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4 Miedo a quedarte sola
Las personas con un patrón ansioso suelen reafirmarse en función de su pareja y les preocupa quedarse solos.
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aggie Carpenter (Julia Roberts) se ha ganado el apodo que da nombre a la película, Novia Fugitiva, tras haber abandonado a sus novios en el altar. Ike Graham (Richard Gere) llega al pueblo para investigar la historia cuando Maggie se prepara para la que espera sea su boda definitiva. A lo largo de la película, descubrimos que Maggie es una mujer insegura que cambia para ser la persona que los otros esperan y ni siquiera es capaz de elegir qué tipo de huevos le gustan. Aunque no se presenta con certeza el pasado de Maggie, podemos estar seguros de una cosa: es una mujer insegura que teme ser abandonada. Las personas con un apego ambivalente-inseguro, tienen miedo a no ser valoradas, dependen de la reafirmación de su pareja y tienen un profundo deseo de cercanía con el otro; sin embargo, cuando se ven cercanos a obtener la cercanía que desean, pueden aterrarse ya que a menudo no se consideran dignos de su pareja. Lo que les hace actuar de formas contradictorias. También están los ansiosos-preocupados, que suelen ser más posesivos. Valoran tanto la intimidad con su pareja, que pueden volverse dependientes. Son los que están pegados al teléfono esperando la llamada obligada de la pareja –ansiosos si ésta no llega–, con tendencia a ser muy emocionales y sumamente celosos. Tienen una profunda necesidad de atención que suelen confundir con amor: si la pareja no muestra suficiente atención pueden pensar que han dejado de ser amados.
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Cuando empiezan a salir con alguien, es común que pongan demasiado esfuerzo en complacer al otro incluso a costa de sí mismos; lo que los hace presa fácil de sufrir abusos dentro de la pareja. Lo que más desean es la atención, incluso si esta es negativa, por lo que no es raro que permanezcan en relaciones dañinas. Esto provoca un círculo vicioso de mayor inseguridad y desconfianza. Les inquieta la separación y a menudo utilizan la manipulación para lograr la atención que buscan. Su excesiva preocupación en las relaciones puede afectar su capacidad de concentración e incluso perturbar en su desempeño laboral. Los patrones de apego se desarrollan en la niñez y a menudo la inconsistencia en la respuesta de los padres ante las necesidades del niño o la sobreprotección, pueden provocan estos sentimientos de inseguridad y temor al abandono, así como dificultad para decidir por sí mismos. Será necesario desarrollar la seguridad en sí mismo y la independencia. Formar vínculos con personas con un estilo seguro de apego puede ayudar.
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6 Aprende a enojarte El enojo no es negativo, si sabemos cómo canalizarlo correctamente.
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harlie Baileygates (Jim Carrey) es un agente de policía atento y amable; tal vez demasiado. Es incapaz de expresar su enojo y lo reprime tanto que solo a través de una segunda personalidad, es capaz de sacar sus frustraciones, pero con resultados desastrosos. Irene y yo y mi otro yo, lleva al extremo la idea de lo que pasa cuando reprimimos nuestro enojo. Enojarse no es agradable, hace sentir mal tanto al que se enoja como al que recibe nuestra ira, puede resultar autodestructivo y llevarnos a actuar irracionalmente. Sin embargo, como todas las emociones, tiene una razón de ser e intentar suprimir nuestro enojo, solo nos hace más daño. En ocasiones, es necesario dejarnos sentirlo e incluso, emplearlo para nuestro beneficio. El enojo es una fuerza motivadora, nos llena de adrenalina y si sabemos canalizarlo, nos puede ayudar a lograr cambios en nuestra vida.A diferencia de la tristeza, que nos deja sin ganas de hacer nada, el enojo implica acción y nos puede impulsar para enfrentar aquello que molesta. Enojarse es también una herramienta para lograr negociaciones, al menos así lo señala un estudio realizado por la Universidad de Amsterdam, pues enfatiza la necesidad de arreglar el problema y facilita la existencia de concesiones para llegar a un acuerdo; sin embargo, esto no significa que al enojarnos podemos esperar ganar cualquier discusión, el enojo debe estar justificado.
Expresar nuestra molestia, también puede mejorar nuestras relaciones pues hacemos saber al otro que hay cosas que reparar y podemos trabajar en ello. También ayuda a reducir la violencia, pues es mejor expresar cómo nos sentimos verbalmente. Así mismo, puede motivar un cambio interno pues nos permite mayor auto comprensión y reflexión. Enojarse tiene beneficios, siempre y cuando sepamos cómo manejarlo. Cuando hablamos de manejar nuestro enojo, a menudo lo confundimos con esconderlo o reprimirlo, creemos que se trata de fingir que todo está bien; sin embargo, la forma más sana de lidiar con lo que sentimos, es hablarlo. Debemos expresar nuestro enojo sin ser agresivas, siempre con respeto y recordando que levantar la voz, no nos hace tener la razón. La ira fuera de control es destructiva tanto para los demás, como para nosotras mismas; en cambio, si aprendemos a enojaros de forma asertiva, nos beneficiaremos mucho más. Así que la próxima vez que sientas hervir la sangre respira, cuenta hasta diez y cuestiónate ¿qué es lo que te molestó tanto? Una vez que lo tengas claro, exprésalo.
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8 6 tips de empatía que mejorarán tus habilidades sociales
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a empatía puede mejorar nuestra capacidad de relacionarnos con el mundo. Ponernos en los zapatos del otro nos ayuda a ampliar nuestra perspectiva y entender más claramente una situación y el impacto de nuestras decisiones. Ser empático también nos ayuda a ser felices, pues permite una mayor colaboración, la búsqueda del bien común y de la felicidad para todos. 1. Pregunta. No existe mejor forma de saber lo que el otro piensa, que preguntar. No te quedes con tus propias interpretaciones, es necesario preguntar si lo que has inferido es correcto. Con la práctica, tus conclusiones serán más acertadas, pero sólo son una aproximación, pedir retroalimentación es indispensable para poder ponerte en el lugar del otro.
distintas formas de ver el mundo, esto te dará material para poder entender a las personas. 6. Conoce bien a la otra persona. Nuestra capacidad de sentir empatía no es la misma con todos, entre más conocemos a alguien, mayor es nuestra capacidad de interpretar sus acciones, reacciones y palabras. Es necesario darnos a la tarea de conocer bien a las personas que nos rodean: escucharlas, observarlas y aprender más de ellas, esto nos permitirá comprenderlas mejor en distintas situaciones.
2. Exprésate. Para que alguien nos hable de sus emociones es necesario que sea reciproco, respondemos a las emociones que nos son expresadas hablando también de las nuestras, es una muestra de confianza que además facilita el dialogo. Escuchar y ser escuchado. 3. Imagínate en su posición. Una vez que has escuchado su punto de vista es necesario que intentes despojarte por un momento de tus propias ideas y trates de ver las cosas desde el la posición en que se encuentra. Intenta comprender el porqué de su opinión. No juzgues si su postura es correcta o errada, simplemente intenta comprenderla. 4. Entiende tus propias emociones. No podemos intentar ver algo en los demás si no lo vemos primero en nosotros mismos. Pon atención a tus emociones, a tus reacciones y tus cambios de ánimo. Tener conciencia de esto en ti te puede servir como punto de partida para interpretar a los otros. 5. Lee. Esta demostrado, leer (buena ficción) ayuda a mejorar tu capacidad de empatía. En los personajes podemos ver ilustradas distintas personalidades y
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10 Dejar las cosas para después; miedo o desorden
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elly Jean es una estudiante brillante, pero en lugar de hacer la tarea de inglés que debería estar haciendo, pasa el tiempo en su cuarto garabateando, hojeando una revista y escuchando música; mientras evita hacer lo que debería.The procrastinator es un corto de 1952, que ejemplifica esas pequeñas acciones que tomamos para evitar hacer lo que deberíamos. A menudo nos encontramos con una montaña de cosas por hacer, minutos que se vienen encima y nos empujan al final de un plazo y la sensación de que necesitaríamos que nuestros días tuvieran más de 24 horas. Sin embargo, una vez que analizamos a profundidad, es posible que notemos que algún tiempo se nos escapó con la idea de hacer las cosas “luego”; nos damos cuenta de que hubo un momento en que pudimos hacer las cosas con calma, pero algo –no sabemos qué– nos distrajo, se robó nuestro tiempo y ahora estamos al borde del estrés, deseando tener más minutos. Sin embargo, es probable que aumentar horas a nuestro día, solo lograría que tuviéramos más tiempo para desperdiciar. Pues procrastinar no es un simple acto de desidia, debemos entender las razones detrás de nuestra necesidad de dejar las cosas para después. Phil Stutz y Barry Michaels, psicoterapeutas y autores del libro El método, señalan que detrás de cualquiera de los pretextos que nos demos para no hacer las cosas, existe el miedo al dolor. Por ejemplo, los perfeccionistas, que
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dejan las cosas para después porque dentro de sí mismos, se dicen que si no lo hacen, no hay forma de que salga mal. O quizá lo que abrume sea el tamaño de la tarea, probablemente el miedo al rechazo o quizá una vaga noción de que hacer todo a tiempo y en orden atenta contra la naturaleza creativa. Sea cual sea el caso, buscamos inconscientemente las actividades que nos permitan desviar la atención de lo que debemos hacer; mientras tanto, la molestia está latente como un zumbido en nuestro cerebro y nos decimos que lo haremos después, pero el estrés va en aumento y sólo en el último momento, cuando se hace evidente que ya no podemos retrasarlo más, nos disponemos a hacer las cosas. Sin embargo, esto puede resultar contraproducente, pues ante el poco tiempo que disponemos, no es raro que las cosas no resulten como hubiéramos deseado. Es importante ser consciente de estos temores para poder enfrentar la procrastinación. No es sencillo, pero un poco de organización en nuestra vida puede hacer la diferencia. La clave es entender a qué tememos.
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14 Test: ¿Qué tan desordenada está tu mente? Descubre el grado de desorden que hay en tus pensamientos con esta escala. Suma dos puntos por cada respuesta con la que te sientas muy identificada y un punto por cada respuesta en la que sientas que se asemeja moderadamente a ti. 1. Tiendo a preocuparme mucho por todo. ___ 2. Paso mucho tiempo imaginando cómo será el futuro. ___ 3. Tiendo a pensar demasiado tiempo en lo que ocurrió, pueden pasar meses e incluso años. ___ 4. Llevo tiempo enojada con personas a las que aún no he perdonado. ___ 5. A menudo paso la noche pensando en lugar de dormir. ___ 6. Aun cuando sé que hay cosas que no puedo cambiar, me cuesta mucho dejarlas ir. ___ 7. Siento que no utilizo bien mi tiempo y me regaño por perder el tiempo, desearía tener más tiempo para hacer lo que tengo que hacer. ___ 8. Mi mente está en constante agitación debido a la cantidad de cosas que tengo por hacer y parece que la lista nunca termina. ___ 9. Me resulta muy difícil quedarme tranquila y sin hacer nada. ___ 10. Mi cabeza está tan llena de cosas y pensamientos que me resulta difícil enfocarme en una sola cosa. ___ 11. A menudo me siento tan cansada que no tengo energía para mostrarme expresiva o ser creativa. ___ 12. Cuando pienso en mi vida, en ocasiones no puedo evitar sentirme un poco decepcionada y amargada. ___
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0-3. Felicidades. Posees un gran orden mental, tienes un pensamiento claro y enfocado. Has aprendido a tener un gran dominio sobre tus pensamientos, que casi parece sobrehumano. Sigue así.
4-19. Te has liberado de la mayoría de tus problemas y preocupaciones. Felicidades, tienes una mente muy libre y aun cuando en ocasiones se empieza a acumular el desorden mental, eres capaz de controlarlo y liberarte de él.
10-17. Tu mente se está
empezando a poner un poco desordenada, es necesario que dejes de preocuparte más de la cuenta, a menudo tus temores son más grandes que el problema en sí, comienza a limpiar tus ideas y a liberar esos rincones de tu mente para que puedas enfocarte mejor en las cosas más esenciales. 18-21. Tu mente está muy desordenada, y, como en cualquier desorden, la mayoría de las cosas que hay son cosas que no necesitas. Una buena forma de liberarte de ese desorden es escribir todo lo que piensas y sientes, una vez teniendo en claro qué es, será más fácil liberarte de todos esos pensamientos basura que ocupan espacio valioso de tu mente.
22-24. Hay demasiadas cosas en tu cabeza como para poder pensar claramente, probablemente sea buena idea recurrir a un especialista que te ayude a poner en orden tus pensamientos y darte cuenta cuáles son los que conviene conservar.
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