción no será perfecta, trabajaremos en vano, si Dios que es el arquitecto y el promotor no está con nosotros. Desde las primeras horas del día contamos con su ayuda.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Elévate sobre el cielo, Dios mío,/ y llene la tierra tu gloria;/ para que se salven tus predilectos,/ que tu mano salvadora nos responda.
Antífona (para el salmo invitatorio):
Dios habló en su santuario:/ «Triunfante ocuparé Siquén,/ parcelaré el valle de Sucot;
Himno, Feria del Tpo. Ord., pág. 6
mío es Galaad, mío Manasés,/ Efraím es yelmo de mi cabeza,/ Judá es mi cetro;
Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría.
Antífona 1 - Mi corazón está firme, Dios mío, mi corazón está firme. +
Salmo 107
Moab, una jofaina para lavarme,/ sobre Edom echo mi sandalia,/ sobre Filistea canto victoria».
Dios mío, mi corazón está firme,/ + para ti cantaré y tocaré, gloria mía./ Despertad, cítara y arpa,/ despertaré a la aurora.
Pero ¿quién me guiará a la plaza fuerte,/ quien me conducirá a Edom,/ si tú, ¡oh Dios!, nos has rechazado/ y no sales ya con nuestras tropas?
Te daré gracias ante los pueblos, Señor,/ tocaré para ti ante las naciones:/ por tu bondad, que es más grande que los cielos;/ por tu fidelidad, que alcanza a las nubes.
Auxílianos contra el enemigo,/ que la ayuda del hombre es inútil;/ con Dios haremos proezas,/ Él pisoteará a nuestros enemigos. Gloria y antífona 1
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26 de Junio Miércoles, Feria, XII Sem. del Tpo Ord.
Antífona 2 - El Señor me ha revestido de justicia y santidad.
Cántico
Is 61, 10–62, 5
Desbordo de gozo en el Señor,/ y me alegro con mi Dios:/ porque me ha vestido un traje de gala /y me ha envuelto en un manto de triunfo,/ como a un novio que se pone la corona,/ o a una novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes,/ como un jardín hace brotar sus semillas,/ así el Señor hará brotar la justicia/ y los himnos, ante todos los pueblos. Por amor de Sión no callaré,/ por amor de Jerusalén no descansaré,/ hasta que despunte la aurora de su justicia/ y su salvación llamee como antorcha. Los pueblos verán tu justicia,/ y los reyes, tu gloria; /te pondrán un nombre nuevo/ pronunciado por la boca del Señor. Serás corona fúlgida en la mano del Señor/ y diadema real en la palma de tu Dios. Ya no te llamarán «Abandonada»;/ ni a tu tierra, «Devastada»;/ a ti te llamarán «Mi favorita»,/ y a tu tierra, «Desposada»,/ porque el Señor te prefiere a ti,/ y tu tierra tendrá marido. Como un joven se casa con su novia,/ así te desposa el que te construyó;/ la alegría que encuentra el marido con su esposa,/ la encontrará tu Dios contigo. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Alabaré al Señor mientras viva.
Salmo 145 Alaba, alma mía, al Señor:/ alabaré al Señor mientras viva,/ tañeré para mi Dios mientras exista. No confiéis en los príncipes,/ seres de polvo que no pueden salvar;/ exhalan el espíritu y vuelven al polvo,/ ese día perecen sus planes. Dichoso a quien auxilia el Dios de
Jacob,/ el que espera en el Señor, su Dios,/ que hizo el cielo y la tierra,/ el mar y cuanto hay en él; que mantiene su fidelidad perpetuamente,/ que hace justicia a los oprimidos,/ que da pan a los hambrientos. El Señor liberta a los cautivos,/ el Señor abre los ojos al ciego,/ el Señor endereza a los que ya se doblan,/ el Señor ama a los justos, el Señor guarda a los peregrinos;/ sustenta al huérfano y a la viuda/ y trastorna el camino de los malvados. El Señor reina eternamente,/ tu Dios, Sión, de edad en edad. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Dt 4, 39-40a
Has de reconocer hoy y recordar que el Señor es Dios, en lo alto del cielo y abajo en la tierra, y que no hay otro. Guarda los mandatos y preceptos que te voy a dar hoy.
Responsorio breve V Bendigo al Señor en todo momento. R Bendigo al Señor en todo momento. V Su alabanza está siempre en mi boca. R En todo momento. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Bendigo al Señor en todo momento.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Sirvamos al Señor santidad todos nuestros días.
con
Preces Cristo, reflejo de la gloria del Padre, nos ilumina con su palabra; acudamos pues a él diciendo: Rey de la gloria, escúchanos. Te bendecimos, Señor, autor y consumador de nuestra fe, * porque de las tinieblas nos has trasladado a tu luz admirable.
26 de Junio Miércoles, Feria, XII Sem. del Tpo Ord.
Tú que abriste los ojos de los ciegos y diste oído a los sordos, * aumenta nuestra fe. Haz, Señor, que permanezcamos siempre en tu amor, * y que este amor nos guarde fraternalmente unidos. Ayúdanos para que resistamos a la tentación, aguantemos en la tribulación * y te demos gracias en la prosperidad. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Dejemos que el Espíritu de Dios, que ha sido derramado en nuestros corazones, se una a nuestro espíritu, para clamar: Padre nuestro.
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Oración Recuerda, Señor, tu santa alianza consagrada con el nuevo sacramento de la sangre del Cordero, para que tu pueblo obtenga el perdón de sus pecados, y un aumento constante de salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: La unidad que ha de reinar en la comunidad de los discípulos de Jesús tiene como origen y modelo al solo y único Señor, Padre de todos. Esta unidad la realiza Dios mediante el único Espíritu, que Jesús nos prometió, y que envió sobre los discípulos. Invoquemos a este Espíritu, para seguir contribuyendo a la unidad entre todos los discípulos y comunidades.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno, Días de feria, pág. 6 Antífona 1 - Señor, tu saber me sobrepasa.
Salmo 138, 1-18. 23-24
I Señor, tú me sondeas y me conoces;/ me conoces cuando me siento o me levanto,/ de lejos penetras mis pensamientos;/ distingues mi camino y mi descanso,/ todas mis sendas te son familiares. No ha llegado la palabra a mi lengua,/ y ya, Señor, te la sabes toda./ Me envuelves por doquier, /me cubres con tu mano./ Tanto saber me sobrepasa,/ es sublime, y no lo abarco.
¿Adónde iré lejos de tu aliento,/ adónde escaparé de tu mirada?/ Si escalo el cielo, allí estás tú;/ si me acuesto en el abismo, allí te encuentro; si vuelo hasta el margen de la aurora,/ si emigro hasta el confín del mar,/ allí me alcanzará tu izquierda,/ tu diestra llegará hasta mí. Si digo: «Que al menos la tiniebla me encubra,/ que la luz se haga noche en torno a mí», /ni la tiniebla es oscura para ti,/ la noche es clara como el día. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Yo, el Señor, penetro el corazón, sondeo las entrañas, para dar al hombre según su conducta. II Tú has creado mis entrañas,/ me has tejido en el seno materno./ Te doy gracias,/ porque me has formado portentosamente,/ porque son admirables tus obras;/ conocías hasta el fondo de mi alma,/ no desconocías mis huesos.
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26 de Junio Miércoles, Feria, XII Sem. del Tpo Ord.
Cuando, en lo oculto, me iba formando,/ y entretejiendo en lo profundo de la tierra,/ tus ojos veían mis acciones,/ se escribían todas en tu libro,/ calculados estaban mis días/ antes que llegase el primero. ¡Qué incomparables encuentro tus designios,/ Dios mío, qué inmenso es su conjunto!/ Si me pongo a contarlos, son más que arena;/ si los doy por terminados, aún me quedas tú./ Señor, sondéame y conoce mi corazón/ ponme a prueba y conoce mis sentimientos,/ mira si mi camino se desvía,/ guíame por el camino eterno. Gloria y antífona 2
Lectura breve
1Jn 2, 3-6
Sabemos que hemos llegado a conocer a Cristo si guardamos sus mandamientos. Quien dice: «Yo lo conozco», y no guarda sus mandamientos, miente; y la verdad no está en él. Pero quien guarda su Palabra posee el perfecto amor de Dios. En esto conocemos que estamos en él. Quien dice que está siempre en él debe andar de continuo como él anduvo.
Responsorio breve
V Guárdanos, Señor, como a las niñas de tus ojos. R Guárdanos, Señor, como a las niñas de tus ojos.
Antífona 3 - Todo fue creado por él y para él.
V A la sombra de tus alas escóndenos. R Como a las niñas de tus ojos.
Cántico
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Guárdanos, Señor, como a las niñas de tus ojos.
Col 1, 12-20
Damos gracias a Dios Padre,/ que nos ha hecho capaces de compartir/ la herencia del pueblo santo en la luz. Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,/ y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,/ por cuya sangre hemos recibido la redención, /el perdón de los pecados. Él es imagen de Dios invisible,/ primogénito de toda creatura /pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:/ celestes y terrestres, visibles e invisibles,/ Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades; /todo fue creado por él y para él. Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él./ Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia./ Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, / y así es el primero en todo. Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud./ Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas: /haciendo la paz por la sangre de su cruz /con todos los seres, así del cielo como de la tierra. Gloria y antífona 3
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Haz, Señor, proezas con tu brazo, dispersa a los soberbios y enaltece a los humildes. Preces
Invoquemos a Dios, cuya bondad para con su pueblo es más grande que los cielos, y digámosle: Que se alegren los que se acogen a ti, Señor. Acuérdate, Señor, que enviaste a tu Hijo al mundo, no para condenarlo, sino para salvarlo; * haz que su muerte gloriosa nos traiga la salvación. Tú que constituiste a tus sacerdotes servidores de Cristo y administradores de tus misterios, * concédeles un corazón fiel, ciencia abundante y caridad intensa. Tú que desde el principio creaste hombre y mujer, * guarda a todas las familias unidas en el verdadero amor. Haz que los que has llamado a la castidad perfecta por el reino de los cielos, * sigan con fidelidad a tu Hijo. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
26 de Junio Miércoles - Oración de la Noche - Completas / Palabra de Dios para cada día
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Tú que enviaste a Jesucristo al mundo para salvar a los pecadores, * concede a todos los difuntos el perdón de sus faltas.
y, ya que a los hambrientos los colmas de bienes, socorre nuestra indigencia con la abundancia de tus riquezas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Movidos por el Espíritu Santo y llenos de su amor, dirijamos al Padre nuestra oración: Padre nuestro.
Conclusión
Oración
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna./ R Amén.
Acuérdate, Señor, de tu misericordia,
Oración de la Noche - Completas
Invitación: La actitud correcta ante Dios es acatar su ley con humildad. Nadie puede actuar como si no existiera. Y la actitud ante el hermano no puede ser la de juzgar; menos aún la de condenar. El mandato del Señor es amar al hermano. Nadie nos ha constituido jueces para condenar. Más bien hemos de estar siempre en actitud de perdonar. Al concluir el día, pidamos al Señor que nos perdone. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios del Miércoles, pág. 20).
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA
Lectura: Rom 1,16-18 Pablo tiene muy clara la extraordinaria riqueza de la Buena Noticia que anuncia: “Es una fuerza divina de salvación para todo el que cree” (Rom 1,16), no importa cuál sea su procedencia cultural. Éste es el tema que desarrollará en la carta. Se trata de un texto misionero de extraordinario valor. Como buen judío, avezado a leer las Escrituras, Pablo habla de la “fuerza divina de salvación” que es el Evangelio, con palabras llenas de resonancias bíblicas. Esta Buena Noticia ha de
ser anunciada a todos. La primera condición para hacerse discípulo de Jesús es tener un conocimiento claro de lo que es y significa la Buena Noticia. No se trata de una noticia cualquiera que leemos, escuchamos, que llega a nuestro televisor o a la pantalla de nuestra computadora. Se trata de una “fuerza renovadora” de toda la persona, con la garantía que nos ofrece el que sea Dios el agente principal. Se trata de una fuerza que libera; pero también de una fuerza que recrea y renueva a la persona. La segunda condición es la fe. No se trata de asumir un catálogo de propuestas, como las de cualquier recetario o mensaje publicitario. Se trata de asumir esa fuerza renovadora y dejarnos penetrar por ella. Finalmente, el discípulo que se ha comprometido con la Buena Noticia de Jesús, y la ha asumido como proyecto para su vida, tiene que darla a conocer a otros. En ningún caso, avergonzarse de la opción que ha hecho. P. Antonio Danoz, Redentorista
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27 de Junio - Jueves, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, M
La fiesta de hoy: Nuestra Señora del Perpetuo Socorro Se trata de un icono que pertenece a la escuela bizantina de la isla de Creta. Está catalogado entre los iconos llamados “Vírgenes de la Pasión”. En 1865 Pío IX confió este icono a los Misioneros Redentoristas con esta consigna: “Denlo a conocer a todo el mundo”. Su devoción se ha extendido por muchos países. Existen grandes santuarios por todo el mundo, que tienen como titular a Santa María del Perpetuo Socorro.
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Por medio de María, el gozo de la salvación ha llegado hasta nosotros. Por su medio la maldición que pesaba sobre la humanidad se ha convertido en bendición. Bendecimos a Dios, que ha querido hacer a María madre de Jesús. Ella es “madre de nuestra sabiduría, madre de nuestra justicia, madre de nuestra santificación, madre de nuestra redención”.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio):
Venid, adoremos a Cristo, Hijo de María Virgen.
Himno Eres tú la mujer llena de gloria,/ alzada por encima de los astros;/ con tu sagrado pecho das la leche/ al que en su providencia te ha creado. Lo que Eva nos perdió tan tristemente/ tú lo devuelves por tu fruto santo;/ para que al cielo ingresen los que lloran,/ eres tú la ventana del costado. Tú eres la puerta altísima del Rey/ y la entrada fulgente de la luz;/ la vida que esta Virgen nos devuelve/ aplauda el pueblo que alcanzó salud. Sea la gloria a ti, Señor Jesús, que de María Virgen has nacido,/ gloria contigo al Padre y al Paráclito,/ por sempiternos y gozosos siglos. Amén. Antífona 1 - En la mañana, Señor, hazme escuchar tu gracia.
Salmo 142, 1-11 Señor, escucha mi oración; /tú que eres fiel, atiende a mi súplica; /tú que eres justo, escúchame. /No llames a juicio a tu siervo, /pues ningún hombre vivo es inocente frente a ti. El enemigo me persigue a muerte, / empuja mi vida al sepulcro, /me confina a las tinieblas /como a los muertos ya olvidados. /Mi aliento desfallece, /mi corazón dentro de mí está yerto. Recuerdo los tiempos antiguos, / medito todas tus acciones, /considero las obras de tus manos /y extiendo mis brazos hacia ti: /tengo sed de ti como tierra reseca. Escúchame en seguida, Señor, /que me falta el aliento. /No me escondas tu rostro, /igual que a los que bajan a la fosa. En la mañana hazme escuchar tu gracia, /ya que confío en ti; /indícame el camino que he de seguir, /pues levanto mi alma a ti. Líbrame del enemigo, Señor, /que me refugio en ti. /Enséñame a cumplir tu voluntad, /ya que tú eres mi Dios. / Tu espíritu, que es bueno, /me guíe por tierra llana.
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27 de Junio - Jueves, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
Por tu nombre, Señor, consérvame vivo; /por tu clemencia, sácame de la angustia. Gloria y antífona 1
que hace brotar hierba en los montes, /para los que sirven al hombre; /que da su alimento al ganado, /y a las crías de cuervo que graznan.
Antífona 2 - El Señor hará derivar hacia Jerusalén como un río la paz.
No aprecia el vigor de los caballos, / no estima los músculos del hombre: /el Señor aprecia a sus fieles, /que confían en su misericordia. Gloria y antífona 3
Cántico
Is 66, 10-14a
Festejad a Jerusalén, gozad con ella, /todos los que la amáis, /alegraos de su alegría, /los que por ella llevasteis luto; /a su pecho seréis alimentados /y os saciaréis de sus consuelos /y apuraréis las delicias /de sus pechos abundantes. Porque así dice el Señor: /«Yo haré derivar hacia ella /como un río la paz, /como un torrente en crecida, /las riquezas de las naciones. Llevarán en brazos a sus criaturas /y sobre las rodillas las acariciarán; /como a un niño a quien su madre consuela, /así os consolaré yo /y en Jerusalén seréis consolados. Al verlo se alegrará vuestro corazón /y vuestros huesos florecerán como un prado». Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Nuestro Dios merece una alabanza armoniosa.
Salmo 146
Alabad al Señor, que la música es buena; /nuestro Dios merece una alabanza armoniosa. El Señor reconstruye Jerusalén, / reúne a los deportados de Israel; /él sana los corazones destrozados, /venda sus heridas. Cuenta el número de las estrellas, /a cada una la llama por su nombre. / Nuestro Señor es grande y poderoso, / su sabiduría no tiene medida. /El Señor sostiene a los humildes, /humilla hasta el polvo a los malvados. Entonad la acción de gracias al Señor, /tocad la cítara para nuestro Dios, /que cubre el cielo de nubes, /preparando la lluvia para la tierra;
Lectura breve
Is 61, 10
Desbordo de gozo en el Señor, y me alegro con mi Dios; porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como una novia que se adorna con sus joyas.
Responsorio breve
V El Señor la eligió y la predestinó. R El Señor la eligió y la predestinó. V La hizo morar en su santo templo santo. R Y la predestinó V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R El Señor la eligió y la predestinó.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Por Eva se cerraron a los hombres las puertas del paraíso, y por María Virgen han sido abiertas de nuevo.
Preces Elevemos nuestras súplicas al Salvador, que quiso nacer de María Virgen, y digámosle: Que tu santa Madre, Señor, interceda por nosotros. Sol de justicia, a quien María Virgen precedía cual aurora luciente, * haz que vivamos siempre iluminados por la claridad de tu presencia. Palabra eterna del Padre, tú que elegiste a María como arca de tu morada, * líbranos de toda ocasión de pecado. Salvador del mundo que quisiste que tu Madre estuviera junto a tu cruz, * por
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27 de Junio - Jueves, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
su intercesión concédenos compartir con alegría tus padecimientos. Señor Jesús, que colgado en la cruz entregaste María a Juan como madre, * haz que nosotros vivamos también como hijos suyos. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Según el mandato del Señor, digamos confiadamente: Padre nuestro.
Oración Señor Jesucristo, que nos has dado
como madre, dispuesta siempre a socorrernos, a tu propia madre, la Virgen María, cuya insigne imagen veneramos bajo el glorioso título del Perpetuo Socorro, concédenos que, implorando asiduamente su ayuda maternal, merezcamos gozar por siempre del fruto de tu redención. Tú que vives y reinas.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Esta tarde, como todo los demás días, la Iglesia nos invita a orar con el canto que Lucas pone en labios de María. Alabamos al Señor, porque sigue realizando obras maravillosas, valiéndose de sus siervos y siervas más humildes. Su misericordia se extiende sobre nosotros de generación en generación. Decimos con María: “Mi alma canta tu grandeza, Señor”.
Invocación inicial V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno Salve, del mar Estrella,/ salve, Madre sagrada/ de Dios y siempre virgen,/ puerta del cielo santa. Tomando de Gabriel/ el «Ave», Virgen alma,/ mudando el nombre de Eva,/ paces divinas trata. La vista restituye,/ las cadenas desata,/ todos los males quita,/ todos los bienes causa. Muéstrate madre, y llegue/ por ti nuestra esperanza/ a quien, por darnos vida,/ nació de tus entrañas. Entre todas piadosa,/ Virgen, en nuestras almas,/ libres de culpa,/ infunde virtud humilde y casta.
Vida nos presta pura,/ camino firme allana,/ que quien a Jesús llega/ eterno gozo alcanza. Al Padre, al Hijo, al Santo/ Espíritu alabanzas;/ una a los tres le demos,/y siempre eternas gracias. Amén. Antífona 1 - Tú eres, Señor, mi bienhechor, y mi refugio donde me pongo a salvo.
Salmo 143
I Bendito el Señor, mi Roca,/ que adiestra mis manos para el combate,/ mis dedos para la pelea; mi bienhechor, mi alcázar,/ baluarte donde me pongo a salvo,/ mi escudo y mi refugio,/ que me somete los pueblos. Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él?/ ¿Qué los hijos de Adán para que pienses en ellos?/ El hombre es igual que un soplo;/ sus días, una sombra que pasa. Señor, inclina tu cielo y desciende,/ toca los montes, y echarán humo,/
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27 de Junio - Jueves, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
fulmina el rayo y dispérsalos,/ dispara tus saetas y desbarátalos.
y a los pequeños y a los grandes,/ y de arruinar a los que arruinaron la tierra.
Extiende la mano desde arriba:/ defiéndeme, líbrame de las aguas caudalosas,/ de la mano de los extranjeros,/ cuya boca dice falsedades,/ cuya diestra jura en falso. Gloria y antífona 1
Ahora se estableció la salud y el poderío,/ y el reinado de nuestro Dios,/ y la potestad de su Cristo;/ porque fue precipitado/ el acusador de nuestros hermanos,/ el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.
Antífona 2 - Dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor.
Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero/ y por la palabra del testimonio que dieron,/ y no amaron tanto su vida que temieran la muerte./ Por esto, estad alegres, cielos,/ y los que moráis en sus tiendas. Gloria y antífona 3
II Dios mío, te cantaré un cántico nuevo,/ tocaré para ti el arpa de diez cuerdas:/ para ti que das la victoria a los reyes,/ y salvas a David, tu siervo. Defiéndeme de la espada cruel,/ sálvame de las manos de extranjeros,/ cuya boca dice falsedades,/ cuya diestra jura en falso. Sean nuestros hijos un plantío,/ crecido desde su adolescencia;/ nuestras hijas sean columnas talladas,/ estructura de un templo. Que nuestros silos estén repletos/ de frutos de toda especie;/ que nuestros rebaños a millares/ se multipliquen en las praderas,/ y nuestros bueyes vengan cargados;/ que no haya brechas ni aberturas,/ ni alarma en nuestras plazas. Dichoso el pueblo que esto tiene,/ dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Ahora se estableció la salud y el reinado de nuestro Dios.
Cántico Ap 11, 17-18; 12, 10b-12a Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,/ el que eres y el que eras,/ porque has asumido el gran poder/ y comenzaste a reinar. Se encolerizaron las naciones,/ llegó tu cólera,/ y el, tiempo de que sean juzgados los muertos,/ y de dar el galardón a tus siervos los profetas,/ y a los santos y a los que temen tu nombre,/
Lectura breve
Gál 4, 4-5
Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción.
Responsorio breve
V Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo. R Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo. V Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. R El Señor está contigo. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4
Antífona: Dichosa tú, María, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.
Preces Proclamemos las grandezas de Dios Padre todopoderoso, que quiso que todas las generaciones felicitaran a María, la madre de su Hijo, y supliquémosle diciendo: Que la llena de gracia interceda por nosotros. Señor,
Dios
nuestro,
admirable
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27 de Junio - Jueves - Oración de la Noche - Completas / Palabra de Dios para cada día
siempre en tus obras, que has querido que la inmaculada Virgen María participara en cuerpo y alma de la gloria de Jesucristo, * haz que todos tus hijos deseen y caminen hacia esta misma gloria. Tú que nos diste a María por madre, concede por su mediación salud a los enfermos, consuelo a los tristes, perdón a los pecadores * y a todos abundancia de salud y de paz. Tú que hiciste de María la llena de gracia, * concede la abundancia de tu gracia a todos los hombres. Haz, Señor, que tu Iglesia tenga un solo corazón y una sola alma por el amor, * y que todos los fieles perseveren unánimes en la oración con maría, la madre de Jesús. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Tú que coronaste a María como reina
del cielo, * haz que los difuntos puedan alcanzar con todos los santos la felicidad de tu reino. Confiando en el Señor, que hizo obras grandes en María, pidamos al Padre que colme también de bienes al mundo hambriento: Padre nuestro.
Oración Señor Jesucristo, que nos has dado como madre, dispuesta siempre a socorrernos, a tu propia madre, la Virgen María, cuya insigne imagen veneramos bajo el glorioso título del Perpetuo Socorro, concédenos que, implorando asiduamente su ayuda maternal, merezcamos gozar por siempre del fruto de tu redención. Tú que vives y reinas.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Recordamos en esta hora las palabras del salmista: “Si dijera: Que me cubra la tiniebla y la luz se haga noche en torno a mí, ni la tiniebla es tenebrosa para ti, aun la noche es luminosa como el día” (Sal 139, 11-12). Todo está envuelto en la presencia de Dios, que nos envuelve como una luz en medio de las tinieblas. Para él, la noche es luminosa como el día. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios del Jueves, pág. 21)
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA Lectura: Rom 1,19-23 Un evangelizador, que se dispone a anunciar a Jesús en cuya persona se hace presente “la fuerza de salvación”, tiene que comenzar por acercar a las personas al descubrimiento de Dios. Pablo sabe, como buen judío, que para hablar de la “Buena Noticia de Dios” (1,1), primero hay que conocer quién es ese Dios que es Buena Noticia. Como buen judío, Pablo se acerca a la creación con ojos contemplativos, Comc el salmista: “Los cielos proclaman la gloria de Dios, el firmamento pregona las obras de sus manos (Sal 19,2). El apóstol denuncia la ceguera del mundo pagano. Los que conocieron a Dios, tampoco tienen excusa. Las palabras de Pablo a muchos quizá les suenen a poesía. Cosas de seres humanos primitivos, víctimas de poderes telúricos y astrológicos. ¡Cómo creer que alguien que no sean los humanos haya podido hacer tanta maravilla!
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28 de Junio - Viernes, San Ireneo
Dios, además de complicarnos la vida, no se considera necesario. La ciencia y los sabios se encargarán de desvelar todos los secretos del universo. Por lo visto, tampoco sin Dios los humanos hemos puesto remedio a todos nuestros males. ¿Por qué Dios no puede ser la respuesta a tantas preguntas que nos hacemos? Para Pablo y para los discípulos de Jesús, siguen siendo válidas las primeras palabras del Génesis, aunque parezcan simples y un tanto ingenuas: “Al principio Dios creó el cielo y la tierra” (Gén 1,1). P. Antonio Danoz, Redentorista
28 de Junio - Viernes, San Ireneo, Obispo y Mártir, M El santo de hoy: San Ireneo (+ 200) Nace en Esmirna (Asia Menor). Fue discípulo de S. Policarpo, el cual había sido discípulo de S. Juan. A causa de las persecuciones se traslada a Lyón (Francia) el año 177. Fue obispo de esta ciudad. Fue un gran defensor de la fe católica y un testigo excepcional de la tradición apostólica. Su nombre “Ireneo”, significa “pacífico”. Trabajó por la concordia en la Iglesia. Su gran obra es “Adversus Hereses” (Contra los herejes).
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: “La gloria de Dios consiste en que el hombre viva, y la vida del hombre consiste en ver la visión de Dios. Si la revelación de Dios a través de la creación es causa de vida para todos los seres que viven en la tierra, mucho más lo será la manifestación del Padre por medio del Verbo para los que ven a Dios” (S. Ireneo). Invocación inicial V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza.
siempre presente mi pecado:/ contra ti, contra ti solo pequé,/ cometí la maldad que aborreces.
En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
En la sentencia tendrás razón,/ en el juicio brillará tu rectitud./ Mira, que en la culpa nací,/ pecador me concibió mi madre.
Antífona (para el salmo invitatorio): Venid, adoremos al Señor, rey de los mártires.
Himno, Común de Mártires, pág. 8 Antífona 1 - Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme.
Salmo 50 Misericordia, Dios mío, por tu bondad;/ por tu inmensa compasión borra mi culpa;/ lava del todo mi delito,/ limpia mi pecado. Pues yo reconozco mi culpa,/ tengo
Te gusta un corazón sincero,/ y en mi interior me inculcas sabiduría./ Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;/ lávame: quedaré más blanco que la nieve. Hazme oír el gozo y la alegría,/ que se alegren los huesos quebrantados./ Aparta de mi pecado tu vista,/ borra en mí toda culpa. ¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,/ renuévame por dentro con espíritu firme;/ no me arrojes lejos de tu rostro/ no me quites tu santo espíritu.
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28 de Junio - Viernes, San Ireneo
Devuélveme la alegría de tu salvación,/ afiánzame con espíritu generoso:/ enseñaré a los malvados tus caminos,/ los pecadores volverán a ti. Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,/ Dios, Salvador mío!,/ y cantará mi lengua tu justicia./ Señor, me abrirás los labios,/ y mi boca proclamará tu alabanza. Los sacrificios no te satisfacen;/ si te ofreciera un holocausto, no lo querrías./ Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:/ un corazón quebrantado y humillado/ tú no lo desprecias. Señor, por tu bondad, favorece a Sión,/ reconstruye las murallas de Jerusalén:/ entonces aceptarás los sacrificios rituales,/ ofrendas y holocaustos,/ sobre tu altar se inmolarán novillos. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Alégrate, Jerusalén, porque en ti serán congregados todos los pueblos.
Cántico
Tob 13, 10 15. 17-19
Anuncien todos los pueblos sus maravillas/ y alábenle sus elegidos en Jerusalén,/ la ciudad del Santo;/ por las obras de tus hijos te azotará,/ pero de nuevo se compadecerá/ de los hijos de los justos. Confiesa dignamente al Señor/ y bendice al rey de los siglos/ para que de nuevo sea en ti/ edificado su templo con alegría,/ para que alegre en ti a los cautivos y muestre en ti su amor hacia los desdichados/ por todas las generaciones y generaciones. Brillarás cual luz de lámpara/ y todos los confines de la tierra vendrán a ti./ Pueblos numerosos vendrán de lejos/ al nombre del Señor, nuestro Dios,/ trayendo ofrendas en sus manos,/ ofrendas para el rey del cielo. Las generaciones de las generaciones/ exultarán en ti./ Y benditos para siempre todos los que te aman.
Alégrate y salta de gozo por los hijos de los justos,/ que serán congregados,/ y al Señor de los justos bendecirán. Dichosos los que te aman;/ en tu paz se alegrarán./ Dichosos cuantos se entristecieron por tus azotes,/ pues en ti se alegrarán/ contemplando toda tu gloria,/ y se regocijarán para siempre. Bendice, alma mía, a Dios, rey grande,/ porque Jerusalén con zafiros y esmeraldas/ será reedificada,/ con piedras preciosas sus muros/ y con oro puro sus torres y sus almenas. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Sión alaba a tu Dios, que envía su mensaje a la tierra.
Salmo 147 Glorifica al Señor, Jerusalén;/ alaba a tu Dios, Sión:/ que ha reforzado los cerrojos de tus puertas/ y ha bendecido a tus hijos dentro de ti;/ ha puesto paz en tus fronteras,/ te sacia con flor de harina. Él envía su mensaje a la tierra,/ y su palabra corre veloz;/ manda la nieve como lana,/ esparce la escarcha como ceniza hace caer el hielo como migajas/ y con el frío congela las aguas;/ envía una orden, y se derriten;/ sopla su aliento, y corren. Anuncia su palabra a Jacob,/ sus decretos y mandatos a Israel;/ con ninguna nación obró así,/ ni les dio a conocer sus mandatos. Gloria y antífona 3
Lectura breve
2Co 1, 3-5
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordia y Dios de todo consuelo; él nos consuela en todas nuestras luchas, para poder nosotros consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con que nosotros somos consolados por Dios. Porque si es cierto que los sufrimientos de Cristo rebosan
28 de Junio - Viernes - Palabra de Dios para cada día
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sobre nosotros, también por Cristo rebosa nuestro consuelo.
sangre, * concédenos, Señor, la integridad y constancia de la fe.
Responsorio breve
Por la intercesión de los santos mártires que soportando la cruz siguieron tus pasos, * concédenos, Señor, soportar con generosidad las contrariedades de la vida.
V El Señor es mi fuerza y mi energía. R El Señor es mi fuerza y mi energía. V Él es mi salvación. R Y mi energía. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R El Señor es mi fuerza y mi energía.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Ireneo, haciendo honor a su nombre, con su vida y con su esfuerzo, trabajó en favor de la paz de las Iglesias.
Preces Celebremos, amados hermanos a Jesús, el testigo fiel, y al recordar hoy a los santos mártires sacrificados a causa de la palabra de Dios, aclamémosle diciendo: Nos has comprado, Señor, con tu sangre. Por la intercesión de los santos mártires que entregaron libremente su vida como testimonio de la fe, * concédenos, Señor, la verdadera libertad de espíritu. Por la intercesión de los santos mártires que proclamaron la fe hasta derramar su
Por la intercesión de los santos mártires que blanquearon su manto en la sangre del Cordero, * concédenos, Señor, vencer las obras del mundo y de la carne. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Dirijamos ahora nuestra oración al Padre que está en los cielos, diciendo: Padre nuestro.
Oración Señor, tú que quisiste que el obispo san Ireneo hiciera triunfar la verdadera doctrina y lograra afianzar la paz de tu Iglesia, haz que nosotros, renovados, por su intercesión, en la fe y en la caridad, nos esforcemos siempre en fomentar la unidad y la concordia entre los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA Lectura: Rom 1,24-32 Pablo nos sitúa en un mundo en el que los seres humanos “cambiaron la verdad de Dios por la mentira”, la veneración del Creador por simples criaturas. Este cambio no se hizo sin pagar un precio. El mundo se ha visto envuelto en toda clase de pasiones, homicidios, maldades e injusticias. La descripción que hace Pablo del mundo pagano es bastante sombría y negativa. Enumera hasta veinte conductas desordenadas. Ninguna de ellas recibe la aprobación del apóstol. No encajan de ningún modo en los códigos morales que él conoce y práctica. La descripción que Pablo hace sobresalen la inmoralidad, las pasiones desordenadas, la corrupción, las injusticias, puede llevarnos a la conclusión de que el apóstol tiene una visión pesimista del mundo. Si leemos muchos los informes que a diario aparecen en los medios de comunicación social, no se diferencian mucho del cuadro que nos ofrece Pablo. Ciertamente hemos ganado terreno en muchos campos, pero en otros las cosas
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29 de Junio - Sábado, San Pedro y San Pablo, Apóstoles
no nos han ido mejor. Los adelantos técnicos también juegan a veces a favor de los que se dedican a hacer el mal. Como a cualquier ser humano, todos esos desórdenes a Pablo le producen tristeza, y hasta indignación. ¿Qué persona con un mínimo de sensibilidad humana y social, y no digamos cristiana, puede aplaudirlos? Pero no olvidemos el tema central de la carta. Pablo no se dedica a condenar, sino a anunciar una Buena Noticia, que es fuerza de salvación para todo el que cree, sea judío o griego. P. Antonio Danoz, Redentorista
29 de Junio - Sábado, San Pedro y San Pablo, Apóstoles, S Los santos de hoy: San Pedro y San Pablo Pedro era natural de Betsaida. Fue uno de los seguidores de Jesús de primera hora. Negó tres veces a Jesús. Y por tres veces le confirmó su amor incondicional. De su intensa actividad después de la resurrección nos informa Lucas en los Hechos. De Pablo tenemos más información, proveniente de sus cartas y de los Hechos. Nació en Tarso (Cilicia).Hebreo e hijo de hebreos. Fue acérrimo perseguidor de los cristianos. Convertido cuando se dirigía a Damasco, se entregó en cuerpo y alma a anunciar el Evangelio, especialmente a los paganos. Nos ha dejado trece cartas, de las cuales siete se consideran auténticas. Según la tradición los dos murieron mártires en Roma el año 64 d. C.
Oración de la Tarde - I Vísperas
Invitación: Celebramos la memoria de dos de los apóstoles, que han dejado huellas más profundas en la Iglesia. Los dos fueron llamados por el Señor, para ser sus testigos y anunciadores incansables de la Buena Noticia. Pedro, es llamado por Jesús cuando pescaba a la orilla del lago de Genesaret. Lo dejó todo y lo siguió. El llamamiento de Pablo es más sorprendente: cuando perseguía a los que seguían el Camino de Jesús, es alcanzado por el Señor.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno La hermosa luz de eternidad inunda/ con fulgores divinos este día,/ que presenció la muerte de estos Príncipes/ y al pecador abrió el camino de la vida. Hoy lleváis la corona de la gloria,/ padres de Roma y jefes de los pueblos:/
el maestro del mundo, por la espada;/ y, por la cruz, el celestial portero. Dichosa tú que fuiste ennoblecida,/ oh Roma, con la sangre de estos Príncipes,/ y que, vestida con tan regia púrpura,/ excedes en nobleza a cuanto existe. Honra, poder y sempiterna gloria/ sean al Padre, al Hijo y al Espíritu,/ que en unidad gobiernan toda cosa/ por infinitos e infinitos siglos. Amén. Antífona 1 - «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo». «Bienaventurado eres tú, Simón, hijo de Jonás».
29 de Junio - Sábado, San Pedro y San Pablo, Apóstoles
Salmo 116 Alabad al Señor, todas las naciones,/ aclamadlo, todos los pueblos: Firme es su misericordia con nosotros,/ su fidelidad dura por siempre. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.
Salmo 147
Glorifica al Señor, Jerusalén;/ alaba a tu Dios, Sión:/ que ha reforzado los cerrojos de tus puertas/ y ha bendecido a tus hijos dentro de ti;/ ha puesto paz en tus fronteras,/ te sacia con flor de harina. Él envía su mensaje a la tierra,/ y su palabra corre veloz;/ manda la nieve como lana,/ esparce la escarcha como ceniza hace caer el hielo como migajas/ y con el frío congela las aguas;/ envía una orden, y se derriten;/ sopla su aliento, y corren. Anuncia su palabra a Jacob,/ sus decretos y mandatos a Israel;/ con ninguna nación obró así,/ ni les dio a conocer sus mandatos. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Tú eres un instrumento escogido, apóstol san Pablo, predicador de la verdad en todo el mundo.
Cántico
Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,/ Padre de nuestro Señor Jesucristo,/ que nos ha bendecido en la persona de Cristo/ con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo,/ antes de crear el mundo,/ para que fuésemos consagrados/ e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo,/ por pura iniciativa suya,/ a ser sus hijos, /para que la gloria de su gracia,/ que tan generosamente nos ha concedido/ en su querido Hijo,/ redunde en alabanza suya.
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Por este Hijo, por su sangre,/ hemos recibido la redención,/ el perdón de los pecados./ El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia /ha sido un derroche para con nosotros,/ dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Éste es el plan/ que había proyectado realizar por Cristo/ cuando llegase el momento culminante:/ hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo /por cabeza,/ las del cielo y las de la tierra. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Rom 1,1-3a.7
Pablo, esclavo de Jesucristo, convocado para ser apóstol y elegido para anunciar la Buena Nueva de Dios, que ya antes había él prometido, por medio de los profetas en las sagradas Escrituras, acerca de su Hijo: Desea la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Señor, a cuantos estáis en Roma, amados de Dios, asamblea santa.
Responsorio breve
V Los apóstoles anunciaban la palabra de Dios con valentía. R Los apóstoles anunciaban la palabra de Dios con valentía. V Y daban testimonio de la resurrección del Señor. R Con valentía. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Los apóstoles anunciaban la palabra de Dios con valentía.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Estos dos gloriosos apóstoles de Cristo, a quienes en la vida les unió un estrecho afecto, ni en la muerte fueron separados. Preces Oremos, hermanos, a Cristo, el Señor, que quiso edificar su Iglesia sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y digámosle confiados: Socorre, Señor, a tu pueblo.
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29 de Junio - Sábado, San Pedro y San Pablo, Apóstoles
Tú que llamaste a Pedro para hacerlo pescador de hombres * no dejes de llamar obreros a tu mies para que el mundo se salve. Tú que increpaste a los vientos y al mar para que la barca de los discípulos no se hundiera, * protege a tu Iglesia de toda perturbación y fortalece al sucesor de Pedro. Tú que, después de la resurrección, congregaste en torno a Pedro tu grey dispersa, * reúne a tu Iglesia en un solo aprisco. Tú que enviaste a Pablo a evangelizar a los paganos, * haz que el anuncio de la salvación llegue a todos los pueblos. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Tú que diste a la Iglesia las llaves del
reino de los cielos, * abre las puertas de la felicidad a los que durante su vida confiaron en tu misericordia. Oremos ahora al Padre, como Jesús enseñó a los apóstoles: Padre nuestro.
Oración Señor, Dios nuestro, concédenos la poderosa ayuda de los santos apóstoles Pedro y Pablo, para que aquellos mismos que nos comunicaron las primeras enseñanzas de la fe nos obtengan ahora, con su intercesión, el auxilio necesario para llegar a la salvación eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: En este tiempo de oración, veamos por qué caminos nos ha salido Dios al encuentro. Para los dos discípulos, Pedro y Pablo, hubo un momento de encuentro que fue decisivo. Lo siguieron; no volvieron la vista atrás. ¿Cuál ha sido tu playa de Genesaret, tu camino de Damasco? Es posible que conozcas a Jesús, pero nunca te has encontrado con él en profundidad. Hoy se te brinda la oportunidad de hacerlo. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios de la Solemnidad, I Vísperas, pág. 12)
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Empezamos el día, recordando dos momentos de gran trascendencia en la vida de Pedro. El primero, tuvo lugar la misma noche en que juzgaron y condenaron a muerte a Jesús. Fue una noche negra para Pedro. Negó por tres veces que lo conocía. El segundo momento acontece junto al lago, después que Jesús había resucitado. Con Jesús también resucitó Pedro. Todo ha cambiado. Por tres veces confiesa: “Tú lo sabes todo, y sabes que te amo”.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): Venid, adoremos al Señor, rey de los apóstoles.
29 de Junio - Sábado, San Pedro y San Pablo, Apóstoles
Himno Cuando el gallo, tres veces /negaste a tu Maestro; /y él tres veces te dijo: /«¿Me amas más que éstos?» Se te puso muy triste /su llanto y tu silencio: /pero la Voz te habló /de apacentar corderos. Tu pecado quemante /se convirtió en incendio, /y abriste tus dos brazos /al madero sangriento. La cabeza hacia abajo /y el corazón al cielo: /porque, cuando aquel gallo, / negaste a tu Maestro. Amén. Antífona 1 - Sé en quien he puesto mi fe, y estoy seguro que es poderoso para guardar el último día lo que yo le he confiado.
Salmo 62, 2-9 ¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo;/ mi alma está sedienta de ti;/ mi carne tiene ansia de ti,/ como tierra reseca, agostada, sin agua. ¡Cómo te contemplaba en el santuario/ viendo tu fuerza y tu gloria!/ Tu gracia vale más que la vida,/ te alabarán mis labios. Toda mi vida te bendeciré/ y alzaré las manos invocándote./ Me saciaré de manjares exquisitos,/ y mis labios te alabarán jubilosos. En el lecho me acuerdo de ti/ y velando medito en ti,/ porque fuiste mi auxilio,/ y a la sombra de tus alas canto con júbilo;/ mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - La gracia de Dios no quedó infecunda en mí, sino que su gracia permanece siempre en mí.
Cántico
Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Ángeles del Señor, bendecid Señor;/ cielos, bendecid al Señor.
al
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Aguas del espacio, bendecid al Señor;/ ejércitos del Señor, bendecid al Señor. Sol y luna, bendecid al Señor;/ astros del cielo, bendecid al Señor. Lluvia y rocío, bendecid al Señor;/ vientos todos, bendecid al Señor. Fuego y calor, bendecid al Señor;/ fríos y heladas, bendecid al Señor. Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;/ témpanos y hielos, bendecid al Señor. Escarchas y nieves, bendecid al Señor,/ noche y día, bendecid al Señor. Luz y tinieblas, bendecid al Señor,/ rayos y nubes, bendecid al Señor. Bendiga la tierra al Señor,/ ensálcelo con himnos por los siglos. Montes y cumbres, bendecid al Señor,/ cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor. Manantiales, bendecid al Señor,/ mares y ríos, bendecid al Señor. Cetáceos y peces, bendecid al Señor;/ aves del cielo, bendecid al Señor. Fieras y ganados, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Hijos de los hombres, bendecid al Señor,/ bendiga Israel al Señor. Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;/ siervos del Señor, bendecid al Señor. Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;/ santos y humildes de corazón, bendecid al Señor. Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,/ ensalcémoslo con himnos por los siglos. Bendito el Señor en la bóveda del cielo,/ alabado y glorioso y ensalzado por los siglos. No se dice Gloria al Padre. Antífona 2
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29 de Junio - Sábado, San Pedro y San Pablo, Apóstoles
Antífona 3 - He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe.
Salmo 149 Cantad al Señor un cántico nuevo,/ resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;/ que se alegre Israel por su Creador,/ los hijos de Sión por su Rey. Alabad su nombre con danzas,/ cantadle con tambores y cítaras;/ porque el Señor ama a su pueblo/ y adorna con la victoria a los humildes. Que los fieles festejen su gloria/ y canten jubilosos en filas:/ con vítores a Dios en la boca/ y espadas de dos filos en las manos: para tomar venganza de los pueblos/ y aplicar el castigo a las naciones,/ sujetando a los reyes con argollas,/ a los nobles con esposas de hierro. Ejecutar la sentencia dictada/ es un honor para todos sus fieles. Gloria y antífona 3
Lectura breve
1Pe 4, 13-14
Queridos hermanos: Estad alegres cuando compartís los padecimientos de Cristo, para que, cuando se manifieste su gloria, reboséis de gozo. Si os ultrajan por el nombre de Cristo, dichosos vosotros: porque el Espíritu de la gloria, el Espíritu de Dios, reposa sobre vosotros.
Responsorio breve
V Consagraron sus vidas al servicio de nuestro Señor Jesucristo. R Consagraron sus vidas al servicio de nuestro Señor Jesucristo. V Salieron contentos de haber merecido aquel ultraje. R Al servicio de nuestro Señor Jesucristo. V Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo. R Consagraron sus vidas al servicio de nuestro Señor Jesucristo.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Dijo Simón Pedro: «Señor, ¿a quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna; y nosotros hemos creído y sabemos que tú eres el Santo de Dios». Aleluya.
Preces Oremos, hermanos, a Cristo, el Señor, que quiso edificar su Iglesia sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y digámosle confiados: Bendice, Señor, a tu Iglesia. Tú que rogaste por Pedro para que no se apagara su fe, * da firmeza a la fe de tu Iglesia. Tú que después de la resurrección, te apareciste a Simón Pedro y te revelaste a Saulo, * ilumina nuestras mentes para que confesemos tu resurrección. Tú que elegiste al apóstol Pablo para que anunciara tu nombre a los paganos, * haz de nosotros verdaderos apóstoles de tu Evangelio. Tú que misericordiosamente perdonaste las negaciones de Pedro, * perdónanos también nuestras culpas y pecados. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Oremos ahora al Padre, como Jesús enseñó a los apóstoles: Padre nuestro.
Oración Dios nuestro, que nos llenas de santa alegría con la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, haz que tu Iglesia se mantenga siempre fiel a las enseñanzas de estos apóstoles, de quienes recibió el primer anuncio de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
29 de Junio - Sábado, San Pedro y San Pablo, Apóstoles
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Oración de la Tarde - II Vísperas
Invitación: Pablo, el perseguidor encarnizado, tuvo dos momentos cruciales en su vida. Escuchemos: “Violentamente perseguía a la Iglesia de Dios intentando destruirla…Pero cuando Dios por su mucho amor quiso revelarme a su Hijo para que lo anunciara a los paganos, inmediatamente, sin consultar a hombre alguno…, me alejé a Arabia” (Gál 1,13). Antes se había encontrado con Jesús resucitado, cuando se dirigía a Damasco
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno Cuando el gallo, tres veces /negaste a tu Maestro; /y él tres veces te dijo: /«¿Me amas más que éstos?» Se te puso muy triste /su llanto y tu silencio: /pero la Voz te habló /de apacentar corderos. Tu pecado quemante /se convirtió en incendio, /y abriste tus dos brazos /al madero sangriento. La cabeza hacia abajo /y el corazón al cielo: /porque, cuando aquel gallo, / negaste a tu Maestro. Amén. Antífona 1 - Yo he rogado por ti, Pedro, para que tu fe no desfallezca; y tú, una vez convertido, confirma a tus hermanos.
Salmo 115 Tenía fe, aun cuando dije:/ «¡Qué desgraciado soy!»/ Yo decía en mi apuro:/ «Los hombres son unos mentirosos». ¿Cómo pagaré al Señor/ todo el bien que me ha hecho?/ Alzaré la copa de la salvación,/ invocando su nombre./ Cumpliré al Señor mis votos /en presencia de todo el pueblo. Vale mucho a los ojos del Señor/ la vida de sus fieles./ Señor, yo soy tu
siervo,/ siervo tuyo, hijo de tu esclava:/ rompiste mis cadenas. Te ofreceré un sacrificio de alabanza,/ invocando tu nombre, Señor./ Cumpliré al Señor mis votos/ en presencia de todo el pueblo;/ en el atrio de la casa del Señor,/ en medio de ti, Jerusalén. Gloria y antífona 2 Antífona 2 - Muy a gusto presumo de mis debilidades, porque así residirá en mí la fuerza de Cristo.
Salmo 125 Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,/ nos parecía soñar:/ la boca se nos llenaba de risas,/ la lengua de cantares. Hasta los gentiles decían:/ «El Señor ha estado grande con ellos»./ El Señor ha estado grande con nosotros,/ y estamos alegres. Que el Señor cambie nuestra suerte/ como los torrentes del Negueb./ Los que sembraban con lágrimas/ cosechan entre cantares. Al ir, iban llorando,/ llevando la semilla;/ al volver, vuelven cantando, / trayendo sus gavillas. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Tú eres pastor de las ovejas, Príncipe de los apóstoles; a ti te han sido entregadas las llaves del reino de los cielos.
Cántico
Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,/ Padre de nuestro Señor Jesucristo,/ que nos ha bendecido en la persona de Cristo/ con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
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29 de Junio - Sábado, San Pedro y San Pablo, Apóstoles
Él nos eligió en la persona de Cristo,/ antes de crear el mundo,/ para que fuésemos consagrados/ e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo,/ por pura iniciativa suya,/ a ser sus hijos, /para que la gloria de su gracia,/ que tan generosamente nos ha concedido/ en su querido Hijo,/ redunde en alabanza suya. Por este Hijo, por su sangre,/ hemos recibido la redención,/ el perdón de los pecados./ El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia /ha sido un derroche para con nosotros,/ dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Éste es el plan/ que había proyectado realizar por Cristo/ cuando llegase el momento culminante:/ hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo /por cabeza,/ las del cielo y las de la tierra. Gloria y antífona 3
Lectura breve
1Co 15, 3-5.8
En primer lugar os comuniqué el mensaje que yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras, y fue sepultado; resucitó al tercer día y vive, según lo anunciaron también las Escrituras. Que se apareció a Cefas y luego a los Doce. Por último, se apareció también a mí.
Responsorio breve
V Los apóstoles anunciaban la palabra de Dios con valentía. R Los apóstoles anunciaban la palabra de Dios con valentía. V Y daban testimonio de la resurrección del Señor. R Con valentía. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Los apóstoles anunciaban la palabra de Dios con valentía.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Pedro, apóstol, y Pablo,
maestro de los gentiles, nos han anunciado tu palabra, Señor.
Preces Oremos, hermanos, a Cristo, el Señor, que quiso edificar su Iglesia sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y digámosle confiados: Socorre, Señor, a tu pueblo. Tú que llamaste a Pedro para hacerlo pescador de hombres * no dejes de llamar obreros a tu mies para que el mundo se salve. Tú que increpaste a los vientos y al mar para que la barca de los discípulos no se hundiera, * protege a tu Iglesia de toda perturbación y fortalece al sucesor de Pedro. Tú que, después de la resurrección, congregaste en torno a Pedro tu grey dispersa, * reúne a tu Iglesia en un solo aprisco. Tú que enviaste a Pablo a evangelizar a los paganos, * haz que el anuncio de la salvación llegue a todos los pueblos. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Tú que diste a la Iglesia las llaves del reino de los cielos, * abre las puertas de la felicidad a los que durante su vida confiaron en tu misericordia. Oremos ahora al Padre, como Jesús enseñó a los apóstoles: Padre nuestro.
Oración Dios nuestro, que nos llenas de santa alegría con la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, haz que tu Iglesia se mantenga siempre fiel a las enseñanzas de estos apóstoles, de quienes recibió el primer anuncio de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
30 de Junio - XIII Domingo del Tiempo Ordinario /C
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Oración de la Noche - Completas
Invitación: Hemos recorrido durante el día dos historias paralelas: la de Pedro y la de Pablo. A la luz de sus luces y de sus sombras tenemos que construir la nuestra. Tuvieron fallos gordos. Pero supieron rectificar de forma radical y para siempre. Ojalá podamos escribir como Pablo: “El antiguo perseguidor anuncia ahora la Buena Noticia de la fe que antes intentaba destruir; y alababan a Dios por causa mía” (Gál 1,23-24). (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios de la Solemnidad, II Vísperas pág. 14)
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA
Lectura: Mt 16,13-19 Escuchemos la reflexión de san Agustín sobre los dos apóstoles, al hacer memoria de su martirio. “El día de hoy es para nosotros sagrado, porque en él celebramos el martirio de los santos apóstoles Pedro y Pablo. No nos referimos ciertamente a unos mártires desconocidos: “A toda la tierra alcanza su pregón y hasta los confines de la tierra su lenguaje”. Estos mártires, en su predicación daban testimonio de lo que habían visto, y con desinterés absoluto, dieron a conocer la verdad hasta morir por ella” (Serm. 295). Pedro recibe la felicitación de Jesús por su confesión de fe: “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo”. No son los humanos quienes revelaron la personalidad de Jesús. Es el Padre del cielo. El conocimiento de Jesús y de su misión, solamente el Padre nos lo puede revelar. A la confesión de Pedro, Jesús responde: “Tú eres roca”. Nuestra comunidad está cimentada sobre dos rocas: la primera es Cristo, la segunda es Pedro. A esta roca se le une Pablo. Se considera como “un aborto”, por ser el último de los apóstoles. Pero ha “trabajado más que todos ellos” en el anuncio del Evangelio, especialmente a los paganos. San Agustín añade: “Pedro viene de “piedra”, del mismo modo que “cristiano” viene de Cristo. Ambos apóstoles fueron martirizados en días diversos, pero celebramos su martirio el mismo día, “sagrado para nosotros por la sangre de los apóstoles…Procuremos imitar su fe, su vida, sus trabajos, sus sufrimientos, su testimonio y su doctrina” (Serm. 295) P. Antonio Danoz, Redentorista
30 de Junio - XIII Domingo del Tpo Ord. /C La fiesta de hoy: Protomártires de la Iglesia de Roma El emperador Nerón emprendió el año 64 d. C. una cruel persecución contra los cristianos. Los culpaba del incendio de Roma ocurrido ese año. Murieron muchos arrojados a las fieras o crucificados a lo largo de la Vías romanas. El historiador Tácito (+120 d. C) menciona el martirio de esas gentes que el vulgo llama cristianos”. Según su testimonio, se trata de una “inmensa multitud”.
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30 de Junio - XIII Domingo del Tiempo Ordinario /C
Oración de la Tarde - I Vísperas
Invitación: Tenemos necesidad de una dosis fuerte y masiva del Espíritu Santo, para hacer frente a los promotores del mal, que atentan contra Dios y contra los seres humanos, especialmente los más débiles. Pedimos a Dios que envía al Defensor, al Abogado, al Paráclito, para que no nos veamos sumergidos en la envolvente mentalidad de paganismo que nos rodea.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno, I Vísperas, pág. 5 Antífona 1 - Suba mi oración, Señor, como incienso en tu presencia.
Salmo 140, 1-9 Señor, te estoy llamando, ven de prisa,/ escucha mi voz cuando te llamo./ Suba mi oración como incienso en tu presencia,/ el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde. Coloca, Señor, un guardia en mi boca,/ un centinela a la puerta de mis labios;/ no dejes inclinarse mi corazón a la maldad,/ a cometer crímenes y delitos;/ ni que con los hombres malvados/ participe en banquetes. Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda,/ pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza;/ yo opondré mi oración a su malicia. Sus jefes cayeron despeñados,/ aunque escucharon mis palabras amables;/ como una piedra de molino, rota por tierra,/ están esparcidos nuestros huesos a la boca de la tumba. Señor, mis ojos están vueltos a ti,/ en ti me refugio, no me dejes indefenso;/ guárdame del lazo que me han tendido,/ de la trampa de los malhechores. Gloria y antífona 1
Antífona 2 - Tú eres mi refugio y mi heredad, Señor, en el país de la vida.
Salmo 141 A voz en grito clamo al Señor,/ a voz en grito suplico al Señor;/ desahogo ante él mis afanes,/ expongo ante él mi angustia,/ mientras me va faltando el aliento. Pero tú conoces mis senderos,/ y que en el camino por donde avanzo/ me han escondido una trampa. Me vuelvo a la derecha y miro:/ nadie me hace caso;/ no tengo adónde huir,/ nadie mira por mi vida. A ti grito, Señor;/ te digo: «Tú eres mi refugio/ y mi heredad en el país de la vida». Atiende a mis clamores,/ que estoy agotado;/ líbrame de mis perseguidores,/ que son más fuertes que yo. Sácame de la prisión,/ y daré gracias a tu nombre:/ me rodearán los justos/ cuando me devuelvas tu favor. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - El Señor Jesús se rebajó; por eso Dios lo levantó por los siglos de los siglos.
Cántico
Fil 2, 6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,/ no hizo alarde de su categoría de Dios,/ al contrario, se anonadó a sí mismo,/ y tomó la condición de esclavo,/ pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera,/ se rebajó hasta someterse
30 de Junio - XIII Domingo del Tiempo Ordinario /C
incluso a la muerte/ y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo/ y le concedió el «Nombre-sobre-todo -nombre»;/ de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble/ en el cielo, en la tierra, en el abismo/ y toda lengua proclame:/ Jesucristo es Señor; para gloria de Dios Padre. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Rom 11, 33-36
¡Qué abismo de riqueza es la sabiduría y ciencia de Dios! ¡Qué insondables son sus juicios y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién ha conocido jamás la mente del Señor? ¿Quién ha sido su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él le devuelva? Él es origen, camino y término de todo. A él la gloria por los siglos. Amén.
Responsorio breve
V Cuántas son tus obras, Señor. R Cuántas son tus obras, Señor. V Y todas las hiciste con sabiduría. R Tus obras, Señor. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Cuántas son tus obras, Señor.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Con ánimo decidido, Jesús subía a Jerusalén, al encuentro de su pasión.
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Preces Glorifiquemos a Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, y supliquémosle diciendo: Escucha a tu pueblo, Señor. Padre todopoderoso, haz que abunde en la tierra la justicia * y que tu pueblo se alegre en la paz. Que todos los pueblos entren a formar parte de tu reino * y que el pueblo judío sea salvado. Que los esposos cumplan tu voluntad, vivan en concordia * y que sean siempre fieles a su mutuo amor. Recompensa, Señor, a nuestros bienhechores * y concédeles la vida eterna. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Movidos por el Espíritu Santo, dirijamos al Padre la oración que Cristo nos enseñó: Padre nuestro.
Oración Dios nuestro, que quisiste hacernos hijos de la luz por la adopción de la gracia, concédenos que no seamos envueltos por las tinieblas del error, sino que permanezcamos siempre en el esplendor de la verdad. Por nuestro Señor, Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Terminamos una semana que ha sido para todo discípulo de Jesús tiempo de lucha y de testimonio de que vive y está resucitado. La oración tranquila ha de fortalecernos, para resistir ante los esfuerzos por expulsarnos de los lugares importantes donde la injusticia, los poderosos, se han instalado. Es ahí donde se hace más necesaria la presencia de los testigos de Jesús y de la Buena Noticia. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios del Domingo, I Vísperas, pág. 12)
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30 de Junio - XIII Domingo del Tiempo Ordinario /C
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Para ser testigos fieles y creíbles de Jesús resucitado, necesitamos de la fuerza del Espíritu. Testigos humildes, sin pretender el aplauso ni coronas por los triunfos. Nuestra fuerza no está en el dinero, en las armas, en los privilegios. Nuestra fuerza nos viene del Señor, que asiste con su Espíritu a los que se lo piden. Jesús resucitado es quien lo reparte a todos sin medida.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca, que nos salva. Aleluya.
Himno, Laudes, pág. 5 Antífona 1 - Por ti madrugo, Dios mío, para contemplar tu fuerza y tu gloria. Aleluya.
Salmo 62, 2-9
al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Ángeles del Señor, bendecid Señor;/ cielos, bendecid al Señor.
al
Aguas del espacio, bendecid al Señor;/ ejércitos del Señor, bendecid al Señor. Sol y luna, bendecid al Señor;/ astros del cielo, bendecid al Señor. Lluvia y rocío, bendecid al Señor;/ vientos todos, bendecid al Señor. Fuego y calor, bendecid al Señor;/ fríos y heladas, bendecid al Señor.
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo;/ mi alma está sedienta de ti;/ mi carne tiene ansia de ti,/ como tierra reseca, agostada, sin agua.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;/ témpanos y hielos, bendecid al Señor.
¡Cómo te contemplaba en el santuario/ viendo tu fuerza y tu gloria!/ Tu gracia vale más que la vida,/ te alabarán mis labios.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor,/ rayos y nubes, bendecid al Señor.
Toda mi vida te bendeciré/ y alzaré las manos invocándote./ Me saciaré de manjares exquisitos,/ y mis labios te alabarán jubilosos. En el lecho me acuerdo de ti/ y velando medito en ti,/ porque fuiste mi auxilio,/ y a la sombra de tus alas canto con júbilo;/ mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - En medio de las llamas, los tres jóvenes unánimes cantaban: «Bendito sea el Señor». Aleluya.
Cántico
Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid
Escarchas y nieves, bendecid al Señor,/ noche y día, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,/ ensálcelo con himnos por los siglos. Montes y cumbres, bendecid al Señor,/ cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor. Manantiales, bendecid al Señor,/ mares y ríos, bendecid al Señor. Cetáceos y peces, bendecid al Señor;/ aves del cielo, bendecid al Señor. Fieras y ganados, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Hijos de los hombres, bendecid al Señor,/ bendiga Israel al Señor. Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;/ siervos del Señor, bendecid al Señor.
30 de Junio - XIII Domingo del Tiempo Ordinario /C
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;/ santos y humildes de corazón, bendecid al Señor. Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,/ ensalcémoslo con himnos por los siglos. Bendito el Señor en la bóveda del cielo,/ alabado y glorioso y ensalzado por los siglos. No se dice Gloria al Padre. Antífona 2 Antífona 3 - Que el pueblo de Dios se alegre por su Rey. Aleluya.
Salmo 149
Cantad al Señor un cántico nuevo,/ resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;/ que se alegre Israel por su Creador,/ los hijos de Sión por su Rey. Alabad su nombre con danzas,/ cantadle con tambores y cítaras;/ porque el Señor ama a su pueblo/ y adorna con la victoria a los humildes. Que los fieles festejen su gloria/ y canten jubilosos en filas:/ con vítores a Dios en la boca/ y espadas de dos filos en las manos: para tomar venganza de los pueblos/ y aplicar el castigo a las naciones,/ sujetando a los reyes con argollas,/ a los nobles con esposas de hierro. Ejecutar la sentencia dictada/ es un honor para todos sus fieles. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Ap 7,10.12
¡La salvación es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero! La bendición, y la gloria, y la sabiduría, y la acción de gracias, y el honor, y el poder, y la fuerza son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Responsorio breve V Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.
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R Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. V Tú que estás sentado a la derecha del Padre. R Ten piedad de nosotros. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Los raposas tienen sus cuevas, y los pájaros del cielo sus nidos; pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar su cabeza.
Preces Glorifiquemos al Señor Jesús, luz que alumbra a todo hombre y sol de justicia que no conoce el ocaso, y digámosle: Tú que eres nuestra vida y nuestra salvación, Señor, ten piedad. Señor del universo, al darte gracias por el nuevo día que ahora empieza, * te pedimos que el recuerdo de tu santa resurrección sea nuestro gozo durante este domingo. Que tu Espíritu Santo nos enseñe a cumplir tu voluntad, * y que tu sabiduría dirija hoy todas nuestras acciones. Que al celebrar la Eucaristía de este domingo tu Palabra nos llene de gozo, * y que la participación en el banquete de tu amor haga crecer nuestra esperanza. Que sepamos contemplar las maravillas que tu generosidad nos concede, * y que vivamos durante todo el día en acción de gracias. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Digamos ahora todos juntos la oración que Cristo nos enseñó: Padre nuestro.
Oración Dios nuestro, que quisiste hacernos hijos de la luz por la adopción de la gracia, concédenos que no seamos envueltos por las tinieblas del error,
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30 de Junio - XIII Domingo del Tiempo Ordinario /C
sino que permanizcamos siempre en el esplendor de la verdad. Por nuestro Señor, Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - II Vísperas
Invitación: “El Señor le abrió el corazón para que aceptara la palabra de Pablo” (Hch 16,14). Pablo acaba de poner el pie en un nuevo continente. Allí hace resonar el mensaje de Jesús, que murió y resucitó para salvar a la humanidad. El Espíritu Santo que lo mueve y lo impulsa, es el que abre los corazones a la Buena Noticia. El Espíritu hace su trabajo en lo profundo de cada persona.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, II Vísperas, pág. 5 Antífona 1 - Desde Sión extenderá el Señor el poder de su cetro, y reinará eternamente. Aleluya.
Salmo 109, 1-5. 7
Oráculo del Señor a mi Señor:/ «Siéntate a mi derecha,/ y haré de tus enemigos/ estrado de tus pies». Desde Sión extenderá el Señor/ el poder de tu cetro:/ somete en la batalla a tus enemigos. «Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,/ entre esplendores sagrados;/ yo mismo te engendré, como rocío,/ antes de la aurora». El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:/ «Tú eres sacerdote eterno / según el rito de Melquisedec». El Señor a tu derecha, el día de su ira,/ quebrantará a los reyes. En su camino beberá del torrente,/ por eso levantará la cabeza. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - En presencia del Señor se estremece la tierra. Aleluya.
Salmo 113 A Cuando Israel salió de Egipto,/ los hijos de Jacob de un pueblo balbuciente,/ Judá fue su santuario,/ Israel fue su dominio. El mar, al verlos, huyó,/ el Jordán se echó atrás;/ los montes saltaron como carneros;/ las colinas, como corderos. ¿Qué te pasa, mar, que huyes,/ y a ti, Jordán, que te echas atrás?/ ¿Y a vosotros, montes, que saltáis como carneros;/ colinas, que saltáis como corderos? En presencia del Señor se estremece la tierra,/ en presencia del Dios de Jacob;/ que transforma las peñas en estanques,/ el pedernal en manantiales de agua. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo. Aleluya.
Cántico
Ap 19, 1-2. 5-7
Aleluya La Salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios. /R (Aleluya). /Porque sus juicios son verdaderos y justos. /R (Aleluya, aleluya). Aleluya Alabad al Señor, sus siervos todos. /R (Aleluya). /Los que le teméis, pequeños y grandes. /R (Aleluya, aleluya).
30 de Junio - Domingo - Oración de la Noche - Completas
Aleluya Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo. /R (Aleluya). / Alegrémonos y gocemos y démosle gracias. /R (Aleluya, aleluya). Aleluya. Llegó la boda del Cordero. /R (Aleluya). /Su esposa se ha embellecido. /R (Aleluya, aleluya). Gloria y antífona 3
Lectura breve
2Cor 1, 3-4
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordia y Dios de todo consuelo; él nos consuela en todas nuestras luchas, para poder nosotros consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con que nosotros somos consolados por Dios.
Responsorio breve
V Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo. R Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo. V Digno de gloria y alabanza por los siglos. R En la bóveda del cielo. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo R Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Nadie que pone la mano en el arado y mira atrás es apto para el reino de Dios. Preces
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y cabeza de la Iglesia, y digámosle confiadamente: Venga a nosotros tu reino, Señor. Señor, amigo de los hombres, haz de tu Iglesia instrumento de concordia y unidad entre ellos * y signo de salvación para todos los pueblos. Protege con tu brazo poderoso al Papa y a todos los obispos * y concédeles trabajar en unidad, amor y paz. A los cristianos concédenos vivir íntimamente unidos a ti, nuestro Maestro, * y dar testimonio en nuestras vidas de la llegada de tu reino. Concede, Señor, al mundo el don de la paz * y haz que en todos los pueblos reine la justicia y el bienestar. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Otorga, a los que han muerto, una resurrección gloriosa * y haz que los que aún vivimos en este mundo gocemos un día con ellos de la felicidad eterna. Terminemos nuestra oración con las palabras del Señor: Padre nuestro.
Oración Dios nuestro, que quisiste hacernos hijos de la luz por la adopción de la gracia, concédenos que no seamos envueltos por las tinieblas del error, sino que permanezcamos siempre en el esplendor de la verdad. Por nuestro Señor, Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Adoremos a Cristo, Señor nuestro
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Hemos vivido la jornada, con la mente puesta en Jesús resucitado. Hemos intentado caminar al ritmo que nos señala su seguimiento. Necesitamos que el Espíritu Santo imprima a nuestro caminar la fortaleza para no desfallecer. Queda mucho para encontrarse con Jesús resucitado al final del camino. El Espíritu no viene a nosotros para descansar, sino para estimular nuestros pasos. (Completas: Textos comunes, pág. 9 y propios del Domingo, II Vísperas, pág. 14)
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30 de Junio - Domingo - Palabra de Dios para cada día
PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA
Lectura: Lc 14,25-33 Jesús ha hecho un llamado a la gente a que lo siga, especialmente a los discípulos. En esta marcha, Jesús desgrana progresivamente las exigencias del camino. Al que quiera seguirlo, le da a conocer una serie que tienen que ver con la familia y con la vida personal. Propuestas las exigencias del seguimiento, Jesús apela a la sabiduría y a la experiencia de la vida, para no fracasar en el intento. Para explicarlo, propone dos parábolas. La primera, tiene que ver con la construcción; la segunda, es de carácter bélico. Ambas invitan a hacer los cálculos de los costos antes de emprender una obra o una empresa. El seguimiento que propone Jesús, es un asunto que merece una reflexión seria por parte de quienes se decidan a realizarlo. En las parábolas propuestas, a la exposición sigue las consecuencias negativas de una mala elección. En la primera: quedar en ridículo ante la gente. En la segunda: la posibilidad de salir derrotado, con el riesgo de perder la vida en la contienda. El libro de los Proverbios dice: “Con sabiduría se construye una casa… Con buenos planes se gana una guerra” (Pro 24,3-6). Ésta sabiduría reclama Jesús a aquellos que quieran comprometerse a seguirlo. La propuesta es seria y requiere una decisión. En cuanto a cargar con la cruz, Jesús exige solo lo que él mismo ha hecho. P. Antonio Danoz, Redentorista
Orar con el Evangelio de Lucas Antonio Danoz
Orar con el Evangelio de Marcos Antonio Danoz
Se consiguen en las Librerías San Pablo el país.