Año XLVII - Domingo II de Pascua de la Divina Misericordia /A - 27 de Abril de 2014
A QUIENES LES PERDONEN LOS PECADOS
Remesa III - Nº 22
A
lguna canción colombiana nos recuerda que sólo Dios puede perdonar los pecados. Pero eso era antes. Porque vino Jesús y él podía perdonar los pecados. Y así le dijo al paralítico que lo habían descolgado del techo: “Tus pecados te son perdonados”. Y para que la gente viera que era verdad, le dijo al paralítico: “Agarra tu camilla y vete a tu casa”. Y el paralítico se paró y se fue a su casa dejando a todos asombrados. Pero ahí no se acabó la cosa. El Evangelio de hoy nos recuerda la aparición a los apóstoles en el Cenáculo el día de la Resurrección. Jesús exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo. A quienes les perdonen los pecados les quedan perdonados. A Jesús dijo a Tomás: “Pon aquí tu dedo quienes no se los perdonen, les quedan y mira mis manos; extiende tu mano y sin perdonar”. métela en mi costado” (Cfr. Jn 20,27) Jesucristo nos ha dado el tremendo poder de perdonar los pecados. Que no es olvidar. Hay gente que olvida todo fácilmente. A otros nos cuesta olvidar. Pero perdonar no es olvidar. Perdonar es dar la oportunidad de rehacer su vida. Es lograr que el borracho pueda ser feliz sin gastar en alcohol lo que necesita su familia para comer, vestirse, ir al estudio o al trabajo. Para que el político pueda ser feliz sin robar, sin abusar. Para que el joven pueda ser feliz sin violar, sin asesinar. Para eso es necesario un grupo de apoyo. Alcohólicos Anónimos ayudan a que los alcohólicos no recaigan en el beber alcohol. Narcóticos Anónimos ayudan a que los narcodependientes se liberen de su adicción. Esquizofrénicos Anónimos se ayudan en la superación de sus limitaciones. Ese grupo debe ser la comunidad cristiana. La Iglesia. En la que nos apoyemos para vivir la vida de resucitados que Jesucristo nos ofrece a todos nosotros P. Jean Pierre Wyssenbach, S.J. La misericordia del Señor es eterna. Aleluya (Sal 117)
Nuestra Misa
que nos ha redimido. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA RITO DE INTRODUCCIÓN MONICIÓN Dios dio a Jesús el poder de perdonar los pecados. Jesús lo dio a sus apóstoles. Perdonar no es olvidar. Es dar la oportunidad de rehacer la vida. Para eso es necesario un grupo de apoyo. La comunidad cristiana tiene esa tremenda posibilidad y responsabilidad. A quienes les perdonemos los pecados les quedarán perdonados. Pero a los que no les perdonemos, les quedarán sin perdonar.
1. ANTÍFONA DE ENTRADA (1Pe 2,2) Como niños recién nacidos, deseen una leche pura y espiritual que los haga crecer hacia la salvación. Aleluya. 2. GLORIA Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
3. ORACIÓN COLECTA Dios de eterna misericordia, que reavivas la fe de tu pueblo con la celebración anual de las fiestas pascuales, aumenta en nosotros tu gracia, para que comprendamos a fondo la inestimable riqueza del bautismo que nos ha purificado, del Espíritu que nos ha dado una vida nueva y de la Sangre
4. PRIMERA LECTURA
(He 2,42-47)
Los creyentes vivían unidos y todo lo tenían en común Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles En los primeros días de la Iglesia, todos los hermanos acudían asiduamente a escuchar las enseñanzas de los apóstoles, vivían en comunión fraterna y se congregaban para orar en común y celebrar la fracción del pan. Toda la gente estaba llena de asombro y de temor, al ver los milagros y prodigios que los apóstoles hacían en Jerusalén. Todos los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común. Los que eran dueños de bienes o propiedades los vendían, y el producto era distribuido entre todos, según las necesidades de cada uno. Diariamente se reunían en el templo, y en las casas partían el pan y comían juntos, con alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y toda la gente los estimaba. Y el Señor aumentaba cada día el número de los que habían de salvarse. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
5. SALMO RESPONSORIAL (Sal 117) L La misericordia del Señor es eterna. Aleluya. R La misericordia del Señor es eterna. Aleluya. L Diga la casa de Israel: “Su misericordia es eterna”. Diga la casa de Aarón: “Su misericordia es eterna”. Digan los que temen al Señor: “Su misericordia es eterna” /R L Querían a empujones derribarme, pero Dios me ayudó. El Señor es mi fuerza y mi alegría, en el Señor está mi salvación /R L La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente. Éste es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo /R
6. SEGUNDA LECTURA
(1Pe 1,3-9)
La resurrección de Cristo nos da la esperanza de una vida nueva Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, por su gran misericordia, porque al resucitar a Jesucristo de entre los muertos, nos concedió renacer a la esperanza de una vida nueva, que no puede corromperse ni mancharse y que él nos tiene reservada como herencia en el cielo. Porque ustedes tienen fe en Dios, él los protege con su poder, para que alcancen la salvación que les tiene preparada y que él revelará al final de los tiempos. Por esta razón, alégrense, aun cuando ahora tengan que sufrir un poco por adversidades de todas clases, a fin de que su fe, sometida a la prueba, sea hallada digna de alabanza, gloria y honor, el día de la manifestación de Cristo. Porque la fe de ustedes es más preciosa que el oro, y el oro se acrisola por el fuego. A Cristo Jesús ustedes no lo han visto y, sin embargo, lo aman; al creer en él ahora, sin verlo, se llenan de una alegría radiante e indescriptible, seguros de alcanzar la salvación de sus almas, que es la meta de la fe. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
7. ACLAMACIÓN A/DEL EVANGELIO R Aleluya, aleluya. Tomás, tú crees porque me has visto. Dichosos los que creen sin haberme visto, dice el Señor. R Aleluya (Jn 20,29).
8. EVANGELIO
(Jn 20,19-31)
Ocho días después, se le apareció Jesús Lectura del santo Evangelio según san Juan A. Gloria a ti, Señor Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por
X
miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría. De nuevo les dijo Jesús: “La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo”. Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban al Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar.” Tomás, uno de los Doce, a quien llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús, y los otros discípulos le decían: “Hemos visto al Señor”. Pero él les contestó: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré”. Ocho días después, estaban reunidos los discípulos a puerta cerrada y Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó de nuevo en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Luego le dijo a Tomás: “Aquí están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano, métela en mi costado y no sigas dudando, sino cree”. Tomás le respondió: ¡“Señor mío y Dios mío!” Jesús añadió: “Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto”. Otras muchas señales milagrosas hizo Jesús en presencia de sus discípulos, pero no están escritas en este libro. Se escribieron éstas para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús.
9. ORACIÓN DE LOS FIELES S El evangelio presenta cuatro dones propios de la Pascua: el Espíritu Santo, el perdón, la misión y la paz. Oremos, para que por esta celebración, el Señor enriquezca con todos ellos a la Iglesia. A Te lo pedimos, Señor resucitado
El Domingo. Día del Señor. Fundado por el Beato Santiago Alberione en 1921 en Italia y en Venezuela se inició su publicación en 1966. Director: P. A. Vagnoni, ssp. - Coordinación: July Zambrano - Corrección: Manolo Martínez - Diagramación: Dora González - Edita SAN PABLO - Aptdo. 14.034 de Candelaria, Caracas 1011-A -Telfs.: (0212) 573.63.46 - 576.76.62 - 577.10.24.- Fax: (0212) 576.93.34 - Administración y distribución: Telfs.: (0212) 962.73.33 - 962.73.87 - 962.73.90 - Fax: (0212) 962.73.89 - Correo Electrónico E-Mail: publicaciones@sanpablo.org.ve - Web site: http: //www.sanpablo.org.ve - Para notificar pagos: (0212) 577.10.24 - E-mail: cobranzas@sanpablo.org.ve - Con licencia eclesiástica. Dep. Leg. pp 76-1793
L Muchos no creen. Otros dudan como Tomás. Para que el encuentro con Jesús resucitado ilumine a los que no creen, y nos confirme en la fe pascual a los que creemos: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor resucitado. L Para que los discípulos de Jesús y los pastores de la Iglesia, animados por el Espíritu Santo, hagamos llegar a los pobres, a los presos, a los explotados, el gozo pascual de verse liberados de sus males: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor resucitado. L Acudimos a Dios muchas veces pidiéndole milagros. Para que nos haga el gran milagro de creer y de seguir a Jesús resucitado, a pesar de no haberlo visto ni tocado: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor resucitado. L Muchos buscan conocer a Jesús y aún no lo han logrado. Para que el testimonio de los que creemos en Jesús resucitado, les ayude a encontrarlo, experimenten su misericordia, y se hagan sus discípulos: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor resucitado. (Intenciones libres) S Manifiéstate, Señor resucitado, al que no cree; confirma en la fe al que duda; aliméntanos a todos con el pan de vida en estas fiestas pascuales. Por Jesucristo nuestro Señor resucitado. Amén.
LITURGIA EUCARÍSTICA 10. PREPARACIÓN DE LAS OFRENDAS S Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan… A Bendito seas por siempre, Señor. S Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este vino… A Bendito seas por siempre, Señor.
11. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Recibe, Señor, las ofrendas que (junto con los recién bautizados) te presentamos; tú que nos llamaste a la fe y nos has hecho renacer por el bautismo, guíanos a la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
12. ORACIÓN DEL SEÑOR S Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir: R Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
13. ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
(Jn 20,27) Jesús dijo a Tomás: acerca tu mano, toca las cicatrices dejadas por los clavos y no seas incrédulo, sino creyente. Aleluya.
14. ORACIÓN D/ DE LA COMUNIÓN Concédenos, Dios todopoderoso, que la gracia recibida en este sacramento nos impulse siempre a servirte mejor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LITURGIA DE LA SEMANA
2ª Sem. del Salterio (Del 28 de Abril al 4 de Mayo 2014)
28 Lunes, Feria o Memoria de San Pedro Chanel, Presbítero - He 4,23-31; Sal 2; Jn 3,1-8. 29 Martes, Santa Catalina de Siena, Virgen y Doctora, MO - He 4,32-37; Sal 92; Jn 3,7-15. 30 Miércoles, Feria o Memoria de San Pío V, Papa - He 5,17-26; Sal 33; Jn 3,16-21. 1 Jueves - Feria o Memoria de San José Obrero - He 5,27-33; Sal 33; Mt 13,54-58. 2 Viernes - S. Atanasio Obispo y Doctor, MO - He 5,34-42; Sal 26; Jn 6,115. 3 Sábado - Exaltación de la Santa Cruz, F - Núm 21,4-9; Sal 77; Jn 3,13-17. 4 Domingo III de Pascua /A - He 2,14.22-33; Sal 15; 1Pe 1,17-21; Lc 24,13-35 – L.H: 3ª Semana del Salterio.