VIAJE AHORA, PAGUE DESPUÉS
A FONDO
Lino Perea Flores Análisis Económico Crédito significa siempre pedir prestado o prestar, que en el caso de la economía mexicana significa llanamente endeudarse, por lo que es importante que esta condición de endeudamiento se mantenga bajo límites razonables, ya que hemos observado que en otras ocasiones a un gran número de economías locales o nacionales incluyendo las nuestras, es el endeudamiento extremo a través de los créditos, el que las ha llevado al borde del precipicio...
Viaje ahora, pague después Sin embargo e irónicamente, para que los gobiernos locales y nacionales, tengan acceso a los mercados de capital y efectuar cualquier transacción, es necesario que cuenten con garantías, un alto perfil financiero y solvencia crediticia, lo que muchas veces contradice la ingente necesidad de contar con mayor liquidez para solventar los gastos de gobierno, ya sea porque los recursos son insuficientes por haber gastado más de lo que se debe, o porque se tienen finanzas deficitarias que se han venido acumulando desde administraciones anteriores. Todo puede ser, pero un hecho es incontrovertible y es que no debemos sobregirar nuestras finanzas públicas, aunque la lección no se aprende; por ejemplo, en nuestro país cuando en julio de 2008 comenzaban los efectos de la crisis económica más relevante en la historia del mundo capitalista de los siglos pasado y presente, se había comenzado a recurrir sistemáticamente a empréstitos adicionales disfrazados con una terminología farragosa que al transcurrir de los años, se ha podido observar que lo único evidente es que se trataban de pasivos crediticios, que por ignorancia u omisión se han adquirido sin haber previsto la manera de pagarlos ni evaluado su impacto posterior, como es el caso de los créditos que han sido obtenidos por los diferentes niveles de gobierno al amparo de “nuevos” esquemas bursátiles. Se decía entonces que no eran créditos; cierto no eran créditos directos, pero hoy sabemos que se trataba de empeñar, hipotecar pues, un bien para que lo pagaran las siguientes generaciones. Así la bursatilización de un bien público o el equivalente de los ingresos por el cobro de determinados impuestos, al considerarlos a futuro como flujos de efectivo traídos a valor presente, que algún gobierno pudiese obtener por sus atribuciones de ley, se convertían en efectivo constante y sonante a disponer por la administración pública en turno, dejando a las posteriores su pago.
que se hayan adquirido con el repago de la emisión de deuda, se tendrá una utilidad que es el excedente sobre los costos de administrar, producir y comercializar el crudo. No obstante, este no puede ser el caso de un gobierno local que no posea bienes productivos que pueda usufructuar y, que estará a expensas de los recursos transferidos de su gobierno federal.
El problema es de carácter ético y en rigor es antieconómico, ya que en algunos casos se le privará a los gobiernos posteriores de utilizar un recurso, del que dispondrían si no se hubiesen hipotecado esos bienes, es decir, se les priva de recursos líquidos regulares provenientes de los impuestos; por contra, es que en lugar de utilizar e incrementar sus ingresos, los gobiernos que vengan terminarán por no contar con esos recursos, pero además pagando una deuda con intereses que nunca adquirieron; esto en sí, no es una ilegalidad pero si una irresponsabilidad y un atentado al bienestar futuro de la población. En síntesis, el de atrás paga.
Por este motivo cuando un gobierno local recurre al mercado de capitales, su fuente de ingresos de repago de la emisión bursátil, serán solamente los ingresos que provengan de las transferencias fiscales, es decir los ingresos que se transfieren vía impuestos cobrados por el gobierno central, que son transferencias, subsidios y aportaciones, que tratándose de economías locales y pequeñas, representan más del 95% de los ingresos con los que llega a contar una economía local. Lo lógico es que no vaya alcanzar a cubrir cualquier crédito, que no tome en cuenta sus ingresos con los que realmente cuenta.
Si bien una empresa productiva o que sea pródiga en beneficios del bien que explota, produce y/o comercializa, como Pemex, puede recurrir a la emisión de bonos de capital para financiarse, ya que los rendimientos por invertir hoy para producir más en el futuro, si son mayores a los pasivos
Comentarios: linopereaf@yahoo.com (*) Maestro en Ciencias y Doctor en Economía por la London School of Economics and Political Science, de la Universidad de Brunel y la Universidad de Londres, Inglaterra.
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