6
Aprender a priorizar
J
.C. Wiatt (Diane Keaton) es una mujer dedicada a su carrera, sin tiempo para otra cosa que no sea su trabajo. Hasta que la muerte de un primo lejano, hace que llegue a su vida Elizabeth, una bebé. Pronto su vida se ve transformada pues ya no puede ser esa mujer de negocios ideal. Sin embargo, aprende a darle un nuevo orden a su vida en Baby Boom. Ser mamá es un trabajo sin horario fijo y que debemos intercalar con el de ser esposa, profesionista, amiga o hija. A veces sentimos que por más que hacemos malabares para tener todo bien, no logramos cumplir con todas las expectativas; sin embargo, podemos hacer las cosas de la mejor forma posible. Para lograrlo es necesario estar en armonía con nosotras y encontrar ese equilibrio entre las distintas áreas de nuestra vida; la clave es aprender a priorizar. No podemos aumentar horas a nuestro día, pero para hacer rendir el tiempo podemos comenzar por clasificar y organizar nuestras actividades. Es necesario cuestionarnos sobre la verdadera importancia de cada tarea, pues en ocasiones gastamos tiempo en cosas que son insignificantes y nos frustramos porque los pendientes nunca terminan. Delegar también es necesario, pues a menudo, en nuestro deseo de hacer las cosas a nuestra manera, no nos permitimos confiar en que alguien más puede hacerlo y no nos damos cuenta de que nos podrían quitar un peso de
encima. Con tantas cosas entre manos, resulta imposible dedicarle la atención adecuada a cada una. Es necesario dejar de querer tener el control.Asignar tareas a nuestros hijos no sólo hará el trabajo más sencillo para nosotras, sino que les enseñará sobre el valor de la responsabilidad. Otro elemento de presión es el tiempo que dedicamos a nuestros niños. Se trata de calidad no de cantidad; lo importante no es cuántas horas pases con ellos, sino que ese tiempo sea realmente valioso y les permita estrechar la relación. Por supuesto que los hijos ocupan un lugar prioritario en nuestra vida, pero no es necesario que estemos ahí cada minuto del día, sino que ellos sepan que estaremos presentes cuando más lo necesiten. Finalmente, recuerda que es necesario apartar un espacio para ti. Nuestros niños merecen tener madres felices y si no estamos bien con nosotras mismas, no podremos brindarles la mejor orientación o estar verdaderamente ahí para ellos. Encontrar nuestro propio balance no sólo nos ayudará a sentir más descansadas, sino que estaremos motivadas y con mayor energía para cumplir con todo lo que tenemos que hacer.
Y recuerda, en SuperMujer.com.mx encuentras respuesta a todas tus dudas.