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4 Las 10,000 horas necesarias para destacar La búsqueda del éxito es una constante en la vida humana.
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ueremos “lograr algo”, “ser alguien”, “alcanzar nuestras metas”. Queremos encontrar eso que nos destaque de la multitud, que nos haga trascender. Sin embargo, no todos logran ese tan aclamado “éxito” que los haga ser ampliamente reconocidos. Malcolm Gladwell, en su libro Outliers, titulado en español Fueras de serie: Por qué unas personas tienen éxito y otras no, expone una teoría sobre lo que se necesita para lograrlo: 10,000 horas de arduo trabajo. Son muchos los factores que intervienen en el éxito; el entorno, la inteligencia, el talento e incluso un poco de buena suerte para estar en el lugar y momento indicado. Todo eso tiene cierto peso, pero de acuerdo a Malcolm Gladwell, hay un factor clave que ha llevado a músicos, científicos y empresarios por igual a alcanzar esa genialidad que los lleva el éxito: la práctica constante. Truman Capote, en el prefacio de su libro Música para camaleones, nos habla de su vida como escritor, de cómo empezó a escribir y de todo el tiempo que dedicó desde niño día tras día, a pulir la técnica, la puntuación y el oficio. Finalmente, a los 23 años, Truman se daría a conocer con la publicación de su novela Otras voces, Otros ámbitos, que tuvo una buena recepción entre la crítica y se convirtió en un best seller. Un éxito al que, sin embargo, algunos le restaron importancia “como si se tratara de un extraño accidente: «Sorprendente que alguien tan joven pueda escribir tan bien.» ¿Sorprendente? ¡Sólo hacía catorce años que escribía, día tras día!”
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Desde Mozart, hasta Bill Gates, pasando por The Beatles, todos han dedicado mucho tiempo a practicar continuamente, a pulir sus habilidades. Gladwell no niega la existencia de un talento nato, pero señala que no es suficiente. El talento por sí solo no te llevará lejos, será necesario practicar constantemente. En 1990 el psicólogo K. Anders Ericsson dirigió un estudio en la Academia de Música de Berlín. Con la ayuda de profesores de la Academia se dividió a los violinistas en tres grupos de acuerdo a su potencial en violinistas “estrella” que probablemente se convertirían en destacados, los violinistas simplemente “buenos” y los que era poco probable que llegaran a tocar profesionalmente. Después se les preguntó a los miembros de cada grupo sobre el número de horas que habían dedicado a la práctica desde que tocaron por primera vez el violín. Aquellos violinistas que tenían un mejor desempeño eran los que habían dedicado más tiempo a practicar, la mayoría de ellos había aumentado el número de horas que practicaba por semana a lo largo de los años y todos ellos, ya habían cumplido sus 10 mil horas de práctica a los 20 años. Estaríamos hablando de que para destacar en algún campo se requeriría en promedio dedicar entre tres y cuatro horas de trabajo diario durante 10 años. 10 mil horas de esfuerzo constante que pueden ayudar a alcanzar el éxito en cualquier ámbito. Se necesita pasión y constancia para lograr lo que se desea, y como dicen por ahí “la práctica hace al maestro”.
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¿Amor o romance?
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ecuerdo cuando conocí a mi esposo, entonces todo era color de rosa. No olvido ese cosquilleo en el estómago, el corazón acelerado y el embrutecimiento temporal. A veces pienso con añoranza en los días que llegaba con flores, las salidas a cenar, la necesidad de compartir el mayor tiempo posible y la sensación de que estando a su lado, nada importaba. El tiempo ha pasado y es obvio que las cosas han cambiado, los detalles se han hecho menos constantes y el deseo de estar juntos ya no es tan imperante como lo era antes.Ya no somos tan románticos, pero eso no significa que nos hemos dejado de amar. La idea que tenemos de amor, ese amor desbordado y apasionado que nos pintan en las películas y las novelas, dista mucho de la esencia del verdadero amor, del amor que perdura. Por supuesto, el romance es importante, pero a veces confundimos el concepto de amor con este sólo aspecto. Creemos que el amor se ha acabado porque el amor romántico disminuye su intensidad y a veces no nos damos cuenta de que tenemos ante nosotros la oportunidad de un amor perdurable. Amar es mucho más que la atracción, los besos o las caricias, es ante todo una decisión de poner al otro antes que a nosotros, de preocuparnos e interesarnos por el bienestar de nuestra pareja. En el amor romántico el énfasis está en la idea del amor y no en la persona, lo más importante no es la pareja enamorada, sino el bienestar que les brinda estar enamorados. Es un amor lleno de expectativas y proclive a generar frustración pues entre más aumentan las expectativas, es más difícil cumplirlas.
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El amor romántico es idealista, estamos cegados por nuestras emociones y nos cuesta trabajo notar que nuestro ser amado no es perfecto. El amor perdurable por su parte, es un amor que ha aprendido a aceptar al ser amado, no espera del otro lo que no es, se centra en el ser amado y no en la sensación de estar enamorado, entiende que su amor es un ser humano con defectos y de ser necesario, le ayuda a corregirlos. El amor romántico es, tal vez, más emocionante, es intenso y pasional, pero también es efímero. El amor verdadero por su parte, brinda una conexión de otro tipo, donde eres capaz de entender al otro con apenas pocas palabras, donde el silencio no es incómodo y donde lo más importante no es el placer, sino el entendimiento y bienestar mutuo. Mi esposo y yo ya no somos los románticos enamorados que una vez fuimos, pero hemos llegado a algo mejor, un amor fuerte y duradero. ¿Te indigna lo mismo y te gusta lo mismo que a tu pareja? Dos factores indispensables para que una relación perdure, nos dice Walter Riso en su libro Manual para no morir de amor.
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8 Nuestros amigos. ¿Cómo es que nos encontramos? Decía C.S. Lewis que la amistad nace en el momento en que una persona le dice a otra “¿cómo? ¿tú también? Creí que era el único”.
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armen, Tibby, Bridget y Lena son amigas desde siempre y por primera vez pasarán el verano separadas. Un día antes de que deban partir, van de compras y encuentran un pantalón que se ajusta perfectamente a cada una, así que deciden compartirlo a lo largo del verano; cada quien lo tendrá dos semanas y enviarán cartas para seguir en contacto. Un verano en pantalones cuenta la historia de cuatro amigas que, aunque son diferentes, se complementan.
No sólo se trata de actividades que nos unan, después de todo, no a todos nuestros amigos les gusta lo mismo que a nosotros; sin embargo, puede ser algo más imperceptible lo que nos lleva a vincularnos. De acuerdo con un estudio de la Universidad de California, en San Diego la similitud que existe con nuestros amigos también es genética, es comparable a la que hay con un primo lejano; James Fowler, quien dirigió el estudio, señala que es casi como si tuviesen un tatarabuelo en común.
Las cosas que tenemos en común con nuestros amigos parecen ser un factor determinante en la relación. La afinidad favorece las amistades, pero en la primera impresión no siempre notamos que existen esos gustos o ideas en común.
Las amistades nos dan un sentido de quienes somos y reafirman nuestra visión del mundo.Tal como en la pareja, la química y la compatibilidad juegan un papel importante en el desarrollo de nuestras relaciones. A veces las personas nos llaman la atención, tan solo al conocerlas sabemos que nos podrían caer bien. Esto puede estar dado precisamente por la similitud que percibimos inconscientemente con ellos; nos reflejamos en aquellos que nos rodean y cuando percibimos rasgos que identificamos de nosotros mismos en los demás, es fácil generar afinidad. Pero ¿cómo es que nos encontramos? El estudio sugiere también que el olfato puede ser quien nos guíe a nuestras amistades; los olores que atraen a los grupos de amigos suelen ser similares, por ejemplo el café, lo que nos puede llevar a lugares de encuentro de forma inconsciente, donde la convivencia hará surgir la amistad. Es el trato constante lo que permitirá la transición de meros conocidos a amigos. Esta tendrá que ver con la apertura, con mostrarnos tal cual somos e incluso estar dispuestos a compartir nuestras vulnerabilidades. Con nuestros amigos nos sentimos seguros y protegidos, como si estuviéramos en familia.
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12 ¿PORQUÉ NECESITAMOS LOS ABRAZOS? Sentir la cercanía de otro cuerpo, ese calor humano. Un abrazo es más que estrechar al otro en los brazos, es un gesto que nos ayuda a transmitir eso que a veces las palabras no consiguen expresar.
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l ser humano tiene una necesidad de contacto físico, desde su nacimiento y en esa primera cercanía al cuerpo de su madre. Durante los primeros meses de vida es fundamental que el bebé reciba muestras de afecto, pues ello brindará la sensación de seguridad y protección, que de no ser recibidas, puede afectarle en su futura personalidad.
mejoran su capacidad para aprender a comunicarse, optimizan su sistema inmunológico, desarrollan su confianza, fortalecen su autoestima, contrarrestan la depresión, les da sentido de autoprotección, ayuda a desarrollar su empatía.Y además de todo nos ayudan a ser felices.
Un abrazo – si es sincero – puede decir muchas cosas, ya sea para expresar afecto, brindar apoyo o mostrar agradecimiento, es en esencia un gesto de amor que no necesita traducción, es una expresión universal que además brinda beneficios a nuestra salud. Está comprobado que las personas que abrazan a menudo fortalecen su sistema inmunológico y prolongan la vida. Sentir nuestro cuerpo abrazado estimula la producción oxitocina, que actúa como un agente antiestrés, fortalece los lazos sociales, generando un sentido de pertenencia y en conjunto con otros neurotransmisores y hormonas, tales como adrenalina y endorfinas, nos provoca esa sensación de placer. El contacto físico no solamente es agradable, sino necesario para nuestro bienestar. Los abrazos y las caricias amorosas tienen efectos impresionantes en los niños. En bebés prematuros en incubadora, se ha visto que aquellos que recibían caricias mejoraban más pronto. Otro estudio con bebés prematuros encontró que los que recibieron estimulación mediante masajes, maduraron su sistema nervioso más rápidamente y se volvieron más activos. Abrazar a nuestros pequeños es sumamente necesario para que crezcan de forma saludable física y emocionalmente. Las caricias y abrazos favorecen el proceso de crecimiento,
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14 Test: ¿Qué tanto esperas de tu pareja? El amor es una de las áreas en las que solemos tener más expectativas. Crecimos soñando que algún día tendríamos una relación tan mágica como las que aparecen en el cine, que encontraríamos aquel príncipe azul que nos brinde amor, que cumpla nuestros deseos y sea capaz de saber lo que queremos y sentimos, casi por arte de magia. Sin embargo, eventualmente nos damos cuenta que la realidad es diferente. A menudo queremos que nuestra pareja actúe de tal o cual forma, pero cuando no cumple nuestras expectativas, se pueden generar conflictos. Descubre aquí si tienes demasiadas expectativas en tu pareja. Qué tan a menudo utilizas la frase “si me quisieras, harías tal cosa…” a) Muy a menudo. b) Nunca o en muy raras ocasiones. c) Nunca, no podría exigirle más de lo que me da. Le has pedido que cambie algún aspecto por ti. a) No es por tanto mí, es porque es lo mejor para él. Quiero que sea mejor, ¿a quién no le gustaría ser mejor? b) Hemos hablado sobre aspectos que debemos mejorar por el bien de la relación, pero creo que uno cambia por sí mismo, no por otras personas. c) No creo que necesite cambiar nada, me hace feliztal y como es. Cuando piensas en una “buena pareja”, piensas que: a) Debe ser alguien que me quiera, me comprenda y esté ahí para mí. b) Las parejas son de dos, para tener una buena pareja, debo serlo yo primero. c) Es algo que no todas las personas tienen la suerte de encontrar.
Mayoría de A
Tienes demasiadas expectativas en tu pareja, piensas que él debe darte todo el amor, la seguridad, la protección y absolutamente todo lo que deseas. Esperas que sea y actúe como lo imaginas, creas escenarios en tu mente de cómo deberían suceder las cosas y te molestas cuando no ocurre. Es probable que muchos de sus conflictos vengan precisamente de las expectativas que a menudo no logra llenar.
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Cuando tú y tu pareja tienen un conflicto: a) Esperas que él sea quien se acerque a resolverlo. A él le corresponde dar el primer paso. b) Tratamos de hablarlo tranquilamente, creo que juntos podemos llegar a una solución c) En general, procuro evitar los conflictos. Tiendo a ceder mucho. Se acerca su aniversario. ¿Cómo esperas que suceda? a) Espero que llegue con un ramo de flores, un lindo obsequio y que me lleve a una cena romántica. b) Trato de no imaginar nada, prefiero esperar que me sorprenda. Aunque espero algún detalle. c) No sé, pero estoy segura que cualquier cosa estará bien. Para ti, el amor es: a) Tener a alguien que te cuide, que se preocupe por ti, te haga feliz y te llene. b) Tener a alguien que te quiera tal como eres, con quien compartir y crecer juntos. c) Algo que llega por casualidad y llena todos los espacios de tu vida.
Mayoría de B.
Tienes expectativas moderadas, eres consciente de que las acciones de tu pareja no dependen de ti y que no siempre va a actuar conforme a lo que deseas. Prefieres dejarte sorprender que frustrarte ante lo que no pasa como desearías. Por supuesto tienes ciertas expectativas, pero es el tipo de cosas que esperas en una relación y eres capaz de hablar directamente con tu pareja sobre lo que deseas.
Mayoría de C.
No sólo tienes bajas expectativas, sino que probablemente creas que no tienes mucho para dar. Es posible que tengas un problema de autoestima y estés idealizando lo que te da tu pareja. Tener bajas expectativas puede ser tan malo, como tener demasiadas. Es probable pienses que es mucho lo que te da y que no tengas derecho a pedir nada. Es necesario trabajar sobre tu autoestima, pues también tienes derecho a desear ciertas cosas, no debes caer en el conformismo.
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