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4 Tiempo de agradecer El año que cierra es una buena oportunidad para sentirnos agradecidos.
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eorge Bailey (James Stewart) es un hombre frustrado con su vida, debido a que nunca pudo cumplir los sueños que tenía. Una nochebuena, un ángel es enviado para ayudarle y, después de ver lo que sería de su pueblo si él no hubiera existido, George revalora lo que tiene y lo que ha sido su vida; esta es la historia de Qué bello es vivir.
Pero no sólo se trata de decir “gracias” a los demás, sino de agradecer a la vida; hacer conciencia de nosotros mismos, lo que somos, tenemos y hemos logrado, sin compararnos con los demás o juzgarnos; no pensar en lo que no hemos conseguido, sino en lo que disfrutamos ahora. Sentir gratitud por el momento en el que estamos y por las cosas más pequeñas.
Con el fin de año llega el momento de llenarnos de nueva energía, de hacer repaso de nuestro año y un balance de lo que hemos vivido, aprendido y adquirido. Pero sobre todo agradecer, tanto lo bueno como lo malo, pues aún en las circunstancias adversas se adquieren enseñanzas y se abren oportunidades que tal vez no habíamos considerado.
Una buena idea, puede ser anotar en una libreta todo por lo que estamos agradecidos; así, cuando estemos tristes, podremos sacar lo que escribimos para recordar lo valioso que hay en nuestra vida, sentirnos mejor e impulsarnos a avanzar.
Agradecer por nuestra familia, por conflictivas que sean nuestras relaciones; por nuestro trabajo, aunque no sea el que habíamos soñado; por nuestros amigos, aunque a veces la distancia o el tiempo parezcan interponerse. Sentirnos agradecidos, nos permite valorar más lo que tenemos y no dar las cosas por sentado. Pues aunque parezca muy simple, lo cierto es que a menudo nos cuesta trabajo agradecer. Una simple palabra puede hacer una gran diferencia en nuestra forma de interactuar con el mundo y si a lo largo del año no hemos agradecido lo suficiente, la navidad es un buen pretexto para hacerlo. La gratitud es un regalo que podemos dar al tiempo que recibimos, que tiene beneficios para nosotros mismos y quienes nos rodean.
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La gratitud tiene impacto en nuestro bienestar físico y emocional. Entre los beneficios que reportan diversas investigaciones sobre ser agradecido están: mejorar el sistema inmunológico, reducir los problemas de depresión, mejorar las relaciones sociales, ayudar a dormir mejor, brindar mayor entusiasmo y determinación, así como reducir el estrés. Agradecer es una decisión y si este año que comienza decidimos regalarnos un poco de gratitud, quizá todo marche mejor.
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8 Más que regalos La celebración y el banquete son sólo el cierre, la alegría navideña comienza desde que empezamos a sentir el ánimo de la temporada.
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l grinch creía erróneamente que la navidad sólo se trataba de los regalos; es por ello que se sorprendió al descubrir que quitar a todos los habitantes de Villaquién sus obsequios, no había arruinado la navidad como planeó. Cómo el grinch robó la navidad, es una película animada ideal para compartir con los niños en esta época navideña.
Sin embargo, ante la presión de que “el tiempo se acaba” no es raro que se elijan regalos de forma apresurada, sin pensar demasiado en lo que le gustaría al destinatario. No es el tamaño o el precio lo que importa, sino el sentimiento detrás del regalo. Y es necesario recordar esto a los niños, cuya mayor preocupación en esta temporada suele ser qué recibirán.
Y es que no es lo mismo la navidad para los adultos que para los más pequeños. Parece que a medida que crecemos, parte de la magia de la temporada se diluye entre las prisas, el estrés y la planeación; mientras que para los niños, al tiempo en que las luces y árboles decorados se apoderan del paisaje, comienza la cuenta regresiva para abrir esos paquetes debajo del árbol especialmente destinados a ellos.
Los regalos, el árbol y todo lo vistoso de la navidad, son sólo la capa más externa. Por cursi que pueda sonar, esta es una temporada de unión familiar, de estar en armonía y fortalecer lazos, por lo que conviene involucrar a toda la familia en el proceso.
Sin embargo, una cuestión que valdría la pena recordar –tanto grandes como pequeños– es que la ocasión se trata mucho más que de los regalos; lo más importante no es lo que hay debajo del envoltorio, sino lo que implica. Pues a fin de cuentas no es el simple intercambio, sino una muestra de afecto y una ocasión para estrechar lazos. Los regalos son parte importante del ritual navideño, pues más allá del aspecto consumista o materialista que podamos discutir en torno a ellos, dar un regalo es una muestra de afecto que implica tener en cuenta a la otra persona, pensar en sus gustos y necesidades; es una acción que brinda tanta satisfacción a quien da el regalo, como a quien lo recibe.
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Que los niños cooperen con la decoración, que den su punto de vista en la elección del menú, que se unan a la aventura de buscar regalos. Compartir momentos en familia, tal vez hacer galletas o disfrutar de una película saboreando un chocolate caliente. De esto se trata la temporada navideña; disfrutar cada instante y no sólo estar a la expectativa de los regalos, pero sobre todo, tener presente que el espíritu navideño dura más que un día.
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10 ¡Feliz nueva tú! Llega el momento de hacer propósitos. Debemos asegurarnos de tener metas y que no se queden sólo en sueños.
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ridget Jones (Renée Zellweger), una mujer soltera que rebasa los treinta, decide cambiar su vida con el año que comienza; dejar de fumar, bajar de peso, dejar de beber, encontrar el amor. Para asegurarse de cumplir sus propósitos, comienza a escribir un diario con la idea de tener un mayor control. Es aquí donde empieza la historia de cómo cambia su vida ese año.
Una buena idea es ponerte una fecha límite, pues 365 días son demasiado tiempo y si no te organizas, será muy fácil que el “mañana lo hago” se extienda hasta el siguiente año. Determinar fechas hace las metas más asequibles, pues ya no se trata de un sueño que esperas cumplir algún día, sino de un objetivo, con fecha específica, para el que debes tomar pasos si quieres lograrlo a tiempo.
Los propósitos de Bridget son parecidos a los que la mayoría nos hacemos. Al llegar año nuevo hacemos nuestras listas de planes y deseos –a veces, reciclando ideas del año anterior–, seguras de que el año que comienza será el mejor. Sin embargo, en ocasiones nos cuesta trabajo seguir adelante con nuestros objetivos. Pero para que eso no ocurra esta vez, he aquí algunas ideas para impulsarte y no desviarte de tu objetivo.
Es importante también que tus metas sean realistas, pues en ocasiones un año no será suficiente para lograr un sueño, pero puede ser el tiempo necesario para completar una primera fase. A veces, lo que nos detiene es la frustración, pues de pronto podemos sentir que nuestro esfuerzo no obtiene recompensa o quizás esperamos resultados demasiado pronto. Es necesario que exista congruencia entre tu meta, su dificultad, lo que haces y el tiempo que te des para conseguirlo.
La estrategia de Bridget es buena; llevar un diario te permitirá tener más control y visualizar el camino que estás siguiendo. Escribirlo te hará sentir más comprometida y te ayudará a ser consciente de las estrategias que utilizas para sabotearte –para que las evites–. No es necesario que sea un diario detallado, puede ser sólo un registro de los puntos a seguir en tu estrategia; ¿hiciste ejercicio? ¿desayunaste adecuadamente? ¿qué comiste en el día? ¿hiciste todas las actividades que te propusiste? Debes ser sincera en tus anotaciones para que sea efectivo.
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Sin embargo, es posible que flaqueemos. Es por eso que tener un propósito compartido puede ser una buena idea para que no te rindas, pues cuando uno afloje, el otro podrá impulsar; a veces lo único que hace falta es un empujoncito.
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12 Un cuento de navidad Los preparativos para las fiestas pueden ser estresantes, pero no debemos permitir que le quiten magia a la navidad.
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a historia es bien conocida, el avaro señor Scrooge es visitado por los fantasmas de las navidades pasada, presente y futura, para que aprenda una lección sobre generosidad y amabilidad. Un cuento de navidad, es una de las historias más adaptadas al cine e imperdible en esta temporada. Llega la época navideña; junto a las luces, árboles –naturales o artificiales– y decoraciones con el rostro rubicundo de un sonriente Santa Claus, llega el anhelo de la nochebuena; saboreamos con anticipación el pavo y nos imaginamos recibiendo aquel regalo que tanto nos gustaría. Pero no debemos perder de vista, entre tanto esplendor, lo que el cuento de Charles Dickens trata de enfatizar: ese espíritu navideño del que tanto escuchamos, pero parece escapársenos. Y es que no todo es paz, amor y buena voluntad en esta época, lo cierto es que a menudo nos invade el estrés y nos agobiamos al pensar en los regalos, la cena, los gastos, dónde dormirán los familiares y amigos que vengan de fuera y una lista interminable de preparativos para lograr que nuestra cena navideña sea un éxito. Esto sin mencionar las preocupaciones del trabajo, las aglomeraciones en los centros comerciales o el berrinche más reciente de los niños. Es difícil no volverse loca ante esta perspectiva, sin embargo, valdría la pena detenernos un momento para calmarnos. Scrooge es avaro y egoísta,
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pero es sobre todo un hombre triste, que se ha quedado solo y amargado por no dedicar tiempo y empatía a quienes le rodean. A veces es necesario hacer una pausa y recordar que la navidad es momento de compartir. Esta temporada es un buen pretexto para reconectarnos con nuestros seres queridos. Sacar del clóset todas las decoraciones para pasar tiempo con la familia decidiendo el lugar que ocupará cada adorno, sin preocuparnos porque queden perfectos. Llamar a aquellos amigos con los que no hemos tenido contacto desde hace mucho, aunque eso implique menos tiempo para ir de compras. Disfrutar la búsqueda de regalos, que sean significativos, en lugar de abrumarnos porque la fecha se acerca. No se trata del banquete o del intercambio de obsequios; se trata de aprovechar esta oportunidad que se nos presenta para fortalecer los lazos con nuestra familia, dejar de lado –aunque sea por un rato– los rencores y enojos, para valorar lo que tenemos y ser solidarios con los demás. Se trata, a fin de cuentas, no de buscar una navidad perfecta, acorde a un ideal; sino una que todos podamos disfrutar.
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15 TEST: ¿Cuál es tu actitud navideña? Llega la época navideña y no todos la experimentamos igual. ¿Cuál es tu actitud frente a las celebraciones que se aproximan?. Respecto a las decoraciones, ¿cómo te organizas? a) Elegimos un día en el que todos podamos dedicar tiempo para decorar en familia. b) Soy la primera en sacar todo y organizar, para que quede perfecto. c) Un árbol con luces integradas y un par de decoraciones en las paredes, no necesito organizarme mucho. d) Tengo cosas que hacer y a veces no tengo tiempo; más de una vez me ha tocado llegar y ver la casa ya decorada. ¿Con cuanta anticipación compras/planeas tus regalos? a) Pues no es que lo planee, pero trato de estar al pendiente de si a alguien le gusta algo para tenerlo en cuenta. b) Desde un par de meses antes, me gusta tener tiempo para elegir y ver las decoraciones de las tiendas. c) No lo planeo demasiado, en un fin de semana me voy al centro comercial y compro todo de un jalón. d) La mayoría de las veces no me doy cuenta de que ya llegó la fecha, así que compro lo que encuentre un par de días antes. ¿Cómo organizas tu cena de navidad? a) Me pongo de acuerdo con mi familia para ver qué puede hacer cada quien. b) Me gusta organizar la cena, pasar horas en la cocina y tener un pavo admirable. c) Pago para que me hagan la cena o al menos el pavo, para que aprovechar ese tiempo en otras cosas. d) La verdad, no me involucro mucho, dejo que alguien más cocine y tal vez compro un postre. ¿Te gustan las canciones navideñas? a) Sí, me las enseñaron de niña y las disfruto con mi familia. b) Me encantan, son una forma de ponerme en ambiente.
c) A veces, por lo menos me evitan romperme la cabeza pensando en qué música poner. d) No las odio, pero llega un momento en que me harta escucharlas. ¿Qué es lo que más te gusta de la navidad? a) Pasar tiempo con mi familia. b) Lo bonito que se ve todo decorado y el ambiente. c) Que puedo tener tiempo libre. d) Nada en particular. Mayoría de A: Espíritu familiar. Tienes el espíritu de la navidad, sabes que esta época es de compartir y disfrutar a los tuyos. Mayoría de B: Espíritu festivo. Amas la navidad y esperas todo el año a que llegue el momento de celebrar. Desde que las tiendas comienzan a poner las decoraciones, tú ya estás más que lista para festejar. Mayoría de C: Espíritu práctico. Eres una persona muy práctica y la navidad no es excepción. Te gusta hacerte cargo de las cosas rápido, para poder disfrutar el tiempo libre –para ti o con tu familia–. Mayoría de D: Espíritu grinch. La navidad no es muy importante para ti, puede ser como cualquier otro día del año. Puede que estés muy ocupada y no te sientas con mucho ánimo de integrarte a la fiesta. Sin embargo, es importante que te des tiempo de disfrutar a tu familia y compartir.
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