Año XLVII - Domingo, Ascensión del Señor, S /C - 12 de Mayo de 2013
Remesa IV - Nº 26
L
YO ESTOY CON USTEDES
a ausencia crea nostalgia y tristeza. La presencia en la ausencia aviva la esperanza, la paz y el amor. Quien se va, no nos deja. Quien se aleja, permanece. Misterio de amor infinito. Presencia sacramental de Jesús. El Señor sube a la derecha del Padre y, al mismo tiempo, permanece con nosotros hasta la consumación de los siglos. La solemnidad de la Ascensión celebra su despedida visible. El Señor, revestido de poder y gloria, al mismo tiempo que se eleva, los envía a predicar y a bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Aquí termina su obra y comienza a perfilarse el camino evangelizador de su comunidad. A partir de ahora, él se sacramentalizará en el cuerpo de la Iglesia. Ella será su voz, su rostro, su imagen visible en la Jerusalén del mundo por obra y gracia del Espíritu. En Cristo, sentado a la derecha del Pa- “Y mientras los bedecía, se fue de ellos y elevándose dre, la Iglesia tiene el verdadero interce- apartando al cielo” (Jn 16,5). sor. Por eso, la Ascensión es su seguridad y su gozo en el anuncio del Reino. Alguien, constituido Señor en el cielo, intercede por ella con oración poderosa y definitiva. Si la Iglesia peregrina se siente fiel en su pobreza, es por Aquel que la intercede ante el Padre y le regala su Espíritu para la misión. Comienza la historia de la fe en el Señor Jesús. Entra por su puerta. ¿Cómo vives a Cristo en tu vida personal? ¿Lo sientes presente en tu corazón? ¿En qué lugares lo encuentras con mayor claridad? Concluyo. El Yo estoy con ustedes, camina contigo. Vívelo. Tú eres su presencia humana en la tierra. Glorifícalo. Camina en la fe. Estamos en el Año de la Nueva Evangelización. Anuncia su Reino a tu alrededor. P. Antonio Gracia, pasionista Felicitaciones a las madres en su día - Jornada Mundial de las Comuc. Sociales
Nuestra Misa Monición
Domingo, Ascensión del Señor, S /C Hermanos. Hoy celebramos la solemnidad de la Ascensión. El camino pascual no terminó en el calvario, ni en la resurrección. El camino pascual termina a la derecha del padre. Qué grande es el amor del que se encarnó por nosotros. Hoy, en su Ascensión, promete estár con nosotros hasta la consumación de los siglos. Misterio. Cristo a la derecha del Padre y, al mismo tiempo, en el corazón de la Iglesia, su cuerpo. Celebremos el gozo de la presencia del Señor, y seamos testigos en la Jerusalén de nuestra vida.
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Antífona de entrada
Hombres de Galilea, ¿qué hacen allí parados mirando al cielo? Ese mismo Jesús, que les ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto marcharse. Aleluya (He 1,11).
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Acto Penitencial
S Tú el Primogénito de entre los muertos: Señor, ten piedad. R Señor, ten piedad. S Tú el vencedor del pecado y de la muerte: Cristo, ten piedad. R Cristo, ten piedad. S Tú la resurrección y la vida: Señor, ten piedad. R Señor, ten piedad.
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Gloria
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Oración colecta
Llena, Señor, nuestro corazón de gratitud y de alegría por la gloriosa ascensión de tu Hijo, ya que su triunfo es también nuestra victoria, pues a donde llegó él, nuestra cabeza, tenemos la esperanza cierta de llegar nosotros, que somos su cuerpo. Por nuestro Señor Jesucristo.
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1ª Lectura (He 1,1-11) Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En mi primer libro, querido Teófilo, escribí acerca de todo lo que Jesús hizo y enseñó, hasta el día en que ascendió al cielo, después de dar sus instrucciones, por medio del Espíritu Santo, a los apóstoles que había elegido. A ellos se les apareció después de la pasión les dio numerosas pruebas de que estaba vivo y durante cuarenta días se dejó ver por ellos y les habló del Reino de Dios. Un día, estando con ellos a la mesa, les mandó: “No se alejen de Jerusalén. Aguarden aquí a que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que ya les he hablado: Juan bautizó con agua; dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo”. Los ahí reunidos le preguntaban: “Señor, ¿ahora sí vas a restablecer la soberanía de Israel?” Jesús les contestó: “A ustedes no les toca conocer el tiempo y la hora que el Padre ha determinado con su autoridad; pero cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, los llenará de fortaleza y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los últimos rincones de la tierra”. Dicho esto, se fue elevando a la vista de ellos, hasta que una nube lo ocultó a sus ojos. Mientras miraban fijamente al cielo, viéndolo alejarse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: “Galileos, ¿qué hacen allí parados, mirando al cielo? Ese mismo Jesús que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto alejarse”. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
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Salmo responsorial (46)
L Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya. R Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya. L Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos; que el Señor, el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo /R
L Entre voces de júbilo y trompetas, Dios el Señor, asciende hasta su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos /R L Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina Dios sobre todas las naciones desde su trono santo /R
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2ª Lectura (Heb 9,24-28;10,19-23)
Lectura de la carta a los hebreos
Hermanos: Cristo no entró en el santuario de la antigua alianza, construido por mano de hombres y que sólo era figura del verdadero, sino en el cielo mismo, para estar ahora en la presencia de Dios, intercediendo por nosotros. En la antigua alianza, el sumo sacerdote entraba cada año en el santuario para ofrecer una sangre que no era la suya; pero Cristo no tuvo que ofrecerse una y otra vez a sí mismo en sacrificio, porque en tal caso habría tenido que padecer muchas veces desde la creación del mundo. De hecho, él se manifestó una sola vez, en el momento culminante de la historia, para destruir el pecado con el sacrificio de sí mismo. Y así como está determinado que los hombres mueran una sola vez y que después de la muerte venga el juicio, así también Cristo se ofreció una sola vez para quitar los pecados de todos. Al final se manifestará por segunda vez, pero ya no para quitar el pecado, sino para la salvación de aquellos que lo aguardan, y en él tienen puesta su esperanza. Hermanos, en virtud de la sangre de Jesucristo, tenemos la seguridad de poder entrar en el santuario, porque él nos abrió un camino nuevo y viviente a través del velo, que es su propio cuerpo. Asimismo, en Cristo tenemos un sacerdote incomparable al frente de la casa de Dios. Acerquémonos, pues, con sinceridad de corazón, con una fe total, limpia la conciencia de toda mancha y purificado el cuerpo por el agua saludable. Mantengámonos inconmovibles en la profesión de nuestra esperanza, porque el que nos
hizo las promesas es fiel a su palabra. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
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Aclamación a/d Evangelio
R Aleluya, aleluya. Vayan y enseñen a todas las naciones, dice el Señor y sepan que yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo. R Aleluya (Mt 28,19.20).
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Lectura del santo Evangelio según san Lucas A. Gloria a ti, Señor
(Lc 24,46-53)
En aquel tiempo, Jesús se apareció a sus discípulos y les dijo: “Está escrito que el Mesías tenía que padecer y había de resucitar de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre se había de predicar a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, la necesidad de volverse a Dios para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de esto. Ahora yo les voy a enviar al que mi Padre les prometió. Permanezcan, pues, en la ciudad, hasta que reciban la fuerza de lo alto”. Después salió con ellos fuera de la ciudad, hacia un lugar cercano a Betania; levantando las manos, los bendijo y mientras los bendecía, se fue apartando de ellos y elevándose al cielo. Ellos, después de adorarlo, regresaron a Jerusalén, llenos de gozo, y permanecían constantemente en el templo, alabando a Dios. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús.
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Profesión de fe
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Oración de los fieles
S Aunque subió al cielo, Jesús sigue con nosotros. Oremos, para que Dios nos ayude a cumplir nuestra misión de testigos de Jesús en el mundo. A Te lo pedimos, Señor. L Para que a impulso del Espíritu los responsables de la Iglesia y todos los
El Domingo. Día del Señor. Fundado por el Beato Santiago Alberione en 1921 en Italia y en Venezuela se inició su publicación en 1966. Director: P. A. Vagnoni, ssp. - Coordinación: July Zambrano - Corrección: Manolo Martínez - Diagramación: Dora González - Edita SAN PABLO - Aptdo. 14.034 de Candelaria, Caracas 1011-A -Telfs.: (0212) 573.63.46 - 576.76.62 - 577.10.24.- Fax: (0212) 576.93.34 - Administración y distribución: Telfs.: (0212) 963.68.81 - 963.65.19 - Fax: (0212) 963.68.52 - Correo Electrónico E-Mail: publicaciones@sanpablo.org.ve - Web site: http: //www.sanpablo.org.ve - Para notificar pagos: (0212) 577.10.24 - E-mail: cobranzas@sanpablo.org.ve - Con licencia eclesiástica. Dep. Leg. pp 76-1793
fieles hagamos presente en el mundo el mensaje de Jesús con la palabra y con las obras: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Para que los dirigentes sociales, los políticos y los responsables de los medios de comunicación, orienten el progreso de la técnica a la felicidad y al disfrute de los ciudadanos: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Jesús nos dejó una tarea: “Anuncien la Buena Noticia”. Para que hagamos llegar el Evangelio a todos los habitantes de este mundo globalizado: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Para que nos sirvamos con eficacia y con calidad profesional de los medios de comunicación, para anunciar a los hombres y mujeres del mundo el mensaje de Jesús: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor.
(Intenciones libres) S Señor, nos envías por el mundo a anunciar la Buena Noticia. Danos valentía para realizar nuestra misión. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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Oración sobre las ofrendas
Acepta, Señor, este sacrificio que vamos a ofrecerte en acción de gracias por la ascensión de tu Hijo, y concédenos que esta Eucaristía eleve nuestro espíritu a los bienes del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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Plegaria Eucarística
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Oración del Señor
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Antífona de comunión
Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo. Aleluya (Mt 28,20).
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Oración d/de la comunión
Dios todopoderoso, que ya desde este mundo nos haces participar de tu vida divina, aviva en nosotros el deseo de la patria eterna, donde nos aguarda Cristo, Hijo tuyo y hermano nuestro. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales Se celebra en toda la Iglesia a partir de1967 en el día de la Ascensión del Señor. En Venezuela celebraremos la jornada de comunicación del 06 al 12 de mayo de 2013. En La sociedad actual, caracterizada por profundos y rápidos cambios, la cultura de la comunicación y las redes sociales ejercen una influencia determinante sobre el modo de ser, pensar y hacer de las personas. De ahí que el tema para la 47 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de este año es “Redes Sociales: portales de verdad y de fe; nuevos espacios para la evangelización”. Las inquietudes planteadas ante este tema incluyen precisamente si la tecnología puede ayudar a los hombres a encontrar a Cristo en la fe. La necesidad de presentar el Evangelio como respuesta perenne a la exigencia humana de sentido y de fe, debe emerger y abrirse camino a través de Internet. Información: info@sanpablo.org.ve @pacomve 0212-9636881
Liturgia de la Semana - 3ª Sem. del Salterio
(Del 13 al 19 de Mayo 2013)
13 Lunes, Nuestra Señora de Fátima, M He 19,1-8; Sal 67; Jn 16,29-33. 14 Martes, San Matías, Apóstol, F - He 1,15-17.20-26; Sal 112; Jn 15,9-17. 15 Miércoles - San Isidro Labrador, M - He 20,28-38; Sal 67; Jn 17,11-19. 16 Jueves - Feria, VII Semana de Pascua He 22,30;23,6-11; Sal 15; Jn 17,20-26. 17 Viernes - Feria, VII Semana de Pascua - He 25,13-21; Sal 102; Jn 21,15-19. 18 Sábado - Feria, VII Semana de Pascua He 28,16-20.30-31; Sal 10; Jn 21,20-25. 19 Domingo de Pentecostés, S - Misa de la Vigilia: Gén 11,1-9; Sal 103; Rom 8,22-27; Jn 7,37-39 - Misa del Día: He 2,1-11; Sal 103; 1Co 12,3-7.12-13; Jn 20,19-23 - L.H.: Propio.