Revista SuperMujer PERISUR-SAN JERÓNIMO-LAS ÁGUILAS-SAN ÁNGEL-COYOACÁN enero 2018

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4 5 Hábitos para evitar la obesidad infantil Es necesario inculcar en nuestros pequeños hábitos saludables que les permitan tener una mejor calidad de vida.

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egún concluyó el estudio del Imperial College de Londres y la Organización Mundial de la Salud (OMS); para 2022 habrá más población infantil y adolescente con obesidad que con desnutrición. Cada día es más común ver a pequeños con obesidad. México ya ocupa el primer lugar de obesidad infantil a nivel mundial.

Una enfermedad que desde temprana edad está afectando gravemente sus organismos y reduciendo su calidad de vida.

Nunca antes se habían visto casos de diabetes tipo 2 o hipertensión en niños de tan corta edad, pero lo peor del asunto es que se pudo haber evitado.

Son los malos hábitos y el sedentarismo los que han provocado el crecimiento de los índices de obesidad y amenazan el bienestar de nuestros pequeños.

Está en nosotros evitarlo, es necesario inculcar en nuestros pequeños, hábitos saludables que les permitan tener una mejor calidad de vida.

1.- Desayunar diariamente. El desayuno es el alimento más importante del día. Es el que nos brinda energía después de un largo periodo sin alimentos y en los pequeños, la falta de éste también afecta su rendimiento escolar.

2.- Comer frutas y verduras. Es necesario incluir frutas y verduras en nuestra alimentación diaria, pues son fuente de vitaminas, minerales y fibra. Hacer que los más pequeños las coman, puede ser un dolor de cabeza, pero

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siempre se pueden buscar formas originales de prepararlas que inviten a que las coman.

3.- Tomar agua. Nuestro cuerpo necesita agua para tener un buen funcionamiento. Los niños transpiran menos que los adultos, pero su temperatura aumenta más rápido.

Debemos estar al pendiente de que beban dos litros diarios de agua para evitar deshidratación y asegurar el buen funcionamiento de su organismo.

4.- Hacer ejercicio diario.

Es probable que los niños tengan alguna actividad física en la escuela. Sin embargo, esto no es suficiente. Es necesario inculcar en nuestros pequeños el hábito de hacer ejercicio desde temprana edad.

5.- Dormir suficientes

horas. Los niños deben dormir entre 8 y 10 horas para estar saludables.

Esto también influye en la alimentación, pues la falta de descanso ocasiona una mala alimentación.

La niñez es el momento idóneo para comenzar a inculcar los hábitos saludables que permitan a nuestros hijos gozar de una mejor salud y tener una mejor calidad de vida. Si nuestros pequeños aprenden a cuidar de su cuerpo desde temprana edad, no sólo evitarán la obesidad, sino las múltiples enfermedades que se derivan de ésta.

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8 Atrévete a ser tu misma Vivimos librando una batalla entre encontrar nuestro auténtico yo y ser lo que el mundo espera de nosotras.

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e miras en el espejo y ahí, frente a ti, está la verdadera tú. La imagen regresándote la mirada en el espejo. ¿Qué tan bien conoces realmente a la persona en el espejo? Puede que la imagen sólo sea un reflejo, pero es el primer indicio y el más visible de tu verdadero yo.

Exploramos el mundo y probamos distintas cosas para encontrar aquello que “va con nosotros”, hobbies, modas, gustos, todo con el objetivo distinguir quienes somos en verdad. Queremos encontrar nuestro verdadero yo, deseamos ser auténticos, y no sin razón. Ser auténtico tiene que ver con nuestra autoestima y bienestar, pero no sólo eso, Michael Kernis y Brian Goldman, psicólogos e investigadores, llegaron a la conclusión de que ser auténtico permite lidiar mejor con las dificultades, evitar los hábitos autodestructivos así como tener mayor confianza en sí mismo.

Y entonces, ¿Por qué si ser auténtico es tan bueno, nuestra sociedad parece dejarlo de lado? Nos empeñamos en mostrar una versión ideal de nosotros en las redes sociales, recurrimos a cirugías estéticas porque no estamos conformes con cómo lucimos y tenemos miedo de enfrentarnos a quienes realmente somos. Y es que descubrir el “auténtico yo” no es sencillo; no es un adjetivo que te define, es un conjunto de pensamientos, sentimientos, formas de actuar y demás, que incluso puede variar dependiendo del contexto. A menudo, no resulta sencillo ser quienes somos en verdad, el miedo al rechazo y a la vulnerabilidad nos impiden mostrarnos tal y como somos.

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Tenemos una necesidad de encajar en el grupo, es parte de nuestra habilidad de adaptación y nuestra evolución, sin embargo, podemos caer en el error de perdernos a nosotros mismos en nuestro afán de pertenecer. Nos autoengañamos y adoptamos la imagen de quien se supone que debemos ser, no nos detenemos a reflexionar, actuamos conforme a ese ideal creado en nuestra mente.

Ser auténtico no se trata sólo de preguntarte quién eres o cuál es el sentido de tu vida. Es, y por eso resulta difícil, aceptar tus fallas, las cosas que te incomodan, todos los aspectos problemáticos de tu vida, pues es precisamente a través de ellos que puedes comprender a tu verdadero yo.

Ser auténtico es un trabajo constante que requiere de mucha reflexión. Kernis y Golman identificaron los componentes de la autenticidad: El primero y más fundamental es la autoconciencia, ser capaz de darnos cuentas de nuestras propias emociones, preferencias, motivaciones y habilidades. Además necesitamos claridad para evaluar nuestras fortalezas y debilidades, como son, sin culpas o negaciones. Y necesitamos ser congruentes con nosotros mismos, aun si nos critican o nos rechazan, debemos ser congruentes con nuestro verdadero yo.

Tal vez no sea sencillo, pero atreverte a ser tu misma te puede librar de una gran carga. Es posible tener relaciones más satisfactorias, una mayor capacidad para seguir y alcanzar nuestras, pero sobre todo ser más felices. Sólo es cuestión de atreverte a despojarte de la máscara.

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10 ¡Prometiste que cambiarías!

Las expectativas de que nuestra pareja cambie pueden ser perjudiciales para la relación.

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as relaciones humanas son complejas, implican lidiar con ideas, emociones, gustos y formas de vida. Ser tolerantes, ser pacientes y entender que cada quien es diferente. Podemos tener perspectivas y prioridades distintas, pero no por eso dejamos de ser amigos, parientes o pareja. El problema es que en ocasiones, no entendemos nada de esto. Tenemos ideas de cómo nos gustaría que fueran las personas y si no son lo que pensamos, creemos que deberían cambiar. Pero no lo hacen y eso nos frustra.

Si hay una persona con la que probablemente se tengan más expectativas respecto a cómo debe ser, tal vez es con nuestra pareja. La magia del enamoramiento pasa y comenzamos a notar sus defectos.Tenemos dos opciones: aceptar que no es perfecto y quererlo como es, o intentar cambiarlo. Con la segunda opción, ocurre que si no cambia, terminaremos frustradas, mientras que si lo hace, tal vez sea él quien termine con frustración y resentimientos.

Las expectativas son algo que se debe manejar con cuidado, especialmente con respecto a otras personas. A menudo, lo más conveniente es no esperar demasiado de los demás, pues si no cumplen nuestras expectativas, podemos terminar decepcionados y enojados. Es más saludable para cualquier relación aceptar que las personas son como son y no está en nuestras manos cambiarlas.

Un estudio publicado en el Journal of Experimental Social Psychology, llegó a la conclusión de que una mayor expectativa en el cambio puede, a la larga, ser negativa para la relación. El estudio llevado a cabo por Lara Kammrath y Johanna Peetz siguió durante dos semanas a varias parejas. Se determinó en cada pareja quien de los dos debería hacer el cambio y entre ambos decidieron qué era necesario cambiar, así como la estrategia se llevaría a cabo para lograrlo.

El estudio señaló dos tipos de actitudes que los participantes tenían hacia el cambio. Estaban aquellos que tenían una fuerte creencia en la posibilidad de que su pareja cambiara, y aquellos que pensaban que el cambio no sería fácil; que si bien es posible cambiar, hacerlo no resulta sencillo. No hubo diferencias en cuanto a la disposición al cambio de las parejas, pero sí en cuanto a la reacción

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ante el fracaso. Mientras que aquellos más optimistas se sintieron decepcionados y pensaron que sus parejas no se habían esforzado lo suficiente, aquellos que veían el cambio como algo difícil, atribuyeron el fallo precisamente a la dificultad y no a su pareja, no los juzgaron duramente como hicieron los otros.

Las parejas que estaban más convencidas de que su compañero lograría el cambio, se sintieron decepcionadas y perdieron también parte de la confianza en sus parejas.

En conclusión, tener unas expectativas más limitadas sobre el cambio que puede experimentar nuestra pareja, es conveniente para la salud de nuestra relación.

Por supuesto, no te estamos diciendo que si no estás a gusto con tu relación te conformes y te quedes ahí, no.

Sino que simplemente seas capaz de darte cuenta que esa persona no va a cambiar porque tú quieres. Debes hacer un balance y decidir si esas cosas que te molestan, son cosas que podrías pasar por alto o si en verdad de trata de aspectos que te están perjudicando a ti y a la relación. Si lo que la otra persona no quiere cambiar es algo que te hace daño, algo que en verdad sería necesario cambiar.Tal vez lo más conveniente sería ponerle fin a la relación.

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La empatía: clave para un mundo mejor

Inculcarles a los niños la solidaridad; es un cambio “pequeño” que puede marcar la diferencia en el futuro.

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ivimos en un mundo cada vez más individualista, consumista y materialista. El egoísmo está a la orden del día: en tanto no nos afecte personalmente, puede importarnos poco lo que ocurra con el resto de las personas. Estamos dispuestos a aceptar sólo aquello con lo que nos identificamos, “sólo yo tengo razón, los que piensen diferente de mí están equivocados” tal vez no se diga explícitamente, pero en la práctica, nuestras actitudes hacia los demás dejan esto en claro.

Bullying en las escuelas, racismo, intolerancia, indiferencia, estos son algunos de los síntomas que sufre nuestra sociedad, son los focos rojos que indican que el mundo se está deshumanizando. ¿Qué pasaría si como prioridad en las escuelas a nuestros hijos les enseñaran a vivir y ser más felices? ¿Si además de español, matemáticas, geografía y todas esas materias útiles, nuestros hijos aprendieran a tener empatía, responsabilidad social y preocuparse por los otros?

Esto es lo que presenta el documental Children Full of Life, en el que en una escuela pública de Japón, un profesor ha enseñado a sus alumnos más que lo establecido en el plan de estudios, les ha dado

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lecciones sobre comunidad, trabajo en equipo, cooperación y, en esencia, empatía.

Tal vez esa es la clave para darle un nuevo rumbo a nuestra sociedad, para hacer un mundo mejor. La empatía, esa capacidad de ponerse en el lugar del otro, de ver el mundo a través de sus ojos. Aprender a dejar de lado nuestros propios prejuicios e intentar entender el mundo desde otra perspectiva, a dialogar y entender el punto de vista del otro –aunque no estemos de acuerdo- Ser receptivos a lo que sienten los otros para lograr un entendimiento y buscar no sólo nuestro beneficio, sino el de todos.

Estamos viviendo en una era de egoísmo, pero si nuestros hijos aprenden desde pequeños a ver no sólo por sí mismos y les enseñamos a tener empatía, entonces tal vez exista la esperanza de que puedan crear un mundo mejor.

"por una cultura del bien común"

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14 Test: ¿Qué tan cierto es lo que crees de ti?

Mentirnos a nosotros mismos es una conducta demasiado habitual, nos evita incomodidades o tristezas, pero también nos impide vivir al máximo, nos hace sentir vacíos y faltos de sentido. Mantener la máscara puede ser a la larga más difícil que lidiar con la realidad.

Descubre con este test que tan real es la imagen que tienes de ti misma.

Califica del 1 al 5 que tanto te identificas con las siguientes frases. Siendo 1 para nada y 5 muchísimo.

Me cuesta mucho trabajo aceptar mis errores.

Procuro que la gente no note mis pequeños defectos.

Me causa mucha ansiedad estar sola.

Tiendo a cambiar de opinión con facilidad.

Me resulta difícil relacionarme con gente muy diferente de mi A pesar de que digo que me importa mi salud, tengo hábitos poco saludables.

Me preocupa lo que los demás puedan opinar de mis decisiones.

A veces no estoy muy convencida de hacer cosas, pero me cuesta decir no.

La mayoría de las personas que conozco piensan muy parecido a mí.

10 – 18 Tan clara como el agua Te conoces bastante bien y eso te ayuda a disfrutar mejor de ti misma. Sabes lo que te gusta y lo que no. Eres capaz de defender tu postura y tomar tus propias decisiones, más allá de lo que opinen los demás. No necesitas de los otros para saber quién eres. Eso no significa que seas egoísta, sino que eres capaz de vivir tu vida porque no te mientes. (Eso o te mentiste a la hora de responder) 19 – 35 En busca de la verdad Haz hecho esfuerzos por encontrarte contigo misma, pero tal vez no has profundizado tanto como te gustaría. Enfrentarte a ti misma puede ser doloroso, por lo que a menudo resulta más fácil mantenernos en el autoengaño. Pero no permitas que el temor a lo que puedes descubrir te aleje de conocer la verdad de ti.

Atrévete a reflexionar, cuestionarte y a responderte con total sinceridad sobre quién

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eres en verdad, verás cómo comienzas a sentirte más satisfecha contigo y vivir más plenamente.

36 – 50 Mentirosa consumada Tienes tanto miedo de conocerte que recurres a los demás para evitarlo. Evitas la soledad para que tus pensamientos no te hagan sentir incómoda. Basas tu imagen de ti misma en las opiniones de los demás y tienes una gran necesidad de pertenecer al grupo. Estando sola te sientes pérdida, pues tiendes a actuar conforme al entorno en que te encuentres.

Necesitas darte un tiempo para reflexionar, un tiempo para ti. Dejar de portar las máscaras que has utilizado para no sentirte sola y atreverte a ser tú. Detrás de tus “debilidades” hay una gran fuerza. Conócela.

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