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Coordinadora de Presos Espa単oles en Lucha volumen-3 testimonios
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COPEL COORDINADORA DE PRESOS ESPAÑOLES EN LUCHA Índice Volumen 3: testimonios - TESTIMONIO 1.Varios miembros de la COPEL Abril/1977. Extraído de Alasbarricadas: http://www.alasbarricadas.org/forums/viewtopic.php?f=19&t=25603
TESTIMONIO 2. CARTA DE UN EX-PRESO COMUN. Extraído de la revista anarquista Bicicleta nº1- noviembre 1977 http://eljorobado.enlucha.info/bicicleta/bicicleta/ciclo/01/23.htm
TESTIMONIO 3. Presos del penal del Dueso. Extraído de la revista anarquista Bicicleta nº6 - mayo 1978 http://eljorobado.enlucha.info/bicicleta/bicicleta/ciclo/06/26.htm
TESTIMONIO 4. Un preso que luchó por la LIBERTAD. Extraído de Autodefensa http://www.autodefentsa.info/index.php?option=com_content&view =article&id=95:la-historia-de-un-periodo-en-la-lucha-dentro-de-las-carceles-espanoles-lacopel&catid=42:lucha-represion-y-critica&Itemid=64
TESTIMONIO 5. Poemas Extraído de tenemos la palabra http://www.tenemoslapalabra.com/cultura/932-copelo 1978
http://starm1919.blogspot.com.es/
http://elsetaproducciones.blogspot.com.es/ 3
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TESTIMONIO 1.Varios miembros de la COPEL Abril de 1977 A continuación algunos miembros de COPEL relatan sus desesperados casos de falta de asistencia médica pese a necesitarla con urgencia. Soy J.R.Z., miembro de COPEL y actualmente me encuentro junto a mis treinta y siete compañeros en la rotonda de la 6a. galería. En los sucesos del mes de febrero pasado me encontraba en el hospital penitenciario de Carabanchel, pues había sido operado días antes de extracción de prótesis en el fémur de la pierna izquierda. El 22 de febrero varios compañeros se amotinaron en el tejado del hospital penitenciario para protestar por las ilegales condiciones de unos compañeros de Ocaña y Zamora y por los malos tratos sufridos por algunos de ellos. Viéndome incapacitado para secundarles en su protesta, pero solidarizándome con ellos desde la cama en que me encontraba, fui desalojado brutalmente por las fuerzas de orden público de la celda en que encontraba, sin considerar el estado de recién operado y me obligaron entre amenazas y malos tratos a sentarme en una silla de ruedas, y estos seguido de la policía armada que me intento obligar a que fuese andando hacia la prisión. Ante la situación de profundo desprecio en que me encontraba y como única forma de hacer frente a mi protesta, intenté tirarme por las escaleras junto al carro en que me encontraba, siendo detenido por el director médico diciéndoles que me encontraba recién operado. Fui expulsado del hospital al día siguiente en una furgoneta llena de desperdicios y paja, como un animal, despreciando claramente la condición de recién operado, por haberme solidarizado con mis compañeros de COPEL. En la actualidad todavía me queda por operar la prótesis de la pierna izquierda, y tratamiento en la quinta cervical de la columna vertebral, pese a lo cual me encuentro en la actualidad en la rotonda de la 6a. galería sin la atención médica que urgentemente necesito. Prueba de ello es que hasta la fecha me han hecho bastantes propuestas urgentes para mi ingreso en el hospital, habiendo sido rechazado bajo el criterio “antes la seguridad y el orden (que por ser miembro de COPEL suponen puede peligrar con mi presencia allí) que la salud y la vida de un preso. Otro caso similar al anterior es el ocurrido a otro miembro de COPEL A.U.R., que en los sucesos de febrero me ví obligado a tragarme una cuchara para evitar las brutales palizas que estaban dando a mis compañeros. Inmediatamente fui conducido a celdas de castigo, en que estuve hasta la invalidación de del dieciocho de marzo pasado. En todos los días que permanecí en celdas de castigo, solicité repetidas veces la asistencia médica que necesitaba sin comparecer ninguna de las veces ningún médico.
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Tras la salida de celdas de castigo hasta la fecha, he solicitado asistencia médica, habiendo sido asistido por el médico de la prisión, que en varias ocasiones hizo peticiones de mi traslado al hospital, pero en todas ellas fui rechazado por ser miembro de COPEL, para los cuales les está prohibido su ingreso en el hospital, por orden del director médico. He de consignar así mismo, que en estos casi dos meses transcurridos no he expulsado todavía la cuchara que me tragué, estando localizada en la zona baja del abdomen, con el consiguiente peligro de perforación intestinal que representa. Ante esta situación de manifiesta provocación ¿no se me está obligando a dar una respuesta desesperada, pero que consiga llamar la atención pública sobre la enorme injusticia que sufro?. Otro caso importante es el ocurrido a otro miembro de COPEL, que también se encuentra en la 6a. galería de Carabanchel: Soy A.M.C. y me encuentro junto a mis 37 compañeros en la rotonda de la 6a. galería. Desde hace seis años, padezco de una úlcera de estómago, que me diagnosticó un doctor de Madrid Dr. Cue Sanz, mediante radiografía, estando en libertad, por aquel entonces. En los sucesos de febrero fui castigado en celdas de castigo, en este tiempo solicité asistencia médica ya que sufría vómitos constantes y mareos pese a lo cual únicamente se me proporcionaron algunas pastillas y comprimidos durante los cuatro o cinco primeros días... luego absolutamente nada. Después de mi salida de celdas de castigo, en las que pasé un mes sin poder ducharme, ni siquiera lavarme con jabón y toalla, ya que lo solicité pero no me lo entregaron, en diversas ocasiones he solicitado el ingreso en el hospital por medio de varias protestas del médico oficial de la prisión Dr. Oliver, ya que según este doctor necesito una asistencia médica más intensa, ya que ni los rayos X sirven para localizar la úlcera que padezco. Estoy completamente convencido que por ser miembro de COPEL no han admitido mi ingreso en el hospital en todas las propuestas que he hecho, con el peligra que ello representa para mi salud y mi vida. Ante esta situación desesperada ¿ a que me están obligando para conseguir la asistencia médica que necesito?. Otros casos relativos a la nula asistencia médica que sufrimos son el de P.M., también miembro de COPEL que desde hace cuatro meses viene solicitando que se le haga un electrocardiograma en el hospital penitenciario, ya que hace un tiempo se le diagnosticó una enfermedad de corazón sin haberlo conseguido, pese a los informes favorables del médico de la prisión. O como en el caso de J.C.M., también miembro de COPEL que hace unos días fue amenazado por el médico de Carabanchel, Dr. Barrosco a que le ingresaría en el psiquiátrico penitenciario si se negaba a ponerse una inyección, ya que en las 6
ocasiones que le han pinchado le han producido vómitos y desmayos, ya que padece una enfermedad psicosomática que todo médico con un mínimo de preparación y conciencia debe conocer. ¿Que decir de las amenazas de enviar al psiquiátrico a un interno no denotan que este doctor es más un funcionario de prisiones que un médico?. Si todos estos casos suceden en la prisión de Carabanchel, modelo para visitas de directores de prisiones extranjeras, ¿cual es la realidad de otras prisiones y penales del estado?. La situación en los penales de Ocaña, Cartagena, Burgos, Huesca, Puerto de Santa María, Córdoba, todos ellos de primer grado de cumplimiento de condena, para inadaptados o antirreceptivos al tratamiento penitenciario, disponen de una casi nula asistencia médico-sanitaria. Disponen de un médico oficial normalmente de avanzada edad y de mentalidad reaccionaria y de un practicante oficial (otro preso) que hace las veces de practicante, lo sea o no. Son especialistas de la antigua medicina preventiva, a base de pastillas y comprimidos y cápsulas, pues el presupuesto no da para más. Hay que descartar que ninguno de los penales citados y en la casi totalidad de las prisiones no se dispone de ningún médico o practicante oficial de guardia durante la noche y en gran parte del día. Las consultas son masivas para un solo médico con lo que representa para la profesionalidad del médico y para la salud de los enfermos presos. En algunas prisiones y sobre todo penales de primer grado, el médico suele ausentarse durante varios días de la consulta en la prisión donde está asignado. Las propuestas para traslados al hospital penitenciario de Madrid, único existente en el sistema penitenciario español, para operaciones, tratamientos, etc. suelen tardar meses en resolverse por exceso de burocracia existente en la D.G.P. por el principio de antes seguridad , después todo lo demás. Ninguna de las prisiones españolas cuentan con oftalmólogo, otorrinolaringólogo, etc. fijos en plantilla, todos los pacientes que necesitan su servicio deben esperar meses para ser admitidos al hospital de Madrid. La extracción de piezas brutales en los penales indicados la realizan dentistas ajenos a la D.G.P. particulares según el baremo de precios de cada uno, habiendo casos de prisiones en los que el dentista tan solo asiste a la prisión cada tres o cuatro meses. En prisiones donde ha habido hasta quinientos presos tan solo hubo un médico y un practicante. ¿Donde está la profesionalidad del médico que acepta por el sueldo cómodo de la D.G.P. el tratamiento masivo de enfermos sin el tiempo y los medios necesarios para ejercer honestamente su profesión?. En la mayoría de los penales y prisiones consideradas como de castigo (Ocaña, Puerto, Córdoba, Cartagena, Huesca, Teruel, Cáceres) las propuestas para el traslado de enfermos al hospital, pasa por el control de la dirección de cada prisión, e incluso por jefes de servicios según la estructura interna de cada prisión. Entonces, ¿para que 7
sirve el informe médico que recomienda y pide su traslado? ¿y que decir de los muertos e inválidos causados por la falta de asistencia médica o por su errónea asistencia?. En un próximo informe detallaremos todos los casos posibles ocurridos en todos estos años pasados bajo el franquismo, así como los casos más destacados de accidentes de trabajo en los talleres penitenciarios. A continuación detallaremos la anormal situación en que recientemente se ha encontrado el hospital penitenciario de Carabanchel. En los sucesos del año pasado, días antes, varios médicos habían solicitado su baja, al no estar de acuerdo con el sistema médico sanitario que se seguía entonces, encontrándose desocupadas sus plazas durante varias semanas. Posteriormente de los días 20, 21, 22 de febrero, en los que varios presos enfermos y autolesionados ocuparon la terraza del hospital, fueron desalojados todos ellos a la prisión de Carabanchel y otros trasladados a penales del estado y recluidos en celdas de castigo. En condiciones inhumanas y antihigiénicas que atentaban contra la salud y enfermedad de los presos enfermos. Únicamente se quedaron en el hospital los pocos presos recientemente operados y que por ello se vieron imposibilitados de apoyar activamente a sus compañeros, todos los restantes enfermos que se encontraban pendientes de operaciones y tratamientos fueron trasladados. Se dieron casos como los anteriormente explicados de compañeros con huesos fracturados, mandíbulas fracturadas, úlceras e incluso con las muletas necesarias para su rehabilitación de operaciones recientes, concretamente a dos, que les trasladaron a Cartagena, penal considerado como de los más represivos del estado. Un caso digno de mención por su gravedad es el de un miembro de COPEL F.S.J. que fue trasladado a Ocaña, en represalia por considerarle como preso combativo por sus derechos, en condiciones graves, ya que al hacer sus necesidades fisiológicas expulsaba sangre, así como por la boca. En estas condiciones fue internado en celdas de castigo, sin cama, ni colchón durante el día. Todavía se encuentra en Ocaña, pese haber solicitado su traslado al hospital penitenciario. Otro caso destacado es el de G.V.T., miembro de COPEL, actualmente en Ocaña, que en el secuestro traslado que sufrió el día 19 de febrero, por la brutal acción de la policía antidisturbios, se lesionó gravemente en un ojo y al no poder recibir el tratamiento adecuado donde se encuentra, está perdiendo la visión del ojo dañado. También es necesario conocer que el peligro de contraer enfermedades contagiosas en la prisión es bastante grande, ya que al ingresar en prisión no se hace reconocimiento médico completo necesario para hallar cualquier enfermedad de este tipo. Simplemente se rellena un formulario que es contestado por el interesado según su voluntad. Por otra parte nunca será atendido por el médico de la prisión donde se 8
encuentre, a no ser que lo solicite el interesado, ya que nunca se hace un profundo reconocimiento médico en todo el tiempo que se pasa en prisión. Estando en situación de preventivo en espera de juicio, que obviamente no se ha demostrado la culpabilidad del detenido, ¿porque se niega el derecho a solicitar la presencia de un médico particular, ajeno a la D.G.P. para recibir la asistencia que no se le da en prisión?. Una vez más es necesario decir que es debido a que se imponen razones de seguridad por encima de la salud y la vida. También se dan continuamente casos de presos que al estar preventivos no desean operarse en el hospital penitenciario que está destinado para atender a los presos condenados, negándose su ingreso en clínicas privadas, que corran a su cargo, como sucede en Italia y algún país de Europa. Al parecer las razones son de seguridad ante las posibles fugas que se pudieran dar, lo que demuestra que la vida y la salud son secundarias. ¿Que decir de la psiquiatría penitenciaria y de los tratamientos rehabilitadores que desarrollan? En todo el estado solo existen dos centros psiquiátricos oficiales, uno en Carabanchel, y otro en Huesca, para presos condenados como psicópatas graves e inadaptados. La realidad de estos dos centros es de lo más precario. El psiquiátrico de Carabanchel alberga unos ciento setenta presos aproximadamente, de ellos unos ciento cincuenta son considerados enfermos y los otros veinte enfermeros que redimen su pena día cumplido día menos de condena, y para ello deben convertirse en celadores, verdugos para reducir y maltratar a los enfermos. El tratamiento psiquiátrico es el tradicional considerado como represivo, para destruir la enfermedad mental del paciente. Los enfermos son reducidos por medio de electroshocks , psicofármacos que anulan su voluntad y aniquilan su sistema nervioso y camisas de fuerza etc. Los enfermos que sufren ataques con frecuencia son reducidos con camisas de fuerza, palizas de los enfermeros-verdugos e incluso atados a sus camas con esposas o cuerdas, es decir, la represión, una vez más es la base de la rehabilitación del enfermo. En Huesca la situación psiquiátrica es bastante parecida, solo que aquí son enviados frecuentemente presos que no están absolutamente desequilibrados, considerados molestos por algún director de cualquier prisión, como fehacientemente ocurrió con un miembro de COPEL L.S.S. que fue enviado allí durante unos meses por considerarle como uno de los promotores de un plante de comida ocurrido en Madrid (Carabanchel). Igualmente los presos son tratados con psicofármacos y electroshocks y reducidos por los enfermeros de todas las formas posibles. En resumen la COPEL considera como totalmente deficiente la situación médica y sanitaria del conjunto de prisiones y penales del estado y considera como causas principales: 9
1. Supremacía de la seguridad por encima de la salud y la vida. 2. Ínfimo presupuesto designado por la D.G.P. para satisfacer las necesidades sanitarias de plantilla médica. 3. Exceso de burocracia en D.G.P. para traslados a hospitales, operaciones, etc. 4. Deficientes instalaciones sobre todo en penales de cumplimiento. 5. Falta de profesionalidad y honestidad en médicos y practicantes al servicio de la D.G.P. y escaso número de ellos. 6. Condiciones represivas en hospitales y psiquiátricos. Como contraposición a todos estos puntos enunciados proponemos los siguientes: a) Garantía de que en todas las prisiones y penales del estado sea respetada la salud de los internos. b) Ampliación del presupuesto establecido por la D.G.P. para mejorar las instalaciones, crear nuevos hospitales y dependencias y ampliación de la plantilla de médicos y practicantes. c) Agilización en la tramitación de permisos para traslados, operaciones, consultas, etc. d) Exigir una profesionalidad adecuada a médicos y practicantes de la D.G.P. e) Sustitución del tratamiento represivo que actualmente se sigue en los centros psiquiátricos penitenciarios. Todas estas reivindicaciones las hacemos conscientes de que en justicia nos pertenecen y a través de ellas solicitamos la solidaridad de todos los grupos políticos revolucionarios del estado, de médicos que tengan una verdadera conciencia profesional, de todas las personas sensibilizadas, que comprendan las razones auténticas de nuestra lucha como sector social constantemente oprimido y marginado. Madrid, 14 de abril de 1977 Nombres que corresponden a las abreviaturas y su situación J.M. José Morales Beltrán (Ocaña actualmente) A.V. Adolfo Villar ( En libertad) J.R.Z. Juan Rabanaque Zofio (Carabanchel rotonda 6a. galería) A.V.R. Alfonso Utrilla Requera (Carabanchel, enfermería) A.M.C. Agustín Moreno Carmona (Carabanchel rotonda 6a. galería) 10
D.P.M. Daniel Pont Martín (Carabanchel rotonda 6a. galería) J.C.M. Juan Cruz Martínez (Carabanchel rotonda 6a. galería) F.S.J. Fernando Sarmiento Jara (Ocaña) L.S.S. Luis Saavedra Sobrino (Ocaña) D.T.M. Diego Toledo Mencías (Carabanchel rotonda 6a. galería) A.M.G. Aurelio Merino Gómez (Carabanchel rotonda 6a. galería) G.V.T. Gerardo Vázquez Torres (Ocaña) Los casos más graves que necesitan asistencia médica son: - José Morales, Juan Rabanaque, Alfonso Utrilla (todavía con una cuchara en el estómago. - Agustín Moreno (úlcera) - Fernando Sarmiento, Luis Saavedra, Diego Toledo (fractura abrasiva sin tratamiento adecuado) - Gerardo Vázquez Torres, que está exactamente igual que el anterior. Centro de Documentación Arran Sants-Barcelona
TESTIMONIO 2. CARTA DE UN EX-PRESO COMUN Hablar de la cárcel es algo difícil, incluso para una persona que ha estado dentro; y sobre todo hacerlo con objetividad, con imparcialidad, intentando ver las miserias y también las cosas buenas que esta institución, modelo de una política y una sociedad decadente tiene, y sobre todo las personas que a miles hemos tenido que sufrir o están sufriendo la represión brutal, en muchos casos, por parte de un régimen social en base a su propia impotencia para ver y tratar de solucionar los problemas de esas personas marginadas, apartadas de él, en muchos casos por el simple hecho de no compartir sus ideas y no querer convertirse en simples peones de una máquina burocrática que poco a poco se va oxidando. Yo estuve en la cárcel "Modelo"(?) de Barcelona casi dos meses, anteriormente estuve dos años en Carabanchel. Se ha escrito mucho sobre los regímenes penitenciarios, sobre las torturas, tanto sicológicas como físicas, que se llevan a cabo en las distintas cárceles; desde las celdas de castigo hasta los "palomares", auténticas salas de tortura dentro del más puro estilo "nazi"; desde los "tratamientos tranquilizantes" de las enfermerías hasta la incomunicación por tiempo indefinido; desde las comidas hasta el trabajo en un régimen de explotación, pero se conoce poco la forma de pensar, de sentir, de reaccionar del auténtico padecedor de todo esto, el preso, sobre todo el preso común, y conviene hacer la distinción entre el común y el político, puesto que mientras el segundo se halla amparado e incluso protegido a veces por la opinión publica, el primer se halla, en la mayoría de los casos, completamente a merced de unos señores, en su mayoría con una mentalidad retrógrada, que reciben el pomposo nombre de jueces y por ello se creen con derecho 11
a disponer de las vidas y de la libertad de estos hombres como si de ganado se tratara. Cierto que esos hombres y mujeres han robado, han traficado, incluso, han matado, han causado un perjuicio a la sociedad recta y justa que no puede permitir lo que ella llama delincuencia, y por eso lo reprime, e incluso prevé su realización con mucha clarividencia, como lo demuestran algunas leyes (como la de peligrosidad social por ejemplo), que convierten a todo el mundo en delincuentes en potencia, gracias al libre albedrío de unos cuantos para poder salvaguardar sus propios intereses. Habría que investigar, más que el cómo, el por qué se llega a delincuente, pero esa no es ahora la cuestión. La cuestión es qué defensa tiene el preso común frente a la marginación que la sociedad le hace objeto: ¿La Ley, los jueces, los abogados? Creo que no. Todos están dentro de la misma ruleta y todos juegan sus bazas, movidos casi siempre más por intereses económicos que por respeto o al menos por interés hacia el propio individuo. El preso común es la persona que ha roto con los moldes prefabricados impuestos, se ha salido de unas normas, y desde ese momento pasa a ser considerado un individuo molesto, incluso peligroso. A partir de entonces, el preso común es un sujeto marginado, en muchos casos considerado irrecuperable para la sociedad, una sociedad que no se preocupa lo más mínimo en conseguir su readaptación ni trata de ver los móviles que le han impulsado a actuar de una forma determinada, sino que le reprime, incluso brutalmente, negándole los más mínimos derechos y explotándole hasta el máximo mediante un trabajo con un salario ínfimo, e incluso negándole la libertad aún después de haber salido de la cárcel. Frente a todo esto ¿cuál es la opción del preso? La única opción posible es la unión, la lucha por unas reivindicaciones mínimas y lógicas (mejor asistencia sanitaria, mejor comida, supresión de las celdas de castigo, salarios justos, etc.); así nació la COPEL (Coordinadora de Organizaciones de Presos Españoles en Lucha), cuya acción poco a poco se va extendiendo a todas las cárceles del Estado Español, creando así un ambiente de solidaridad y camaradería entre estos hombres, que no ven otra salida que la lucha activa para conseguir sus más mínimos intereses, dado que la Administración se muestra impotente o más bien no quiere hacerlo, ya que hay cosas mucho más importantes para salvaguardar los sagrados intereses de la Patria que preocuparse por unos pocos, estando en juego el porvenir de tantos", como declaró cierto ex-ministro no hace demasiado tiempo. Frente a todas estas luchas, frente a este movimiento que va tomando cada vez más cuerpo, ¿qué hace la Administración? Reprimir salvajemente, trasladar a celdas de castigo o a diferentes cárceles a estos hombres para que "no contaminen" a los demás con sus ideas "subversivas" y ellos puedan seguir engordando en sus sillones o tomando el sol en sus chalets en vez de preocuparse por solucionar todos estos problemas. Mientras tanto, los movimientos siguen, las luchas y las huelgas de hambre, de talleres continúan y el preso común sigue luchando por sus intereses. La Administración y la Sociedad siguen haciendo oídos sordos, pero algún día quienes las manejan tendrán que rendir cuentas por las "víctimas" de todos estos sucesos. Carlos 12
TESTIMONIO 3. Presos del penal del Dueso 6 de marzo de 1978 El Dueso, cárcel piloto para la COPEL La práctica cotidiana de la tortura en las cárceles españolas ha sido evidenciada ante la opinión pública tras el asesinato del compañero Agustín Rueda. Paralelamente a las declaraciones oficiales sobre un hipotético plan de reforma penitenciaria, el Ministerio del Interior pone en marcha una operación encaminada a decapitar el movimiento de presos: acabar con la COPEL reuniendo en un solo penal, El Dueso, a los sospechosos de militancia en la Coordinadora. El siguiente informe, elaborado por ellos, es el mejor documento para definir una realidad Tras el duro traslado sufrido el pasado día 4 de febrero de las diferentes prisiones en condiciones infrahumanas, sufriendo constantes vejaciones (50 de nosotros fuimos obligados a cortarnos el pelo al cero a nuestro paso por el penal de Burgos, otros a permanecer desnudos y, a dormir en el suelo en las prisiones de Alcalá y Madrid) y apaleamientos (una gran mayoría fuimos golpeados con porras, culatas de fusil, etc.) por funcionarios de prisiones y policía antidisturbios, con el único motivo de mantener el terror, puesto que en ningún momento se opuso la mínima resistencia a estos «traslados» tan especiales. enfermos, sucios y heridos Las condiciones de habitabilidad existentes en esta prisión son de lo más precarias. No disponemos de agua, ni WC, ni lavabo en las celdas, tan sólo una litera, un pestilente orinal de plástico que sólo podemos vaciar dos veces al día y una garrafa del mismo material para el agua es todo cuanto amuebla las celdas. Para comprender mejor nuestra situación es necesario saber que en cada celda permanecemos dos personas veintitrés horas al día. Hemos estado dieciséis días sin poder cambiarnos de ropa ni ducharnos, lo que dio origen a diversos brotes de sarna, piojos, etc. La asistencia médica es bastante deficiente. Los malos tratos se están dando con bastante y alarmante frecuencia. Muchos de nosotros necesitamos urgente asistencia médica: enfermos de hepatitis, tuberculosis, 80 con objetos metálicos en el estómago, etc. embrutecimiento progresivo Unos 75 nos encontramos en celdas de castigo con sanciones de cien a trescientos días. No podemos hacer ningún tipo de ejercicio físico Y las actividades intelectuales están bastante restringidas. El centro tan sólo nos proporciona libros de temas religiosos. Tenemos vetado el acceso a todos los medios de información, por lo que, evidentemente, sufrimos un progresivo embrutecimiento físico y psicológico. Nos 13
vemos privados de las visitas familiares y la de nuestros abogados, con lo que no sólo peligra nuestra intimidad familiar, sino que no son respetadas las mínimas garantías procesales. ¿Dónde están los derechos humanos? ¿Dónde su respeto? Nosotros, desheredados sociales, «delincuentes», desde este auténtico campo de concentración fascista, somos el testimonio real de una sociedad burguesa donde la democracia sigue siendo la careta bajo la que se ocultan las mismas clases dominantes de siempre, disfrutando de los privilegios de casta, para lo que no dudan en seguir aplicando la tortura, la degradación, la explotación y el castigo como sistema (ocultándolo en falsas declaraciones de intención reformista) a quienes atentan contra sus intereses o no se someten a su injusto «orden» social que es la garantía de sus privilegios. ¿Qué alternativa nos queda a los 450 presos sociales que aquí nos encontramos para ser considerados como seres humanos? La represión y la tortura nos está obligando a una tragedia incalculable, tal es la desesperación que nos está dominando... a todo el pueblo A vosotros, trabajadores y campesinos, que no sois otros que nuestras familias, pues en su gran mayoría los presos sociales somos hijos de la clase trabajadora -los delincuentes de la burguesía capitalista son los que no entran en las cárceles-, os pedimos solidaridad, vuestro apoyo y la comprensión suficiente ante nuestras luchas reivindicativas para que la Dirección General de Instituciones Penitenciarias no pueda engañarnos cuando con bonitas palabras intenta justificar su injusta y nefasta represión. Queremos finalizar este comunicado denunciando las tímidas reformas que el Ministerio de Justicia pretende hacer mediante la aprobación de cuantías, la reforma del concepto de multirreincidencia, la reforma de la Ley de Peligrosidad Social y la reclasificación (por grados) (le los condenados en el interior de las prisiones. Los presos sociales que aquí nos encontramos nos solidarizamos con la retirada de nuestros compañeros ex presos de la elaboración del borrador de la nueva ley penitenciaria, retirada que hicieron en protesta por nuestra inhumana situación, pues nuestra realidad desdice tajantemente las declaraciones Y proyectos de reforma penitenciaria. El Dueso, 6-03-1978
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TESTIMONIO 4. Un preso que luchó por la LIBERTAD La historia de un periodo en la lucha dentro de las cárceles españoles. C.O.P.E.L. (Coordinadora de presos españoles en lucha) Un preso que luchó por la LIBERTAD En los últimos coletazos del dictador Franco, la vida dentro de las cárceles eran terroríficas, ya que las prácticas de tortura eran habituales, los aislamientos sin ver la luz solar, se podían prolongar indefinidamente, la comida era escasa y miserable, las condiciones higiénicas y sanitarias brillaban por su ausencia, las comunicaciones con los familiares se efectuaban a gritos entre rejas y alambradas, la correspondencia era abierta y censurada, no existía el acceso a la educación ni había algo que pudiera llamarse biblioteca, la protección de la iglesia sobre los violadores hacía que estos ocupasen puestos que les reportaban beneficios, el poco trabajo que había era en régimen casi de esclavitud, las condenas eran cumplidas íntegramente salvo para los protegidos de curas y carceleros, médicos y curas formaban parte de las Juntas de Tratamiento que decidían los castigos, existían Leyes que permitían encarcelar a personas hasta cinco años sin cometer delito alguno, los homosexuales solo por el echo de serlo tenían por destino la cárcel, los juicios se celebraban sin garantías en un ambiente fascista, y las condiciones de habitabilidad eran humillantes. En este último periodo franquista, en algunas cárceles y de forma aislada, se realizaron protestas en forma de motines, pero fueron salvajemente reprimidas y sin ningún tipo de cobertura mediática, por lo que tan solo se consiguió el sufrimiento inútil de los presos que en ellas participaron. A la muerte del dictador en noviembre del año 1975, la población reclusa esperaba que sus condiciones sufrieran un cambio, pero eso no sucedió y encima se sintieron discriminados cuando se concedió una Amnistía para los presos denominados políticos, cuando en realidad todos habían sido victimas de una sociedad franquista. El descontento y la frustración era un sentimiento generalizado entre los presos y como consecuencia de ello en el verano de 1976 se realizaron motines con subidas a los tejados en varias prisiones, destacándose la del Hospital Penitenciario y la de Carabanchel, ambas en Madrid. Los gritos de protesta reivindicando Amnistía General fueron acallados en unas pocas horas y las celdas de castigo y las palizas es lo único que se consiguió. Pero la mecha ya estaba encendida y las ansias de Libertad eran más poderosas que la represión.
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Se empezó a realizar asambleas secretas entre algunos presos y se llegó a una conclusión clara: sin una base sólida de apoyo a nuestra lucha no se conseguiría ningún objetivo. A finales del año 1976 en la Prisión de Carabanchel, en Madrid, y en secreto, se fundó la C.O.P.E.L., (Coordinadora de Presos Españoles en Lucha ), con unas normas de conducta y unos fines claros: conseguir la Amnistía ó el Indulto General y cambiar las normas de vida en el interior de las cárceles. Para ello hubo una distribución de tareas encaminadas a dar a conocer los principios y reivindicaciones de la C.O.P.E.L., tanto al exterior de los muros como al resto de las cárceles existentes. En esa primera etapa de la recién creada organización fue fundamental el apoyo de un grupo de abogados que brindaron su apoyo total y desinteresado al concienciarse que nuestra causa era justa. La labor de información que se elaboraba desde el interior de Carabanchel fue inundando numerosos medios de comunicación y recibió apoyo de numerosos colectivos. Era una consecuencia del espíritu de la transición política del momento histórico que se vivía. La información era sacada al exterior por muy diversos conductos, desde papeles finísimos introducidos en los dobleces de las ropas sacadas al exterior, compañeros de organizaciones políticas encarcelados, abogados en sus visitas, presos que cumplían sus condenas, etc. Paralelamente se creó en el exterior una Asociación de Familiares y Amigos de Presos, ( A.F.A.P.E. ), que ayudaron a canalizar y difundir todas las informaciones y reivindicaciones de la C.O.P.E.L.. Cuando en Instituciones Penitenciarias se dieron cuenta de que se había creado dentro de prisión una organización llamada C.O.P.E.L., rápidamente reaccionó y tomó la decisión de aislar a sus miembros, conocidos y que no negaban serlo, en un lugar denominado la rotonda de la sexta galería de Carabanchel, pensando que así podría poner fin a un nuevo fenómeno nunca antes acontecido. Fue un grave error en su estrategia. El estar todos juntos en un mismo sitio, (alrededor de 40 presos), nos hizo más fuertes. Además teníamos compañeros y amigos, no solo en esa prisión sino en otras muchas repartidas por todo el territorio del estado. Por otro lado en esa época era tal la concepción centralista del estado, que absolutamente todas las conducciones de presos entre cárceles pasaban obligatoriamente por Carabanchel. Aprovechando esta circunstancia, montamos una imprenta clandestina rudimentaria con las suelas de zapatos de goma, haciendo miles de octavillas, explicando el porqué de la C.O.P.E.L. y sus reivindicaciones, distribuyéndolas por las demás galerías y enviadas a otras prisiones a través de las conducciones. Poco a poco y durante los primeros meses de 1977 la C.O.P.E.L. extendió el conocimiento de sus reivindicaciones tanto en el interior como en el exterior de las prisiones. El trabajo era constante en la rotonda de la sexta galería, las asambleas diarias, se vivía en comuna, se distribuían todas las tareas, se creó un escudo y una canción, ( que cantábamos todos los días para que se escuchara por el resto de la prisión ), que se identificara con nuestra organización. 16
Nuestras reivindicaciones eran justas y por ello se pudo aglutinar voluntades tanto en el interior como en el exterior de las prisiones. Se exigía: Amnistía ó Indulto General. La abolición de las torturas y los tratamientos que violasen los Derechos Humanos. Una alimentación decente. Una sanidad efectiva. Supresión de los castigos disciplinarios en aislamientos indefinidos. Un régimen de visitas no humillante para los presos y sus familias ó amigos. La creación de visitas intimas. El fin de la censura de la correspondencia. La reforma del Código Penal para adecuar las penas a la realidad social. Un trabajo remunerado digno. La supresión de la Ley de Vagos y Maleantes. Acceso a la educación y a tener bibliotecas. Mejora de las instalaciones carcelarias. Tener derecho a poder salir en libertad condicional. Poder tener redenciones de pena por trabajo para todos los presos por igual. A la vez que todas estas reivindicaciones fueron dándose a conocer, realizamos algunas huelgas de hambre colectivas desde la rotonda de la sexta galería, de lo cual se hizo eco la prensa nacional, lo cual era una novedad, ya que publicaban todos los escritos que les hacíamos llegar con nuestras reivindicaciones. Y entonces, cuando pensamos que el trabajo informativo estaba realizado y de que nuestra voz había sido escuchada, decidimos que era la hora de dar un paso más en nuestra lucha. En una larga asamblea se discutieron las posibles vías que se podían tomar. Hubo dos vías distintas: La de amotinarnos subiendo a los tejados de Carabanchel y la de hacer una huelga de hambre con cortes en las venas. En la votación que se siguió, siete compañeros votamos por la primera, treinta y tres por la segunda. A partir de ese momento, y entre todos, se decidió de que forma, como y cuando los siete subiríamos a los tejados, momento en que los demás iniciarían los cortes de vena para salir al hospital. Se acordó realizar el motín el 18 de julio de 1977, ( como forma de protesta por otra fecha similar de triste y nefasto recuerdo en la historia de España ), por lo que se realizaron todos los preparativos para que tuviera la mayor repercusión posible. Se avisó a los medios de comunicación para que estuvieran preparados a una hora determinada acompañados de familiares, en un sitio desde donde pudieran plasmar fotográficamente el momento de la subida por la pared, con una cuerda, desde la rotonda de la sexta galería a los tejados de Carabanchel. 17
En la mañana del día 18 de Julio de 1977, comenzó la que más tarde los media denominaron " La batalla de Carabanchel ". Ocho compañeros subimos al tejado a través de una cuerda; íbamos vestidos de la misma forma, ( camiseta roja y pantalón negro ); portábamos una gran pancarta con el escudo de la C.O.P.E.L., y llevábamos distintas banderas, como representación de las comunidades del estado. Después de pasar por los tejados de una galería a otra y posar para las fotografías de la prensa, empezamos a concienciar a gritos al resto de los presos de las galerías que se encontraban en los patios, y cuando ya los antidisturbios estaban preparándose para actuar, de una forma espontánea empezaron a subir a los tejados la totalidad de los presos de todas las galerías. Nos juntamos alrededor de 800 presos con un mismo grito : AMNISTÍA. En esos momentos todos gritaban repetidamente un nombre: C.O.P.E.L..Los demás compañeros que se habían quedado en la rotonda de la sexta galería, y tal como se planeó, iniciaron los cortes de venas para salir al hospital. Desde un primer momento los media tuvieron conocimiento de lo que pasaba por lo que la opinión pública fue informada. La revuelta en los tejados duró cuatro largos días bajo un sol abrasador sin agua y sin comida y en guerra constante contra las fuerzas de seguridad, que a pesar de la gran cantidad de hombres y medios no podían acallar el grito de libertad de 800 hombres. Por su larga duración, 4 días, ese motín de protesta y reivindicación fue conocido en todas partes, tanto dentro como fuera de España, siendo la mecha y detonante que hizo saltar durante los días siguientes en cadena a la casi totalidad de las prisiones con un único y solo grito : C.O.P.E.L. AMNISTÏA - LIBERTAD. El trabajo desempeñado por la organización de presos a lo largo de meses logró sus objetivos y la adhesión a la causa se extendió por todas las prisiones y logró atraer a numerosos colectivos y asociaciones del exterior que apoyaban de una u otra forma la causa perseguida: La AMNISTÏA. Cuando al cuarto día lograron acabar con el motín de Carabanchel, (la falta de comida y agua, los numerosos heridos y la utilización de fuego con munición real), empezaron las palizas y represiones. A los que subimos en un principio al tejado nos trasladaron al Penal de Cartagena, A los que se cortaron las venas al Penal de Córdoba, a otros muchos, a los penales del Puerto, Burgos, Ocaña. Después muchos fueron trasladados al Penal del Dueso. Se siguieron haciendo motines por numerosas prisiones y se destrozaron casi todas. Desde muchos estamentos ( artísticos, culturales, políticos, sindicales, etc ) se pedía Amnistía ó Indulto General . El Estado y la Administración Penitenciaria estaban desbordados. Las cárceles estaban destruidas. El Gobierno de entonces, U.C.D., decidió hacer oídos sordos y optó por una política de represión total, con la practica de torturas generalizadas y con cuerpos de compañías enteras de antidisturbios dentro de las prisiones. Así todo la desobediencia a cumplir las normas era generalizada. Como veían que estaban perdiendo la batalla, sobre todo cara a la opinión pública ( ya que las revueltas continuaban por toda la geografía ), es cuando decidieron introducir las drogas dentro de las prisiones, a finales del año 1977. 18
Pero entonces sucedió un acontecimiento que hizo dar un vuelco espectacular en la lucha. En Carabanchel el día 13 de Marzo de 1978, siete presos fuimos torturados salvajemente con el triste y lamentable resultado de un muerto por las torturas. El compañero anarquista Agustín Rueda Sierra falleció. En un primer momento la dirección de Carabanchel trato de ocultar la realidad, pero los abogados se enteraron de lo que estaba pasando y al día siguiente nos encontraron a los siete restantes torturados en las celdas subterráneas. El escándalo saltó y al Director General de Prisiones le mataron a balazos cinco días después. En ese momento al estado se le hizo insoportable la presión del interior y mediática en el exterior, por lo que cambió de estrategia. Nombró a un nuevo Director General de Prisiones proveniente del mundo académico, para que elaborara una Ley Penitenciaria en la que se recogieran nuestras reivindicaciones. Se nombraron comisiones parlamentarias Compuestas por representantes de todos los partidos políticos para dar una imagen de que algo iba a cambiar. Los miembros iniciales de C.O.P.E.L., a los que se habían unido gran numero de compañeros estaban diseminados por diversas cárceles y se empezó a discrepar sobre la estrategia a seguir : Dos posturas ( negociación ó lucha ). Desde Carabanchel realizamos un último intento de lucha colectiva; preparamos el día 10 de Mayo un corte de venas a nivel de todas las prisiones de España, mandando comunicados a todas las cárceles. De 14.000 presos que había aproximadamente por aquel entonces, un 80% secundo el cortarse las venas y salir a los hospitales. El parlamento español había aprobado una Ley por la cual se prohibían los indultos generales, pero a cambio se aseguró que la Ley Penitenciaria recogería nuestras reivindicaciones. Mientras el estado opto por una estrategia para ganar tiempo. Las cárceles estaban destruidas, el hacinamiento era total, mezclaron a los menores de edad con los adultos, propiciaron la introducción masiva de la heroína, se desentendieron de sus labores sacando a los carceleros de las galerías en una política de "arreglaros como podáis ", Alentaron a grupos de presos para que se convirtiera en anti-copel, para así poder robar a otros compañeros y hacer dinero con el tráfico de drogas. Y la C.O.P.E.L., en esos momentos dejó de tener sentido. Fue creada para luchar y reivindicar, no fue creada para convertirse en policías de otros presos. Provocamos que nos encerraran en celulares para desde allí poder seguir luchando, y así estuvimos en diversas prisiones realizando muchas acciones en grupos dispersos por toda geografía : nos cortábamos las venas, nos tragábamos cucharas para salir al hospital, realizábamos huelgas de hambre, bebíamos lejía, y procurábamos que siempre se enterara la opinión pública a través de los medios de comunicación. Esta situación duró hasta que abrieron la primera cárcel de alta seguridad en todo el estado. Herrera de la Mancha. El estado se tomó su revancha contra todos aquellos presos que se habían significado en la lucha. Fue un centro de Tortura brutal y continua, día tras día. Ahí acabó la C.O.P.E.L., o lo que quedaba de ella. Meses mas tarde se publicó La Ley General Penitenciaria , donde se recogían casi todas las reivindicaciones por las que se luchó. ( Con el paso de los años muchos de estos logros se han ido 19
recortando y miles de presos están en una situación similar a antaño, encerrados en unas condiciones muy duras denominadas FIES ). Como en todas las organizaciones, no todo es perfecto, y pudo haber gente que a nivel individual se beneficiaran pero la realidad que muchas personas dejaron su vida y otras hicieron todo lo que pudieron, en todas las prisiones y sufrieron en sus carnes duras represiones. No se consiguió la Amnistía, pero si otras muchas cosas: Permisos, Vis a Vis, Condicionales, Comida mas o menos digna. Servicios sanitarios, Acceso a la Educación, etc. Además se consiguió algo de vital importancia: Unos cientos de presos lograron fugarse y conseguir la LIBERTAD, aprovechando la unión que la lucha propició. Desde aquí mi recuerdo a todos aquellos que dejaron su vida en la lucha para cambiar el sistema prisional. Un preso que luchó por la LIBERTAD texto aparecido en el número 4 del boletín "Armiarma"
TESTIMONIO 5. Poemas “Golpes y gritos”. Poemas en la cárcel Ediciones de la Torre Madrid, 1983 Recopilación de poemas escritos por presos sociales, en su mayoría miembros de la COPEL (Coordinadora de Presos en Lucha) durante los años 1977, 78 y 79 Visitación Aguado “Visi”. Una de las madres más comprometidas en la lucha por los presos y su denuncia pública. El hijo al que dedicó sus poemas, murió poco después de la publicación de este libro, apuñalado en la prisión de Carabanchel. Un fiscal de Burgos de la época franquista afirmaba: “Las cárceles han de ser islas donde los presos se devoren entre sí”. “Son mis penas las que escribo Que atenazan mi garganta Porque junto con mi hijo Voy perdiendo mi esperanza Esperanza por la vida Miseria y triste que arrastras”.
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Aguila. Se fugó en 1980 de la prisión de Murcia. “Para todos los de COPEL con todo mi cariño y amistad. Dejadla en este papel en espera que se consiga LIBERTAD E IGUALDAD PARA TODOS LOS PRESOS”. “Construcción de ladrillo, cemento y hierro Paredes que esconden dolor y miedo, Personas que esperan una mano amiga, Mano que nunca llegará”. José Berenguer Gutiérrez. Conoció desde muy joven la represión más cruel en las cárceles de la posguerra. Fue un ejemplo de tenacidad y honestidad. Participó en el motín del 18 de Julio de 1977 en Carabanchel. Fue torturado en numerosas ocasiones. “Suerte negra, negra suerte Qué fatídico destino Qué incomprensión tan enorme Qué sadismo tan felino Con el débil y el caído”. José Luis Camacho M. Acumuló 200 años de condena a los 18 años de edad. Afirmaba ser el autor de delitos que jamás cometió con el único fin de poder fugarse durante los traslados a otras prisiones. Se escapa de forma espectacular en el año 1971 junto a tres presos de Carabanchel. Durante cada juicio, denunciaba el fascismo franquista. Fue apoyado por el Ayuntamiento de Cartagena para la concesión de un indulto particular. “Las cadenas están rotas Los palacios vacíos Los jueces ya se han marchado Y el pueblo que lo esperaba Se ha levantado cantando”. José Manuel Cordero S. Comunista. Militante activo en COPEL. Sufrió largos meses de aislamiento celular, palizas y torturas. “Desde la celda 72-2ª galería del sobrio y represivo penal del bunker franquista de Burgos”. “Porque osamos llevar alta la cabeza No agacharla ante nada y ante nadie Hoy pretenden, compañero, silenciarnos Porque llamamos desde nuestros muertos Al pueblo, a la lucha y a la calle”.
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Daniel Cortés Aguado. Militante activo de COPEL. Tras pasar por varias crisis, toma conciencia de que la literatura es un arma “un campo abierto en el que nadie puede incidir”. Recibió una brutal paliza por un poema en el que denunciaba todas las vejaciones y torturas carceleras. “A Daniel P., Eva Forest y Alfonso Sastre” “Por la noticia del proyecto de un libro Qué deciros? Sabéis que aún no hemos fabricado El tiempo en el cual sabernos”. Luis Fernández Cuervo. Sufrió varios meses de prisión por un delito que no cometió, como quedó demostrado posteriormente. 35 años, hijo de mineros. Simpatizante de COPEL desde la cárcel de Oviedo. “Dijimos : Queremos igualdad y respeto a los derechos humanos Queremos que las cárceles sean para los fascistas Y burgueses amparados por las leyes jurídicas ¡ ENTONCES NOS ASESINARON¡” Inés Palou Ros. Presa por estafa en diversas cárceles españolas. Escritora. Publicó dos libros : “Carne Apaleada” y “Operación Dulce”. Pocos meses después de obtener la libertad, se suicidó en Gelida (Barcelona). Fue finalista del premio Planeta con “Operación Dulce”, la historia de un atraco. He seguido el rastro de Inés Palou durante años hasta llegar a contactar con algunos de los protagonistas de su última novela, ex atracadores rehabilitados y antiguos militantes de COPEL. Este es el único poema publicado de Inés, escrito en la cárcel de Carabanchel. ENCADENADA SOY LIBRE “Han puesto marco de rejas En las ventanas de mis ojos Cercos de muros de piedra A los pasos de mis pies. Ponen candados de silencio A las palabras de mi boca Y grilletes invisibles de terror Encadenan mis dedos y mis manos. No importa, si en cada aurora Nace siempre un nuevo día Creo en el amor, canto y espero Y tengo libre el pensamiento.
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