el domingo 24 febrero de 2013

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Año XLVI - Domingo II de Cuaresma /C - 24 de Febrero de 2013

Remesa II - Nº 15

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TRANSFIGURA TU CORAZÓN

esde la cumbre de los Andes se siente más viva la nube, la niebla, el rayo del sol. Igualmente desde la cumbre espiritual se vivencia con más fuerza el encuentro con Dios. En el azul de cielo se diafaniza su presencia; en el silencio de la altura se escucha su voz y en la llama del encuentro se transfigura el corazón. Hoy el evangelio nos sube a la cumbre del Tabor. Jesús, en el silencio frágil del espacio, se abisma en éxtasis contemplativo del Padre y, de repente, se transfigura en el “Señor”. Ahí se revela como Ley y Palabra definitiva del Padre. En su humanidad resplandeciente, se presencia a ese ‘Alguien’ invisible, llamado el Verbo de Dios. Más aún. En visión de porvenir, el Tabor anuncia ya el triunfo pascual de Jesús, su gloriosa resurrección. Y cosa curiosa, Pedro, Santiago y Juan, compañeros en la escalada, se sienten contagiados ante su resplandor y se llenan de paz, de alegría, de felicidad. Y mientras solicitan tiendas de campaña para afianzarse en “… y mientras oraba su cara la contemplación, perciben la proclamación cambió de aspecto y su ropa se puso blanca y fulgurante” del Padre que les revela: “Este es mi Hijo, el (Lc 9,29). escogido: escúchenlo”. La cuaresma nos ofrece la oportunidad de subir hacia el encuentro con el Señor. El ayuno, la oración, la escucha en silencio de la Palabra, indican el camino de la cumbre. El Tabor cuaresmal exige dejarse envolver por la nube del Padre, escuchar con amor la palabra del Hijo y dejarse transformar por la gracia del Espíritu. ¿Como estás viviendo la cuaresma? ¿Qué actitud de escucha tienes de la palabra de Dios? ¿Qué puedes hacer para lograr tu propia transfiguración? Sube hacia la cumbre del silencio interior. Ora con fe dentro de tu alcoba personal. Escucha la palabra de Jesús y, con la gracia del Espíritu Santo, transfigura tu corazón.

Antonio Gracia, pasionista

El Señor es mi luz y mi salvación (Sal 26)


Nuestra Misa Monición

Domingo II de Cuaresma /C Hermanos. Estamos en el Segundo Domingo de Cuaresma. Del desierto en la llanura del Primer Domingo, subimos hoy a la cumbre del Monte Tabor. En el silencio de su altura nos encontramos a Cristo, de pie entre Moisés y Elías, como revelación definitiva de que Él es la Ley y la Palabra. Por eso escuchamos al Padre que nos proclama: Este es mi Hijo. Escúchenlo. Ahí nos invita la Eucaristía de hoy: a escuchar la voz de Jesús para alcanzar en Él nuestra propia transfiguración.

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Antífona de entrada

Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas y no permitas que nos derrote el enemigo. Sálvanos, Dios de Israel, de todas nuestras angustias (Sal 24,6.3.22).

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Acto Penitencial

S Tú que borras nuestras culpas: Señor, ten piedad. R Señor, ten piedad. S Tú que creas en nosotros un corazón puro: Cristo, ten piedad. R Cristo, ten piedad. S Tú que nos devuelves la alegría de la salvación: Señor, ten piedad. R Señor, ten piedad.

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Oración colecta

Señor, Padre santo, que nos mandaste escuchar a tu amado Hijo, alimenta nuestra fe con tu palabra y purifica los ojos de nuestro espíritu, para que podamos alegrarnos en la contemplación de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.

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1ª Lectura (Gén 15,5-12.17-18) Lectura del libro del Génesis

En aquellos días, Dios sacó a Abram de su casa y le dijo: “Mira el cielo y cuenta

las estrellas, si puedes”. Luego añadió: “Así será tu descendencia”. Abram creyó lo que el Señor le decía y, por esa fe, el Señor lo tuvo por justo. Entonces le dijo: “Yo soy el Señor, el que te sacó de Ur, ciudad de los caldeos, para entregarte en posesión esta tierra”. Abram replicó: “Señor Dios, ¿cómo sabré que voy a poseerla?” Dios le dijo: “Tráeme una ternera, una cabra y un carnero, todos de tres años; una tórtola y un pichón”. Tomó Abram aquellos animales, los partió por la mitad y puso las mitades una enfrente de la otra, pero no partió las aves. Pronto comenzaron los buitres a descender sobre los cadáveres y Abram los ahuyentaba. Estando ya para ponerse el sol, Abram cayó en un profundo letargo, y un terror intenso y misterioso se apoderó de él. Cuando se puso el sol, hubo densa oscuridad y sucedió que un brasero humeante y una antorcha encendida, pasaron por entre aquellos animales partidos. De esta manera hizo el Señor, aquel día, una alianza con Abram, diciendo: “A tus descendientes doy esta tierra, desde el río de Egipto hasta el gran río Éufrates”. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.

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Salmo responsorial (26)

L El Señor es mi luz y mi salvación. R El Señor es mi luz y mi salvación. L El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar? /R L Oye, Señor, mi voz y mis clamores y tenme compasión; el corazón me dice que te busque y buscándote estoy /R L No rechaces con cólera a tu siervo, tú eres mi único auxilio; no me abandones ni me dejes solo, Dios y salvador mío /R L La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor y fortaleza y en el Señor confía /R


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2ª Lectura (Fil 3,17-4,1) Lectura de la

carta del apóstol san Pablo a los filipenses

Hermanos: Sean todos ustedes imitadores míos y observen la conducta de aquellos que siguen el ejemplo que les he dado a ustedes. Porque, como muchas veces se lo he dicho a ustedes, y ahora se lo repito llorando, hay muchos que viven como enemigos de la cruz de Cristo. Esos tales acabarán en la perdición, porque su dios es el vientre, se enorgullecen de lo que deberían avergonzarse y sólo piensan en cosas de la tierra. Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos que venga nuestro salvador, Jesucristo. El transformará nuestro cuerpo miserable en un cuerpo glorioso, semejante al suyo, en virtud del poder que tiene para someter a su dominio todas las cosas. Hermanos míos, a quienes tanto quiero y extraño: ustedes, hermanos míos amadísimos, que son mi alegría y mi corona, manténganse fieles al Señor. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.

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Aclamación a/d Evangelio

R Honor y gloria a ti, Señor Jesús. En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre, que decía: “Éste es mi Hijo amado: escúchenlo”. R Honor y gloria a ti, Señor Jesús (Mc 9,7).

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Lectura del santo Evangelio según san Lucas A. Gloria a ti, Señor

(Lc 9,28-36)

En aquel tiempo, Jesús se hizo acompañar de Pedro, Santiago y Juan, y subió a un monte para hacer oración. Mientras oraba, su rostro cambió de aspecto y sus vestiduras se hicieron blancas y relampagueantes. De pronto aparecieron conversando con él dos personajes, rodeados de esplendor: eran Moisés y Elías. Y hablaban de la

muerte que le esperaba en Jerusalén. Pedro y sus compañeros estaban rendidos de sueño; pero, despertándose, vieron la gloria de Jesús y de los que estaban con él. Cuando éstos se retiraban, Pedro le dijo a Jesús: “Maestro, sería bueno que nos quedáramos aquí y que hiciéramos tres chozas: una para ti, una para Moisés y otra para Elías”, sin saber lo que decía. No había terminado de hablar, cuando se formó una nube que los cubrió; y ellos, al verse envueltos por la nube, se llenaron de miedo. De la nube salió una voz que decía: “Éste es mi Hijo, mi escogido: escúchenlo”. Cuando cesó la voz, se quedó Jesús solo. Los discípulos guardaron silencio y por entonces no dijeron a nadie nada de lo que habían visto. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús.

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Profesión de fe

Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

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Oración de los fieles

S Al comienzo del camino cuaresmal, Jesús sale a nuestro encuentro en la Transfiguración. Oremos, para que el encuentro con él Transfigurado, nos haga fuertes para hacer el camino. A Te lo pedimos, Señor. L Con frecuencia, los medios de comunicación ofrecen modelos con

El Domingo. Día del Señor. Fundado por el Beato Santiago Alberione en 1921 en Italia y en Venezuela se inició su publicación en 1966. Director: P. A. Vagnoni, ssp. - Coordinación: July Zambrano - Corrección: Manolo Martínez - Diagramación: Dora González - Ilustraciones de: Hna. Teresa Castaño - Edita SAN PABLO - Aptdo. 14.034 de Candelaria, Caracas 1011-A -Telfs.: (0212) 573.63.46 - 576.76.62 - 577.10.24.- Fax: (0212) 576.93.34 - Administración y distribución: Telfs.: (0212) 963.68.81 - 963.65.19 - Fax: (0212) 963.68.52 - Correo Electrónico E-Mail: publicaciones@sanpablo.org.ve - Web site: http: //www.sanpablo.org.ve - Para notificar pagos: (0212) 577.10.24 - E-mail: cobranzas@sanpablo.org.ve - Con licencia eclesiástica. Dep. Leg. pp 76-1793


rostros falsos y engañosos. Para que no nos dejemos seducir por los encantos de este mundo que pasa: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Por los responsables públicos, políticos y sociales, para que no vendan a la sociedad una justicia que no tienen, y unas obras que no realizan, para mejorar su imagen: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Pablo dice: “Revístanse de nuestro Señor Jesucristo”. Para que ésta sea la verdadera imagen de discípulo que presentemos ante el mundo: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. (Intenciones libres) S Señor, realiza mediante tu Espíritu, la obra maravillosa de reproducir en cada uno de nosotros la imagen de tu Hijo. Te lo pedimos por Jesucristo Señor nuestro. R Amén.

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Oración sobre las ofrendas

Que esta ofrenda, Señor, nos obtenga el perdón de nuestros pecados y nos santifique en el cuerpo y en el alma para que podamos celebrar dignamente las festividades de la Pascua. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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Plegaria Eucarística

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Oración del Señor

S Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir: “América Misionera Comparte tu fe” Rumbo al CAM 4 - Comla 9

Obras Misioneras Pontificias en Venezuela

Tema: “Discípulos misioneros de Jesucristo en un mundo secularizado y pluricultural”

(0058+212) 562.09.71 / Fax: (0058+212) 561.79.85 ompvenezuela@gmail.com www.ompvenezuela.com

R Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.

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Antífona de comunión

Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco; escúchenlo (Mt 17,5).

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Oración d/de la comunión

Te damos gracias, Señor, porque al darnos en este sacramento el cuerpo glorioso de tu Hijo, nos permites participar ya, desde este mundo, de los bienes eternos de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Comunidad Carismática Los “Samaritanos”

Oraciones de alabanza y liberación En nombre de Jesús Se consigue en la red de Librerías San Pablo del país.

Liturgia de la Semana - 2ª Sem. del Salterio (Del 25 de Febrero al 3 de Marzo de 2013)

25 Lunes, Feria, II Sem. de Cuaresma Dn 9,4-10; Sal 78; Lc 6,36-38. 26 Martes, Feria, II Sem. de Cuaresma - Is 1,10.16-20; Sal 49; Mt 23,1-12. 27 Miércoles - Feria, II Sem. de Cuaresma - Jer 18,18-20; Sal 30; Mt 20,17-28. 28 Jueves - Feria, II Sem.de Cuaresma Jer 17,5-10; Sal 1; Lc 16,19-31. 1 Viernes - Feria, II Sem. de Cuaresma - Gén 37,3-4.12-13.17-28; Sal 104; Mt 21,33-43.45-46. 2 Sábado - Feria, II Sem. de Cuaresma - Mi 7,14-15.18-20; Sal 102; Lc 15,13.11-32. 3 Domingo III de Cuaresma /C - Ex 3,18.13-15; Sal 102; 1 Cor 10,1-6.10-12; Lc 13,1-9 - L.H. 3ª Semana del Salterio.


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