Batman

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Cómo Batman, es un ejemplo de líder empresarial.

Batman es sin duda un personaje icónico en el mundo de las historietas, su “vida” ha sido llevada a la televisión y al cine para hacer su leyenda aún más grande de lo que empezó siendo en los comics.

Yo soy

En esta ocasión tu revista STRATEGA trae para ti, algunos de los puntos más fuertes de este personaje, que te servirán para ser un mejor jefe.

Batman...

tu Jefe

Batman el estratega Batman desarrolla sus propias herramientas (batimóvil, armas, traje, etc.), no deja que los villanos marquen el devenir de la ciudad en la que vive. Es un millonario en su otra vida, como Bruce Wayne, que podría vivir cómodamente en su mansión colmada de todo tipo de servicios y placeres a su disposición, pero ha preferido el camino difícil, jugándose la vida para limpiar de maleantes las calles de su ciudad.

Un buen jefe confía en sí mismo, planea, fija el rumbo y hace su camino, no dejando que otros lo hagan por él. Un buen jefe sabe cuándo hay que presionar y cuándo no, sabe cuándo hay que retirarse a pensar y buscar otra estrategia mejor, sabe cuándo hay que parar. También sabe perder y ganar. Muchos podrían estar haciendo cosas más sencillas, pero prefieren sentirse vivos profesionalmente y dirigir su rumbo, como Batman.

Batman espera su relevo

A diferencia de otros superhéroes, Batman sabe que no es inmortal. Es un humano, especial, claro que sí, pero

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mortal como todos. Sabe que algún día llegará el momento de dejar que otro ocupe su lugar para ser garante de la estabilidad social.

Un buen jefe, al igual que Batman, no busca perpetuarse en el cargo, sino que sabe que todo tiene su momento y que llegado el suyo, dejará que tome el relevo otra persona para que continúe con su trabajo. No opondrá resistencia, sino todo lo contrario, facilitará la transición al máximo para que su objetivo y lucha de esa etapa que se termina sigan estando vigentes y apuntando hacia el éxito.

Batman no tiene miedo

Batman es un tipo valiente, por algo le llaman superhéroe.

Se enfrenta a la peor calaña del planeta como si nada, sin importar qué clase de delitos han cometido y lo que amenacen con hacerle en caso de que el villano tenga la oportunidad de vencerle. Batman transmite seguridad a su entorno.

Un buen jefe no tiene miedo y, si lo tiene en algún momento, no lo transmite a su equipo. Batman gestiona sus riesgos y deja de lado sus miedos y problemas del pasado para

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poder sacar adelante cada misión. Aprende de los errores, perfeccionando sus tácticas de lucha contra los enemigos.

Batman es paciente

El hecho de actuar en solitario, le obliga a elegir bien sus opciones de ataque y defensa y a no poder arriesgar más de la cuenta. Sabe que las cosas no se resuelven de un momento para otro, sino que con los malvados se requiere un proceso para capturarlos y neutralizar sus acciones. Y ese proceso requiere su tiempo.

Cuando un buen jefe llega a un lugar donde antes había otro malo y toca hacer limpieza y reorganizar el negocio, sabe que este tipo de procesos no se consiguen implantar de un día para otro, sino que llevan su tiempo y se requiere dar los pasos adecuados para cambiar las cosas.

“Yo soy Batman”

Si hay algo que Batman tiene es marca personal. Puede que no todos lo vean como una persona agradable pero hay que comprender que no siempre se agrada a todo el mundo, sin embargo sus actos le han elevado a la categoría

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de salvador. Hasta tiene un logo que le identifica.

Un buen jefe desarrolla una buena imagen de marca personal gracias a su buen trabajo, aunque es posible que en alguna ocasión tenga que lidiar con algún daño colateral y no le agrade a alguien alguna de sus decisiones.

Batman sólo o acompañado

A Batman le gusta trabajar solo, aunque es capaz de formar equipo con otros superhéroes perfectamente y ejecutar un gran trabajo. Le gusta liderar pero deja que los menos preparados se luzcan, como cuando actúa en compañía de Robín. También es capaz de trabajar junto con personas con carácter, como es el caso de Catwoman, a quien le gusta llevar la iniciativa en todo lo que hace.

El buen jefe es capaz de adaptarse en la PYME a los momentos de trabajo en solitario, que hay muchos, y de trabajo en equipo, tan propicios para el roce en este segmento. El buen jefe sabe cómo lidiar con otros “alfas” y con la gente que busca crecer y aprender, dejándoles que asuman responsabilidad y participen en primera línea.

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