P. Guillermo Pach贸n
ROSARIO para sanar generaciones presentes, pasadas y futuras
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índice
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PRIMER MISTERIO
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SEGUNDO MISTERIO
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TERCER MISTERIO
16
CUARTO MISTERIO
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QUINTO MISTERIO
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Oraciones finales
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introducción La Virgen María es modelo de vida para la familia humana. Pletórica de bendiciones, la Virgen Santísima exalta a Dios a través del Magnificat, al pronunciar: “todas las generaciones me llamarán feliz” (Lucas 1, 48). lnspirada por el carisma profético que le otorga el Espíritu Santo, el Magnificat es la profecía de María. Y es que Dios le ha concedido el don de intuir el esplendor de la obra que él está por realizar; y esta capacidad de vislumbrar el desarrollo de su papel en la historia de la salvación surge de su vivificante comunicación y comunión con Dios. Fervorosamente, tal espíritu profético alcanza a Isabel cuando, ante la visita de María, le expresa: “Bendita tú eres entre todas las mujeres” (Lucas 1, 42). En este sentido, es este mismo carisma profético que pedimos nos sea concedido a nosotros, para que nos ayude a rezar los misterios del Santo Rosario, en aras de poder percibir todo aquello que Dios nos señale 5
en torno a nuestros seres queridos y sobre lo que resulta preciso insistir en la plegaria. Es a través de nuestra oración que le presentamos a Dios, por intercesión de la Santísima Virgen, a los miembros de nuestras generaciones familiares. Vamos a rezar por todos aquellos parientes fallecidos y, con especial consideración, por los que murieron precozmente o de manera trágica. Vamos a orar también por nuestros familiares que se fueron de esta vida con conflictos irresueltos o sentimientos indeseables como el temor, la soledad, el sufrimiento, la ira o la decepción. Y, de manera particularmente auspiciosa, vamos a elevar nuestra plegaria por los niños y jóvenes de nuestra familia y por las generaciones venideras. Oración Espíritu Santo de Dios, dulce huésped del alma, aletea en mí, vive en mí, habita en mí. Oriéntame a lo largo de este tiempo de oración para que, movido por la acción profética que María quiere realizar en nuestras familias, podamos cooperar a la regeneración de la humanidad. 6
Cólmanos de tu presencia, Espíritu Santo, para que las sucesivas generaciones de nuestras familias puedan, como María, proclamar las maravillas que el Señor ha realizado y quiere seguir realizando entre nosotros y cooperar al plan de Dios, mediante nuestra confianza en ella y en Dios. Amén.
PRIMER MISTERIO Oramos por sanación desde la 1ª a la 5ª generación paterna Texto Bíblico: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mi vivirá, aunque muera”. (Juan 11,25) Oración: Padre Celestial, hoy me pongo en tu presencia reconociendo que tú eres nuestro Padre. Hoy reconozco que tanto mis parientes como yo tenemos necesidad de ti. Por eso te ruego que camines a lo largo de mi trayectoria y de la historia de quienes integran mi familia: de aquellos 7
que aun peregrinan por esta vida y que bendigas también a quienes ya han fallecido. Hoy te pido que, con tu amor y con tu poder, nos sanes y nos liberes de todo el mal y de todas las vicisitudes que han sido heredadas por los miembros de mi familia por la rama paterna. Padre Nuestro... 1) Camina, Divino Peregrino, por la primera generación paterna y, con la luz del Espíritu Santo, líbranos de toda ira, soberbia o lujuria. Yo te ruego, Espíritu Santo, que disuelvas todo lo negativo recibido en la primera generación. Dios te salve María... 2) Recorre Padre, la segunda generación paterna. Yo te ruego, en el Nombre de Jesús y por Su autoridad, que nos liberes de cualquier condición negativa que influya en nuestras vidas, especialmente sentimientos producidos por carencia de amor paterno y miedo. Yo te pido que se corte todo desamor o desconfianza que proceda desde la segunda generación. Dios te salve María... 8
3) En la tercera generación paterna y, en tu Nombre Jesús, yo rechazo todo odio racial y cualquier forma de marginación que haya hecho daño a algún miembro de mi familia o a personas cercanas a nosotros. Dios te salve María... 4) Yo invoco el poder de tu Preciosa Sangre para que nos lave y nos purifique. Líbranos de cualquier sentimiento de odio de manera que no le haga daño a nadie y que seamos libres de toda secuela. Dios te salve María... 5) Señor Jesús, bendice la cuarta generación paterna y, con tu luz sánanos de los efectos producidos por cualquier situación de injusticia. Dios te salve María... 6) Señor Jesús, libéranos de las consecuencias del fanatismo religioso y rompe las ataduras de generaciones del pasado con el presente, especialmente en todo aquello que pueda estar impidiendo recibir en mí, y en los miembros de mi familia, mayores bendiciones. Dios te salve María... 9
7) Padre amado, en la quinta generación paterna, y en el nombre de tu Hijo Jesús, te pedimos: sánanos de cualquier forma de agresión y violencia que se haya dado entre nuestros antepasados, de manera que se disipen todas las consecuencias y no tenga ya influencia en nuestras vidas, ni en la existencia de las generaciones venideras. Dios te salve María... 8) Gracias, Señor, porque tu Preciosa Sangre está fluyendo en todas las áreas de nuestro ser, y va limpiando las primeras cinco generaciones paternas. Dios te salve María... 9) Te ruego, Virgen María, Madre Nuestra, que estés presente, especialmente para aceptar el perdón de parte de todas las mujeres que fueron vejadas, tratadas cruelmente, heridas y no se les dio amor, de diversas formas, por alguno de los hombres de las generaciones paternas. Dios te salve María... 10) También, Señor Jesús, oramos al Padre en tu Nombre, por los niños heridos que 10
han sufrido por las condiciones negativas de esas cinco generaciones paternas. Dios te salve María... Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo... Por el poder de tu Pasión, muerte y resurrección, concede la salvación eterna a quienes ya partieron de esta vida y, a nosotros, bendícenos Señor. “Lo que no es asumido, no es redimido” (Documento de Puebla n° 400)
SEGUNDO MISTERIO Oramos por sanación desde la 6ª a la 10ª generación paterna Texto Bíblico: “Tengo misericordia por mil generaciones con los que me aman y guardan mis mandamientos” (Éxodo 20,6) 11