HISTORIA Y CULTURA
EL ORIGEN DE LAS MÁQUINAS
Máquinas Por Martín Garatuza
C
recí en un lugar donde no había energía eléctrica ni gas doméstico. La casa se iluminaba de noche con unas lámparas de petróleo diáfano o quinqués y se cocinaba en una estufa de fierro colado alimentada con leña. La radio se podía escuchar conectándola a una batería de coche. Pero había máquinas: una máquina de coser, una vieja máquina de escribir Remington, el molino del café. Ahí estaban también uno que otro autotransporte y un tractor agrícola. Nacimos en el mundo de las máquinas.
En la escuela nos enseñan que esto comenzó con la Revolución Industrial en la Inglaterra del siglo XVIII. Sin embargo la máquina es milenaria. Las sociedades antiguas ya usaban los molinos para triturar granos y los ejércitos usaban catapultas y ballestas. Me explicaré. Para que un artefacto pueda ser considerado una máquina se necesita que tenga al menos tres partes distinguibles. Primero: una fuente de energía, no importa que esta sea la costurera pedaleando una antigua máquina Singer, el motor eléctrico moviendo una revolvedora de concreto o un caballo tirando de la rueda de una noria. Segundo: un mecanismo de trasmisión que puede ser una simple banda o algo más complejo formado por ruedas, ejes, bielas, cojinetes, tornillos y demás. Tercero: un mecanismo de trabajo que ejecuta la tarea de producir en serie lo que antes se hacía uno por uno, con las manos y una herramienta simple. Lo que trajo al mundo la Revolución Industrial no fue la máquina, sino su aplicación en gran escala. Se redujo así drásticamente el tiempo de trabajo para producir; la combinación de muchas máquinas trajo el sistema fabril y las máquinas se fueron haciendo cada vez más automáticas desplazando el talento de los operarios y a los operarios mismos. Una bendición y una maldición.
38
La introducción del telar de vapor en el siglo XVIII mandó a la calle a 800,000 tejedores manuales en Inglaterra. El oficio sabio de Maestro constructor que dejó, entre otras cosas, 80 portentosas catedrales góticas en Europa, pasó a ser hoy el oficio de “maistro” albañil, en la última escala de la industria de la construcción. Además, si la industria textil se maquinizó en el XVIII, se debió en gran parte a la enorme demanda de uniformes militares para los ejércitos cuyo tamaño fue creciendo exponencialmente, guerras mediante, en los siglos precedentes. Muchos piensan que las máquinas sólo producen cosas que pueden verse y tocarse: ropa, zapatos, muebles u otras máquinas. No es así. El reloj mecánico inventado desde el siglo XIII —que sirvió de modelo para diseñar las grandes máquinas— ¿qué produce? Produce el tiempo abstracto, dividido en partes iguales, e independiente de los procesos del cuerpo y la naturaleza.