el domingo 17 febrero 2013

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Año XLVI - Domingo I de Cuaresma /C - 17 de Febrero de 2013

Remesa II - Nº 14

L

CAMINA DE LA MANO DEL ESPÍRITU

a vida es un camino personal y comunitario. En el camino se presentan de repente jardines de luz o desiertos. La experiencia de Israel y de Jesús nos sirve de partida cuaresmal. El camino hacia Jerusalén, iniciado en el desierto, es crisol de nuestra fe pascual. Ahora bien: ¿Quién nos debe guiar por el desierto cuaresmal camino de la Pascua? El evangelio nos dice: “El Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo”. En ese versículo del evangelio escucho una respuesta clara: Sólo de la mano del Espíritu se transitan, con decisión, los desiertos de la vida. El Deuteronomio, al recordarnos el éxodo de Israel y su entrada triunfal en la tierra prometida, nos proclama que la vida es un camino de fe; que tras una cuaresma de sufrimiento, con sed de agua y hambre de pan, se alcanza una tierra que mana leche y miel. Por otro lado, el evangelio, al contarnos que Jesús vive el desierto en ayuno y oración y que vence las tentaciones del demonio conducido por el Espíritu, nos proclama, igualmente, que sólo con la gracia del Espíritu se “Jesús se dejó guiar por el Espíritu al desierto…” (Lc 4,1). sale victorioso de toda prueba cuaresmal. ¡Fe y Espíritu! Y abre los ojos al cielo. Asume tu vida como un camino cuaresmal hacia la Pascua. No te asustes ante experiencias de soledad interior, de contradicciones humanas o de tentaciones seductoras. Piensa en positivo. Tras los arenales del desierto o las cruces del calvario amanece tu Pascua de glorificación. ¿Qué desiertos has vivido en tu vida? ¿Cómo los has vivido? ¿Quién te ha conducido en tus momentos fuertes? Está claro que tu fuerza cuaresmal es el ayuno, la oración, la Palabra. Pero hay más. Camina de la mano del Espíritu y tu desierto te regalará una pascua de resurrección.

Antonio Gracia, pasionista

Tú eres mi Dios y en ti confío (Sal 90)


Nuestra Misa Monición

Domingo I de Cuaresma /C Hermanos. Entramos en la Cuaresma: camino de conversión hacia la pascua del Señor. O si preferimos: hacia nuestra pascua en el Señor. La experiencia cuaresmal se relata como un tiempo de oración, de ayuno, de conversión, de encuentro con la Palabra, vivido de la mano del Espíritu como nos dice Lucas. Que Dios nos conceda vivir este tiempo fuerte de la Iglesia con la mejor disposición interior, para que en la Pascua de Cristo encontremos nuestra verdadera resurrección.

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Antífona de entrada

Me invocará y yo lo escucharé; lo libraré y lo glorificaré; prolongaré los días de su vida (Sal 90,15-16).

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Acto Penitencial

S Tú que nos has hecho renacer por el agua y el Espíritu: Señor, ten piedad. R Señor, ten piedad. S Tú que enviaste al Espíritu Santo para crear en nosotros un corazón nuevo: Cristo, ten piedad. R Cristo, ten piedad. S Tú que eres el autor de la salvación eterna: Señor, ten piedad. R Señor, ten piedad.

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Oración colecta

Concédenos, Dios todopoderoso, que las prácticas anuales propias de la Cuaresma nos ayuden a progresar en el conocimiento de Cristo y a llevar una vida más cristiana. Por nuestro Señor Jesucristo.

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1ª Lectura (Dt 26,4-10) Lectura del libro del Deuteronomio

En aquel tiempo, dijo Moisés al pueblo: “Cuando presentes las primicias de tus

cosechas, el sacerdote tomará el cesto de tus manos y lo pondrá ante el altar del Señor, tu Dios. Entonces tú dirás estas palabras ante el Señor, tu Dios: ‘Mi padre fue un arameo errante, que bajó a Egipto y se estableció allí con muy pocas personas; pero luego creció hasta convertirse en una gran nación, potente y numerosa. Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos impusieron una dura esclavitud. Entonces clamamos al Señor, Dios de nuestros padres, y el Señor escuchó nuestra voz, miró nuestra humillación, nuestros trabajos y nuestra angustia. El Señor nos sacó de Egipto con mano poderosa y brazo protector, con un terror muy grande, entre señales y portentos; nos trajo a este país y nos dio esta tierra, que mana leche y miel. Por eso ahora yo traigo aquí las primicias de la tierra que tú, Señor, me has dado’. Una vez que hayas dejado tus primicias ante el Señor, te postrarás ante él para adorarlo”. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.

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Salmo responsorial (90)

L Tú eres mi Dios y en ti confío. R Tú eres mi Dios y en ti confío. L Tú, que vives al amparo del Altísimo y descansas a la sombra del todopoderoso, dile al Señor: “Tú eres mi refugio y fortaleza; tú eres mi Dios y en ti confío” /R L No te sucederá desgracia alguna, ninguna calamidad caerá sobre tu casa, pues el Señor ha dado a sus ángeles la orden de protegerte a donde quiera que vayas /R L Los ángeles de Dios te llevarán en brazos, para que no te tropieces con las piedras, podrás pisar los escorpiones y las víboras y dominar las fieras /R L “Puesto que tú me conoces y me amas, dice el Señor, yo te libraré y te pondré a salvo. Cuando tú me invoques, yo te escucharé, y en tus angustias estaré contigo, te libraré de ellas y te colmaré de honores” /R


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2ª Lectura (Rom 10,8-13) Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos

Hermanos: La Escritura afirma: Muy a tu alcance, en tu boca y en tu corazón, se encuentra la salvación, esto es, el asunto de la fe que predicamos. Porque basta que cada uno declare con su boca que Jesús es el Señor y que crea en su corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, para que pueda salvarse. En efecto, hay que creer con el corazón para alcanzar la santidad y declarar con la boca para alcanzar la salvación. Por eso dice la Escritura: Ninguno que crea en él quedará defraudado, porque no existe diferencia entre judío y no judío, ya que uno mismo es el Señor de todos, espléndido con todos los que lo invocan, pues todo el que invoque al Señor como a su Dios, será salvado por él. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.

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Aclamación a/d Evangelio

R Honor y gloria a ti, Señor Jesús. No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. R Honor y gloria a ti, Señor Jesús (Mt 4,4).

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Lectura del santo Evangelio según san Lucas A. Gloria a ti, Señor

(Lc 4,1-13)

En aquel tiempo, Jesús lleno del Espíritu Santo, regresó del Jordán y conducido por el mismo Espíritu se internó en el desierto donde permaneció durante cuarenta días y fue tentado por el demonio. No comió nada en aquellos días, y cuando se completaron, sintió hambre. Entonces el diablo le dijo: “Si eres el Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan”. Jesús le contestó: “Está escrito: No sólo de pan vive el hombre”.

Después lo llevó el diablo a un monte elevado y en un instante le hizo ver todos los reinos de la tierra y le dijo: “A mí me ha sido entregado todo el poder y la gloria de estos reinos, y yo los doy a quien quiero. Todo esto será tuyo, si te arrodillas y me adoras”. Jesús le respondió: “Está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios y a él sólo servirás”. Entonces lo llevó a Jerusalén, lo puso en la parte más alta del templo y le dijo: “Si eres el Hijo de Dios, arrójate desde aquí, porque está escrito: Los ángeles del Señor tienen órdenes de cuidarte y de sostenerte en sus manos, para que tus pies no tropiecen con las piedras”. Pero Jesús le respondió: “También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios”. Concluidas las tentaciones, el diablo se retiró de él, hasta que llegara la hora. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús.

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Profesión de fe

Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

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Oración de los fieles

S Dios nos convoca en este tiempo de gracia, que es la Cuaresma. Oremos, para superar las pruebas y para acompañar a Jesús en su camino hacia la Pascua. A Te lo pedimos, Señor.

El Domingo. Día del Señor. Fundado por el Beato Santiago Alberione en 1921 en Italia y en Venezuela se inició su publicación en 1966. Director: P. A. Vagnoni, ssp. - Coordinación: July Zambrano - Corrección: Manolo Martínez - Diagramación: Dora González - Ilustraciones de: Hna. Teresa Castaño - Edita SAN PABLO - Aptdo. 14.034 de Candelaria, Caracas 1011-A -Telfs.: (0212) 573.63.46 - 576.76.62 - 577.10.24.- Fax: (0212) 576.93.34 - Administración y distribución: Telfs.: (0212) 963.68.81 - 963.65.19 - Fax: (0212) 963.68.52 - Correo Electrónico E-Mail: publicaciones@sanpablo.org.ve - Web site: http: //www.sanpablo.org.ve - Para notificar pagos: (0212) 577.10.24 - E-mail: cobranzas@sanpablo.org.ve - Con licencia eclesiástica. Dep. Leg. pp 76-1793


L Como pueblo suyo, Dios nos convoca a vivir un tiempo de gracia y conversión. Para que la escucha de su Palabra y la oración renueven nuestro espíritu: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Muchas personas reclaman alimentos, vivienda, remedios para su salud. Para que las instituciones públicas y privadas escuchen su grito y remedien sus necesidades: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Para que la austeridad cuaresmal estimule nuestra generosidad, y compartamos con los necesitados nuestro amor y nuestros bienes: Roguemos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. (Intenciones libres) S Concédenos, Señor, que los ejercicios de Cuaresma alimenten la fe, consoliden la esperanza y acrecienten el amor en nuestras comunidades. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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R Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.

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Antífona de comunión

No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de Dios (Mt 4,4).

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Oración d/de la comunión

Que este pan celestial alimente, Señor, en nosotros la fe, aumente la esperanza, refuerce la caridad y nos enseñe a sentir hambre de Cristo, que es el pan vivo y verdadero, y a vivir de toda palabra que proceda de tu boca. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas

Te pedimos, Señor, que estos dones que vamos a ofrecerte, nos dispongan convenientemente para el santo tiempo de la Cuaresma, que estamos iniciando. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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Plegaria Eucarística

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Oración del Señor

S Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir: “América Misionera Comparte tu fe” Rumbo al CAM 4 - Comla 9

Obras Misioneras Pontificias en Venezuela

Tema: “Discípulos misioneros de Jesucristo en un mundo secularizado y pluricultural”

(0058+212) 562.09.71 / Fax: (0058+212) 561.79.85 ompvenezuela@gmail.com www.ompvenezuela.com

El Mediodía de la caridad Carlos J. Izzo N. Vida y obra de la Hermana Socorro de Lourdes Se consigue en la red de Librerías San Pablo del país.

Liturgia de la Semana - 1ª Sem. del Salterio

(Del 18 al 24 de Febrero de 2013)

18 Lunes, Feria, I Sem. de Cuaresma Lev 19,1-2.11-18; Sal 18; Mt 25,31-46. 19 Martes, Feria, I Sem. de Cuaresma - Is 55, 10-11; Sal 33; Mt 6,7-15. 20 Miércoles - Feria, I Sem. de Cuaresma - Jon 3,1-10; Sal 50; Lc 11,29-32. 21 Jueves - Feria, I Sem. de Cuaresma Est 14,1.3-5.12-14; Sal 137; Mt 7,7-12. 22 Viernes - Cátedra de San Pedro, Apóstol, F - 1Pe 5,1-4; Sal 22; Mt 16,13-19. 23 Sábado - Feria, I Sem. de Cuaresma Dt 26,16-19; Sal; 118; Mt 5,43-48. 24 Domingo II de Cuaresma /C - Gén 15,512.17-18; Sal 26; Flp 3,17-4,1; Lc 9,2836 - L.H. 2ª Semana del Salterio.


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