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Testimonio del atleta
Testimonio del atleta
Shelly-Ann FraserPryce
Michael Chang
La ajetreada vida de la atleta olímpica y campeona mundial de atletismo de pista y campo, Shelly-Ann Fraser-Pryce llevó a la Jamaiquina a darse cuenta de que la paz sólo podía ser encontrada en Cristo
El atleta olímpico Michael Chang discipula a otros a través de sus talentos
La paz esquivaba a la atleta olímpica y campeona mundial en la modalidad de los 100 metros Shelly-Ann Fraser-Pryce, incluso después de que ella se convirtió en una creyente en Cristo, pero ahora ella tiene una fe fuerte que la mantiene con los pies en la tierra, a pesar de su riqueza y el éxito en la pista. Fraser-Pryce, dos veces medallista de oro olímpico de Jamaica y campeona mundial de pista cubierta, está corriendo en el circuito de atletismo de pista y campo en todo el mundo. A pesar de su apretada agenda y largos períodos lejos de su casa en Kingston, Jamaica, ella hace que sea una prioridad el pasar tiempo con Dios cada vez que puede. "Una cosa que llevo conmigo es mi Daily Bread (lectura devocional) donde quiera que yo vaya", dice FraserPryce. "En mi teléfono, es mi Biblia. Tengo una agenda en mi teléfono, y me da un recordatorio diario para leer la Biblia. Cuando estoy en Italia, de hecho voy a la iglesia que está cerca de nosotros. Y en Italia, ellos no hablan Inglés, pero me siento allí y hago lo mío (estudio de la Biblia) por supuesto... es mi momento para reflexionar sobre Dios". Aún con todo su éxito, ella entiende que la fama mundial y la riqueza no le darán lo que realmente desea. "¿Alguna vez has oído hablar de la paz? ¿Esa paz que sobrepasa todo entendimiento? Eso es por lo que estoy luchando ahora", dice, refiriéndose a Filipenses 4:7.
Se necesita una familia para criar una estrella del tenis, pero no todas las familias lo han hecho tan bien como con el atleta olímpico estadounidense Michael Chang. "Mis padres siempre me dijeron que no importaba lo que quisiera ser, siempre y cuando lo disfrutara e intentara ser el mejor en ello", dice Chang. "Cuando se dieron cuenta que me gustaba el tenis, me guiaron y me animaron e hicieron todo lo que pudieron para ayudarme a ser mejor". La familia Chang se hizo más fuerte y más cercana al trabajar juntos para ayudar a Michael a lograr sus objetivos, y reconocieron que su éxito abrió las puertas para cambir las vidas de las personas. Para Michael, jugar tenis significaba mucho más que ganar. Él lo llama una oportunidad para "difundir la palabra". "Si soy capaz de atraer a la gente al Señor, entonces ellos siempre tendrán esa alegría y ese amor por Cristo", dice Chang. "La fama y las clasificaciones no se pueden comparar con cambiar la vida de las personas y animarlas a acercarse al Señor, porque eso es algo que dura toda la vida y más allá".
Los valores del corazón
Los valores del corazón
A pesar de su apretada agenda, Fraser-Pryce está dedicada a la Palabra de Dios, siempre sacando tiempo para aprender más acerca del Evangelio y cómo ella puede servir a Cristo.
Mientras juega tenis, el enfoque de Michael Chang era atraer a la gente a Jesús.
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